Está en la página 1de 10

Señor.

JUEZ CONSTITUCIONAL DE BOGOTÁ.


E. S. D.

Referencia: Acción de tutela por vía de hecho cometida por indebida notificación
o ausencia de notificación.

ACCIONANTE: UNIÓN SINDICAL DE TRABAJORES DE LA INDUSTRIA DE LAS


EMPRESAS PRIVADA Y PÚBLICAS DE LA SEGURIDAD DEL ESTADO, SEGURIDAD
PRIVADA, ESCOLTAS, VIGILANTES Y AFINES Y SIMILARES “US-UNP.

ACIONADO: UNIDAD NACIONAL DE PROTECCION U.N.P.

RAFAEL SARABIA BOLAÑO, mayor de edad, identificado con cédula de


ciudadanía No. 72.-209.021 Expedida en Barranquilla, en mi condición de
Presidente de la UNIÓN SINDICAL DE TRABAJORES DE LA INDUSTRIA DE LAS
EMPRESAS PRIVADA Y PÚBLICAS DE LA SEGURIDAD DEL ESTADO, SEGURIDAD
PRIVADA, ESCOLTAS, VIGILANTES Y AFINES Y SIMILARES “US-UNP , actuando en
calidad de accionante, dentro de la acción de la referencia, con todo respeto y por
medio del presente escrito me dirijo al señor Juez Constitucional para manifestarle
que, en la fecha estoy impetrando ACCION DE TUTELA COMO MECANISMO
TRANSITORIO PARA EVITAR UN PERJUICIO IRREMEDIABLE, consagrada en el
artículo 86 de la Constitución Política, en contra de la UNIDAD NACIONAL DE
PROTECCION U.N.P., ente de carácter público, el cual tiene su domicilio principal
en la ciudad de Bogotá, representada por el Director General Alfonso Rafael
Campo Martínez o quien haga sus veces al momento de la notificación de la
presente acción, por el desconocimiento y vulneración de los Derechos
Fundamentales: Al debido proceso, igualdad, libre asociación, garantías sindicales,
Protección de los Derechos, consagrados ideológicamente para este documento en
los artículos _____________________________de la Constitución Política, el
artículo 2.2.3.1.3.1 del Decreto 1069 de 2015, artículos 1, 2, 8, 9, 21, 23, 24, 25,
26 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, sentencias,
además de los convenios internacionales adheridos y ratificados por Colombia
sobre protección de las garantías judiciales, acto que se configuró dentro de la
radicación del pliego de peticiones.

IDENTIFICACIÓN DE LAS PARTES

ACCIONANTE: RAFAEL SARABIA BOLAÑO, mayor de edad, domiciliado y


residente en la ciudad de Barranquilla - atlántico; identificado con la cedula de
ciudadanía No. 72.-209.021 Expedida en Barranquilla, en calidad de
presidente de la UNIÓN SINDICAL DE TRABAJORES DE LA INDUSTRIA DE LAS
EMPRESAS PRIVADA Y PÚBLICAS DE LA SEGURIDAD DEL ESTADO, SEGURIDAD
PRIVADA, ESCOLTAS, VIGILANTES Y AFINES Y SIMILARES “US-UNP, entidad de
carácter privado, con domicilio principal en la ciudad de Barranquilla.

ACCIONADO: UNIDAD NACIONAL DE PROTECCION U.N.P., entidad de carácter


público, con domicilio principal en la ciudad de Bogotá, representada legalmente
por el Director General Alfonso Rafael Campo Martínez o por quien haga sus veces
al momento de la notificación de la presente acción de amparo constitucional.

MANIFESTACIÓN JURAMENTADA

Bajo juramento declaro que esta misma petición no la he presentado en otros


juzgados o tribunales de la jurisdicción constitucional.

En ejercicio de mis responsabilidades como ciudadano he revisado cuidadosamente


la jurisprudencia constitucional sobre los Derechos Fundamentales Al debido
proceso, igualdad, garantías judiciales por defecto procedimental contenido en la
ausencia de notificación y Protección Judicial de los Derechos.

Con estas manifestaciones quiero dejar señalado que no estoy actuando de


manera temeraria.

