bien es más fuerte que el mal. El amor es más fuerte que el odio. La verdad es más fuerte que la mentira. (Benedicto XVI) PRESENTACIÓN
Al desarrollar el tema de la enseñanza de la ética, considero que tienen una relación
primordial, ya que en ella se forman los principios en valores en los seres humanos desde una edad muy joven. Los valores fundamentales son los que le ayudaran como bases para etapas posteriores en su desenvolvimiento en la sociedad, y al mismo tiempo ser personas que piensen y actúen libremente. "Educar es formar a los individuos de manera que resulten fuertes en el alma y en el cuerpo y cumplidores de todos sus deberes sean materiales o espirituales, individuales o colectivos. Educar es hacer que todas las facultades y valores, sean del orden que sean, depositados por Dios, a manera de gérmenes en el hombre, se desarrollen armónicamente, dada su importancia relativa por razón de fines, de categoría, de utilidad, de necesidad, etc. Educar es conducir al hombre a la perfección en su ser, en su pensar, querer y obrar". Así describía con precisión y claridad, un gran educador, la naturaleza y finalidad de la educación. (Pedro Rodríguez. Autonomía o heteronomía en la educación). Pero "formar", "desarrollar", "conducir", es imposible si no se tiene una idea clara y verdadera de aquello que se quiere formar, desarrollar y conducir. Imposible es, pues, acertar en la ciencia de la educación y en la determinación de las relaciones del educando con sus educadores natos la familia, el Estado y la Iglesia, si falta el presupuesto necesario de la ciencia del hombre, de su naturaleza y destino; y únicamente sobre esta base de la naturaleza y destino humanos puede comprenderse el campo propio de acción de todas y de cada una de las sociedades necesarias llamadas a realizar la gran obra de la educación, que es, por fuerza y "necesariamente obra no solitaria sino social", pues toda educación,-como enseña Paulsen- "es actividad sistemática, consciente y dirigida a la trasmisión de una cultura", y toda trasmisión o tradición habla de pluralidad y toda cultura, de cultivo, de naturaleza y trabajo, de un ayer que se proyecta en el hoy, para refractarse ambos en el mañana La familia, es el lugar por excelencia donde se recibe el don de la vida como tal y se reconoce que papel tiene el niño como miembro activo de la familia; ésta fundamentalmente desempeña un papel formativo, pues los padres educan a sus hijos de acuerdo con sus propios patrones morales, los estímulos que los niños puedan recibir tendrán una influencia muy importante en la formación de hábitos, actitudes y en su conducta fuera del hogar, es en la familia donde se propicia el ambiente privado, donde el niño se manifiesta tal y como es. Aunque se debe tener en cuenta, las necesidades básicas se sitúa entre dos extremos: uno individual o de carácter psicológico, que representa las necesidades y el progreso personales, y otro contextual o político-social, en el que las necesidades básicas han de considerarse como algo común a todas las personas, constituyéndose en un principio o derecho humano. De esto se desprende que, conceptualmente, las necesidades básicas no puedan entenderse si no se analizan desde la perspectiva integrada de ambos extremos, desde donde se aprecian, entonces, como referencias a aspectos y objetivos de desarrollo humano, y quedan como indicadores complejos de un crecimiento personal y social. Así, puede observarse que, en una sociedad democrática, las necesidades básicas adquieran un carácter socio moral, que infunde acciones o políticas de lucha contra la desigualdad y la exclusión, en el que no se admite la identificación de un crecimiento económico con un alto nivel de desarrollo, ya que los beneficios de ese crecimiento económico no se extienden por sí mismos a todos los estratos sociales. Este importante tema concerniente a la ética se refiere a cómo debemos medir nuestras decisiones determinando las diferencias entre el bien y el mal, basados en los valores, en la formación, en los criterios personales, los cuales implicarán consecuencias desde el punto de vista personal, familiar, social y profesional. Por esta razón, las personas afrontamos dilemas ante situaciones que exigen contar con valores éticos suficientes, para no dejarnos llevar por lo incorrecto. Por eso, en la evolución de la sociedad, nos encontramos con las llamadas teorías del contrato social, que se fundamentan en que cada uno de los individuos deponga sus intereses particulares o egoístas y acate una autoridad que encarne y represente los intereses generales o colectivos. Esta autoridad es el concepto moderno de Estado, que a través de una Constitución establece los derechos y los deberes de los ciudadanos. Por último se hace mención de la otra parte de la ética como son los sistemas perversos que representan la práctica de la inmoralidad y son la manifestación de un orden destructivo. Lo perverso no es algo absoluto y no puede decirse de una misma conducta que en cualquier lugar será siempre ilegal, destructiva o egoísta. La perversidad tiene su lógica su racionalidad destructiva, una relación de fuerzas establecida, la moral de la hipocresía, los círculos viciosos que se fomentan en un ambiente de complicidad e impunidad. ENSEÑANZA DE LA ÉTICA
