Endocrinología Ginecológica

ISSN: 0951-3590 (impreso) 1473-0766 (en línea) Página de inicio de la revista: http://www.tandfonline.com/loi/igye20

Suplementación durante el embarazo: creencias y ciencia

Nils Milman, Tomasz Paszkowski, Irene Cetin y el Dr. Camil Castelo-Branco

Para citar este artículo: Nils Milman, Tomasz Paszkowski, Irene Cetin & Dr Camil Castelo-Branco (2016): Suplementación
durante el embarazo: creencias y ciencia, Endocrinología Ginecológica, DOI: 10.3109 / 09513590.2016.1149161

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Publicado en línea: 09 de marzo de 2016.

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Gynecol Endocrinol, Early Online: 1–8

! 2016 Taylor y Francis. DOI: 10.3109 / 09513590.2016.1149161

ARTÍCULO DE REVISIÓN

Suplementación durante el embarazo: creencias y ciencia

Nils Milman 1, Tomasz Paszkowski 2, Irene Cetin 3, y Camil Castelo-Branco 4

1 Departamentos de Bioquímica Clínica y Obstetricia, Hospital Naestved, Naestved, Universidad de Copenhague, Naestved, Dinamarca, 2 3er Catedrático y Departamento de Ginecología,

Universidad Médica de Lublin, Lublin, Polonia, 3 Departamento de Obstetricia y Ginecología, Universidad de Milán, Hospital Luigi Sacco, Milán, Italia, y 4 Instituto Cl´ı́nic de Ginecología,

Obstetricia y Neonatología, Hospital Cl´ı́nic-Institut d'Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer (IDIBAPS), Facultad de Medicina-Universidad de Barcelona, Barcelona, España

Resumen Palabras clave

El embarazo representa un desafío desde una perspectiva nutricional, porque la ingesta de micronutrientes durante el período periconcepcional y en el Anemia, calcio, suplementos dietéticos,
embarazo afecta el desarrollo de los órganos fetales y la salud de la madre. Una dieta / nutrición inadecuada durante el embarazo puede provocar numerosas sulfato ferroso, ácido fólico, embarazo, vitamina
deficiencias, incluida la deficiencia de hierro, y puede afectar la función placentaria y desempeñar un papel en el aborto espontáneo, la restricción del A, vitamina D
crecimiento intrauterino, el parto prematuro y la preeclampsia. Este artículo revisa los riesgos asociados con las deficiencias de nutrientes en mujeres

embarazadas y presenta una descripción general de las recomendaciones para la suplementación dietética durante el embarazo, centrándose en la
Historia
suplementación de hierro por vía oral. La detección de factores de riesgo, incluidos los patrones dietéticos y las comorbilidades, es fundamental para el manejo
Descargado por [RMIT University Library] a las 19:06 del 10 de marzo de 2016

Recibido el 12 de enero de 2016 Aceptado el 28 de

óptimo del embarazo. Hábitos dietéticos, que pueden provocar deficiencias (p. Ej., Hierro, ácido fólico, vitamina D, y calcio) y que tengan consecuencias
enero de 2016 Publicado en Internet el 2 de marzo
negativas para la salud de la madre y el feto / recién nacido, deben investigarse. La atención prenatal debe ser personalizada, teniendo en cuenta el origen
de 2016
étnico, la cultura, la educación, el nivel de información sobre el embarazo y los hábitos alimentarios y físicos. Los médicos deben elaborar un plan para la

suplementación adecuada y la profilaxis / tratamiento de las necesidades nutricionales y de otro tipo, y considerar la ingesta adecuada de calcio, yodo, vitamina

D, ácido fólico y hierro. Entre los suplementos de hierro por vía oral disponibles, el sulfato ferroso de liberación prolongada (complejo polimérico-sulfato ferroso)

presenta la incidencia más baja de eventos adversos generales y gastrointestinales, con implicaciones positivas para el cumplimiento. teniendo en cuenta el

origen étnico, la cultura, la educación, el nivel de información sobre el embarazo y los hábitos alimentarios y físicos. Los médicos deben elaborar un plan para

la suplementación adecuada y la profilaxis / tratamiento de las necesidades nutricionales y de otro tipo, y considerar la ingesta adecuada de calcio, yodo,

vitamina D, ácido fólico y hierro. Entre los suplementos de hierro por vía oral disponibles, el sulfato ferroso de liberación prolongada (complejo

polimérico-sulfato ferroso) presenta la incidencia más baja de eventos adversos generales y gastrointestinales, con implicaciones positivas para el

cumplimiento. teniendo en cuenta el origen étnico, la cultura, la educación, el nivel de información sobre el embarazo y los hábitos alimentarios y físicos. Los médicos deben elaborar un plan para la suplementación adecuada y la profilaxis / tratamiento de las neces

