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PUBLIO PAPINIO ESTACIO

SILVAS
INTRODUCCIÓN GENERAL DE
GABRIEL LAGUNA MARISCAL

TRADUCCIÓN Y NOTAS DE
FRANCISCO TORRENT RODRÍGUEZ

f i

BIBLIOTECA BÁSICA GREDOS


BIBLIOTECA BÁSICA GREDOS

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Sánchez Pacheco, 85» M adrid, 2002

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INTRODUCCIÓN GENERAL
C o n t e x t o h is t ó r ic o y c u l t u r a l

Hacia el año 62 de nuestra era llegaba a Roma un joven-


císimo poeta llamado Estacio. Venía ligero de equipaje y
cargado de ilusiones. Procedía de Nápoles, su ciudad natal.
Lo acompañaba su padre, maestro de escuela y poeta profe­
sional, que había instruido a su hijo en el oñcio de las letras.
El padre planeaba continuar en la capital su labor de ense­
ñante y de poeta a sueldo. El hijo soñaba con labrarse en la
Ciudad un porvenir como poeta, protegido por nobles pa­
tronos o por el mismísimo emperador — reinaba por enton­
ces Nerón en Roma— . Como después diría, «perseguía los
goces livianos de la fama» (Silvas IV 4, 50-51). Llegaría a
realizar sus aspiraciones, al menos en parte.
AI objeto de contextualizar la vida y obra de Estacio en
su marco histórico, conviene precisar que su trayectoria vi­
tal se extiende por la segunda mitad del siglo i d. C. Su for­
mación y llegada a Roma coincidieron con el reinado de
Nerón (54-68). Sus años de madurez transcunieron en pa­
ralelo con el reinado de la dinastía Flavia (69-96). Y escri­
bió la mayor parte de su producción literaria en tiempos de
Domiciano (81-96), el tercer y último emperador de dicha
dinastía Flavia.
X ESTACIO

El emperador Nerón puso fin con su suicidio (68 d. C.) a


la dinastia Julio*Claudia. Nerón, poeta él mismo, favoreció
la literatura e instituyó el certamen literario de los Neronia,
Durante su reinado hubo una gran ebullición cultural y lite­
raria: las letras cdnocieron un florecimiento desconocido des­
de tiempos de Augusto, La tendencia estética predominante
durante su época es de carácter barroco y anticlasicista. La
figura cimera de la época fue Séneca. Por su parte, reaccio­
naron contra la corrupción neroniana Persio, con su sátira
estoica, y Lucano, con el «republicanismo» detectable en su
Farsalia. En cambio, Petronio se nutrió de esa misma co­
rrupción como materia argumental para su novela Satiricón.
Después de Nerón, Roma cayó en un período de inesta­
bilidad y guerra civil. Durante un año (68-69) se sucedieron
los efímeros reinados de basta tres caudillos: Galba, Otón y
Vitelio. Tras ellos se hizo sólidamente con el poder Vespa­
siano, fundador de la dinastia Flavia, constituida, tras el pro­
pio Vespasiano (69-79), por sus hijos Tito (79-81) y Domi-
ciano (81-96).
Políticamente, lo que más llama la atención en la dinas­
tía Flavia es la consolidación del régimen del Principado y
el incremento del poder imperial. Desde el poder se dirige la
cultura y la literatura interesadamente. En literatura prima
una tendencia clasicista, en marcado contraste con el mo­
dernismo de época de Nerón.
Vespasiano, un emperador de linaje modesto, destacado
militar, de carácter pragmático y socarrón, llegó al poder ya
maduro, y desanolló una administración parca y diligente.
Para consolidar y legitimar su poder hizo promulgar al Se­
nado una Lex de imperio. Desde una sólida base de poder
autocràtico, su propósito fue restaurar el esplendor de la
Roma de Augusto. Como exponente de este objetivo, en las
monedas acuñadas por él se lee el lema roma resuroens
INTRODUCCIÓN GENERAL XI

(«Roma está renaciendo»). Con tal fin, saneó las finanzas


del fisco, en bancarrota; fortaleció y amplió el Imperio Ro­
mano, en Galia, Germania, Bretaña, Judea; y ejecutó un im­
portante programa de obras públicas en Roma, con restaura­
ción de los edificios dañados por los disturbios del 69 (así,
ordenó construir el Coliseo o anfiteatro flavio, que luego
inauguró su hijo Tito). Como consecuencia de todo ello, a
su muerte el 23 de junio del 79 Vespasiano había resuelto
todos los problemas que había encontrado a su subida al po­
der. Gn literatura, el decenio de su reinado constituye un pe­
ríodo de espera y transición, pues no es posible señalar nin­
gún escritor importante que escribiera entonces y cuya obra
haya llegado a nosotros. No obstante, en relación con su
pragmatismo y con su objetivo de consolidación del poder,
Vespasiano practicó conscientemente una política cultural,
dirigida por el estado y al servicio del régimen autocràtico:
fundó una Biblioteca (como antes habían hecho Julio César
y Augusto), anexa al Templo de la Paz (nótese la asociación
entre cultura y orden sociopolítico); expulsó de Roma a filó­
sofos estoicos disidentes (entre el 71 y el 74); y estableció la
primera escuela pública en la historia de Roma, cuya cáte­
dra encomendó al rétor hispano Quintiliano.
Tito sucedió a su padre. Su gobierno fue muy breve: sólo
duró dos años. Resultó un emperador muy popular y queri­
do: el pueblo lo consideró «amor y delicias del género hu­
mano». Adoptó una política continuista de la paterna y, du­
rante su breve reinado, tuvo ocasión de demostrar su gene­
rosidad y diligencia en el alivio de tres graves desgracias
que acontecieron: la erupción del Vesubio (79), un nuevo
incendio en Roma y una virulenta epidemia.
Le sucedió su hermano Domiciano, cuyo reinado tiene
una importancia especial para la literatura latina por dos ra­
zones: dirigió los destinos de Roma durante un período de
XII ESTACIO

tiempo (quince años) más extenso que los otros dos empe­
radores flavios juntos; y auspició la literatura, al servicio del
poder imperial y de la ideología dominante. Como conse­
cuencia» durante su reinado floreció la literatura, con un mar­
cado carácter clasicista y áulico.
En general Domiciano fue un dirigente eficiente y ca­
bal, especialmente en la primera mitad de su reinado. Fue
un excelente administrador y un afortunado general. Desde
un principio, continuando la tendencia de su padre, su régi­
men se destacó por el absolutismo, con desprecio del Senado.
Quizá podríamos caracterizar su actitud de despotismo ilus­
trado. Llevó a cabo un ingente programa de reconstrucción
de Roma, sin paralelo desde Augusto. Fue muy escrupuloso
en la administración de justicia y reprimió la corrupción.
Fue asimismo'implacable en el mantenimiento del orden pú­
blico y de la moralidad. Pero su reinado estuvo marcado por
las conspiraciones, la más peligrosa de las cuales fue la de
Saturnino, gobernador de la Germania Superior, del año 89.
Después su régimen autocràtico degeneró, especialmente
desde el año 92, hacia un sistema despótico en el que auspi­
ció las delaciones y los juicios de lesa majestad. Se hacía
llamar «señor y dios nuestro». Acabó asesinado en una con­
jura palaciega, con implicación de su propia esposa. El Se­
nado decretó la condena de su memoria y la destrucción de
sus imágenes.
En el ámbito cultural Domiciano desarrolló todo un pro­
grama dirigido desde el poder. Fundó no menos de dos cer­
támenes: el Certamen Capitolino, que se celebraba desde el
86 cada cuatro años, con secciones ecuestre, atlética y litera­
ria (esta última, dividida en griega y latina); y los Juegos
Albanos, que se celebraban cada año en la villa que poseía
el emperador en Alba, con ocasión de la festividad de Mi­
nerva. Por otro lado, el emperador persiguió a los filósofos
INTRODUCCIÓN GENERAL XIII

disidentes, como había hecho Vespasiano. En general, favo­


reció una literatura que, en la forma, siguiera una tendencia
clasicista y, en el fondo, propagara la ideología imperial, di­
fundiera los logros del orden imperante (la Pax Flavia) y
encomiara la propia figura del emperador y de destacados
nobles, pertenecientes a la corte imperial o afectos al régi­
men. Estacio y Marcial cultivaron la poesía de ocasión, al
servicio del emperador o de patronos poderosos. Silio Itáli­
co, Valerio Flaco y el mismo Estacio cultivaron el género
épico, en la estela clasicista de un Virgilio. Y Quintiliano sis­
tematizó, con miras a la enseñanza y a la formación del
gusto, los principios de una retórica clásica, con aprecio de
Cicerón.

V id a de E s t a c io

A la hora de recabar datos sobre la biografía de Estacio


no contamos con referencias en contemporáneos, ni dispo­
nemos de una Vita o biografía antigua. Con todo, conoce­
mos relativamente bien su vida, en gran medida por los datos
que él mismo nos proporciona en su poesía, especialmente
en dos pasajes autobiográficos de las Silvas: III 5, 22-42 y
V 3, 209-45. Juvenal, por su parte, menciona brevemente a
Estacio en unos versos (VII 82-87) en los que recuerda al
poeta con apuros económicos y organizando recitaciones de
su Tebaida.
Había nacido Publio Papinio Estacio en Nápoles, hacia
el 45 d. C., hijo de un maestro y poeta profesional. Tanto la
condición socioprofesional de su padre como su entorno de
origen son factores determinantes del tipo de poesía que es­
cribió. El padre (15*80 d. C.), oriundo de Velia (en Luca-
XIV ESTACIO

nía), era de modesta fortuna. Se ganaba la vida como mer­


cenario de las letras, con la enseñanza y la participación en
certámenes poéticos. Ganó premios importantes en certá­
menes itálicos como los Augustales, celebrados en Nápoles,
asi com o en los certám enes del circuito griego (Píticos,
Ñemeos e ístmicos). Enseñó como «gramático» (profesor de
enseñanza secundaria) primero eo Ñápeles, luego en Roma.
Enseñaba y comentaba autores griegos. Ya en Roma com­
puso un poema sobre la guerra entre Vitelio y Vespasiano
del año 69, alineándose con la causa de este último. Es de­
cir, en la trayectoria de Estado padre cabe destacar dos no­
tas: su condición de poeta profesional, con amplias raíces
helénicas; y su conexión con la dinastía Flavia. Por su parte»
la patria chica de Estacio, Nápoles, era un municipio culto y
refinado, de ambiente helénico, ubicado en una región de re­
creo para romanos pudientes y sede de los Juegos Augusta­
les, como se ha apuntado.
Transcurrió la juventud de Estacio en este ambiente he­
lénico de Nápoles, donde aprendió de su mismo padre el
arte de componer poesía. La familia se trasladó a Roma en
época de Nerón (quizá hacia el 62) y allí Estacio recitó su
poesía frente a nobles oyentes y en presencia de su padre.
En Roma desarrolló su labor poética e intentó ganarse la vi­
da como poeta profesional. Posiblemente Estacio es el autor
(aunque no sea doctrina comúnmente aceptada por la crítica
especializada) de un poema generalmente considerado anó­
nimo, la Laus Pisonis («Encomio de Pisón»), mediante el
cual el joven poeta intentó granjearse el favor y patronazgo
del noble Calpumio Pisón, quien a su vez habria de prota­
gonizar la Conjura de los Pisones (65) contra Nerón. Se ca­
só con una mujer llamada Claudia, viuda de un poeta, que
aportó una hija de su anterior matrimonio (no tuvieron hijos
propios). Todavía en vida del padre (antes, pues, del 80) se
INTRODUCCIÓN GENERAL XV

alzó con el triunfo en los Juegos Augustales. También ganó


en los Juegos Albanos (90), si bien conoció la derrota en el
Certamen Capitolino (probablemente en el mismo 90). Por
razones de salud o por desengaño por esa derrota se retiró a
Nápoles en la última etapa de su vida, hacia el 95. No se sa­
be si regresó a Roma. Murió en el 96, en el mismo año pero
posiblemente antes que Domiciano.
Se ha apuntado ya que Estacio, de nivel socio-económi-
co modesto, se ganó la vida en Roma como poeta profesio­
nal. Pero ¿de qué vivía un escritor en la Roma de la época?
Pues, aunque existía una industria editorial, lo cierto es que
los autores no percibían derechos por la venta de libros. Al­
gunos, económicamente pudientes, podían vivir de las ren­
tas: los dos Séneca, Lucano y Petronio. Quintiliano, por su
parte, cobraba como director de escuela un sueldo a cargo
del fisco. Otros poetas, como Estacio y Marcial, debían re­
currir por su endeble condición al patronazgo literario. Entre
los patronos de Estacio se cuentan los nobles Arruncio Es­
tela, Atedio Melior, Claudio Etrusco, Pola Argentaría (la
viuda de Lucano), además del mismo emperador Domicia­
no. En honor de estos y otros patronos compone Estacio su
poesía de ocasión, las Silvas. También empujado por la ne­
cesidad compuso el libreto de un mimo, Agave, para el pan­
tomimo París. En la misma línea de poesía áulica compuso
un poema épico de tema histórico, Sobre ¡a guerra germá­
nica, para conmemorar la victoria de Domiciano sobre el
pueblo germánico de los catos del 82-83. A su vez, para ob­
tener patronazgo era imprescindible granjearse previamente
una reputación, lo que Estacio buscó conseguir por dos me­
dios; organizando recitaciones públicas de su Tebaida (una
de las cuales es mencionada por Juvenal) y participando en
certámenes poéticos, como ya se ha comentado. Como fruto
de estos trabajos y desvelos, parece que Estacio alcanzó en
XVI ESTACIO

Roma nna posición desahogada: poseía una finca en Alba


(quizá heredada del padre, que a su vez pudo haberla recibi­
do como regalo del emperador Vespasiano); recibía invita­
ciones a comer o a alojarse en las villas de sus nobles mece­
nas; el propio emperador le concedió una conducción de
agua para la villa de Alba; no es de descartar, en fin, aunque
no tengamos constancia, que también recibiera ocasional­
mente gratificaciones pecuniarias.

P r o d u c c ió n p o é t ic a d e E s t a c io

Las obras escritas por Estacio se dividen en dos grupos:


poesía de ocasión y epopeya. Dentro del apartado de poesía
ocasional se incluiría el poemita Laus Pisonis (si se acepta
la autoría estaciana), compuesto hacia el 62-65; y las Silvas,
colección de 32 poemas distribuidos en cinco libros, escritas
entre el 89 y el 96. Al género épico pertenecen la Tebaida,
en doce libros, compuesta entre el 80 y el 92; y la Aquileida,
obra inacabada, escrita entre el 94 y el 96, y de (a que Esta­
cio tuvo tiempo de completar libro y medio. De la epopeya
Sobre la guerra germánica sólo se ha preservado un frag­
mento. Nada se ha preservado del libreto para el mimo Agave.

L a « T e b a id a »

Esta epopeya, la obra principal de Estacio, consta de do­


ce libros y está dedicada a Domiciano. Narra la conocida
historia de los «Siete contra Tebas»: la lucha entre los her­
manos Eteocles y Polinices, hijos de Edipo, por el poder en
INTRODUCCIÓN GLNURAL XVII

el reino de Tebas. En contra del acuerdo de ambos, consis­


tente en alternarse en el reino por tumos de un año, Polini­
ces se ve defraudado de su tumo y ataca Tebas con la ayuda
de Adrasto, rey de Argos (cuya hija Argia había desposado),
y otros cinco caudillos argivos (Tideo, Anfiarao, Capaneo,
Partenopeo e Hipomedonte). La guerra concluye con la vic­
toria del ejército argivo y la muerte mutua de ambos herma­
nos en duelo singular. El nuevo soberano de Tebas, Creon­
te, se niega a conceder sepultura a los caídos argivos. Ello
provoca la intervención del rey ateniense Teseo, que acaba­
rá matándolo. Se trata de uno de los episodios míticos más
tratados por la literatura clásica (basta pensar en los Siete
contra Tebas de Esquilo, las Fenicias de Eurípides, la Te­
baida de Antímaco de Colofón, del s. rv a. C., hoy perdida,
y las Fenicias "út Séneca). Estacio se vale de material mítico
tradicional, pero la forma literaria, en los aspectos de es­
tructura, técnica y episodios, acusa una importante influen­
cia de la Eneida de Virgilio.
Desde el punto de vista ideológico se ha querido ver en
la Tebaida una reflexión sobre el poder absoluto y sobre la
guerra civil, entendida como medio ilegítimo para obtener
dicho poder. La visión de Estacio, esencialmente pesimista,
puede interpretarse como un reflejo de su época y del régi­
men autocràtico del Principado. De aceptar esto, el tono ne­
gativo y sombrío de la Tebaida contrastaría nítidamente con
la visión amable de las Silvas.

L a « A q u il e id a »

La Aquileida, segunda epopeya de Estacio, fue comen­


zada tras la Tebaida. Quizá el plan era narrar toda la tra-
XVHl ESTACIO

yectoria de Aquiles desde su infancia hasta su muerte, in­


cluyendo un tratamiento completo de su participación en la
Guerra de Troya. Pero la muerte del propio autor hizo que
sólo completara el primer libro, más 167 versos del según*
do. Se narra la infancia y juventud de Aquiles, especial­
mente el episodio de su ocuitamiento» disfrazado de doñee*
Ha, en la isla de Esciros, en un intento de escabullirse de la
Guerra de Troya. En la isla, Aquiles se enamora de Deida*
mía y la deja embarazada. Pero Ulises revela el engaño y
Aquiles, descubierto, debe partir hacia la guerra. En conte­
nido y tono la Aquileida contrasta con la Tebaida: la histo­
ria es más amable y el estilo más conciso y sencillo.

L a s « S il v a s » , p o e s ía d e o c a s ió n

Las Silvas constituyen una colección de 32 poemas dis­


tribuidos en cinco libros. Parece que Estacio compuso los
libros í, II y IIÍ entre los años 89-93, y debió de publicar
conjuntamente los tres en el 93 ó 94. El libro IV fue publi­
cado en el 95. Finalmente quedaron sin publicar a la muerte
del poeta un conjunto de poemas, demasiado recientes o
personales, que un editor anónimo reunió y publicó póstuma-
mente como libro V. Ha de tenerse en cuenta, no obstante,
que, previamente a la publicación conjunta de los libros, mu­
chos poemas individuales habían circulado independiente­
mente.
El metro de la mayoría de los poemas (26) es el hexá­
metro dactilico, pero seis composiciones están escritas en
versos líricos (IV 5 y 7) o endecasílabos (16, I I 7, IV 3 y 9).
Cada libro va precedido de un prefacio en prosa, escrito en
forma epistolar y dirigido a un patrono, abordando usual­
INTRODUCCIÓN OHNERAL XIX

mente treá motivos: una captatio benevolentiae (atracción


de un ánimo propicio en el lector), en la que E stado se dis­
culpa por la imperfección de los poemas, con la excusa de la
prisa con que fueron escritos; el encomio del patrono destina­
tario del prefacio; y una tabla de contenidos, con presenta­
ción temática de los poemas que forman el libro correspon­
diente. Como excepción, el prefacio del libro V no presenta
todo el libro, sino sólo la primera composición del mismo
( VI ) .
Al objeto de caracterizar la naturaleza de la colección es
oportuno comenzar por el significado dei título. Silva puede
significar en latín «bosque» y «monte bajo, matorral». Co­
mo metáfora literaria, el término puede connotar dos nocio­
nes distintas. Por un lado, al igual que su equivalente griego
Míe, sugiere «materia prima, bosquejo». En este sentido, el
título aludiría al supuesto carácter de borrador de los poe­
mas. En realidad, las Silvas de Estacio son poemas acabados,
pero con el titulo quizá el poeta pretendía sugerir con falsa
modestia la imperfección del resultado o, más probable­
mente, alardear de la celeridad con que habían sido escritos.
Por otra parte, silva, como derivación de su significado li­
teral de «monte bajo», puede sugerir metafóricamente una
miscelánea o colección de elementos variados, evocando la
profusión y variedad de los matorrales. En este segundo
sentido el término implicaría la variedad de temas aborda­
dos. Es posible que Estacio pretenda sugerir ambas nocio­
nes cuando decidió titular así la colección (aparentemente
siguiendo la estela de Lucano» que había compuesto igual­
mente unas Silvas, que no se han preservado), si bien parece
que prima la primera noción.
El rasgo literario primordial de las Silvas es su naturale­
za de poemas de ocasión. Y son poemas de ocasión en un
doble sentido: porque fueron compuestos improvisadamente
XX ESTACIO

o, al menos, con bastante rapidez; y porque están escritos


para una ocasión social concreta que les confiere tema prin­
cipal y contexto de ejecución.
Lo primero está claro. Estacio declara, en el prefacio al
libro I, que escribió todos los poemas de dicho libro en uno
o dos días, surgidos como «frutos de un ardor repentino y de
un cierto placer por la improvisación». Y precisa que usó un
estilo menos elaborado que en su obra épica, aduciendo los
precedentes de Homero y Virgilio, por lo que las Silvas tie­
nen, como único atractivo, la frescura e inmediatez con que
fueron escritas.
Respecto al segundo punto (las Silvas como poemas es­
critos para una ocasión), en efecto la mayoría de las Silvas
tiene como objeto conmemorar, celebrar, describir, elogiar o
comentar una ocasión social o institucional determinada, pro­
tagonizada por patronos de Estacio o por el mismo empera­
dor. En este rasgo los poemas contrastan plenamente con el
concepto moderno de poesía lírica, entendida como efusión
subjetiva de sentimientos y vivencias íntimas del poeta. Por
el contrario, la intención poética de Estacio en las Silvas no
es subjetiva (expresar el propio sentimiento), sino objetiva:
describir un acontecimiento u ocasión relativo a una tercera
persona (el patrono), con un tenor encomiástico y áulico.
Funcionan entonces los poemas como poesía de interrela-
ción social, lo que llamaríamos hoy de «clientelismo litera­
rio». Ejemplos de tales actos sociales son un funeral, una
boda, un nacimiento, un viaje, un cumpleaños, la inaugura­
ción de un templo o de una estatua ecuestre. Estacio escribió
algunas Silvas por encargo previo, para ser recitadas en la
ocasión; o bien por iniciativa propia, en la esperanza de po­
der recitarlas; o bien con posterioridad a la ocasión, en
conmemoración de la misma.
INTRODUCCIÓN GENERAL XXI

L a s « S il v a s » , c o l e c c ió n d e p o e s ía s d ií g é n e r o

Cada una de las ocasiones sociales exigía un subgénero


literario distinto. Así, para lamentar una muerte, en el con­
texto del funeral, se usaba el género del epicedio o lamento
fúnebre. A la ocasión de la boda corresponde el epitalamio.
A la celebración de un nacimiento o cumpleaños está dedi­
cado el natalicio o genethliakón. El subgénero que sirve pa­
ra despedir a un viajero, con ocasión de su partida, es el
llamado propemptikón. A la inauguración de una obra se apli­
ca el género del anathematikón o poema de dedicatoria. Pa­
ra describir las villas de los patronos es pertinente el género
de la ékfrasis o poema descriptivo.
Todos esos subgéneros literarios, o más propiamente ti­
pos de composiciones genéricas, pertenecen a la rama epi-
díctica o encomiástica de la retórica. Recuérdese que la re­
tórica clásica constaba de tres grandes géneros: deliberativo,
judicial y demostrativo (o epidíctico). Nos interesa ahora el
tercero. El objetivo básico de la rama epidíctica era el elo­
gio. Ahora bien, según la ocasión social concreta sobre la
que versara ese elogio cabían una serie de subgéneros con­
cretos, como acabamos de señalar. Éstos fueron desarro­
llándose en la literatura grecolatina, tanto en prosa como en
verso, durante muchos siglos. Así, acabaron por incluir un
repertorio de tópicos o motivos propios. Algunos rétores de
la Antigüedad tardía sintieron incluso 18 necesidad de escri­
bir tratados prescriptivos sobre dichos subgéneros, propor­
cionando recetarios y listas de tópicos para cada uno: Me-
nandro el Rétor, en De los géneros epldicticos, y pseudo-
Dionisio de Halicamaso, en Arte poética, ambos de los ss.
XXII ESTACIO

iii-iv d. C. Cuando un autor se aprestaba a escribir en una de


estas modalidades epidicticas debía incluir los motivos apli­
cables al subgénero, imitando a escritores previos o atenién­
dose a las normas de los rétores. Pues bien, muchas de las
Silvas pertenecen a alguno de estos subgéneros y, de hecho,
las Silvas constituyen en la literatura grecolatina el primer
ejemplo de colección dedicada casi exclusivamente a la
poesía epidfctica.
El tipo de subgénero que domina nítidamente en la
colección es el epicedio o lamento poético (hoy hablaría­
mos de elegía), con ocho ejemplos (II 1 ,4 , 5 ,6 ; III 3; V 1,
3 y 5), lo que constituye justamente un cuarto del total.
Frecuentemente E stado dirige este tipo de composiciones
a un noble patrono que ha perdido a un allegado o fami­
liar. Hablamos en este caso de epicedio «social». En II 1,
«Glaucias, el favorito de Atedio Melior», se lamenta la
muerte de un joven esclavo, favorito del patrono. La mis­
ma situación es la que encontramos en II 4, «Consuelo a
Flavio Urso por la pérdida de su joven esclavo favorito».
En la III 3, «Consuelo para Claudio Etrusco», Estacio se
dirige a su patrono Etrusco para lamentar la muerte del
padre de éste. En la Silva V 1» «Poema fúnebre, homenaje
a Pnscila», consuela al noble Abascanto por la pérdida de
su esposa. Las secciones temáticas más importantes del
epicedio son tres: lamento por el fallecimiento, elogio (del
difunto y del deudo) y consuelo (dirigido a aliviar el dolor
del deudo). A veces se incluyen también secciones de des­
cripción de la enfermedad y muerte del finado, así como
del funeral. Para Estacio es crucial encomiar al fallecido y
al deudo, ensalzando por ejemplo la trayectoria vital de
ambos, la actitud inconsolable del superviviente (indicio
de devoción familiar) y su magnificencia en organizar el
funeral.
INTRODUCCIÓN GlsNERAl. XXIII

Dos epicedios de la colección tienen un carácter perso­


nal, esto es, son ajenos at clientelismo literario, pues lamen­
tan la muerte de allegados del propio poeta: su padre (V 3,
«Poema fúnebre a su padre») y un niño esclavo (V 5, «Epi­
cedio dedicado a su niño»). El primero da pie al poeta para
trazar una semblanza biográfica de su progenitor, en la que
inserta igualmente datos sobre su propia vida. La V 5 es una
desgarrada efusión sentimental, en la que domina el lamen­
to, por la pérdida de un niño esclavo.
Finalmente, un par de epicedios son paródicos o joco­
sos, pues versan sobre muertes de animales: la II 4, «El pa­
pagayo de Atedio Melion>, y la II 5, «El león amaestrado».
Estacio está continuando una tradición poética, de epicedios
sobre animales, que tuvo auge en la poesía griega de época
helenística (popularizada por la poetisa Anite de Tegea) y
en la poesía romana (recuérdese el poema III de Catulo, a la
muerte del pajarito de Lesbia, y un poema de Ovidio, Amo­
res II 6, también sobre un papagayo). Los epicedios zooló­
gicos de Estacio, en contraste con los demás, se caracterizan
por su brevedad.
El segundo género más representado es el de la ékfrasis o
descripción, si bien hay que precisar que caben bastantes va­
riedades heterogéneas dentro de esa categoría general. Dentro
de la variedad de la descripción de lugares (descriptio loci,
ékfrasis tópou) están los poemas consagrados a describir vi­
llas campestres de recreo pertenecientes a nobles patronos: 13
(«La villa de Manilio Vopisco en Tívoli»), II 2 («La villa de
Polio Félix en Sorrento»). En estos poemas se destaca la
amenidad de la villa y se ensalza la obra constructora del pa­
trono sobre la naturaleza, la transformación del paisaje por la
mano humana. En la composición 1 5, «Los baños de Claudio
Etrusco», se describen los baños privados que el rico Etrusco
poseía en Roma. Otros poemas descriptivos combinan ele-
XXIV ESTACIO

mentos de dedicación (subgénero anathematikón) de una obra


o monumento. En la Silva I 1 se describe la estatua ecuestre
de Domiciano con ocasión de su inauguración. En la m 1 se
conmemora la restauración por parte de Polio Félix de un
templete consagrado a Hércules y ubicado en la villa que el
patrono poseía en Sorrento, ya descrita en la I I 2. Al hilo de la
reinauguración de la ermita se organizan unos Juegos Atléti­
cos. Y la IV 3 celebra la construcción e inauguración de una
calzada» la Vía Domiciana, que conectaba Roma con Nápoles.
También cabe la descripción de un objeto artístico, como la
de una estatuilla de sobremesa de Hércules, propiedad de No­
vio Víndice (IV 6), y hasta la descripción de un árbol, como
en la 13, «El árbol de Atedio Melíor».
El tercer género más representado es el encomio — sin
perjuicio de lo apuntado antes: que todas las Silvas tienen en
mayor o menor grado un componente encomiástico—» en
diferentes variedades. Tenemos la modalidad del encomio
imperial (basilikós lógos) en el poema IV 1, «El decimo­
séptim o consulado del em perador Augusto Germánico»,
compuesto a mayor gloría de Domiciano, con ocasión de su
obtención del consulado por decimoséptima vez en enero
del 95. También se documentan elogios de patronos priva­
dos, la IV 4, «Epístola a Vitorio Marcelo», la IV 5, «Oda lí­
rica a Septimio Severo», y la V 2, «Elogio de Crispino, hijo
de Vecio Bolano».
La colección incluye igualmente otros subgéneros me­
nos representados. Está el poema de agradecimiento o eu-
charistikón, como 1 6, «Las calendas de Diciembre», en que
Estacio describe un espectáculo organizado por el empera­
dor, durante la fiestas Saturnales» y agradece la generosidad
del príncipe. El agradecimiento conforma también, y más cla­
ramente, la IV 2, «Acción de gracias al emperador Augusto
Germánico Domiciano», y responde a un banquete organi­
INTRODUCCIÓN GENERAL XXV

zado por Domiciano y al que Estacio asistió como invitado.


Tienen cierto carácter de agradecimiento algunas Silvas,
antes comentadas (I 3, II 2), en que Estacio describe villas
de sus patronos, pues el poeta escribió tales descripciones
como agradecimiento y recuerdo de estancias pasadas allí,
por invitación de los dueños.
Por su parte, en el natalicio se da la enhorabuena a un
patrono por haber tenido un hijo (IV 8, «Felicitación a Julio
Menécrates»), o se conmemora el aniversario de un falleci­
do, como en la II 7, «A Pola, en el aniversario del naci-
miento de Lucano», dirigida a la viuda del poeta Lucano.
Estacio escribió sólo un epitalamio, la 12 («Epitalamio en
honor de Estela y Violentila»), para celebrar y describir el
matrimonio de su patrono Arruncio Estela con una viuda.
Motivos obligados del epitalamio, y que Estacio aborda aquí,
son el elogio de los novios, el encomio del amor y del matri­
monio (pronunciado, en este caso, por la propia diosa Venus),
la descripción de la boda y el deseo de prole. Tiene el poeta
igualmente un propemptikón, la III 2, «Poema de despedida a
Meció Célet», con ocasión de la marcha de éste a Siria al
mando de tina legión. Secciones habituales de la composición
de despedida son el elogio del viajero, la descripción del viaje
(con votos por una feliz travesía) y el deseo de feliz y pronto
regreso; Estacio añade una sección de maldición de la nave­
gación. En la poesía III4, «La cabellera de Flavio Earino», se
conmemora el primer corte de pelo de Earino, un eunuco
adolescente, favorito de Domiciano, así como el envío del ca­
bello como ofrenda al templo de Asclepio en Pérgamo. La
composición, por tanto, pertenece en principio al género del
poema de dedicación (anathematikón), si bien incorpora al­
gunos rasgos propios del poema de despedida (propempti­
kón). Por último, Estacio compuso un único poema pertene­
ciente al género sotérion, en que se expresa la satisfacción por
XXVI E5TACIO

la salvación de alguien: la 14, «Acción de gracias por la cura­


ción de Rutilio Gálico», cuyo título lo dice lodo y cuyo re­
ceptor es el prefecto del pretorio.
Por otro lado, como excepción, un pequeño grupo de
poemas no es encasiUable claramente en ningún subgénero
epidíctico, especialmente algunos de temática privada. Este es
el caso de la alocución de Estado a su esposa (III 5), que el
poeta define como «conversación» (sermo), y en que la insta
a que lo acompañe a su retiro a Nápoles; o del poema «El
Sueño» (V 4), en que el sujeto lírico se dirige al dios Sueño
en forma de himno y lo conmina a que lo ayude a superar un
estado de prolongada y angustiosa vigilia. Este poema, el más
breve y más famoso de la colección, es quizá la composición
más inspirada de la Urica latina de época imperial y ha dado
pie a numerosas recreaciones en la tradición clásica. La causa
del insomnio no se revela explícitamente, pero algunos indi­
cios literarios — el poeta en su desesperación se identifica con
Orfeo; el dios Sueño se asimila en cierta medida a Mercu­
rio— sugieren que el poeta está desvelado porque lamenta la
muerte de su esposa. Si se acepta dicha interpretación, el su­
jeto estarla pidiendo del dios Sueño-Mercurio que le infunda,
no sueño, sino la muerte. El tema de ambas composiciones
(III 5 y V 4) es precisamente íntimo. Es decir, se mueven en
la órbita personal (con un carácter, pues, más cercano a lo que
modernamente entendemos por poesía lírica), sin ser vehículo
de clientelismo literario.

L a s « S il v a s » , t e s t im o n io a m a b l e d e u n a é p o c a

En la medida en que los poemas de la colección con­


memoran variadas ocasiones sociales, se han tomado como
INTRODUCCIÓN GENERAL XXVII

un documento importante de la vida social de la época. Co­


mo bien comenta Michaei von Albrecht» el objeto de las Sil­
vas es «poetizar lo real» y su fuente básica «la realidad de la
vida de entonces». Estacio nos habla de ambientes elegantes
y del refinado gusto artístico de sus patronos — apenas hay
cabida en las Silvas para personajes de humilde extracción
ni para los ambientes sórdidos de Roma— , nos presenta im­
portantes personajes de la época en contextos alegres o luc­
tuosos (el mismo emperador Domiciano, el prefecto del pre­
torio, prohombres del rango ecuestre y senatorial). Las Silvas
constituyen preciosos documentos sobre los rituales funera­
rios en Roma (en los epicedios, citados antes), la técnica de
construcción de las calzadas romanas (IV 3), la celebración
de las fiestas Saturnales (I 6), las villas de recreo de nobles
ricos (I 3, II 2), el coleccionismo de arte (IV 6) o los juegos
en el anfiteatro (II 5).
Estacio poetiza la realidad, sin que ello implique que
proporcione una visión «realista», esto es, objetiva. Al con­
trario, en apoyo de la ideología auspiciada por el régimen
imperial, el poeta transmite una visión amable, conseguida
mediante el énfasis retórico y el componente mitológico. En
la celebración de fiestas, parajes, objetos y sentimientos, Es­
tacio acostumbra a compararlos con situaciones célebres del
mito, con ejemplos de perfección de la naturaleza, llegando
a la conclusión de que el objeto celebrado sobrepuja al co­
rrelato aducido. Así, los juegos atléticos organizados por
Félix son más brillantes que los del circuito griego (III 1,
139-143), el afecto de un padre adoptivo es mayor que el de
progenitores auténticos (V 5, 10-23), la labor constructora
del hombre supera los atractivos de la naturaleza (II 2, 50-
62; III 1, 167-170), el dolor por el óbito de un padre anciano
vence al dolor por un hijo joven (III 3, 10-12; V 3,64-79) y
XXV11I ESTACIO

Lucano es superior a Virgilio y a otros poetas clásicos (II 7,


75-80).
En ese contexto de idealización de la realidad se inserí*
be la exaltación de la figura de) emperador. En las Silvas es
posible documentar una actitud sistemática de culto impe­
rial. Domiciano siempre se pinta como caudillo ideal: en su
poderío militar es equiparado con Marte (I 1, 15-21), pero a
la vez es piadoso con los enemigos vencidos (I 1, 26-28; III
3, 167-171); gestiona diligentemente todos los asuntos del
Imperio (V 1, 76-82); en su modestia, rechaza halagos y
triunfos (III 1, 170-171; IV 3» 33-35; 6, 83-84); vela rígida­
mente por la moralidad de sus súbditos ( 1 1, 36; I I I 3,73-77;
V 2, 91-94); por todo ello Estacio formula frecuentemente
— ad nauseam, se diría— votos por su larga vida (I I, 106-
7; III 4, 99-106; IV 1, 46-47; 2, 57-59; 3, 145-152; V 1,
260-262) y le confiere entidad de un dios en la tierra (III 3,
183-184; V pref. 10).
Por otro lado, y en la misma línea de ensalzar la banal
realidad, el mundo de las Silvas está lleno de alusiones mi­
tológicas. Estacio tiene, como diría Jaime Gil de Biedma,
«una imposible propensión al mito». Esta querencia por lo
mítico se manifiesta mediante dos técnicas diferentes. Una
posibilidad, más puntual, es el recurso a las comparaciones
con personajes y hechos mitológicos. Los ejemplos son muy
numerosos: en la Silva III 4, el eunuco de Domiciano es
comparado con jovencitos legendarios, reputados por su be­
lleza (III 4,39-44); en III 3 (w . 48-58), el padre de Claudio
Etrusco, en su labor de servicio al emperador, es equiparado
con Hércules y Apolo.
La segunda posibilidad, de mayor calado, consiste en la
intervención divina en la anécdota del poema. Es común
que Estacio introduzca hacia la mitad de una Silva un epilio
(relato épico en miniatura) fantástico de carácter etiológico
INTRODUCCIÓN GENERAL XXIX

(relativo a las causas y antecedentes del hecho narrado), con


intervención estelar de un ser divino. En el epitalamio (I 2)
Venus interviene para convencer a Violentila, la futura no­
via, sobre la conveniencia de su matrimonio. En el poema
que conmemora la recuperación del prefecto Gálico (I 4)
Asclepio y Apolo aseguran que el protagonista se cure. En
la Silva III 1 el dios Hércules se aparece a Claudio Etrusco,
instándolo a reconstruir su templete en ruinas, y el dios
mismo colabora en los trabajos de restauración. En II 3 se
explica el origen del árbol de Melior como consecuencia de
la metamorfosis de una ninfa. En la composición III 4 es
Asciepio el dios cirujano que realiza la operación de castra­
ción de Earino, con la ayuda de Venus como enfermera.
En algunas ocasiones se documenta la intervención di­
vina en fomja de prosopopeya: Estacio imagina a un dios
tomando la palabra para pronunciar un elogio de un patrono
o del emperador. Asi, el héroe divinizado Curcio encomia a
Domiciano (I 1, 74-83) y la musa Calíope a Lucano (II 7,
41-104); Jano, en un discurso que ocupa el grueso del poe­
ma, celebra el consulado del emperador y le vaticina todo
tipo de venturas (IV 1, 17-42); y el dios-río Voltumo agra­
dece a Domiciano haber construido un puente sobre él, co­
mo parte de la Vía Domiciana (IV 3, 72-94). Esta técnica de
la prosopopeya divina permite a Estacio dar rienda suelta al
•logio hiperbólico y a la adulación.

P e r v iv e n c ia de las « S il v a s »

El caso del poeta Estacio demuestra con ejemplar clari­


dad hasta qué punto dista el gusto moderno de la tradición
Antigua, medieval y renacentista. Su nombre es hoy bastante
XXX e s t a c io

desconocido. Sin embargo» fue muy apreciado hasta el s.


xviu, especialmente por su producción épica, si bien aquí
restringiremos el examen a la pervivencia de las Silvas.
Encuentra reconocimiento ya entre sus contemporáneos.
Luego sufrió un declive en los ss. u y m , motivado por el
gusto arcaizante de la época y quizá porque se le asociaba
con Domiciano, un emperador de ingrata memoria. Durante
los ss. rv a vn se tuvo en gran aprecio a las Silvas, que con­
tribuyeron sustancialmente a configurar la poética y retórica
de la poesía tardoantigua latina. Acusan la influencia de las
Silvas poetas como Ausonio, Claudiano, Ennodio, Sidonio
Apolinar, el anónimo autor de la Alcestis Barcinonensis,
Draconcio y Paulino de Ñola. Estos escritores ven en el
poemario un modelo de subgéneros epidícticos como pane­
gíricos, epitalamios, epicedios, descripciones y prefacios en
prosa.
Frente a la épica estaciana, que conoció una fértil trans­
misión manuscrita, las Silvas son poco conocidas durante la
Edad Media, aunque algunos poemas como la I I 7 y la V 4 cir­
cularon separadamente en florilegios. Parece que la colección
fue conocida en la corte de Carlomagno. Dante (H1321),
que probablemente no leyó las Silvas (aunque sí la Tebai­
da), manifestó su clara devoción por el poeta incorporán­
dolo como personaje en la sección Purgatorio (cantos 21-
22) de la Divina Comedia, imaginando una supuesta con­
versión de Estacio al cristianismo. Por su parte, Boccaccio
( f 1375) imita la Silva V 4 («Al Sueño») en el capítulo V de
su Elegia di Madonna Fiammetta.
Las Silvas fueron desempolvadas de su letargo medieval
por el humanista italiano Poggio Bracciolini, que en 1417
descubrió en Suiza un manuscrito que las incluía. Encargó
una copia, que hoy es el manuscrito M, conservado en la
Biblioteca Nacional de Madrid. La edición príncipe, de edi­
INTRODUCCIÓN GENERAL XXXI

tor anónimo, es de 1472. El humanista italiano Policiano


(1454-1494) impartió clases sobre las Silvas, redactó un
comentario que se nos ha conservado y dio el título de Syl-
vae a cuatro poemas propios. En la Italia de los ss. xv y xvi
la colección proporcionó un socorrido modelo de poesía ce­
remonial de ocasión, muy demandada en las cortes princi­
pescas de la época.
En España, Juan de Aijona (1570-1603) recabó datos de
las Si/vas para componer una «Vida de Estadio Papinio»,
con la que prologó su traducción de la Tebaida. Igualmente en
España las Silvas sirvieron durante los ss. xvi y xvn como
modelo de poesía ocasional y como acervo de motivos. Su
presencia es detectable en Garcilaso, Juan Boscán, Francis­
co de Aldana, Fray Luis de León, Luis de Góngora, Fran­
cisco de Trillo y Figueroa, y Quevedo. De entre los subgé­
neros epidícticos, cultivaron el epitalamio Góngora (Sole­
dad 1 767-844) y Trillo y Figueroa. Escriben natalicios Fray
Luis de León (Oda IV) y el mismo Trillo. Garcilaso toca el
epicedio (Égloga I 239-405 y Elegía primera). Algunos tó­
picos concretos procedentes de Estacio son: el tema de las
minas, tan frecuente (como en la «Canción a las ruinas de
Itálica» de Rodrigo Caro), procedente de Silvas IV 4,79-86;
el denuesto de la navegación (Fray Luis, Oda I 61-70, y
Estacio, Silvas I I I 2, 61-77); los tópicos prológales que se do­
cumentan en la dedicatoria a Portocarrero de Fray Luis, ins­
pirados en los prefacios de las Silvas; y el tema del insom­
nio, presente en la Silva V 4 e imitado por Quevedo en su
silva «Al Sueño».
Sería necesaria una monografía entera para analizar las
imitaciones de esa Silva V 4 de Estacio en diferentes épocas
y literaturas nacionales: baste recordar las imitaciones de
Boccaccio (ya aducida), Petrarca (Rime 164), Sir Philip Sid-
ney (Astrophil and Stella 39), Henry Howard («A complaint
XXXII ESTACIO

by night o f the lover not beloved»), la silva ya citada de


Quevedo, J. Dryden, J. Balde (Lyrica II 36, en latfn) y Höl­
derlin («Abendphantasie»).
Además, el título de las Silvas tiene la importancia cul­
tural de haber dado nombre técnico en España a dos nocio­
nes literarias. Por un lado, una Silva es una antología o
compilación. Por otro, la silva métrica (o silva a secas) es la
estrofa consistente en la combinación libre de versos hepta-
sílabos y endecasílabos.
En el s. xviu las Silvas todavía encontraron aprecio en
Goethe. Hay una cierta semejanza entre el ambiente neoclá­
sico y aquel en que desarrolló Estacio su labor: en ambos
entornos, dominados por el dirigismo cultural, se cultiva una
poesía de corte y salón. En ese contexto, en la poesía neo­
clásica cobraron auge subgéneros epidícticos cultivados por
Estacio, como el encomio del príncipe («Canción heroica»
de J. A. Porcel), el epicedio social («A Silvio en la muerte
de su hija» de A. Lista), el epicedio íntimo («A la muerte de
Filis» de J. Cadalso), el propemptikón («A la expedición es­
pañola para propagar la vacuna en América» de J. Quintana;
«Un amante al partir su amada» de Jovellanos) o la descrip­
ción de parajes campestres («Epístola de Jovino a Anfriso,
escrita desde el Paular» de Jovellanos). Cabe incluso recor­
dar epitafios zoológicos, en la línea de las Silvas I I 4 y II 5,
como el «Epitafio a una perrita llamada Aimelinda», de A.
Porcel, y el «Epitafio» al perrito Jazmín, de J. P. Fomer.
El aprecio de Estacio y de sus Silvas decae desde finales
del s. xvui hasta hoy. Modernamente, y desde el Romanti­
cismo, el lector de poesía tiene un concepto más subjetivo
del género lírico. Por ello, las Silvas tienden a repeler a la
sensibilidad actual: no se aprecia la poesía de encargo y
ocasión, desagrada la adulación dirigida a un emperador
despótico. Pero las Silvas son valoradas por la crítica mo-
INTRODUCCIÓN GENERAL XXXIII

dema como documento de época y también como refinado


exponente de la poética y retórica de las letras latinas en
época imperial. El gran estudioso alemán de la filología clá­
sica Ulrich von Wilamowitz-Moellendorff elogió así a Esta­
cio en 1893: Et inveniendi sollertia et dicendi audacia quid-
quid post Ovidium Camenae tulerunt facile superat poeta
semigraecus, «Tanlo por su dominio de la materia como por
ni audacia en el estilo este poeta medio griego destaca con
creces sobre toda la literatura que las Musas romanas han
producido tras Ovidio».

G a b r ie l L a g u n a M a r is c a l
SILVAS
LIBRO I

DEDICATORIA

Estacio saluda a su amigo Estela.


He vacilado larga y seriamente, Estela, joven excelente y
eminentísimo en esa parcela que has escogido1 dentro de
nuestro quehacer poético, antes de coleccionar y editar estas
obritas que, frutos de un ardor repentino y de un cierto
placer por la improvisación, < b ro ta ro n > una a una de mi
seno. En efecto, ¿qué <necesidad había d e > cargarme asi- s
mismo con la responsabilidad de la publicación, si aún temo
por la Tebaida, que sigue siendo mía a pesar de haberme

1 S e tr a ta d e la p arcela de la elegía. Lucio A m in c io E stela e ra u n poeta


elegiaco, co m o puede verse en su epitalam io, com puesto p o r E stacio (Silvas
1 2) y en los epigram as d e M arcial, 1 7 y V I I 14. G ozó de n o toriedad entre
tu s coetáneos, p e ro su o b r a n o s es desconocida. H om bre público, realizó su
c a rre ra p o lítica b a jo D o m iciano y fue elegido cónsul en 101 ó 102, com o
atestigua la inscripción recogida en C IL V I, 1492 (cf. M a r c i a l , X I I 2 , 9 y
4 sil v a s

dejado? Sin embargo, también leemos el Cúiex 3, e incluso


admitimos la Batracomaquia \ y no hay ningún poeta ilustre
que no haya hecho preceder sus obras por algún escrito de
10 estilo más relajado. Por otra parte, era tarde para retener
mis poemas, puesto que, de hecho, ya los teníais en vuestro
poder aquellos en cuyo honor han sido escritos. Para los
demás lectores, sin embargo, es inevitable que pierdan mucho
de su justificación, ya que no conservan eJ único encanto
que tenían, el de la frescura, porque en ninguno de ellos he
)5 trabajado más de dos días, y algunos nacieron en uno solo.
¡Cuánto temo que mis versos muestren por sí mismos la
verdad de mi aserto!
El primer poema tiene un testigo sagrado, ya que era de
rigor comenzar por Júpiter4. Esos cien versos, compuestos a
propósito de su colosal estatua ecuestre, se me encargó que
20 los entregara al más indulgente de los emperadores al día
siguiente de la dedicación del monumento. «Quizá lo viste
antes», podrá decirme alguien. Tú le contestarás, queridísimo
Estela, porque sabes que tu epitalamio, por encargo tuyo, lo
escribí en dos días; es un atrevimiento, desde luego, si bien
25 consta de trescientos hexámetrosJ. Ahora bien, alguien puede
suponer que tú vas a decir una mentira para dejar en buen

* O b ra m enor atrib u id a a Virgilio. S u títu lo significa «el m osquito».


> P oem a ¿pico-cóm ico atribuido a H om ero. Suele denom inarse «B atra-
com iom aquia* (esto es, «com bate de ratones y ranas»), p ero Estacio le da
el nom bre de «B atracom aquia» (com bate de las ran as), que aparece en
diversas biografías de H o m ero , quizá co m o resultado d e u n a haplología.
4 N om bre o to rg a d o al em p erad o r D om iciano, identificándote co n el
p ad re de los dioses.
’ H ay aquí un pequeño juego de conceptos: en apariencia, el a u to r resta
im portancia a la rap id ez d e su im provisación, ya q u e el poem a e stá co m ­
p u esto en hexám etros y n o en o tro m etro m ás com plicado y difícil. Sin
em bargo, está claro el orgullo que sentía por su fecunda facilidad creativa.
LIBRO 1 5

lugar a un colega tuyo; pero lo que no admite eludas es que


Manilio Vopisco6, hombre lleno de erudición y que, por
encima de todo, defiende del olvido las letras, ya en peligro
de abandono, suele también gloriarse en mi nombre por la
descripción que en un solo día hice de su villa de Tívoli.
Viene a continuación una composición dedicada a la conva­
lecencia de Rutilio Gálico’; de ella no digo nada, para que 30
no parezca que aprovecho para mentir la circunstancia de
que mi testigo haya muerto. Si poseo el testimonio de Claudio
Etrusco1, que está vivo, y recibió de mí el poemita que
dediqué a sus baños mientras esperábamos la cena Figuran,
por último, las calendas de diciembre, que hallarán crédito
sin lugar a dudas, porque canté aquella noche venturosa, sin a
precedentes en las celebraciones populares, < a medida que
se iban desarrollando los fcstcjos>*#*

* P u b lio M anilio V opisco, p o e ta y e ru d ito , cuyo hijo fue cónsul en el


aAo 114.
’ Gayo R u tilio G álico, personaje procedente de T urin (G aiia Cisalpina),
que realizó su c a rre ra política bajo los em peradores que se sucedieron
desde C laudio a D om iciano. F u e prefecto de R om a en el año 89. M u rió , lo
m is ta rd e , en el 92, fecha en q u e fue elegido quien debía ¿ucederle en el
colegio d e los S o d a tts A u g u sia les Claudiales (v. C1L V I, 1984).
1 H ijo de un liberto de T iberio, personaje inm ensam ente rico, que
co nstruyó unos baños espléndidos, probablem ente en el C am p o de M arte.
M a r c i a l (V I 42) ensalza tam bién aquellas fastuosas term as,
* E sto es, que el poem a fue com puesto en un breve lapso d e tiem po:
después d e d isfru ta r del bañ o y antes de com enzar la cena.
* F a lla el resto.
1

LA COLOSAL ESTATUA ECUESTRE DEL EM PERA D O R DOMICIANO

¿Qué mole es ésta, agigantada por el coloso que se alza


lobre ella y que domina todo el Foro Latino? ¿Ha llovido
del cielo esta obra acabada? ¿O, forjada en las fraguas
sicilianas, ha salido esta efigie de las manos cansadas de
Estéropes y Bromes ■*? ¿O fueron, Germánico las manos
de P alas 14 las que para nosotros te plasmaron asiendo las 5
i—
11 P r o b a b le m e n te se t r a t a d e l a m is m a e s ta tu a tr iu n f a l d e q u e n o s h a b la
Í S u e t o n t o (Vida de D omiciano 15). £1 m o n u m e n to n o s e h a c o n s e r v a d o ,
p e r o si s e h a h a l la d o , m e d ia n te e x c a v a c ió n , p a r te d e s u d e s m e s u r a d o
b a s a m e n to , d e c a s i 12 p o r 6 m e tr o s . L o s s o p o r te s m e tá lic o s q u e s e rv ía n d e
i p o y a t u r a a la s p a t a s d e l c a b a llo p e r m ite n c a lc u la r q u e ¿ s te te n ia u n
ta m a ñ o se is v e c e s s u p e r i o r a l n a t u r a l . L a e s t a t u a s e n o s d e s c rib e ta m b ié n e n
M a r c i a l , V I 13, y IX 4 3 y 4 4 , a s i c o m o e n e l p r o p io E s t a c i o , Silvas IV 6.
11 N o m b r e s d e d o s c íc lo p e s . S u s m a n o s c a n s a d a s , p o r q u e la o b r a ,
S u p e rio r a u n a e m p r e s a c ic ló p e a , p o d r í a h a b e r f a tig a d o a lo s p r o p io s
c ic lo p e s , d e h a b e r s id o e llo s s u s a rtífic e s .
° S o b r e n o m b r e q u e a s u m ió D o m ic ia n o d e s p u é s d e s u t r iu n f o d e l a ñ o
13 s o b r e lo s c a to s , p u e b lo d e G e r m a n ia .
14 P a la s ( M in e r v a ) n o s ó lo p r e s id ia la f a b r ic a c ió n d e la s « ;m a s , s in o
ta m b ié n la in d u s tr i a y la s a r te s d e l b ro n c e .
8 SILVAS

riendas, tal como te han contemplado hace poco el Rin y la


mansión fragosa del asombrado dacio '5?
Sea que una tradición más venerable se pasme ante el
renombre, famoso por los siglos, del caballo de Troya, para
el que se amenguaron, con Ja tala de sus bosques, Jas sacro-
io santas cumbres del DIndimo y del I d a 16. Pero a éste no
habría podido darle acogida Uión en sus rotas murallas, ni
serían capaces de impulsarlo mancebos y doncellas17 en
confusa bandada, ni el propio Eneas, ni el poderoso H éctorll.
Aquél, por otra parte, era dañino y ocultaba en su seno a los
fieros aqueos; a éste lo recomienda la benignidad de su
15 jinete: da gozo contemplar su rostro, que presenta las huellas
de la guerra unidas a una plácida expresión de paz.
Y nadie crea que exagero: su belleza y su prestancia
corren parejas con su dignidad. No es mayor la altivez con
que, tras el combate, lleva a Marte su corcel tracio ”, que se
20 enorguellece de su pesada carga y, lanzado al galope, humea
a lo largo del río Estrimón que acelera su curso, a impulso
de su aliento poderoso.
El emplazamiento es digno de la obra. De un lado, frente
a ella, abre sus puertas el templo de aquel que, cansado de
contiendas, por la ofrenda de su hijo adoptivo, fue el primero

>* Alude a las cam padas de D om iciano en el añ o 89 c o n tra los calo s y


los dacios, que le valieron u n doble tr iu n f o .
>* D os m ontes situados en F rigia (d o n d e se asentaba T roya), en los
cuales se rendia cu lto a Cibele, m adre de los dioses.
11 A lusión a V i r g i l i o , Eneida II 238.
’* H éctor h a b la su cu m b id o con an terio rid ad al episodio d e l caballo de
T roya.
El culto de Ares (dios de los griegos asim ilado por los rom anos a
M arte) com enzó entre los tractos, pueblo em inentem ente belicoso, y H om ero
co nsideraba a T racia la p a tria de) dios.
50 R io de T racia.
LIBRO 1 9

en m ostrar a nuestros dioses el camino de las alturas31, y


ahora comprende por tu semblante cuánto más clemente en
las batallas eres tú, que, no proclive a ensañarte frente a la a
furia bárbara, concedes un tratado a los calos y a los dacios.
Si tú hubieras acaudillado sus huestesu, su yerno ” se habría
sometido a tus leyes y C ató n ” habría abandonado la con­
tienda.
Contemplan tu andadura, a los costados, de un flanco la
obra de Ju lio 25 y del otro la elevada basílica del belicoso
P aulo16; miran tu espalda tu p a d r e y la Concordia con 30
rostro cariñoso.
Y tú, sumida tu cabeza excelsa en los puros cielos, res­
plandeces por encima de los templos y pareces vigilar si el
nuevo Palacio se alza más hermoso desdeñando las llam as”

21 E) tem plo dedicado a Ju lio O s a r , que fue divinizado p o r iniciativa


d e A ugusto, su h y o ad o ptivo; «nuestros dioses» son los em peradores deifi­
cad o s q u e le siguieron.
u Se tra ta d e las huestes de C ésar en la g u erra civil c o n tra Pom peyo.
u Pom peyo, yerno de C¿sar.
24 C ató n U ticense, ferviente p a rtid ario de Pom peyo.
u L a basílica Ju lia , cuya construcción fue com enzada por C ésar y
concluida por A ugusto.
* L a basílica E m ilia, resta u ra d a en 78 a. C. p o r M arco Em ilio L íp id o
y en 35 a. C. p o r L ucio Em itió P aulo Impido. S u nom bre prim itivo fue el
de basílica Fulvia, p o rq u e h a b ía sido c o n stru id a en 179 p o r M arco Fulvio
N obilior. El belicoso P au lo a quien aq u í se refiere el p o e ta es L ucio Em ilio
P a u lo el M acedónico, vencedor de P erseo, rey d e M acedonia, en 168. El
•n acro n ism o es, sin d u d a , delib erad o , d a d o q u e aquel personaje fue el m is
Ilustre de la fam ilia Em ilia y padre d e Publío C o m elto Escipión E m iliano
A fricano N u m an tin o , a d o p ta d o p o r el hijo del prim er A fricano y vencedor
de C artag o (en la tercera g u erra Púnica) y de N um ancia.
r V espasiano, cuyo tem plo, com o el de la C o n co rd ia, se hallaba detrás
de la estatua.
* El palacio su n tu o so q u e elevó A ugusto en el m onte P a latin o habfa
•id o afectado p o r el incendio pro v o cad o p o r N erón en 64 d. C. V espasiano
10 SILVAS

35 y si el fuego troyano v e l a calladamente con su antorcha y si


Vesta ya aprueba, tras su juicio, a sus sacerdotisas” .
Tu diestra se opone a las contiendas; no doblega tu
siniestra el peso de la virgen Tritonia * que ostenta la cabeza
cortada de Medusa la diosa parece espolear a tu caballo;
en parte alguna podría escoger sede más grata: ni siquiera si
40 fueras tú , oh padre d e los dioses, quien la sustentara.

em prendió su restau ració n , q u e co n tin u ó T ito y concluiría D om iciano. P o r


cito cam bió su nom bre an terio r de D om us A ugustiana por el de D o m u s
Ftovia o Palatina o bien, sim plem ente, P atatium (ver III 4, 47, y IV 2, 18;
M a r c i a l . V II 5ó, I; V II 99, 3; VIH 36, 3; VIH 39; IX I I , 8; X II 15, 1;
S u e to n io , D om iciano 15).
* El fuego tro y a n o , esto es, el fuego inextinguible de V esta, diosa
p ro te c to ra de) h o g a r fam iliar y tam bién de la ciu d ad , ho g ar com ún d e los
ciu d ad an o s, h a b ía sido tra íd o de T ro y a por Eneas, fu n d ad o r d e la nueva
T ro y a, es decir, de R om a (con las etapas interm edias de Lavinio y A lba
L onga). D om iciano, com o sum o pontífice, era el responsable de q u e las
vestales m antuvieran el fuego sagrado y g u a rd a ra n su vo to de castid ad . Por
no cum plir su v o to , D om iciano condenó a m uerte a tres d e ellas (v.
SUETONíO, D om iciano 8; D ión C a sio , L X V II 3; P u m o , Epístolas IV
1D -
» M inerva (entre los griegos, A ten a o P alas) nació d e la cabeza de
Jú p ite r con la m ediación de V ulcano, q u e , a requerim iento de su p ad re, le
asestó en ella un vigoroso m artillazo. E l episodio tu v o lugar a o rilla s de)
m ar, y d e ahi esta advocación m arítim a d e la d io sa doncella, puesto que
T ritó n era u n a deidad m arina. La diestra d e la efigie d e D om iciano se
elevaba en actitu d pacificadora. En el an teb razo siniestro em b razab a un
escudo que o sten tab a en relieve la im agen de M inerva, q u ien , según el
poeta, a pesar de su co n dición d e dio sa d e la g u erra, no infundía belicism o
al em perador. N ótese, en to d o el poem a, la habilidad servil con que E s ta d o
disfraza d e pacifism o los fracasos bélicos d e D om iciano.
” E n la égida de M inerva solia representarse la cabeza de la G órgona
M edusa, porque Perseo, después de d ecap itar a aquel horrible ser, ofrendó
a la dio sa su tro feo , capaz de petrificar a quien a fro n ta ra su m irada.
L IB R O ) 11

Tu pecho, que podría acabar con todos los cuidados del


mundo, ha agotado por entero las minas de TémeseM. De
tus hombros pende la clámide. Tu costado se encuentra
guarnecido con tu espada envainada; envainada, aunque su
punta es tan temible como la del gigantesco O rión” , que
amenaza a las noches de invierno y espanta a las estrellas. 43
Y tu corcel, que copia el porte y el nervio de un caballo
viviente, alza con altivez su testa y muestra el deseo de
galopar; en su cuello gallardo se yerguen las crines; se trasluce
en sus miembros el ímpetu vivaz y sus amplios ijares se
muestran dignos de tus espuelas. Hn vez del césped de una
tierra inane, su pezuña de bronce huella las ondas del Rin 50
sometido. Su presencia habría espantado a Arión, el caballo
de A drastoMy al contemplarlo desde su templo cercano se
atemoriza Cílaro, el palafrén del hijo de L eda” . Fiel a tu
freno, nunca obedecerá a las riendas de oteo amo: siempre
estará sujeto a un mismo astro. ss
El suelo apenas puede sostenerte y jadea a tus plantas la
tierra al ser hollada por tal mole. No es el hierro ni el
bronce: es tu genio el que fatiga el suelo, y lo fatigaría aun

12 C iudad del su r de Italia, en cuyas ccrcanias se e x p lo ta b an unos


im p o rtan tes yacim ientos d e cobre.
M G igante cazad o r, m etam orfoseado p o r D ia n a en constelación (v.
O v id io , Fastos V 493).
M U no de los siete caudillos de A rgos que dirigieron su a ta q u e contra
T tb a s. E n cuanto al nom bre de su caballo, A rión, es el m ism o que ostentaba
el que N e p tu n o h i 20 surgir de la tierra, golpeándola con su trid en te, com o
ofrenda al Á tica, y q u e fue preterido a l olivo, el dog de M inerva.
M Los hijos de Leda fueron los D ioscuros (C á sto r y Pólux); su tem plo
se erguía en el F o ro , m uy cerca de la e sta tu a ecuestre d e D om iciano, y
estaba c o ro n a d o p o r u n a representación del cab allo C ílaro, que servía de
m o n tu ra alternativam ente a los d o s gem elos (G em ini), cuyos astros respec­
tivos se tu rn a n en el cielo.
12 SILVAS

cuando fuera un pedestal eterno el que te .sustentara, sopor­


tando las cumbres de una m ontaña alzada sobre él, o resis­
tiendo la fuerza abrum adora de las rodillas de Atlante,
60 portador del ciclo.
Y no ha sido largo el empeño. El propio dios* presente
en su hermosura, ha dado impulso a la obra y los jóvenes,
consagrados al trabajo, se sorprendían al ver cómo se mul­
tiplicaban sus manos. A su impulso, resonaba la grúa gigan­
tesca; el estrépito se extendía sin cesar por las siete colinas
de M arte17 dominando los rumores confusos de la populosa
65 Roma.
El propio guardián de aquel paraje, cuyo nombre inmor­
ta l58 perpetúan el sagrado abismo y el lago famoso, al oír el
infinito resonar del bronce y el mugido del Foro ai goípe
vigoroso, vuelve su rostro, áspero por la pátina sacra, y
?o ceñidas sus sienes venerables de follaje de encina bien ganado.
Al pronto, se espantó ante la planta gigantesca y el refulgente
brillo de tu caballo, más corpulento que el suyo, y, estreme­
cido, sumergió en el lago por tres veces su cuello altivo;

* E sto es, D om iciano.


w M arte, p ad re d e R ó m u ío y R em o , es considerado com o el fu n d ad o r
de la urbe.
u El nom bre d e C urcio. Se cruzan aquí dos leyendas: la d e M eció
C urcio, héroe sabino del siglo vui a. C ., que dio nom bre a u n a ciénaga que
o c u p ab a el em plazam iento de) fu tu ro F o ro R o m an o , y la de M arco C urcio,
que, en el siglo vi a. C ., se inm oló voluntariam ente por sus conciudadanos,
arro ján d o se a u n a p ro fu n d a sim a ab ierta en el F o ro , que sólo podía
cerrarse m ediante el sacrificio de lo m ás valioso que tuviera el pueblo
ro m an o . M arco C u rcio , cuya e sta tu a ecuestre se elevaba en el F o ro , era
objeto d e culto (v. O v i d i o , Fastos V I 403), com o salvador d e los ciudadanos
rom anos. El a u to r se inspira en (a Eneida V IH 31 y s$., y pasa p o r alto la
circunstancia de q u e ta ch arca había sido desecada m ucho tiem po atrás;
por este procedim iento, al m argen del tiem po, vincula su adulación a
D om iciano co n (as m ás antiguas y heroicas tradiciones.
LIBRO l 13

luego, dichoso ante la visión del jinete, proclamó: «salud,


hijo y padte de poderosos dioses” . Desde hace tiempo tenia
noticia de tu divinidad: ahora es bienaventurado mi lago, 75
ahora es venerable, pues me ha sido dado conocerte de cerca
y contemplar, desde mi sede próxima, tu inmortal resplandor.
Yo procuré y hallé por una sola vez la salvación de los hijos
de Rómulo. Tú dominas las gestas de Júpiter, tú las guerras
renanas, tú los impíos conflictos civiles, tú, en prolongada
lucha, dominas la m ontaña reacia a los tratados40. Si tú so
hubieras vivido en nuestros tiempos, mientras yo vacilaba,
habrías intentado sumergirte en la profunda charca, pero la
propia Rom a habria retenido tu montura».
Atrás el corcel que yergue su estampa en su emplaza­
miento del Foro Juliano, frente al templo de Dione latin a41;
el caballo que, dicen, Lisipo, te atreviste a esculpir para honra $5
del héroe de Pela, y que luego sostuvo con testa orgullosa la
efigie de César. Sin esforzar los ojos resalta la altura de

w D o m iciano era hijo del divino V cspasiano y padre de un divino César


que m urió.
* *1.85 gestas de Júpiter» (cf. in/ra, I. V, n. 174); )a guerra c o n tra Vitelio
(año 69), en que se incendió el tem p lo de Jú p ite r en el C apitolio ( S l’ETONlO,
Domiciano 1; TACITO, Historias \ \ \ 74; E v t a c io , Tebaida \ 71). «Las
guerra* renanas»: la cam p añ a co n tra los catos en el añ o 83 y posteriorm ente
en 88 • 89. «Los im píos conflictos civiles»: sublevación de A ntonio S aturnino
(88 *89). «La m ontaña...«: sum isión del te rrito rio agreste e in d óm ito de la
D acia (85-89).
41 D io n e e ra u n a ninfa, a m a d a d e Jú p ite r, que fue m adre de Venus. P o r
m etonim ia, varios poetas griegos y latinos (T có criio . Virgilio, O vidio,
E ttacio y otros) aplican su nom bre a la dio sa Venus. A qui se tra ta de)
tem plo de Venus G éneirix, situ a d o frente a la e sta tu a ecuestre d e César.
Dicha efigie parece que fue ob ra de Lisipio, artü tcí helenístico que representó
a A lejandro M agno (nacido en la ciudad m acedónica de Pela) sobre su
célebre caballo Bucéfalo. L a cabeza del caudillo m acedón se habia sustituido,
al parecer, p o r la de Ju lio César.
14 s il v a s

donde un caballo al otro contempla. ¿Quién sería tan torpe


que no confesara al mirarlos que, cuanto difieren los brutos,
90 difieren quienes los gobiernan?
Tal obra no teme al invierno pluvioso, ni al triple ha?, de
rayos de Júpiter, ni a las legiones de vientos que Éolo
retiene, ni a la injuria durable del tiempo: seguirá enhiesta
mientras duren la tierra y el cielo y la gloria de Roma. Y
aquí, al amparo de la noche silente, cuando los dioses de
lo alto se complacen en las cosas de la tierra, la turba de los
95 tuyos42, abandonando el cielo, descenderá a abrazarse en
torno a ti; y acudirán con ellos a ese abrazo tu hijo y tu
hermano y tu padre y tu hermana: tu cuello acogerá a todos
los astros4’.
Goza por siempre de esta ofrenda que te brindan el
pueblo y el egregio senado. Los colores de Apeles habrían
too deseado retratarte; el anciano ateniense44 habría aspirado a
levantar tu efigie, a ésta semejante, en un nuevo templo de
Júpiter Eleo; la plácida Tarento habría preferido tu sem­
blante45 y la indomable Rodas, menospreciando a F eb o 46,
habría preferido tu mirada que imita el fulgor de los astros.
Así ame,s, fiel, la tierra, y habites en los templos que te
ios hemos consagrado; no te dejes ganar por la estancia celeste
y contempla, dichoso, cómo ofrendan tus nietos el incienso
ante este monumento.

4i E sto es, de los dioses.


° Es decir, a to d o s los dioses, entre los que se encu en tran los parientes
de D om iciano divinizados y m etam o rfo si ados en astros.
“ D enom inación de Fidias.
4* Se entiende *al sem blante de Zeus», cuya inm ensa efigie, esculpida
p o r Lisipo, se alzab a en el ágora d e T arento.
46 El célebre C oloso de R odas, u n a de las siete m aravillas, estaba
d ed icado a Febo.
L IB R O I 15

EPITALAM IO EN HONOR D E ESTELA Y VIOLENTILA*’

¿Por qué han resonado los montes del Lacio con un


canto sacro? ¿Para quién, Peán4*, pulsas un plectro nuevo y
el marfil armonioso suspendes de tu hombro, en que tu
cabellera se derrama? He aquí que las Musas abandonan el
Helicón canoro** y agitan en sus nueve antorchas la llama
ritual del himeneo, trayendo de sus fuentes de Pieria * la linfa 5
rumorosa. Entre ellas, la Elegía u se aproxima, impulsiva,
con mayor altivez que de costumbre, dando prisa a las
Musas, m archando de una a otra para afianzar sus pasos, e
intenta aparecer como la décima, y confundida entre las
nueve hermanas, las engaña. La madre de Eneas ” , en persona, 10
ha traído de la mano a la desposada, que abate sus pupilas
y enrojece con dulce candidez. Y es ella quien prepara el
tálamo y las sagradas ceremonias y, ocultando su divinidad

47 P a ra la p ersonalidad de E stela, vet n. I. E n c u a n to & t u « p o o i


V iolentila, sólo nos es conocida por este epitalam io y p o r m edia d o cen a d e
epigram as d e M arcial.
** U no d e los nom bres de A polo, ta ñ e d o r del plectro de m arfil com o
hom enaje en las bodas d e Estela y Violeniila.
49 El m onte Helicón, en Beocia, esta b a co n sag rad o a A polo y a las
nueve M usas.
M R egión de M acedonia do n d e residían las M usas.
P ersonificación d e la poesía elegiaca, ya Que Estela cultivaba dicho
género.
” Venus.

I
16 SILVAS

en medio del cortejo de mortales del Lacio, atenúa el esplen­


dor de su cabello, de su faz, de sus mejillas, en su deseo de
15 mostrarse menos bella que la recién casada.
Ya sé qué día es éste y cuál es el motivo de tal celebración:
es a ti —abre las puertas—, es a ti, Estela, a quien canta ese
coro; es a ti a quien aportan sus guirnaldas Febo y E uhan“
y la deidad alada de la Arcadia, que llega de las sombras del
monte M énalo*.
El tierno Amor y la Gracia no cesan de derram ar sobre
20 ti flores sin número y una nube de aromas cuando abrazas
los niveos miembros de tu esposa ansiada. Tú en tu frente
recibes las rosas o los lirios que se entretejen con las violetas
y proteges la faz como la nieve de tu dueña.
Llegaba, pues, el día, señalado por e) blanco vellón de las
25 Parcas, en que debía proclamarse el canto de himeneo en
favor de Estela y Violentila. Queden atrás cuidados y temores;
que callen las malicias insidiosas de un poema mendaz, y tú,
murmuración, guarda silencio55. Se ha sometido a la ley,
admitió el freno la licencia amorosa. Se ha terminado ya el
rum or del vulgo: ios besos tanto tiempo criticados han
30 salido a la luz. Sin embargo, ofuscado, aunque se te ha
brindado la ventura de una noche tan bella, aún vacilas
entre el deseo y el temor ante una recompensa que se te ha

íJ E uhan e ra u n o de los grito s que p roferían las bacantes en sus celebra*


ciones. D e ahi, p o r u n a m etonim ia d e b id a a la in terp retació n del alarid o
com o un vocativo, se aplica ese nom bre al dios B aco. que poseía a las
bacantes y a quien éstas invocaban con su grito.
M M onte d e A rcadia do n d e existia un tem p lo consagrado a H erm es;
ésta es la divinidad a la d a a que se alude.
” H abía circu lad o un poem a que tra ta b a acerca de unas aventuras
am orosas de E stela, poem a q u e había d a d o p áb u lo a los rum ores públicos
(v. M a rcia l , VI 21, 3 y ss.).
LIBRO t 17

concedido por el favor divino. Depón, dulce poeta, tus


suspiros. Olvídalos: es tuya. Puedes ir y venir por su puerta,
expuesto a las miradas, con paso no furtivo: ya no habrá
portero, ni ley, ni pudor que te lo impida. Sáciate al fin del as
del ansiado abrazo —¡es tuyal— al tiempo que recuerdas tus
noches de tormento.
Sería, sin duda, digna recompensa, aunque Juno te im­
pusiera los trabajos de Hércules, aunque el destino te obligara
a competir con los monstruos estigios, aunque te vieras
(arrastrado en medio de las mareas entre las islas Ciáneas56. 40
Por ella valdría la pena correr, tembloroso* bajo las condi-
| ciones dictadas en Pisa, escuchando a la espalda los aullidos
de Enóm ao5\ Ni siquiera obtendrías dádiva semejante aun
Cuando, pastor temerario, asentaras tu sede en el Ida darda-
, n io 5*, ni si la bienhechora T itonia” hubiera deseado arreba-
; larte, para llevarte por los aires en su biga. 45
Pero ¿cuál es la causa que ha traído esta unión, inesperado
gozo del poeta? Dímelo aquí conmigo, dulce Érato mientras
las puertas y el atrio hierven de gentío y mientras tantos

54 O tro n o m b re J e las legendarias Sim plégadcs, d o s supuestos islotes


movedizos que, en el acceso al Ponto Euxino, se separaban y se aproxim aban
; de nuevo p a ra a tra p a r y destrozar las naves.
*’ E nóm ao, rey de P isa (ciudad d e la Élide p ró x im a a O lim pia), e ra el
padre de H ipod am la, a cuyos pretendientes so m etía a la p ru eb a de una
| carrera de carros. Si en ella resultaban vencidos, lo p a g a b an co n su cabeza.
) M P aris, hijo de P riam o , rey de T ro y a, p a sto re ab a los g tn a d o s de su
padre en e] m onte Ida. Fue elegido com o juez en la d isp u ta p o r la m anzana
de la D iscordia, prem io a la belleza, entre Ju n o , M inerva y Venus. C oncedió
•I galardón a e sta últim a, quien, en recom pensa, le o to rg ó e) a m o r de
H elena, la m is bella de las m ortales. Tal fue el origen legendario de la
|u e r r a de Troya.
* L a A u ro ra, esposa d e T itono.
! M M usa de la poeesia erótica.
18 SILVAS

fasces“ golpean el umbral. Estoy dispuesto a suscitar tan


$o oportuna charla, y esta docta morada sabe escuchar.
U n a vez, d o n d e se e x tie n d e n la s re g io n e s lá c te a s d el
s e re n o cielo , la b ie n h e c h o r a V e n u s , c u a n d o la n o c h e a c a b a b a
d e h u ir, r e p o s a b a e n su le c h o , lib e ra d a d e l a b r a z o r u d o d e su
a m a n t e g é tico * * . U n a m u l t i t u d d e A m o r e s s e a g o l p a b a e n
t o r n o a l a s c o l u m n a s y a lo s c o l c h o n e s d e l l e c h o d e l a d i o s a ,
p i d i é n d o l e i n s t r u c c i o n e s : ¿ q u é a n t o r c h a s d e b í a n ll e v a r ? ¿ q u é
55 p e c h o s t e n í a n q u e t r a s p a s a r ? ¿ q u e r í a q u e s e e n s a ñ a r a n e n l a
t i e r r a o e n l a s a g u a s ? ¿ q u e i m p l i c a r a n a lo s d i o s e s ? ¿ q u e se
a tre v ie ra n a a t o r m e n ta r al d iv in o T o n a n te ?
L a d io s a to d a v ía n o h a b ía re su e lto n a d a ; n o a b rig a b a en
s u c o r a z ó n u n d e s e o c o n c r e t o . Y a c í a , f a t i g a d a , s o b r e e!
l e c h o e n q u e a n t a ñ o , c u l p a b l e , s e d e j ó s o r p r e n d e r e n el l a z o
60 d e l a m a n t e d e L e m n o s * * .
Entonces, uno de los niños de su corte de seres alados,
aquel en cuyo rostro resplandecía la luz más viva y cuya
presta mano nunca había fallado el blanco de su flecha, la
interpeló dulcemente desde la fila con su tierna voz, en tanto
sus hermanos, la aljaba al hombro, guardaban silencio:
«Sabes, madre —le dijo — cómo mi diestra no cede ante
65 ninguna empresa: todo mortal, toda deidad que me enco­
mendaste, se abrasa. Pero por una ve*, permite, oh madre,
que nos conmovamos ante las lágrimas, las manos suplicantes,
los votos y los ruegos de los hombres, porque no hemos sido
forjados de duro acero, sino que somos tu prole.

w Los fa sc e s de los Helores que precedían, abriéndoles paso, a los


num erosos m agistrados q u e en esta ocasión acu d ían a d a r t í p a ra b ién a
Estela.
** M arte (gético, es decir, tracio).
M V ulcano, q u e creció en aquella isla del Egeo.
L IB R O ! 19

Hay un joven, nacido de una ilustre familia latina, hijo ?o


de antepasados patricios, a quien la Nobleza alzó, jubilosa,
y, como un presagio de su donosura, se apresuró a brindarle
un sobrenombre lomado de nuestro cielo*. Yo, malicioso,
porque a ti te era grato, lo traspasé un día con una lluvia de
saetas, dejando vacia mi aljaba. Y aunque muchas matronas ?$
de Ausonia*5 lo ansiaban con fervor como yerno, lo sujeté,
después de vencido, y lo obligué a esperar por luengos años
hasta que sucumbiera al yugo de una dueña irresistible. En
cuanto a ella, apenas la he tocado —indulgente, porque asi
lo querías— con el extremo de mi antorcha y con un tiro de
arco poco tenso. Soy testigo asombrado, desde entonces, so
de la llama indomable que reprime el angustiado joven y de
la intensidad de mis embates, que soporta noches y días. A
nadie, madre, he atormentado nunca con más crudeza; a
nadie he traspasado con heridas más incesantes. He visto
a Hipómenes* correr, ansioso, en liza despiadada, y no era 85
tal su palidez al llegar a la méta; he visto también los bra¿os
del joven de Abidos6T cuando rivalizaban con los remos, he
aplaudido a sus manos y a menudo le he mostrado mi luz
mientras nadaba: era menor su ardor, aunque entibiaba el
mar embravecido: tú, joven, has sobrepasado los amores
célebres. Yo mismo me he admirado de que hayas resistido 90
en medio de un fuego tan intenso y he afianzado tu constancia
y con mis suaves plumas he enjugado el llanto de tus ojos.

M Ju e g o d e p a la b ras co n el so b ren o m b re d e Estela.


w N om bre poético de Italia.
w E n am o rad o de A talan ta, com pitió co n ella en la carrera. S i no la
•ventajaba» m oriría. A l salir victorioso, obtu v o su am or.
w L ean d ro , am ante de H ero, que, p a ra reunirse con ella, atrav esab a a
nad o to d as las noches e l estrecho de los D ard an elo s desde A bidos, en A sia,
basta Sestos, en T racia, d o n d e H ero e ra sacerdotisa de Venus.
20 SILVAS

jCuántas veces se me ha quejado Apolo de que su poeta


penara hasta ese extremo! Concédele ya, madre, el tálamo
9i que ansia. Él es nuestro aliado y nuestro fiel portaestandarte;
habría podido cantar las hazañas guerreras y las claras
acciones de los héroes y los campos surcados por ríos de
sangre; pero es a ti a quien consagró su plectro: prefirió
señalarse como vate pacífico y entretejer su lauro con nuestro
mirto. Así ha cantado las debilidades de los jóvenes y las
ioo heridas propias y ajenas. ¡Ah! ¡qué profunda es, madre, su

devoción por la diosa de PafosM! Él ha llorado el funesto


destino de nuestra palom aw. Así dijo y , mimoso, se colgó
del suave cuello de su madre y acercando sus alas dio calor
a su pecho. Ella, prestando oidos a sus fervientes súplicas,
ios respondió: «Es sublime, en verdad, y poco usual entre los
hombres —incluso entre los que gozan de mi favor— el afán
de este joven amado de las Piéridesw. En cuanto a ella, yo,
prendada del esplendor sin par de su belleza, pareja con la
gloria de sus antepasados y la prez de su estirpe, cuando
110 descendió al mundo la acogí, la protegí en mi seno, y mi
mano, hijo mío, no cesó de embellecer su cuello y sus
mejillas ni de ungir sus cabellos con aceite de amomo. Ha
salido a mi imagen su dulzura. Contempla, aun de lejos, la
prestancia de su frente y ei tocado de su cabello. Juzga en
cuánto aventaja a todas las madres del Lacio, cómo eclipsa
115 a las Ninfas la virginal progenie de L ato n a71 y cómo yo
supero a las Nereidas. Habría sido digna de nacer a mi lado

u P a tas, ciudad ch ip rio ta, célebre p o r su culto a Venus.


** Estela llo rab a en u n o de su t poem as la m uerte de la p alo m a de
V iolentila, a la m an era d e C a t u l o , 3, llo ran d o la del p a ja rito d e Lesbia.
" Las M usas. U na de las varias tradiciones acerca de su origen las hace
hijas d e F iero.
” D ian a, hija de L atona.
L IB R O I 21

de las azules aguas y de ocupar mi concha’2, y si hubiera


podido ascender hasta las moradas pobladas de estrellas y
penetrar en nuestras estancias, vosotros mismos. Amores, la
confundiríais conmigo. Aunque le he concedido con largueza 120
bienes copiosos, en su pecho domina las riquezas. Lamento
que los chinos, en su avaricia, exploten solamente unos
bosques estrechosT>; lamento que escaseen los retoños de
Clímene74, que las verdes hermanas no prodiguen sus lágri­
m asTJ y que sean ya pocos los vellones que se tiñen de rojo
con el tinte sidonio7*, y escasos los cristales que se hielan 12$
entre nieves perpetuasn. Para ella he dispuesto que discurran
el Hermo y el T ajo * sobre dorada arena, que hún para su
ornato no es bastante; para ella di orden a Glauco y a
Proteo y a todas las Nereidas de buscar los collares de la
India” . Si tú la hubieras visto, Febo, por los campos tesalios,

n Venus, nacida de ia esp u m a del m ar, tuvo co m o prim era cu n a u n a


|r * n c o rc h a m arina.
?1 Se creía q u e los chinos hilab an la seda ex tray én d o la d e los árboles (v.
V ir g ilio . G eórgicos II 121; E s t rabón , X V 69J ; P u n i ó , H istoria N atural
VI 54).
u Cllm ene, m adre de F a e tó n , lloró largam ente la m uerte de su hijo, que
h a b ía ro b ad o el c a rro del So) y cayó envuelto en llam as. Sus lágrim as
d iero n n acim ien to al ám bar.
’* Según u n a varian te d e la a n te rio r leyenda, fu ero n las lágrim as de las
hijas de C lim ene y del S ol (H elios, Febo), m etam orfoseadas en álam os (las
verdes herm anas), las q u e se to m a ro n g o tas d e á m b a r (v. O v id io , M eta­
m orfosis H 232 y ss.).
n Es decir, co n la púrp u ra.
n T al se creía q u e era el origen del cristal d e roca. T o d o ello (seda,
ám bar, p ú rp u ra y cristal) es dem asiado poco p a ra o fren d arlo a V iolentüa.
n El H e rm o (río de L idia) y el T a jo ten ían arenas auríferas.
* G lauco, P ro te o y las N ereidas (hijas de N ereo) eran divinidades
m arinas a quienes V enus había en co m en d ad o la b ú squeda de perlas p a ra
Violentila.
22 SILVAS

130 D afne10 habría vagado sin peligro. Si se hubiera mostrado


en la costa de Naxos junto al lecho de Teseo, incluso Euhan11
habría huido, dejando abandonada a la beldad de C nosos” .
Y si Juno no me hubiera reprimido con sus constantes
quejas, Júpiter, señor infiel de las alturas, por ella habría
ijs asumido plumas y cuernos y sobre ella se habría derramado
en lluvia de oro p u ro ” , Pero será entregada al joven por
quien tú abogas, hijo, mi potestad suprema: por mucho que
ella niegue, en su tristeza, su voluntad de entrega a un nuevo
yugoM, ya he notado que cede y corresponde a la pasión del
140 joven».
Tras estas palabras, la diosa alzó sus celestiales miembros,
traspuso la magnífica puerta de su alcoba y reclamó sus
cisnes del Eurotas*5 para embridarlos. Amor los sometió a
las riendas y se sentó al timón, ornado de piedras preciosas,
conduciendo, a través de las nubes, a su madre dithosa. Ya
se muestra el alcázar troyano del T íberw: su recinto excelso

*° N infa cuya e x tra o rd in a ria herm osura cau tiv ó a Febo, y que fue
con v ertid a en laurel p o r su p ad re, el dios del río Penco, en Tesalia. Tal
m etam orfosis la libró de la pasión del dios (v. O v i d i o , M etam orfosis 1452
y ss.).
11 C(. supra, n. 53.
A riad n a, hija d e M inos, rey de C nosos, después de facilitar a Teseo
la salida del L ab erin to , huyó con ¿1 a G recia. E n la isla d e N axos, m ientras
d o rm ía , Teseo la ab an d o n ó . Venus la com pensó dándole p o r esposo a Baco
(Euhan).
*> E sto es: Venus h a b ría infundido el am o r p o r Violentóla en el pecho de
Jú p ite r, que, p a ra co n q u istarla, h a b ría repelido sus tres m etam orfosis: en
cisne, p a ís cau tiv ar a L ed a; en to ro , p a ra ra p ta r a E uropa; en lluvia d e oro,
p a ra fecundar a D ánae.
M V iolentila h a b la estado casada anteriorm ente.
u El valle del E u ro tas, en L aconia, era fam oso p o r su cria de cisnes.
Estas aves servían d e tiro a l carro de Venus.
w R o m a, la nueva T roya.
LIBRO I 23

deja ver sus fulgentes moradas y los cisnes, gozosos, tributan 145
el aplauso de sus alas a la mansión ilustre. Es una sede digna
de una diosa y que no desmerece de los astros radiantes: allí
el mármol de Libia y el de Frigia, allí verdean las duras
piedras de Lacedemonia, allí refulgen el ónice variante y la
piedra color del mar profundo y la que envidiar suelen la iso
púrpura de Esparta y e) tintorero experto con los calderos
tirios. Se yerguen las techumbres, sustentadas por columnas
sin número, y las vigas de roble resplandecen con sus tachones
del metal dalmàtico *T. Las sombras que proyectan los árboles
añosos detienen los ardores del sol; fontanas transparentes
viven entre los mármoles. Y la naturaleza no observa sus iss
contrastes: siente aquí frío Sirio ” , el invierno se entibia y las
moradas templan los cambios de estaciones. La bienhechora
Venus se regocijó a la vista de la residencia de su poderosa
protegida tal como si arribase desde alta mar a Pafos o a
su mansión de Idalia o a su templo de Éricc90. Al punto dirigió i60
estas palabras a la joven, que descansaba en su alcoba
solitaria: «¿Hasta cuándo ese sueño y ese recato de tu lecho
vacío, oh joven predilecta entre las de L aurento91? ¿Qué
límite pondrás a tu castidad y a tu recuerdo fiel? ¿Nunca vas
& plegarle al yugo de un varón? Pronto vendrán los años

17 D esde la ¿p o c a de A ugusto se hallaban en explotación las m inas de


oro de D alm acia, propiedad del fisco, es decir, del tesoro del em p erad o r (v.
C I L 111,1997; F l o r o , II 25; P u n i ó , H istoria N atural XXXU 1 67).
M El n o m b re de S irio (u n a d e las estrellas de la canicula) se utiliza com o
sinónim o del verano.
” Esto es, la residencia d e Violentila.
w E n P a ío s e id alia (ciudades de C hipre), co m o en el Érice (m onte de
Sicilia) existían tem p lo s d e Venus m uy devotos.
*' C iudad del Lacio. A q u í, p o r m etonim ia, significa R om a. E n cuanto
al co n ten id o del pasaje, e stá claram ente in sp irad o en el c a n to IV de la
Eneida.
24 SILVAS

I6S más sombríos. Aprovecha tu lozanía y goza de tus efímeros


encantos. N o te he concedido tal hermosura y ese rostro sin
par y mi propio don para que vivas años solitarios como si
yo te odiara. Fue mucho —demasiado— desdeñar a tus
otros pretendientes, pero éste está entregado a ti con toda su
i?o sangre, sólo a ti admira y ama entre todas y no carece ni de
prestancia ni de nobleza. Porque en la ciudad entera, ¿qué
hombre, qué mujer en edad juvenil no sabe de memoria sus
doctos versos? Y le verás alzar los doce fasces —¡así dure la
175 gracia de quien gobierna Ausonia*1!— antes de tiem po93; lo
cierto es que ya ha abierto las puertas del templo de Cíbele
y lee las profecías de la Sibila de E ubea94. Pronto el padre
del Lacio*1, cuyos designios puedo yo adivinar, concederá a
este joven la vestidura púrpura y el marfil cu ru l* y aun le
otorgará una gloria mayor: la de exaltar los trofeos logrados
i8o en la Dacia y los recientes lauros. Vamos pues: únete a su
lecho y renuncia a ese retiro en plena juventud. ¿A qué
naciones, a qué pechos no he alcanzado con la antorcha
nupcial? El pueblo de las aves, el del ganado, el de las fieras,

n Cí. supra, n, 65.


