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Instituto Privado Santa Teresa. Colonia Hinojo.

Ciclo lectivo 2020-2021

Prof. Cynthia Quiroga. 2do año.

PROPUESTA DE ACREDITACIÓN

Trabajo práctico integrador de Prácticas del Lenguaje.

FECHA DE ENTREGA: 14/12

FECHA DE DEFENSA ORAL DEL TRABAJO: 18/12

UNIDAD 1

La pieza ausente, de Pablo De Santis


Comencé a coleccionar rompecabezas cuando tenía quince años. Hoy no hay nadie en esta
ciudad -dicen- más hábil que yo para armar esos juegos que exigen paciencia y obsesión.
Cuando leí en el diario que habían asesinado a Nicolás Fabbri, adiviné que pronto sería llamado
a declarar. Fabbri era Director del Museo del Rompecabezas. Tuve razón: a las doce de la noche
la llamada de un policía me citó al amanecer en las puertas del museo.
Me recibió un detective alto, que me tendió la mano distraídamente mientras decía su nombre
en voz baja -Lainez- como si pronunciara una mala palabra. Le pregunté por la causa de la
muerte: "Veneno" dijo entre dientes.

Me llevó hasta la sala central del Museo, donde está el rompecabezas que representa el plano
de la ciudad, con dibujos de edificios y monumentos. Mil veces había visto ese rompecabezas:
nunca dejaba de maravillarme. Era tan complicado que parecía siempre nuevo, como si, a
medida que la ciudad cambiaba, manos secretas alteraran sus innumerables fragmentos. Noté
que faltaba una pieza.
Lainez buscó en su bolsillo. Sacó un pañuelo, un cortaplumas, un dado, y al final apareció la
pieza. «Aquí la tiene. Encontramos a Fabbri muerto sobre el rompecabezas. Antes de morir
arrancó esta pieza. Pensamos que quiso dejarnos una señal.
Miré la pieza. En ella se dibujaba el edificio de una biblioteca, sobre una calle angosta. Se leía, en
letras diminutas, Pasaje La Piedad.

-Sabemos que Fabbri tenía enemigos -dijo Lainez-. Coleccionistas resentidos, como Santandrea,
varios contrabandistas de rompecabezas, hasta un ingeniero loco, constructor de juguetes, con
el que se peleó una vez.
-Troyes -dije-. Lo recuerdo bien.
-También está Montaldo, el vicedirector del Museo, que quería ascender a toda costa.
¿Relaciona a alguno de ellos con esa pieza? -Dije que no.
- ¿Ve la B mayúscula, de Biblioteca? Detuvimos a Benveniste, el anticuario, pero tenía una buena
coartada. También combinamos las letras de La Piedad buscando anagramas. Fue inútil. Por eso
pensé en usted.
Miré el tablero: muchas veces había sentido vértigo ante lo minucioso de esa pasión, pero por
primera vez sentí el peso de todas las horas inútiles. El gigantesco rompecabezas era un
monstruoso espejo en el que ahora me obligaban a reflejarme. Sólo los hombres incompletos
podíamos entregarnos a aquella locura. Encontré (sin buscarla, sin interesarme) la solución.
-Llega un momento en el que los coleccionistas ya no vemos las piezas. Jugamos en realidad con
huecos, con espacios vacíos. No se preocupe por las inscripciones en la pieza que Fabbri
arrancó: mire mejor la forma del hueco.
Laínez miró el punto vacío en la ciudad parcelada: leyó entonces la forma de una M.
Montaldo fue arrestado de inmediato. Desde entonces, cada mes me envía por correo un
pequeño rompecabezas que fabrica en la prisión con madera y cartones. Siempre descubro, al
terminar de armarlos, la forma de una pieza ausente, y leo en el hueco la inicial de mi nombre.

1) Investiga sobre el autor, Pablo De Santis: vida, obra, premios, intereses, datos curiosos. Registralo de la
manera que prefieras: un cuadro, una red, una ficha.
2) ¿Quién es el narrador? ¿Cómo se caracteriza?
3) Completa la siguiente ficha a partir de los datos dados en el relato:
-Detective:
-Crimen:
-Escena del crimen:
-Sospechosos ¿por qué?:
4) ¿Por qué el cuento leído es policial? ¿Crees que correspondería a un policial clásico o negro? ¿Por qué?
Para responder esto, retoma tus apuntes de la clase dada con el Power Point.
5) Explica las oraciones subrayadas. ¿Cómo las interpretaste?

