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Revista Colombiana de Anestesiología

ISSN: 0120-3347
publicaciones@scare.org.co
Sociedad Colombiana de Anestesiología y
Reanimación
Colombia

Navarro Vargas, José Ricardo


Electrocirugía a propósito de un caso de quemadura por placa de electrobisturí
Revista Colombiana de Anestesiología, vol. XXIX, núm. 4, 2001
Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación
Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=195118196008

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Electrocirugía
a propósito de un caso de quemadura
por placa de electrobisturí
José Ricardo Navarro Vargas *
RESUMEN
A partir de la presentación del caso de una paciente que sufre una quemadura menor,
producto del mal funcionamiento del electrodo neutro de un equipo de electrobisturí, en una
cirugía ginecológica que requirió del electrodo monopolar, se hace una revisión de los
principios y fundamentos de las unidades electroquirúrgicas, al igual que los riesgos que
entrañan y las recomendaciones que hay que tomar en cuenta para no caer en errores
latentes o en errores por el manejo inadecuado de estos equipos.

SUMMARY
The case of a female patient suffering a menor burn provoked by neutral electrode of an
electrosurgery device in deficient conditions, is the opening of the review about principles
and foundation of electrosurgical units.
Risks and recomendations that concern when there are latent errors provoked by human
factors or inadequate management of these equipments, are reviewed also.

HISTORIA CLÍNICA

Fecha: 21 de mayo de 2001. Paciente de 28 años procedente de Bogotá. Con impresión


diagnóstica de útero tabicado, se programa de manera electiva para histeroscopia
operatoria, resección de tabique uterino.
Se realiza procedimiento quirúrgico en salas de cirugía, bajo anestesia general, con
intubación endotraqueal y monitoría de presión arterial indirecta cada 3 minutos,
frecuencia cardíaca, cardiovisoscopio, oximetría de pulso y capnografía de flujo central.
Duración del procedimiento 60 minutos. Se utilizó electrodo de punta, corriente
monopolar, alta frecuencia, bajo voltaje en 100 vatios y corriente de alto voltaje y baja
frecuencia en 20 vatios; irrigación permanente durante la utilización del electrobisturí con
glicina al 1.5%.
No hubo ningún signo de alarma del aparato de electrocirugía durante su utilización.
El procedimiento no tuvo ninguna complicación anestésico-quirúrgica aparente.
Al control postoperatorio se observa zona de eritema y dolor en el tercio medio, cara
medial del muslo izquierdo, sitio donde se aplicó la placa del electrodo neutro,
correspondiendo a una quemadura de primer grado. Afortunadamente la lesión
evolucionó satisfactoriamente con medidas locales y analgésico, desapareciendo
prácticamente en 10 días, sin dejar secuelas.

DISCUSIÓN
Este caso recuerda la exposición del abogado Solórzano Garavito1 sobre el principio de
confianza: «...revisada la actuación se percatan que la auxiliar colocó la placa con suficiente
gel en una zona del cuerpo del paciente adecuada para que hiciera un buen contacto, y no
obstante se produjo la quemadura. Igualmente los médicos lo utilizan adecuadamente y el
equipo no da señales de alerta - no pita, ni se prende la luz - que permitieran suponer que
se estaba presentando una quemadura»...
El principio de confianza permite suponer que los equipos con que cuenta una
institución deben funcionar adecuadamente, máxime cuando los técnicos de
electromedicina cada mañana, antes de iniciarse el programa quirúrgico, revisan los
equipos y están pendientes del mantenimiento en general de los mismos. En este caso,
luego de volver sobre los hechos se encontró como causante del accidente, la mala calidad
de la placa del electrodo, que puso en riesgo de una lesión mayor a esta paciente.
Vale la pena aprovechar este caso para revisar este tópico. La electrocirugía ha sido un
gran avance en el desarrollo de la cirugía, sin embargo el conocimiento mínimo de los
principios que rigen su funcionamiento y el seguimiento de las normas de seguridad en
su apropiado manejo, no es el mejor por parte de los profesionales que se valen de sus
medios en las salas de cirugía.
A pesar del trabajo de ingeniería para reducir al mínimo los riesgos físicos de estos
aparatos, en muchas ocasiones los peligros persisten de manera latente por ignorancia
en el buen uso de los equipos y en otras ocasiones por el error humano.
Aquí es importante saber la definición de error latente2: A diferencia de los errores
activos, que se presentan inmediatamente antes de un accidente (como por ejemplo
aplicar una ampolla de katrol en lugar de una de natrol), el latente contiene fallas no
reconocidas hasta cuando llegan a ser evidentes bajo condiciones específicas; por
ejemplo: Cuando se asumen políticas o protocolos incorrectos, o se da cabida a
entrenamientos inadecuados con fallas ergonómicas, asistencia o supervisión
insuficiente, problemas de comunicación; no tener en cuenta el estado fisiológico y las
probabilidades de riesgo en el paciente, aun cuando sean bajas, incluyendo aquellas que
atañen a fatiga de los metales y demás materiales que se utilicen, como la mesa
quirúrgica, donde no se puede preveer un accidente en el mismo diseño de la mesa o más
aún por su uso excesivo. De igual manera estos errores se pueden presentar en salas
donde hay que disminuir la iluminación (como en procedimientos endoscópicos), donde
hay presencia de ruido (música, escalpelo ultrasónico etc.). Los equipos son diseñados
por personas que no los van a usar; los monitores en muchas ocasiones quedan detrás
del control visual del anestesiólogo, o las alarmas que diferenciarían varios estados
fisiopatológicos, no son específicas, o inducen pobre integración en el flujo de información
del médico especialista, etc.
Nociones de Electricidad Básicas:
Cuando ocurre una descarga eléctrica es porque hay un flujo de electrones.
Este flujo de electrones se llama corriente, y se mide en amperios.

