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“LAS TENDENCIAS MUNDIALES DEL TURISMO FRENTE A LA PANDEMIA”

Marisol Ku Sosa

Ingeniería en Administración

Instituto Tecnológico Superior de Felipe Carrillo Puerto

Análisis del Entorno Turístico

Dr. José Francisco Hernández Libreros

16 de Junio de 2021
INDICE

“LAS TENDENCIAS MUNDIALES DEL TURISMO FRENTE A LA PANDEMIA” ............. 3

BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................... 13
“LAS TENDENCIAS MUNDIALES DEL TURISMO FRENTE A LA
PANDEMIA”

Desde abril de 2020, el turismo en la región se ha detenido en gran parte como


resultado de la pandemia de COVID-19. Esta parálisis del sector de turismo no solo
ha afectado fuertemente a las economías y el empleo del Caribe, sino también a
muchas comunidades locales en América Latina. Aquí se presentan varios recursos
sobre las medidas tomadas por diferentes gobiernos y el sector privado para mitigar
el impacto de la crisis en las empresas turísticas, en su mayoría pequeñas, y
trabajadores, así como prepararlos para la recuperación posterior a COVID-19.

Cada año se suman a la lista nuevos modos y formas de hacer turismo. Sin
embargo, el fin siempre es el mismo: satisfacer las expectativas y deseos del viajero,
sean cuales sean. En este sentido, el sector afronta un gran reto, fomentar la
creación de nuevos destinos turísticos, fortalecer los que marchan bien y renovar
los que se han quedado obsoletos; todo en una carrera contra reloj para lograr
captar al mayor número de viajeros y convertirse en tendencia para las próximas
temporadas vacacionales.

Tras la pandemia, turistas optan por algo más natural, poco a poco cambian
la manera de viajar y con ello las tendencias mundiales del turismo tras la pandemia
este 2021. Algunas de las preferencias de los viajeros para 2021 serán el turismo
local, carretero, rural y sostenible.

Turismo local

Debido a los confinamientos obligatorios en varios países, los turistas buscarán más
destinos locales para evitar esos requisitos. Hay diferentes opciones para
redescubrir tu propia ciudad o un destino cercano para salir de viaje como tours y
rutas.

Petfriendly

Es una de las tendencias que desde hace año cobra más fuerza, y con la pandemia
las mascotas son una gran compañía. Algunos de los destinos para disfrutar con tu
mascota son México, Brasil, Francia, Italia y Austria, pues cuentan con buena oferta
de hoteles petfriendly.

Activismo

Los turistas son cada vez más conscientes y apoyan causas sociales y políticas, o
incluso pueden apoyarse en contra. Por ejemplo, los viajeros LGBTI+ pueden dejar
de visitar Rusia o Polonia por sus leyes en contra del matrimonio igualitario. En
contraste, podrían ir a países que apoyan a la comunidad y hasta hay espacios y
eventos exclusivos.

Turismo sostenible

La preocupación por el medio ambiente cobró más fuerza con la pandemia y


muchos viajeros tomarán esto en cuenta al salir de nuevo. Algunos preferirán
compartir el auto para viajes cortos en lugar de usar un avión y tratar de compensar
la huella de carbono. O bien, en destinos de naturaleza o comunidades rurales para
apoyar la economía local y contribuir en las localidades.

Virtual

Con la pandemia de coronavirus, muchos optaron por viajar desde sus hogares a
través de una computadora o celular. Algunos destinos tienen su propio sitio web
para hacer recorridos virtuales y hay otros como artsandculture de Google.

Tendencias de viaje en la nueva era del turismo, la industria del turismo


deberá implementar distintos protocolos de seguridad, los cuales tendrán un
impacto en la experiencia de viajar.

