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En este momento es importante que entendamos que cuando hay persecución hay
vituperio, cuando hay ataques de parte del enemigo necesitamos entender que no
estamos solos que alguien más está con nosotros y ese alguien es el Espíritu Santo.
Estando persuadido de esto, que Él que comenzó en vosotros la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Filipenses 1:6-7
El apóstol Pablo desde la cárcel, envía palabras de animo a sus discípulos en Filipo.
Pablo tenia una meta: presentar perfecto en Cristo a cada creyente. Pablo como
conocedor que había sido del Espíritu Santo, sabia que él no los dejaría a mitad de
camino, sino que prepararía los medios para que ellos pudieran mantener viva su fe,
hasta el fin de su carrera. Recuerdo que recién casados con Claudia ella tenía que ir
a la universidad y atravesar por un callejón muy largo y muy solitario y no tan
iluminado, y un día que ella estaba caminando yendo para la casa, eran como las
diez de la noche, sintió como que una fuerza extraña detrás de ella estaba y que
algo la iba a envolver y mi esposa cuando se dio media vuelta vio un hombre de
esos aspectos terribles era un mendigo que quería como abrazarla con malas
intenciones y en ese momento la reacción de ella, fue empezar a hablar en lenguas
y con una autoridad salían esas palabras que el hombre se asusto como si hubiera
visto un ejército detrás de ella, dio media vuelta y salió a correr. Vino una protección
sobrenatural peleando por ella era el mismo Espíritu Santo.
Y cuantas veces Dios nos guarda y lo interesante es que el Espíritu Santo es una
persona es real y Él quiere vivir dentro de nosotros. Jesús expreso a sus
discípulos: “Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si
no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo
enviaré” (Juan16:7). Con esto el Señor da a entender que él nunca nos dejaría
solos. Razón por la cual en el pentecostés el Espíritu Santo descendió sobre los
ciento veinte en el aposento alto y todos fueron llenos del Espíritu de Dios.
Pablo en su carta a los corintios les dijo: “Porque ¿quién de los hombres sabe las
cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco
nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no
hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios,
para que sepamos lo que Dios nos ha concedido”. (1 Corintios 2:11-12). Moisés
escribió: “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las
reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre…”
(Deuteronomio 29:29).
Apreciado amigo, desde los 18 años de edad conocí al Espíritu Santo y puedo decir
que no hay mejor compañero que Él.
“TENIENDO AL ESPÍRITU DE DIOS EN MI CORAZÓN, VIVO CONFIADO Y SEGURO, PORQUE ÉL ES
MI BENDICIÓN”
EL MEJOR AMIGO
El Espíritu Santo es el único administrador de las riquezas de la Trinidad. El Padre y
el Hijo comparten la totalidad de la riqueza infinita, pero quien la revela e interpreta
es el Espíritu Santo. Podemos pensar que Dios tiene un almacén lleno de todo lo
que el hombre pueda necesitar en la tierra, y cualquier persona que anhele ser
enriquecida con esas bendiciones, debe cultivar una relación íntima con
el Espíritu Santo.
Conoce lo más íntimo de Dios. “Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del
hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las
cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del
mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha
concedido”. (1 Corintios 2:11-12).
Esto fue lo que hicieron los fariseos con Pablo, pues estos llenos de celos
levantaron una de las persecuciones mas acérrimas en contra del apóstol, para ver
si el desistía de su misión, mas la gracia de Dios lo sostuvo y pudo culminar su obra
con éxito. Aunque los momentos que él vivió fueron muy difíciles. Como el mismo lo
expreso: “¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más;
en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en
peligros de muerte muchas veces”. (2 Corintios 23-30). Antes de partir de este
mundo, el Señor Jesucristo, consciente de que su misión tenía que ser culminada, y
que quienes lo deberían hacer serían sus discípulos, les dijo: “Toda potestad me
es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las
naciones” (Mateo 28:18-19).
En esta declaración se resume el propósito de Dios que debía continuar hasta el fin:
la salvación de toda la humanidad. El Señor Jesús, como todo un gran conquistador,
les da a entender a sus seguidores que no deben temer a nada ni a nadie pues, Él
se constituyó en Señor sobre todo, tanto en el cielo como en la tierra. Con esa
confianza ellos deberían lanzarse a conquistar las naciones para su reino, haciendo
que la visión corriera. Razón por la cual encontramos un liderazgo que no se dejaba
amedrentar por los adivinos o hechiceros pues, ellos conocían el secreto de la
guerra espiritual; ya que todo espíritu estaba bajo la potestad de Jesús.
Los apóstoles sabían cómo doblegar los poderes del infierno en cualquier ciudad a
donde ellos llegaban a predicar el evangelio. Además, el evangelio que predicaban
era un evangelio cargado de poder porque ellos habían renunciado a cualquier clase
de prejuicio humano, y solamente se movían en la sensibilidad al Espíritu Santo. Los
discípulos no se limitaron a ir a determinado lugar, sino que, además de ser
excelentes ganadores de almas, permanecían con los recién convertidos hasta que
éstos ya estuviesen formados y listos para dar fruto. Conocían el verdadero sentido
del discipulado. Conscientes de que si querían tomar un ciudad, sería imposible sin
haber formado líderes.
“CONOCER A JESÚS COMO MI SALVADOR, ME HIZO VER LA GRANDEZA DEL REINO ESPIRITUAL, Y
PONDRÉ TODO MDE MI PARTE PARA LLEGAR ALLÁ”
VER AL SEÑOR
Es interesante la manera como el Señor Jesús corre el velo y muestra como el
destino eterno del ser humano, depende de lo que este haya atesorado en su
corazón. A través del profeta Jeremías el Señor dijo: Engañoso es el corazón más
que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Jeremías 17:9.
Por mas que el Señor se esforzó para que su pueblo entendiera que el problema de
ellos estaba en sus propios corazones, mas a ellos les fue muy difícil entender lo
que el Señor les quería enseñar y prefirieron vivir en la dureza de sus corazones. y
esto nublo las mentes de ellos y mantuvieron a Dios alejado de sus vidas. También
el Señor Jesús dijo: “Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los
malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los
hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la
maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro
salen, y contaminan al hombre”. (Marcos 7:21-23).
Como podemos ver, el ser humano por causa de su pecado, le abrió la puerta a
trece contaminaciones diabólicas, que pueden llevar al ser humano a la condenación
eterna. Ahora ¿cómo se mantiene un corazón limpio?, el Señor Jesús dijo: “Ya
vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado” (Juan 15:3).
El apóstol pablo en dijo: “…cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en
corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman” (1
Corintios 2:9-10).
“LA SANGRE DE JESÚS, LA PALABRA DE DIOS Y LA GRACIA DEL ESPÍRITU SANTO EN MI CORAZÓN,
CONTRIBUYERON PARA PODER VER A DIOS”