Introducción de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE) 14 17 de

junio de 2015 en Lisboa, Portugal. Es el segundo de una serie sobre "Atención
Existen numerosos mitos y mensajes contradictorios relacionados con el embarazo, en
ginecológica" [6] y analiza la necesidad de que los ginecólogos / obstetras que
particular relacionados con la dieta y la suplementación, con variaciones debidas a
atienden a mujeres embarazadas investiguen los hábitos alimentarios de sus clientes,
diferencias culturales (en y entre países) y, dentro de las sociedades, debido a aspectos
consideren que la suplementación es un problema médico y centrarse en la evidencia
socioeconómicos y educativos (Cuadro 1) [1-3]. Aunque la mayoría de las mujeres recurren
clínica relacionada con la tolerabilidad de los suplementos de hierro por vía oral.
a fuentes médicas para averiguar qué esperar durante el embarazo, incluso las mujeres
educadas pueden verse influenciadas por los mitos. La investigación realizada entre
mujeres embarazadas en el área metropolitana de Nueva York mostró que las mujeres
están fuertemente influenciadas sobre sus embarazos por rumores comunes en sus círculos
sociales y en los medios de entretenimiento, un fenómeno que se conoce como '' mitologías
Hábitos dietéticos: ¡investiga!

del embarazo '' fragmentario, contradictorio y formas de conocimiento esquivas [4]. Si bien muchos mitos sobre los hábitos alimentarios durante el embarazo son culturales /
tradicionales (Cuadro 1), algunos (p. Ej., Que una mujer embarazada debe "comer por dos") en
realidad pueden poner en peligro a las mujeres embarazadas. Entre 2000 y 2002, casi el 30% de
También existen mitos históricos relacionados con la ingesta de componentes dietéticos todas las muertes directas e indirectas relacionadas con el embarazo en el Reino Unido ocurrieron
individuales. Por ejemplo, en la década de 1990, la Junta Nacional de Salud de Dinamarca en mujeres con un índice de masa corporal (IMC).
defendió que la ingesta de hierro durante el embarazo debería aumentarse mediante un 30 [7]. Muchas complicaciones comunes
cambio en la dieta, recomendando una mayor ingesta de, por ejemplo, pasta de hígado, y los resultados adversos, en todas las etapas del embarazo y en el puerperio, se
espinacas y perejil. Sin embargo, las mujeres embarazadas no parecen cambiar sus hábitos asocian con la obesidad materna. Estos incluyen morbilidad materna (aborto
alimenticios [5], y estudios posteriores han destacado la necesidad de suplementos de hierro espontáneo, embolia pulmonar, tromboembolismo venoso, diabetes mellitus
por vía oral durante el embarazo. gestacional, trabajo de parto disfuncional, hemorragia posparto, infecciones de
heridas, deficiencia de hierro [DI] y anemia), así como morbilidad fetal (anomalías
Este artículo de revisión se basa en el simposio '' Gestión del embarazo: congénitas, problemas de placenta, prematuridad, grandes para bebés en edad
creencias y ciencia '', celebrado en la reunión anual gestacional y mortinatos) y problemas posparto (salud neonatal, tasas más bajas de
lactancia materna y obesidad entre los hijos) [8-10]. Estos riesgos perinatales se
pueden minimizar identificando a las mujeres en riesgo e implementando un
Dirección de correspondencia: Nils Milman, MD, Lindevangen 87B, DK2830
Virum, Dinamarca. Tel: + 45 2010 3577. programa
Correo electrónico: especial y
nils.milman@webspeed.dk
 2 N. Milman y col.
Recuadro 1. Mitos relacionados con el embarazo.
Género
Si un anillo de bodas sostenido sobre el abdomen de una mujer embarazada se balancea en un círculo, será una
niña, si se balancea en una línea, será un niño.
Si una mujer embarazada anhela dulces, será una niña
Dieta y suplementación
Una mujer embarazada nunca debe comer cangrejo porque es un alimento de 'naturaleza fría' que provocará
un aborto espontáneo (China)
Si no come la comida que anhela durante el embarazo, el bebé tendrá una mancha de
nacimiento en forma de ese tipo de comida (Japón, México) Evite la leche porque provoca
bebés grandes y partos difíciles (Latinoamérica)
Una dieta saludable evita la necesidad de suplementos de vitaminas y minerales.
Comentario científico:
Idealmente cierto. Los suplementos no son un sustituto de una dieta saludable, pero aproximadamente el 80% de
los estadounidenses no consumen los alimentos diarios necesarios para una salud óptima [1]
Las vitaminas prenatales cubren las necesidades nutricionales y corrigen la mala nutrición
Comentario científico:
Incorrecto. Cuanto mejor sea la nutrición, mayor será el beneficio de los suplementos [2]
Los suplementos deben tomarse antes del embarazo para que sean beneficiosos.
Comentario científico:
Descargado por [RMIT University Library] a las 19:06 del 10 de marzo de 2016
Incorrecto. Si una mujer queda embarazada antes de tomar suplementos, debe comenzar a
tomarlos inmediatamente para obtener el mayor beneficio durante el resto del embarazo [3].
plan individual de atención prenatal [11]. No obstante, a pesar de la disponibilidad de
recomendaciones específicas sobre aumento de peso durante el embarazo [12], entre el 30 y el
60% de las mujeres embarazadas no reciben asesoramiento sobre aumento de peso [13].
El vegetarianismo es una opción dietética cada vez más común para muchas mujeres
en edad fértil. Aunque las implicaciones de las dietas vegetarianas en el embarazo y el
