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"EL ESPEJO DE LOS SUEÑOS"

El espejo de los sueños es un libro que relata 9 mitos de algunas culturas indígenas
sudamericanas. Existen mitos relacionados con el Dios Wiracocha creador de todo, mitos
sobre la creación de los lagos, de las Montañas, y los Mitos de La selva.

Resumen:

1.- "Wiracocha, el Hacedor del mundo".- es un Dios creador, que nace del mar, y va
cerca del Lago Titicaca. Una vez que crea todo, encarga a los hombres que se respeten y
vivan en paz, ante su incumplimiento los castiga, a un grupo los vuelve de piedra (los
monolitos de Tiahuanaco y Paucara) y luego manda un diluvio matando a todos. Decide
retornar con 3 sirvientes. En Tiahunaco planifica la nueva creación. Logrando nuevamente
crear todo y con la ayuda de sus dos criados pone nombre a todas las naciones, lenguas y
especies de plantas y animales. Concluida su obra encargó nuevamente a los hombres que
no se hagan daño y se respeten, entonces se va con ellos al cielo partiendo del mar.

2. "Tunupa, dios del fuego".- Trata de los relatos en diferentes pueblos, relacionados con
TUNUPA, que era un hombre viejo, con poderes, que cargaba una cruz inmensa, él
decía que creía en un solo Dios y predicaba en contra de las malas costumbres de los
pueblos indígenas, por lo que siempre era odiado lo botaban. Por ejemplo: Un día en un
cerro apareció un ídolo, Tunupa se puso tan furioso que hizo que saliera fuego del cielo y
el ídolo se quemó, los indios lo apedrearon y lo sacaron del pueblo. En Sica Sica Tunupa
convenció a los indígenas de construir una iglesia, una noche cuando faltaba construir el
techo con paja, ésta se incendió, pero TUNUPA salvó la construcción milagrosamente, él
caminó sobre las llamas. En Carabuco Tunupa clavó su cruz donde se reunían los
hechiceros a obtener respuestas de los ídolos. Mientras estuvo su cruz los ídolos
enmudecieron, por lo tanto lo botaron del pueblo, luego él decidió retornar, entonces los
indígenas lo azotaron, lo ataron y lo pusieron en una barca y lo entregaron al lago,
botando su cruz al agua. La barca llegó al Lago TiTicaca y el Dios del Lago Copacabana
que tenía 2 hijas que lo salvaron, Pero, cuando fue a predicar nuevamente también lo ataron
y entregaron a Lago donde la barca floto por 4 días y noches, cuando la barca chocó con
tierra, ésta se abrió formando el río Desaguadero, y luego llegó al Lago Poopó donde
desapareció. Se dice que el día de su muerte él se convirtió en un gran volcán sobre la orilla
del Salar de UYUNI

3. "La bella Tunupa y los titanes andinos"

Los pueblos indígenas que forman parte de este mito también son los aymaras y quechuas
dentro de los actuales países de Ecuador, Perú, Bolivia y Chile.
Este mito trata de la creación por parte de Wiracocha de la Cordillera Oriental y Occidental,
además de sus cuatro centinelas: El Illimani, el Mururata, el Huayna Potosí y el Illampu,
establece que por la envidia del Mururata al Illimani Wiracocha se enojó y le dio una onda
con una piedra de oro al Illimani para que le de su merecido. En la lucha el Mururata
perdió su cabeza que cayó en la otra Cordillera Occidental , la cabeza es el Sajama.
Entonces wiracocha crea a su hermosa hija para que sea pacificadora y encarga a los
centinelas su cuidado. La hija se enamora 2 veces y en las dos fracas, con sus lágrimas se
crean lagos como el Poopó y el Lago de Coipasa. Finalmente ante la muerte de último ser
amado Tunupa lanzó un grito desde lo profundo de su ser y el grito se convirtió en lava
que la petrificó tomando la forma de 1 volcán quedándose para siempre en el Salar de
Uyuni

4. " La Virgen- Cerro"


