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Investigación y práctica educativa

Enviado por FREDY ANTONIO OROZCO MANZANARES

Partes: 1, 2

Origen de la investigación educativa

Finalidad de la ivestigacion en educacion

Tipos de investigacion

Principales líneas o paradigmas de investigación educativa

La fenomenología

Etapa estructural

Bibliografía

Unidad Nº I: Generalidades y contextos de la investigación y práctica educativa

La necesidad de investigar en Educación. Aportaciones al diagnóstico, a la evaluación y a la


intervención educativa

Por eso Berkowitz, (1999) plantea que:

La necesidad de investigar en Educación y en los centros e instituciones educativas surge desde


la curiosidad, desde el momento en que nos hacemos preguntas sobre cómo funcionan las
cosas, sobre los comportamientos de las personas y las instituciones educativas, sobre los
efectos que produce nuestra práctica educativa o sobre cómo podemos innovar y mejorar los
resultados de nuestras acciones. La investigación nos ayuda a incrementar el conocimiento y a
obtener conclusiones sobre la realidad, los fenómenos y los hechos que observamos; nos
ayuda a analizar la relación que se establece entre los elementos que configuran una
determinada situación educativa y, muchas veces también, a tomar decisiones sobre cómo
intervenir en dicha situación para mejorarla.(p. 67)

Por tanto, la necesidad de investigar en Educación surge desde el momento en que


pretendemos conocer mejor el funcionamiento de una situación educativa determinada —sea
un sujeto, un grupo de sujetos, un programa, una metodología, un recurso, un cambio
observado, una institución o un contexto ambiental—, o de dar respuesta a las múltiples
preguntas que nos hacemos acerca de cómo mejorar nuestras actuaciones educativas.
Así mismo Byram, M. (2000) explica que: La combinación entre génesis de conocimiento sobre
el funcionamiento de la realidad que posibilita la investigación, junto con su también
potencialidad para transformar dicha realidad a través de la innovación y la mejora de las
prácticas cotidianas, hace que, en ocasiones, nos refiramos a ella con la expresión Inves
tigación+Desarrollo (I+D).

Esta expresión suele también utilizarse para designar acciones de investigación vinculadas a las
instituciones de trabajo (centros docentes, empresas, etc.) y a la inversión económica en
investigación, ya sea con fondos públicos o privados, para financiar y promover mejoras en las
prácticas laborales, en los productos que se derivan de ellas y, en definitiva, en innovación. Por
ello, se suele también hablar de iniciativas que promueven la Investigación, el Desarrollo y la
Innovación (I+D+I).Con ello se pretende hacer notar la importancia de la investigación para
conocer mejor cómo funcionan las cosas (diagnóstico), y cómo podrían llegar incluso a
funcionar mejor para obtener productos de calidad en aquello que se hace (intervención).
(Caballo V, 1993).

Así mismo en el 2008, Caballo, V, enfatizó que: En el ámbito de la Educación, esto se traduce,
entre otras cosas, en la mejora de las prácticas educativas, de aprendizaje, de enseñanza, en
las dinámicas de interacción en la familia, en las aulas, en los centros, en los rendimientos
académicos del alumnado y en la calidad educativa que se llega a conseguir en un determinado
centro o institución educativa, o con una política o programa educativo concreto en un ámbito
local, regional, nacional o, incluso, internacional. Un ejemplo de ello podrían ser las
investigaciones que se financian para analizar las posibilidades y beneficios de la introducción
de las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) en el ámbito educativo, o los
estudios sobre programas para el fomento de la integración social de los alumnos y ciudadanos
procedentes de otras culturas a través de la inmigración.

Dados los potenciales beneficios de la investigación, se considera necesario que los


conocimientos y hallazgos obtenidos a través de ella sobre los procedimientos a utilizar para
mejorar las prácticas y los productos educativos, se difundan para que lleguen al máximo
número posible de beneficiarios. Por ello, tras efectuar la investigación se hace necesario
redactar un informe de investigación. Su lectura puede ser útil a las personas interesadas en
poner en práctica los conocimientos obtenidos en sus ámbitos de trabajo tras adaptarlos a las
características de los mismos: no hay que olvidar que cada contexto educativo es diferente a
otro y que conviene adaptar los conocimientos a las formas específicas de funcionamiento que
rigen en cada uno de ellos.

Por otro lado en el 2002, Crawshaw, R. expuso que este mejor conocimiento de la situación
analizada que proporciona la investigación facilitará valorarla para llegar a establecer si se
producen en ella carencias o no tras compararla con un criterio o patrón (evaluación), y
también permitirá identificar con más facilidad los factores que están influyendo sobre ella
determinando su comportamiento (diagnóstico), que en unos casos puede ser carencial
conforme a lo esperado y en otros no.
Origen de la investigación educativa

La investigación Educativa, entendida como disciplina, es un ámbito de conocimiento reciente,


aproximadamente tiene un siglo de historia, pues, su origen se sitúa a fines del siglo XIX,
cuando la Pedagogía, a semejanza de lo que anteriormente había realizado otras disciplina
humanísticas, como la Sociología, Psicología entre otras, adoptó la metodología científica
como instrumento fundamental para constituirse en una ciencia (Cruz, F, 2003).

Esta conversión científica no fue un mero producto del azar, sino el resultado de un largo
proceso que arranca a fines de la Edad Media y a principios de la Moderna, del trabajo de
diversos autores, pero muy especialmente de las aportaciones de Galileo, surgió un nuevo m
odelo de aproximaciones al conocimiento de la realidad.

Sin embargo, para Byram, M. (2000) la expresión "Investigación Educativa" es bastante


reciente, ya que tradicionalmente se denominaba "Pedagogía Experimental", el cambio
terminológico y conceptual se debe fundamentalmente a razones de tipo sociocultural y a la
preexistencia de las aportaciones del mundo anglosajón en el ámbito educativo. La pedagogía
experimental nace en un contexto histórico-social en el cual se resalta el interés por afianzar la
educación sobre fundamentos empíricos e incorporar el método experimental en las ciencias
humanas.

Según los estudios de Buyse (1949), se pueden diferenciar tres influencias principales en la
pedagogía experimental: el pensamiento filosófico reinante en el siglo XIX, el surgimiento de la
pedagogía científica y el crecimiento de la metodología experimental.

El pensamiento filosófico imperante en el siglo XIX, se caracterizó por corrientes filosóficas que
fueron fundamentales para la independencia de las ciencias sociales, contribuyendo en gran
medida a dotar de cientificidad a la pedagogía. Estas corrientes son el positivismo, cuyo
representante es Comte; el pragmatismo, representado por James; el sociologismo de
Durkheim; y el experimentalismo de Dewey. (Cruz, F, 2003).

ACCIONES QUE FACILITA REALIZAR LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA

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ASPECTOS QUE SE PUEDEN INVESTIGAR EN EDUCACIÓN

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Finalidad de la ivestigacion en educacion

Según Rokeach, M. (1973). La finalidad de la investigación en Educación es conocer (describir,


comprender) con cierta precisión una determinada realidad educativa, sus características y
funcionamiento, así como la relación que existe entre los elementos que la configuran. Ello
facilita posteriormente, si es el caso, hacer valoraciones y diagnósticos adecuados de la misma,
así como ciertas predicciones de su futuro funcionamiento, e identificar los factores que
causan en ella determinados efectos. Estas posibilidades que brinda la investigación sientan las
bases para la intervención educativa, que tiene como finalidad actuar sobre una situación para
mejorarla.

También en 1997, Santibañez, R. expresa que la investigación en Educación, por tanto, está
muy vinculada a la práctica educativa. Por ello se suele diferenciar entre investigación básica e
investigación aplicada. Una y otra se complementan mutuamente: la práctica educativa
necesita

de las teorías, reflexiones y métodos que se van generando a través de la investigación básica
para identificar, entre otras cosas, sus aspectos más p ositivos y sus limitaciones, para conocer
mejor los efectos a los que dicha práctica da lugar, para mejorarlos y para introducir
innovaciones progresivas que, siendo estudiadas y analizadas por la investigación aplicada,
permitan alcanzar objetivos educativos cada vez más altos y complejos. Por su parte, la
investigación básica necesita de la práctica educativa para no quedarse sólo en reflexiones
teóricas acerca del funcionamiento de la realidad y en el planteamiento de hipótesis que no
lleguen a probarse en marcos contextuales concretos. Uno y otro tipo de investigación en
interacción se enriquecen mutuamente y permiten alcanzar un mejor y mayor conocimiento
de la realidad educativa.

