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– ¿QUÉ ES LA PATERNIDAD ESPIRITUAL?

Escrito por el Pastor Jorge Himitian

La paternidad espiritual es un tema muy querido por el corazón de Dios, pues Dios es padre.

Quisiera definir de un modo muy simple lo que es la paternidad espiritual:

Dios quiere ser Padre a través tuyo y a través mío.

Dios quiere ser padre de todos. Además de relacionarse con todos sus hijos mediante el Espíritu Santo,
él quiere hacerlo también a través de nuestro.

El quiere ejercer su función paternal sobre sus hijos menores, mediante sus hijos más crecidos.

Es como los padres de una familia numerosa que antes de irse de viaje encargan a los hijos mayores
ejercer la función de padres.

Y, para que todos queden bien atendidos, encargan a cada uno de los hijos mayores la responsabilidad
específica de cuidar alguno de los menores.

Recordemos que Jesús dijo: “<span style=”color: #ff0000;”>Yo soy el buen pastor, el buen pastor su vida
da por las ovejas</span>”<a href=”https://www.biblegateway.com/passage/?
search=Juan+10%3A11&amp;version=RVR1960″ target=”_blank” rel=”noopener”> Juan 10.11</a>

Sin embargo, antes de irse al cielo, le dijo a Pedro: <span style=”color: #ff0000;”>“¿Me amas?…
apacienta mis corderos… pastorea mis oveja</span> <a
href=”https://www.biblegateway.com/passage/?search=Juan+21%3A15-17&amp;version=RVR1960″
target=”_blank” rel=”noopener”>Juan 21.15-17</a>
Hay corderos y ovejas que necesitan ser pastoreadas.

El buen pastor es Cristo. Pedro, desilusionado de sí mismo por su fracaso, había vuelto a la pesca, a su
antiguo oficio.

Jesús lo llamó de nuevo y le encomendó la tarea de cuidar a los corderos y ovejas del Señor.

El que en realidad quería apacentar a esos corderos y ovejas era Cristo, porque él es el pastor.

Pero su propuesta era hacerlo a través de Pedro.

Lo que el Señor nos pide es que le entreguemos nuestro cuerpo.

Él no necesita nuestra sabiduría, no quiere nuestros pensamientos o nuestras ideas.

No le interesa nuestro sacrificio, pues su palabra dice: <a


href=”https://www.biblegateway.com/passage/?search=Hebreos+10%3A5-7&amp;version=RVR1960″
target=”_blank” rel=”noopener”>Sacrificio y ofrenda no quisiste; mas me preparaste cuerpo (Heb.10.5).
</a>

Significa que no es cuestión de activismo, que cada uno se “mate” para hacer la obra de Dios.

No. Él quiere que le entreguemos nuestro cuerpo, y él pondrá en nosotros la palabra, las ideas, la
oración, la enseñanza.

Él pastoreará a sus ovejas a través nuestro. Esta es, a mi criterio, la definición del concepto de
paternidad espiritual.
En el concepto de paternidad están incluidas también las madres. Las reuniones de padres en los
colegios abarcan tanto a los padres como a las madres.

Cuando hablamos de paternidad espiritual, estamos hablando de paternidad y maternidad.

Pablo mismo usa esa expresión en <a href=”https://www.biblegateway.com/passage/?


search=1+Tesalonicenses+2%3A7%2C%C3%89xodo+2%3A1-10&amp;version=RVR1960″ target=”_blank”
rel=”noopener”>1 Tes. 2.7 y 11.</a>

El se compara con una madre en el versículo 7 y con un padre en el versículo 11.

Hay dos clases de paternidad: la natural y la espiritual.

La paternidad natural es el orden que Dios estableció para la reproducción de los seres vivos.

¿Cómo se forma un pueblo? ¿Cómo se forma la sociedad, la humanidad?

Dios les dio vida a Adán y a Eva y la capacidad de reproducirse. “Fructificad y multiplicaos…” fue el
mandato divino.

El ciclo de todo ser vivo es nacer, crecer, multiplicarse y morir.

La paternidad espiritual es similar. En el orden espiritual también nacemos (el día que nos entregamos al
Señor y nos bautizamos),

crecemos y nunca morimos… ¡pues tenemos vida eterna! Pero, según el plan de Dios, falta algo.
¿Qué es? Fructificar, multiplicarnos, tener hijos espirituales.

Y estos son frutos que permanecen para vida eterna. Es así como se forma el pueblo de Dios.

Si cada uno de nosotros tenemos hijos espirituales, y si cada hijo espiritual a su vez crece y se reproduce,
la proyección es muy grande.

Se va formando el gran pueblo de Dios. ¿Cuánto tiempo hace falta para que una persona que ha nacido
llegue a ser padre?

Físicamente, por lo menos unos 20 años. ¿Y cuánto tiempo se necesita, según parámetros bíblicos,
desde la conversión hasta llegar a ser un padre espiritual?

Sólo en tres años, los apóstoles pasaron de simples pescadores y pecadores, a ser los padres espirituales
de la iglesia.

Cuando Pablo llegó a Efeso encontró a doce semidiscípulos.

Después de tres años, al irse de allí, dejó una gran comunidad de discípulos con varios pastores.

Así que en tres años algunos de esos convertidos llegaron a ser los pastores de la iglesia.

Es decir, que a su vez se convirtieron en padres espirituales.

El tiempo necesario para desarrollarse y llegar a ser un padre espiritual no es tan largo como el tiempo
que se requiere en el orden físico.
El desarrollo espiritual de un discípulo no depende meramente que transcurra el tiempo cronológico.

A algunos les pasan los años sin que crezcan espiritualmente.

Tras años de cristianismo, siguen siendo niños.

Tal como lo describe Hebreos 5.12-14: “Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo…”

En menos tiempo, otros crecen mucho más, porque tienen una sed tremenda de Dios.

Tienen un padre espiritual cerca, asimilan bien la enseñanza, creen, obedecen y crecen.

Algunos, en un año ya están firmes y fuertes. Tienen discípulos, es decir, hijos espirituales.

2 – LOS TRES NIVELES DEL DESARROLLO ESPIRITUAL

<span style=”color: #ff0000;”>1 Juan 2.12-14“</span>

<span style=”color: #ff0000;”>Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido
perdonados por su nombre.</span>

<span style=”color: #ff0000;”>Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el
principio.</span>

<span style=”color: #ff0000;”>Os escribo a vosotros jóvenes, porque habéis vencido al maligno.</span>
<span style=”color: #ff0000;”>Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre.</span>

<span style=”color: #ff0000;”>Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde
el principio.</span>

<span style=”color: #ff0000;”>Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes,</span>

<span style=”color: #ff0000;”> y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al


maligno”.</span>

El apóstol Juan llama de tres maneras a los destinatarios de su carta: hijitos,padres y jóvenes.

¿Quiénes son los hijitos? Cuando no comprendíamos el principio de la paternidad espiritual pensábamos
que se estaba refiriendo a niños de la escuela dominical.

Y al decir “jóvenes”, a la juventud de la iglesia. Y “padres”, a los adultos.

Entonces, ¿a quiénes se refiere cuando dice “hijitos”? A aquellos que son bebés espiritualmente
hablando.

Un hijo pequeño, uno que recién nació, un discípulo nuevo.

Uno que sabe que sus pecados han sido perdonados por su nombre y saben que ahora Dios es su Padre.

El hijito crece y llega a ser joven. Todo hijito necesita un padre espiritual.
¿Qué es un joven?

“Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno” dice en la mitad del v. 13, y en v.14
en la segunda parte dice:

<span style=”color: #ff0000;”>“Os escribo a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios
permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno”.</span>

Joven es aquel que creció, que ahora es fuerte, que tiene la palabra morando en él.

El ha sido adoctrinado, discipulado, enseñado. El hijito está aprendiendo. Toma la leche espiritual.

Pero el joven ya tiene una vida de victoria, tiene estabilidad, tiene fuerza, y tiene la palabra morando en
él y vence al maligno.

¿Cuál es la diferencia entre un joven y un padre? La diferencia es que el padre tiene hijos.

En el orden físico, un niño no puede ser padre. En el orden espiritual, tampoco.

El hijito no puede engendrar, pero un joven ya está en condiciones de hacerlo.

Ya tiene la palabra morando en él y esa palabra es la simiente.

Por eso ya puede engendrar: porque tiene la palabra en él.

El plan de Dios es este:


– Que todos los hombres nazcan de nuevo para ser nuevas criaturas en Cristo

– Que cada nueva criatura crezca y llegue a ser joven

– Que cada joven llegue a ser padre de hijos espirituales.

3 – EL EJERCICIO DE LA PATERNIDAD EN PABLO

<span style=”color: #ff0000;”>Filemón v.8-14</span>

<span style=”color: #ff0000;”> “Por lo cual, aunque tengo mucha libertad en Cristo para mandarte lo
que conviene,</span>

<span style=”color: #ff0000;”>más bien te ruego por amor, siendo como soy, Pablo y anciano, y ahora,
además, prisionero de Jesucristo;</span>

<span style=”color: #ff0000;”>te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones, el cuál
en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil,</span>

<span style=”color: #ff0000;”>el cual vuelvo a enviarte; tú, pues, recíbele como a mí mismo.</span>

<span style=”color: #ff0000;”>Yo quisiera retenerle conmigo, para que en lugar tuyo me sirviese en mis
prisiones por el evangelio; pero</span>

<span style=”color: #ff0000;”>nada quise hacer sin tu consentimiento, para que tu favor no fuese como
de necesidad, sino voluntario”.</span>

Hace algunos domingos, Juan Manuel Montané habló sobre la paternidad espiritual y tomó este
hermoso ejemplo de la relación paternal de Pablo con Onésimo.
Onésimo era esclavo de Filemón. Parece ser que le robó y se escapó de la casa.

Posiblemente haya sido sorprendido en otras fechorías y por eso lo metieron en la cárcel.

Y vaya que casualidad, cayó en la misma celda donde estaba Pablo.

El Apóstol hizo lo de siempre: predicar el evangelio a toda criatura.

El decía <a href=”https://www.biblegateway.com/passage/?


search=2+Timoteo+2%3A9&amp;version=RVR1960″ target=”_blank” rel=”noopener”>“Sufro…prisiones
a modo de malhechor; mas la palabra de Dios no está presa” 2da. Tim.2.9</a>

Así fue como este compañero de prisión fue evangelizado.

Onésimo, un hombre inútil se encuentra con la palabra del Señor a través de Pablo y se convierte en
discípulo de Cristo.

Por eso Pablo dice: “mi hijo Onésimo, a quién engendré en mis prisiones”. No solo lo engendró.