6) ¿Crees que este cuento tiene un final abierto? ¿Cómo podría continuar? ¿Qué ocurre entre Montaldo y
el narrador?

7) Producción escrita: a partir de la última frase del cuento: “Siempre descubro, al terminar de armarlos, la
forma de una pieza ausente, y leo en el hueco la inicial de mi nombre”. Continua esta historia dándole al
cuento un final alternativo. Utilizá dos párrafos.

-Mantené el mismo narrador y tiempos verbales utilizados en el cuento.

-La narración debe incluir sentimientos de los personajes y descripciones del lugar.

- Extensión aproximada: 8 renglones.

8) LECTURA OBLIGATORIA: “PÁGINAS MEZCLADAS” DE PABLO DE SANTIS

Realiza un video en el que cuentes la novela de manera ordenada, ya que los hechos están mezclados.
Tendrás que comentar brevemente datos del autor y luego, el argumento de la historia presentando detalles
y descripciones que den cuenta de que la novela ha sido leída. También, tendrás que incorporar tu opinión o
valoración de la lectura. Imagina que el receptor de tu video no ha leído la novela, por tanto, tu explicación
debe ser clara. Duración máxima: 3 minutos.
UNIDAD 2:

a) Lee el siguiente texto y luego responde las consignas debajo:

Inteligencia artificial

Para una computadora, habilidades como hablar, pensar o comprender –que parecen tan naturales- son las más difíciles
de copiar.

La inteligencia artificial es una de las disciplinas científicas más nuevas. Estudia la mente humana y la creación y diseño de
sistemas inteligentes de computación, capaces de razonar por sí mismos utilizando como modelo la inteligencia del
hombre.

Un área en la que la inteligencia artificial ha logrado tener éxito es en el reconocimiento de la voz humana. En la
actualidad se utilizan sistemas simples que identifican los comandos hablados dentro de un grupo limitado de voces, pero
para avanzar hacia la comprensión del lenguaje se precisa un gran conocimiento acerca de los mundos físico y humano. El
manejo del lenguaje requiere de habilidades que van más allá de las palabras mismas y que la inteligencia artificial no ha
logrado aún resolver. Para producir e interpretar mensajes de manera correcta es necesario, en principio, adecuarse a la
situación comunicativa, comprender las intenciones del interlocutor y decodificar los sobreentendidos.

El cerebro humano es un sistema complejo. El desarrollo de la informática se basó en sus estructura

En otras palabras, una computadora puede conversar casi con inteligencia si la charla se limita al contexto particular, por
ejemplo, de un restaurante. Sin embargo, para ello, necesita estar programada con un gran conjunto de reglas acerca de
lo que en un restaurante sucede y es esperable que suceda: que los clientes pidan la comida y los mozos la sirvan, que los
clientes dejen propinas a los mozos y no estos a los clientes, que los clientes pregunten por la composición de cada uno
de los platos que se ofrecen y los mozos puedan responder, etcétera.

Desde 1984, está en marcha el proyecto CYC, en los Estados Unidos, que ha venido recopilando una gigantesca base de
datos con hechos del universo social y físico, y que servirá como fuente de los nuevos sistemas de inteligencia artificial. En
los primeros siete años se registraron casi un millón y medio de hechos. A futuro, se espera que el propio sistema sea
capaz de cosechar por sí mismo más información con un mínimo de intervención humana.

Fuente: Ciencia explicada. Comprendiendo los misterios de la ciencia. Biblioteca Clarín (texto adaptado)

b) ¿Podría ser este un texto de divulgación científica? ¿Por qué?


c) Identifica y señala el paratexto. ¿Para qué te sirve? ¿Cuál hubieras agregado y por qué?
d) Numera los párrafos del texto y realiza notación marginal en cada uno de ellos.
e) ¿Cuál es la pregunta implícita que responde el texto?
f) Halla en el texto cinco palabras que pertenezcan al vocabulario específico de las ciencias.
g) Subrayá un ejemplo de los siguientes recursos explicativos: definición- ejemplificación- reformulación.
h) Busca información sobre inteligencia artificial en dos fuentes distintas. Sumá un subtítulo más al texto
anterior, dos párrafos con nueva información e incorpora otra imagen/gráfico/esquema que la
acompañe.

