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Tema 43: Procesamiento de la orina. Características de la muestra. Técnicas de obtención.

Análisis del sedimento urinario. Proceso de conservación y eliminación de muestras.

1. Introducción.
2. Características de las muestras de orina
2.1. Características generales de las muestras de orina

La orina es un líquido «estéril» resultante de la filtración sanguínea en el riñón, donde


se forma. Está compuesta principalmente por agua y productos de desecho resultantes
del metabolismo celular.

El riñón está conformado por, aproximadamente, un millón de nefronas, aunque


algunos autores elevan esta cifra hasta 4 millones. La nefrona es la unidad funcional
del riñón y la responsable de la producción de la orina.

La orina está compuesta mayoritariamente por agua, que ocupa del 90 al 95% de su
totalidad. En el agua figuran disueltas el resto de sustancias que la componen, entre
las que se encuentran principalmente:

o Agua.
o Electrolitos (Na+, K+, Ca2+, Mg2+, NH4+, Cl–, SO42-, HPO42-, HCO3–…)
o Urea.
o Ácido úrico.
o Creatinina.
o Aminoácidos.

También se encuentran compuestos químicos como el ácido cítrico, vitaminas,


hormonas y elementos formes. Estos elementos los veremos en profundidad durante
el estudio del sedimento urinario.

2.2. Características físico-químicas de las muestras de orina

a. Color de la orina: La orina, en condiciones normales, tiene color amarillo debido a la


presencia de urobilina. Este color puede ir de muy claro a muy oscuro en función de la
hidratación del paciente. Que la orina presente un color diferente al habitual puede
ser indicativo de la existencia de una patología.

b. Olor: Este dato no es especialmente importante, aunque a veces puede indicar la


existencia de patologías. Por ejemplo, es común el olor afrutado u olor a manzana en
pacientes con diabetes mellitus.

c. Turbidez: La orina puede tornarse turbia debido a la precipitación de partículas de


fosfatos o uratos amorfos en orinas ácidas. También con la presencia de leucocitos,
células epiteliales y bacterias. Este hecho puede confirmarse mediante el examen
microscópico del sedimento.
d. Volumen: Valores superiores a 2000ml indican poliuria, inferiores a 300 ml oliguria e
inferiores a 100 ml diarios anuria.

e. Densidad: Este parámetro sirve como evaluador parcial de la capacidad


concentradora del riñón. Indica una relación entre los solutos disueltos y el volumen
de la muestra. Los valores normales pueden expresarse de dos maneras: 1005-1030
mg/ml o 1.005-1.030 g/ml.

f. Osmolalidad: Se trata de una medida de concentración más exacta que la densidad.


El motivo es que la osmolalidad es un valor que solo depende de la concentración de
sus solutos. En cambio, la densidad también depende de la naturaleza de esos solutos.
Si en esos solutos figuran proteínas o hidratos de carbono, la densidad se dispara.
Mientras que con la osmolalidad eso no ocurre.

Los valores normales de osmolalidad son 300-800 mOsm/Kg. La interpretación de los


resultados es la misma que en la densidad.

g. pH: El pH urinario nos da una idea de la concentración de H+ libres y de la capacidad


del riñón para mantener la concentración normal de hidrogeniones en el plasma y en
los líquidos extracelulares.

La acidez se debe a la presencia de ácidos no volátiles, que se excretan como fosfatos y


sulfatos. Y también a otros ácidos como el láctico, pirúvico y cítrico, que se excretan en
forma de sales.

Los valores de pH normales fluctúan entre 6 y 8. Un pH superior a 8 puede indicar la


existencia de una infección bacteriana, que iría acompañada con la presencia de
nitritos en la orina. Mientras que un pH inferior a 6 no es considerado patológico, y
puede darse a primera hora de la mañana.

3. Técnicas de obtención de las muestras de orina


La obtención de unos resultados significativos del análisis de orina dependen de que la
muestra haya sido recogida de forma adecuada.
El tipo de muestra depende del estudio que se quiera realizar, no obstante, ésta debe
recogerse siempre en un recipiente limpio, seco y estéril. Para ello, se utilizan frascos o
botellas de plástico con tapón de rosca, y la muestra se mantienen refrigerada (4º) y
protegida de la luz (principalmente para la determinación de bilirrubina y porfirinas.

