Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria

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USO DE VERDEOS DE VERANO EN FRUTICULTURA

Los verdeos de verano son cultivos anuales y de rápido crecimiento. Producen forraje en
forma permanente con altas temperaturas, y pueden dar una elevada producción en poco
tiempo. Las especies más conocidas en la región del Alto Valle son: mijo, moha y sorgo. Son
cultivos sensibles a las heladas, por lo que deben sembrarse luego de ese periodo y cuando la
temperatura del suelo (a 5 cm de profundidad) llegue a 18°C durante 3 días seguidos. En la
zona del Alto Valle esto ocurre entre fines de octubre y la primera semana de noviembre.

Usos

En un boletín anterior se presentaron los resultados obtenidos en la disminución de daño por sol en
manzana, sembrando mijo y moha en el interfilar del monte frutal. Además, pueden ser usados en el
inicio de encañazón como abono verde para mejorar el suelo, controlar malezas, y, en estado de
grano lechoso, como alimento verde para el ganado, como grano para alimentar aves de corral o
para henificar.

Características de los cultivos

Tanto el mijo como la moha pueden producir mucho forraje en poco tiempo. Esta precocidad
permite lograr: buena competencia con las malezas, volúmenes considerables para incorporar al
suelo como abono verde y también material verde para la alimentación animal.
El ciclo corto de estos cultivos va de 60 a 90 días y permite desocupar rápidamente el área
sembrada y preparar el suelo con buenas condiciones para la siembra de otro cultivo en otoño.

Moha (Setaria italica): Rara vez supera el metro de altura. Sus tallos son finos con abundante
cantidad de hojas, muy densa de color verde claro. El estado vegetativo produce buena cantidad de
macollos y una vez alcanzado el umbral pasa al estado reproductivo produciendo importante
cantidad de panojas densas.
Requiere de suelos fértiles bien drenados (francos a franco-arenosos) y de riegos en pre-siembra,
macollamiento, encañazón y en pleno periodo de formación del grano.

Mijo (Panicum miliaceum): Cultivo que puede superar el metro. Se diferencia de la moha porque
tiene cubiertos los tallos y hojas con abundante pubescencia, característica poco deseada para la
alimentación del ganado ya que disminuye su palatabilidad. Es rústico, porque puede cultivarse en
suelos poco fértiles y con sales, y esto lo hace muy requerido en nuestra región. Es muy precoz,
característica similar a la moha, y produce una importante cantidad de forraje en un periodo corto
de tiempo y sin sombra.

1. Experiencia realizada en el interfilar de montes frutales, en Campo Grande

Con el objetivo de encontrar alternativas para la disminución del daño por sol en manzanas y
disminuir el impacto de compactación por efecto de la maquinaria y agua de riego, se sembraron
mijo y moha durante las temporadas 2009-2010 y 2010-2011, en el espacio interfilar de un cuadro
de manzanas.
Se realizaron riegos por manto de acuerdo con la demanda de los frutales y en enero se disminuyó
la frecuencia para evitar tamaños excesivos de fruta. La siembra se realizó al voleo entre la última
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semana de octubre y primera semana de noviembre, previo riego del cuadro, luego de lo cual se
hizo una pasada de rastra liviana. La densidad de siembra utilizada fue de 40 kg/ ha.
El suelo es franco y con buen drenaje, con pH 7,1, materia orgánica 3,2% en el estrato que va de 0 a
25 cm de profundidad. Se evaluó la producción de materia seca previo a la cosecha de manzana en
la segunda quincena de febrero. Los verdeos se desbrozaron antes de iniciar la cosecha para facilitar
esta tarea. En este momento los verdeos se encontraban en estado de “grano lechoso”, que es el
momento oportuno para lograr fardos de calidad óptima.

2. Experiencia de pasturas sin frutales, en J.J. Gómez

Con el objetivo de proteger el suelo de la erosión y evitar la propagación de malezas en un área

recientemente nivelada, se realizó la siembra de estos verdeos de verano en la chacra de J.J. Gómez
del INTA. Se sembraron mijo y moha el 3 de enero de 2011, que fueron cortados, picados e
incorporados entre 90 y 110 días después. La densidad de siembra utilizada fue de 30 kg/ ha, y se
regó con una frecuencia quincenal. El suelo es franco-limoso y con buen drenaje, con pH 7,24,
materia orgánica 2,2% en el estrato que va de 0 a 25 cm de profundidad.
Al momento de la evaluación del rendimiento, tanto el mijo como la moha se encontraban en estado
de “grano duro”. Ese momento no es adecuado para hacer fardos de buena calidad, pero sí para la
cosecha de granos.

Rendimientos obtenidos

Los resultados observados muestran una diferencia considerable entre los verdeos en condiciones de
sombra (interfilar de un monte frutal) y sin sombra. Aquellos que se desarrollaron a pleno sol
mostraron un mayor crecimiento.

Rendimiento de mijo y moha

MOHA Sin
sombra
MIJO Sin
25000
sombra
Kg de materia fresca/ha

20000

15000
MOHA Con
sombra
10000
MIJO Con
5000 sombra

0
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Conclusiones. ¿Cómo se pueden interpretar estos rendimientos?

Los resultados presentados muestran un comportamiento diferencial de los verdeos de mijo y moha,
que depende de las diferentes condiciones de luminosidad y disponibilidad de agua con las cuales se
desarrollaron. Por lo tanto, podemos decir que:
• En un monte frutal (con sombra) el mijo y la moha pueden rendir entre 60 y 130 fardos.
• En un cuadro en blanco (sin sombra) los rendimientos de mijo y moha producen entre 370 y
430 fardos.
• Por su precocidad compiten con las malezas de verano como: gramilla y yuyo colorado.
• Si se cortapican e incorporan al suelo, se acelera la descomposición, ayudando a mejorar la
infiltración del agua de riego y aumentando el contenido de materia orgánica.
• Ayudan a disminuir la severidad del daño por sol en manzanas.

Proyecto Regional “Desarrollo y transferencia de estrategias de manejo para el control y prevención de las 
pérdidas  de  calidad  y  productividad  en  los  cultivos  frutihortícolas  por  factores  climáticos  adversos”. 
PATNOR 810322. 

Agencias de Extensión Alto Valle Este y Oeste del INTA, Asignatura Forrajes y
Manejo de Pasturas de la FCA-UNCo, Grupo Alternativas productivas del INTA Alto
Valle.