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INSTITUTO UNIVERSITARIO ECLESIÁSTICO SANTO TOMÁS DE AQUINO

PALMIRA ESTADO TÁCHIRA.


CÁTEDRA: HOMILÉTICA.
DOCENTE: LCDO. PBRO. JUAN RAMÓN CÁRDENAS
ALUMNO: HOBRAYAN ZAMBRANO
C.I.: 26.068.375

TIPOS DE PREDICACIÓN
Las dos formas principales de predicación son:

1. La homilía.
2. La predicación temática.

La diferencia entre ambas no está en que la homilía sea bíblica y la predicación


temática no lo sea. Las dos están necesariamente vinculadas a la Biblia. La diferencia se
funda más bien en el modo de esa vinculación’. En la predicación temática predomina una
finalidad doctrinal, en la homilía predomina la explicación del texto.
En el Nuevo Testamento se nos han transmitido estos dos tipos principales en la
predicación de Jesús; la interpretación del texto Is 61,lss en la sinagoga de Nazaret
pertenece al género de la homilía, mientras que el sermón de la montaña (Mt 5-7) y los
discursos de despedida son predicaciones temáticas.

Ambas Formas Se Justifican

Las dos formas de predicación —la homilía y la predicación temática— están


justificadas y son necesarias. Ninguna puede imponerse absolutamente. Se trata en esto de
una cuestión de principios, de la relación de la predicación con la Sagrada Escritura.
En la Iglesia hubo una predicación antes de que hubiese una Escritura. La Sagrada Escritura
es la revelación escrita de una predicación La autoridad de la Iglesia es la intérprete de la
Sagrada Escritura.

«El oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios escrita o transmitida ha


sido confiado únicamente al Magisterio vivo de la Iglesia, cuya autoridad se ejerce
en el nombre de Jesucristo» (DV 10)

Este principio formal vale también para la predicación. Como la Biblia no es la


primera y última fuente de la fe, tampoco es la primera y última fuente de la predicación
Limitarse sólo a la Sagrada Escritura no sería otra cosa que hacer válido en la predicación
el principio reformador de la doctrina de la sola scriptura Si dogmáticamente se coloca uno
en la posición de la sola scriptura, entonces hay que concederle el monopolio a la homilía.
La fe ha impuesto a la predicación una serie de normas. Primero y ante todo está la Sagrada
Escritura Son asimismo normas de la predicación el dogma y sus formas fundamentales, los
símbolos de la fe Norma de la predicación es también el magisterio vivo de la Iglesia Y,
finalmente, es norma de la predicación la fe, lo que la Iglesia vive concretamente en sus
comunidades.

El principio definitivo de interpretación lo constituye la analogía fidei Es decir,


tanto el exegeta como el predicador exponen la Escritura correctamente sólo cuando la
entienden en el contexto global de la fe católica de acuerdo con el magisterio de la Iglesia.
La predicación no es sólo explicación de la Sagrada Escritura, ya que la primera fuente de
la fe es la doctrina de la Iglesia, es decir, no la Sagrada Escritura por sí sola, sino tal como
se entiende dentro de la Iglesia Esto es el fundamento de la predicación temática La
Sagrada Escritura es fuente de la revelación y con ello también fuente de la predicación.
Ciertamente es una fuente que requiere una explicación. Aquí tiene la homilía su función
específica dando esta explicación.

En la homilía habla la Sagrada Escritura esclarecida por el predicador. En la


predicación temática, por el contrario, habla el predicador y aclara sus propios
pensamientos con palabras de la Sagrada Escritura. Los movimientos teológicos recientes,
especialmente los movimientos litúrgico, kerigmático y bíblico, han contribuido
notoriamente a dar más realce a la homilía. Después del Concilio la homilía se ha afianzado
todavía más frente a la predicación temática.

Existe una tercera forma que podemos distinguir de la homilía y la predicación


temática. Se trata de la predicación que se ocupa no de una perícopa, sino de un texto muy
breve; se aborda un solo versículo que ofrece la idea que se quiere predicar Bajo el nombre
de «predicación-sentencia» podemos reunir todas aquellas formas de predicación que
colocan en el centro un solo versículo, proverbio o sentencia Éstos pueden ser de la Biblia o
también profanos Es una forma adecuada para la predicación en la misa diana y
especialmente para la predicación circunstancial (bautizo, boda, entierro). Es una forma de
predicación intermedia entre la homilía exegética y la homilía temática Con la primera
tiene en común la vinculación a un texto bíblico; con la segunda goza de la libertad de la
predicación temática al atenerse sólo a la idea del texto, sin deber analizarlo en su contexto.