UNIDAD 3:

1) Lee el siguiente cuento:

La sonrisa, Ray Bradbury

La cola se ordenó en la plaza del pueblo a las cinco de la mañana, cuando los gallos cantaban
en los lejanos campos cercados y no había fuegos. En todas partes, entre los edificios ruinosos,
había, al principio, restos de bruma, pero ahora se disipaba ya, con la nueva luz de las siete.
Camino abajo, en parejas y tríos, se reunía cada vez más gente para el día de mercado, el día
del festival.

El niño estaba inmediatamente detrás de dos hombres que hablaban en el aire claro, y las voces
parecían más altas a causa del frío. El niño saltaba sobre un pie y otro pie y se soplaba las manos
agrietadas y rojas, y observaba las ropas sucias de los hombres y la larga fila de hombres y
mujeres.

— Eh, chico, ¿qué haces levantado tan temprano? — dijo el hombre que estaba detrás.

— Estoy en la cola — dijo el chico.

— ¿Por qué no te haces humo y dejas tu sitio a alguien que sepa?

— No lo molestes al chico — dijo el hombre que estaba adelante, volviéndose de pronto.

— Era una broma. — El hombre de atrás puso la mano sobre la cabeza del niño. El niño se
apartó fríamente. — Sólo que me pareció raro, un chico levantado tan temprano.

— Este chico entiende de arte, no lo olvides — dijo el defensor del niño, un hombre llamado
Grigsby — . ¿Cómo te llamas, muchacho?

— Tom.

— Tom va a escupir como Dios manda, ¿verdad, Tom?

— ¡Claro que sí!

La risa corrió por la fila.

Más adelante, un hombre vendía tazas resquebrajadas de café caliente. Tom miró y vio la
pequeña hoguera y el brebaje que hervía en una olla oxidada. No era café en realidad. Lo
hacían con unas bayas de los prados, y lo vendían a un penique la taza, para calentar los
estómagos; pero no eran muchos los que compraban, no muchos tenían dinero.

Tom miró hacia el frente, hacia la cabeza de la fila, más allá de una combada pared de piedra.
— Dicen que sonríe — comentó.

— Ay, y cómo sonríe — dijo Grigsby.

— Dicen que está hecha de aceite y tela.

— Cierto. Y por eso pienso que no es el original. El original, he oído decir, fue pintado sobre
madera hace mucho tiempo.

— Dicen que tiene cuatro siglos.

— Tal vez más. Nadie sabe en verdad en qué año estamos.

— ¡2061!

— Sí, eso dicen, chico. Mienten. Podría ser también el año 30000 5000. Durante un tiempo todo
fue aquí muy confuso. Sólo nos quedan restos y pedazos..

Arrastraron los pies sobre el empedrado frío.

— ¿Cuánto tendremos que esperar para verla? — preguntó Tom, inquieto.

— Unos pocos minutos. La pondrán entre cuatro postes de bronce y cordeles de terciopelo, todo
para mantener alejada a la gente. Y atención, Tom, piedras no; no permiten que le tiren piedras.

— Sí, señor. El sol ascendía en el cielo, calentando el aire, y los hombres se sacaron los abrigos
sucios y los sombreros grasientos.

— ¿Por qué estamos todos aquí en fila? –preguntó por último Tom — . ¿Por qué venimos a
escupir?

Grigsby no se volvió, y examinó el sol.

— Bueno, Tom, hay muchas razones. — Buscó distraídamente en un bolsillo desaparecido tiempo
atrás un cigarrillo que no estaba allí. Tom había visto ese movimiento un millón de veces. — Mira,
Tom, es el odio. El odio al pasado. Piensa, Tom. Las bombas, las ciudades destruidas, los caminos
como piezas de rompecabezas, los trigales radiactivos que brillan de noche. ¿No es algo
tremendo?

— Sí, señor, creo que sí.

— Así es, Tom. Odias siempre lo que golpea y te destruye. Es la naturaleza humana. Inconsciente,
quizá, pero naturaleza humana al fin.

— Odiarnos casi todas las cosas — dijo Tom.

— ¡Claro! Toda esa gentuza del pasado que gobernaba el mundo. Y aquí estamos, un jueves
por la mañana, con las tripas pegadas a los huesos, muertos de frío, viviendo en cuevas y otros
agujeros semejantes, sin cigarrillos, sin bebidas, sin nada excepto estos festivales, Tom, nuestros
festivales.
Tom recordó los festivales de los últimos años. El año en que rompieron todos los libros en la plaza
y los quemaron y la gente estaba borracha y alegre. Y el festival de la ciencia del mes anterior
cuando arrastraron el último automóvil y echaron suertes y todos los que ganaban tenían
derecho a darle un mazazo al automóvil.