MOTIVO DE LA PETICIÓN

El motivo de la presente petición, es la vulneración a los derechos cuya protección


se buscan por parte de La Unidad Nacional de Protección U.N.P al desconocer los
Derechos Fundamentales i) Debido proceso ii) Igualdad, iii) Garantías Judiciales,
con Conexidad a la vulneración del derecho al Trabajo, consagrados
ideológicamente para este documento en los artículos 29, 13, 31, 39, 83, 85, 86,
229, 9, 93,214, 53 de la Constitución Política, artículos 1, 2, 8, 9, 21, 23, 24, 25,
26 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, sentencias, T- 587/17,
T 025/18, SU 090/18, SU 659/15, además de los convenios internacionales
adheridos y ratificados por Colombia sobre protección de las garantías judiciales.

RELATO DE LO SUCEDIDO HASTA LA INTERPOSICIÓN DE LA PRESENTE


ACCION DE TUTELA

PRIMERO: Soy líder sindical y presidente de la organización Sindical denominada


UNIÓN SINDICAL DE TRABAJORES DE LA INDUSTRIA DE LAS EMPRESAS
PRIVADA Y PÚBLICAS DE LA SEGURIDAD DEL ESTADO, SEGURIDAD
PRIVADA, ESCOLTAS, VIGILANTES Y AFINES Y SIMILARES “US-UNP.“a
Nivel nacional.

SEGUNDO: La organización sindical fue conformada el (__) de _____ de 2020,


con el fin de defender a los trabajadores.

TERCERO:
CUARTO:
QUINTO:
SEXTO:
SEPTIMO:
OCTAVO:
NOVENO:

DECIMO:

DECIMO PRIMERO:
DECIMO SEGUNDO:

DECIMO TERCERO:

DECIMO CUARTO:

CONSIDERACIONES

Su señoría expongo las siguientes a modo de complemento de los hechos narrados


anteriormente de la siguiente forma:

PRIMERA: Tiene que ver con la RATIONE PERSONAE, por ser sujeto de
derechos y obligaciones dentro del estado social de derecho de la república de
Colombia, además de la condición de directivo sindical y que poseo una protección
especial que ha sido colocada en estado de vulnerabilidad con respecto a la
actuación llevada a cabo por el despacho del Juzgado Séptimo Laboral del Circuito
de Barranquilla.

SEGUNDA: Tiene que ver en RATIONE TEMPORIS puesto que las acciones
ejecutadas y producidas por la entidad pública en cabeza del despacho del
Juzgado Séptimo Laboral del Circuito de Barranquilla, no han sido ajustadas a la
ley pues los argumentos esgrimidos desconocen los precedentes jurisprudenciales.

El tiempo jurídico se enmarca en la vigencia de la norma procesal vulnerada que


el Código General del proceso.

Sumado a esto el estado de emergencia sanitaria por la pandemia del Covid 19, lo
que obliga a los entes administradores de justicia a ser más garantes de los
derechos fundamentales en las actuaciones judiciales.

TERCERA: Está ligada a la RATIONE MATERIAE la cual se invoca por los


hechos materia de la solicitud de amparo configuran una omisión activa y
configura la violación de un derecho constitucional, fundamental y humano.

Para el caso en concreto la norma vulnerada de forma inmediata es la contenida


en el

CUARTA:
QUINTA:

FUNDAMENTOS DE DERECHO.

Tenganse como fundamentos invocados los siguientes:


En orden ideológico y por especialidad normativa:

Constitución política de Colombia Los artículos 29, 13, 31, 39, 83, 85, 86, 229, 9,
93,94, 214,53, 102.

Convención Americana Sobre Derechos Humanos: Los artículos 1, 2, 8, 9, 21, 23,


24, 25, 26.

Jurisprudencia: Las Sentencias, además de los convenios internacionales adheridos


y ratificados por Colombia sobre protección de las garantías judiciales.

FUNDAMENTOS JURISPRUDENCIALES.