1. La escuela, la iglesia y la familia, como centro de enseñanza.
La familia es una de las instituciones básicas que existen en la sociedad y además se puede considerar la más importante en los primeros años de nuestra vida; es en la cual nos refugiamos, donde estamos más a gusto y desde donde empieza nuestra socialización y el aprendizaje de nuestro papel dentro de un grupo, que primero será la familia (y, por tanto, consideramos que es tan importante) y luego se extenderá llegando al colegio, con los amigos y, así hasta poder relacionarte con el resto de la sociedad. Es, por tanto, muy importante esta institución ya que forma a los individuos desde pequeños adquiriendo valores y aprendiendo a adaptarnos en nuestra cultura y sociedad. Así mismo, se puede decir que la familia es la institución más cercana y donde encontramos mayor afecto. Convivir, aprender normas de conducta, comportamientos y otra serie de actos sociales son más fáciles de aprender dentro de la familia, aunque no debemos olvidar el papel de otras instituciones como la escuela que ayudan a reforzar todos estos valores y muchas veces introducen otros nuevos. La escuela y la familia son agentes de socialización; potenciar las influencias educativas de ambos y lograr su convergencia, aún no es una realidad, sino una utopía. Todavía debemos transitar un largo camino que debemos trazar y señalar en él hacia dónde queremos llegar. La importancia de la familia en el hecho educativo, cada niño carga con una historia familiar, llena de creencias, ritos cotidianos, valores, posiciones personales, imaginarios, deseos, afecto o desafecto, etc., a la que el niño está indisolublemente conectado. Cada familia posee una cultura digna de ser valorada en los escenarios de aprendizaje, en los cuales se puede legitimar como válida para los efectos de la diversidad y diferencias culturales. Al respecto, Martínez (1996) señala que es a través del continuo hogar-familia-madre-niño que la línea sentimental puede devenir en opciones epistemológicas para abordar el hecho educativo. 2. Necesidades de la enseñanza. Necesidades personales y familiares. Desde un punto de vista social, el término de necesidades es algo más que la simple expresión de deseos o instintos, para ser parte del proceso histórico de los seres humanos, siendo cada sociedad y cultura, en un momento concreto, generadora de nuevas necesidades y de su forma de satisfacción, por el trabajo y convivencia de su gente. Desde este punto de vista, entenderemos por necesidades las condiciones sin las cuales la existencia humana no puede desarrollarse satisfactoriamente, corriendo riesgos de daños graves para la persona (alimentación, atención sanitaria, educación, libertad de expresión, autonomía, etc.). Tienen un carácter general y universal, se diferencian de los deseos (particulares e individuales), y guardan una estrecha relación con sus satisfactores que, a su vez, prueban la existencia y la universalidad de aquéllas. En este sentido, el desarrollo humano se expresa como el progreso de capacidades de las personas y de la manifestación de sus necesidades, de tal manera que no puede darse aquél sin la satisfacción de éstas. En un contexto sociocultural con garantías de desarrollo humano, la participación activa de cualquier persona en su medio dependerá del producto interdependiente de salud y autonomía (el ser humano activo y propositivo), que son necesidades básicas y asumibles por cualquier sociedad o cultura, puesto que sus ciudadanos, con los determinantes y matices propios de su comunidad aspiran, al menos, a mantener esos aspectos de dominio personal y de convivencia. Ambos tipos de necesidades han de satisfacerse considerando, por un lado, una salud física desde una esperanza de vida prolongada, con el menor grado de discapacidad posible debido a trastornos y tomando en cuenta el potencial genético de la persona. Por otro, una autonomía que conlleva una minimización de limitaciones sociales a la participación de la persona en actividades sociales significativas, así como un adecuado conocimiento de la cultura, capacidad crítica y libertad política para su evaluación y posibilidades de cambio. En coherencia con las necesidades básicas, se situarían sus recíprocos satisfactores universales como cualidades de los bienes, servicios, actividades y relaciones que favorecen la salud física y la autonomía