Dado que la investigación científica requiere ser rigurosa y objetiva, es preciso utilizar un
método científico que facilite llevarla a cabo de manera adecuada para obtener un
conocimiento más preciso de la realidad estudiada que pueda ser también considerado
científico; es decir, un conocimiento basado en hechos y datos que, en la medida de lo posible
por la propia complejidad de los comportamientos y procesos humanos y educativos, se
puedan demostrar, repetir y contrastar con independencia de la persona que realice la
investigación (Santibañez, R, 1997)

Expresado de un modo resumido, este método científico consiste en un proceso que encierra
un conjunto de operaciones ordenadas que parten de la identificación del tema o problema a
investigar y continúan con la planificación y diseño de la investigación, dando paso
posteriormente a la ejecución o realización de la misma, para concluir con una fase de
interpretación y reflexión que lleva a establecer el significado y conclusiones sobre lo
analizado, las potencialidades y limitaciones de la situación educativa investigada, y las
posibles actuaciones de mejora que se estiman adecuadas para la misma.
De modo, que investigar en Educación requiere llevar a cabo un plan pensado y ordenado en
etapas sucesivas para obtener un conocimiento más científico del funcionamiento de la
situación analizada que permita, si es el caso, realizar una adecuada valoración de la misma en
función de los factores que inciden en ella (diagnóstico) y tomar decisiones adecuadas sobre
cómo actuar para mejorarla (intervención). Una vez concluidas estas etapas de investigación
suele redactarse el denominado informe de investigación, que resume todas sus fases y recoge
las informaciones, datos, conclusiones e implicaciones educativas fundamentales de la
investigación realizada. (Santibañez, R, 1997)

Tipos de investigacion

Investigación Básica: se ocupa de incrementar el conocimiento sobre una realidad dada para
profundizar en la elaboración de teorías, principios o leyes generales que permitan
comprenderla, explicarla, y hasta predecirla y controlarla, sin buscar utilizar de inmediato ese
conocimiento en la práctica; es el caso, por ejemplo, de estudiar cómo se produce el desarrollo
intelectual de las personas según sus etapas evolutivas para saber qué operaciones mentales
son capaces de hacer a determinadas edades cronológicas. Se trata de investigar para saber
más sobre una realidad (Souza, B, 2003).

También corrobora en el 2003, Souza, B, que para ello se necesita analizar, entre otras cosas,
la relación que puede darse entre distintos fenómenos, elementos o factores de esa realidad
para aproximarse a identificar las causas que producen en ella ciertos efectos, lo que es básico
para efectuar diagnósticos y futuras intervenciones sobre la misma; en el ejemplo anterior se
podría analizar, entre otras cosas, cómo influye la estimulación ambiental y social en el
desarrollo intelectual de las personas que se encuentran en distintas etapas evolutivas, porque
ello puede condicionar la calidad y cantidad de sus operaciones mentales a determinadas
edades.

Investigación Aplicada: su objetivo es aplicar los conocimientos obtenidos al investigar una


realidad o práctica concreta para modificarla y transformarla hasta donde sea posible para
mejorarla. En Educación este tipo de investigación es especialmente relevante por el interés
que tiene tanto para los docentes y educadores, como para los centros e instituciones
educativas y responsables de la política educativa, mejorar las prácticas de aprendizaje y de
enseñanza, la organización de los centros y sus dinámicas, la implicación de los estudiantes, y
otros factores asociados a la consecución de mejores resultados y calidad educativa
(Steinwachs, K, 2002).

La información que se obtiene de la investigación aplicada es muy útil para incrementar el


corpus de conocimientos y teorías de la investigación básica y, a su vez, estos conocimientos
de la investigación básica permiten orientar mejor la investigación aplicada, de modo que una
y otra se complementan mutuamente.
Investigación en la Acción: es un tipo de investigación aplicada que es realizada
fundamentalmente por las propias personas que trabajan en un contexto determinado –por
ejemplo, el propio profesorado o educadores de un centro– para analizar críticamente su
propia actuación con el fin de introducir cambios para mejorarla en dicho contexto, sin esperar
necesariamente que la investigación contribuya a generalizar los conocimientos adquiridos
más allá del marco en que éstos han sido generados. Por ello, es una investigación
básicamente continua, realizada en el día a día, y que requiere, la mayor parte de las veces, el
trabajo en equipo de las personas implicadas en la práctica cotidiana. Desde esta perspectiva,
es una investigación que contribuye al fomento de la autoevaluación de los centros educativos
(evaluación interna) y del profesorado y educadores, y a la formación de éstos en habilidades y
procedimientos de investigación. (Steinwachs, K, 2002).

Investigación Evaluativa: es otra tipología de investigación aplicada que busca valorar con rigor
y objetividad la calidad y eficacia de instituciones, del profesorado y de programas educativos
concretos y muy contextualizados teniendo en cuenta los procesos que se siguen y los
resultados que se obtienen para la consecución de los objetivos que se pretenden alcanzar.
Esta valoración se lleva a cabo comparando los resultados con criterios previamente
establecidos, lo que facilita posteriormente desarrollar procesos de toma de decisiones sobre
las acciones que cabe emprender en cada caso para mejorar las prácticas y las instituciones
educativas. De aquí se deriva que en esta forma de investigación, a diferencia de otras, se
considere necesaria la implicación del evaluador o investigador en el proceso mismo de
valoración de la realidad estudiada. (Steinwachs, K, 2002).

Cómo se puede investigar en Educación

En este apartado de índole metodológico se exponen una variedad de estudios y métodos con
los que se puede llevar a cabo la investigación educativa.

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ALGUNOS ESTUDIOS Y MÉTODOS CON LOS QUE SE PUEDE LLEVAR A CABO LA INVESTIGACIÓN
EDUCATIVA

Estudios de Campo: son especialmente interesantes en Educación porque se centran en


analizar y describir situaciones naturales no modificadas, como puede ser una comunidad

educativa, un aula, un centro o institución educativa, un barrio, o un contexto familiar.


Requieren la presencia del investigador durante un tiempo en la situación que va a ser
analizada para que pueda familiarizarse con ella y recoger información contextualizada y de
primera mano, muchas veces basada en observaciones directas y en entrevistas y
conversaciones con las personas que forman parte de ella, que le darán claves importantes
para interpretar lo que sucede (Trianes, M, et al., 1997).

Estudios Correlacionales: están dirigidos a identificar la posible relación que cabe establecer
entre dos o más factores que operan en una situación analizada; por ejemplo, la relación entre
motivación por aprender y rendimiento académico; o entre motivación por aprender,
capacidad intelectual, estrategias de estudio, hábito lector y rendimiento académico. (Trianes,
M, et al., 1997).

Estudios Experimentales de Laboratorio y de Campo: con ellos se pretende llegar a establecer,


hasta donde sea posible, relaciones de causa efecto entre variables, es decir, identificar el
factor o factores que son causa de que algo se produzca como consecuencia de su acción, y,
por ello, exigen controlar al máximo posible las condiciones del estudio. Por ejemplo, al
estudiar qué relación cabe establecer entre la aplicación de un nuevo método didáctico en la
enseñanza de la lengua y el incremento del rendimiento de los alumnos en dicha materia.
(Trianes, M, et al., 1997).

Estudios de Casos: son aquellos que se realizan sobre una realidad singular, única e irrepetible,
sin que ello signifique necesariamente un único sujeto. Un caso puede ser, efectivamente, un
sujeto, pero también un determinado grupo de sujetos, un aula, un programa, un recurso, un
cambio, un centro o institución, una familia, o, incluso un barrio o entorno comunitario
concreto. Lo que caracteriza al "caso" es su singularidad, su especificidad frente a otras
realidades, y lo que define al estudio de casos es la intención de describir, conocer y
comprender a fondo el comportamiento de dicho caso desde su historia y dentro de su
contexto y coordenadas ambientales, la mayor parte de las veces para predecir su
comportamiento y tomar decisiones sobre cómo actuar sobre él para mejorarlo. (Trianes, M,
et al., 1997).

Estudios Transversales: se efectúan sobre una situación y población concreta en un momento


determinado y recogiendo datos una sola vez de cada sujeto en estudio. Con ello se pretende
analizar cómo se comportan las variables de análisis en esa situación bajo unas circunstancias
específicas. Suelen llevarse a cabo con la finalidad de describir e identificar los factores que
inciden sobre la realidad estudiada, la frecuencia con que se presentan en ella determinados
fenómenos y las posibles relaciones que cabe establecer entre ellos, y elaborar
posteriormente, si es el caso, hipótesis explicativas sobre relaciones entre variables que
habrán de ser después contrastadas. Estas hipótesis pueden resultar útiles para efectuar
diagnósticos sobre la situación analizada que permitan sugerir el desarrollo de acciones de
mejora. (Trianes, M, et al., 1997).
Estudios Longitudinales: tienen como finalidad analizar una misma realidad repetidamente en
momentos temporales sucesivos para observar variaciones en su comportamiento por efecto
del paso del tiempo y de otros factores asociados. Por ejemplo, se puede estudiar cómo se va
produciendo la adquisición de habilidades y competencias intelectuales cada vez más
complejas en un grupo determinado de niños a medida que cumplen más edad cronológica. O
también se pueden estudiar las variaciones en las adquisiciones de competencias personales,
intelectuales, actitudinales, etc. en un grupo determinado de personas por efecto continuado
de la educación que reciben a lo largo de los años. (Trianes, M, et al., 1997).

Principales líneas o paradigmas de investigación educativa

El término paradigma fue introducido por Kuhn (1978), uno de los más relevantes estudiosos
del conocimiento científico y epistemológico. Resulta complejo definir en pocas palabras lo
que es un paradigma, pero podríamos identificarlo con una visión particular del mundo que
tiene una determinada comunidad científica, y de cómo estudiarlo científicamente. Así, un
paradigma incluirá un conjunto de valores, creencias, metas, normas y lenguaje específico que
lo diferenciará de otro paradigma desde el que el mundo y su estudio científico se interpretará
de manera diferente. De modo, que dependiendo del paradigma que se tome como referencia
se obtendrá un conocimiento diferente del mundo, es decir, un conocimiento que es parcial y
relativo.