impacto potencial en los resultados maternos / fetales siguen sin estar claras, es importante
que los ginecólogos / obstetras investiguen este aspecto durante el embarazo. Una revisión
sistemática reciente evaluó 22 estudios de dietas vegetarianas / veganas durante el
embarazo [14]. Aunque ninguno de los estudios informó un aumento en los resultados
adversos graves, nueve estudios heterogéneos sobre microelementos y vitaminas
sugirieron que los veganos-vegetarianos
las mujeres pueden estar en riesgo de consumir vitamina B 12 y deficiencias de hierro.
Hierro, folato, vitamina D y, en menor medida, calcio y
yodo, son las deficiencias dietéticas más comunes y de mayor importancia
clínica en las mujeres embarazadas.
Vitamina D
Una revisión de estudios publicados que relacionan el estado materno de vitamina D durante el
embarazo con los resultados maternos, fetales y posnatales informó que entre el 26% y el 98%
de las mujeres embarazadas de EE. UU., Australia, Oriente Medio y el sur de Asia a término o
cerca del término tenían deficiencia de vitamina D, mientras que el 66-100% fueron
insuficientes [15]. La deficiencia de vitamina D en el primer trimestre no parece estar asociada
con resultados adversos del embarazo, aunque el alto porcentaje, es decir, el 70%, de mujeres
con insuficiencia / deficiencia resalta la prevalencia de la deficiencia de vitamina D en mujeres
jóvenes en edad reproductiva [16]. Un estudio realizado en los Países Bajos demostró una
prevalencia particularmente alta de deficiencia de vitamina D en mujeres embarazadas no
occidentales en comparación con las mujeres occidentales [17]. En un estudio longitudinal de
mujeres embarazadas sanas de origen danés desde las 18 semanas de gestación hasta las 8
semanas de posparto, 1.4 3. 4% mostró deficiencia de vitamina y 16 19% de insuficiencia de
vitamina D. Hubo una disminución significativa en los niveles de vitamina D de 32 a 39
semanas.
Gynecol Endocrinol, Early Online: 1–8
gestación y desde el parto hasta las 8 semanas posparto. La ingesta media de vitamina D
en la dieta en mujeres en edad reproductiva fue baja,
2.4 metro g / d [18]. Los datos de Polonia indican un alto grado de deficiencia de vitamina D en
los recién nacidos independientemente de la estación del año en que nacieron [19].
En una evaluación de más de 2100 madres del Collaborative Perinatal
Project, una cohorte de observación realizada en 12 centros médicos en los
EE. UU. De 1959 a 1965, los niveles maternos de 25-hidroxivitamina D 37.5
nmol / L versus
5 37,5 nmol / L en el primer trimestre se asociaron con la mitad del riesgo de ser
pequeño para la edad gestacional (PEG; odds ratio ajustada 0,5; IC del 95%: 0,3 a
0,9), pero no se observó asociación en el segundo trimestre [20].
Folato
Según la mediana de los niveles de folato informados en una revisión sistemática de 62 estudios en
mujeres embarazadas de países desarrollados, la ingesta de folato en todas las regiones estuvo entre un
13% y un 63% por debajo de las recomendaciones durante el embarazo (Figura 1) [21]. En un estudio
longitudinal de mujeres embarazadas sanas de etnia danesa, el folato plasmático y de glóbulos rojos
demostró una disminución gradual y significativa desde las 18 semanas de gestación hasta las 8
semanas posparto y, al mismo tiempo, la homocisteína plasmática mostró un aumento gradual y
significativo. La prevalencia de niveles muy bajos de folato en plasma y glóbulos rojos aumentó del 0,6%
durante el embarazo al 18% 8 semanas después del parto. Aunque las mujeres danesas no
embarazadas en edad reproductiva tienen una ingesta dietética suficiente de folato, el aumento de la
demanda durante el embarazo implica un nivel bajo de folato al final del embarazo y el posparto [22].
Además de la asociación bien documentada entre la suplementación con folato y la prevención de
defectos del tubo neural (DTN) [23,24], el uso de ácido fólico periconcepcional se asocia con cambios
epigenéticos en el factor de crecimiento similar a la insulina 2 en el niño que pueden afectar la
programación intrauterina de crecimiento y desarrollo con consecuencias para la salud y la enfermedad a
lo largo de la vida [25]. El folato suplementario también se asoció con tasas más altas de nacidos vivos
después del tratamiento con tecnología de reproducción asistida [26], y menores riesgos de aborto
espontáneo [27] y defectos cardíacos congénitos [28]. El uso de ácido fólico periconcepcional se asocia
con cambios epigenéticos en el factor de crecimiento similar a la insulina 2 en el niño que pueden afectar
la programación intrauterina del crecimiento y el desarrollo con consecuencias para la salud y la
enfermedad a lo largo de la vida [25]. El folato suplementario también se asoció con tasas más altas de
nacidos vivos después del tratamiento con tecnología de reproducción asistida [26], y menores riesgos
de aborto espontáneo [27] y defectos cardíacos congénitos [28]. El uso de ácido fólico periconcepcional
se asocia con cambios epigenéticos en el factor de crecimiento similar a la insulina 2 en el niño que pueden afectar la program
Hierro
La ingesta media de hierro también está por debajo de las recomendaciones de nutrientes en
todos los países desarrollados [21]. La DI es el trastorno por deficiencia nutricional más común
en el mundo, particularmente en los países en desarrollo. En EE.UU., se estima que el 18% de
las mujeres embarazadas (28,4% en el tercer trimestre) tienen DI [29]. En Alemania, más del