Volver a realizar un viaje por el solo placer de hacerlo, y sentarse frente a la


orilla del mar sin más preocupaciones que contemplar, con pausa, los
espectaculares paisajes brindados por la naturaleza, parece que llevará más tiempo
de lo esperado. La actual pandemia ha venido a transformar la vida cotidiana de las
personas, y será en los viajes en donde se notarán las mayores diferencias. Por
ello, en el marco del Día Mundial de Turismo que tuvo lugar el día de ayer, el
futurólogo Ray Hammond analizó las tendencias que transformarán a este sector.
A través del informe “La vida después del COVID-19: en los viajes” elaborado
por Allianz Partners firma especializada en servicios de asistencia, el especialista
asegura que después de la pandemia habrá una época en la que todas las personas
serán más precavidas. Eso tendrá un impacto profundo en el servicio que se presta
en aeropuertos, líneas aéreas, cruceros, hoteles, restaurantes y lugares de
esparcimiento. Los viajeros cambiarán sus hábitos, incluyendo el uso de
cubrebocas durante todo el trayecto, y buscarán no alejarse mucho de sus hogares,
en caso de tener que regresar de manera intempestiva.

Túneles desinfectantes y sensores electrónicos

En los aeropuertos se notarán grandes transformaciones, en donde los túneles de


acceso al avión incorporarán tecnología para desinfectar a los pasajeros y se
instalarán sensores que permitirán detectar el virus de COVID-19. Esto mismo
ocurrirá una vez dentro de la aeronave o en los barcos de los cruceros

Servicios turísticos más personalizados

Los hoteles se verán orillados a transformar los servicios que prestan a sus
huéspedes, en donde el room service se dejará afuera de las habitaciones y la
entrega de alimentos y bebidas estilo buffet podría desaparecer para dar paso a
servicios más individualizados.

Pedidos digitales en restaurantes

Durante un viaje las personas también verán cambios en los lugares para comer.
Los restaurantes contarán con apps móviles o códigos QR; así, revisarán la carta
del menú desde sus smartphones y harán sus pedidos. Es probable que, con la
finalidad de evitar el contacto entre clientes y meseros, estos últimos dejen los
alimentos en una mesa cercana: serán los propios clientes quienes se sirvan a sí
mismos.

Desde siempre, el turismo ha demostrado una gran capacidad de adaptación,


innovación y recuperación de la adversidad, pero esta situación sin precedentes
requiere nuevas estrategias y una respuesta y alianzas sólidas a varios niveles. Las
tendencias recientes en Europa muestran que la reapertura de las fronteras y las
actividades turísticas no está exenta de riesgos, ya que en algunos lugares ha hecho
que aumenten las infecciones, lo cual ha dado lugar a que los Gobiernos impongan
nuevas restricciones en lugares concretos. Al tiempo que se afrontan los efectos
socioeconómicos inmediatos de la COVID-19 en el turismo y se acelera la
recuperación para proteger millones de medios de subsistencia, la crisis ofrece al
sector una oportunidad de transformarse y volverse más resiliente, inclusivo y
sostenible. Tal transformación supone dar protagonismo al bienestar de las
personas en el desarrollo del sector, implicar a los Gobiernos, el sector privado, la
ciudadanía y la comunidad internacional en alianzas sólidas para planificar y
gestionar mejor el turismo, y establecer sistemas de medición para evaluar los
efectos del sector en la economía, la sociedad y el medio ambiente y orientar de
forma adecuada las políticas y operaciones.

La recuperación de los destinos y las empresas turísticos dependerá


totalmente de su capacidad de aprovechar la tecnología para comprender mejor las
necesidades y tendencias de los viajeros y hacer un seguimiento de ellas, crear y
comercializar experiencias innovadoras, utilizar plataformas digitales para mejorar
la competitividad y la agilidad de las mipymes a la hora de llegar a los clientes71,
ofrecer empleos con valor añadido y aplicar protocolos de salud eficaces. La
inteligencia artificial y los macrodatos pueden ayudar a gestionar los flujos y a
proteger a las comunidades y los recursos. En los paquetes de medidas de
recuperación se podría prestar especial atención a aprovechar al máximo la
tecnología, avanzar en la digitalización de las mipymes, promover procesos de red
para crear soluciones innovadoras e invertir en conocimientos digitales, en
particular, en el caso de quienes no tienen ocupación temporalmente y quienes
buscan trabajo, incluidas las mujeres y la juventud.