También alude Vila, R. (2003). Que estos paradigmas se van modificando históricamente en
función del avance científico y del conocimiento que éste genera, haciendo que sus seguidores
progresivamente introduzcan nuevas posturas, enfoques, modos de trabajo, etc., que
conducen a nuevas formas de investigar y a nuevos paradigmas.

Byram, M. (2000) Refiere que en lo que respecta a la investigación educativa, y cuando se trata
de involucrar en ella no solo a investigadores, sino también a profesorado, educadores y otros
profesionales afines, conviene que tanto unos como otros compartan, hasta donde sea
posible, un mismo paradigma o modo de interpretar la realidad educativa que se quiere
investigar, con sus valores, normas, presupuestos, formas de pensar, lenguaje, etc., para llegar
a c onjugar adecuadamente entre sí las teorías educativas, la metodología de investigación y la
práctica educativa, de modo que con ello se pueda promover la calidad educativa.

Alude en el 2000, Byram que en la investigación educativa estos paradigmas han dado lugar,
básicamente, a tres líneas de investigación fundamentales que se describen a continuación: 1)
la investigación empirista-positivista, de carácter cuantitativo, 2) la fenomenológica o
etnográfica, de carácter cualitativo, y 3) la socio-crítica, vinculada a la investigación en la
acción, que puede combinar, según los casos y objetivos de estudio, las líneas de investigación
cuantitativa y cualitativa.

Línea de Investigación Empirista-Positivista y Cuantitativa


Al hablar de estas líneas de investigación Klass (2001) dice que:

La línea empirista-positivista de la investigación educativa parte de los presupuestos de la


filosofía empirista y positivista de la ciencia, en los que se destaca el valor de estudiar
fenómenos naturales y observables con datos empíricos, objetivos y cuantitativos, recogidos a
través de procedimientos de medición muy elaborados y estructurados y con diseños de
investigación controlados que permitan generalizar las conclusiones obtenidas en una muestra
o grupo de sujetos a toda una población con un cierto margen de error. Para ello se utilizan
procedimientos cuantitativos, numéricos y estadísticos basados en la medición, que permiten
cuantificar hasta cierto grado las características de la r ealidad estudiada. (p. 54)

En esta línea de investigación se suele utilizar el método hipotético-deductivo, que parte de la


formulación de hipótesis sobre el comportamiento de la realidad estudiada, las cuales se
someten posteriormente a contrastación.

Por otra parte, Klass (2001) expresa que esta línea de investigación suele desarrollarse desde
tres aproximaciones metodológicas que permiten acercarnos al análisis y diagnóstico de una
situación educativa y a su modificación a través de la intervención. Así, cuando pretendamos
describir una situación educativa y/o clasificarla en una categoría determinada podremos
emplear diseños descriptivos; por ejemplo, para analizar la tendencia de comportamiento de
una persona

o de un colectivo de personas. Cuando el objetivo sea realizar un pronóstico sobre el posible


futuro comportamiento de una situación, el diseño de investigación adecuado será el
correlacional; por ejemplo, para ofrecer asesoramiento al alumnado de educación Secundaria
para tomar decisiones académicas o profesionales; y cuando la meta sea identificar las causas
que producen determinados efectos, o modificar una determinada situación se utilizará un
diseño experimental, estableciendo previamente un criterio de referencia que permita evaluar
los cambios; por ejemplo, para comprobar la eficacia de un método didáctico innovador sobre
el rendimiento académico por comparación con la eficacia de otro método didáctico más
tradicional.

Línea de investigación Etnográfica y Cualitativa

Esta línea de investigación, también llamada comprensiva, según Krasst (2000) dice que:

Se sitúa dentro de las corrientes filosóficas interpretativas, existencialistas, y fenomenológicas,


basadas en teorías y prácticas de interpretación que buscan comprender lo que ocurre en
diferentes contextos humanos en función de lo que las personas interpretan sobre ellos y los
significados que otorgan a lo que les sucede. Su principal finalidad es describir los sucesos que
ocurren en la vida de un grupo, dando especial importancia a su organización social, a la
conducta de cada sujeto en relación con la de los otros miembros del grupo, y a la
interpretación de los significados que tienen estas conductas en la cultura de dicho grupo,
porque, en definitiva, se considera que es lo que influye sustancialmente sobre las reacciones y
los comportamientos de las personas. (p. 32)

Por ello, en esta línea se suele investigar con el método del estudio de casos, también
conocido como ideográfico, en el que no interesan especialmente las generalizaciones ni la
elaboración previa de hipótesis que tengan que ser contrastadas ni verificadas, como sucede
en la línea de investigación empirista-positivista.

En esta línea de investigación el lenguaje juega un papel fundamental, y es considerado como


un medio hacia el entendimiento, lo que requiere que el investigador utilice y entienda bien
dos lenguajes, el propio y el de las personas que le proporcionan la información, para que
pueda interpretar adecuadamente lo que sucede en el contexto de investigación y no se deje
llevar solo por sus apreciaciones subjetivas y personales. (Krasst, 2000).

Según en el 2000, Krasst dice que esta línea de investigación se aplica en el ámbito educativo,
por ejemplo, al estudio de los comportamientos del alumnado y del profesorado que tienen
lugar en las aulas y en los centros escolares, o también para entender cómo se producen
interacciones positivas o conflictivas entre las personas, que influyen en las dinámicas de los
centros, de las instituciones y de la sociedad. Todo ello proporciona información valiosa para
introducir posibles modificaciones en dichas interacciones o en el funcionamiento de los
contextos, que faciliten mejorar los procesos educativos y alcanzar mayor satisfacción para las
personas que participan en ellos.

El método de investigación que se utiliza se denomina naturalista, o emergente, y es de


carácter cualitativo, en el que, a diferencia de la línea empirista-positivista, se da más
importancia al descubrimiento de hechos y de cómo van sucediendo las cosas, que a la
verificación de hipótesis que se hayan podido formular previamente en base a cómo se cree
que son y pasan las cosas. Aquí, además, se analizan no sólo los productos, hechos o conductas
observables, sino también los procesos no directamente observables (implícitos, también
llamados a veces "currículum oculto") que dan lugar a dichos productos, como son, por
ejemplo, las percepciones, creencias, vivencias, interpretaciones, significados, valores, etc. que
los sujetos otorgan a los hechos y a las situaciones reales. En este sentido, también a diferencia
de la línea empirista-positivista, el estudio

de casos cobra aquí más relevancia que el de muestras representativas de una población.
(Krasst, 2000).
Línea de Investigación Socio-crítica y de Investigación en la Acción

Para Buyse, (1949), La línea de investigación socio-crítica puede llegar a combinar los
planteamientos de las líneas de investigación empirista-positivista, de carácter cuantitativo, y
etnográfica, de carácter cualitativo, que representan posiciones metodológicas muy
diferenciadas. En esta línea de investigación el objeto fundamental de estudio es la práctica
educativa, que incluye tanto comportamientos observables como los significados e
interpretaciones que dicha práctica lleva asociadas para quienes la realizan. Por ello, esta línea
de investigación incorpora, complementándolos, los objetos de estudio de la línea empirista-
positivista y de la línea etnográfica.

Se trata de una perspectiva de investigación que centra su interés en analizar y controlar cómo
se producen los procesos de cambio que tienen lugar en las prácticas educativas. Este proceso
de investigación es promovido por los propios sujetos que llevan a cabo dichas prácticas, de
ahí que se hable de investigación en la acción. En principio, este análisis puede ser compartido
colaborativamente por grupos formados por profesorado, alumnado, padres y madres,
personal administrativo y otras figuras de la comunidad educativa; sin embargo, en la práctica,
la mayoría de los proyectos de investigación en la acción se llevan a cabo con componentes de
sólo uno o dos, o a veces tres, de estos colectivos (Buyse, 1949).

Esta línea propone un método de investigación basado en la relación entre teoría y práctica, en
el que se fomenta la investigación participativa. Su objetivo es formar a las personas para que
desarrollen su capacidad de reflexión crítica y les permita analizar su propio contexto y
realidad cotidiana, y tomen sus propias decisiones sobre las acciones que más les conviene
realizar para hacer frente a sus limitaciones o a las limitaciones de las situaciones en que se
desenvuelven. Persigue, además, conocer las «teorías implícitas» con las que las personas
interpretan, predicen y actúan en el mundo social para crear un conocimiento colectivo que
sea expresado en un lenguaje cotidiano para que pueda ser fácilmente comprendido y también
útil al mayor número posible de personas. (Buyse, 1949).