3.1. Técnicas generales de obtención de muestras de orina.


La mayoría de las muestras de orina para análisis se recogen de la siguiente forma:

- Muestra de orina aislada: Se recoge al azar y procede de una sola micción. Es


válida para un urianálisis de rutina (sistemático y de sedimento). Se recoge en un
recipiente limpio y preferentemente estéril, desechando el principio (20-25ml) y
final de la micción.
- Muestra de orina de primera hora de la mañana: Es la más concentrada. Se recoge
de la misma forma que la anterior. Se utiliza para la determinación de
gonadotropina coriónica en el test de embarazo.
- Muestra de orina recogida en un tiempo predefinido: La muestra se recoge en un
recipiente durante un tiempo determinado (generalmente 24h), durante el cual,
debe conservarse refrigerada. Se desprecia la primera orina del día 1 y se recoge la
primera orina del día 2. Son una especie de garrafas no translúcidas, pero lo
suficiente para permitir la lectura del volumen. Su capacidad es mucho mayor,
teniendo en cuenta el volumen de orina que excreta una persona adulta en
condiciones normales.
Este tipo de muestra se utiliza para la cuantificación de metaboltitos urinarios ( 17-
cetoesteroides y 17-hidroxiesteroides, amoniaco, hidroxiprolina, iones, proteínas,
calcio y fósforo, oxalato, citrato etc), y es imprescindible para calcular el
aclaramiento de creatinina.

3.2. Técnicas especiales de recogida


Estas técnicas no son frecuentes, y solo son utilizadas en caso de no poder
recogerla de forma general, o por el tipo de análisis a realizar.
Distinguimos entre las siguientes técnicas especiales de obtención:
- Sondaje uretral: Cuando el paciente no puede hacer una micción por sí mismo , es
necesario realizar un sondaje uretral.
Para obtener la muestra de orina, debemos desinfectar una zona de la sonda con
una gasa humedecida en alcohol o solución yodada y tras pinchar con una jeringa
en la zona desinfectada, aspirar entre 3 y 5 ml de orina.
- Aspiración suprapúbica (ASP): La obtención de muestras de orina mediante esta
técnica requiere tomar ciertas precauciones, como son descartar problemas de
homeostasia o aplicar anestesia local. Tras desinfectar la vejiga palpable, se
punciona a 1,5 cm de la sínfisis pubiana, en la línea media, con el paciente en
decúbito supino. Tras la punción, con una aguja larga de calibre 19, se aspira el
contenido vesical.
Esta técnica está indicada para el estudio microbiológico e anaerobios en orina,
tras la realización de urocultivos repetidos con dos o más bacterias y en nenatos y
lactantes.

4. Conservación de las muestras de orina

La composición de la orina cambia debido a la acción bacteriana. Si la recogida es


adecuada, los cambios no son muy importantes.
A medida que la orina se enfría tiene lugar la precipitación de ácido úrico y sus sales.
Cuando la orina se expone a la luz y al aire tienen lugar la oxidación de sustancias
como la bilirrubina, que desaparece en 30 minutos de la orina de un individuo sano. 30
minutos también es el tiempo que se necesita para que se destruyan los hematíes y los
cilindros. De este modo ya no serían observables microscópicamente.
Si el análisis físico químico de la orina se va a realizar después de tres o cuatro horas, la
muestra se conservará física (refrigeración o congelación) o químicamente. La
refrigeración debe efectuarse a una temperatura entre 2ºC y 8ºC.

De rutina no está recomendada la congelación, aunque es útil para retrasar la pérdida


de sustancias lábiles o cuando se requiere el fraccionamiento de la muestra para su
estudio. Se realiza sobre alicuotas de orina de 24 horas previa centrifugación,
congelando el sobrenadante.

Casi todos los conservantes químicos utilizados en orina son antimicrobianos. Si se


utiliza uno de ellos debe rotularse en el bote de recogida junto a la cantidad utilizada:
o Ácido Bórico: Resulta útil para conservar hormonas, pero tiene el
inconveniente de que precipita los cristales de ácido úrico. También dificulta la
determinación de la glucosa.
o Fluoruro sódico: Se utiliza para conservar los valores de glucosa en orina
durante 24 horas.
o Ácido Clorhídrico: Se utiliza para conservar la orina en un pH inferior a 3. Útil
para determinar ácido vanilmandélico y aminoácidos.
o Ácido acético: Se utiliza para conservar el pH en niveles comprendidos entre 6
y 7. Entre un pH ligeramente ácido a neutro. También para mantener los
niveles de porfirinas.
o Timol: Útil para determinaciones de orina de 24 horas. Puede provocar la
precipitación de proteínas, alterando su determinación.
o Formol: No se debe utilizar para determinación de glucosuria y proteínas.
o Tabletas de formaldehido: Retrasan la destrucción de cilindros y elementos
formes. Su uso está justificado en estudios de sedimento urinario.
o Tolueno: Forma una capa fina sobre la superficie de la orina, evitando que la
muestra entre en contacto con el aire. De este modo se impiden los cambios
oxidativos en la muestra.

