Asignatura

Psicología Clínica

Nombre del Tema

Reseña

Docente
Claudia Isabel Rojas Patino

Bucaramanga
Junio/01/ 2019

INTRODUCCIÓN
En el presente trabajo se expondrán los aspectos principales de la evaluación de la terapia

psicológica desde la efectividad, eficacia y eficiencia partiendo de la explicación de dichos

conceptos; las diferentes formas de evaluación para identificar los estudios que tienen

apoyo empírico, un análisis de las técnicas de psicoterapia basada en los diferentes

enfoques, así como una postura crítica frente a la temática mencionada.

Por lo consiguiente la psicología integra además en sus saberes, aspectos teóricos,

científicos y prácticos de forma que pueda comprender, aliviar, predecir y corregir

dificultades cognitivas, emocionales y conductuales del ser humano. Por tanto, el insumo

básico y primordial del trabajo psicológico es la persona abordada desde todas sus

dimensiones humanas en los diversos campos de acción en los que se desarrolla.

EFICACIA, EFICIENCIA Y EFECTIVIDAD DE LA PSICOTERAPIA

En primera instancia, es importante exponer los conceptos de efectividad, eficiencia y

eficacia desde la perspectiva psicológica.

La efectividad de una intervención está relacionada con el grado de bienestar y satisfacción

de la persona que busca el servicio psicológico. «La efectividad apunta hacia el éxito social

y la satisfacción del cliente» (Álvarez, 1998) Pero en este caso, surge la pregunta por la

intervención: ¿hasta qué punto sirve? Lo que nos conduce al concepto de eficacia que se

refiere a la capacidad con la que cuenta un tratamiento para generar cambios psicológicos

que sean óptimos a la no intervención u otros tratamientos genéricos. (García & Vives,

2004) Su fundamentación, depende de un factor clave que es la calidad de sus datos

empíricos. Y finalmente, la eficiencia, que se define como la relación costo-beneficio de la

psicoterapia. Pérez Álvarez y García Montes (2003), exponen 2 niveles de la eficiencia: «el

coste directo del tratamiento para el paciente o el sistema proveedor del servicio, el coste

directo para la comunidad y el coste indirecto para la sociedad».

Con respecto a este último concepto, se puede afirmar que hay una «dualidad ética» con la

eficiencia de los tratamientos y sus beneficios económicos para el terapeuta. Muchos en su

afán de captar clientes, mercantilizan la labor psicológica terapéutica, vendiendo

tratamientos que pueden deteriorar el estado inicial del paciente, incurriendo en graves

errores y faltas a la ética profesional. Es por eso por lo que la investigación cobra mayor

importancia para la eficacia, eficiencia y efectividad de la psicoterapia, puesto que se

constituye como fuente confiable para la práctica de las intervenciones psicoterapéuticas.

Dentro de las formas para identificar los estudios con apoyo empírico se pueden encontrar

procedimientos de metaanálisis para analizar los efectos de los estudios resultados de la

psicoterapia. Entre los estudios de metaanálisis, algunos de ellos infieren que las terapias de

los enfoques psicológicos más importantes son igualmente eficaces para los mismos
trastornos; pero otros estudios, sugieren que cada enfoque y sus técnicas de intervención

son apropiados para determinados trastornos.

Por ejemplo, en el enfoque psicodinámico, del que se derivan muchas psicoterapias de la

actualidad, se centra en trabajar la capacidad de introspección del paciente sobre las fuentes

y orígenes de sus problemas a través de técnicas de tipo subjetivo como la Hipnosis,

Análisis de sueños, Asociación libre, Resistencia, Trasferencia y Contratransferencia,

Relaciones objétales, la Terapia Dinámica a corto plazo, entre otros, utilizados

frecuentemente en trastornos depresivos y de la alimentación.

Por otra parte La eficacia de una intervención depende de la calidad de los datos empíricos

que la sustentan. Los autores que defienden una línea más científica consideran sólo como

claramente eficaces a los tratamientos que cumplen las siguientes condiciones:

 Han sido investigados mediante buenos diseños experimentales de grupo o de caso

único.

 Han obtenido resultados superiores al no tratamiento, al placebo y/o a un

tratamiento alternativo, y/o resultados equivalentes a un tratamiento ya establecido

como eficaz.

 Los resultados deben haberse constatado al menos por dos grupos de investigación

independientes.

Además, los tratamientos deben estar bien descritos y las características de las muestras

empleadas deben ser claramente especificadas.

Por otra parte el concepto de efectividad o utilidad clínica de las intervenciones implica tres

aspectos:

 Generalizabilidad de los resultados de los estudios realizados en condiciones

artificiales a los contextos clínicos reales, lo que implica verificar que los
 resultados obtenidos con los sujetos y terapeutas “experimentales” y con los

métodos de trabajo que se utilizan en los contextos artificiales sean reproducibles

en la práctica clínica real.

 Viabilidad de la intervención: aceptabilidad de la misma por parte de los clientes

(coste, malestar, duración, efectos secundarios, etc.), probabilidad de

cumplimiento, facilidad de difusión entre los profesionales.

 Eficiencia: relación costes/beneficios para el cliente y para la sociedad.

Finalmente, conviene señalar que, a pesar de su impacto generalmente positivo, la terapia

psicológica puede tener también efectos perjudiciales en algunos casos. Así, el diagnóstico

(por ejemplo, psicosis, trastornos límite) y el grado de deterioro del paciente parecen

variables ligadas al empeoramiento, especialmente cuando se combinan con técnicas

confrontativas dirigidas a socavar las estrategias de afrontamiento o las defensas del cliente.
 CONCLUSIONES

Por lo anterior se puede concluir que la psicología integra en sus saberes, aspectos teóricos,

científicos y prácticos de forma que pueda comprender, aliviar, predecir y corregir

dificultades cognitivas, emocionales y conductuales del ser humano. Por tanto, el insumo

básico y primordial del trabajo psicológico es la persona abordada desde todas sus

dimensiones humanas en los diversos campos de acción en los que se desarrolla.

La Psicología como disciplina científica, se encuentra en el deber de garantizar que los

métodos de intervención utilizados con sus pacientes son efectivos y se adecúan a las

necesidades de la persona de acuerdo con el diagnóstico establecido. Es por ello, que se

reconoce la necesidad de evaluar constantemente las intervenciones psicoterapéuticas que

aplican en el ejercicio profesional, desde las variables de la efectividad y la eficacia, de

modo que se sigan los lineamientos éticos de acuerdo con el marco legal de la actividad

profesional psicológica.

BIBLIOGRAFÍA
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