en todas las sociedades, definición que por ser amplia e independiente de la cultura se hace su conversión a una sociedad determinada a través de los satisfactores universales o necesidades intermedias, que actuarían como medios hacia aquellas necesidades, las que pasarían a ser consideradas objetivos. La educación es un motor en la conciencia ciudadana, en su participación, actividad y disposición de recursos y servicios. La educación es, pues, una condición necesaria para la obtención y el desarrollo de la salud y el mantenimiento de la autonomía, para lo cual es necesario contar con un marco institucional democrático, con sistemas justos que velen por la igualdad y la equidad, de manera que se garantice el acceso a la satisfacción de las necesidades. La familia es en sí un sistema de apoyo que ofrece a sus miembros información referente al mundo exterior e interior, transmite a los más pequeños el conocimiento de su cultura necesaria para obtener éxitos en su vida cotidiana, también aportan códigos de conductas y enseñan a sus hijos como deben comportarse en los diferentes contextos. La familia educa en todo momento, de mejor o peor forma, consciente o inconscientemente, sistemáticamente o asistemáticamente y de cómo sea el comportamiento de todos estos factores, cada familia con sus particularidades propias estará cumpliendo con mayores o menores resultados su función educativa, para ella y por su puesto para la sociedad en que vive. La necesidad de que la familia dedique esfuerzos a la formación de los hijos está dada porque los sentimientos de amor hacia la pareja, amor filial, maternidad, paternidad, hermandad, amistad y sobre todo los modelos morales, encuentran su forma de desarrollo dentro de la familia, en tanto satisfacen sus necesidades biológicas y espirituales, ejercen una poderosa y positiva influencia emocional sobre los infantes, tanto para niños comunes como para niños con algún tipo de deficiencias. 3. Ética personal y familiar. Una de las características que identifica a los individuos con la ética personal es su rectitud, lo cual se puede traducir en un comportamiento íntegro que se corresponde con su probidad. Por esta razón se convierten en ejemplos por su moralidad demostrada en todo momento, cualidad que además inspira confianza en otros. Así mismo, contar con ética personal demuestra convicción y coherencia, pues los valores arraigados no permiten actuar fuera del compromiso individual con lo correcto. De esta manera, el comportamiento y las acciones están delimitadas por una óptica bien definida y única, que nunca pierde fuerza con respecto a las prioridades individuales que deben prevalecer, en cuanto al deber ser. Igualmente, la solidez de nuestras decisiones es otra demostración de ética personal, sustentada en la formación y en nuestras experiencias, que dan base para fundamentar determinaciones y mantenerlas. Un vez que se ha comprometido la palabra es importante conservar este compromiso, pues no cumplir va despertando en los demás falta de confianza. Es necesario reconocer que los valores son elementos muy centrales en el sistema de creencias de las personas y están relacionados con estados ideales de vida que responden a nuestras necesidades como seres humanos, proporcionándonos criterios para evaluar a los otros, a los acontecimientos tanto como a nosotros mismos. Es así que los valores nos orientan en la vida, nos hacen comprender y estimar a los demás, pero también se relacionan con imagen que vamos construyendo de nosotros mismos y se relacionan con el sentimiento sobre nuestra competencia social. De esa manera, según Schwartz los sistemas de valores se organizan alrededor de tres dimensiones fundamentales: el tipo de objetivo (trascendencia o beneficio personal; conservación o cambio), los intereses subyacentes (individuales o colectivos), el dominio de la motivación (tradición, estimulación, seguridad). Las teorías implícitas que todos los padres tienen y que se relacionan con lo que los mismos piensan sobre cómo se hacen las cosas y por qué se hacen de tal o cual manera ofician “de filtro” en la educación en valores. 