Evidentemente lo discipuló, lo crió, le enseño, lo corrigió, lo instruyó, lo educó espiritualmente como a


un hijo y entonces lo envía.

Una vez cumplida la condena, Onésimo fue enviado por su padre espiritual a la casa de su antiguo amo,
Filemón, a reconciliarse.

A confesar sus faltas, a pedir perdón… No hay detalles que nos expliquen cómo Pablo engendró a
Onésimo.
Imaginamos que habrá sido durante días de oración y clamor pidiendo a Dios que hiciera la obra.

Y Dios lo hizo. Onésimo fue engendrado allí en la prisión por la palabra de Dios a través de Pablo.

Este es un claro ejemplo de lo que es la paternidad espiritual.

Hay otras referencias. En <a href=”https://www.biblegateway.com/passage/?


search=filipenses+2%3A22&amp;version=RVR1960″ target=”_blank” rel=”noopener”>Filipenses
2.22</a> (Pablo habla de Timoteo) “Pero ya conocéis los mérito de él, que como hijo a padre ha servido
conmigo en el evangelio”

Esto, a la vez, nos enseña otro principio, que los hijos en la medida que crecen, trabajan junto con su
padre espiritual en la obra del Señor.

Pablo, al escribirle a Timoteo, dice“Verdadero hijo en la fe” (1 Tim.1.2 ).

“A Timoteo, amado hijo” (2 Tim.1.2) . “Tú pues hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús”
( 2 Tim. 2.1).

Lo mismo, a Tito: “A Tito, verdadero hijo en la común fe” ( Tito 1.4).

4 – UNA APARENTE CONTRADICCIÓN BÍBLICA

Todo lo que hemos dicho hasta aquí parecería presentar una aparente contradicción con lo que dice

<span style=”color: #ff0000;”> Juan 1.12-13 </span>


<span style=”color: #ff0000;”>“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio
potestad de ser hechos hijos de Dios;</span>

<span style=”color: #ff0000;”> los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de
voluntad de varón, sino de Dios”.</span>

¿Onésimo es hijo de Pablo o de Dios? ¿Quién lo engendró? ¿Pablo o Dios? En realidad la contradicción
es sólo aparente,

pues lo engendró Pablo por medio de Dios que estaba en él. O podemos decir que lo engendró Dios a
través de Pablo.

Entonces es lo que afirmábamos antes: Dios quiere engendrar a través nuestro.

Quiere ser padre y criar o discipular a algunos de sus hijos por intermedio nuestro.

Otro texto que presenta una aparente contradicción en esta misma línea es lo que dijo Jesús en

<span style=”color: #ff0000;”>Mateo 23.8-12</span>

<span style=”color: #ff0000;”>“Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí (qué es Rabí, Maestro);
porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, </span>

<span style=”color: #ff0000;”>y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la
tierra</span>
<span style=”color: #ff0000;”>porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni seáis llamados
Maestro, porque uno es vuestro </span>

<span style=”color: #ff0000;”>Maestro, el Cristo. El que es el mayor de vosotros, sea vuestro


siervo.</span>

<span style=”color: #ff0000;”> Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será
enaltecido”.</span>

Como conciliamos estas palabras de Jesús con pasajes como el de

<span style=”color: #ff0000;”>1 Corintios 12.28</span>

<span style=”color: #ff0000;”> “Y Dios mismo puso en la iglesia, a unos apóstoles, a otros profetas, y a
otros maestros…”</span>.

<span style=”color: #ff0000;”>O el de Efesios 4.11 que dice: “</span>

<span style=”color: #ff0000;”> Y él mismo constituyó a algunos apóstoles, a otros profetas, a otros
evangelistas, a otros pastores y maestros”.</span>

<span style=”color: #ff0000;”> La contradicción es sólo aparente, pues Jesús no dice “no seáis padres”,
sino “no</span>

<span style=”color: #ff0000;”> llaméis padre vuestro a nadie en la tierra”. </span>

No dice que no seamos maestros, sino que no queramos que nos llamen maestro, o pastor, o
discipulador.

Al dirigirse a sus líderes espirituales, los miembros de muchas iglesias evangélicas le dicen “pastor”, que
es lo mismo que decir “maestro”.
Los católicos llaman padre al sacerdote. Todo está mal según las instrucciones del Señor.

Cuando comprendimos estas cosas, tuvimos que corregir esa costumbre de que nos dijeran
continuamente:

“Pastor, escúcheme”, “Pastor Jorge…” Tuvimos que instruir a nuestros hermanos y decirles: “Me llamo
Jorge y no pastor”.

El ser pastor o maestro es una función que hay que ejercer, no es un título.

Cuando uno dice: “fulano es mi padre espiritual”, no está mal dicho, pues está describiendo esa función.

Cuando decimos mi padre espiritual es fulano, está bien. Pero cuando nos dirigimos a aquel que es
nuestro padre espiritual no le debemos decir “papá”.

Eso crea el culto a la personalidad y empieza producir distorsiones en nuestra relación como hermanos.

Entonces, la conclusión es que la paternidad espiritual existe y hay que ejercerla sin hacer de ella un
título.

Pablo, en 1 Corintios 4.17, escribe:

Por esto mismo os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os recordará mi
proceder en Cristo, de

la manera que enseño en todas partes y en todas las iglesias”.


Pablo llama claramente a Timoteo “mi hijo”. Pero Timoteo al dirigirse a Pablo nunca le dice “padre”.

Hay una frase clave en 1 Cor.4.15 “Porque aunque tengáis diez mil ayos (niñeros, tutores, maestros) en
Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús

yo os engendré por medio del evangelio”.

Y está escribiendo a una iglesia. Allí pueden venir Pedro, Apolos, u otros a enseñar. Uno planta, otro
riega, el crecimiento lo da Dios.

Pero, Pablo les dice “yo os engendré por medio del evangelio”.

La frase importante es “en Cristo Jesús”. Es como decirles, “Dios los engendro a través mío.

No fui yo, Pablo.

Fue en unión con Cristo, Cristo en mí, y yo en Él”.

5 – ¿QUIÉNES PUEDEN Y DEBEN SER PADRES ESPIRITUALES?

<span style=”color: #ff0000;”>Efesios 4.11-12</span>

<span style=”color: #ff0000;”>“Y él mismo constituyó a unos apóstoles; a otros, profetas; a otros,
evangelistas; a</span>
<span style=”color: #ff0000;”>otros pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra
del ministerio,</span>

<span style=”color: #ff0000;”>para la edificación del cuerpo de Cristo”.</span>

Algunos piensan que los padres espirituales deben ser solamente los pastores, los maestros, o alguno de
estos ministerios.

Este texto está señalando otra cosa, que los apóstoles, profetas, evangelistas y pastores-maestros están
puestos en la iglesia para

perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo.

La palabra “perfeccionar” -en el griego katartismos-, significa capacitar, formar, entrenar, preparar.

Quiere decir que los que tienen que hacer la obra son los santos.

Y la función de los pastores y de los otros ministerios es capacitar, entrenar, formar a los santos para
que hagan la obra del ministerio.

Ministerio quiere decir servicio

. Esto significa que todos los santos deben estar involucrados en la tarea o en el servicio de la edificación
del cuerpo de Cristo.

¿Cómo se edifica el cuerpo de Cristo? La edificación se realiza de dos maneras: engendrando hijos
espirituales y criándolos o edificándolos en la fe.
Es así como crece el cuerpo de Cristo que es la iglesia.

De modo que nuestra función pastoral consiste en capacitar a los santos y formar a los obreros para que
cada santo crezca,

deje de ser niño, llegue a ser joven y se reproduzca.

Es decir, sea padre, engendre hijos espirituales y se ocupe de formarlos y discipularlos en el Señor.
Hemos dicho que la edificación de la iglesia se da de dos maneras:

Por la conversión de los pecadores y la edificación de los convertidos.

Si no tenemos conversiones, no tenemos a quien edificar y discipular. También es un problema si


tenemos conversiones y no tenemos padres espirituales que se ocupen de los nuevos.

¿Cómo se convierte la gente? Por más vuelta que le demos al asunto, la evangelización personal es el
elemento decisivo.

Podemos hacer campañas, programas radiales o televisivos.

Pero nada puede suplantar la necesidad del contacto y la responsabilidad personal.

Finalmente alguien tiene que acercarse y relacionarse en forma personal, aún en las campañas.

El éxito de una campaña depende de que cada uno lleve a aquel a quien está evangelizando.

Este es un asunto fundamental, pues aún cuando la gente llegara masivamente a reuniones
donde sucedan milagros y maravillas luego alguien, de un modo personal, debe ocuparse de cada uno.

Nuevamente la paternidad espiritual se vuelve algo vital e indispensable.

6 – EL VALOR DE LOS TRES CÍRCULOS DE COMUNIÓN.

– La reunión congregacional

– El grupo chico

– El discipulado personal

El valor de la reunión congregacional. Cuando todos los hermanos que conformamos la congregación
nos reunimos,

ya sea los domingos o varios veces en la semana, lo hacemos para dar culto a Dios.

Allí esta la presencia de Dios. Hay alabanzas, oraciones, profecías,

revelaciones, testimonios, doctrina, palabra de Dios y comunión.

La reunión congregacional es muy importante, pero sólo con eso la iglesia no es edificada debidamente.

El valor de pertenecer a un grupo chico.


Hemos aprendido de la iglesia del Nuevo Testamento la importancia del grupo chico.

Ya sea que la llamemos grupo de hogar, grupo familiar, célula, o de alguna otra forma.

Al principio la llamábamos células, pero cuando llegó el tiempo de la guerrilla y del proceso militar,

como los guerrilleros hablaban de células, decidimos borrar esa terminología de entre nosotros ya que
en ese momento era muy peligroso.

Y empezamos a hablar de grupo familiar, grupo de hogar o grupo de discipulado.

El término no interesa. Pero qué importante es que toda la congregación esté integrada en pequeños
grupos.

Eso permite conocerse el uno al otro, llorar con el que llora, reír con el que ríe, saber de las necesidades
específicas de cada uno para orar.

Permite una mayor participación de cada uno.

Hay cosas que se logran en un grupo chico que no se pueden lograr en una reunión congregacional.

También allí se puede enseñar de un modo más dinámico y participativo.

Hay espacio para preguntas, comentarios, hay otra interacción.

Fue muy importante descubrir en la Biblia y en la práctica el valor del grupo chico.
Nosotros no inventamos nada. Fue Dios quien nos abrió los ojos y nos mostró ese principio.

El valor y la importancia del discipulado personal.