11 L a edad reglam entaria p a ra alcanzar el co n su lad o —esto es, para
o sten tar d o ce licto rcs— e ra la de cu aren ta y tres años. S in em bargo, son
m uy num eroso» los procedentes de acceso al consulado en edad m is
tem prana. Estela to consiguió en el 102 d. C.
* Se refiere a la Sibila d e C um as, acogiendo u n a tradición según la cual
Cum a* fue u n a co lo n ia de Eubea, En cu a n to a) significado del p árrafo ,
indica que Estela h a b la sido elegido com o quindecénviro sacris /a d u n á is .
es decir, com o u n o d e los quince sacerdotes que ten ían b a jo su c u sto d ia los
libros sibilinos y podían acceder al tem plo de Cibele.
*5 D o m ic ia n o .
46 E sto es, las insignias propias de las m ag istratu ras superiores: la toga
p re te x ta (con b an d a d e p ú rp u ra ) y la silla curul, que p resentaba ricas
incrustaciones d e m arfil.
L IB R O I 25

cruel, no han sido tan insensibles como para negarse; el


propio cielo, cuando las nubes se deshacen en lluvia, lo
derrito para que se maride con la tierra. Así se renuevan los
ciclos y la vida de! mundo. ¿De dónde habría surgido la
gloria renaciente de Troya y el que salvó a los dioses de entre
las llamas, si yo no me hubiera unido a un esposo frigio” ?
¿De dónde habría multiplicado a mis Julios el lidio T íber” ?
¿Quién habría levantado las murallas en torno a las siete
colinas de Roma, la capital latina del imperio, si una vestal
troyana” no hubiera cautivado a M arte furtivamente, pero
con mi venia?».
Con estas palabras hechizó a la joven, que guardaba
silencio, y la persuadió de la honrosa condición del m atri­
monio. Vuelven a su pensamiento los presentes, los ruegos,
las lágrimas del joven y sus quejas insomnes a su puerta, y la
A stéride100 que el vate ha cantado por la ciudad entera:
Astéride antes de la cena, de noche Astéride, Astéride al
alba, como nunca resonó el nombre de H ilas101. Y ya, de
grado, comienza a doblegar su corazón altivo y a admitir su
dureza.
¡Dicha a tu tálamo, el más tierno de los vates latinos,
pues has andado un áspero camino y has arribado a puerto

♦T A nquises, padre de Eneas, fu ndador d e la nueva T roya.


* El n o m b re d e L idia, región d e A sia M enor, se aplicaba asim ism o a
E tru ria y, por extensión, al L acio. V i r g i l i o (Eneida I I 781) em plea tam bién
el giro «el lidio Tiber» (cf. IV 4, 6).
w R ea Silvia, m adre de R ó m u lo y R em o, co nsiderada co m o troyana
(cf. infra, n. 11S a este lib ro y n. 26 al lib ro 11).
|W Es el nom bre poético que aplicaba Estela a Violentila, conjugándolo
Sem ánticam ente con el su y o propio.
G ra n am igo de H ércules, ra p ta d o p o r las ninfas, y a quien éste buscó
incansablem ente, repitiendo su n o m b re sin cesar (v. PROPÍ.RCIO, I 20, 6 y
ss.; V i r o i l i o , Églogas V i 43 y s.). Cf. infra, n. 224.
26 SILVAS

e n la e m p r e s a p r o p u e s ta ! T a l el r ío f u g itiv o d e la lu s tr o s a
P i s a Wí, i n f l a m a d o d e le jo s p o r l e j a n o s a m o r e s , a r r a s t r a p o r
205 s u c a u c e s u b m a r i n o s u i m p o l u t a c o r r i e n t e , h a s t a l l e g a r a l fin
a l m a n a n t i a l s ic a n io y b c b e r l o c o n la b io s a n h e la n te s ; e x t a s i a d a
la N á y a d e a n t e t a n d u l c e s b e s o s , n o p i e n s a q u e s u e s p o s o s e a
l l e g a d o d e l m a r ,0J.
iQ u é d í a , E s te la , p a r a t u a l e g r ía , s u m i d o e n t a l p r e s e n t e
r a d i a n t e d e lo s d io s e s ! |Q u é v o t o t a n f e r v i e n t e h i z o s a l t a r t u
210 p e c h o c u a n d o e l r o s t r o p r o p i c i o d e t u d u e ñ a a s i n t i ó a l d u lc e
y u g o ! C re is te s u b ir a l c ie lo y f lo ta r p o r la b ó v e d a e s tre lla d a .
N o f u e t a n v iv o e l g o z o d e l p a s t o r IW e n l a p l a y a d e A m i d a s 105
c u a n d o H e le n a ll e g a b a p a r a e m b a r c a r e n l a n a v e t r o y a n a ; n i
215 la t é s a l a T e m p e 104 v i o a s í a P e le o c u a n d o Q u i r ó n , e n c a b r i -
t a n d o s u f i g u r a e q u i n a , d iv i s ó l a ll e g a d a d e T e t i s 107 a la s
t i e r r a s h e m o n i a s IM. ¡ Q u é l e n t o e s e l d e c u r s o d e lo s a s tr o s !
j q u é p e r e z o s a A u r o r a p a r a c a l m a r la s a n s ia s d e l e s p o s o !
P e r o c u a n d o a lo le jo s v i e r o n q u e s e a p r e s t a b a e l le c h o
p a r a E s t e l a , e l h i j o d e L a t o n a w , p r o t e c t o r d e l o s v a t e s , y el

195 F.l A lfeo, rio de la Élide, que pasa p o r O lim pia, cerca d e Pisa. Aquí
y en otros pasajes poéticos, se aplica a O lim pia el nom bre de Pisa.
**’ S o n ios desposorios del rio Alfco co n la fuente A rctusa. Estacio
co m p a ra la constancia de Estela p a ra lo g rar a V ioleniila con la d e A lfeo en
su recorrido desde Élide a Sicilia hasta alcanzar a su a m a d a A retu sa <v.
O v id io , M etam orfosis [ 5 ,4 8 7 y ss.; V ir g ilio , Églogas X 1 y y Eneida
III 694 y $$.).
,w P a rís (cf. supra. n. 58).
C iu d ad p ró x im a a E sparta.
IJ* Valle de Tesalia.
197 Peleo y la nereida Tciis fueron los padres de A quiles. El cen tau ro
Q uirón (co n variantes en las dife/entes leyendas) fue p recep to r de Peleo y,
m ás tarde, de A quiles.
,w H em onia es el nom bre antiguo d e Tesalia.
|W A polo.
L IB R O I 27

retoño de Sámele, Euhan uc*pusieron en marcha sus rápidos 220


cortejos, el uno desde O rtigia1", el otro desde N isallí. A
Apolo le responden con sus ecos los montes licios y las
frescas umbrías de Timbra y el Parnaso, su g lo ria115; a
Euhan. el Pangeo y el fsmaro y las costas de Naxos, que
fueron antaño su tálam o "4. Ya llegan a las puertas de la
m orada que aman, y a su amigo cantor le traen éste una 225
lira, aquél una dorada piel de ciervo con el lomo manchado;
aquél un tirso, éste un plectro; éste ciñc sus inspiradas sienes
con el lauro; aquél orna sus cabellos con minoica corona ní.
Apenas nacido el día, ya se han tom ado los auspicios de
vuestra unión dichosa, ya hierven las dos casas con los
preparativos de la fiesta. Verdean de fronda las jam bas, 230
relucen las esquinas de nupciales antorchas y disfrutan los
barrios más poblados de la inmensa Roma. Acuden a vuestros
umbrales todos los que sirven las magistraturas y todos los
fasces; todas las pretextas se ajan en medio de la barahúnda
plebeya: aquí un caballero, allá una partida de jóvenes pro­
fieren sus quejas, y en tal apretura peligran las galas femíneas.
Todos felicitan a la una y al otro, pero es a él a quien envidia 2J5
la mayoría de la concurrencia. Ya hace tiempo, apoyado en

'*• Cf. supra, n. 53.


1.1 O tro nom bre de D élos, la isla do n d e L ato n a d io a lu r a A polo y a
D iana.
1.2 M o n ta ñ a d e la India, d o n d e Baco fue cria d o por las ninfas.
,w L ugares célebres p o r su culto a A polo: Licia, al su r de A sia M enor;
T im bra, en la T ró ad e; el m onte P arn aso , en la Fócide.
,M El m onte P angeo, e n tre T racia y M acedonia, y el fsm aro, en T racia,
Citaban consagrados a B aco, cuyo culto procedia de aquellas regiones. En
cu a n to a la isla de N axos, fue el lugar d e su unió n co n A riad n a (cf. supra,
n. 82).
m H ay aquí u n a asociación d e ideas entre las guirnaldas de hiedra,
•tríb u lo de Baco, y su a m o r p o r A riad n a, hija de M inos.
28 SILVAS

e l q u ic io , H i m e n " 6 t r a t a d e e n to n a r u n c a n to n u e v o a e s ta
u n i ó n p a r a a g a s a j a r a l p o e t a . J u n o t r a e lo s s a g r a d o s l a z o s " 7,
24o q u e C o n c o r d i a r e f u e r z a c o n s u h a c h ó n l u m in o s o .
T a l f u e a q u e l d í a : l a n o c h e , q u e la c a n t e e l p r o p i o d e s p o ­
s a d o e n a q u e l l o q u e p u e d e c o n o c e r s e . A s í, v e n c i d a p o r u n
s u e ñ o e n g a ñ o s o , r e p o s ó llia " * s u s m ie m b ro s a la o rilla d e l
r í o c u a n d o la t o m ó M a r t e ; n o e r a t a l l a b e l le z a d e L a v i n i a
c u a n d o e l r u b o r t i ñ ó s u n iv e o r o s t r o a l a v is ta d e T u r n o U9;
24$ n i l a d e C l a u d i a c u a n d o , d e s p u é s d e a l z a r s e l a n a v e , v o lv i ó
s u r o s t r o v i r g i n a l a l p u e b l o ■*.
A h o r a , a m ig o s d e la s d i o s a s d e A o n i a iV y s ie r v o s d e lo s
t r í p o d e s 121, h a y q u e c o m p e t i r e n l o s d i v e r s o s m e tr o s : q u e
a v a n c e la in s p ir a d a c o h o r te , c o r o n a d a d e c in ta s y d e h ie d ra ,

1,4 El nom bre d e H im en o H im eneo se aplicaba ta n to al dios del


m atrim o n io com o al c a n to nupcial.
111 Ju n o , la diosa protectora del m atrim onio, tenia el epíteto de prónuba,
nom bre que se aplicaba en la cerem onia nupcial a la m atro n a que asistía y
aco m p a ñ a b a a la novia y q u e u n ía las m anos d e los contrayentes. A quí
parece ser J u n o la q u e ejerce este com etido, m ientras que en los versos I 1
y siguientes era V enus q u ien lo asum ía.
111 A ntiguo nom bre d e R ea Silvia (cf. supra, n. 99, e infra, n. 26 al
L ibro II), cu a n d o , d e acuerdo con la trad ició n m ás rem o ta, se consideraba
q u e e ra hija de Eneas y Lavinia.
u* L avinia, q u e h a b la d e ser la esposa de Eneas, se ruboriza ante su
antiguo p rom etido T u m o , en u n a escena del c a n to X lf d e la E neida (versos
65 a 69).
,M Según la leyenda, C lau d ia Q u in ta probó ante los ciudadanos su
castid ad cu an d o , p o r su s oraciones, se p u so a flote la nave d e la G ran
M ad re de los dioses, encallada en el T ib e r (v. T i t o L ivio, X X IX 14. 10
y ss.).
111 N om bre poético y m itológico d e Beocia, do n d e se a lta el m onte
H elicón, m o rad a d e las M usas y de A polo. I^as diosas de A onia son, pues,
las M usas, y sus am igos son los poetas.
122 Los p o e ta s, inspirados p o r A polo, so n intérpretes de sus oráculos,
com o las pitonisas que los transm itían sentadas sobre trípodes.
LIBRO I 29

cada ano según sus alientos, con lira triunfal. Vosotros ante
todo, los que priváis de su último pie al verso heroico,w,
cantad poemas dignos de esta fiesta nupcial. El propio Filitas,
con el aplauso de su isla de Cos, y el viejo Calimaco y
Propercio desde su gruta de U m bría124 habrían rivalizado
para ensalzar este día, y Nasón, aunque en Tomos U5, habría
depuesto su tristeza, y Tibulo, ante su hogar encendido, se
habría sentido rico 1“ .
En cuanto a mí, no es sólo el cariño el que me lleva a iss
cantarte; no es un solo motivo el que me impulsa: tú y yo,
Estela, tenemos unas Musas parecidas, hermanas; nos posee
el transporte divino ante aras semejantes y de un mismo
docto manantial apuramos las aguas que nos unen. A ti,
Violentila, fue mi cara P arténope117quien te acogió al nacer
en su regazo, y antes de echar el paso ya fuiste dulce gloria 2«o
para nuestro solar. Que aquella tierra euboica12* se exalte
hasta los cielos deslumbrantes y el S eb eto '* se engría de
haber dado sustento a tal beldad; que no se enorgullezcan

Ia Los que priváis de un pie al hexám etro, co m binando h exám etros y


pentám etros en disticos elegiacos, esto es, los que cultiváis el m ism o género
q u e Estela.
'* A lusión a un verso d e P r o p e r c i o (MI 1, 5),
1,1 C iudad situ ad a en la desem bocadura del D an ubio, lugar del destierro
de O vidio.
m A lusión a un pasaje de T i b u l o ( I I, 5 - 6 ) .
N om bre prim itivo d e N ápoles, p a tria de Estela. Según la leyenda,
P&rténope fue u n a d e las sirenas que, al no conseguir a tra e r a Ulises, se
a rro ja ro n al m ar; su cu erp o , depositado en la co sta, dio nom bre a la fu tu ra
ciudad.
Irt N ápoles, com o C um as (cf. supra, n. 94), es fundación de Calcis,
ciudad principal d e Eubea.
El río S eb eto (actualm ente, de la M agdalena) desem boca pró x im o a
Nápoles.
30 SILVAS

la s N á y a d e s d e ! L u c r i n o e n s u s a n t r o s s u l f u r o s o s n i t a m p o c o
e l r e t i r o d e l S a m o p o m p e y a n o ,J#.
265 [ Á n im o ! A p r e s t a o s a d a r a l L a c i o i l u s t r e s d e s c e n d i e n t e s
q u e a p r u e b e n le y e s , q u e i n s t a l e n c a m p a m e n t o s , q u e c o m ­
p o n g a n p o e m a s . R u e g o a la b u e n a C i n t i a m q u e a p r e s u r e e l
m e s d é c i m o p a r a e l a l u m b r a m i e n t o , y a L u c i n a 1” q u e s e
m u e s tr e p ro p ic ia ; y tú , r e to ñ o , c u id a d e tu m a d re : n o m a l-
270 t r a t e s s u v i e n t r e d e l i c a d o n i s u s p e c h o s e n h i e s t o s ; y c u a n d o
la n a tu r a le z a , e n e i s ile n c io d e tu c o b ijo , d é f o r m a a tu
r o s tr o , te n m u c h o d e la p r e s ta n c ia d e tu p a d r e , p e ro m á s d e
t u m a d r e . E n c u a n t o a ti , l a m á s h e r m o s a d e la s i t a l i a n a s ,
l o g r a d a a l f i n p o r u n e s p o s o q u e te m e r e c e , c u l t i v a e s o s la z o s
275 t a n t o t i e m p o b u s c a d o s : q u e n i n g ú n m e n o s c a b o m a n c ill e t u
b e lle z a ; q u e t u r o s t r o p e r d u r e m u c h o t i e m p o e n l a f l o r d e
u n a v e rd e ju v e n tu d y q u e tu lo z a n ía se m a rc h ite m u y ta rd e .

LA VILLA D E M A N IL IO V O PISC O EN TÍVOl.1

S i a l g u ie n h a p o d i d o c o n t e m p l a r la f r e s c a m a n s i ó n d e l
e l o c u e n t e V o p is c o e n T í v o li — a q u e l l a m o r a d a q u e e l A n i o
p a r t e e n d o s — y c o n o c e r l a u n i ó n e s t r e c h a e n t r e la s d o s

■# Es decir: los encantos del lago L ucrino y del rio S a rn o son inferiores
a los de Nápoles.
D iana, venerada en el m onte C im o, d e D élos, presidia, co m o diosa
lu n ar, el ciclo d e la gestación (diez meses lunares).
1,1 J u n o , b a jo la advocación de L ucina, protegía el a c to d e d a r a luz.
I,J Cf. supra, n. 6).
LIBRO I 31

orillas —las dos villas que rivalizan por retener a su amo—,


ese tal no ha sufrido los ladridos de S i r i o b a j o el ar­
diente sol hi la mirada de la cría feroz de los bosques de s
N e m e a t a l es la frescura de aquella mansión; tal frescor
constante quebranta los rayos del sol, que la estancia no es
cálida ni aun en el tiempo de las Olimpíadas
La Delicia en persona137, con su voluptuosa mano,
< parece> haber diseñado contigo***
Entonces Venus ungió tu techumbre con perfumes de
Id aliaIM, la acarició con sus cabellos, dejó en la morada su 10
delicioso encanto y ordenó a sus hijos alados que no se
:tparten de ella.
¡Oh, día memorable para siempre! ¡qué placeres conservo
en mi memoria! (qué cansancio en mis ojos por tantas
maravillas! (qué natural dulzura la del suelo, qué belleza en )$
Aquellos parajes afortunados aun antes de que intervinieran
la mano y el arte del hombre! En ningún paraje se ha
prodigado más generosa la Naturaleza. Los altos bosques
han tendido sus ramas sobre las aguas presurosas; una en­
gañosa imagen reproduce las frondas, cuya sombra inmóvil
te desliza a lo largo de la corriente. El propio Anio, rocoso 20
Aguas abajo y aguas arriba, amansa allí, en mirifica prueba
de concordia, su encrespada violencia y su estruendo espu­
moso, como temiendo perturbar los dias que, plácido, Vo-

IM S irio es u n a estrella q u e fo rm a parte de la constelación del C an


¡Mayor; de ahi los ladridos y de ahi tam bién el n o m b re d e la canícula. La
ja lid a y la puesta de S irio coinciden con las del sol e n tre julio y agosto (cf.
Supro, n. 8$).
IJ> A lusión al león de N em ea, estrangulado p o r H ércules. El sol e n tra
in la constelación del León a finales de julio.
'* L as O lim píadas se celebraban e n pleno verano.
131 E n latín , V o lu p ta s, dio sa d e l placer.
m Cf. su p ra , n. 90.
32 SILVAS

p isc o a las P ié rid e s '* c o n s a g ra , y su s s u e ñ o s p r e ñ a d o s d e p o e m a s.


25 E s t á n a m b a s o r i l l a s e n t u c a s a , p e r o e l r í o , a p a c i b l e , n o l e
h ie n d e . T u s r e a l e s p r e s i d e n u n a y o t r a r i b e r a y n o s e q u e j a n
d e la b a r r e r a e x t r a ñ a q u e e s e l r í o l*°. P r e g o n e l a F a m a la
e n s e n a d a d e S e s t o s y e l m a r q u e c r u z ó a n a d o y lo s d e l f i n e s
a lo s q u e d e j ó a t r á s u n m a n c e b o a r r i s c a d o Ml. A q u í r e i n a u n a
p a z i n a l t e r a b l e , a q u í n o t i e n e n p a s o la s g a l e r n a s n i e l b u l l i r
» d e la s a g u a s . A q u í p u e d e n c r u z a r s e la s m i r a d a s , la s v o c e s y
h a s t a la s m a n o s c a s i . A s í e s c o m o la s a g u a s d e u n e s t r e c h o
s e p a r a n C a l c is , y a s i e s c o m o l a c o s t a d e C a l a b r i a , z a n j a d a
p o r e l m a r , c o n t e m p l a e l p r o m o n t o r i o d e P e l o r o e n S ic ilia .
¿ Q u é c a n t a r é p r im e r o ? ¿ q u é d e s p u é s ? ¿ d ó n d e m e d e te n d r é ?
¿ M e a s o m b r a r é a n t e la s d o r a d a s v ig a s , a n t e lo s q u ic io s d e
35 m a d e r a s d e Á f r i c a , a n t e e l b r i l l a n t e m á r m o l d e p o l í c r o m a
v e n a , a n t e la s a g u a s q u e s e d e r r a m a n p o r t o d a s la s a lc o b a s ?
A u n l a d o m e a r r a s t r a n m is o j o s ; a o t r o , m i p e n s a m i e n t o .
¿ C a n t a r é la v e n e r a b l e v e t u s t e z d e l a a r b o l e d a ? ¿ C e l e b r a r é
c ó m o c o n t e m p l a e l p a l a c i o a s u s p ie s e l p a s o d e l r í o , o c ó m o
40 v e a s u e s p a l d a l o s b o s q u e s s i l e n c i o s o s e n q u e s ó l o h a l l a p a z ,
d o n d e c a l l a l a n o c h e , q u e n i n g ú n r u i d o a l t e r a , si n o s o n lo s
m u rm u llo s q u e im ita n la o s c u rid a d d e l s u e ñ o ? ¿ E n s a lz a ré
l o s b a ñ o s q u e h u m e a n s o b r e u n b a s a m e n t o d e c é s p e d , y el
f u e g o q u e s e e n c i e n d e e n a q u e l la s r i b e r a s h e l a d a s , y e l l u g a r
45 e n q u e e l r í o , m a r i d a d o a lo s h o r n o s v a p o r í f e r o s , s e r íe d e la s
a g u a s q u e j a d e a n e n e l c a u c e in m e d i a t o ?

Cf. supra, n. 70.


H ay aquí u n a alusión a H o r a c io , Sátiras II 3,5 3 : ««1 fuego se queja
de la b a rre ra que representan las rocas y los ríos en el llano».
141 L eandro (cf. supra. n. 67). h&s dos m ansiones se hallan m enos
sep arad as p o r el A nio d e lo que lo estab an A bidos y Sestos por el estrecho
d e los D ardanelos.
1.1BR0 t 33

Allí he vislo obras de arte de antiguos artesanos y yaci­


mientos vivos componiendo su múltiple armonía. El recuerdo
tería fatigoso de las preseas de oro, los marfiles, las gemas
dignas de adornar los dedos, y cuanto ha sido un juego del
artista —primero con la plata o con el bronce, menos va-
lioso— , como un ensayo para plasmar colosos gigantescos. 5o
Mientras deambulaba contemplativo, recorriéndolo todo con
mis ojos, pisaba, inadvertido, otro tesoro: la luz que se
derrama de la altura y el reflejo en las tejas142 del aire
luminoso me mostraron el suelo, donde se alegra el pavi­
mento, que, decorado con artística fantasía, supera a todos 5$
los mosaicos por sus figuras nunca vistas: mis pasos se
asombraron.
¿Debo admirarme ahora ante ia construcción que sirve
de puente? ¿ante las dos que se alzan separadas, cada una
con sus tres ábsides? ¿ante ti, árbol que has sido respetado
en medio del hogar y te asomas a las límpidas auras por una
abertura de la techumbre? Bajo otro amo, habrías sido 60
víctima del hacha cruel. Y ahora, sin que él lo sepa, quizá
una lúbrica Náyade o una Hamadríade corte la vida que él
no ha segado w\
¿Debo entonar mi canto a los triclinios que alternan sus
férvidos en una y otra orilla? ¿a los lagos de plata y a las
esbeltas fuentes que brotan de lo hondo de su seno? ¿a ti, 65
Agua M arcia1*4, que en lo profundo fluyes atravesando el

142 T ejas vitrificadas en to rn o a la lucerna cen tral, q u e reflejaban y


M ultiplicaban la luz (v. I 5 ,4 2 ).
143 Según la leyenda, el árbol m o ría al m o rir la N áyade o la H am adríade
que h a b ita b a en ¿I (v. O v i d i o , M etam orfosis V III 771 y ss.).
144 N om bre de un acueducto q u e com enzó a co n stru ir el p re to r Q uinto
M arcio R e x e n 144 a. C . y q u e cru z a b a el Anco p o r un conducto inferior (v.
^U N io, X X X I 41).
34 SILVAS

río y cruzas su corriente por un conducto audaz? ¿Acaso


el río de Elide145 es el único que, a través de un sendero de
agua dulce, puede Uegar, bajo las olas jónicas, a las costas de]
7o Etna? Allí, en su gruta, el Anio, al abandonar sus fuentes, en
medio del misterio de la noche, se despoja de su glauca
vestidura y, al pasar por tal o cual paraje, tiende su pecho
sobre frágil musgo o cae, grandioso, a un lago, batiendo con
sus brazos las cristalinas aguas. En aquella sombra se recuesta
T iburnol4<; allá quisiera Á lbula147 sumegir sus cabellos suU
?5 furosos; esta morada podría separar de Egeria a Febe nemo­
rosa Ml y privar de sus coros de Dríades al frío Taigeto y
hacer venir a Pan de sus florestas del Liceolw. Y si el templo
del héroe de T irin to 150 cesara de dar sus oráculos, también
las hermanas prenestinas151 habrían podido acudir allí,
so ¿Para qué ensalzar sus vergeles, dignos de A lcínoo'” ,
que dan dos cosechas al año, con sus ramas que nunca se
extienden en los aires sin carga de frutos? Atrás las campiñas
de Telégono’” , airás las de T u rn o 154 en Laurento y las
'« El Alfeo (cf. supra, n. 102).
144 El legendario fu n d ad o r d e T lb u r (la actual Tívoli).
141 D iosa de los m a n a n tia le s sulfurosos que b ro ta b a n cerca d e Tivo)i,
141 Febe (h erm an a d e Febo) es o tro n o m b re de D iana, cuyo culto, en un
bosque pró x im o a A ricia, esta b a unido al d e la ninfa Egeria.
w M o n te d e A rcadia, co n sag rad o al dios Pan.
H ércules (criado en T irin to ) ten ía en T ívoli un tem p lo d o n d e se
em itían oráculos.
111 Las F o rtu n a s, co m o intérpretes de la verdad en la predicción del
porvenir.
1,1 Rey de los feacios (en C orcira, do n d e a rrib ó Ulises), cuyos huertos
eran e x trao rd in ariam en te feraces y am enos.
m H ijo d e Ulises y de C irce, fu n d ad o r d e T úscuío, ciudad p ró x im a a
R om a, en cuyos alrededores proliferaron las residencias de recreo (u n a de
ellas, de Cicerón).
154 R ey d e los rú tulos, p rom etido de L avinia (cf. supra. n. 119); el padre
d e ésta, el rey L atin o , se estableció en L aurento, cerca de Árdea.
L IB R O 1 35

residencias del lago Lucrino y la costa del feroz Antífates


atrás las engañosas colinas de la hechicera Circe, donde 83
aúllan los lobos, compañeros del héroe de Dutiquio y los
alcázares de la altiva Á n x u r1” , y la m orada que ia dulce
A n c i a n a debe al héroe frigio criado a sus pechos1” ; atrás
todas las costas que pronto, en los días breves de) invierno,
te l l a m a r á n al abrigo de los brumosos frío sIM.
Es aquí, sin duda, donde tu proverbial prudencia se
entrega a serias reflexiones, aquí donde se cobija tu retiro
! fecundo, tu virtud firme y equilibrada, tu buen gusto y tu
■refinamiento sin excesos: el propio señor de G argeto1“ ,
dejando sus jardines atenienses, habría preferido esta delicia.
¡ Cuando ruge la tempestad en el Egeo, en la estación nivosa
de las Pléyades, cuando está en lo alto la constelación de 95
Olenia merecería la pena acudir a esta morada, aun cuando
la nave debiera arriesgarse en el cabo de M alea143 y surcar
las vorágines sicilianas: ¿por qué desmerece a nuestros ojos
el placer que está a nuestro alcance? Aquí tu citara deleita a

IM Rey de los lest figones, pueblo an tro p ó fag o que h a b ita b a en Sicilia,
ocrea del Etna.
IM Isla del m ar Jó n ic o q u e fo rm ab a p a rte del reino d e Ulises. Los
| com pañeros d e éste fu ero n c o n v e n id o s en lobos p o r C irce (en cerdos, según
la trad ició n hom érica). A quí el poeta hace referencia a la ciudad costera de
| Circeyos, que to m ó su nom bre del de la hechicera y q u e c o n stitu ía tam bién
una zo n a residencial, célebre p o r sus ostras.
157 A ntiguo n o m b re de T erracin a, ciudad co stera del Lacio.
,M C ayeta, nodriza de Eneas, en cuyo h o n o r fundó el héroe piadoso la
¡ ciudad de! m ism o n o m b te, hoy G a e ta (v. V i r g i l i o , Eneida V I I 1 y $$.).
IW Es p ro b ab le q u e V opisco poseyera, en todos los lugares que se
M encionan, villas d e recrero d o n d e veranear o invernar.
1W A ldea del Á tica, p a tria de Epicuro.
1,1 L a c a b ra A m altea, q u e a m a m an tó a Jú p ite r en O leno (A caya).
,u P ro m o n to rio del Peloponeso.
36 SILVAS

lo s F a u n o s d e T ív o li y a l p r o p i o A l c i d e s l6J y a C a t i l o IM,
100 c a n t a d o p o r m á s a l t a l i r a M , y a d e s e e s c o m p e t i r c o n e l
p l e c t r o d e P í n d a r o o e le v e s t u e s t i l o p a r a c a n t a r la s é p i c a s
h a z a ñ a s , y a t i ñ a s d e m o r d a z n e g r u r a l a l í v i d a s á t i r a o , s in
o t r o c u i d a d o , m u e s t r e s e l e s p l e n d o r d e t u s e p í s t o la s .
T ú , q u e m e r e c e r í a s la s r i q u e z a s d e M i d a s y d e C r e s o y
10$ lo s t e s o r o s d e l o s r e y e s p e r s a s ; t ú , c u y o s r e g a d i o s d e b i e r a n
b a ñ a r e l H e rm o d e d o r a d a s rib e ra s y e l T a jo d e b rilla n te s
a r e n a s '64, s é f e liz c o n la r i q u e z a d e t u a l m a . Q u e g o c e s
m u c h o t i e m p o d e tu s d o c t o s r e t i r o s . Q u e — t a l e s m i p le g a ­
r i a —*, c o n e l c o r a z ó n l i b r e d e t o d a n u b e , s u p e r e s lo s d i a s d e l
n o l o n g e v o N é s to r .

A C C IÓ N DE G R A C IA S PO R LA C U R A C IÓ N D E R U T IL IO C A L IC O “ T

¡ A le lu y a ! ¡ E x i s t ís , d io s e s d e l c i c l o y n o e s i n e x o r a b l e la
l a b o r q u e h i l a C l o t o ,4Í! L a b i e n h e c h o r a A s t r e a w , q u e m i r a

IM H ércules, descendiente de A lceo, q u e fue el padre de A nfitrión y, por


consiguiente, p resunto ascendiente de H ércules, ya q u e ¿ste e ra hijo de
A lcm ena, la esposa de A nfitrión, a (a q u e fecundó J ú p ite r b a jo la apariencia
de su m arido.
i» p und a d o r d e T ib u r (la actual Tivoii) según u n a versión d e la leyenda;
según o tra , lo fue T ib u rn o (cf. supra. n. 146).
Itó Alude probablem ente a la lira d e V irgilio, q u e en la Eneida (V il 670)
se refiere a él, igual q u e E stacio, co n el n o m b re de C atilo (esto es, co n la
penúltim a silaba larga), y no a la de H oracio, q u e en su O da I 16, 2, lo
d enom ina C á tilo , co n la penúltim a silaba breve.
164 C í. supra, n. 78.
l*? Cf. supra, n. 7.
,H U na d e las tres Parcas.
'** D iosa de la Ju sticia, q u e im peraba en el m un d o d u ra n te la legendaria
LIBRO 1 37

por los hombros piadosos, vuelve, reconciliada con Júpiter,


y Gálico contempla los astros que desconfiaba de volver a
ver. Eres grato a los cielos, eres grato a los dioses, Germá­
nico I7°. ¿Quién podría negarlo?: la diosa Fortuna ha sentido
reparo en privar a tu imperio de tan valiosa ayuda. Se s
yergue su cabeza» tan próxima a la tuya en tus inmensas
cargasl7>; se ha liberado de ias gravosas redes de la decrepitud
y reverdece, más pujante, para años venideros. Compitan,
pues, en gozo, exultantes, las cohortes que velan por los
urbanos lábaros, y las leyes que acuden tantas veces a tu
regazo para apelar de entuertos judiciales, y por doquiera 10
las togadas urbes, cuyas remotas quejas imploran tus sen­
tencias. Que prorrum pan en vítores nuestras colinas, una
tras otra, y se acalle el murmullo de pernicioso agüero: que
vive y vivirá por mucho tiempo, con vida renovada, aquel en »5
cuyas manos descansa la benévola custodia del sosiego de
Roma. Ni el nuevo siglo m habría impuesto al Hado un cri-

Edad de O ro , bajo el reinado de S a tu rn o . C u a n d o éste fue ex p u lsad o por


J ú p ite r y a d v in o (a E dad d e Bronce con su im piedad y su injusticia, A strea
a b a n d o n ó la (ierra y se refugió en el cielo. L a curación de R u tilio G álico
d em u estra la pro tecció n d e A strea sobre (os ju sto s, su reconciliación con
Jú p ite r y, en definitiva, el regreso de la E dad d e O ro bajo el reinado de
!D om iciano.
| S ob ren o m b re d e D om iciano (cf. supra, n. 13).
111 R u tiiio G álico e ra , a la sazó n , p ra tfea u s urbi (prefecto <3e R om a),
Se alude, a c o n tin u ació n , a ias funciones m ás im p o rtan tes d e su cargo: el
B a n d o de las co h o rtes urb an as, la adm inistración de justicia com o instancia
4e apelación d e n tro d e R o m a y tam bién p a ra las ciudades «togadas» (esto
M, co n derecho d e ciu d a d a n ía ), ya que la ju risd icció n crim inal de) prefecto
•rb a n o se extendía a Italia entera.
m D o m iciano h a b ía celebrado en el año 88 los Ju eg o s Seculares (v. 14,
»6 y » . ; IV 1.37).
38 SILVAS

men tan grave, ni el altar de T áren lo 171 habría consentido en


tal afrenta tras ser desenterrado.
No he de invocar a Febo, aunque sin él mi plectro queda
mudo, ni a las nueve deidades de la A onia17* con la décima,
20 Palas, ni el favor de la prole de Tegeam o de D irce”4: ven
en persona tú, a quien se dirige mi canto, para infundirme
nueva fuerza y aliento, porque sin un soplo de sabiduría
divina no habrías mostrado tanta grandeza al prestar tal
prestigio a la toga de A usonia,n y tal cordura de juicio a los
25 cenlúviros,7>. El manantial inspirador de Pipía puede negar
sus aguas a mi sed de poeta; el de Pirene '*°, cómplice, puede
in A ltar dedicado a D ite y P rosérpina en el C am po d e M arte. Según la
leyenda, lo descubrió, a veinte pies bajo tierra, M ario V alesio T aren lin o ,
q u e ofreció sobre él sacrificios a am bas divinidades infernales. Según o tra
versión, fue su descu b rid o r Publio Valerio P oplicola, q u ien instituyó los
Juegos T arentinos, llam ados Juegos Seculares porque se celebraron una
vez c a d a siglo desde entonces h asta el principado de A ugusto. C on m otivo
de dicha celebración, se d esen terrab a el a lta r, y, finalizados los ju eg o s, se
e n te rra b a de nuevo.
114 Las M usas (cf. supra, n. I2I).
1,1 C iudad de A rcadia y , p o r sinécdoque, la A rcadia e n te ra. El hijo de
Tegea (esto es, M ercurio, cuyo culto procede de A rcadia) tenia, entre sus
num erosas advocaciones, la de p ro tecto r d e las artes en general y de los
poetas en particular.
116 Esposa de Líco, rey de Tebas, m etam orfoseada en fuente. P o r
m etonim ia, Tebas, p a tria de Píndaro, padre de la lin ca griega. Ver H o r a c io ,
Odas IV 2, 25, do n d e se d enom ina a P ln d a ro «el cisne dirceo».
>n C on tu s brillantes discursos, se entiende. E n cu a n to at nom bre de
A usonia, cf. supta, n. 65.
” * M iem bros de los tribunales que auxiliaban a los pretores u rb an o s en
la adm inistración de justicia, especialm ente en cuestiones referentes a he­
rencias. El pasaje alude, p o r consiguiente, a la lab o r de R u tilio G álico
d u ran te su p retura.
m L ugar de la Pieria, en M acedonia, do n d e b ro ta b a un m anantial
co n sag rad o a tas M usas.
F uente co n sag rad a a las M usas en C orinto.
LIBRO I 39

cerrárseme: yo prefiero tom ar en largos sorbos el agua que


se bebe de tu fuente, ya construyas tus límpidos discursos
según el ritmo libre de la prosa, ya se fragmente tu facundia
amena acomodada al arte de los poetas y cuidadosa de las
leyes nuestras. Vamos, pues: si ofrendamos a Ceres sus pro- 30
pios dones y a Lieo m su vino; si Diana, sobrada de sus
presas, acepta, sin embargo, nuestra caza en todos sus san­
tuarios ; si el señor de la guerra acoge los trofeos conquistados,
tú, Gálico, aunque sea más alta tu elocuencia; aunque abun­
das, sublime, en riqueza oratoria, no desdeñes tampoco el «
homenaje de una lira más baja. La luna errante se rodea de
estrellas y ios humildes arroyos van a dar al Océano.
¡Qué tributo a tus méritos te ha rendido la Urbe con su
afecto solícito! jQué miradas he visto en los senadores, en
los caballeros y también en la plebe, que no sabe llorar a los
poderosos! No fue tal la inquietud de la curia opulenta <q
cuando Numa expiraba, ni tal el sentimiento de los orgullosos
caballeros por Pompeyo, ni el de las mujeres por Bruto. Es
porque no deseas oír el ruido cruel de las cadenas, porque
ahorras los azotes y no sigues los pasos a que invita tu po­
der encumbrado, sino que restas mucho de tu potestad arma- 45
da, atiendes a las humildes manos y a los ruegos de quienes
te suplican, administras justicia en el foro sin perturbar
)a acción de los magistrados curules1,3 y mitigas el hierro
con la to g a ,S). Asi se llega al fondo de los corazones; así
e! respeto confía en el am or que le acompaña. A todos
aterró el rigor inclemente del destino y el abismo arriscado so

> 11 U no d e los nom bres d e Baco.


,u El prefecto d e la c iu d a d , e n el ejercicio d e su jurisdicción crim inal,
interfería fácilm ente en la actuación d e los pretores.
1(1 Es decir: prefieres a c tu a r com o ju ez ju sto y clem ente que com o jefe
m ilitar d e las co h o rtes urbanas.
40 SILVAS

d e l s ú b ito p e lig ro , c u a n d o e l m a l n o c e d ía . Y a q u e llo n o e r a


f r u to d e la e d a d , q u e a p e n a s h a b ía c o m e n z a d o a e x c e d e r d e
lo s d o c e l u s t r o s , s i n o d e l t r a b a j o i n t e n s o , d e l i m p e r i o d e s u
a lm a v ig o r o s a s o b r e s u c u e rp o , d e s u s t e n s o s d e s v e lo s
55 p o r s u C é s a r : d u l c e t a r e a . P o r e l lo s e i n f i l t r ó h a s t a l o m á s
h o n d o d e s u s m i e m b r o s c a n s a d o s u n a a le v e p a r á l i s i s , u n
i n d o l e n t e o l v i d o d e l a v id a . E n t o n c e s , e l d i o s q u e j u n t o a la s
c u m b re s d e la c a d e n a a lp in a , m a r c a c o n su s a g r a d o n o m b re
lo s b o s q u e s a p o l í n e o s " 4, o l v i d a d o , a y , p o r l a r g o t i e m p o
60 d e t a n e g r e g i o h i j o m , t o m ó h a c i a é l s u s o j o s y , p a r a g a n a r
el t i e m p o p e r d i d o , d ijo : « V e n a l p u n t o a m i l a d o , h i j o m ío d e
E p id a u r o ; v e n g o z o s o : se te b r in d a la o c a s ió n , y d e b e s
a p r o v e c h a r la , d e d e v o lv e r la s a lu d a u n h o m b r e e x tra o rd i*
n a r i o . A d e l a n t e : d e t e n g a m o s lo s h u s o s m : y a p o d é i s e s t i r a r
v u e s t r o s h ilo s . N o te n g a s m i e d o d e l t e r r i b l e r a y o 187: J ú -
65 p i t e r a p r o b a r á d e g r a d o n u e s t r a e m p r e s a , p o r q u e n o e s la
v id a d e u n p le b e y o n i la d e u n h o m b r e q u e se h a y a e n c u m ­
b r a d o s in e l f a v o r d i v i n o )a q u e i n t e n t o s a l v a r . M á s a ú n : te
p o n d ré a l c o rrie n te e n p o c a s p a la b ra s m ie n tra s v a m o s a su
c a s a : es é l q u ie n p r e s ta lu s tre a su p ro g e n ie y q u ie n p re s tig ia
a s u s a n t e p a s a d o s ; y n o e s q u e s u li n a j e s e a o s c u r o , p e r o se
v e o fu s c a d o p o r el d e s te llo d e s u d e s c e n d ie n te y se c o m p la c e
?o a l v e r s e s u p e r a d o p o r r e t o ñ o t a n a l t o . T a m b i é n é l ia c o m e n z ó

N a d a sabem os d e l culto a A polo en A u g u sta Taurinorum , la actual


T u rín , en los A lpes C o tian o s, de donde e ra orig in aria la fam ilia d e R utilio.
,,J Esculapio, dios de )a m edicina, h ijo de A polo, h a b ía nacido en
E pidauro, donde ten ía un sa n tu a rio fam oso.
'** l.o s husos de las P a rca s, a quienes se dirige la frase siguiente.
117 Jú p ite r h a b ía fulm inado a Esculapio por haber resucitado a H ipólito,
a G lauco, hijo de éste, o a C apaneo, o bien p o r haber devuelto la vista a ios
hijos de F ineo o la razón a las hijas d e P re to , a quienes J u n o h a b ía privado
de ella, las versiones del m k o , com o se ve, so n variadas.
IM A dem ás de su p ad re, que ya había ejercido la abogacía, asi com o,
posiblem ente, alguno más de sus antepasados.
LIBRO I 41

por m ostrar su valía con la toga: su elocuencia brillaba y


desbordaba. Luego su diestra, fiel a su juram ento, se ejercitó
en campañas incontables y sirvió por las tierras de occidente
y levante bajo todos los soles sin consentir que su alma se
embotara, sin deponer el hierro en imbele reposo. Galacia 75
vigorosa osó moverle guerra, como a mí me m ovieralw, y le
temió Panfilia durante nueve meses, y le temieron el feroz
panonio y la Armenia, terrible cuando huyen sus arqueros
y el Araxes, al cabo sometido bajo un puente latino m. ¿Para
qué recordar sus fasces renovados en sus dos legaciones so
sobre la inmensa Asia? Asia habría querido retenerlo por
tres o cuatro años, pero le reclamaba un d estilo más alto:
una silla curul más encumbrada, dos veces ofrecida,M. ¿Para
qué pregonar la maravilla del tributo de Libia y el tesoro
triunfal que aportó a Roma en medio de la paz? Ni siquiera b$
quien le había encomendado su m isiónlMse hubiera atrevido

IW P arece ser q u e los ¿ ¿ la ta s, capitaneados p o r Brcno, invadieron en


el añ o 279 a .C . el sa n tu a rio de A polo en D elíos. N o co n fu n d irlo con el
caudillo g álata de) m ism o n o m b re que se ap o d eró de R o m a <v. T . L tvto, V
38, 3).
IW L os arq u e ro s arm enios eran ex p erto s en sim ular la h u id a y g irar
sobre su s cab allo s p a ra d isp a ra r sus flechas c o n tra sus desprevenidos
perseguidores.
1,1 C a u d a lo so río d e A rm enia, q u e recibe la m ay o r p a rte de las aguas de
•u m eseta y desem boca en el C aspio. Jerjes y A lejandro habían c o n stru id o
»obre ¿I sen d o s puentes que fueron destruidos p o r las crecidas del deshielo.
H ay aquí u n a rem iniscencia d e ViRGtUO (Eneida V Ill 72$): «el A raxes q u e
*e rebela c o n tra su puente».
|W Se tra ta de su segunda designación com o cónsul. L a p rim era había
tenido lugar en el añ o 71 ó 72, a su regreso d e A sia. L a segunda debe
Situarse a finales del 89, cu an d o cayó enferm o (fecha en q u e E s ta d o le
dedica este poem a).
L a m isión había sido encom endada p o r D om iciano en 73 ó 74 a
R utilio G álico y a Sencio C eciliano com o iegati Augusii pro prattore ad
42 SILVAS

a e s p e ra r riq u e z a s ta n c u a n tio s a s : ¿ p a r a q u é e n a lte c e rla s c o n


m i c a n t o ? E l T r a s i m e n o , l o s A lp e s y lo s m u e r t o s d e C a n n a s
se re g o c ija n m , y el p r o p io R é g u lo m , s o m b r a s a tis f e c h a , e r a
e l p rim e ro e n re c la m a r a g rito s ta l tr ib u to s e ñ e ro . N o es
t i e m p o d e e x t e n d e r s e h a b l a n d o d e lo s e j é r c it o s d e l n o r t e , d e l
90 R i n r e b e l d e , d e lo s r u e g o s d e V é le d a c a u t i v a m n i d e la m á s
a lta g lo ria q u e h a p o c o h a s c o n q u is ta d o la c iu d a d te h a
s i d o c o n f i a d a m i e n t r a s s u c u m b í a n lo s d a c i o s ; c u a n d o e le g id o ,
G á li c o , h a s r e c i b i d o la s r i e n d a s d e m a n o s d e t a n a l t o r e c t o r
s in q u e se a s o m b r e F o r tu n a . T a l es e l h o m b r e , h ijo m ío , a
q u i e n , s i lo s m é r i t o s q u e a le g o s o n s u f ic i e n te s , v a m o s a
w a r r e b a t a r a l p o d e r d e l J ú p i t e r m a l i g n o In . E s l o q u e r u e g a y
h a m e r e c i d o e l p a d r e í n c l i t o d e l a u r b e l a t i n a ,w : n o e n v a n o ,
n i ñ o s , h a b é i s a l z a d o h a c e p o c o e n m i h o n o r v u e s tro s c a n t o s ,

census accipiendos, «sto es, com o propretore« delegados d e A ugusto (de


D om iciano en este caso) p a ra percibir ios tributos.
IH Esta victoria pacifica —y extraordinariam ente rentable— sobre Africa
es, a ju ic io del p o e ta , u n a réplica a las victorias bélicas d e A níbal en Italia
d u ra n te la segunda g u erra púnica.
1,5 T am bién la gesta y el sacrificio heroico de M arco AtiUo R égulo en
Ja prim era g u e rra púnica reclam aban u n a satisfacción com o ésta.
'* U n d iplom a hallad o en M aguncia atestig u a que en los años 77 y 76
estuvo R utilio al m an d o de un ejército en la baja G erm an ia y q u e en abril
del 78 habla som etido ai «R in rebelde*, esto es, a los brúcteros. Véleda,
profetisa del pueblo b rúctero, q u e h a b ía alen tad o la rebelión del baiavo
Civil c o n tra el dom inio ro m an o , fue divinizada en vida p o r b rú ctero s y
b atav o s (v. T a c ito , G erm ania V III, e H istorias IV 61 y 65 y V 22). L a
rebelión, d o m in ad a p o r C erial en el añ o 71, se renovó en el 77. R u tilio la
sofocó y llevó a R o m a com o prisionera a aquella m ujer singular.
191 S e tra ta d e su nom b ram ien to com o prefecto d e R o m a, es decir,
co m o representante en la U rbe del em perador, m ientras éste realizaba su
c a m p a ñ a c o n tra los dacios en el año 89.
m PlutÓn o D ito, rector de (as m o rad as infernales, herm ano de Jú p ite r
y de N eptuno.
m D om iciano.
L IB R O 1 43

revestidos con la púrpura patricia xo. A todas las hierbas que


guarda la caverna salutífera del biforme Quirón; a todo lo
que reserva para ti bajo su bóveda la troyana Pérgam o201 y
lo que la bendita Epidauro cría en sus arenas saludables; al too
remedio que ofrece Creta con su dictam no20*, que florece a
la som bra del Ida, y a la baba que destila la serpiente uniré
yo mis manos bienhechoras y todos los jugos que conocí en
los campos olorosos de los árabes y que extraje de las
hierbas mientras pastoreaba a orillas del AnfrisoWJ».
Así habló. Encuentran un cuerpo que yace ya inerte y un tos
alma en agonía; ambos se recogen sus vestiduras a la manera
de P eó n ” * y, llenos de buena voluntad, se aconsejan y
obedecen el uno al otro hasta romper con sus medicinas
diversas el morbo letífero y la nube amenazadora del sueño
funesto. Secunda él a los dioses y, más fuerte que todos sus no
males, se anticipa al remedio. No fue más pronta la curación
de Télefo por obra del héroe de Hemonia Mi ni la de la herida

w E n los juegos de) a ñ o 88, un co ro d e 27 niños y 27 niñas había


en to n a d o el Catmen Saecuiare (el c a n to secular), vistiendo los niños la to g a
p rete x ta ritu al, esto es, la to g a co n fra n ja pu rp ú rea.
C iudadela de T roya y, p o r sinécdoque, la ciudad entera. L a bóveda
hace referencia al tem p lo de E sculapio en T roya.
302 P la n ta m edicinal q u e fue u n o d e los ingredientes de que se valió
Venus p a ra c u ra r la herida d e Eneas (v. V i r g i l i o , Eneida X II 412).
R ío d e Tesalia, d o n d e A polo ap acen tó los rebaños de su am igo, el
i rey A dm eto.
' w Peón c$ el m édico de los dioses en los poem as hom éricos (v. itiada
j V 401 y 899; Odisea IV 232). E n cu a n to al m odo com o se aprestan a la
| curación, es u n a rem iniscencia de V ir g ilio , Eneida X II 400 y ss.
T élefo, hijo de H ércules, rey de M isia y a lia d o de su suegro P riam o,
, rey de T ro y a , com b atió c o n tra A quiles, rey d e los m irm idones (p u eb lo de
! Tesalia, cuyo antiguo nom bre fue H em onia). H erido p o r la la n ía de
| A quiles, fue c u rad o p o r esa m ism a lanza, de acuerdo co n un oráculo. Sin
em bargo, la lanza no se la aplicó el p ro p io A quiles (el héroe de H em onia),

L
44 SILVAS

c ru e l d e l te m e ro s o A tr id a , q u e c e rró g ra c ia s a l u n g ü e n to d e
M a c a ó n 204.
E n m e d io d e ta n ta s a s a m b le a s d e l p u e b lo y d e l s e n a d o ,
li s ¿ q u é l u g a r p u e d e h a b e r p a r a m i a n g u s t i a y p a r a m is d e s e o s ?
Y , s i n e m b a r g o , p o n g o p o r t e s t i g o s a la s i n a c c e s ib l e s lu m i-
n a r i a s y a ti , d e i d a d d e T i m b r a p a d r e d e lo s p o e t a s : ¿ c u á l
e r a m i i n q u i e t u d t o d o s lo s d í a s y c u á l t o d a s la s n o c h e s ,
m i e n t r a s , f ijo a s u p u e r t a s in d e s m a y o , c o n e l o í d o a t e n t o ,
120 a t e n t o c o n lo s o j o s , a d i v i n a b a t o d a s l a s s e ñ a le s ? T a l u n
m o d e s t o e s q u if e a r e m o l q u e d e n a v e p o d e r o s a , p o r p e q u e ñ o
q u e s e a , s u fre s u p a r te e n la in ju r ia d e l m a r e m b ra v e c id o
c u a n d o e l t u r b ó n a r r e c i a y v i r a a lo s e m b a t e s d e l m i s m o
A u s tro .
A h o r a , h e r m a n a s 201, h il a d , h i l a d , a le g r e s , v u e s tr o s b la n c o s
h ilo s . Q u e n a d i e c u e n t e e l la p s o d e l t i e m p o t r a n s c u r r i d o : e s te
125 d í a v a a s e r e l d e s u n a c i m i e n t o . T ú e r e s d i g n o d e s o b r e p a s a r
l a e d a d d e lo s t r o y a n o s y lo s a ñ o s d e l p o l v o d e E u b e a y

sino q u e se la facilitó el astu to Ulises p a ra atraérselo a l b a n d o griego y


c o n ta r entre los sa y o s s un descendiente d e H ércules, condición q u e, según
o tro oráculo, y a im prescindible p a ra la co n q u ista de T roya.
** A gam enón y M enelao son denom inados los A trid as, es decir, los
descendientes de A treo, rey de M icenas. A qui se tra ta d e M enelao, q u e
sufrió u n a herida en el c a n to IV de la ¡liada y fue c u rad o p o r M acaó n , hijo
d e E sculapio, héroe y m édico de las huestes griegas.
m C iudad de la T ró a d e , do n d e se alzab a un tem plo de A polo. P o r
ta n to , es éste el dios a quien E stacio invoca.
** in v o cació n a las Parcas, q u e h a n estado a p u n to de c o rta r el hilo de
la vida de Rutilio.
m E sto es, la d e T ito n o y la de P ríam o , casos de n o to ria longevidad.
ll* Según u n a d e las versiones sobre el origen d e C um as, esta ciudad fue
fu n d a d a p o r gentes d e Eubea. L a tradición c o m ú n confiere a la Sibila de
C um as u n a edad e x trao rd in ariam en te av an zad a, q u e se p ro longó h a sta que
sólo qu ed ó de ella la voz, co n el c u erp o reducido a polvo (cf. supra, n. 94,
t ¡n/ra, l. V, n. 163).
LIBRO 1 45

l a l o n g e v i d a d q u e a l c a n z ó N é s t o r . A h o r a , p o b r e d e m i, ¿ c o n
q u é in c i e n s o p o d r é h a c e r u n s a c r i f i c i o d i g n o d e ti? Y a u n q u e
M e v a n i a 211 v a c i a r a s u s v a lle s , a u n q u e lo s p a s t i z a l e s d e l C li-
t u m n o 212 m e b r i n d a r a n s u s t o r o s d e n ie v e , y o n o p o d r í a
o f r e c e r t e l a i n m o l a c i ó n q u e m e r e c e s ; p e r o ¡ c u á n t a s v e c e s , 130
m á s q u e e s to s s a c r if ic io s , h a s i d o g r a t a a lo s d io s e s l a o f r e n d a
d e u n a to r t a c o n u n p o c o d e sa l s o b re el a lta r d e u n te rr ó n
h e rb o so !

LOS BAÑOS D E CLAUDIO E T R U S C O 20

Hoy mi lira no implora con plectro solemne la inspiración


divina del Helicón214, y no invoco a las Musas, diosas a
quienes tantas veces he cansado; también a tí, Febo, te
libero, y a ti, Buhan*15, te dejo libre con tus coros; y tú,
deidad alada de Tegea21*, ten callada la concha de la bestia

211 C iudad d e U m bría, fam osa p o r la c ría de reses co n ios cuernos


blancos, q u e era n los m ás buscados p a ra los sacrificios rituales.
212 R io de la U m b ría, en cuya vega se c ria b an to ro s blancos, preferidos
oom o víctim as.
111 C f. supra, n. 8. El em plazam iento d e estos baños suntuosos nos es
desconocido, pero si recibían el cau d al del A nio, del A q u a Virgo y del
A q u a M arcia (versos 25 y ss.), tenían que estar situados en el C am po de
M arte, do n d e m uchos personajes ricos levantaron lujosas construcciones.
1,4 Cf. su p ra , n. 49.
m Cf. supra, n. 53.
Cf. supra. n. 175.
46 SILVAS

s o n o r a 217: s o n o t r a s c o m p a ñ í a s la s q u e p i d e n m is c a n t o s .
5 B a s t a c o n i n v o c a r a la s N á y a d e s , r e i n a s d e la s a g u a s , y a l re y
d e l f u e g o c e n t e l l e a n t e , t o d a v í a c a n s a d o y e n r o j e c i d o d e g o l­
p e a r e l y u n q u e s i c i l i a n o 218. P o r a l g ú n t i e m p o , T e b a s , d e p ó n
t u s a r m a s f r a t r i c i d a s 3’9, q u e q u i e r o d i v e r t i r m e p a r a h o n r a r a
u n q u e r i d o c o m p a ñ e r o . E s c á n d a m e , m u c h a c h o ” 0, c o p a t r a s
10 c o p a y n o t e m o l e s t e s e n c o n t a r l a s : i n f l a m a a s í m i l i r a v a ­
c i l a n t e ; a l é ja t e , T r a b a j o , a l é ja t e , I n q u i e t u d , m i e n t r a s c a n t o a
e s to s b a ñ o s r e s p la n d e c ie n te s d e m á r m o le s p u r ís im o s ; m i e n tr a s
m i C U o, d e s p o ja d a d e su f ro n d a p u d o ro s a , d e s c a ra d a c o n
s u s c in ta s y s u s h o ja s d e h ie d ra , se to r n a ju g u e to n a en
h o m e n a j e a E t r u s c o ” 1.
V e n id , o h d i o s a s g l a u c a s , m o s t r a d m e v u e s t r o s r o s t r o s
15 t r a n s p a r e n t e s , o r n a d v u e s t r o s c a b e l l o s c r i s t a l i n o s c o n t i e r n o s
r a c i m o s d e h i e d r a ; v e n i d s in v e s te a l g u n a , c u a l e m e r g é is d e
la s p r o f u n d a s f u e n t e s y c o n v u e s t r a p r e s e n c i a a t o r m e n t á i s a
lo s a m a n t e s S á t i r o s . N o p r e t e n d o a t r a e r o s a v o s o t r a s , la s
2o q u e c o n v u e s t r a c u l p a e n t u r b i a s t e i s e l b r i l l o d e - l a s a g u a s :
le jo s d e a q u í S a l m á c i d e *22 c o n s u f u e n t e e n g a ñ o s a ; le jo s la s

2I> Rsto es, el cap arazó n d e la to rtu g a , q u e servia d e c a ja d e resonancia


a la c h a ra y el salterio.
2>* V u k a n o , dios del fuego, h a b ita b a b a jo el E tn a , d o n d e forjaba los
rayos de Jú p ite r, su padre.
114 El poeta in terru m p e su com posición de la T e b a id a p a ra c a n ta r a los
b a ñ o s de su am igo C laudio E trusco.
m El poeta se dirige al co p ero , un esclavo jovencíto, com o debían ser
los escanciadores. N o olvidem os (v. d ed icato ria, n. 9) q u e este poem a fue
co m p u esto en la m ansión d e C laudio d u ran te el ra to de esparcim iento que
m edió entre el b a ñ o y la cena. Estacio pide vino a b u n d a n te p a ra encender
su inspiración festiva.
221 L a severa M usa de la h istoria q u e, ceñida con el laurel de A polo, le
inspira su T eb aid a, p o r ob ra del vino tru eca sus atrib u to s por los d e Baco
p a ra inspirarle este c a n to festivo.
Dí N om bre d e u n a fuente próxim a a H alicam aso, cuyas aguas d e b ilita '
LIBRO I 47

lin fa s » s e c a s p o r e l l l a n t o , d e l a b i j a d e C e b r e n e a b a n d o ­
n a d a 225; a t r á s l a q u e r a p t ó a l a l u m n o d e H é r c u l e s 2i*. V e n id
v o s o t r a s , la s n i n f a s q u e p o b l á i s e l L a c io y la s s ie te c o l i n a s ,
la s q u e a l T í b e r n u t r í s c o n c a u d a l n u e v o , y a la s q u e r e g o c i '
j a n la s c a s c a d a s d e l A n i o y e l A g u a V ir g e n , q u e a c o g e r á a lo s
n a d a d o r e s 125, y e l A g u a M a r c i a , q u e n o s t r a e l a f r e s c u r a d e 25
la s n ie v e s m a r s a s 22*, c u y o c a u d a l e r r a n t e s e a c r e c i e n t a e n u n
a l t o r e c i n t o y c i r c u l a , s o s t e n i d o s o b r e i n n ú m e r o s a r c o s “ 7:
v u e s t r a e s l a o b r a q u e m e p r o p o n g o c a n t a r y v u e s t r a la
m o r a d a c u y a s p u e r t a s a b r o c o n m is v e r s o s f e s tiv o s . N u n c a
h a b i t a s t e i s e n o t r a s m a n s i o n e s t a n s u n t u o s a s . C i t e r e a 221 e n 30
p e r s o n a h a g u i a d o l a s m a n o s d e s u e s p o s o y le h a e n s e ñ a d o

ban, y d e la ninfa q u e m o rab a en ella. A rdientem ente en a m o rad a de


H e rm a fro d ito , un ió su c u e rp o a l d e él, q u e desde e n to n ces p a rticip ó d e tos
atrib u to s m asculinos y fem eninos (v. O v i d i o , M eta m o rfo sis IV 285 y ss.).
a i E none, hija del río C ebrene, en la T ró ad e. y ninfa del m onte Ida, fue
la esposa de Paris, cu an d o éste p asto reab a los rebaños d e P rfam o , su padre,
en el m onte Ida. P aris la a b a n d o n ó p a ra desposarse con H elena. C u an d o el
tro y a n o fue herido p o r Fíloctetes, acudió a Rnone en d em an d a de los
rem edios que sólo ella conocía, pero la ninfa se negó a proporcionárselos;
¿1 m u rió y ella se d io m uerte (v. O v i d i o , H eroidas 5).
“ H ilas, am igo y protegido de H ércules, fue a rra stra d o al fo n d o de las
aguas p o r las ninfas, enam oradas d e su belleza (v. V ir g ilio , Bucólicas VI
4 ) y ss.). C f. supro, n. 101.
223 E l acueducto llam ado A gua Virgen su rtía especialm ente a las in sta­
laciones de baños (v. O v id io , Tristes III 12, 21 y ss.; P u n ió , H istoria
S a tu ra ! X X X I 42).
** C f. supra, n. 144.
3X7 El «alto recinto» es la construcción q u e servía de colector a los
caudales d e diversas procedencias a fin d e encauzar sobre un solo acueducto
las aguas reunidas.
*** Venus, asi llam ada p o r el culto que se le rendía en C itera, isla del
m ar Egeo. Según el p o e ta , es ella m ism a, la dio sa de la belleza, la q u e ha
guiado a V ulcano, su esposo, en la realización de aquella o b ra de a rte y en
la construcción d e los hornos.
48 SILVAS

s u o f ic i o ; y p a r a e v i t a r q u e s e q u e m a r a n io s h o r n o s c o n u n a
l l a m a o r d i n a r i a , h a e n c e n d i d o e l la la s a n t o r c h a s d e lo s a l a d o s
A m o re s . A q u í n o h a te n id o c a b id a el m á rm o l d e T a s o s n i el
d e C a r i s t o , q u e i m i t a e l o l e a j e 229; e l ó n i c e la n g u i d e c e e n l a
3] l e j a n í a y l a s e r p e n t i n a s e l a m e n t a d e h a b e r s i d o e x c l u i d a :
s ó l o b r i l l a n lo s m á r m o l e s c o r t a d o s e n la s r u b i a s c a n t e r a s d e
lo s n ú m i d a s ; s ó l o l o s q u e e n (a g r u t a p r o f u n d a d e l a f r ig i a
S í n a d a 2* s a l p i c ó e l p r o p i o A t i s c o n m a n c h a s r e l u c i e n t e s
d e s u s a n g r e y la s p i e d r a s n iv e a s q u e e n g a l a n a l a p ú r p u r a d e
40 T i r o y d e S i d ó n . A p e n a s h a y l u g a r p a r a e l m á r m o l d e l
E u r o t a s “ 1, q u e e n p r o l o n g a d o z ó c a lo o r n a m e n t a e l d e S í n a d a
c o n s u v e r d o s o tr a z o . N o s o n lo s p ó r tic o s m e n o s s u n tu o s o s ,
f u lg e n la s b ó v e d a s , b r i l l a n la s t e c h u m b r e s c o n s u s m o s a i c o s
v it r e o s q u e r e p r o d u c e n f o r m a s a n i m a d a s . E l f u e g o m i s m o ” 2,
a tó n ito a l a b a r c a r e n to r n o p o m p a ta n o p u le n ta , a te m p e ra
s u i m p e r i o . P o r d o q u i e r e s p l e n o d í a c u a n d o e) s o l a t r a v i e s a
4 $ l a t e c h u m b r e c o n t o d o s s u s d e s te l lo s y , a p e s a r d e s u f u e g o ,
o t r o f u e g o le a b r a s a . A q u í n a d a e s p le b e y o : e n p a r t e a l g u n a
s e e c h a n d e v e r lo s c o b r e s q u e T é m e s e 2“ p r o d u c e ; e s p l a t a lo
q u e e n c a u z a la s a g u a s a b u n d a n t e s y s o b r e p l a t a c a e n y se
a s o m a n a u n b o r d e re fu lg e n te y e n e l a s o m b r o d e su p r o p io
$o g o c e s e n i e g a n a a l e ja r s e . Y f u e r a , s in e m b a r g o , l a c o r r i e n t e

** Los m árm oles d e T asos y d e C aristo era n d e uso m uy c o m e n te y de


po co precio.
** C iu d ad de F rigia, célebre p o r el esplendor de sus m árm oles. E n una
g ru ta p ró x im a es d o n d e la leyenda sitú a la m utilación d e A tis, un p a sto r
am ado de Cibele que se convirtió en sacerdote de la dio sa y q u e, en su
entusiasm o religioso, se c astró (v. C a t u l o , 63, y O v id io , F o jio s V 227).
1,1 E n el valle del río E u ro tas (L aconia) se e x tra ía n m árm oles de veta
verde.
}5} El fuego de los h o rn o s su b terrán eo s (hifcocausto) q u e servían p a ra
calen tar las aguas.
,M Cf. supra, n. 32.
LIBRO i 49

a z u l a d a q u e f u lg e v iv a e n t r e m á r g e n e s b l a n c a s c o m o la
n ie v e , y e s t r a n s p a r e n t e t o d a d e l o h o n d o a l o s o m e r o , ¿ a
q u ié n n o in v ita r ía a s u m irs e e n s u s a g u a s , lib r e d e l e m b a r a z o
d e l v e s tid o ? E s e n e s ta s h o n d u r a s e n d o n d e C ite r e a h a b r ía
p r e f e r i d o n a c e r íí4; a q u í , N a r c i s o 2M, t e h a b r í a s c o n t e m p l a d o
c o n m a y o r t r a n s p a r e n c i a ; a q u í h a b r í a q u e r i d o s u m e r g i r s e , 55
a u n a r ie s g o d e v e r s e s o r p r e n d i d a , l a c é l e r e H é c a t e íM. ¿ P a r a
q u é m e n c i o n a r la s m a d e r a s q u e , d e s t i n a d a s a o í r e l r e b o t a r
d e la s p e l o t a s , r e c u b r e n lo s s u e l o s e n la s e s t a n c i a s d o n d e
f l o t a u n a s u a v e t i b ie z a , e n v u e l t a e n e l t e n u e v a p o r d e l h i p o -
c a u s t o ? N i r e c i é n l l e g a d o d e l o s b a ñ o s d e B a y a s 1” — s i s e m e 60
p e r m i t e e! p a r a n g ó n e n t r e lo m o d e s t o y lo g r a n d i o s o —
d e s d e ñ a r ía n a d ie t a n t a m a g n iftc e n c ia , n i n a d ie r e h u s a r ía
s u d a r a q u í d e n u e v o 1,1 a u n d e s p u é s d e b a ñ a r s e e n la s t e r m a s

Cf. supra, n. 228; V enus nació d e la esp u m a del m ar.


235 H ijo de C efiso (río de B eo d a) y d e la n in fa Liríope. La ninfa Eco se
p ren d ó d e su belleza, pero ¿1 no cedió' a sus requerim ientos. Néraesis, dio sa
de la venganza, le im puso su castigo: u n d ía en que se inclinó p a ra beber en
u n a fuente cristalina, al ver reflejada su im agen q u e d ó en am o rad o d e su
p ro p ia belleza y se dejó m o rir de a m o r. A un en los infiernos, siguió
co n tem p lan d o su reflejo en la laguna Estigta; sobre la tierra, sus cenizas
fueron m etam orfoseadas en narciso (v. O v i d i o , M eta m o rfo sis 111339 y ss.).
m D ivinidad co n fu n d id a c o n D iana. El cazad o r A cteón la so rprendió
bañándose entre la$ ninfas y la c a sta d io sa lo m etam orfoseó en un ciervo,
q u e fue d e v o ra d o p o r sus propios perros (v. O v i d i o , M etam orfosis III 138
y«.).
m P u e rto de C am p an ia, pró x im o a C um as, rico en aguas term ales,
residencia fav o rita d e los rom anos ricos y de los em peradores, q u e c o n stru ­
yeron allí villas su n tu o sas con fastuosos baños. S o n célebres los de N erón,
y sin d u d a tam bién D om iciano tuvo allí u n a villa con baños, com o lo indica
el inciso siguiente, que es u n a rem iniscencia virgiliana (v. Geórgicas IV
176), recogida asim ism o p o r O v i d i o en Tristes 1 3, 25.
*** S e entiende, s u d a r en los b a ñ o s d e v a p o r (com o en los llam ados
«baños turcos» y « a ú n a s» ) que existían en la villa d e C laudio E trusco.
50 SILVAS

de Nerón. Adelante, joven de ingenio luminoso y brillantes


iniciativas. Que tus obras envejezcan contigo y pueda pronto
65 renacer más radiante tu fortuna

6
L A S C A LEN D A S DE D IC IEM BR E 240

Marchad de vacaciones, padre Febo y recatada Palas y


vosotras, las Musas, que ya os invocaremos de nuevo en las
calendas de J a n o 341. Vengan a mí Saturno, libre de sus
5 grilletesl4í, y Diciembre, cargado de abundante bebida, y el
hilarante Juego y las Bromas audaces para que cante el día

1H Estos buenos deseos q u e cierran el poem a hacen discreta referencia


ai regreso del destierro del p ad re de C laudio E lrusco (v. III 3, 154, y
M a r c ia l , VI 83).
144 Los com entaristas e h istoriadores no coinciden a l fijar el afto en que
se sitúa este p rim ero d e diciem bre: pudo ser el 83. quizá y p a ra o íro s fue el
93, co n m otivo d e la celebración, p o r parte d e D om iciano. de i u expedición
c o n tra los suevos y los sárm atas. Lo único cierto es q u e los espectáculos
correspondientes a e sta fiesta ofrecida p o r D o m iciano tuvieron lugar en el
A n fiteatro Flavio.
Esto es, en enero, después de las S atu rn ales que se celebraban en
diciem bre, fiestas licenciosas en h o n o r d e S a tu rn o , d u ra n te las cuales se
olvidaba la severidad de to d as las norm as habituales.
243 L ibre de las ligaduras de lana q u e cu b rían el pedestal d e su estatua
d u ra n te el resto del añ o y que sim bolizaban la sum isión a que le redujo
J ú p ite r (v. C ic e rO n , Sobre la naturaleza de los dioses I I 64). E n las fiestas
S a tu rn a les se con m em o rab a e) tiem po en q u e S a tu rn o , d e stro n a d o p o r
Jú p ite r, se refugió en el L acio, do n d e hizo rein a r u n a feliz edad de o ro (v.
M a c r o b i o , Saturnales I 8 ).
LIBRO I 51

a f o r tu n a d o y la e m b ria g a d a n o c h e q u e , m a g n á n im o , C é s a r
n o s o fre c e .
A p e n a s a p u n ta b a la A u r o r a su n u e v o d e s p e rta r, c u a n d o
y a l l o v í a n d e l a c u e r d a 20 la s g o l o s i n a s . S e a lz ó e l E u r o 2" jo

p a r a r e p a r tir a q u e l ro c ío : to d o s lo s f r u to s s e le c to s q u e c a e n
d e lo s f e c u n d o s n o g a le s d e l P o n t o y d e la s c im a s d e I d u m e a Ui,
lo s q u e h a c e b r o t a r e n s u s r a m a s l a p i a d o s a D a m a s c o y lo s
q u e m a d u r a l a c á l i d a C a u n o 247, s e d e r r a m a b a n c o m o u n a ts
o f r e n d a d e c o p io s a c o s e c h a . Y c a ía n b o llo s tie rn o s y p a s ta s
y g a l l e t a s d e A m e n a 241, c o n s u m a s a p o c o c o c i d a , y p a s te l e s
d e v i n o y d á t i l e s r e d o n d o s d e in v i s i b le s p a l m e r a s . N u n c a la s
H í a d e s b o r r a s c o s a s n i la s P l é y a d e s d e s b o r d a d a s 2ti h a n c u - 20
b ie r t o la t i e r r a c o n llu v ia s t a n c o p i o s a s c o m o a q u e l la t o r m e n t a
q u e c o n s u b o n a n c i b l e g r a n i z a d a c a y ó s o b r e l a p le b e c o n g r e ­
g a d a e n la s g r a d a s la tin a s ua. Q u e J ú p i t e r e s p a r z a s u s n u b la d o s
p o r t o d o e l o r b e y q u e a m e n a c e c o n s u s t e m p o r a l e s lo s 2$
c a m p o s d i l t a d o s , c o n t a l q u e n u e s t r o J ú p i t e r 2” a n o s o t r o s
n o s t r a i g a t a l e s llu v ia s .

241 S e (ra ta de u n a cuerda en que e sta b a n sujetos obsequios variados


que se desprendían y c a la n p a ra q u e e] pueblo los recogiera (v. M a r c i a l ,
V IH 7 8 , ? ).
144 V iento d e levante.
R egión d e P a lestin a cuyos dátiles era n m uy ap reciados ( v . V i r g i l i o ,
G e ó rg ic a s III 12).
244 P iad o sa, com o centro de diversas religiones. Sus fn ito s m ás fam osos
eran las ciruelas.
* T C iu d ad d e C a ria , e n A sia M enor, cuyos higos e ra n tan fam osos y
[•preciados, q u e el térm in o c á u n e o se co n v irtió en sin ó n im o d e h igo .
M C iudad de U m bría, actual Am elia,
** H lades y Pléyades, ninfas convertidas en constelaciones, después de
iu m etam orfosis an u ncian co n su ap arició n la llegada d e la estación to r­
m entosa y lluviosa.
** Los graderíos del a n fiteatro F lavio (cf. supra, n, 240).
151 E sto es, D om iciano.
52 SILVAS

M a s, d e p ro n to , o tr a m u c h e d u m b re , n o m e n o s n u trid a
q u e l a d e l o s c ú n e o s , s e i n f i l t r a e n t r e t o d a s la s g r a d a s : d e
30 b e l l a a p a r i e n c i a y a t u e n d o s h e r m o s o s , t r a e n é s t o s c e s ti ll o s
c o n p a n e s y b la n c o s m a n te le s y ric o s m a n ja r e s ; a q u é llo s
e s c a n c ia n s in lím ite v in o s g e n e ro s o s : p o d r ía c re e rs e q u e s o n
o t r o s t a n t o s c o p e r o s d e l I d a MJ. P o r ig u a l a l i m e n t a s a lo s m á s
35 d i s t i n g u i d o s y g r a v e s d e l a n f i t e a t r o 2” y a la s m u l t i t u d e s
to g a d a s y a u n q u e , g e n e ro s a , b r in d a s el s u s te n to a ta l
m u c h e d u m b r e d e g e n t e s , ig n o r a s , A n o n a W5, e n e s t a j o r n a d a ,
t u m u n i f ic e n c ia . V e n a h o r a , A n t i g ü e d a d : c o m p a r a lo s s ig lo s
«o d e l p r í s t i n o J ú p i t e r 3)6 y s u e d a d d e o r o : e n a q u e l l a é p o c a n o
f l u í a e l v in o l i b r e d e e s t a s u e r t e n i s e p r o l o n g a b a l a s ie g a
h a s t a e l f i n d e l a n o . E n l a m i s m a m e s a c o m e n t o d a s la s
c la s e s : n i ñ o s , m u j e r e s , p le b e , c a b a l l e r o s , s e n a d o r e s : la l i b e r -
45 t a d h a r e l a j a d o lo s m i r a m i e n t o s . E s m á s : t ú m i s m o w — ¿cuál
d e lo s d io s e s p o d r ía d e ja r s e in v ita r n i a c e p ta r ta l c o m p r o ­
m i s o ? — h a s a c u d i d o c o n n o s o t r o s a p a r t i c i p a r e n e l f e s tín :
y a q u ie n q u ie r a q u e s e a , p o b r e u o p u le n to , p u e d e g lo ria rs e
d e s e r c o m e n s a l d e s u p r ín c i p e .
50 E n t r e a q u e l l o s c l a m o r e s y a q u e l l u j o i n a u d i t o , s e d il u y e ,
l i g e r o , e l g o c e d e lo s j u e g o s : ¡ a h í e s t á e l s e x o d é b i l, q u e
d e s c o n o c e e l h i e r r o ! ¡ C o n q u é d e n u e d o a r r o s t r a lo s v ir ile s

Es decir, otros la u to s G anim edcs.


E sto es, a los senadores y a los caballeros que ocupaban la parte
a n te rio r d e ]& cávea.
D om icíano h a b ía im puesto el u so de la lo g a a todos los asistentes a
tos « p e c lá c u lo s.
251 El g ran ero público (annona, aquí personificado) puede desentenderse
de los gastos d e este d ía, bien p o r la ab u n d an cia de sus recursos, bien p o r­
q u e aquel derroche se realizara a co sta del fisco p riv ad o d e D om tciano y no
del erario público.
Es decir, de S a tu rn o (cf. supra, n. 242).
w D om icíano.
I.IBKO I 53

c o m b a te s ! S e d ir ía q u e a o r illa s d e l T a n a i s “ * y el F a s is w
e n c r e s p a d o s e a p r e s t a r a n la s h u e s t e s e c u e s t r e s d e l T e r m o - 55
d o n t e IM. E n t r a lu e g o u n a g u e r r i d o b a t a l l ó n d e e n a n o s , a
q u ie n e s s u c o m p le x ió n b re v e , q u e p r o n to se a c a b a , e n z a rz a
a l m o m e n to e n u n a m a s ijo n u d o s o . S e h ie re n y tr a b a n su s
d i e s t r a s y , ¡ c o n q u é f ie r e z a ! , s e a m e n a z a n d e m u e r t e . R í e e l 60
p a d r e M a r t e y e l V a l o r c r u e n t o ; y la s g r u l l a s , q u e c a e r á n
p ro n to p a r a s e rv ir d e p re s a s fu g itiv a s , se a s o m b r a n a n te
e s t o s p ú g il e s m á s b r a v o s q u e e lla s .
C u a n d o y a s e a c e r c a n la s s o m b r a s n o c t u r n a s , ¡ q u é t u - 6$
m u l t o s p r o m u e v e o t r o r ie g o c o p i o s o ! A l a s a z ó n a c c e d e n
'm u c h a c h a s q u e s e v e n d e n f á c i lm e n te . A llí s e r e c o n o c e t o d o
lo q u e e n lo s t e a t r o s c o m p l a c e p o r s u b e l l e z a o s e a d m i r a p o r
s u a r t e . A q u í u n g r u p o d e li d ia s a m p u l o s a s b a t e a c o m p á s
la s p a l m a s ; a l l á s u e n a n lo s c í m b a l o s d e l a c a n o r a C á d i z y 70
m á s a l l á l o s c o r o s d e lo s s ir io s ; y u n a t u r b a d e c ó m i c o s
h u m ild e s y d e v e n d e d o re s q u e c a m b ia n a z u fre c o r r ie n te p o r
c a c h a r r o s v i e j o s íM.

2)1 E) rio d e n o m in ad o actualm ente D on.


