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GRECIA CLÁSICA

ESPARTANOS

1 Esparta como Polis

Esparta o Lacedemonia se fundó en el momento en el que los dorios conquistan la región de Laconia
en el siglo X a.C. Logró hacerse con el poder de todas las ciudades o estados de la Antigua Grecia gracias a
su disciplina militar basada en una educación que no permitía la existencia de débiles y pusilánimes. Al
igual que otras ciudades griegas, su ejército se basaba en el sistema hoplítico, es decir, basado en el combate
cerrado y la formación compacta, sólo que los espartanos, además, lo unieron con un sistema social y
educativo dedicado por completo a la victoria y al bien de la ciudad por encima del éxito personal y del ego.
Gracias a esta férrea educación y a su duro sistema ético y guerrero, los espartanos aún están considerados
entre los mejores guerreros de la Historia, siendo también un ejemplo de la lucha en equipo para hacer un
frente común donde, al mismo tiempo, cada individuo era importante. Los espartanos eran soldados a tiempo
completo y, miembros del único ejército profesional de Grecia.

Estrato Social

En Esparta había tres clases sociales: espartanos, periecos e ilotas.

Los espartanos se llamaban entre ellos «los iguales», y tenían plenitud de derechos políticos. Eran la
clase privilegiada, y recibían una disciplina militar y política. Los trabajos manuales los dejaban para las
clases inferiores. Para ser espartano, había que cumplir tres condiciones: ser hijo de padres espartanos; estar
inscrito en un syssition, que era un grupo de personas que comían juntos y pagaban una contribución, y
someterse a la educación y a la disciplina espartana, extremadamente severa. Otra característica del
espartano era que no trabajaba: vivía entregado a la lucha y a los ejercicios físicos. El Estado le mantenía
hasta los 30 años, y a partir de entonces vivía del lote de tierra que había recibido del Estado a cambio de sus
servicios militares.
Los periecos eran los habitantes de la periferia, le decían los extranjeros. No tenían la ciudadanía,
pero sí algunos derechos civiles; por ejemplo, podían poseer tierras y formar parte del ejército en tiempos de
guerra. Se dedicaban al comercio y a la industria. Estaban organizados en corporaciones hereditarias. Los
periecos no eran tratados duramente, ya que escapaban a la disciplina espartana, pero tampoco tenían ningún
derecho político.
Los ilotas eran esclavos. Pertenecían al Estado espartano, que los concedía a los ciudadanos que
necesitaran sus servicios. Podían realizar cualquier actividad laboral. No tenían ningún tipo de derechos.

2 Jerarquía

La sociedad espartana era predominantemente militarizada. Las razones se deben a la necesidad de


defensa de una región fértil, en una península de suelo árido, y las constantes amenazas de los esclavos, que
pudieran rebelarse contra los espartanos. De acuerdo con la tradición, el número de Ilotas debería ser cerca
de seis veces mayor que la de espartanos. Cuando esa proporción aumentaba, los espartanos promovían
la Krypteia (o Cripteia) prueba de gran exigencia dentro de la agogé o educación espartana, que consistía
en invadir aldeas de los Ilotas durante las madrugadas y matar a el mayor número de Ilotas posible, siendo
esto una prueba de coraje para los jóvenes espartanos para convertirse en ciudadanos. Se seleccionaba
entonces a aquellos jóvenes que parecían más capaces y se los enviaba al campo provistos sólo de un puñal
y la comida indispensable, descalzos y sin ropa de abrigo. Durante el día permanecían escondidos; al llegar
la noche, bajaban a los caminos y a las granjas, mataban a todos los ilotas que se encontraran, incluidos los
más fuertes, y robaban la comida que necesitaban.

Organización política de Esparta

El gobierno seguía la constitución de Esparta, creada por el legislador Licurgo, personaje de origen
legendario, que habría vivido en el siglo IX a.C. Algunos investigadores creen que esa constitución fue obra
de las generaciones de espartanos que la adaptaron a sus intereses personales.

La organización política de Esparta, según la constitución, dividía el gobierno en los siguientes órganos:

Diarquía: Dos reyes hereditarios, de familias diferentes, decidían sobre las cuestiones militares y religiosas.

Gerusia: Consejo de ancianos, con 28 miembros vitalicios, con más de 60 años, y los dos reyes. Estos
consejeros, y los gerontes miembros del consejo de ancianos que asesoraban al rey en cuestiones políticas,
decidían sobre la política externa y juzgaban los crimines.

Apela: Asamblea de ciudadanos espartanos, con un mínimo de 30 años, que votaban sin debate o discusión
las propuestas de la Gerusia.