La presión que empuja el flujo de electrones se conoce como potencial eléctrico y se


mide en voltios. El cuerpo humano es generador y conductor de electricidad, pero es un
conductor eléctrico heterogéneo, donde la masa muscular es mejor conductora que la
piel y ésta mejor que el tejido graso.
La resistencia a la corriente eléctrica, se denomina impedancia, y se mide en ohmios
(Ω). Depende del contenido de agua, siendo muy alta en tejidos callosos, moderada en
tejidos adiposos, y muy baja en tejidos vascularizados.
La resistencia disminuye el flujo de electrones. De acuerdo a la ley de Ohm, la
corriente es directamente proporcional al voltaje e inversamente proporcional a la
resistencia, como lo vemos en la siguiente fórmula:9,14
V1- V2
I=
R
Corriente (amperios)= Potencial (voltios)/ Impedancia (ohmios).
En la medida en que la corriente fluye a través de una resistencia tisular, se produce
un trabajo que se disipa como calor; es precisamente este calor, el que aprovecha la
electrocirugía. Este trabajo (expresado en vatios) se deriva de la corriente por la
diferencia de potencial a través del circuito, y se simplifica con la siguiente ecuación:
W=IxV
Si despejamos la fórmula de la ley de Ohm, obtenemos el dato, que el trabajo es
función tanto del cuadrado del voltaje como del cuadrado de la corriente:
W = I2 x R y W = V2 x R
Factores que influyen en la producción de calor tisular:
• Resistencia del tejido: El calor generado es directamente proporcional a la
resistencia ofrecida por el tejido
• Densidad de la corriente: El efecto del calor varía inversamente con el corte
seccional del área del tejido a través del cual la corriente fluye en un punto dado. La
densidad se mide en Amp/cm2. La temperatura está directamente relacionada al
cuadrado de la densidad de la corriente: T µ (dc)2 = (Amp/cm2)2
• Voltaje de salida: Producto de los dos anteriores
• Tiempo de aplicación de la corriente
De este modo, si disminuimos la corriente o aumentamos el área de corte seccional del
conductor a través del cual fluye la corriente, reduciremos la densidad de la corriente y la
producción de calor.
En la práctica, el área de corte seccional varía dependiendo del área de superficie del
electrodo, así si el electrodo activo tiene un extremo fino, el daño térmico será mínimo, ya
que se aumentará la densidad de la corriente en el punto de contacto con el tejido.
Por otro lado, el electrodo neutro del sistema monopolar, entre mayor sea su área de
superficie ofrecida a la corriente de retorno, la densidad de la corriente será menor y el
calor generado a este nivel más bajo, con mínimas probabilidades de quemaduras.
Generador electroquirúrgico:
Desde la época de Hipócrates, siglo IV a. de C, se menciona el uso del calor para
producir quemadura y tratar el crecimiento canceroso de un tumor en el cuello de un
paciente. En el siglo XVIII nuevamente se recurre a este método, el electrocauterio, que no
permitía un adecuado control de la profundidad de la quemadura y por tanto una
evolución satisfactoria de la cicatrización de los tejidos afectados14. En 1892, Arsene
d‘Arsonval en París, realizó el primer estudio de los efectos de corrientes por alta
frecuencia en humanos; fue él quien describió que sobre los 100.000 ciclos no se
producía respuesta neuromuscular, a pesar de producirse calor. Las células actúan como
conductores eléctricos debido a su contenido electrolítico. Una corriente directa (DC)
produce despolarización de las membranas celulares. Si la despolarización ocurre en el
tejido neuromuscular, se producirá excitación y el paciente experimentará una
contracción -o efecto farádico-.
En el organismo, la corriente alterna (AC) a bajas frecuencias hace que los iones
tisulares sean empujados alternativamente hacia adelante y atrás, debido a la reversión
rápida del flujo de corriente. Se presentará despolarización, pero rápidamente será
contrarrestada, debido a la reversión de la corriente y el paciente experimentará actividad
neuromuscular tetánica; sin embargo, si se aplica corriente alterna a altas frecuencias
(>100KHz), los iones celulares cambian de posición en menor grado, debido a lo rápido de
la reversión en la dirección de la corriente; gracias a este efecto no se producirá
despolarización celular, y por tanto no habrá excitación neuromuscular. Aunque se han
reportado casos de estimulación neuromuscular a frecuencias por encima de los 500 KHz,
cuando la densidad de la corriente ha sido demasiado alta (estimulación del nervio
obturador en RTU de próstata).15
La electrocirugía es la aplicación de corriente alterna a los tejidos para crear un
efecto térmico controlado, utilizando un generador eléctrico. Este aparato permitirá
la utilidad clínica de frecuencias altas (1 - 3 MHz), las cuales no producirán estimulación
en las células excitables sino tan sólo efectos térmicos.3,5,7.
Tipos de generadores: 15