5. Análisis de la orina
Los pasos básicos que comprende el análisis básico de orina pueden dividirse en cuatro
categorías:
- Características generales: color, turbidez, olor, densidad, etc.
- Determinaciones bioquímicas
- Examen microscópico del sedimento urinario
- Análisis microbiológico
Las determinaciones bioquímicas y el examen microscópico del sedimento urinario
conforman lo que se llama el estudio sistemático de orina, y son estándares hoy en día
en un laboratorio clínico y biomédico, o de diagnóstico clínico. El área de bioquímica se
ocupa del primero, y el área de microbiología del segundo.

En este tema nos centraremos en el análisis bioquímico de la muestra y de forma mas


profunda en el análisis del sedimento urinario.
5.1. Determinaciones bioquímicas en la orina.
Las pruebas básicas incluyen la determinación de: pH, proteínas, glucosa, cuerpos
cetónicos, hemoglobina, bilirrubina, urobilinógeno, ácido ascórbico, leucocitos y
nitritos.
En un laboratorio clínico y biomédico, estos resultados se obtienen con un
autoanalizador bioquímico con racks específicos para muestras de orina.

Otra determinación diferente, y que nos puede dar una gran cantidad de información,
son las tiras reactivas. Estas tiras llevan unas almohadillas que en contacto con la
muestra cambian de color. Los colores se pueden comparar con la leyenda del frasco
que contiene las tiras, realizando la lectura por comparación. Este método es muy
utilizado en urgencias de centros de salud, proporcionándole al médico una buena
cantidad de información.
Existen también multitud de determinaciones analíticas individuales. Un ejemplo claro
es la determinación cuantitativa de proteínas en orina mediante el Método de Biuret.
O la Reacción de Benedict para determinar la existencia de glucosuria.

5.2. Análisis del sedimento urinario.

Hoy en día, durante el sistemático de orina, un autoanalizador se encarga de discernir


sobre qué muestras hay que realizar examen microscópico.

Los autoanalizadores han evolucionado y ya existen aparatos capaces de realizar el


examen microscópico por ellos mismos, buscando y fotografiando el campo en el que
se encuentre un cristal, un elemento forme o un artefacto. Un elenco de pantallas se
encargan de mostrar los hallazgos con la información de la muestra adjunta. No
obstante, habrá determinadas situaciones en las que se deba realizar el procedimiento
manualmente.

El examen microscópico del sedimento urinario comprende la investigación e


interpretación de la presencia de determinadas estructuras (células, cristales, cilindros,
etc.) en la orina, proporcionando gran ayuda para el diagnóstico y seguimiento de las
enfermedades renales y otras patologías.

A continuación se describe el procedimiento manual para el análisis del sedimento


urinario.

5.2.1. Preparación de la muestra

Antes de realizar el análisis, la orina debe alcanzar la temperatura ambiente. Lo


recomendado es un volumen de 10 – 12 ml de muestra bien homogeneizada y a
temperatura ambiente.

Para preparar el sedimento de orina, debemos seguir los siguientes pasos:

- Mezclar la muestra de orina y transferir unos 10ml a un tubo de centrífuga cónico.


- Centrifugar a 400g durante 5 minutos
- Aspirar el líquido dejando un volumen de 0,5 ml y resuspender suavemente.
- Idealmente, colocar una gota del sedimento sobre una cámara comercial donde el
volumen del sedimento está estandarizado. En caso contrario, el laboratorio debe
estandarizar y documentar su procedimiento, pues el sedimento urinario realizado
entre porta y cubreobjetos, requiere una estandarización.
- Examinar al microscopio. Inicialmente se examina un área grande con poco
aumento, y finalmente se enfoca con mayor aumento y se examinan varios
campos.
5.2.2. Elementos observados al microscopio

Los elementos del sedimento que debieran ser identificados mediante un examen
microscópico de orina son los siguientes:

a. Células.