Tenganse como fundamentos invocados los siguientes:


En orden ideológico y por especialidad normativa:

La acción de tutela, como mecanismo de protección de derechos de rango


fundamental, como lo son el derecho al trabajo, igualdad, debido proceso,
asociación sindical, procede cuando se demuestre que un empleador, a efectos de
desconocerlos en aras de tomar justicia por propia mano, vulnerando con acciones
estos derechos, también debilitar la organización sindical existente al interior de su
empresa, Por lo tanto, el mecanismo idóneos para lograr la protección efectiva del
derecho de asociación sindical en los eventos señalados en el considerando
anterior, la acción de tutela es el recurso judicial llamado a restablecer la
vulneración que, por estas conductas puedan configurarse.

Sentencia SU-057 de 2018


Irregularidad procesal que tenga incidencia directa en la decisión que resulta
vulneratoria de los derechos fundamentales. Este requisito no es aplicable al
asunto bajo estudio ya que las anomalías que se alegan son de carácter
sustantivo.

Identificación de los hechos que generan la vulneración y que ellos hayan sido
alegados en el proceso judicial, en caso de haber sido posible. El accionante puso
de presente no solo en el escrito de tutela, sino también dentro del proceso
ordinario laboral, la afectación de sus derechos fundamentales seguridad social, al
mínimo vital y a la vida en condiciones dignas ante la aplicación de una norma
que, en su parecer, resultó injustificadamente regresiva, formalista y exegética que
desconoce el precedente de la Corte Constitucional en la materia.

DEBIDO PROCESO.

El artículo 29 de la Constitución Política consagró el derecho fundamental al debido


proceso y determinó que éste: “se aplicará a toda clase de actuaciones judiciales y
administrativas” y que “quien sea sindicado tiene derecho a la defensa y a la
asistencia de un abogado escogido por él, o de oficio, durante la investigación y el
juzgamiento; a un debido proceso público sin dilaciones injustificadas; a presentar
pruebas y a controvertir las que se alleguen en su contra; a impugnar la sentencia
condenatoria y a no ser juzgado dos veces por el mismo hecho”.

El derecho al debido proceso ha definido esta Corte “no es solamente poner en


movimiento mecánico las reglas de procedimiento y así lo insinuó Ihering. Con este
método se estaría dentro del proceso legal pero lo protegible mediante tutela es
más que eso, es el proceso justo, para lo cual hay que respetar los principios
procesales de publicidad, inmediatez, libre apreciación de la prueba, y, lo más
importante: el derecho mismo” (Resalta la Sala).

La Sentencia T-694 de 2013 explicó la concordancia que existe entre la


jurisprudencia colombiana e interamericana sobre la vigencia de la garantía
constitucional del debido proceso en las relaciones contractuales, aspecto que
enfatizó con motivo de un caso relativo a la presunta discriminación por origen
familiar que habría sufrido un ciudadano para acceder a un puesto de trabajo.

En dicha oportunidad, esta Corporación expuso:

“La Corte IDH, ha establecido que “el artículo 8 de la Convención Americana se


aplica al conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias procesales,
cualesquiera que ellas sean, a efecto de que las personas puedan defenderse
adecuadamente ante cualquier acto emanado del Estado que pueda afectar sus
derechos.

En el mismo sentido, ha señalado que las reglas del debido proceso y las garantías
judiciales deben aplicarse no sólo a procesos judiciales, sino a cualesquiera otros
procesos que siga el Estado, o bien, que estén bajo la supervisión de éste. De
manera que, para la Corte IDH el debido proceso es el derecho de todo ser
humano de obtener todas las garantías que permitan alcanzar decisiones justas, y
estas garantías mínimas deben respetarse en el procedimiento administrativo y en
cualquier otro procedimiento cuya decisión pueda afectar los derechos de las
personas. (…)

El derecho fundamental al debido proceso es exigible, tanto para las entidades


estatales y sus actuaciones, como también para los particulares, pues un Estado
Social de Derecho debe garantizar en toda relación jurídica unos parámetros
mínimos que protejan a las personas de actos arbitrarios e injustificados que
atenten contra otros derechos fundamentales. Así, en las relaciones laborales,
incluso tratándose de empresas del sector privado, éstas no escapan del ámbito de
los principios contemplados en la Carta Política.