• Osciladores de chispa, con frecuencias de 500 KHz. Proveen ondas no periódicas


(Damped), que se caracterizan por salidas de alto voltaje, ideales para coagulación.
• Generadores de estado sólido (como los Valley lab), caracterizados por tener un
tamaño pequeño. Generan frecuencias de 500 KHz. La mayoría de estos aparatos no
tienen salida alta de voltaje (en circuito abierto), de tal forma que no se producen
arcos de alta intensidad en el tejido, limitándose su función en procedimientos que
requieren de alto voltaje como: cirugía en medio de líquido: Resección intrauterina,
o transuretral de próstata; pero son de elección en ligadura tubárica laparoscópica,
donde se requiere alta intensidad de la corriente. El ciclo de servicio de la onda o
tiempo de aparición de las siguientes descargas con respecto a la primera, es de 10
a 20%, y frecuencia de repetición de 20 KHz, mientras que los generadores de
chispa tienen un ciclo de servicio de 0.01% y una frecuencia de repetición baja, de
tan sólo de 100 a 120 Hz. El bajo voltaje que producen, se compensa con la
generación de ondas de ciclo de servicio altas, lo que en últimas produce una
liberación de fuerza total similar a la de los otros dos aparatos.
• Osciladores de tubo al vacío, que crean ondas sinusoidales uniformes (Undamped),
ideales para electrosección o corte. Trabajan produciendo frecuencias de 2.5 MHz.
Tienen además una salida de voltaje de alto pico, útil para cirugía en medio del
agua. Uno de estos generadores fue desarrollado por el doctor Irving Ellman en
1978. Este instrumento radioquirúrgico permite filtrar la corriente totalmente
rectificada, trasmitiendo una señal de frecuencia para corte puro de 3.800.000
ciclos /segundo. El flujo de ondas filtradas y rectificadas a través del tejido, en una
frecuencia similar a los rangos de la AM (que opera entre 550 y 1600 KHz) y la FM
y los televisores (que operan a frecuencias aun más altas: 56 - 187 MHz) produce
una resonancia que volatiliza los fluídos intracelulares en el punto de contacto con
el electrodo trasmisor.11
Ondas Electroquirúrgicas:15
• Descargas no periódicas (Damped): Existe una onda de alto voltaje (grande) seguida
de un tren de ondas que disminuyen en amplitud y tamaño. La onda primaria es
producida por el salto de la chispa a través de la brecha que contiene aire,
característica de los generadores de chispa. Son ondas de coagulación.
• Descargas homogéneas (Undamped): Comprenden ondas alternantes uniformes,
donde cada onda es de igual longitud y amplitud. Son las típicas ondas de corte,
que alternan de un pico positivo a un pico negativo, a la frecuencia en que opera el
generador, 500 KHz a 3 MHz.
A pesar de que se asume que si utilizamos las ondas no periódicas, estamos realizando
hemostasia y si utilizamos las ondas homogéneas, estamos realizando corte, tenemos que
considerar otros factores importantes como son: Tamaño del electrodo, tiempo de
aplicación de la corriente, presencia de aire entre el electrodo y el tejido, etc.
• Factor de Cresta o de Cima: Se define como la relación entre el pico del voltaje y el
promedio efectivo del voltaje (raiz cuadrada promedio o RMS). De esta forma
podemos decir que en las ondas homogéneas, que tienen igual amplitud arriba y
abajo, con respecto al punto 0, su factor de cresta es cercano a uno (1), mientras
que el factor de cresta de una onda no periódica es de 7 a 8.
• Corriente combinada (Blended): Es la mezcla de ondas homogéneas y no
homogéneas, ya que un efecto de corte puro exento de efecto hemostático, sería de
poca utilidad para el cirujano. En la medida en que se aumente el efecto de onda
combinada, será mayor la coagulación. Estas ondas fueron producidas inicialmente
mezclando un voltaje de alta frecuencia no modulado de un generador de tubo al
vacío con uno de voltaje de alta frecuencia modulado, de un generador de chispa.
En los generadores de estado sólido, estas ondas se obtienen ajustando la amplitud
y grado de modulación de voltaje de alta frecuencia. Ver la siguiente gráfica.

