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Los animales de laboratorio como modelos experimentales de ciclos biológicos

Siglo V A.CAlmeon de Crotona Demostró función del Nv. Óptico al seccionarlo y producir ceguera en un
animal.
Siglo XVII Concientización sobre el sufrimiento de los animales.
Fines del Siglo XIX Empleo de ratones y ratas en biomedicina.

Uso de ratas y ratones en biomedicina:


-Características idóneas como modelos biológicos y biomédicos:
Fácil manejo, manejo apropiado para crianza y manipulación, no requieren mucho cuidado, destete rápido,
sistema inmune similar al humano, genoma similar al humano, gestación breve (19-21dias), hembras con
capacidad de producir óvulos resistentes.
Actualmente1000 cepas de ratones “Mus musculus” genéticamente definidos como los Ratones Swiss,
CD1, NMRI, Balb/c, los modificados genéticamente o los inmunosuprimidos.
-Cepas de ratas: Provienen del Rattus Norvegicus; actualmente hay más 50 cepas no consanguíneas y más
de 400 consanguíneas (Las razas mas usadas son Sprague-Dawley & Wistar).

Uso en parasitología:
Permiten estudiar diversos aspectos de la interrelación parasito-hospedador como la respuesta inmunológica,
la enfermedad parasitaria y su Dx, el cribado farmacológico (permite conocer acerca del modo de acción y los
efectos de los farmacos empleados en el Tto antiparasitario), los ensayos toxicológicos y de bioseguridad,
estudios de ciclos biológicos.

Actualmente se tiene mucho en cuenta el bienestar animal con animales de laboratorio, por ello ahora se
emplean métodos de eutanasia indoloros y regulando su utilización.
Russel y Burch en 1959Principio de las 3R (Reemplazo, Reducción y Refinamiento), que sigue vigente en la
actualidad bajo la directiva de la Unión Europea (Directiva UE 2010/64/U. E).

Principio de las 3R:


ReemplazoSiempre que sea posible se debe reemplazar el estudio con animales por otros modelos
experimentales (cultivo in vitro, baño de órganos. Modelos matemáticos, etc.).
ReducciónSi el empleo de animales es indispensable, se reduce al máximo el número de animales
empleados.
Refinamientose refina los métodos y técnicas aplicados en experimentos para minimizar sufrimiento, dolor y
estrés de los animales.
OJOEl empleo de animales de laboratorio para fines educativos o científicos, debe considerarse solo si no
hay otra alternativa existente.

Principales características de ratas y ratones:


El uso responsable y racional de los animales de experimentación conlleva un conocimiento previo de sus
características biológicas y de su mantenimiento, a fin de satisfacer todas sus necesidades y promover su
salud y bienestar para lograr el fin propuesto. Sin pretender abordar las características anatómicas,
fisiológicas y etológicas de los animales de experimentación, que es más propio de otras áreas ajenas a la
parasitología, consideramos necesario repasar algunos de los aspectos más característicos de los animales
de laboratorio más utilizados en ilustrarla la rata Rattus norvegicus y el ratón.
Mus musculus son los roedores más utilizados en la investigación y docencia de la parasitología. Estos
roedores son muy sociables, de fácil manejo, ya que son dóciles y con un mantenimiento poco costoso.
Tienen hábitos nocturnos que aunque no son animales gregarios, les gusta el contacto físico próximo. Su
olfato y oído están bien desarrollados, pero la visión es pobre, a diferencia de lo que se suele pensar. Estos
roedores son animales muy limpios que se acicalan con frecuencia para mantener su higiene.
Como podemos observar, en este caso, precisamente la ausencia de este comportamiento puede ser un
síntoma de estrés o de enfermedad.
La cola es muy importante para el equilibrio y la orientación del animal.
Es también su órgano termorregulador por excelencia. Debemos tener cuidado con la cola de la rata. No
debemos dañarla y por ello no es aconsejable sujetar a las ratas por la cola.
Los ratones más utilizados en nuestros estudios tienen un tamaño de unos 12 centímetros y un peso de 20
gramos, y en el caso de las ratas, el tamaño oscila entre los 20 y 30 centímetros, con un peso de entre 100 y
350 gramos.
No obstante, hay que tener en cuenta que depende también de la cepa con la que trabajemos.
