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La patente es un derecho otorgado por el Estado que permite explotar en exclusiva un invento

o sus mejoras. Este derecho concede al titular de la patente exclusividad e impide a terceros
hacer uso de la tecnología patentada. El titular de la patente es el único que puede hacer uso
de la tecnología que reivindica en la patente o autorizar a terceros a implementarla bajo las
condiciones que el titular fije. Las patentes son otorgadas por los Estados por un tiempo
limitado que actualmente, según normas del ADPIC1 es de veinte años. Después de la
caducidad de la patente cualquier persona puede hacer uso de la tecnología de la patente sin
la necesidad del consentimiento del titular de ésta. La invención entra entonces al dominio
público
El titular de una patente puede ser una o varias personas nacionales o extranjeras, físicas o
jurídicas, combinadas de la manera que se especifique en la solicitud, en el porcentaje ahí
mencionado. Los derechos de las patentes caen dentro de lo que se denomina propiedad
industrial y, al igual que la propiedad inmobiliaria, estos derechos se pueden transferir por
actos entre vivos o por vía sucesoria, pudiendo: rentarse, licenciarse, venderse, permutarse o
heredarse. Las patentes pueden también ser valoradas, para estimar el importe económico
aproximado que debe pagarse por ellas.

El término deriva del latín patens, -entis, que originalmente tenía el significado de «estar


abierto, o descubierto»2 (a inspección pública) y de la expresión letras patentes, que eran
decretos reales que garantizaban derechos exclusivos a determinados individuos en los
negocios. Siguiendo la definición original de la palabra, una de las finalidades de la legislación
sobre las patentes es la de inducir al inventor a revelar sus conocimientos para el avance de
la sociedad a cambio de la exclusividad durante un periodo limitado de tiempo. Luego, una
patente garantiza un monopolio de explotación de la idea o de una maquinaria durante un
cierto tiempo.
Tradicionalmente, se ha considerado que la razón por la que se concede al inventor un
monopolio temporal es para fomentar que las invenciones sean comunicadas a la sociedad y
no permanezcan secretas u ocultas. No es tanto por recompensarle por haber encontrado
algo nuevo, de lo que la colectividad va también a beneficiarse, sino sobre todo para incitar a
los inventores a no guardar en secreto sus inventos. 3
Otros opinan, por el contrario, que el sistema de patentes desestimula la innovación al permitir
que una empresa utilice el monopolio de una patente para aplazar el desarrollo de nuevas
innovaciones. Así, por ejemplo, la Comisión Federal de Comercio (FTC por sus siglas en
inglés), sin embargo, argumentó en junio que dar a los fabricantes de productos biológicos
cualquier período de exclusividad puede realmente ahogar la innovación. Los productos
biológicos son tanto más complejos y caros de producir que los medicamentos tradicionales
que las barreras para los que serían competidores 'biosimilares' ya son elevadas, dice la FTC.
Dar a los productos biológicos mayor protección -particularmente los 12 años de exclusividad
que quiere la industria- simplemente animaría a las firmas a jugar con lo que ya tienen en vez
de orientarse hacia 'nuevas invenciones para aplicarlas a necesidades médicas insatisfechas. 4
Las patentes son una de las opciones para evitar que cualquier persona copie un producto o
una maquinaria. Al mismo tiempo, las patentes deberían servir a los efectos de una difusión
efectiva y rápida de las nuevas ideas en tecnología, mejorando el acceso a la tecnología y a
los servicios adquiridos.
Existen diferentes tipos de patentes, aunque principalmente se dividen en tres categorías:
- Patentes de utilidad, estas patentes incluyen máquinas, aparatos, métodos, procesos,
productos, etc.
- Patentes de diseño, de esta categoría forman parte las líneas exteriores, la ornamentación,
la textura y estética de algo.
- Patentes de plantas, incluye la clonación de plantas y árboles.

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