Éforo: Compuesto por cinco personas llamadas éforos, eran electos por la Apela( asamblea espartana)
anualmente. Los éforos vigilaban a los reyes, la administración de la ciudad, e inclusive podían contrarrestar
leyes antiguas, llego a ser el órgano más poderoso en la ciudad griega de Esparta.

3 Educación enfatizada en la poesía y música

Los espartanos, no obstante, cultivaban las artes, en particular la música y la poesía, y la gimnasia,
disciplinas en la que destacaban las mujeres, que tenían más libertad de acción que en el resto de Grecia.

4 Educación militarizada

El ciudadano debería entender que, antes de cualquier cosa, su deber era ser soldado. Para ello,
los niños espartanos vivían con sus familias hasta los siete años y posteriormente eran educados hasta los
veinte en instituciones públicas. Los infantes eran agrupados conforme a su edad y estaban a cargo
de irenos-jefes, es decir, aquellos jóvenes que eran elegidos entre los mejores. Éstos, se hacían cargo de
“monitorear” a sus compañeros inexpertos y después notificar a sus superiores sobre el avance o retroceso
de cada uno. Sobra decir que las actividades tenían una preponderancia física y dejaban de lado el cultivo de
las letras. En estos grupos, denominados agele, los niños tenían que superar distintas etapas de formación,
cuyo principal objetivo era hacerlos resistentes y capaces de sobrevivir en las condiciones más extremas.
Desde que ingresaban, por ejemplo, a los niños se les permitía utilizar sólo una túnica (durante varios años)
y tenían que estar descalzos para lograr acostumbrarse al frío y con ello, aprender a trabajar ante un clima
adverso.

Según los registros de Plutarco, la mayoría de los niños vigilaba al resto de sus compañeros para
detectar cualquier atisbo de debilidad que pudiera ser utilizados en su contra en un futuro.

Ideales pedagógicos:

Sus estudios se limitaban a lo estrictamente necesario (leer y escribir). La música y la danza


formaban parte porque tenían aplicaciones militares. Los demás detalles son oscuros. Se les daba un sólo
manto, tanto para el verano como el invierno. La comida era insuficiente para acostumbrarlos a buscar
víveres por su propia cuenta, entrenándoles así en el atrevimiento y la audacia. A los 16 pasaban a la
adolescencia, tras superar una serie de pruebas (la criptia o caza de un hilota -esclavo mesenio- era la más
común. Al final de su educación, los espartanos se unían a los eirenes o jóvenes que habían cumplido los
veinte años y permanecían con ellos viviendo en barracones hasta que tenían treinta años. Entonces era ya
un ciudadano de pleno derecho: podía votar y ser aceptado en la syssition, una comida comunal con sus
camaradas, hasta la edad de sesenta años.

Descenso de población:

Hubo un constante descenso en el número de ciudadanos espartanos; las razones han sido muy
debatidas, pero parece que se debió tanto a pérdidas en la guerra, como, en primer lugar, a la concentración
de la propiedad (aparte de los lotes inalienables) en unas pocas manos, en segundo lugar, al hecho de la
práctica constante de la endogamia y, en tercer lugar, a un descenso de la tasa de natalidad atribuible a la
dificultad de mantener a una familia a partir del lote de tierra básico. Aristóteles calculaba para una época en
torno al 370 a.c. Poco menos de mil espartiatas.

Entrenamiento espartano:

Para los espartanos, su cuerpo, era el arma más poderosa de la que disponían. Comenzaban su
entrenamiento a los 7 años, con 20 eran considerados expertos y con 30 años eran maestros que enseñaban a
los más pequeños el arte de la guerra y el manejo de armas (1). Pero el culto al cuerpo no solo era
importante por la guerra, también lo era para preparar los diferentes juegos helénicos (olímpicos, nemeos…)
y poder demostrar al resto de polis griegas que ellos eran los mejores (4).

En Esparta la práctica deportiva se sistematizó más, alcanzando un alto nivel, aunque hay que añadir
que era seguida por Atenas. Desde muy temprano se inculcaba en los ciudadanos la necesidad de
fortalecerse y prepararse físicamente, incluso con prácticas violentas y hasta sangrientas, como la
flagelación de los niños ante el altar de artemisa.

El cuerpo humano recibía su valoración principal en cuanto a su capacidad para luchar y defender la
patria. Aparece en Esparta la gimnasia militar, como un conjunto de ejercicios sistemáticos destinados a
capacitar para la guerra. Naturalmente a estos ejercicios militares se les rodeaba de valores morales, como la
resistencia personal, la disciplina, el amor a la patria, entre otros.