Para el mantenimiento de estos animales hay que tener en cuenta un macro ambiente de estabulación que
cumpla las siguientes características La temperatura ideal es de 22 grados, admitiéndose oscilaciones de más
o menos 2 grados. La humedad aconsejada es del 55 por ciento, aunque puede oscilar en un 10 por ciento.
La habitación debe ventilarse entre diez y catorce veces por hora y la iluminación ha de contar con doce horas
de luz y doce de oscuridad.
Hay que recordar que se trata de animales muy sensibles a las variaciones en la intensidad, color o
periodicidad de la luz. La estabilización ha de llevarse a cabo en jaulas de plástico o de policarbonato con
tapas de alambre galvanizado o de acero inoxidable. Hay que evitar el uso de camas que originen la
formación de polvo. Por eso lo más adecuado es usar viruta. En cuanto a la comida y el agua, han de
suministrarse ad libitum. Las jaulas para las ratas son similares, pero lógicamente de mayor tamaño. Como
vemos en esta otra imagen, para manipular a los roedores hay que aprender en primer lugar cómo hay que
sujetarlos.
Primero abrimos la jaula.
Sujetamos al ratón por la base de la cola. Dejamos que se sujete a la tapa de la jaula.
Ya si el ratón se sentirá más seguro, se coloca la cola entre el dedo meñique y la palma de la mano y con los
dedos pulgar e índice se pincha la piel del cuello, girando finalmente la mano sobre la espalda del ratón.
De esta forma logramos la inmovilización total del ratón empleando sólo una mano y así tendremos la otra
mano libre para realizar cualquier práctica.
En el caso de las ratas para sacarla de la jaula, la sujetamos fuertemente por la base de la cola. Pero cuidado,
no hay que mantenerla suspendida porque la rata puede girar en redondo en el aire y podría lesionarse al
desprenderse la piel del rabo desde el punto de sujeción. Lo mejor es dejarla que se apoye sobre una
superficie y después tapar los ojos del animal con un trapo para tranquilizarlo.
Hay dos formas de sujetar una rata.
La primera es parecida a la empleada con el ratón, con el pulgar y el índice, pinchamos la piel del cuello y con
el resto de dedos estiramos la piel del lomo, la giramos y con la otra mano sujetamos la cola. Así conseguimos
tenerla inmovilizada. La segunda forma es usando el dedo índice y corazón para rodear el cuello y girarla. Con
mayor detalle vemos cómo se rodea el cuerpo con el resto de los dedos y se gira mientras se mantiene la cola
sujeta con la otra mano. Sexado de los roedores.
La determinación del sexo o sexado de ratas y ratones se realiza por siempre. Observación de la zona
personal, evaluando la distancia que hay entre la papila genital y la apertura anal qué es lo que se denomina
distancia ano genital Esta distancia no genital es mucho mayor en los machos que las hembras, como se
indica en la imagen.
Las ratas y ratones han demostrado ser muy útiles para reproducir en el laboratorio el ciclo de diferentes
parásitos. En esta película, con el fin de utilizar y explicar tres vías de infestación distintas como son la vía
oral, la intraperitoneal y la subcutánea, reproduciremos respectivamente el ciclo de Trichinella spiralis,
desarrollaremos una hidatidosis secundaria experimental y finalmente la inoculación subcutánea nos permitirá
reproducir el ciclo de Nippostrongylus brasiliensis como modelo para otros nematodos de importancia
sanitaria, tales como ancylostoma, necator o strongyloides stercoralis.
Infestación por vía oral ciclo de Trichinella spiralis recordemos que Triquinella spiralis es un nematodos con un
ciclo autoheteroxeno, es decir que todas las fases del ciclo se producen en un mismo hospedador. Además,
se trata de un ciclo fundamentalmente endocelular, tanto en su fase intestinal como en la fase muscular. La
fase intestinal se inicia con la ingestión de carne cruda o poco cocinada, que contiene larvas enquistadas, en
el estómago por acción de los jugos gástricos se produce la liberación de las larvas de los quistes musculares,
siendo arrastradas hasta el intestino delgado, allí penetran rápidamente en una serie de enteroscitos
contiguos, formando una especie de sinsitio que alberga los estados juveniles que crecen. Experimentan
cuatro mudas y alcanzan el estado adulto entre las 30 y 36 horas.