— ¿Si recuerdo, Tom, si recuerdo? Cómo no recordarlo, si a mí me tocó hacer añicos el


parabrisas, ¿oyes? ¡Y qué ruido maravilloso, oh Dios! ¡Crash!

Tom oyó cómo el vidrio caía en brillantes montones.

— Y Bill Henderson, a él le tocó romper el motor. Oh, hizo un buen trabajo, Bill es un hombre
eficiente. ¡Bam! Pero lo mejor de todo — rememoró Grigsby — fue aquella vez que destruyeron
una fábrica donde intentaban aún producir aeroplanos. Dios, cómo voló por el aire y qué felices
nos sentimos. Y después descubrimos esa fábrica de papel de diario y el depósito de municiones
y volarnos todo al mismo tiempo. ¿Entiendes, Tom?

Tom reflexionaba, perplejo.

— Creo que sí.

Era pleno mediodía. Ahora los olores de la ciudad en ruinas apestaban el aire caliente y unas
cosas reptaban entre los edificios desmoronados.

— ¿No volverá nunca, señor?

— ¿Qué? ¿La civilización? Nadie la quiere. ¡No yo, al menos!

— Yo podría soportar una pequeña parte — dijo un hombre detrás de otro hombre — . Había
algunas cosas hermosas.

— No se haga mala sangre — gritó Grigsby — . No hay ninguna posibilidad, además.

— Ah — dijo el hombre detrás de otro hombre — Alguien aparecerá algún día, alguien con
imaginación, y la reconstruirá. Recuerde lo que le digo. Alguien que tenga corazón.

— No — dijo Grigsby.

— Yo digo que sí. Alguien que tenga un alma para las cosas hermosas. Podría devolvemos una
especie de civilización limitada, donde sería posible la paz.

— Lo primero que habrá será una guerra.

— Pero quizá la próxima vez sea distinto.

Habían llegado al fin a la plaza principal. Lejos, un hombre a caballo venía hacia el pueblo.
Llevaba en la mano una hoja de papel. En el centro de la plaza estaba el área cercada por las
cuerdas. Tom, Grigsby y los demás juntaban saliva y avanzaban, avanzaban preparados y listos,
con los ojos muy abiertos. Tom sintió el corazón que le latía con fuerza, excitado, y la tierra
caliente bajo los pies desnudos.

— Ahora, Tom, al vuelo.


Cuatro policías estaban de pie en las esquinas de la zona cercada, cuatro hombres con aros de
cuerda amarilla en las muñecas, y que tenían autoridad sobre los otros. Estaban allí para evitar
que arrojasen piedras.

— Así — dijo Grigsby a último momento — todo el mundo siente que tiene su oportunidad, ¿ves,
Tom? Vamos, ahora.

Tom se detuvo frente al cuadro y lo miró largo rato.

— ¡Tom, escupe!

El chico tenía la boca seca.

— ¡Vamos, Tom! ¡Adelante!

— Pero — dijo Tom, lentamente — es tan hermosa.

— Vamos, ¡ yo escupiré por ti !

Grigsby escupió y el proyectil voló a la luz del sol. La mujer del retrato sonreía a Tom serenamente,
secretamente, y Tom la miraba con el corazón palpitante, y una especie de música en los oídos.

— Es hermosa — dijo.

— Vamos, adelante, antes que la policía...

— ¡Atención!

Los hombres y las mujeres que le gritaban a Tom, porque no avanzaba, se volvieron hacia el
jinete.

— ¿Cómo la llaman, señor? — preguntó Tom, en voz baja.

— ¿Al cuadro? Mona Lisa, Tom, creo. Sí, Mona Lisa.

— Atención, una proclama — dijo el jinete — . Las autoridades decretan que a partir del
mediodía de hoy el retrato que está en la plaza será entregado a manos del pueblo, para que
todos participen en la destrucción de...