Cuando no hay discipulado personal no se llega a fondo con los discípulos.

Todos tenemos la necesidad de abrir nuestro corazón, de ser escuchados.

El discipulado permite esa ayuda más personal.

Permite tener un conocimiento más profundo de la persona, el poder escucharla y comprenderla, a fin
de ministrar sobre su necesidad específica.

Allí se da la enseñanza y la formación, el andar en luz. Es en esa relación que se ejerce la paternidad
espiritual.

Si todos hacemos un poco todos estarán bien cubiertos.

Hace muy poco estuve en Porto Alegre. Hacía doce años que no estaba allí para ministrar a la iglesia.

Ellos, habiendo comenzado hace muchos años al igual que nosotros,

también tuvieron un período de debilitamiento en cuanto al discipulado, pero en los últimos tres o
cuatro años retomaron todo con nuevo vigor y fe.

La comunidad en Porto Alegre tiene hoy unos 1600 discípulos.


El sábado que estuve allí, tuve que predicar en una reunión con 400 discipuladores.

O sea, con 400 hermanos y hermanas que están ejerciendo una paternidad espiritual sobre por lo
menos un discípulo para

guiarlo y ayudarlo en su crecimiento.

7 – ¿QUEREMOS SER PADRES ESPIRITUALES?

Esta es la gran pregunta que debemos responder cada uno. Los que somos padres sabemos que la vida
es mucho más fácil y más cómoda sin hijos.

En el año 1979 estuvimos en una congregación bien renovada en la ciudad de Rochester, EEUU.

Me llamó la atención observar que siendo una congregación con muchos matrimonios jóvenes no había
niños.

Pensé que quizás los tendrían en una sala especial para ellos.

Los que estábamos de visita éramos seis: Orville Swindoll, Eduardo Dúo, Guido Micozzi, Lito Ducasa,
Gerardo Vetta y yo.

Swindoll me pidió que predicara. El hizo la presentación de cada uno de nosotros y se le ocurrió decir:

“Eduardo Dúo es ingeniero, pastor y padre de cuatro hijos”.


La congregación al oír que era padre de cuatro hijos, se sonrió. Orville siguió presentando a Guido
Micozzi:

“…padre de cuatro hijos”. Risas. “Lito Ducasa, …padre de cuatro hijas” (Hoy tiene seis). Más risas.

“Gerardo Veta…seis hijos”. Las risas aumentaron. “Yo soy Orville Swindoll, y soy padre de cuatro hijos”.

Ya era una risotada. “Y hoy nos va a predicar Jorge Himitian, padre de cuatro hijos
preescolares”(entonces tenía cuatro).

Ya las risas eran descontroladas. En realidad, yo no entendía por qué se reían tanto.

Les confieso una intimidad pastoral. Como pastores, uno de nuestros conflictos es saber en cada ocasión
qué debemos predicar.

A mí esto a veces me angustia bastante. ¿Señor, qué es lo que querés que hable? ¿Qué querés decir hoy
a esta congregación?

Aquella, era la única noche que estaríamos allí, y yo era el responsable de dar el mensaje.

Había sentido antes que debía predicar sobre el propósito de Dios para la familia.

Esto me parecía un tanto extraño, pero obedecí al impulso interior que había sentido.

Les hablé por más de una hora de que los discípulos de Cristo nos casamos para tener hijos y criarlos
para Dios,
y cooperar así con su propósito eterno en tener una familia de muchos hijos semejantes a Jesús.

Cuando terminé de predicar no había risas sino quebrantamiento.

Muchos se acercaron para confesar que no querían tener hijos porque la vida con hijos es más
complicada.

La mayoría no tenía hijos. Un matrimonio se acercó a decirme: “tenemos un solo hijo, y por accidente, y
habíamos decidido no tener más”.

Se estaba produciendo una comunidad sin hijos, ya sea por comodidad, por temor al futuro de un
mundo incierto, o por lo que fuera.

Al final del mensaje me quedó bien confirmado que eso era lo que el Señor quería decirles a esa
congregación.

Por eso, al hablar de paternidad espiritual, me parece muy pertinente hacer la pregunta:

¿queremos realmente ser padres espirituales? Los que somos padres sabemos que es complicado tener
hijos.

Es cansador y difícil. Si querés una vida cómoda, no tengas hijos.

Aquella noche en Rochester esa gente se quebrantó.

Cuatro años después el pastor de esa iglesia nos visitó en Buenos Aires y me dijo,
en tono de broma: “Usted no sabe lo que hizo. Ahora la congregación está llena de bebés.

Esos matrimonios se arrepintieron en serio.

Ahora usted tiene que volver para hablarnos sobre la crianza de los hijos”.

La necesidad de la paternidad espiritual es algo aún más serio. En este caso, no se trata de tener hijos
porque es lindo tenerlos.

La personas ya existen y están perdidas. Son como ovejas sin pastor y Dios quiere salvarlas y ser padre
de ellos a través nuestro.

Dios no quiere que nadie se pierda. Él hizo lo máximo para que todos sean salvos.

Dios quiere dar a cada persona la oportunidad de la salvación.

8 – ¿CÓMO SE ESTABLECE LA RELACIÓN PATERNAL?

Hay dos clases de hijos. Esto no es para hacer una diferencia sino para explicar como se dan los
diferentes procesos.

Unos son los hijos espirituales que nosotros mismos engendramos en Cristo.

Son los hijos para los que Dios nos usa para su conversión. Les predicamos, oramos por ellos y
finalmente se convierten.
Como sucedió con Pablo y Onésimo.

Otros son los hijos “adoptivos”. Son aquellos que se han convertido y andan sueltos.

Nadie se ocupa en discipularlos y de algún modo, al relacionamos con ellos comenzamos a ayudarles en
su crecimiento espiritual.

Y así se va estableciendo una relación firme y permanente.

También están aquellos que han tenido una experiencia o un acercamiento a Dios, pero que tienen una
“conversión incompleta”.

Dios nos usa para guiarlos a una verdadera conversión.

Como le pasó a Pablo cuando llegó a Efeso. Allí el apóstol encontró a doce semi-discípulos,

y los guió a una experiencia completa de conversión (Hechos 19.1-7).

Hoy hay muchos en una condición similar a quienes también debemos ministrar.

Volviendo a la pregunta que nos hemos formulado: ¿cómo se establece la paternidad? Es muy sencillo.

Si a un perrito le damos de comer todos los días, y lo tratamos con cariño, se aquerencia y se apega a
nosotros.
Pido perdón por el ejemplo del perrito, pero lo que estoy queriendo decir simplemente es que si un
perro reconoce a

quien lo atiende y lo trata con cariño, mucho más las personas, que en general tienen gran carencia
afectiva y necesidad de contención.

Es bueno que les comuniques a tus pastores o líderes tu disposición a discipular.

Y, según su orientación y consejo, acércate con amor a la persona que ellos te indiquen.

Comenzá a tener comunión con ella, visítala, invítala a tu casa, encontrate a conversar, a orar, a
compartir con él o ella la palabra.

La paternidad se va generando poco a poco en la medida que nos vamos brindando. No se da de un día
para otro.

Esa comunión va generando confianza. En esa comunión se irán dando oportunidades para escucharle,

aconsejarle, ministrarle, enseñarle y gradualmente se irá estableciendo una relación de discipulado o


paternidad espiritual.

Es más o menos así el proceso como se establece la relación.

Si la persona a la cual estás guiando se convirtió a través tuyo, lógicamente esto se da de un modo más
natural.

Hay casos en los cuales es más conveniente que otro hermano discipule a una persona para la
conversión de quien Dios puede haberte usado a vos.
Por ejemplo, Dios puede usar a un joven para que se convierta un matrimonio con hijos.

En ese caso es preferible que otra pareja con experiencia de familia en el Señor se ocupe de ellos.

No es aconsejable que un hombre tenga un discipulado personal con una mujer y viceversa.

La paternidad o el discipulado no consiste meramente en dar una clase bíblica semanal.

Es indispensable enseñar la Biblia, pero eso sólo no es hacer discipulado.

No basta simplemente encontrarse con el discípulo, por ejemplo los martes de 17 a 18.

Eso es mejor que nada, pero la paternidad es un poco más que eso. En especial la gente que viene del
mundo -y más que nada al principio-,

necesita más atención. La paternidad espiritual significa asumir una responsabilidad tal como el padre
con sus hijos.

A un bebé recién nacido la mamá tiene que amamantarlo cada tres horas.

Tiene que estar cuidándolo permanentemente. No digo que tengas que estar cada tres horas con tu
discípulo, pero tampoco funciona con una vez por semana.

Tiene que haber un contacto fluido varias veces por semana.


Llamarlo por teléfono, que venga a tu casa, que vayas a la suya, encuentros, estar con él en las
reuniones… etcétera.

La idea es velar, saber como está. El contacto frecuente es fundamental.

En la medida en que un bebé crece ya no necesita una atención tan dedicada como el recién nacido.

Por eso, uno no puede abarcar a muchos, pero si todos atendemos a algunos, entre todos abarcaremos
a muchos. Por ejemplo, en Porto Alegre 400 están

discipulando a 1200. En total son 1600. Es un buen promedio. Dos, tres o cuatro cada uno.

Es muy importante orar por los hijos espirituales. Jesús oró por los doce, en

<span style=”color: #ff0000;”> Juan 17.</span>

<span style=”color: #ff0000;”>“Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste;
porque</span>

<span style=”color: #ff0000;”>tuyos son…guárdalos en tu nombre, para que sean uno… santifícalos en tu
verdad..</span>

<span style=”color: #ff0000;”> </span>

<span style=”color: #ff0000;”>A Pedro le dijo: “Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo;
pero yo he</span>

<span style=”color: #ff0000;”> rogado por ti para que tu fe no falte…” </span><span style=”color:
#ff0000;”>(</span><span style=”color: #ff0000;”>Luc.22.31-32).</span>

<span style=”color: #ff0000;”> Pablo cuando escribe a</span>


<span style=”color: #ff0000;”> Timoteo le dice: “Sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones noche y
día” (2 Tim.1.3)</span>

9 – LA CALIDAD DEL TRATO PATERNAL

Al hablar de la paternidad espiritual debemos preguntarnos cómo debe ser nuestro trato con nuestros
hijos espirituales.

Yo quiero responder esta pregunta con un pasaje del apóstol Pablo que me parece hermoso,
extraordinario y sumamente muy aleccionador.