Las características fundamentales de esta línea de investigación son las siguientes:

El tema que es objeto de estudio surge en una comunidad de personas y en un contexto


determinado,

El objetivo principal de la investigación es conocer en profundidad la situación de esa


comunidad de sujetos (profesionales de la enseñanza, educadores, etc.), para la que se buscan
alternativas de mejora,
La investigación es llevada a cabo y controlada por los sujetos que forman parte de la
comunidad donde surge el tema a investigar (directivos, profesorado, educadores, alumnado,
padres, etc.), tanto en su momento de planificación como de ejecución y valoración de los
resultados obtenidos,

Con esta investigación se busca desarrollar en las personas procesos de reflexión sobre su
propia situación, estimulando el desarrollo de la confianza en sí mismos, en sus capacidades y
recursos, y en sus posibilidades de organizarse para crear colectivamente un nuevo
conocimiento sobre sí mismos y sobre su propia realidad,

Aunque los investigadores en esta línea de investigación son los propios sujetos que quieren
analizar su situación para mejorarla, pueden contar con expertos que procedan de fuera de
esta comunidad, quienes se convierten en cooperadores o co-participantes de la investigación,
actuando como asesores o mediadores en la misma, y no como expertos,

facilitando así el desarrollo de habilidades de investigación en los sujetos de la comunidad


analizada,

Pretende obtener, ante todo, resultados positivos para la situación estudiada, sin que
preocupe si esos resultados se pueden aplicar o no a otras situaciones o contextos de manera
generalizada,

Pone más énfasis en los hallazgos y resultados obtenidos que en asegurar que los métodos y
procedimientos de investigación sean los más válidos o científicos, ya sean cuantitativos o
cualitativos (Byram, M, 2000).

UNIDAD II. Técnicas educativas para la investigación de la práctica educativa: la etnografía y


fenomenología.

Según Pérez, Flores (1994) dice que la etnografía tiene sus orígenes en la antropología y la
sociología. Anthony Giddens, sociólogo, la define como el estudio directo de personas o grupos
durante un cierto período, utilizando la observación participante o las entrevistas para conocer
su comportamiento social.

La etnografía es uno de los métodos más relevantes que se utilizan en investigación cualitativa.
Es un método de investigación por el que se aprende el modo de vida de una unidad social
concreta, pudiendo ser ésta una familia, una clase social o una escuela. Permite interpretar el
día a día del consumidor desde lo que hace y no sólo por lo que dice que hace, enfocados a
comprender los códigos culturales que rodean a una marca o a un producto específico (Pérez,
Flores, 1994)

A pesar de los diversos alcances que puede tener la técnica, según las intenciones del
investigador con su objeto de estudio, se caracterizan las siguientes condiciones:

Se aborda el objeto de estudio con miras a comprender e interpretar una realidad que
interactúa con un contexto más amplio, con la finalidad de obtener conocimientos y
planteamientos teóricos más que de resolver problemas prácticos como lo podría hacer la
investigación Acción.

Se debe analizar e interpretar la información encontrada en campo, tanto la información


verbal como la no verbal, para comprender lo que hacen, dicen y piensan, además de cómo
interpretan su mundo y lo que en él acontece.

Un estudio etnográfico recoge una visión global del ámbito social estudiado desde distintos
puntos de vista: un punto de vista interno de los miembros del grupo y una perspectiva
externa, es decir, la interpretación del propio investigador, que en suma puede mostrarnos la
apropiación de las marcas en la vida como herramienta en la construcción de identidad (Pérez,
Flores, 1994)

Espectro de metodologías etnográficas:

Exploración a profundidad in situ (ej. en casa)

Observación (Interactiva)

Documentación fotografía/ video

Diarios, blogs y collages

Uso de técnicas móviles de grabación (ej. Smartphones) para seguir el comportamiento del
usuario.
La etnografía nos permite investigar los pensamientos del consumidor sobre cosas más allá del
producto, nos permite comprender a la persona de manera más personal: su biografía,
personalidad, juicios y prejuicios o sus imágenes de marca profundamente arraigadas.

La etnografía, también conocida como investigación etnográfica o investigación cualitativa,


constituye un método de investigación útil en la identificación, análisis y solución de múltiples
problemas de la educación. Con este enfoque pedagógico surge en la década del 70, en países
como Gran Bretaña, Estados Unidos y Australia, y se generaliza en toda América Latina, con el
objetivo de mejorar la calidad de la educación, estudiar y resolver los diferentes problemas
que la afectan. (Pérez, Flores, 1994)

Este método cambia la concepción positivista e incorpora el análisis de aspectos cualitativos


dados por los comportamientos de los individuos, de sus relaciones sociales y de las
interacciones con el contexto en que se desarrollan.

Investigación etnográfica

"La investigación etnográfica constituye la descripción y análisis de un campo social específico,


una escena cultural determinada (una localidad, un barrio, una fábrica, una práctica social, una
institución u otro tipo de campo, sin perjuicio de la aplicación de otros métodos y técnicas de
recolección, síntesis y análisis. La meta principal del método etnográfico consiste en captar el
punto de vista, el sentido, las motivaciones, intenciones y expectativas que los actores otorgan
a sus propias acciones sociales, proyectos personales o colectivos, y al entorno sociocultural
que los rodea. (Cruz, 2003)

Steinwachs, K, (2002) dice que:

A través de la investigación etnográfica se recolectan los "datos" que, conjuntamente con


aquellos construidos sobre enfoques cuantitativos, son la base de la reflexión de la etnología y
de la antropología. La etnografía, mediante la comparación, contrasta y elabora teorías de
rango intermedio o más generales, las cuales alimenta, a su vez, las consideraciones que sobre
la naturaleza y de la sociedad se hacen a nivel "antropológico". (p. 45)

El trabajo de campo consiste en el desplazamiento del investigador al sitio de estudio, el


examen y registro de los fenómenos sociales y culturales de su interés mediante la observación
y participación directa en la vida social del lugar; y la utilización de un marco teórico que da
significación y relevancia a los datos sociales. En este sentido, la etnografía no es únicamente
una descripción de datos, sino que implementa un tipo de análisis particular, relacionado con
los perjuicios, ideología y concepciones teóricas del investigador. El investigador no solamente
observa, clasifica y analiza los hechos, sino que interpreta, según su condición social, época,
ideología, intereses y formación académica.

La etnografía es, de otra parte, una práctica reflexiva. Con ello significamos que las imágenes y
visiones que un investigador construye o elabora de los otros están relacionados y dependen
del tipo de interacción social que entable con sus sujetos de estudio, y de la idea que ellos se
forjen del investigador, su proyecto y propósitos. El método etnográfico se estructura sobre la
base de las observaciones de las actividades sociales de interés, la entrevista y diversas
modalidades de participación por parte del investigador en las actividades socioculturales
seleccionadas o espontáneamente. (Cruz, 2003)

Técnicas y estrategias metodológicas Steinwachs, K, (2002) dice que:

La Etnografía como modalidad de investigación utiliza múltiples métodos y estrategias. El


diseño etnográfico supone una amplia combinación de técnicas y recursos metodológicos; sin
embargo, suelen poner mayor énfasis en las estrategias interactivas: la observación
participante, las entrevistas formales e informales, los instrumentos diseñados por el
investigador y el análisis de toda clase de documento. (p. 34)

1.- La observación participante: el investigador etnográfico combina la observación con la


participación, observa las pautas de conductas y participa en la cultura que está siendo
observada, en algunas investigaciones el rol varía puede que el investigador sea observador y
en otras participante. "La observación participante ha sido siempre el método central de los
etnógrafos. A menudo la complementan con otras fuentes, en especial con entrevistas
informales"

2.- La Entrevista Informal: Es otra técnica utilizada por los etnógrafos en el trabajo de campo.
Según Woods 1987 dice que: "Su objetivo es mantener a los participantes hablando de cosas
de su interés y cubrir aspectos de importancia para la investigación en la manera que permita
a los participantes usar sus propios conceptos y también términos".

3.- Materiales Escritos (Documentos): estos constituyen de gran importancia en la


investigación, los que más se usan son los documentos oficiales, los personales y los
cuestionarios.

¿Qué significa Etnografía?

Etimológicamente el término se refiere a etnos que significa todo grupo humano unido por
vínculos de raza o nacionalidad, o sea la idea de pueblo.
Etnia como término representa la agrupación natural de individuos de igual idioma y cultura,
mientras que grafía descripción. En este sentido, se puede interpretar a la Etnografía como la
descripción de agrupaciones, es decir comprender lo que hacen, dicen y piensan personas con
lazos culturales, sociales o de cualquier otra índole. (Cruz, 2003)

El termino etnografía en el que hacer de la investigación proviene de la antropología en cuyo


contexto se ha definido como la ciencia que estudia, describe y clasifica culturas o pueblos.

¿Cuál es el objetivo principal de la Etnografía? Steinwachs, K, (2002) dice que:

El objetivo de la etnografía está dirigido a comprender una determinada forma de vida desde
el punto de vista de quienes pertenecen de manera natural a esta.

Su meta es captar la visión de los nativos, su perspectiva del mundo que los rodea, el
significado de sus acciones, de las situaciones que ellos viven y su relación con otras personas
de la comunidad. (p. 66)

Se ha desarrollado métodos y técnicas que permiten acercarse a la situación real a la


organización de las personas que pertenecen a una institución cualquiera y es allí donde la
etnografía ocupa un lugar relevante en el espacio metodológico en el campo socio educativo.

¿Cuál(es) es(son) el alcance de la Etnografía?