4. Deberes y derecho. Origen Existe un importante debate sobre el origen cultural de los derechos humanos. Generalmente se considera que tienen su raíz en la cultura occidental moderna, pero existen al menos dos posturas principales más. Algunos afirman que todas las culturas poseen visiones de dignidad que se plasman en forma de derechos humanos, y hacen referencia a proclamaciones como la Carta de Mandén, de 1222, declaración fundacional del Imperio de Malí. No obstante, ni en japonés, ni en sánscrito clásico, por ejemplo, existió el término derecho hasta que se produjeron contactos con la cultura occidental, ya que estas culturas han puesto tradicionalmente el acento en los deberes. Existen también quienes consideran que Occidente no ha creado la idea ni el concepto de derechos humanos, aunque sí una manera concreta de sistematizarlos, una discusión progresiva y el proyecto de una filosofía de los derechos humanos. De acuerdo a lo dispuesto en la Declaración adoptada por consenso de los 171 Estados reunidos en Viena en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos en 1993: “todos los derechos humanos son universales, indivisibles e interdependientes y están relacionados entre sí”. “Entonces, la universalidad, indivisibilidad e interdependencia son los pilares conceptuales en que trata de sustentarse el reconocimiento y protección internacional de los derechos humanos. Es de acotar que, los derechos son libertades individuales o sociales garantizado por la máxima ley, con el fin de brindar protección y seguridad a todos los ciudadanos. Y los deberes son reglas, leyes y normas que regulan nuestra convivencia en la sociedad. Todos los miembros de una sociedad niños, jóvenes, adultos y ancianos, hombres y mujeres, tenemos obligaciones para cumplir, al igual que libertades para exigir. En nuestro hogar, escuela, barrio, urbanización, ciudad, a cada instante de nuestra vida tenemos oportunidad de ejercitar nuestros deberes y hacer valer nuestros derechos. Por lo tanto existen varios tipos de deberes y derechos. En cuanto a los deberes, se pueden mencionar con la comunidad, como son: Colaborar en el mantenimiento de las buenas condiciones de los servicios públicos, colaborar con el aseo de la comunidad o contribuir con el mantenimiento de la escuela o parques donde realizas actividades. Deberes sociales: Cumplir con las responsabilidades sociales, por ejemplo, en caso de una calamidad, participar en la vida política, civil y comunitaria de la Nación, entre otros. En cuanto a los derechos, cabe mencionar los humanos, con un conjunto de derechos y de instituciones, que garantizan, promueven y defienden los derechos inherentes al ser humano, y que se encuentran consagrados en los diferentes acuerdos o declaraciones de carácter regional o universal. Derechos civiles, son todos esos derechos que pertenecen a cada una de las personas que conforman la colectividad; esta serie de derechos protegen y garantizan los la integridad física y moral de los ciudadanos; entre otros. 5. Situación actual de ética en el mundo, en Venezuela y en la familia. En la Venezuela de las épocas pasadas, principalmente la de los años 40, Venezuela era otra, comparada con la de hoy día, porque en esas épocas "según nuestros padres y abuelos que lo vivieron dicen que todo era muy calmado, los venezolanos éramos distintos seguíamos las reglas, no había tanta delincuencia, se cantaba el himno, se amaban los símbolos patrios, había menos contaminación y no botaban basura en las calles por costumbre, porque se sancionaba a los que lo hicieran o se le llamaba a los padres también, había ese respeto hacia los mayores. En algunos casos buenos, el joven no muestra simpatía o motivación hacia el estudio transformador y se convierte en persona que trabaja como albañil, cuidando esquinas, buhoneros, entre otros, teniendo, y esto es lo lamentable, suficiente capacidad para llegar más lejos en su vida transformadora. Lo que no se quiere es que la Venezuela del futuro, se convierta en un lugar muy desagradable para vivir' lo que se quiere es que el país se recupere a lo que era "un país ejemplo del mundo por sus valores, por el respeto, por lo emprendedor a las cosas transformadoras y buenas sea un lugar sin peligro alguno de muerte, injusticia e inseguridad por causas de las personas que la habitamos. En Venezuela existen distintos tipos de problemas de carácter social 'uno de los temas más importante que inciden sobre él es el de la economía. 