I LA HOMILÍA

Para designar la acción de la predicación, los cristianos de los primeros siglos


tuvieron que recurrir al vocabulario de que disponían Omilia es una voz que tuvo fortuna,
pues fue muy usada El nombre proviene del griego y significa «conversación con otros».
Esto ya caracteriza a la homilía como un modo de hablar familiar. El uso del nombre lo
encontramos ya en el Nuevo Testamento No viene como sustantivo, sino como verbo Pablo
platicaba en una casa de Tróade y prolongó su discurso hasta la medianoche, de modo que
el sueño abrumó a un joven que estaba sentado en una ventana y se cayó del tercer piso
abajo (Hch 20,7-10).

La homilía adquirió entre los primeros cristianos el sentido de instrucción pastoral,


sin perder dicha connotación de familiaridad o simplicidad en el lenguaje. Los latinos
tradujeron muy frecuentemente homilía por tractatus, oponiéndolo a logos, que tenía
ordinariamente el sentido de sermón o discurso revestido de cierta solemnidad. Sin
embargo, en el lenguaje usual no se tardó en confundir logos con omilia. Por lo demás,
homilía, en su sentido más técnico, significaba un comentario, en forma de predicación, de
una lectura bíblica.

Tipos de Homilía: Tanto en la homilía exegética como en la homilía temática se tiene que
elaborar una unidad y una sucesión de las ideas. Sólo es distinto el procedimiento.

1. Homilía Bíblica:

a) Homilía Exegética: La homilía sencilla renuncia a un esquema lógico y explica


los pasajes, versículo por versículo, de un modo edificante haciendo las
correspondientes aplicaciones útiles. Tiene una historia venerable. Los grandes
Padres de la Iglesia han predicado de este modo muchos libros de la Sagrada
Escritura. Los círculos bíblicos suelen ser hoy una introducción a un libro de la
Sagrada Escritura. Aunque se la llama también homilía sencilla, requiere para su
realización una preparación mucho más cuidadosa y ciertas condiciones. Se
debe tener o crear una comunidad madura en la fe, con hambre de Biblia, donde
ya se conozca, al menos algo, el libro de la Sagrada Escritura sobre el que se
predica. Es de desear que todos puedan seguir la homilía con el texto en la
mano.

En la homilía exegética es recomendable observar los siguientes pasos:

-." Motivación. Crear un clima.


-." Lectura de un pasaje de un libro de la Sagrada Escritura.
-.” Establecer la relación con el conjunto de la Biblia.
-." Lectura y explicación, versículo por versículo.
-." Resumen final destacando claramente lo esencial.
-.” Aplicación.

b) Homilía Bíblico-Temática: El punto de partida de la homilía bíblica temática es


el tema que se desarrolla según las leyes de la retórica. Trata la perícopa
temáticamente y procura ordenar las ideas lógicamente de acuerdo con un
esquema. En la homilía temática, tras una introducción, se destaca el tema, la
unidad de las ideas. Según las reglas de la retórica, se expone en la predicación
el tema de una perícopa.

2. Homilía Litúrgica: Tiene como tema de la predicación una acción litúrgica, como la
celebración de un sacramento con todas sus acciones y oraciones La homilía
litúrgica es una forma de la predicación que intenta explicar el misterio de la liturgia
y a partir de ahí conduce a Dios El Concilio Vaticano II resalta su valor y la vincula
a la Escritura. Biblia y liturgia son dos fuentes valiosas, de las que se puede
alimentar el ministerio de la palabra De este modo la predicación litúrgica será viva
y verdadera palabra de Dios.

El pueblo cristiano sabe poco del culto, de la misa, de los sacramentos, del
año litúrgico El rico simbolismo de las ceremonias sacramentales que se despliega
ante los oídos y los ojos de los fíeles permanece inaccesible para muchos fieles
Cuando bautizamos a un niño, padres, padrinos y participantes en la celebración del
sacramento están ante unos símbolos ricos, pero desconocidos para ellos imposición
de manos, exorcismos, unción, vestidura blanca, cirio, etcétera.