La Etnografía como técnica cualitativa tiene un alcance muy amplio. Se emplean procesos de
análisis de textos sobre las expresiones verbales y no verbales. Con esta prioridad, el alcance
de la etnografía ofrece aportes en siguientes opciones:

A nivel micro (se identifica como micro etnografía): Se focaliza el trabajo a través de la
observación e interpretación de los fenómenos en una sola institución social. La investigación
amerita un trabajo de poco tiempo que puede ser desarrollada por n solo etnógrafo o
investigador. (Cruz, 2003)

A nivel Macro (se identifica como macro etnografía): Se focaliza el trabajo en el estudio de una
sociedad compleja con múltiples comunidades e instituciones sociales. Esta investigación
puede extenderse varios años y la participación de varios etnógrafos o investigadores.
Importancia de la investigación educativa

Detalles

Escrito por Alicia Isabel Cruz Cedillo

Categoría: Artículos sobre educación

Publicado: 03 Mayo 2014

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Alicia Puebla Espinosa

Escuela Preparatoria Oficial No. 55

Ponencia presentada en el Primer Congreso Internacional de Transformación Educativa

Introducción

Ante los cambios acelerados de conocimiento y la diversidad de paradigmas, se requiere de


profesionales competentes que den respuesta a los problemas de una realidad compleja y
dinámica; que adopten una actitud reflexiva y crítica con respecto a la realidad educativa y que
posean idoneidad técnico-profesional para investigar científicamente esa realidad y
transformarla creativamente. Se necesita también de profesionales que se asuman como
pensadores, es decir como sostiene Paulo Freire (1988), que "realicen la tarea permanente de
estructurar la realidad, de preguntarle y preguntarse sobre lo cotidiano y evidente, tarea
ineludible para todo trabajador social."

Para explicar y comprender lo que es la investigación científica, es importante hablar de la


investigación en general y como ésta va desembocando en lo que después se llamó
investigación científica.

Investigación en general es una actividad encaminada a la adquisición o descubrimiento de


nuevos conocimientos; independientemente de cuáles sean esos conocimientos, pueden ser
referidos a las artes, a las letras o a conocimientos científicos.

Jean Pierre Vielle 1989, (citado por Albert, 2007) explica el concepto afirmando que: la
investigación se extiende como todo proceso de búsqueda sistemática de algo nuevo. Este
“algo” producto de la investigación, no es solamente del orden de las ideas y del conocimiento,
sino que genera resultados diversos y muy diferentes, nuevas ideas, conceptos, teorías, nuevos
diseños, valores, prototipos, comportamientos y actitudes.

Para Carlos Borsotti (1989) “…investigar es un proceso por el cual se intenta dar respuesta a
problemas científicos mediante procedimientos sistemáticos, que incluyen la producción de
información válida y confiable.”

Investigación en general es una actividad encaminada a la adquisición o descubrimiento de


nuevos conocimientos; independientemente de cuáles sean esos conocimientos, pueden ser
referidos a las artes, a las letras o a conocimientos científicos (Albert, 2007).

La investigación educativa entendida como disciplina, es un ámbito de conocimiento reciente


que se encuentra en la actualidad en un momento de cambio debido al avance de los nuevos
sistemas de acceso e intercambio de información y al impacto que ha tenido la
computarización y lo que está produciendo en el modo de recopilación y tratamiento de la
información. Unos de los aspectos más debatidos en la investigación educativa es el que hace
referencia a los críticos de rigor por lo que se regulan las diversas metodologías para adquirir el
carácter de científica; uno de los elementos constitutivos de este proceso es la voluntad del
experto de comunicar los resultados. De manera previa, el propio investigador precisa recurrir
a la consulta de diversas fuentes de información con el fin de establecer el estado de la
cuestión del conocimiento sobre el fenómeno que piensa investigar. La tarea de adquirir las
fuentes y organizarlas para fácil acceso ha correspondido, tradicionalmente a las bibliotecas, a
las que se añaden en la actualidad los centros especializados de documentación
computarizada.

Investigación educativa-concepto

De forma general, se puede decir que la investigación educativa es la aplicación de conceptos


como conocimiento científico, ciencia, método científico e investigación científica aplicados a
todos ellos en ámbito de la educación. Trata de las cuestiones y problemas relativos a la
naturaleza, epistemología, metodología, fines y objetivos en el marco de la búsqueda
progresiva de conocimiento en el ámbito educativo. Una manera de poder dar una definición
es analizar cómo está concebida en las distintas perspectivas de investigación. (Albert, 2007)

Según las perspectivas empírico-analíticas, la investigación educativa equivale a investigación


científica aplicada a la educación y debe ceñirse a las normas del método científico en su
sentido más estricto. Desde esta perspectiva, se da carácter empírico de la investigación
apoyándose en los mismos postulados que las ciencias naturales. Desde este punto de vista,
investigar en educación “es el procedimiento más formal, sistemático e intensivo de llevar a
cabo un análisis científico” (Best, 1972). “Consiste en una actividad encaminada hacia la
creación de un cuerpo organizado de conocimientos científicos sobre todo aquello que
resulta de interés para los educadores” (Travers, 1979).
Con el desarrollo de nuevas ideas sobre la educación, concebida como realidad sociocultural,
de naturaleza más compleja, singular y socialmente construida, han surgido nuevas
conceptualizaciones o perspectivas de la investigación educativa, denominadas interpretativa
y crítica. La concepción interpretativa supone un nuevo enfoque en el estudio de la
educación. La educación se concibe como una acción intencionada, global y contextualizada
regida por reglas personales y sociales y no por leyes científicas. Según su concepción,
investigar es comprender la conducta humana desde los significados e intenciones de los
sujetos que intervienen en el escenario educativo. El propósito de la investigación educativa
es interpretar y comprender los fenómenos educativos más que aportar explicaciones de tipo
casual.

Desde la corriente crítica, la investigación trata de develar creencias, valores y supuestos que
subyacen en la práctica educativa. De ahí la necesidad de plantear una relación dialéctica
entre teoría y práctica mediante la reflexión crítica. De esta manera, el conocimiento se
genera desde la praxis y en la praxis. La investigación se concibe como un método
permanente de autoreflexión. Según estas posturas se podría definir la investigación educativa
como una “indagación sistemática y mantenida, planificada y autocrítica, que se halla
sometida a crítica pública y a las comprobaciones empíricas en donde éstas resulten
adecuadas” Stehouse (1984). Elliot (1978) la define como “una reflexión diagnóstica sobre la
propia práctica”

Origen de la investigación educativa

La investigación en educación como disciplina de base empírica aparece a finales del siglo XIX,
que es cuando en Pedagogía se adopta el método experimental, tomando el nombre de
Pedagogía experimental. Esta nueva disciplina cuenta con influencias como el pensamiento
filosófico del siglo XIX, el nacimiento de la pedagogía científica y el desarrollo de la
metodología experimental. La influencia del pensamiento filosófico del siglo XIX viene dada
por las corrientes que en él predominan y que van a cambiar las formas de concebir la
naturaleza de los fenómenos educativos, contribuyendo a la emancipación de las ciencias
sociales y al desarrollo del método. Estas corrientes son el positivismo (Comte, 1778-1857),
corriente filosófica que concibe el conocimiento como un conjunto de hechos relacionados
según ciertas leyes y que sólo admite los datos de la experiencia como fuente de
conocimiento; el sociologismo (Durkheim, 1858-1917), corriente que estudia los fenómenos
sociales y las relaciones humanas; el pragmatismo, corriente filosófica divulgada por James,
Dewey, Schilder, según el cual el único criterio válido para juzgar la verdad de toda doctrina se
ha de fundar en sus efectos prácticos, y el experimentalismo (Dewey, 1859-1952), movimiento
filosófico basado en la experiencia para examinar y probar las características de una cosa. El
nacimiento de la pedagogía científica es, sin duda, otra de las influencias en la pedagogía
experimental. En el siglo XVIII, con el racionalismo, se inicia la idea de una pedagogía científica
basada en la experimentación: las investigaciones como las de Darwin sobre el origen de las
especies en 1859, las de Cournot, en 1891, sobre los fundamentos de nuestros conocimientos,
las de Bain, en 1879 sobre la educación como ciencia; las de C. Bernard, en 1895, con
Introducción al estudio de la medicina experimental, junto con las aportaciones innovadoras
del pensamiento pedagógico de Rousseau (1712-1778), Pestalozzi (1746-1827) y Froebel
(1782-1852), propician el nacimiento de la investigación pedagógica con carácter empírico
sentando las bases empíricas de la educación (Albert, 2007)

El desarrollo de la metodología experimental va a influir igualmente en la consolidación de la


llamada pedagogía experimental, y aunque esta metodología se desarrolla primero en ciencias
afines como la medicina y la psicología, que aportan aspectos significativos como un modo
de trabajar específico que es el laboratorio, un área de interés que serán los estudios
psicopedagógicos, unos instrumentos de medidas como las pruebas objetivas, y un foco de
interés que será el niño, se extenderá después a la educación como resultado de factores
culturales, sociales y políticos relacionados con aspectos como la preocupación por asentar la
educación sobre bases empíricas y la introducción del método experimental en las ciencias
humanas.