Infección al tercer día, tras abandonar la pared intestinal, hembras y machos copulan y dos días más tarde las
hembras realizan la puesta de larvas en submucosa. Las larvas recién nacidas atraviesan la lámina basal
hasta alcanzar los capilares linfáticos o sanguíneos, iniciándose la fase parenteral. Las larvas se distribuyen
por todo el cuerpo con tropismo por el tejido muscular estriado. No obstante, algunas larvas pueden penetrar
en las células del músculo cardíaco o en el cerebro, lo que llevará a graves complicaciones cardíacas o
neurológicas. La mayoría de las larvas circulantes entrarán en el tejido muscular estriado, con preferencia por
aquellos músculos más irrigado que le aseguren una correcta nutrición como el diafragma. Una vez que las
larvas penetran en una célula hospedadores, ésta sufre una serie de cambios, transformándose en la
denominada célula nodriza, con una pared gruesa de colágeno que protegerá a la larva enquistada que
permanecerá viva por largos períodos de tiempo. Finalmente, para que se cierre el ciclo es necesario que otro
hospedador ingiera la carne para sitada. Es decir, que se produzcan hábitos depredadores caníbales o
carroñeros en los hospedadores. Debido a que el ciclo biológico de Trichinella spiralis es directo, es decir, sin
fase de vida libre en el ambiente es fácil de mantener en el laboratorio gracias a la infección de animales de
experimentación. Veamos cómo se realiza la inoculación de ratones con larvas de triquina. Para realizar la
infección de los ratones. Partimos de una suspensión de larvas de Trichinella recogidas previamente tras la
digestión de la carne infectada. En el fondo del tubo podemos apreciar una gran cantidad de larvas
sedimentadas. Necesitaremos en primer lugar, ajustar nuestra suspensión de larvas a un número determinado
por mililitro a fin de preparar el inoculó adecuado para cada ratón. No podemos inocular muchas larvas porque
mataríamos al ratón, ni pocas para no tener que utilizar un número elevado de ratones. Por ello, lo primero es
realizar los recuentos en una cámara McMaster.
Homogenizamos bien la suspensión de larvas realizando repetidas aspiraciones en el tubo.
Después tomamos una alícuota con la que llenaremos la cámara, evitando la introducción de burbujas que
falsearían los recuentos. Apreciamos ahora con más detalle el llenado de la cámara y los 8 retículo que tiene
dibujados para el recuento.
A continuación llevamos la cámara al microscopio para proceder al recuento de las larvas.
Como se puede apreciar, las larvas están muy activas y muestran una gran movilidad. Subiendo los aumentos
del microscopio, podemos observar con mayor claridad la morfología de dichas larvas. Destaca una zona con
una estriación transversal más oscura, que corresponde al esticosoma, conjunto de células secretoras del
esófago. Expliquemos ahora cómo se realizan los cálculos para conocer el número de larvas por mililitro que
tiene nuestra suspensión.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que el volumen de nuestra cámara es de 0,3 mililitros. Si suponemos
que en nuestros recuentos hemos obtenido una media de n larvas por una sencilla regla de tres, podremos
conocer el número de larvas por mililitro que tiene nuestra suspensión.
Se recomienda hacer un mínimo de tres llenados de la cámara para hacer los correspondientes recuentos y si
en alguno de ellos se obtuviese una dispersión grande en el número de larvas contadas, habría que eliminarlo
y hacer un nuevo llenado de la cámara para un cuarto recuento. Una vez contadas las larvas, devolvemos la
muestra al tubo.
Hay que señalar que el inoculó más adecuado para la infestación de ratones con Trichinella es de quinientas
larvas en cero cinco mililitros de solución fisiológica, es decir, una concentración de 1000 larvas por mililitro.
Pero si tras el recuento hemos comprobado que tenemos una suspensión de larvas demasiado concentrada,
entonces tenemos que calcular cuántos mililitros de solución fisiológica necesitamos añadir para diluirla.
Expliquemos cómo se realiza el ajuste de la suspensión. Supongamos, por ejemplo, que tras los recuentos
sabemos que en el mililitro que hemos recogido tenemos una concentración de 2800 larvas por mililitro. Pero
tenemos que ajustarla a mil larvas por mililitro. Entonces, aplicando la fórmula volumen por concentración
igual al otro volumen por su concentración, resultaría que para 2800 larvas necesitaremos 2,8 mililitros totales.
Teniendo en cuenta que ya tenemos un mililitro, habrá que añadir 1,8 mililitros de solución fisiológica para
diluirla.