Cuenta que el cerro Rico de Potosí estaba cuidado por unos espíritus que no dejaban que
se lleven sus riquezas. Un día Diego Huallpa descubrió accidentalmente una veta de Plata,
contó su secreto a su mejor amigo quién lo divulgo. Al enterarse los españoles registraron
la mina a su nombre y explotaron el cerro. Un día encontraron unas estatuas de plata que
sacaron de la mina, en realidad eran los espíritus de la montaña y la personificación del
Tío al que hoy en día rinden culto los mineros. Los espíritus se enojaron y en varias
oportunidades atraparon a mineros con derrumbes, ellos fueron salvados por su fe en la
Virgen María. Los habitantes del pueblo adoraban a la Virgen por sus milagros y
encargaron al escultor Tito Yupanqui que esculpiera su imagen, él esculpió a la Virgen de
acuerdo a la imagen que se le apareció, “la Virgen de Copacabana. También él dejo en
Potosí un cuadro de la Virgen encima del Cerro Rico de Potosí ”

5. "El Tata Sabaya"


El segundo mito cuenta una historia romántica en la que el volcán Sabaya se enamora de
una pastora. El alma de la montaña abandona sus orígenes para convertirse en humano y
casarse con su amada. Ambo tuvieron un hijo llamado Santiago y cuando el se hizo adulto
el espíritu de su padre volvió al cerro. Santiago fundó y gobernó un pueblo y la única
condición que le puso al sacerdote es que inicie la misa de los domingos sólo si Santiago
estaba presente; sin embargo un día Santiago se atrasó y sin el la misa comenzó. Santigo
mandó a apresar al sacerdote y éste maldijo a Santiago. Como castigo el Tata Sabaya
erupciono y el pueblo desapareció. Un día la imagen de una bella mujer apareció y junto a
este echo el pueblo se reconstruyó. , desde entonces se la conoce como la Virgen de Sabaya

6. " Tanga-tanga, el dios de las tempestades"


Y el tercer relato es el de un dios cruel y monstruoso, el Tanga-tanga, que cuando se
enfurece envía terribles tempestades sobre la ciudad. Alrededor de este ser mitológico está
la creencia de que su tesoro está guardado dentro de una de las montañas de la región.

Mitos de la selva

7. "Duik y Mitscha, los hermanos divinos".

Los pueblos indígenas involucrados en este mito son los chimane dentro de los actuales
países de Brasil y Bolivia. En este mito, los hermanos divinos, Mitscha y Duik, son dos
gemelos traviesos y divertidos que realizan una creación llena de errores que ellos mismos
tratan de enmendar.

8. "La sirena del Parapetí"


Las comunidades indígenas protagonistas de esta historia son los guaraníes dentro de los
actuales países de Argentina, Paraguay y Bolivia. Este mito corresponde a la región
chaqueña y relata la historia de un personaje fantástico que tienen relación con la creación.
En primera instancia se ve la sujeción del hombre a los espíritus de la naturaleza que actúan
como los conservadores de la misma. Mas tarde, una niña se enamora de un cazador y
escapa de su padre que es un ogro con poderes mágicos; para lograrlo, la niña y su pareja se
van convirtiendo en diferentes animales dando lugar al origen de cada especie hasta quedar
convertidos en una sirena.

9. "Tojwak, el duende del Gran Chaco"

En el tercer mito el protagonista es un duende travieso, producto de un ser creador y de la


muerte, ejemplo de la alternancia entre lo bueno y lo malo, que enseña a los mataco todas
las artes para que puedan vivir mejor. Los pueblos indígenas involucrados en este relato son
los mataco dentro de los actuales países de Argentina, Paraguay y Bolivia.

Fragmentos

Duik y Mitscha
Los hermanos divinos

En un apartado rincón del cielo viven Duik y Mitscha, hijos de la diosa Hëbës, señora
de los espíritus de la selva. Duik es alegre, bromista y muy travieso; además, es más fuerte
y más rápido que su hermano. Mientras que Mitscha es tímido y amigo de la perfección.
Duik está siempre revoloteando alrededor de Mitscha, inventando bromas y estropeando
sus invenciones. Entre los dos han creado el universo.

Un día decidieron probar si todo lo que habían hecho funcionaba. Fue así como se
dieron cuenta de que la tierra estaba llena de errores y de cosas sin sentido. Por supuesto
que Mitscha culpó a su hermano de todas las equivocaciones, gracias a sus alocadas y
torpes intervenciones; pero Duik, muy fresco, no aceptó la acusación.