40% de las mujeres embarazadas (hasta las 28 semanas de gestación) tienen DI [30]. Entre las
mujeres embarazadas sanas de etnia danesa que no tomaban suplementos de hierro por vía
oral, el 50% desarrolló DI y el 21% anemia por deficiencia de hierro (IDA), mientras que entre las
mujeres que tomaban 66 mg
hierro ferroso al día, solo el 10% muestra la ID y ninguna IDA [31].
La anemia materna se asocia con varios resultados adversos del embarazo para la
madre (p. Ej., Preeclampsia y aumento de la mortalidad), el feto (p. Ej., Bajo peso al
nacer, prematuridad y reservas reducidas de hierro) y la descendencia (p. Ej., Síndrome
metabólico y esquizofrenia) [ 32–34]. Un estudio de cohorte prospectivo de 1274
mujeres embarazadas de entre 18 y 45 años en el Reino Unido mostró que había una
relación positiva entre la ingesta total de hierro (de los alimentos y suplementos) al
comienzo del embarazo y el peso al nacer [32]. También hubo una relación positiva
entre la ingesta de suplementos que contienen hierro en el primer trimestre y la
hemoglobina (Hb) a las 12 y 28 semanas, y el volumen corpuscular medio (VCM) a las
28 semanas [32]. Un análisis reciente de datos del estudio Baby's Vascular Health and
Iron in Pregnancy (Baby VIP) en el Reino Unido mostró que los niveles de ferritina sérica
materna 5 15 metro g / L a las 12 semanas de gestación fue el predictor más fuerte (riesgo
dos veces mayor) de PEG. los
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Figura 1. Ingesta dietética de folato (mediana y rango intercuartílico) en mujeres embarazadas en diferentes regiones del mundo [21]. La ingesta recomendada de folato en Europa (UE) es 400 metro g
/ d. Adaptado de Blumfield et al. Una revisión sistemática y metanálisis de la ingesta de micronutrientes durante el embarazo en países desarrollados. Nutr Rev 2013; 71: 118-32, con autorización de
Oxford University Press.
El estudio también mostró que por cada aumento de 10 g / L en el nivel de Hb materna en la
primera mitad del embarazo, el riesgo de PEG se redujo en un 30%; niveles 5 110 g / L se
asociaron con un aumento de tres veces en el riesgo de PEG [35].
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Varios factores dietéticos pueden influir en la absorción de hierro [36]. Los
compuestos fenólicos (p. Ej., Té, café, cacao y vino tinto) tienen in vitro efecto inhibidor
sobre la absorción de hierro. Los fitatos presentes en cereales, semillas, nueces,
verduras y frutas inhiben fuertemente la absorción de hierro de una manera dependiente
de la dosis; el calcio también interfiere notablemente con la absorción de hierro. Por el
contrario, el ácido ascórbico, tanto en forma natural como sintética, es el potenciador
más potente de la absorción de hierro. Por tanto, debe aumentarse la ingesta de ácido
ascórbico en las comidas [36]. La vitamina A puede prevenir el efecto inhibidor del café,
té y fitatos consumidos simultáneamente sobre la absorción de hierro. La carne, el
pescado y las aves de corral promueven la absorción de hierro no hemo mediante los
denominados "factores cárnicos". La absorción de hemo-hierro depende del estado
corporal de hierro y es inhibida por el calcio, no por otros factores dietéticos. Con base
en este conocimiento, se recomienda incrementar la ingesta de hierro hemo.
Se ha establecido previamente que el nivel de hierro en mujeres en edad reproductiva
está estrechamente asociado con la duración e intensidad del sangrado menstrual, que a su
vez está influenciado tanto por factores genéticos como por métodos anticonceptivos.
Cuanto más largo sea el período de sangrado, menor será el nivel de hierro. En
consecuencia, las usuarias de píldoras anticonceptivas tienen un nivel de hierro más alto que
las no usuarias debido a una menor pérdida de sangre menstrual [37]. Un estudio reciente
evaluó los factores de riesgo anamnésicos de DI en el embarazo [30]. Usando una
combinación de un protocolo dietético y un cuestionario, se podría estimar el riesgo de DI en
gestaciones de 21 semanas o más. La probabilidad de DI y / o anemia aumentaba si los
sangrados menstruales duraban 6 días y los tampones utilizados tenían una alta
absorbencia. Los autores concluyeron que las mujeres embarazadas deben ser evaluadas
mediante un cuestionario que registre los factores de riesgo dietéticos y no dietéticos para DI
y que, además de determinar los niveles de Hb, se deben evaluar los marcadores del estado
del hierro (ferritina sérica, receptor soluble de transferrina y saturación de transferrina). en
mujeres de alto riesgo. Esto permite la recomendación de suplementos de hierro dirigidos
por médicos [30].
Suplementación: un problema médico
Desde una perspectiva nutricional, el embarazo es un desafío porque el cuerpo materno
tiene que hacer frente a las exigencias nutricionales.
Embarazo y suplementación 3
suministros de la placenta y el feto. Los nutrientes que necesita el feto se metabolizan
por separado en el cuerpo materno, la placenta y el feto [38]. La ingesta de
micronutrientes en el período periconcepcional y el embarazo afecta el desarrollo de
órganos embrionarios / fetales y, por lo tanto, puede tener efectos potenciales
relacionados con la teratogenicidad. La nutrición durante el embarazo puede influir en la
función placentaria y puede tener un impacto en la fertilidad y la frecuencia de aborto
espontáneo, restricción del crecimiento intrauterino, parto prematuro y preeclampsia. En