Si por el contrario, los recuentos hubiesen indicado que tenemos una concentración demasiado diluida,
podríamos dejar sedimentar las larvas y calcular la cantidad de sobrenadante que habría que eliminar para
concentrarlo. Así, si tras los recuentos sabemos que tenemos 10 mil litros de una suspensión con una
concentración de 800 larvas por mililitro, como necesitamos 1000 larvas por mililitro, al aplicar la fórmula nos
daría un volumen de 8 mililitros totales. Luego, para obtener una concentración de 1000 larvas por litro,
tendremos que dejarse alimentar las larvas y de los 10 mililitros que teníamos, eliminar 2 mililitros del
sobrenadante. Antes de tomar el inoculo, es preciso agitar bien la suspensión para garantizar la adecuada
dosificación de las larvas. Por ello traspasamos la suspensión a un vaso pequeño que colocamos en un
agitador magnético. Y que mantendremos en agitación hasta la toma del inoculo.
Recordemos que hemos ajustado la suspensión a mil larvas por litro, pero la dosis más adecuada para
infectar al ratón son 500 larvas. Por lo que de esa suspensión tomaremos solo 0.5 mililitros por ratón. En la
jeringa ya tenemos los 0.5 mililitros del inoculó, podemos apreciar que la aguja de dicha jeringa tiene el
extremo distal curvado y romo. Esto es así para facilitar la penetración de la aguja en el esófago del ratón sin
causarle daño. Sacamos el ratón de la jaula cogiéndole por el rabo.
Le sujetamos por detrás de las orejas y una vez inmovilizado, introducimos la jeringa en su boca.
Profundizando poco a poco hasta llegar al esófago, entonces soltamos muy despacio el inoculó.
Transcurrido un mes desde la inoculación de los ratones, se habrá completado el ciclo biológico y en su tejido
muscular se encontrarán larvas de Trichinella spiralis enquistadas. En el capítulo 2 pasamos a describir cómo
se realiza una inoculación por vía intra peritoneal, lo que nos permitirá llevar a cabo el desarrollo de una
hidatidosis secundaria experimental. En la imagen se observan los pulmones de una oveja para sitada, en los
que se aprecian varios quistes hidatídicos. Como vemos, los quistes hidatídicos son vesículas que están
llenas de un líquido denominado líquido hidatidico. Recordemos la morfología de un quiste hidatidico. Cada
quiste consta de un complejo sistema de membranas, la membrana más externa es la membrana adventicia
fabricada por el hospedador. En el interior se encuentra la membrana laminar e íntimamente unida a ella, la
membrana germinativa que está en contacto directo con el líquido fatidico. En el quiste abierto se pueden
distinguir perfectamente la tonalidad más oscura de la membrana adventicias frente al conjunto de las
membranas laminar y germinaba que son de color blanco. En realidad, el quiste hidatidico está formado por el
metacestodo o larva equinococo, más la membrana adventicias. A partir de la membrana germina ativa y
mediante imaginaciones de la misma, se forman las cápsulas proligeras y a su vez, por imaginaciones de la
propia membrana de la cápsula, se desarrollan en su interior los protoescolex. A veces ocurre que alguna
cápsula se rompe en el interior del quiste y esto supone la liberación de los protoescolex. Pues bien, estos
protoescolex en el interior del quiste se vehiculizar para formar las denominadas vesículas hijas, que son
quistes en miniaturas con las mismas membranas que el quiste madre, pero sin la membrana adventicias.
Dentro de estas vesículas hijas también se desarrollan cápsulas proligeras y en su interior los protoescolex.
Cuando un quiste hidatídico se rompe, viene espontáneamente o durante la extirpación quirúrgica, entonces el
contenido del quiste se disemina por el cuerpo de hospedador y esto dará lugar al desarrollo de una
hidatidosis secundaria con la formación de nuevos quistes en cada uno de los lugares donde logre asentarse
un protoescolex.
Utilizaremos ratones hembras de la cepa en NMRI de 30 gramos de peso, ya que se ha comprobado que
estos ratones son muy adecuados como modelo experimental para reproducir una hidatidosis secundaria
experimental.