<span style=”color: #ff0000;”>1 Tesalonicenses 2.7-13</span>

<span style=”color: #ff0000;”>“Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con
ternura a sus propios hijos. </span>

<span style=”color: #ff0000;”>Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido
entregaros no sólo el evangelio de Dios, </span>

<span style=”color: #ff0000;”>sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy
queridos.</span>

<span style=”color: #ff0000;”>Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; como


trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros,</span>
<span style=”color: #ff0000;”> os predicamos el evangelio de Dios.Vosotros sois testigos, y Dios
también, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos</span>

<span style=”color: #ff0000;”> comportamos con vosotros los creyentes; así como también sabéis de
qué modo, como el padre a sus hijos</span>

<span style=”color: #ff0000;”> exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros, y os


encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria.</span>

<span style=”color: #ff0000;”> Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que
cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros,</span>

<span style=”color: #ff0000;”>la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la
palabra de Dios, la cuál actúa en vosotros los creyentes”.</span>

En castellano la palabra nodriza? se usa para referirse a la mujer que amamanta hijos ajenos.

Pero en el griego la palabra es “trofos” y se puede traducir tanto nodriza como madre.

Al decir que cuida con ternura a sus propios hijos, es claro que se refiere a la propia madre.

Por eso las nuevas versiones traducen ‘madre’.Entonces sería:

“Antes fuimos tiernos entre vosotros como la madre que cuida con ternura a sus propios hijos”.

¡Qué hermosa forma de describir como debemos tratar aun hijo espiritual! Aquí Pablo usa la palabra
madre en vez de padre,
porque describe mejor la ternura con que hay que tratar a los discípulos nuevos.

Esto no tiene nada que ver con la dureza con que a veces hemos tratado e incluso maltratado a los
discípulos.

Puede que haya algún momento cuando un discípulo más crecido necesite alguna reprensión, pero ese
no es el estilo que debe reinar en el trato habitual.

Observemos con cuidado este testimonio de Pablo: “Tan grande es nuestro afecto por vosotros,

que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas;

porque habéis llegado a sernos muy queridos”. ¡Qué hermoso trato! ¡Cuánto afecto! Que lindo ejemplo
de discipulado vemos en Pablo.

Lamentablemente, al principio entre nosotros en el discipulado se remarcó más la autoridad que el


afecto.

Si bien debe haber autoridad, es esencial que prevalezca el afecto. La gente responde mucho mejor al
afecto, a la ternura, a la amabilidad.

En ese clima la autoridad funciona mejor .¡Cuánta riqueza hay en este pasaje sobre la calidad en la
función paternal!

Aquí hay mucho para mediar, profundizar, aprender, corregir y superar errores del pasado. Resumo
algunas para concluir:

1) Tratar a nuestros hijos espirituales con afecto, ternura y cariño; quienes en definitiva son hermanos
nuestros e hijos de Dios (v.7-8).
2) Ser ejemplo de todo lo que queremos enseñarles (v.9-10) Pablo puede decirles “ustedes son testigos
y Dios también”.

Yo puedo y debo instruirles con palabras, pero la enseñanza que permanecerá es lo que les enseñe con
el ejemplo.

3) Exhortar y consolar. “Cómo el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos a cada unos de
vosotros”. En la Biblia, exhortar quiere decir alentar,

animar, y no reprender como se cree popularmente (v.11).

4) Transmitir a los discípulos la Palabra de Dios. Encargarles a andar como es digno del Señor.

Esto significa transmitirles la totalidad del kerigma y de la didaké. Darles, no palabras nuestras, sino la
Palabra de Dios (v.12-13).

Considero que este es uno de los pasajes más reveladores del Nuevo Testamento sobre la calidad del
trato de un padre con sus hijos espirituales.

En él, el testimonio de Pablo pone de manifiesto la gracia, la calidez y

la responsabilidad con que él ejercía su paternidad espiritual con aquellos nuevos discípulos en
Tesalónica.

Dios nos ayude a seguir este hermoso ejemplo y nos llene de esa misma gracia. Amén.

Beneficios de la paternidad espiritual.


Los beneficios de la paternidad espiritual (la parábola del hijo pródigo, Luc . 15:20-23)

El padre espiritual muestra misericordia hacia el hijo.

El amor cubre multitud de faltas (Prov 10:12).

No solo perdón de pecados, también olvido y restauración (Sal 103:8-12).

Disciplina: el padre que ama a sus hijos los disciplina (pero no deja de amarlos) (Heb 12:5-8).

El mejor vestido: la unción del padre espiritual.

Isa 59:21, Sal 133:2: la misma unción que está sobre el padre espiritual estará sobre sus hijos y sobre los
hijos de sus hijos espirituales. Y esa unción trae a los hijos:

• Libertad y descanso (Isa 10:27, Mat 11.28-30).

• Consolación, porque con la consolación con que él ha sido consolado, consolará (2 Cor 1:3-4).

• Conocimiento de todas las cosas que necesitan saber (Isa 59:21, 1 Jn 2.20, 1 Jn 2:27).

• El mismo poder y la misma eficacia ministerial del padre espiritual (Hch 1:8, Isa 59:21).

Anillo en su mano.

El anillo representa la misma autoridad.

El hijo recibe la misma autoridad del padre espiritual para continuar la obra de Dios a través de ellos
(Gen 41:41-42, Jn 14:12).

Calzado en sus pies.


El calzado en los pies, que es el mismo apresto del Evangelio de la paz que menciona Efe 6:15 como
parte de la armadura de Dios, también implica revelación.

La misma Palabra que Dios ha depositado y revelado en el padre espiritual es la que será transferida al
hijo (Isa 59:21) como herencia de su padre espiritual.

Y ello determinará que los hijos sean bienaventurados (Isa 52:7) en todas las áreas de su vida (3 Jn 2-4)
en la medida que renovan su entendimiento con esa Palabra.

Becerro gordo.

El becerro gordo nos habla de abundancia y prosperidad.

El padre espiritual tiene la palabra de bendición para habilitar al hijo para que le vaya bien en la vida en
todos los aspectos, tal como Dios bendijo a Adán en el Edén (3 Jn 2-4, Gen 1:28).

Esta abundancia y prosperidad no solo se refiere a lo material, aunque lo incluye. Se refiere a todas las
áreas de la vida del hijo, espíritu, alma y cuerpo (1 Tes 5:23).

Comamos.

Esta actividad nos habla de intimidad, comunión, relación cercana, revelación de los planes y de las
cosas más profundas (Gen 18:1-5, Gen 18:17-19).

Jesús tenía ese tipo de intimidad con los discípulos, de tal manera que si bien Jesús les predicaba a las
multitudes, después de esas enseñanzas El se reunía con los discípulos en la intimidad de la casa, comía
con ellos, y les enseñaba los significados profundos de las enseñanzas que había impartido a la multitud
(Mat 13:36, Mat 24:1, Mat 24:3, Mat 20:17, etc.), y les mostraba los secretos muy guardados y los
tesoros escondidos de esas enseñanzas (Isa 45:3). Y lo mismo sucede con un padre espiritual y sus hijos
espirituales. Solo estos tienen acceso a las profundidades y a las perlas que Dios le ha enseñando al
padre.
Hagamos fiesta.

Así como normalmente ningún hijo va a estar mejor que en la casa de sus padres naturales, así los hijos
espirituales no van a estar en ninguna casa mejor que en la suya propia, con su padre espiritual, aún
cuando ya hayan sido enviados a formar su propia casa.

Por lo general, en lo normal de los casos, la estancia del hijo en la casa paterna siempre le produce gozo.
La casa paterna es el refugio, un oasis de bendición y restauración, en medio de las batallas que todos
tenemos que enfrentar en nuestro diario vivir.

Igual sucede con el padre espiritual y el hijo espiritual. El estar en la casa del padre espiritual, y
compartir con él, y descubrir juntos las verdades y maravillas de la Palabra, y trabajar juntos en las cosas
de Dios, que son una parte importante del propósito de Dios para la vida de cada uno de nosotros, nos
lleva a tener el gozo que solo puede surgir del cumplimiento y la vivencia del propósito de Dios para
nuestras vidas, y ese propósito solo está a la par del padre espiritual.

El cumplimiento del propósito de Dios (tener un padre espiritual, estar con él, compartir con él,
aprender de él y servirle) nos produce gozo (como el cumplimiento del propósito del hijo de volver a la
casa del padre –ha vuelto--, solo en la casa del padre espiritual hay bendición plena (Sal 23:1-6).

La respuesta a las preguntas básicas de la vida.

La convivencia con el padre espiritual, igual que la convivencia con el padre natural en el plano natural,
le trae a los hijos las respuestas básicas de la vida en el plano espiritual; es a través del padre espiritual
que Dios, nuestro Padre celestial, le va a traer las respuestas y confirmaciones necesarias de esas
respuestas, al hijo espiritual (Efe 1:15-19).

Es al abrigo del padre espiritual, en su compañía y en la comunión y servicio con él, que el hijo
encuentra, entiende, clarifica y especifica, las respuestas a las preguntas básicas del vida que le darán la
orientación y le llevaran al cumplimiento de su destino en Dios (Efe 1:15-19):

* ¿Quién soy yo? --> identidad.

* ¿De donde soy? --> origen.

* ¿Por qué estoy aquí? --> propósito.

* ¿Hacia donde voy? --> destino.

* ¿Que puedo hacer? --> potencial.


Conclusión.

La paternidad espiritual es tan necesaria, vigente y útil hoy como lo es la paternidad natural (Sal 127:4,
Deut 6:1-6).

Así como la falta de una paternidad natural responsable provoca tremendos efectos en la vida de las
personas, así la falta de una paternidad espiritual responsable a la cual acogerse, provoca también
muchos problemas a los miembros del cuerpo de Cristo, que redundan en una baja calidad de vida,
ineficiencia e ineficacia en la vida espiritual y que se refleja en los demás aspectos de la vida,
desorientación en la forma de vivir y realizar la vida cristiana, etc., llevando a muchos a vivir un
cristianismo “desértico”, rutinario, tradicional, religioso, en lugar de vivir un cristianismo “gozoso!”,
rebosante, triunfante, etc. tal como lo evidencia la iglesia de Corintios (1 Cor), que tenía mucha
enseñanza de maestros (1 Cor 4:15) pero una vida cristiana con demasiados problemas, porque no
habían aceptado la autoridad paterna (espiritual y apostólica) de Pablo (1 Cor 9:1-2), por lo que él se ve
en la necesidad de reafirmar esa autoridad y enviarles esa epístola para que bajo su autoridad paterna,
establecieran los correctivos necesarios para vivir en la plenitud de Cristo.

PATERNIDAD ESPIRITUAL

Apóstol Luis Aquino

Apóstol Luis Aquino

Director de Christian International Centroamérica.