Además, se destacó que la Corte Constitucional ha sido enfática en resolver casos


relativos a los procesos de selección para cargos de carrera administrativa, con
base en las exigencias del debido proceso, el cual implica la obligación de fijar
requisitos objetivos que no impliquen discriminaciones o preferencias carentes de
justificación y que tampoco sean ajenos a las aptitudes puntuales que se requieren
para desempeñar un determinado cargo.

Lineamientos sobre los cuales, señaló:

“También las reglas del debido proceso se aplican estrictamente a los procesos de
selección en los cargos de carrera administrativa para los cargos públicos, en los
que la Corte ha sido clara en señalar que deben exigirse unos requisitos objetivos
para desempeñar determinadas labores, los cuales no pueden fijar de forma
explícita o implícita discriminaciones o preferencias carentes de justificación.
Igualmente, los requisitos para el acceso al cargo al cual se aplica deben ser
públicos y conocidos previamente por los aspirantes, de manera que se entiende
que ‘la dignidad humana se ofende, cuando a una persona, apta para desempeñar
un cargo, se la excluye con base en criterios ajenos a la aptitud y que no inciden
en ella.’”

En la sentencia T-225/93 se enumeran los requisitos para que el perjuicio pueda


calificarse como irremediable:

“A) El perjuicio ha de ser inminente: "que amenaza o está por suceder


prontamente". Con lo anterior se diferencia de la expectativa ante un posible daño
o menoscabo, porque hay evidencias fácticas de su presencia real en un corto
lapso, que justifica las medidas prudentes y oportunas para evitar algo probable y
no una mera conjetura hipotética. Se puede afirmar que, bajo cierto aspecto, lo
inminente puede catalogarse dentro de la estructura fáctica, aunque no
necesariamente consumada. Lo inminente, pues, desarrolla la operación natural de
las cosas, que tienden hacia un resultado cierto, a no ser que oportunamente se
contenga el proceso iniciado. Hay inminencias que son incontenibles: cuando es
imposible detener el proceso iniciado. Pero hay otras que, con el adecuado empleo
de medios en el momento oportuno, pueden evitar el desenlace efectivo. En los
casos en que, por ejemplo, se puede hacer cesar la causa inmediata del efecto
continuado, es cuando vemos que desapareciendo una causa perturbadora se
desvanece el efecto. Luego siempre hay que mirar la causa que está produciendo
la inminencia.

B) Las medidas que se requieren para conjurar el perjuicio irremediable han de ser
urgentes, es decir, como calidad de urgir, en el sentido de que hay que instar o
precisar una cosa a su pronta ejecución o remedio tal como lo define el Diccionario
de la Real Academia. Es apenas una adecuación entre la inminencia y la respectiva
actuación: si la primera hace relación a la prontitud del evento que está por
realizarse, la segunda alude a su respuesta proporcionada en la prontitud. Pero
además la urgencia se refiere a la precisión con que se ejecuta la medida, de ahí la
necesidad de ajustarse a las circunstancias particulares. Con lo expuesto se verifica
cómo la precisión y la prontitud dan señalan la oportunidad de la urgencia.

C) No basta cualquier perjuicio, se requiere que éste sea grave, lo que equivale a
la gran intensidad del daño o menoscabo material o moral en el haber jurídico de
la persona. La gravedad obliga a basarse en la importancia que el orden jurídico
concede a determinados bienes bajo su protección, de manera que la amenaza a
uno de ellos es motivo de actuación oportuna y diligente por parte de las
autoridades públicas. Luego no se trata de cualquier tipo de irreparabilidad, sino
sólo de aquella que recae sobre un bien de gran significación para la persona,
objetivamente. Y se anota la objetividad, por cuanto la gravedad debe ser
determinada o determinable, so pena de caer en la indefinición jurídica, a todas
luces inconveniente.