Previamente, es preciso ajustar la solución de protoescolex mediante recuentos en cámara McMaster, tal y
como se explicó en el capítulo 1 para el ajuste de la suspensión de larvas de trichinella. Antes de aspirar con
la jeringa hay que homogenizar bien la suspensión para asegurarnos que la dosificación de los protoescolex
es la correcta y seguidamente tomamos el inoculó. En este caso, el inoculó más adecuado se compone de
2000 protocolos contenidos en 0.5 mililitros de solución fisiológica. Sujetamos al ratón, como se explicó
anteriormente, y una vez inmovilizado le inyectamos el inoculó previamente preparado. La inyección se realiza
intraperitonealmente. Se debe introducir la aguja en el cuadrante inferior derecho del ratón lateral a la línea
media para evitar la inyección en la vejiga urinaria y al menos dos centímetros por debajo de la última costilla
para evitar inyectar en el hígado. Si se hace en el lado derecho o en el estómago si es en el lado izquierdo.
Transcurridos seis meses procedemos al sacrificio del ratón. Abrimos su cavidad peritoneal y encontraremos
un gran número de quistes como consecuencia del desarrollo de una hidatidosis secundaria experimental.
En resumen, el procedimiento para el desarrollo de negativos y secundaria experimental es el siguiente.
Extracción de los protocolos de los quistes hidatídicos de las vísceras contaminadas. Lavado con solución
fisiológica y ajuste de la concentración. Inyección intrapersonal del inoculó 2000 protoescolex en 0.5 mililitros
de solución fisiológica. Transcurrido seis meses se procede al sacrificio del ratón con la apertura del peritoneo
para observar el desarrollo de los quistes. Finalmente, en el capítulo tercero explicaremos la infestación por
vía subcutánea que nos permitirá reproducir el ciclo del nematodos Nippostrongilus brasiliensis. Se trata de un
nematodo parásito de las ratas, muy parecido a otros parásitos humanos, tales como ancylostoma duodenale,
necator americanus o Strongyloides stercoralis que tienen gran importancia sanitaria y por ello se utiliza como
modelo en estudios de evaluación de fármacos antihelminticos. Recordemos, en primer lugar, cómo es el ciclo
biológico de este parásito. Los adultos viven en la región anterior del intestino delgado de la rata.
Allí es donde se produce la cópula y la puesta de huevos. Los huevos salen con las heces en fase de morula y
en el exterior continúan desarrollándose. Cuando las condiciones externas son favorables, temperaturas
cálidas entre 18 y 22 grados, el huevo eclosiona a las 24 horas y la larva 1 comienza su ciclo en el exterior,
mudando de larva 1 a larva 2 en 48 horas y finalmente después de 7 días muda larva 3 que tiene poder
infestante. La larva 3 queda en la vegetación a la espera de un hospedador. Cuando encuentra a su
hospedador, penetra por la piel y migra por el sistema circulatorio. Llega al corazón y después a los pulmones.
Entre las once y veinte horas infestación. Una vez en los pulmones pasa al espacio alveolar y muda a larva. 4
después de dos días post infestación.
La larva 4 asciende por la tráquea forzando su deglución, de manera que pasa por la faringe y llega finalmente
al intestino delgado donde madurara hasta el estado adulto el día 4 infestación. La duración del ciclo desde la
penetración por la piel de la larva 3 hasta la eliminación de huevos en las heces puede ser de tan sólo 6 días.
Lo primero que tenemos que hacer para reproducir el ciclo es prepararlo y inoculo, es decir, la suspensión de
larvas 3, que en nuestro caso obtendremos a partir de ratas previamente infestadas que mantenemos en
nuestro laboratorio. Introducimos una de estas ratas en una jaula metabólica que sirve para separar las heces
de la orina. Dejamos a la rata durante 5 días en la jaula con agua y comida ad libitum y transcurrido ese
tiempo, recogemos sus heces, llevamos las heces al laboratorio donde tenemos preparado el material
necesario para la realización de la práctica, necesitaremos agua destilada en reloj avisador, 2 cristalizadores,
un mortero, Una placa petri, Un vaso de precipitado, pipetas, tijeras, espátula y pinzas y unos fragmentos de
gomaespuma.
En primer lugar, depositamos las heces en el mortero.
Añadimos unos mililitros de agua destilada y las machacamos en el mortero hasta conseguir una consistencia
pastosa.
El siguiente paso es preparar una cámara de incubación. Para ello ponemos una pequeña almohadilla, por
ejemplo, de goma espuma que hacemos en el agua destilada y la introducimos en la placa Petri. Sobre ella
pondremos el papel de filtro en el que colocaremos las heces. Una vez recogidas todas las heces,
depositamos el círculo de papel sobre la almohadilla y de esta forma evitamos que entre en contacto directo
con la placa.