el período posparto, la DI puede afectar la salud materna y perjudicar la nutrición
neonatal. En consecuencia, las deficiencias durante el embarazo y / o la lactancia
pueden tener efectos duraderos tanto en la salud materna (p. Ej., Osteoporosis) como
en la salud infantil, así como en la salud programada por el adulto [38].
El embarazo requiere solo un modesto aumento de la ingesta energética en
comparación con las necesidades previas al embarazo (aproximadamente 100 y 300 kcal /
d más en el primer y segundo / tercer trimestre, respectivamente), con un aumento de las
necesidades durante la lactancia de 450 kcal / d. Sin embargo, una cuestión muy
importante es que la ingesta recomendada de varios nutrientes muestra un aumento mucho
mayor que la ingesta energética recomendada (Figura 2) [39].
Además de las complejidades del embarazo en sí, es necesario considerar las
diferencias geográficas / sociodemográficas con respecto a las deficiencias de
nutrientes en el embarazo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que
la vitamina A, yodo, vitamina
D, y las deficiencias de calcio en mujeres embarazadas son más comunes en países de
ingresos bajos que en países de ingresos altos, mientras que la deficiencia de hierro y
folato en el embarazo es común en todo el mundo. Sin embargo, desde un punto de vista
práctico, solo se recomiendan los suplementos de folato y hierro. En el Cuadro 2 se
muestra una descripción general de las recomendaciones de la OMS sobre complementos
nutricionales en mujeres embarazadas.
Suplementos de vitamina A
Las cantidades dietéticas recomendadas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria
para la ingesta de vitamina A durante el embarazo y la lactancia son 700 metro g de
equivalente de retinol (RE) / dy 1300 metro g RE / d, respectivamente [40]. La OMS no
recomienda la suplementación con vitamina A durante el embarazo como parte de la
atención prenatal de rutina para la prevención de la morbilidad y mortalidad materna e infantil
[41]. Sin embargo, en zonas con un problema de salud pública grave relacionado con la
deficiencia de vitamina A, se recomienda encarecidamente la suplementación con vitamina A
durante el embarazo para prevenir la ceguera nocturna [41].
 4 N. Milman y col.
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Figura 2. Ingesta recomendada de nutrientes para mujeres embarazadas expresada como porcentaje de los valores de ingesta recomendada para mujeres no embarazadas. Los datos se basan en
las recomendaciones del consenso nacional alemán [39]. La ingesta recomendada de varios nutrientes muestra un aumento mucho mayor que la ingesta energética recomendada. Adaptado de
Koletzko et al. Recomendaciones del consenso nacional alemán sobre nutrición y estilo de vida durante el embarazo de la "Red de familias jóvenes de Healthy Start". Ann Nutr Metab 2013; 63:
311-22, con permiso de Karger Publishers, Basilea, Suiza.
Cuadro 2. Recomendaciones de la OMS para la suplementación dietética en mujeres embarazadas.
Suplemento Nivel de evidencia / recomendación
Vitamina A No recomendado en países desarrollados Necesidad de
Yodo investigaciones futuras
Vitamina D Necesidad de investigación futura
Calcio Recomendado en regiones con baja ingesta Muy
Ácido fólico recomendable
Hierro Muy recomendado
Suplementos de yodo
La deficiencia de yodo materna durante el embarazo puede tener efectos adversos sobre
la función cognitiva de la descendencia [42]. Aunque la concentración media de yodo en
orina recomendada en mujeres embarazadas es de 150 metro g / L, se han informado
grandes variaciones en diferentes países en todo el mundo [42 48], y muchos estudios
informan valores medianos 5 150 metro g / L. Las fuentes dietéticas de yodo incluyen
sal de mesa yodada, leche y agua mineral; Si bien la orientación de la OMS / UNICEF
reconoce la importancia del acceso a la sal de mesa yodada, uno de los mejores y menos
costosos métodos para prevenir la deficiencia de yodo [49], generalmente faltan
recomendaciones durante el embarazo y se requiere más investigación para definir la
ingesta óptima de yodo y el potencial impacto en los resultados clínicos.
5 110 g / L [1er y 3er trimestre] o 5 105 g / L [2do trimestre]) [55,56]. Aproximadamente
Suplementos de vitamina D
La vitamina D es compatible con la salud ósea materna y fetal, y un estado elevado de
vitamina D durante el embarazo puede mejorar la mineralización ósea en la
descendencia [50]. La vitamina D también permite la adaptación inmunológica materna
necesaria para mantener un embarazo normal, y la suplementación con vitamina D
beneficia la función inmunológica y la pérdida de tolerancia a la preeclampsia [51]. De
hecho, el aumento de los niveles de vitamina D se asocia con una protección a largo
plazo contra enfermedades inmunológicas (p. Ej., Alergias, tipo
Gynecol Endocrinol, Early Online: 1–8
1 diabetes y asma) [50]. Sin embargo, aunque una gran proporción de mujeres
embarazadas tiene deficiencia de vitamina D, la evidencia disponible que evalúa
directamente los beneficios y las posibles desventajas de la suplementación con
vitamina D es limitada. En consecuencia, no se recomienda la suplementación con
vitamina D durante el embarazo para prevenir el desarrollo de preeclampsia y sus
complicaciones, o como parte de la atención prenatal de rutina [52]. Existe una gran
necesidad de futuros estudios de intervención bien diseñados. Se debe alentar a las