La investigación Educativa tiene un siglo de historia, su origen se sitúa a fines del siglo XIX,
cuando la pedagogía, a semejanza de lo que anteriormente habían realizado otras disciplina
humanísticas, como la Sociología y Psicología entre otras, adoptó la metodología científica
como instrumento fundamental para constituirse en una ciencia. Esta conversión científica fue
el resultado de un largo proceso que inicia a fines de la Edad Media y a principios de la
Moderna, del trabajo de diversos autores, pero muy especialmente de las aportaciones de
Galileo surgió un nuevo modelo de aproximaciones al conocimiento de la realidad. Sin
embargo, la expresión “Investigación Educativa” es bastante reciente, ya que tradicionalmente
se denominaba “Pedagogía Experimental”; el cambio terminológico y conceptual se debe
fundamentalmente a razones de tipo sociocultural y a la preexistencia de las aportaciones del
mundo anglosajón en el ámbito educativo.

Características de la investigación educativa

1. Permiten la presencia de acciones intencionales y sistemáticas

2. Son realizadas con apoyo en un marco teórico

3. Conducen al descubrimiento de algo nuevo

4. Se obtiene a través de diversas naturaleza: conocimientos, teorías, ideas, conceptos,


modelos, productos, artefactos, maquinas, medios, valores y comportamientos

Objetivos de la investigación educativa

1. Conocer los distintos puntos de vista sobre la naturaleza de la investigación


2. Adquirir el conocimiento y el dominio de la terminología básicas en la investigación

3. Conocer los diversos enfoques metodológicos aplicados a la educación por los


investigadores.

4. Dar respuesta a la necesidad de conocer y mejorar una determinada realidad educativa.

5. Innovar en educación y analizar los resultados y eficacia de dichas innovaciones para avanzar
en la mejora de los resultados educativos.

6. Formular juicios de valor sobre la situación estudiada (evaluación), y establecer las causas
que inciden sobre ella (diagnóstico). Esto facilita poder intervenir para potenciar, modificar y
mejorar las situaciones educativas.

7. Tomar decisiones y, en su caso, generalizar conclusiones que puedan estar afectando por
igual a muchos sujetos o situaciones, lo que amplía la posibilidad de actuar sobre ellas y de
rentabilizar los recursos y las inversiones que se hacen en tiempo, esfuerzo y presupuesto al
investigar.

8. Valorar el grado en que se alcanzan determinados objetivos educativos.

Criterios reguladores que deben tomarse en cuenta en la investigación educativa.

Uno de los aspectos más debatidos en la investigación educativa es el que hace referencia a los
criterios de rigor por los que se regulan las diversas metodologías. En la medida en que el
investigador aplique unos criterios reguladores que garanticen el rigor método lógico, existirá
una mayor confianza en los resultados de la investigación. Distintos criterios de racionalidad
se aplican tanto al proceso de investigación como a las técnicas de investigación social, a cuyas
exigencias epistemológicas deben adecuarse. Cualquier investigación debe responder a unos
cánones o criterios reguladores que permitan evaluar la autenticidad del proceso. El rigor
metodológico de cualquier investigación científica puede ser considerado desde cuatro
criterios reguladores: veracidad, aplicabilidad, consistencia y neutralidad.

Las diferencias existentes entre los criterios científicos de los paradigmas positivistas, por un
lado, y constructivista-crítico, por otro, no afectan tanto a los criterios de rigor como a las
estrategias empleadas en cada perspectiva. Sin embargo, cuando la mayoría de los autores se
refiere a los paradigmas constructivista-crítico, propone los criterios regulativos de
credibilidad, transferibilidad, dependencia y confirmabilidad, respectivamente, como
respuestas alternativas a los criterios tradicionales de la metodología empírico-analítica de
validez interna, validez externa, fiabilidad y objetividad.

Criterio de veracidad. El criterio de veracidad se refiere al grado de confianza que se puede


depositar en los resultados de una investigación y en los procedimientos empleados en su
realización.

Criterio de aplicabilidad. Determina la relevancia y las posibilidades de que las explicaciones e


interpretaciones, como resultados de una investigación, se puedan generalizar o aplicar a otros
contextos, a otros sujetos y a otros problemas de investigación.

Criterio de consistencia. Se refiere al grado en que se estima que los resultados de una
investigación volverían a repetirse en el caso de que se replique el estudio con los mismos o
similares sujetos y en el mismo o similar contexto. La estabilidad de los resultados es un
criterio regulador que se denomina fiabilidad cuando el investigador admite la posibilidad de
una cierta constancia situacional y la viabilidad de repetir una investigación en condiciones
idénticas (replicación).

Criterio de neutralidad. Se refiere a que los resultados de la investigación son reflejo de los
sujetos estudiados y de la misma investigación, y no producto de los sesgos, juicios o intereses
del investigador.

Limitaciones de la investigación educativa

Por su propia naturaleza, la realidad educativa es diversa, compleja y cambiante. Por dicha
razón, su estudio está sujeto a límites y obstáculos que no se deben obviar. Los más habituales
son de orden ambiental, técnico, los derivados del objeto de estudio y de orden ético-moral.

1. Limitaciones de orden ambiental. Se refieren a situaciones contextuales o condiciones del


ambiente y características de los sujetos, que pueden afectar los resultados de la investigación
(nivel sociocultural, edad, sexo, etcétera). Las condiciones ambientales en educación
condicionan básicamente el proceso de generalización, poniendo límites al alcance de los
resultados de la investigación. Cualquier extrapolación de los datos debe ser realizada con
suma cautela.

2. Limitaciones de orden técnico. Son límites que afectan a la calidad de la información


recogida, del dato o de la medida. Las observaciones y mediciones se basan en
manifestaciones externas cuyo isomorfismo con la realidad educativa en estudio no está
garantizado. Dentro de este apartado también se puede incluir la distorsión causada por
efectos no deseados, dado que en la propia situación investigadora activa existen elementos
de difícil control (en ocasiones, porque se desconoce su existencia) y que deben identificarse
con el fin de contrarrestar su acción distorsionadora.

3. Limitaciones derivadas del objeto de estudio. En ocasiones, la propia naturaleza de la


realidad educativa hace difícil su exploración. Se plantea el problema de si la investigación
educativa debe considerar como objeto propio sólo la realidad empírica (observable) o ha de
penetrar en otro tipo de realidades que precisan elucubraciones no fundamentadas en la
información extraída directamente de la observación.

4. Limitaciones de orden ético-moral. La investigación centrada en el trabajo con y sobre seres


humanos no justifica de ninguna manera el trato de los mismos como simple objeto de
estudio, sino que exige que sean considerados desde el respeto a su integridad como ser
humano. Los límites de orden moral hacen referencia al freno que se debe poner a todo tipo
de intervención que pueda re- percutir de manera negativa sobre el propio individuo, es decir,
sobre su personalidad, intimidad, desarrollo emocional, intelectual, físico, etcétera. Esto
significa que es necesario investigar a partir de la consideración de los derechos inalienables de
la persona y llevando a cabo, por lo tanto, un tipo de investigación que se adscriba a una
postura moral lícita.

Importancia de la investigación educativa

Hay diversidad de factores relacionados con la educación en los cuales incide de forma
impactante la investigación. De ahí que sea tan importante en el campo educativo. Aporta
nuevos conocimientos desde la perspectiva epistemológica, política, antropológica, cultural y
tecnológica. No se puede obviar la pedagogía, la administración, la economía, la industria y
todas las áreas del conocimiento. Al realizar una investigación, se obtienen resultados y se
difunden conocimientos nuevos, estos permiten al educador resolver situaciones desde su
propio ámbito. El profesional de la educación tiene que comprender su realidad, intervenirla,
tomar decisiones, producir conocimientos, asumir posición crítica frente a las teorías de la
ciencia y la tecnología. Debe, además, enfrentarse con la información, cada vez más rápida y
prolífica. Así, se puede tomar como punto de partida la investigación educativa, que aporta al
estudio de los factores inherentes al acto educativo en sí, su historia, el conocimiento
profundo de su estructura, y llegar hasta una investigación reflexiva y práctica, donde se
puedan descifrar significados y construir acerca de escenarios concretos, simbólicos e
imaginarios que forman parte del diario vivir (Fiorda, 2010).

La necesidad de investigar en educación y en los centros e instituciones educativas surge desde


la curiosidad, desde el momento en que nos hacemos preguntas sobre cómo funcionan las
cosas, sobre los comportamientos de las personas y las instituciones educativas, sobre los
efectos que produce nuestra práctica educativa o sobre cómo podemos innovar y mejorar los
resultados de nuestras acciones. La investigación nos ayuda a incrementar el conocimiento y a
obtener conclusiones sobre la realidad, los fenómenos y los hechos que observamos; nos
ayuda a analizar la relación que se establece entre los elementos que configuran una
determinada situación educativa y, muchas veces también, a tomar decisiones sobre cómo
intervenir en dicha situación para mejorarla. Por tanto, la necesidad de investigar en
Educación surge desde el momento en que pretendemos conocer mejor el funcionamiento de
una situación educativa determinada, sea un sujeto, un grupo de sujetos, un programa, una
metodología, un recurso, un cambio observado, una institución o un contexto ambiental o de
dar respuesta a las múltiples preguntas que nos hacemos acerca de cómo mejorar nuestras
actuaciones educativas.