INTRODUCCIÓN

El tema de la paternidad espiritual es tan crucial en este tiempo de avivamiento con resultado de
crecimiento de la Iglesia.. El tema es central porque el Cuerpo de Cristo necesita verdaderos padres y
verdaderas madres que ayuden a desarrollar hijos saludables y maduros Aunque hablamos, entonces,
de paternidad espiritual, estamos incluyendo también el ministerio de algunas mujeres como madres
espirituales dentro del cuerpo de Cristo. Concebimos, pues, a la paternidad espiritual como paternidad y
maternidad, pero por razones de conveniencia hablaremos de paternidad espiritual.

¿QUÉ ES PATERNIDAD ESPIRITUAL?

SOMOS HIJOS DE DIOS


Al hablar de paternidad espiritual es necesario recordar que por sobre todas las cosas, todos los que
hemos recibido a Cristo como Señor de nuestra vida, somos hijos de Dios. Esta relación esta por encima
de cualquier otra relación de paternidad, incluyendo la relación de paternidad natural. Dios es Padre de
todos.

“Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido
el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro
espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con
Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados”.
(Romanos 8:15-17)

Como resultado de esta relación de hijos de Dios, todos somos hermanos, pues somos hijos del mismo
Padre Celestial. Sin embargo, aunque esta es una verdad eterna, también es cierto que en virtud del
desarrollo espiritual y del llamado de Dios para algunos de sus hijos, en la Iglesia hay algunos que han
sido constituidos para ser padres o madres espirituales, han sido establecidos como ancianos o ancianas
con llamado al gobierno dentro del cuerpo de Cristo. Por lo tanto lo que veremos adelante tiene que ver
con las características que estos padres y madres espirituales desarrollan como parte de su llamado.

EL CORAZÓN DE LOS PADRES HACIA LOS HIJOS

En el libro de Malaquías hay una profecía en la cual el Señor expresa que El enviaría el espíritu de Elías y
que el espíritu de Elías vendría para hacer volver el corazón de los padres hacia los hijos y el de los hijos
hacia los padres. El espíritu de Elías tiene que ver con el Espíritu Santo trayendo un mover en medio del
pueblo de Dios, para desarrollar a los hijos del Reino como ministros competentes. También el Espíritu
de Elías tiene que ver con el espíritu apostólico-profético que le da paternidad al pueblo de Dios, la
iglesia, habilitándola para alcanzar su madurez y pleno desarrollo.

“He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. El hará volver
el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y
hiera la tierra con maldición”.(Malaquías 4:5-6)

Ese es el mismo espíritu que vino en doble porción sobre Eliseo, para desarrollar un ministerio poderoso
y que tuvo un alcance mayor que el del “padre Elías”. Haciendo las mismas tareas, pero con un mayor
alcance.
Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado
de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí. El le dijo: Cosa difícil has
pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; más si no, no. Y aconteció que yendo
ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo
en un torbellino. Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a
caballo! Y nunca más le vio; y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes. (2 Reyes 2:9-11)

¿QUIÉN ES UN PADRE ESPIRITUAL?

Podríamos utilizar muchos conceptos para definir a un padre, sin embargo lo definiremos diciendo que
un padre es:

Fuente

De amor

Ser amado es una de las necesidades mas grandes que los seres humanos experimentamos. Los padres
espirituales son fuente de amor, del amor del Padre Celestial, ya que el amor de cualquier padre
espiritual solamente es un pálido reflejo del amor de Dios.

“Porque Dios me es testigo de cómo os amo a todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo”.
(Filipenses 1:8)

De seguridad

Un padre es fuente de seguridad de su hijo, pues representa una figura de autoridad y de superioridad
frente a los enemigos. Una tarea fundamental de un padre es proporcionar esta seguridad a sus hijos, al
tratarlos con ternura, con amor, y enfrentar con valentía todo adversario que se levanta en contra de su
hijos.

“Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos. Tan
grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios,
sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos .Porque os acordáis,
hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a
ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios”. (1ª Tesalonicenses 2:7-9)
De las cosas de Dios

Se refiere a “engendrar espiritualmente” la naturaleza divina y los proyectos que Dios ha puesto en
algunos seres humanos, de tal manera que la multiplicación de familias espirituales se realice.

“Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros”
(Gálatas 4:19)

Alimentador

Nutrir para el crecimiento. El padre tiene alimento preparado, es “la mesa de la casa”. Por eso el hijo,
aunque tenga muchas opciones de alimento, busca comer de la mesa del padre. El padre, debido a que
conoce las necesidades de su hijo, sabe cual es el alimento necesario para el saludable crecimiento, qué
dosis es la apropiada y cuando darle el alimento. Esto es parte del cuidado paternal. Solamente los
verdaderos padres alimentan adecuadamente a sus hijos espirituales.

“desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para
salvación”. (1ª Pedro 2:2)

Sostén

Otra tarea de los padres es la de servir de sostén o soporte emocional, espiritual y aún en otras áreas a
sus hijos. Una necesidad esencial de todo hijo es saber que tiene un padre al que puede acudir en
momentos de necesidad o angustia. El padre se vuelve un apoyo importante para sus hijos, solamente
saberlo cerca en los momentos de necesidad es mucho de lo que los hijos buscan.

Proveedor

Aunque los hijos hayan crecido, en términos generales, los padres siempre son buscados por los hijos en
búsqueda de apoyo en momentos de necesidad, porque saben que los padres son fuente de recursos.
Un padre es un proveedor de recursos materiales, pero también de recursos espirituales. Los padres
pueden proveer visión, unción, dirección, consejo, etc. Hay momentos en los que incluso los padres
pueden ser fuente de provisión de dinero para sus hijos espirituales.
Los atributos mencionados arriba describen varias características centrales de un padre espiritual. Sin
embargo, podemos agregar otras características que describen ciertas funciones que ellos desarrollan:

Buscan multiplicarse en otros

Un deseo “natural” en los padres es reproducirse en los hijos, es decir transmitir lo que ha recibido del
Señor, impulsando a sus hijos para que lleguen mas allá de donde ellos han llegado. Por eso los padres
quieren que sus hijos sean una extensión de su ministerio y que tengan todavía mas de lo que ellos
tienen. Una forma de multiplicarse es tener muchos hijos que reproduzcan su unción y llamado.

“…Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí.”(2º Reyes 2:9)

Transmiten vida

Los padres espirituales, al igual que los padres naturales, transmiten vida a sus hijos, la vida de Dios. Lo
hacen al cubrirlos espiritualmente, al interceder por ellos, al imponerles manos, al entrenarlos en el
ministerio, etc. La vida espiritual se transmite al engendrar los hijos, al dar a luz ministros, siervos de
Dios.

Tienen un corazón tierno

“Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos. Tan
grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios,
sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos”. (1ª Tesalonicenses
2:7-8)

En la iglesia del siglo XXI hay muchos maestros, pero pocos dispuestos a establecer relaciones de padres
a hijos espirituales. Hay miles de tutores (tienen seguidores, creyentes), pero… ¿Quién es padre?

FUNCIONES DE UN PADRE ESPIRITUAL

Los padres espirituales proveen a sus hijos, por lo menos cuatro aspectos muy importantes para su
desarrollo. Estos aspectos son claves pues ayudan al crecimiento de los hijos:
Protección.

Es responsabilidad de los Padres servir como una cobertura, como una protección para aquellos que son
sus hijos espirituales. Esta protección se da tanto en el ámbito espiritual como en el natural. En el
espiritual es fungir como protección contra los ataques de espíritus de maldad. Es hacer la función de
escudo, pararrayos, nube, paraguas o como dice el salmo 91 como alas de protección“Con sus plumas te
cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad” (Salmos 91:4).

Pero la protección no solo es espiritual, también a veces es natural, es decir, protección de las críticas,
murmuraciones e incluso de ataques legales o físicos lanzados en contra de los hijos, dando la cara por
ellos, usando la autoridad espiritual a favor de ellos. De la misma manera que un padre natural sale a
defender la integridad física, emocional o moral de sus hijos, así lo hacen los padres espirituales.

Compartir una visión.

Un padre espiritual tiene una visión mas amplia, general y de largo plazo que aquellos que son sus hijos
y es una de sus funciones compartir esa visión con ellos. Es posible que algunos hijos tengan visiones
muy especiales reveladas por Dios; sin embargo, Dios anda buscando personas con un corazón paternal
para revelarles Su visión. Los padres transmiten esa visión a sus hijos.

Ejemplo.

También los padres espirituales sirven de ejemplo a sus hijos. Ejemplos en carácter, conducta, ministerio
y en como ser padres de otros.

“Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis”. (Juan 13:15)

“Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros, para
que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa de uno, os
envanezcáis unos contra otros”.(1ª Cor. 4:6)

“presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad,


seriedad” (Tito 2:7)
Los padres espirituales se constituyen en ejemplo de matrimonios santos y consagrados a Dios, ejemplos
en el manejo del dinero, ejemplos en la crianza de los hijos, etc. Deben ser hombres íntegros, con un
carácter probado, que caminan en rectitud delante del Señor y delante de los hombres. Es decir que
tienen un carácter de siervos.

“Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente,
decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias
deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en
sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia
de Dios?); no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. También es
necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del
diablo”. (1ª Timoteo 3:3-7)

Corrección.

La corrección tiene varios sentidos. Uno de ellos tiene que ver con corregir lo deficiente, es decir,
corregir lo que esta mal en la vida de los hijos, esto tiene el sentido de punitivo. Es decir, confrontar el
pecado para que sea sacado de la vida de los hijos. Es el concepto de cortar lo malo.

“Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada
ciudad, así como yo te mandé” (Tito1:5)

También la corrección tiene el concepto de ayudar a mejorar la vida y el carácter. Es decir, llevar a los
hijos a mejores niveles en sus vidas. Para esto los padres espirituales deben usar la Palabra de Dios, pues
esta es útil para corregir.

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir
en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”
(2ª Timoteo 3:16-17)

Entonces una tarea central de los padres es desarrollar un proceso de perfeccionamiento del carácter de
los hijos espirituales. Esto también implica disciplinarlos. La palabra corrección en griego es la palabra
paideuo que significa corregir o instrucción. Otros conceptos relacionados con este son, la disciplina y el
de ejercicio en la piedad, estos aluden al entrenamiento de los dones y del carácter. Por lo tanto
corrección no solo tiene que ver con enfrentar lo negativo en los hijos, sino también con fortalecer lo
positivo en ellos.

Empoderamiento.