- Células sanguíneas: Leucocitos y eritrocitos. Se buscan con objetivo de gran


aumento (x40). Normalmente no existen hematíes en la orina, o sólo en muy
escasa cantidad (2 o 3 por campo). El aumento del número de eritrocitos en orina
se conoce como hematuria.
En cuanto a los leucocitos, se considera normal la presencia de 0-3 por campo,
especialmente en mujeres y niños. El aumento del número de leucocitos en orina
se conoce como piuria y siempre es patológico. Su presencia en orina indica
inflamación en algún punto del tracto urinario.
Los recuentos se expresan como promedio por unidad de volumen o células por
campo. En el caso de utilizar células por campo, estos deben ser al menos la media
de la observación de 10 campos, y se puede informar por rango (0-2, 2-5, 5-10).

- Células epiteliales: Encontramos células epiteliales escamosas, del túbulo renal y


del epitelio de transición.
La presencia de células epiteliales escamosas es poco significativa, a menos que su
presencia sea muy abundante.
La presencia de células de transición (de la pelvis renal), cuando aparecen en gran
número, pueden indicar la presencia de un proceso patológico causante de una
exfoliación anormal.
La presencia de más de 3 células renales (pelvis y túbulos renales) por campo,
indican daño activo o una lesión tubular renal.
Los resultados se suelen informar en términos semicuantitativos utilizando los
siguientes términos: no se observan, muy escasos, escasos, abundantes.

b. Cilindros.

Los cilindros son conglomerados alargados de material proteico formados en los


túbulos renales o en los conductos colectores. Normalmente el sedimento urinario
no contiene cilindros, por lo que su presencia indica, en general, una enfermedad
renal diseminada con afectación de muchas nefronas.
El tamaño y la forma de los cilindros depende del lugar donde se formen, pero
suelen presentar lados paralelos y, en general, bordes romos. Rutinariamente los
cilindros son informados como la media de 10 campos de bajo aumento (10X).
Distinguimos entre los siguientes cilindros: Bacterianos, hialinos, granulosos finos,
granulosos gruesos, céreos, eritrocitarios y leucocitarios.

c. Microorganismos.
Aunque el propósito del análisis del sedimento urinario no es el estudio de los
microorganismos, es posible encontrar en la orina bacterias, hongos, levaduras
o parásitos.
d. Cristales.
En general, la presencia de cristales en la orina reviste poca importancia
clínica.
Los cristales se forman por precipitación de sales excretadas cuando la orina se
mantiene en la vejiga o en el recipiente de recogida. Su formación depende de
la concentración urinario, al pH y la temperatura. La cristaluria puede ser
asintomática o ir asociada a la formación de cálculos, en cuyo caso,
aparecerían las manifestaciones clínicas características de la obstrucción
parcial o total del flujo urinario.
Los cristales encontrados más frecuentemente en el sedimento urinario son:
fosfatos amorfos, uratos amorfos, oxalato de calcio, fosfato triple, ácido úrico,
placas de colesterol y cistina
e. Otros.
Además de los elementos citados hasta ahora, en el sedimento pueden
aparecer un conjunto de estructuras no significativas (fibras, hilos de moco,
pelos, talco etc), cuya presencia sugiere, en muchos casos, una recogida
defectuosa de la muestra.
6. Eliminación de las muestras de orina.

Según la legislación vigente, las muestras de orina, los recipientes que las contienen y
el material empleado para su obtención y procesamiento, tanto pre-analítico como
analítico, se consideran residuos sanitarios.

Dicha gestión debe ajustarse a la legislación vigente, tanto a nivel nacional como a
nivel autonómico, que puede dictar normas adicionales.

Dentro de este marco legislativo, la gestión de los residuos sanitarios tiene dos
objetivos principales:

- Clasificar adecuadamente los residuos sanitarios en función de su peligrosidad.


- Esterilizar o incinerar solamente los residuos que lleven consigo riesgo contrastado
para la salud, con los beneficios medioambientales, sociales y económicos que
esto supone.

Así pues, las muestras de orina clasificadas como residuos sanitarios de clase II
(asimilables a urbanos) pueden ser eliminadas por la red de saneamiento. El material
utilizado para su obtención y procesamiento se eliminará en bolsas (negras o grises) de
polietileno de baja densidad con galga de 69-70, posteriormente introducidas en
bolsas grandes con galga mínima de 200, de volumen no superior a 70l.

Estas bolsas, que son de un solo uso, y una vez cerradas no pueden volver a abrirse, se
pueden acumular con los residuos de clase I (residuos generales).

7. Conclusión
8. Bibliografía.

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