6. Desviaciones éticas. La desviación consiste en que los actores consideran sus beneficios individuales pero no aquellos efectos que actúan sobre el conjunto social. Este pacto perverso es desigual y establece una red de obligaciones ajenas a los principios y las leyes de lo social. Lo perverso no es "algo", sino una distinción del observador. Los principios éticos se refieren entre otros a la justicia, la libertad, solidaridad. La ética se refiere al deber ser que contiene en sí mismo la razón para actuar. Habla de las reglas o principios que no requieren otra justificación que su solo enunciado, tienen una fuerza justificante. Para el enfoque heterónomo de la perversidad las normas morales de evaluación se encuentran fuera de la organización, y son externas a la voluntad de los participantes. Una de las desviaciones ideológicas más peligrosas en la explicación de las organizaciones consiste en la indebida proyección del modelo de selección natural a las realidades sociales. Otra es la estrategia del cambio cultural deliberado. Llamamos vector al signo metalingüístico que muestra las conexiones entre el pensar, el decir y el hacer, tomados como objetos de nuestro acto de referencia. La perversidad se instala por las incongruencias entre dichas fases de las prácticas sociales. Cuando no se dice, se oculta o deforma lo que se piensa, utilizamos el concepto de hipocresía. Cuando se dice con intención de engañar usamos el de mentira. Cuando se dice de diferentes maneras contradictorias lo que se piensa, utilizamos el de doble discurso o doble mensaje. Cuando hay diferencias intencionales entre lo dicho y lo que se piensa, hablamos de ideologías o promesas incumplidas. El vector destaca que la desviación es intencional, que ocurre en el nivel de lo consciente de quienes lo promueven, que hay una voluntad de perversidad y que las relaciones en la cual dicha voluntad se manifiesta configuran un vínculo social de carácter habitual o recurrente. Desde lo ético y lo moral estudiamos la perversidad en tres dominios de la realidad organizacional: lo lingüístico. La intencionalidad o voluntad de los participantes y las prácticas sociales. Los procesos políticos y de poder sustentan y otorgan permanencia a las relaciones entre estos dominios. Las fases del vector donde se encuentran las desviaciones son tres: el pensar, decir y hacer. Cuando se califica ciertas situaciones como manifestaciones de la doble moral lo hacemos desde lo considerado como el deber ser en su medio social más amplio. El vector de la perversidad tiene significación en un contexto determinado y conocido por sus participantes. La perversidad está presente por el uso de la estructura vigente, por la intencionalidad, por los prejuicios, por la impunidad y por los refuerzos ambientales que esta desviación recibe desde otras dirigencias políticas, sindicales, empresariales y gubernamentales.
CONCLUSIONES
Existen tres anillos para la formación de la persona: la familia, la escuela y la comunidad,
estos pilares juegan un papel fundamental en la sociedad, el niño siempre se desarrollara dentro de un contexto relacional de tipo familiar. Esto se debe a que la persona interactúa primero con la familia, el ambiente y por último con la comunidad. La familia a la que pertenece el individuo es el determinante más importante de su conducta y las diversas normas que lo guiarán a través de la vida son establecidas en el hogar. En el hogar adquiere las primeras experiencias, valores y principios. La familia es la célula primaria y vital de la sociedad. Se puede decir que existe una estrecha relación entre familia, escuela y comunidad. La familia es importante para el desarrollo del individuo como para la sociedad a la cual pertenece. La participación activa y comprometida de los padres con los procesos educativos de sus hijos busca impactar positivamente al desarrollo y fortalecimiento de las relaciones, al desarrollo integral del niño y a la comunidad. La familia, es la base para que todo ser humano, se pueda integrar de manera correcta a la sociedad. La sociedad le ha encargado a la escuela la tarea de apoyar a la familia. La educación es muy importante para dejarla solamente en mano de los maestros, por los que los padres deben de ser puntos clave para la complementar la educación de sus hijos. Teniendo en cuenta que la escuela se define como el recinto donde conviven docentes y estudiantes dentro de la cual se produce un acto educativo a través de enseñanza- aprendizaje siguiendo los lineamientos de una