mujeres embarazadas a recibir una nutrición adecuada, que se logra mejor mediante
el consumo de una dieta sana y equilibrada [52].
Suplementos de calcio
En poblaciones donde la ingesta de calcio es baja, la OMS recomienda que todas las
mujeres embarazadas, en particular aquellas con alto riesgo de hipertensión
gestacional, reciban 1,5 2,0 g de calcio elemental / día, dividido en tres dosis y
preferiblemente con las comidas, desde las 20 semanas de gestación hasta la final del
embarazo [53].
Suplementos de hierro
En comparación con los niveles previos al embarazo, las necesidades de hierro se duplican
durante el embarazo (Figura 2), como resultado del desarrollo fetal y placentario, y también
debido a la expansión de los glóbulos rojos [54].
Las reservas de hierro inadecuadas dan como resultado IDA (definido como niveles de Hb
45 millones de mujeres embarazadas en todo el mundo (y 2,5 millones de mujeres
en Europa) tienen IDA [57]. Es más,
las mujeres no realizan cambios sustanciales en sus hábitos alimenticios cuando quedan
embarazadas, y una mayor ingesta dietética con una mayor biodisponibilidad de hierro
implicaría cambios fundamentales en los patrones nutricionales que no son realistas en las
mujeres embarazadas [5]. En consecuencia, la suplementación con hierro está indicada a
menos que haya reservas de hierro de alrededor de 500 mg al comienzo del embarazo
(alcanzado por aproximadamente el 15-20% de las mujeres en los países occidentales). En
Europa, la mayoría de las mujeres en edad reproductiva
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Tabla 1. Profilaxis individual de la anemia ferropénica (AF) con hierro ferroso en mujeres
embarazadas según el estado de hierro (ferritina sérica) antes de la concepción o en el primer
trimestre [62].
Ferritina sérica ( metro g / L) Mujeres embarazadas (%) administración
4 70–80 15-20 Sin suplemento de hierro
30–70 40 30 a 40 mg / día
5 30 40 60 a 80 mg / día
edad tienen un nivel bajo de hierro con una ferritina plasmática media de & 40 metro gramo/
L, correspondiente a las reservas de hierro corporal movilizable de 200 a 300 mg [58]. En los
países occidentales, la ferritina plasmática antes de la concepción o al inicio del primer
trimestre debe indicar la necesidad de suplementación (prevención general de la AIF o
tratamiento de la AIF con un régimen específico). Las recomendaciones para la profilaxis
individual con hierro para la AF durante el embarazo, de acuerdo con el estado de hierro antes
de la concepción / primer trimestre, se muestran en la tabla 1 [33,59-63]. Para la prevención
general de la anemia, el Grupo Consultivo Internacional de Anemia Nutricional recomienda
que en áreas con un 5 40% de prevalencia de anemia en el embarazo (es decir, la mayoría de
los países industrializados), se deben administrar 60 mg / d de hierro ferroso oral durante el
embarazo. En las regiones con una mayor prevalencia de anemia, se debe administrar la
misma suplementación diaria (hierro 60 mg) durante todo el embarazo y continuar durante los
3 meses posteriores al parto [64]. Dependiendo de la gravedad de la anemia, las guías
internacionales recomiendan 120 mg de hierro ferroso elemental al día [56,65,66], 100 mg al
día [67,68] o 60 mg dos veces al día [69] como tratamiento de primera línea para la AIF. De
hecho, el mito de una dieta alta en hierro para prevenir o tratar la AF es falso, ya que el alto
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requerimiento fisiológico de hierro durante el embarazo es difícil de cumplir con la mayoría de
las dietas. Por lo tanto, las mujeres embarazadas deben recibir de forma rutinaria suplementos
de hierro, preferiblemente adaptados a su estado de hierro (ferritina sérica).
Es importante destacar que el uso de suplementos multivitamínicos-multiminerales
diarios, diseñados específicamente para mujeres embarazadas, generalmente no se
recomienda para la profilaxis con hierro porque la cantidad de hierro en dichos productos
suele ser inferior a 30 mg; además, la absorción de hierro de estos suplementos no se ha
investigado adecuadamente, pero probablemente sea baja debido a la interacción
absorbente del hierro con otros iones metálicos divalentes contenidos en los comprimidos
[70].
Suplementos de ácido fólico
Se recomienda la suplementación con ácido fólico para todas las mujeres en edad fértil.
Todas las mujeres que planean quedarse embarazadas deben tomar un suplemento
diario de ácido fólico 400 metro g (adicional al contenido de folato en la dieta),
comenzando desde 2 meses antes hasta 3 meses después de la concepción. Durante
el segundo y tercer trimestre, se recomienda el uso continuo de ácido fólico más
suplementos de hierro para la prevención de la anemia, ya que la ID y la IDA a menudo
se asocian con la deficiencia de folato. La evidencia también respalda el uso de ácido
fólico durante el embarazo para la prevención de la preeclampsia. Las mujeres con alto
riesgo de deficiencia de folato (p. Ej., Las que tienen un hijo anterior con un DTN y las
que toman anticonvulsivos asociados con el desarrollo de DTN) deben recibir un
suplemento de ácido fólico 4 5 mg / día [71-74].
¿Qué suplementos de hierro debemos utilizar en mujeres embarazadas?
En general, las mujeres tienen un metabolismo basal más bajo, están más preocupadas
por su apariencia corporal y, en consecuencia, tienen una menor ingesta energética y, por