1 M R ío de la C ólquide.
,w Rio de C ap ad o cia, en cuyas cercanías m o ra b a n las A m azonas.
1 *■ Cf. infra, vv. 75 y ss.
** Este pasaje $c presta a diversas interpretaciones: p a ra unos com en­
tarista s, el se g u n d o «riego copioso» se refiere a u n a ro ciad a de perfum es;
para o tro s, es u n a segunda lluvia de m anjares. E ntre estos últim os, hay
quienes piensan q u e , term in a d a la p rim e ra sesión, h a cam b iad o el público
y h a e n tra d o , p a ra asistir a la representación n o c tu rn a , u n a m asa de gentes
de m enor categoría, q u e recibe tam bién su g ran izad a de viandas. N o faltan,
por últim o , quienes in terp retan que al atardecer en tra n en la arena y se
m ezclan tam bién en las g rad a s estos nuevos actores d e Índole diversa y, con
tilo s, proveedores d e cerillas p a ra alum brarse («azufre corriente») que
recogen a cam bio frascos y tarro s usados p a ra venderlos después (v.
M a r c i a l , I 41, 3 y ss.; X 3, i y ss.).
54 s h .v a s

E n t r e t a n t o , c a e n d e lo a l t o , e n m e d i o d e u n r e p e n t i n o
?5 r e v o l o t e o , b a n d a d a s i n n ú m e r a s d e la s a v e s q u e e l s a g r a d o
N i l o y e l F a s i s f u r i o s o y la s n ú m i d a s t i e r r a s a c o g e n b a j o el
s o p l o d e l h ú m e d o A u s t r o “ *. N o h a y g e n t e b a s t a n t e p a r a
a t r a p a r t a n t a s : e s t á n y a s a c i a d a s la s t o g a s r e p l e t a s m í e n -
so t r a s s e p r e p a r a n n u e v o s a g u i n a l d o s . T o d o s a l z a n a l c i e lo s u s
v o c e s s in n ú m e r o p a r a g l o r i a d e la s S a t u r n a l e s q u e e l p r ín c i p e
o f r e c e , y le a c l a m a n p o r d u e ñ o y p o r a m o c o n a d h e s i ó n
c á l i d a , a u n q u e e s t o e s lo ú n i c o q u e h a v e t a d o e l C é s a r
85 A p e n a s la n o c h e s o m b r í a i n v a d í a e l a n i l l o : r a d i a n t e ,
d e s c ie n d e e n tr e s o m b r a s e s p e s a s e n m e d io d e l c írc u lo o tr o
a n illo d e lla m a s q u e o f u s c a e l f u lg o r d e la á u r e a c o r o n a d e
C n o s o s * * . S e a l u m b r a d e f u e g o s e l c i e lo y n o a d m i t e li-
9o c e n c ia n i n g u n a d e l a n o c h e o s c u r a . S e a l e ja e l i n e r t e R e p o s o ,
y e l S u e ñ o in a c tiv o , a la v is ta d e ta l lu m in a r ia , h u y e a o tr a s
c iu d a d e s . ¿Quién p o d r í a c a n t a r e s p e c t á c u lo s ta le s , d iv e r s io n e s
c o m o é s ta s s in f r e n o , q u ié n a q u e l b a n q u e te , q u ié n s u s g ra -
95 t u i t o s m a n j a r e s y s u s r í o s d e L i e o M7 a b u n d a n t e ? Ya d esfa-

Es decir, aves m igratorias (v. II 4, 27; Tebaida V II y X li 515;


P u n i ó , H is t o r ia N a t u r a l X 58).
264 Juego d ¿ p alabras: están y a saciados los ciu d ad an o s (los logados) y
repletos los senos, e sto es, los repliegues q u e fo rm ab an las to g as so b re el
pecho y q u e servia» de bolsa.
** N o parece cierto que D om iciano reh u sara el titu lo de «dueño y
señor» (dom inus): S u e t o n io (D om iciano X III 2 ) nos dice que d ic tó u n a
c a rta d enom inándose a si m ism o d o m in u s e t deus, tra tam ie n to s q u e se
to rn a ro n habituales en los docum entos oficiales. M arcial le trib u ta los
m ism os títulos en num erosos pasajes, y el de d o m in u s aparece en dos
inscripciones (C IL . V I, 2 3 4 5 4 y X , 4 4 4).
** Se tra ta de u n a lám p a ra de enorm es dim ensiones en fo rm a d e anillo,
pendiente d e u n m ástil cen tral. E n c u a n to a la c o ro n a de C nosos (v. V I),
es la diadem a de o ro q u e Baco ofren d ó a A riad n a com o obsequio nupcial
(cf. supro, n. B2).
w N om bre d e B aco, utilizado com o personificación del vino.
LIBRO I 55

H e z c o , y a , y p o r t u l a r g u e z a d e B a c o 544 m e d e j o a r r a s t r a r ,
e b rio , a u n ta r d ío s o p o r.
¡ P o r c u á n t o s a ñ o s p e r d u r a r á l a m e m o r i a d e e s te d í a t S u
c a r á c t e r s a g r a d o n o q u e d a r á o b s o l e t o p o r io s s ig lo s , m i e n tr a s
s u b s i s t a n l o s m o n t e s d e l L a c i o y e l p a d r e T í b e r , m i e n t r a s tu
R o m a p e rm a n e z c a e n h ie s ta y a ltiv o el C a p ito lio q u e al o rb e
¡ r e s t i t u y e s * •.

t--------
M N ueva m etonim ia p a ra desig n ar el vino.
M Esta restitución hace referencia a )a reconstrucción p o r D om iciano
de! cu a rto tem plo del C apitolio, incendiado en el añ o 80 d. C. y consagrado
a la tría d a capitolina: Jú p ite r, J u n o y M inerva.
LIBRO II

DEDICATORIA

E s t a c i o s a l u d a a s u a m i g o M c l i o r 1.
N o e s s ó lo n u e s tr a ín tim a a m is ta d — m o tiv o d e a le g ría
p a r a m í, M e l i o r , h o m b r e e x c e l e n t e y e x q u i s i t o , n o m e n o s e n
e l g u s t o l i t e r a r i o q u e e n la s d e m á s b e l le z a s q u e l a v i d a
O frece t a m b i é n l a p r o p i a í n d o l e d e la s o b r i t a s q u e te
o fre z c o se h a c o n c e b id o d e ta l s u e r te q u e e s te lib r o m ío , a u n
li n d e d ic a to r ia , e s ta r ía d e d ic a d o a ti p o r e n te r o . E n e fe c to , s
t r a t a e n p r i m e r l u g a r d e n u e s t r o b u e n G l a u c i a s J, c u y a in f a n c ia
d e lic io s a , y c u a l l a s u e r t e s u e le d e p a r á r s e l a a lo s d e s d i c h a d o s 1
— y o d is f r u ta b a e n tu c a s a c u a n d o o s a b r a z a b a is — , te h a
li d o y a a r r e b a t a d a . T r a s la h e r id a re c ie n te d e s u p é r d id a , m e
a p re s u ré a e s c rib ir, c o m o y a s a b e s , u n f ú n e b r e p o e m a , c o n

1 A tedio M elior sólo nos es conocido p o r E stacio y p o r M a r c i a l , I I 69,


7; IV 54, 8; VI 28; VI 29; V III 38.
> V éase II I.
* E sto es, llena de dones, pero efím era.
58 SILVAS

ta l p re s te z a , q u e h u b e d e r e c u r r ir a tu s s e n tim ie n to s p a r a
10 p e d i r t e d i s c u l p a s p o r m i p r e m u r a . A h o r a n o l a a l e g o a n t e ti ,
q u e y a la c o n o c e s , p e r o sí la a d u z c o a n te lo s d e m á s , e n
p r e v is i ó n d e q u e a l g u n o c r i t i q u e c o n d e m a s i a d o r i g o r u n
p o e m a c o m p u e s t o e n m e d i o d e l a a f li c c i ó n y d e d i c a d o a u n
h o m b r e d o l i e n t e , p o r m u y v a n o s q u e s u e l a n s e r lo s c o n s u e l o s
ta rd ío s .
L a v il la e n S o r r e n t o d e m i q u e r i d o P o l i o 4, q u e v ie n e a
c o n tin u a c ió n , s iq u ie ra e n h o n o r d e la e lo c u e n c ia d e s u d u e ñ o ,
d e b ie ra h a b e r s id o c a n ta d a c o n m á s e s m e ro , p e ro m i b u e n
15 a m ig o m e h a p e r d o n a d o . B ie n s a b e s , M e li o r , q u e m is p o e m a s
l i g e r o s a t u á r b o l * y a t u p a p a g a y o * lo s h e e s c r i t o a m o d o d e
e p i g r a m a s . L a m i s m a lig e r e z a d e p l u m a e x i g ía e l le ó n a m a e s ­
t r a d o q u e se p r o s t e r n ó e n e l a n f i t e a t r o 7: si n o h u b i e r a o f r e c id o
c o n p re s te z a e se p o e m a a n u e s tr o s a c ra tís im o E m p e ra d o r,
2o h a b r í a r e s u l t a d o f r i ó . L a c o n s o l a c i ó n q u e t a m b i é n h e e s c r i t o
p a r a n u e s t r o a m i g o U r s o * — e s e j o v e n i n t a c h a b l e y ll e n o d e
s a b e r, n o o b s ta n te s u v id a re g a la d a — , p o r h a b e r p e rd id o a
s u p e q u e ñ o e s c la v o , l a h e i n c l u i d o c o n g u s t o e n e s te l i b r o , n o
s ó l o p o r )a d e u d a q u e t e n g o c o n é l, s i n o t a m b i é n p o r q u e e l
h o m e n a j e q u e le r i n d o s e te t r a n s f e r i r á a ti. C i e r r a e l v o l u m e n
2$ u n p o e m a a l n a t a l i c i o d e L u c a n o q u e P o l a A r g e n t a r í a , la
m á s e x t r a o r d i n a r i a d e la s e s p o s a s ’, e n u n m o m e n t o e n q u e
h a c í a m o s p r o y e c t o s r e s p e c t o a e s a f e c h a , q u i s o q u e f ig u r a s e
c o m o u n o b s e q u io su y o . Yo n o p u d e r e n d ir m á s h u m ild e
h o m e n a je a p o e ta ta n a lto , q u e g u a r d a r m e d e e x p r e s a r e n

< P o lio Félix: v. [ | 2.


* Véase II 3.
* Véase 11 4.
’ Véa*e II 5.
» Véase II 6.
9 Esposa de L ucano (viuda desde el aílo 65).
LIBRO 11 59

h e x á m e t r o s la s a l a b a n z a s q u e d e b i a t r i b u t a r l e l0. S e c u a l s e a
s u c a l i d a d , q u e r i d í s i m o M e l i o r , s i m is p o e m a s n o t e d e s a g r a ­
d a n , d á s e l o s a l p ú b l i c o ; s i n o e s a s i, d e v u é l v e m e l o s 11. 30

10 A L ucan o, a u to r de L a Farsalia y m aestro del m etro ¿pico (el


hexám etro), h a b ría resultado u n a tem eridad felicitarlo m ediante u n poem a
en h exám etros. E s ta d o , hum ildem ente, renuncia al em pleo de ese m etro y
ie decide p o r los endecasílabos falecios. Sin em bargo (cf. supra, 1 .1, n. 5),
;n la d edicatoria del lib ro p rim ero resta im p o rtan cia a la com posición de
e x á m e tro s .
11 El personaje a q u ien &e dedicaba u n a o b ra se o b ligaba a publicarla.
i
1

GLAUCIAS, EL FAVORITO DE ATEDIO MELIOR

C u a n d o te h a s id o a r r e b a t a d a tu c r i a t u r a M e l i o r , ¿ q u é
c la s e d e c o n s u e lo p u e d o b r i n d a r t e , e n m i a t r e v im i e n to , d e l a n te
d e s u p i r a , m i e n t r a s e s t á n a ú n v iv a s s u s c e n i z a s ? R o t a s la s
v e n a s , to d a v ía e s t£ a b ie r ta tu d o lo r o s a h e r id a y se m u e s tra
l a t r a z a p a l p i t a n t e d e t u ll a g a p r o f u n d a , c u a n d o y o , d e s p i a ­
d a d o , t e o f r e z c o e l le n i t i v o v e r b a l d e m i p o e m a , y t ú p r e f ie r e s $
d a r le a tu s s o llo z o s y a tu s la m e n to s h o n d o s , y a b o r r e c e s m i
l i r a , y le v u e lv e s l a e s p a l d a c o n lo s o í d o s s o r d o s . M is c a n t o s
s o n in te m p e s tiv o s : a n te s q u is ie r a n e s c u c h a rm e la tig re s a
p r i v a d a d e s u s c r i a s y l o s le o n e s d e s p o j a d o s d e la s s u y a s .
A u n q u e h a s t a t i ll e g a r a e l t r i p l e c a n t o d e la s d o n c e l l a s
s íc u l a s n o e l s o n a r d e l a l i r a q u e e n t e n d í a n lo s b o s q u e s y la s io

12 G laucias, según M a r c i a l (V I 28 y 29), e ra u n liberto de M elior, e


hijo d e d o s esclavos suyos a quienes M elior h a b ía em an cip ad o a poco de
nacer el niño. Los pequeños esclavos nacidos en la ca sa (en latín , utrn a e, de
do n d e n u e stro adjetivo «vernáculo») solían ser objeto d e especial ca riñ o por
parte d e los am os, q u e con alguna frecuencia, co m o en este caso, los
criab an y educaban con to d o esm ero p a ra hacer de ellos sus favoritos.
k w Las sirenas, cu y o m ito se sitú a y a en Sicilia, y a en la península de
S o rre n to (v. E st r a b ó n , i 22).
I
(
i
62 SILVAS

f ie r a s * 4, n o a p a c i g u a r a n t u s g e m i d o s lo c o s . E s t á f i j a e n tu
p e c h o u n a p e n a fu rio s a y lu s e n tr a ñ a s la d r a n si se in te n ta
to c a rla s .
N a d i e lo im p id e : s á c i a t e d e t u s m a le s y d o m a t u d o l o r
a c e r b o d á n d o l e r i e n d a s u e l t a . ¿ Y a se h a c o l m a d o t u p la c e r
15 d e l l o r a r ? Y, e n t u c a n s a n c i o , ¿ y a n o r e c h a z a s lo s r u e g o s d e
t u a m ig o ? ¿ P u e d o c a n t a r t e ? Y a v e s: t a m b i é n m i r o s t r o e s t á
a n e g a d o e n l l a n t o a l c a n t a r t e y c a e e n m is p a l a b r a s e l b o r r ó n
d e la s l á g r i m a s . P o r q u e t a m b i é n a c o m p a ñ é c o n t i g o !a s o ­
le m n id a d d e s u c o r te jo fú n e b re : e l f é r e tr o d e l n iñ o , e s a
20 a b o m i n a c i ó n q u e v io n u e s t r a c i u d a d . Y h e c o n t e m p l a d o lo s
d o l o r o s o s c ú m u l o s d e in c i e n s o c o n s a g r a d o a l d i f u n t o y s u
a lm a llo ro s a s o b re v o la n d o su p r o p io fu n e ra l ” , y a ti, q u e
s u p e r a b a s lo s g r i t o s d e lo s p a d r e s y e l p l a ñ i r d e la s m a d r e s
c u a n d o , a s id o a s u p ir a , te p r o p o n ía s a s p ir a r su s lla m a s : a
d u r a s p e n a s p u d e r e te n e r te y , r e t e n i é n d o t e , p a r t í c i p e ig u a la d o
2s c o n t u d u e l o , t e l a s t im é . Y a h o r a , ¡a y !, d e p u e s ta s d e m i
f r e n t e g u i r n a l d a s y c o r o n a s '* , v a t e i n f a u s t o , c o n m i li r a
m u d a d a , h ie r o m i p e c h o e n h e r m a n d a d c o n tig o y te s u p lic o
q u e , p o r fin h u m a n o , m e p e r m ita s q u e s ig a a c o m p a ñ a n d o y
c o m p a r t i e n d o t u d o l o r , s i e s q u e lo h e m e r e c i d o y m e h e
3o s e n t i d o u n i d o a t u a f lic c ió n . A m i m e h an escuchado m uchos
p a d re s e n e l m is m o m o m e n to e n q u e e r a n fu lm in a d o s ; y o he
e n to n a d o p o e m a s d e c o n s u e lo a m a d re s p r o s te r n a d a s a n te
u n a p ir a fú n e b re , y a re to ñ o s p ia d o s o s , y ta m b ié n a m í
m i s m o c u a n d o , j u n t o a la s l l a m a s , g e m i a p o r l a p é r d i d a d e

w L a lira d e O rfeo (v. O v i d i o , M etam orfosis X I a 105).


'* E xistía u n a antiquísim a creencia, según la cual, m ientras no hablan
finalizado las cerem onia* fúnebres, seguía presente el alm a del d ifu n to (v.
V 5, 4 |) .
14 D epuesta la c o ro n a d e laurel, p ro p ia de A polo, p a ra asu m ir la de
ciprés com o «vate infausto* (v. V i , B y V S, 29 y ss.).
LIBRO II 63

a l g u ie n m u y a l l e g a d o : ¡ o h , N a t u r a l e z a ! ¡ Q u é p a d r e ! 17. N o
p r e t e n d o , s e v e r o , i m p e d i r t e q u e ll o r e s , p e r o u n e t u s g e m id o s
a lo s m í o s y s o l l o c e m o s j u n t o s .
Y a h a c e tie m p o , n iñ o q u e r id o p o r tu s m e re c im ie n to s , jj
q u e a l b u s c a r u n c o m i e n z o d i g n o p o r d o n d e i n i c i a r t u e lo g io ,
m e s ie n to c o n f u n d id o . D e u n a p a r te , m e lla m a n tu s a ñ o s ,
t r u n c a d o s e n e l u m b r a l d e la v id a ; d e o t r a , t u b e lle z a ; m e
lla m a n d e o tr o la d o tu p r u d e n c ia p re c o z , tu re c a to y tu
h o n e s t i d a d p r e m a t u r a p a r a u n a e d a d t a n t i e r n a . ¡A y ! ¿ D ó n d e 40
e s tá a q u e lla b la n c u r a q u e d e ja b a t r a n s p a r e n ta r el r u b o r d e
tu s a n g r e , y tu s p u p ila s c o m o lu c e ro s , y tu m ir a r e n q u e
b r i l l a b a e l c i e lo , y la r e s e r v a r e c o l e t a d e lu f r e n t e b r e v e ,
c o r o n a d a p o r t u s r i z o s n a t u r a l e s y e l d u lc e m a r c o d e t u
g e n til m e le n a ? ¿ D ó n d e t u b o c a , r ic a e n t i e r n a s q u e j a s , y t u s 45
b e s o s , q u e a l a b r a z a r t e o l í a n a f lo r e s d e la p r i m a v e r a , y
a q u e lla s lá g rim a s e n tr e v e r a d a s d e ris a s , y a q u e lla v o z , q u e
C u a n d o h a b l a b a s , d e s t i l a b a d e lo h o n d o l a m ie l d e l m o n t e
H i b l a u ? A l o í r l a , u n a s e r p i e n t e h a b r í a s ile n c ia d o s u s s ilb id o s
y u n a c r u e l m a d r a s t r a h a b r í a d e s e a d o s e r t u e s c la v a . N o
I ñ a d o n a d a a s u s r e a le s d o n e s . ] A y , a q u e l c u e l lo b l a n c o , s u s so
b r a z o s c o m o le c h e , c u y o p e s o s i e m p r e p e n d í a d e l c u e l l o d e
lu a m o ! ¿ D ó n d e e s tá la e s p e r a n z a ta n e fím e ra d e su m o c e d a d
p r ó x i m a y e l o r n a t o q u e s u s m e jil la s a n h e l a b a n , e s a b a r b a
p o r l a q u e t a n t a s v e c e s h a s j u r a d o l9? T o d o l o h a r e d u c i d o a
b e n iz a s l a h o r a f u n e s t a d e u n d í a n e f a s to : s ó l o l a n o s t a l g i a s e
n o s h a d e j a d o . ¿ Q u ié n p o d r á r e m i t i r t u s p e s a r e s y lo s s e n t i - ss

11 Véase III 3, 39 y V 3.
11 M onte de Sicilia, ric o en tom illo y fam oso p o r la exquisita miel de
lus abejas (v. V ir g ilio , Bucólicas VII 37).
'* El p ad re solía ju ra r p o r la b a rb a o p o r la cabeza de su hijo (v.
^ lltG iu o , Eneida IX 300); M elior (vv. 78 • 81) se h a b la c o m p o rta d o com o
un p ad re co n el pequeño G laucias desde su nacim iento.
64 SILVAS

m ie n to s a r c a n o s q u e a l b e r g a t u a lm a ? ¿ Q u ié n p o d r á a p a c i g u a r
tu s e n tra ñ a s , in fla m a d a s d e c ó le ra fie ra q u e se e n s a ñ a c o n tu s
s e rv id o re s , y a tr a e r te h a c ia é l, d o b le g a n d o t u f u r ia e n c e n d i­
d a ? ¿ Q u ié n h u r t a r á a t u b o c a la s v i a n d a s a m e d io c o m e r
« y lo s v in o s a p e n a s p r o b a d o s , t r a s t r o c á n d o l o t o d o c o n s u s
i n o c e n t e s r a p i ñ a s ? ¿ Q u ié n i n t e r r u m p i r á c o n s u s m u r m u l l o s
t u s s u e ñ o s m a t i n a l e s s u b i é n d o s e a t u le c h o , y r e t r a s a r á tu
s a l i d a c o n s u a p r e t a d o a b r a z o y , y a j u n t o a l a p u e r t a , te
o b l i g a r á a v o lv e r p a r a b e s a r te ? Y , c u a n d o e s té s d e v u e l t a ,
65 ¿ q u i é n s e a b a l a n z a r á a t u r o s t r o , a t u s m a n o s , y r o d e a r á tu s
h o m b ro s c o n su s b ra z o s p eq u e ñ o s? L o re c o n o z c o : tu c a sa
e s t á e n s ile n c io y t u h o g a r , s o l i t a r i o ; t u le c h o , a b a n d o n a d o ,
y tu m e sa , s u m id a e n u n m u tis m o tris te .
N o e s d e e x t r a ñ a r q u e a q u e l q u e te h a c r i a d o , h e n c h i d o
70 d e p i e d a d , o f r e z c a e n h o n o r t u y o t a n s o l e m n e s e x e q u i a s . T ú

e r a s e l r e p o s o d e t u a m o , e l p u e r t o q u e a g u a r d a b a a s u v e je z ;
t ú e r a s y a s u d e l ic ia , y a l a d u lc e i n q u i e t u d p a r a s u p e c h o . A
t i n o t e d i o v u e l t a s e l g i r a t o r i o e s t r a d o , c o m o a lo s s ie r v o s
b á r b a r o s 20, n i, e n t r e la s m e r c a n c í a s p r o c e d e n t e s d e F a r o s ,
c o m o n iñ o v e n a l, o fre c is te tu s g ra c ia s e s tu d ia d a s , tu s d ic h o s
a p re n d id o s , a la b ú s q u e d a lú b r ic a d e u n a m o , p a r a e n c o n -
?5 t r a r l o d e m a s i a d o t a r d e . A q u í e s t u v o t u h o g a r , a q u í t u c u n a ;
tu s p a d re s d is f r u ta r o n , y a d e a n tig u o , d e l a m o r d e la c a s a de
t u d u e ñ o y p o r t u b ie n s e v i e r o n l i b e r a d o s , p a r a q u e n o
p u d i e r a s l a m e n t a r t e d e t u p r o g e n ie : a l t o m a r t e d e l v i e n t r e d e
tu m a d re , tu d u e ñ o , a lb o ro z a d o , te le v a n tó e n su s b ra z o s , y
c u a n d o s a lu d a b a s c o n tu p r i m e r v a g i d o e l b r i l l o d e lo s
so a s t r o s , te a c o g i ó c o m o s u y o e n s u s e n t r a ñ a s , t e a b r a z ó e n su

a El estrad o g ira to rio (catasta, en latin) servia p a ra ex p o n er en el


m ercado a los esclavos en venta, capturados p o r lo general en países
b á rb a ro s (v. TlBULO, I I 3 ,6 0 ), y no para ofrecer ante los com pradores a los
pequeños esclavos nacidos en casa (cf, supra, n. 12).
LIBRO II 65

r e g a z o y c r e y ó s e r t u p a d r e J‘. S é a m e c o n s e n t i d o a f i r m a r l o
c o n ia v e n ia d e lo s p a d r e s v e n e r a n d o s , y tú , N a tu r a le z a , a
q u i e n s e h a c o n c e d i d o e n t o d o e l o r b e d i c t a r a lo s m o r t a l e s
la s p r i m e r a s le y e s , p e r m í t e m e l o , te lo r u e g o : n o t o d o s lo s
la z o s d e p e n d e n d e la s a n g r e a lle g a d a n i d e la d e s c e n d e n c ia
d e l a c a r n e q u e s e p e r p e t ú a e n c a d e n a : m u c h a s v e c e s s e ss
in filtra n m á s a d e n tr o , v in c u la n d o a lo s s e re s , o tr a s p r e n d a s
n u e v a s , a c o g i d a s p o r v o l u n t a d p r o p i a . E n g e n d r a r h ij o s e s
le y n a t u r a l ; e l e g ir lo s e s u n a d i c h a . D e e s t a s u e r t e , el s o l í c i t o
: Q u i r ó n , s ó l o s e m i h u m a n o , a v e n t a j a b a a l h e m o n i o P e le o e n
! e l t i e r n o c o r a z ó n d e A q u i l e s 12. Y t a m p o c o f u e P e le o , y a
! a n c i a n o , q u i e n a c o m p a ñ ó a s u h ijo a l a g u e r r a d e T r o y a : f u e 90
F é n ix e l q u e n o se a p a r ta b a d e s u ín c lito p u p ilo . A n h e la b a
d e s d e le jo s E v a n d r o l a v u e l t a d e P a l a n t e v i c t o r i o s o , p e i o c í a
e l fiel A c e te s q u ie n e s t a b a p r e s e n te e n s u s c o m b a t e s “ . C u a n d o
e n l a l e j a n í a p r o l o n g a b a s u p a d r e s u e s t a n c i a e n t r e lo s a s t r o s
r e f u lg e n te s , a P e r s e o , j i n e t e d e lo s a i r e s , le p e i n a b a e l f lu c t í-
v a g o D i c t i s u . ¿ P a r a q u é r e f e r i r m e a la s m a d r e s c u y a t e r n u r a «

21 Cí. supra. n. 19.


22 Cí. su p ra. L. I, n. 107.
u D e la m ism a m an era que en la ¡Uada es Fénix, el viejo escudero de
Peleo, quien ac o m p a ñ a a A quiles en la g u erra de T ro y a, en la Eneida (V III
y X) es A cetes, el escudero de E vandro, su padre, quien m arch a con P alan te
cu an d o éste va a co m b atir ju n to a Eneas.
** Jú p ite r, m etam orfoseado en lluvia de o ro , h a b la fecundado a D ánae,
la hija d e A crisio, rey de A rgos. De aquella unió n nació Perseo. U n oráculo
predecía que un hijo de D ánae d a ría m uerte a A crisio; por ello, el rey
\ encerró a D ánae y Perseo en u n arca q u e a rro jó al m ar. E l arca a rrib ó a la
isla de Serifos, do n d e el pequeño P erseo fue acogido por D ictis, q u e era
pescador: d e ahí el ep íteto de «fluctívago». E n c u a n to al de «jinete d e los
aires» (an acró n ico ), hace referencia al vuelo q u e realizaría P erseo a lom os
de Pegaso, después de c o rta r la cabeza de la G órgona M edusa. P o r últim o,
el em pleo del v e rb o «peinar» tiene el v alo r de u n a sinécdoque: significa
«cuidar» en general, com etido que cum plía D ictis en lugar de Jú p ite r,
•sum iendo el papel d e padre.
66 SILVAS

h a n s u p e r a d o c o n la s u y a la s n o d r i z a s ? ¿ P a r a q u é a ti» B a c o ,
q u e , tra s la m u e rte a le v o s a d e t u m a d re y su r e d u c c ió n a
c e n i z a s , te e n c a r a m a b a s , ll e n o d e c o n f i a n z a , a (o s p e c h o s d e
I n o JJ? R e i n a b a I l i a s o b r e la s a g u a s d e E t r u r i a , s in q u e y a la
i n q u i e t a r a e l p a d r e d e s u s h ijo s , c u a n d o R ó m u l o f a t i g a b a a
ioo A c á c o n s u p e s o 24. Y o h e v is to c ó m o r e t o ñ o s i n j e r t a d o s e n
u n t r o n c o e x t r a ñ o c r e c ía n m á s a l t o s q u e l o s d e s u p r o p i a
e s tirp e . Y y a lo s s e n tim ie n to s d e s u p e c h o t e h a b í a n c o n v e r t id o
e n p a d r e s u y o a n t e s q u e s u c a r á c t e r n i s u b e lle z a : t ú , a p e s a r
d e t o d o , a m a b a s y a la s p a l a b r a s d e a q u e l n i ñ o , o c u l t a s e n
u n b a lb u c e o , y s u tie r n o v a g id o y s u s lá g rim a s ,
ios É l, c u a l e n l o s t i e r n o s p r a d o s s e y e r g u e a la s a l t u r a s u n a
f l o r t e m e r a r i a , c o n d e n a d a a m o r i r c o n la s p r i m e r a s r á f a g a s
d e l A u s t r o , ta l, d e s d e s u n iñ e z , h a b í a a v e n t a j a d o p r o n t a m e n t e
a s u s ig u a le s p o r l a n o b l e z a d e s u r o s t r o y d e s u p o r t e y , c o n

w Baco, hijo de Jú p ite r y d e S ím ele (u n a de las hijas de C ad m o y


H arm onía), no llegó a nacer d e su m adre, porque, a causa de los celos y de
la astucia de Ju n o , Júpiter, ju ra n d o por la Estigia —juram ento inexcusable—
se co m p ro m etió a fulm inarla. A l ser reducida a cenizas Sém elc antes del
p arto , Jú p ite r to m ó a la c ria tu ra y la injertó en u n o de sus m uslos h asta que
cum pliera los nueve meses de gestación. C u an d o ¿st& llegó a su térm ino,
nació el pequeño Baco y fue a m am an tad o p o r Ino, hija tam b ién de C adm o
y H a rm o n ía (v. A p o l o n i o d e R o d a s , 1 636; O v i d i o , M etam orfosis I I I 278
y IV 416; C i c e r ó n , Tusculanas I 28).
* Llia es o tro nom bre de R ea Silvia, la hija de N úm itor, rey de A lba
Longa, d e stro n a d o p o r su h e rm an o A m ulio. Según u n a vieja trad ició n que
se rem onta a E nnio y que recogen H o r a c i o (O das I 2, 13 y ss.) y O v i d i o
(Fastos II 598. V e r tam bién V i r o i u o , Eneida I 267 y ss.), después d e d a r a
luz a R óm ulo y R em o fue a rro ja d a p o r A m ulio al rio T íb e r, esto es, el río
de E tru ria, co m o se le d enom ina aqui y en IV 5 ,3 9 , o bien el río lidio, com o
en 1 2 ,1 9 0 (ver las n o tas correspondientes). El dios del T ib e r la acogió y se
desposó con ella, olvidada ya de M arte, el p ad re de los gem elos, m ientras
q u e éstos fueron criados p o r A cá L arentia. la esposa d e F áustulo, el p asto r
que los habia salvado d e las aguas.
LIBRO II 67

m u c h o , h a b ía s u p e r a d o s u s a ñ o s. C u a n d o , fle x io n a n d o su s
m i e m b r o s , s e m a n t e n í a f ir m e e n la s p r e s a s d e l a p a l e s t r a , s e uo
d i r í a n a c i d o d e u n a m a d r e e s p a r t a n a ; A p o l o io h a b r í a a n t e -
p u e s t o s in d u d a a l E b á l i d a 17 y A lc id e s l o h a b r í a e s c o g id o a
c a m b i o d e H i l a s 31. Y s i, c o n v e s te g r ie g a , d e c í a lo s v e r s o s
¿ tic o s d e l e lo c u e n te M e n a n d r o , T a lía , g o z o s a , h a b r ía e lo ­
g ia d o su a c e n to y d e s p e in a d o , a m o ro s a , s u s h e rm o s o s c a b e - jjs
lío s , c o r o n á n d o l o s d e r o s a s . Y c u a n d o r e c i t a b a a l v ie jo
M e o n i o n — la s d e s d i c h a s d e T r o y a o la s a v e n t u r a s d e U lis e s
e n s u ta r d o r e g r e s o — s u m is m o p a d r e , su s m a e s tro s m is m o s
v iv i e r o n c o n a s o m b r o s u s s e n t i m i e n t o s . S i n d u d a t o c ó L á -
q u e s is s u c u n a c o n s u m a n o f u n e s t a y E n v i d i a a b r a z ó a l n i ñ o 120
p a r a m i m a r l o e n s u r e g a z o : f u e e l l a q u i e n o r n a b a s u s m e jilla s
y s u a b u n d a n t e c a b e l l e r a , q u i e n le m o s t r a b a la s g r a c i a s y le
i n s p i r a b a la s p a l a b r a s q u e a h o r a l l o r a m o s . S u s a ñ o s , a l
c r e c e r , c o m e n z a b a n a s e r t a n t o s c o m o lo s t r a b a j o s d e H é r ­
c u le s , p e r o a ú n e s t a b a p r ó x i m a s u i n f a n c i a ; s in e m b a r g o , s u 12$
p a s o e r a f ir m e ; s u d e s a r r o l l o , s u p e r i o r a l d e s u s v e s t i d o s , q u e
p a r e c í a n m e n g u a r s o b r e é l, a u n q u e ¿ q u é p r e n d a s , q u é a t a v ío s
n o se a p re s u ra b a a p ro p o rc io n a rte tu c a riñ o s o d u e ñ o ? C u b ría
t u p e c h o c o n v e s te s c o r t a s d e l a n a ; c o n a q u e l a b r i g o a j u s t a d o
c e ñ í a t u t ú n i c a : s in e s c o g e r p li e g u e s a n c h u r o s o s , p r e f i r i e n d o 130
s ie m p re v e s tid u r a s a d e c u a d a s a tu e d a d , o r a te c u b r ía c o n
t e j i d o s c a r m e s í , o r a c o n te la s q u e i m i t a b a n l a t o n a l i d a d d e

M El n o m b re de E bálida (literalm ente, «natural d e Ebalia», es decir, d e


T a ren to , que e ra u n a colonia de L acedem onia) designa a Ja cin to , e) adoles­
cente lacedem onio am ado de A poto, que lo m etaroorfoseó en flo r (v,
OvtDto, ¡bis 5S8).
» C f . supra, L . I , n . 101.
29 H om ero, que, según u n a d e las diversas hipótesis, e ra n a tu ra l de
M eonia, esto es, d e Lidia, en A sia M enor. E ran m uchos, sin em bargo, los
lugares q u e se d isp u ta b a n el h o n o r de h ab er sido la p a tria de H om ero. Ver,
al respecto, C i c e r ó n , D efensa d e l p o e ta A rg ü ía s V il 19.
68 SILVAS

la s h i e r b a s , y a c o n e l r o j o s u a v e d e l a p ú r p u r a , y g 0 2 a b a
e n c e n d i e n d o t u s d e d o s c o n g e m a s f u lg e n t e s . N u n c a te f a l t a b a
13$ u n n u t r i d o c o r t e j o n i l a o f r e n d a d e o b s e q u i o s ; s ó l o d e la
p r e t e x t a w s e v e ía p r i v a d a t u m o d e s t a h e r m o s u r a .
T a l e r a la d ic h a d e v u e s tra c a s a . D e p r o n to a lz ó su s
m a n o s la P a r c a m a lig n a . ¿ P o r q u é , d io s a c ru e l, d e s c u b re s
t u s g a r r a s d e f i e r a ? ¿ N o t e c o n m u e v e l a b e lle z a ? ¿ N o l a e d a d
ju v e n i l q u e m u e v e a l l l a n to ? L a d e s p i a d a d a P r o e n e n o h a b r í a
s i d o c a p a z d e d e s c u a r t i z a r l o p a r a o f r e c é r s e l o a s u e s p o s o 5I,
140 n i la c r u e l p r i n c e s a d e la C ó l q u i d e h a b r i a p e r s i s t i d o e n s u
s e v ic i a , a u n c u a n d o h u b i e r a s i d o h i j o d e l a e o l i a C r e ú s a }};
A ta m a n te , a p e s a r d e su lo c u ra , h a b r ia a p a r ta d o d e él su
a r c o m a l i g n o w y , a u n q u e a r d i e n d o e n o d i o c o n t r a la s c e n iz a s
d e H é c t o r y c o n t r a T r o y a , h a b r í a l l o r a d o U lis e s a n t e s d e
a r r o j a r l o d e la s t o r r e s f r ig i a s M.
J45 Ya es el séptimo día; ya se enfrían sus ojds y pierden su
viveza: ya la Juno infernal había asido y retenía en la mano

M L a to g a p rete x ta e ra a trib u to d e los hijos de ciudadanos d e origen


Ubre. A p a rtir de la segunda g u erra púnica, se perm itió q u e la o stentaran
tam bién los hijos d e m adre Ubre, aunque e) p ad re fuera liberto.
51 P ro cn c, esposa de T ereo, rey de T racia, y h e rm a n a de Filom ela,
castigó (a violación d e q u e T ereo hizo victim a a su herm ana, d a n d o m uerte
a su hijo Ilis y sirviendo tu s m iem bros com o m an jar al padre, en m onstruosa
venganza sem ejante a la de M edea (v. O v i d i o , M etam orfosis V I 4 2 4 y ss.).
M M edea, hija de Eetes, rey de C ólquide, se vengó de Ja só n , p o r los
am ores de éste co n C reúsa, d a n d o m uerte a sus hijos (v. P r o p e r c i o , I I 16,
30 y II 21, 12; O v id io , H tro id a s X II 53 y A rs A m a to ria I 335; S é n e c a .
M edea 4 9 8 ).
,J A tam ante. perseguido, ju n ta m e n te co n su esposa )no, p o r la cólera
de J u n o (cf. supra, n. 2 5 ), en un arre b a to de locura d io m uerte a su hijo
L earco co n fundiéndolo co n un ciervo.
M Según u n a versión tard ía, Ulises dio m uerte a A stiánacie, h ijo de
H éctor y A ndróm aca, precipitándolo desde las m urallas croyanas cu an d o
fue to m a d a la ciudad.
LIBRO II 69

s u c a b e llo w. E l n i ñ o , s in e m b a r g o , m i e n t r a s la s P a r c a s a p r e ­
m ia n su s f rá g ile s a ñ o s , te m ir a c o n e x p r e s ió n m o r te c in a y
m u rm u ra co n l e n g u a c a s i in m ó v il: h a c i a ti e x h a l a t o d o
c u a n t o r e s t a d e s u p e c h o y a v a c io ; a ti s ó l o r e c u e r d a y a t i iso
s ó l o e s c u c h a c u a n d o le l l a m a s ; p a r a ti m u e v e s u s l a b i o s y a
t i d i r i g e s u s ú l t i m a s p a l a b r a s i n t e n t a n d o a c a l l a r t u s g e m id o s
y c o n s o la r te e n tu d u e lo . Y a p e s a r d e to d o , es d e a g ra d e c e r
a l o s H a d o s q u e n o h a y a c o n s u m i d o e n e l l e c h o s u b e l le z a
i n f a n t i l u n a m u e r t e l e n t a y q u e h a y a a c c e d i d o a l r e i n o d e lo s is í
M anes t a l c u a l e r a , s in q u e n in g u n a a fre n ta a fe a ra su
c u e rp o .
¿ P a r a q u é h a b l a r d e t u s e x e q u i a s , d e la s o f r e n d a s g e n e ­
r o s a s r e n d i d a s a la s l l a m a s , d e l a f u n e s t a h o g u e r a c o n s u
e s p l e n d o r l u c t u o s o ? ¿ D e c ó m o s e a c r e c ió t u p i r a f ú n e b r e c o n
u n c o l m o d e p ú r p u r a , d e f l o r e s d e C il ic i a , d e f r u t o s d e la
I n d i a , y c ó m o , a n t e s q u e a r d i e r a n , u n g i e r o n t u s c a b e llo s lo s 160
p e rfu m e s d e A r a b ia , d e F a r o s y d e P a le s tin a ? M e lio r, e n s u
d e s p re n d im ie n to , d e s e a a p o r ta r lo to d o y q u e m a r p o r e n te ro
s u f o r t u n a , a b o r r e c i e n d o s u s in a n e s b ie n e s ; p e r o e l f u e g o ,
e n e m ig o , n o lo s a c o g e , y la s ll a m a s , m e z q u in a s , s o n in c a p a c e s
d e c o n s u m ir ta le s o f r e n d a s . iós

E l h o r r o r s e a p o d e r a d e m i p e c h o : j q u é t e m o r m e in s p i ­
r a s te , M e lio r, s ie m p re ta n p lá c id o , e n el m o m e n to s u p r e m o
d e lo s f u n e r a l e s , a l l a d o d e l a p ir a ! ¿ E r a s t ú a q u e l s e r r i s u e ñ o
y a m a b le ? ¿ D e d ó n d e a q u e l l a f u r i a , a q u e l la s m a n o s c r is p a d a s ,
a q u e l b á r b a r o e s t r e m e c i m i e n t o , c u a n d o , t e n d i d o e n e l s u e lo ,
v o lv í a s l a e s p a l d a a l a lu z o d i o s a , o , e n f u r e c i d o , r a s g a b a s a ito
la p a r tu s v e s tid u r a s y tu p e c h o y o p r im ía s lo s o jo s a m a d o s

)J El n o m b re d e J u n o infernal ( v . V i r g i l i o , E neida V I 138) designa a


P rosérpina, la tercera personalidad de H écate T riform e, esposa d e H ades,
que c o rta b a el cabello fatal d e los m oribundos. En el canto I V de l a Eneida
es Iris quien, p o r o rd en de J u n o , c o rta el cabello de D ido m oribunda.
70 SILVAS

y besabas los helados labios? Allí estaban, afligidos, el padre y


ia madre del niño yacente, pero era a ti a quien miraban
175 atónitos sus padres. Y ¿qué tiene de extraño? El pueblo
entero, la muchedumbre que te precedía por la via Flaminia,
atravesando el puente Milvio *, lloró aquel sacrilegio, mien­
tras el niño inocente era entregado a las funestas llamas. Y
por su belleza y por su edad merece el llanto: tal, traído del
mar al puerto del Istmo, yacia Palemón tras su naufragio
i&o bajo el abrazo de su m adre” ; así también, cuando jugaba
sobre la hierba de Lerna, rica en serpientes, un reptil sediento
desgarró con sus escamas a Ofeltes* para beber su sangre.
Depón tus temores, cesa de recelar las amenazas de la
muerte: ni Cérbero le ladrará con sus tres fauces, ni ninguna
de las tres hermanas * le aterrará con su antorcha ni con sus
ibs hidras enhiestas; por el contrario, el propio barquero temible
del ávido esquife40 se adentrará más en las riberas estériles
de la costa abrasada para que al niño no le sea difícil em­
barcar.
Pero ¿qué noticia me trae por mi gozo el hijo del monte
Cilene", caduceo en mano? ¿Puede haber una nueva gozosa
190 en momentos tan duros? El niño conocía la efigie del ilustre
Bleso con sus nobles rasgos, por haberte visto tantas veces

M M a r c i a l (V I 28, 5) no$ dice que la tu m b a e sta b a ju n to a la via


F lam inia (a la orilla d erech a del T íber, p asad o el puente Milvio).
S u m adre, In o , se a rro jó al m ar con e) niñ o en sus brazos. A m bos
fueron tran sfo rm ad o s en deidades m arinas y fo rm aro n parte del co rtejo de
N epiuno.
u H ijo d e L icurgo, rey de Nem ea. R ealm ente, las tres m uertes (de
P alem ón, Ofeltes y G laucias) sólo tienen en com ún la niñez y la belleza de
las víctima«.
» L as Furias: A lecto, M egera y Tisifone.
* C aronte.
41 M ercurio, que nació en aq u ella m o n ta ñ a de A rcadia.
LIBRO II 71

c u a n d o e n c a s a tre n z a b a s g u irn a ld a s n u e v a s m ie n tra s e s tre ­


c h a b a s e n t u p e c h o s u f ie l im a g e n C u a n d o lo re c o n o c ió al
v e r le r e c o r r e r la s o r i l l a s d e l r í o L e t e o e n t r e l o s p r ó c e r e s d e
A u s o n i a , d e s c e n d i e n t e s d e Q u i r i n o , e n u n p r i m e r m o m e n l o I9 S
s ig u ió t í m i d a m e n t e s u s p a s o s , a c e r c á n d o s e s in d e c i r n a d a y
t i r a n d o d e l b o r d e d e s u s v e s t i d u r a s ; lu e g o s e a p r o x i m ó m á s ,
y B le s o c e s ó e n s u i n d i f e r e n c i a h a c i a q u i e n t i r a b a d e é l,
t o m á n d o l o p o r u n m i e m b r o d e s c o n o c i d o d e s u d e s c e n d e n c ia .
D e s p u é s , c u a n d o r e c o n o c i ó a t u f a v o r i t o , la p r e n d a a m a d a
d e s u a m i g o ú n i c o , e l n i ñ o q u e e r a t u c o n s u e l o p o r h a b e r l e 200
p e r d i d o a é l, lo a lz ó d e l s u e lo , lo a b r a z ó a s u c u e l lo r o b u s t o ,
lo c o n d u j o , a l b o r o z a d o , d e s u m a n o d u r a n t e m u c h o t i e m p o
y le o f r e c i ó lo s d o n e s q u e b r i n d a e l a m a b l e E lís e o : r a m a s
e s té r i le s , a v e s s ile n c io s a s y p á l i d a s f l o r e s q u e n o g e r m i n a n . Y 205
n o le i m p i d e q u e s e a c u e r d e d e t i , s i n o q u e c o m p a r t e c o n
c a r iñ o tu s s e n tim ie n to s y c o r re s p o n d e a la te r n u r a d e l p e ­
queño.
T a l h a s id o el d e s tin o d e q u ie n te h a s id o a r r e b a ta d o .
¿ P o r q u é n o c u r a s y a t u s h e r i d a s y a lz a s e s a c a b e z a , h u n d i d a
e n el d o lo r? V es q u e to d o e s tá m u e rto o lla m a d o a m o rir:
d e s f a ll e c e n la s n o c h e s , lo s d í a s y lo s a s t r o s , y a l a t i e r r a 210
m a c i z a e n n a d a le a p r o v e c h a s u e s t r u c t u r a . L a h u m a n i d a d
es u n a r a z a p e re c e d e ra : ¿ q u ié n llo r a r á la m u e rte d e u n a
e s p e c ie c a d u c a ? A é s t o s lo s r e c l a m a l a g u e r r a ; a a q u é l l o s , lo s
m a re s; a u n o s c o n s u m e s u a m o r, a o tr o s s u lo c u ra o s u a n s ia
e x a c e r b a d a , s i n h a b l a r d e la s d o l e n c i a s ; a é s t o s lo s d e v o r a n 215
la s g é l id a s f a u c e s d e l I n v i e r n o ; a a q u é l l o s , e l S i r i o m o r t a l
c o n s u f u e g o a g o b i a n t e ; a o t r o s lo s a g u a r d a e l p á l i d o O t o ñ o
d e p l u v i o s o b o s t e z o . T o d o l o q u e ll e g a a n a c e r te m e e l f in a l:

0 M e l i o r ten ia en s u c a s a eJ re tra to en c e r a d e $ u a m i g o B le s o (ver I I 3 ,


7 7 ; M a r c i a l V I I I 3 8 ) , c u y a m e m o r i a h o n r a b a t e j i e n d o p a r a ¿I g u i r n a l d a s
s ie m p re fre sc a s.
72 SILVAS

i r e m o s , i r e m o s t o d o s . É a c o 4í a g i t a s u u r n a p a r a s o m b r a s
220 s in n ú m e r o . P e r o é s t e a q u i e n l l o r a m o s , f e liz , l i b r e d e la s
a s e c h a n z a s d e l d e s t i n o , e s c a p a a l o s h o m b r e s y a lo s d i o s e s
y a l a z a r d e la s d e s d i c h a s y a lo s p e l i g r o s d e n u e s t r a v i d a in ­
c ie rta . N i p id ió , n i te m ió , n i re c h a z ó la m u e rte : s o m o s
n o s o tr o s q u ie n e s f o r m a m o s la m u c h e d u m b r e a n g u s ti a d a ; n o s ­
o t r o s s o m o s lo s m i s e r o s : n o s o t r o s , p a r a q u i e n e s p e r m a n e c e
i n c i e r t o d e d ó n d e n o s v e n d r á e l d í a s u p r e m o , c u á l s e r á el
22$ t é r m i n o d e n u e s t r a s v i d a s , d e q u é s i g n o n o s a m e n a z a el
r a y o , q u é to r m e n ta h a r á r e s o n a r n u e s tr a h o r a f a ta l. E s o ¿ n o
l e c o n m u e v e ? Y , s in e m b a r g o , v a s a c o n m o v e r t e d e c o r a z ó n .
V e n a q u í , G l a u c i a s , f r a n q u e a n d o e l u m b r a l o s c u r o ; t ú , el
ú n ic o q u e ti e n e l a p o t e s t a d d e c o n s e g u i r l o t o d o , p u e s t o q u e
a la s a l m a s i n o c e n t e s n o le s c i e r r a n e l p a s o n i e l b a r q u e r o 44,
2 jo n i e l c o m p a ñ e r o in s ig n e d e l a f i e r a m o n s t r u o s a 45; s o s i e g a tú
s u p e c h o , n o p e r m i t a s q u e r i e g u e s u s m e jil la s e l l l a n t o ,
c o l m a d e b i e n s u s n o c h e s c o n t u s d u lc e s p a l a b r a s y t u s
r a s g o s v iv i e n te s ; m u é s t r a l e q u e n o h a s m u e r t o y t ú , q u e
p u e d e s , in s is te e n c o m e n d a n d o a s u c u i d a d o a t u h e r m a n a
a f li g id a y a t u s m í s e r o s p a d r e s .

° R ey de Egina, padre de Peleo (y, por consiguiente, abuelo de Aquiles),


q u e después de su m uerte era juez en los infiernos ju n tam en te con M inos y
R ad am an to (v. O v i d i o , M etam orfosis X III 25 y ss,).
u C aronte.
41 L a fiera es, sin d u d a , C èrbero; su a co m p añ an te es, p a ra algunos.
É aeo. M ás verosím il parece q u e se H ate d e P lu tó n , dios d e los infiernos, a
quien C èrb ero obedecía.
LIBRO II 73

LA VILLA DE POLIO FÉ LIX EN SO RREN TO 46

H a y , e n t r e la s m u r a l l a s c o n o c i d a s p o r e l n o m b r e d e la s
S i r e n a s y lo s a c a n t i l a d o s d o n d e s e a s i e n t a e l t e m p l o d e
M i n e r v a T i r r e n a ^ , u n a v il la e n c u m b r a d a q u e c o n t e m p l a la s
a g u a s d e D i c e a r q u í a '* y d o n d e s e e x t i e n d e n u n o s c a m p o s
d ile c to s d e B r o m io ” , p o r c u y a s a lta s c o lin a s m a d u r a n u n a s
u v a s q u e n o e n v i d i a n a la s q u e s e p r e n s a n e n F a l e m o . F u e s
a l l á — d e s p u é s d e lo s f e s t e j o s q u i n q u e n a l e s q u e s e ñ a l a n lo s
lu s tro s e n m i p a tr ia c u a n d o y a e n el e s ta d io se a s e n ta b a
u n a p a z p e r e z o s a , c u a n d o s e h a b í a p o s a d o la b la n c a p o lv a r e d a

** A cerca de P o lio Ffciix, ap arte de este poem a, tenem os la d edicatoria


del libro terc ero y el prim er poem a del m ism o, asi com o el poem a IV 8,
dedicado a su yerno Ju lio M enécrates. Su nom bre aparece en una inscripción
de Pozzuoli y en un g rafito del m onte Posílípo que hace referencia a su villa
de L im ón (cf. II 2, 82 y III 1, 149). En cu a n to a la villa, parece que estaba
situ ad a entre S o rre n to y M asa, do n d e existen num erosas ruinas ro m an as y
hay un lugar d e n o m in ad o M arina d i P u o lo {esto es, de Polio).
4T t a tradición situaba a las Sirenas en los islotes próxim os a la península
d e S o rren to , en la que se alzab a un tem p lo co n sag rad o a ellas; la etim ología
p o p u lar relacionaba el n o m b re d e SorTento con ei d e las Sirenas. En cu a n to
al nom bre de M inerva T irre n a (ver III 2, 24 y V 3, 165), obedece a la
existencia de un santuario d e la diosa en lo alto d e los farallones, dom inando
el m ar T irreno.
** A ntiguo nom bre de Puteoli, la actual P ozzuoli, población m arítim a
sobre el golfo de Ñ ipóles.
" S o b ren o m b re d t Baco.
M Se tra ta de los ju eg o s en h o n o r de A ugusto (A ugustalia), que vinieron
a su stitu ir a los juegos anuales de P ariónope (esto es, d e N ápolcs) y d e los
que nos h a b la E s t r a b ó n (5, 246). V er III 5, 92. E n ellos había o b ten id o
Estacio u n a victoria (ver V 3, 225),
74 SILVAS

c o n la m a r c h a d e l o s a t l e t a s e n b u s c a d e la s c o r o n a s d e
A m b r a c i a 31— f u e a l l á d o n d e , g o z o s o , m e l l e v a r o n , p o r m is
a g u a s n a ta le s ” , la e lo c u e n c ia d e l a p a c ib le P o lio y la ju v e n il
10 g r a c i a d e l a r i e n t e P o l a ; g o z o s o , e i m p a c i e n t e p o r d i r i g i r m is
p a s o s a d o n d e , s i g u i e n d o s u f a m o s a r u ta » s e p i s a l a v ia A p ia ,
l a r e i n a d e la s l a r g a s c a l z a d a s .
P e r o a q u e l l a d e m o r a f u e u n a d i c h a : la s a g u a s , e n f o r m a
d e m e d i a t u n a , a l r e t i r a r s e , p l á c i d a s , m u e r d e n a q u i y a l l á lo s
c u r v a d o s c a n t ile s . L a n a t u r a l e z a o f r e c e e l e s c e n a r i o : h a y u n a
is s o l a p l a y a q u e i n t e r r u m p e e l r o q u e d o y d a e n t r a d a a lo s
c a m p o s a l p ie d e la s e s c a r p a s . U n p rim e r a tra c tiv o del
p a ra je : h u m e a n u n o s b a ñ o s c o n d o s b ó v e d a s ” y el a g u a
d u lc e f lu y e d e s d e l a ( i e r r a a l e n c u e n t r o d e l a m a r a m a r g a . E s
a llí d o n d e p r e f ie r e b a ñ a r s e e l á g il c o r o d e F o r c o * y C i m o -
2o d o c e a 35, l a d e l o s h ú m e d o s c a b e l l o s , y l a g l a u c a G a l a t e a * .
A n t e l a m o r a d a , m o n t a l a g u a r d i a e l c e r ú l e o s e ñ o r 57 d e la s
o l a s e n c r e s p a d a s , c u s t o d i o d e a q u e l h o g a r in o c e n t e ; s u s a n ­
t u a r i o ” s e c u b r e d e e s p u m a c o n e l b e n i g n o o le a je . A lc id e s
p r o t e g e lo s c a m p o s u b é r r i m o s y e l p u e r t o s o n r í e a lo s p ie s d e
a m b a s d e i d a d e s : l a u n a v e l a p o r l a c a m p i ñ a ; l a o t r a d e t ie n e
25 l a f u r i a d e la s o l a s . L a b o n a n z a d e l p i é l a g o e s u n a m a r a v i l l a :

Es decir, que todos ios atletas que h a b ía n particip ad o en los juegos


A ugustales se habían d irigido a A m bracia (en H piro), do n d e se celebraban
los juegos A ctíacos en m em oria de la batalla de Accio.
” Las de] golfo de Ñ ip ó les.
” Se tra ta , probablem ente, de las cu biertas de los caldaria (bafios
calientes), uno de agua dulce y o tro de agua de m ar.
M H ijo de N ep tuno, padre de las G órgonas, m etam orfoseado en dios
m arino.
JJ N infa m arina.
* U na d e las Nereidas.
JT N eptuno.
E l m a r.
LIBRO II 75

a llí la s a g u a s , f a t i g a d a s , d e p o n e n su c ó le ra y el A u s tro
v i o l e n t o s o p l a c o n m á s d u l z u r a ; a llí e l r i g o r d e l a b o r r a s c a s e
to c n a m á s s u m is o , y la a p a c ib le r a d a d e s c a n s a s in p ro c e la s ,
im ita n d o el ta la n te d e su d u e ñ o .
D e s d e a l l í t r e p a u n p ó r t i c o p o r la s p i n a s a l t u r a s , o b r a ¿o
c o m p a ra b le a to d a u n a c iu d a d , q u e c o n s u e x te n s o d o rs o
d o m i n a la s r o q u e ñ a s a s p e r e z a s . P o r a llí, d o n d e a n t a ñ o , e n
m e d io d e u n a o s c u r a p o lv a re d a y la fie re z a a d v e r s a d e l
c a m i n o t o d o e r a s o l , e s a h o r a u n p l a c e r a d e n t r a r s e ; a s i,
c u a n d o s e a s c ie n d e a l a e l e v a d a c i m a d e É f i r a , l a c i u d a d d e
B a q u is ” , c o n d u c e a l v ia je ro la r u ta s o m b r e a d a d e s d e e l
te m p lo d e L ie o , e l h ijo n u tr ic io d e I n o * . 35
A u n c u a n d o e l H e l i c ó n m e o f r e c i e r a t o d o s s u s t í o s 61 y e l
m a n a n t i a l d e P i p í a *2 a p a g a r a m i s e d o l a p e z u ñ a d e l c a b a l l o
a l a d o l a s a c i a r a c o n l a r g u e z a 61; a u n q u e l a a r c a n a F e m ó n o e "
m e b r i n d a r a s u s f u e n t e s i n t a c t a s o la s q u e m i a m i g o P o l i o ,
b a j o l o s a u s p ic i o s d e F e b o , h a e n t u r b i a d o a l s u m e r g i r s u
á n f o r a a lo h o n d o , y o n o a l c a n z a r í a a i g u a l a r , u s a n d o d e lo s 40
r i t m o s d e la s P i é r i d e s , la s b e lle z a s i n n ú m e r a s y l o s e n c a n t o s

** Éfira es el antiguo nom bre d e C o rin to (ver O v i d i o , M etam orfosis I I


240; V i r g i l i o , Geórgicas I I 464; E s t a c i o , Tebaida V I 652), to m ad o del de
la ninfa del m ism o nom bre (ver V i r g i l i o , Geórgicas I V 343). E n c u a n to a
Baquis, es u n o d e los antiguos reyes d e C orinto.
w Lieo, esto es, Baco, fue a m a m an ta d o p o r Ino (cf. supra, n. 25).
41 Cf. supra, L. I, n. 49.
« Cf. supra, L. I, n. 179.
41 P e g a s o , e l c a b a llo a la d o , h iz o b r o t a r c o n s u s c a s c o s la f u e n t e H ip o *
c r e n e , c o n s a g r a d a a la s M u s a s ( v e r H o r a c io , Odas IV I I , 27;O v id io ,
M etam orfosis IV 785 y V 262).
44 H ija d e A polo, a la que se atribuye la invención de hex ám etro , y que,
según la trad ició n , fue la p rim era pitonisa de D eltas (ver P u n i ó , H ist. Nat.
X 7; L u c a n o , V 126; P a u s a n i a s , X 5, 7; E s t r a &ó N , ¡X 419). Ella p o d ría
a b rir a E slacio la fuente in ta c ta de C astalia, co n sag rad a a las M usas (ver
V i r g i l i o , Geórgicas III 293) y la q u e F ebo h a o to rg a d o a Polio.
76 SILVAS

d e p a r a j e s ta le s . R e c o r r i é n d o l o s u n o p o r u n o e n s u s e r ie
i n m e n s a , a p e n a s b a s t a r o n m is o jo s» a p e n a s m is p a s o s . ¡ Q u é
i n f i n i d a d d e j o y a s ! ¿ Q u é p o d r í a a d m i r a r e n p r i m e r té r m i n o ? ,
45 ¿ la ín d o l e d e ) p a r a j e o d e s u d u e ñ o ? E s t a e s t a n c i a c o n t e m p l a
e l n a c i m i e n t o , e l t i e r n o f u l g o r d e F e b o ; a q u é l l a lo r e ti e n e e n
s u d e c liv e y se n ie g a a d e s p e d i r s u lu z p o s t r e r a c u a n d o y a
d e s f a ll e c e e l d í a , c u a n d o y a c a e la s o m b r a d e (a m o n t a ñ a
o s c u r a s o b r e la s a g u a s , y l a m a n s i ó n s e m i r a e n e l c r i s t a l d e l
m a r . E s to s a p o s e n t o s r e s u e n a n c o n e l c l a m o r d e l p ié la g o ;
50 a q u é l l o s d e s c o n o c e n e l s o n o r o o le a je y p r e f i e r e n l a t i e r r a
s ile n c io s a . A q u í N a t u r a l e z a s e h a m o s t r a d o p r ó d i g a ; a l l á ,
v e n c i d a , s e h a d o b l e g a d o a n t e q u i e n la h a b i t a y , d ó c i l , se h a
s o m e tid o a u s o s ig n o ra d o s : d o n d e h u b o u n m o n te , ves a h o r a
u n l l a n o ; f u e r o n c u b i l e s la s e s t a n c i a s e n q u e h o y t e a d e n t r a s ;
55 d o n d e v e s h o y e s c a r p a s d e a r b o l e d a s , n i s i q u i e r a h u ,b o t i e r r a .
E l d u e ñ o se h a h e c h o d u e ñ o : e l s u e lo , d o m e ñ a d o , se g o z a
c o n a q u e l q u e d a f o r m a y s o m e t e a lo s r o q u e d o s . C o n t e m p l a
a h o r a lo s r is c o s o b e d i e n t e s a l y u g o y c ó m o la m o n t a ñ a
p e n e tr a e n la m o r a d a y se re tira , s o m e tid a a l m a n d a to .
60 C e d a n y a a n t e t i e l t a l e n t o d e l v a te d e M e t i m n a My l a l i r a
s in p a r d e T e b a s 66 y l a g l o r i a d e l p l e c t r o g é t ic o tú ta m b ié n
m u e v e s la s p i e d r a s ; t a m b i é n a ti t e s ig u e n la s s e lv a s e n c u m ­
b ra d a s.
¿ Q u é d e c i r d e la s v ie ja s o b r a s d e a r t e , la s p i n t u r a s y
b r o n c e s , t o d a s la s q u e s e g o z a n d e h a b e r v iv i f ic a d o lo s

w C iudad de Lesbos, patria de A nón, poeta cuya ob ra apenas conocemos


{ver C i c e r ó n , Tusculanas II 67) y q u e, según la leyenda, d o m in ab a a ios
delfines.
w Hace referencia a A nfión, rey de Tebas, que construyó las m urallas
d e su ciudad al son d e su lira (cf. infra, L. III, nn. 15 y 45).
*’ El plectro d e O rfeo. que p o d ía m over y conm over a las piedras, los
árboles, las fieras y los seres infernales (cf. infra. L. III, n. 13).
LIBRO II 77

c o l o r e s d e A p e le s , t o d a s la s q u e , a d m i r a b l e s , e s c u l p i e r o n la s
m a n o s d e F id ia s , a u n c u a n d o e s ta b a P is a d e s p o b l a d a y 65
la s q u e c o b r a r o n v i d a o b e d e c i e n d o a l a r t e d e M i r ó n o al
c in c e l d e P o lic le to , y lo s b r o n c e s , d e m á s v a l o r q u e e l o r o ,
s a li d o s d e la s f u n d ic i o n e s d e ! I s t m o **, lo s b u s t o s d e c a u d i llo s ,
d e p o e ta s y s a b io s d e a n ta ñ o a q u ie n e s p r o c u r a s im ita r , a
q u i e n e s a m a s d e t o d o c o r a z ó n , e x e n t o d e i n q u i e t u d e s , ll e n o 70
tu e s p íritu d e s e re n a v irtu d y dueño s ie m p r e d e ti m is m o ? ¿A
q u é r e m e m o r a r la s m il c u m b r e s c o n s u s v a r i a d o s p a n o r a m a s ?
C a d a d o r m i t o r i o ti e n e s u e n c a n t o y s u m a r e x c lu s iv o , y m ás
a l l á d e l d o m i n i o d e N e r e o q u e s e t i e n d e a s u s p ie s , c a d a
v e n t a n a e s d u e ñ a d e s u v i s t a p r i v a d a s o b r e la t i e r r a : é s t a ?s
c o n t e m p l a I n á r i m a ” ; d e s d e a q u é l l a s e m u e s t r a la e s c a r p a d a
P r ó q u i t a ’ 1; d e s d e a l l í s e d i v i s a a l e s c u d e r o d e H é c t o r , e l
m a g n á n i m o ” ; d e s d e a l lá , r o d e a d a p o r e l p ié l a g o , e m a n a
N e s i s TJ s u m a l i g n o a l i e n t o ; d e l o t r o l a d o s e l e v a n t a E u p l e a T4,
f e liz a u g u r i o p a r a la s n a v e s q u e p a s a n , y M e g a lia ” , que

44 A O lim pia se le d a con frecuencia en poesía el nom bre de P isa (cf.


su p ra , L. 1, n. 102), en virtud de su cercanía. L a genialidad de F idifu, antes
de h ab er esculpido su o b ra n u e s tra del Zeus O lím pico, ya h a b ía b rilla d o en
sus em presas m enores, a m o d o d e ensayos (ver I 3, 30).
* Los bronces de C o rin to gozaban de alto aprecio (ver P U N IO , H is t o r ia
N a t u r a l 34, I .
* L a actu al lsctaia (ver V i r g i l i o , E n e id a IX 716).
” L a P ró cid a actual (ver V i r g i l i o , E n e id a IX 715).
n El cabo M iseno (cf, in/ra, I. III, n. 18), n o m b re procedente de un
co m pañero de Uüscs, pero a quien en la leyenda de Eneas vemos convertido
en tro y a n o (ver V i r g i l i o , E n e id a VI 162 y 232 y ss.).
n Islote fo rm a d o p o r u n cráter que em anaba gases mefíticos.
74 Ver I I I 1,149. AHI se en c o n trab a un sa n tu a rio dedicado a Venus bajo
la advocación de «protectora de la navegación», q u e es lo que en griego
significa el nom bre de Euplea.
M égaris p o r o tro nom bre.
7S SILVAS

ao y e r g u e s u s r o m p i e n t e s f r e n te a la s c u r v a s o la s , y t u p r e d i o d e
L i m ó n q u e s e d u e l e d e q u e s u a m o d e s c a n s e f r e n t e a é l, y
c o n t e m p l a a lo le jo s t u m a n s i ó n d e S o r r e n t o . P e r o h a y , s in
e m b a rg o , u n a e s ta n c ia , u n a q u e s o b r e p a s a c o n m u c h o a
t o d a s la s d e m á s y q u e , e n lí n e a r e c t a s o b r e e l m a r , t e t r a e l a
v i s t a d e P a r t é n o p e 77; e n e l l a , lo s m á r m o l e s e s c o g i d o s d e lo
M h o n d o d e la s c a n t e r a s g r ie g a s , la p i e d r a q u e a l u m b r a n lo s
f il o n e s d e l a o r i e n t a l S i e n e 71, la q u e lo s p i c o s f r ig i o s h a n
a r r a n c a d o d e la a f l i g i d a S t n á d a e n lo s c a m p o s d e C íb e le
d o l i e n t e ” , m á r m o l c o l o r e a d o e n q u e b r i l l a n lo s c í r c u lo s
p u rp ú re o s s o b re su fo n d o c á n d id o ; a q u í ta m b ié n el q u e h a
9o s i d o c o r t a d o d e la m o n t a ñ a d e l a m i c l e o L i c u r g o 10, q u e
v e r d e a i m i t a n d o la s h i e r b a s q u e s e d o b l a n s o b r e la s r o c a s ; y
a q u í b r i l l a n lo s a m a r i l l o s m á r m o l e s d e N u m i d i a c o n lo s d e
T a s o s , Q u í o s y C a r i s t o , q u e a l c o n t e m p l a r la s o la s s e r e c r e a n ;
t o d o s e llo s , v u e l to s h a c i a la s t o r r e s d e C a l c iS 11, e n v í a n s u
s a l u d o . T e f e l i c i t o p o r t u a m o r a lo g r ie g o y p o r f r e c u e n t a r
9$ la s t i e r r a s g r ie g a s . N o lo t o m e n a m a l la s m u r a l l a s d e D i-
c a r c o *2 q u e te d i e r o n e l s e r : n o s o t r o s “ a d o p t a r e m o s d e b u e n
g r a d o a t a n d o c t o d is c í p u lo .

H S itu ad o , al parecer, e n e) m onte Posilipo, al sudoeste de N ápoles,


cerca del lu g ar do n d e se en cu en tra el p resunto sepulcro de Virgilio.
n C f . su p ra , 1 .1 , n . 12?.
n C iudad del a lto E gipto, actu al A ssuán, célebre p o r su granito rojo
(cf. IV 2, 27, y P u n ió , H is t o r ia N a t u r a l X X X V I, 63).
* C f. n. 230 ai I. I.
w Am icleo, esto es, esp artan o (cf. su p ra . n. 105 a! L . !, c infra, I.. V, n.
147).
Cf. n, 128 al I. I.
,J P resu n to fu n d ad o r de D iccarquia. esto es, d e Pozzuoli (cf. su p ra. n.
48), ciudad natal d e P olio Félix.
M N o sotros, los n ap olitanos, puesto que N ápoles, la p atria de Estacio,
fundación de los griegos calcidicos, era u n a ciudad helénica.
LIBRO II 79

¿ Q u é d e c i r a h o r a d e lo s r i c o s f r u t o s d e l a t i e r r a , d e la s
c a m p i ñ a s q u e s e a d e n t r a n e n e l m a r y d e la s r o c a s p r e ñ a d a s
d e l n é c ta r d e B aco ? M u c h a s v eces, e n o to ñ o , c u a n d o L ie o M
e s tá y a e n s a z ó n , tr e p a u n a N e r e id a p o r lo s a c a n tila d o s y,
o c u l t a e n t r e la s s o m b r a s d e l a n o c h e , e n j u g a c o n u n p á m p a n o
m a d u r o e l r o c í o d e s u s o j o s y r o b a d e lo s m o n t e s d u lc e s
u v a s. M u c h a s v ece s ta m b ié n h a s id o s a lp ic a d a la v e n d im ia
p o r la s o la s v e c in a s , h a n c a í d o lo s S á t i r o s e n l o s b a j í o s y a
D ó n d e 1-, d e s n u d a e n t r e la s o n d a s , h a n a n s i a d o a p r e s a r l a lo s
m o n ta ra c e s P a n e s u .
S é fe r a z , tie r r a , p a r a c o n tu s a m o s , h a s ta q u e a m b o s
a l c a n c e n l a e d a d d e lo s a n c i a n o s d e M i g d o n i a y d e P i l o s 17;
n o c a m b ie s t u n o b l e e s c la v itu d ; q u e n o t e a v e n t a j e n e n
l e a l t a d n i e l p a l a c i o t i r i n t i o M n i la e n s e n a d a d e D i c a r c o w y
q u e n o p r o p o r c io n e n d e s c a n s o a tu s d u e ñ o s c o n m a y o r
f r e c u e n c i a lo s d u lc e s v i ñ e d o s d e l t e r a p n e o G a l e s o * . C u a n d o
P o l i o s e e n t r e g a a q u í a la s a r t e s d e la s P i é r i d e s — y a p r e f i e r a
la s l e c c io n e s q u e b r i n d a el f i l ó s o f o d e G a r g e t o * 1, y a t a ñ a

** M etonim ia: la¿ uvas (cf. su p ra , n. 181 a l 1 .1).


M H ija de O céano y de T etis, esposa d e N ereo y m adre de las N ereidas
(ver O v i d i o , M e t a m o r f o s is 11 11 y 269).
M El nom bre del dios P an se aplica tam bién, p o r analogía, a otras
deidades d e los cam p o s y m ontes (faunos y silvanos).
*’ S on, respectivam ente, T ito n o (h ijo d e L aom edonte y esposo d e la
A"Urora, n a tu ra l de la M igdonia frigia, esto es, tro y an o , y no d e la M igdonia
m acedónica) y N éstor, cuya p a tria e ra Pilos, en M csenia.
u P ropiedad de P olio Félix en T íbur (la actual Tivoli), ciudad vinculada
al culto de H ércules, el héroe de T irin lo (cf. su p ra , n. 150 al 1 .1).
M E sto es, d e Pozzuoli (cf. su p ra , nn. 4? y 82).
M R ío pró x im o a T á re n lo , ciudad fu n d ad a p o r T a ra s , hijo de N eptuno,
pero c o n q u ista d a posteriorm ente p o r lacedem onios que le dieron lustre e
im portancia; d e ahi el adjetivo terapneo, aplicado al rio , y que deriva d e la
ciud ad de T e rap n a , en el P eloponeso, no lejos de E sparta.
M Cf. su p ra , 1. I, n. 160.
80 SILVAS

nuestra lira’2, ya componga poemas discordantes” , o ya,


lis amenazador, desenvaine los ofensivos yam bosw—, ia alada
Sirena” acude del cantil a unos cantos más bellos que los de
ella, mientras Tritonia escucha, moviendo con asenso su
cimera96. En esos instantes, cae la violencia de los vientos,
los mares mismos refrenan su rugido, emergen de las
aguas los delfines, se sienten atraídos hacia tu docta lira y
nadan dulcemente al ras de los escollos.
120 A s í v iv a s , m á s a f o r t u n a d o q u e l o s t e s o r o s d e M i d a s y
q u e e l o r o d e L i d i a , d i c h o s o p o r e n c i m a d e lo s r e y e s d e
T r o y a y d e l É u f r a t e s , p u e s n o t e a f e c t a r á n n i lo s f a s c e s
a m b i g u o s , n i e l v u lg o t o r n a d i z o , n i la s le y e s , n i M a r t e , a ti
q u e c o n p e c h o m a g n á n im o d o m in a s e s p e ra n z a s y te m o re s ,
125 p o r e n c i m a d e t o d a s la s p a s i o n e s , li b r e d e i n c e r t i d u m b r e s y
e s q u iv a n d o e l re n c o r d e la F o r tu n a ; a q u ie n n o s o r p r e n d e r á
e l d í a s u p r e m o h u n d i d o e n i a v o r á g i n e a z a r o s a d e lo s n e g o ­
c io s , s in o p r e s to a p a r t i r y s a c ia d o d e v id a . N o s o tr o s , m u ­
c h e d u m b r e s in r e lie v e , d i s p u e s t o s a s e r s i e r v o s d e lo s b ie n e s
130 c a d u c o s y a d e s e a r l o s s ie m p r e , n o s d a m o s a l a c a s o ; t ú , d e s d e
e l e x c e ls o a l c á z a r d e t u e s p í r i t u , c o n t e m p la s a t u s p ie s n u e s t r o
e x t r a v í o y r íe s d e l a f á n d e lo s m o r t a l e s . H u b o u n t i e m p o e n
q u e s e t e d i s p u t a b a n lo s a p l a u s o s d e d o s p a t r i a s g e m e l a s ” ,
y , a l t i v o , a d m i t í a s q u e t e c o n d u j e r a n e n l i t e r a p o r la s d o s

n La de los versos épicos, esto es, los hexám etros,


w Poem as elegiacos, preferentem ente en disticos que com binan hexá­
m etro y pentám etro.
u M etro especialm ente a p to para la invectiva.
w P artén o p c (cí. su p ra . 1.1, n. 127).
M M inerva (cf. s u p r a , 1.1, n. 30), dio sa de la sabiduría, oye con co m p la­
cencia los versos de P o lio desde su tem plo (ver II 2, 2).
,T S u ciudad n atal, Pozzuoli, y aquella a la que esta b a adscrito por su
derecho de ciudadanía: Nápoles.
LIBRO II 81

c i u d a d e s n , r e s p e t a d o h a s t a e l c o l m o , d e u n a p a r t e , p o r lo s
c o l o n o s d i c e a r q u e o s * 9, y d e o t r a , r e c l a m a d o p o r m is c o n - 135
c i u d a d a n o s 190, e i g u a l m e n t e g e n e r o s o c o n l o s u n o s y lo s
o t r o s , a r d i e n t e c o m o j o v e n y o r g u l l o s o d e t u p l e c t r o b i-
fro n te A h o r a , p o r e l c o n tra r io , d is ip a d a la n ie b la , c o n ­
t e m p l a s l a v e r d a d e r a c a r a d e la s c o s a s : o t r o s s e d e j a n a r r o j a r
a q u í y a l l á s o b r e e l p r o f u n d o p ié l a g o , m i e n t r a s t u n a v e ,
i n d e m n e , h a a r r i b a d o a l p l á c i d o s o s ie g o d e u n p u e r t o s e g u r o .
S ig u e a s í: n u n c a e x p o n g a s a n u e s t r a s t e m p e s t a d e s t u e s q u if e , i*o
q u e h a a l c a n z a d o y a e l d e s c a n s o . Y t ú , c o n m u c h o , e n t r e lo s
j ó v e n e s * * * ,M lo s c u i d a d o s n o h a n a l t e r a d o t u c o r a z ó n , n i lo s
p e l i g r o s ( u f r e n te : e n t u r o s t r o s i e m p r e h a b r i l l a d o , c á n d i d a ,
la a le g ría , y la s e r e n id a d , q u e n o s a b e d e a n g u s tia s ; tu s
b ie n e s n o s e a h o g a n , s e p u l t a d o s e n u n a r c a i n f e c u n d a , n i 150
a t o r m e n t a n t u e s p í r i t u lo s c o s t o s d e l a u s u r a a v a r i e n t a : tu
f o r t u n a s e v e a l a lu z d e l d í a , y t a m b i é n t u p r u d e n c i a a l s a b e r
d is f r u ta r la . N o e x is te n c o ra z o n e s q u e h a y a u n id o n in g ú n
d i o s m á s b e n i g n o , n i o t r a s a l m a s q u e h a y a a s i a l i m e n t a d o la
C o n c o r d i a . S e d , li b r e s d e c u i d a d o s , s u s s e g u i d o r e s v o s o t r o s , u s
c u y o s p e c h o s h a n u n id o su s fu e g o s p a r a s ie m p re y c u y o
s a n t o a m o r g u a r d a la s le y e s d e u n a c a s t a t e r n u r a . M a r c h a d
a ñ o p o r a ñ o , s ig lo a s ig lo , y a v e n t a j a d la s g l o r i a s d e la
p rís tin a fa m a .

* E sto es, que te trib u ta ra n en am bas los h o n o res de ordenanza.


w Los de Pozzuoli (cf. su p ra, n. 82).
1(0 Los napolitanos.
161 Es decir, d e tu lira que c a n ta b a a am bos pueblos.
,M Existe u n a laguna en el tex to de este p á rra fo , q u e está dirigido a
P o la A rgentaría,
82 SILVAS

E L Á R B O L D E A T E D IO M E L IO R m

P a r a d a r s o m b r a a la s a g u a s t r a n s p a r e n t e s d e l e x q u i s i t o
M e lio r, se y e rg u e u n á r b o l q u e c u b r e el la g o e n te r o ; ¿ p o r q u é
d e s d e l a b a s e d e s u t r o n c o s e e n c o r v a h a c i a la s a g u a s p a r a
a l z a r s e d e s p u é s a la s a l t u r a s c o n s u c i m a d e r e c h a , t a l c o m o
s i n a c i e r a u n a v e z m á s d e l c e n t r o d e la s o n d a s y r e s i d i e r a n
5 s u s a r c a n a s r a le e s e n e l c r i s t a l d e ) la g o ? ¿ P a r a q u é c o n s u l t a r
a F e b o e n a s u n t o t a n n im io ? V o s o t r a s , N á y a d e s , r e v e l a d m e
la s c a u s a s , y v o s o t r o s , lo s F a u n o s , p u e s t o q u e e s s u f ic i e n te ,
in s p ira d m e , p r o p ic io s , m i p o e m a .
L o s d e l i c a d o s c o r o s d e la s N in f a s h u í a n a n t e P a n ; é l
c o r r í a c o m o s i la s p e r s i g u i e r a a t o d a s , p e r o t a n s ó l o a F ó l o e
io p e r s e g u ía . M a s e l la , p o r b o s q u e s y p o r r í o s e s q u i v a b a y a la s
p a t a s p e l u d a s y a lo s a u d a c e s c u e r n o s d e s u p e r s e g u i d o r . E n
s u h u i d a p o r l a m a r c i a l f l o r e s t a d e J a n o y la s o s c u r a s m o r a ­
d a s d e C a c o y l o s c a m p o s d e Q u i r i n o , ll e g ó , s u s p e n s a , a la
i n h ó s p i t a t i e r r a d e l C e l i o lw; a llí, v e n c i d a a l f in p o r l a f a t i g a ,
15 r e n d i d a d e t e m o r , d o n d e a h o r a s e l e v a n t a , a c o g e d o r a , s in
d o b l e z , l a m a n s i ó n d e l p a c í f ic o M e l i o r , a j u s t ó , m á s c e ñ i d a ,
s u v e s te a z a f r a n a d a , y s e t e n d i ó a l a o r i l l a d e u n a n iv e a
m a r g e n . L a s ig u e , r a u d o , e l d i o s d e lo s g a n a d o s ; l a ti e n e y a
p o r s u y a ; d e s u p e c h o i n f l a m a d o e x h a l a y a s u s p i r o s ; y a se
2o c i e r n e , l i g e r o , s o b r e s u p r e s a . P e r o h e a q u í q u e D ia n a ,

,M Cf. sttpra, r . J.
)W El poeta, com o se ve, presenta a la ninfa c o rrien d o acá y allá p o r los
m ontes do n d e se alzarla la fu tu ra R om a: el Janículo; e! em plazam iento de
la g ru ta d e C aco (en el A venlino o-el P alatino); el Q uirinal y, p o r últim o,
el Celio.
LIBRO II 83

r e c o r r i e n d o la s s ie t e c o l i n a s m i e n t r a s s ig u e la s h u e l l a s d e
u n a c i e r v a d e l A v e n t i n o *w , d ir i g e a l l á s u s p a s o s p r e s u r o s o s .
T a l v is ió n c o n t r a r i ó a l a d i o s a , q u e , v o lv i é n d o s e a s u s fie le s
c o m p a ñ e r a s , d i j o a s i: « ¿ E s q u e n o v o y a i m p e d i r n u n c a s u s
li b id in o s a s r a p i ñ a s a e s ta s b e s tia s e n g r e íd a s c in n o b le s ? ¿ S ie m - 25
p r e d e c r e c e r á l a m u c h e d u m b r e d e m i v ir g i n a l s é q u ito ? » .
T r a s e s t a s p a l a b r a s , e x t r a j o d e s u a l j a b a u n a f le c h a c o r t a y
l a a r r o j ó s i n t e n s a r e l a r c o , s in e m i t i r e l z u m b i d o d e c o s t u m ­
b re : se lim itó a la n z a r la c o n s u m a n o y a r o z a r — ta l se
d i c e — c o n e l e x t r e m o d e la s a e t a e l s o p o r i m p o r t u n o d e la
N á y a d e , q u e , a l i n c o r p o r a r s e , v io a l m i s m o t i e m p o l a l u z d e l »
d í a y a s u a u d a z e n e m ig o : p a r a n o d e s c u b r i r s u c u e r p o d e
n ie v e , s e p r e c i p i t ó a l a f u e n t e c o n t o d a s s u s v e s t i d u r a s y , e n
lo p r o f u n d o d e la s a g u a s , c r e y e n d o q u e P a n la s e g u ia , r e c u b r i ó
s u s m i e m b r o s c o n la s a l g a s d e l f o n d o . ¿ Q u é p o d í a h a c e r el
r a p t o r a n t e l a f r u s t r a c i ó n i n e s p e r a d a ? N o s e a tr e v e a c o n f i a r 35
s u c u e r p o a la s p r o f u n d a s a g u a s , c o n s c i e n t e d e q u e s u p ie l
e s t á e r i z a d a d e p e l o , y s in s a b e r n a d a r d e s d e s u i n f a n c i a .
D e s p u é s d e p r o f e r ir m il q u e ja s c o n tr a e l d e s p ia d a d o B ro m io ,
c o n t r a la s h o s t i l e s a g u a s y l a f l e c h a h o s t i l , a l v e r u n t i e r n o
p l á t a n o d e e s b e l t o t a l l o e i n n u m e r a b l e s r a m a s , c u y a c i m a se
a l z a b a h a s t a l o s c ie lo s , lo p l a n t ó j u n t o a l a f u e n t e , le a ñ a d i ó 40
e n t o r n o b i e n h e c h o r a t i e r r a , lo r e g ó c o n la s a g u a s d e s e a b l e s
y le c o n f i ó e s t o s r u e g o s : « V iv e p o r l a r g o t i e m p o , á r b o l ,
p r e n d a d u r a b le d e m i a n h e lo : g u a r d a tú a l m e n o s el a m o r
p o r e s te le c h o o p a c o d e u n a N i n f a e n e m i g a , i n c l í n a t e s o b r e
e l la y p r o t e g e s u l i n f a c o n t u f r o n d a . H ila lo h a m e r e c i d o , 45
p e r o n o p e r m i ta s , te r u e g o , q u e l a a g o b ie e l c a l o r d e l m e d io d ía
n i la h ie r a e l g r a n iz o d e s p ia d a d o ; a c u é r d a te ta n s ó lo d e

IM El A ventino e ra el m onte consagrado especialm ente al culto de


D iana.
84 SILVAS

r o c ia r su s a g u a s c o n tu s h o ja s p a r a e n tu rb ia r la s . A si o s
r e c o r d a r é p o r la r g o t i e m p o a t i y a l a d u e ñ a d e t a n g r a t a
e s t a n c i a y o s g u a r d a r é a e l l a y a t i c o n t r a lo s a g r a v i o s d e la
50 v e je z , p a r a q u e la s f r o n d a s d e J ú p i t e r 106 y la s d e F e b o l0í,
p a r a q u e el c h o p o d e s o m b r a c a m b ia n te y ta m b ié n n u e s tro s
p i n o s s e a s o m b r e n a n t e t u f o lla je » . A s í h a b l ó . E l á r b o l ,
e n c e n d i d o e n e l f u e g o q u e a n t e s h a b i a i n f l a m a d o a l d i o s , se
i n c l i n a c o n s u t r o n c o p e n d i e n t e , c e r n i é n d o s e s o b r e l a f u e n te
g e n e r o s a y c o n t e m p l a la s a g u a s c o n s u s o m b r a e n a m o r a d a .
55 Y a n s i a a b r a z a r l a s , p e r o lo i m p i d e e l s o p l o d e la s l i n f a s lw, y
n o c o n s i e n t e e l b e s o . P o r ú l t i m o , a l z á n d o s e a lo s a i r e s c o n
d e n u e d o , s e y e r g u e d e lo h o n d o , y , o b e d i e n t e a la s le y e s
n a t u r a l e s , e le v a d e n u e v o s u c o p a f le x i b le , c o m o si a l c a n z a r a
60 e l f o n d o d e l e s t a n q u e c o n o t r a r a íz . Y y a l a N á y a d e g r a t a a
F e b o n o s ie n te o d i o e i n v i t a a p e n e t r a r e n s u s a g u a s a la s
ra m a s a n te s re c h a z a d a s .
E s te e s e l o b s e q u i o q u e te d e p a r o e n t u d i a n a t a l , m o d e s to ,
s i, p e r o q u i z á l l a m a d o a v iv ir s ig lo s s in c u e n t o . T ú , e n c u y o
p e c h o a p a c ib le p u s ie r o n s u se d e u n a d ig n id a d b e n é v o la y
65 u n a v i r t u d g o z o s a , m a s p o n d e r a d a ; t ú , p a r a q u ie n e l d e s c a n s o
n o e s i n d o l e n c i a n i e l p o d e r in j u s t i c i a n i e l d e s e o d e s d o r o ,
q u e s ig u e s e l c a m i n o e q u i d i s t a n t e d e lo h o n r o s o y l o d u lc e ;
tú , in c o r r u p to e n tu le a lta d , a je n o a t o d a in tr ig a , r e c a ta d o e n
lo p ú b l i c o IW, y a q u e g o b i e r n a s t u v i d a d e n t r o d e l a m o d e r a -
?o c i ó n ; t a n d i s p u e s t o a d e s d e ñ a r e l o r o c o m o h á b i l p a r a a d m i ­
n is tr a r tu h a c i e n d a y p r o y e c t a r l a lu z s o b r e t u s b ie n e s :
f lo r e c ie n t e p o r s i e m p r e e n e s t a m o c e d a d d e e s p í r i t u y t a l a n t e ,
in s is te e n i g u a l a r a lo s a n c i a n o s d e I l i ó n y e n s o b r e p a s a r lo s

IM Las encinas.
1,1 Los laureles.
** Obsérvese la com unicación d e aires y aguas.
lW N ótese la asociación d e térm inos con trad icto rio s (oxím oron).
LIBRO 11 85

a ñ o s q u e t u p a d r e y t u m a d r e h a n c u m p l i d o e n e l E lís e o : t a l
e s l o q u e e llo s h a n i m p e t r a d o d e la s d e s p i a d a d a s h e r m a n a s ,w;
e llo s y l a g l o r i a e x c e l s a d e l m a g n á n i m o B le s o , q u e r e v e r d e c e , 75
p o r t u t e s t i m o n i o , p a r a e l u d i r l a h e r r u m b r e d e l s i l e n c i o 1" .

E L P A P A G A Y O D E A T E D I O M E L I O R ,IJ

P a p a g a y o , re y d e lo s p á ja r o s , f a c u n d o p la c e r d e lu a m o ,
p a p a g a y o h á b il im ita d o r d e la le n g u a h u m a n a : ¿ q u ié n h a
a c a lla d o tu s v o c e s c o n m u e rte ta n s ú b ita ? A y e r m ism o , tris te
d e t i , t a n p r ó x i m o a la m u e r t e , a s is ti s t e a n u e s t r a c o m i d a y
t e v i m o s c u a n d o p i c o t e a b a s lo s m a n j a r e s d e n u e s t r a m e s a
e n t r a ñ a b l e y r e v o l o t e a b a s s o b r e n u e s t r o s le c h o s m á s a l l á d e $
l a m e d i a n o c h e ; y h a s t a n o s h a b l a s t e y r e p e t i s t e la s p a l a b r a s
q u e h a b ía s a p r e n d id o . A h o ra , e n c a m b io , a y e r c a n o r o , e re s
h u é s p e d d e l e t e r n o s ile n c io d e l L e t e o . C e d a a n t e t i l a p o p u l a r
le y e n d a d e F a e t ó n ; lo s c is n e s n o s o n l o s ú n ic o s e n c e l e b r a r
s u s f u n e r a l e s IU.