La tierra que habían creado era en verdad algo extraña. La superficie era plana, aunque
con algunas lagunas. No corrían ríos porque no tenía montañas y se volcaba con facilidad
porque carecía de equilibrio. Además, el sol y el firmamento estaban tan cerca que mucha
gente moría debido al intenso calor o al ser aplastados por el cielo que frecuentemente se
desprendía del espacio. No existían plantas ni tampoco animales y, para sobrevivir, las
personas se comían unas a otras.

Esto no satisfacía ni a Duik ni a Mitscha que continuamente peleaban por encontrar la


manera de perfeccionar el desastre que habían creado. Múltiples fueron los intentos para
mejorar su creación y la tierra tuvo que soportar diversas catástrofes antes de convertirse en
lo que es ahora.

Duik había encontrado algunas soluciones, pero en su afán por decirlas a Mitscha
resbaló y cayó sobre el sol. La tierra empezó a quemarse y el fuego se extendió por todas
partes ardiendo descontroladamente. Los hombres, desesperados, se atropellaban unos a
otros para poder cruzar al otro lado del fuego.

Angustiado por lo que había ocasionado, Duik quiso apagar el fuego enviando un gran
ventarrón y para salvar a los hombres le dio a cada familia una semilla de shipt. Era una
hierba muy fuerte de la cual debían sujetarse para que el viento no se los lleve. Todos
obedecieron y en medio del fuego plantaron la semilla.

Después de un tiempo, los hombres salieron de sus refugios y vieron que todo estaba
en llamas y oscuro; el humo había nublado el ambiente. De pronto empezó a soplar una
leve brisa y la gente se sujetó a los shipts que ya estaban crecidos. El viento se hizo más
fuerte, apagó el fuego y se llevó toda la ceniza. Sin embargo, el ventarrón hizo que la tierra
perdiera su equilibrio y se volcara. Al darse la vuelta las lagunas rebalsaron y el agua
inundó la superficie. Y para colmo de males una abundante lluvia cayó sobre toso el
planeta. Durante ocho días y ocho noches no paró de llover, y aquel diluvio se llevó la vida
de muchas personas.

Mientras tanto el sol se había consumido y todo quedó en tinieblas. Los hombres
tocaron sus flautas pidiendo otra vez la luz, pero en ese mismo instante sus vestidos de
algodón, muchos de ellos decorados con manchas de pintura, se convirtieron en feroces
jaguares que corrían desaforados devorando a la gente.

Mitscha, que había soportado ya bastante las torpezas de Duik, se puso furioso. Le dijo
que en lugar de mejorar la tierra la estaba destruyendo y que no lo ayudaría más. Mitscha
abandonó a Duik, atravesó el vacío y se fue al lado opuesto de la tierra donde no volvería a
ver a su hermano.

Duik, que quería mucho a Mitscha, decidió ir a buscarlo. Cuando llegó al lugar donde
la tierra se juntaba con el cielo, sacó su hacha y cortó un madero para que sujetase el
firmamento mientras él cruzaba a llamar a su hermano. Con sus juegos y embustes Duik
convenció a Mitscha y juntos regresaron para continuar con su plan de perfeccionar la
tierra.

Lo primero que hicieron fue soplar sobre el sol que ya estaba consumido para que
pudiera brillar nuevamente. Y para evitar que la tierra se volcara crearon montañas y
serranías. Duik mandó a un pájaro carpintero que, volando por arriba y por abajo de manera
ondulada, fue formando los montes y cordilleras de cada una de las regiones.

Como no era posible que el cielo se cayera sobre la tierra ocasionando grandes
catástrofes y aplastando a la gente, Duik y Mitscha decidieron sujetarlo. Para lograrlo,
convirtieron a uno de los hombres en un gusano al que llamaron Ñuku y le ordenaron que
extendiera su flexible cuerpo de un extremo al otro del firmamento. Desde entonces Ñuku
carga el cielo sobre sus espaldas y aún se lo ve en las noches formando la Vía lactea.