Empoderamiento es proveer a los hijos las condiciones para que tomen decisiones y ayudarles a
desarrollar sus capacidades espirituales, físicas y emocionales. También implica delegarles fe, equiparlos
espiritualmente, activarlos en los dones, etc.

Además el empoderamiento significa generar oportunidades ministeriales para que los hijos espirituales
se desarrollen, vincularlos con aquellos que les provean el equipamiento o entrenamiento que como
padres no están en la capacidad de proveer.

Por otro lado, el empoderamiento también implica el presentarlos delante del Señor, intercediendo a
favor de los hijos para que el Espíritu Santo los llene de Su poder, y para que el Señor los lleve a nuevas
dimensiones en su vida.

Padre

Problemas de la página

Ser vivo de sexo masculino que ha tenido descendencia directa

Para otros usos de este término, véase Padre (desambiguación).

Padre dando de beber a su hijo en la Base del Cuerpo de Marines Camp Pendleton.

Un padre con su hijo.

Un padre con su hijo en Dhaka (Bangladesh).


Un padre con sus tres hijos, en Orlando, Florida, Estados Unidos.

El padre es, en un contexto biológico, aquel ser vivo de sexo masculino que ha tenido descendencia
directa. El término recíproco es «hijo». En el caso de los mamíferos como el ser humano, el padre
concibe a su hijo tras la cópula con la futura madre, resultando en la reproducción sexual.

Comúnmente el padre cumple un rol muy importante dentro del desarrollo de los niños, el título de
padre también puede ser dado a aquel hombre que cumpla este papel sin estar emparentado
biológicamente con el niño o niña. Mayormente esto ocurre con hombres que han adoptado niños o con
hombres casados con mujeres que previamente habían engendrado descendencia. El término también
se puede referir a una persona a la cual se le identifica con el estereotipo de padre. La determinación de
los lugares atribuidos a la paternidad han sido imposiciones sociales y culturales que han ido cambiando
con el tiempo. Anualmente se celebra el Día del Padre en muchas partes del mundo. En los países
católicos se celebra el 19 de marzo, festividad de San José, padre putativo de Jesús de Nazaret. En otros
países se lo celebra el 19 de junio.[1]

Índice

Etimología Editar

El término hebreo ʼav, el griego πατήρ pa ‧tḗr, y el latino pater, se usan con varios sentidos: como
progenitor, cabeza de una casa o familia ancestral, antepasado, originador de una nación, fundador de
una clase o profesión, protector, originador de algo y como expresión de respeto.[2]

Derechos de paternidadEditar

Los derechos legales de un padre varían entre países y muchas veces son un reflejo del nivel de
participación y los papeles que la sociedad espere de un padre.

Licencia de paternidad

La licencia de paternidad es cuando un padre toma licencia de paternidad después del nacimiento o
adopción de su bebé para cuidarlo.[3] La primera licencia de paternidad pagada ocurrió en Suecia en
1976, y en 2016 se paga en más de la mitad de los países de la Unión Europea.[4] En los casos de parejas
varones del mismo sexo muchas veces la ley ni hace provisiones para que o uno o los dos padres tomen
la licencia de paternidad.

Autoridad parental

En el caso de autoridad parental compartida entre dos padres separados, muchas veces la ley prefiere
que los hijos vivan con la madre y no con el padre. Hasta 90% de niños en esta situación viven la mayoría
del tiempo con sus madres en el Reino Unido.[5] Los movimiento derechos de los padres, como Fathers
4 Justice, vean esta situación como injusta.[6]

Derecho de alimentos

Derecho de alimentos es la facultad jurídica que tiene una persona para exigir de otra lo necesario para
subsistir, en virtud del parentesco consanguíneo, de la adopción, del matrimonio o del divorcio, y de sus
progenitores en determinados casos.[7]

Fraude de paternidad

Se estima que 2% de los padres británicos sufren de fraude de paternidad durante un evento de no
paternidad, criando un niño que equívocamente creen que es su descendiente biológico.[8]

PATERNIDAD

La palabra padre nos viene de inmensamente lejos, pero sólo podemos controlar su significado desde
muy acá. Procede del latín pater / patris, que significa padre, que a su vez viene del griego pathr /
patroV (patér / patrós), que seguimos traduciendo igual. Una palabra que se ha mantenido invariable
durante más de tres milenios (que podamos constatar), mientras la realidad que con ella denominamos,
ha cambiado de forma sustancial.

No se ha podido fijar el significado original de padre; pero los que hurgan en las palabras antiguas tienen
la sospecha de que pudiera significar en un principio "sacrificador", refiriéndose a la función de
sacerdote doméstico que tenía el padre en tiempos remotos y que en ese caso sería percibida como la
principal de sus funciones. Lo que sí está claro es que no significa "engendrador", que es el significado
clave que tiene actualmente. Y no lo significaba porque no era ésa la sustancia de la paternidad, sino el
dominio, cuya más alta expresión está en el sacerdocio. La sustancia de la paternidad estuvo en la patria
potestas, sobre la que están montadas, todavía hoy, las relaciones paternofiliales. Cuando se habla de
"pruebas de paternidad" nos referimos exclusivamente al acto de engendrar, porque ésa es para
nosotros la quintaesencia de la paternidad que, por otra parte no es fuente de derechos, sino de
obligaciones.

La paternidad es el mayor invento social de la humanidad, no superado todavía por ningún otro, ni
siquiera por el Estado. Es probablemente anterior al matrimonio. El más antiguo paterfamilias romano
es mucho más el jefe del pequeño Estado que forma su casa, que el padre de sus hijos. Ni siquiera los
llama hijos, sino líberi "libres". La palabra hijo parece que en origen significa "mamón" (ver web 12-2) y
sólo tiene que ver con la madre, no con el padre. No se parece por tanto en nada el padre de hoy, al
padre romano del que tomó el nombre.

Llegar a la condición de hijo de padre no ha sido cualquier cosa. No nos vino por generación espontánea.
En realidad, al principio la generación nada tenía que ver ni con la paternidad ni con la filiación. Es decir
que el simple hecho de engendrar no devengaba obligaciones ni derechos de paternidad, ni el simple
hecho de ser engendrado constituía al nacido en acreedor de derechos respecto al engendrador. En el
derecho vigente quedan todavía reliquias de esos principios.

El gran problema por el que había que resolver el doblete paternidad - filiación, era la sucesión. Para
evitar en cada generación una guerra de sucesión (cosa que por otra parte ocurre con todos los animales
de manada y de rebaño), había que constituir un heredero (de la raíz griega <erwV / héros, que nos sitúa
en la idea de "héroe", "señor", "herr"). El paterfamilias tenía que constituirse en pater de aquel que
eligiese como heredero (habrá que continuar en viernes sucesivos).

Definición de Gobierno

G General - Definista

Gobierno proviene de la palabra griega kubernao que quiere decir “pilotar un barco” o “capitán de un
barco”, refiriéndose en ese sentido a ejercer el control y la dirección sobre algo. El gobierno es un
elemento esencial del Estado, integrado por aquellas instituciones e individuos a los que el
ordenamiento jurídico confía la potestad de organizar, representar y regir al propio Estado.
El gobierno le permite a las sociedades construirse en cuerpos políticos, de voluntad y acción. Para el
Derecho Público, se entiende por Gobierno, al conjunto de órganos y funciones que existen en el Estado.
Tales órganos son: el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial. Es la capacidad del Estado para alcanzar sus
propios fines.

Este término se aplica tanto a los gobiernos de Estados nacionales como a los gobiernos de
subdivisiones de Estados nacionales; por ejemplo, condados y municipios. Organizaciones tales como
universidades, sindicatos e iglesias, son en general también gubernamentales en muchas de sus
funciones.

Según los filósofos, el humano es un animal racional y por eso se prefiere someterse al gobierno de un
Estado que vivir en una anarquía. Los primeros ejemplos de un sistema político para gobernar son la
civilización Sumeria en 5200 a.C. y la del Antiguo Egipto en 3.000 a.C.

La palabra gobierno no tiene el mismo significado ni igual alcance en todos los países. En Europa y en los
sistemas llamados parlamentarios (sean republicanos o monárquicos), se considera que el gobierno es el
Poder Ejecutivo; es decir, se excluye el Poder Legislativo y el Judicial. Así, al Primer Ministro se le
denomina Jefe de Gobierno, mientras que en los países americanos, de regímenes presidenciales, el
gobierno lo forman los tres poderes antes citados.

Todos los gobiernos tienen por misión gobernar; sin embargo, no todos asumen idéntica forma. Es así
como encontramos que desde la antigua Grecia existe preocupación por clasificar las formas de
gobierno. De esta manera se hizo y surgió la monarquía (gobierno de uno solo), la aristocracia (gobierno
de los ricos y poderosos), y la democracia (gobierno de la mayoría “del pueblo” o de los hombres libres).

Estas últimas persiguen el bien común, el interés y bienestar de los gobernados, son unas formas
naturales o puras de gobernar, de igual manera existen formas anormales o impuras, donde se busca el
provecho personal y el bienestar de los gobernantes, ninguno piensa en la justicia y reina la corrupción.
Entre ellas se encuentran la tiranía, la oligarquía y la demagogia.

autoridad

Definición

Sustantivo femenino. Se refiere a un poder en que se desempeña, ejerce el mando, superioridad de un


hecho o derecho. Facultad, aptitud, capacidad, habilidad, potestad o legalidad. Prestigio que se
reconoce a una persona o organismo por la competencia o la calidad de alguna materia. Persona que
ejerce cualquier tipo de autoridad.

Autoridad 2

Con origen en el vocablo latino auctorĭtas, el concepto de autoridad hace referencia a una potestad que
logra alguien, a un líder legítimo y a alguien que obtiene poderes o facultades sobre un grupo de
personas. Por lo general, permite nombrar a quienes gobiernan un país o región y tienen, por imposición
o voluntad popular, voz de mando: “Las autoridades han decretado la clausura de la empresa acusada
de contaminar el medio ambiente”.

Autoridad

La autoridad, según se desprende de sus definiciones teóricas, describe además el prestigio que ha
cosechado, a través de los años, un individuo u organización a raíz de su calidad, su preparación o a la
importancia alcanzada en un determinado plano: “El Dr. Segovia es una autoridad en el campo de la
cardiología”, “Una autoridad en estas cuestiones, como lo es la Fundación de Investigación Aplicada, ha
ratificado la denuncia de los vecinos”.

En concreto, podemos establecer que existen dos tipos de autoridad claramente delimitados. Así, por un
lado, nos encontramos con lo que es la autoridad jurídica que es aquella que se determina y se impone
por obligación. A su vez se compone de dos clases: la formal, que es aquella que ejerce un jefe sobre sus
correspondientes subordinados, y la operativa. Esta es la que se caracteriza porque no se ejerce sobre
personas sino que se define como la potestad que tiene alguien para decidir el realizar una serie de
acciones concretas.