Finalmente, con una pipeta Pasteur, añadimos un poco de agua destilada humedeciendolo todo. Cerramos la
placa Petri y lo incubamos en una estufa a 27 grados de temperatura y con una humedad relativa del 80 por
ciento durante una semana. Una vez finalizado el tiempo de incubación, recogemos la muestra de la estufa,
Destapamos la placa Petri y sacamos el papel de filtro con las heces. Cortamos la parte central donde están
las heces, para después descartarla.
Porque ahora las larvas se encuentran localizadas en la periferia del papel, que es la parte que estamos
recortando.
El papel de filtro recortado lo introducimos en una cubeta donde hemos echado previamente agua destilada a
37 grados. Si lo observamos detenidamente, vemos como el borde del papel presenta un color amarillento
debido a la presencia de las larvas.
Lo dejamos incubar así durante 15 minutos antes de volcar el agua destilada con las larvas en el kitasato,
balanceamos la cubeta en círculos para que no se nos queden las larvas pegadas a las paredes.
Desechamos el papel de filtro y montamos el matraz kitasato, colocamos el papel de filtro y conectamos la
bomba de vacío.
Comenzamos la filtración, mientras rellenamos el embudo de Vermont con agua destilada y con unas pinzas
retiramos el papel de filtro y lo introducimos en el agua, por el lado en donde se han quedado retenidas las
larvas.
Las larvas se encuentran ahora en el agua destilada y por ello ésta adquiere cierta turbidez. Lo dejamos un
tiempo y vemos cómo las larvas van bajando a lo largo del embudo. Una vez sedimentada las larvas en la
base del embudo, procedemos a la recogida de las mismas. Abrimos la llave y poco a poco vamos recogiendo
los primeros mililitros en donde se encuentran las larvas de Nippostrongylus.
Una vez que tenemos las larvas en nuestro tubo, cerramos la llave y dejamos reposar el tubo en una gradilla.
En la imagen se aprecia el botón de larvas sedimentadas. A continuación se procederá al ajuste de la
suspensión de larvas mediante recuentos en cámara McMaster. Como se explicó anteriormente, una vez
ajustada la suspensión de larvas a mil larvas por mililitro, introducimos una jeringa estéril con la que primero
realizamos varias aspiraciones para homogeneizar la suspensión y seguidamente aspiramos 0.5 mililitros de
la suspensión, en los que estarán contenidos quinientas larvas. Una vez sujeta la rata, inyectamos subcutánea
mente el inoculo. Para ello se crea un pliegue en la piel, pellizcando con los dedos índice y pulgar en la región
cervico-torácica. Se introduce en él la aguja de la jeringa de manera paralela a la superficie corporal y poco a
poco vamos inyectando los 0.5 mililitros del inoculó.
En resumen, los pasos para reproducir el ciclo de Nippostrongylus brasiliensis son los siguientes: Recogida de
las heces de las ratas citadas previamente. Incubación de las heces en placa Petri con humedad y
temperatura ambiente, Desarrollo de las larvas 3 en las placas y recogida de las larvas. Posteriormente se
realiza la inoculación subcutánea en la rata y en el hospedador, las larvas pasan por la circulación sanguínea,
el corazón, los pulmones, salen al espacio alveolar y mudan a larva 4, estas larvas ascienden por la tráquea,
son desnutridas y llegan al intestino, donde maduran hasta adultos. En resumen, en esta película hemos
aprendido las principales características de los roedores, ratas, ratones que se utilizan como modelos
experimentales en parasitología. Cómo debe ser el mantenimiento, el manejo y el sexado de estos animales
de laboratorio y su utilización como modelos experimentales de tres ciclos biológicos distintos que nos han
permitido explicar tres vías diferentes para su infestación: la vía oral para el ciclo de Trichinella spiralis, la vía
intraperitoneal para reproducir una hidatidosis secundaria experimental y por último, la vía subcutánea para
reproducir el ciclo de Nippostrongylus brasiliensis y en general el de las funcionarias.
Finalmente, indicar que los ciclos explicados constituyen sólo un ejemplo de todos aquellos ciclos de parásitos
que se pueden reproducir experimentalmente en cada una de las vías de infestación utilizadas.

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