119 E s to e s , d e la s P a r c a s .
111 C f . I I 1 , 1 9 1 y s s . c o n l a n o t a 4 2 . P o r M a r c i a l , V I H 3 8 , s a b e m o s
q u e M e lio r h a b la in s titu id o u n a fu n d a c ió n p a c a q u e se c e le b r a r a a p e rp e ­
t u i d a d e l a n i v e r s a r i o d e ) n a c i m i e n t o d e s u a m i g o B le s o .
IU L o s e p i c e d i o s d e d i c a d o s a a n i m a l e s s o n r e l a t i v a m e n t e f r e c u e n t e s
e n t r e lo s g r ie g o s y lo s la tin o s . E n tr e e s t o s ú lt im o s s o n c e le b é r r im o s lo s d e
C a t u l o , 3, y O v id io , Amores II 6 , q u e in s p ir a n e s te p o e m ita d e E s ta c io .
Cyenus, re y d e L ig u ria , e m p a r e n ta d o c o n F a e tó n , fu e m e ta m o r f o s e a d o
e n c is n e . A q u í e l p o e t a j u e g a c o n a m b a s f i g u r a s m ito ló g ic a s y c o n la
le y e n d a s e g ú n la c u a l lo s c is n e s , c u a n d o v a n a m o r i r , p r o f ie r e n u n b e llo
86 SILVAS

lo ]Q u é e s p lé n d id a e r a tu m a n s ió n , re fu lg e n te d e c o n c h a
r u tila n te , c o n u n a s u c e s ió n d e v a rilla s d e p la ta c o m b in a d a
c o n m a rfil y u n a p u e r ta q u e r e s o n a b a c o n e lo c u e n c ia en
r e s p u e s t a a t u p i c o , y q u e a h o r a g im e p o r s í s o l a ' A q u e ll a
f e liz j a u l a e s t á v a c í a ; n o s e o y e e n p a r t e a l g u n a e l v o c e r í o d e
a q u e l l a m a n s i ó n r e g ia ,
is Q u e c o n c u r r a n a q u í la s d o c t a s a v e s a la s q u e d i o N a t u ­
ra le z a el n o b le d o n d e h a b la r: q u e se la m e n te el p á ja r o d e
F e b o 1,4 y e l e s to r n i n o , c a p a z d e g r a b a r a f o n d o e n s u m e m o r ia
la s p a l a b r a s q u e h a o í d o , y la s p ic a z a s , c o n v e r t i d a s e n ta le s
t r a s s u c o m p e t i c i ó n e n A o n i a " 5, y l a p e r d i z , q u e r e p i t e la s
20 p a l a b r a s u n i é n d o l a s u n a y o t r a v e z " * , y l a h e r m a n a q u e
g im e a b a n a d o n a d a e n s u le c h o d e B i s t o n i a l>7: a u n a d v u e s t r o s
l a m e n to s , c o n d u c i d a la s lla m a s e l c o r t e j o f r a t e r n o y a p r e n d e d
t o d a s e s te f ú n e b r e c a n t o :
« H a m u e rto la g lo ria u n iv e rs a l d e l p u e b lo a la d o , el p a p a -
25 g a y o , e l v e r d e s o b e r a n o d e lo s d o m i n i o s d e l a A u r o r a , a l q u e
n o p o d r í a s u p e r a r e n b e l le z a e l a v e d e J u n o 111 c o n s u c o l a
p o b l a d a d e g e m a s , n i e l a v e d e l g é l i d o F a s i s 11*, n i la s q u e

c a n to , d e la m ism a m an era q u e el papagayo h a em itido su parlam ento. Ver


O v jd iO , M e t a m o r f o s is I I 3 6 ? .
•h L a corneja.
115 Las Piérides com pitieron con las M usas y, tra s su d e rro ta , se vieron
m etam orfoseadas en picazas (tam bién llam adas pegas o urracas). Ver O v i d i o ,
M e t a m o r f o s is V 2 9 4 .
’ •'* El sonido reiterad o que em ite la perdiz se asem eja al tartam udeo.
,l’ S« refiere a P ro en e, h erm ana de Filom ela e hija de P an d ió n , rey de
A tenas. T ereo, rey de B istonia (nom bre antiguo de T racia) y esposo
de Procne, se enam oró de Filom ela, a fa que violó. D espués de u n a sucesión
de trágicos sucesos, Procne fue m eta m o rfo se a d a en golondrina y Filom ela
en ruiseñor. Ver O v i d i o , M e t a m o r f o s is VI 4 1 2 y $$.
" i El pavo real.
119 R ío de la C ólquide, célebre p o r los faisanes de sus riberas.
LIBRO 11 87

h a s t a e l h ú m e d o A u s t r o l l e v a r o n lo s n ú m i d a s e l q u e s a b í a
s a l u d a r a l o s r e y e s y p r o n u n c i a r e l n o m b r e d e l C é s a r IJI; e l
q u e u n a s v ece s r e p r e s e n ta b a el p a p e l d e u n a m ig o q u e ju m ­
b r o s o , y o t r a s , c o m e n s a l b i e n h u m o r a d o , e r a t a n c o m p la c i e n te 50
p a r a r e p e t i r la s p a l a b r a s q u e s e le e n s e ñ a b a n ; c u a n d o é l
e s t a b a l i b r e , a m i g o M e l i o r , t ú n u n c a e s t a b a s s o lo . M a s n o
s in h o n r a m a r c h a h a c i a la s s o m b r a s : s u s c e n i z a s r e c i b e n e l
a r o m a d e l a m o m o d e A s i r ía ; s u s t e n u e s p l u m a s e x h a l a n e l
in c i e n s o d e lo s á r a b e s y e l a z a f r á n s ic a n i o : n i e l F é n i x , u
a b r u m a d o p o r e l p e s o d e l tie m p o , a s c e n d e rá c o n m á s m a g ­
n ific e n c ia a s u p ir a fra g a n te » .

EL LEÓN A M A ESTR A D O 113

¿ D e q u é t e h a s e r v i d o a m a n s a r t e d o m i n a n d o t u f u r ia ?
¿ D e q u é b o r r a r d e tu á n im o la m u e rte , e l a te n ta d o c o n tr a el
h o m b r e , p a r a s o m e te r te a s u im p e r io y o b e d e c e r a u n a m o
m e n o s fu e rte ? ¿ D e q u é h a b e r te a c o s tu m b r a d o a s a lir d e l
c u b i l p a r a v o lv e r d e n u e v o a t u e n c i e r r o , y a a b a n d o n a r d e
g r a d o la p r e s a y a c o b r a d a , y a d e ja r s a lir d e tu s fa u c e s J
a b i e r t a s la s m a n o s q u e e n e lla s e n t r a r a n ? M u e r e s , d i e s t r o

,w Las pintadas. Ver I 6, 78 y ss. (». 263), do n d e aparece la m ism a


asociación d e aves.
Ul V er P u n i ó , Historia Natural X 117 y M a r c i a l , X IV 73.
Ver M a r c i a l , 1 104. N ótese cóm o este epicedio dedicado a un león
de las reservas im periales, m uerto en el an fiteatro , es, al m ism o tiem p o , un
elogio d e D om iciano.
88 SILVAS

d e p r e d a d o r d e g r a n d e s f ie ra s , n o r o d e a d o p o r u n a h u e s te d e
m a s i l o s IJi c o n s u c e r c o d e re d e s» n o a l a r r o j a r t e , e n tu
te m ib l e s a l t o , s o b r e la s a r m a s d e lo s c a z a d o r e s , n i a t r a p a d o
10 e n l a a b e r t u r a c i e g a d e u n a t r a m p a , s i n o v e n c i d o p o r u n a
f i e r a e n f u g a . T u j a u l a m a l h a d a d a q u e d a c o n la s p u e r t a s
a b i e r t a s , y e n t o r n o , t r a s s u s p u e r t a s c e r r a d a s , lo s le o n e s
a m ig o s s e h a n e n c r e s p a d o p o r q u e h a y a s i d o p o s ib le t a l
s a c r il e g io . L a s m e le n a s d e t o d o s e s t á n la c i a s , h a n s e n t i d o
v e r g ü e n z a a l v e r l l e v a r t u c u e r p o , y h a n f r u n c i d o s u s f r e n te s
s o b r e s u s o jo s .
15 P e r o t ú n o t e d e j a s t e v e n c e r , a b r u m a d o p o r la d e s h o n r a
d e s c o n o c id a d e a q u e l p rim e r a ta q u e : tu o rg u llo se m a n tu v o
e n p ie ; e n t u c a í d a , d e l f o n d o m i s m o d e l a m u e r t e r e n a c i ó tu
v a lo r y n o h u y e r o n a l p u n to to d a s tu s a m e n a z a s : c o m o u n
s o ld a d o q u e , s a b e d o r d e su p r o f u n d a h e rid a , a v a n z a m o ri-
20 b u n d o f r e n t e a l e n e m ig o y l e v a n t a s u d i e s t r a y a m a g a c o n el
h i e r r o d e s m a y a d o , a s i e l le ó n , t a r d o e n s u s p a s o s y d e s p o j a d o
d e s u g lo ria s ó lita , a firm a su m ira d a , a b re su s fa u c e s y b u s c a
l a v i d a d e s u e n e m ig o .
C o n t o d o , a u n q u e v e n c id o , te n d r á s u n g r a n c o n s u e lo e n
25 t u c a í d a s ú b i t a : e l p u e b l o y e l s e n a d o , e n t r i s t e c i d o s , h a n
llo r a d o tu m u e rte c o m o si fu e r a s u n g la d ia d o r c é le b re q u e
h u b i e r a s u c u m b i d o s o b r e l a c r u e l a r e n a ; y e n t r e t a n t a s f ie r a s
d e E s c i t i a y d e L i b i a o t r a í d a s d e la s r i b e r a s d e l R i n o d e l
jo p u e b l o d e F a r o s lw, y c u y a m u e r t e n o ti e n e i m p o r t a n c i a , la
p é r d id a d e u n s o lo le ó n h a c o n m o v id o e l r o s tr o d e l g ra n
C ésar.

Pueblo africano, pró x im o a N um idia.


E sto es, d e Egipto.
LIBRO )l 89

CONSUELO A FLAVJO L’RSO POR LA PÉRDIDA


D E SU JOVEN ESCLAVO FAVORITO m

C ru e l e n d e m a s ía , q u ie n q u ie ra q u e s e a s , tú q u e p o n e s
d i s t i n g o s a la s l á g r i m a s , y a l l l a n t o l i m it e . E s d u r o p a r a u n
p a d r e d a r f u e g o — ¡ s a c r il e g io ! — a s u s s e r e s q u e r i d o s e n la
p r im e r a e d a d ; a su s r e to ñ o s e n la a d o le s c e n c ia ; es ta m b ié n
d o l o r o s o , c u a n d o e s a r r e b a t a d a n u e s t r a e s p o s a , d a r e l ú lt im o
a d i ó s a l a q u e c o m p a r t í a n u e s t r o le c h o , y a s o l i t a r i o ; y l o s o n
lo s l a m e n t o s a f lig id o s p o r la s h e r m a n a s , c o m o p o r lo s h e r - 5
m a n o s lo s g e m id o s . M á s d e n t r o , s i n e m b a r g o , y m u c h o m á s
a d e n t r o s e a d e n t r a e n n u e s t r a s a l m a s , m á s p e n o s a q u e la s
ll a g a s m á s g r a v e s , u n a h e r i d a m á s le v e . E s a u n f á m u l o ,
U r s o — y a q u e c o n m a n o c i e g a c o n f u n d e a s í F o r t u n a lo s
n o m b r e s d e la s c o s a s s in p a r a r m i e n te s e n lo s s e n t i m i e n t o s — ,
e s a u n f á m u l o a q u i e n ll o r a s ; p e r o a u n f á m u l o p í o q u e p o r
s u a m o r y s u f i d e l i d a d h a m e r e c id o t u s l á g r i m a s , y q u e d e 10
c o r a z ó n f u e m á s li b r e q u e s i h u b i e r a o s t e n t a d o u n i l u s t r e
a b o le n g o . N o c o n te n g a s tu lla n to , n o te a v e rg ü e n c e s: q u e tu
d o l o r s u p e r e la s b a r r e r a s y lo s d í a s , si te c o n s u e l a n m u e s t r a s
t a n p e n o s a s : l l o r a s a u n h o m b r e — a ñ a d o le ñ a a l f u e g o ,
p o b r e d e m i — , a u n h o m b r e q u e e r a t u y o , q u e a c e p t a b a d e is
g r a d o s u g r a t a e s c l a v i t u d s in n i n g u n a a f li c c i ó n y q u e s e l a
i m p o n í a g u s t o s o . ¿ Q u ié n p o d r á r e p r o c h a r t e ia s l á g r i m a s q u e
v ie r t e s a n t e p é r d i d a t a l ? E n m e d i o d e l a g u e r r a g im e e l p a r l o
a s u c a b a l l o m u e r t o ; l l o r a n l o s m o l o s o s a s u s le a le s c a n e s m ;

125 Flavio U rso fue un ilustre ab o g ad o y rico terrateniente. Bajo D om i-


ciano h u b o un U rso - probablem ente éste — que fue designado cónsul.
m Q ue sucum bieron en defensa de sus am os.
90 SILVAS

h a n t e n i d o la s a v e s s u p i r a f u n e r a r i a 127 y u n c i e r v o e n c o n t r ó
20 s u M a r ó n ,IS. ¿ Y si, d e s p u é s d e t o d o , n o h u b i e r a s i d o e s ­
c l a v o ,w? Y o h e v i s t o y c o m p ro b a d o su ta la n te : o tr o a m o q u e
tú n o d e s e a b a s ; p e ro se tra s lu c ía e n s u s e m b la n te u n a lm a
m á s s e le c ta y u n a ín d o le m á s a lta e n s u s a n g re p u e ril. L a s
m a d r e s g r ie g a s y la tin a s h a b r ía n d e s e a d o v iv a m e n te h a b e rle
25 d a d o a lu z . N o le f u e c o m p a r a b l e el a l t i v o T e s e o , a q u i e n la
h á b il c re te n s e e n s u in q u ie tu d , a s e g u ró e l re g re s o c o n u n
h ilo ; n i P a r i s , p a s t o r r ú s t i c o , q u e p a r a c o n t e m p l a r s u a m o r
e b a l i o ' 31, b o t ó s o b r e la s a g u a s , a s u p e s a r , s u s n a v e s . N o
m i e n t o n i a l i e n t a m i s v e r s o s l a li c e n c i a u s u a l : lo h e v i s to , y
30 a ú n lo v e o , n o c o m p a r a b l e a A q u ile s c u a n d o , t e m e r o s o d e la
g u e r r a , l o o c u l t ó T e t i s e n l a c o s t a d e la s d o n c e l l a s ,3J, n i a
Troilo, f u g i t i v o e n t o m o a la s m u r a l l a s d e l i m p l a c a b l e F e b o ,
y a lc a n z a d o p o r l a la n z a q u e a r r o j ó la d ie s tr a h e m o n ia m. ¡Qué
35 h e r m o s o e r a s ! M u c h o m á s b e l lo q u e t o d o s lo s a d o l e s c e n t e s

1,1 Vcr Pi.iNio, H is t o r ia S a i u r a l X 122.


i a V i r g i l i o M a r O n ( E n t id a VII 475) i n m o r t a l i z a at ciervo d e Silvia.
V e r t a m b i é n M a r c i a l , X III 9 6 .
El favorito d e M elior (ver II 1) e ra un verna, es decir, un esclavo,
hijo de esclavos d e la casa y nacido d e n tro de la fam ilia; no así el de Flavio
U rso, q u e, com o sucede en las com edias de P lau to P o e n u lu s y C u rcu lio .
p o d ría h ab er sido un ciu d ad an o libre ra p ta d o p o r los p ira tas (ver tam bién
P e t r o n 10, L V II 4).
L a hija del rey M inos, A riad n a, q u e, p o r m edio d e un hilo, facilitó
a le s e o la salida del L aberinto después q u e el héroe diera m uerte al
M inotauro.
111 E balio, esto es, U cedam onio; se refiere a Helena.
,Jl E n Escíros, isla del m ar Egeo.
IM T roilo, uno de los num erosos hijos de P ríam o , sucum bió a m anos de
A quiles, rey de los m irm idones, pueblo de T esalia cuyo antiguo n o m b re fue
H em onia. Según la leyenda, la resistencia de T ro y a dependía de la vida del
jo v en T roilo: a) m orir éste, las m urallas tro y an as, co n stru id as por Febo,
d e b ía n caer in d u d a b le m e n te por o b ra del pro p io dios.
LIBRO II 91

y q u e t o d o s lo s h o m b r e s , y s ó l o i n f e r i o r a t u a m o : s ó l o s u
b r i l l o a v e n t a j a b a a l t u y o , c u a l la L u n a s u p e r a a lo s a s t r o s
m e n o r e s y c o m o o f u s c a H é s p e r o a la s d e m á s e s tr e l la s . N o
s e h a l l a b a e n t u r o s t r o l a g r a c i a f e m e n i n a n i e n tu e x p r e s i ó n
la b la n d a d o n o s u r a , c o m o e n a q u e llo s a q u ie n e s in c ita n su s
ra s g o s d u d o s o s a r e n e g a r d e l s e x o c o m e tie n d o u n d e lito
E r a s e n é r g i c o ; v a r o n i l t u e n c a n t o , m a s n o d e s a f i a n t e t u 40
m i r a d a : t u s o j o s s e m o s t r a b a n c a r i ñ o s o s , p e r o c o n u n d e s te llo
d e f i r m e z a ; t a l f u e P a r t e n o p e o 1M, a t r a c t i v o a l a v i s t a , a u n
p ro te g id o b a jo s u c im e ra . T u s c a b e llo s , n a tu ra le s , c o n su s
r i z o s p r i m o r o s o s ; t u s m e jil la s , s e d o s a s , e x e n t a s t o d a v í a d e l
p r i m e r b o z o : t a l e s m a n c e b o s c r i a e l E u r o t a s e n s u s g a r g a n t a s 45
q u e f r e c u e n t ó L e d a l>T; a s í, e n l a f l o r d e s u t i e r n a e d a d , s e
d ir i g e a l a É l i d e e l m a n c e b o y a J ú p i t e r s o m e t e s u s a ñ o s
j u v e n i l e s P o r q u e ¿ d e d ó n d e s u p u d o r a n t e u n a i n f a m i a , la
s e re n a te m p la z a d e s u e s p íritu y d e s u p ro c e d e r y su a lm a ta n
m a d u r a p a r a ta n tie r n o s a ñ o s ? ¿ C o n q u é v e rs o s p o d r ía y o
e x p r e s a r l o ? M u c h a s v e c e s d i r i g í a r e p r o c h e s a s u a m o , q u e 50
lo s o í a d e b u e n g r a d o , y lo a y u d a b a c o n s u s c o n s e jo s le a le s
y p r u d e n t e s ; c o m p a r t í a c o n t i g o t r i s t e z a s y a le g r ía s ; n u n c a

,M H ijo d e la A u ro ra y d e A tlas, m etaraorfoseado en la estrella de


P oniente (H éspero o Véspero, el lucero vespertino), cuyo n o m b re actual es
Venus. Ver O v id io , M e t a m o r f o s is V 441.
05 E x istía.un edicto que prohibía la castración (ver III 4, 73; IV 3, 13
y « ).
IM H ijo de M eleagro y de A talan ta, rey de A rcadia, que fue uno d e los
líete caudillo» que asediaron T eb as y sucum bieron en su em peño. V er V 2,
123; E s ta c io , T e b a id a IV 248 y IX 683 y ss.; V ir g ilio , E n e id a VI 430.
L eda, m adre de C á sto r y P ó lu x , de H elena y de C litem nestra, fue la
esposa d e T in d a ro , hijo del rey de E sparta; el E u ro ta s es, p o r consiguiente,
el río frecuentado por Leda. El a u to r c o m p a ra al m uchacho m uerto con ios
jóvenes esp artan o s en general y, en p articular, co n C is to r y Pólux.
,M Jú p ite r e ra el juez suprem o en los juegos olím picos.
92 SILVAS

era suyo: de tu rostro asumía su expresión. Digno de aventajar


en nom bradla al Pilades de H em onia1* y a la lealtad ce-
cropia ,4°; pero ponga fin a su elogio el elogio que permite su
55 suerte: no fue más fiel Humeo Ml cuando, con corazón dolo­
rido, esperaba el regreso del tardío Ulises.
¿Qué dios o qué destino nos depara unas llagas tan
crueles? Y ¿por qué es tan certera la mano de los Hados
cuando hiere? ¡Cuánto más entero te habrías mostrado, Urso,
«o privado de tus bienes y de tu copiosa fortuna! Si la próspera
L ocros1*1 hubiera vomitado llamaradas, como el Vesubio,
entre ruinas humeantes, o si las avenidas hubieran anegado
tus campos de Pollenza; si el Ácire, en Lucania, o el Tíber
desbordado hubieran derramado sus caudales profundos en
su margen derecha, tú aceptarías con la frente serena el de-
65 signio divino; y asimismo, si la ubérrima Creta y Cirene te
hubieran negado su lealtad y sus mieses, como también las
demás regiones por donde la Fortuna generosa te ofrenda su
regazo fecundo. Pero la Envidia, despiadada, ha vislumbrado
lo más vulnerable de tu corazón y el camino para herirlo.

|W P ilades es célebre p o r l a leal am istad que le un ió a O restes; d e ahí e)


tópico de llam ar Pilades a un am igo fiel. E l Pilades de H em onia (esio es, de
T esalia) es P atro clo , q u e fue e) g ra n a m i g o d e AquiJcs desde los a ñ o s d e su
aprendizaje en T esalia b a jo las enseñanzas del ce n ta u ro Q uirón.
140 Nótese, en prim er lu g ar, la disim etría en la construcción d e los dos
com plem entos del verbo aventajar. En segundo lugar, el hecho d e que
C écrope —fu n d ad o r y p rim er rey d e A tenas— d a nom bre a la ciudad y
tam bién a l Á tica. P o r últim o , que Teseo, décim o rey de A tenas, gozó de la
e n tra ñ ab le am istad d e P irlio o , rey de los lápitasi asi pues, la lealtad
cecropia es la q u e caracterizó a estos d o s amigos.
111 Esclavo de Ulisses,
141 U rso poseía ricas propiedades en la región de L ocros (C alabria), en
la de P ollenza (L iguria), en L u c a n ia 'y a orillas del T iber. Era tam bién
p ro p ietario de latifundios en C re ta y C irene y. al parecer, en o tra s regiones
LIBRO H 93

Brote tan sólo de una vida adulta, a punto estaba aquél, ?o


el más hermoso de los adolescentes, de engarzar con tres
lustros de la Élide un trienio m ásUJ. La tétrica R am nusia144
aguardó con expresión sombría: robusteció sus músculos
primero, infundió resplandor a su m irada, alzó su rostro
más de lo frecuente, concediendo al cuitado, ¡ay!, un don 75
letal: se atormentó al mirarle por envidia y, dándole el
abrazo de la muerte, cuando yacía le arrojó sus redes y asió,
inmisericorde, con su mano engarfiada, aquella amable faz.
Era apenas el quinto amanecer en que Fósforo m ensillaba su
caballo cubierto de rocio, cuando ya contemplabas, Fileto, so
las crueles orillas del despiadado anciano146 y el siniestro
Aqueronte: ¡con qué voz te llamaba tu dueño! Con no
mayor fiereza habrían marcado en negro sus miembros, a
fuerza de azotarlos, ni tu madre, si hubiera estado viva, ni
tampoco tu padre; y tu hermano, que vio tus funerales, se
sonrojó sin duda por verse aventajado. La hoguera que «5
consumió tus restos cuando nos fuiste arrebatado no fue la

145 L os lu stro s de la Élidc (de G recia) corresponden a o tra s tantas


olim piadas. Este c ó m p u to de cinco años en lugar d e c u a tro (frecuente en
los poetas latinos a p a rtir de O vidio) parece ser el resultado de un cruce
entre lo que es propiam ente un lu stro —lapso de cinco añ o s— y la m an era
de co n ta r las fechas incluyendo en el c ó m p u to los d o s extrem os (cf., entre
nosotros, «ocho días» = u n a sem ana; «quince días* = dos sem anas; «resucitó
al tercer día« = al segundo: del viernes al dom ingo). E n efecto, parece
probable que Fileto, el efebo m uerto, c o n ta ra casi quince años y no
dieciocho.
144 Ném esis, deidad de la vengaba, v e n erad a en R am m im e (Á tica), se
confunde aq u í co n la Envidia.
,4J El lucero de la m añana.
144 Del barq u ero C aro n te (ver S é n e c a , E d ip o 167 y s.). El epíteto
d u ru s, q u e utiliza aquí el poeta, parece, según el co n tex to , m ás de acuerdo
con el c o n cep to de fiereza aním ica que ofrecem os, q u e c o n el d e robustez
que se le aplica en V i r g i l i o , E n e id a V i 304.
94 s il v a s

p r o p i a d e u n e s c la v o : la s l l a m a s a b r a s a r o n p e r f u m e s d e
S a b a , e s p e c ia s d e C ilic ia , c a n e l a h u r t a d a a l p á j a r o d e F a r o s
y io s j u g o s q u e m a n a n d e Ja s p l a n t a s a s i r í a s y l a s l á g r i m a s d e
tu dueño: s ó lo a q u e lla s lá g rim a s b e b ie ro n tu s c e n iz a s
90 y c o n s u m i ó t u p i r a h a s t a a g o t a r l a s ; n i e l v i n o d e S e c i a q u e
e x tin g u ió tu s b la n c a s c e n i z a s n i e l ó n ic e b r u ñ i d o q u e
e n c e rró tu s h u e so s e n su se n o fu e ro n m á s g ra to s a tu p o b re
s o m b r a q u e a q u e l l a s l á g r i m a s . P e r o s i t a m b i é n ¿1 e s u n
e s tím u lo , ¿ p o r q u é , U rs o , n o s d e ja m o s v e n c e r p o r el d o lo r?
¿ P o r q u é a lim e n ta s tu p e s a r y , c o n c o ra z ó n p e rv e rs o , a m a s
tu lla g a ? ¿ D ó n d e e s tá tu e lo c u e n c ia , b ie n c o n o c id a de
95 lo s a c u s a d o s a n t e l o s t r i b u n a l e s ? ¿ P o r q u é a t o r m e n t a s a u n a
s o m b r a q u e r i d a c o n d u e l o t a n c r u e l? C i e r t o q u e f u e u n a l m a
e x t r a o r d i n a r i a y m e r e c i ó t u l l a n t o , p e r o y a le h a s r e n d i d o t u
t r i b u t o : é l y a s e h a r e u n i d o c o n lo s a v e n t u r a d o s , y a g o z a d e
l a p a z d e l E l is e o y s e h a e n c o n t r a d o e n e l la c o n s u s a n t e p a s a -
ioo d o s , t a l v e z i l u s t r e s ; o , e n m e d i o d e l s ile n c io p l a c e n t e r o d e l
L e t e o , q u i z á lo r o d e a n d e a c á y d e a l l á , c o n s u s j u e g o s , la s
N á y a d e s d e l A v e r n o e n t r o p e l , m i e n t r a s lo c o n t e m p l a P r o -
s é r p i n a c o n s u m i r a d a t o r v a Mf. D e p ó n y a , te lo r u e g o , t u s
la m e n to s ; ta l v e z te d e p a r e n Jo s H a d o s u n s e g u n d o F ile to , o
t a l v e z é l m i s m o te lo o f r e n d e , y le e n s e ñ e , g o z o s o , s u s
ios m i s m a s a c t i t u d e s y c o s t u m b r e s t a n d i g n a s , y u n s e n t i m i e n t o
p a re c id o al su y o .

141 Esto es, p o r sinécdoque, a l ave egipcia: al ave F énix que, procedente
d e A rabia, com o la canela, sigue ia ru ta del sol hasta HeliÓpolis.
'♦* Ver V ir g ilio , E n e id a V I 226.
T o rv a, porq u e siente envidia de las Náyades,
LIBRO II 95

A P O L A lS* E N E L A N IV E R S A R IO D E L N A C IM IE N T O D E L U C A N O

A c u d a n a c e le b r a r la fe c h a q u e s e rá s ie m p re e l d ía d e
L u c a n o t o d o s a q u e l l o s q u e s o b r e lo s c o l l a d o s d e D i o n e
í s t m i c a 131, p o s e í d o s s u s p e c h o s d e d o c t a i n s p i r a c i ó n , b e b e n
e l a g u a q u e b r o t ó p o r o b r a d e lo s c a s c o s a l a d o s v o s o t r o s ,
q u i e n e s p o s e é is e l p r iv i le g i o d e l c a n t o , y e l i n v e n t o r a r c a d i o 5
d e l a c a n o r a c í t a r a IM y t ú , E u h a n , q u e h a c e s c o n t o r s i o n a r s e
a la s B a c a n te s , y t ú , P e á n y v o s o t r o s , la s h e r m a n a s h i a n -
t e s '” , re n o v a d g o z o s a s v u e s tra s ín fu la s p u r p u r e a s , o r n a d
v u e s tr o s c a b e llo s ; q u e c u b r a n v u e s tr a s a lb a s v e s tid u r a s h ie d r a s 10
r e c ié n c o r t a d a s . Q u e la s d o c t a s c o r r i e n t e s e n s a n c h e n s u s
c a u d a le s ; b o s q u e s d e A o n i a r e v e r d e c e d m á s : q u e , si v u e s tr a
u m b r í a s e a b r e e n a l g ú n p u n t o o d a p a s o aJ d í a , s e c i e r r e c o n
t i e r n a s g u i r n a l d a s . Q u e s e a l c e n e n la s f l o r e s t a s d e T e s p i a s 15715
c ie n a l t a r e s p e r f u m a d o s c o n c ie n o f r e n d a s d e l a s q u e b a ñ a

134 P o la A rgentaría, viuda d e L ucano (cf. su p ra , n. 9). El aniversario d e


L ucano es c a n ta d o por M a r c i a l en V II 2 ], 22 y 23.
151 La acrópolis de C orínto, ciudad del Istm o, donde se alzaba un pequeño
tem p lo consagrado a V enus, hija d e la ninfa D ione (cf. n. 41 al l.1 ).
1,2 L a referencia a) tem plo d e Venus q u e precede es irretevante: sólo
sirve p a ra situ a r la fuente Pirene, co n sag rad a a las M usas, que Pegaso, el
caballo alado, hizo b ro ta r co n sus cascos en la acrópolis de C orinto cuando
B elerofonte lo d o m ab a.
H erm es, cuyo culto procede de A rcadia (en el Peioponeso). D e 61
recibió A polo la citara.
a . su p ra , 1.1, n. 48.
IM A rcaísm o p o r beodas: las M usas. E n Beocia, cerca del m onte Helicón,
fue do n d e se desarrolló su culto.
O . su p ra, 1 I, n. 121.
117 C iudad de Beocia, d o n d e se veneraba a las M usas.
96 SILVAS

D i r c e IM o e l C i t e r ó n s u s t e n t a ; c a n t a m o s a L u c a n o : g u a r d a d
20 s ile n c io ; v u e s t r a e s l a e f e m é r id e : s ile n c io , M u s a s , m i e n t r a s
a q u e l q u e o s e n s a l z ó e n a m b a s p a r t e s — la s d e l a e l o c u c i ó n
s u j e t a a p ie s y d e l a e x e n t a m — e s v e n e r a d o c o m o s a c e r d o t e
del coto ro m an o .
25 F e liz tú e n g r a d o s u m o y b ie n a v e n tu r a d a , o h ti e r r a q u e
c o n t e m p l a s , j u n t o a la s o n d a s s o m e r a s d e l O c é a n o , e l c u r s o
d e c l i n a n t e d e H i p e r i ó n 16’, y e s c u c h a s e l e s t r u e n d o d e s u
c a r r o a l o c a s o : B é tic a , q u e c o n t u s p r e n s a s r e z u m a n t e s d e
a c e ite d e s a f i a s a A t e n a s , f é r ti l e n e l p r e s e n t e d e M i n e r v a
T r i t ó n i d e 1W: t ú p u e d e s o s t e n t a r a n t e e l m u n d o e l n o m b r e d e
jo L u c a n o ; es m á s g lo rio s o q u e h a b e rle d a d o u n S é n e c a o q u e
h a b e r e n g e n d r a d o a l d u lc e G a l i ó n ,w. Q u e e l B e tis , m á s
il u s t r e ; q u e e l h e l e n o M e l e t e IM, a lc e h a s t a la s e s t r e l l a s s u s
f u e n te s e n r e f l u j o ; n o t e p r o p o n g a s , M a n t u a ISV d e s a f i a r a l
35 B e tis . A p o c o d e n a c e r , c u a n d o a ú n g a t e a b a p o r l a t i e r r a ,

'» C f. supra, L . I , ti. 1 7 6 .


'** M o n te de B e o d a , célebre p o r sus rebaños y p o r las orgias que allí
celebraban las bacantes (ver V i r g i l i o , G e ó r g ic a s I I I 43; O v i d i o , M e t a m o r ­
f o s is 111702). Obsérvese cóm o se entrelazan m otivos apolíneos y diom iíacos.
lM Los poem as se en u m eran en las líneas 54 y ss.; las obras en p rosa, en
60y$s.
H iperión es T itán , hijo de U rano y G ea, padre del Sol, cuyo nom bre
se aplica aquí a l hijo, com o tam bién en o tro s pasajes (cf. OviDlO, M e t a m o r ­
f o s i s V III 565).
IU El presente q u e M inerva d o n ó al A tica fue el olivo. E n cuanto al
c p ltíJo de la diosa, cf. s u p r a , L. I, n. 30.
143 H ijo m ay a r de S éneca el réto r, q u e al ser ad o p ta d o por Ju n io
C alión, to m ó el nom bre de Lucio Ju n io A nneo G alión. F ue procónsul de
A caya en el añ o 52 y a él están dedicados los tra tad o s D t ira y D t vita
beata. Q uizá ejerciera c o m o poeta, y d e a h í «I adjetivo dulce.
144 R io de Jo n ja , a cuyas orillas se su p o n ía que había nacido H om ero.
C iudad a orillas del P o , p a tria d e Virgilio.
LIBRO II 97

con el primer murmullo de su dulce vagido, lo recogió


Calíope en su regazo amante. Entonces, ya aliviada, depuesta
su congoja, olvidó el largo llanto que le causara O rfeo>My 40
así dijo: «Oh, niño consagrado a las Musas, destinado a
aventajar en breve a los viejos poetas: tú no moverás los ríos
con tu plectro, ni las manadas de fieras, ni los géticos olmos:
tú arrastrarás, con tu elocuente canto, a las siete colinas y a)
Tíber, consagrado a Marte, y a los équites doctos y al se- 45
nado, revestido de púrpura. Canten otros la caída nocturna
de los frigiosl#T, y los viajes del regreso tardío de Ulises, y la
nave arriscada de M inerva14*, camino trillado de tam os 50
poetas: tú, bienquisto del Lacio y amante de tu raza, com­
pondrás, más heroico, un poema romano. En un primer
momento, todavía en tus años juveniles, te adiestrarás con
Héctor, con la biga tesalia y el oro suplicante del poderoso 55
P ríam o,M, y abrirás las moradas infernalesIW, y presentarás
ante el hechizo del teatro al ingrato N erón1,1 y a mi Orfeo.

i* Calíope, m usa de la elocuencia y de la poesía heroica {y, por extensión,


de la poesía en general), es, según u n a de las num erosas variantes de la
leyenda, la m adre del legendario Orfeo.
,M E sto es, la ú ltim a noche de T roya.
,u L a nave de los a rg o n a u tas, construida p o r A rgos bajo )a dirección
de M inerva.
IM Se refiere al rescate p o r P rlam o del cad áv er d e H éctor, que había
sido a rra s tra d o p o r el carro de Aquiles. C an tó L ucano este episodio en un
poem a épico titu lad o Ilia co n .
i» E n u n a o b ra llam ada C a ia c h íh o n io n , en la que n arrab a un viaje al
m ás allá; q u ité se tra te del m ism o poem a en que c a n tó a O rfeo, com o
viajero al m un d o infernal. D e estas obras perdidas sólo h a n llegado a
nosotros, en citas dispersas, algunos versos aislados.
1,1 D edicó a N erón un p o e m a lau d a to rio leído en el tea tro de Pom peyo
en el añ o 60, p o r el que fue co ro n ad o , y o tro difam atorio; quizá el que se
cita a continuación, relativo al incendio de R om a.
98 SILVAS

60 C a n t a r á s la s l l a m a s c r i m i n a l e s q u e s e e x t e n d e r á n p o r la s
t e c h u m b r e s d e R e m o in p o r o b r a d e u n t i r a n o d a ñ i n o . D e s ­
p u é s o fre c e rá s a la p ia d o s a P o la u n g a la r d ó n h o n r o s o c o n
u n a d e l e i t o s a a l o c u c i ó n 173. M á s t a r d e , m á s m a g n á n i m o , e n
65 t u p r i m e r a m o c e d a d , h a r á s q u e t r u e n e F i l i p o s IU, b l a n c a d e

h u e s o s i t á l i c o s , y q u e t r u e n e la g u e r r a d e F a r s a l i a , a d o n d e
e n t r e la s h u e s te s lle g ó e l r a y o d e l c a u d i l l o d i v i n o y que
t r u e n e e l s e v e r o C a t ó n c o n s u s a n t a l i b e r t a d , y e l M a g n o l76,
70 e l b i e n q u i s t o d e l p u e b l o . T ú l l o r a r á s , p i a d o s o , e l c r i m e n d e
C a n o p o p e l u s í a c o 1” y d a r á s a P o m p e y o u n p a n t e ó n m á s
a l t o q u e l a c r u e n t a F a r o s 171. T a l e s p o e m a s c a n t a r á s e n t u
p r i m e r a j u v e n t u d , a n t e s d e l a e d a d e n q u e V ir g ilio c o m p u s o
s u C ú le x . C e d e r á n a n t e t i l a M u s a p r i m i t i v a d e l a r r o g a n t e
75 E n n i o y e l s u b lim e e n t u s i a s m o d e ! s a p i e n t e L u c r e c io y q u ie n
p o r m a r lle v ó a lo s A r g o n a u t a s 179 y a q u e l q u e . t r a n s f i g u r a la s
f i g u r a s p r i m e r a s 1“ . Y d i r é a l g o m á s g r a v e : l a E n e id a m i s m a

1,2 R em o (y no R óm ulo ni R om a) p o r necesidad m étrica. C f . C a T U I .o ,


58, 5.
1,5 P oem a a m odo de m isiva dedicado a su esposa.
|H L a epopeya de L ucano (que se llam ó «G uerra civil» y no «Farsalia»)
no alcanza h asta la b a ta lla d e Filipos, au n q u e es p ro b ab le que ese fuera el
proyecto.
m C ésar. A unque p a ra L ucano el p rotagonista es Pom peyo, aqu( se
respeta el o rd en jerárquico.
■* Pom peyo M agno.
El asesinato de Pom peyo, p erp etrad o en la desem bocadura del Nilo.
C an o p o (la actual A bukir) se encuentra cerca de la ram a occidental del
deJia, y PeJusio (la actu al D am ieta), frenie a la cual tu v o lugar a) aten tad o ,
en la ram a oriental. E sta doble denom inación se en cu en tra en L u c a n o ,
V II! 543.
in A quí F aro s significa la isla próxim a al lugar del suceso y el faro que
en ella se elevaba.
i» V alerio F laco, a u to r d e las A r g o n á u iic a s .
O vidio con sus M e ta m o rfo sis.
LIBRO II 99

t e m o s t r a r á r e s p e t o c u a n d o c a n t e s a l p u e b l o l a t i n o . Y n o so
s ó l o t e o b s e q u i a r é c o n e l e s p l e n d o r p o é t ic o : t a m b i é n te
o f r e c e r é , c o n la s t e a s n u p c i a l e s , u n a e s p o s a e s c o g id a , d i g n a
d e t u t a l e n t o , c o m o t e l a o f r e n d a r á n la d u l c e V e n u s y J u n o ,
c o n s u b e lle z a , s u i n g e n u i d a d , s u e n c a n t o , s u f o r t u n a , s u 85
n o b l e z a , s u g r a c i a , s u f i n u r a ; y y o m i s m a a l z a r é a n t e v u e s tr a s
p u e r t a s e l h i m n o d e h i m e n e o c o n m is c a n t o s f e s tiv o s . ¡ O h
P a r c a s , ta n c ru e le s y ta n d u ra s ! ¡O h lo n g e v o d e s tin o , n u n c a
d a d o a lo s s e r e s e g r e g io s ! ¿ P o r q u é e s t á i s m á s e x p u e s t o s a l a w
r u i n a lo s s e r e s e n c u m b r a d o s ? ¿ P o r q u é s u e r t e s a ñ u d a n o
e n v e j e c e n l o s s e r e s e s c o g id o s ? P o r e s o a l h i j o d e la d e i d a d
t o n a n t e n a s a m o n i a 1*1, t r a s s u o r t o y s u ó b i t o f u l m í n e o s , lo
e n c i e r r a B a b i l o n i a e n a n g o s t o s e p u l c r o ; p o r e s o T e t is s e «
e s t r e m e c i ó c u a n d o c a y ó e l P e l i d a IW, t r a s p a s a d o p o r m a n o
d e l t e m b l o r o s o P a r í s ; p o r e s o y o s e g u í a , p o r la s r i b e r a s d e l
H e b r o s o n o r o l,J, l a c a b e z a d e O r f e o n o e n m u d e c i d a ; p o r e s o
t a m b i é n 16 — ¡ o h c r i m e n d e u n t i r a n o e n f u r e c i d o ! — , c o n d e - 100
n a d o a a f r o n ta r la r á p id a c o r r ie n te d e l L e te o , c u a n d o c a n te s
la s p u g n a s y , c o n t u v o z e x c e ls a , b r i n d e s c o n s u e l o a lo s
p r o h o m b r e s m u e rto s — ¡o h fu n e s ta m a ld a d ! ¡O h m a ld a d ! —
q u e d a r á s s ile n c io s o » . A s í h a b l ó , y c o n s u p l e c t r o r e f u l g e n t e ios
e n j u g ó c o n d u l z u r a e l l l a n t o q u e c a í a d e s u s o jo s .

111 Del dios correspondiente a Jú p ite r en el pueblo africano de los


nasam ones, identificados a veces con los núm idas. A quí parece que hace
referencia a los egipcios y que el hijo de Zeus es A lejandro M agno —un ser
e x trao rd in ario d e efím era existencia— m uerto en B abilonia, pero en terrad o
en A lejandría (cf. 111 2 ,1 1 7 ).
IU Aquilea, hijo de Peleo y Tetis.
'u R io de T racia (el actual M aritza). Según una de las num erosas
variantes acerca de O rfeo y de su m uerte, fue descuartizado p o r las Bacantes,
celosas de su lealtad al recuerdo d e Eurídice; su cabeza, a rro ja d a a) H ebro,
no cesaba de llam arla, m ientras su m adre, C allope, la seguia río abajo. Ver
sv p r a . n. 16$ (cf, V ir g ilio , G e ó r g ic a s IV 515 y ss.).
100 SILVAS

T ú l8\ y a s e a q u e , m o n t a d o s o b r e e l e x c e ls o c a r r o d e l a
F a m a , p o r l a r á p i d a b ó v e d a d e l c i e lo , d o n d e s e a l z a n la s
a l m a s m á s e g r e g ia s , m i r e s l a t i e r r a d e s d e la s a l t u r a s y d e s d e ñ e s
n o la m u e rte ; y a s e a q u e , d ic h o s o , e n la re g ió n a ti f r a n q u e a d a
d e l E lís e o h a b i t e s , c o m o e s j u s t o , e l v e r g e l d e l a p a z , e n e l q u e
s e c o n g r e g a n la s h u e s t e s d e F a r s a l i a , y m i e n t r a s t ú r e c i t a s t u
ii5 p o e m a p re c la ro te a c o m p a ñ a n P o m p e y o s y C a to n e s — p u e s
q u e» s a g r a d o , a l t i v o , c o n t u s o m b r a g r a n d i o s a d e s c o n o c e s e l
T á r t a r o y s ó l o d e s d e le jo s e s c u c h a s lo s a z o t e s d e l o s r é p r o b o s
y v e s c ó m o N e r ó n p a lid e c e a l c o n te m p la r la a n t o r c h a d e su
120 m a d r e — , h a z t e p r e s e n t e y , a l a v o z d e P o l a , c o n s i g u e , p o r
f a v o r , u n s o l o d í a d e lo s d io s e s d e l m u n d o d e l s ile n c io : e s a
f r o n t e r a s u e le e s t a r a b i e r t a a lo s e s p o s o s p a r a q u e t o r n e n a n t e
s u s e s p o s a s . E lla n o t e r e v is t e , e n e l d e s e n f r e n o q u e d e s p i e r t a n
la s e n g a ñ o s a s d a n z a s b á q u i c a s , d e l a a p a r i e n c i a d e u n a f a ls a
125 d e i d a d ll5; p o r e l c o n t r a r i o , e s a t i a q u i e n v e n e r a y a q u ie n
a c o m p a ñ a : a t i , q u e p e r v iv e s e n lo m á s p r o f u n d o d e s u c o r a ­
z ó n ; e s o sí: le t r a e u n v a n o c o n s u e lo u n r o s t r o q u e , r e p r o d u c i d o
e n o r o , t e r e p r e s e n t a a ti , y q u e b r i l l a d e l a n t e d e s u l e c h o y
i » q u e v e la s o b r e l a p a z d e s u s u e ñ o . ( L e jo s d e a q u í , d e i d a d e s
d e u l t r a t u m b a ! É s te e s e l n a c i m i e n t o d e u n a v i d a n u p c i a l .
¡ A tr á s , d o l o r in f a u s t o ! C o r r a n y a d u l c e s l á g r i m a s p o r s u s
m e jilla s : q u e s u p e n a s e a p l á c i d a y q u e v e n e r e a h o r a l o q u e
a n t a ñ o ll o r ó .

m A quí, co m o en V 3 (epicedio a su padre), el p o e ta plantea u n a doble


posibilidad: o las alm as residen en el é te r y desde alU contem plan el universo
(d o ctrin a platónica q u e asum en, p o r ejem plo, C icerón e a el S ueño de
Escipión y S6neca en su C onsolación a M areta), o bien m oran en el Elíseo,
do n d e se agrupan p o r afinidades, com o en el c a n to VI d e la En eid a.
,M Hace referencia a la leyenda d e P rotesilao, q u e , al d (a siguiente a sus
nupcias con Laodam ía, m archó a la guerra de T ro y a y, m uerto al desem barcar,
alcanzó de los dioses su regreso p o r u n d ia (ver V 3, 273). L ao d am ía —a
diferencia d e P o la— hizo u n a im agen de Protesilao a la q u e trib u ta b a un
culto dionisíaco, co m o si se tra ta ra del dios Baco (ver III S, 49).
LIBRO III

D E D IC A T O R IA

E stado saluda a su amigo Polio


Sin duda, queridísimo Polio, digno en grado sumo de
este descanso al que te entregas con tal fidelidad2, no tengo
que justificar prolijamente ante ti la audacia de esos escritos»
puesto que sabes que muchos de ellos han surgido de pronto
en tu compañía, y con frecuencia te ha asustado la osadía de
mi pluma cuando, seducido, en el santuario de tu elocuencia
egregia, me adentro más a fondo en las letras y me dejo s
llevar por ti a todos los ámbitos de la erudición. Por ello te
dedico sin'temor este tercer libro de mis Silvas. Es cierto que
el segundo te tuvo también por testigo, pero éste te tiene
como fiador. En efecto, abre sus puertas el Hércules de
Sorrento, consagrado en tu cantil, y al que, en el momento io
en que lo vi, rendí culto con mis versos. A continuación

1 Cf. su p ra , 1. II, n. 46.


* C í. II 2, 140.
102 SILVAS

fig u ra u n p o e m ita c o n q u e h e a c o m p a ñ a d o , y a q u e n o p o d ia
m a r c h a r c o n é l, a u n j o v e n b r i l l a n t í s i m o y m u y q u e r i d o ,
M e c ió C é l e r \ e n v i a d o a S i r i a p o r n u e s t r o s a c r a t í s i m o e m p e -
is r a d o r a l f r e n t e d e u n a le g ió n . T a m b i é n la p i e d a d d e m i
a m ig o C la u d io E t r u s c o 4 m e r e c ía d e m i p l u m a a l g ú n c o n s u e lo
c u a n d o llo r a b a c o n lá g rim a s s in c e ra s — c o s a q u e e s y a m u y
r a r a — a s u a n c i a n o p a d r e . Y a s i m i s m o E a r i n o 5, l i b e r t o d e
n u e s t r o a m a d o G e r m á n i c o 6: y a s a b e s d u r a n t e c u á n t o ti e m p o
h e d e m o ra d o el c u m p lim ie n to d e su d e s e o d e s d e q u e m e
p id ió q u e c o n u n o s v e rso s d e d ic a ra a i A s c le p io 1 d e P é rg a m o
20 s u s c a b e llo s , q u e le e n v i a b a c o n u n c o f r e a d o r n a d o d e p ie d r a s
p r e c i o s a s y c o n u n e s p e jo . E n ú l t i m o t é r m i n o f i g u r a u n a
é g l o g a e n q u e e x h o r t o a C l a u d i a , m i e s p o s a 1, a r e t i r a r s e a
N á p o le s c o n m ig o . É s ta , a d e c ir v e r d a d , e s u n a c h a r l a y,
d e s d e l u e g o , s in a r t i f i c i o , c o m o e s n o r m a l m a n t e n e r l a c o n la
25 e s p o s a , i n t e n t a n d o p e r s u a d i r y n o d e l e i t a r . D a r á s t u a p r o b a ­
c ió n a e s te p o e m a , s a b ie n d o , s o b re t o d o , q u e m i in te n c ió n
d e d e s c a n s a r t e ti e n e a t i p o r p r i m o r d i a l o b j e t o y q u e m e
d ir ijo n o ta n to a m i p a tr ia c o m o a re u n ir m e c o n tig o . S a lu d .

J Cf. infra, n. 65.


* Cf. supra, 1.1, n. 8.
5 T ilo F lavio E arin o , eunuco favorito y c o p ero de D om iciano. Ver
M a r c i a l , IX I I , 12. 13, 16, 17, 36.
4 D om iciano (cf. s u p r a , 1, l, n, 1 3 ).
7 A sc k p io (E sculapio), hijo d e F ebo y d e C orónide, ten ía u n sa n tu à rio
en Purgam o (cf. su p ra , I. 1, n. 2 0 1 ) .
1 V iuda de un m úsico, del que tenía u n a hija; se casó co n E stacio, de
quien no tuvo descendencia. Ver III 5; V I, dedicatoria.
I

E L H É R C U L E S D E P O L IO F É L IX EN S O R R E N T O *

P o l i o r e s ta b l e c e t u c u i t o i n t e r r u m p i d o , o h d e i d a d d e
T i r i n t o 10, y d e c l a r a e l m o t i v o d e u n a ñ o d e a b a n d o n o 11:
a h o r a s e t e v e n e r a b a j o u n a c ú p u l a m á s h e r m o s a ; y a n o te
a s ie n ta s , c o m o u n in d ig e n te , s o b r e u n a c o s ta d e s n u d a , e n u n
a b rig o a p to p a r a n a u ta s e rra n te s : a h o r a p o se e s u n a s p u e rta s
re s p la n d e c ie n te s y u n a te c h u m b r e q u e d e s c a n s a s o b r e m á r ­
m o l e s g r i e g o s , c o m o s i, p u r i f i c a d o d e n u e v o p o r la s l l a m a s 5
d e u n a h o g u e r a g l o r i o s a , h u b i e r a s a s c e n d i d o a lo s c ie lo s
d e s d e e l f u e g o d e l m o n t e E t a l2. E s d i f í c i l d a r c r é d i t o a lo s
o jo s y a l p e n s a m ie n to : ¿ E re s tú a q u e l g u a r d iá n s in g lo r ia d e
u n a m a n s i ó n s in p u e r t a s y d e u n m o d e s t o a l t a r ? ¿ D e d ó n d e

* Cf. n. 46 al I. 11. E n c u a n to a) « r a p io de H ércules —m encionado en


H 2, 23, bajo el nom bre d e A k id e s—, vem os en este poem a III 1 cóm o
P o lio Félix restableció su culto, en el q u e figuraban unos juegos atléticos
anuales.
Cf. supra, 1. I, n. 150.
¡ n L a in terru p ció n del culto tuvo lu g ar desde el verano del a ñ o 90 hasta
el del añ o 91 (ver la referencia ai viejo tem p lo en II 2) y ios m otivos se
explican m is adelante ( w . 49 y ss.).
12 M o n te situ ad o al s u r de Tesalia, d o n d e se quem ó Hércules.
104 SILVAS

e s te n u e v o p a l a c i o y e s t e f u l g o r i m p r e v i s t o p a r a u n A lc id e s
10 r ú s tic o ? L o s d i o s e s t i e n e n s u d e s t i n o ; l o s p a r a j e s t i e n e n s u
d e s t i n o . ¡ C u á n d i l i g e n t e p ie d a d ! A q u í , h a s t a h a c e p o c o , s ó lo
p o d ía n v e rse y e rm a s a re n a s , u n fla n c o m o n ta r a z s a lp ic a d o
p o r el p ié la g o , p e ñ a s c o s e r iz a d o s d e m a le z a y p a r a je s n o
f á c ile s d e h o l l a r . ¿ Q u é f o r t u n a , d e p r o n t o , h a e n r i q u e c i d o
15 lo s á s p e r o s e s c o llo s ? ¿ S e h a n a l z a d o e s t o s m u r o s a l c o n j u r o
d e l p l e c t r o t i r i o o d e l a l i r a g é t i c a l í ! E l a ñ o m i s m o se
a s o m b r a d e a q u e l l o s t r a b a j o s y lo s b r e v e s m e s e s , e n s u s d o c e
li n d e s , a d m i r a n t a l o b r a lo n g e v a l\ E s e l d i o s q u i e n h a t r a í d o
y a l z a d o s u a l c á z a r , q u i e n h a r e m o v i d o c o n s u e s f u e r z o )a
20 r e s i s t e n c i a d e la s r o c a s y , c o n s u p e c h o p o d e r o s o , h a h e c h o
r e t r o c e d e r e l m o n t e : s e d i r í a q u e e r a s u c r u e l m a d r a s t r a 13
q u i e n s e lo h a b í a o r d e n a d o .
Ea pues: ya sea que mores en tu tierra de Argos, libre al
fm de mandatos, y asientes tus pies sobre Euristeo, que yace
en el sepulcro u, ya frecuentes el solio de Júpiter, tu padre,
23 y los reinos astrales que ha alcanzado tu mérito, mientras
Hebe te brinda, con su veste ceñida, antepuesta ai troyano
derrocado, una copa de néctar, privilegio de los afortunados ”,
ven y trae tu Genio a tu templo naciente. No te llama la

l} El plectro de A nfión, que levantó las m urallas d e Teba$ (cuyos


h a b ita n te s, según la trad ició n , procedían de Fenicia), o la lira d e O ríeo , que
m ovía a los anim ales, a los árboles y la m b a n a (as pied ras.
14 A lusión a los doce tra b a jo s d e Hércules.
Ju n o , celosa de A k m e n a , la m adre de H ércules, y de Jú p ite r, su
padre.
14 S in em bargo, según P ausakia S, 14 4 ,4 , E uristeo esta b a e n terrad o en
M egéride y, según E s tra b O n , V III 377, e n el Atica.
,T H ebe, dio sa d e la juventud y esposa de H ércules, e ra la copera de los
dioses h asta que fue su p lan tad a por el príncipe tro y a n o G anim edes, favorito
d e Jú p ite r. A quí E stacio invierte los térm inos y hace q u e H ebe suceda a
G anim edes.
LIBRO in 105

L e m a p e r n i c i o s a l*> n i lo s c a m p o s d e l r ú s t i c o M o l o r c o ni
la s t e r r i b l e s t i e r r a s d e N e m e a , n i la s g r u t a s d e T r a c i a * , n i la s JO
a r a s i m p u r a s d e l m o n a r c a d e F a r o s 21, s i n o u n h o g a r fe liz ,
s e n c il lo , u n a m o r a d a q u e n o s a b e d e m a l i g n o s e n g a ñ o s y es
d i g n a d e a c o g e r a h u é s p e d e s d e lo a l t o . D e j a t u a r c o s a ñ u d o
y la tu r b a e n c o n a d a d e tu a lja b a y tu c la v a im p r e g n a d a d e
s a n g r e i n n u m e r a b l e d e m o n a r c a s 22 y d e p ó n d e t u s h o m b r o s 35
a g o b i a d o s a l e n e m i g o t u y o q u e lo s c u b r e 25: a q u í s e t e j e p a r a
ti u n a m u llid a a lm o h a d a c o n a c a n to b o r d a d o s o b r e p ú r p u r a
y s e a l z a u n le c h o c u a j a d o d e r e lie v e s d e m a r f il. V e n a p a c ib le ,
a f a b l e , s i n l a t u r b u l e n c i a d e l a i r a y s in e l m i e d o p r o p i o d e
u n e s c la v o ; v e n c o m o te r e tu v o la m e n á lid e A u g e u , e x t e n u a d o ¿o
p o r la s d a n z a s b á q u i c a s y e m p a p a d o p o r e l d o n a b u n d o s o
d e tu h e r m a n o ” , y c o m o te m iró c o n a s o m b ro T e s p io ,
c o n v e rtid o ta n ta s v eces e n s u e g ro tr a s tu s e x c e so s d e u n a
n o c h e e r ó t i c a 24. A q u í s e t e t r i b u t a n j u e g o s a t l é t i c o s , y la

" P a raje p a n ta n o so , donde H ércules d io m uerte a la hidra.


19 P a sto r de C leonas, ciudad de la A rgólida p ró x im a a N em ea, que
ofreció hospitalidad a H ércules cu an d o llegó p a ra d a r m uerte al león de
Nemea.
* D iom edes, rey d e T racia, alim entaba sus yeguas con carne hum ana;
H ércules lo d trr o ió y en treg ó su c u e rp o a su s pro p ias yeguas, q u e lo
devoraron.
21 Busiris, rey de E gipto (ver la m ism a sinécdoque en 1. II, nn. 124 y
147), sacrificaba en el a lta r de Jú p ite r a los extranjeros que to ca b a n sus
tierras; H ércules dio m uerte al rey y a s u hijo A nfídam ante (ver O v id io , A rs
amatoria 1 64? y s$.).
55 S e respeta aqui )a enálage del original latino: sangre innumerable de
monarcas por sangre de innumerables monarcas.
u La piel del león de Nem ea.
14 H ija de Aleo, a la q u e Hércules, al p a ja r por el m onte M énalo,
consagrado a P an (en la A rcadia), dejó grávida del q u e sería Télefo, rey de
T eu tran ia (en M isia).
J1 E sto es, de Baco.
* T espio, rey de T espias en Beocia (cf. supra, I. II, n. 157), padre de
106 SILVAS

f u e r z a in o c e n te d e jó v e n e s d e s p r o v is to s d e c e s ta s v e je c u ta
45 c e r t á m e n e s a n u a l e s e n r á p i d o r e t o r n o . A q u í , i n s c r i t o e n t u

te m p lo c o n g o z o d e s u a b u e lo , tie n e s u n s a c e rd o te a ú n
p e q u e ñ o 2* y s e m e j a n t e a t i c u a n d o a h o g a b a s c o n t u m a n o
lo s m o n s t r u o s p r i m e r o s q u e e n v i ó t u m a d r a s t r a w y te a f lig ía s
v ié n d o lo s e x á n im e s .
P e ro d íc ta n o s y a , C a lío p e v e n e r a n d a , c u á l fu e e l n a c i-
50 m i e n t o d e e s te t e m p l o s ú b i t o : A lc id e s h a r á r e s o n a r c o n t i g o

s u v o z p o d e r o s a y c o n s u a r c o te n s o m a r c a r á lo s t i e m p o s .
E r a e l m o m e n t o e n q u e l a b ó v e d a c e le s te s e c i e r n e s o b r e
l a t i e r r a , m á s t ó r r i d a q u e n u n c a ; c u a n d o S i r i o w, i m p la c a b le ,
h e r i d o p o r lo s r a y o s i n t e n s o s d e H i p e r i ó n , l > i n f l a m a la s
5) l l a n u r a s j a d e a n t e s . Y a e r a e l d í a e n q u e h u m e a e l b o s c a j e d e
A r i c i a c o n s a g r a d o a T r i v i a , p r o p i c i o a lo s r e y e s p r ó f u g o s ,
y , c ó m p lic e d e H ip ó lito , b r illa e l la g o c o n e l fu e g ó d e a n to r ­
c h a s s i n n ú m e r o ; D i a n a e n p e r s o n a c o r o n a d e f lo r e s s u s m e ­
j o r e s c a n e s y p u l e s u s f le c h a s y c o n s i e n t e q u e m a r c h e n s in
d a ñ o la s f i e r a s ; y t o d a l a t i e r r a d e I t a l i a , e n s u s c a s t o s
60 h o g a r e s , c e l e b r a la s i d u s d e H é c a t e ” . Y o , a u n q u e b a s t a b a n

cincuenta hijas (las Tespiades) a las q u e H ércules hizo m adres de otros


u n to s hijos (tos tespiades), no en u n a sola noche, sino en cincuenta sucesivas,
y a que T espio, deseoso de que to d as ellas concibieran hijos de H ércules, las
hizo su ced en e en el lecho del héroe, que creia yacer siem pre con la m ism a.
n En estos com bates, los púgiles no utilizaban cestas, sino guantes de
entrenam iento. Ver IV, d ed icatoria, 34.
” Se tra ta del hijo m ayor de Ju lio M enécrates (ver IV 8).
29 Cf. supra, n. 1S. J u n o envió dos serpientes a la cu n a de H ércules
niñ o , q u e, d o ta d o ya de fuerza prodigiosa, las ahogó entre sus brazos.
MCf. supra, nn. 88 y 134 al 1. I.
>' Cf. supra, n. 161 ai I. II.
>2 H écale, d io sa d e la hechicería, cuyas im ágenes, co n trip le c u erp o o
cab era, solian situarse en las encrucijadas en evitación d é asechanzas (y de
ahí procede el nom bre de T rivia), fue confundida con D iana, virgen d e tres
LIBRO III 107

p a r a a l i v i a r m is c u i d a d o s y a t e n u a r m i s c a l o r e s e l c a m p o d e
m i p r o p i e d a d a l p ie d e la s c o l i n a s d e l a d a r d á n i d a A l b a 13 y
e l a g u a q u e f lu y e p o r m i p r o p i a c a s a g r a c i a s a l a g e n e r o s i d a d
d e n u e s t r o m a g n o c a u d i l l o M, r e s i d í a , n o c o m o u n e x t r a ñ o ,
s o b r e la s r o c a s c o n o c i d a s c o n e l n o m b r e d e la s S i r e n a s 11, e n
la m o r a d a d e l e l o c u e n t e P o l i o , d e d i c á n d o m e a s i d u a m e n t e a 65
c o n o c e r e l c a r á c te r a p a c ib le d e a q u e l h o m b r e y s u s p o e m a s
i n é d i t o s , f lo r e s r e c i e n te s d e l j a r d í n d e la s P i é r i d e s 16. U n d í a
e n q u e , a g o b i a d o s p o r l a e s t r e c h e z d e la s p u e r t a s e n la
m a n s i ó n d e s i e m p r e , n o s g u a r d á b a m o s d e l s o l b a j o e l f o lla je
d e u n á r b o l f r o n d o s o e n la h ú m e d a rib e ra , m ie n tra s c e le b rá ­
b a m o s l a f e s ti v id a d d e T r i v i a ” , s e c u b r i ó e l c ie lo , h u y ó l a lu z 70
r a d i a n t e , o f u s c a d a p o r la s n u b e s r e p e n t i n a s , y e l c é f i r o t e n u e
s e t o r n ó e n a u s t r o c a r g a d o d e llu v ia ; f u e c o m o l a t o r m e n t a
q u e t r a j o s o b r e L i b i a l a h ij a d e S a t u r n o * c u a n d o l a o p u l e n t a

nom bres y (res advocaciones. Las idus d e agosto (e! 13 de dicho m es) era el
d ía de la g ran celebración, cu an d o en el bosque de A rid a h u m eaban las
a n to rc h as (ver w . 56 y $7). A ricia (hoy A riccia) es u n a ciudad situ ad a a
unos 20 Km. al sur d e R om a, cuya fundación se atribuye a H ipólito, que le
d io el nom bre d e su esposa. H ipólito, victim a d e la licenciosa calum nia de
F ed ra, su m ad rastra, m urió por o b ra de N ep tuno y fue resucitado por
E sculapio gracias a la m ediación d e D iana, la c a sta deidad p ro te c to ra del
héroe casto . En c u a n to a los «reyes prófugos», tal expresión hace referencia
al hecho d e q u e el rey de los rito s (el sacerdote oficiante) ten ía que ser un
fugitivo que hubiera d a d o m uerte a su predecesor, p o r !o que siem pre debía
e m p u ñ a r u n a espada a fin d e prevenir su p ro p ia m uerte.
M D a rd á n id a p o r ser, supuestam ente, fundación de L avinio, y ésta, de
Eneas, esto es, de la estirpe de DA rdano, el legendario fu n d ad o r de T ro y a
(cf. supra, 1. I, n. 29).
M D om iciano h a b ía obsequiado a E s ta d o con u n a tra id a d e agua a su
posesión de Alba. Ver IV 5.
” S e refiere a la co sta de S o rre n to (cf. supra. I. II, n. 47).
* Las hijas d e P íero (cf. supra. I. I, n. 70).
37 Cf. supra, n. 32.
M J u n o (ver Eneida IV, 160 y ss.).
108 s il v a s

E l is a s e e n t r e g ó a s u e s p o s o t r o y a n o y la s N i n f a s , te s t ig o s ,
?5 c l a m a b a n p o r a q u e l l o s p a r a j e s a p a r t a d o s . H u i m o s , m i e n t r a s
lo s s i r v ie n te s r e t i r a b a n lo s m a n j a r e s d e l a f i e s t a y lo s v in o s
o r n a d o s c o n g u irn a ld a s , p e r o n o te n ía m o s d ó n d e g u a re c e m o s
lo s i n v i t a d o s , a u n q u e s o b r e lo s c a m p o s g o z o s o s s e a s i e n t a n
m a n s io n e s s in n ú m e r o y b rilla la m o n t a ñ a o p u le n ta p o b la d a
so d e t e c h u m b r e s a b u n d a n t e s ; m a s la s n u b e s a m e n a z a d o r a s y
t a m b i é n l a e s p e r a n z a d e q u e v o l v i e r a e l b u e n t i e m p o , q u e se
h a b í a t o r n a d o t u r b u l e n t o , n o s m o v í a n e n b u s c a d e l r e f u g io
m á s p r ó x i m o . H a b í a a llí u n a h u m i l d e c a b a ñ a , c a l i f i c a d a c o n
el n o m b re d e te m p lo c o n s a g ra d o , q u e , e n s u p e q u e ñ e z ,
a g o b ia b a b a jo su r u in te c h u m b r e a l p o d e ro s o A lc id e s " y
a p e n a s e r a c a p a z d e 1a l b e r g a r a lo s m a r i n e r o s q u e s u r c a n la s
ss o l a s y e s c r u t a n s u s a b i s m o s . A l l á a c u d i m o s t o d o s ; a llí s e
a c u m u l a r o n lo s m a n j a r e s , lo s le c h o s s u n t u o s o s , l a m u l t i t u d
d e s ie r v o s y e l a t r a c t i v o s é q u i t o d e l a e x q u i s i t a P o l a 40. L a s
p u e rta s n o n o s p e rm itie ro n e n tra r ; n o c a b ía m o s e n a q u e l
te m p lo a n g o s to : el d io s se r u b o r iz ó , p e r o a v a n z ó , s o n r ie n ­
te , h a s ta e l p e c h o q u e r id o d e P o lio , y e s tr e c h ó a s u a m ig o
9o c o n b r a z o s f r a t e r n o s , d ic ie n d o : « ¿ E re s t ú q u i e n , r e b o s a n t e
d e d á d i v a s , h a c o l m a d o , c o n p e c h o g e n e r o s o , la s m o r a ­
d a s d e D i c e a r q u í a 41 a l a p a r q u e l a j o v e n P a r t é n o p e * 2? ¿ T ú
q u ie n h a d o n a d o a n u e s tro m o n te ta n ta s m a n s io n e s , ta n ta s
flo re s ta s v e rd e s, ta n to s m á rm o le s y b ro n c e s q u e im ita n facc io n es,
95 t a n t o s c u a d r o s q u e v iv if ic a l a lu z p l a s m a d a e n e llo s ? P o r q u e
¿ q u é e r a e s a r e g ió n , q u é e s a tie r r a a n te s d e h a lla r e n ti su
g o z o ? T ú h a s c u b ie rto la s r o c a s d e s n u d a s c o n u n l a r g o

* Cf. supra. 1. I, n. 163.


44 Sus dos nietos (ver IV 8) y las dam as de su séquito.
41 C f. supra, I. II, n. 48.
42 Cf. supra, 1. 1, n. 127. El epíteto jo v e n debe relacionarse c o n e)
nom bre de S e a p o lis (N ápoles), es decir, ciudad nueva,
LIBRO 111 109

c a m i n o , y d o n d e s ó l o h a b í a u n a s e n d a , a h o r a , g r a c i a s a ti , se
le v a n ta u n p ó r tic o e n c u m b r a d o s o b re c o lu m n a s v a rio p in ta s ,
q u e e v i t a l a i n m u n d i c i a d e l c a m i n o . T ú , a l b o r d e d e l a c o s t a 100
a r q u e a d a , h a s e n c e r r a d o la s c á l i d a s a g u a s c o n d o b l e c u ­
b i e r t a 41. Y o a p e n a s p o d r í a r e f e r i r t u s o b r a s ; y P o l i o ¿ p o d r í a
m o s t r a r s e p o b r e y m i s e r a b l e s ó l o p a r a m í? P o r e l c o n t r a r i o ,
p e n e t r o g o z o s o e n ta l s e d e y a m o l a r ib e r a q u e h a c e s a c c e s ib le .
S i n e m b a r g o , J u n o , q u e e s t á p r ó x i m a , m i r a c o n d e s d é n m i tos
m o r a d a y s e b u r l a e n s ile n c io d e m is d o m i n i o s . D a m e u n
te m p lo y u n a lta r d ig n o s d e tu s e m p e ñ o s , q u e , a u n c o n
v i e n t o f a v o r a b l e , n o d e s e e n i g n o r a r la s n a v e s , y a d o n d e
a c u d a n e l p a d r e d e lo a l t o y l a m u l t i t u d d e lo s d io s e s ,
in v ita d a a m i m e s a , y m i h e r m a n a , a c u d ie n d o a l c o n v ite
d e s d e s u e x c e ls o t e m p l o 44. Y n o t e a r r e d r e e l h e c h o d e q u e n o
a n t e t i s e c i e r r e e l f ir m e e s c u d o d e u n a m o n t a ñ a h o s t i l
q u e n u n c a p u d i e r o n c o r r o e r la s e d a d e s s i n c u e n t o : y o e s t a r é
a t u l a d o y s e c u n d a r é t u s in g e n te s i n t e n t o s y q u e b r a n t a r é
la s d u r a s e n t r a ñ a s d e l a t i e r r a r e b e l d e . I n t é n t a l o y te n v a ­
l o r , c o n f i a d o e n e l a l i e n t o d e H é r c u le s . N o s e h a b r á a l z a d o
c o n m á s p r e s t e z a l a a c r ó p o l i s d e A n f i ó n 45 n i la f o r t a l e z a d e lis
t P é r g a m o 4*». A s i h a b l ó y a b a n d o n ó s u m e n te .
N o c a b e d e m o r a c u a n d o e l lie n z o s e a d a p t a a u n d is e ñ o
m a r c a d o . A c u d i e r o n b r a z o s i n n u m e r a b l e s : a é s t o s le s t o c a
c o r t a r t r o n c o s y c e p i l l a r v ig a s ; a a q u é l l o s , a s e n t a r lo s c i­
m i e n t o s e n e l s u e l o . S e c u e c e n la s p o r c i o n e s h ú m e d a s d e l a 120

Cí. L. II, n. 53, y, en general, el poem a II 2.


** S e tra ta de M inerva —hija, asim ism o, de J ú p ite r— que, al parecer,
ten ía un sa n tu a rio pró x im o a S o rre m o (ver infra. V 137).
4i A nfión co n stru y ó T ebas m oviendo las piedras a los acordes de su
lira.
44 L as m urallas de P érgam o —e slo es, d e T ro y a — fueron edificadas,
según la leyenda, p o r A polo y N eptuno.
110 SILVAS

tie r r a c o m o p ro te c c ió n c o n tr a e l m a l tie m p o y d e fe n s a fre n te


a la s h e la d a s , m ie n tr a s la r o c a in d ó m ita se fu n d e e n el h o r n o
c u rv o . P e ro — ¿ c ó m o n o ?— la t a r e a m á s i m p o r t a n t e es
r o m p e r p o r f u e r z a la s r o c a s q u e c i e r r a n e l p a s o y la s p ie d r a s
q u e r e s is te n a l h ie r r o . E n t o n c e s , e n p e r s o n a e l p r o p i o p a t r o n o
125 d e l l u g a r , e l h é r o e d e T i r i n t o 4’, s u d a , d e p u e s t a s s u s a r m a s , y
c o n s u d o b l e h a c h a r o b u s t a c a v a e l s u e lo d e f o r m e , m i e n t r a s
e l c i e lo p l o m i z o s e c u b r e c o n la s s o m b r a s d e l a n o c h e :
d e v u e lv e e l e c o l a o p u l e n t a C a p r i c o n s u s v e r d e s T a u r ú b u l a s 44
y r e t o r n a a l a t i e r r a l a i n g e n t e r e s o n a n c i a d e lo s m a r e s . N o
130 t r u e n a c o n t a l f u e r z a e l E t n a c o n s u s y u n q u e s b a t i d o s c u a n d o
B r o n t e s y E s t é r o p e s 4* lo s h ie r e n , n i e s m á s r u d o e l f r a g o r
q u e e s c a p a d e lo s a n t r o s d e L c m n o s c u a n d o M ú l c i b e r c i n c e la
e n tr e lla m a s l a é g id a y o f r e n d a su s c a s to s p re s e n te s a Palas.
Decrecen la s r o c a s y , c u a n d o r e g r e s a n l o s o b r e r o s , a l a lu z
im r o s a d a , se a d m i r a n a n te su o b ra . Apenas j a d e a el v e ra n o d el
a ñ o s ig u ie n te , y y a l a t i r i n t i a d e i d a d , e n r i q u e c i d a , c o n t e m p l a
la s o l a s d e s d e s u g r a n d i o s a a l t u r a , d e s a f í a a l t e m p l o c e r c a n o
d e su m a d ra s tr a e in v ita a Palas a u n s a n t u a r i o d i g n o d e e lla .
Ya d a n s u s s e ñ a le s la s t u r b a s p a c í f ic a s ; y a h u m e a l a a r e n a
140 a r d i e n t e c o n lo s s a g r a d o s j u e g o s a t l é t i c o s . Tales h o n o re s n o
lo s d e s d e ñ a r ía n i el J ú p ite r d e P isa10 n i l a d i v i n i d a d d e la
f r o n d o s a C i r r a M. N a d a e s t r i s t e e n e s t o s p a r a j e s : a t r á s e l
p lo ra n te Istmo; a trá s la fero z N em ea” : a q u í es u n n iñ o m á s

4T C{. supra, I. I, n. 150.


** D os elevaciones existentes en la isla de C apri, q u e aú n en la actualidad
se d enom inan T u o ro G ran d e y T u o ro Piccolo.
H Cf. supra, 1 ,1, n, 12.
* C f. supra, l. I, nn. 57 y 102.
’■ C iudad de la Fócide, consagrada al culto d e A polo.
” E n los juegos ístm icos (ver II I y n. 37) se rem e m o ra b a la m uerte de
Ino y de su hijo Palem ón; en los d e N em ea, la de su pequeño M elictrtes.
Las leyendas al respecto son m uy diversas, pero am bos certám enes coinciden
LIBRO III 111

afortunado el que ofrece el sacrificio. Las mismas verdes


Nereidas salen raudas, por propia voluntad, de sus grutas
rocosas, se aferran a los húmedos escollos y no se avegüenzan 145
de admirar, sin ser vistas» los combates de los atletas desnu­
dos. Los contemplan también el monte Gauro, umbroso por
los pámpanos de Icario y el bosque que corona la isla de
Nesis, anclada sobre el piélago, y el apacible Lim ónM, y
Euplea, buen presagio para las naves55, y la Venus del lago
Lucrino; y tú, Miseno*, que desde lo alto de tu promontorio 150
frigio, aprenderás los toques de las trompetas griegas, mien­
tras Parténope” , benévola, sonríe ante un culto que le es
allegado, y ante las competiciones de los atletas desnudos y
las modestas imitaciones de sus coronas Ven, pues, y
honra, propicio, con tu mano invicta, las hazañas de un
certamen que es tuyo, ya te satisfaga rasgar las nubes con el iss
disco o aventajar con la jabalina al raudo céfiro o anudar tus
brazos en la lucha Ubica *: sé favorable a estos juegos sagrados
en proceder de ju eg o s fúnebres en recuerdo d e episodios luctuosos y crueles;
p o r el c o n tra rio , en los ju eg o s del H ércules S o rre n tin o to d o e ra festivo y
alegre. (Cf. supro, III 1 .4 4 y $$., y nn. 27, 28 y 29.)
” El m onte G a u ro (hoy B árbaro) era célebre p o r sus viñas y sus vinos.
E n cu a n to a Icario (p ad re de F.rígone), aprendió del p ro p io Baco el cultivo
d e las vides (ver Tebaida IV 655). Cf. infra, I. V, n. 119.
M C f . supra, 1 .1 1 , ti. 7 6 .
« Cf. supra, 1. 11, n. 74.
* C om batiente y tro m p e ta de las huestes tro y an as —esto es, frigias—
que aco m p a ñ a b an a E neas; m u erto a m anos de T ritó n , d io su nom bre al
cab o y a la ciudad que, situ a d o s entre C um as y Pozzuoli, se asom an a las
aguas de la M agna G recia (ver V i r g i l i o , E neida I V 162 y *$.; cf., tam bién,
supra, U , n. 72).
Cf. supra, 1, 1, n. 127.
H Cf. supra, ]. 11, n. 50, relativa a los juegos AugustaJes que se celebraban
en N ápoles.
** A lusión al co m b ate victorioso q u e so stu v o H ércules c o n e l gigante
A nteo, rey d e Libia, hijo de N ep tuno y d e la T ie n a .
112 SILVAS

y , s i c o n s e r v a s la s m a n z a n a s d e la s H e s p é r id e s , p o n í a s e n e l
re g a z o d e la v e n e ra b le P o la , p o r q u e e s d ig n a d e e lla s y n o
ico d e s h o n r a r á t a n a l t o h o n o r * * ; y s i r e c o b r a r a e l d u l c e e n c a n t o
d e s u s v e r d e s a ñ o s ( c o n t u v e n i a , A lc i d e s ) , t a m b i é n a q u í , t a l
v e z , te h a b r í a s s o m e t i d o a h i l a r l a l a n a 61.
T a l es la o fre n d a q u e h e tr a íd o , g o z o s o e in s p ir a d o , h a s ta
e s te a l t a r n a c i e n te . A h o r a c o n t e m p l o a l d i o s q u e , e n el
I65 u m b r a l , r o m p e a h a b l a r y d i c e a s í: « F e li z e n t u s d e s e o s y e n
t u s b i e n e s , t ú , q u e t o m a n d o e j e m p l o e n m is t r a b a j o s , d o m a s
la s d u r a s r o c a s y lo s t r i s t e s d e s i e r t o s d e u n a t i e r r a i n f e c u n d a ,
t o r n a n d o p r o v e c h o s o s lo s c u b i le s , m o r a d a d e la s f ie r a s , y
p r e s t a n d o e s p l e n d o r a la s d e i d a d e s q u e v e r g o n z o s a m e n t e
y a c ía n e n la s o m b ra . ¿ C o n q u é re c o m p e n s a s v o y a p a g a r
n o a h o r a tu s m e re c im ie n to s ? ¿ C ó m o o fre c e rte m i g r a titu d ? R e ­
t r a s a r é lo s h il o s d e la s P a r c a s e n s a n c h a n d o s u s h u s o s , p u e s
s é v e n c e r a la in f le x ib le M u e r t e “ ; a l e ja r é d e ti lo s i n f o r t u n i o s ,
te l i b r a r é d e t o d a t r i s t e p é r d i d a ; s in q u e n a d a (e d a ñ e ,
r e n o v a r é t u v e r d e s e n e c t u d y te d a r é q u e v e a s l a r g o s a ñ o s a
175 t u s j ó v e n e s n ie to s , h a s t a q u e , a d u l t o s — a q u é l , p a r a u n a
e s p o s a ; e l la , p a r a u n m a r i d o — l a n u e v a d e s c e n d e n c i a d e
e l lo s n a c i d a , g r e y l l e n a d e o s a d í a , o r a t r e p e d e n u e v o s o b r e

w L a s tr e s m a n z a n a s d e o r o q u e o b tu v o H é r c u le s (ra s d a r m u e r te al
d r a g ó n q u e la s g u a r d a b a e n e l j a r d í n d e la s H e s p é rid e s fu e r o n r e c h a z a d a s
p o r E u r is te o y p o r M in e r v a c o m o d o n e s p r o h ib id o s (v e r A polodoro , II S,
] i , 13). P e r o P o l a p u e d e a c e p ta r la s s in in c u r r ir e n im p ie d a d , p o r q u e p o s e e
la s tr e s v ir tu d e s q u e , e n l a ¿ tic a e s to ic a , s im b o liz a n la s tre s m a n z a n a s :
a u s e n c ia d e c ó le r a , d e a m o r a l d in e r o y d e a m o r a l p la c e r.
41 C o m o l o h ic ie ra a lo s p ie s d e ó n f a l e , la h e r m o s a r e in a d e L id ia ,
c u a n d o h u b o d e v e n d e r s e a e lla c o m o e s c la v o p a r a e x p ia r e l a s e s in a to d e
ífito .
M L o h iz o e n d o s o c a s io n e s : c u a n d o e n c a d e n ó a C é r b e r o p a r a s a c a r a
T e s e o d e lo s in f ie r n o s y c u a n d o s a lv ó a A lc e stis. a r r a n c á n d o la d e la s g a rra s
d e la m u e rte .
LIBRO III 113

lo s h o m b r o s d e s u a b u e lo » o r a , c u a l t i e r n o e n j a m b r e , c o r r a
a p o r f í a a d i s p u t a r lo s b e s o s d e l a a p a c i b l e P o l a . P u e s n u n c a
s e i m p o n d r á u n t é r m i n o a m i t e m p l o m i e n t r a s e n s í m e lle v e iso
la m á q u i n a d e l c i e l o c e n t e l l e a n t e , y n u n c a h a b i t a r é c o n m á s
a g ra d o n i e n N e m e a , n i en la a n tig u a A rg o s , n i e n m i
m a n s i ó n d e T í v o li, n i e n C á d i z , d o n d e e l s o l ti e n e s u l e c h o " » .
A sí h a b ló y , to c a n d o e l fu e g o q u e se a lz a b a e n s u a lta r ,
m o v ie n d o s u fre n te , q u e b la n q u e a b a , c e ñ id a p o r u n a g u ir­
n a l d a d e c h o p o * 4, j u r ó p o r l a E s t i g i a y p o r e l r a y o d e s u 1&5
p a d r e c e le s te .

POEM A DE DESPEDIDA A MECIO C ÉLER *’

« D io s e s q u e g u s t á i s d e p r o t e g e r la s a u d a c e s n a v e s y d e
s u a v i z a r lo s r ie s g o s c r u e l e s d e l p o n t o e m b r a v e c i d o p o r lo s
v ie n to s : t e n d e d e l p i é l a g o e n c a l m a , t o r n a d v u e s t r a a s a m b l e a
p r o p i c i a a m i s v o t o s y q u e la s o l a s , a m a n s a d a s , n o a c a l l e n
c o n s u f r a g o r m is ru e g o s . G r a n d e y e x tr a o r d in a r io e s , N e p -
tu n o , el d e p ó s ito q u e c o n fia m o s a tu s p ro fu n d id a d e s : al 5
a z a r o s o a b is m o se a r r ie s g a el jo v e n M e c ió , y s e d is p o n e a
l l e v a r s o b r e t u s p l a n ic ie s m á s d e l a m i t a d d e m i a lm a .

45 L ugares célebres, vinculados a H ércules p o r el culto o p o r la leyenda.


** P u n j o , en su H istoria N a tural X \ l I 3, nos inform a d e cóm o el ch o p o

estaba co n sag rad o al culto de Hércules.