Un ejemplo de autoridad jurídica operativa, para que pueda ser entendida por todos, es la que tiene el
jefe de un departamento empresarial para establecer la compra de una serie de materiales que sirvan
para desarrollar el trabajo de dicha área.

Por otro lado, el segundo tipo de autoridad es el llamado moral. En este caso, concreto, la misma es la
que otorga a una persona no sólo conocimientos sino también prestigio o posición. Al igual que sucedía
con el jurídico, este se puede dividir a su vez en dos modalidades.

Así, contamos con la autoridad moral técnica que es aquella que tiene un individuo en base a su
experiencia profesional. Esta supone que se le reconozca capacidad y pericia por lo que además sus
opiniones serán muy tenidas en cuenta sobre la citada materia en la que sea un experto.

La segunda modalidad de autoridad moral es la llamada personal. Quien tenga esta se puede decir que
es un líder pues sus cualidades psicológicas, morales y sociales le dan una posición ascendente con
respecto a otras.

Cabe resaltar también que la idea de autoridad suele vincularse al poder que acumulan los Estados. Los
funcionarios de la esfera estatal están habilitados para dar órdenes y decretar ciertas medidas, las
cuales deben implementarse y respetarse siempre y cuando no infrinjan ninguna ley ni se opongan a las
reglas que se encuentren vigentes.

La autoridad, entonces, puede ser considerada como una modalidad de dominación debido a que
implica obediencia por parte de otros. Sin alguien que obedezca y cumpla órdenes, no hay autoridad
posible. Por citar un ejemplo hipotético que puede llegar a apreciarse en la vida cotidiana: si la maestra
ordena a los alumnos que guarden silencio y ellos no cumplen, la docente no está ejerciendo la
autoridad que, formalmente, trae aparejada su rol.
Esto significa que, más allá de los títulos, los cargos y los nombramientos oficiales, la autoridad es algo
que se ejerce y no que se ostenta. Puede darse la paradoja de que exista una autoridad sin autoridad,
como podría ser el caso del jefe de una compañía cuyos empleados no le obedecen. En cambio, hay
gente que carece de cargos formales pero, sin embargo, ejerce la autoridad (como un amigo que tiene
poder e influencia sobre las decisiones de otro).

Diseño

Problemas de la página

Creación de un plano o convención para la construcción de un objeto o un sistema

Para el diseño de páginas web, véase Diseño web.

Hombre de Vitruvio (Homo cuadratus), dibujo de Leonardo da Vinci.

El diseño[1] se define como el proceso previo de configuración mental, "prefiguración", en la búsqueda


de una solución en cualquier campo. Se aplica habitualmente en el contexto de la industria, ingeniería,
arquitectura, comunicación y otras disciplinas que requieren creatividad. El diseño involucra variadas
dimensiones que van más allá del aspecto, la forma y el color, abarcando también la función de un
objeto y su interacción con el usuario. Durante el proceso se debe tener en cuenta además la
funcionalidad, la operatividad, la eficiencia y la vida útil del objeto del diseño.

Índice

Etimología Editar

Etimológicamente deriva del término italiano disegno dibujo, designio, signare, signado "lo por venir", el
porvenir visión representada gráficamente del futuro, lo hecho es la obra, lo por hacer es el proyecto, el
acto de diseñar como prefiguración es el proceso previo en la búsqueda de una solución o conjunto de
las mismas. Plasmar el pensamiento de la solución o las alternativas mediante esbozos, dibujos, bocetos
o esquemas trazados en cualquiera de los soportes, durante o posteriores a un proceso de observación
de alternativas o investigación. El acto intuitivo de diseñar podría llamarse creatividad como acto de
creación o innovación si el objeto no existe o se modifica algo existente.
Referente al signo, significación, designar es diseñar el hecho de la solución encontrada. Es el resultado
de la economía de recursos materiales, la forma, transformación y el significado implícito en la obra, su
ambigua apreciación no puede determinarse si un diseño es un proceso estético correspondiente al arte
cuando lo accesorio o superfluo se antepone a la función o solución del problema. [2]

hervidor eléctrico, AEG Peter Behrens, 1909.

El acto humano de diseñar no es un hecho artístico en sí mismo, aunque puede valerse de los mismos
procesos en pensamiento y los mismos medios de expresión como resultado; al diseñar un objeto o
signo de comunicación visual en función de la búsqueda de una aplicación práctica, el diseñador ordena
y dispone los elementos estructurales y formales, así como dota al producto o idea de significantes si el
objeto o mensaje se relaciona con la cultura en su contexto social.

El verbo "diseñar" se refiere al proceso de creación y desarrollo para producir un nuevo objeto o medio
de comunicación (objeto, proceso, servicio, conocimiento o entorno) para uso humano. El sustantivo
"diseño" se refiere al plan final o proposición determinada fruto del proceso de diseñar: dibujo,
proyecto, diseño industrial o descripción técnica, maqueta al resultado de poner ese plan final en
práctica (la imagen, el objeto a fabricar o construir).

Diseñar requiere principalmente consideraciones funcionales, estéticas y simbólicas. El proceso necesita


numerosas fases como: observación, investigación, análisis, testado, ajustes, modelados (físicos o
virtuales mediante programas de diseño informáticos en dos o tres dimensiones), adaptaciones previas
a la producción definitiva del objeto industrial, construcción de obras ingeniería en espacios exteriores o
interiores arquitectura, diseño de interiores, o elementos visuales de comunicación a difundir, transmitir
e imprimir sean: diseño gráfico o comunicación visual, diseño de información, tipografía. Además abarca
varias disciplinas y oficios conexos, dependiendo del objeto a diseñar y de la participación en el proceso
de una o varias personas.

Diseñar es una tarea compleja, dinámica e intrincada. Es la integración de requisitos técnicos, sociales y
económicos, necesidades biológicas, ergonomía con efectos psicológicos y materiales, forma, color,
volumen y espacio, todo ello pensado e interrelacionado con el medio ambiente que rodea a la
humanidad. De esto último se puede desprender la alta responsabilidad ética del diseño y los
diseñadores a nivel mundial. Un buen punto de partida para entender éste fenómeno es revisar la
Gestalt y como la teoría de sistemas aporta una visión amplia del tema.
Un filósofo contemporáneo, Vilém Flusser, propone, en su libro Filosofía del diseño, que el futuro (el
destino de la humanidad) depende del diseño.

Significado de Diseño

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Qué es el Diseño:

El diseño es constituido por trazos o una delineación con el fin de proyectar un objeto u obra. También,
es la disciplina que se encarga de la creación de obras u cosas como edificios, figuras, entre otros.

La palabra diseño está tomada del italiano, pero en castellano existe la palabra "designio", cuyo origen
proviene del latín designare, compuesta por de y signare que significa “dar nombre o signo a algo”, de
igual forma, proviene la palabra diseñador.

En el momento de diseñar, el individuo toma en cuenta los aspectos estéticos y los asuntos funcionales,
para ello debe de tener en cuenta las siguientes etapas:

observar y analizar el medio en el cual se desenvuelve el ser humano,

evaluar las necesidades del individuo,

planear y proyectar con el fin de solucionar la necesidad del sujeto a través de maquetas, planos, entre
otros y, por último

ejecutar la idea plasmada en la fase anterior.

Asimismo, diseño es la disposición de los colores o dibujos que ofrecen las características de un animal.

Vea también Color.


El diseñador, es la persona o individuo que se dedica profesionalmente al diseño con el compromiso de
desarrollar una cosa, producto o ide

Definición de Disciplina

D General - Definista

La palabra Disciplina deriva del latín discipulus, que significa discípulo, quien recibe una enseñanza de
otro. En un principio éste vocablo nos enlaza con una relación autoridad-subordinación, en la que una
persona dirige y ordena y otra se somete y obedece.

La disciplina está definida como la manera ordenada y sistemática de hacer las cosas, siguiendo un
conjunto de reglas y normas estrictas que, por lo general, la rigen una actividad o una organización.

Se entiende como la labor que ejerce una persona para enseñar o adquirir buenos hábitos; abarcando
todas aquellas reglas de comportamiento que elabora y las medidas que ocupa para cerciorar que
dichas reglas se cumplan.

Esto último es muy común en un núcleo familiar donde los padres tratan siempre de disciplinar a sus
hijos para hacerlos personas de bien, de carácter y de orden. Lo mismo ocurre en la escuela, donde se
conoce como disciplina escolar, el maestro o profesor tiene el deber impartir su enseñanza
manteniendo el orden y conducta en su clase, y el reglamento de dicha institución.

La disciplina entra también en él ambiente ético y moral, ésta se origina en el respeto mutuo y en la
cooperación, con firme dignidad y acatamiento como base para la enseñanza de las experiencias y
destrezas en la vida y un sitio interno de control.
Es muy importante recalcar que teniendo una fuerte disciplina, en un futuro se puede triunfar, alcanzar
el éxito, y ser excelente. Todo esto significa que un individuo tiene que ser constante, ordenado y no
improvisar o hacer las cosas que se le ocurran.

Por otro lado, el termino de disciplina se refiere a la ciencia, asignatura o materia académica que se
enseña o estudia en una institución, conocida como disciplina académica o campo de estudio; así como
también a la modalidad de un deporte; por ejemplo, voleibol de playa, futbol de sala, etc.

En siglos pasados, la palabra disciplina se empleó como equivalente de azote, se le conoce como el
instrumento o látigo para azotar.

Disciplina 2

Con origen en el término latino disciplīna, la disciplina es el método, la guía o el saber de una persona,
sobre todo en lo referente a cuestiones morales. El concepto también se utiliza para referirse a una
rama científica o artística.

Disciplina

Por ejemplo: “Para aprender a tocar un instrumento musical debes tener disciplina”, “Jaimito es un niño
con muchos problemas de disciplina”, “La poesía es una disciplina literaria que no logro dominar”.

La noción de disciplina, por lo tanto, puede estar vinculada al comportamiento o a la actitud de alguien.
Se dice que la disciplina es buena cuando la persona respeta las reglas, las leyes o las normativas dentro
de algún ámbito: “Insultar a una maestra es una falta grave de disciplina”, “Todos los jugadores tienen
que respetar la disciplina impuesta por el entrenador”.

Por lo general, la disciplina exige respetar un cierto código de vestimenta, cumplir con un horario y
dirigirse a los superiores jerárquicos de una manera en particular, entre otras obligaciones. Esto quiere
decir que, en una empresa, la disciplina puede incluir usar uniforme, ingresar a la fábrica a las 8 de la
mañana y no tutear al jefe.