tanto, de hierro que los hombres [75]. Además, durante la menstruación, las pérdidas
diarias de hierro pueden aumentar de 2 a 3 veces [76] y el embarazo, el parto y la
lactancia implican un requerimiento adicional de hierro [77].
Embarazo y suplementación 5
Como se señaló anteriormente, la DI es el problema nutricional más común en todo el
mundo y las fórmulas de sales de hierro ferroso (bivalente) orales son los medicamentos de
elección recomendados por la OMS para el tratamiento de la DI / IDA [78] porque demuestran
una mejor absorción intestinal de hierro que la férrica (trivalente) ) preparaciones de sal de
hierro [79], y son más rentables. Además, la tolerabilidad de las sales de hierro orales es
crucial en el tratamiento de la DI, ya que la alta incidencia de eventos adversos
(particularmente eventos gastrointestinales [GI]) observada en algunos estudios se asocia con
bajos niveles de cumplimiento [80].
Desde una perspectiva práctica, la administración oral de hierro es la
primera opción para reponer las reservas de hierro, ya que esto permite utilizar el
mecanismo fisiológico normal de absorción GI. Además, el hierro oral no implica
riesgo de sobrecarga de hierro y otras complicaciones asociadas con la
administración intravenosa de hierro. En comparación con la vía oral, la
administración intravenosa es más costosa y compleja y generalmente se reserva
para (1) pacientes con intolerancia al hierro oral, (2) pacientes que no responden
al hierro oral debido a una absorción alterada y (3) pacientes en cuyas pérdidas
de hierro son superiores a su capacidad de absorción de hierro [81]. Las fórmulas
de hierro varían en su composición (diferentes sales de hierro) y en el estado
químico del hierro (ferroso o férrico), así como en su forma galénica (fórmulas de
liberación inmediata y liberación prolongada) [81]. Las fórmulas de sales de hierro
férrico tienen poca solubilidad y biodisponibilidad (aproximadamente 3 a 4 veces
menor absorción que el sulfato ferroso) y deben transformarse en hierro ferroso
antes de ser absorbidas, con posibles implicaciones negativas para la variabilidad
farmacocinética interindividual, la tasa de respuesta y un mayor número de
ingestas [ 81]. Las preparaciones de sales de hierro ferroso suelen demostrar una
buena biodisponibilidad del 10 al 15%, dependiendo del estado corporal de hierro.
En consecuencia, las sales de hierro ferroso se utilizan más ampliamente y se
prefieren a las preparaciones de sales de hierro férrico [81], y algunos autores
sugieren que no se deben utilizar suplementos férricos [82,83]. Entre las
preparaciones ferrosas orales, que incluyen sulfato ferroso, fumarato ferroso,
gluconato ferroso y sulfato ferroso de liberación prolongada (complejo
polimérico-sulfato ferroso FSPC),
Hay dos formas de preparaciones de sulfato ferroso orales, productos convencionales de liberación
inmediata que liberan rápidamente todo el hierro en el estómago (y están asociados con intolerancia
gástrica) y productos de liberación prolongada. Un estudio reciente evaluó la farmacocinética sérica del
hierro en 30 mujeres no embarazadas con IDA luego de la administración oral única (160 mg) de FSPC
de liberación prolongada (Tardyferon) [84]. Los niveles de hierro sérico permanecieron elevados hasta 12
h después de la ingesta del fármaco. La mediana del tiempo hasta las concentraciones séricas máximas
de hierro se produjo 4 h después de la administración. Entre 2 y 8 h después de la administración, las
concentraciones medias de hierro en suero fluctuaron solo en un 20%. El estudio demostró que
Tardyferon entregó una liberación prolongada de hierro que conduce a una absorción óptima de hierro a
lo largo de las principales áreas de absorción en el intestino delgado (duodeno-yeyuno). disminuyendo
así la incidencia de intolerancia GI [84]. La administración oral de Tardyferon resultó en un aumento
significativamente mayor de los niveles de hierro sérico que el sulfato ferroso de liberación inmediata
[85]. En un estudio aleatorizado de 90 mujeres embarazadas con AD a las 35 39 semanas de gestación,
Tardyferon mejoró significativamente los parámetros hematológicos en comparación con las personas no
tratadas [86]. Además, junto con las mejoras en los parámetros hematológicos, la salud general y el
bienestar también fueron superiores en los receptores de Tardyferon, con muy buena tolerabilidad [86].
Tardyferon mejoró significativamente los parámetros hematológicos en comparación con los individuos
no tratados [86]. Además, junto con las mejoras en los parámetros hematológicos, la salud general y el
bienestar también fueron superiores en los receptores de Tardyferon, con muy buena tolerabilidad [86].
Tardyferon mejoró significativamente los parámetros hematológicos en comparación con los individuos
no tratados [86]. Además, junto con las mejoras en los parámetros hematológicos, la salud general y el
bienestar también fueron superiores en los receptores de Tardyferon, con muy buena tolerabilidad [86].
Una revisión sistemática reciente, que evaluó la tolerabilidad de los suplementos de
hierro por vía oral basada en datos de 111 estudios en 10 695 pacientes, mostró que
Tardyferon tuvo la incidencia más baja de eventos adversos generales (4.1%) y GI
(3.7%) (Figura 3). De los diferentes suplementos de hierro por vía oral, que se han
evaluado,
 6 N. Milman y col. Gynecol Endocrinol, Early Online: 1–8