El turismo continúa siendo uno de los sectores más perjudicados por la


pandemia de COVID-19, especialmente en los países de la región de Asia-Pacífico
y las Américas. Los gobiernos de estas regiones, y del resto del mundo, han tomado
medidas para mitigar el impacto económico sobre hogares y empresas, pero a más
largo plazo el sector tendrá que adaptarse a la “nueva normalidad” tras la pandemia.
Cuando la pandemia termine, un desplazamiento constante hacia el ecoturismo un
sector en rápido crecimiento que se centra en la conservación del medio ambiente
y la creación de empleo local podría dar un impulso adicional a la industria. El
ecoturismo ya es un componente fundamental de la estrategia turística de Costa
Rica. Tailandia también está intentando desplazarse hacia mercados
especializados, incluidos los viajes de aventura y de salud y bienestar. Algunos
destinos turísticos del mundo empiezan a preparase para el momento de la
reapertura. Los turistas también ya piensan en sus próximas vacaciones. Mientras
esas y otras dudas están presentes en la mente de los viajeros y de aquellos que
trabajan para recibirlos, medidas para aumentar la bioseguridad son esenciales en
el sector turismo.

Las medidas de distanciamiento social y el cierre o restricción de acceso a


fronteras prácticamente han paralizado al sector: en mayo de 2020, 100% de los
destinos mundiales tenían vigente alguna restricción a los viajes, y estimaciones de
la Organización Mundial del Turismo señalaban caídas de hasta un 78% en las
llegadas de turistas internacionales en 2020, en comparación con 2019. La
pandemia generó el mayor shock de demanda jamás visto en la historia del turismo
mundial. A partir del “aplanamiento” de las curvas de contagio en algunas regiones,
la vuelta a una nueva normalidad entró en discusión. Y aunque algunos de los
países de la región tienen una legislación sanitaria avanzada, la pandemia requiere
reglamentar acciones específicas de bioseguridad y seguridad sanitaria, a fin de
orientar a los profesionales y servicios de sanidad en el momento de retomar su
plena actividad.

Los protocolos de bioseguridad surgen como una herramienta relevante,


puesto que permiten el establecimiento de procedimientos estandarizados mínimos
para que emprendimientos turísticos, medios de transporte, atracciones y los más
variados servicios asociados al sector retomen sus actividades y minimicen los
riesgos de nuevos brotes. La tecnología también puede desempeñar un papel
importante. Puesto que es probable que el distanciamiento social y los protocolos
de salud e higiene sigan vigentes durante el futuro previsible, la prestación de
servicios sin contacto y las inversiones en tecnología digital podrían tender un
puente hacia la recuperación. Ante el regreso a la nueva normalidad, que en México
comienza hoy, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en
inglés) anunció protocolos globales que incluyen estrictas normas de higiene y
desinfección que permitirán la reanudación de actividades en aeropuertos, líneas
aéreas y operadores.

En un comunicado, Gloria Guevara, presidenta del organismo, explicó que


las medidas fueron diseñadas por representantes de esa industria basados en las
normas de la Organización Mundial de la Salud y los centros para la Prevención de
Enfermedades. Además, continuó, fueron elaborados en coordinación con
miembros de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) y el Consejo
Internacional de Aeropuertos (ACI), con el fin de brindar entornos seguros en
aeropuertos y líneas aéreas.

Entre las medidas a seguir destacan limpieza profunda de instalaciones,


personal con equipo de protección, reducción de contacto físico mediante uso de
tecnología en trámites, escáneres y estrictas medidas de higiene en alimentos. Para
Guevara, estos lineamientos reflejan el nuevo rostro del turismo. Además, buscan
generar confianza y la pronta reactivación del sector, así como la recuperación de
los empleos y resarcir las enormes pérdidas que dejó la caída del turismo por la
pandemia. Protocolos de bioseguridad ya son ampliamente utilizados en otros
sectores, pero todavía no se aplican de manera consistente en el turismo. La
Organización Mundial de la Salud, a través del Reglamento Sanitario Internacional,
presenta las directrices de seguridad mundial en salud y recomienda acciones de
parte de las autoridades encargadas de la sanidad pública en relación con la alerta
y respuesta a epidemias y otros eventos de impacto en la salud a nivel global. Esas
deben ser las bases generales para la elaboración de protocolos locales dirigidos a
la seguridad sanitaria de las personas.