M M arco M eció Céler (ver C IL IV 2074), personaje de rango senatorial,
m arch ab a a Siria a) m an d o de u n a legión. El 26 d e ab ril del afio 101 sería
cónsul electo ju n to a su colega Q uinto Serveo Inocente.
114 SILVAS

M o s t r a d v u e s t r o s a s t r o s b e n i g n o s , h e r m a n o s E b a l i o s M, y
10 v e n i d a s e n t a r o s s o b r e u n o y o t r o e x t r e m o d e l a e n t e n a ; q u e
p o r v o s o t r o s b r il le n m a r y c ie lo ; a h u y e n t a d , o s r u e g o , el
f u lg o r to r m e n to s o d e v u e s tr a h e r m a n a d e Ilió n y a le ja d lo d e l
f i r m a m e n t o t o d o é\ T a m b i é n v o s o tr a s , N e r e id a s , t u r b a c e le s te
d e l m a r, a q u ie n e s h a c a b id o la g lo r ia y la f o r tu n a d e l
s e g u n d o r e i n o w — s é a m e p e r m i t i d o l l a m a r o s a s t r o s d e l in -
is m e n s o p i é l a g o — , s a li d d e la s c a v e r n a s c r i s t a l i n a s d e la e s p u ­
m o s a D ò r i d e 49 y , n a d a n d o , a p a c ib le s , r o d e a d a p o r f í a la
e n s e n a d a d e B a y a s c o n s u s c o s ta s p r e ñ a d a s d e a g u a s c á l i d a s 70,
e n b u s c a d e la n a v e a ltiv a a q u e se g o z a e n s u b ir el n o b le
20 C é le r , r e t o ñ o d e l a A u s o n i a a r m i p o t e n t e . Y n o h a b r é i s d e
b u s c a rla la rg o tie m p o , p o r q u e h a p o c o , c a r g a d a , a tra v é s d e
lo s m a r e s , h a s i d o l a p r i m e r a e n t r a e r a la s c o s t a s d i c e a r -
q u e a s ” la c o s e c h a d e F a r o s 72, y l a p r i m e r a e n s a l u d a r a
C a p ri y e n v e rte r p o r la b a n d a d e e s tr ib o r s u lib a c ió n d e
v in o s m a r e ó tic o s n e n h o n o r d e M in e r v a T i r r e n a C ir c u n d a d
25 s u s d o s b o r d a s e n v u e s t r o d u lc e c e r c o ” y , r e p a r t ie n d o v u e s tr o s

46 L o s E balios o Ebálidcs (d e s c e n d ie n te s d e É b a lo , re y d e E s p a r ta ) s o n
Jo s g e m e lo s C á s to r y P ó l u x y , p o r c o n s ig u ie n te , s u c o n s te la c ió n , G é m in i,
q u e l i b r a d e l p e lig r o a lo s n a v e g a n te s .
L a h e r m a n a d e I lió n ( tr o y a n a ) e j H e le n a , p e rs o n ific a c ió n d e lo s
fu e g o s f a tu o s o d e S a n te lm o , q u e a tr a ía n a lo s m a r in e r o s h a c ia s u p e rd ic ió n .
ME s d e c ir, d e l r e i n o d e lo s m a re s .
" C f. supra, I. I I , n . 85.
» C f. supra, 1 .1 , n . 237 y I I I 5, 96 y V 3 , 169,
’• C f. supra , 1. I I , n n . 5 0 y 82.
72 L a lle g a d a a P o z i u o li d e la p r im e r a d e la s n a v e s q u e t r a ía n su
c a r g a m e n to d e tr ig o e g ip c io s e c e le b r a b a c o m o a q u í se v e , y s o b r e t o d o e n
S é n e c a , E pístolas a LuciUo 77, I.
,J E s to e s, e g ip c io s .
M C f. supra, 1. H , n . 4 7 .
w L a im a g e n d e la s N e r e id a s n a d a n d o , b e n é v o la s , e n t o r n o a l a n a v e , es
u n tó p ic o m u y e x te n d id o . V e r, p o r e je m p lo , C a t u l o , 64, 12 y ss.
LIBRO IU 115

cometidos, tensad vosotras los cordajes del mástil, amarrad


vosotras las gavias en lo más alto de los masteleros y desple­
gad vosotras las lonas a los céfiros; que unas ordenen de
nuevo los bancos de los remeros y que otras, a la panzuda
popa, sumerjan en las aguas el timón; que haya quienes se
ocupen de que la pesada grúa de proa abra paso entre las
barcas fondeadas avante y quienes amarren a popa la chalupa
auxiliar y se sumerjan para arrancar del fondo el áncora
encorvada; que otra atempere las mareas y torne el mar
propicio hacia levante: que ninguna de las glaucas hermanas
quede sin cometido. Que de un lado Proteo, de cuerpo
multivario, y del otro Tritón, de doble cuerpo, le precedan
nadando, como también aquel que, por un prodigio inespe­
rado, perdió sus ingles —Glauco— y que aún, cuantas veces
se desliza cabe las costas patrias, golpea con su cola cariñosa
la Antedón ribereña16. Pero tú más que nadie, Palem ón",
con tu divina madre, séle propicio, si es que ardo yo en
deseos de ensalzar vuestra Tebas y si no canto a Anfión,
discípulo de Febo, con plectro indigno Y el padre que
quiebra los vientos en su prisión de Eolia, a quien obedecen
los soplos diversos, las ráfagas todas por los anchos mares

* C iu d ad del lito ral de B eoda, sobre e) estrecho de E u rip o , p atria del


m ítico pescador que se a rro jó a las aguas y vio la parte inferior de su cuerpo
m etam orfoseada en pez. En A ntedón se le dedicó un tem plo, do n d e gozaba
de la devoción de m arineros y pescadores. Ver O v id io , M etam orfosis X III
904 y ss.; E s t a Cí O, Tebaida VII 334.
17 C f. supra, J. II, n. 37. Ino, hija del leb a n o C adm o y esposa de
A fam ante, rey d e Tebas, al huir d e la furia de éste co n su hijo M elicertes,
te a rro jó al m ar. M ad re e hijo, m tiam o rfo se a d o s en divinidades, to m a ro n
los nom bres de L eucoiea y Palem ón.
* C f. supra, n. 45. D iscípulo de Febo, p o r su perfección taflendo la tira.
El a u to r se refiere, u n a vez m ás, a la com posición de la Tebaida, q u e, com o
vem os al final del presente poem a, no esta b a concluida.
116 SILVAS

d e l m u n d o y la s t e m p e s t a d e s y la s n u b e s c a r g a d a s d e llu v ia »
re p rim a e n p ris ió n m á s a n g o s ta b a jo s u m o n ta ñ a a l B ó re a s,
45 e) E u r o y e l N o t o ; p a r a e l s o l o C é f i r o s e a e l d o m i n i o d e l
c ie lo ; q u e é l s o l o i m p u ls e la s n a v e s y s u r q u e l a f a z d e la s
a g u a s , a s i d u o d e l p ié l a g o , h a s t a q u e , s in n i n g u n a b o r r a s c a ,
c o n f í e t u s v e la s f e lic e s a la s p a r e t o n i a s 7* r i b e r a s .» M i r u e g o
e s e s c u c h a d o . E l p r o p i o C é f i r o l l a m a a l a n a v e e i n c r e p a a lo s
50 m a r i n e r o s d e s id io s o s . H e a q u í q u e m i p e c h o d e s f a lle c e , p r e s o
d e u n frío m e d ro s o , y a p e s a r d e l h o r r o r q u e m e in f u n d e ta l
p r e s a g i o , n o p u e d o c o n t e n e r la s l á g r i m a s q u e p e n d e n a l b o -
r d e d e m i s o jo s . Y a e l m a r i n e r o , s o l t a n d o a m a r r a s , h a s e p a ­
r a d o l a n a v e d e l a t i e r r a y h a d e j a d o c a e r a la s a g u a s l a
ss e s t r e c h a p a s a r e l a . I n s e n s i b l e , e l p a t r ó n , d e s d e l a p o p a , c o n
p r o l o n g a d o g r i t o , d e s u n e lo s a b r a z o s y s e p a r a lo s b e s o s l e a ­
le s: n o e s p o s ib le a s i r p o r m á s t i e m p o e l c u e l l o q u e r i d o . S in
e m b a rg o , e n tre to d a la tu r b a , se ré e l ú ltim o e n s a lta r a tie r r a
y n o a b a n d o n a r é la n a v e e n ta n to q u e n o h a y a « a rp a d o .
60 ¿ Q u ié n la l l a n u r a i n h ó s p i t a , e x t r a ñ a a lo s v iv ie n te s d e s ­
d i c h a d o s , c o n v i r t i ó e n u n c a m i n o y , c o n t a l a n t e a u d a z , a lo s
h ij o s p i a d o s o s d e l a s ó l i d a t i e r r a a r r o j ó e n t r e la s o l a s y la n z ó
a l v o r a z p i é l a g o * ? N o f u e m á s t e m e r a r i a la o s a d í a q u e u n i ó
65 e l g é l i d o P e li o c o n la c i m a d e l O s a y a p l a s t ó p o r d o s v e c e s
a l ja d e a n t e O lim p o b a j o s u s c u m b r e s * 1. ¿ N o e r a b a s ta n te c r u z a r

" T a m b ié n e n l a Tebaida V 12, asi c o m o L u c a n o e n X 9 , d e s ig n a


E g ip to c o n « t e a d je tiv o , d e r iv a d o d e ta c iu d a d d e P a r e to n io , p r ó x im a a
A le ja n d r ía .
M L a q u e ja c o n t r a l a a u d a c ia d e q u ie n in v e n tó la n a v e g a c ió n c o n s titu y e
u n tó p ic o a m p lia m e n te e x p lo ta d o . V e r, p o r e je m p lo , H o r a c i o , Odas I 3 , 9
y $$.; O v i d i o , A m ores I I 1 1 , 1 y s s .; T i b u l o , 1 3 ,3 5 ; P r o p e r c i o , I 17, 13 y
I I I 7 , 2 9 ; S é n e c a , M td ta 301 y 6 0 7 ; E s t a c i o , A quiltida I 61.
S e re fie re a) in te n to d e e s c a la r e l c ie lo p o r p a r te d e lo s g ig a n te s , a fin
d e a p l a s t a r a lo s d io s e s . P a r a e llo , a lz a r o n el m o n te P e lio s o b r e el O s a , y
é s te s o b r e e l O lim p o (la s tr e s m o n ta ñ a s e s tá n p r ó x im a s e n tre si, e n la
LIBRO IH 117

los lagos plácidos y los estanques ni someter los ríos, redu­


cidos bajo ios puentes? Marchamos al abismo, y por doquiera
huimos de las tierras, nuestra cuna, encerrados en un ma­
dero exiguo bajo el cielo desnudo. De ahí la furia del viento, 70
las terribles borrascas, los rugidos del cielo y los rayos sin
tregua del T onante” . Antes de que las naves existieran, los
mares reposaban en un sueño indolente: no osaba Tetis
levantar espumas, ni las nubes osaban encrespar las olas. Fue 75
al ver las naves cuando las aguas se encolerizaron y se alzó
la borrasca contra el hombre. Entonces se nublaron las
Pléyades y el rebaño de Olenia” y Orión se enfureció más
que solia.
Es justo que me queje: he aquí que huye la nave, llevada
entre las olas vacilantes, poco a poco más breve, y se hurta
a las miradas que de lejos la siguen, encerrando en su grácil
madero tantos temores y, sobre todos ellos, presta a llevarte so
a ti, Céler, prenda de mi cariño. ¿Con qué sentimientos
podré soportar ahora el curso de mi sueño y de mis días?
En mi temor a todo ¿quién me hará conocer si las costas
furiosas del m ar de Lucania te han dado paso con ondas
bonancibles, si está encrespada la turbulenta Caribdis o la ss
doncella que arrasa los abismos del mar de Sicilia14, qué
semblante te ofrece en tu carrera el proceloso Adriático, si se

T e s a lia ) . S o n diversas las variantes, ta n to relativas a su em presa com o a su


fracaso. En V i r g i l i o , Geórgicas 1 281 y ss., son tres los intentos de los
gigantes. V er tam b ié n Eneida VI 580 y ss.
M O tro lugar com ún: la insaciable am bición del ho m b re, que le im pulsa
a cruzar los m ares en p o s d e las riquezas, es lo q u e h a suscitado todos estos
castigos de su im piedad, castigos que no existían en la edad de o ro , cuando
los seres h u m anos eran p u ro s y piadosos.
n Cí, supra, 1. I, n, 161.
84 Escila, hija de F orco, m etam orfoseada en m o n stru o m arino, y escollo
del estrecho de Sicilia, frente a C aribdis, q u e lleva su nom bre.
118 SILVAS

muestra calmado el mar de C árpato15 y con qué brisa te


transporta D òride84, que fue indulgente con la astucia del
90 toro de Agenor? Mas tengo merecidas mis zozobras: ¿por
qué cuando te dirigías al campamento no marché como
compañero diligente, ya fuera a la India ignota, ya al caos de
Cimeria*7? Ahora estaría firme junto a las bélicas enseñas de
mi capitán, ya asieras en tu mano las armas o las riendas, ya
actuaras como juez entre tus huestes; y aunque no tom ara
parte en tus acciones, las presenciaría, al menos, admirado.
95 Si en otro tiempo Fénix” , reverenciado por el gran Aquilcs,
acudió a la costa de Ilión, a la tim brea Pérgam o” , no para
hacer la guerra y sin haber prestado juram ento al orgulloso
Atrida, ¿por qué mi devoción queda inactiva? Sin embargo,
en mi firme corazón nunca desertaré y, aunque distantes,
mis votos marcharán junto a tus velas,
loo Tú, Isis, que tuviste tu establo en las cavernas de Foroneo
y hoy eres reina de Faros y deidad del oriente jadeantew,

M C á rp a to , isla del m ar Egeo, d a nom bre a la extensión m arin a co m ­


p ren d id a entre C re ta y el A sia M enor.
M Ju e g o d e palabras: D òride, p o r su unión con N ereo, es la m adre de
las cincuenta N ereidas. D ó n d e es tam bién u n o de los m uchos nom bres
poéticos q u e recibe el m ar (ver V ir g ilio , Bucólicas X 5). Y es, asim ism o, la
región d e A sia m en o r {adem ás d e la m ás co n ocida d e G recia) q u e da
nom bre tam bién al m ar d e C árp alo . D òride, com o deidad m arin a y com o
m ar, favoreció el ra p to de E uropa, hija de A genor, p o r Jú p ite r m etam or*
foseado en to ro (cf. supra, ). II, n. 8$).
*’ R egión fabulosa, envuelta en u n a oscuridad im penetrable (ver
C ic e ró n , Cuestiones Académicas I I 6 1 ).
** A yo de Aquile» (ver II I, 91; CICERON, D el Orador III 57; O v i d i o .
M etam orfosis V III 307).
" T im brea, porq u e sus m urallas fueron construidas por el dios venerado
en T im b ra, esto es, p o r A polo (cf. supra, 1.1, n. 207).
90 Las sem ejanzas em e lo e Isis dieron lugar a la identificación de una
y o tra . lo , m etam orfoseada en vaca p o r Jú p ite r a fin de sustraerla a la
có lera d e J u n o (ver O v i d i o , M etam orfosis I 583 y ss.), perm aneció en los
L I B R O III 119

recibe con ei múltiple son de tu sistro a la nave que marcha


rum bo a Egipto; y al joven egregio, a quien el caudillo del
Lacio ha confiado las enseñas de Oriente con el mando de
las cohortes palestinas*1, condúcelo t ú con mano benigna 105
por tus santuarios en fiesta y por los puertos y ciudades que
te están consagrados. Que sepa, bajo tu protección, de dónde
viene los fecundos excesos del Nilo pantanoso; por qué
decrece su caudal y retiene sus aguas la ribera, inundada de
limo cecropio*2; por qué profiere reproches M enfis” y retoza no
la ribera de la terapnea C anope44; por qué guarda los altares
de Faros el portero del Leteo*5; por qué se igualan a los

establos d e su herm ano F o ro n e o , rey d e A rgos. C o n fu n d id a con Isis, es


reina d e la isla d e F a ro s y divinidad egipcia.
41 El m ando de u n a legión en S iria (cf. su p ra , n. 65.).
42 Este adjetivo suele em plearse co m o sinónim o de ateniense, ya que
C écrope fue el p rim er rey de A tenas. Se h a supuesto q u e en este pasaje hace
referencia a las golondrinas, basándose en el hecho de q u e la hija del
ateniense P a n d ió n fue c o n v e n id a en u n a d e esas aves y, p o r o tra p a rte , en
el testim onio de P u m o , H is t o r ia N a t u r a l X 94, según el cual eran tan
num erosos los nidos de golondrinas en varios parajes de las orillas del N ilo,
q u e servian d e dique a las aguas. T a l in terp retació n parece excesivam ente
rebuscada. T en ien d o en c u e n ta que C écrope, según la leyenda, e ra oriu n d o
de Egipto, es m ás verosímil que aquí c e c to p io signifique sim plem ente egipcio.
w Juego de p alab ras e n tre el nom bre de esta ciudad egipcia y el verbo
griego m é m p h ó , q u e significa rep roch ar.
** Cf. sup ra,, I. II, nn. 90 y 177. L a ciudad d e C a n o p o , según una
an tig u a trad ició n griega, d e b ía su nom bre a C an o p o , piloto de M enelao,
q u e fue e n te rra d o allí: a eso se debe el epíteto te ra p n e a ( = ¡a ce d e m o n ia). E n
c u a n to al verbo retozar, responde al carácter placentero y lascivo de
aquella ciudad, a la que solían acudir, p a ra solazarse, los habitantes de
A lejandría.
w Ju e g o de conceptos m itológicos: el p o rtero del L ctco, C érbero, es un
p erro , com o lo es tam bién el egipcio A nubis, un dios con cabeza de chacal
( y posteriorm ente con cabeza de perro), guardián de los altares. Ver V i r g i l i o ,
E n e id a V III 698.
120 SILVAS

e x c e ls o s d io s e s la s b e s ti a s d e s p r e c ia b le s ; q u é a l t a r e s s e r e s e r v a
lis e l F é n i x r e n a c i e n t e , q u é c a m p o s a c e p t a A p i s , a d o r a d o p o r
lo s m e d r o s o s p a s to r e s , y e n q u é h o n d u r a s d e l N ilo s e s u m e r g e .
C o n d ú c e l e t a m b i é n a l l u g a r e n q u e y a c e n lo s M a n e s d e l
h é ro e d e E m a tia * , d o n d e el f u n d a d o r d e la u r b e , s e m b r a d o r
d e g u e r r a s , p e r m a n e c e u n g i d o e n e l n é c t a r d e l H i b l a ” , y a la
m a n s ió n p la g a d a d e s e rp ie n te s , d o n d e , a n e g a d a e n p ia d o s o
v e n e n o , re h u y ó C le o p a tr a , t r a s la d e r r o t a d e A c c io , la s c a d e n a s
120 a u s o n i a s * . Y s ig u e , d i o s a , a l j o v e n , h a s t a e l c a m p a m e n t o
q u e e n t i e r r a s a s i r í a s le e s t á e n c o m e n d a d o , p a r a c o n f i á r s e l o
a l M a r t e l a t i n o . Y n o s e r á a l l á u n v i s i t a n t e e x t r a ñ o : s ie n d o
a ú n a d o l e s c e n t e s u d ó y a e n a q u e l l a s t i e r r a s , c u a n d o s ó l o se
d e s ta c a b a to d a v ía p o r e l b rillo d e u n a f r a n ja d e p ú r p u r a m á s
a n c h a * , a u n q u e y a s e m o s tr a b a a g u e r r id o c u a n d o se a n tic i-
125 p a b a a l o s e s c u a d r o n e s c o n s u s á g ile s q u i e b r o s , y h u m i l l a b a
c o n s u l a n z a a la s s a e t a s d e O r i e n t e . L l e g a r á , p u e s , e l d í a e n
q u e e l C é s a r te o r d e n a r á e l r e g r e s o , d e s p u é s d e q u e c u l m in e s
t u c a m p a ñ a , p a r a c o n c e d e r t e m á s a l t o s h o n o r e s IC0, y y o ,
f i r m e d e n u e v o e n e s t a o r i l l a , e s c r u t a r é la s o l a s i n f i n i t a s y
130 p e d i r é a lo s d io s e s v i e n t o s o p u e s t o s . ¡ C ó m o m e e s p o n j a r é !

* E) nom bre de E m atia (región de M acedonia) se aplica, p o r extensión,


a M acedonia entera.
” Del m onte H ib la (cf. supra, 1. II, n. IB). El c u erp o de A lejandro habla
sido em balsam ado según las prácticas orientales, ungiéndolo con miel (ver
Q uinto Ci'RCio, X JO, 3 y H e r ó d o to , I J98).
* E sto es, itálicas (cf. supra, I. I, n. 65).
99 M arch ó allá, siendo ca9i un adolescente, co m o trib u n o m ilitar, esto
es, p a ra d a r los prim eros pasos en el aprendizaje de la c a rre ra d e las arm as
(casi com o un sim ple soldado, co m o nos dice C ic e r ó n en el Su eñ o de
Escipión III). El hecho d e que la fra n ja de p ú rp u ra fuera an c h a se debe a
su rango senatorial, no ecuestre (ver M. M a r ín PeR a, Instituciones Militares
R om anos, pág. 120).
100 P robablem ente, el consulado.
L I B R O III 121

¡Con qué inspirada lira haré sonar mis cárnicos votivos


cuando, abrazado a tu robusto cuello, me levantes, pendiente
de tus hombros y, recién salido de tu nave, reposes, lo
primero, sobre mi pecho! Y me confiarás las palabras que
me tenías reservadas y nos contaremos los años pasados: tú
me hablarás del Éufrates violento, de Bactros, morada de
reyes, de los tesoros sagrados de la antigua Babilonia y
de Zeugma, ruta de la paz latina, y me dirás por dónde se
extiende el dulce bosque de Idum ea'0’, dónde enrojece la
preciosa púrpura de Tiro y dónde con su jugo tiñe y tiñe de
nuevo en las tintorerías de Sidón, y cuándo comienzan a
destilar de sus brotes el cándido bálsamo las ramas feracesIM.
Y yo te diré qué exequias habré ofrecido a los pelasgos
derrotados o qué página pone fin a mi laboriosa Tebaida ,M.

C O N SU E L O PA R A C L A U D IO E T R U S C O 104

Tú, Piedad, la más alta de las divinidadesIM, cuyo numen,


bienquisto de los cielos, contempla pocas veces esta tierra

■»i D ulce p o r tu producción de d átiles (cf. supra, 1 .1, o. 245). B actros


(Bacira) era U capital de la B actriana, a] N. del actual A fganistán. Zeugm a
e sta b a en Siria» so b re t i S ú fra le s, entonces confín oriental de) Im perio.
w S e refiere probablem ente, entre los diversos p roductos balsám icos
d e O riente, a l opobálsatno o bálsam o d e Ju d e a, q u e fluye de un árbol
o rig in ario d e Siria.
103 E n la Tebaida llam a el a u to r pelasgos a los argivos; en la A quileida,
a los griegos en general. E sta referencia indica que la Tebaida estaba
p ró x im a a su fin.
'« Cf. supra, 1. 1, n. 8.
iw L a d io sa P iedad se identificó co n A strea, deidad de la-Justicia (cf.
supra, 1. I, n. 169).
122 SILVAS

s a c r il e g a : v e n c o n t u c a b e l l e r a c e ñ i d a p o r la s Í n f u l a s y d e s ­
l u m b r a n t e c o n t u v e s te n iv e a , t a l c o m o , a ú n p r e s e n t e , a n t e s
d e q u e te a h u y e n t a r a m a ld a d a l g u n a d e lo s h o m b r e s c u lp a b le s ,
h a b i t a b a s e n m e d i o d e u n o s p u e b l o s i n g e n u o s , e n t u r e in o
s d o r a d o : a c u d e a e s ta s e x e q u ia s e n tra ñ a b le s , m ir a el lla n to
p i a d o s o d e l l a c r i m o s o E t r u s c o y e n j u g a la s p u p i l a s d e t a l
p e r s o n a e g re g ia . A l c o n te m p la r c ó m o q u ie b r a s u p e c h o e n
m e d i o d e g e m i d o s e n t r e c o r t a d o s , c ó m o a b r a z a l a p i r a y se
t i e n d e s o b r e la s c e n i z a s ¿ q u i é n n o p e n s a r í a q u e l l o r a la
)o m u e r t e d e u n a t i e r n a e s p o s a o q u e e s a s l l a m a s c o n s u m e n el
r o s tr o d e u n h ijo a p e n a s a d o le s c e n te ? P e r o e s a s u p a d r e a
q u i e n l l o r a . A c u d i d , d i o s e s y m o r t a l e s , a e s te r i t u a l . L e j o s d e
a q u í , m a r c h a d le jo s d e a q u i l o s i m p í o s q u e h a b é i s a l b e r g a d o
e n v u e s t r o p e c h o e l c r i m e n o c u l t o d e l h a s t í o a n t e la d i l a t a d a
s e n e c tu d d e v u e s tr o p a d r e , o q u e , c u lp a b le s d e h a b e r g o lp e a d o
15 a l g u n a v e z a v u e s t r a m a d r e , t e m é is a l i n f l e x i b l e É a c o c o n s u
u r n a i n f e r n a l s ó l o a lo s i n o c e n t e s y a lo s p u r o s c o n v o c o .
V e d c ó m o r ie g a c o n s u s lá g r i m a s , e s t r e c h á n d o l o c o n t e r n u r a ,
e l r o s t r o s e n il y l a s a n t a c a n i c ie d e s u p a d r e , y t r i b u t a s u
20 a m o r a l f r í o p o s t r e r o d e s u á n i m a . E s t e h i j o — f id e l id a d
a d m i r a b l e — v e d e m a s i a d o r a u d o s l o s a ñ o s d e s u p a d r e y la
p r e m u r a d e la s n e g r a s h e r m a n a s " ” . Q u e a o r i l l a s d e l L e te o
e x u l t e n , c o m p l a c i d o s , lo s M a n e s ; a l e g r a o s , m o r a d a s d e l E lí­
s e o ; a d o r n a d c o n g u i r n a l d a s lo s a l t a r e s ; q u e la s a r a s f e s tiv a s
p o n g a n e l r e g o c i jo e n v u e s t r o s b o s q u e s p á l id o s : d i c h o s a , o h ,
d ic h o s a e n d e m a s ía , llo r a d a p o r su h ijo , es la s o m b r a q u e o s
25 lle g a . L e j o s lo s a u l l i d o s d e la s F u r i a s , le jo s e l t r i p l e C é r b e r o :
q u e se a b r a a f o n d o el p a s o d ila ta d o p a r a a c o g e r a ta n
e g r e g i a s o m b r a . V a y a a d e l a n t e : q u e a v a n c e h a s t a e l te m ib l e

164 C f. supra, l. II, n. 43.


lW L as P arcas, q u e, por el co n trario , son blancas en IV 3 ,1 4 6 (cf. infra.
I. IV , n. 58).
L I B R O 1(1 123

s o l i o d e l s e ñ o r d e l s ile n c io y le p r e s e n t e e l s u p r e m o h o m e n a j e
d e s u a g r a d e c im i e n to » y , s o l í c i t o , p i d a p a r a s u h ijo l a m i s m a
s u m a d e a ñ o s . H o n o r a t i p o r t u p i a d o s o r u e g o : y o b r i n d a r é , 30
E t r u s c o , a t u s j u s t o s s o llo z o s e l d e b i d o c o n s u e l o , y o f r e n d a r é
d e g r a d o a t u lo n g e v o p a d r e p o é tic a s e x e q u ia s . T ú e x p a n d e ,
g e n e r o s o , e n l a p i r a la s s e m illa s d e O r ie n te y la s r ic a s c o s e c h a s
d e c ilic io s y á r a b e s : lle v e e l f u e g o c o n s i g o la s r i q u e z a s d e l 35
h ijo : q u e c r e z c a n la s c e n i z a s e n e l e v a d o c ú m u l o y d e n a l
c ie lo n ítid o su s p ia d o s a s n u b e s . Y o a p o r ta r é p re s e n te s q u e
i n o c o n s u m a e l fu e g o : tu d o lo r , c o n m i c a n to , p e rv iv irá e n el
t i e m p o . Y y o t a m p o c o i g n o r o lo q u e e s l l o r a r a u n p a d r e :
i c o m o t ú , h e s o l l o z a d o p r o s t e r n a d o a n t e e l f u e g o l0*. A q u e l 40
d ía m e in v ita a c o n s o la r tu d u e lo c o n m i c a n to : y o ta m b ié n
h e s u f r i d o l o s l a m e n t o s q u e e s te d í a t e o f r e z c o .
C ie r to , a p a c ib le a n c ia n o , q u e n o tu v is te u n a a s c e n d e n c ia
i l u s t r e , n i t u s a n t e p a s a d o s g o z a r o n d e r a íc e s m u y p r o f u n d a s ,
p e r o s u p l i ó a t u c u n a u n a f o r t u n a i n m e n s a q u e o c u l t ó la
m o d e s tia d e tu s m a y o re s. P o r q u e n o o b e d e c is te a s e ñ o re s 45
[ v u lg a re s , s in o a a q u e llo s a q u ie n e s p o r ig u a l se s o m e te n
O c c id e n te y O rie n te . Y e s a lg o q u e n o d e b e a v e rg o n z a r te ,
p u e s ¿ q u é c o s a s u b s i s t e e n l a t i e r r a n i e l c i e lo s in p r e s t a r
s u m is ió n a la o b e d ie n c ia ? T o d o e s tá g o b e r n a d o y g o b ie r n a
a s u v e z . L a t i e r r a e n t e r a s e h a l l a b a j o s u s p r o p i o s r e y e s , m a s so
R o m a , a f o r t u n a d a , a p l a s t a la s c o r o n a s d e lo s r e y e s y e l
g o b ie rn o d e R o m a h a s id o c o n f ia d o a su s c a u d illo s , y a su
v e z , s o b r e e l l o s s e y e r g u e e l p o d e r í o d e l o s d io s e s . P e r o
t a m b i é n lo s d i o s e s ti e n e n s u s le y e s : s e s o m e t e e l c o r o a p r e s u ­
r a d o d e lo s a s t r o s y la i n c o n s t a n t e l u n a s e s o m e t e y n o s in
s o m e t e r s e v u e lv e u n a y o t r a v e z l a l u m i n o s a ó r b i t a y — s i s e »

« V éase II 1 ,3 3 ss. y V J .
124 SILVAS

me permite parangonar lo humilde con lo excelso,w— tam ­


bién sobrellevó las duras condiciones de un m onarca inhu­
mano el héroe de Tirinto y no sufrió deshonra la fístula de
Febo, que se prestó a servir111. Por otra parte, no arribaste
al Lacio desde tierras barbáricas: fue Esmirna tu suelo natal;
bebiste del venero venerable del M eletena y del vado del
H erm ollí, donde se baña el lidio Baco y renueva sus cuernos
con el légamo aurífero. Luego fue venturosa tu carrera; tus
cometidos varios, paso a paso, acrecieron tu honra: siempre
te ha sido dado marchar cerca de las divinidades, siempre
encontrarte al lado de los Césares y unido al culto arcano de
los dioses. Se abrió primero a ti la corte de Tiberio, cuando
apenas cambiaba tu semblante la pubertad temprana (en­
tonces se te dio la libertad, ya que tus condiciones naturales
superaban la cuenta de tus años) y no te rechazó, aunque era
despiadado y estaba poseído por la Furias, su primer here*
d e r o " \ Por ello, juvenil acompañante, a aquel tirano que
imponía miedo por sus palabras y por su presencia y que fue
despiadado con los suyos hubiste de seguir hasta los hielos
árticos1,5 como quienes dominan la temible fiereza de las

R e m in is c e n c ia d e V ir g il io ( Geórgicas IV 176), re c o g id a ta m b ié n
p o r O v id io , Tristes I 3 , 2 5 .
110 H ércules, obligado p o r E uristco a sobrellevar tra b a jo s d u ro s y h u ­
m illantes.
1,1 F e b o sirvió v o lu n tariam en te com o p a sto r, a p a ce n tan d o y acrecen­
ta n d o lo» reb añ o s d e A dm eto, rey de Feras (Tesalia),
a . supra. 1. l i , n. 164.
'«> Cf. supra, l, I, n. 78.
m El e m p e rad o r Callgula.
I,s Se tra ta d e la expedición m ilitar de C alígula al te rrito rio de los
m ó rinos, en la G&lia Belga ( n o e n el Á rtico, c o m o , hiperbólicam ente dice
E stacio), que tu v o lu g ar en el a f t o 4 0 (ver D i o n C a s i o , 5 9 , 21 y S u e t o n i o ,
Calígula 43 y ss.).
L I B R O Ul 125

b e s t i a s y la s o b lig a n » d e s p u é s d e h a b e r g u s t a d o y a l a s a n g r e ,
a l i b r a r d e s u s f a u c e s la s m a n o s y a c a u t i v a s y a v iv ir a b s t e ­
n i é n d o s e d e p r e s a s . P o r t u s m e r e c i m i e n t o s , C l a u d i o , s i e n d o 75
y a a ñ o s o , a n t e s d e s u v ia je a l a e s t r e l l a d a b ó v e d a , t e a l z ó a
c u m p l i r f u n c i o n e s e l e v a d a s y t e le g ó a s u s m u c h o s s u c e s o ­
res ¿ Q u é m o r t a l t e m e r o s o d e lo s d io s e s h a l o g r a d o a l c a n z a r
c o n s u s s e r v ic io s t a l n ú m e r o d e t e m p l o s y d e a l t a r e s ? E ! $0
a l íg e r o a r c a d i o 117 e s m e n s a j e r o d e l s u p r e m o J ú p i t e r ; J u n o es
s e ñ o r a d e l a i m b r í f e r a h i j a d e T a u m a n t e 1" ; T r i t ó n , e n s u
o b e d ie n c ia , e s tá p r e s to a l m a n d a to d e N e p tu n o : tú , e n tu
e n t e r e z a , h a s s o p o r t a d o r e li g io s a m e n te lo s y u g o s t a n t a s v e c e s
a l t e r a d o s , y t u n a v e h a s u r c a d o f e li z m e n te t o d o s l o s m a r e s .
Y y a l a l u z d e lo a l t o c o n l a e x c e l s a F o r t u n a e n t r ó d e ll e n o
e n t u p i a d o s a c a s a “ ’ i d e s d e e n t o n c e s t e f u e c o n f i a d a a t i s o l o ss
l a g e s ti ó n d e l t e s o r o s a c r o s a n t o lo s b ie n e s a p o r t a d o s p o r
t o d a s la s n a c i o n e s y la s f i n a n z a s d e l in m e n s o m u n d o . C u a n t o
v o m i t a I b e r i a d e s u s m i n a s a u r í f e r a s , lo q u e b r i l l a e n lo s
a l t o s d e D a l m a c i a , lo q u e s e r e c o l e c t a d e la s m i e s e s d e
Á f r i c a , lo q u e t r i l l a n la s e r a s d e l N ilo c a l u r o s o , l o q u e 90

N o sabem os cuáles fu ero n las altas funciones que desem peñó. En


cu a n to ai co n cepto de legado, parece atestiguar el arraigo que a d q u irió la
idea d e la herencia im perial: nótese có m o e sta herencia, a u n después de
la m anum isión p o r p a rte de T iberio, se prolongó e n CalJgula, C laudio,
NeTÓn, G alba, O tó n , V itelio, V espasiano, T ilo y D om iciano.
1,7 M e r c u r i o .
u t T aum ente, hijo de O céano, es el p ad re de Iris, m ensajera d e los
dioses y, en p articular, de J u n o , y p o rta d o ra d e Jas lluvias, esto es, im brífera.
119 P alan te, u n lib erto del em perador C laudio, h a b ía sido nom b rad o
p o r éste p ro cu ra to r a rationibus, esto es, algo p arecid o a u a m inistro de
finanzas, jefe d e los pro cu rad o res del fisco (ver S i e t o n i o , C laudio 28),
cargo que o sten tó h a sta el a ñ o 55, en que N erón lo sustituyó p o r e) padre
de C laudio E trusco. Ver T A cito , A n a les X III 14.
Del fisco im perial.
126 SILVAS

recoge, al fondo, el nadador que explora el m ar de Oriente,


los ganados selectos de la Galacia griega, los cristales traslú­
cidos, las maderas masilias y el arte de los Indicos marfiles.
« A un solo funcionario están encomendados y sujetos los
productos que nos aporta el Bóreas y el Euro desatado y el
Austro nubiloso: antes se contarían las lluvias invernales y
las frondas del bosque. Con igual diligencia, con igual agu­
deza, calcula qué precisan los soldados romanos bajo todos
io o los cielos m, cuánto piden las tribus '**, cuánto los santuarios,

cuánto los cursos altos de las aguas n\ cuánto los diques


frente a las crecidas124 y la red de calzadas tendidas a lo
lejos; el oro que debe brillar en los altos artesonados del
principe, qué cantidad de mineral debe fundirse para esculpir
a fuego los rostros de los dioses y qué acuñación ha de
resonar merced ai fuego de la M oneda l2s de Ausonia.
ios Apenas, desde entonces, conociste el reposo; el placer se
alejó de tu memoria, fue sobrio tu sustento y nunca pertur­
bados tus deberes por la efusión del vino; pero, eso sí, tu
pecho anheló las nupciales ligaduras, la prisión de la mente

121 B ajo D om iciano s t increm entaron los haberes d e los soldados. Ver
S u e t o n io , D o m ic ia n o 7.
,M Los repartos al pueblo de trigo, y tam bién d e aceite, vino y oíros
p ro d u cto s, se realizaban p o r trib u s. Ver S c e t o n j o , D o m ic ia n o 4 (cí.
M a r c i a l , V III 1 5 , 4 ).
111 E sto es, los acueductos.
114 El poeta em plea un térm ino latino (a e q u o rX que norm alm ente designa
la lla n u ra del m ar, p ero q u e aquí se refiere al río T íbcr. T o d o s los cuidados
a que se alude en este pasaje están atestiguados ro m o funciones de) p ro cu r& io r
a ra t io n ib u s (cf. su p ra . n. 119).
Las m onedas recibieron su nom bre porq u e se a cu ñ ab an en el tem plo
de J u n o M o n eta, advocación que recibió la diosa por h ab er avisado a tos
rom anos (m e n e r e — avisar, advertir) d e un te rre m o to q u e se avecinaba (ver
C i c e r ó n , D e D lv in a t io n e I 1 0 1 ; T i t o L i v i o , V I I 2 8 , 5 ; O v i d i o , F a s t o s I
6 3 8 ).
L I B R O III 127

p o r e l tá la m o , la fu s ió n d e u n g o z o s o m a tr im o n io y el n a c i­
m i e n t o d e le a le s s ú b d i t o s p a r a t u a m o . ¿ Q u ié n p o d r í a i g n o r a r 110
l a e x c e ls a c u n a y l a b e l le z a d e l a i l u s t r e E t r u s c a ? A u n q u e m is
o jo s n o la h a n v is to n u n c a , re v e la s u r e tr a to u n a h e r m o s u r a
e x i m i a , p a r d e s u f a m a : la g r a c i a d e s u s h ij o s , s e m e j a n t e a
l a s u y a , l a p r e g o n a . Y n o e s v u l g a r s u e s t i r p e : s u h e r m a n o its
o s te n tó fa sc e s y la s illa c u r u l m á s e le v a d a ; m a n d ó ñ e lm e n te
la s a u s o n i a s a r m a s y la s e n s e ñ a s q u e le f u e r o n c o n f i a d a s
c u a n d o u n p r i m e r a r r a n q u e d e l o c u r a a l z ó a lo s f ie r o s d a c i o s ,
y s u p u e b lo s e v io r e d u c id o a o f r e c e m o s u n t r i u n f o g lo r io s o
A s í, a p o r t ó l a m a d r e l o q u e p u d o f a l t a r a l a p a t e r n a s a n g r e ,
y l a c a s a , g o z o s a , v io c ó m o s e t o r n a b a l u m i n o s o , p o r a q u e l
m a t r i m o n i o , s u l a d o o s c u r o . Y n o s e h i c i e r o n e s p e r a r la s 120
p r e n d a s : d o s v e c e s a c u d i ó L u c i n a a s u s r e t o ñ o s ,v y , f e c u n d a ,
c o n s u i n g r á v i d a m a n o t o c ó s u s t r a n c e s g r á v i d o s . F e l i z t ú si
t u s d í a s s e h u b i e r a n p r o l o n g a d o , s i, j u s t a , l a h i l a t u r a d e la s
P a r c a s te h u b i e r a p e r m i t i d o c o n t e m p l a r la s f a c c io n e s d e tu s
h ijo s y s u s r o s t r o s e n f lo r . P e r o lo s g o z o s s u c u m b i e r o n , 125
r o t o s e n p l e n a j u v e n t u d : A t r o p o 121 c o n s u m a n o q u e b r a n t ó
a q u e l l o s a ñ o s f lo r e c ie n t e s : a s í i n c l i n a n lo s li r io s s u s t a l l o s
p á l id o s ; a s í la s r o s a s f r e s c a s d e s f a lle c e n a la s p r i m e r a s r á f a g a s
d e l A u s t r o y e x p i r a l a a m a p o l a e n p r i m a v e r a s o b r e lo s p r a d o s
n u e v o s . V o s o t r o s , lo s A m o r e s , a r m a d o s d e s a e t a s , h a b é i s 130
v o la d o e n t o r n o d e a q u e l c o r te jo f ú n e b r e y h a b é is u n g id o el
tú m u lo c o n m a te r n a l a m o m o * ” ; a p o r f ía , c o n p lu m a s y

'* El herm ano de E trusca desem peñó el co n su lad o , y posteriorm ente,


com o consular, tu v o un papel im portante en la guerra co n tra los dacios,
que concluyó en el añ o 89 co n el triu n fo al q u e aqu( se hace referencia (cf.
supra, 1.1, n. 40).
>« C í. supra. 1 .1, n. 132.
, a N om bre d e u n a de las Parcas.
M aternal (p ro p ia de Venus), p o rq u e el am om o, p lan ta de semillas
arom áticas y estim ulantes, se co nsideraba afrodisíaco.
128 SILVAS

cabellos arrancados, atizasteis el fuego, y elevaron la pira las


aljabas que todos aportasteis l3°. Y ¡qué ofrendas, Eirusco,
i3s qué lamentos habrías allegado al túmulo materno, si crees
perm atura la muerte de tu padre y como hijo piadoso lloras
su senectud ,M! Y aquel que con su gesto gobierna los alcázares
supremos después de repartir su clara descendencia entre la
tierra y los astro s,M se gozó honrándolo en su triunfo sobre
Idum ea,w y, por juzgarlo digno, no le rehusó un puesto en
140 la formación del desfile victorioso, sin que la humildad de
sus mayores restara nada a su honor. Y el mismo emperador
lo apartó de) vulgo para instalarlo en los cúneos ecuestres
elevó su condición y quitó de su siniestra el plebeyo anillo de
hierro para igualar su posición a la alta dignidad de sus
143 hijosIM. Sus años de prosperidad se deslizaron durante el
doble de ocho lustrosm y el curso de su vida fluyó sin

F ig u ra d en o m in ad a h ysteron próteron, consistente en la inversión


del o rd en cronológico d e (os hechos: naturalm ente, la construcción d e ta
p ira es previa a la com bustión. N ótese, p o r o tra p a rte , q u e esta intervención
d e los A m ores sim boliza, sim plem ente, la piedad filial y no el erotism o.
1,1 Braquiologia: lloras su m uerte, au n cuando su edad era m uy avanzada.
V espasiano, desde lo alto, ríge el universo com o un dios (ver Tebaida
I 24 y ss.; M a rcia l , X III 4) y h a confiado el gobierno de los astros a su
h ijo , el divino T ito, y e l de la tie ira a su o u o hijo, aú n vivo, el divino
D o m k ian o .
R egión de P alestina som etida a R o m a por T ito ; V espasiano honró
a) p ad re d e C laudio E trusco, un sim ple liberto, asignándole un puesto en el
desfile triunfal del año 71.
lM En los espectáculos del tea tro y del anfiteatro.
1)1 Esto es, p a ra elevarlo a la categoría d e caballero, co n ei derecho a
o sten tar el anillo de oro.
,H El c ó m p u to de d ías o de años m ediante la m ultiplicación d e núm eros
p erfecto s (según las doctrinas pitagóricas) es un recurso m 'ágico-poético
q u e utilizan eficazm ente au to res m uy diversos (ver C ic e r ó n , D e república
VI 4; V ir g ilio , E neida I 381; II 126; XI 9). Ei núm ero dos es perfecto por
LIBRO III 129

t e m p e s t a d e s . C u á n g e n e r o s o f u i s t e e n f a v o r d e t u s h ijo s ,
q u e r i e n d o e x c e d e r s i e m p r e t u s p o s i b i l i d a d e s , lo a t e s t i g u a
a ú n h o y l a e s p l e n d i d e z d e l l i b e r a l E t r u s c o , q u e d e t i lo
a p r e n d i ó , p o r q u e t u c o m p l a c e n c i a le i n f u n d i ó s u c a r á c t e r
p r e c l a r o , si b ie n lo r e te n ía s c o n t e r n u r a e n t u a b r a z o b e n é v o lo , i$o
c o m o p a d r e a m o r o s o , s in n u n c a e j e r c i t a r t u a u t o r i d a d , y q u e
su p r o p io h e rm a n o , h e n c h id o d e re s p e to , se g o z a b a e n c e d e r
a n te s u g lo ria . ¡Q u é g r a titu d te r in d e n , o h c a u d illo s u p re m o ,
y q u é p i a d o s o s v o t o s lo s j ó v e n e s q u e a t i s e h a n c o n s a g r a d o ,
p o r q u e r e s t i t u i s t e a s u p a d r e l a v i d a 157! T ú ( s e a q u e l a 155
c a n s i n a s e n e c t u d , e x h a u s t a p o r la s p e n a s , e q u i v o c ó e l c a m i n o ,
s e a q u e la F o r t u n a , t a n t o t i e m p o p r o p i c i a , c a m b i ó e l r u m b o ) ,
c u a n d o e l a n c i a n o s e h a l l a b a a t u r d i d o , e s p a n t a d o a n t e el
g o lp e d e l r a y o in m in e n te , te lim ita s te a a v is a rle c o n s ó lo u n
t r u e n o y u n a le v e t o r m e n t a : m i e n t r a s e l a y u d a n t e e n s u s >60
f u n c io n e s s o b r e e l m a r e n c r e s p a d o s e a u s e n t a b a d e lo s c a m p o s
d e Ita lia , él re c ib ió la o rd e n d e re tira rs e c o m o h u é s p e d , n o
c o m o d e s t e r r a d o , a la s d u l c e s r e g io n e s d e l a c o s t a c a m p a n a
o a l a lc á z a r fu n d a d o p o r D io m e d e s m . Y n o ta rd a s te m u c h o ,
G e r m á n i c o m , e n a b r i r l e d e n u e v o la s p u e r t a s d e R ó m u l o l*°, 165

ser el pritner nlim ero p a r, el och o p o r ser el prim er cu b o y el cinco por ser
su m a de p ar (hem bra) e im p a r (n a c h o ). Este procedim iento se repite en los
poem as V 2; V 3 y V 5.
1,7 Este hábil circunloquio hace referencia a la peripecia de C laudio, el
padre de C laudio E trusco, q u e, c o n d en ad o p o r D om iciano al exilio (p a ra n ­
g o n a b a a la m uerte), fue devuelto a R o m a (esto es, a la vida) p o r el propio
déspota (cf. supro, I. I, n. 239).
'** Se tra ta de la relegación de los culpables m ás allá de la centésim a
m illa (ver T A crro , A n d e s X III 26). En c u a n to a la ciudad que, según la
trad ició n , fue fu n d ad a p o r D iom edes, es A r p i , en A pulia, m ás lejos tam bién
de la centésim a m illa (ver V i r g i l i o , Eneida IX 239 y 243 ss.).
** C f. supra, 1 .1, n. 13.
,*° Es decir, d e R o m a. L a ta rd a n z a fue considerable. E n efecto, m urió
a los 90 aftos (ver M arcial , V I I 40), después de ochenta aflos de prosperidad
130 SILVAS

en consolar $u duelo y en levantar sus penates caldos. Y no


es extraño, apacible caudillo, si tai es la clemencia que con*
cede a los catos derrotados un tratado indulgente, que otor­
ga su monte a Los dacios y que recientemente, después de
una guerra terrible, no ha considerado merecedores de un
triunfo latino a ios marcómanos ni a los nómadas sármatas.
i?o Y ya sus días llegan a su término y se detiene el huso
inexorable. Ahora la piedad del desolado Etrusco me exige
tales cantos cuales no modulan ni los cantiles de Sicilia141 ni
el cisne, seguro ya de su destino, ni la esposa del cruel
i ? j Tereo u>. ¡Ay! ¡Con qué golpes de pecho vi cómo fatigaba sus

brazos y cómo abatia el rostro sobre su padre deshaciéndose


en besos! A duras penas le contienen los siervos y los amigos;
a duras penas le apartan las llamas que se elevan. No de otro
modo lloró Teseo por las costas de Sunio tras haber engañado
iso a Egeo con sus velas mentidas M\ Luego, entre atroces gemi­
dos, con la faz desgarrada, habló así a las tibias cenizas:
♦(¿Por qué, padre fidísimo, nos dejas cuando vuelve la
Fortuna? H a poco que aplacamos a la divinidad de nuestro
caudillo poderoso y la cólera efímera de los dioses de lo alto:
¿y tú no lo disfrutas, y privado del goce de tan excelso don,
IM huyes, ingrato, al reino de los manes? ¿Y no se nos concede
ablandar a las Parcas ni mover a las ásperas deidades del

(v er supra); si o b tu v o el regreso poco am es d e la m uerte (ver infra), es


evidente que la relegación fue larga.
M> Se refiere a las sirenas (cf. supra, ). II, n. 13).
10 Proene (cf. supra, 1. II, n. 31), q u e fue m etam orfoseada en ruiseñor.
10 Teseo, hijo de Egeo, rey d e A tenas, en su eu fo ria p o r h ab er d a d o
m uerte al M in o ta u ro , a su regreso se olvidó de a rria r las velas negras e izar
las blancas, señal convenida con su p ad re si volvía victorioso. Egeo, deses*
p erad o , se arrojó al m ar, que to m ó su nom bre. D e la m ism a m anera,
C laudio E trusco p erd ió a su padre, aunque no cu an d o iban a reencontrarse,
sino a poco del reencuentro.
LIBRO in 131

m a l d i t o L e te o ? F e l i z a q u e l a q u ie n , l l e v a n d o s o b r e s u s f u e r te s
h o m b r o s a s u p a d r e , se a b r i ó e l s a c r o r e s p e t o d e la s ll a m a s
m i c é n ic a s '**, y f e liz E s c i p ió n , q u e , a ú n m u y j o v e n , l i b r ó a s u
p a d r e d e lo s f i e r o s p ú n i c o s M\ y f e liz l a p i e d a d t e m e r a r i a d e l iw
li d i o L a u s o l44. ¿Y p u d o la e s p o s a d e l re y d e T e s a lia w d a r su
v id a p o r la d e s u e s p o s o , y p u d o el tra c io “ 8 a b la n d a r c o n su s
r u e g o s e l r i g o r d e l a E s ti g ia ? ¡ C u á n t o m á s j u s t o f u e r a p o r e l
a m o r d e u n p a d re ! P e ro n o m e se rá s a r r e b a ta d o p o r e n te ro
n i e n v i a r é a lo le jo s t u s c e n iz a s ; r e t e n d r é a q u i t u s m a n e s , 193
a q u í, e n c a s a tú s e rá s el c u s to d io y el d u e ñ o d e l h o g a r y
t e e s t a r á n s u m i s o s t o d o s lo s t u y o s ; y o , c o m o e s j u s t o , te
e s t a r é s o m e t i d o y , s i e m p r e e n p o s d e ti , o f r e c e r é c o n s t a n t e s
m a n ja r e s y b e b id a s a tu s s a g r a d o s m a n e s , y h o n r a r é tu s
im á g e n e s : lo s m á r m o l e s b r i l l a n t e s y e l t r a z o d e lo s c u a d r o s 200
m a g is tra le s m e tr a e r á n tu s e m b la n z a ; el m a rfil y e l o r o
a m a r i l l e n t o i m i t a r á n t u s r a s g o s d e s d e a h o r a . B u s c a r é a h í la
s e n d a d e la h o n r a d e z y la e x p e rie n c ia d e tu la r g a v id a y tu s
p ío s c o n s e jo s y lo s s u e ñ o s a l e c c i o n a d o r e s » .
Su padre, con gozosa dulcedumbre, oía estas palabras y 205
descendió despacio a las ásperas sombras para comunicárselas
a su querida Etrusca.

144 E sto es: las llam as de tos incendios p rovocados en T ro y a p o r los


frieg o s invasores ab riero n paso co n respeto al piad o so Eneas, cu an d o huia,
cam ino d e su m isión sagrada, llevando a A nquises sobre su i hom bros.
'« En la b a ta lla del rio T esino (ver T. L ivio. X X I 46. 7).
L auso, hijo de M eoencio, fue m uerto p o r Eneas ( V irg ilio , Eneida X
783 y ss.), p o r tra ta r de socorrer a su padre. En cu a n to al cdjetivo lidio,
aquí y en o tro s m u ch o s pasajes de autores latinos, n o hace referencia a la
provincia d e A lia M enor, fin o a E troria.
w A k estis, esposa d e A dm eto (cf. la trag ed ia A lcesiis de Eurípides).
I4* O rfeo, que b a jó a los infiernos en busca de Euridice.
149 C om o m ás a rrib a y com o en V 3 ,3 7 , a p ro p ó sito del p ad re del poeta,
lu n q u e la conservación de los restos m ortales en ca sa estaba prohibida
desde la Ley de las D oce T ablas (cf. infra, 1. V, n. 111).
132 SILV AS

M i s a l u d o p o s t r e r o , a n c i a n o . E l m á s t i e r n o d e lo s p a d r e s :
m i ú l t i m o a d i ó s . N u n c a , m i e n t r a s v iv a t u h i j o , p a d e c e r á s la s
210 h o r r ib le s tin ie b la s n i l a tr i s t e z a d e u n s e p u lc r o a b a n d o n a d o lso.
T u s a l t a r e s p o r s i e m p r e e x h a l a r á n e l a r o m a d e la s f lo r e s ; t u
u r n a , v e n tu r o s a , b e b e r á s ie m p re lo s p e rfu m e s a s irio s y u n
t r i b u t o m á s a l t o , q u e e s e l l l a n t o . T u h i j o o f r e c e r á s a c r if ic io s
a t u s m a n e s y te e r i g i r á u n t ú m u l o s o b r e t u p r o p i a t i e r r a . Y
t a m b i é n t e c o n s a g r a e s te p o e m a q u e c o n s u e j e m p l o s h a
a s m e r e c id o , f e liz d e h a b e r h o n r a d o t u s c e n i z a s c o n t a l s e ­
p u lc ro .

LA C A B E L L E R A D E FLA VIO EAR1NO 1,1

M a r c h a d , c a b e l l o s , y s u r c a d , lo s u p lic o , u n a m a r b o n a n ­
c i b le ; m a r c h a d , m u e l l e m e n t e a c o s t a d o s s o b r e e l o r o q u e
c o r o n a n la s g e m a s m a r c h a d , q u e C i t e r e a ,M o s b r i n d a r á ,
p r o p i c i a , u n a t r a v e s í a f e liz y a p l a c a r á l o s v i e n t o s y t a l v e z o s
tr a s la d e d e u n a n a v e in s e g u ra y e n s u c o n c h a o s c o n d u z c a
5 s o b re e l lla n o d e l m a r. A c e p ta , h ijo d e F e b o lo s c a b e l l o s
q u e e l o g io y q u e t e o f r e c e e l e f e b o d e l C é s a r : a c é p t a l o s d e

i» En el original, e l abandono de un sepulcro triste (posible enálage).


111 Cf. supra, n. S. L a an tig u a costum bre griega d e ofren d ar los buclcs
o )a b a rb a incipiente a alguna divinidad se in tro d u jo en R o m a en el siglo i
d. C. (cf. J u v e n a l , III 186; P b t a o n io , X X IX 8).
E sto es, en un cofre o relicario de oro y pedrería.
'» C f. supra. 1.1, n. 228.
Asclepio o Esculapio (cf. supra, 1. I, n. 201; I. III, n. 7),
LIBRO III 133

g ra d o y m u é s tra lo s a tu in to n s o p a d r e . P e rm ite q u e c o n tra s te


s u d u lc e b rillo y q u e , d u r a n te u n tie m p o , p ie n s e q u e p e r te n e ­
c e n a s u h e r m a n o L i e o '” . Q u i z á r e c o r t e é l t a m b i é n u n a
o f r e n d a d e su s c a b e llo s ja m á s c o r ta d o s , y te la p re s e n te
e n c e rra d a e n o tro c o fre d e o ro .
T ú , P é r g a m o 1* , m á s d i c h o s a , c o n m u c h o , q u e e l I d a
fé rtil e n p in o s — a u n q u e e l I d a s e c o m p la c e c o n la n u b e q u e
p ro p ic ió el r a p to s a g ra d o p o r h a b e r d a d o a lo s d i o s e s a
a q u e l a q u ie n J u n o v e s ie m p re c o n ira , y e v ita s u m a n o y
r e c h a z a s u n é c t a r IJ*— t ú , P é r g a m o , b i e n q u i s t a d e lo s d io s e s
e i n s ig n e p o r t u h e r m o s o h i j o * * , e n v i a s t e a l L a c i o a u n
m a n c e b o a q u i e n c o n t e m p l a n p o r ig u a l c o n p l á c i d a f r e n t e e l
J ú p i t e r a u s o n i o y la r o m a n a J u n o y a q u i e n a m a n e l u n o y
l a o t r a ,éc. T a l p l a c e r n o le h a s i d o d e p a r a d o a l p o d e r o s o
s e ñ o r d e l m u n d o s i n o e s p o r d e s i g n i o d e l o s d io s e s .
D ic e s e q u e V e n u s , c u a n d o m a r c h a b a , t o d a d e o r o , d e s d e
l o a l t o d e l m o n t e ¿ r i c e a lo s b o s q u e s s a g r a d o s d e I d a l i a ’“
a l z a n d o e l d u l c e v u e l o d e lo s c i s n e s , p e n e t r ó e n e l t e m p l o d e

,M A m bos son hijos de Jú p ite r (cf. supra, I. I, n. 181; 1 .11, n. 25).


,st Cf. supra. 1, I, n. 201.
151 S e refiere al ra p to d e G anim edes, hijo de T ro s, rey de T ro y a, llevado
desde el m onte Id a al O lim po p o r el águila de Jú p ite r (o p o r Jú p ite r en
form a de águila) p a ra ser el favorito y c o p ero del p a d re d e los dioses, com o
Flavio E a rin o lo e ra d e D om iciano. V er V ir g ilio , E neida V 252 y ss.;
P r o p e r c i o , JI 30, 30; O v id io , A m o re s I 10, 7 y $s.; M etam orfosis X 15? y
as. Este pasaje de E stacio es el único te x to en que figura una nube en lugar
del águila.
,J* J u n o se ofendía y se encolerizaba siem pre p o r las num erosas infide­
lidades de J ú p ite r y, n atu ralm en te, tam bién p o r esta deslealtad hom osexual.
'** A quí el h erm oso hijo d e T ro y a es G anim edes, no Paris co m o en
U n to s pasajes literarios.
i*4 E sto es, D om iciano y su esposa.
1,1 Cf. supra, J. J, n. 90.
134 SILVAS

P é r g a m o ,M, d o n d e m o r a e l m á s a l to p a t r o n o d e lo s e n f e r m o s ,
e l q u e d e tie n e a lo s H a d o s p re s u r o s o s , la d e id a d b ie n h e c h o r a
2$ q u e se a s i e n t a s o b r e u n a s e r p i e n t e s a l u t í f e r a . A llí e n c o n t r ó a
u n e f e b o e x t r a o r d i n a r i o p o r e l b r il lo d e s u e x c e p c i o n a l
b e ld a d , q u e ju g a b a a n te e l a r a d e l d io s m ism o . E n u n p rim e r
m o m e n to , e n g a ñ a d a u n in s ta n te p o r la a p a ric ió n s ú b ita ,
c r e y ó q u e s e t r a t a b a d e a l g u n o d e s u s h ij o s ; m a s n o l l e v a b a
30 a r c o n i d e s u s b e llo s h o m b r o s b r o t a b a s o m b r a a l g u n a . Q u e d ó
a d m ir a d a d e la h e r m o s u r a d e l n iñ o y , c o n te m p la n d o su
r o s t r o y s u s c a b e l l o s , h a b l ó a s i: « ¿ I r á s a lo s a l c á z a r e s d e
A u s o n i a s in la a y u d a d e V e n u s ? ¿ V a s a s o p o r t a r t ú u n a
m í s e r a c h o z a y e l y u g o q u e e s c o m ú n a lo s e s c la v o s ? D e
n i n g u n a m a n e r a : y o d a r é a t u b e l le z a e l s e ñ o r q u e m e r e c e .
35 V a m o s , v e n t e c o n m i g o , v a r a o s , h ij o : y o t e t r a n s p o r t a r é e n
m i c a r r o a l a d o p o r m e d i o d e lo s a s t r o s c o m o u n d o n s in
ig u a l p a r a u n c a u d i l l o ; y n o c o n s e r v a r á s t u e s t a d o d e p le b e y o :
te d e b e s , c o m o s ie rv o , a l a m o r p a la tin o . N a d a , lo re c o n o z c o ,
n a d a ta n d e lic io s o h e v is to n i h e e n g e n d r a d o b a jo el m a n to
4o d e l c ie lo . A n t e t i c e d e r á e l h i j o d e l L a t m o ,w y e l d e l S a n g a -
r i o 164 y a q u e l a q u i e n p e r d i ó l a v a n a i m a g e n d e u n a f u e n t e y
s u e s té r i l a m o r IW. L a N á y a d e a z u l a d a t e h a b r í a p r e f e r i d o

•« Cf. supra, 1 .1. o. 201; 1.111, n. 7.


,w M onte d e C a ria , a do n d e acu d ían la casta D ian a p a ra po d er contem -
piar y besar al bello H ndim ión, nieto d e É olo, que h a b ía obtenido de Zeus
la e te rn a ju v en tu d y el sueflo eterno.
144 R ío de F rigia, a cuyas m árgenes nació y vivió A iis, p a sto r de
extraordinaria belleza consagrado a] culto de Cibeles y que, en su entusiasm o
orgiástico, se c a stró voluntariam ente (ver C a t u l o , 63).
N arciso.
IM T e h a b ría an tepuesto a H ilas, el bello efebo, hijo de T eodam ante y
am a d o de H ércules, a quien, cu an d o se ap ro v isio n ab a d e ag u a en M isia,
d u ra n te la expedición de los A rgonautas, ra p ta ro n las N áyades, cautivadas
p o r su belleza (ver V ir g il io , Bucólicas VI 43 y ss.).
LIBRO IH 135

y a s ié n d o s e a tu u r n a te h a b r ía r e te n id o c o n m á s fu e rz a . T ú ,
h i j o m í o , a n t e t o d o s ; t a n s ó l o e s m á s h e r m o s o a q u e l a q u ie n
s e rá s o f r e n d a d o .» T r a s e s ta s p a la b r a s , lo a lz ó c o n s ig o p o r
la s a u r a s l i g e r a s y le o r d e n ó s e n t a r s e e n s u b ig a d e c is n e s . N o 45
h a y p a u s a : y a s e a l c a n z a n lo s m o n t e s d e l L a c i o y lo s p e n a t e s
d e l a ñ o s o E v a n d r o q u e G e r m á n i c o 1W, e l I n c li to p a d r e d e l
o r b e , o r n a c o n n u e v a s o b r a s e i g u a l a c o n lo s a s t r o s m á s
s u b l i m e s '**. Y a e s m á s p r e s e n t e e l c u i d a d o d e l a d i o s a : ¿ c u á l
s e r á e l m e jo r p e i n a d o p a r a s u s c a b e llo s , c u á l l a v e s te a d e c u a d a 50
p a r a a n im a r s u r o s tro r o s a d o , q u é jo y a d e o r o re s u lta rá m á s
d i g n a e n s u s d e d o s y c u á l e n s u c u e llo ? C o n o c í a e l g u s t o
c e l e s te d e l c a u d i l l o ; e l l a h a b í a u n i d o s u s a n t o r c h a s n u p c i a l e s
y h a b í a p r o p i c i a d o a m a n o s ll e n a s s u m a t r i m o n i o : a s í o r n a
l o s c a b e l l o s d e l e f e b o , a s í lo e n v u e l v e e n v e s t i d u r a s t i r i a s 170 ss
y le in f u n d e s u lu z y s u a t r a c ti v o . A tr á s lo s f a v o r it o s a n t e r io r e s
y l a g r e y d e lo s f á m u l o s : e s é l q u i e n t r a e a l c a u d i l l o m a g n o
la s c o p a s p r i m e r a s y lo s v a s o s c a r g a d o s d e m i r r a y la s
c ris ta le ría s c o n m a n o m á s c á n d id a : u n a g ra c ia n u e v a cre c e
p a r a B a c o . N i ñ o q u e r i d o d e lo s d i o s e s , q u e h a s s i d o e l e g id o 60
p a r a p r o b a r e l n é c t a r s o s p e c h o s o 171 y t o c a r t a n t a s v e c e s l a
d i e s t r a p o d e r o s a q u e d e s e a n c o n o c e r lo s g e t a s y p r e t e n d e n
r o z a r lo s p e r s a s , lo s a r m e n io s y lo s in d io s : n a c id o b a jo
e s tr e lla f a v o r a b le , te h a e x a lta d o la b o n d a d g e n e r o s a d e lo s
d io s e s .

E sto es, la p atria, la m o rad a en que se establecieron los dioses


penates de E v an d ro (ver V ir g ilio , Eneida V IH y ss.).
'« Cf. supra, 1.1, n. 13.
■" V e r i I.
'* Es decir, teñidas de púrp u ra.
171 U na de las obligaciones del copero era la de p ro b a r las bebidas, en
previsión d e u n posible veneno.
136 SILVAS

E n o t r o t i e m p o , p a r a e v i t a r q u e e l i n c i p i e n t e v e llo a f e a r a
65 t u s f ú lg i d a s m e jil la s y q u e o s c u r e c i e r a e l b r i l l o d e t u b e l l a
p re s e n c ia , e l d io s d e tu p a tr ia en p e r s o n a m a b a n d o n ó la
a l t i v a P é r g a m o c r u z a n d o la s a g u a s . A n i n g ú n o t r o s e h a
o t o r g a d o l a p o t e s t a d d e a f e m i n a r a u n n if ío , p e r o e l h i j o d e
F e b o m , c o n s u a r t e m i s t e r i o s a , h a c e c a m b i a r s u s e x o d u lc e -
70 m e n t e , s in q u e b r a n t a r e l c u e r p o c o n ll a g a a l g u n a l7\ C i t e r e a ,
a n g u s tia d a , se a to r m e n ta , c o n to d o , s u m id a e n el c u id a d o y
te m e el s u f rim ie n to d e l e fe b o . L a c le m e n c ia p r e c la r a d e l
c a u d illo n o h a b ía c o m e n z a d o to d a v ía a c o n s e rv a r in ta c to s a
lo s n i ñ o s c o m o h a b í a n n a c i d o ; a h o r a e s t á v e d a d o q u e b r a r
75 e l s e x o m u d a n d o a l s e r h u m a n o , y N a t u r a l e z a s e g o z a v ie n d o
s ó l o a l o s s e r e s q u e e l l a e n g e n d r ó , y la s m a d r e s e s c la v a s y a
n o te m e n , p o r u n a le y s i n i e s t r a , l l e v a r l a g r a v i d e z d e s u s
r e t o ñ o s 175. T a m b i é n t ú , s i h u b i e r a s s i d o e n g e n d r a d o m á s
t a r d e , s e r ía s a h o r a u n j o v e n d e m e jil la s s o m b r e a d a s , m á s
r o b u s t o c o n e l d e s a r r o l l o d e t u s m i e m b r o s . Y , f e liz , n o
h a b r ía s e n v ia d o u n a o f r e n d a ú n ic a a l te m p lo d e l h ijo d e
M F e b o *M: s e a n a h o r a s o l a m e n t e t u s b u c le s lo s q u e n a v e g u e n
h a c i a t u t i e r r a p a t r i a . L a d e i d a d d e P a f o s 177 l o s i m p r e g n a b a
d e a b u n d a n t e a m o m o y lu e g o la s t r e s G r a c i a s lo s p e i n a b a n
c o n s u s d i e s t r a s . N o e n v i d i a r á n a lo s d e s f a l l e c i e n t e s c a b e l l o s

m A sclcpio o Esculapio (cf. supra. n. 7),


|J> Asclepio o Esculapio (cf. supra, n. 154).
1,4 D om iciano pro h ib ió to d o tipo de castración, p ero n o sin antes haber
hecho c a stra r a su favorito.
i” N o existía tal ley, pero sí u n a costum bre siniestra que D om iciano
había practicado, com o o tro s m uchos personajes, an tes d e p ro cla m a r hipó­
critam ente la prohibición.
H abríais enviado dos: la del cabello y la de la b a rb a {cf. supra, n.
151).
C f. supra, l. I, n. 68.
LIBRO III 137

d e l p u r p ú r e o N is o m n i a lo s q u e e l a l t i v o A q u ile s c o n s e r v a b a
p a r a e l E s p e r q u i o m . A p e n a s s e t o m ó l a d e c i s i ó n d e d e s p o j a r 85
s u f r e n t e n iv e a y d e s c u b r i r s u s h e r m o s o s h o m b r o s , a c u d i e r o n
c o n s u m a d r e , l a d i o s a d e P a f o s IW, lo s d u l c e s s e r e s a l a d o s ll1,
q u e a l i s a r o n s u s b u c le s y p u s ie r o n s o b r e s u p e c h o u n p e i n a d o r
d e s e d a . L u e g o , c o n s u s f le c h a s u n i d a s , c o r t a r o n s u c a b e l l e r a 90
p a r a a lo ja rla e n tre o r o y g e m a s p re c io s a s , m ie n tra s su m a d re ,
l a d i o s a C i t e r e a 1,2 e n p e r s o n a , l a u n g e d e n u e v o e n s u c a í d a
> c o n s u s a r c a n o s p e r f u m e s . E n a q u e l m o m e n t o , u n o d e lo s
n u m e ro s o s a m o rc illo s , a q u ie n h a b ía to c a d o s o s te n e r c o n
s u s m a n o s e n a l t o u n v a l i o s o e s p e jo d e o r o i n c r u s t a d o d e
p ie d ra s p re c io s a s , d ijo e s ta s p a la b ra s : « H a g a m o s ta m b ié n
e s t a o f r e n d a : n i n g ú n p r e s e n t e s e r á m á s g r a t o a l t e m p l o d e s u 93
p a tr ia n i te n d r á m á s v a lo r q u e e l o r o m ism o . T ú s ó lo d e b e s
f i j a r a q u í t u m i r a d a y d e j a r p a r a s i e m p r e t u i m a g e n .» A s í
h a b l ó , y c e r r ó e l e s p e jo c o n s u i m a g e n p r e s a .
E l n i ñ o s in p a r , t e n d i e n d o s u s p a l m a s h a c i a la s e s tr e l la s ,
d i j o : « P o r e s t o s p r e s e n t e s , e l m á s d u l c e g u a r d i á n d e lo s
h o m b r e s , c o n c é d e m e , s i l o h e m e r e c i d o , l a m e r c e d d e m a n - 100
te n e r a n u e s tr o a m o e n u n a ju v e n tu d p e r p e tu a y c o n s e rv a rlo
p a r a b ie n d e l m u n d o . C o n m i g o lo r u e g a n lo s a s tr o s , c o n m ig o
lo s m a r e s y t i e r r a s . Q u e v i v a , t e lo r u e g o , p o r t a n t o s a ñ o s

171 Los adjetivos aplicados a Niso y a sus cabellos evocan la m uerte del
jo v en (ro y an o cu an d o e x p iró sobre el cadáver de su tierno am igo E uríalo
(ver V ir g ilio , E neida IX 176 a 449).
m Los cabellos de su querido P atro clo , que reservaba A quiles p a ra
ofrendarlos al E sperquio, río principal d e T esalia, cuya deidad e ra e l dios
tu te la r de la región y de sus hab itan tes, los m irm idones. V er H o m e r o ,
¡liada X X III 130 y ss.
1W Cf. supra, I. I, n. 68.
1,1 Los A m ores.
'» Cf. supra, 1. I, n. 228.
138 SILVAS

c o m o e l a n c i a n o d e I l i ó n j u n t o c o n e l d e P i l o s ,M; q u e g o c e
v i e n d o c ó m o e n v e je c e n c o n é l s u s p r o p i o s p e n a t e s y e l
ios t e m p l o T a r p e y o 1M.» A s i h a b l ó , y P é r g a m o v i o c o n a s o m b r o
c ó m o s e e s tre m e c ía n su s a lta re s .

sm

D i m e , e s p o s a m ía : ¿ p o r q u é d e d í a te e n t r i s t e c e s y p o r
q u é , p o r la s n o c h e s , q u e c o m p a r t i m o s , s u s p i r a s a g o b i a d a e n
t u s c u i t a s in s o m n e s ? N o t e m o q u e t u f id e lid a d se h a y a
q u e b r a d o n i q u e e n tu p e c h o se a lb e rg u e o tr o a m o r; n in g u n a
f le c h a p o d r í a a l c a n z a r t e : a u n q u e R a m n u s i a e s c u c h a r a m is
3 p a l a b r a s c o n r o s t r o a v i e s o , n o s e r i a p o s ib le . Y a u n c u a n d o ,
a r r e b a t a d o d e la s o r i l l a s p a t r i a s , e r r a r a y o d u r a n t e c u a t r o
l u s t r o s s i r v i e n d o e n la s b a t a l l a s y n a v e g a n d o m a r e s , r e c h a ­
z a r í a s t ú a m i l p r e t e n d i e n t e s s in d e j a r t e t o c a r , s i n i d e a r te je r
v e c e s y v e c e s u n t e j i d o i n t e r r u p t o , s i n o q u e , s in e n g a ñ o s ,
a b i e r t a y f i r m e m e n t e , le s h a b r í a s n e g a d o e l a c c e s o a t u
ío t á l a m o . D i: ¿ p o r q u é , s i n e m b a r g o , t u r o s t r o s e m e o f r e c e
c o n l a f r e n t e e n c r e s p a d a y c u b i e r t a d e n u b e s ? ¿ Q u iz á p o r q u e ,
c a n s a d o , a s p i r o a r e g r e s a r a m i h o g a r d e E u b e a 1,1 y a a c o g e r

!M Es decir, tanto» com o T ito n io y N éstor ju n to s (cf. supra, I. II, n, 87).


IM C f. supra, nn. 167 y 169; en cu a n to a] tem plo T arpeyo, es el de
Jú p ite r C apitotino (cf. supra, 1.1, n. 269).
1,1 El títu lo d e este poem a no existe, porq u e el pro p io a u to r, según
m anifiesta en la d e d icato ria de) lib ro III, lo considera c o m o u n a sim ple
c h a rla con su esposa. En c u a n to a la personalidad de C laudia,, ver, adem ás,
la n. 8 a este I. III,
»« Cf. supra, I. II, n. 144.
Cf. supra, 1.1, n. 128.
LIBRO III 139

m i v e je z s o b r e m i t i e r r a p a t r i a ? ¿ P o r q u é e s t o t e e n t r i s te c e ?
L a d i v e r s i ó n , s in d u d a , n o t e p la c e , n i t e a t r a e n la s c a r r e r a s
d e l c i r c o v i o l e n t a s , n i c a u t i v a t u s g u s t o s l a t u r b a d e ) t e a t r o is
v o c in g le ro , s in o la le a lta d y la p a z r e c o le ta y lo s g o z o s e x e n ­
t o s d e t o r p e z a . M a s ¿ c u á le s s o n l o s m a r e s p o r lo s q u e i n t e n ­
t o N e v a r te c o m o m i c o m p a ñ e r a ? P e r o , a u n q u e m e m a r c h a r a
h a c i a la O s a g l a c i a l p a r a h a b i t a r a l l í , o a la s a g u a s b r u m o s a s
d e T u l e m , a l O c c i d e n t e , o h a s t a e l in a c c e s ib l e n a c i m i e n t o 20
d e l N ilo , q u e a f lu y e e n s i e t e b o c a s , s e r í a s m i a l i c i e n t e p a r a
p a r tir c o n tig o . Y es q u e tu fre n o — p o r q u e V e n u s , b e n ig n a ,
t e h a u n i d o a m i d e s t i n o e n m i e d a d f l o r e c i e n t e y te c o n s e r v a
a ú n p a r a m i s e n e c tu d — tu f r e n o , q u e p u s is te e n m í, c o m o
ll a g a p r i m e r a , c u a n d o , i n t a c t o p a r a e l t á l a m o , a ú n e s t a b a
in d e c i s o c o m o u n a d o l e s c e n t e , t u f r e n o l o a c o g í d e g r a d o y 25
o b e d ie n te y s ig o p a r a s ie m p re ta s c a n d o a q u e lla s r ie n d a s q u e
m e im p u s is te , s in p e n s a r e n c a m b ia r la s . C u a n d o e n m i c a b e ­
l l e r a r e l u c i e n t e p o r t a b a lo s a l b a n o s g a l a r d o n e s '**, c e ñ i d o d e l
s a g r a d o o r o d e l C é s a r, fu is te tú q u ie n m e e s tre c h ó e n su
p e c h o y p u s o e n m is g u i r n a l d a s s u s b e s o s a n h e l a n t e s ; y 30
c u a n d o el C a p ito lio re c h a z ó n u e s tr a lir a tú , v e n c id a c o n -

’** Isla im precisa en el lim ite sep ten trio n al del m u n d o conocido.
Itt A p ro p ó sito d e los juegos quinquenales de A lb a y d e sus galardones,
ver IV 2, 62 y as.; IV 5. 22 y ss.; V 3, 225 y ss.; M a r c ia l , IV 1, 5; IX 23;
X X IV ; XXV 9; D ió n , L X V II 1, 2; S u e to n io , D o m iciano 4. D om iciano
había in stituido los Q uinquatria M inervae anuales, juegos en h o n o r de
M inerva, que ten ían lugar d e l 19 al 23 d e m arz o y q u e consistían en
«acerías, representaciones teatrales y juegos florales d e o ra to ria y poesía.
D om iciano g a la rd o n a b a a los vencedores con u n a c o ro n a de o ro en fo rm a
de ram as d e olivo.
190 Los juegos C apitoünos en honor de Júpiter, instituidos por Dom iciano
en el añ o 86, se celebraban en agosto c a d a c u a tro a ñ o s, con com peticiones
de m úsica, d a n z a, equitación, lucha, elocuencia y poesía, ta n to en latín
com o en griego. V er IV 2, 62; V 3, 231; asim ism o J uvenal , VI 387;
140 SILVAS

m i g o , l l o r a b a s e l r i g o r y l a i n g r a t i t u d d e J ú p i t e r 1*’; t ú , c o n
o íd o a te n to , c a p ta s n o c h e s e n te ra s , e n m is m u rm u llo s , d e sd e
s u s p r i m e r o s s o n e s , lo s p o e m a s q u e a c u d e n a m i e n c u e n t r o ;
a t ú s o l a e r e s t e s t i g o d e m i l a r g o t r a b a j o , y m i T e b a id a h a
c re c id o c o n tu s a ñ o s . ¡ C ó m o te h e c o n te m p la d o h a c e p o c o ,
c u a n d o , a r r a s t a d o c a s i a la s s o m b r a s e s t i g i a s , o y e n d o y a d e
c e r c a la s a g u a s d e l L e t e o , t u v e a b i e r t o s m is o j o s q u e la
m u e r t e c e r r a b a ! F u e s in d u d a t a n s ó l o p o r c o m p a s i ó n h a c i a
46 t i p o r lo q u e m e d i o L á q u e s i s ía d e m o r a d e m i d e s t i n o
e x h a u s t o , y lo s d io s e s d e lo a l t o , c o n t o d o s u p o d e r , t e m i e r o n
t u d e s v ío . D e s p u é s d e t o d o e s o , ¿ e r e s r e m i s a a a c o m p a ñ a r m e
a h o r a e n u n c o r t o v ia je a u n a g r a t a b a h í a ? ¿ D ó n d e q u e d a , a y
d e m í, t u l e a l t a d s a b i d a y d e m o s t r a d a e n t a n t a s o c a s io n e s ,
45 p o r l a q u e ig u a la s a la s a n t i g u a s h e r o í n a s l a t i n a s y g r ie g a s ?
C o n g u s t o h a b r í a i d o P e n é l o p e a la s m a n s i o n e s d e I l i ó n
— ¿ q u é p u e d e d e t e n e r a q u i e n e s a m a n ? — si U lis e s s e lo
h u b i e r a p e r m i t i d o ; E g i a l e a ‘M s e l a m e n t ó p o r v e r s e a b a n d o ­
n a d a , y . t a m b i é n M e l i b e a 1” y a q u e l l a a q u i e n s u s m u e s t r a s
d e d o lo r — ¡c u á n c ru e le s !— c o n v irtie ro n e n m é n a d e Tú

M a r c i a l , IV 1 6; IX 40, 1, etc., y S u e t o n j o , D o m ic ia n o 4. E stacio fue


d e rro tad o en el certam en o rato rio de estos juegos.
,w El tem a del discurso d e E stacio fue el elogio d e Jú p ite r C apiiolino.
N aturalm ente, fue el o tro Jú p ite r (D om iciano) q u ien le negó la c o ro n a de
h o jas d e roble que c o n stitu ía el tro feo , pero el poeta no puede rep ro ch ar
n ad a a este tem ible Jú p ite r visible.
m E sposa de D iom edes (ver H o m e r o , ¡lia d a V 412).
,w Puede tratarse: 1) de la Oce&nide a m a d a p o r Pelasgo, hijo de Zeus
y N iobe, d e cuyos am ores nació L icaón, rey de A rcadia m etam orfoseado en
lobo; 2) d e la esposa de F iloctetes, c o n fu n d id a con la capital del reino de
dicho héroe, que ten ia el m ism o n o m b re d e M elibea (ver H o m e r o , ¡lia d a
I I 717); 3) d e la heroína a que se refiere Servio, q u e, sep arad a d e Alexis por
sus padres, se a rro jó de lo alto d e su m orada y, sin su frir d a d o , se reunió
co n su am ado. E sta ú ltim a identificación parece ser la m ás probable.
L a o d a m la (c f. I. I I , n . 185).
LIBRO III 141

n o e r e s m e n o r q u e e l la s e n s a b e r c o n s a g r a r a t u s m a r i d o s tu
l e a l t a d y t u v i d a . A s i, b u s c a s s i n d u d a t o d a v í a l a c e n i z a y l a 5o
s o m b r a d e l p r i m e r o ; a s í, a s i d a a l r e c u e r d o d e a q u e l c a n o r o
e s p o s o , r e n o v a s t e e n t u p e c h o t u s v iv o s s e n t i m i e n t o s , a u n
s i e n d o m ía . Y n o e s m e n o r e n t i t u p i e d a d y t e r n u r a p o r t u
h ija : a s í e s t u a m o r d e m a d r e y a s í t a m b i é n t u h i j a n o s e h a
b o r r a d o n u n c a d e t u p e c h o y l a ti e n e s c l a v a d a n o c h e y d í a e n 55
e l h o n d ó n d e l a l m a m á s p r o f u n d o . N o c o n ig u a l c a r i ñ o la
t r a q u i n i a A l c i o n e 1” v u e la e n to r n o a s u n id o , n i r o d e a
F i l o m e l a m e l s u y o e n p r i m a v e r a , t r a n s f o r m a n d o s u s v id a s
e n d á d i v a s d e a m o r . Y e s e l la q u i e n te r e ti e n e a h o r a , p o r q u e ,
s o l i t a r i a e n s u le c h o s in p a r e j a , c o n s u m e lo s o c i o s i n f e c u n d o s 60
d e su b e lla ju v e n tu d . P e ro v e n d rá , v e n d rá s u m a tr im o n io
c o n s u s f é r ti le s t e a s n u p c i a le s : lo m e r e c e , s in d u d a , p o r s u s
p re n d a s d e l c u e r p o y d e l e s p íritu ; y a c o n m u e v a a b r a z a n d o
s u lira , y a e n to n e c o n s u v o z , h e re n c ia d e s u p a d r e , u n h im n o
i m i t a b l e p o r la s M u s a s y a d a p t e m i s p o e m a s a s u c a n t o , y a 65
a lc e s u s b l a n c o s b r a z o s e n a r m o n i o s a d a n z a , s u i n o c e n c i a
s u p e r a a s u ta le n to , y s u p u d o r a s u a rte . ¿E s q u e n o
s e n ti r é is , n i ñ o s a l a d o s , n i t ú t a m p o c o , d i o s a C i t e r e a iw, q u e
t a n t a g a l a n u r a la n g u i d e z c a ? P e r o n o e s s ó l o R o m a c a p a z d e

,w A lcione, h ija de E olo y esposa de Ceix, rey de T raquis, en Tesalia,


fue tra n sfo rm ad a en el ave alción (esto es, el m artln pescador). Según la
fo rm a m ás an tig u a de la leyenda, la vanidad indujo a los esposos a tom ar
respectivam ente los nom bres d e Jú p ite r y J u n o , p o r lo que los dioses,
airad o s, los m etam orfoscaron en pájaro s. O vidio (M eta m o rfo sis X I 410 y
U .) m odifica el m ito: tra s el naufragio de Ceix, A lcione se a rro jó al m ar y
Telis los m u d ó a am bos en alciones.
■* F ilom ela, hija de P a n d ió n (ver O v id io , M eta m o rfo sis VI 424) fue
convertida en golondrina, y su h erm ana P ro en e en ruiseñor (cf. supra. I. II,
n. 31). T a n to el alción com o la golondrina son sím bolos del am o r m aternal
(cf. Tebaida IX 360 y « .) .
m V enus (cf. supra, 1.1, n. 228).
142 SILVAS

c o n c e r t a r le c h o s n u p c i a l e s y d e e n c e n d e r a n t o r c h a s q u e lo s
?o c e l e b r e n : t a m b i é n e n n u e s t r a t i e r r a s e o f r e c e r á n lo s y e r n o s .
E l c r á te r d e l V e s u b io y la llu v ia d e fu e g o d e a q u e l m o n te
d a ñ i n o n o p r i v a r o n d e h o m b r e s h a s t a t a l p u n t o la s u r b e s
t e m b l o r o s a s , q u e s u b s i s t e n y f lo r e c e n e n g e n t e s : d e u n l a d o ,
la s m a n s i o n e s f u n d a d a s b a j o l o s a u s p i c i o s d e F e b o , lo s
p u e r to s d e D i c a r c o ” * y s u s c o s ta s q u e a c o g e n a l m u n d o
73 e n t e r o ; d e l o t r o , la s m u r a l l a s q u e i m i t a n e l t r a z a d o d e la
g r a n d io s a R o m a y q u e C a p is c o lm ó d e n a v e g a n te s p ro c e ­
d e n te s d e T r o y a T a m b ié n n u e s tr a P a r té n o p e p a ra su s
h a b ita n te s , re d u c id a , y , c o n to d o , p o b la d a p o r m u c h o s f o ­
r a s te r o s — , a la q u e , a r r ib a d a d e m á s a llá d e l m a r, m o s tró
A p o lo e n p e r s o n a e s ta ti e r r a a p a c ib le m e d ia n te la p a lo m a d e
so D i o n e 20'. E s a a q u e l l o s p a r a j e s ( p o r q u e n o e s m i t i e r r a n a t a l
n i l a b á r b a r a T r a c i a n i l a L i b i a ) d o n d e i n t e n t o ll e v a r te ,
p a r a j e s q u e t e m p l a n u n in v i e r n o s u a v e y u n v e r a n o f r e s c o y
q u e b a ñ a u n m a r m a n s o c o n s u s o la s e n c a lm a . R e i n a u n a p a z
s$ s e r e n a e n e s a s t i e r r a s y e l d e s c a n s o d e u n a v i d a r e l a j a d a , u n
re p o s o ja m á s p e r tu r b a d o y u n s u e ñ o q u e n a d a in te rru m p e .
N o r e in a la ir a e n e l fo ro n i s e a c u d e a la s le y e s p a r a
q u e r e l la r s e : s ó l o a c e p t a n lo s h o m b r e s l a le y d e la s c o s tu m b r e s
y l a e q u i d a d s in f a s c e s . ¿ Q u é d e c i r d e la s v is ta s m a g n if ic a s ,

'« Cf. supra, I. II, a. 82.