D) La urgencia y la gravedad determinan que la acción de tutela sea


impostergable, ya que tiene que ser adecuada para restablecer el orden social
justo en toda su integridad. Si hay postergabilidad de la acción, ésta corre el riesgo
de ser ineficaz por inoportuna. Se requiere una acción en el momento de la
inminencia, no cuando ya haya desenlace con efectos antijurídicos. Se trata del
sentido de precisión y exactitud de la medida, fundamento próximo de la eficacia
de la actuación de las autoridades públicas en la conservación y restablecimiento
de los derechos y garantías básicos para el equilibrio social”.

La jurisprudencia constitucional ha definido, de la siguiente manera, el concepto de


perjuicio irremediable, en la T-823/99:

“Se entiende por irremediable el daño para cuya reparación no existe medio o
instrumento. Es el daño o perjuicio que una vez se produce, no permite retrotraer
las circunstancias al estado anterior a la vulneración del derecho. El legislador
abandonó la teoría del daño no resarcible económicamente, que en oportunidades
se ha sostenido, en especial para considerar algunos elementos del perjuicio
moral. Se ha considerado, por intérpretes de la norma, que su redacción adolece
de defecto al afirmar que el dicho perjuicio irremediable sería aquél no reparable
en su integridad, mediante indemnización, interpretación equivocada porque
abandona la manifestación expresa y literal de la ley. Se trata de daños como la
pérdida de la vida, o la integridad personal, que pudiendo ser indemnizados
totalmente en sus efectos materiales y morales, no puede recuperarse por ningún
medio.” (Subrayas fuera del texto).

Es, en fin, el perjuicio irremediable “... aquel perjuicio INMINENTE, que reclama
medidas URGENTES y en consecuencia la acción IMPOSTERGABLE del juez
constitucional para proteger los derechos fundamentales vulnerados o
amenazados...”

En la T-324/98 se afirmó:

LOS ARTÍCULOS 93 Y 94 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA DE


1991, ESTABLECEN EN SU ORDEN LA FUNDAMENTACIÓN DEL BLOQUE DE
CONSTITUCIONALIDAD, al estipular que los tratados internacionales sobre
derechos humanos ratificados por el Congreso prevalecen en el orden interno y
que la enunciación de derechos y garantías en la constitución y convenios
internacionales no debe entenderse como negación de otros que siendo inherentes
a la persona humana no figuren expresamente en ellos.

En materia laboral el bloque de constitucionalidad está compuesto por: el


preámbulo, los artículos 1°, 25, 26, 39, 53, 54, 55, 56, 57, 64 y 125 de La
Constitución (formal) de 1991 y por los núcleos esenciales de los Convenios de la
OIT números 87, 98, y por último, y en virtud del art. 94 superior, por cualquier
otra norma internacional de ius cogens no codificado, o no ratificado por Colombia,
relativa a materias laborales.

EN CUANTO AL DERECHO DE ASOCIACION SINDICAL

La Corte ha venido elaborando una línea jurisprudencial conforme a la cual la


protección del derecho de asociación sindical en principio se encuentra asignada
por el ordenamiento jurídico a la justicia ordinaria laboral, previo impulso por
parte de la ciudadanía de las acciones judiciales instituidas para el efecto,
considerando de esta manera la acción de tutela como un mecanismo de carácter
subsidiario para proteger este derecho. Es por ello que esta demanda procederá
como mecanismo ordinario establecido para garantizar su pleno ejercicio.

En la T-324/98 se afirmó:

"No puede concebirse la asociación sindical si no se garantiza que ésta, en los


términos del acto de asociación, pueda contar con elementos materiales
representados en bienes y recursos económicos que le permitan cumplir con los
fines para los cuales fue creada. Como la asociación sindical, por su propia
naturaleza, no puede tener por objeto la explotación de actividades con fines de
lucro, que podrían generarle rendimientos económicos que le permitan su
subsistencia, el numeral 7 del art. 362 del Código Sustantivo del trabajo, en la
forma como fue modificado por el art. 42 de la ley 50/90, preceptúa que en los
estatutos de la organización sindical deben señalarse la cuantía y periodicidad de
las cuotas ordinarias y extraordinarias que han de cubrir los afiliados y su forma de
pago."

Hay una remisión al ordenamiento legal en cuanto al funcionamiento del sindicato.


