El acceso al servicio eléctrico en las áreas rurales y aisladas tiene grandes dificultades por la

reducida demanda, así como por el desinterés del sector privado a brindar este servicio, debido al
alto costo y baja rentabilidad.

Un factor que impiden el acceso de la población rural a estos servicios constituyen entre otros, un
mercado reducido y disperso que impide economías de escala, la lejanía, aislamiento y poca
accesibilidad de los pueblos que determinan soluciones desfavorables en términos de inversión y
costos de operación y mantenimiento, el mercado objetivo es de bajo poder adquisitivo,
generándose morosidad y dificultad creciente en los pagos de las tarifas (tarifas eléctricas altas),
en comparación con las tarifas que se aplican en las zonas urbanas, las cuales por sus economías
de escala resultan relativamente más bajas.

El aspecto más importante constituye en este sentido la disponibilidad de recursos financieros

para atender estas necesidades, ya que en la actualidad se evidencia una ostensible escasez de
recursos presupuéstales y falta de regularidad en las asignaciones por parte del Ministerio de
Economía y Finanzas, a la Empresa Nacional de Electrificación Rural, órgano dependiente del
Ministerio de Energía y Minas encargado de ejecutar los proyectos de electrificación, en base al
Plan de Electrificación Nacional 2001-2010.

Las dificultades de financiamiento las que no garantizan un crecimiento sostenido de la

Electrificación rural en el país así como el incumplimiento de las metas de ampliación de la
frontera eléctrica nacional.

En el campo normativose evidencia la inexistencia de un marco legal adecuado que sustente el

desarrollo de la electrificación rural así como de las zonas consideradas de preferente interés
social, complementando la Ley de Concesiones Eléctricas.

Que, es necesario que los recursos económico a emplearse en la electrificación sean centralizados
en un fondo especial destinado a financiar los proyectos de electrificación de zonas rurales y
localidades aisladas, fondo que debe aglutinar tanto los recursos presupuestales que le asignen a
la Empresa Nacional de Electrificación Rural, la contribución de los usuarios de los servicios
eléctricos de las ciudades del país, un porcentaje de los recursos obtenidos por la privatización de
las empresas del sector Energía y Minas, el monto de las sanciones que imponga el OSINERG así
como los aportes, préstamos o donaciones que se obtengan de la cooperación internacional.

El Ministerio de energía y minas debe mantener su rol como organismo normativo del sector.

Que, para concretar la puesta en marcha de proyectos de electrificación rural, se requiere de una
organización autónoma y con la infraestructura y recursos técnicos y económicos adecuados.

Que, es necesario recurrir al aprovechamiento de las energías no convencionales para incluir las
necesidades de áreas aisladas del país.

Que, el aprovechamiento de las energías renovables ha estado limitado por falta de apoyo e
incentivos.
Que, para incentivar el desarrollo de las energías renovables se requiere asegurar su despacho en
el sistema interconectado nacional en cantidad y precios promocionales.

Que, el aprovechamiento de energías convencionales puede utilizar tecnologías y materiales

nacionales generando fuentes de trabajo.