■" El nom bre d e C a p u a se atribuye, en ciertas variantes de la leyenda,
a su fundación p o r C apis. E stacio sigue a V ir g ilio , que incluye a Capis
e n tre los co m p añ ero s d e Eneas. Ver E neida I 183 y X 145.
300 Es decir, Ñ ip ó le s (cf. supra. 1.1, n. 127). N ótese q u e, en este pasaje,
P artén o p e designa al p ro p io tiem po a Ñ ip ó les y a la sirena q u e le dio
nom bre.
M L a ninfa D io n e (cf. supra, 1.1, n. 41) es la m adre de V enus, cu y a ave
es la p alo m a, q u e, según la leyenda, sirvió d e gula a la sirena P a rtín o p e
p a ra indicarle el lugar do n d e h a b la de fu n d ar la ciudad de Ñ ipóles.
LIBRO III 143

d e l o r n a to d e a q u e llo s lu g a re s , d e s u s te m p lo s y d e s u s e s p a ­
c i o s q u e p u e b l a n c o l u m n a s i n n ú m e r a s y l a d o b l e m o l e d e l o s 90
d o s t e a t r o s , u n o a l a i n t e m p e r i e y c u b i e r t o e l o t r o * 2, y d e
lo s c o n c u r s o s q u i n q u e n a l e s , q u e n o e n v i d i a n a lo s l u s t r o s
c a p i t o l i n o s i ? ¿ P a r a q u é e n s a lz a r su c o s ta y la lib e rta d ,
p ro p ia d e M e n a n d ro , q u e e n g e n d ra n , u n id a s , la g ra n d e z a
r o m a n a y l a li c e n c i a g r i e g a **? Y n o f a l t a n e n t o r n o a lic ie n te s
p a r a l i b r a r l a v i d a d e m o n o t o n í a : s i t e c o m p l a c e v i s i t a r la s 9$
c o s ta s d e le ito s a s d e B a y a s c o n su s m a n a n tia le s v a p o rífe ro s o
la s m o r a d a s s a g r a d a s d e l a S i b i l a p r o f è t i c a o la c u m b r e q u e
r e c u e r d a lo s r e m o s d e I li ó n * * o lo s v i ñ e d o s q u e r e z u m a n el
g a u r o **, d i l e c t o d e B a c o , la s m o r a d a s d e lo s t e l é b o a s , d o n d e
e l f a r o l e v a n t a s u s lu c e s , d u lc e s a lo s t r é p i d o s n a u t a s , é m u l a s
d e l a l u n a n o c t i v a g a y la s c im a s d e S o r r e n t o , a m a d a s d e 100
u n L ie o n o b e n é v o lo y q u e m i a m ig o P o lio , m á s q u e
n a d i e , h o n r a c o n s u p r e s e n c i a 309, o la s s a l u b r e s a g u a s d e
D im id ia o E s ta b ia s re n a c id a . ¿ T e n d ré q u e e n u m e r a r te o tro s
m i l a t r a c t i v o s d e m i t i e r r a ? P e r o e s y a s u f ic i e n te , e s p o s a m i a , io$

* 3 Q uedan restos del prim ero, pero no del segundo.


Los juegos A u g u sta !« (cf. supra, I. II, o. 50).
w Men&ndr o gozaba d e u n a h o prestigio e n tre lo s rom anos cultos (ver
I I 1 , 114). En P om peya se h a conservado u n a «Casa de M enandro», donde
la efigie del p o e ta griego ocupaba un puesto d e honor.
El c a b o M iseno. Cf. supra, 1. I I , a . 72; 1. III, n, 56.
M V ino m uy apreciado, q u e se p ro d u d a en el m onte G auro, en Cam -
pania.
m V ir g ilio , E neida V I I 733 (ver S e r v io , 735 y T A C ito, A n a les IV 67)
recoge u n a trad ició n , según la cual los tetebo&s, procedentes de la co sta de
A c a m a j, en Á tica (tie rra m uy rica, com o puede com probarse en Los
Aearnlenses d e A ristófanes), llegaron a C ap ri, en cu y a p u n ta oriental
q u e d a n vestigios del faro a q u e se refiere E stad o .
m Es d e d r, d e un Baco no dulce (un vino seco).
m P o lio Félix. Ver II y III, especialm ente en sus dedicatorias.
144 SILVAS

y a e s s u f i c i e n t e c o n l o q u e t e d ig o : m e c r e ó p a r a t i y a t i m e
h a u n id o c o m o tu c o m p a ñ e r o p o r la rg o s a ñ o s . E s to ¿ n o la
h a c e d i g n a d e s e r c o n s i d e r a d a l a m a d r e y i a n o d r i z a d e lo s
d o s? P e ro m e m u e s tro in g ra to si a ñ a d o m á s ra z o n e s y d u d o
n o d e tu s p re n d a s : v e n d rá s , e s p o s a a m a d a , y h a s ta irá s p o r
d e la n te : si y o n o e s to y , el T íb e r , p r ín c ip e d e lo s río s , y la
m o r a d a d e Q u i r i n o a r m í f e r o s e r á n p o c o a t u s o jo s .
LIBRO IV

DEDICATORIA

E s t a c i o s a l u d a a s u a m i g o M a r c e l o 1.
H e e n c o n t r a d o , q u e r id í s im o M a r c e lo , u n li b r o q u e d e d i c a r
a tu a m is ta d . M e d o y c u e n ta d e q u e n o h e in ic ia d o n in g ú n
p o e m a s in o d e s p u é s d e in v o c a r la d iv in id a d d e n u e s tr o
a l t í s i m o e m p e r a d o r ; p e r o e s te l i b r o c o m p r e n d e t r e s p o e m a s
e n s u h o n o r ; s ig u e n lo s q u e e s t á n d e d i c a d o s a lo s a m ig o s :
v e s, p u e s , q u e n o h e p o d id o h a c e r e n h o n o r tu y o s in o
d e d ic a rte e l c u a r to . E n el p rim e ro h e h o n r a d o e l d e c im o s é p - 5
t i m o c o n s u l a d o d e n u e s t r o G e r m á n i c o 2; e n e l s e g u n d o le h e
d a d o la s g r a c i a s p o r h a b e r m e h o n r a d o a] i n v i t a r m e a s u
m e s a s a c r a t í s i m a ; e n e l t e r c e r o h e a d m i r a d o l a v ía D o m i c i a n a
c o n q u e h a s u p rim id o la p e n o s ís im a d e m o r a d e l c a m in o p o r

1 V itorio M arcelo, ciu d ad an o d e origen ecuestre (ver IV 4 ,7 5 ), c o n tra jo


m atrim o n io c o a Ift hija del excónsul G neo H o iid io G eta. D e aquella unión
nació G ayo V iiorío H o iid io G eta, a quien Q uintiliano dedicó su IrulU utio
Oratoria.
7 C f. supra, I. I, n. 13.
146 SILVAS

l a a r e n a 5: g r a c i a s a e l l a , t a m b i é n t ú r e c i b i r á s m á s p r o n t o la
10 e p ís to la q u e e n e s te li b r o te e s c r ib o d e s d e N á p o le s . E l s ig u ie n te
e s u n p o e m a U ric o d e d i c a d o a S e p t i m i o S e v e r o 4, u n j o v e n ,
c o m o s a b e s , q u e f i g u r a e n t r e lo s m á s d is ti n g u id o s d e l s e g u n d o
o rd e n * , q u e , p o r a ñ a d id u r a , e s c o n d is c íp u lo tu y o , p e ro q u e ,
a u n p o r e n c i m a d e e s te t í t u l o , m e e s p r o f u n d a m e n t e q u e r i d o .
P o r lo q u e s e r e f ie r e a l H é r c u le s e p i t r a p e c i o 4 d e n u e s t r o
is a m i g o V f n d ic e , d e a c u e r d o c o n lo s m é r i t o s q u e h a c o n t r a í d o
c o n m i g o y c o n lo s p r o p i o s e s t u d i o s l i t e r a r i o s , p u e d o t a m b i é n
a s i g n a r t e a t i s u p o e m a . E n c u a n t o a V ib io M á x i m o ’, e l
a f e c t o q u e le t e n g o , t a n t o p o r s u d i g n i d a d c o m o p o r s u
e lo c u e n c ia , q u e d a b a s u fic ie n te m e n te a te s tig u a d o p o r la e p ís ­
t o l a q u e le d ir ig í c o n m o t iv o d e la p u b lic a c ió n d e m i T eb a id a *;
20 t a m b i é n a h o r a le r u e g o q u e s e a p r e s u r e a r e g r e s a r d e D a l m a -
c ia . S ig u e u n a é g lo g a d e d i c a d a a m i p a i s a n o J u l i o M e n é c r a te s ,
j o v e n b r i l l a n t e , y e r n o d e m i a m i g o P o l i o , a q u i e n f e lic ito
p o rq u e h a h o n r a d o a n u e s tra c iu d a d d e N á p o le s p o r el
n ú m e r o d e s u s h ijo s . A P l o c i o G r i p o ’ , u n j o v e n d e r a n g o
15 m á s a l t o , le d e d i c a r é u n p o e m a m á s d i g n o d e é l , p e r o e n t r e

t a n t o h e i n c l u i d o e n e s te v o l u m e n u n o s e n d e c a s í l a b o s q u e
n o s h i c i e r o n r e í r a u n a e n la s S a t u r n a l e s .

* Ver el poem a en cuestión (IV 3).


4 Ver el correspondiente poem a (IV 5).
* E sto es, de) orden ecuestre.
4 Es decir, u n a estatuilla de H ercules, a p ta p a ra situ a rla sobre u n a
m esa. Ver el poem a IV 6, a p ro p ó sito , tam bién, de Víndice.
1 Ver el poem a IV 7.
* N o p u ed e se r sin o u n a ep ísto la poética, q u e n o se incluye en las Silvas,
en la cual E stacio agradece su interés a Vibio M áx im o (cí. IV 7, 25 y ss.).
* Joven de ran g o senatorial (ver IV 9) que ejercía la abogacía y estaba
en cargado del avituallam iento de la ru la de D om iciano. Se desconoce cuál
e ra su parentesco con L ucio Piocio G ripo, q u e h a b ía hecho su c a rre ra
política b a jo V espasiano y T ito.
LIBRO IV 147

¿ P o r q u é , p u e s , h a y m á s p o e m a s e n e l c u a r t o l i b r o d e la s
Silvas q u e e n lo s a n te rio re s ? P a r a q u e n o c r e a n q u e h a n
c o n s e g u i d o n a d a q u i e n e s , s e g ú n o ig o d e c i r , m e h a n r e p r o ­
c h a d o q u e h a y a p u b l i c a d o u n a o b r a d e e s te g é n e r o w. E n 30
p r im e r lu g a r, es s u p e r f lu o in te n ta r d is u a d ir d e a lg o q u e y a
e s tá h e c h o ; e n s e g u n d o té rm in o , y a h a b ía d e d ic a d o m u c h a s
d e e s ta s c o m p o s ic io n e s a n u e s tr o s e ñ o r e l C é s a r, y ¿ c u á n to
m á s es h a b é rs e la s d e d ic a d o q u e p u b lic a rla s ? P o r o tr a p a rte ,
¿ n o e s li c it o p r a c t i c a r u n e je r c ic io lú d i c o ? « E n p r iv a d o » ,
d ic e . P e r o t a m b i é n p r e s e n c i a m o s la s e s í e r o m a q u i a s " y s e
a d m i t e n e s p e c t a d o r e s e n lo s c o m b a t e s f r e n te a u n p o s te H. P o r
ú l t i m o : q u i e n q u i e r a q u e le a c o n d e s a g r a d o a l g u n a d e m i s 35
o b ra s , se d e c la ra ipso facto m i e n e m ig o ; p o r t a n t o ¿ a q u é
p re o c u p a rs e p o r su o p in ió n ? E n re s u m e n , s o y y o , p o r s u ­
p u e s t o , q u i e n se o f r e c e c o m o e s p e c t á c u l o : q u e s e c a lle y
d i s f r u t e . P e r o t e r u e g o , M a r c e l o , q u e d e f i e n d a s t ú e s te li b r o
y , si a c c e d e s , y a e s b a s t a n t e ; e n c a s o c o n t r a r i o , m e c e n s u r a r á n .
S a lu d . 40

N S in d u d a se hace referencia a Q u in t iiia n o , X 3 ,1 7 , donde se censura


el g in e to de las llam adas silvas.
11 Sesiones de en tren am ien to de los púgiles y ios gladiadores, que
co m b atían y esquivaban los golpes frente a unas esferas giratorias.
” E sto es, com bates d e entrenam iento q u e p racticaban soldados y
gladiadores c o n un poste q u e representaba al adversario.
1
EL DECIMOSÉPTIMO CONSULADO DEL EMPERADOR
AUGUSTO GERMANICO

L a p ú r p u r a s e a s o c i a g o z o s a a lo s d ie c is é is f a s t o s d e
C é sa r; G e rm á n ic o a b re u n a ñ o d e g lo ria y n a c e c o n el n u e v o
s o l , c o n lo s a s t r o s g r a n d i o s o s , s u p e r á n d o l o s e n e s p l e n d o r y
m á s r a d i a n t e q u e e l a m a n e c e r . Q u e e x u l t e n la s le y e s d e l
L a c io ; a le g r á o s , a s ie n to s c u r u le s , y q u e R o m a g o lp e e lo s 5
c i e lo s , m á s a l t i v a c o n s u s s ie t e m o n t e s , y q u e l a c o l i n a d e
E v a n d r o 11 s e a lc e m á s g l o r i o s a q u e la s o t r a s c i m a s : n u e v o s
f a s c e s h a n s u b i d o a l P a l a t i n o y s e s i e n t e n f e lic e s lo s d o c e
s ím b o lo s d e h a b e r s u p e r a d o s u r e p o s o , c o m o ta m b ié n la
c u n a d e q u e s u s ru e g o s h a y a n s id o e s c u c h a d o s y d e h a b e r
v e n c i d o l a m o d e s t i a d e C é s a r . E l p r o p i o d i o s a l t í s i m o q u e 10
r e s t a u r a lo s t i e m p o s i n f i n i t o s , J a n o , a l z a s u d o b l e r o s t r o y
d e s d e a m b o s c o n f ín e s d a la s g r a c i a s ; é l, a q u i e n t ú o r d e n a s t e ,
lig a d o c o m o e s ta b a a la P a z , s u v e c in a , a p a g a r to d a g u e r r a
y p r e s t a r j u r a m e n t o a la s le y e s d e l n u e v o F o r o w. H e a q u í u

'* El m onte P a latin o , sobre el q u e el buen rey E vandro, según la


leyenda, h a b la establecido su reino. V er V ir g ilio , E neida V I I I 52 y s$.
14 E s ta d o fu n d e en uno sólo los d o s tem plos de Ja n o : el del antiguo
J a n o b ifronte, q u e to m a la p a la b ra en el poem a, situ a d o en el viejo F oro,
150 SILVAS

q u e l e v a n t a a lo a l t o s u s m a n o s a u n l a d o y a o t r o , y c o n s u
d o b le v o z p ro fie re e s ta s p a la b ra s :
« S a lv e , p a d r e p o d e r o s o d e l m u n d o , q u e t e a p r e s t a s c o n ­
m i g o a r e s t a u r a r lo s s ig lo s : t a l d e s e a v e r t e p o r s i e m p r e tu
R o m a e n m i m e s? a s í e s c o m o d e b e n r e n a c e r l o s t i e m p o s y
20 e m p e z a r lo s a ñ o s . D a a lo s f a s t o s m o t i v o i n c e s a n t e d e g o z o ;
q u e c u b r a n t u s h o m b r o s m il v e c e s lo s p li e g u e s d e p ú r p u r a :
l a p r e t e x t a q u e la s m a n o s p r e s u r o s a s d e t u M i n e r v a t e ti e n e n
d i s p u e s t a ls. V e s c ó m o r e l u m b r a n lo s t e m p l o s c o n n u e v o
f u l g o r y e l f u e g o s e e l e v a m á s a l t o s o b r e t o s a l t a r e s y lo s
a s tr o s m is m o s d e m i m e s d e in v ie r n o p a r a ti se e n tib ia n . Y
25 p o r t u t a l a n t e s e g o z a n lo s ¿ q u i t e s y la s t r i b u s y lo s s e n a d o r e s
v e s t i d o s d e p ú r p u r a y t o d o s lo s ó r d e n e s r e c i b e n d e l c ó n s u l
s u lu s tre . ¿ Q u é b rillo p a r e jo , d e c id m e , m o s tr a b a e l e n e r o
p a s a d o ? D im e , R o m a p o d e r o s a , y t ú , A n t i g ü e d a d r e m o t a ,
e n u m e r a c o n m i g o lo s f a s t o s s in t e n e r e n c u e n t a lo s e j e m p lo s
c a r e n t e s d e e n tid a d » s i n o s ó l o a q u e l l o s a lo s q u e s e d ig n e s u -
ao p e r a r m i C é s a r . T r e c e v e c e s , e n e l c u r s o d e l o s a ñ o s , lle v ó
A u g u s t o l o s f a s c e s , a u n q u e c o m e n z ó a m e r e c e r lo s t a r d í a -
m e n te : tü „ d e s d e t u j u v e n t u d , a v e n t a j a s t e a t u s m a y o r e s . Y
j c u á n a l t o s h o n o r e s r e c h a z a s ! j c u á n a l t o s g a l a r d o n e s im p id e s
q u e s e t e o f r e z c a n ! T e a b l a n d a r á s , c o n t o d o , y a n t e lo s
ru e g o s d e l s e n a d o p ro m e te rá s m á s v eces u n a jo r n a d a c o m o
35 é s t a . T e e s p e r a t o d a v í a u n a s e r ie m á s l a r g a : R o m a , d i c h o s a ,
t e o f r e c e r á o t r a s t a n t a s s illa s c u r u le s u n a y m il v eces. C o n m i g o
i n s t a u r a r á s u n n u e v o s i g l o y r e n o v a r á s e l a r a d e l lo n g e v o
p a d r e d e lo s d io s e s ; o b t e n d r á s m il tr o f e o s ; c o n s ie n te s o la m e n te

entre I» C u ria y la B aiílica Em ilia, y el de J a n o c u ad rifro n te q u e levantó


D om iciano, p ró x im o al tem p lo de la P az, en el F o ro de V espw iano. V er IV
317 y M a r c i a l , V IH 2, 3.
i* M inerva e ra teo id a p o r la divinidad fam iliar d e D om iciano.
LIBRO IV 151

e n c e le b ra r tu s triu n fo s a ú n h a s d e s o m e te r a B a c tria y B a ­
b i l o n i a b a j o n u e v o s t r i b u t o s ; a ú n n o s e h a r e c i b i d o e n e l 40
s e n o d e J ú p i t e r e l l a u r e l o b t e n i d o d e l o s i n d i o s ; a ú n n o te
s u p lic a n lo s á r a b e s y c h i n o s ” y el a ñ o e n te r o to d a v ía n o
g o z a d e l h o n o r d e t u n o m b r e , a u n q u e r e s t a n d ie z m e s e s q u e
lo a n s i a n
A sí h a b ló J a n o y , tr a s c e r r a r s u s p u e r ta s , se r e tir ó d e
g r a d o . A l m o m e n t o s e a b r i e r o n lo s t e m p l o s d e t o d o s lo s
d i o s e s y m o s t r a r o n s u s s ig n o s f a v o r a b l e s e n u n c i e lo p r o p i ­
c i o ' 9; J ú p i t e r t e o f r e n d ó , g r a n s o b e r a n o , u n a j u v e n t u d l a r g a , 45
y p r o m e t i ó o t o r g a r t e t a n t o s a ñ o s c o m o lo s q u e é l o s t e n t a .

ACCION DE CRACIAS AL EMPERADOR


AUGUSTO GERMANICO DOMICIANO

E n s a lz a e l r e a l c o n v ite d e la s id o n ia E lis a a q u e l q u e
al g ra n E n e a s c o n d u j o h a s t a lo s c a m p o s d e L a u r e n t o * ;
e l b a n q u e t e d e A l c í n o o c a n t a e n v e r s o s e t e r n o s e l q u e f a ti g ó
a U lis e s , d e r e g r e s o p o r p i é l a g o i n f i n i t o 11. P e r o y o , a q u i e n

'* N o lo h a b la celebrado en enero del 93 (cf. III 3, 171 y IV 3, 159).


” L os chinos fueron rechazados en el a ñ o 94 h asta el m ar d e A ral.
" V er M a r c i a l , IX I, I. S egún S u e to n jo , D om iciano 13, d io a sep­
tiem bre el nom bre de G erm ánico, p o r h a b e r asu m id o el im perium en ese
m es, y a o ctu b re el de D om iciano, porque h a b la nacido en él.
■* Ver V ir g ilio , E neida III 92, có m o se abre e) s a n tu a rio d e A polo en
D elfos co m o signo propicio.
» Ver V ir g ilio , E neida I 699.
*' V er H o m e ro , O disea V III 59.
152 SILVAS

5 C é s a r h a d a d o e l p l a c e r n u e v o d e u n a c e n a s a g r a d a y el
p o d e r le v a n ta rm e d e la m e s a d e l a m o p o r v ez p rim e ra , ¿ c o n
q u é lir a p o d r ía e n to n a r m is v o to s y c o n c u á l lo g r a r ía c a n ta r
m i g r a t i t u d ? A u n c u a n d o E s m i r n a y M a n t u a ” t e j i e r a n a la
p a r e n m i fre n te d ic h o s a su s o lo ro s o s la u ro s , n o p o d r ía
e x p r e s a r p a la b r a s d ig n a s . M e im a g in o a m í m is m o re c lin a d o
10 e n m e d i o d e lo s a s t r o s , a la m e s a d e J ú p i t e r , y d e g u s t a n d o e)
v in o d e lo s d io s e s s e r v i d o p o r l a d i e s t r a d e l c o p e r o t r o y a n o
H e d e j a d o a m i e s p a l d a a ñ o s e s té r ile s : é s t e e s e l p r i m e r d í a
d e m i v i d a , e l u m b r a l d e m is a ñ o s . ¿ A t i , r e y d e la s t i e r r a s ,
p a d r e in g e n te d e l o r b e q u e (e e s t á s o m e t i d o , a (i, e s p e r a n z a
15 d e lo s m o r t a l e s y o b j e t o d e l c u i d a d o d e lo s d io s e s , e s a q u ie n
c o n t e m p l o e n s u le c h o ? ¿ S e m e c o n c e d e c o n t e m p l a r t e a m i
la d o , c o n te m p la r tu s e m b la n te e n m e d io d e lo s v in o s y
m a n ja r e s y m e e s d a d o n o a lz a rm e ?
U n m o n u m e n t o a u g u s t o , i n g e n t e , n o m a r c a d o p o r c ie n
c o l u m n a s , s i n o p o r t a n t a s c u a n t a s p o d r í a n s u s t e n t a r a lo s
d io s e s y a l c ie lo s i A t l a n t e r e m i t i e r a s u s e s f u e r z o s . L a m o r a d a
20 v e c i n a d e l T o n a n t e s e h a l l a a s o m b r a d a , y s e g o z a n lo s d io s e s
d e v e r t e a t i i n s t a l a d o e n m a n s i ó n s e m e j a n t e . P e r o n o te
a p r e s u r e s a e x c e d e r la s a l t u r a s d e l o s c ie lo s : e s t a n v a s t o el
p a l a c i o , y m á s li b r e e l i m p u l s o a s c e n d e n t e d e s u á r e a , q u e
a b a r c a n m u c h a s tie r r a s y o tr o ta n to d e a é re o s e s p a c io s , m a s
2} e s m e n o r t a n s ó l o q u e s u a m o : é l ll e n a l a m o r a d a y c o n s u
g e n i o i n g e n t e le d a v i d a . R i v a liz a n a llí c o n s u s f u lg o r e s lo s
m á r m o l e s d e L i b i a y d e I l i ó n , y c o m p i t e n la s p i e d r a s n u m e ­
r o s a s d e S i e n e 24 y d e Q u í o s y la s q u e r i v a l i z a n c o n l a g l a u c a

h E sm irna, p a tria supuesta d e H om ero, y M am ú a, c u n a de Virgilio. C f.


supra, 1. II, n. 29.
M G anirocdes, el copero d e Júpiter.
* Cf. supra. 1. II, O. 78.
LIBRO IV 153

D ó r i d e ü , y l a p i e d r a d e L u n a * 4, u s a d a s o l a m e n t e p a r a s e r v i r
d e b a s e a la s c o l u m n a s . L a v i s t a s e e l e v a a l o le jo s : c o n o j o s 30
c a n s a d o s a p e n a s p o d r í a s v i s l u m b r a r lo s te c h o s y lo s t o m a r í a s
p o r a r t e s o n a d o s d o r a d o s d e l c ie lo . A llí, c u a n d o C é s a r i n v i t a
a lo s p r ó c e r e s h ijo s d e R ó m u l o , le g ió n p u r p u r a d a , a q u e s e
a c o m o d e n e n t o r n o a m il m e s a s , C e r e s e n p e r s o n a , s u v e s te
c e ñ i d a , y c o n e l la B a c o , s e a f a n a e n p r e s t a r s u s s e r v ic i o s . T a l
b a j ó , b i e n h e c h o r a , l a ó r b i t a d e l c e le s tia l T r i p t ó l e m o ; t a l s o m - 35
b r e ó L ie o , c u b r i é n d o l a s d e p á m p a n o s v it íf e r o s , la s c o l u m n a s
d e s n u d a s y lo s c a m p o s s e d i e n t o s .
P e r o y o n o t e n í a o j o s p a r a c o n t e m p l a r la s v i a n d a s n i la s
m e sa s d e m a d e ra s m a u rita n a s q u e d e s c a n s a n s o b re c o lu m n a s
d e m a r f il in d ic o , n i lo s e s c u a d r o n e s d e s ir v ie n te s d is c ip lin a d o s ;
e r a é l, é l s o l o , q u i e n a t r a í a m i s m i r a d a s á v i d a s , y s u r o s t r o 40
tr a n q u ilo , y c ó m o m o d e ra b a su e s p le n d o r c o n m a je s ta d
s e r e n a , s o m e t i e n d o c o n m o d e s t i a lo s p e n d o n e s d e s u f o r t u n a ;
s in e m b a r g o , b r i l l a b a e n s u s e m b l a n t e l a d i g n i d a d q u e é l
e n c u b r ía . A sí h a b r ía n p o d id o r e c o n o c e r ig u a lm e n te s u p re s ­
t a d a e l b á r b a r o e n e m i g o y la s r a z a s i g n o t a s . N o d e o t r a 45
s u e r t e r e p o s a G r a d i v o e n u n f r e s c o v a l le d e l R ó d o p e t r a s
d e s e n g a n c h a r s u s c a b a lU o s ; a s i r e p o s a P ó l u x s u s m i e m b r o s
u n g i d o s p a r a r e l a j a r s e t r a s lo s j u e g o s a t l é t i c o s d e T e r a p n a ” ;
a s í d e s c a n s a E u h a n a o r i l l a s d e l G a n g e s e n t r e lo s a u l l i d o s d e
lo s in d io s , y así el sev ero A lc id e s , al re g re so de su s
h o r r e n d a s m i s i o n e s , g u s t a b a d e r e c l i n a r s u c u e r p o s o b r e l a 50
p ie ) d e l le ó n e x t e n d i d a . M is p a l a b r a s s o n p á l id a s , G e r m á n ic o :
a ú n n o c o n s i g o r e t r a t a r t u r o s t r o : t a l e l p a d r e d e lo s d io s e s

11 Es decir, las que rivalizan con el c o lo r del m ar.


* C iudad de E tru ria, rica en can teras (ver IV 4 ,2 3 ), cuyo p u erto sobre
el T irre n o es la actual Spezia.
* Cf. supra, 1, II, n. 90,
154 SILVAS

c u a n d o v u e l v e a c o n t e m p l a r l o s c o n f i n e s d e l O c é a n o y lo s
b a n q u e t e s d e lo s e t í o p e s c o n s u r o s t r o b a ñ a d o e n s a c r o
55 n é c t a r 2*, o r d e n a q u e la s M u s a s e n t o n e n s u s c a n t o s s e c r e t o s
y q u e F e b o c e le b re s u v ic to ria d e P a le n e * .
L o s d io s e s — p u e s s e d ic e q u e s u e le n d a r o í d o s a lo s
p o b re s m o rta le s — te c o n c e d a n s o b re p a s a r d o s y tre s veces
lo s lím ite s d e l a s e n e c t u d p a t r i a * . Q u e e n v íe s e n t r e lo s a s t r o s
a la s d i v i n i d a d e s q u e d e s ig n e s y le s c o n s a g r e s t e m p l o s y
60 h a b i t e s t u p a l a c i o Jl. Q u e a b r a s m u c h a s v e c e s l o s u m b r a l e s
d e l a ñ o y s a lu d e s a J a n o c o n tu s n u e v o s li c to r e s ” y s u m e s
lo s q u i n q u e n i o s c o n c o r o n a s l ú s t r a l e s íJ. E l d í a e n q u e m e
h a s c o n c e d id o e l b a n q u e te d ic h o s o c o n la g lo ria d e t u m e sa ,
a d v i n o p a r a m í, t r a s l u e n g o s a ñ o s , u n a m a ñ a n a t a l c o m o
65 a q u e l l a e n q u e , a l p ie d e la s c o l i n a s d e l a t r o y a n a A l b a ,
c u a n d o c a n t a b a la s c a m p a ñ a s g e r m a n a s o la s lid e s d e D a c i a ,
m e c o ro n ó tu m a n o c o n el o ro d e P a la s * .

u L a escena, d e origen hom érico (Odisea 1 22 y ss,; ¡liada I 423 y ss.),


se recoge en V ir g ilio , E neida IV 480; en O v id io , M etam orfosis I II 31&; y
en M a r c ia l , IX 34, 3.
n C iudad d e M acedonia, d o n d e se sitú a la victo ria de Jú p ite r sobre los
gigantes. M a rcia l (V III 49) po n e en p a ra n g ó n la victo ria de D o m iciano
sobre suevos y s irm a ta s con )a del padre de los dioses en )a gigantom aquia.
» Según S u e to n io , Vespasiano 24, el padre d e D om iciano alcanzó la
edad d e 69 afios.
>' Es decir, q u e en v id a, m o ra n d o en su palacio, p u ed e decidir las
apoteosis que desee, com o la de su herm ano T ito , la d e su h ijo C ésar o la
de Ju lia A ugusta, cu y o c u lto , com o el de V espasiano y el de Flavia
Dom Uilia, estaba confiado a los herm anos Flaviales T id a le s (ver IV 3 , 18),
y puede tam bién consagrarles tem plos, com o el de V espasiano y el de la
fam ilia Flavia en el Q uirinal.
51 Elegido com o cónsul c a d a año.
” C on la celebración de juegos quinquenales.
* Ver UI 5, 28 y ss. y n. 189.
LIBRO IV 155

LA VÍA D O M IC 1A N A ”

¿ Q u é f r a g o r e s p a n t o s o d e l d u r o s ílic e y e l p e s a d o h i e r r o
h a c o l m a d o l a b a n d a p e d r e g o s a d e la v ía A p i a p r ó x i m a a l
m a r ? N o s o n , s in d u d a , la s m e s n a d a s li b ia s la s q u e a l z a n e s te
r u i d o , n i e l c a u d i l l o i n v a s o r e l q u e , e n g u e r r a d e s le a l s in s
t r e g u a g o l p e a la s t i e r r a s d e C a m p a n i a , n i e s N e r ó n e l q u e
r o m p e l o s b a j í o s e i n f i l t r a e n t r e l o s m o n t e s q u e b r a n t a d o s la s
s ó r d i d a s m a r i s m a s ” . E s a q u e l q u e c o r o n a lo s u m b r a l e s d e
J a n o b e l i c o s o s c o n u n F o r o e n q u e r e i n a n le y e s j u s t a s ” , p o r 10
la s q u e r e s t i t u y e a l a v i r t u o s a C e r e s la s y u g a d a s d e t i e r r a
ta n to tie m p o n e g a d a s y h o y a b s t e m i a s y a q u e lla s p o r q u e
i m p i d e q u e m u e r a e l v i r i l s e x o , y c o m o c e n s o r v e d a q u e lo s
h o m b r e s a d u l t o s r e c e le n u n c a s t i g o p o r s u h e r m o s a a p a r i e n ­
c i a 40; e s a q u e l q u e d e v u e l v e a l C a p i t o l i o s u J ú p i t e r T o n a n t e is
y r e s ta u r a la P a z e n su s a n tu a r io p ro p io ; e l q u e c o n s a g r a a

” L a vía D om iciana (ver I. IV, d e d icato ria y poem a 4), siguiendo el


tra z ad o de u n a an tig u a vía, inutilizada p o r las m arism as y los arenales,
ab rev iab a la ru ta e n tre N ápoles y la vía A pia, ev ita n d o el ro d eo p o r C apua.
w A niba), cuya deslealtad y perfidia eran proverbiales.
N erón in ten tó en van o un ir m ediante un canal navegable el lago
A verno, en C am pania, con la desem bocadura del Tíber (ver T A cito , A nales
XV 42).
F ren te a A níbal y N erón, dañ in o s p o r diversas razones, aparece
D o m iciano com o un ser benéfico por h ab er co n stru id o el F orum Transito-
rium , en cu y o centro se alza e) tem plo d e J a n o C u ad rifro n te (cf. supra. n.
14).
M C on m otivo de u n a ¿poca de ham bre, D om iciano pro h ib ió el cultivo
de nuevas viñas en Italia p a ra fom entar Ja producción d e trigo, q u e e ra la
base d e la alim entación del pueblo.
* Cf. supra, I. III, nn. 174 y 175.
156 SILVAS

s u p a t e r n a e s t i r p e la s l u m i n a r i a s q u e b r i l l a r á n p o r s i e m p r e y
u n c i e lo f l a v i o 41; q u e , a g o b i a d o a n t e la s l e n t a s j o r n a d a s d e
20 s u p u e b l o y lo s lla n o s q u e r e t a r d a b a n t o d o s lo s v ia je s , s u p r im e
lo s l a r g o s r o d e o s y c o n u n n u e v o f ír m e c o n s o l i d a la s g r a v o s a s
a r e n a s , f e liz p o r a c e r c a r l a m a n s i ó n d e l a e u b o i c a S i b i l a 42 y
2) lo s v a lle s d e l G a u r o 45 y l a c á l i d a B a y a s 44 a la s s ie t e c o l i n a s .
A n t e s , a llí, e l p a u s a d o v i a j e r o q u e a v a n z a b a s o b r e s u s o l o
e j e 45, s e d e s p l a z a b a a l r i t m o v a c i l a n t e d e s u l a n z a ; u n a a r e n a
t r a i d o r a a b i s m a b a la s r u e d a s y l a p le b e l a t i n a , e n m e d i o d e
30 lo s ll a n o s , t e m í a l o s p e l ig r o s d e t a l n a v e g a c i ó n ; l o s v ia je s n o
e r a n r á p i d o s : lo s b a c h e s i m p r e v i s t o s r e t r a s a b a n l a m a r c h a
y l a h a c í a n p e n o s a , y , a c u s a n d o e l e x c e s o d e e q u i p a j e , el
fa tig o s o ti r o d e c u a d r ú p e d o s se a r r a s t r a b a b a jo e l c ú m u lo
33 d e c a r g a . A h o r a , p o r e l c o n t r a r i o , l a r u t a q u e e x i g í a u n d í a
e n t e r o e s a p e n a s la m a r c h a d e d o s h o r a s . N o a v a n z a r é i s m á s
p r e s t a s la s a l a s d e lo s p á j a r o s t e n d i d a s p o r l o s a s t r o s , n i
v o s o t r a s , la s n a v e s .
4o F u e a q u í e l p r i m e r t r a b a j o a b r i r d o s s u r c o s y b o r r a r lo s
s e n d e r o s y , e x c a v a n d o a lo h o n d o , e l i m i n a r l a a r e n a h a s t a la
r o c a ; l u e g o , l l e n a r c o n o t r o s m a t e r i a l e s la s f o s a s e x c a v a d a s
y p r e p a r a r u n le c h o a l a c u b i e r t a p a r a q u e e l e n l o s a d o n o se
45 m u e v a , a f in d e q u e e l a s i e n t o n o s e a f a l s o , n i d u d o s o e l
s o s t é n d e la s l o s a s u n i d a s ; d e s p u é s , c o n g r a p a s a a m b o s
l a d o s f ij a s y c o n c l a v i j a s m ú l tip l e s , s u j e t a r l a c a l z a d a . ¡ O h ,

41 E n el F orum TYansitorium se incluyen el tem plo d e Jú p iter C apitolino,


el d e la P az, d eb id o a V espasiano (ver S u eto nio , Vespasiono 9), p ero que
an exiona D om iciano a su F o ro , y el tem plo de la fam ilia Flavia.
42 Cf. supra. I. I, n. 94.
° C f. supra, I. III, n. 53.
** C f. supra, J. I, n. 237.
45 E ntre los cam pesinos itálicos d u ró p o r m ucho tiem po el uso d e carros
de u n solo eje, es decir, d e d o s ruedas.
LIBRO IV 157

cuántas manos a la par trabajan! Éstos talan el bosque, y


desnudan los montes; aquéllos, con el hierro, afinan los 50
escolios y las vigas; otros unen las piedras y componen la
tram a con cal cocida y toba cenicienta; los otros, con sus
manos, desecan los depósitos acuosos y hacen correr pequeños ss
riachuelos. Tantas manos podrían excavar el monte Atos y
cerrar con un dique no flotante el piélago sombrío de la
gimiente Hele46. Pequeño para ellas, el istmo de Ino habría
unido los mares si no lo prohibieran las aves agoreras <7.
Hierven las costas y los bosques móviles; el fragor se dilata ¿o
largamente por todas las ciudades intermedias** y el Másico
vitífero envía sobre el Gauro el eco que se quiebra a un
tiempo aquí y allá. Se asombran del estruendo la pacífica
Cumas y el lago de Litemo y el lento río S&vón. Por su 65
parte, el Volturno, cargadas por doquier de lánguidas ovas
su rubia cabeza y su húmeda cabellera, levanta su rostro y,
apoyado sobre el arco ingente del puente de César4*, emite ?o
de sus roncas fauces estas palabras:
«Amable bienhechor de mis campiñas, que, cuando dis­
curría por valles descarriados sin saber habitar en mis orillas,
me sujetaste al orden de un lecho regular, y ahora yo, ?s

44 Hele, hija d e A lam an tc y Néfelc, m arch an d o hacia la C ólquide con


su herm ano F rix o a lom os del c a m e ro con vellocino d e oro, cayó «1 m ar y
se ah o g ó en él, dándole su nom bre de H elesponto (m ar d e Hele). E n cuanto
al d iq u e n o flo ta n te , hace referencia al puente d e naves que tendió Jerjes
sobre el H elesponto, que, p o r el co n trario , si e ra flotante.
47 Cf. supra, ]. II, nn. 25 y 37. In o , perseguida p o r A tansante, se arrojó
al m ar cerca de C o rin to , d o n d e fue objeto d e culto. S u istm o es, pues, el de
C orinto, que in te n ta ro n abrir, m ediante un canal, D em etrio, C ésar, Caligula
y N erón, p ero no lo consiguieron, com o si lo vedaran las aves siniestras.
4t A lo largo de la via D om iciana.
** Q uedan restos de este puente, próxim o a la desem bocadura, em bebidos
en la m u ralla de C astel V olturno.
158 SILVAS

antaño turbulento y peligroso, aquel que a duras penas


soportaba las barcas inseguras M, aguanto un puente ya y me
dejo pisar de orilla a orilla; yo que solía arrebatar las tierras
y hacer rodar los bosques —me avergüenzo por ello— h e
so comenzado a ser una corriente mansa; pero te doy las gracias
y merece la pena mi esclavitud, porque es bajo tu mando y
obediente a tus órdenes como he cedido; porque tu nombre
se leerá por siempre51 como árbitro supremo y como vencedor
$$ de mis orillas. Y ahora cuidas de mí en feliz lecho y no dejas
que me halle descuidado y me libras, a lo ancho de mi cauce,
de la infausta vergüenza de una tierra infecunda, y de que,
cenagoso, insano para el cielo, me invada la marea del
Tirreno profundo, como serpea el Bágrada en N um idia12,
90 cabe orillas silentes, entre los campos púnicos; discurriré, al
contrarío, de tal suerte, que con mi curso límpido podré
rivalizar con el mar apacible y con el Liris próximo de
transparentes aguas.»
9$ Así habló el río, y al mismo tiempo, se había alzado
con su dorso ingente la calzada cubierta de m árm ol” . Su
acceso, su entrada propicia, es un arco que deslumbra con
todos los trofeos de la guerra del caudillo, y con los mármoles
de todas las canteras de Liguria, y que es tan magnífico
loo como el que corona las nubes con la lluvia. Desde alH el

K Según T ito L ivio (X X V I 7, 9), el V olturno era navegable hasta


C apua.
51 E n la inscripción del puente.
52 El te x to die« e l Bágrada cinifio, utilizando este adjetivo q u e ya
em pleó V m o iu o (G eórgicas III 312) p a ra significar nùm ida o líbico. El
B ágrada y el G 'nife io n dos ríos diferente»: el prim ero desem boca entre
C artago y O tica, y el segundo entre las dos Sirtes.
31 D ebe entenderse no la calzada de la via D otruciana entera, sino sólo
>a del puente sobre el río V olturno.
LIBRO IV 159

v i a j e r o , a l t e r a n d o s u r u t a , s e d e s v ia , y a llí l a v i a A p i a s e
la m e n ta d e v e rse a b a n d o n a d a . E n to n c e s e l c a m in o se to m a
m á s v e lo z , m á s i m p a c i e n t e ; e n t o n c e s , h a s t a e l t r o n c o t i r a
c o n m á s p l a c e r , c o m o c u a n d o , f a t i g a d o s y a lo s b r a z o s d e lo s
r e m e r o s , v o s o t r a s , la s a u r a s p r i m e r a s , h e n c h i s la s v e la s , ios
V a m o s , p u e s , p u e b l o s t o d o s q u e b a j o e l c ie lo d e O r i e n t e
r e n d í s c u l t o a la F e d e l p a d r e r o m a n o : a c u d i d p o r e s t a r u t a
f á c il y lle g a d m á s d e p r i s a , la u r e le s d e L e v a n te . N a d a s e n o
o p o n e a v u e s t r o a f á n , n a d a o s d e m o r a . Y a q u e l q u e d e j a el
T i b e r a \ r a y a r el d í a , s u r q u e e l l a g o L u c r i n o p o r l a t a r d e .
P e r o ¿ a q u i é n v e o a b a j o , e n e l e x t r e m o d e l a n u e v a v ía ,
d o n d e A p o l o s e ñ a l a a l a v e t u s t a C u m a s * ? A u n a m u j e r c o n li s
lo s c a b e l l o s a l b o s y c o n í n f u l a s a l b a s . ¿ M e c o n f u n d e n m is
o j o s , o e s l a S i b i l a , q u e t r a e d e s u g r u t a s a g r a d a lo s la u r e le s
d e C a l c i s 55? R e t r o c e d a m o s ; l i r a , a c a l l a y a t u s c a n t o s : s u r g e
u n a i n s p i r a c i ó n m á s s a c r o s a n t a ; d e b e s g u a r d a r s ile n c io . H e »20
a q u í q u e g i r a s u c u e l l o , q u e s e e n t r e g a a l f r e n e s í s in lím ite s
e n n u e v o s e s p a c i o s y q u e l l e n a l a v ía . Y lu e g o p r o f e t i z a d e
e s te m o d o c o n s u v i r g í n e a b o c a :
« V e n d r á , y o lo d e c í a : a g u a r d a d , l l a n o y r ío . V e n d r á c o n
e l f a v o r d e l c ie lo q u i e n a h u y e n t e l a s ó r d i d a m a l e z a y la s 125
a r e n a s p ú t r i d a s m e d i a n t e u n p u e n t e e x c e ls o y u n a v ía . H e
a q u í q u e e s u n d io s : m a n d a J ú p i t e r q u e i m p e r e e n s u l u g a r
s o b re u n m u n d o d ic h o s o ; n a d ie m á s d ig n o q u e é l h a e m ­
p u ñ a d o la s r i e n d a s d e s d e q u e E n e a s , b a j o m i m a n d o , i n d a - 130
g a n d o c o n a n s i a e l p o r v e n i r , p e n e t r ó p o r lo s b o s q u e s s a g r a ­
d o s * y lo s a b a n d o n ó . É l e s d a d o a l a p a z ; é l , te m ib l e e n l a

M A llíse alzab a un antiguo tem plo co n u n a venerable im agen de A polo


(ver V ir o iu o , E neida VI |4 y $$.).
fí Ver V ir g ilio , Eneida v i g y $$.
* De los infiernos, se entiende.
160 SILVAS

135 g u e r r a ; m á s b u e n o y p o d e r o s o q u e l a N a t u r a l e z a . S i é l
g o b e r n a r a e l c i e lo , a s i e n t o d e lo s a s t r o s , la s n u b e s g e n e r o s a s ,
In d ia , te re g a ría n , la L ib ia s e ría h ú m e d a y e l m o n te H e m o ,
t e m p l a d o . S a lv e , c a u d i l l o d e lo s h o m b r e s y p a d r e d e lo s
140 d i o s e s , d i v i n i d a d p r e v i s t a y g u a r d a d a p o r m í. N o o ig a s y a
m is p a la b r a s d e s e n r o lla d a s d e u n a s h o ja s c u b ie r ta s d e p o lv o
y r e p e t i d a s p o r la s p r e c e s s o le m n e s d e lo s q u i n d e c é n v i r o s 51:
ó y e m e a m í e n p e r s o n a , c a r a a c a r a , c o m o m e re c e s. Y o h e
143 v is to q u é s u c e s ió n d e a ñ o s d e b i d o s h i l a n p a r a t i la s c á n d i d a s
h e rm a n a s t e a g u a r d a u n a l a r g a s e r ie d e s i g l o s w, m á s e x ­
t e n s a q u e l a d e t u s h ij o s y l a d e t u s b i s n ie to s : e n u n a j u v e n ­
t u d p e r p e t u a , v iv i r á s a ñ o s p l á c i d o s c o m o s e d i c e q u e a l c a n z ó
(50 N é s t o r , y lo s q u e c u e n t a e l l o n g e v o T i t o n o 60, y l o s q u e y o h e
p e d i d o a l d i o s d e D é l o s 41. Y a te h a s o m e t i d o s u j u r a m e n t o
l a O s a n e v a d a w; s e r á a h o r a e l O r i e n t e e l q u e t e o f r e n d a r á
155 g r a n d i o s o s t r i u n f o s 63. M a r c h a r á s p o r d o n d e é l e r r a n t e H é r ­
c u le s y E u h a n 64, m á s a l l á d e lo s a s t r o s y d e l s o l f l a m í g e r o y
d e l n a c i m ie n to d e l N ilo y la s n ie v e s d e l A t l a s , y , e n g r a n d e c id o
p o r to d o e l c ú m u lo d e tu s g lo ria s , a s c e n d e rá s , m a rc ia l, s o b re
e l c a r r o d e í t r i u n f o y l o r e h u s a r á s " . Y a s í s e r á m i e n t r a s v iv a

,T Los quince m agistrados que se encargaban de la c u sto d ia d e los


libros sibilinos (cf. s u p r a ,1. I, n. 94).
* L as P arcas, blancas, p o r el co lo r de) c o p o que hitan; negras p o r su
com etido y p o r su veste (ver III 3, 2 ]).
** Se refiere a la etern id ad del em perador-dios.
w H ijo d e L aom edonte (esto es, herm ano d e Prfarao) y esposo de ]a
A urora. O btuvo la in m ortalidad, p ero n o Ja etern a juventud de los dioses,
de suerte q u e envejecía m ás y m ás.
41 E sto es, a Apolo.
42 Los pueblos nórdicos del R in y el D anubio.
« V er IV 1 ,4 0 y » .
M C f. supra, 1 .1, n. 53.
M C om o lo hizo con ocasión de sus cam pañas c o n tra los tnarcóm anos
y los sárm atas (ver III 3 ,1 7 0 y » .).
LIBRO JV 161

e l f u e g o t r o y a n o “ y t r u e n e e n s u t e m p l o r e n a c i d o e l p a d r e 160
d e l m o n t e T a r p e y o <? y m i e n t r a s , b a j o t u g o b i e r n o d e l m u n d o ,
e n v e j e z c a e s t a v ía , m á s q u e l a a ñ o s a A p ia .»

EPÍSTOLA A VITORIO M A R C E L O *

C o r r e , e p í s t o l a , s i n d e m o r a , p o r lo s c a m p o s d e E u b e a M,
t o m a n d o l a r u t a p o r d o n d e l a f a m o s a v ía A p i a s e r a m i f i c a a
s u c o s t a d o y o p r i m e la s m u e lle s a r e n a s u n a v í a f i r m e 70. Y
c u a n d o h a y a s e n t r a d o , v e lo z , e n la s c im a s d e R ó m u l o , b u s c a
a l p u n to la o rilla d e r e c h a d e l d o r a d o T íb e r, p o r d o n d e s u 5
r i b e r a l i d i a 71 e s tr e c h a l a c u e n c a p r o f u n d a d e l n a v a l e s t a n q u e n
y d o n d e la s a g u a s e s t á n b o r d e a d a s p o r lo s s u b u r b a n o s j a r d i ­
n e s . A llí e n c o n t r a r á s a M a r c e l o , e g r e g i o e n s u p o r t e y s u
e s p í r i t u , y lo r e c o n o c e r á s p o r q u e s e h a c e n o t a r p o r s u in s ig n e
e s t a t u r a . B r í n d a l e l u s a l u d o a n t e t o d o , s e g ú n l a c o s t u m b r e io
u s u a l d e la s g e n t e s , y lu e g o n o o lv id e s d i r i g i r l e e s ta s p a l a b r a s ,
c e ñ id a s a l m e tro :

w El fuego inextinguible de Vesta, tra íd o d e Troya.


47 Cf. supra. 1.1, n. 269. El m onte T arpeyo es et C apitolio (cf. supra, I.
III, n. 184).
** C f. supra, n. 1.
** Es decir, de N ápoles (cf. supra, I. I, nn. 94, 128 y 210).
* L a vía D om iciana (ver IV 3).
71 Lidia, esto es, etrusca: la orilla derecha. C f. supra, 1 .1, n. 98.
71 El estanque q u e hizo excavar D om iciano paca la celebración de
n aum aquias co n m otiva d e su triu n fo del afto 89 (ver S uetonio , 4 y 5, y
D ió n C a sio , 67, 8).
162 SILVAS

«Ya abandona las tierras y el alado cielo la huida de la


primavera lluviosa y abrasa los aires con los aullidos icariosn;
ya se despueblan las excelsas murallas de Roma populosa. A
unos guarda la sacra Preneste", a otros el bosque glacial
15 de D iana’5o el bravio monte Álgido o la sombra de Túsculo;
aquéllos buscan las arboledas de Tívoli o las frescas aguas
del Anio. Y a ti ¿qué región más benigna te sustrae a la urbe
ruidosa? ¿Con qué brisas rehuyes los soles estivales? Y ¿qué
hará tu predilecto amigo, G alo76, objeto de tu afecto sobre
20 todos y también de mi estima, porque no se sabe si valorar
en más sus cualidades morales o las de su ingenio? ¿Veranea
en las costas del Lacio, o busca ya los muros de Luna, rica
en canteras” , donde está su morada tirrena? Mas si reside
cerca de ti, yo ahora no me encuentro lejos de vuestra
25 conversación; es cierto, y por eso vuela su sonido en torno a
mis oídos” . Pero tú, mientras se inflama la melena fiera del
astro de Cleone, poseída por un inclemente H iperiónN,
vacia tu pecho de cuidados y húrtate a tu asiduo trabajo.

n C f, supra, I. I, n. 134. Los aullidos del can se d enom inan aquí


icarios, de acuerdo con la leyenda según la cual la canícula (esto es, la
perrita) pertenecía a la doncella Erlgone, hija de Icario; ella y su p erriia
fueron cnetam orfoscadas en el signo zodiacal V irgo p o r o b ra de Jú p ite r o
de Baco.
u C iudad venerable por su antigüedad y sa g ra d a p o r el culto d e Jú p ite r
y d e la d io sa F o rtu n a .
75 Bosque pró x im o a A ricia, consagrado a D iana.
H P ersonaje desconocido.
” C f. supra, n. 26.
E sto es, p ita n o zum ban m is oídos p o rq u e estáis h a b lan d o d e mí. Se
tra ta de u n a trad ició n que pervive en nuestros días.
19 El sol (cf. supra, I. II, n. 161) parece recorrer, entre el 20 de ju lio y el
20 de agosto, el signo d e Leo, es decir, del león de N em ea, llam ado aq u í de
C leone, ciudad d e la A rgólida próxim a a la región de Nem ea.
1

LIBRO IV 163

Hasta el parto cubre su dañina aljaba y distiende su arco,


y el auriga refresca en el Alfeo sus caballos después de 3o
forzarlos en los certámenes de la Élide, y mi lira se fatiga y
se relaja: un descanso a su tiempo instiga y robustece la
energía, y el mérito es mayor después del ocio. Así, después
de cantar a Briseida, marchó al combate Aquiles con más
saña y, depuesto su plectro, se arrojó contra Héctor. También 35
a ti te encenderá el reposo, buscado por un tiempo en el
silencio, y, renovado, te lanzarás a tus quehaceres sólitos.
Ahora, sin duda, los tribunales latinos no enzarzan sus
disputas y la estación del ocio se halla en paz mientras el
regreso de la recolección ha levantado las sesiones del foro.
No puebla ya tu vestíbulo una turba de acusados, ni tus 40
quejumbrosos clientes te ruegan que salgas; descansa la pica
que modera la acción de los cien jueces*0, a cuyos pies se
eleva ya tu fama reconocida y tu elocuencia joven se anticipa
a tus años. Feliz en sus cuidados aquel a quien no inquietan 45
las guirnaldas del Helicón11 ni los lauros pacíficos traídos de
la cumbre del Parnaso •*, sino que es dueño de un talante vi­
goroso y, dispuesto a las magnas acciones, su espíritu soporta
cualesquiera avalares: yo deleito con el canto los ocios de mi
vida y persigo los goces livianos de la fama. He aquí que en so
la búsqueda del sueño y de la dulce costa donde la forastera
Parténope se alojó en puerto ausonio” , taño con mi pulgar
imbele las tenues cuerdas, y sentado ante el santuario de

*° U na lanza p lan ta d a frente a la basílica Ju lia, do n d e se reunía el


trib u n a l d e ios centiim viros, sim bolizaba la jurisdicción de dichos magistra*
dos, concerniente a los derechos de propiedad (ver M a r c ia l , V I I 6 3 ,7 ). La
lanza se retirab a d u ra n te la canícula, época de vacación p a ra el trib u n al.
11 Cf. supra, 1. I, n. 49.
M Cf. supra, 1 .1, n. 113.
u Cf. supra, l. I, nn. 65 y 127.
164 s il v a s

V i r g i l i o M, t o m o a l i e n t o y d e d i c o m i c a n t o a l t ú m u l o d e l
55 e x c e ls o m a e s t r o . P e r o t ú , s i A t r o p o 85 t e c o n c e d e e l c u r s o d e
u n a la rg a v id a — y ru e g o q u e a sí s e a y q u e se p r o lo n g u e el
f a v o r d i v i n o d e l c a u d i l l o d e l L a c io a q u i e n t ú d e s e a s h o n r a r
a n te p o n ié n d o lo a l d io s T o n a n te y q u e h a re n o v a d o tu s
f a s c e s c o n u n n u e v o c a r g o y t e e n c o m i e n d a q u e r e s t a u r e s lo s
60 tra m o s d e l a o b l i c u a v ía L a t i n a — , q u i z á m a r c h e s a m a n d a r
la s c o h o r t e s a u s o n i a s o a g o b e r n a r lo s p u e b l o s d e l R i n o la s
c o s ta s d e la s o m b r ía T u l e ” , o se te e n c a r g a la g u a r d a d el
H i s t r o * ’ y lo s p e l i g r o s o s a c c e s o s d e l a p u e r t a d e l C a s p io .
P o r q u e n o e s t u ú n ic o m é r i t o e l d e u n a e l o c u e n c i a p o d e r o s a ;
65 ti e n e s t a m b i é n u n a c o m p l e x i ó n a d e c u a d a p a r a l o s c o m b a t e s
y u n o s b r a z o s q u e d ifíc ilm e n te c a b e n e n la p e s a d a c o ra z a : si
t e a p r e s t a s a m a r c h a r a p ie p o r e l l l a n o , s e a g i t a r á t u c i m e r a
p o r e n c i m a d e la s fila s ; s i d e s v ia s e l f r e n o s o n o r o , s e h u m i l l a r á
e l p o t r o a l t i v o . Y o d e c l i n o h a c i a l a s e n e c t u d c a n t a n d o lo s
?o h e c h o s a je n o s ; t ú , r e lu c ie n te b a jo t u s p r o p i a s a r m a s , c u m p lir á s
e n p e r s o n a la s h a z a ñ a s d i g n a s d e s e r c a n t a d a s y o f r e c e r á s
e j e m p l o s a d m i r a b l e s a l j o v e n G e t a M, a q u i e n y a d e s d e a h o r a
s u b e l i c o s o a b u e l o d e m a n d a a c c io n e s d i g n a s y le o f r e c e el
e j e m p l o d e s u s t r i u n f o s e n l a f a m i l i a m i s m a . Á lz a t e , p u e s ,
m a n c e b o , e i g u a l a a t u j o v e n p a d r e , f e liz d e t u li n a j e m a -
75 t e m o y d e l v a l o r d e t u p r o g e n i t o r . Y a l a c u r i a , d i c h o s a , t e
p r e p a r a c o n c e lo p a r a e l l a , r e v e s t i d o d e p ú r p u r a , y s e g o z a
e n p r o m e t e r t e t o d a s la s s illa s c u r u le s .
É s t e e s , M a r c e l o , e l c a n t o q u e e n t o n o p a r a t i d e s d e la s
c o s ta s c a lc íd ic a s " , d o n d e y e r g u e e l V e s u b io s u s ir a s d e s a ta d a s

** E sto es. ante la tu m b a d e Virgilio, que gozaba d e l m ism o respeto que


u n tem plo.
u a . supre. 1. III, n. 128.
« Cf. supra. 1. III, n. 188.
w E) D an ubio inferior.
** Cf. supra, n. I.
Cf. supra, l. I, n. 128.
L IB R O IV 165

v o m i t a n d o s u s l l a m a s q u e c o m p i t e n c o n lo s f u e g o s t r i n a -
c r i o s ’0. ¡ A s o m b r o s a c r e e n c ia ! ¿ P o d r á n c r e e r la s g e n e r a c io n e s 50
v e n i d e r a s , c u a n d o d e n u e v o c r e z c a n la s m ie s e s y v e r d e e n
e s t o s d e s i e r t o s , q u e y a c e n d e b a j o c i u d a d e s y g e n t e s y q u e la s
c a m p iñ a s d e s u s a n te p a s a d o s h a n s u c u m b id o e n u n m a r d e
f u e g o ? Y t o d a v í a n o s e h a n e x t i n g u i d o la s a m e n a z a s d e e s t a
c u m b r e le ta l. O j a l á t a l d e s t i n o n o a l c a n c e a t u c a r a T e a t e *2 85
n i s a c u d a e s t a i n s a n i a lo s m o n t e s m a r r u c i n o s .
A h o r a , s i a c a s o d e s e a s s a b e r c u á l e s s o n lo s e m p e ñ o s d e
m is M u s a s , l a Tebaida, d e s p u é s d e s u p e r a r su s fa tig a s s id o -
n i a s M, h a a r r i a d o v e la s e n e l p u e r t o a n s i a d o ; e n la s c u m b r e s
d e ) P a r n a s o y e n e l b o s q u e d e l H e li c ó n h a d a d o a la s l l a m a s 90
f e s ti v a s e l in c ie s o y la s e n t r a ñ a s d e u n a n o v i l l a v ir g e n y h a
c o l g a d o d e u n á r b o l v o t i v o m is ín f u l a s . A h o r a v ie n e o t r a
Í n f u l a a c e ñ i r m i s c a b e l l o s l i b e r a d o s : m e a t r a e n T r o y a y el
a l t i v o A q u i l e s , p e r o e l d i o s a r q u e r o M m e l l a m a a o t r o s f in e s
y m e m u e s t r a la s a r m a s m á s p o d e r o s a s d e l c a u d i l o a u s o n i o .
A e llo m e a r r a s t r a h a c e t i e m p o m i i m p u l s o y m e r e t i e n e e l 9$
m i e d o . ¿ P o d r á n s o s t e n e r s e m is h o m b r o s b a j o t a l e m p e ñ o , o
s e d o b l e g a r á m i c u e l lo p o r t a m a ñ o p e s o ? D im e , M a r c e l o : ¿ lo
s o p o r ta r é o n o d e b o c o n f ia r to d a v ía a lo s p e lig ro s d e l m a r
J ó n i c o m i e s q u i f e , a c o s t u m b r a d o a a r r o s t r a r o la s m á s m a n ­
sas?
A d i ó s y a , y n o p e r m i t a s q u e s a l g a d e t u p e c h o e l a f e c t o too
p o r e l p o e ta q u e te es c o rd ia lm e n te d e v o to . E l h é ro e d e

* E sto es, de T rin acria (nom bre de Sicilia p o r su configuración tria n ­


g u lar) o, lo q u e es lo m ism o, de) Etna.
M C iudad d e A pulia, en la región d e los m arrucinos, do n d e la fam ilia de
M arcelo p o seía u n a propiedad.
n P o r la intervención d e C adm o, T ebas (y la Tebaida, ya concluida) es
sk lo n ia, esto es, fenicia (cf. supra, I. III, n. 13).
M Apolo.
166 S IL V A S

T i r i n t o , u n p e c h o ll e n o d e a m i s t a d b e n é f i c a , n o c e d e r á a n t e
ti , n i l a g l o r i a d e l fie l T e s e o , n i l a d e a q u e l q u e e n t o r n o a lo s
m u r o s d e T r o y a — c o n s u e lo p o r la m u e rte d e s u a m ig o — a r r a s tr ó
ios e l c u e r p o l a c e r a d o d e l h i j o d e P r í a m o ” »

O D A L ÍR IC A A S E P T IM 1 0 S E V E R O *

D i c h o s o c o n lo s f r u t o s d e m i m o d e s t o c a m p o , d o n d e a
lo s L a r e s t e u c r o s * v e n e r a b a A l b a l a a n t i g u a , s a l u d o a l
v a l e r o s o y e l o c u e n t e S e v e r o c o n d e s u s a d a li r a * 7.
Y a e l c r u e l i n v i e r n o s e h a r e t i r a d o h a c i a la s O s a s p a r r a -
j s i a s w, a b r u m a d o p o r lo s a l t o s s o le s ; y a e l m a r y l a t i e r r a
re s p la n d e c e n p o r q u e e l a q u iló n , r o to , se h a c o n v e r tid o e n
c é f ir o .

94 T res ejem plos tópicos de am istad: H ércules y T elam ón, T eseo y


P irtto o , A quiles y P atroclo.
M P ersonaje solam ente conocido por este poem a d e Eslacio. E n cu a n to
al titu lo d e oda ¡inca, obedece a) m etro (cf. in/ra. n. 97) y a su fiel im itación
de H oracio.
* T eucros, esto es, tro yanos. R especto a la p ro p ied ad de E stacio, cf.
supra, I. III, n. 34.
w D esusada, p o rq u e este poem a es el único de E stacio com puesto en
estrofas altaicas.
n P a rrasias equivale a arcadlas» ya que P a n a s ia era u n a ciudad de
A rcadia (ver V i r g i l i o , Eneida V I I I 344 y X I 31). C alisto, m adre d e Á rcade,
el héroe epónim o d e A rcadia, fue tra n sfo rm ad a p o r J u n o en u n a osa. a
la q u e Jú p ite r, a su ve?., m eiam orfoseó en la constelación de la O sa M ayor,
q u e m arca el norte.
L I B R O IV 167

T o d o es a h o r a p rim a v e r a l: e l á r b o l r e c o b r a s u c a b e lle ra
c o n l a s f r o n d a s d e t o d o s lo s a ñ o s ; a h o r a s o n n u e v a s la s 10
q u e ja s d e lo s p á ja r o s y la c a n c ió n n o e n s a y a d a q u e c o m p u ­
s i e r o n e n e l s ile n te in v i e r n o .
A m í m e c o n s u e l a u n a t i e r r a m o d e s t a , u n f u e g o q u e v e le
c o n m i g o , u n t e c h o e n n e g r e c i d o p o r l l a m a s g e n e r o s a s y e l \5
L i c o 99 t o m a d o d e l a j a r r a e n q u e h a f e r m e n t a d o p o c o a n t e s .
N o b a l a n m il l a n í f e r o s r e b a ñ o s n i u n a v a c a m u g e a s u
d u lc e a m a n te , y e l c a m p o c a l la d o r e s p o n d e t a n s ó l o a s u d u e ñ o
c u a n d o a v eces c a n ta .
P e r o e s t a t i e r r a m e e s c a r a c o n e l a m o r m á s f u e r t e 20
d e s p u é s d e l a p a t r i a ; a q u í la r e i n a v a l e r o s a d e la s g u e r r a s m
c o r r e s p o n d i ó a l a m o r d e m is p o e m a s c o n e l o r o d e C é s a r Wl,
c u a n d o t ú , a p o y á n d o m e c o n t o d o t u c o r a z ó n , a l e n t a b a s 23
e l d u lc e c e r t a m e n d e t u a m i g o , c o m o C á s t o r t e m b l a b a a n t e
t o d o s lo s r u i d o s d e l a a r e n a b e b r i c i a ,w.
¿ P u d o d a ñ e l a v id a e n la s r e m o t a s S i r t e s l a in a c c e s ib l e
L e p t is , q u e e n b r e v e n o s d a r á la s m ie s e s í n d i c a s y a r r e b a t a r á 30
s u v a lio s a c a n e la a lo s s a b e o s , ric o s e n p e rfu m e s ?
¿ Q u ié n n o p e n s a r í a q u e m i a m i g o S e p t i m i o g a t e ó c u a n d o
n i ñ o p o r t o d a s la s c o l i n a s d e R ó m u l o ? ¿ Q u i é n p o d r í a n e g a r
q u e b e b i ó d e l a f u e n t e d e J u t u m a iw e n c u a n t o a b a n d o n ó e l 35
p e c h o m a te rn o ?

* Baco (cf. supra, 1. I, n. I8 t). A quí, por m etonim ia, significa el vino.
M inerva.
Cf. supra, l. III, n. 189.
,w A lude al co m b ate de P ólux c o n tra Á m ico, hijo d e N ep tuno y rey de
los bébrices, en A sia M enor (B itinia), que fo rzab a a todos los extranjeros
q u e a rrib ab an a sus dom inios a enfrentársele en pugilato, y de ese m o d o les
d ab a m uerte. A l llegar los A rgonautas, fue Pólux quien com b atió c o n ét y
le d io m uerte.
'*> F uente co n sag rad a a la ninfa J u tu rn a en el F o ro , al pie del Palatino.
168 SILVAS

N o e s e x t r a ñ o t u m é r i to : s in h a b e r c o n o c i d o lo s f o n d o s
a r e n o s o s d e Á f r i c a lw, p e n e t r a s t e d e p r o n t o e n l o s p u e r t o s d e
A u s o n i a y , g a n a d o p o r e l l a , n a d a s t e d e s d e n i ñ o e n la s a g u a s
e tru s c a s.
40 L u e g o » d e s d e p e q u e ñ o , c r e c is te e n t r e lo s h ijo s d e l a C u r i a ,
c o n te n to c o n e l b rillo d e tu p ú r p u r a e s t r e c h a m , p e ro e m ­
p r e n d ie n d o s ie m p re c o n ín d o le p a tr ic ia tu s in m e n s o s s e rv i­
c io s .
45 N i t u h a b l a n i t u p o r t e s o n lo s p r o p i o s d e u n p ú n i c o , n i
tu a lm a e s e x tr a n je r a : es itá lic a , itá lic a . H a y e n la U rb e y e n
lo s e s c u a d r o n e s r o m a n o s 106 q u i e n e s s o n d i g n o s h ij o s d e
L i b ia .
T u v o z e s g o z o s a a u n q u e b r a m e el f o r o , p e r o tu s p a la b r a s
50 n u n c a s o n v e n a le s , y t u e s p a d a r e p o s a e n s u v a i n a s i n o e s
q u e tu s a m ig o s te p id e n q u e la e m p u ñ e s .
P e r o c o n m á s f r e c u e n c ia t e c a u t i v a l a p a z d e la s c a m p iñ a s ,
y a e n la s p a t e r n a s s e d e s d e l a r e g i ó n d e V e y o s , y a s o b r e lo s
55 f r o n d o s o s d o m i n i o s d e lo s h é r n i c o s 107 o e n la v e t u s t a C u ­
r e s ,os.
A llí, e n t o d o m o m e n t o , e x p o n d r á s t e m a s m ú l t i p l e s c o n
té rm in o s y ritm o s d e la p ro s a , p e ro d e v ez e n c u a n d o ,
<o r e c o r d á n d o m e , r e n u e v a lo s s o n i d o s d e t u c í t a r a , o c u l t a b a j o
g r u ta re c a ta d a .

'** Las S irles, con sus bajos fondos m arinos (ver PUNIO, H is t o r ia
N a t u r a l V 26),
m L a b an d a d e p ú rp u ra estrecha q u e o sten tab an los m iem bros del
o rd en ecuestre, y n o la ancha p ro p ia de los del o rd en senatorial.
,M E sto es, entre los caballeros.
w’ A ntiguo pueblo de) Lacio.
>* C iudad sabina.
L IB R O IV 169

EL H É R C U L E S E P 1 T R A P E C I0 109 D E N O V IO V ÌN D IC E 110

C u a n d o , d e j a n d o a l m a r g e n m is c u i d a d o s , a l i v i a d o m i
p e c h o d e l d o m in io d e F e b o , p a s a b a e l tie m p o , e r r a n te , p o r
lo s e x t e n s o s S e t o s 111 m i e n t r a s m o r í a e l d í a , m e d e j é a r r e b a t a r
p o r m i b u e n V ín d ic e , q u e m e i n v i t ó a c e n a r . A q u e l l a c e n a ,
q u e c a l ó h a s t a lo h o n d o d e m í e s p í r i t u , s ig u e d e s p i e r t a c o n
é l. P o r q u e n o c o n s u m i m o s d e lic ia s g a s tr o n ó m ic a s n i m a n ja r e s s
t r a í d o s d e c l i m a s le j a n o s n i v i n o s q u e c o m p i t i e r a n e n v e je z a
l o l a r g o d e t o d o s lo s f a s to s . D e s d i c h a d o s a q u e l l o s q u e d i s ­
f r u t a n s a b i e n d o e n q u é d if i e r e e l a v e d e l F a s i s 1,2 d e l a g r u l l a
i n v e r n a l d e l R ó d o p e , q u é o c a ti e n e e l h í g a d o m á s g r a n d e ,
p o r q u é e l j a b a l í e t r u s c o e s m á s s e l e c t o q u e e l u m b r o y s o b r e 10
q u é a l g a d e s c a n s a n m á s s u a v e m e n t e lo s l ú b r i c o s m o l u s c o s : a
n o s o t r o s , la a f i c i ó n v e r d a d e r a , l a c o n v e r s a c i ó n t o m a d a d e lo
h o n d o d e l H e l i c ó n 113 y lo s d o n a i r e s i n g e n io s o s n o s i n d u j e r o n
a p a s a r t o d a la n o c h e i n v e r n a l y a a h u y e n t a r d e l o s o j o s el

lw C f. supra, n. 6.
110 P ersonaje culto, a u to r de poem as y coleccionista experto en antigüe­
dades (cf. M a r c ia l , IX 43 y 44).
in Este nom bre, en latín un plural n eu tro (Saepia), designaba u n a serie
d e espacios cercados en el C am p o de M arte, o b ra d e C ésar, d o n d e se
reunían los c iu d a d a n o s p a ra proceder a tos com icios p o r centurias. A p a rtir
del gobierno de Tiberio perdieron su función política: revestidos de mármoles,
poblados de o b ras de arte y d e tiendas lujosas, se h a b ía n c o n v e n id o en un
lugar d e paseo y de citas. D om iciano los restau ró después del incendio del
añ o 80, lo que determ in ó su nuevo florecim iento co m o lugar de encuentro.
Cf. M a r c ia l , II 14, 5; II 57, 2; IX 59, I.
■»* C f. supra, I. II, n. 119.
IM C f. supra. ). I, n. 49.
170 S IL V A S

d u lc e s u e ñ o h a s t a q u e , d e s d e la s r e g io n e s d e l E lís e o , n o s
13 c o n t e m p l ó u n n u e v o C á s t o r ,M y T i t o n i a “ 5 r i ó a n t e a q u e l l a
c e n a d e Ja v ís p e r a . / O h , f e liz n o c h e , y o j a l á t i r i n t i a , c o n d o s
l u n a s u n i d a s 116! [ N o c h e d i g n a d e s e r m a r c a d a c o n la s p ie -
d r e c i l l a s d e l m a í R o j o l|T y d e s e r r e c o r d a d a l a r g o t i e m p o !
( N o c h e q u e g o z a r á d e u n i n d e le b le g e n i o “ ®! A llí c o n o c í
20 e n t o n c e s m i l f i g u r a s d e b r o n c e y d e m a r f i l v e t u s t o y c u a d r o s
q u e , c o n su m e n tid o c u e rp o , p a re c ía n a p u n to d e h a b la r.
P u e s ¿ q u i é n e n p a r t e a l g u n a p o d r í a c o m p e t i r c o n l a v is ió n
d e V ín d ic e p a r a r e c o n o c e r lo s r a s g o s v e n e r a b le s d e lo s a r tíf ic e s
25 y a la s o b r a s s in f i r m a d e v o l v e r le s s u a u t o r ? É l t e m o s t r a r á
q u é b r o n c e s s e d e b e n a lo s l a r g o s i n s o m n i o s d e l m a e s t r o
M i r ó n , q u é m á r m o l e s v iv e n g r a c i a s a l c in c e l l a b o r i o s o d e
P r a x J te l e s , q u é m a r f i l h a p u l i d o e l p u l g a r d e l e s c u l t o r d e
P i s a m , q u é o b r a h a c o b r a d o v id a e n l a f u n d ic i ó n d e P o lic le to ,
30 q u é r a s g o r e v e l a d e s d e le jo s a l v ie jo A p e le s ; p o r q u e s ie m p r e
q u e d e j a r e p o s a r s u l i r a , e s e s t o lo q u e s ir v e a s u d e s c a n s o ,
y é s te e l a m o r q u e b e b e d e la s g r u t a s d e A o n i a

IU P u t e e referirse a Pólux, que sustituye a su herm ano en el firm am ento


al llegar el.nuevo día.
"J Cf. supra, 1 .1, n. 59.
*'* T irintia, esto es, relativa a Hércules, el héroe de T irín to . L a noche se
p ro longó d u ra n te d o s o tres lu n a r (ver P i . a u t o , A n fitr ió n 1 1 3 ), p a ra que
Jú p ite r pudiera g o zar de A lcm ena por m ás tiem po.
Ju e g o de palabras: m arcar con piedra blanca, com o se sédala un
hecho m em orable, p ero aq u í las piedras blancas se h a n sustituido p o r
perlas.
"* El genio (deidad tu te la r de un lugar, de u n a perso n a o de u n a cosa)
garantiza la inm ortalidad del ser a) que se encuentra vinculado (ver M arcial ,
V I 61, 10). El genio de aquella noche es, q u izá , p a ra E stacio su pro p io
poem a.
n* El nom bre de P isa, ciudad de la Élide (cf. supra, 1 .1, nn. 57 y 102;
I. II, n. 68) se utiliza con frecuencia en poesía en lugar del d e O lim pia, en
virtud de su cercanía. El escultor es, n atu ralm en te, Fidias.
H abitadas por las M usas (cf. supra, 1 .1, n. 121).
L IB R O IV 171

E n tr e ta n to s te s o ro s , e l h ijo d e A n f itr ió n m , g e n io y
p r o te c to r d e a q u e lla m e sa a u s te ra , c a u tiv ó m i p e c h o c o n
a m o r i n t e n s o y n o s a c ió m i s o j o s n i a f u e r z a d e m i r a r l o : t a l
e r a l a b e l l e z a d e a q u e l l a o b r a m a e s t r a y la m a j e s t a d í n s i t a e n
t a n e s t r e c h o s lím ite s : j u n d io s ! ( E r a u n d io s ! Y s e o f r e c i ó , 35
L isip o , a tu m ir a d a , y a a p a re c e r p e q u e ñ o y a s e r s e n tid o
in m e n s o . Y a u n c u a n d o su a s o m b r o s a m e d id a n o e x c e d e d e
u n p ie , s i s e r e c o r r e n s u s m i e m b r o s c o n la v i s t a , s e s e n t i r á el
d e s e o d e e x c l a m a r : « É s te e s e l p e c h o q u e a s f ix ió a l d e v a s t a d o r 40
d e N e m e a ; é s t o s , lo s b r a z o s q u e e m p u ñ a b a n l a c l a v a f a t a l y
q u e b r a b a n l o s r e m o s d e la n a v e A r g o .» ¡Y e n t a n b r e v e
t a m a ñ o m e n t i r t a n m a g n a im a g e n ! ( Q u é m e s u r a e n la d i e s t r a ,
q u é t é c n i c a e n l a e m p r e s a d e l d o c t o a r tí f ic e ! ¡ P l a s m a r al
m i s m o t i e m p o a d o r n o s p a r a u n a m e s a y c o n c e b i r e n s u 45
p e n s a m i e n t o c o l o s o s in g e n te s ! C o s a s e m e j a n t e n o h a b r í a n
p o d i d o c r e a r c o n t a n e x i g u a m a t e r i a n i lo s T e l q u i n e s 1“ e n
la s g r u t a s d e l I d a , n i e l r u d o B r o m e s m , n i e l d i o s d e L e m -
n o s 124 q u e p u l e la s a r m a s d e lo s d io s e s . S u e x p r e s i ó n n o e s
t o r v a n i a j e n a a l a b a n d o n o d e lo s c o n v i t e s , s i n o c u a l l a 50
a d m i r ó l a m a n s i ó n d e ) a u s t e r o M o l o r c o 1“ y c u a l la v i o la
s a c e r d o t i s a d e T e g e a e n e l b o s q u e s a g r a d o d e A l e a 124 y t a l

m H ércules, hijo de Jú p ite r y de A lcm ena, la esposa de A nfitrión (cf.


supra, n. 116).
IK Seres legendarios, co n poderes m ágicos, que se establecieron en
R o d as, y a quienes an iq u iló Jú p ite r, precipitándolo» al m ar (ver O v id io ,
M eta m o rfo sis VII 365 y ss.). M uy expertos en el tra b a jo del hierro y el
bronce, se decía que fo rja ro n la hoz co n q u e G ea arm ó a S a tu rn o y el
tridente de N eptuno.
U no d e los cíclopes. Cf. supra. I. 1, n. 12.
V ulcano (cf. supra, I. I, n. 63).
m Cf. supra, I. III, n. 19.
,J* M inerva A lea poseía en Tegea un tem p lo y un bosque consagrados;
su sacerdotisa A uge fue violada por H ércules y concibió a Télefo.
172 S IL V A S

c o m o , e l e v a d o d e la s c e n i z a s d e l E t a a lo s a s t r o s , b e b í a ,
g o z o s o , e l n é c t a r , m i e n tr a s J u n o s e g u ía c e ñ u d a : a s i s u a m a b le
55 r o s t r o , c o m o s i s e r e g o c i j a r a d e c o r a z ó n , i n v i t a a d i s f r u t a r d e
lo s m a n j a r e s . U n a m a n o s o s t i e n e l a c o p a e m b r i a g a d o r a d e
s u h e r m a n o i r , p e r o l a o t r a n o o l v i d a la c l a v a ; s e a l z a s o b r e
u n a b a s e d u r a : u n a ro c a , c u b ie r ta p o r la p ie l d e l le ó n d e N e m e a .
E s t a o b r a s a g r a d a h a c o n o c i d o u n a s u e r t e d i g n a d e e lla .
60 E r a s u d u e ñ o e l m o n a r c a d e P e l a 128, q u e h iz o d e e l l a u n a
d e i d a d v e n e r a b l e p a r a s u s a le g r e s b a n q u e t e s , l a l l e v a b a c o n ­
s ig o c o m o a c o m p a ñ a n t e a l o c a s o y a l a l b a y la m o s t r a b a
g u s to s o e n la d ie s tr a c o n q u e h a b ía a r r a n c a d o y o to r g a d o
c o r o n a s y h a b í a a r r a s a d o c i u d a d e s a l tiv a s . S i e m p r e le p e d í a
a l i e n t o p a r a la s b a t a l l a s d e l d í a s ig u i e n t e y le r e l a t a b a , v ic -
65 t o r i o s o s i e m p r e , s u s g l o r i o s o s h e c h o s , y a h u b i e r a a r r a n c a d o
lo s i n d i o s a B r o m i o p a r a e n c a d e n a r l o s 1* , y a h u b i e r a a r r u i ­
n a d o c o n su la n z a p o d e r o s a e l re c in to d e B a b ilo n ia o a p la s ­
t a d o p o r la f u e r z a d e l a g u e r r a la s t i e r r a s d e P é l o p e y la
l i b e r t a d d e lo s p e l a s g o s ; y e n t r e t a l s u c e s ió n d e a c c io n e s
é p ic a s , se d ic e q u e ta n s ó lo se e x c u s ó d e s u tr iu n f o s o b re
T o T c b a s 1* . Y c u a n d o y a l o s H a d o s q u e b r a b a n s u s h e c h o s
g lo rio s o s , m ie n tr a s b e b ía la p ó c im a le ta l, a b r u m a d o y a p o r
la n u b e im p e n e tr a b le d e la m u e rte , te m b ló f r e n t e a lo s
ra s g o s a lte ra d o s y e l b ro n c e s u d o r o s o d e su d e id a d a m a d a
e n s u f e s tí n s u p r e m o .

D e Baco, hijo, com o él, d e Júpiter.


IU A lejandro M agno (cf. supra, I. I, n. 41).
U na d e las m uchas hazañas atribuidas a B rom io, esto es, a B aco. es
la de la conquista del O riente h asta la In d ia inclusive.
'» En 335, A lejandro destruyó T cbas y vendió com o esclavos a sus h ab i­
tantes. La reconstrucción de la ciudad es in te rp re ta d a por P l u t a r c o (A le ­
jandro 13) com o un posible síntom a de arrepentimiento. En este poem a parece
que debe entenderse q u e A lejandro se excusó ante la estatuilla de H ércules
L I B R O IV 173

L u e g o e n tr ó e n p o s e s ió n d e e s ta a s o m b r o s a jo y a el s o b e ­
r a n o d e lo s n a s a m o n e s 01, y a e s te d i o s e s f o r z a d o o f r e c i ó 75
li b a c i o n e s h o n o r í f i c a s A n í b a l , t e r r i b l e s i e m p r e p o r s u d i e s t r a
y o rg u llo s o d e su h ie rro fe m e n tid o . M a s la d e id a d o d ia b a a
q u ie n s e h a b í a b a ñ a d o e n l a s a n g r e d e la r a z a it á li c a y lle v a b a
la s l l a m a s d e s p i a d a d a s a l o s l a r e s d e R ó m u l o ; y a u n q u e
le o f r e c i e r a l o s m a n j a r e s y l o s d o n e s d e L e n e o e l d i o s s e bo
e n tris te c ía p o r ir a c o m p a ñ a n d o a u n e jé rc ito im p ío , y m á s
a ú n c u a n d o c o n f u e g o s a c r ile g o a n i q u iló s u p r o p i a f o r t a l e z a IM
y u l t r a j ó la s m o r a d a s y lo s t e m p l o s d e S a g u n t o , q u e t a l n o
m e r e c ía , e i n f u n d i ó a s u s p o b l a d o r e s u n a f u r i a g l o r i o s a 1* .
Y d e s p u é s d e la m u e r t e d e l c a u d i l l o s i d o n i o ,M n o s e 85
a d u e ñ ó d e l b r o n c e e x t r a o r d i n a r i o u n a c a s a p le b e y a : e r a
s ie m p r e e l o r n a t o d e lo s c o n v ite s d e S ila e s t a e f ig ie , h a b i t u a d a
a p e n e t r a r e n m a n s i o n e s il u s t r e s y fe liz d e l li n a je d e s u s
dueños.
A h o r a t a m b i é n , s i lo s d i o s e s s e c u i d a n d e c o n o c e r la
ín d o l e y l o s p e c h o s h u m a n o s , n o e s , p o r c i e r t o , u n p a l a c i o ,
o h d e i d a d d e T i r i n t o , n i e l f a s t o r e g io lo q u e te r o d e a , s i n o 90
e l c o r a z ó n lim p io , a je n o a to d a c u lp a , d e tu d u e ñ o , q u e
g u a r d a l a l e a l t a d d e v ie jo s t i e m p o s y l a le y i n d e le b le d e
a m i s t a d , u n a v e z n a c i d a . B ie n lo s a b e V e s t i n o lM, q u e e n la
e d a d f lo r e c ie n t e t o d a v í a , s e i g u a l a a lo s a b u e l o s v e n e r a b le s :
p o r é l s u s p i r a V ín d ic e n o c h e y d í a y v iv e e n t r e lo s b r a z o s d e
s u s o m b r a q u e r i d a . A q u í d i s f r u t a s d e u n r e p o s o e n t r a ñ a b l e 95

111 Cf. supra, l. II, n. 181.


U no d e los num erosos nom bres de Baco.
IJ) Según u n a vieja trad ició n , recogida p o r SlLiO I t Ai ic o <11 592 y is.),
S agunto había sido fu n d ad a p o r Hércules.
1)4 L a necesaria p a ra sacrificar sus bienes y sus personas.
,w S idonio, puesto q u e los cartagineses eran originarios de Fenicia.
** Jo v e n desconocido, favorito d e Víndice.
174 S IL V A S

l ú , e l m á s v a l e r o s o d e lo s d i o s e s , A lc id e s , y n o v e s c o n t i e n d a s
n i fe ro c e s c o m b a te s , s in o u n a lir a , u n a s c in ta s s a g r a d a s y
r a m o s d e la u r e l, a m ig o s d e lo s v e r s o s . C o n u n p o e m a s o le m n e
te r e c o r d a r á V ín d ice c o n q u é fu e r z a a te r r a s te a la s c a sa s tr o y a n a s
y la s g é t i c a s 1* , c o n q u é f u e r z a a l n i v o s o E s t i n f a l o ,5\ con
q u é f u e r z a a l E n m a n t o d e l l u v i o s a s c i m a s m , c ó m o s u f r i ó tu
e m p u j e e l d u e ñ o d e l g a n a d o d e l a I b e r i a 140 y e l s o b e r a n o d e
l a M a r e ó t i d e 141, d u e ñ o d e l a r a c r u e n t a . É l c a n t a r á la s lin d e s
d e l a m u e r t e q u e t r a s p u s is te t ú y q u e t ú e x p o l ia s te Hí y c a n t a r á
a la s j ó v e n e s l l o r o s a s d e l a L i b i a y l a E s c i t i a u}. N u n c a el
m o n a r c a d e lo s m a c e d o n e s n i e l b á r b a r o A n í b a l n i l a v o z
á s p e r a d e l c ru e l S ila h a b r ía n p o d id o c a n ta r te c o n ta le s c o m ­
p a se s. S in d u d a tú , L isip o , a u t o r d e e s ta o b r a d e a r te , n o
h a b r í a s p r e f e r i d o e) t r i b u t o d e o t r o s o jo s .