Es obvio que no es una remisión para obstaculizar el funcionamiento sino todo lo
contrario para viabilizarlo. Por consiguiente, fuera del artículo 42 de la Ley 50/90,
está el artículo 68 ibídem que subrogó al artículo 39 del decreto 2351/65 y que
ordena: "Los trabajadores no sindicalizados, por el hecho de beneficiarse de la
Convención Colectiva, deberán pagar al sindicato, durante su vigencia, una suma
igual a la cuota ordinaria con que contribuyen los afiliados al sindicato" .

Es obvio que si un sindicato no dispone de algún patrimonio no puede realizar sus


objetivos, ni ser eficiente en sus actividades. Las cuotas son elemento
indispensable para el funcionamiento de la organización. El empleador no puede
obstaculizar el recaudo. La operatividad en su recaudo está señalada en varias
normas, entre ellas el artículo 400 del C.S.T. que dice:

Conforme al artículo 39 de la Constitución Nacional, se trata de un derecho que


les asiste a los trabajadores y a los empleadores y en virtud de él se pueden
constituir sindicatos y asociaciones sin intervención estatal alguna.

Ha dicho esta corporación de manera repetida que se trata de una garantía de


rango constitucional (especie del género mayor constituido por el derecho de
asociación) inherente al ejercicio del derecho al trabajo, y articulado como un
derecho con dimensiones tanto individuales como colectivas que representa una
vía para la realización del individuo dentro de un estado social y democrático
como el definido por la Carta Política.

Se trata de un derecho que no sólo ha tenido un desarrollo interno, sino que ha


sido desarrollado en diversos instrumentos internacionales, entre estos pueden
mencionarse los Convenios 87 y 98 de la OIT que definen la libertad y actividad
sindical.

A través de la consagración de este derecho se busca que los trabajadores


cuenten con un interlocutor válido para negociar sus condiciones laborales, con
miras a lograr que trabajadores, patrono gobierno opten y por soluciones de
equilibrio y justicia social.

La Corte en sentencia T-740 de 2009, dijo:


 
“[L]as normas que regulan lo atinente a los permisos sindicales no
establecen expresamente las condiciones para su reconocimiento ni
sujetan su ejercicio a un límite temporal. No obstante, los permisos
sindicales deben consultar un criterio de necesidad, es decir, sólo
pueden ser solicitados cuando se requieran con ocasión de las
actividades sindicales, pues, como emanación de la libertad de
asociación sindical, su ejercicio sólo encuentra justificación en la
necesidad de otorgar a los dirigentes o representantes sindicales el
tiempo necesario para adelantar aquellas gestiones que se les han
encomendado para el cabal funcionamiento de las organizaciones de
trabajadores.
 
[T]ambién debe tenerse en cuenta que la concesión de los permisos
sindicales lógicamente interfiere con el normal y habitual cumplimiento
de los deberes del trabajador en la medida en que debe dedicar parte
de su tiempo dentro de la jornada laboral para el desarrollo de las
actividades sindicales; sin embargo, valga precisar, esta situación per
se no justifica la limitación del goce de estos beneficios.”
 
Artículo 55 de la Constitución Política de Colombia. Artículo 55 de la
Constitución Política de Colombia. En conexidad con el artículo 39 de la
Constitución Política que establece el Derecho de Asociación Sindical o Derecho de
Sindicación, no es posible un Derecho de Asociación sino existe la posibilidad de
negociar una Convención Colectiva de Trabajo.

Nótese que el Derecho de Negociación no se tiene como un Derecho Fundamental,


pero para que pueda ser efectivo el Derecho de Asociación se requiere que exista
la posibilidad que los trabajadores negocien Convenciones Colectivas de Trabajo.

Por otro lado, los Convenios suscritos por Colombia ante la Organización
internacional del Trabajo, protegen el Derecho de Negociación como un acto sin el
cual, no podría ejercerse de manera real el Derecho de Asociación y Sindicación.

Con la Constitución Política adoptada por los colombianos en 1991, los Convenios
Internacionales del Trabajo entraron a formar parte de la legislación interna, como
se estableció expresamente en el artículo 53 que señala: “Los convenios
internacionales de trabajo debidamente ratificados hacen parte de la legislación
interna”.

