Aunque muchos médicos intentan minimizar su credibilidad, el modelo, biopsicosocial es
un modelo medico efectivo y aplicable, no solo debemos regirnos en base al modelo bioquímico el cual se centra principalmente en parámetros somáticos y en evidencias, como estudios de laboratorio o imagenlógicos, por ejemplo. No significa que el modelo biomédico sea malo. Pues ha sido de gran ayuda para diagnosticar, clasificar y tratar una gran variedad de enfermedades, basándose en los parámetros que se mencionan anteriormente, sin embargo, la psiquiatría no se beneficia de este modelo, pues con algo tan complejo como la mente humana, las enfermedades mentales y los comportamientos que derivan de estas, no es tan simple solo basarse en dichos parámetros. Esto ha generado dos posturas opuestas sobre la psiquiatría y su papel en la medicina, posturas exclusionistas y reduccionistas, la primera dejando fuera a la psiquiatría del campo de la medicina, y la segunda, en cierta forma, obligando a la psiquiatría a ejercer el modelo biomédico, lo cual limita a las enfermedades mentales y trastornos del comportamiento como simples disfunciones cerebrales. Esto genera que el modelo biomédico deje completamente por fuera las dimensiones sociales, conductuales, psicológicas e incluso espirituales de las enfermedades en general. Lo cual limita a la psiquiatría. Posterior a la lectura del artículo anterior el equipo se encuentra más que en una posición de acuerdo, está en una posición de aceptación, el cambio que se generó del modelo biomédico al modelo biopsicosocial era necesario e innegable, al entender los aspectos psicológicos y sociales y su inferencia en el proceso de la enfermedad, el tiempo de aparición, comprensión y la evolución de esta. Más que desprestigiar o devaluar al modelo biomédico que seguimos pensando es el que lleva mayor inferencia en los procesos nosológicos, aceptamos su importancia y buscamos complementarlo con los pilares psicológicos y sociales que tanto retraso tienen en la medicina de hoy en día y que nos ayudarán a romper el dogma o retraso del modelo biomédico y así alcanzar una mayor comprensión de todos los pilares humanos y poder tratar a las personas, ayudarlas a mejorar y combatir de mejor manera las enfermedades. Todo lo anterior dicho sin duda lo podemos resumir en el impacto buscado por el autor tanto a nivel médico como a nivel general, enfatizando sobre todo que el ámbito biomédico que como deficiente ya que es imposible que pueda llegar a comprender a la persona completa sin importar el tipo de movimiento el autor deja claro que lo que se debe de buscar es el modelo biopsicosocial que da una integración completa de la persona no solo viendo el aspecto físico de ella (anatomía, fisiológica, bioquímica) sino alcanzando a la persona completa preocupándose por su pensamiento, estado de ánimo y salud social. Hoy en día es claro como este modelo está empezando a utilizarse y se ve claramente el avance que se ha tenido con los pacientes, esto desde la formación inicial de los futuros médicos se lleva a cabo una enseñanza biopsicosocial en la cual enseñan a empatizar con el paciente y saber valorar a la persona, a no ser siempre subjetivo sino en creer en aquello que no podemos llegar a ver, lo que el paciente tiene y aún más aquello que el paciente tiene y no quiere decir, aprender a tratar no solo la enfermedad física, sino la enfermedad mental ya que siempre están de la mano. Si bien vemos que el objetivo del autor llega a ser notorio en nuestra época actual, aún queda mucho por lo cual se puede mejorar para la utilización del modelo biopsicosocial.