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a Odiseo
ANTONIO MARTIN
Las Sirenas, esos seres mitad ave mitad humano que con su canto atraían a
cuanto navegante pasaba por su lado para después devorarlo, no fueron los
únicos monstruos con los que Ulises tuvo que verse en su viaje de regreso a
Ítaca. Muy cerca de éstas, a uno y otro lado del estrecho de Mesina vivían dos de
los monstruos marinos más terroríficos y voraces que os podéis imaginar. Sus
nombres Escila y Caribdis.
Escila, era una mujer cuya parte inferior estaba rodeada de
perros, concretamente seis feroces animales que devoraban
todo cuanto se ponía a su alcance.
Y así hizo, su padre le preparó el carro con sus mulas y su madre les preparó algo de comer a ella, a las doncellas y
esclavas que la iban a acompañar.
Al estar ahí empezaron a jugar con una pelota, pero, de repente, se les fue la pelota y la corriente del río se la llevaba.
Todas estaban gritando y por eso despertaron a Ulises que estaba durmiendo por allí.Cuando se acercó a ellas les contó
porque estaba allí sin ropa y con las pintas que llevaba.Todas las chicas menos Nausicaa se fueron corriendo porque
Ulises las asustó.
Nausicaa decidió darle a Ulises un traje para que se lo ponga, además se había enamorado de él.Esta decide ayudarle a
regresar a Itaca pero antes se tenía que pasar por el castillo de sus padres para que estos le ayuden. Aunque tenía que
llegar al castillo solo.
Al día siguiente Ulises va al castillo se inclina ante los reyes y les cuenta todo lo que le ocurrió.
Cogió una de sus mejores naves para llevar a Ulises de regreso a Itaca. Los feacios extendieron una alfombra sobre la
cubierta , allí se recostó Ulises y pronto se quedó dormido.