Así que, más allá de lo que el Código Sustantivo contiene sobre el derecho
colectivo en sus artículos 429 a 484, los fundamentos legales de la contratación
colectiva están incluidos en los Convenios 98, 151 y 154 y en las
Recomendaciones 91, 94, 113, 151, 159 y 163 de la OIT.

La Constitución Nacional de 1991, en su artículo 39, y como Derecho


fundamental consagra que los trabajadores y empleadores tienen derecho a
constituir sindicatos o asociaciones, sin intervención del Estado; y que
su reconocimiento jurídico se produce con la simple
Inscripción del acta de constitución en el Ministerio de Protección Social
legislación laboral.

Los trabajadores y empleadores, sin autorización previa, tienen el derecho


de constituir las organizaciones que estimen convenientes, así como el de
afiliarse a éstas con la sola condición de observar los estatutos de las
mismas.

INDEBIDA NOTIFICACION.

VIA DE HECHO COMETIDA POR LA ENTIDAD PUBLICA NACIONAL.

Es tan clara la omisión por parte


ESTANDARES INTERNACIONALES DE APLICACIÓN DE JUSTICIA.

Contra las sanciones correccionales solo procede el recurso de reposición, que se


resolverá de plano.
Justicia correctiva o rectificatoria que es aquélla que restaura una situación
equitativa al revertir una ilegalidad. En la ética nicomaquea (libro V, capítulo III),
Aristóteles define a la justicia correctiva como aquélla que tiene lugar cuando un
ciudadano ha "cometido una injusticia contra otro, o cuando una de las partes ha
provocado un daño y otro lo ha sufrido", en este caso a empresa demandada es
quien comete la injusticia.

Algunos identifican tres posibles aspectos de la justicia correctiva: la


compensación, el emparejamiento o igualamiento y el castigo. La compensación
busca otorgar a la víctima una indemnización equivalente al daño que ha sufrido.
El igualamiento y el castigo se dirigen contra el causante de la injusticia: la primera
lo priva de las ventajas que ha injustamente adquirido y de las que se beneficia,
mientras que el castigo es un pago extra por el mal causado.

La compensación y el igualamiento son consideradas por Aristóteles cuando


caracteriza a la justicia correctiva como "el justo medio entre la pérdida de uno y la
ganancia de otro". El papel del juez que aplica la justicia correctiva consiste en
mantener la balanza igual entre las dos partes.

Un concepto más detallado de este tipo de justicia se encuentra en el caso


LIEBECK vs MC DONALD’S restaurant de la justicia Norteamericana que aporto
como interpretación a mis alegatos, donde en la invocación de esta se define como
la meta del agravio a la ley provee a las victimas aras legales necesarias para
corregir errores, con la promesa de un pago como medida preparatoria del daño
causado.

Por lo tanto el daño ocasionado es el de abusar de posición dominante de La


Empresa ADAMA ANDINA B.V SUCURSAL COLOMBIA de su intención de Aniquilar
las organizaciones sindicales y abusar de su derecho de autorregulación, además
de

RESPONSABILIDAD DEL ESTADO POR VULNERACIONES DE DERECHOS


HUMANOS COMETIDAS POR EGENTES DEL ESTADO OPOR TERCEROS
CON ADQUISENCIA DEL MISMO.

PETICION.

Por medio de la presente se requiere al Señor Magistrado que:

TUTELAR; los derechos fundamentales al debido proceso establecido en el artículo


29 de la Constitución Política de Colombia.

DECLARAR, que la sentencia del UNIÓN SINDICAL DE TRABAJORES DE LA


INDUSTRIA DE LAS EMPRESAS PRIVADA Y PÚBLICAS DE LA SEGURIDAD DEL
ESTADO, SEGURIDAD PRIVADA, ESCOLTAS, VIGILANTES Y AFINES Y SIMILARES
“US-UNP.

ORDENAR, dejar .
DECRETAR,

PRUEBAS.

Tenganse como tales las siguientes:

DOCUMENTALES.

TESTIMONIALES

NOTIFICACIONES

También podría gustarte