En el turismo se están emprendiendo esfuerzos a nivel mundial, muchas


veces concertados entre el sector público y el privado, para establecer protocolos
que sean adecuados no sólo a las necesidades sanitarias, sino también a la realidad
operativa y local de los negocios. Pero aún hay incertidumbres respeto a cómo
actuar para garantizar que los protocolos sean instrumentos efectivos en la nueva
realidad y permitan una reapertura segura.

La observación sobre el uso de los protocolos en distintos lugares del mundo,


aunque de manera inicial, nos permite plantear algunas consideraciones:

La integración y coordinación con las autoridades de sanidad es esencial. La


elaboración e implementación de los protocolos debe regirse por las
recomendaciones de los órganos locales e internacionales de sanidad y las
autoridades sanitarias gubernamentales. Contar con recomendaciones técnicas de
profesionales del área de salud es una buena práctica que puede favorecer el éxito
en la implementación de las medidas de control de la diseminación de la pandemia
y minimización de riesgos. La integración con el área de salud, en especial con
organismos de vigilancia, es muy importante para que haya capacidad de
fiscalización y seguimiento de la implementación de los protocolos.

Los protocolos deben ser adecuados a la realidad de los destinos y de los


negocios. No todos los protocolos se aplican a todas las realidades. La dinámica de
operación de un gran hotel de negocios en una metrópolis es muy diferente de la
dinámica de un pequeño hostal en un destino de montaña. Para ampliar su
efectividad, los protocolos deben considerar un análisis del escenario y adecuarse
a sus especificidades, partiendo de una base común que esté validada por
instituciones del área de la sanidad.

Los riesgos deben ser mapeados antes del diseño de los protocolos. Mapear
los riesgos existentes en la operación de un determinado tipo de emprendimiento o
en la dinámica de desplazamiento de turistas es el punto de partida ideal para el
desarrollo de protocolos. A partir de ese mapeo es posible delimitar protocolos para
minimizar la exposición a riesgos específicos. Ese proceso también facilita el
monitoreo de la implementación de los protocolos y su adecuación a la evolución de
los riesgos relacionados a la pandemia.
La comunicación es elemento crítico e incluye al turista, la población local y
a todos los agentes que actúan en el sector. Los turistas deben ser comunicados de
forma adecuada sobre las medidas implementadas en cada destino o negocio para
aumentar la seguridad sanitaria, aumentar su confianza de viajar y formar parte
integral de la cadena de cuidados necesarios para controlar la pandemia. A su vez,
los colaboradores de emprendimientos turísticos deben estar comunicados y
capacitados para garantizar la aplicación de los protocolos, a fin de minimizar
riesgos a los turistas y a sí mismos. Finalmente, es importante que la población de
los destinos sea consciente de los cuidados implementados para que apoyen su
aplicación y monitoreo.

Los protocolos, tal cual la evolución de la pandemia, son dinámicos. La


evolución de la pandemia no es uniforme en todos los lugares. La adecuación a una
nueva rutina de funcionamiento del sector también cambia de acuerdo con el lugar,
y esa será una realidad extremadamente dinámica. En este sentido, los protocolos
deben ser reactivos a los cambios, tener un alto grado de flexibilidad y adecuarse a
momentos de disminución de casos y a nuevos brotes.

La implementación efectiva de los protocolos es un desafío. Los protocolos


de bioseguridad todavía no se contemplan en el día a día de destinos y negocios
turísticos. En un sector en que la capacidad de coordinación entre actores es
fundamental para proporcionar al turista una buena experiencia. Es importante
considerar ese desafío y actuar para hacer posible una gobernanza efectiva,
evitando la creación de protocolos que se tornen inactivos, que sean demasiado
extensivos, o que generen experiencias negativas para los turistas.

La pandemia está afectando el comportamiento de los viajeros, y tanto los


destinos como los negocios turísticos tendrán que adaptarse a una nueva realidad.
El dialogo intersectorial y el respaldo técnico son aspectos clave para el éxito de la
reapertura del sector, junto con la regulación, la gobernanza en sanidad pública y la
protección de la población. En este sentido, el Banco Interamericano de Desarrollo
está en un dialogo activo con los países de América Latina y el Caribe para
identificar los desafíos para el diseño e implementación de protocolos de
bioseguridad en turismo y evaluar las estrategias más efectivas para apoyar la
reapertura segura del sector.