Partiendo de estos ejemplos citados podemos, por tanto, subrayar que existen diversos tipos de
disciplina como son la que tiene lugar en el colegio o escuela, la que se desarrolla en el ámbito militar, la
que tiene como marco la Iglesia o incluso la que se establece como parte fundamental del ámbito
profesional de una persona.

Y eso sin olvidar lo que se conoce como disciplina personal o autodisciplina que es aquella que se
compone de una serie de pautas y de comportamientos que alguien lleva a cabo, de manera constante y
férrea, en beneficio de una estabilidad y de la consecución de los objetivos que se ha marcado.

Es por ello que cuando se habla de autodisciplina en muchas ocasiones se identifica con éxito personal
pues se establece que es la forma de lograr los sueños que tenemos. En este sentido, un perfecto
ejemplo es el conjunto de atletas que tienen como meta ganar sus competiciones y las pruebas a las que
tienen que enfrentarse. Así, para lograr la victoria en las mismas se hace necesario que tengan una
disciplina de entrenamiento y de alimentación que les capacite física y mentalmente.

De esta manera, se establece que este tipo de disciplina propia se sustenta en una serie de principios o
de reglas básicas como son la fuerza de voluntad, la persistencia, el trabajo duro, la aceptación y la
laboriosidad. Elementos todos ellos que se convierten en la clave para establecer nuestra disciplina y,
por tanto, para alcanzar los fines que nos hayamos marcado.

La disciplina, por otra parte, puede ser un campo profesional o de estudio. La antropología, la escultura,
la kinesiología y el fútbol son cuestiones muy diferentes que, sin embargo, pueden considerarse como
disciplinas según el contexto. Así es posible encontrarse con expresiones como “John Koggrer es un
experto en antropología, sociología y otras disciplinas de las ciencias sociales” o “La escultura es mi
disciplina artística favorita”.

Valores que protegen honestidad, solidaridad, igualdad, perseverancia, humildad, respeto


responsabilidad, fidelidad, integridad, lealtad, puntualidad, justicia, dialogo, libertad, paz, cooperacion

Es difícil pensar en crecimiento, mejora, satisfacción, capacitación, bienestar…..sin pensar en la


construcción de valores asociados a lo que somos y/o queremos ser.

Los valores nos definen como personas, nos posicionan frente a la vida, nos empujan hacia el cambio,
nos alivian cuando caemos, nos acogen cuando fallamos, nos proporcionan conocimiento y crecimiento,
nos recuerda quiénes somos y de dónde venimos, y por tanto, nos ayudan a autorreafirmarnos.
Trabajan directamente sobre nuestro autoconcepto (autoestima). A través de ellos generamos nuestra
descripción personal, somos capaces de responder al “quiénes somos”, “qué nos importa”, “qué tiene
valor en nuestra vida y qué no lo tiene”.

Así que son los valores los que nos facilitan la construcción de nuestra identidad, sin lugar a duda
podemos afirmar que los valores nos protegen y nos acompañan en nuestra madurez y crecimiento
personal.

Valores que hermosean

Honestidad, justicia y respeto

Maricela Ortiz Maricela Ortiz

Maricela Ortiz | ACTUALIZADO 11.01.2016 - 9:58 pm

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Estos tres valores hermosean nuestra personalidad y nos definen como personas íntegras, ante una
sociedad corrupta por la carencia de valores, es por ellos que se hace necesario educar esta nueva
generación para que asumiendo estos valores hagan renacer la confianza y la esperanza de que sí se
puede dirigir, gobernar, administrar y servir a nuestra sociedad con honestidad, justicia y respeto.

En la misma medida que respeto, seré respetada, por lo tanto, gánese el respeto de los demás, siempre
sembrando confianza en las buenas relaciones con todos, entendiendo que, nuestra actitud hacia las
personas que nos rodean es lo que nos hace merecedores del mismo.

Su actitud determina su carácter, lo que eres. Usted recibe lo que da. Trate a los demás con respeto y
recibirá lo mismo. Aprópiese de este principio bíblico: “Así que, todas las cosas que queráis que los
hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos;” Mateo 7:12a

Cualquier persona a la que se acerque de manera comprensiva y en son de paz, va a obtener buenos
resultados, sin importar la magnitud del conflicto. Dice en Proverbios 15:1 “La blanda respuesta quita la
ira, mas la palabra áspera hace subir el furor.”

Cuando practica la honestidad, la justicia y el respeto despierta empatía con todos los que les rodean, ya
que son valores que nos resaltan como personas.

El creerse más inteligente, es muestra de tener súper ego, y éste diluye la posibilidad de crecer
intelectual y moralmente. En la medida que nos creemos autosuficientes, es la misma forma que nos
hacemos pequeños.

Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios; le fueron
revelados muchos misterios del reino, descrito en la mayoría de los libros del Nuevo Testamento, y sin
embargo, dijo en el libro a los Romanos 12:3 “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que
está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que puede tener, sino que piense de sí
con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.”
Por lo tanto, al debatir una opinión, nunca denigres a nadie en su parecer, es preferible sugerir o dar
alternativas que refuercen o alineen su percepción (si es errónea, de lo contrario, se debe respetar las
opiniones de los demás. El ofender y ridiculizar o minimizar las ideas de los demás nos encasilla como
conflictivos/as, además produce heridas que en todo momento denotaran irritabilidad en las relaciones.
Sin embargo, en la medida que los apoyamos en sus debilidades nos hace grande.

Compartir lo que sabemos nos enriquece y nos hace sabios, una idea guardada no se multiplica, pero
cuando se pone en contacto con otras alcanza su máxima expresión. Un diálogo lo enriquece la
interacción, es de ahí donde surgen las grandes ideas, los logros de soluciones y el obtener grandes
resultados.

“Y en la multitud de consejeros está la victoria” Proverbios 24:6b

“El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus
manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra
sus ojos para no ver cosa mala; éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio”
Is. 33:15-16a

Valores que propician prosperidad

. 6 noviembre, 2013

En una simplificación práctica, existen dos tipos de países: los que prosperan y los que no. Aplica el
concepto también a compañías, instituciones, familias y todo tipo de organización humana. Unas
avanzan y otras se estancan o retroceden.

Tanto tendremos que construir carreteras, puertos y escuelas, hospitales, puentes y seguridad, como
una nueva mentalidad.

Encapsulado en ésta entrada al blog, pienso que la diferencia tiene todo que ver con los valores. Por
esto, es oportuno revisar los identificados por Lawrence E. Harrison, de su libro publicado en 1999
llamado “The Pan-American Dream”. En una traducción rápida, los siguientes son los valores o virtudes
que propician prosperidad.
Orientación al tiempo: Las culturas que progresan enfatizan el futuro; las que se estancan se enfocan en
el presente y el pasado. La visión al futuro implica superación e influencia en el destino, recompensas en
la vida y una suma positiva en lo económico.

El trabajo es central para el bienestar en las sociedades que propician prosperidad, mientras que es una
carga en las sociedades estáticas. En las primeras, el trabajo le da estructura a la vida cotidiana. La
disciplina, la creatividad y los logros son premiados no solo financieramente sino también en satisfacción
personal y autoestima.

La frugalidad es la madre de la inversión y de la seguridad financiera en las culturas progresistas,


mientras que es una amenaza a las sociedades “igualitarias”, defensivas del status quo y que
usualmente tienen una visión de suma cero. (para ganar uno el otro debe perder).

La educación es la llave a la prosperidad en las sociedades que progresan, mientras que es de


importancia marginal en las estáticas, con la excepción en las élites de las mismas.

El mérito está en la esencia del avance sostenido en las sociedades progresistas, mientras que las
conexiones, los nexos familiares y la tradición cuentan más en las sociedades que se estancan.

En en el caso de las naciones que facilitan prosperidad, la comunidad es donde se logra identidad y
confianza, más allá de la familia y hasta alcanzar la sociedad misma. En las culturas que tienden al
estancamiento o retroceso, la identidad se define en círculos muy reducidos, y son más propensas a la
corrupción, la evasión de impuestos y el nepotismo. También se inclinan menos hacia la filantropía.

Los códigos éticos son más rigurosos en las culturas que progresan. Con la excepción de Bélgica, Taiwan,
Italia y Corea del Sur, las democracias más avanzadas aparecen entre las 25 menos corruptas el
Transparency Internacional’s Corruption Perception Index. Chile y Botswana fueron las únicas
excepciones del “tercer mundo” en esa lista.

La justicia y el juego limpio son condiciones universales esperadas en culturas progresistas. En las
estáticas, como en el plano personal, hay una propensión mayor en conceptos como el “a quién se
conoce” o el “cuánto se puede pagar”.

La autoridad tiende a ser dispersa y horizontal en las sociedades prósperas. Mientras tanto, en las otras
sociedades con tendencia al estancamiento, se nota concentración y verticalidad de la autoridad.

Por último, la influencia de la instituciones religiosas tiende a ser menor en la vida cívica de las
sociedades que progresan. En las otras se observa una influencia que es sustancialmente mayor. En las
primeras se estimula una visión heterodoxa y abierta a disentir, mientras que en las segundas hay una
inclinación a la ortodoxia y la conformidad.

Sin entrar en análisis, para ampliar a las observaciones hechas por Harrison, lo importante es resaltar
que está en juego el progreso, la prosperidad y la vida de las personas en una sociedad. Dicho esto, en
Costa Rica debemos entrarle a los más visibles anti-valores que deben ser cambiados.
De nuevo en el propósito de lo práctico, lo realizable y potente, en breve podríamos empezar por
considerar algunas recomendaciones que podemos iniciar por cada quien, sin esperar a nadie más:

Desprestigiar el choteo. (guerra al sarcasmo).

Celebrar el mérito. (descartar el serrucha-pisos y celebrar todo lo que deseemos que se repita).

Exaltar la puntualidad. (Retomar el reloj y el respeto al compromiso asumido).

Redefinir el pura vida (Como vida balanceada en armonía y propósito).

Proteger la honradez y el trabajo. (Como valores clave para la sostener la prosperidad, exaltando el
emprendimiento).

Detonar la innovación. (Pasar del “todo tranquilo”, la pasividad y el conformismo, a la creatividad y la


innovación).

En el centro de nuestra atención está lograr encausarnos en una ruta de mejoras para las personas que
vivimos en Costa Rica. Tanto tendremos que construir carreteras, puertos y escuelas, hospitales,
puentes y seguridad, como una nueva mentalidad.

La competitividad empieza por cada quien.

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