La combinación entre génesis de conocimiento sobre el funcionamiento de la realidad que


posibilita la investigación, junto con su también potencialidad para transformar dicha realidad
a través de la innovación y la mejora de las prácticas cotidianas, hace que, en ocasiones, nos
refiramos a ella con la expresión Investigación + Desarrollo (I+D). Esta expresión suele también
utilizarse para designar acciones de investigación vinculadas a las instituciones de trabajo
(centros docentes, empresas, etc.) y a la inversión económica en investigación, ya sea con
fondos públicos o privados, para financiar y promover mejoras en las prácticas laborales, en los
productos que se derivan de ellas y, en definitiva, en innovación. Por ello, se suele también
hablar de iniciativas que promueven la Investigación, el Desarrollo y la Innovación (I+D+I). Con
ello se pretende hacer notar la importancia de la investigación para conocer mejor cómo
funcionan las cosas (diagnóstico), y cómo podrían llegar incluso a funcionar mejor para
obtener productos de calidad en aquello que se hace (intervención).

En el ámbito de la educación, esto se traduce, entre otras cosas, en la mejora de las prácticas
educativas, de aprendizaje, de enseñanza, en las dinámicas de interacción en la familia, en las
aulas, en los centros, en los rendimientos académicos del alumnado y en la calidad educativa
que se llega a conseguir en un determinado centro o institución educativa, o con una política o
programa educativo concreto en un ámbito local, regional, nacional o, incluso, internacional.

Dados los potenciales beneficios de la investigación, se considera necesario que los


conocimientos y hallazgos obtenidos a través de ella sobre los procedimientos a utilizar para
mejorar las prácticas y los productos educativos, se difundan para que lleguen al máximo
número posible de beneficiarios. Por ello, tras efectuar la investigación se hace necesario
redactar un informe de investigación. Su lectura puede ser útil a las personas interesadas en
poner en práctica los conocimientos obtenidos en sus ámbitos de trabajo tras adaptarlos a las
características de los mismos: no hay que olvidar que cada contexto educativo es diferente a
otro y que conviene adaptar los conocimientos a las formas específicas de funcionamiento que
rigen en cada uno de ellos. Este mejor conocimiento de la situación analizada que proporciona
la investigación facilitará valorarla para llegar a establecer si se producen en ella carencias o no
tras compararla con un criterio o patrón (evaluación), y también permitirá identificar con más
facilidad los factores que están influyendo sobre ella determinando su comportamiento
(diagnóstico), que en unos casos puede ser carencial conforme a lo esperado y en otros no.
Esta posibilidad que ofrece la investigación de evaluar y diagnosticar facilita los procesos
posteriores de toma de decisiones sobre lo que conviene hacer con la situación analizada: en
unos casos, cuando la situación no presente carencias, se podrán tomar medidas de
potenciación para que dicha situación pueda alcanzar incluso un mejor funcionamiento. Estas
acciones, a su vez, necesitarán ser evaluadas a través de nuevos procesos de investigación –
investigación evaluativa para saber si resultan eficaces y dan la respuesta esperada.
Hasta el momento presente no ha existido en México una verdadera cultura de investigación.
Dos de las razones fundamentales han sido la falta de recursos tecnológicos y el
desconocimiento en cuanto a metodologías de investigación que sean pertinentes dentro del
campo de la educación.

Si tomamos en cuenta los resultados de la investigación experimental dentro

del campo de la educación, nos podemos dar cuenta de que hay una serie de estrategias que
puede ayudar a los docentes a maximizar la eficacia de su labor de enseñanza. Mucho de lo
descubierto a través de la investigación experimental ha sido de gran ayuda en el campo de la
educación para diseñar estrategias y programas de formación docente que aborden algunos de
los problemas más comunes encontrados en esta área. Dentro del enfoque de la investigación
experimental en la enseñanza, se descubrió, por ejemplo, después de una infinidad de
observaciones en el salón de clase y del uso de categorías preestablecidas, que los estudiantes
que se concentraban durante más tiempo en la tarea que les había encomendado el maestro,
tenían mejores resultados que aquellos que no se concentraban durante tanto tiempo en la
tarea. Con el uso de grupos de control se pudo comprobar que realmente había
diferencias en los resultados de tests estandarizados de niños en salones de clase donde el
maestro había aplicado técnicas, estrategias o metodologías sugeridas como resultado de la
investigación experimental. A medida que va avanzando la investigación experimental dentro
del salón de clase, se van identificando patrones de conducta más o menos generalizados que
se correlacionan con un mejoramiento dentro del área del logro académico de los estudiantes.
Así se identifican conductas de docentes y de docentes y de estudiantes que son deseables y
aquellas que no lo son por no estar necesariamente correlacionadas con un mejoramiento
académico. Dentro de este modelo experimental la perspectiva fenomenológica de las
personas que manifiestan las conductas observadas no es tomada en cuenta. Los procesos de
pensamiento, las intenciones de los actores dentro del salón de clase no son tomados en
cuenta por el paradigma experimental. Lo que cuenta son únicamente las conductas
observables y codificables por el investigador dentro de alguna de sus categorías pre-
establecidas.

La investigación interpretativa tiene tres características fundamentales: a) requiere una


participación intensiva y de largo plazo en el contexto que se está investigando; b) un
cuidadoso registro de lo que sucede en el contexto estudiado a través de notas de campo,
documentos pertinentes producidos por los actores involucrados, como muestras de los
trabajos producidos, grabaciones, documentos de entrevista, cintas de video, etc., y c)
reflexión analítica sobre el registro documental obtenido y elaboración de un informe
utilizando viñetas narrativas documentando con evidencia empírica y sistemáticamente
analizada lo que sucedió en el contexto investigado.La investigación en el campo de la
educación, y especialmente en un país tan rico en diversidad como el nuestro, no puede
quedarse nada más en un cientificismo teórico que satisfaga las necesidades intelectuales de
investigadores individuales o de instituciones específicas. La investigación educativa en México
tiene un compromiso social. Este hecho pone de manifiesto la necesidad de que investigadores
educativos y sus proyectos respondan no nada más a necesidades en el nivel local y en el de la
comunidad hacia donde van a tener un impacto los resultados de dichas investigaciones.
Muchas de las decisiones tomadas en cuanto a la naturaleza de los recursos designados para
la educación en el país se hacen con base, entre otras cosas, en los resultados obtenidos a
través de la investigación. Dichos recursos deben responder a necesidades y demandas de la
población en tiempo y lugar específicos.

El diseño de la investigación educativa en México tiene que tomar en cuenta los criterios en el
proyecto de modernización educativa en cuanto a pertinencia, integridad, flexibilidad y
pluralidad. Los aprendizajes dirigidos a los estudiantes en una región específica deben
responder a la realidad concreta de esos alumnos, tomando en cuenta todos los factores que
conforman su personalidad e intereses. Los programas educativos y sus contenidos necesitan
adaptarse a la realidad del maestro, del alumno y de las condiciones regionales y locales de los
centros educativos. Deben incluir el saber científico general y también popular,
relacionándolos con el fin de ayudar al estudiante a interpretar su entorno desde lo local, a lo
nacional, hasta una concepción de su lugar como individuo en el mundo. Los esfuerzos dentro
de la investigación educativa necesitan tomar en cuenta los lineamientos establecidos por la
necesidad de una modernización educativa.

La realidad concreta de lo que sucede en el salón de clase debe ser congruente con el entorno
de la escuela y la comunidad donde se manifiesta. El proceso para la detección de las
necesidades educativas en los contextos sociales y culturales de nuestro país requiere una
metodología de investigación interpretativa, de tipo inductivo, como parte del planteamiento
para la modernización educativa.

Necesitamos modelos de capacitación para educador es en donde la investigación juegue un


papel primordial desde los primeros semestres. Con este tipo de esfuerzos que amalgaman la
educación y la investigación podremos comenzar a confrontar los retos que nos aguardan y
transformar nuestra realidad para una sociedad más justa, responsable y humana (Echeverría,
1994).

Estos procesos de toma de decisiones que facilita la investigación educativa permiten llevar a
cabo tres niveles de prevención asociados a la intervención:

primaria, cuando se actúa para potenciar, secundaria, cuando se persigue eliminar las causas
de una limitación que ya empieza a ser observable, y terciaria cuando se intenta paliar los
efectos de una limitación que está ya arraigada y que, por ello, no resulta fácil eliminar sus
causas.

Por tanto, dada una situación educativa que interese conocer con cierto rigor y profundidad,
será necesario analizar a través de la investigación sus características, identificar los factores
que influyen en ella y que la condicionan, comprender las interacciones que se dan entre
dichos factores y, si es posible, llegar a establecer las causas que determinan en ella la
aparición de determinados comportamientos o efectos (diagnóstico ) para que se posibilite
posteriormente, si es el caso, una toma de decisiones sobre el tipo de intervención que cabe
realizar sobre dicha situación.

Estas razones ayudan a entender la conveniencia de investigar en Educación para conocer en


qué consisten los procesos educativos ya sean individuales, grupales, institucionales o
ambientales, sus características y sus condicionantes, para poder orientar mejor las
intervenciones educativas (ya sean de potenciación, asesoramiento, clasificación, selección o
modificación) y, en suma, para posibilitar introducir mejoras en las situaciones educativas, en
los procesos implicados en ellas y en los productos que se obtengan.

