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La Tierra primitiva
Los biólogos en general aceptan la idea que la vida se origina a partir de materia
inanimada en un proceso que se denomina evolución química, el cual se debe haber
desarrollado en varias etapas.
A pesar de que nunca se sabrá con certeza... las condiciones de la tierra primitiva,
distaban mucho de las actuales. Astrofísicos y geólogos calculan la edad de la tierra en
4600 millones de años.
La atmósfera primitiva contenía:
También es posible que hubiera Amoníaco (NH3), Sulfuro de Hidrógeno (H2S) y Metano
(CH4). Es probable que tuviera poco o nada de oxígeno (O2).
ausencia total o casi completa de Oxígeno libre: ya que al ser muy reactivo hubiera oxidado las
moléculas orgánicas que son esenciales para la vida.
una fuente de energía: la tierra primitiva era una lugar caracterizado por la presencia de
vulcanismo generalizado, tormentas eléctricas, bombardeo de meteoritos e intensa radiación,
especialmente ultravioleta
sustancias químicas que funcionaran como "bloques de construcción químicos": agua, minerales
inorgánicos y gases.
tiempo: la edad de la tierra se calcula en 4600 millones de años y los vestigios de vida mas antiguos
datan de 3.800 millones de años, de modo que la "vida" tardo solo unos 800 millones de años en
formarse. La evidencia fósil soporta la idea que el origen de la vida en la Tierra comenzó en épocas
tempranas: hace ya 3.500l millones de años (en notación científica mil millones = un Giga, Ga
abrevia por Giga-años).
Los fósiles de rocas Australianas son tales que indican que debió existir vida mucho antes. De rocas
obtenidas de Groenlandia se obtuvieron posiblemente las más antiguas células 3,8 (?) Ga.
J. William Schopf de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA) descubrió recientemente
posible procariotas fotosintetizadores en rocas de 3,5 Ga; sugiriendo por lo tanto la existencia de
formas más antiguas. La roca más antigua conocida en la Tierra tiene 3,96 Ga y proviene de la
región canadiense del Ártico.
Miller hizo pasar descargas eléctricas a través de una mezcla de gases que se asemejaría a
la atmósfera primordial. En un recipiente de agua, que en el modelo experimental,
representaba al antiguo océano, Miller recobró aminoácidos. Subsecuentes modificaciones
de la atmósfera produjeron muestras o precursores de las cuatro clases
de macromoléculas orgánicas. La primera presentación de los trabajos de Miller fue
realizada en este "paper": Miller S L, A production of amino acids under possible primitive Earth
conditions, Science 1953; 117: 528-529.
La Tierra primordial era un lugar muy diferente del de nuestros días, con grandes
cantidades de energía, fuertes tormentas etc. El océano era una "sopa" de compuestos
orgánicos formados por procesos inorgánicos. Los experimentos de Miller y otros
experimentos no probaron que la vida se originó de esta manera, solo que la condición
existente en el planeta hace alrededor de 3 mil millones de años fueron tales que pudo
haber tenido lugar la formación espontánea de macromoléculas orgánicas. Las simples
moléculas inorgánicas que Miller puso en su aparato, dieron lugar a la formación de una
variedad de moléculas complejas.
"Yo mismo estoy convencido de que la teoría de la evolución, especialmente la amplitud con que ha sido aplicada, será
uno de los grandes chistes de los libros de historia del futuro. La posteridad se maravillará de que una hipótesis tan
endeble y dudosa pudiera ser aceptada con la increíble credulidad con que se ha hecho." Malcolm Muggeridge,
periodista y filósofo (Pascal Lectures, Universidad de Waterloo, Ontario, Canadá).
"Los científicos que van enseñando por ahí que la evolución es un hecho de la vida son grandes estafadores, y la historia
que están contando puede ser el más grande engaño
jamás hecho. Al explicar la evolución, nosotros no
tenemos una ápice de hechos." El Dr. N. Tahmisian, de la Teoría de la generación espontánea
Comisión de Energía Atómica, EUA.