Una tarea esencial del ministerio de la palabra es la mistagogia, la


introducción en los misterios Para que los fieles puedan comprender las ceremonias
de los sacramentos, las oraciones y las acciones litúrgicas, hay que tener en las
celebraciones predicaciones sobre la liturgia de los sacramentos, sobre el año
litúrgico y sus tiempos, especialmente acerca de los denominados tiempos fuertes y
sobre todo de la Semana Santa.

a) La Explicación Litúrgica Progresiva: Describe el curso de la acción


litúrgica, explica su sentido y se aplica a los oyentes. Esta se puede tener
para un pequeño grupo (por ejemplo, en un bautismo) o, fuera de la
acción litúrgica, para toda la comunidad La temática es amplia y vanada:
la liturgia de cada uno de los sacramentos, las fiestas del año litúrgico,
las bendiciones
b) La Homilía Litúrgica Temática: Se trata de introducir a los fieles en el
espíritu de la liturgia de los sacramentos. La misa requiere una
introducción fundamental en sus vanados aspectos alianza, banquete,
memorial, sacrificio, etc. Cada formulario de una misa puede
considerarse como una unidad y ser tomado como tema El año litúrgico,
sobre todo los tiempos fuertes de Semana Santa y Pascua, los signos
sagrados, las fiestas pueden ofrecer otros tantos temas. Hay dos
elementos que hacen que una predicación pueda denominarse
La homilía litúrgica tiene que ser una parte integrante de la litúrgica.
Tiene que estar impulsada por el espíritu litúrgico Es, por consiguiente,
la predicación que está inserta temporal y espacialmente en una
celebración litúrgica y que también en su contenido queda influida y
determinada por la celebración Temporalmente encuentra su lugar
conecto tras la lectura del evangelio Espacialmente no hay dificultades,
el predicador habla desde el ambón o, si no, desde la sede o desde el altar
Los pulpitos, muy alejados del altar, por lo general, y colocados hacia el
centro de la nave del templo, aparecen como poco apropiados para la
homilía litúrgica La predicación sobre temas litúrgicos —por ejemplo, la
misa, los sacramentos, el año litúrgico, etc.

Es conveniente también, fuera de la celebración, tener ciclos de


predicación sobre temas litúrgicos aprovechando tiempos especiales,
como la Cuaresma Esta predicación sobre temas litúrgicos es
fundamento y condición previa para la predicación litúrgica (cultual).

II PREDICACIÓN TEMÁTICA
La predicación temática es la predicación sobre un tema de las verdades y realidades
reveladas por Dios La predicación temática está vinculada a la Sagrada Escritura de un
modo más libre que la homilía. En la elección del tema no se vincula al tema de la perícopa,
sino que el predicador mismo elige el tema a partir de la doctrina de la Iglesia en libre
conexión con un texto bíblico o bien elige directamente el tema de la Sagrada Escritura.
Los textos de la Biblia son elegidos por el predicador en función de la finalidad que
pretende, no es el texto lo que condiciona al predicador, sino el predicador quien
condiciona la elección de los textos bíblicos. Esta libertad frente al texto puede
compaginarse muy bien con una vinculación profunda al espíritu de la Sagrada Escritura.

1. Predicación misionera: Es la predicación que proclama la palabra de Dios con la


finalidad de la conversión de los oyentes Son muchos los hombres que están sin
evangelizar, aunque puedan estar bautizados. Esta predicación misionera o
evangélica del género kerigmático del Nuevo Testamento tiende a suscitar y
reafirmar la fe cristiana. Es válida también para renovar la fe en las comunidades ya
cristianas La obligación de la conversión subsiste a lo largo de toda la vida cristiana.

2. Predicación didascálica: Los fieles deben conocer las verdades cristianas. En esta
categoría se incluyen las predicaciones dogmáticas, las predicaciones sobre temas
del catecismo, cuestiones sociales y apologéticas Esta predicación didascálica se
recomienda sobre todo en nuestro tiempo de ignorancia religiosa y es preferible
hacerla en forma de ciclos.

3. Predicación moral (predicación parenética): Una predicación que invite a la


conversión a menudo es muy importante, no sin que antes se haya anunciado el
mensaje del Evangelio El trasfondo de la Buena Nueva es imprescindible, como en
la predicación de Jesús: «El remo de Dios está cerca, arrepentíos y creed en el
Evangelio» (Me 1,15) La moralidad cristiana hay que deducirla del misterio de
Cristo y no proponerla en forma de mandatos y prohibiciones. La ley de Cristo es la
respuesta amorosa al hecho del amor de Dios

4. Predicación circunstancial: Se trata aquí de una interpretación, desde la fe, de


acontecimientos especiales de la vida Aunque, si se quiere, pueden incluirse aquí
todas las predicaciones, fuera del marco de una celebración litúrgica, en sentido
estricto nos referimos a tres casos: bautismo, boda y funeral. Todos ellos están
caracterizados por la situación en que se habla y por el círculo de oyentes al que no
podemos equiparar sin más con la comunidad cristiana que escucha una homilía.

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