estructura rígida y formal, que viene estipulado por el Sistema Educativo Venezolano. Este último busca es garantizar el desarrollo integral del nuevo ser social, humanista y ambientalista. La educación es un proceso socializador que se genera en las relaciones entre escuela, familia y comunidad. Desde la perspectiva de las necesidades humanas, no hay desarrollo sin su satisfacción, a partir de la cual se favorecen las capacidades, satisfacción que ha de venir de respuestas ajustadas a la individualidad, en un marco social en igualdad de derechos y oportunidades, desarrollo económico sostenible y actitudes y valores democráticos. Siendo las necesidades educativas de obligada satisfacción, las que presentan aquellas personas o grupos con discapacidad son, además, de justa actuación, ya que tratarían de aportar o compensar a ciudadanos, de pleno derecho, sus propias necesidades, evitando que pudieran conculcarse esos derechos en una sociedad en la que ha de convivir y hacer uso de los recursos y servicios de su comunidad. La inclusión, en cualquier comunidad, es un principio desde el cual se instituye como sociedad integradora, que acepta y respeta las diferencias, tratando de superar las limitaciones que puedan tener algunos grupos especialmente vulnerables, asumiendo que todas las personas comparten dignidad e igualdad como ciudadanos. De ello se sigue que no todos viven en condiciones de igualdad, de necesidades mínimas satisfechas o de atención adecuada a sus situaciones particulares; de aquí que sea conveniente considerar medidas o políticas de acción compensadoras o de discriminación positivas hacia esos colectivos vulnerables, hasta tanto sea instaurada y desarrollada una auténtica y plena política inclusiva. La ética en la familia es muy importante ya que la familia es la base de la sociedad, si queremos una sociedad justa con valores que ayuden a la construcción de un buen país, la ética debe ser enseñada en los primeros años de la niñez ya que la primera escuela es el hogar, una familia que se respete, donde el esposo respete a su esposa y de igual manera la esposa respete a su esposo, vale más que un montón de teorías, la sociedad es hoy lo que enseñaron las pasadas generaciones. Cultivar la ética personal como parte de la conducta influye en todos los niveles de nuestra vida, tanto en lo social, en lo laboral, como en lo individual. Por eso debemos mantener este valor siempre presente, tratar de transformarlo en uno de nuestros atributos más distintivos, lo que nos brindará muchas satisfacciones y así mismo nos permitirá constituirnos en un ejemplo para los demás. La expresión derechos y deberes hace referencia al hecho de que las personas, deben saber cuáles son sus derechos y cuales sus deberes de acuerdo con las normas vigentes. Son reglas que proponen ciertas conductas y desalientan otras consideradas incorrectas indeseables. Se reconoce en el mundo actual una gran crisis de valores que atenta inclusive a la supervivencia de la raza humana sobre la superficie de la tierra, el uso desmedido de tecnologías, la aplicación de un conocimiento, la búsqueda de la verdad científica y una racionalidad desmedida han ido carcomiendo rápidamente la conciencia y favoreciendo la ceguera de la condición humana, social y relacional del hombre, aumentando las diferencias y la utilización del hombre mismo para saciar el hombre de comodidades y beneficios económicos de unos pocos países en detrimento de unos muchos países en desfavorecidos económica, racial y socialmente. En otro sentido las conductas asumidas por algunos pueblos en relación a sus semejantes es menos que repudiable guerras, miseria, desolación. Sin embargo se avizoran horizontes de esperanza y potencialidades este sin sentido de dominación e intolerancia ha permitido el reflorecer del espíritu y el rescate de los valores trascendentes del hombre en su convivencia social, son precisamente esos valores los que nos pueden permitir darle sentido y reevaluar los acontecimientos y decisiones como buenas o malas. Lo perverso no es un suceso o evento de la naturaleza, sino que resulta de la evaluación de un cierto modo de relación entre las acciones de personas como miembros de una organización social. El marco de referencia, las normas o valores, son parte de la definición de la perversidad. De manera que lo perverso cambia con el contexto de su definición.