De los hombres que habían sobrevivido a las catástrofes, Duik escogió a los más
grandes y fuertes. Los convirtió en estrellas para que paseen por el cielo y de lejos se los
pudiera ver brillar. A aquellos que tenían buena puntería con el arco y la flecha, los
convirtió en los rayos y relámpagos que aparecen en las noches de tormenta. También creó
una lluvia beneficiosa desviando un caudaloso río que existía en el cielo. Finalmente
apareció Kuüma, el viento, que es el más pícaro de todos porque se echa a reir y se divierte
tumbando las casas y las plantas del Chaco.

Después de haber concluido con el cielo, Mitscha y Duik decidieron crear más gente
para poblar la tierra. Duik optó por hacer a los hombres blancos de madera balsa y a los
negros del árbol del tajibo. Así, con la rapidez de un rayo, empezó a crear uno tras otro.
Mitscha, en cambio, quería crear una raza hermosa y diferente, y escogió arcilla amarilla
para hacer a los Chimane. Uno a uno los fue creando, con detalle y perfección, y luego los
fue acomodando sobre la orilla del río Maniqui.

Como Duik había terminado antes su trabajo se dispuso a ayudar a Mitscha, pero se
tropezó y destruyó algunos de los hombres que su hermano había hecho. Mitscha se enojó
tanto que desparramó el resto de tierra amarilla que le quedaba y dejó de hacer hombres
Chimane. Es por eso que hay tan pocos Chimane sobre la tierra.

Después de haber creado a los hombres, Duik y Mitscha se quedaron atónitos al ver
cómo estos se comían entre ellos. Entonces Duik escogió a aquellos que habían sido malos
y los convirtió en plantas y animales permitiendo que conservaran su alma. Luego sopló
sobre su dedo índice y creó arcos y flechas para que los hombres cazaran animales y
atraparan peces, y el hacha para que cortaran árboles.

Las herramientas necesarias para sobrevivir fueron el origen de un nuevo dilema. La


gente cazaba animales y talaba árboles sin necesidad, por el sólo hecho de divertirse. De
continuar esto, todo lo que había sido creado desaparecería muy pronto. Entonces Mitscha
pensó en crear espíritus vigilantes, dueños de cada especie, que se encarguen de su cuidado
y reproducción. Fue así como crearon a los Hebes, espíritus de la selva, a quienes pusieron
en la pampa, en los bosques, en los cerros y en las profundidades de las aguas. Adoptando
tanto la forma de hombres como de animales, los Hebes eran responsables de la vida y
muerte de su animal evitando que la especie se extinga.

De esa manera, para cazar un animal o cortar un árbol, los hombres tenían que pedir
permiso al Hebes soplando en las manos y luego hacia el aire. Cuando el animal se
presentaba ante ellos, la puntería tenía que ser perfecta; pues si sólo quedaba herido, su
dueño castigaba al cazador volviéndolo loco. Una vez muerta la presa, el cazador tenía que
bañarse en el río y agradecer al Hebes dejando algo de comida y chicha cerca del bosque.

El único ser que había quedado fuera del dominio de sus creadores era el jaguar.
Nunca quiso obedecer a su Hebes porque quería seguir siendo un hombre. Fue así como se
convirtió en el animal más temido de la tierra.
Para que los jaguares no volvieran a tomar vida en los vestidos de los hombres durante
la oscuridad, Mitscha les pidió a los Chimane que cada uno guarde en su casa un vestido
hecho de la corteza del árbol de Bibosi. Hicieron dibujos de jaguar sobre las cortezas, los
cosieron y hasta el día de hoy los Chimane conservan guardados sus vestidos esperando el
juicio final. Ese día se los pondrán para evitar que los jaguares los devoren.

Duik y Mitscha habían trabajado mucho perfeccionando la tierra; sin embargo, no


podían descansar porque siempre era de día. Fue entonces que Duik creó la noche; pero los
problemas no se acabaron ahí. El sol aún se estaba consumiendo y necesitaban uno nuevo
lo más rápido posible. Los hermanos se miraron y una vez más empezaron a discutir para
decidir quién sería el sol. Después de una gran pelea, se les ocurrió que si había un astro
durante el día también debía haber uno durante la noche. De esa manera Mitscha se hizo sol
y Duik se hizo luna. Convencidos de que no podrían dejar de pelear, decidieron separarse.
Desde entonces Duik está sobre un lado de la tierra y Mitscha sobre el otro.

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