Esparta siguió los principios bélicos que tenían los persas. Si los neonatos tenían defectos de
nacimiento o eran muy débiles y pequeños, eran dejados a morir en el monte taigeto.

Los niños a los 6 años pasaban a ser parte del estado, desde esta edad, empezaban a adiestrarse en los
ejercicios gimnásticos y adquirir el sentido de solidaridad, compañerismo, disciplina y obediencia.

A la preparación gimnástica se agregaba una preparación de orden espiritual. Comenzando a los 20


años de edad, los jóvenes se involucraban en maniobras militares intensas. Si el joven no podía pasar este
entrenamiento riguroso, entonces era privado de todo futuro honor. Una parte principal de este
entrenamiento consistía en una variedad de actividades físicas, tales como el correr, la lucha, los saltos, los
lanzamientos de la jabalina y disco, la marcha, correr caballos y la cacería.
Las mujeres espartanas comenzaban su acondicionamiento físico a una edad muy temprana
aproximadamente a los 7 años, luego continuaban con gimnástica en público hasta que estuvieran casadas.
No solo los espartanos dominaron en términos militares, sino también en los juegos olímpicos.

Juegos macabros

Uno de los juegos más socorridos dentro de las agele era “robar el queso”. Para la dinámica” era
necesario que los niños formaran dos grupos: uno que tratara de robar el queso (casi siempre algún fruto u
objeto de tamaño proporcional) y otro que lo evitara a base de latigazos. No son escasos los episodios en que
los jugadores murieran en el intento. Con esto, quedaba en evidencia quiénes sí y quiénes no podían ser
guerreros espartanos.

La sopa de sangre: además de las condiciones extremas de vida y los juegos violentos, los niños espartanos
enfrentaban dificultades en los aspectos más básicos, como la alimentación. La cocina estaba a cargo de los
esclavos (ilotas) quienes preparaban platillos con alimentos en estado de descomposición o, en un día de
suerte, un poco de carne fresca.

Precisamente a base de carne, era elaborado uno de los platillos más famosos dentro de las agele:
el caldo de sangre. Cuyos ingredientes no eran más que, trozos de cerdo bañados en un espeso mar del
líquido rojo. Además del impacto visual (imagina desayunar un caldo de sangre) el alimento no contaba con
los nutrientes necesarios y era servido en cantidades muy pequeñas, con el fin de que los jóvenes se vieran
obligados a robar la comida de sus compañeros para poder sobrevivir. Resultando que, aquellos que se
atrevían a hurtar eran castigados con el azote de ser descubiertos, pero quienes se rehusaban a hacerlo
sufrían un castigo aún peor: la muerte por desnutrición.

La formación en las mujeres

Después de haber leído un poco sobre la formación espartana, es natural que el lector se pregunte
cómo es que una madre permitía que su hijo sufriera semejantes tormentos. Para responder, habría que
resaltar que es precisamente ese uno de los pilares trascendentales en la formación de la mujer en
Esparta: eliminar la sensibilidad para que sean capaces de darlo todo por su país.

Desde pequeñas, las mujeres eran “concientizadas” sobre la inferioridad de su género y tenían que
adoptar como única meta de vida, la de parir soldados fuertes y ser madres robustas. Por cierto, he olvidado
mencionar que los padres de todas aquellas criaturas que nacieran con alguna deformidad o impedimento
físico que coartara su futuro militar, tendrían el derecho (léase deber) de exponer a los bebés a la
intemperie hasta que murieran. Aunque también sea cierto que, a pesar de su constante explotación, fueran
los esclavos quienes regularmente se apiadaban y los tomaran a escondidas para criarlos como propios.

La educación femenina buscaba también reducir al mínimo los sentimientos: el matrimonio no debía
ser sino la ocasión de producir futuros guerreros. Incluso el préstamo de esposas entre amigos se
consideraba normal, y no era oficialmente vergonzoso ceder la propia a alguien más joven y fuerte para que
engendrara de ella hijos igualmente vigorosos.

El matrimonio no era convenido por los padres, sino realizado de acuerdo con la voluntad de los dos
futuros cónyuges. A diferencia de la Grecia clásica, donde los jóvenes se casaban muy pronto, en torno a los
14 ó 15 años, en Esparta el matrimonio solía concretarse hacia los 20 años. Ellas se dejaban “raptar” por el
joven elegido y luego vivían una temporada cada uno en su casa. Solamente se veían fugaz y
esporádicamente, habitualmente en la noche o al atardecer. Se decía que algunos hombres eran padres sin
haber visto a su mujer bajo la luz del sol.