A un lad o y a o tro del P o n to E uxino. E ntre las hazaf> a$ de Hércules


figura su expedición c o n tra L aom edonte, rey de T ro y a y p ad re d e Prfauio,
su victoria sobre D iom edes, rey d e los bistonios, en la T ra cia , y su partici­
pación en la expedición d e los A rgonautas.
M o n te y lago de A rcadia, do n d e H ércules exterm inó a la* aves
m alignas co n plum as d e bronce (sexto trabajo).
M onte de A rcadia, donde Hércules dio m uerte a un jabalí m onstruoso
que d evastaba la región (cuarto trabajo).
140 G erión, el trip le m o n stru o du eñ o de las vacas conducidas a M icenas
p o r el héroe (décim o trab ajo ).
Ml N om bre de E gipto, derivado de la ciudad d e M a re o ta (la actual
M ariout). S u rey, Busiris. hijo de N ep tuno, sacrificaba en el a lta r de Jú p ite r
a cu an to s e x tran jero s llegaban al país. H ércules le d io m u erte a su regreso
del undécim o trabajo.
■« C f. su p ra . I. III. n. 62.
145 L as H espérides (ver O v id io , M e ta m o rfo sis IV 644) y las A m azonas.
L I B R O IV 175

O D A L ÍR IC A A V IBIO M A X IM O 144

T ú , v a l e r o s a É r a l o 14*, q u e h a s e s t a d o c o n m i g o d e s d e
h a c e l a r g o t i e m p o e n u n e x t e n s o c a m p o , d if i e r e t u s h e r o i c o s
m e n e s te re s y re s trin g e tu e m p e ñ o p o d e r o s o a á m b ito s m á s
m o d e s t o s , y t ú , r e y d e la lír ic a c o h o r t e , d a m e p o r u n m o m e n t o 5
el d o m in io d e u n p le c tro d e s u s a d o , si c o n c a n to la tin o he
c o n s a g r a d o T e b a s , tu p a tr ia , P in d a ro :
I n te n to , paT a M á x im o , a te n u a r m i lira ; a h o r a h e d e
c o s e c h a r d e u n m i r t o d e s u s a d o m i s g u i r n a l d a s , a h o r a e s 10
m a y o r m i se d y h e d e b e b e r d e u n m a n a n tia l m á s p u ro .
¿ C u á n d o t e v o l v e r á n a l d u lc e L a c i o lo s m o n t e s d e D a l-
m a c i a 14*, d o n d e , p o r v e r a D i t e ,4\ v u e lv e e l m i n e r o p á l i d o ,
c o n e l c o l o r d e l o r o q u e a r r a n c a d e l a t i e r r a 141? is
A m í, a u n q u e n a c id o e n tie r r a m á s c e rc a n a , n o me
re tie n e la d e s id ia d e B a y a s c o n s u p u e r to d e lic io s o n i el
t r o m p e t a q u e c o n o c i e r o n la s h u e s t e s d e H é c t o r w .

144 O da lírica p o r estar com puesta en estrofas sáficas, com o la 5 lo está


en estro fas alcaicas (cf. supra, n. 97). E n c u a n to a V ibio M áxim o, cf. supra,
n. 110.
141 M usa de la poesía erótica (cf. supra, I. I, n. 60), aunque en este y
o tro s pasajes significa m usa en genera!. A quí hace referencia a la m u sa que
h a inspirado a i a u to r en la com posición épica de la T eb aid a, y a h o ra debe
inspirarle en o tro s m enesteres m ás m odestos.
144 Ver IV , D ed icato ria, 21.
147 N om bre de P lu tó n , dios de los infiernos. El pasaje alude a la
profu n d id ad de las m inas de D alm acia.
C f. supra, 1.1, n. 87.
t4' Es tal la fuerza centrípeta de R om a, q u e ni siquiera puede retenerm e
mi bahía d e N ápoles co n su p u erto d e Bayas y su cab o M iseno (cf. supra,
I. II, n. 72; l. III, n. 56).
176 sn .v A s

20 M is C a m e n a s e s t á n s in ti a d o r m id a s , e l p r o p io d io s d e
T i m b r a IJI e s m á s t a r d o e n v e n i r q u e d e c o s t u m b r e , y h e a q u í
q u e m i A q u ile s q u e d a in m ó v i l e n l a p r i m e r a m e t a 1*2.
25 P o r q u e , g r a c i a s a t u s f ie le s c o n s e j o s , m i Tebaida, a to r­
m e n t a d a p o r m i i n c a n s a b l e l i m a , t r a t a , c o n c o n f i a n z a te m e ­
r a r ia , d e a lc a n z a r la a le g ría d e la g lo r ía m a n tu a n a
P e r o y o te p e r d o n o t u t a r d a n z a , p o r q u e h a s r o b u s t e c i d o
30 t u h o g a r a b a n d o n a d o c o n u n r e t o ñ o v i v i f i c a d o r . ¡ O h , d í a
g o z o s o ! H e a q u í q u e n o s h a v e n id o u n n u e v o M á x im o .
D e b e m o s e v i t a r a t o d a c o s t a l a c a r e n c i a d e u n h ij o ,
c a r e n c i a q u e p e r s ig u e c o n s u s v o t o s u n h e r e d e r o h o s t i l , q u e
« a n s ia a m a b le m e n te — ¡q u é v e rg ü e n z a !— e l fu n e ra l d e su
ó p t i m o a l le g a d o .
A q u i e n c a r e c e d e h i j o s s e le e n t i e r r a s in l á g r i m a s : e n la
c a s a o c u p a d a s e a l z a , á v i d o , e l s u p è r s t i t e , a c e c h a n d o el
40 e x p o l i o d e la m u e r t e y h a c i e n d o c u e n t a s d e l a p i r a m i s m a .
Q u e v iv a m u c h o s a ñ o s e l n i ñ o b ie n n a c i d o y q u e , p o r u n
c a m i n o a b i e r t o a p o c o s , a l c a n c e la s v i r t u d e s d e s u p a d r e y
a v e n ta je a s u a b u e lo p o r su s h e c h o s .
45 T ú ie r e l a t a r á s a t u p e q u e ñ o la s a r m a s q u e lle v a s te a l
o r i e n t a l O r o n t e s ,M m a n d a n d o la s e n s e ñ a s d e u n a l a d e j i n e te s
c o n el f a v o r d e C á s t o r ,í5;

'» N infas que e n to n a b a n can to s proféticos y q u e se identificaron con


las M usas.
m A polo (cf. supra. J. I, n. 113).
»» A quiles, el de (os pies ligeros, M roe d e la A quileida, es incapaz de
correr y q u e d a d etenido en la prim era m eta del circo, esto es, en la salida
m ism a.
153 E sto es, de la gloria de Virgilio, el poeta d e M antua.
R io de Siria.
IJS B uen d o m a d o r d e caballos y e x p e n o jinete.
L I B R O IV 177

é l154 le referirá cómo, siguiendo al rayo impetuoso del


invencible César, impuso a los sárm atas fugaces e) ingrato so
precepto de vivir siempre bajo el mismo cielo.
Pero que e) niño aprenda, antes de nada, tus saberes, en
gracia de los cuales has recorrido enteras las edades pretéritas
y nos brindas las obras del sucinto Salustio y de quien se j s
crió junto al T im avo1*’.

FE L IC IT A C IÓ N A JU L IO M EN ÉC R A TES

Abre las puertas de los dioses, Parténope, y llena sus


templos, ornados con las bandas sagradas, llénalos con las
nubes de Saba m y con las entrañas palpitantes de las víctimas:
he aquí que la prole del ilustre Menécrates ya se acrecienta
con su tercer hijo. La noble muchedumbre de tus próceres se
ensancha y te consuela de los daños que te causó la furia del
Vesubio. Y que no sea Nápoles insolidaria, rodeando ella s
sola los altares festivos: que los puertos hermanos, que la
tierra que amó el dulce Dicarco m , que el país sorrentino,
dilecto del dios ebrio, vistan también sus aras con guirnaldas,

E l abuelo del pequeño, padre de V ibio M áxim o.


R ío de) V éneto, q u e desem boca en el A driático, a veinte kilóm etros
d e Trieste, es decir, b astante lejos de P ad u a, la p a tria de T ilo Livio, a quien
se refiere esta cita.
IU V er IV, D edicatoria, 21 y ss.
IW C iu d ad d e la A rab ia Feliz, célebre p o r sus perfum es y , en especial,
p o r su incienso.
*» C f. supra, l. II, n. 82.
178 S IL V A S

10 a l l á d o n d e s e e x t i e n d e l a r i b e r a d e l a b u e l o m a t e r n o 161, a
q u ie n r o d e a la t u r b a d e su s n ie to s , q u e c o m p ite n e n im ita r
s u s ra s g o s . Q u e ta m b ié n h u e lg u e e l tío , a q u ie n o r n a la la n z a
g a n a d a e n L i b i a 161, a s í c o m o P o l a ,w, q u e lo s m i r a c o m o
n a c i d o s d e e l la y lo s l e v a n t a e n s u r e g a z o a m a n t e . E n h o r a ­
b u e n a , o h jo v e n , q u e ta le s lu m in a r ia s o fre c e s a la p a tr ia ,
15 m e r e c e d o r a d e e l la s . H e a q u í c ó m o v i b r a l a d u l c e a l g a r a b í a
m ie n tr a s p u e b la tu c a s a el g rite río d e ta n to s a m o s . A p á rte s e
a lo le jo s la n e g r a E n v i d i a y d i r i j a a o t r a p a r t e s u p e c h o
lív id o : a v o s o t r o s l a a l b a A t r o p o IW o s h a p r o m e t i d o la
lo n g e v i d a d c o n l a g l o r i a d e u n a l a r g a v i r t u d , y s u s la u r e le s el
p a t r i o A p o l o . A s i, c u a n d o e l p a d r e a u g u s t í s i m o d e l a u r b e
20 d e A u s o n i a te c o n c e d i ó e l g o z o s o p r iv i le g i o d e lo s tr e s h ij o s ,
a q u e llo e r a u n p re s a g io . T a n ta s v ece s a c u d ió L u c in a y,
l l a m a d a d e n u e v o , p e n e t r ó e n t u p i a d o s a m o r a d a . Q u e tu
c a s a , lo r u e g o , s e c o n s e r v e f e c u n d a , s i n s e r p r i v a d a n u n c a d e
su s dones sa g ra d o s. F e li z tú , cuya p ro le se ha v is to
25 a c r e c e n t a d a p o r m á s v e c e s c o n v á s t a g o s v ir ile s , p e r o p u e d e
t a m b i é n r e g o c i ja r s e t u p a t e r n i d a d j o v e n p o r t e n e r u n a n i ñ a ;
m á s p r o p i a d e e llo s e s l a g l o r i a b é lic a , p e r o e l l a t e d a r á m á s
p r o n t o n ie to s : t a l H e le n a , y a d i g n a d e la s p a l e s t r a s d e s u
m a d r e lM, c á n d i d a , g a t e a b a e n t r e s u s h e r m a n o s d e A m i d a s ,w;

1(1 L a m ansión d e P olio Félix, suegro de Ju lio M cnócratcs. Cf. supra.


). II, n. 46.
1W L anza sin p u n ta (h a sta p u ra ) q u e P o u B to (V I 39) sitú a en e l últim o
lugar de las recom pensas m ilitares. (V er M a r ín P e S a , Instituciones militares
rom anas, pág. 554.)
Ver los poem as II 7 y III 1.
144 Cf. supra. 1. III, n. 128; 1. IV, n. 58.
,w De su m adre (Leda), esto es, d e E sparta.
IW C iudad de L aconia (cf. supra, 1.1, n. 105). Sus herm anos son C ásior
y Pólux (los D ioscuros), co n q u ie n « co m p a ra el poeta a lo s hijos d e Ju lio
M enécrates. Ver tam bién Tebaida V II 413, y M a r c ia l , I 36, 2, en su
referencia a los D ioscuros.
I-IBRO fV 179

t a l l a v is ió n d e l c ie lo c u a n d o , e n n o c h e s e r e n a , d o s a s i r o s 30
a p r o x i m a n s u s f u l g o r e s a u n a p a r t e y a o t r a d e la lu n a .
P e r o — ¡ o h , e l m á s p r e c l a r o d e lo s j ó v e n e s ! — te d i r i j o u n
r e p r o c h e n a d a f á c il y h a s t a m e i r r i t o , e n t a n t o e n c u a n t o
p u e d e n i r r i t a r s e a q u e l l o s q u e s e q u i e r e n : ¿ h e m e r e c id o y o
c o n o c e r u n a n u e v a t a n g o z o s a p o r l o q u e c u e n t a e l v u lg o ? Y ,
c u a n d o p r o f e r í a s u s v a g i d o s t u h ijo t e r c e r o , ¿ n o v in o a 35
d a r m e c u e n ta s in d e m o r a u n a n o tic ia e s c rita a to d a p r is a
p a r a i n v i t a r m e a e n c e n d e r e n m is a r a s f u e g o s f e s ti v o s , a
e n g a la n a r m i lira , a c o r o n a r m is p u e r ta s , a s a c a r u n a j a r r a
e n n e g r e c i d a p o r e l h u m o d e A l b a l6t y a m a r c a r c o n u n c a n t o
e s t a j o r n a d a , e n l u g a r d e , t a r d í o y p e r e z o s o , c a n t a r h o y , a l 40
f in a l , m i b u e n d e s e o ? E s c u l p a t u y a , y t u y a la v e r g ü e n z a .
M a s n o d e b o a l a r g a r p o r m á s t i e m p o m is r e p r o c h e s : h e a q u í
q u e t e r o d e a l a m u l t i t u d r i e n t e d e lo s t u y o s y a s u p a d r e
d e f ie n d e . ¿ A q u i é n n o v e n c e r á s c o n ta le s h u e s te s ?
D io s e s p a t r i o s , a q u i e n e s , c o n g lo r i o s o s a u g u r i o s , t r a j o
s o b r e l o s m a r e s h a s t a l a c o s t a a u s o n i a 1" l a f l o t a d e E u b e a ; 45
t ú , c a u d i l l o d e l p u e b l o q u e v in o d e s d e le jo s , A p o l o , c u y a
a v e , q u e r e p o s a s o b re s u h o m b r o s in ie s tro , to d a v ía v e n e ra
c o n c a r i ñ o E u m e l o , d i c h o s o a l c o n t e m p l a r l a ,M; y t ú , C e r e s
a c t e a 1* , e n c u y o h o n o r t u s e n c u b i e r t o s in i c ia d o s , e n c a r r e r a so
c o n t i n u a , s in a l ie n to , a g i t a m o s la a n t o r c h a v o tiv a ; y v o s o t r o s ,

141 Este poem a fue escrito p o r E s ta d o desde su residencia de Alba.


,M E sto es, itálica (cf. supra, I. 1, n. 65).
144 Eum elo, hijo de A dm eto, padre de la sirena P artén o p c y fu ndador
de N ápoles, ciudad en que se alzaba su e sta tu a , objeto de c u lto , m ostrando
sobre su hom b ro izquierdo la p alo m a de A polo, que guió a los calcidicos
h asta C um as según V e l e y o P a t é r c u l o , 1 4, 1. Q uizá N á p o k s se aplicó la
trad ició n fundacional de C um as p a ra ennoblecer m ás sus orígenes. Cf.
supra, 1. III, nn. 200 y 201.
1,0 E sto es, ateniense.
180 S IL V A S

T i n d á r i d a s IJI, a q u i e n e s n o h a v e n e r a d o c o n m á s c e lo n i e l
h o rr e n d o T a ig e to d e L ic u rg o n i la u m b r ía T e r a p n a g u a r ­
d a d , p a t r i o s p e n a t e s , c o n s u s v á s t a g o s , a e s t a f a m ilia : f o r m e n
p a r te d e a q u e llo s q u e , p r e s ta n d o s u v o z y su s r e c u rs o s ,
55 s o s t e n g a n n u e s t r a u r b e , a g o b i a d a d e l p a s o d e l o s a ñ o s y d e
s u s a v a ta re s n u m e ro s o s , y la c o n s e rv e n c o n s u v e rd e n o m ­
b r e 1” . Q u e s u p a d r e le s m u e s t r e s u t a l a n t e a m a b l e y s u
a b u e l o s u g e n e r o s a e s p l e n d i d e z , y u n o y o t r o s u a m o r p o r la
b e lle z a d e l a v i r t u d . S in d u d a s u s r e c u r s o s y s u c u n a p e r m i te n
a la n iñ a , en su s p rim e ra s n u p c ia s , tr a s p o n e r u n a s p u e rta s
p a t r i c i a s , y a s u s h e r m a n o s e n e) u m b r a l a p e n a s d e s u s a ñ o s
60 v ir ile s , a p o c o q u e lo s g u a r d e l a d e i d a d , f a v o r a b l e a lo s
b u e n o s , d e l in v e n c ib le C é s a r , t r a s p o n e r lo s u m b r a l e s d e l
s e n a d o r o m ú l e o 174.

E N D E C A SÍL A B O S FE STIV O S P A R A P L O C IO GR1PO 1,5

Eso de enviarme, Gripo, un libro a cambio de otro libro,


ha sido, sin duda, por gastarme una broma. Podría, sin

1,1 H ijos de T índaro; C ásior y Pólux.


m Cf. supra, l. II, n. 90. Los D ioscuros (C á sto r y P ó lu x ), nacidos en
T e rap n a , tenían un sa n tu a rio en d ich a ciudad y o tro en el m onte T aigeto.
p a tria d e L icurgo (v er II 2, 90), cuya elevada cum bre perm anecía nevada
d u ra n te gran parte del alio: d e ahí el calificativo horrendo.
in A lusión al nom bre de N ápoles (ciudad nueva).
174 Los últim os versos, relativos al porvenir de los tres herm anos, hacen
referencia a la fu tu ra condición deseable p a ra los m iem bros de la clase
ecuestre.
in E n cuanto a la personalidad de P iocio G ripo, cf. supra. n. 9. P o r lo
d e m is , existia entre los rom anos la costum bre d e enviarse obsequios en el
L IB R O IV 181

e m b a rg o , re s u lta r u n ra s g o d e h u m o r si a c o n tin u a c ió n m e
m a n d a r a s o t r o o b s e q u i o , p o r q u e s i in s is te s , G r i p o , e n t u
b r o m a , c e sa s d e b ro m e a r. P e r o b u e n o , h a g a m o s c u e n ta s : el s
m ío , e n e s tu c h e d e p ú r p u r a , e n p a p ir o n u e v o y o r n a d o c o n
d o s c i l i n d r o s , m e h a c o s t a d o , a d e m á s d e m i t r a b a j o , d ie z
a s e s 116. E l t u y o , r o í d o d e p o l i l l a s , p o d r i d o d e m u g r e , c o m o 10
lo s p a p e l e s e m p a p a d o s p o r la s o li v a s lí b ic a s o u s a d o s p a r a
e n v o l v e r e l in c ie n s o o l a p i m i e n t a d e l N ilo , o q u e e m p a q u e t a n
la s s a r d i n a s d e B iz a n c io , n i s i q u i e r a c o n t i e n e la s p a l a b r a s
c o n q u e e n t u j u v e n t u d c l a m a b a s c o m o u n t r u e n o e n lo s tr e s
f o r o s o a n t e lo s c ie n j u e c e s a n t e s d e q u e G e r m á n i c o t e d i e r a is
e l m a n d o d e lo s s e r v ic io s d e a b a s t e c i m i e n t o q u e le s e g u í a n y
te e n c a r g a r a d e d i s p o n e r s u a l o ja m i e n to e n to d o s s u s d il a t a d o s
v ia je s , s i n o lo s b o s t e z o s q u e p r o v o c a b a e l v ie jo B r u t o m , y 20
lo c o m p r a s t e e n e l p u e s t o d e u n p o b r e l i b r e r o , m á s o m e n o s
p o r u n a s d e C a l í g u l a |7*: t a l e s t u r e g a l o . ¿ H a s t a e s e e x t r e m o
t e h a n f a l t a d o lo s g o r r o s h e c h o s c o n t r o z o s d e m a n t o s v ie jo s
c o s i d o s o la s t o a l l a s o la s s e r v il le ta s d e s c o l o r i d a s , o l o s 23
p a p e l e s o lo s f r u t o s d e T e b a s o d e C a r i a 1*0? ¿ N o t e n í a s

m es de diciem bre, co n m otivo d e las fiestas S a t u r n a l e s ( e n este caso, las del


afio 9 4 ) . V er, por ejem plo, a este respecto, M a r c i a l , IV 4 6 , do n d e el p o e ta
se refiere jocosam ente a los regalos que h an enviado a un abogado sus
clientes habituales.
'* U n precio ridiculo (algo asi co m o si en la actualidad dijéram os unos
céntim os), destinados a seguir adelante con la brom a.
>n Se refiere, co n seguridad, a M arco Ju n io B ruto, que, a juicio de
Q uiktjliano ( X I I 1 0 ,1 1) y de T ácito (D iálogo de tos O radores 25) e ra un
pesado o ra d o r aticista, cuya elocuencia invitaba al sueño.
C aligula reb ajó el peso del as; su sucesor, C lau d io , restituyó el peso
anterior.
,w Estos g o rro s constituían uno de los regalos que, por b ro m a, se
enviaban a los am igos p o r las S aturnales (cf. M a r c ia l , X IV 132).
1,0 M is regalos, jo co so s los unos, m odestos los o tro s, consistentes éstos
182 S IL V A S

guardado en ningún sitio un montón de ciruelas y de higos


de Siria, cuya cima se viniera abajo? ¿Ni una ristra de ajos
secos, ni unas capas de cebollas encogidas? ¿No tenías, al
m menos, unos huevos, ni unos pasteles dulces, ni una torta
reseca? ¿Ni has encontrado por ninguna parte las húmedas
moradas de los curvos moluscos que vagan por los llanos del
Cínife ,,‘? ¿Ni tocino rancio, ni pemil raquítico? ¿Ni salchicha
35 de Lucarna, ni tripas rellenas al gusto falisco, ni sal, ni
picante, ni queso, ni panes de verde afronitro, ni vino de
pasas recocho con sus propias uvas, o mosto espesado,
embarrado por su dulce poso? ¡Qué mezquino, no ofrecer
40 unos cirios aromáticos, ni un cuchillo, ni unas ligeras tablillas!
Y ¿no podrías, dimc, regalarme unas uvas en conserva o
unas ollas moldeadas en un torno de C um asll2, o un juego
45 —no te asustesll)— de cacerolas y pucheros blancos? Pero
exacto, como en una balanza de precisión, no alteras nada,
sino que me devuelves otro tanto. Y ¿qué? Si, a medio
digerir mi desayuno, te hubiera ofrecido mi saludo matutino,
¿también tú habrías correspondido saludándome en mi
so casa "*? Y, después de obsequiarme con un abundante ban-

últim os en d á tile i t higos pasos (cf. P e m o N io , X L 8, y P i.inio, H istoria


N atural X II 89).
111 R ío de Libia. L a referencia geográfica está em pleada en to n o hu m o ­
rístico, po rq u e, n atu ralm en te, no es necesario ir a L ibia p a ra en co n trar
caracolea.
1U E n los alfares d e C um as se ela b o rab a n vajillas y cacerolas de b a rro ,
toscas y económ icas. C f. T ibulo , II 3, 48.
,,} S o te asustes, po rq u e, entre los personajes acom odados, e ra usual,
p o r las S aturnales, el regalo d e juegos de vestiduras lujosas, p a ra lucirlas en
los convites, y de juegos d e ricas vajillas de plata o de oro. Cf. M a r c i a l ,
XIV 142.
'u L os clientes, antes de am anecer, saludaban a sus p atro n o s, que
corresp o n d ían co n el d o n ativ o de u n a esportilla de víveres p a ra la jo m a d a ,
L I B R O IV 183

q u e t e , ¿ v a s a e s p e r a r d e m i u n f e s tín s e m e ja n te ? E s to y e n o j a d o
c o n t i g o , G r i p o , p e r o te d o y m i d e s p e d i d a c o n l a s o l a c o n d i ­
c i ó n d e q u e n o m e e n v íe s a h o r a » c o n t u f i n u r a h a b i t u a l , u n o s 5$
e n d e c a s íla b o s .

esportilla que, sin c a m b iar de no m b re, al correr del tiem po se sustituyó por
un donativo en dinero. Ver, por ejem plo, P l a u to , E l gorgojo 289; J uvena l ,
I 95; S u e t o m o , N erón 16, hay tam bién m últiples referencias en M arcial.
I

I
»

•I
L IB R O V

l 1

E ST A C IO SA L U D A A SU A M IC O A B A S C A N T O 1

Debemos rendir homenaje, con nuestra mejor voluntad,


a los buenos ejemplos, ya que son de interés común. El
piadoso am or que muestras hacia tu querida Priscila es un
rasgo de tu personalidad que no puede dejar de concillarte el
afecto de todos, y en particular el de un marido. Porque el
amor hacia una esposa viva es un placer, pero amarla después
de muerta es piedad. Yo, sin embargo, no me he entregado 5
a esta tarea como si fuera un ser excepcional, ni tampoco
como si cumpliera con una obligación; porque Priscila sentía
cariño por mi esposa y, con su amor, me la hizo aún más

1 Este libro, publicado después d e la m uerte de su a u to r, no va precedido


d e dedicatoria.
2 L ib erto , jefe de la oficina de la correspondencia ad m in istrativ a de
D om iciano, cuyo nom bre co n sta en num erosas inscripciones epigráficas.
186 SILVAS

q u e r i d a ; p o r e l lo s e r í a y o u n i n g r a t o s i m e d e j a r a n in s e n s ib le
t u s l á g r i m a s . P o r o t r a p a r t e , e n l a m e d i d a d e m i s h u m i ld e s
f u e rz a s , s ie m p re m e e s fu e rz o e n c o n tr a e r m é rito s e n to d o
10 a q u e l l o q u e r o d e a a l a m a n s i ó n d i v i n a 3, y a q u e q u i e n d e
b u e n a v o lu n ta d rin d e c u lto a lo s d io s e s , a m a ta m b ié n a su s
s a c e r d o t e s . P e r o , a u n q u e h e d e s e a d o d e s d e h a c e la r g o ti e m p o
e s tr e c h a r m á s n u e s tr a re la c ió n a m is to s a , p r e fe riría n o h a b e r
e n c o n t r a d o t o d a v í a e s t a o c a s ió n .

POEMA FONEBRE, HOMENAJE A P R 1S C I I A

S i m i m a n o f u e r a h á b i l e n p l a s m a r c u a d r o s s e m e j a n te s a l
m o d e l o o e n d a r v i d a a l m a r f i l o a l o r o c o n im á g e n e s
la b r a d a s , ta l s e ría , P ris c ila , el m e d io d e o fre c e r a tu m a rid o
u n c o n s u e l o q u e le f u e r a g r a t o , y a q u e , p o r s u e g r e g i a
p ie d a d , m e re c e q u e se a s d e v u e lta a su d o lo r c o n tu r o s tr o
s r e t r a t a d o p o r lo s c o l o r e s d e A p e le s o n a c i d a d e l a m a n o d e
F id ia s . A s í i n t e n t a a r r a n c a r d e l a p i r a t u s o m b r a , y l i b r a c o n
l a M u e r t e u n t e r r i b l e c o m b a t e , y e s t i m u l a e l a f á n d e lo s
a r ti s ta s , e i n t e n t a a m a r t e e n t o d o s lo s m e ta le s . P e r o e s e f ím e r o
10 e l h o m e n a j e q u e e n g e n d r a u n a m a n o d i e s t r a . Y o , e s p o s a s in
p a r d e u n jo v e n ilu s tr e , in t e n to o f r e n d a r t e c o n m i li r a in m o r ta l
u n a s e x e q u i a s d u r a b l e s q u e n o s o p o r t a r á n u n f i n a l o s c u r o , si
e s q u e A p o lo se m u e s tr a p r o p ic io , a sí c o m o C é s a r , q u e
s ie m p r e v ie n e a m í a l l a d o d e A p o lo : n i n g ú n o t r o s e p u l c r o te
u g u a r d a r á m e jo r . E s t a r d í o , s in d u d a , e l r e m e d i o q u e o f r e z c o
a ta n a c re d o lo r , c u a n d o la r u e d a a líg e ra d e F e b o d e s c rib e

1 Esto es, a la casa del em perador. Cf. Fedro V 7, 38, y C IL V il 11.


L IB R O V 187

p o r s e g u n d a v e z e l a ñ o , p e r o e n a q u e llo s d ia s e n q u e el g o lp e
e s t a b a r e c i e n te y e n l a t a d a l a c a s a , c u a n d o t o d a v í a , e n e l
p r i m e r m o m e n t o d e la h e r i d a , s ó l o lo s l a m e n t o s t e n í a n
a c c e s o a lo s t r i s t e s o í d o s d e u n h o m b r e p r i v a d o d e s u e s p o s a ,
e l ú n i c o c o n s u e l o e r a l l o r a r y r a s g a r s e la s v e s t i d u r a s y c a n s a r 20
c o n t u s a y e s a l a le g ió n d e e s c la v o s d e l a c a s a y s u p e r a r s u s
l l a n t o s y a t a c a r c o n r a b i o s o s r e p r o c h e s a lo s H a d o s y a lo s
in ju s to s c e líc o la s . H a b r í a s i d o in ú t il q u e a c u d i e r a p a r a c a l m a r
tu s q u e ja s e l p r o p i o O r f e o c o n s u s é q u it o d e b o s q u e s y d e r ío s ,
y q u e i n s p i r a r a n a l p o e t a t o d a s la s h e r m a n a s d e s u m a d r e 4 y 25
t o d o s lo s s a c e r d o t e s d e A p o l o y d e B a c o : e n n a d a h a b r í a n
p o d i d o a p a c i a g u a r t e lo s c a n t o s n i la s c u e r d a s q u e e s c u c h a r o n
la s d e i d a d e s d e l p á l i d o A v e r n o y lo s c a b e l l o s d e la s E u m é n i-
d e s 5: t a l e r a la a f lic c ió n q u e r e i n a b a e n t u p e c h o e n l o q u e c id o .
A u n a h o r a , la c ic a triz , y a lis a , re tr o c e d e a l c o n ta c to d e m i
c a n t o y la l l u v i a s e a g o l p a e n lo s o j o s h i n c h a d o s d e l e s p o s o . jo

¿ T o d a v í a e s o s o j o s g u a r d a n p i a d o s a s lá g r i m a s ? ¡ L e a l t a d
a d m ira b le ! S e d i r á q u e la m a d re d e S íp ilo * se c ó c o n m á s
p r e m u r a s u s m e jilla s ; c o n m á s p r i s a h u i r á e l p e n o s o r o c í o d e
l a e s p o s a d e T i t o n o 1 y , a g o t a d a , c e s a r á d e r o m p e r s u o le a je l a 35
m a d r e d e A q u ile s s o b r e la t u m b a * . ¡ Á n im o ! T o d o e l lo lo
a d v i e r t e e l d i o s q u e g o b i e r n a la s r i e n d a s d e l o r b e y d ir i g e ,

4 D ebe entenderse su m adre (C alíope) co n sus och o herm anas, es decir,


!a¿ nueve m usas.
i Esto es, las serpientes q u e c o ro n a b a n las testas de las F urias. Cf.
H o r a c io , Odas 11113,36, asi co m o L u c a n o , IX 672, y M a r c ia l , V il l, 2,
do n d e la referencia a ta ñ e a la cabeza de M edusa.
4 N iobe, u n o de cuyos hijos, m uertos p o r los d a rd o s de A polo, se
llam ab a Sípilo. Ver O vidio , Tris ¡es V 12, 8.
’ A urora, que lloraba la m uerte de M em nón. Ver O vidio , M etam orfosis
X III 622.
* T elis, deidad m arina. Nótese que los tres ejem plos se refieren a
m adres que lloran la m uerte de sus hijos.
188 SILVAS

m á s c e r c a n o q u e J ú p i t e r , l o s a c t o s h u m a n o s y m i r a tu
a f l i c c i ó n y c o n t e m p l a e l r e c ó n d i t o d u e l o d e s u s i e r v o d il e c to .
I n c lu s o to m a e je m p lo d e tu a m o r p o r la s o m b r a a q u e r in d e s
40 e x e q u i a s . E l t u y o e s u n f u e g o c a s t í s i m o , u n a m o r q u e h a
m e r e c id o l a a p r o b a c i ó n d e n u e s t r o s e ñ o r e l c e n s o r * .
Y n o es d e e x tr a ñ a r , p u e s, u n id o s v u e s tro s p e c h o s , o s h a
f u n d i d o e n u n o u n a l a r g a c o n c o r d i a c o n c a d e n a in d e le b le .
E l la , c i e r t o , h a b í a a d m i t i d o u n a u n ió n a n t e r i o r c o n la s
45 a n t o r c h a s d e o t r o m a t r i m o n i o , p e r o , c o m o s i t e h u b i e r a
e n l a z a d o c o n s u v i r g i n i d a d , t e a b r a z a b a y te r o d e a b a c o n s u s
e n t r a ñ a s y s u a l m a e n t e r a ; a s í a m a e l o l m o a l a v id q u e le
e s t á u n i d a p o r lo s p á m p a n o s q u e c o n é l n a c i e r o n y m a r i d a
c o n e l l a s u f o ll a je e i n v o c a a l f é r t i l o t o ñ o y s e g o z a a l s e n t i r s e
» c o r o n a d o p o r lo s c a r o s r a c i m o s l0. E s c o s t u m b r e e n s a l z a r 11
p o r s u s m a y o r e s o p o r e l d o n d e u n a b e l la p r e s e n c i a a la s
m u je re s q u e n o h a n b rilla d o p o r e l d e s u s v irtu d e s y q u e ,
ric a s e n u n a g lo r ia in a n e , c a re c e n d e la g lo r ia v e r d a d e ra ; e n
c u a n t o a ti , a u n q u e t u c u n a f u e d i s t i n g u i d a y b e l l a t u p r e s e n ­
c ia , a u n q u e m u y d e s e a b le p a r a tu s p r e te n d ie n te s , tu g lo ria
53 m á s a l t a , n a c i d a d e ti , e s h a b e r c o n o c i d o u n s o l o le c h o y
a l i m e n t a d o e n lo h o n d o d e t u s e r u n s o l o f u e g o n . A q u e l
a m o r n o lo h a b r í a m a n c h a d o n i e l r a p t o r f r ig i o * \ n i lo s

* D o m k ia r o , p o r su potestad censoría, se había erigido en á rb itro de la


moTal de los ciu d ad an o s, e in ten tó u n a re fo rm a d e las costum bres p a ra
e rra d ic a r el ad u lterio , el co n cu b in ato , el estu p ro y d e m is aten tad o s co n tra
la pureza de las relaciones sexuales. Ver S u e t o n i o , D om iciarto 7.
19 El m aridaje del olm o con la vid es u n lugar c o m ú n en la lin ca itálica.
11 En los elogios fúnebres.
11 Se tr a ta de u n recurso m anido en la a la b a n z a de las virtudes de u n a
m ujer casada, recurso q u e, p o r añ ad id u ra, e stá fuera de lugar en este caso,
puesto q u e se tra ta d e u n a m ujer casa d a dos veces. Puede verse u n a parodia
d e esta costum bre en M a r c i a l , X 63.
11 P arís, el ra p to r d e Helena.
L IB R O V 189

p r e t e n d i e n t e s d e D u l i q u i o M, n i e l a d ú l t e r o q u e d e s h o n r ó ,
s irv ié n d o s e d e l o r o d e M ic e n a s , e l c a s to m a tr im o n io d e s u
h e r m a n o 15. A u n q u e s e le h u b i e r a n b r i n d a d o la s r i q u e z a s d e
B a b i l o n i a , e l p e s o d e l t e s o r o d e L i d i a y la s a r c a s i n m e n s a s d e 6o
in d i o s , c h i n o s y á r a b e s , h a b r í a p r e f e r i d o m o r i r s in m a n c h a
c o n su p o b r e z a p ú d ic a y d a r su v id a p o r s u b u e n a fa m a . Y
s u fre n te n o e r a s e v e ra m e n te d u r a n i e n s u ta la n te h a b la
e x tr e m a a u s te r id a d : s u le a lta d e r a s e n c illa y r ie n te y a s u
p u d o r s e u n í a e l a t r a c t i v o . M a s s i u n p e l ig r o i n c i e r t o l a 63
h u b ie ra re c la m a d o a a c titu d e s m á s g ra v e s, d e b u e n g ra d o
a r r o s t r a r a p o r s u e s p o s o a la s t u r b a s a r m í f e r a s y lo s f u e g o s
f u l m í n e o s y l o s p e l ig r o s d e l a m a r i n m e n s a . L a a d v e r s i d a d ,
p o r s u e r te , n o p u s o a p r u e b a c u á l fu e tu s o lic itu d d e e s p o s a
y q u é i n t e n s o t u v a l o r p o r t u m a r i d o . P o r c a m i n o m á s l l a n o , 70
t u s v o t o s o b t u v i e r o n p a r a t u e s p o s o e l f a v o r d e lo s d io s e s
c u a n d o d e n o c h e y d í a f a t i g a b a s s u d i v i n i d a d , c u a n d o te
p r o s te r n a b a s s u p lic a n te a n te to d a s su s a r a s y a d o r a b a s el
g e n io b e n ig n o d e l s e ñ o r p re s e n te F u i s t e e s c u c h a d a y lle g ó
la F o r t u n a c o n p a s o p r o p i c i o . P o r q u e é l v io l a a d h e s i ó n 75
s o líc ita d e l p ia d o s o jo v e n , s u in c o rr u p tib le le a lta d , s u p e c h o
p re s to a l e s fu e rz o , s u p e n s a m ie n to a le r ta , s u c o r a z ó n p r u ­
d e n t e , c a p a 2 d e c u m p l i r t a n g r a v e s c o m e t i d o s : e s o v io a q u e l
q u e c o n o c e t o d a s lo s c u a l i d a d e s d e s u s s ú b d i t o s y s e r o d e a
p o r e n t e r o d e m i n i s t r o s c a p a c e s . Y n o e s d e e x t r a ñ a r , p u e s t o »o
q u e v e el O r ie n te y el O c c id e n te , v e q u é tr a e el A u s tr o y q u é
e l B ó r e a s i n v e r n a l y lo s d e s i g n i o s d e l h i e r r o y d e l a t o g a , y
c o n o c e lo s p e n s a m i e n t o s m is m o s . É l f u e q u i e n p u s o s o b r e

14 Es d ecir, lo s p re te n d ie n te s d e P e n ilo p e , y a q u e la is la d e D u liq u io , en


el m a r J ó n ic o , fo rm a b a p a rte d el re in o d e U lises.
15 T iestes, q u e c o r ro m p ió con o ro a A é ro p e , e sp o sa d e su h e rm a n o
A ire o .
14 E sto es, la d e id a d visible d e D o m ician o .
190 SILVAS

s u s h o m b r o s c u b i e r t o s p o r l a m e l e n a IT u n a m o l e i n m e n s a ,
d e u n p e s o a p e n a s s o p o r t a b l e " , y a q u e n o e x is te e n l a m a n s ió n
85 s a g r a d a '* u n c a r g o m á s c o m p l e j o 20: e n v i a r a l o le jo s , a t o d o
el o rb e in m e n s o , la s ó rd e n e s d e l c a p itá n ro m ú lc o ; m a n e ja r
p o r s u m e d i o la s f u e r z a s y r e c u r s o s d e s u i m p e r i o ; a n o t a r
q u é la u r e l e s n o s l l e g a n d e l Á r t i c o , q u é n u e v a s n o s t r a e el
É u fra te s e r r a n te , c u á le s la r ib e r a d e l H is tro q u e o s te n ta d o s
90 n o m b r e s 21, c u á l e s la s e n s e ñ a s d e l R i n , h a s t a d ó n d e h a n
c e d i d o lo s l í m it e s d e l o r b e y la is la d e T u l e “ , q u e e n t o r n o
r e s u e n a a l r e f l u j o m a r i n o , y a q u e t o d a s la s la n z a s l e v a n t a n
v i c t o r i o s a s f r o n d a s y n o s e r e s e ñ a n i n g u n a q u e m u e s t r e la
p l u m a i n f a m a n t e ” . Y s i n u e s t r o s e ñ o r d i s t r i b u y e s u s fie le s
e s p a d a s , d e b e a d e m á s d e c l a r a r q u i é n p u e d e m a n d a r a c ie n
95 h o m b r e s c o m o j i n e t e i n s e r t o e n t r e lo s m a n í p u l o s , q u i é n
e s ta r a l fre n te d e u n a c o h o r te , q u ié n es d ig n o d e l ra n g o m á s

17 L a expresión cubiertos p o r la m elena no debe entenderse en su


sentido literal, co m o si A b ascan to hubiera sido to d av ía un adolescente
c u a n d o D om iciano le confió su im portante m isión: era, sin duda, joven,
pero no h asta ese extrem o.
11 El oríginal latin o dice una m ole... y un peso..., expresión que debe
interpretarse com o u n a hendíadis.
■* C f. supra, n. 3.
a Cf. supra, n. 2. A continuación se pone de m anifiesto cóm o A bascanto
dom inaba las dos lenguas oficiales (latín y griego) y cuáles eran las num erosas
y variadas funciones q u e debía desem peñar el lib e n u s ab epistulis. Ver
TACTO, A nales XV 35, y S u b to n io , Claudio 28.
H istro o lstro es el nom bre del D an ubio en su parte inferior; D anubio
es el nom bre del río en su totalidad.
“ Cf. supra. I. III, n. 188.
w El liberto en carg ad o d e la correspondencia debía recibir los inform es
de los funcionarios, ta n to civiles com o m ilitares. L a ram a de laurel y la
p lu m a sim bolizaban respectivam ente, en estas notas oficiales (com o tam bién
en la p u n ta d e u n a la n ía ) la victoria alcanzada y la d e rro ta sufrida. Ver
J uvenal , IV 149.
L IB R O V 191

a lto q u e c a b e a u n ilu s tre tr ib u n o , y q u ié n e l m á s a p to p a r a


d a r la s ó r d e n e s a u n a l a e n f r e n a d a 24; t a m b i é n p r e v e n i r m il
e v e n t o s : s i e l N ilo h a i n u n d a d o lo s c a m p o s , si e s t á L i b i a
e n c h a r c a d a a c a u s a d e l A u s tr o p lu v io s o s i y o e n u m e r a s e 100
t o d a s s u s f u n c i o n e s . . . 36. N o t r a e m á s n o t i c i a s d e s d e lo s
a s t r o s s u b lim e s e l d i o s a l a d o d e T e g e a J\ el d e l c a d u c e o
m e n s a j e r o , n i l a d o n c e l l a e n v i a d a d e J u n o 2* q u e s e d e s li z a
p o r la s a u r a s t r a n s p a r e n t e s y u n e e l a i r e ll u v io s o c o n a r c o
a b i g a r r a d o , n i l a q u e e n c u r s o a l íg e r o , G e r m á n i c o , d i f u n d e
t u s la u r e l e s — l a F a m a — d e j a n d o a t r á s a l d í a y a l a r c a d i o ios
q u e t a r d a b a j o lo s a s t r o s 24 y a b a n d o n a n d o a l a h i j a d e
T a u m a n t e w e n m e d i o d e lo s c ie lo s . ¡ C u á n r a d i a n t e , P r is c il a ,
t e v i e r o n la s d e i d a d e s y lo s h o m b r e s e n e l d í a f e liz e n q u e tu
e s p o s o f u e l l e v a d o a t a n a l t o s m e n e s te r e s ! C a s i t u g o z o
s o b re p a s ó el su y o c u a n d o , e x a lta d o el p e c h o y p r o s te r n a d a no
a n t e lo s p ie s s a g r a d o s d e l s e ñ o r q u e t a l t r a t o m e r e c ía , te
r e v o lv í a s ll e n a d e e n t u s i a s m o . N o a s í s e e x a l t a e n l a c u m b r e
d e A o n i a *1 a q u e l l a a q u i e n e l d i o s d e D é lo s h a c o n f i a d o la s

24 E sto es, a u n ala d e c a b a lle ría . T o d o s e sto s n o m b ra m ie n to s d e ofi­


ciales in te rm e d io s a jó v en es de ra n g o ec u estre q u e se a d ie s tra b a n en el
o ficio c a stre n se e ra n e x p e d id o s p o r el lib e rto e n c a rg a d o d e la co rresp o n *
d e n c ia ; lo s d e a lto g ra d o lo s n o tific a b a el p ro p io e m p e ra d o r p o r m ed io d e
u n co d icilo .
u El e n c a rg a d o d e la c o rre sp o n d e n c ia d e b ía c o m u n ic a rse c o n lo s p ro ­
c u ra d o re s; a q u i se h a c e re fere n cia a su relació n c o n los p ro c u ra d o re s de
Á fric a p a ra a se g u ra r el a b a ste c im ie n to d e trig o y d e m á s cereales en Italia.
H A p o sio p esis: el p o e ta n o c ie rra el p e río d o co n d icio n a l.
r M ercu rio . C f. supra. I. I, n. 175.
* Iris.
” E sto es. a M e rc u rio , y a q u e T eg ea e ra u n a c iu d ad d e A rc a d ia .
M A Iris: la F a m a , e n c a rg a d a de d ifu n d ir las h a z a ñ a s d e D o m ic ia n o ,
s u p e r a a los d o s m en saje ro s d e lo s d ioses.
51 Cf. supra. 1 .1. n. 121.
192 SILVAS

fa u c e s d e su a n t r o a r c a n o ” , n i a q u e lla a q u ie n d io B a c o el
H5 v e n e r a b le d o n d e l p r i m e r ti r s o , e n s e ñ a d e s u s é q u it o f r e n é ­
tic o ” . Y s in e m b a r g o n o s e a l t e r ó p o r e llo s u t a l a n t e s e r e n o ,
n i e n l a f o r t u n a s e c o n v i r t i ó e n o r g u ll o s u h o n r a d e z : q u e d a r o n
e n s u p e c h o id é n tic a a c titu d y p r u d e n te c o n d u c ta e n m e d io
d e la s u e rte flo re c ie n te . S o líc ita , s e c u n d a la la b o r d e s u
120 e s p o s o , y a u n a v e z e s t i m u l a y a l i v i a s u s t r a b a j o s . E l la
p e r s o n a l m e n t e le s ir v e lo s m a n j a r e s m o d e r a d o s y la s b e b i d a s
s o b r i a s y le e x h o r t a a q u e s ig a e l e j e m p l o d e ) a m o 34: t a l la
m u je r d e A p u lia , e s p o s a d e u n m o d e s to c a m p e s in o , o la q u e
s e h a c u r t i d o a l s o l s a b i n o , q u e a l c a e r e l f u l g o r d e la s
e s tr e l la s o b s e r v a q u e s e a c e r c a , c u m p l i d a l a j o r n a d a , e l
(23 t i e m p o d e l r e g r e s o d e s u e s p o s o , p r e p a r a c o n p r e s u r a m e s a
y t á l a m o y a g u a r d a e l r u i d o d e l a r a d o q u e v u e lv e . M a s lo
q u e d i g o e s p o c o : c o n t i g o , a c o m p a ñ á n d o t e p o r la s h e l a d a s
O s a s , p o r l a S a r m a c i a g é l id a , p o r el H i s t r o ” y lo s p á l i d o s
f r ío s d e l R in ; c o n tig o , a r r o s t r a n d o , a n i m o s a , t o d o s lo s c a lo r e s ,
130 in c lu s o — s i lo p e r m i t i e r a n la s n o r m a s c a s t r e n s e s * — h a b r í a
d e s e a d o lle v a r la a lja b a ; h a b r ía d e s e a d o p r o te g e r su c o s ta d o
c o n l a r o d e l a d e la s a m a z o n a s , c o n t a l d e v e r t e e n m e d i o d e
l a n u b e d e p o l v o d e la s g e s ta s , c e rc a n o a l r a y o d e l c o r c e l
d e C é s a r, b la n d ie n d o su s d a r d o s d iv in o s y b a ñ a d o e n s u ­
d o r d e s u l a n z a m a g n if ic a .
Hasta aquí ha sido dulce mi lira. Ahora, Febo, es tiempo
i3s de deponer tus guirnaldas y ofrendar mis cabellos por el

w Es decir, la pitonisa que, poseída p o r A polo, in terp reta sus oráculos.


” L a p rim era bacante.
M L a sobriedad del em perador aparece ta m b a n atestiguada en M a r c i a l ,
IV 8, 10, y en S u e t o n i o , D om ictano 21.
M Cf. supra, n. 21.
* L a n o rm a pro h ib itiv a fue instituida p o r A ugusto. Ver S u e t o n i o ,
A u g u sto 24.
L IB R O V 193

tr is te c ip ré s . ¿ Q u é d e id a d v in c u ló a F o r tu n a y a E n v id ia c o n
u n p a r e n t e s c o i n c a p a z d e a r m o n í a ? ¿ Q u ié n m a n d ó q u e e s t a s
d io s a s in ic u a s c o m b a t i e r a n p o r s ie m p r e ? ¿ N o s ig n a r á m a n s i ó n
a lg u n a a q u é lla s in q u e é s ta , a l m o m e n to , la tr a s p a s e c o n s u
m i r a d a t o r v a y a h u y e n t e s u a l e g r í a c o n d i e s t r a c r u e l? V u e s tr o 140
h o g a r f l o r e c í a , g o z o s o y s in q u e b r a n t o s ; n a d a e r a l u c tu o s o :
y ¿ q u é t e m o r c a b r í a a l a F o r t u n a - - a u n q u e in f ie l y l i v i a n a —
c o n C é s a r t a n p r o p i c i o ? L o s H a d o s e n v i d i o s o s h a l l a r o n el
c a m i n o y s u r i g o r c r u e l i n v a d i ó v u e s t r o h o g a r i r r e p r o c h a b l e . 145
A s í c a e n la s r á f a g a s d e l N o t o d e s p i a d a d o s o b r e lo s v iñ e d o s
c o l m a d o s d e f r u t o ; a s í s e m u s t i a n la s m ie s e s e n h i e s t a s p o r
e x c e s o d e llu v ia ; a s í e l v i e n t o e n e m ig o a z o t a la r á p i d a n a v e
y c u b r e d e n u b e s s u s v e la s p r o p i c i a s . E l H a d o s e g ó l a b e lle z a
s in p a r d e P r i s c i l a , c o m o u n p i n o d e e n h i e s t o p e n a c h o , iso
g l o r í a d e lo s b o s q u e s , q u e s u c u m b e a n t e e l f u e g o d a ñ i n o d e
J ú p i t e r , o p o r q u e s e h a y a n m u e r t o s u s r a íc e s y , y a s in
f u e r z a s , n o r e s p o n d e a l m u r m u l l o d e la s a u r a s . ¿ D e q u é s ir v e
l a h o n r a , n i l a fie l c a s t i d a d , n i e l c u l t o t r i b u t a d o a l p o d e r d e
d e lo s d io s e s ? L o s l a z o s t e n e b r o s o s d e l a M u e r t e c e r c a r o n iís

p o r d o q u i e r a la c u i t a d a : s e e s t i r a n la s l a b o r e s s in p i e d a d d e
la s h e r m a n a s M y s ó l o q u e d a y a e l ú l t i m o c a b o d e l h ilo
c o n s u m id o . N i la tu r b a d e fá m u lo s n i el a fá n tr a b a jo s o d e
lo s m é d ic o s r e m e d i a r o n s u s m a le s ; y , s i n e m b a r g o , s u s a c o m ­
p a ñ a n te s , c o m p o n ie n d o s u r o s tr o e n d e r r e d o r , s im u la n e s p e ­
r a n z a , p e r o e l l a n o t a e l l l a n t o d e s u e s p o s o . É l, o r a i n v o c a e n i#>
v a n o la s a g u a s i n c o r r u p t a s d e l i n f e r n a l L e t e o , o r a ll o r a ,
a c o n g o j a d o , s o b r e t o d a s la s a r a s , y m a r c a c o n s u s h u e l la s la s
p u e r t a s d e lo s t e m p l o s y b a r r e c o n s u p e c h o s u s u m b r a l e s , o
b i e n r e c u r r e a l a d e i d a d p r o p i c i a d e n u e s t r o e x c e ls o C é s a r .
¡O h c u r s o d e s p ia d a d o d e l d e s tin o ! ¿ H a y a lg o q u e n o p u e d a
n u e s t r o C é s a r ? ¡ C u á n t o s a p l a z a m i e n t o s p u d i e r a n a ñ a d i r s e a 165

,T L as P arc as.
194 S IL V A S

la s v i d a s h u m a n a s , si t ú , p a d r e , o s t e n t a r a s l a p o t e s t a d o m ­
n í m o d a ! L a M u e r t e , r e c l u i d a e n e l a b i s m o c ie g o , g e m i r í a
p o r s i e m p r e , y la s P a r c a s , o c i o s a s , h a b r í a n r e le g a d o s u s l a ­
b o r e s . Y a t u e x p r e s i ó n s e b o r r a y d e n o t a n s u s o j o s e l ú l-
i7o t i m o d e s v ío ; s u s o í d o s s e c i e r r a n , s i n o e s , s o l a m e n t e , c u a n d o
r e c o n o c e la v o z d e s u e s p o s o : s ó l o a é l v e s u e s p í r i t u , q u e
r e t r o c e d e d e l a M u e r t e m i s m a ; a é l c iñ e f i r m e m e n t e c o n s u s
b r a z o s c a n s a d o s , m i e n t r a s v u e lv e h a c i a é l s u s m i r a d a s c o n s ­
ta n te s , y n o q u ie re s a c ia r su s p u p ila s c o n e l ú ltim o s o l, s in o
17 5 c o n e l e s p o s o q u e r id o . A sí c o n s u e la e n to n c e s , e n la m u e rte ,
a s u e s p o s o e n tr a ñ a b le : « T ú , p a r te d e m i a lm a q u e s e g u irá
v iv ie n d o , y a q u i e n a s í p u d i e r a d a r l o s a ñ o s q u e la in c le m e n te
A t r o p o “ m e r o b a : t e n e l l l a n t o , te r u e g o , y n o h i e r a s t u
p e c h o c o n g o lp e s c r u e l e s y n o m a r t i r i c e s l a s o m b r a f u g it iv a
180 d e t u e s p o s a . E s c i e r t o q u e a b a n d o n o n u e s t r o le c h o , m a s
r e s p e t a n d o e l o r d e n d e l a m u e r t e , p u e s q u e s o y la p r i m e r a e n
p a r t i r * : h e v i v i d o d í a s m á s d i c h o s o s q u e u n a l a r g a v e je z : te
h e v ist.o , y a h a c e t i e m p o , d e s l u m b r a n t e e n p l e n o f l o r e c e r , y
te h e v i s t o a c e r c a r t e m á s y m á s a la d i e s t r a s u p r e m a . N i e l
185 H a d o n i d e i d a d a l g u n a ti e n e y a p o d e r s o b r e ti: y o m e lle v o
c o n m i g o e s a v ic to r ia * 0. T ú s ig u e d e b u e n g r a d o e l c a m i n o
e m p re n d id o y a m a , in c a n s a b le , s u p re s e n c ia s a g r a d a , su
p o d e r o s o G e n io . A h o r a — e n c a r g o q u e t ú m is m o d e se a s
re c ib ir— o fre c e a l s a n tu a r io d e l C a p ito lio u n a im p e re c e d e ra

u L a m u e rte (cf. supra, \. II I, n. 128}


” L a e x p re s ió n e l orden d e la muerte n o parece h a c e r re fere n cia a la
e d a d d e P risc ila , q u e p ro b a b le m e n te n o h a b ía sid o m i s a v a n z a d a q u e la de
A b a sc a n to , s in o a la cre e n c ia d e q u e , según m a n ifie sta e) p o e ta a c o n tin u a ­
c ió n , g ra cias a su m a rid o h a o b te n id o la esp o sa u n a v id a m i s p le n a q u e !a
q u e c o rre s p o n d e ría a su e d a d cro n o ló g ic a. V e r T á c it o , Anales X V I 1),
d o n d e se re p ite este lu g a r co m ú n q u e co n siste en a n te p o n e r a la e d a d o tro s
valores.
45 P u e s to q u e fue e lla q u ie n le g ra n je ó el fa v o r d e D o m ician o .
L IB R O V 195

d á d i v a d e o r o e n q u e b r i l l e la e f ig ie d e C é s a r s a c r o s a n t o c o n
c ie n l i b r a s d e p e s o 41 y a t e s t i g ü e e l a m o r d e s u e s c la v a d e v o t a . 190
Y o , d e e s a s u e r t e , n o v e r é a la s F u r i a s n i e l T á r t a r o p r o f u n d o ,
y s e r é r e c i b i d a , a f o r t u n a d a , e n l a r e g i ó n e lis e a .» A s í d i j o ,
m u r i e n t e , y a b r a z ó e l c u e r p o d e s u c o m p a ñ e r o , y s in e n ­
tr i s t e c e r s e , h i z o p a sa r su a lm a e n a m o ra d a a lo s l a b i o s
d e s u e s p o s o y c o n l a m a n o a m a d a c e r r ó s u s p r o p i o s o jo s . 195
A p e s a r d e e l lo , e l j o v e n , c o n s u p e c h o e n c e n d i d o d e
p r o f u n d o d o l o r , y a c o l m a s u v i u d a m o r a d a c o n f ie r o la m e n to ,
y a a n s i a d e s n u d a r s u e s p a d a , y a s e d ir i g e a la s e s t a n c i a s a l t a s
y s u s a c o m p a ñ a n t e s a p e n a s le r e t i e n e n 42, y a s e i n c l i n a s o b r e 200
s u a m a d a p e r d i d a y j u n t a c o n e l la s u s la b io s , y a t i z a , c r u e l ,
e l d o l o r a d e n t r a d o e n s u p e c h o : t a l e l p o e t a o d ñ s i o 4’, s in
a l m a t r a s h a b e r v i s t o a s u e s p o s a 44, a b a n d o n ó s u p l e c t r o
j u n t o a l r í o E s t r i m ó n 4* y q u e d ó a n o n a d a d o , l l o r a n d o s in
p o e m a s l a d o l o r o s a p i r a . T u e s p o s o , c o n v a l o r , in c lu s o h a b r í a
r o t o e l c u r s o d e s u v i d a p a r a q u e n o b a j a r a s s in é l a l a s i m a 20$
d e l T á r t a r o , p e r o lo i m p i d e s u e s p í r i t u le a l a s u c a u d i l l o , a d ­
m i r a b l e a n t e la s ó r d e n e s s a g r a d a s , y e s e a m o r m á s e x c e ls o .
¿ Q u ié n p o d r í a n a r r a r c o n u n p o e m a d i g n o la s e x e q u i a s y
o f r e n d a s m o r t u o r i a s d e e s te c o r t e j o f ú n e b r e ? A llí, a p r e t a d a
e n l a r g a c o m i t i v a , f lu y e l a p r i m a v e r a t o d a d e A r a b i a y d e 210
C il ic i a , y la s f l o r e s s a b e a s , y l a c o s e c h a d e I n d i a p a r a e l

41 S c e t o n i o , Domiciano 13, atestig u a q u e e) e m p e ra d o r h a b la p ro h ib id o


q u e se le d e d ic a ra n e s ta tu a s , a m en o s q u e fu e ra n d e o ro o p la ta y q ue
a lc a n z a ra n u n p eso d e te rm in a d o .
41 E n s u in te n to d e q u ita rs e la vida.
4i O rfeo , d e n o m in a d o así p o r e l n o m b re d e lo s o d risio s, p u e b lo a se n ta d o
en la T ra c ia , ju n t o a l n a c im ie n to de) rio H e b ro {ver O v i d i o , M etamorfosis
V I 490).
** C u a n d o , a l reg reso d e lo s in fiern o s, n o p u d o d e ja r d e volverse p a ra
c o n te m p la r a E u rid ice , c a u sá n d o le la m u e rte p o r v ez seg u n d a y d efin itiv a.
45 C f. supra, 1.1, n. 20.
196 SILVAS

f u e g o 44, y , n e g a d o a lo s t e m p l o s , e l in c ie n s o ; y c o n é l lo s
p e r f u m e s p a l e s t i n o s y h e b r e o s y la s h e b r a s c o r i c i a s 47 y la s
y e m a s c i n i r e a s 4*; y e l l a d e s c a n s a s o b r e u n m u l l i d o le c h o d e
215 l a C h in a * * , a l a s o m b r a d e u n b a l d a q u i n o t i r i o 50. P e r o e n
t o d o e l c o r t e j o , e s e l m a r i d o s o l o q u i e n a t r a e la s m i r a d a s ;
h a c i a é l s e d i r i g e n lo s o j o s d e la R o m a e x c e l s a , c o m o s i
c o n d u j e r a a s u s t i e r n o s h ij o s a l a p i r a s u p r e m a : t a l d o l o r e n
220 s u r o s t r o , t a l n e g r u r a a t e s t i g u a n s u s c a b e l l o s y s u s o je r a s . A
e lla , l i b e r a d a t r a s u n f i n a l s e r e n o , l a t i e n e n p o r d i c h o s a ; p o r
e l m a rid o d e r r a m a b a n lá g rim a s .
H a y u n l u g a r , d e l a n t e d e l a U r b e , d o n d e n a c e l a in m e n s a
v í a A p i a y e n q u e C ib e le v i e r t e s u s s o l l o z o s e n e l í t a l o A l m ó n
y o l v i d a lo s a r r o y o s d e s u I d a 51. A llí t u e s p o s o e x i m io ,
225 c u b i e r t a s u a v e m e n t e d e p ú r p u r a s i d o n i a — p u e s n o p u d o
a r r o s t r a r e l h u m o d e la p i r a n i e l c r e p i t a r d e l f u e g o — , te
r e c o s t ó , P r i s c i l a , s o b r e u n le c h o e n t r a ñ a b l e . E l p a s o d e lo s
a ñ o s y a n o p o d r á d a ñ a r te n i la in ju ria d e l tie m p o c o n s e g u irá
y a h e r i r t e : t a l c u i d a d o h a t e n i d o d e t u c u e r p o y t a l lu jo

44 E sto es, (o d a suerte de plantas arom áticas d e origen exótico.


41 Las hebras del az afrán , q u e se producia en C ó rico , ciudad y m onte de
Cilicia. Ver M a r c i a l , III 65, 2.
** L a m irra. L a hija de C íniras, rey d e C hipre, fue m etam orfoseada en
árbol de m irra (ver O v i d i o , M etam orfosis X 489).
** Esto es, de seda.
w Es decir, purpúreo.
51 M onte de F rig ia, célebre, entre o tra s razones, p o r el culto de Cibele
(cf. supra, 1.1, n. 16). El A lraón es un riachuelo que desem boca en el T íber,
no lejos d e la P u e rta d e O stia. Allí se celebraba todos los años, el 27 de
m arzo, el baflo d e C ibele (la O ran M adre de los dioses), que en principio
fue un rito cam pesino, rogativa de lluvias, p ero que, en virtud del a n tro p o ­
m orfism o de los dioses, se convirtió en un rito lustra], p urificador de la
diosa, q u e, después de sus relaciones sexuales, sigue d erra m a n d o su llanto.
L IB R O V 197

re s p ira e l m á rm o l v e n e r a b le “ . P r o n to re n a c e rá s , m e ta m o r-
f o s e a d a e n d i v e r s a s e f ig ie s : e n e s te b r o n c e , C e r e s ; e n a q u é l ,
la b e l l a h i j a d e C n o s o s ” ; M a y a b a j o e s a c ú p u l a , y , e n e s te
m á rm o l, V e n u s p u d o r o s a . L a s d e id a d e s a d m ite n d e b u e n
g r a d o t u b e l l o r o s t r o ; te r o d e a n t u s f á m u l o s — l a m u l t i t u d d e
s i e m p r e — c o n s u s s e r v i c i o s ” : d e a c u e r d o c o n e l r i t o , s e 235
d is p o n e n lo s le c h o s y la s m e s a s p e r p e t u a s . E s a e s u n a m o r a d a ,
¡ u n a m o r a d a ) ¿ Q u ié n p o d r i a d e c i r q u e e s u n t r i s t e s e p u lc r o ?
A l n o ta r la p ie d a d d e tu e s p o s o , a l p u n to se d ir ía c o n
j u s t i c i a : « É s te e s , lo r e c o n o z c o , e l s e r v i d o r d e a q u e l q u e n o
h a m u c h o f u n d ó u n s a n t u a r i o a s u i n m o r t a l f a m i l i a y h a 240
p u e s t o e n o t r o c i e l o s u s l u m i n a r i a s Jí.» A s i t a m b i é n , c u a n d o
u n a l t o n a v i o z a r p a d e n u e v o d e la s c o s t a s d e F a r o s p a r a
o t r a t r a v e s í a , y y a h a t e n d i d o a b a b o r y e s t r i b o r in n u m e r a b le s
c a b l e s , y h a l e v a n t a d o la s v e r g a s a n c h u r o s a s d e s u m á s t il
v e l íf e r o y h a e m p r e n d i d o s u r u t a , s ig u e s u m i s m o r u m b o u n a
h u m i l d e c h a l u p a , q u e r e c l a m a u n a p a r t e d e l A u s t r o in m e n s o . 245
¿ P o r q u é m o t i v o a h o r a , e l m á s e x t r a o r d i n a r i o d e lo s jó v e n e s ,
a l i e n t a s e n t u p e c h o e l l l a n t o i n m o d e r a d o e i m p id e s q u e se
a le je t u l o n g e v o d o l o r ? ¿ E s q u e te m e s , q u i z á , q u e a t e r r e n a
P r i s c i l a l o s l a d r i d o s d e C è r b e r o ? É l e n m u d e c e a n t e la s s o m ­
b r a s p ía s . ¿ O te m e s q u e e l b a r q u e r o s e r e t r a s e y l a a ie je d e l 2S0

5> A b a s c a n to h izo e m b a lsa m a r el c u e rp o d e P risc ila y d e p o s ita rlo en un


sa rc ó fa g o d e m á rm o l.
n A ria d n a , h ija d el re y de C re ta M in o s y d e su e s p o s a P aslfae.
54 E n la tra d u c c ió n se h a s u p rim id o u n a c o n ju n c ió n c o p u la tiv a , in te r­
p re ta n d o q u e e s ta m o s a n te u n a h en d lad is. E n c u a n to a los fá m u lo s, se
tr a ta , sin d u d a , d e lo s aeddui, a n tig u o s esclav o s d e P riscila, q u e , d esp u é s d e
m u e rta , e s ta b a n e n c a rg a d o s d e m a n te n e r su c u lto fu n e ra rio . V er C 1L VI
8589 y 8599, te x to s epigráficos q ue p ro b a b le m en te se d e b e n a esto s s e rv id o r«
d e P riscila, c u y o m o n u m e n to fu n e ra rio se h a lla b a en la V ía A pia.
C f. supra, I. IV , n n . 31 y 41; la tu m b a de P risc ila se asem eja, en to n o
m e n o r, al m a u s o le o im p e ria l, o b r a d e D o m ic ia n o ,
198 S IL V A S

a g u a ? É l ll e v a s i n d e m o r a a q u i e n e s lo m e r e c e n , y r e c i b e a
s u s m a n e s , c o m p l a c i e n t e , e n s u b a r c a p r o p i c i a . Y si ll e g a u n a
s o m b r a v e n e r a d a p o r u n m a rid o p ío , P r o s é r p in a c o n v o c a
la s g o z o s a s a n t o r c h a s y l l a m a a la s a n t i g u a s h e r o í n a s p a r a
2S5 q u e s a lg a n d e s u s s a c r o s a n t r o s y d i s i p e n la s f ú n e b r e s ti n i e b l a s
c o n s u l u m b r e p u r p ú r e a , y t i e n d a n a n t e s u a l m a la s g u i r n a l d a s
y f lo r e s d e ) E lís e o . A s í lle g ó P r i s c i l a a l m u n d o d e lo s M a n e s ;
a llí, c o n s u d i e s t r a t e n d i d a e n a c t i t u d d e s ú p l i c a , r u e g a p o r
t i a lo s H a d o s e i n v o c a e n f a v o r t u y o a q u i e n e s r ig e n e l A v e r n o
fu n e s to , p id ie n d o q u e , c o lm a d a la m e d id a d e la e x is te n c ia h u -
260 m a n a , a n c i a n o y a , a b a n d o n e s a l s e ñ o r , s i e m p r e j o v e n , q u e
p a c i f ic a e l m u n d o . L a s P a r c a s , in f a l ib l e s , j u r a n c u m p l i r s u s
v o to s .

ELOGIO DE CR1SPINO, HIJO DE VEC10 BOLANO

M i q u e r i d o C r i s p i n o m a r c h a a t i e r r a s t i r r e n a s , a lo s
b o s q u e s d e T a g e s * ; n o e s u n a a u s e n c ia la rg a n i u n a (ie rra
a p a r ta d a , y m i p e c h o se ro m p e p o r u n a d e n te lla d a p ro f u n d a ,
y m is o j o s , b a ñ a d o s , d e r r a m a n g r u e s a s l á g r i m a s , c o m o si
p e r s i g u i e r a c o n l a v i s t a la s v e la s d e u n a m i g o q u e m a r c h a r a
5 s o b r e la s b r a v a s a g u a s d e l E g e o , y v i e r a , y a c a n s a d o , s u
e s q u if e d e s d e la s a l t a s r o c a s y l a m e n t a r a q u e m is o j o s se
s i n t i e r a n v e n c i d o s p o r e l e s p a c i o im e n s o .

* E sto es, a E lru ria .T a g e s (a q u ie n m e jo r d e b ié ra m o s lla m a r T ig e te ) es


u n p e rso n a je m ito ló g ico , d esc en d ien te d e J ú p ite r , q u e en se ñ ó a lo s e tm sc o s
la s a rte s a d iv in a to ria s, esp e cialm en te la s re la c io n a d a s c o n la auspidna y la
harusplcina.
L IB R O V 199

i A y ! S i y a t e l l a m a r a n , í n c l i t o j o v e n , lo s g l o r i o s o s p r i n ­
c ip io s d e a c c e s o a la m ilic ia y lo s c a r o s a u s p ic io s d e la v id a
c a s t r e n s e , ¡ c o n q u ¿ a b u n d a n t e l l a n t o r e b o s a r í a m i g o z o y 10
q u é a b r a z o s t e d i e r a l ¿ E s q u e t a m b i é n lo s t r a n c e s l u c t u o s o s
d e b e n s e r d e s e a d o s p o r lo s s e r e s q u e r i d o s , a h o r a , c u a n d o t u
v i d a h a s u r c a d o t a n s ó l o d o s v e c e s o c h o ó r b i t a s J\ a u n q u e
tu a lm a s e a m á s r o b u s ta q u e e so s e sc a so s a ñ o s, y ta l e d a d
s u c u m b a a n t e t u t e m p l e s in c o n s t r e ñ i r t u e s p í r i t u ? P e r o n o
e s d e e x t r a ñ a r : u n a l a r g a a s c e n d e n c i a s i n h o n o r e s n o t e h a i$
e n g e n d r a d o d e r a í z p le b e y a , a u n q u e s e a s o s c u r o p o r t u
e s tir p e y c a re z c a s d e lu s tre v e n e ra b le ; n o e re s u n b r o te d e
f a m i l i a e c u e s t r e , m a s t a m p o c o h a s l l a m a d o a la m o r a d a
a u g u s t a — s a n t u a r i o d e l s e n a d o l a t i n o — c o m o u n a d v e n e d iz o
q u e e s tr e n a r a la tr á b e a c o n u n a h u m ild e f r a n ja el tro p e l d e
lo s t u y o s t e h a b i a p r e c e d i d o . T a l s e e s p e r a e n la s a m p l i a s 20
y u g a d a s 59 d e l C ir c o d e R ó m u l o a u n c a b a l l o d e h e r m o s a
p r e s e n c i a , n o t a b l e p o r lo s t í t u l o s d e s u s a n t e p a s a d o s , d e

» C f. supra, 1 . 111, n. 136.


** E sto es, la c a p a o to g a o rn a d a c o n u n a fra n ja d e p ú rp u ra estre ch a,
p ro p ia d e tos c a b a lle ro s. N o e ra d e ra n c io a b o le n g o , p e ro y a su p a d re ,
V ecio B o lan o , fu e c ó n s u l e le c to , p ro b a b le m e n te e n el aflo 66. H a b ía sid o
leg ad o en u n a leg ión b a jo el m a n d o d e C o rb u ló n , q u ie n , en el afio 6 2 , le
e n v ió , c o n L u cio V e ru la n o S e v e ro , en a y u d a d e T ig ra n e s, re y d e A rm e n ia ,
q u e h a b la sid o e x p u ls a d o d e su re in o p o r V ologeso, rey d e lo s p a r to s (v er
legatus A u g u sti en B re ta ñ a (v er
T á c i t o , A n a le s X V 3). E n 6 9 - 7 0 fue
T á c ito , Historias I I 65 y 97; Vida de Agrícola 8 y 16) y g o b e r n a d o r d e A sia
e n tiem p o s d e V esp asian o . M u rió , p ro b a b le m e n te , e l a ñ o 92. N o se sab e si
so b re v iv ió a su e sp o sa , q u e fue c o n d e n a d a a m u e rte p o r el in te n to d e
ase sin a r a su h ijo C risp in o , a q u ie n só lo c o n o c e m o s p o r este p o e m a d e
E sta c io . S u o tr o h ijo , gem elo d e C ris p in o . lla m a d o M a rc o V ecio B o la n o ,
fu e c ó n s u l en el a ñ o 111.
” L a y u g a d a (e x te n sió n d e c a m p o q u e p o d ía a r a r u n y u g o d e bueyes en
u n d (a d e la b o r) e q u iv a lía casi a 30.000 m e tro s c u a d ra d o s . L a e x p re sió n
s ó lo sig n ifica la v a ste d a d d e l C irc o d e R ó m u lo .
200 SILVAS

c u y a d ila ta d a a s c e n d e n c ia s ó lo c u e n ta su c u a d r a f e c u n d a
23 c o n a b u e l o s g lo r i o s o s : e s a é l a) q u e t o d o s lo s a p l a u s o s e s t i ­
m u l a n ; e l p r o p i o p o lv o y la s r e d o n d a s m e t a s 60 s e r e g o c i ja n
c u a n d o lo r e c o n o c e n p o r s u v u e lo . A s í, j o v e n i l u s t r e , h a
s e n t i d o la C u r i a q u e p a r a e l la n a c i s t e , y t u s p r i m e r o s p a s o s
e s t u v i e r o n m a r c a d o s p o r l a l u n a p a t r i c i a 61. L u e g o , s e g ú n
c o s t u m b r e , t u s h o m b r o s c o n o c i e r o n lo s p lie g u e s t i r i o s y la
30 t ú n i c a p r o p i a d e lo s g r a n d e s 62. P e r o e n v e r d a d , t u p a d r e te
o f r e c í a a l t o s e j e m p l o s p a r a a l c a n z a r t u s t í t u l o s . P o r q u e é l,
e n s u p r i m e r a j u v e n t u d , y a a t a c ó , b e l ic o s o , a l A r a x e s a r m a d o
d e a l j a b a s y a l a A r m e n i a , i n s u m i s a f r e n t e a l c r u e l N e r ó n 6*.
3) C o r b u l ó n o s te n ta b a el m a n d o s u p re m o d e M a r t e in c le ­
m e n t e M, p e r o a q u e l g r a n j e f e a d m i r ó s i n r e s e r v a a B o la n o e n
a c c io n e s e g r e g i a s c o m o c o m p a ñ e r o e n la g u e r r a y c o m o
c a m a r a d a e n la s f a t i g a s , y s o l í a c o n f i a r l e la s m is io n e s m á s
d u r a s y h a c e r le p a r t í c i p e d e s u s i n q u i e t u d e s : c u á l e r a e l m o ­
m e n to o p o r t u n o p a r a u n a e m b o s c a d a , q u é o c a s io n e s p r o p ic ia s
a l c o m b a te a b ie rto , q u é p ro m e s a d e l fe ro z a rm e n io e r a so s-
40 p e c h o s a o q u é d e s b a n d a d a e r a v e r d a d e r a 65. E r a B o la n o
q u ie n re c o n o c ía u n c a m in o in s e g u ro , B o la n o q u ie n b u s c a b a

M C onos o pirám ides que los caballos o los c a rro s debian ro d ear en los
extrem os del circo.
61 El calzado de los p atricios estaba provisto de un broche de m arfil en
form a de m edia luna, que fue en principio insignia de los senadores patricios,
aunque acabó generalizándose al hacerse tam bi¿n extensiva a los de origen
plebeyo.
w L a to g a p retex ta (con la b an d a de p ú rp u ra , es decir, tiñ a ) y la tú n ica
laticlavia (co n la franja de p ú rp u ra ancha) era n distintivos patricios que,
según se desprende de este texto, se asum ian después de haber ostentado la
m edia luna.
ü Cf. supra, 1.1, nn, 190 y 191.
M E sto es, de aquella g u erra despiadada.
« Cf. supra, 1 .1, n. 190.
L IB R O V 201

u n a a lt u r a a d e c u a d a p a r a u n c a m p a m e n t o fia b le y q u ie n
m e n s u r a b a e l t e r r e n o , e l q u e a b r í a la s t r a b a s h o s til e s d e la s
t o r r e n t e r a s y d e lo s b o s c a je s , q u ie n c u m p l í a lo s a l to s d e s ig n io s
d e s u p r e s ti g io s o c a u d i llo y e l ú n ic o q u e s a ti s f a c ía s u s e g r e g ia s
ó r d e n e s . L a m i s m a t i e r r a b á r b a r a c o n o c í a y a a a q u e l h o m b r e : 45
s u c im e ra , la s e g u n d a e n el c o m b a te , y s u c a sc o , el m á s
c e r c a n o a l g e n e r a ) . A s í lo s f r ig i o s , e s p a n t a d o s , a u n q u e v ie r a n
la s a r m a s d e N e m e a y e m p u j a r a s u s lí n e a s e l a r c o d e C l e o n e ,
s i A lc id e s c o m b a t í a , t a m b i é n d e T e l a m ó n s e n t í a n m i e d o 4*.
A p ré n d e lo , m a n c e b o , y a q u e n o h a s d e b u s c a r el h o n ro s o jo

d e s e o d e l v a lo r e n u n m a e s tro e x tr a ñ o , y d e b e d a r te á n im o
l a g l o r i a f a m i l i a r : a o t r o s s e o s t e n t e e l e j e m p l o d e D e c io s y
C a m i l o s d e v u e l t a d e l e x i l i o 67; t ú c o n o c e a t u p a d r e : s a b e
c o n q u é g r a n d e z a , p o r t r a n s m i t i r la s ó r d e n e s , lle g ó h a s t a
T u l e , q u e r e c h a z a la s o l a s d e O c c i d e n t e , d o n d e s ie m p r e
H i p e r i ó n d e s f a l l e c e 61, y c o n q u é g r a n d e z a g o b e r n ó la s m il ss
c i u d a d e s d e l A s i a p o d e r o s a d u r a n t e e l a ñ o q u e le a s i g n ó l a
i
s u e r t e , m i t i g a n d o l a t o g a s u a u t o r i d a d s u p r e m a 64. B e b e ta le s

* A cerca d e 1« g esta de H ércules en F rig ia, fre n te a L a o m e d o n te , cf.


supra. I. IV , n. 137.1 j a a rm a s d e N em ea y el arco de C k o n c hacen referencia
in d is tin ta a l e m p u je d e A k id e s (cf. supra, 1. IV , n. 79). E n c u a n to a la g lo ­
ría d e T e la m ó n , q u e se c u n d a a H ércules, ver O v id io , M etam orfosis X I 216.
*7 T a n to la fa m ilia d e lo s D ecio s c o m o la d e lo s C a m ilo s d ie ro n héroes
g lo rio so s a la h is to ria d e R o m a ; en la p rim e ra , d e s ta c a n los tre s lla m a d o s
P u b lio D e d o M u s (p a d re , h ijo y n ie to ), q u e se sac rific a ro n v o lu n ta ria m e n te
p o r su p a tria ; e n la seg u n d a , es esp ecialm en te h ero ic o M a rc o F u rio C a m ilo ,
q u e d e sp u é s d e u n a v id a e je m p la r a l serv icio d e R o m a , se e x p a trió a
c o n se cu en c ia d e las en v id ias q u e se c o n c ita ro n c o n tra él, y reg resó p a ra
s a lv a r su p a tr ia fre n te a lo s in v aso res g alo s; a d e m á s d e o b te n e r los títu lo s
d e Segundo fu n d a d o r de R om a y Padre de la Patria, se le erig ió en el F o ro
u n a e s ta tu a e c u e stre , d is tin c ió n d e s u sa d a h a s ta en to n ce s.
** C f. supra. 1. II, n, 161; I. III, n. 188. A q u í el n o m b re d e T u le d esig n a
a B retañ a .
* D u ra n te su g o b ie rn o d e A sia (cf. supra, n. 58), p re firió e je rc e r c o m o
m a g is tra d o p acifico q u e c o m o a u to rid a d m ilita r. C f. supra. I. I, n. 183.
202 S IL V A S

l e c c io n e s c o n e l o í d o a t e n t o : q u e t u s a l l e g a d o s r i v a l i c e n e n
f a c ilitá r te la s y t e la s r e p i t a n lo s v ie jo s c o m p a ñ e r o s d e t u p a d r e .
60 Y y a te d is p o n e s a e m p r e n d e r e l c a m i n o e n o t r a d ir e c c ió n ,
p r e s to a m a r c h a r c o n p a s o p r e s u r o s o A ú n n o h a n a p u n ta d o
e n t u s m e jil la s la s * s e ñ a s d e u n a r e c i a j u v e n t u d , y e l c u r s o d e
t u v i d a s i g u e i n t a c t o ; y a n o ti e n e s c o n t i g o a t u p r o g e n i t o r ,
q u e h a m u e rto a r r e b a ta d o p o r u n c ru e l d e s tin o , d e ja n d o a
65 s u s d o s h ij o s s in s u g u í a ; n i s i q u i e r a h a d e p u e s t o d e t u s
jó v e n e s m i e m b r o s l a p ú r p u r a p u e r il p a r a c u b r i r t u s h o m b r o s
c o n la a l b a v e s t i d u r a ?l. ¿ A q u ié n n o h a a r r e b a t a d o l a j u v e n t u d
i n d ó m i t a c o n l a d e s e n f r e n a d a l i b e r t a d d e la t o g a e s t r e n a d a ?
T a l u n a p l a n t a , a ú n d e s c o n o c e d o r a d e l a p o d a , a l z a su
c a b e lle ra y d e r r a m a s u f r u to tr a s m u d á n d o lo e n s o m b ra s .
to P e r o e n t u t i e r n o p e c h o e l a m o r d e la s P i é r i d e s r e s id e , y la
m o d e r a c i ó n , y e l t a l a n t e q u e s a b e i m p o n e r s e s u s le y e s ; y u n a
h o n r a d e z r i s u e ñ a , y u n a f r e n te s e r e n a , y u n e s p l e n d o r q u e
g u a r d a l o s l í m it e s d e l l u j o , y u n a p i e d a d q u e a t o d o s a l c a n z a
75 s in m e d i d a . L a s u e r t e d e t u c a s a t e h a e n s e ñ a d o a d a r la
p r e f e r e n c i a a t u h e r m a n o g e m e lo , a a d m i r a r a t u p a d r e y a
p e r d o n a r a t u c u l p a b le m a d r e u . ¿ F u e c a p a z d e a p r e s t a r t e c o n
s u m a n o la c o p a a b o m in a b le c o n el ju g o m o r ta l a ti, q u e c o n
t u v o z p o d r í a s d e s v i a r la m o r d e d u r a d e la s s e r p i e n t e s y

w P ro b a b le m e n te n o se t r a t a ya d e la m a rc h a a E tru ria (a tierra s


tirre n a s), sin o d e su in c o rp o ra c ió n a su fu tu r o d e stin o c o m o irlbunus
m ilitum .
” P u e s to q u e C iis p in o c o n ta b a dieciseis a ñ o s en 95 ó 9 6 , asu m ió la to g a
viril n o a n te s d el 93 ó 9 4 , e s to es, d esp u é s d e la m u e rte d e V ecio B o lan o .
73 S u h e rm a n o gem elo, M a rc o V ecio B o lan o (cí. supra. n. 58), fue
có n su l en el a ñ o 111. Él, C risp in o , h ab ía esta d o a p u n to de m o rir envenenado
p o r su m a d re , p e ro la p e rd o n ó . D e a c u e rd o c o n la Ley C o rn e lia , estos
su ceso s e ra n in v estig ad o s p o r el trib u n a l q u e e n te n d ía e n los ju ic io s a
sicario s y e n v e n e n a d o re s, q u e , si re s u lta b a n co n v ic to s, su fría n la pena
c a p ita l (v e r P s .- Q u i n t i u a n o , Declamaciones, y S é n e c a , Controversias).
L IB R O V 203

a p l a c a r c o n t u r o s t r o a t o d a s la s m a d r a s t r a s ? S e r i a g r a t o &o
to r t u r a r su s m a n e s y a r r e b a ta r la p a z a su s e p u lc ro c o n j u s t a
im p re c a c ió n , p e ro a ti, jo v e n ó p t i m o , t e v e o a p l a c a r la
j u s t i c i a , d i s p u e s t o a d i r i g i r m e e s t a s p a l a b r a s : « P e r d o n a , t e lo
r u e g o , a la s c e n iz a s : e s c o s a d e l d e s t i n o y d e l a c ó l e r a d e la s
d a ñ o s a s P a r c a s , y e s l a c u l p a d e u n d i o s — s e a c u a l s e a — q u e ss
c o n a s a z t a r d a n z a v e lo s p e c h o s h u m a n o s y n o d e t i e n e e n e l
p r i m e r i n s t a n t e lo s m a l v a d o s i n t e n t o s n i a la s a l m a s q u e
a b r ig a n p e n s a m i e n to s in f a m e s . Q u e c a i g a d e l r e c u e r d o a q u e lla
f e c h a y lo s s ig lo s f u t u r o s n o l o c r e a n . N o s o t r o s , a l m e n o s ,
g u a r d e m o s s ile n c io y d e j e m o s q u e la s c u l p a s d e n u e s t r a
p r o p i a s a n g r e s e o c u l t e n , s e p u l t a d a s b a j o e s p e s a s ti n i e b l a s .
Y a h a a p l i c a d o e l c a s t i g o e l q u e t i e n e a s u c a r g o t a g u í a d e 90
s u s s ú b d i t o s , lo s h o m b r e s ; a q u e l p o r c u y o i m p u l s o h a v u e l t o
la P i e d a d y h a m i r a d o d e n u e v o l a t i e r r a ; a q u e l a n t e q u ie n
t i e m b l a t o d o c r i m e n n . B a s t a n t e e s e l c a s ti g o y , p a r a n o s o t r o s ,
d ig n o d e lla n to . ¡Q u e n o p o d a m o s — o ja lá a sí f u e r a — a p la c a r
a la s c r u e le s E u m é n id e s y a h u y e n t a r a C é r b e r o d e t u m e d r o s a
s o m b r a y d a r p r e s t o a t u s m a n e s e l r i o d e l o lv i d o ! » B r a v o , 95
m a n c e b o , p e ro es m á s g ra v e el c rim e n d e tu m a d re , y a q u e
t e h a s i d o d a d a n o s o l a m e n t e l a p i e d a d f ilia l, s i n o t a m b i é n e l
m é rito m á s a lto . P o c o h a , c u a n d o u n c o m p a ñ e r o tu y o p a li­
d e c í a b a j o u n a f a l s a a c u s a c i ó n i n f a m a n t e , y la le y J u l i a 74 100
p o n í a a l F o r o e n p ie y s e a l z a b a , r e s u e l t a , e n t r e t a n t o s

” L a r e s titu c ió n d e la P ie d a d e s o b r a d e O o m ic ia n o , q u e n o s ó lo h a
tr a íd o a la ( ie r r a u n a n u e v a e d a d d e o r o , s in o q u e h a h e c h o b r illa r la ju s tic ia
a l c o n d e n a r a la m a d r e d e C m p i n o en v irtu d d e s u p o te s ta d c e n s o ría , q u e
le o b l i g a a v e l a r p o r la s b u e n a s c o s t u m b r e s .
74 D o m ic ia n o , e n su p a p e l d e g u a r d iá n d e la m o ra ], h a b la d e s e m p o lv a d o
l a le y E ^ c a n t i n i a , q u e c o n d e n a b a e l e s t u p r o , y l a le y J u l i a , q u e c a s t i g a b a el
a d u lte rio y el c o n c u b in a to (v e r D io n C a s io , L X V 1 1 1 2 , I ; J u v e n a i , I I 3 0 ;
M a r c ia l , V 7 5 : V I 2 , e tc .) .
204 S ll.V A S

j u e c e s n y e n a r b o l a b a e l r a y o d e l p u d o r , t ú , a u n q u e n u n c a te
h a b í a s e n f r e n t a d o a l F o r o y a s u s s e v e r a s le y e s , s i n o q u e
h a b í a s v iv i d o r e t i r a d o e n l a s o m b r a c a l l a d a d e t u s e s t u d i o s ,
ios t e a t r e v i s t e a a l e j a r lo s t e m o r e s d e t u p á v i d o a m i g o y , a ú n
i n e r m e y b i s o ñ o , a r e c h a z a r lo s d a r d o s e n e m ig o s . N u n c a
v ie ro n n i R ó m u lo n i n u e s tr o a n te p a s a d o d á r d a n o ” a u n
jo v e n d e e so s a ñ o s c o m b a tie n d o e n p le n o F o r o , e n m e d io de
la t u r b a to g a d a . L o s s e n a d o r e s se a s o m b r a r o n a n te ta n a lta
e m p r e s a y a n t e t u e m p e ñ o , y y a e l p r o p i o a c u s a d o n o te m ía ,
n o E s p a r e j o e l v i g o r d e t u c u e r p o , y t u s f u e r z a s , d i s p u e s t a s a la s
a lta s e m p re s a s , ig u a la n tu c o ra je y s e c u n d a n su s p ró c e re s
e m p e ñ o s . Y o te h e v is to h a c e p o c o e n la o r illa d e l T íb e r,
d o n d e h i e r v e n la s o l a s d e l T i r r e n o s o b r e l o s b a j o s f o n d o s d e
L a u r e n í o 77, a g a l o p e t e n d i d o , i n c i t a n d o c o n t u s ( a lo n e s
li s d e s n u d o s lo s ij a r e s d e u n f i e r o c a b a l l o , c o n l a a m e n a z a e n tu
r o s tr o y e n tu b ra z o . S i p u e d e s c r e e r e n m is p a la b r a s , q u e d é
a s o m b r a d o y c re í v e r a M a rte : a sí d e h e r m o s o , s o b r e u n
c a b a llo g e tu lo y b la n d ie n d o tr o y a n a s ja b a lin a s , ib a A s c a n io
a l a c a z a e n ( i e r r a s d e s u m a d r a s t r a , y a s í i n f l a m a b a a la
120 in f e liz E l is a e n a m o r p o r s u p a d r e ; n o d e o t r o m o d o , c o n
li g e r o q u i e b r o , e s q u i v a b a T r o i l o a l o s c a b a l l o s a m e n a z a d o -

n L o s c a s o s d e a d u lte rio se su s ta n c ia b a n a n te lo s c c n tú m v iro s.