Ello lleva a considerar la necesidad de formar a los docentes, educadores y otros profesionales
afines en teorías, métodos y técnicas de investigación, para que, llegado el caso, puedan
analizar e interpretar su propia práctica o la de otros en sus contextos profesionales con el fin
de mejorarla (Martínez, G., 2007)

La investigación educativa se fundamenta en la necesidad de plantear y desarrollar proyectos


de investigación tendientes a analizar y elevar la calidad de la práctica docente que se
desarrolla en las escuelas.

El vínculo entre la docencia y la investigación es considerado a partir de dos perspectivas


generales:

1. Investigación de la docencia, referida a estudios sistemáticos con fines evaluativos y de


superación de la práctica docente en cuanto a: a) métodos y técnicas de enseñanza, b) logro de
objetivos de aprendizaje, c) medios didácticos de apoyo, d) tipo y calidad de materiales usados
en la enseñanza, etcétera.

2. Investigación para la docencia, referida a estudios relacionados con: a) necesidades de


formación docente, b) diseño y desarrollo de cursos que satisfagan dicha necesidad, c)
elaboración de perfiles profesionales, d) estructuración y evaluación de currícula académica,
etcétera

Con estos criterios se pretende señalar la importancia de la investigación educativa para la


práctica docente, sustentada en una investigación diagnóstica se observa indispensable para
conocer el grado en que los profesores investigan sobre la asignatura que imparten y se sirven
de la investigación para fundamentar el proceso de enseñanza-aprendizaje que llevan al cabo.
Lo anterior parte de la consideración de que el conocimiento profundo del tipo de práctica
docente desarrollada permitirá analizar acerca de las necesidades de vincular al profesor con el
ejercicio de la investigación; así como, a determinar la eficiencia de su práctica docente y el
conocimiento que se tenga sobre la metodología de la investigación educativa.

Conclusiones

La necesidad del mejoramiento y el desarrollo de la educación en nuestro país constituye un


reto difícil y de vital importancia. La selección de metodologías de investigación idóneas para la
confrontación de dicho reto es imperativa. Dicho reto requiere la formación de investigadores
comprometidos con la realidad social en que viven y con una visión del proceso de
investigación como una tarea de servicio, y no como un ejercicio intelectual realizado desde
una torre de marfil para su satisfacción individual. Requiere también conocimientos
sistemáticos y coherentes dentro del área de la investigación cualitativa (Echeverría, 1994)

Es necesario considerar la necesidad de formar a los docentes, educadores y otros


profesionales afines en teorías, métodos y técnicas de investigación, para que, llegado el caso,
puedan analizar e interpretar su propia práctica o la de otros en sus contextos profesionales
con el fin de mejorarla. (Martínez, G.,2007)

La investigación educativa es una actividad que genera el desarrollo de habilidades para el


trabajo intelectual y del conocimiento y a través de estas los alumnos analizan, conocen y
transforman su realidad, es decir, construyen su conocimiento. En la actualidad el investigar
puede valerse de diversos centros para investigar, la mayoría de estos centros están
conectados entre sí, y con los usuarios mediante redes telemáticas. La extraordinaria liberta de
expresión y de acceso a la información que permite la red representa una revolución en el
mundo de la comunicación de consecuencias insospechadas. En otro orden, cabe señalar que
la realidad educativa, por su propia naturaleza está sujeta en su actualidad a límites de
diversos órdenes, como pueden ser: ambientales, técnicos, derivados del objeto de estudio y
de tipo ético o moral.

https://www.monografias.com/docs114/investigacion-y-practica-educativa/investigacion-y-
practica-educativa2.shtml

https://www.transformacion-educativa.com/index.php/articulos-sobre-educacion/54-
importancia-de-la-investigacion-educativa

Se entiende por investigación educativa todas aquellas acciones de investigación que tienen
como fin esclarecer diversos aspectos del proceso de enseñanza-aprendizaje o intervenir en
dicho proceso para optimizarlo. La investigación educativa se extiende al funcionamiento de
las instituciones educativas, los métodos de enseñanza, el diseño curricular, los materiales y
recursos educativos, las innovaciones introducidas y cualesquiera otros aspectos relacionados
con la educación, y responde a la necesidad de identificar, diagnosticar y generar acciones
educativas eficaces.
Los diversos métodos utilizados en la investigación educativa comparten las características de
la búsqueda sistemática, dirigida y documentada. Pretende, de manera sistemática, dar
respuesta a preguntas, explicación a fenómenos y solución a problemas educativos.

Índice

1 Finalidad de la investigación educativa

2 Características de la investigación educativa

3 Proceso de investigación

4 Limitaciones de la investigación educativa

5 Tipos de estudios en la investigación educativa

6 Ética en la investigación educativa

7 Bibliografía

8 Enlaces externos

9 Referencias

Finalidad de la investigación educativa

La investigación en educación tiene como fin estudiar la realidad educativa en cualquiera de


sus manifestaciones concretas, tomando en cuenta sus características, funcionamiento y
efectos, para obtener conclusiones, diagnósticos y valoraciones que ayuden tomar las
decisiones más adecuadas o a realizar las modificaciones necesarias en el proceso.

La investigación educativa debe estar ligada a la acción cotidiana en los centros, a sus
contextos y propias realidades; es por ello fundamental formar a los profesionales de la
educación para su capacitación en actividades de investigación, que les permita reflexionar
sobre su práctica educativa y mejorarla.

Características de la investigación educativa

Objetividad: tiene que ver con la calidad de los datos conseguidos por los procedimientos de
análisis.

Precisión: usa un lenguaje técnico, se emplea para no confundir al lector sino para comunicar
significados exactos.

Verificación: es necesario diseñar y presentar un estudio que permita su verificación.

Explicación detallada: intenta explicar las relaciones entre los fenómenos y reducir la
explicación a afirmaciones sencillas.
Empírica: la investigación se caracteriza por una postura y un enfoque basado en la experiencia
real, y no en simples especulaciones.

Razonamiento lógico: es un proceso que emplea reglas lógicas establecidas.

Conclusiones provisionales, siempre sujetas a revisión.

Proceso de investigación

El proceso de investigación en educación sigue distintas etapas, que pueden variar de acuerdo
con el objeto investigado, la naturaleza del problema, el contexto y otros factores. Algunos de
los elementos que pueden estar presentes en ese proceso son:

Selección de un problema general: el problema define el área educativa en la que se centrará


la investigación.

Revisión de la bibliografía sobre el problema.

Formulación del problema, objetivos o hipótesis de la investigación: requiere que el investigar


decida si es más apropiada para la investigación la modalidad cuantitativa o cualitativa.

Determinación del diseño y metodología: el investigador decide de qué sujetos se van a


obtener los datos.

Recogida de los datos: debe haber una muestra suficiente para que el estudio sea fiable,
además aspectos éticos y legales con respecto a la recogida de datos y su análisis.

Análisis de los datos y presentación de los resultados: normalmente se emplean las


representaciones visuales gráficas como tablas estadísticas o diagramas integradores.

Interpretación de los resultados y conclusiones respecto al problema: se toman decisiones


sobre el formato apropiado del informe.

Limitaciones de la investigación educativa

Algunas de las limitaciones que podemos encontrar en la investigación educativa son:1

Consideraciones legales y éticas.

Carácter cambiante del objeto de estudio.

Dificultades metodológicas.

Complejidad de los problemas de investigación.

Tipos de estudios en la investigación educativa

Entre los distintos tipos de estudios usados en investigación educativa, podemos nombrar:

Estudios de campo.

Estudios correlacionales.
Estudios experimentales.

Estudios de casos.

Estudios transversales.

Estudios longitudinales.

Ética en la investigación educativa

Desde el punto de vista de la investigación, un acto ético es el que se ejerce de forma


responsable, evitando el prejuicio a las personas. "Ser ético es parte de un proceso de
planeación, tratamiento y evaluación inteligente y sensible, en el cual el investigador busca
maximizar los buenos productos y minimizar el riesgo y el daño".2 En este sentido, la
investigación educativa puede considerarse como buena si las repercusiones producidas logran
afectar positivamente a la práctica y se incrementa el conocimiento en la teoría educativa,
siempre y cuando no se vean perjudicados los sujetos que participan en la investigación, bien
sea como "objeto de estudio" o como parte de la muestra.

El investigador educativo debe tener muy presente los códigos éticos inherentes a su actividad
antes de llevar a cabo el desarrollo de su trabajo, para evitar cualquier conducta inadecuada
en el progreso de la misma y para que los resultados sean un acto de creación pertinente con
el contexto social en el que se desenvuelve la investigación.

Los códigos en investigación educativa son relativamente recientes, podemos nombrar el de la


American Psychological Association (APA) del año 1940 y el código de la American Educational
Research Association (AERA) del año 1992. El código de la AERA provee los principios, reglas y
estándares éticos que cubren situaciones profesionales encontradas por los investigadores en
educación. Como meta principal tiene el bienestar y protección de los individuos y grupos con
los cuales los investigadores en educación trabajan.

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