Laconismo

Es la forma de expresarse breve y concisamente, con las palabras justas y, a la vez, ingeniosamente.
Esto es especialmente útil por su para desarmar discursos largos y demagógicos o por un especial esfuerzo
educativo en este aspecto que es el verdadero origen de esta palabra. Así los lacónicos (espartanos,
lacedemonios)?, durante la educación espartana que recibían, pedían a los jóvenes que hablaran poco, origen
del término lacónico, que hace referencia a los habitantes de la región de laconia. La anécdota que da origen
a este término se debe a que, estando sitiados los pobladores de laconia, los sitiadores mandaron a un
mensajero para demandar la rendición de los sitiados con la siguiente advertencia: «si gano esta guerra,
seréis esclavos para siempre». A lo que el comandante de laconia contestó escuetamente: «si ganas». Desde
entonces se usa el término lacónico para lo breve y conciso.

Otros ejemplos de este laconismo espartano los recoge también Plutarco: Filipo envió un mensaje en
el momento en que entró a su país, preguntando si deseaban que viniera como amigo o como enemigo; ellos
respondieron: ninguno de los dos.

El macedonio, irritado, les amenazó entonces con invadir sus tierras y expulsarlos:

Filipo les escribió: si invado laconia os echaré; ellos respondieron: si [nos invades]

Que los espartanos se tenían por mejores que cualquiera otro es evidente. Pero sus mujeres tampoco eran
precisamente modestas, aunque igual de lacónicas, como nos vuelve a contar Plutarco:

Cuando una mujer extranjera le preguntó [a Gorgo, esposa de Leónidas]: por qué las mujeres espartanas son
las únicas que gobiernan a sus hombres, ella respondió: porque somos las únicas que damos a luz hombres
5 Estructura de la escuela

Desde los siete años los niños se entrenaban para ser soldados de Esparta. Vivían en grupos,
las agelai, que tenían un jefe (paidonómos). Les enseñaban a soportar sin queja la vida dura y las desgracias
y a tener una obediencia total. La educación que recibían en las agelai era muy simple: aprendían a leer, a
escribir, música y baile. Junto con esto eran instruidos en determinadas ideas y principios como el sentido
del honor, la ciega obediencia a las leyes, el amor absoluto a la patria, la admiración del valor guerrero, el
desprecio de la muerte y el respeto a los mayores. Además, aprendían a expresarse con pocas palabras y
rápidamente (laconismo).

6 Niveles de la escuela

La educación en esta época estaba dividida en etapas:

Agogé: Al momento de nacer se les llevaba a un lugar llamado Lesje en donde eran revisados por los
ancianos de la ciudad pertenecientes al concejo o Gerusia, el motivo de tales “exámenes visuales” era para
comprobar si los niños habían nacido con alguna malformación física o mostraban signos de retraso mental.
Si los niños eran encontrados “defectuosos” era exterminados sin el más mínimo remordimiento pues se
entendía que dejarlos vivir resultaría perjudicial para el Estado, por ello se les lanzaba Taigeto, llamado
Apótetas (lugar del abandono). Como relata Plutarco, los espartanos eran de la opinión que "...Dejar con
vida a un ser que no fuese sano y fuerte desde el principio, no resulta beneficioso ni para el Estado ni para
el individuo mismo". Y con esto se daba por concluida la vida de ese desafortunado niño o niña. Esta
práctica de selección es lo que actualmente se conoce con el nombre de eugenesia. Si los recién nacidos
pasaban estas pruebas eran rociados con vino para hacerlos inmunes a la epilepsia y aumentar su resistencia
física, esto se repetiría durante toda la primera infancia.