Hipótesis
La hipótesis de la generación espontánea aborda la idea de que la materia no viviente puede originar
vida por sí misma. Aristóteles pensaba que algunas porciones de materia contienen un "principio
activo" y que gracias a él y a ciertas condiciones adecuadas podían producir un ser vivo. Este
principio activo se compara con el concepto de energía, la cual se considera como una capacidad
para la acción.
Según Aristóteles, el huevo poseía ese principio activo, el cual dirigir una serie de eventos que podía
originar la vida, por lo que el huevo de la gallina tenía un principio activo que lo convertía en pollo, el
huevo de pez lo convertía en pez, y así sucesivamente.
También se creyó que la basura o elementos en descomposición podían producir organismos vivos.
La observación indicaba que surgían gusanos del fango, moscas de la carne podrida, cochinillas de
los lugares húmedos, etcétera. Así, la idea de que la vida se estaba originando continuamente en la
Tierra a partir de esos restos de materia orgánica se denominó generación espontánea.
La autogénesis se sustentaba en procesos como la putrefacción. Es así que de un trozo de carne
podían generarse larvas de mosca.
Historia
Fue durante la antigua Grecia cuando surge esta idea que se mantuvo viva durante más de dos mil
años. La idea de la generación espontánea surgió también como una teoría materialista entre los
griegos como Tales de Mileto, Anaximandro, Jenófanes y Demócrito (en el siglo V a.n.e.). Para ellos
la vida podía surgir del lodo, de la materia en putrefacción, del agua de mar, del rocío y de la basura,
ya que ahí observaron la aparición de gusanos, insectos, cangrejos, pequeños vertebrados, etc. A
partir de ello, dedujeron que esto se debía a la interacción de la materia no viva con fuerzas
naturales como el calor del sol.
Posteriormente, Aristóteles (384–322 a.n.e.) la convierte en una teoría idealista. Él propuso que la
generación espontánea de la vida era el resultado de la interacción de la materia inerte con una
fuerza vital o soplo divino que llamó entelequia. El pensamiento de Aristóteles prevaleció por muchos
años.
Después de algunos días observó que la carne contenida en los recipientes cubiertos,
aun cuando estaba en putrefacción no contenía traza alguna de larvas, al contrario de lo
que sucedía con la carne de los recipientes descubiertos, en la que las moscas adultas
habían podido poner sus huevos. Este experimento habría podido demostrar
definitivamente que la vida sólo podía originarse en otra forma de vida preexistente,
pero no fue así: la teoría de la generación espontánea sobrevivió dos siglos más, gracias
al apoyo de los medios religiosos partidarios del pensamiento teológico de Aristóteles.
En el mismo período, el fisiólogo inglés William Harvey (1578-1657), tras su estudio
sobre la reproducción y el desarrollo de los ciervos, descubrió que la vida de todo animal
se inicia efectivamente en un huevo, y un siglo después el sacerdote italiano Lazzaro
Spallanzani (1729-1799) comprendió la importancia de los espermatozoides en el
proceso reproductor de los mamíferos. Aunque estos descubrimientos demostraron la
validez de las tesis de Harvey y Spallanzani, durante mucho tiempo se continuó
sosteniendo la teoría de la generación espontánea, por lo menos en el caso de los
animales muy pequeños, como los microorganismos hasta que en 1861, gracias a Louis
Pasteur (1822-1895) y a sus experimentos sobre las bacterias, fue definitivamente
refutada.
Pasteur cultivó bacterias en una solución nutritiva contenida en unos cuantos balones de
vidrio; los balones estaban provistos de un cuello largo en forma de S, desprovisto de
tapón, que impedía el paso de los microorganismos externos. Después de una
prolongada ebullición, observó que la solución estaba desprovista de toda forma de vida
y que estas condiciones se mantenían durante varios meses.