Tom apenas tuvo tiempo de gritar antes que la multitud lo arrastrase, voceando y golpeando,
hacia el retrato. Se oyó el rasguido de una tela. La policía escapó. La multitud aullaba ahora. Las
manos de los hombres eran como pájaros hambrientos que picoteaban el retrato. Tom se sintió
lanzado contra la tela rota. Tendió la mano, imitando ciegamente a los otros, tomó una punta de
la tela pintada, tironeó, sintió que la tela cedía, y cayó, y rodó entre puntapiés. Ensangrentado,
la ropa hecha jirones, vio a las viejas que masticaban trozos de tela, los hombres que
destrozaban el marco, pateaban el cuadro y lo reducían a confeti.

Sólo Tom permanecía aparte, silencioso en el movimiento de la plaza. Se miró la mano, y apretó
el trozo de tela contra el pecho.

— Eh, Tom, ¡aquí! — gritó Grigsby.


Tom, sollozando, echó a correr. Corrió trepando y bajando por los cráteres de las bombas, y llegó
a un campo, vadeó un arroyo, sin mirar atrás, con el puño apretado bajo la chaqueta.

Al atardecer cruzó la aldea. A las nueve llegó ala casa ruinosa de la granja. Del otro lado, en el
silo, en la parte que aún se mantenía en pie, cubierta de lonas, oyó los ruidos del sueño, la
familia, la madre, el padre y el hermano. Se escurrió por la puertita rápidamente,
silenciosamente, y se tendió, jadeando.

— ¿Tom? — preguntó la madre en la oscuridad.

— Sí.

— ¿Dónde estuviste? — rezongó el padre — . Ya arreglaremos cuentas mañana.

Alguien le lanzó un puntapié a Tom. El hermano, que se había quedado trabajando la pequeña
parcela de tierra.

— Duérmete — gritó la madre, débilmente.

Otro puntapié.

Tom, acostado, recobró el aliento. Tenía la mano contra el pecho, apretada, apretada. Se
quedó así, en el silencio, inmóvil, media hora, con los ojos cerrados.

De pronto notó algo, y era una luz fría y blanca. La luna subía y el rectángulo de luz se movía en
el silo y trepaba lentamente por el cuerpo de Tom. Entonces, sólo entonces, aflojó la mano.
Lenta, cautelosamente, escuchando a los que dormían alrededor, Tom alzó la mano. Vaciló,
contuvo el aliento, y entonces, poco apoco, abrió la mano y desarrugó el trozo diminuto de tela
pintada.

Todo el mundo dormía a la luz de la luna.

Y allí, en la mano, estaba la Sonrisa.

La miró a la blanca lumbre del cielo de medianoche. y pensó, una y otra vez, silenciosamente, la
Sonrisa, la hermosa Sonrisa.

La veía aún una hora más tarde, aún después de plegarla y esconderla cuidadosamente. Cerró
los ojos y la Sonrisa estaba allí en la oscuridad. Y seguía estando allí, cálida y dulce, cuando se
durmió y el mundo calló y la luna navegó subiendo, y descendió por el cielo frío a la luz de la
mañana. FIN.

a) Busca información sobre el autor y comenta los datos que consideres esenciales para entender su
obra.
b) ¿Por qué el cuento leído pertenece al género de ciencia ficción? ¿es una utopía o distopía? Justifica
con al menos tres ejemplos extraídos del cuento.
c) ¿Qué prácticas llevaban a cabo estos hombres y mujeres del futuro? ¿Por qué Tom es diferente?
Explica.
d) ¿Qué reacciones les genera la ‘civilización’ del pasado? ¿Cómo imaginan algunos la ‘civilización’ del
futuro? ¿Qué opinás vos al respecto?
ALUMNO/A UNIDADES QUE DEBE COMPLETAR
CORDERO, Fabricio UNIDAD 1, 2 y 3
FRASCARELLE, Luna UNIDAD 1 y 2
GUEVARA, Octavio UNIDAD 1, 2 y 3
LA FERRARA, Valentino UNIDAD 1 y 2
RECOFSKY, Ludmila UNIDAD 1, 2 y 3
RIVERO, Santiago UNIDAD 2y 3
ROMERO, Morena Solo consigna 8) de UNIDAD 1 y UNIDAD 2 (completa)
SAFENREITER, Simón Solo consigna 8) de UNIDAD 1, UNIDAD 2 Y 3 (COMPLETAS)
SCHWINDT, Abril UNIDAD 1, 2 y 3
VITALI, Malena UNIDAD 1 y 2
Wagner, Fiorella UNIDAD 1, 2 y 3

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