Inmediatamente después los pequeños bebes eran entregados a nodrizas esclavas quienes eran las
encargadas de cuidarlos por los próximos 7 años. Durante este periodo los niños no recibían el cariño
maternal ni los cuidados más mínimos. Tales exigencias emocionales estaban orientadas a formar caracteres
extremadamente duros, alejarlos de todo sentimiento de debilidad sentimental y prepararlos para la vida
militar. La nodriza tenía estrictas instrucciones de alimentar a la criatura con comida corriente prescindiendo
de la nutritiva leche, no se les ponía pañales, se les dejaba a oscuras para que fueran perdiendo el miedo a la
oscuridad. Entre otras privaciones
La paideia: Estaba basada en materias como la escritura, lectura, cálculo, tradición moral y la
recitación. Al cumplir los 7 años, los varones eran separados de sus madres y, se iniciaban así esa estricta
educación. Aunque las niñas se quedaran en casa y no fueran reclamadas por el Estado, esto no significan
que careciesen de educación. La mujer espartana era educada de forma totalmente diferente a la mujer
ateniense, ya que era educada para ser independiente del varón, saber llevar la economía de un hogar, y,
además, ejercitaba su físico para poder engendrar a futuros guerreros espartanos. Como hemos dicho, los
niños eran extraídos del hogar protector y reclamados por el Estado, iniciando así su agogé, educación o
adiestramiento militar. A los niños se les distribuían en grupos, se le cortaba el pelo al cero, se les daba una
única túnica la cual sería su ropa durante todo un año sin diferenciar las estaciones del año y el frío o el calor
que hacían, dormían en barracones con otros niños de su edad y se hacían las camas de las hierbas que
cogían con sus propias manos de la orilla del río Eurotas, río de aguas gélidas en el cual se lavaban. Su
rutina diaria era la de hacer ejercicios para desarrollar su cuerpo, recibir palizas para doblegar su espíritu
rebelde y así conseguir que fueran inmunes al dolor y al sufrimiento. Como jefe tenían un niño mayor que
ellos que hacían las funciones de cabo, al cual respetaban, obedecían y además sufrían sus duros castigos.

Melleirenia: Durante estos 13 años de educación, los niños eran controlados tanto por el cabo, como
por los ancianos que los observaban jugar, los incitaban a luchar entre sí, y de paso haciéndoles aprender de
una forma extrema a mirar, observar, aprender, aguantar, apretar los dientes, resistir y callarse la boca. Pero
aparte aprendían lo básico del mundo de las letras, ya que los espartanos tenían prohibido el trabajar tanto en
la agricultura, como en el comercio, ellos estaban preparados para la guerra.

Una celebración un tanto peculiar se realizaba cuando tenían 18 años. En el altar de Ártemis Ortia, se
celebrará una ceremonia ritual en la cual, delante de la sacerdotisa los adolescentes eran flagelados hasta
hacerles sangrar teniendo que soportar el dolor, y no sólo eso, tenían que poner buena cara y no demostrar su
sufrimiento a los allí presentes.

Eirenia: A partir de los 20 años, eran considerados hombres. Su dura educación había terminado y ya
formaban parte del ejército lacedemonio. Pero eso no significaba que estuvieran exentos de la vigilancia y el
control de los ancianos, ya que ellos tenían que verificar que de ellos se habían obtenido los resultados
deseados. Con el fin de la agogé, pasaban a formar parte del ejército, y adoptaban el look espartano (túnica,
barba sin bigote y el cabello largo el cual antes de una batalla cuidaban y peinaban). Era en esta etapa
cuando entraba a formar parte de la syssitia (mesa comunal de guerreros), pero antes se tenía que realizar
una votación en la cual todos los allí presentes aceptaban al nuevo miembro, un solo voto negativo le
prohibiría el estar en los grupos de batallones que componían esas mesas e incluso arrebatarle la ciudadanía.
Cabe destacar, que la asistencia a estos banquetes era obligatoria para todos; sólo por temas religiosos o
militares podían faltar a ellas, y aquel que faltara por otro motivo era multado.

Ha llegado hasta nosotros la historia de que las madres, e incluso las esposas, acompañaban a sus hijos y
maridos cuando partían a la guerra hasta un cierto punto. Cuando se iban a despedir eran ellas quienes les
entregaban el escudo, elemento importante para ellos en la guerra gracias al cual soportaban el ataque del
enemigo, se protegían de este y protegían a su compañero de la batalla; éstas les despedían diciendo que
cuando volvieran de la guerra, que lo hicieran con su escudo o sobre él. Otra historia de su curtido carácter y
devoción al Estado que nos ha llegado era una en la cual nos dice que una madre espartana vió partir a sus
hijos a la guerra. Estuvo esperando a recibir noticias de la contienda y al cabo de n tiempo empezó a llegar
guerreros. Paró a los primeros que vinieron y les preguntó por la batalla, éstos incómodos por la pregunta le
dieron la nefasta noticia de que sus hijos habían muerto en ella, y la mujer enfadada les reprochó que ella no
había preguntado por el fin de sus hijos, sino por el resultado de la batalla.

El fin de todo este proceso llegaba a la edad de 30 años, cuando por fin los hombres espartanos eran
considerados ciudadanos de pleno derecho. Esto significaba que podían decidir en una asamblea, eran aptos
para adoptar cargos políticos y militares y, además, estaban obligados a casarse con una mujer espartana,
puesto que la procreación en Esparta era una cuestión estatal y una obligación para ellos.

En la última de estas etapas de educación los jóvenes que llegaban a una edad de 30 años eran capaces de
tomar decisiones y participar en el gobierno.

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