Figura 3. Frecuencia de (a) eventos adversos generales y (b) (a) 50 47,0 *

gastrointestinales notificados en una revisión sistemática de la
45
tolerabilidad de los suplementos de hierro ferroso orales [87].
FSPC, complejo polimérico-sulfato ferroso. 40

* pag 5 0,001 frente a FSPC. 35 32,3 *

Frecuencia de eventos adversos (%)

30,9 *

30

23,5 *
25

20

15

10 7.3
4.1
5

0
Ferroso Ferroso Ferroso Ferroso FSPC de proteína de hierro (n = 1293)

fumarato sulfato gluconato succinilato de sulfato de glicina

(n = 727) (n = 3272) (n = 460) (n = 565) (n = 4198)

(B) 50

43,4 *
45

40

35
Frecuencia de eventos adversos (%)

30,2 * 29,9 *
Descargado por [RMIT University Library] a las 19:06 del 10 de marzo de 2016

30

25

18,5 *
20

15

10 7.0
3,7
5

0
Ferroso Ferroso Ferroso Ferroso FSPC de proteína de hierro (n = 1293)
fumarato sulfato gluconato succinilato de sulfato de glicina
(n = 757) (n = 3271) (n = 572) (n = 604) (n = 4198)

Tardyferon pareció ser la preparación de hierro ferroso mejor tolerada [87].
La menor incidencia de EA observada con Tardyferon se puede atribuir a su
formulación galénica, que conduce a la liberación prolongada de hierro y previene la
acumulación de grandes cantidades de hierro elemental en el estómago. Este efecto
se ve agravado por las propiedades protectoras del complejo polimérico rico en
aminoazúcares que protegen la mucosa gastrointestinal. Cuando se administra junto
con sulfato ferroso, la mayor parte del hierro se libera una vez que pasa por el tracto
gástrico [88-90].
Se necesita suplementación para compensar la ingesta dietética insuficiente de folato. La
suplementación con hierro debe adaptarse de acuerdo con la prevención o el tratamiento de la ID
/ IDA. Los médicos que atienden a mujeres embarazadas deben tener en cuenta la necesidad de
suplementos de hierro, reconociendo que no todos los suplementos de hierro son iguales,
especialmente en lo que respecta a la incidencia de eventos adversos gastrointestinales. Basado
en una revisión sistemática reciente de seis preparaciones de hierro oral, FSPC Tardyferon
mostró la menor incidencia de eventos adversos generales, así como gastrointestinales.

Conclusiones
Los hábitos alimentarios constituyen importantes factores de riesgo de deficiencias
nutricionales potencialmente dañinas (p. Ej., Hierro, ácido fólico, yodo, calcio y vitamina
D) en las mujeres embarazadas de los países occidentales. Los cuestionarios de
antecedentes dietéticos, los cuestionarios de patrones menstruales y la medición del
IMC deben considerarse como una parte integral del asesoramiento preconcepcional y
durante la primera visita prenatal en la clínica prenatal. Las mujeres embarazadas con
alto riesgo de deficiencias, en particular ID e IDA, requieren especial atención. Los
cambios en la dieta pueden ser suficientes para satisfacer las necesidades de yodo y
vitamina D. Sin embargo, la suplementación con hierro y folato es un problema médico;
Se debe evaluar la ingesta de hierro y medir su biomarcador más importante (ferritina).
Se debe proporcionar ácido fólico antes de la concepción y durante el primer trimestre
para prevenir los defectos del tubo neural.
Agradecimientos
Los autores desean agradecer a David P. Figgitt PhD, Content Ed Net, por brindar apoyo
editorial en la preparación del artículo.
Declaración de interés
Esta revisión se basa en un simposio satélite titulado 'Gestión del embarazo:
creencias y ciencia' que fue parte de la reunión anual de la Sociedad Europea de
Reproducción Humana y Embriología (ESHRE, 14 a 17 de junio de 2015,
Lisboa, Portugal) y fue financiado por Pierre Fabre Medicament . Todos los
autores informan haber recibido honorarios personales de Pierre Fabre
Medicament por preparar y presentar la información incluida en esta revisión,
que presentaron en el simposio, y ningún otro conflicto de interés relevante. La
financiación del apoyo editorial fue proporcionada por Pierre Fabre Medicament,
Francia.
 DOI: 10.3109 / 09513590.2016.1149161 Embarazo y suplementación 7

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