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Anonimo - Los Judíos Son Judíos
Anonimo - Los Judíos Son Judíos
Sí. Pero sólo hasta un 10%. Máximo. Probablemente mucho menos. ¿Por
qué?.
Si leemos cualquier texto judío sobre el origen de su pueblo en ninguno
encontraremos una respuesta clara y precisa, sólo conjeturas y divagaciones. El
único punto de acuerdo entre ellos es que su origen se pierde en la noche de los
tiempos. Esta insólita respuesta la encontramos en la “Historia Ilustrada del
Pueblo Judío“ del rabino Nathan Ausubel, y en el folletín “¿Qué es un Judío?” de
Ira Eisenstein editado por la B’Nai B’Rith latinoamericana, entre sus muchas otras
publicaciones.
Leo Heiman abre su nota con la sorprendente noticia que el señor Pollock
pretende celebrar ese mismo año, 1992, el Primer Milenio de la alianza Jázaro-
judía basada en la adopción de los jázaros de la religión judaica. Al igual que
otros estudios resalta que el rey Bulan de Jazaria tras una severa derrota ante los
ejércitos del Príncipe Sviatyoslav de Kiev, meditó sobre las causas de su primera
gran derrota en cinco siglos y concluyó que se debía a la fe cristiana que
impulsaba a los soldados con una gran fuerza interior, de la que carecían sus
soldados paganos. Pero al informarse mejor descubrió que esa fe enseñaba a
amar al enemigo y a dar la otra mejilla. Como buenos bárbaros sedientos de
sangre y que vivían del trabajo ajeno, el cristianismo no era entonces conveniente.
Alejó su mirada del Norte y la dirigió al Sur, donde residían los musulmanes. Esta
religión no enseñaba cosas tan absurdas, pero exigía detener toda actividad
-incluso la guerra- 5 veces al día, sacar una pequeña alfombra y arrodillarse a
repetir diez veces y sin errores una especie de oración (las suras). Tampoco le
convenía. Y de alguna manera supo de una religión que ordenaba masacrar a
todos los infieles, fueran ancianos, mujeres o niños, permitía secuestrar a las
vírgenes, apoderarse de todos los bienes del vencido y destruir lo que no se
podían llevar y su dios, él mismo inmisericorde y vengativo, no sólo los alentaba
en todas estas pías actividades sino que los azuzaba y amenazaba si no eran lo
suficientemente bestiales. Esta sí era la religión que buscaba, y que de paso
calzaba con sus salvajes costumbres ancestrales. Es así como en 965 él y sus
cortesanos se hacen judíos, para en 966 ordenar a todos sus súbditos bajo pena
de muerte abrazar la fe mosaica, circuncidarse, aprender las oraciones en hebreo
y someterse a los rabinos como sus guías espirituales. Para esto trae desde
Europa a 12.000 judíos que se establecen en sus tierras como instructores de la
nueva fe; para ellos hace construir sinagogas y yeshivas (escuelas).
Mejor definición da Jesús en Mateo 3:7, 12:34, 23:33 y Lucas 3:7, a saber:
“¡Raza de víboras!”