Todas estas modificaciones transformarán los servicios de la industria del


turismo y, sin duda, tendrán un impacto en la experiencia de viajar. Por último, si la
reducción de los viajes perdura como consecuencia de cambios en las preferencias
de los viajeros o de las cicatrices económicas, es posible que algunos países
dependientes del turismo se vean obligados a iniciar un complicado camino hacia la
diversificación de sus economías. La inversión en otros sectores distintos del
turismo es un objetivo a largo plazo, pero podría favorecerse reforzando los vínculos
entre el turismo y la agricultura, las manufacturas y el entretenimiento de producción
local. En Jamaica, por ejemplo, se ha puesto en marcha una plataforma en línea
que permite a los clientes del sector hotelero comprar productos directamente a
agricultores locales. Además, se podrían ampliar las exportaciones, incluidas las de
servicios, por medio de acuerdos regionales que permitan superar las limitaciones
que imponen economías de escala pequeñas.

El turismo ha pasado por múltiples modificaciones desde su aparición, en


tanto que se presentaron como productos específicos y se introdujeron en las
mentalidades de sus potenciales clientes a través de criterios más de carácter moral
que económico. La salvaguarda futura del entorno y sus culturas, la manifestación
de las conciencias individuales, la liberación y realización personal a través de
choques de adrenalina y experiencias, entre otras, se incorporaron a la
cotidianeidad, cuando antes eran un extraordinario.

Es precisamente ésta la gran modificación de la actividad turística y del propio


sistema iniciado en los noventa del pasado siglo y consolidado en la actualidad.
Procesos que derivaron del cambio de paradigma de la sociedad occidentalizada,
abrumada por los cambios del economicismo y que, prácticamente, abría los ojos al
cambio climático, la destrucción de la naturaleza, la homogeneización supuesta de
las grandes urbes, etc. Se imbricaron con los intereses de brokers culturales,
innovadores empresariales, líderes de opinión y algunos medios de comunicación
que contribuyeron en gran medida a generalizar los cambios mientras se construían,
casi por ensayo y error, aquellos nuevos productos y destinos. El modelo, sin
abandonar los planteamientos hedonistas anteriores en torno a las vacaciones,
llegó para quedarse. Dando continuidad, el mercado está abierto a productos
especiales, vendidos como únicos, en los que la vivencia de experiencias al límite
constituye su centro. Convertirse, por un periodo vacacional y bajo condiciones de
seguridad, en emigrante ilegal (la simulación de cruzar la frontera entre Méjico y
EEUU, incluyendo una ficción de persecución y secuestro policial), director de cine
pornográfico (la observación, desde la silla anexa a la del director, del rodaje de una
película de este género) o superviviente de una catástrofe (la visita a lugares
devastados por la guerra o fenómenos naturales), son una pequeña muestra de la
adaptabilidad y dinamismo del sistema.

Así, concluyendo, la cuestión se desplaza de qué puedo ofertar a qué desea


el cliente potencial. Sin embargo, las nuevas tendencias, así como normas es algo
con lo que vamos a tener que vivir ya que si no esta enfermedad la que nos esta
atacando va hacer otra en un futuro así que con base al tiempo todo va cambiado
para la seguridad de las personas.
Bibliografía
HOSTETUR. (09 de 06 de 2021). Obtenido de HOSTETUR:
https://www.hosteltur.com/comunidad/nota/024680_el-futuro-del-turismo-
tendencias-y-retos-para-2021.html

PDF. (06 de 06 de 2021). Obtenido de PDF:


https://www.un.org/sites/un2.un.org/files/policy_brief_covid-
19_and_transforming_tourism_spanish.pdf

PERIODICO VIAJE. (10 de 06 de 2021). Obtenido de PERIODICO VIAJE:


https://periodicoviaje.com/consejos/tips-para-viajar/tendencias-mundiales-
para-el-turismo-en-
2021/#:~:text=Tras%20la%20pandemia%2C%20turistas%20optan,%2C%2
0carretero%2C%20rural%20y%20sostenible.

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