M L as e s ta tu a s d e R ó m u lo y de) a n te p a s a d o d á r d a n o (E n e as) se a lz a b a n
so b re el F o ro , a l p a re c e r n o m u y d is ta n te s e n tre si (v e r S e r v i o , en su
c o m e n ta rio so b re la Eneida V III 641).
n El p o e ta n o h a v isto a C ris p in o en e l e s tu a rio d e la d e s e m b o c a d u ra
d e) T ib e r, s in o e n el C a m p o d e M a rte , a o rilla s d e l T íb c r, p ra c tic a n d o la
e q u ita c ió n . S e tr a ta d e u n a d o b le re m in isce n cia v irg ilian a: c o m p a ra la
b e lk z a d e C risp in o c o n la d e J u lo o A sca n io , el hijo de E n eas y C reú sa,
c u a n d o v a a la c a z a en tie rra s d el rey L a tin o y d e su h ija L a v in ia (Eneida
V IH 4 93 y ss.), y c o n la d e C u p id o s u p la n ta n d o a A sc a n io p a ra e n a m o ra r
a D id o o E lisa (Eneida I 657 y ss.).
L IB R O V 205

r e s 71, o a q u e l a q u i e n c o n o j o s n o e n e m i g o s c o n t e m p l a b a n
d e s d e s u s a l t a s t o r r e s la s m a d r e s t i r i a s c u a n d o d o b l a b a n l a s '
a r c a d i a s m e t a s 79 s o b r e e l p o l v o t e b a n o .
V a m o s , p u e s : y a q u e l a in d u l g e n c ia d e l c a u d i l l o te e m p u j a
a a l t a s e m p r e s a s y t u f e liz h e r m a n o o f r e c e a t u e s p e r a n z a 125
u n a s e n d a s e g u r a , l e v a n t a e l c o r a z ó n y a c a r i c i a lo s v a l i e n ­
te s p r o p ó s i t o s d e l a v i d a c a s t r e n s e . T e e n s e ñ a r á n la s a r t e s
m i l i t a r e s M a r t e y l a v ir g e n á t ic a * 0; C á s t o r , a d o m i n a r a lo s
c a b a l l o s 11; Q u i r i n o , a b l a n d i r la s a r m a s e n t o r n o a t u s h o m -
b r o s , 61 q u e te h a e n c o m e n d a d o q u e b a t a s j u n t o a t u c u e l lo i-o
t a n j u v e n i l lo s e s c u d o s n a c i d o s d e la s n u b e s y la s a r m a s
v ír g e n e s d e m a t a n z a s ” .
¿A q u é tie r r a s , a q u é o rb e d e C é s a r m a rc h a rá s ? ¿ S u rc a ­
r á s lo s r ío s á r t i c o s y la s c o r r i e n t e s s u m is a s d e l R i n , o s u d a r á s
e n lo s t ó r r i d o s c a m p o s d e L ib ia ? ¿ G o l p e a r á s lo s m o n t e s d e
P a n o n i a y a lo s s á r m a t a s q u e c a m b i a n s u m o r a d a ? ¿ T e 135

71 T ro ilo , h ijo d e P ria m o (cf. supra, 1. II» n. 133), e r a d ie s tro en )a d o m a


d e lo s c a b a llo s d e c o m b a te (cf. H o m e ro , Ufada X X IV 257).
” C f. supra, n. 60. Se refiere a P a rtc n o p e o , el b ello re y d e A rc a d ia (cf.
supra. I. II, n. 136), a q u ie n , a u n q u e e ra u n o d e lo s siete c a u d illo s q ue
s itia b a n T e b a s e n a p o y o d e P o lin ice s, las m a d re s te b a n a s — lla m a d a s a q u í
liria s — v eían c o n b u e n o s o jo s c o m o posible yerno.
* M in erv a.
" C f. supra, 1. IV , n. 155.
u C rís p in o e r a s a c e rd o te salió . L os d o s co leg io s d e salio s — in s titu id o s
a m b o s p o r N u m a P o m p ilio , o b ien el p rim e ro p o r N u m a y el s e g u n d o p o r
T u lo H o s tilio — e jercían e l c u lto de M a rte so b re el P a la tin o y el Q u irin a l
re sp ectiv am en te. A l id e n tific a rse Q u irin o c o n M a rte , c o m o d io s d e la
g u e rra , los salio s se c o n v irtie ro n e n s a c e rd o te s d e M a rte , a u n q u e n o se
h a b ía p e rd id o to ta lm e n te la d iferen ciac ió n e n tre a m b a s d iv in id a d e s (ver
T i r o L iv to , V 52, 7). L o s sa lio s d a n z a b a n — d e a h í su n o m b re : s a lta b a n —
g o lp e a n d o c o n u n b a s tó n en fo rm a d e d a rd o , n o u s a d o en e) c o m b a te , so b re
e) e sc u d o , q u e , seg ú n la tra d ic ió n , fue en p rin c ip io u n o so lo , c a íd o d e l cielo,
d el q u e N u m a m a n d ó h a c e r once c o p ia s (v er O v id io , Fastos III 259).
206 S IL V A S

t e n d r á e l H i s t r o c o n s u s s ie t e b o c a s w y P e u c e 84, e n v u e l t a p o r
s u u m b r í o a m a n t e ? ¿ I r á s a la s c e n i z a s d e J e r u s a l é n y h a s t a
lo s p a lm e ra le s c a u tiv o s d e Id u m ea * * , q u e y a n o p la n ta su s
v e r g e le s f é r ti le s p a r a s í m i s m a ? M a s si t e a c o g e u n a t i e r r a
re g id a p o r tu ilu s tr e p a d r e , ¡c ó m o s e g o z a r á e l a g re s te A ra -
xes**! ¡ Q u é o r g u l l o e x a l t a r á lo s c a m p o s c a l e d o n i o s c u a n d o
u n í n c o l a a ñ o s o d e a q u e l l a t i e r r a i n d ó m i t a t e d i g a : « a q u í tu
p a d r e s o l í a h a c e r j u s t i c i a ; d e s d e e s te p r a d o a r e n g a b a a s u s
e s c u a d r o n e s ; a q u e l l a s a t a l a y a s y a q u e l l a s t o r r e s — ¿ la s v es
a l lá ? — é l la s a l z ó y r o d e ó e s a s d e f e n s a s c o n u n f o s o ; e s ta s
o f r e n d a s , e s t o s t r o f e o s , f u e é l q u i e n lo s c o n s a g r ó a lo s d io s e s
d e l a g u e r r a : a ú n p u e d e s v e r la s d e d i c a t o r i a s ; e s t a c o r a z a la
c i ñ ó é l c u a n d o e l c o m b a t e le l l a m a b a ; é s t a s e l a a r r e b a t ó a u n
r e y b r i t a n o 17»! A s í h a b l a b a F é n i x a c e r c a d e A q u ile s , a
P i r r o w, q u e n o le h a b í a c o n o c i d o , c u a n d o s e d i s p o n í a a e m ­
p r e n d e r u n a g u e r r a v i c t o r i o s a c o n t r a lo s t e u c r o s * .
F e liz t ú , O p t a l o ” , q u e , c o n f i a d o e n t u v e r d e j u v e n t u d ,
v a s a a r r o s t r a r t o d a s la s j o r n a d a s y a a b o r d a r la e m p a l i z a d a ,

« C f. supra, I. IV , n. 87.
M N o m b re d e u n a isla, s itu a d a en u n a d e la s b o ca s d el D a n u b io , y d e la
n in fa q u e h a b ita b a e n e lla , a m a d a p o r el rio» a l q u e d a s o m b ra la isla con
su v eg etació n .
15 C f. supra. \. 1, n . 245.
*♦ C f. supra. 1. I, n. 191.
S eg ú n T á c ito , Ja g estió n de B o la n o en B re ta ñ a se caracterizó más por
el ex ceso d e b la n d u ra q u e p o r la e n e rg ía y la e fic a c ia (v e r Vida de Agrícola
8 y 16).
« C f. supra. I. I I I , n. 88.
H P ir r o o N e o p tó le ra o , h ijo d e A q u iles. V e r V i r o i l i o , Eneida II 469.
4 9 1 .5 0 0 , 5 26 y ss.
w L o s tro y a n o s , asi lla m a d o s p o r el n o m b re del p rim e r rey d e I»
T ró a d e.
41 P e rso n a je d e s c o n o c id o , am ig o d e C risp in o .
L IB R O V 207

t a m b i é n t ú , q u i z á — a s í t e p r o t e j a la d i v i n i d a d d e n u e s t r o
p rín c ip e — c o n la e s p a d a a l c o s ta d o y c o m o c a m a r a d a in f a ti­
g a b l e d e t u a m i g o d e l a l m a , c o m o lo f u e e l f ie l P í l a d e s ” , o iss
c o m o e l h ijo d e M e n e c i o ” d u r a n t e l a g u e r r a d e T r o y a . P o r q u e
ta l es v u e s tra c o n c o rd ia , ta l v u e s tro a m o r, y yo ru e g o q u e
d u r e s ie m p r e . A m í y a s e m e e s c a p a l a e d a d v i g o r o s a ; d e s d e
a q u í s o s t e n d r é c o n m is v o t o s y r u e g o s t u e s f u e r z o — ¡ a y d e
m í ! — , p e r o si a c a s o p r o f i e r o m is q u e j a s c o m o d e c o s t u m b r e
y e l s e n a d o d e R ó m u l o a c u d e a e s c u c h a r m is p o e m a s , m e i60
f a l t a r á s t ú , C r i s p i n o , y m i A q u i l e s * r e c o r r e r á c o n la v is ta
t o d a s la s g r a d a s s in e n c o n t r a r t e . P e r o s e r á s m á s g r a n d e a t u
r e g r e s o — y la s p r e d i c c i o n e s d e lo s p o e t a s n o s o n v a n a s —
y a q u e l q u e t e a b r e a h o r a la s á g u i l a s c a s t r e n s e s *5 t a m b i é n t e 16$
d a r á p a s o , g r a d o a g r a d o , h a s t a q u e t e r o d e e s d e lo s a l tiv o s
fa sc e s y te v e a s s e n ta d o e n la s illa c u r u l c o m o tu p a d r e .
M a s ¿ q u i é n e s q u i e n s e a c e r c a d e la s e x c e ls a s c u m b r e s d e
la í r o y a n a A lb a * 6, d e s d e d o n d e e l m á s a l l e g a d o d e lo s d io s e s
m i r a d e c e r c a e l r e c i n t o d e s u R o m a ? M á s r a u d o q u e la
F a m a , p e n e t r a el m e n s a je r o e n t u m o r a d a y l a lle n a , C r is p in o , ito
c o n s u a n u n c i o . Y a lo d e c í a y o : n o s o n v a n o s , s in d u d a , lo s
p re s a g io s d e u n v a te : h e a q u í q u e C é s a r te a b r e el g r a n d io s o
u m b r a l d e lo s h o n o r e s y t e c o n f í a e l p e s o d e l h i e r r o a u s o n i o .
A d e la n te , m a n c e b o , y c o n t u e s fu e rz o m u é s tr a te d ig n o d e
t a n a l t o s d o n e s ; f e liz t ú , q u e y a p r e s t a s j u r a m e n t o a t a n a l t o i ?5
c a u d illo ; tú , a q u ie n el d iv in o G e rm á n ic o im p o n e tu e s p a d a

M C f. supra, I. II, n. 139.


91 P a tro c lo (v er n . a n te rio r).
94 A lu sió n a u n a p o sib le le c tu ra d e la A q u ileid a.
w P ro b a b le h e n d ía d is e n el o riginal.
H D e sd e las te rra z a s d el p alac io d e D o m ic ia n o , c o n s tru id o s o b re las
a ltu ra s d e A lb a , se d iv isa b a R o m a . T ro y a n a , p o rq u e s u fu n d a c ió n se
a trib u ía a J u lo , h y o d e E n eas y C re ú s a (cf. supra, I. II I, n. 33).
208 S IL V A S

p r i m e r a . N o e s m e n o r t u h o n r a q u e s i e l p r o p i o s e ñ o r d e la
g u e r r a t e a b r i e r a e l c a m i n o d e la s é p i c a s á g u i l a s y c u b r i e r a tu
180 r o s t r o b a j o e l te m ib l e y e lm o . M a r c h a a n i m o s o y s a b e m e r e c e r
g a la rd o n e s m a y o re s.

POEM A FÚNEBRE A SU P A D R E 97

D e s d e lo s m a n a n t i a l e s d e l E lís e o , d a m e , p a d r e d o c t í s i m o ,
la in s p ira c ió n fu n e s ta , y d íc ta m e u n p o e m a m e la n c ó lic o , y
d a a lie n to a m i lira d e s d ic h a d a . P o r q u e s in ti n o p u e d o
d e s p e r t a r a l o r á c u l o d e D é l o s , n i, c o m o d e c o s t u m b r e , e s t i ­
m u la r a C ir r a " . T o d o c u a n to n o h a m u c h o m e re v e la ra F e b o
$ e n la p e n u m b r a d e la g r u t a c o r i c i a w , c u a n t o d e s d e l a c ú s p id e
d e l f s m a r o m e e n s e ñ a r a E u h a n , lo h e o lv i d a d o . L a s c i n ta s d e l
P a r n a s o h a n d e s e r ta d o d e m i c a b e lle ra , y m e h e h o r r o r iz a d o
d e q u e e l f ú n e b r e te jo c r e c ie r a e n tr e m is h ie d r a s y — ¡ h o r r o r ! —
s e d e s e c a r a m i la u r e l t e m b l o r o s o l0°. L o c i e r to e s q u e , s i o t r o r a
io m a r c h a b a y o e x h a l a n d o s u b lim e i n s p i r a c i ó n p a r a e x a l t a r lo s

” E n este ep iced io se c o n tie n e to d o lo q u e sa b e m o s a c e rc a d el p a d re de


E s ta d o .
M C f. supra. I. II I, n. 51. E n c u a n to a l s e n tid o , significa: sin ti no puedo
alcanzar ¡a inspiración de Febo.
99 L a g ru ta de C órico, situ ad a en la ladera del m onte P arn a so , co n sag rad a
a las n in fas y al d io s P an.
190 L as h ie d ra s p ro p ia s d el p o e ta d io n isla co y lo s a p o lín e o s laureles,
ad e m á s d e las c in ta s q u e c o ro n a n a los vates, h a n sid o s u stitu id a s p o r el
tejo , sím b o lo d e la m u e rte , q u e b o rd e a el c a m in o d el H ades. V er O v id io ,
M etam orfosis IV 432, y cf. supra, 1. I, n. 221.
L IB R O V 209

h e c h o s d e lo s r e y e s m a g n á n i m o s e i g u a l a r c o n m i s c a n t o s a
M a v o r t e w , ¿ q u i é n d e e s té r i l d e s c u id o h a c u b i e r t o m i p e c h o ? ,
¿ q u ié n h a a h o g a d o a A p o lo , o f u s c a n d o m i m e n te m a ld ita
c o n f r í g i d a s n ie b la s '® 2? E n t o r n o a l p o e t a s e y e r g u e n la s
d i o s a s ,0} a t ó n i t a s , s in q u e s u v o z n i s u s d e d o s e m i t a n u n d u lc e
s o n i d o . I n c l u s o a q u e l l a q u e d ir i g e e l c o r o >M a p o y a s u f r e n t e is
e n s u c í ta r a m u d a , ta l c o m o s e d e tu v o a tu s o rilla s , H e b r o m ,
d e s p u é s q u e O r f e o le f u e r a a r r e b a t a d o , v ie n d o y a la s m a n a d a s
d e ñ e r a s p r i v a d a s d e c a n t o s y lo s b o s q u e s in m ó v ile s s in
m ú s ic a . P e r o t ú , y a s e a q u e , l i b r a d o d e t u c u e r p o y a s c e n ­
d i e n d o a lo a l t o , c o n t e m p l e s la s r e g io n e s e s p l e n d e n t e s y lo s
p r i n c i p i o s d e la s c o s a s t o d a s , q u é e s d i o s , d e d ó n d e n a c e n la s 20
e s tr e l la s , q u é r u t a m u e v e a l s o l, c u á l e s l a c a u s a q u e a t e n ú a
a F e b e 11* y c u á l la q u e e s c a p a z d e r e n o v a r l a c u a n d o s e
h a l l a b a o c u l t a , y a s í e n s a n c h e s lo s c a n t o s d e l a f a m a d o
A r a t o 107, y a h a b i t e s e n e l c é s p e d r e c o l e t o d e l l l a n o d e l L e t e o ,
j u n t o a la s a s a m b l e a s d e lo s h é r o e s y lo s m a n e s d i c h o s o s , y 25
e l a n c i a n o m e o n i o y e l a s c r e o “* — t ú , s o m b r a n o i n f e r i o r ,w—
y c o n e l lo s e le v e s t u s p o e m a s u n i d o s a lo s s u y o s , p a d r e : a m i

191 A lu sió n a su gen io é p ic o e n )a c o m p o sic ió n d e la Tebaida.


161 H a y en e l te x to d e E stacio , d e n tro d e este p asa je , u n a n a c o lu to q u e
en la tra d u c c ió n se h a p ro c u ra d o a te n u a r, p e ro n o se h a s u p r i m i d o , ten ie n d o
en c u e n ta q u e es éste u n re c u rso estilístico a lta m e n te eficaz p a ra s u g e rir en
el le c to r o en e l o y e n te el e s ta d o d e tu rb a c ió n e m o c io n a l q u e afe c ta a) p o e ta .
I4> L as M u sas.
'« C aU ope.
C f. supra. I. II, n . 183.
** L a lu n a (cf, supra. I. I, n. 148),
Ht Es la m ism a d isy u n tiv a q u e se p la n te a en el p o e m a II 7. C f. supra,
1. II, n. 184.
|{* E sto e s , e l viejo H o m e ro y el viejo H e slo d o . C f. supra, 1. H , n. 29.
194 P are ce s e r q u e el p a d re d e E s t a d o e r a b u e n p o e ta , ta n to en len g u a
la tin a c o m o en le n g u a griega.
210 S IL V A S

duelo intenso d a v o z e inspiración . P o rq u e la L u n a , después


de desterrar del cielo su rostro p o r tres veces y p o r o tras tres
veces restau rarlo , aún me ve p o stra d o y sin a liv ia r mis
x> d o lo ro sa s cu itas con ninguna H elicónide M0; desde que tu
pira enrojeció mi rostro y bebí tus cenizas con ojos arrasados,
p ara mi es despreciable el v a lo r de las letras. A d u ras penas
y p o r vez p rim era libero mi con cien cia en esta o fren d a e
intento ahuyentar el ab an d o n o de m is cuitas silentes, aunque
35 con m ano aún d esfallecid a y co n ios ojo s húm edos, doy
com ien zo, in clin an d o sob re el túm ulo en que plácidam ente
reposas sin d ejar nuestras t ie r r a s " 1, en donde, tras el óbito
de E n eas, A sc a n io , d eslu m bran te, en los m ontes del L acio
fundó A lb a p or huir de los llan o s, em p ap ad os en la sangre
4o tro ya n a, y del reino heredado de su in fau sta m ad rastra
A q u í — porque los azafran es de S ic ilia no ex h alan un arom a
m ás m elifluo, ni las raras canelas que los ricos sab eos para
ti h ayan podido cu ltivar, ni la espiga fragan te que haya
sab id o recoger el árab e— aquí te llo ro en este can to pierio m
con la anuencia del in fernal lag o ; acoge los gem idos, las
*s heridas y el llan to de tu h ijo , que p ocos padres recibieron
nunca. O ja lá mi fo rtu n a perm itiera co n sa g rar a tus manes
un altar, u n a o b ra de arte sem ejante a un tem plo, levantar
en el aire un edificio m ás alto que las ro cas de los C íc lo p e s n*

110 Del Helicón, es decir. Musa.


111 E n la propiedad de Estacio sobre el m onte A lbano (cf. I I I 1, n. 34)
E n c u a n to al enterram iento en terreno privado, cf. supra, I. III, n. 149.
111 Ver T ito L tvio, I 3, acerca del a b a n d o n o de la ciudad d e Lavinio y
la fundación de A lba. La m ad rastra de A scanio, L avinia, es infausta
p o rq u e, au n sin proponérselo, fue el m otivo principal del derram am iento
de sangre, y porq u e sólo (ras la m uerte d e T u rn o se convirtió en la segunda
esposa de E neas (ver V ir g ilio , Eneida X II 937).
1,1 Es decir, inspirado p o r las M usas, hijas de Piero.
114 El poeta puede referirse a los farallones que se elevan sobre el m ar
L IB R O V 211

y las piedras audaces de las pirám ides y rod ear tu tum ba de


un g ran bosque sagrad o . A llí h ab ría sup erad o la o fren d a del so
sepulcro sicilian o Mí, el bosque co n sagrad o de N em ea m y las
honras solem nes del m utilado Pélope A llí no rasgaría los
esp acios con el d isco esp artan o una (urba desn uda de helé­
nicos atletas, no regaría el llano el su d o r de los équ id os, ni
sob re las rod ad as polvorientas alzarían los cascos su redoble;
só lo el co ro de F eb o ; y y o , ritualm ente, te o fren d aría, padre, sj

pues eras tú el ob jeto de hom enaje, las gu irn ald as fro n d osas,
los p rem io s de los vates. Y con lo s ojo s húm edos, sacerdote
de tu alm a y de tu so m b ra, yo en to n aría la p rim era nenia, de
la que no podrían apartarte ni C érbero con todas sus quijadas,
ni las leyes que a O rfeo sujetaron . Y al can tar tus virtudes y w
tus hechos, qu izá m i d evoció n no me h ab ría pospuesto al
inspirado H om ero, e intentara igualarm e al temible M arón Ml.

al norte de C a ta n ia (ver P u n ió , H istoria N a tural III 89, y V ir g ilio , Eneida


I 201) o bien a las m urallas ciclópeas (ver Tebaida I 630).
EJ sepulcro de A nquises, elevado p o r Eneas (ver Vir g ilio , E neida V
42 y ss.).
1,4 D onde se celebraban los juegos ñem eos (ver V ir g ilio , Geórgicas III
19).
tl? Pélope, hijo de T án talo , fue descuartizado p o r su padre p a ra ofrecer
sus fragm entos com o m anjar a los dioses, f-stos reconocieron la n aturaleza
de la victim a, exoepto C ercs, que, d istraíd a, com ió un h o m b ro de Pélope.
Jú p ite r reunió los m iem bros, les dio vida y sustituyó el h o m b ro q u e faltaba
p o r u n o de m arfil que ten ia virtud curativa. Según la trad ició n , los juegos
olim picos fu ero n instituidos p o r Pélope, después de su victoria sobre
E n ó m ao , p ad re d e H ipodam la, com o juegos fúnebres en h o n o r de su
suegro d e rro ta d o , y restablecidos posteriorm ente por H ércules p a ra h o n rar
al pro p io Pélope.
111 El adjetivo tem ible (to rv o en latin) h a d a d o lugar a num erosas
conjeturas, y a que Virgilio se caracterizaba p o r su e x tra o rd in a ria d u lz u ra y
su tie rn a sensibilidad. R espetando todas las hipótesis e interpretaciones, yo
m e inclino a considerar este adjetivo com o tem ible p a ra u n p resu n to
com petidor, esto es, inigualable.
212 s il v a s

¿ P o r qué hace m ás reproches a los dioses y a los hilos de


bronce de las P a rc a s la m adre que se sienta, so lita ria, sobre
65 la p ira tib ia de su h ijo , o la que ve la h o gu era de su jo v e n
m arid o y reb a sa las m an o s que se le op on en y a tas gentes
que intentan detenerla, p ara co rre r, si puede, a m orir en la
p ira de su esposo? T a l vez co n m ás en cono que ellos acuse
70 y o a los dioses de lo alto y al T á rta ro ; que incluso a los
extrañ o s les parezcan pen osas estas ex eq u ia s: ni P ied ad ni
N atu raleza se han revelad o ajen as a m i duelo: p ara m í,
padre m ío , b ajas al cru el T á rta ro co m o arran ca d o de tus
verdes añ os, en el um bral prim ero de tu sino. L a virgen
75 m a ra to n ia " 9 llo ró a Ic a rio , asesin ad o a m an o s de crueles
lab riego s, no m enos q u e a A stian acte, cu an d o cayó de lo
alto de la torre tro y a n a , llo ró su m a d r e 110. A q u e lla — m ás
aú n — ah ogó su llan to con el lazo su p rem o; tú , en cam bio,
es vergon zoso que, tras los funerales del m aghánim o H éctor,
te som etieras a un esp oso hem onio m.
so Y o no v o y a a p o rta r a la p ira p atern a las exeq u ias que el
cisne, sab ed o r de su fin , se ded ica a sí m ism o en su m uerte
arm o n io sa, ni la can ción de las tirren as aves, desde el negro
can til, que es la du lce am enaza de lo s nautas ni el canto

"♦ Erígeme, hija d e Icario, rey de A tenas (llam ado ícaro p o r P ropf .RCio ,
11 33, 29 s.; p o r O v id io , M eta m o rfo sis X 450, y p o r o tro s autores). Icario
a p ren d ió de Baco el cultivo de la vid y la elaboración del vino. U nos
pastores, q u e se em b riag aro n al p ro b arlo , le d iero n m uerte, pensando que
los h a b ía envenenado. E rígone, desesperada, se ah o rcó . T a n to el padre
com o su hija fueron m etam orfoseados en estrellas p o r o b ra de Baco o de
Jú p ite r, según versiones diversas.
IW A stianacte, hijo de H éctor y de su esposa A n d ró m aca, según algunas
fuentes (n o to d as), fue a rro jad o desde las m urallas de T ro y a p o r el feroz
N eoptólem o o P irro , el hijo d e Aquiles, co n q u istad o r de la ciudad. Andró*
m aca se desposó con el asesino del pequeño A stianacte.
1,1 E sto es, tesalío (cf. supra. 1 .1, n. 205).
C f. supra. I. II, nn. 13 y 47.
L IB R O V 213

que su su rra F ilo m e la con su tru n cada voz, m ientras se queja


a su insensible h e rm a n a 1” : dem asiado n o to rio p a ra un vate.
¿Q uién en un fu n eral no h a m en cion ado el en ram ad o entero as
de las H ellades y las jo y a s n acidas de sus lágrim as m, y la
p ied ra de F r ig i a >u, y a aquel que o só d e safiar a F e b o co n su
m ú sica y se vio traicio n ad o p o r su fla u ta de boj p ara goce de
P a l a s lM? L ló rete a ti P ied ad , que h a o lvid ad o a los hom bres,
y Ju s tic ia , que ha sid o llam ad a de n u evo a los c ie lo s 127, y
llórete F a c u n d ia en las dos lenguas, y P a la s, y el co rtejo 90
sob re el m onte H elicón del d o cto F e b o , y aq u ellos que
asu m ieron la tarea de o rd en ar en h exám etro s las cam p añ as
de A o n ia , y aq u ellos que, p o r h aber m edido su s poem as
so b re la a rc a d la c o n ch a de to rtu g a, alcan zaro n renom bre
co m o Uricos, y aq u ellos siete a quienes, b a jo la c a p a to d a de
ios cielo s, cu en ta co m o fam o so s la en cum brad a S a p ie n cia, y 93

C f. supra. |. III, n. 196.


124 Las H ellades, hijas del S ol y de CJim ena, a la m uerte de su herm ano
F aetó n se convirtieron en árboles, y las lágrim as q u e d e rram aro n p o r su
h e rm a n o se tro c a ro n en ám b a r (ver O v id io , M eta m o rfo sis I i 140 y ss.).
IU N io b e, hija d e l frigio T á n ta lo y esposa d e A nfión («f. supro, I. III,
nn. 45 y 78), m adre de siete hijos y siete hijas, que com etió la im prudencia
d e desdefiar a L a to n a, m adre solam ente de A polo y D iana. En venganza,
A polo d io m uerte co n sus flechas a los siete varo n es, y D ian a, con las suyas,
a las siete hijas. Jú p ite r, com padecido de su llanto, co n virtió a N íobe en
piedra, d e la que, sin em bargo, siguió m an a n d o agua. Ver O v id io , M eta­
m o rfosis VI 146 y ss.
'* E l sátiro M arsias, insigne flautista, se atrev ió a reta r a Febo, q u e le
superó en el certam en m usical y m an d ó desollarlo. La alegría d e P alas se
debe a q u e ella h a b ia sido la in ventora de la flau ta, p ero h a b ia rechazado
su invento al n o ta r q u e, cu an d o la hacía so n a r, se afeaba su ro stro a causa
lie la hinchazón de sus m ejillas. L o q u e parece p o c o c la ro es la relación de
este episodio c o n los tópicos de los poem as fúnebres, a m enos q u e se tra te
del lu g a r com ún d e la crueldad d e los dioses p a ra co n los hum anos.
llT C f. supra. I. I, n. 169.
214 S IL V A S

aq u ellos que, calzad o s de im ponente cotu rn o, clam aro n a


las F u ria s y a las m ansiones regias y a los astros caíd o s desde
el cielo, y aq u ellos que disfrutan ap lacan d o su esfuerzo con
la alegre T a lía o tru n can do en un p aso la épica an d ad u ra m.
P o rq u e él ab razó to d o s los gén eros con án im o esfo rzad o y
too holló todas las sendas p or donde se d ila ta la co p io sa abun ­
d an cia de la lengua, y a le p lu gu iera su jetar sus p alab ra s a los
ritm os a o n io s m , y a , con v o z lib erad a, d erram arlas e igu alar
a las nubes con su acento sin freno. A rra n c a , P artén op e, tu
10) rostro ru in oso de las cenizas sú bitas, y pon tu cab ellera, que
sepultó la rá fa g a del ab rasa d o m o n te tMI, sob re el túm ulo
fúnebre de tu ilustre retoñ o, m ás glo rio so que cu an tos en­
gen draron las cum bres de M u n iq u ia ni la d o cta C iren e ni la
esfo rzad a E sp a rta m. S i exen ta de lin aje, si p rivad a de fam a
yacieras sin fam ilia, p o r virtud de este so lo ciu d ad an o m os-
uo trarías ser g riega y n acida de padres de E u b ea. S u s sienes se
ofrecieron tan tas veces a tus gu irn ald as cu an d o ca n tab a en
versos m eritorios tus señ aladas fiestas quinquenales y d ejab a
a su esp ald a la elocu en cia del rey de P ilo s y el brillo y la
tis facu n d ia del de D u liq u io , ciñendo sus cab ellos con dos

i a S uprim iendo un pie del hexám etro, esto es, com binando hexám etros
y pentám etros: los poetas elegiacos (cf. supra, 1. I, n. 123).
Es decir, a los cán o n es poéticos clásicos, inspirados p o r las M usas
(cf. supra, I. I, n. 121).
IM Bello ju eg o d e im ágenes, en que se conjuga la visión d e la sirena
P artén o p e, q u e d io su nom bre a N ápoles, con la visión d e la ciudad,
ru in o sa por la erupción del V esubio en el a ñ o 79, y se sugiere el paralelo
entre la cabellera d e )a siren a y el penacho de hu m o y fuego e x h alad o del
volcán.
1,1 M uniquia, p u erto d e Á tica próxim o al P ireo , designa aqui y en o tro s
lugares a A tenas, c o n to d o s los genios que engendró. E n cu a n to a C irene y
E sp arta, evocan respectivam ente a C alim aco y a T irteo , esp artan o de
adopción.
L IB R O V 215

t r o fe o s 1” . N o fu e tu nacim ien to d esh on ro so, de sangre


o scu ra, ni sin brillo tu cu n a, au n cu an d o la fo rtu n a de tus
pad res se red u jo p o r cau sa de sus gastos. A sí, según el rito
de lo s ricos, In fan cia decidió que depu sieras la purpúrea
veste, con cedida com o h o n ra de la estirpe, y el oro nobiliario
de tu pecho ,J\ D esde tu nacim iento, las herm anas de A o n ia IM 120
te o to rg aro n , p rop icias, su so n risa y A p o lo , que y a entonces
m e m o strab a su a m o r ,M, hundió tu infantil lira y hum edeció
tu s lab io s en sus agu as sag ra d a s. L a h o n ra de ser tu p atria
no es de un solo lu gar: es incierto el p araje en que naciste y

1,2 Los reyes d e P ilos y d e D uliquio son N éstor y Clises (cf. supra, 1.1,
o. 156; 1. I!, n. 87; ]. III, n. 183; l. V, n. 14), que d estacaron, e n tre o tra s
razones, p o r su elocuencia; el género o ra to rio e ra diferente en am b o s (ver
QuiNTlUANO, X I I 1 0 ' 58 y ss.): el de N éstor e ra ab u n d an te, rico, exuberante;
el d e Ulises, florido, b rillante, pujante; según unos estudiosos, la expresión
con d o s trofeos hace referencia a ello; según otros, alude a sus m éritos en
verso y en prosa; o tro s, p o r últim o, piensan que se refiere a am bas lenguas
(griego y latín).
1)1 L a personificación de la infancia no presenta sino este testim onio.
P o r lo d e m is , los niños llevaban, pendiente del cuello, u n a b o la que
c o n te n ía am uletos p a ra c o n ju ra r los m ales. Los nifíos que ten ían derecho a
o sten tar la to g a p rete x ta (con franja de p ú rp u ra ) lo ten ían tam b ién a llevar
la b o la de oro : era n los hijos de los patricios; posteriorm ente, los de los
m agistrados eurules (ver M a c r o b io , i 6 , 11); a p a rtir d e T arq u in io P risco,
tam bién los de los équitcs (ver P l in io , H istoria N atural X X X III 10); p o r
últim o , fue em blem a de ingenuidad (esto es, de nacim iento libre) o, sim ple­
m ente, d e poseer algún relieve social (ver C ic e r ó n , Verrinas II 1, 152; y
V a l e r io M á x im o , V 6, 8). Los niños co n sag rab an a los Lares su bola de
o ro al m ism o tiem po que sustituían la to g a p rete x ta p o r la loga viril.
■** L as M u s a s . C f. supra, I. I, n. 121.
IU P u e sto q u e te co nsagró com o poeta, d ep arán d o m e a. m i la m ism a
suerte.
216 S IL V A S

125 m a n t i e n e n d o s t i e r r a s u n a r i v a l i d a d n o d e c i d i d a IJé: l a g r ie g a
H i e l e 1” , q u e o c u p a r o n c o l o n o s d e l L a c i o — a l l á d o n d e el
p i l o t o 1” , a b r u m a d o d e l s u e ñ o , c a y ó d e s d e l a p o p a y e n
m e d i o d e la s o la s d e s p e r t ó e l d e s d i c h a d o — te c o n s i d e r a
s u y o , d e su g e n te ; p e ro ta m b ié n a f ir m a q u e e re s s u y o , p o r el
l a r g o d e c u r s o d e t u v i d a , P a r t é n o p e , m á s g r a n d e m * * * el
v a l e d e M e o n i a 149 y o t r a s c i u d a d e s s e lo d i s p u t a n c o m o o t r a s
130 t a n t a s c u n a s y ( o d a s e l la s q u i e r e n d e m o s t r a r l o ; n o e s d e
to d a s e l h ijo v e r d a d e r o , p e r o la g lo r ia in m e n s a d e la p r e s u n ­
c i ó n f a l s a s u s t e n t a a lo s v e n c i d o s . Y a l l í , a l t i e m p o q u e v a s
c u m p l i e n d o a ñ o s y t o m a n d o c o n c i e n c i a d e l a v i d a , t e s ie n te s
a r r a s t r a d o d e s d e p r o n t o a la s j u s t a s l ú s t r a l e s d e t u p a t r i a
— d o n d e p u e d e n lo s h o m b r e s c u m p l i r a d u r a s p e n a s — im p a -
135 c i e n t e s d e g l o r i a y a u d a z p o r s u t a l e n t o . E l p u e b l o d e E u b e a
s e a d m ir ó a n te tu s c a n to s in fa n tile s y lo s p a d r e s m o s tr a b a n
t u e j e m p l o a n t e s u s h ij o s . L u e g o t u v o z f u e a s i d u a e n lo s
c e r t á m e n e s y n o s e h a l l ó s in g l o r i a e n f i e s t a a l g u n a . N o
t a n t a s v e c e s v io l a v e r d e T e r a p n a 141 a C á s t o r v i c t o r i o s o e n la

IM L a d isp u ta e n tre varias p a trias presuntas c$ un lugar com ún en el


elogio d e los personajes (cf. supra, 1. 11, nn. 97 y 98), relacionado c o n la
tradicional rivalidad referente a la p a tria de H o m ero , com o se ve a c o n ti­
nuación y tam bién en o tro s lugares. Cf. C i c e r ó n , D efensa d e l p o e ta
A rq u ia s V III 19.
1)1 O tro n o m b re d e Elea, ciudad d e Lucarna, p a tria de P arm énides y de
Z enón, tam b ién llam ad a Velia en latín. Ver CICERÓN , Verrlnas 11 99, y
V i r g i l i o , Eneida VI 3 6 6 .
** P alin u ro , p ilo to d e E n e a s . V e r V i r g i l i o , Eneida V 840 y s s .
A quí existe u n a laguna, de dim ensiones desconocidas, entre la alusión
a N ápoles y la m ención d e H om ero.
140 H om ero, u n a d e cuyas presuntas cunas es M eonia (L idia) en A sia
M en o r (cf. supra, 1. II, n. 29; 1. V ,-n. 136).
141 C f. supra, L. II, n. 90; 1. IV, n. 172.
L IB R O V 217

c a rre ra ni a su herm an o en el ceslo u l. P ero si acaso es fácil i*o


ser ven ced or en casa, ¿q u é es m erecer los prem ios de los
aq u eos co n las sienes ceñ id as p o r lo s ram os de F e b o , p o r la
g ram a de L e rm a o el p in o del retoño de A tam an te ,4\ cuando
V icto ria , tan tas veces ca n sa d a , ni llevó, sin em b argo, sus
gu irn ald as a ninguna otra parte, no to có otros cab ellos? P o r u$
eso te fu ero n co n fiad as to d as las tiernas esperanzas de los
padres, y unos adolescentes de fa m ilias ilustres, gracias a tu
enseñanza, se fo rm aro n y co n o ciero n el talante y los hechos
de los héroes an tiguos: cuál fue la ru in a de T ro y a , cuán
(ardo se m ostró Ulises, con q u é alien to el p oeta d e M e o n ia 144
rem em ora en sus verso s las p u gn as de corceles y guerreros,
en q u é m ed id a el an cian o de A sc ra y el de S ic ilia 141 enrique- ijo
cieron a lo s p iad o so s rústicos, con qué norm as reto rn a la
m elód ica v o z de la lira de P in d a ro , y tam bién fb ic o , que
co n ju ró a las a v e s 146, y A lem án , q u e fu e ca n tad o p o r la
severa A m i d a s y el a ltiv o G stesícoro y la in trépid a S a fo ,
que, sin tem o r a C a lc is 14*» se aden tró en los p arajes sólo
h o llad o s p o r h om b res, y to d o s los dem ás dilectos de la lira, iss

10 E sto es, en el pugilato q u e se p racticab a con los p u ñ o s introducidos


en oestos d u ro s y rígidos. C f. supra. I. IV, n. 102.
10 El laurel, el a p io silvestre y el pin o , galardones, respectivam ente, en
los ju eg o s Piticos, Ñ em eos e ístm icos; el últim o , co m o enseña d e lu to en
m em oria del hijo d e A tam an te (cf. supra, I. II, n. 33).
144 H om ero (cf. supra, n. 140).
I4Í H csícdo y T eócrito.
P o e ta lin e o griego, n a tu ra l de R eggio, q u e, según la leyenda, pereció
de m uerte violenta, y cuyos asesinos se d e la taro n p o r el canto d e unas
grullas que presenciaron el hecho.
ia C iudad d e L aconia (cf. supra. 1 .1, n. 105; I. II, n. 80), cu y o nom bre
se em plea en lu g ar del de E sparta. A lem án, a p esar de ser un p o e ta lírico,
fue celebrado p o r los ru d o s espartanos.
144 E sto es, sin arredrarse ante A lceo, q u e, según c ierta trad ició n , habia
nacido en Calcis.
218 S IL V A S

T ú eras exp erto en com en tar los can tos del B a t ía d a 1" y
los enigm as d e l oscu ro L ic o fr ó n 150 y al em b ro llad o S o f r ó n 151
y los arcan os de la cán d id a C o r in a '” . P e ro ¿ a qué hablar
de facetas m odestas? T ú so lía s, p arejo de H om ero, so p o r­
tar el yu g o e ig u alar sus seis p ie s 153 con tus verso s alados
j » y ja m á s rezagarte con p aso s m ás cortos. ¿Q u é tiene de
e x trañ o , pues, que te buscaran, dejan do su p a t r i a a q u e l l o s
a quienes en vían los cam p o s lu can os, las regiones del ásp e­
ro D a u n o l55, la m o rad a en que Venus llo r ó IW, y la tierra que
no g u ard ó A lcid es w ni la virgen que m ira al T irren o pro-

C alim aco, hijo de B ato (ver C atulo , LX V 16).


P o e ta y cn id ito del siglo iv a. C ., n a tu ra l de Calcis (E ubea), cuya
oscuridad consistía en la m ezcla de diversos dialectos con la lengua ática,
y, sobre to d o , en el cam bio de los nom bres d e los dioses, los héroes y dem ás
personajes, asi co m o los de los lugares geográficos.
151 In tro d u c to r del m im o griego en Sicilia (siglo v a. C.). El em brollo
parece deberse especialm ente al uso del h a b la p o p u lar stracusana.
1,2 P oetisa lírica nacida en T an ag ra (Beocia); c á n d id a p o r su estilo
sencillo e ingenuo; los arcan o s hacen referencia, probablem ente, a las
dificultades que p resentaba el dialecto beocio. N o o b sta n te , su relieve entre
los Uricos ro m a n o s de la época augústea parece evidente, a ju zg a r por
O v id io , Tristes IV 10, 60, y p o r P r o pec io , II 3, 21.
,w Es decir, sus hexám etros.
Sigue la enum eración de todos los lugares de la M agna G recia de
do n d e acudían discípulos p a ra escuchar las lecciones del p ad re d e E s ta d o
en su escueta de N ápoles.
m H éroe procedente de lliria, que se estableció en A pulia; de ahí, el
nom bre de D a u n ia se aplica a la región costera co m p ren d id a e n tre el río
Á uftdo (O fanto) y el m onte G argano.
'* P om peya, ciudad cuya p a tro n a e ra Venus, y q u e, según M a r c i a l
(IV 44, 5), era preferida p o r la dio sa a su m o ra d a d e L acedem onia, donde
te n ía un célebre tem plo en E sparta. Venus lloró a P om peya tra s )a erupción
del V esubio del a ñ o 79.
A lcides (H ércules) e ra el p a tro n o de H erculano, ciudad q u e le estaba
consagrada desde su fundación p o r los griegos, y que no gozó d e su
L IB R O V 219

fu n d o desde las altu ras de S o r r e n to 154 y, en la rad a m ás


p ró x im a, la co lin a que m arcan la tro m p eta y el r e m o '* , y
C u m as, q u e aco gió en otro tiem po a los lares de A u s o n ia lw,
o aq u ellos a quienes en vían los puertos d ic a rq u e o s1“ y los
litorales de B a y a s, p o r donde bulle el fu ego q u e b ro ta de lo
h ond o de las agu as p ro fu n d as, y las llam as ocu ltas no dañ an no
las c a s a s IM? T a l, desde to d as partes, acud ían las gentes hasta
los roq u ed ales del A vern o , a los oscu ros antros de S ib ila , en
bu sca de resp u estas; ella, p ro fe tisa in falible — aun en gañad o
F e b o — a u g u ra b a am enazas de los dioses y fa llo s de las P a r­
cas IW. L u e g o 1* instruiste a la rom ú lea estirpe y a los fu tu - ns
ros próceres, fírm e en que ello s siguieran las huellas de sus
padres. E l vigilan te d árd an o de la llam a escon did a, que
g u ard a el san tu ario del ro b o de D iom edes, creció b a jo tu
gu ía, y p o r ti, desde niño, su po el rito s a g r a d o IM; a lo s salio s iso

protección cuando fue sepultada p o r la erupción del Vesubio (ver M a rcia i .,


IV 44. 6).
M E n cuanto a M inerva T irren a, cf. supra. I. II, n. 47.
m El cab o M iseno. Cf. supra, I. (I. n. 72; 1. III, n. 56.
,M Cf. supra, I. IV , n. 54. A polo e ra considerado co m o el fu n d ad o r de
Cum as.
141 D e D icarco (cf. supra, I. II, nn. 48 y 82).
142 Bayas, con su s aguas term ales, q u e. calentadas por los fuegos subte­
rráneos, em iten v a p o r, p ero no producen incendios (cf. supra. ). I, n. 237).
141 Según OVIDIO (M etam orfosis XIV 130 y « .) , Febo, en am o rad o de la
Sibila, le p rom etió el cum plim iento de u n deseo a cam bio de su virginidad;
ella le pidió q u e le concediera ta n to s años de vida com o partículas contenía
un p u ñ a d o de polvo. El dios asintió, pero ella no accedió a su pasión; y
com o no h a b la pensado en pedir que su juventud d u ra ra to d o s esos años,
F ebo e n g añ ad o , sin negarle el don d e profecía ni la longevidad, la dejó
envejecer (cf. supra. i. I, nn. 94 y 210).
144 T raslad ad o a R om a.
IM C f. supra, 1 .1, n. 29. S e refiere al sum o pontífice, q u e ten ia a su cargo
la vigilancia de) fuego de V esia, tra id o , según la trad ició n , d e D ard an ia,
220 SILVAS

p r o b a d o s e n s e ñ a s t e s u s a r m a s y e l á m b i t o p r o f è t i c o a lo s
H eles a u g u r e s ; a q u i e n p u e d e d a r v u e l t a s a lo s v e r s o s c a l c i d i ­
c o s '*• e n s e ñ a s t e e l m o t i v o d e q u e l a c a b e l l e r a d e l f la m e n
f r ig i o p e r m a n e z c a c u b i e r t a i a , y lo s a r r e m a n g a d o s l u p e r c a l e s
t e m i e r o n v i v a m e n t e t u s a z o t e s IW. Y a h o r a q u i z á , d e a q u e l l a
m u c h e d u m b r e , u n o d i c t a la s le y e s a lo s p u e b l o s d e O r ie n te ;
i «5 o t r o i m p o n e s u m a n d o a lo s d e I b e r i a ; é s t e , e n Z e u g m a ,

es decir, d e T ro y a (fu n d a d a p o r el legendario cau d illo D á rd a n o ), así com o


la custodia del P&ladio, antiquísim a im agen de P alas q u e ro b a ro n d e T roya
Ulises y D iom edes (ver V i r g i l i o , Eneida U 162 y ss.). E n c u a n to s la form a,
nótese la hipálage: el adjetivo dárdano, ad ju n to al vigilante, se refiere
lógicam ente al fuego, supuestam ente tra íd o de T roya.
146 E sto es: a los sacerdotes salios, ad m itidos en su colegio, les habias
enseñado tú no ta n to los ancilio (escudos sagrados de M arte) com o el ritual
y los viejísim os can to s religiosos q u e debían e n to n a r al m ism o tiem po que
bailab an (cf. supra, n. 82).
w L os versos calcidicos son los contenidos en los volúm enes de la
Sibila de C um as, ciudad q u e habia sido fu n d a d a p o r gentes procedentes de
C aléis, localidad principal d e E ubea. Q uien puede d a r vueltas a los versos
calcidicos (esto es, desenrollar y enrollar los volúm enes d e ios libros sibilinos
p a ra interpretarlos) es el quindecemvir sacris faciundis (cf. supra, 1. I, n.
94).
IW El flam en frigio, sacerdote d e Cíbele, o c u lta b a sus cabellos d u ran te
las cerem onias bajo la m itra y la c o ro n a c o n los sím bolos d e las deidades
frigias.
w Los lupercales e ra n los sacerdotes del dios P a n . tam b ién llam ado
Lupe reo, es decir, el dios-lobo. E n la Resta d e dicha deidad, que se celebraba
e a las idus de febrero, p a ra asem ejarse a P a n cubrían los lupercales su
desnudez co n u n a piel, q u e en principio fue de lo b o , y después de m acho
cabrío: d e a h í, lo d e arremangados, p o r lo su cin to d e su atuendo. H acían
u n a ofrenda en la cueva L upercal, do n d e, según la trad ició n , a m a m an tó la
loba a R óraulo y Rem o, y luego, después d e celebrar un banquete, perseguían
a las m ujeres golpeándolas con correas de piel d e m acho cabrío (probable
rem iniscencia del ra p to d e las sabinas), p a ra asegurar su fertilidad. Aqui,
festivam ente, sugiere E stacio q u e los lupercales ap rendieron de su p ad re a
a d m in istrar correazos.
UBRO V 221

contiene al aquem cnio persa, aquéllos rigen a los ricos pueblos


de A sia , aq u éllos, a los pón ticos; o tro s, con p acíficos fasces,
d an n orm as en lo s fo ro s o , fieles en sus puestos, gu ard an los
cam pam en to s; y eres tú el m an an tial de sus virtudes. C o m - 190
pararse con tigo no pudieran en fo rm ar corazon es ju ven iles
N ésto r ni F é n ix ,M, precep to r de un discípulo in d om able, ni
Q u iró n 171, que con can tos diferentes co n m o vía al E á c id a 1” ,
presto a escuchar las tu b as penetrantes y los clarines. C uando
tú te en tregabas a tales m enesteres, la E rin ia m de la guerra
civil alzó su an to rch a sú bita desde el m onte T a rp e y o y 195
p ro v o c ó com bates co m o m o viera el F le g r a IM. A lu m b ran el
C a p ito lio las an to rch as sacrilegas, y la fu ria de los senones
se co n tag ia a las coh ortes la tin a s m . A p en as se h abían sose­
g ad o las llam as y aún no se h a b ia extin g u id o aq u ella p ira de
lo s d ioses, cu an d o tú, valero so y m ucho m ás ra u d o q u e las 200
llam as m ism as, en tonaste con p iad o so acento versos de
con su elo a los san tu ario s en ru in as y lloraste a los rayo s

'» C f. supra, I. III. n. 88.


171 C f. supra, 1 .1, n. 107. Q u iró n , el m ás d iestro (eso viene a significar
su nom bre) y el m ás hum ano de los centauros, entre otras m uchas habilidades
poseía la de ser m úsico experto.
,n A A quiles, nieto d e Éaco (cf. supra, 1. I I , n. 43).
•'* Esto es, la Furia.
>'* S e refiere * (a g u erra d e Viteíto (v er S u e to n io , D o m k ia n o i). En
diciem bre del añ o 69 se libró un com bate p o r la posesión del C ap ito lio , a
consecuencia del cual se incendió el tem plo de Jú p ite r. A quí y en o tro s
pasajes poéticos de la ¿poca d e los Flavios (cf. supra. I. IV, n. 31) se
co m p aran las victorias de los em peradores co n la que o b tu v o J ú p itc \s o b r e
los gigantes. E n F legra, ciudad de M acedonia, llam ada posteriorm ente
Palene, es donde sitú a la leyenda el com bate en q u e los dioses d e rro taro n
a los gigantes.
R em iniscencia de la invasión d e R o m a p o r los galos senones del
valle del P o, en el siglo tv a. C.: las cohortes d e V itelio se co m p o rtan com o
en o tro tiem po lo hicieron los galos invasores.
222 SILVAS

c a u t i v o s 176. S e a d m i r a r o n l o s p r ó c e r e s d e l L a c i o y e l C é s a r
v e n g a d o r d e la s d e i d a d e s ,T\ y d e s d e la s l l a m a s t e m o s t r ó s u
a p r o b a c i ó n e l p a d r e d e lo s d io s e s . L u e g o te p r o p o n í a s la -
205 m e n t a r c o n u n c a n t o p i a d o s o lo s f u e g o s d e l V e s u b io y
d e r r a m a r tu lla n to s o b r e la r u in a p a tr ia c u a n d o u n d io s
l e v a n t ó h a s t a lo s a s t r o s u n m o n t e a r r a n c a d o d e l s u e l o y lo
d e j ó c a e r a lo le jo s s o b r e la s t r i s t e s u r b e s . T a m b i é n a m i,
c u a n d o l l a m a b a a la s p u e r t a s d e lo s b o s q u e s s o n o r o s y lo s
210 b e o d o s v a l l e s a l d e c i r q u e v e n ía d e t u e s ti r p e , m e a c o g ie r o n
la s d io s a s ; p o r q u e y o n o p o s e o s ó l o l o s a s t r o s , l o s m a r e s , la
t i e r r a q u e s ie m p r e s e d e b e n a u n p a d r e : t a m b i é n m e e n t r e g a s te
e s te d o n d e l a l i r a , v a l g a lo q u e v a l g a , y a n t e t o d o u n
l e n g u a je q u e n o e s e l d e l v u l g o y la s e s p e r a n z a s d e f a m a p a r a
m i s e p u lc ro . ¡C ó m o te m o s tr a b a s c u a n d o y o c o n m i c a n to
2is e n c a n t a b a a lo s s e n a d o r e s l a t i n o s y a s i s t í a s t ú , t e s t i g o f e liz
d e tu d á d iv a ! (C o n q u é lla n to f u n d ía s tu a le g ría e n tr e tu s
d e s e o s , t u s p í o s t e m o r e s y t u p u d o r le d o ! ¡ C u á n t u y o a q u e l
d ía ! ¡ C u á n t o m a y o r t u g l o r í a q u e l a m ía ! A s í c o n t e m p l a a l
220 j o v e n e n l a a r e n a d e O l i m p i a a q u e l q u e lo e n g e n d r ó : é l e s
q u i e n m á s g o l p e a y m á s g o lp e s r e c i b e e n l o p r o f u n d o d e s u
c o r a z ó n ; la s g r a d a s le c o n t e m p l a n , lo s a q u e o s le m i r a n m á s
a te n to s m ie n tr a s c u b r e n su s o jo s b o c a n a d a s d o p o lv o q u e n o
c e s a n , y él d e s e a e x p ir a r u n a v e z c o n q u is ta d a la c o r o n a . ¡A y
225 d e m í! c o n t i g o p o r t e s t i g o , s ó l o lle v é e n m i f r e n t e la s f r o n d a s
c o n c e d i d a s p o r m i p a t r i a y lo s d o n e s d e C e r e s d e l t r o f e o
c a l c i d i c o ,7’ . E n t u o r g u l l o , a p e n a s h a b r í a s c a b i d o e n l a t i e r r a
d a r d á n i d a d e A l b a >K s i h u b i e r a s r e c o g i d o p o r m í la s c o r o n a s

IM Los rayos de Jú p ite r C ap italin o , cautivo d e los vitelianos.


in E sto es, V espasiano,
in P ro b a b le hendladis: los bosques so n o ro s d e los valles d e Beocia, es
decir, del H elicón, consagrado a A polo y a las M usas.
m El tro feo de NApoles. C f. supra, \. I, n. 128.
1,0 C f. supra, I. III, nn. 33 y 189.
L IB R O V 223

o to rg ad as p o r la m an o de C ésar. ¡Q u é fo rtaleza h abría


p o d id o brindarte aq u el d ía ! ¡C ó m o p u d o a liv ia r tu vejezt Y 230
cu an d o no ciñó mis sienes la encin a añ ad id a al olivo y perdí
el g alard ó n esp erad o , ¡con qué du lzura habrías atraíd o el
sentim iento ad verso de la deidad ta r p e y a 111! G ra c ia s a tu
enseñanza, m i Tebaida ro z ab a los p oem as de los vates anti­
g u o s; lú in sp irab as m is cantos; tú me enseñabas a describir 23$
los hechos de los héroes, y las tácticas bélicas, y la disposición
de los lu gares. V a c ila m í an d ad u ra p o r una ruta in cierta, y
las velas de mi h u érfan a n ave están sin ti su m id as en la
niebla. Y no e ra sólo a mi a quien ro d eab as de tu piedad sin
lím ites; tam bién eras el m ism o p ara el tálam o: tú só lo co n o - 240
ciste una an to rch a nupcial y un am or solo. N o puedo,
ciertam ente, ap artar a m i m adre de tu p ira, y a gélida: te
siente, te posee, te con tem pla, y visita tu tum ba en el o rto y
el ób ito del so l, igual que o tras cu ltivan , con fin gid a p iedad,
las tristezas de F a ro s y M ig d o n ia, y llo ran las d esgracias no
se n tid a s,íl. ¿Q ué p o d ría decir de tu talan te, ab ierto y persis- 245
tente en la m esura? ¡Q ué tern u ra, qué desdén de las riquezas,
qué sentido del h onor, qué am o r a la honradez! Y , de otra
p arte, cu an d o te co m p lacía relajarte, ¡q u é g racia en tus
p alab ras, q u é nula senectud en tu carácte r! P o r tales cu ali­
d ad es, el am o r de lo s dioses, ju sto ju ez, te o to rg ó bu ena 250
(am a, benignas alab an zas y n u n ca fa m a ad versa p o r ofen sa
ninguna. M e eres arreb atad o , pad re, no falto de años ni
sob rad o de ello s, con tan d o diez qu in qu enios su m ados a tres
lu stros n \ M a s mi piedad filial y m i d o lo r no me perm iten

1.1 C f. supra, I. III, nn. 190 y 191.


1.2 S e refiere a los rito s lacrim osos orientales en recuerdo del duelo de
Isis p o r la pérdida de O siris, y el d e C ibete p o r Ib m uerte de Atis.
113 A p a rtir del c arácter m ágico, cabalístico y técnico, basado en las
doctrinas pitagóricas, con que se utilizan estas expresiones (cf. supra.
224 SILVAS

255 a d m i t i r l a c u e n t a , o h t ú , q u e h a s s i d o d i g n o d e s u p e r a r la
m e t a d e l h é r o e d e P i l o s IU y d e i g u a l a r a io s a n c i a n o s t e u -
c r o s 185 y d e m i r a r m e a m í c o n e s o s a ñ o s . P e r o n o f u e p e n o s a
p a r a t i l a p u e r t a d e l a m u e r t e : )a c a u s a h a s i d o le v e y n o h a
d a d o tu s m ie m b ro s al s e p u lc ro a p re m ia n te u n fin a l p r o lo n ­
g a d o t r a s la s r u i n a s e n il: f u e t u f i n u n r e p o s o p e r e z o s o , u n a
260 m u e r t e q u e m á s e r a u n d e s c a n s o , y q u e t e lle v ó a l T á r t a r o e n
u n s u e ñ o fin g id o . ¡Q u é g e m id o s v e r ti e n a q u e l m o m e n to ! L o
v io e l t r o p e l s o l i c i t o d e m i s a c o m p a ñ a n t e s ; t a m b i é n lo v i o m i
m a d r e , y l a c o m p l u g o c o n t e m p l a r m i e j e m p lo : |q u é l a m e n t o s
26$ v e r tí! D a d m e l i c e n c i a , M a n e s ; e s L ícito d e c i r l o , p a d r e m i ó : t ú
n o m e h a b r í a s c o n c e d i d o m á s ,M* * *
F e l i z é l, q u e r o d e ó a s u p a d r e c o n s u s b r a z o s v a c í o s , y ,
a u n q u e h u b ie r a q u e r id o s u s tr a e r lo a s u m o r a d a e n la re g ió n
e l ís e a y l l e v a r l o d e n u e v o a t r a v é s d e la s s o m b r a s d e lo s
d á ñ a o s l|T, c u a n d o t a l i n t e n t a b a d e s p u é s d e a t r e v e r s e a U e v a r
h a s t a e l T á r t a r o s u s p a s o s m o r t a l e s , lo i m p i d i ó l a lo n g e v a
27Q p o n t í f i c e d e D i a n a i n f e r n a l ,M; a s í u n a c a u s a m e n o s i m p o r -

1. III, n. 136), adquieren tam b ién u a u so pu ram en te poético, com o parece


ser el caso en este pasaje.
'** El an cian o N éstor, nacido en Pilos, ciudad de M esenia.
'** P riam o y su h e rm a n o T ito n o , adem ás d e A nquises, p a d re d e Ene&s.
C f. supra, L II, n. 87; I. III, n. 183; 1. IV , n. 60.
H ay aq u í u n a laguna, en q u e , co n to d a evidencia, se m encionaba a
Eneas. El héroe tro y a n o , en su descenso a los infiernos (c a n to VI d e la
Eneida), se e n c u en tra co n la so m b ra de A nquises, inaprensible, com o to d as
las dem ás.
117 C o m o hiciera en la últim a noche d e T ro y a entre las huestes invasoras,
llevándolo sobre sus hom bros.
’** Es decir, la Sibila, que guiaba a Eneas. E n cu a n to a D ian a, recuérdese
que, adem ás de m uchos nom bres (H écate, T rivia, Persea, Selene, Á ttem is,
Perséfone, P rosérpina, Febe), posee num erosas funciones, y u n a d e ellas es
la de divinidad infernal, com o lo es tam bién J u n o (cf. supra, I. II, n. 35).
L IB R O V 225

t a n t e lle v ó l a l i r a o d r i s i a m a l e s té r i l A v e r n o , y a s í A d m e t o
e n la s c o s t a s d e T e s a l i a >M; si u n s o l o d í a t r a j o a t r á s l a s o m b r a
d e l h é r o e d e F í l a c e '* 1, ¿ p o r q u é , p a d r e , n i t u l i r a n i la
m í a p o d r í a n l o g r a r a l g o d e lo s M a n e s ? A s í m e f u e r a líc ito
a c a r i c i a r e l r o s t r o d e m i p a d r e , p o d e r a s i r s u s m a n o s y 275
c u m p lir c u a le s q u ie ra c o n d ic io n e s .
V o s o t r o s , s o b e r a n o s d e la s s o m b r a s , y t ú , J u n o d e l
E t n a lM, s i m i s r u e g o s m e r e c e n v u e s t r o e l o g i o , a p a r t a d d e é l
la s t e a s y lo s c a b e l l o s d e la s E u m é n i d e s q u e e l p o r t e r o
f e r o z m n o h a g a s o n a r n i n g u n a d e s u s f a u c e s ; q u e lo s v a lle s
l e j a n o s g u a r d e n a lo s C e n t a u r o s , a l r e b a ñ o d e t e s t a s d e l a
H i d r a y a lo s m o n s t r u o s d e E s c ila ; q u e e l ú l t i m o b a r q u e r o m

L a lira de O rfeo; los odrisios era n po bladores de T racia, de donde


O rfeo e ra n a tu ra l. Cf. supra, fl. 43.
190 S o n tres ejem plos de rescate —o in te n to d e rescate— a favor de
m oradores de u ltratum ba: E s ta d o , co m o Eneas, h a b ría q u erid o rescatar a
su padre; en los o tro s d o s casos, se tra ta b a d e rescatar a la esposa. El de
O rfeo, en su in ten to fallido de recu p erar a Eurídice (cf. supra, 1. III, nn. 170
y 183), es d e so b ra conocido. P o r lo q u e respecta a A dm eto, rey de Feras,
en T esalia, las P a rca s le concedieron la m erced de librarse d e la m uerte, si
o tro m o rta l sucum bía en su lugar; sus p ad res se negaron a ofrecerse p o r él,
y A lc a lis , su esposa, aceptó el sacrificio; según u n a versión, A lcestis fue
dev u elta a la vida p o r Pcrséfonc, com o recom pensa p o r su fidelidad; según
o tra , fue H ércules quien d e n o tó a la m u erte y llevó de nuevo a Alcestis
ju n to a su esposo. E n cu alq u ier caso, estam os a n te un final feliz: A dm eto
no se vio obligado a descender a las m oradas infernales, sino que perm aneció
en su reino d e Tesalia.
1,1 P ro tesilao , rey d e F ílace, desposado con L aodam la, o b tu v o d e los
dioses la licencia d e regresar co n su esposa por un d ía después de su m uerte
(cf. supra, I. II, n. 185).
,M Es decir. J u n o infernal, y a q u e la asunción d e P ro sérp m a se sitú a en
el E tna. C f. supra, L II, n. 35; I. V, n. 188.
,M C f. supra, n. 5.
IW C érbero.
m C aronte.
226 S IL V A S

a l e j a n d o a la s m a s a s , i n v i t e a s u s o r i l l a s a l a s o m b r a s e n il y ,
m u e l l e m e n t e , s o b r e u n le c h o d e a l g a s , l a d e je r e p o s a r . M a r ­
c h a d , M a n e s p i a d o s o s , y v o s o t r o s , e n j a m b r e s d e lo s v a le s
285 h e l é n ic o s , y c o l m a d s u a l m a i l u s t r e c o n g u i r n a l d a s le te a s , y
m o s tra d le la f lo r e s ta s a g r a d a d o n d e ja m á s e n tr ó n in g u n a
E r i n i a , y b r i l l a u n a f i n g i d a lu z d e ) d í a y u n a i r e q u e s i m u l a
n u e s t r o c ie lo . P e r o , a p e s a r d e t o d o , v e n d e a l l á , p o r d o n d e
l a p u e r t a p r e f e r i b l e , l a d e c u e r n o , e s m e j o r q u e e l m a lé v o lo
m a rfil y , e n l a v is ió n d e m í s u e ñ o , b r í n d a m e , c o m o siem *
290 p r e , t u s le c c io n e s . A s i l a d u l c e n i n f a , e n l a g r u t a d e A r ic ia ,
c o m u n i c a b a a N u m a lo s s a g r a d o s a r c a n o s y l o s r i t o s q u e
d e b e n o b s e r v a r s e ; a s í, s e g ú n c r e í a n lo s a u s o n i o s , E s c i p ió n
t u v o s u e ñ o s i n s p i r a d o s p o r J ú p i t e r l a t i n o lM; a s í S i l a , c o n e l
fa v o r d e A p o lo .

EL SUEÑO

¿ P o r q u é d e lito , jo v e n d io s , e n tre to d o s e l m á s p la c e n te ro ,
o p o r q u é e r r o r , t r i s t e d e m í, h e m e r e c i d o , o h S u e ñ o , s e r y o

>" D esde H o m e ro (O d iu a X IX 562 y ss.), existen d o s p u ertas por


do n d e se presentan lts apariciones en nuestros sueños: las falsas visiones
aparecen p o r 1* p u e rta d e m arfil; las reales, p o r la de cuerno (v er V ir g ilio ,
E neida VI 893 y si.).
'** Según la trad ició n , la ninfa E gería se en c o n trab a en la g ru ta de
A ricia con e) p iad o so rey N u m a P om pilio p a ra ofrecerle revelaciones y
consejos (ver TVTO L ivio, I 19, y V ir o iu o , Eneida V II 763).
m V er T r ro L ivio, X X V I 19, 3 y ss.; A u t o G e n o , N oches A tic a s VI
I, 6
LIBRO V 227

e l ú n i c o a y u n o d e t u s d o n e s ? C a l l a n t o d a s la s r e s e s , la s a v e s
y la s f ie r a s , y la s c u r v a d a s c i m a s s i m u l a n l a x o s s u e ñ o s , y
n o e s ig u a l e l r u i d o d e lo s r io s s a lv a j e s ; c a e e l f r a g o r d e l m a r s
y la s a g u a s r e p o s a n , t e n d i d a s e n l a t i e r r a . Y a e s l a s é p t i m a
n o c h e q u e F e b e m , a l r e g r e s a r , v e f ija s m is p u p i l a s f a t i g a d a s ;
o t r a s t a n t a s v e c e s la s c o n t e m p l a n la s l u m i n a r i a s d e l E t a y d e
P a f o s 200, y o t r a s t a n t a s T i t o n i a d e j a a t r á s m is l a m e n t o s y ,
a p i a d a d a , l o s r ie g a c o n s u f r e s c o f l a g e l o 201. ¿ D e d ó n d e s a c a r to
f u e r z a s ? N i a u n c u a n d o p o s e y e r a lo s m il o jo s q u e e l e x e c r a b le
A r g o s m a n t e n í a e n v ig ilia a l t e r n a t i v a s in n u n c a v i g i l a r c o n
s u s e r t o d o 1®1. P e c o a h o r a , ja y d e m i l , s i a l g u n o , b a j o la
l a r g a n o c h e , p o r t e n e r e n l a z a d o s lo s b r a z o s d e s u a m a d a ,
q u i e r e , S u e ñ o , a l e j a r t e , v e n d e a l lá ; n o t e p i d o q u e e x t i e n d a s 15
p o r e n t e r o t u s a l a s s o b r e m i s o jo s : t a l e s e l r u e g o d e u n a m á s
p la c e n te r a m u c h e d u m b r e . T ó c a m e , e s o m e b a s t a , c o n e l b o r d e
d e l a p a r t e f i n a l d e t u v a r i t a , o , a l m e n o s , p a s a li g e r a m e n t e
d e p u n tilla s .

'** C f. supra, n. 106.


100 El m onte E ta, situ ad o entre T esalia y M acedonia, se en c o n trab a al
O este p a ra la m ayor p a rte de los griegos; P afos, en C hipre, se en co n trab a
al Este. E sto significa q u e las lum inarias de poniente y d e levante ven
despierto al p o e ta , o , lo q u e es igual, que V enus, la estrella d e la tard e y de
la m añ a n a , ve su s ojos abiertos.
»* T ito n ia , es decir, A u ro ra , la esposa d e T itó n , estim ula a los caballos
del sol co n un látigo: p a ra el p o e ta , esa h o ra refrescante d e l a lb a es com o
u n a lluvia benéfica.
** Argos, co n cien ojos según O v i d i o , M etam orfosis 1625, fue encargado
p o r J u n o de vigilar a lo , a m a d a d e J ú p ite r y tra n sfo rm ad a en u n a bella
tern e ra . E l adjetivo tx tc r a b U obedece a ia m isión poco atractiva que le
fn co m en d ó la esposa de Jú p iter.
228 S IL V A S

EPICEDIO DEDICADO A SU N IÑ O * *

¡ D e s d i c h a d o d e m í! N o v o y a c o m e n z a r n i n g ú n p o e m a
p o n i e n d o la s p a l a b r a s d e c o s t u m b r e , n i — o d io s o e i m p o r t u n o
p a r a F e b o — c o n la s o n d a s s o n o r a s d e C a s t a l i a **. ¿ C u á l d e
v u e s tro s m is te rio s , h e r m a n a s d e P ie r ia o c u á l d e v u e s tra s
5 a r a s p ro fa n é ? H a b la d : tr a s e l c a s tig o p o d é is d e c ir m i fa lta .
¿ E s q u e h e p u e s to m is p la n ta s e n u n b o s q u e s a g r a d o in f r a n ­
q u e a b le ? ¿ H e b e b id o d e f u e n te p r o h ib id a ? ¿ Q u é d e lito , q u é
e r r o r e s e l q u e p u r g o c o n c a s tig o ta n g ra v e ? H e a q u í q u e se
m e a r r a n c a u n n iñ o q u e te n ía m is e n tr a ñ a s y m i a lm a e n su s
b ra z o s m u rie n te s ; q u e n o e r a , c ie rta m e n te , d e m i e s tirp e n i
to ll e v a b a m i n o m b r e , n i t e n í a m i s r a s g o s ; n o l o h a b l a e n g e n ­
d r a d o , p e r o m i r a d m is l á g r i m a s y m i s m e jilla s lív id a s , y
c re e d e n e l lla n to d e u n h o m b r e a b a n d o n a d o : y o e s to y
a b a n d o n a d o . V e n g a n a q u í lo s p a d r e s y , c o n e l s e n o a b i e r t o ,
v e n g a n la s m a d r e s ; j t r a e d e n v u e s t r o s o j o s la s c e n i z a s y la s
a c u s a c i o n e s 206! T o d a s la s q u e , c a r g a d a s c o n s u s m a m a s r e -

*> L a p a la b ra n iñ o « am bigua; sin em bargo, a ten o r del co n ten id o del


poem a, e stá claro q u e no se tra ta de un hijo, ni tam p o co , al parecer, d e un
fav o rito , com o en los casos de A tedio M elior ( I I 1) y d e Flavio U rso ( I I 6),
sino d e u n hijo de esclavos de la c asa, nacido, em ancipado y a d o p ta d o en
ella, esto es, un verna (cf. supra, 1. II, n. (2), a q u ien el a u to r q u e ría com o
a un hijo.
** F u en te del m onte P arnaso; lleva el nom bre de la n in fa q u e, huyendo
de F ebo, pereció a h o g a d a e n ella. S e su p o n ía que sus aguas infundían la
inspiración a los po etas, e incluso a la pitonisa d e Delfos.
** L as M usas (cf. supra. 1 .1, n. 50).
m E sto es: la visión d e las cenizas de vuestros hijos m u erto s y las
acusaciones c o n tra m i p o r no ser yo el p ad re del niñ o difunto.
LIBRO V 229

p l e t a s , h a n l l e v a d o e l la s m i s m a s a s u s h ij o s h a s t a l a p i r a 15
f ú n e b re c o n p a s o v a c ila n te , y g o lp e a d o e l re z u m a n te p e c h o ,
y a p a g a d o c o n le c h e la s c e n i z a s a r d i e n t e s ; y lo s q u e h a n
d a d o a l fu e g o a u n m u c h a c h o m a r c a d o c o n la flo r d e la
t i e r n a j u v e n t u d y h a n v i s t o la s U a m a s c r u e l e s t r e p a r p o r e l
b o z o p r i m e r o d e l m o z o y a c e n te » a c u d a n y c o n m i g o s e a g o t e n 20
e n q u e ja s a lte rn a s : se v e rá n s u p e ra d o s p o r m is lá g rim a s y tú ,
N a tu r a le z a , s e n tir á s v e rg ü e n z a * \ T a l r a b ia m e p o s e e ; ta l
l o c u r a e s m i d u e l o . I n c l u s o , p a s a d o s t r e s v e c e s d ie z d í a s 201,
c u a n d o h a g o e s te e s fu e rz o , in c lin a d o s o b r e s u s e p u lc r o , d e ­
r r a m o e n m i s v e r s o s e l l l a n t o , lo s t o n o s d i s c o r d e s y la s 25
s o llo z a n te s p a la b r a s ; in te n to u n p o e m a c o n m i lir a — < m i
p e n a > y m i c ó le r a s e h a lla n in c a p a c e s d e g u a r d a r s ile n c io — ,
p e r o m i c a b e z a n o o b t i e n e lo s s ó l i t o s l a u r o s n i m i f r e n t e e l
h o n o r d e la s ín f u la s : h e a q u í q u e la s f r o n d a s d e l te jo s e m a r c h i­
t a n s o b r e m is c a b e llo s y e l f lé b i l c i p r é s , c o n s u s r a m a s , a p a r t a
la s h i e d r a s r ie n te s * * ; n o p u ls o la s c u e r d a s c o n l a p ú a e b ú r n e a , 30
s i n o q u e , e n m i a m e n c i a , r a s g o m i Ü ra i n c i e r t a c o n d e d o s
te m b lo ro s o s . E s u n g o c e — ¡a y , u n g o c e !— p r o c la m a r u n
p o e m a in d ig n o d e lo a y e n s a lz a r to rp e m e n te m i m íse ro
d u e l o . A s í l o h e m e r e c id o : a s í m e v e a n , l a m e n t a b l e d e c a n t o
y d e t r a z a , lo s d i o s e s d e lo a l t o . Q u e s e a v e r g ü e n c e n T e b a s 3$
y el E á c id a n u e v o m : y a n a d a p la c e n te ro b r o ta r á d e m i b o c a .
Y o , a q u e l q u e t a n t a s v e c e s p u d o d u l c i f i c a r c o n s u t e r n u r a la s
h e r i d a s d e m a d r e s y d e p a d r e s y s u s v iv o s d o l o r e s ; y o , e l
c o n s u e l o a p a c i b l e d e p l o r a n t e s , a q u i e n o í a n lo s a c e r b o s 40

m V ergüenza de q u e los padres naturales sufran un d o lo r m enos intenso.


Ver có m o se rep iten los conceptos del poem a II 1.
*» Cf. supra, 1. II!, n. 136.
w C í. supra, n. 100.
210 L a Tebaida, con clu id a ya, y (a A quiU ida iniciada. E l E ácid a es
A quiles, nieto d e Éaco (cf. supra, I. II, n. 43; I. V, n. (72).
230 sil v a s

t ú m u l o s y la s s o m b r a s v i a j e r a s a lo h o n d o , d e s f a l l e z c o e
im p lo r o u n a s m a n o s c a p a c e s d e c u r a r m e y u n o s re m e d io s
p a r a m i s h e r i d a s , q u e l o s e a n p o r s ie m p r e . E s e l m o m e n t o ,
a m ig o s a q u i e n e s h e e n j u g a d o lo s l l o r o s o s o j o s y lo s p e c h o s
h e rid o s : p a g a d c o n v u e s tr a a y u d a y m o s tr a d m e e s ta tris te
45 g r a t i t u d . S i n d u d a , c u a n d o y o , a p e s a d u m b r a d o , * * * la s
d e s g r a c i a s d e v u e s t r a f a m i l i a * * * 1“ c o n r e p r o c h e s : « tú , q u e
t e a f lig e s p o r e l m a l a j e n o , g u a r d a , in f e liz , t u s l á g r i m a s y
re s e rv a tu s fú n e b re s p o e m a s » . E r a c ie rto : m is fu e rz a s se
a g o ta r o n , n o m e r e s ta c a u d a l p a r a e x p re s a r m e y m i m e n te
50 n o e n c u e n t r a n a d a d i g n o d e r a y o t a n a c e r b o : t o d a e x p r e s i ó n
e s p o b r e y t o d a s la s p a l a b r a s s o n i n d i g n a s . P e r d ó n a m e , h ijo
m ío : e r e s t ú q u i e n , c r u e l — p o b r e d e m í — m e c u b r e s d e
tin ie b la s . S i a l v e r la h e r id a d e s u a m a d a e s p o s a a lu m b r ó el
tra c io O rfe o u n c a n to q u e e n d u lz a ra su p e s a r si n o en m u -
55 d e c i ó A p o l o t r a s h a b e r a b r a z a d o e l c a d á v e r d e L i n o 211, t a l
v ez a lg u n o d ig a q u e s o y in m o d e ra d o y á v id o d e d o lo r, y q u e
h e s o b r e p a s a d o e l p u d o r ju s to e n m i e fu s ió n d e lá g rim a s .
P e r o ¿ q u ié n e re s tú p a r a p e s a r m is lla n to s y m is q u e ja s?
D e m a s i a d o f e liz , c r u e l e n d e m a s í a e i g n o r a n t e , F o r t u n a , d e
60 t u i m p e r i o , q u i e n s e a t r e v e a d i c t a r le y e s a l l l a n t o y a d e c i d i r
lo s lim ite s d e l d u e l o . C o n e llo , (a y !, h a c e b r o t a r m á s lá g r im a s ;

2.1 L aguna, cu y a extensión, no m uy d ila ta d a , y cuyo co n tenido pueden


colegirse.
1.1 Es lo c o n tra río de lo que, poéticam ente, se av entura en el poem a
V 1.
},) El Uno e ra u n c a n to prim itivo en q u e se ex p re sa b a el d o lo r p o r la
brevedad d e la prim av era y la veloz llegada del estío, q u e ag o sta los
cam pos. D e ahí surgió la personificación de L ino, p o e ta y m úsico, hijo de
A polo y CaUope, m aestro d e O rfeo y de Hércules; este últim o, al reprenderle
el m aestro p o r su to rp e z a en el arte de tañer, le golpeó con su lira y le causó
la m uerte. Los ejem plos d e O rfeo y d e A polo son m odélicos en la escuela.
Ver M a r c i a l , IX 86, y E s ta c io , Tebaida VI 64 y s.
LIBRO V 231

a n t e s s u j e t a r í a s lo s r ío s d e s b o r d a d o s d e s u o r i l l a o d e t e n d r í a s
u n v o r a z i n c e n d i o q u e i m p i d i e r a s l l o r a r a l a f li g id o . P e r o , s e a
q u ie n s e a e s e s e v e r o c r ític o , d e s e o q u e c o n o z c a la s h e r id a s q u e
m u e v e n n u e s tra c a u sa .
Y o n o h e c o m p r a d o e n u n b a j e l d e F a r o s la s l o c u a c e s 65
d e lic ia s n i h e s e n tid o e l c a r iñ o d e u n n iñ o a c o s tu m b r a d o a
la s p r o v o c a c i o n e s d e s u N i l o 214, p r o t e r v o e n d e m a s í a p o r s u
l e n g u a y s u s a l a c i d a d : e r a a l g o m ío , m ío . L o v i s o b r e la
t i e r r a r e c l i n a d o y , d e s p u é s q u e f u e u n g i d o , lo a c o g í c o n u n
c a n t o g e n i t a l * 15, y , c u a n d o c o n s u s t r é m u l o s v a g i d o s p e d í a ?o
u n n u e v o a l i e n t o , le d i e n t r a d a e n l a v i d a 216. S u s p a d r e s ¿ q u é
m á s d o n e s le o t o r g a r o n ? E s m á s : te d i, p e q u e ñ o , u n n u e v o
n a c i m i e n t o , e l d e la l i b e r t a d 2,\ c u a n d o a ú n t e n u t r í a s d e lo s
p e c h o s , e , i n g r a t o t o d a v í a 211, te r e i r í a s d e m is b e n e f ic io s .
Q u i z á s e a p r e s u r ó e l c a r i ñ o m í o , p e r o s e a p r e s u r a b a c o n 75
r a z ó n , p a r a q u e n o p e r d i e r a u n s o l o d í a l i b e r t a d t a n p u e r il.
¿ C ó m o n o r e c h a z a r , c r i s p a d o d e o d i o , a la s d e i d a d e s m i s m a s
y a l T á r t a r o m a lig n o ? ¿ P o d r í a n o l l o r a r t e , n i ñ o a m a d o ?
M i e n t r a s e s t u v o a s a l v o , n o a n s ié t e n e r h ij o s ; d e s d e s u n a c i ­
m i e n t o , a l p u n t o s u v a g i d o m e e n v o l v i ó y t r a s p a s ó ; y o le so
e n s e ñ é p a la b r a s y s o n id o s , c in te r p r e té su s lla n to s y su s
p e n a s s e c r e t a s , y c u a n d o g a t e a b a , a b a j á n d o m e a l s u e l o lo

íl4 E ra m uy frecuente el com ercio d e favoritos procedentes de E gipto y


de o tro s países exóticos. Cf. supra, 1. II, nn. 12 y 20.
211 El c a n to de bienvenida al recién nacido que e n to n a b a su abuela o su
l(a m aterna. V er P ersio , II 35 y ss.
m E sto es: insuflé al recién nacido el alien to vital que reclam aba con
sus vagidos.
,n H endiadis en e) tex to latino: literalm ente, otro nacimiento y la
libertad.
M Es decir: si vivieras, serias a ú n dem asiado niñ o p a ra ap reciar mis
dones.
232 SILVAS

e le v é h a s t a m is b e s o s , y a c o g í a e n m i s e n o c a r i ñ o s o , e n e l
m o m e n t o m i s m o , s u s m e jil la s d e g r a n a 219 y le a t r a í a lo s a m a -
ss b le s s u e ñ o s . M i n o m b r e f u e e l p r i m e r o q u e s u p o p r o n u n c i a r ;
m i r i s a , e l p r i m e r j u e g o p a r a s u s t i e r n o s d ía s : d e m i r o s t r o
n a c í a s u a le g ría * ,* *

319 H ay un final de verso incom pleto: según nos atengam os a las dos
posibilidades que ofrece el m anuscrito M atritense, conservado en la Biblioteca
N acional de M ad rid (tunantes o nlientes), podem os inclinarnos p o r la
versión «sus o jito s brillantes» o bien «sus m ejillas rosadas»; ta n to el brillo
de los ojos corno el n ib o r d e las m ejillas pueden d e n o ta r en tos pequeños la
necesidad d e dorm ir.
m F a lta lo siguiente.
ÍNDICE GENERAL
Págs.
In t r o d u c c i ó n g e n e r a l ......................................................... V II

S i l v a s .............................................................................................. 1
L i b r o 1 ............................................................................................... 3

L i b r o I I ............................................................................................... 57

L i b r o I I I ............................................................................................. 101

L i b r o I V ............................................................................................. 145

L i b r o V ............................................................................................... 185

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