ONDAS DE CORRIENTE COMBINADA

Con el electrobisturí y la corriente de alta frecuencia se buscan efectos como la


fulguración (del latín: fulgur, que significa relámpago) que ocurre cuando se usan arcos
eléctricos generados por ondas moduladas de alto voltaje, limitándose la corriente a las
capas más superficiales. Para que se produzca este efecto se requiere de chispa y que el
electrodo activo no haga contacto con el tejido; la coagulación ( del latín coagulum, que
significa coágulo o cuajo ) produce desnaturalización de las proteínas. Se utiliza
radiofrecuencia con un alto amperaje (2500-4000 mA) y un voltaje bajo (< 200 V). Debido
al amperaje tan alto, la electrocoagulación produce más calor que la electrodesecación,
con un efecto destructivo mayor. El tejido coagulado parece «cocinado» más que
chamuscado, de ahí que algunas veces sea referido como coagulación «blanca». Las
temperaturas mínimas que producen desnaturalización de las proteínas están por encima
de 45oC, pero los experimentos han demostrado que se requieren temperaturas entre 55 -
80 oC para formar coágulos cuando se usa electrocirugía. El tiempo que dura el
calentamiento es también importante en la producción de coagulación, de esta forma, el
daño del tejido depende linealmente del tiempo de exposición y exponencialmente de la
temperatura. La coagulación blanda (de baja tensión), donde se evitan las descargas
individuales entre el electrodo y el tejido humano, disminuye la probabilidad de
sobrecalentamiento tisular y permite que los electrodos siempre estén limpios, libres de
adherencias. La otra forma de coagulación es la forzada (de alta tensión), donde se
inducen descargas individuales de alta tensión, que permiten una coagulación eficiente y
rápida de zonas que sufren una hemorragia grande. Con este método es posible que se
presente la carbonización del tejido lo que ocasiona que la superficie de los electrodos
presente detritus y haga necesaria la limpieza periódica; la desecación (del verbo latino
desiccare, que significa secar) es un efecto que se consigue con cualquier tipo de onda,
requiriendo niveles bajos de salida del generador electroquirúrgico. Al calentarse el tejido,
el agua sale lentamente de las células produciéndose este fenómeno. Frecuentemente se
usan las ondas no homogéneas, utilizando descargas separadas pero sucesivas; es
imprescindible que el electrodo activo haga contacto con el tejido. Si se persiste en la
aplicación de más corriente, se producirá adherencia del tejido a las pinzas del
electrobisturí, debido a la conversión del colágeno a glucosa; el corte o electrosección
(de la palabra latina secare, que significa cortar) se refiere a la incisión electroquirúrgica,
que es independiente de la frecuencia (de las ondas). El requerimiento para que la
electricidad produzca corte es la densidad adecuada de la corriente.15. Ocurre cuando hay
suficiente voltaje (al menos 200 V) entre el electrodo activo y el tejido, generándose un
arco eléctrico, que concentra la corriente en un punto específico a lo largo de la superficie
tisular, el aire que interviene se ioniza, produciéndose luz y sonido a medida que los iones
pasan a estados de energía más bajos, de tal manera que el agua celular se vaporiza, y así
sucesivamente mientras se mantenga la onda de corte, produciéndose una corriente
ininterrumpida. Si se retira el electrodo del tejido, se removerá el arco de corte,
reduciéndose la densidad de la energía. Mientras se corta hay una ligera separación entre
el electrodo y el tejido, lo que permite la formación de arco eléctrico. Entre más fino sea el
electrodo y más alta sea la densidad de la corriente, se producirá un mayor y más rápido
aumento de la temperatura, que conllevará a una rápida vaporización del agua celular,
explosión celular y electrosección. Cuando se agarra el tejido con el fórceps,
interfiriéndose la formación de arco eléctrico, se producirá coagulación/desecación,
independientemente de la onda que estemos usando.
La elevación de la temperatura en el tejido es proporcional al cuadrado de la densidad
de corriente en él, y ésta es inversamente proporcional al cuadrado de la distancia a una
superficie esférica que actúe de electrodo. Controlando de esta forma, la corriente,
distancia y área del electrodo, se puede tener un efecto térmico más o menos intenso. Así,
con un electrodo esférico de 3 mm de diámetro a 1 mm del tejido, la temperatura de éste
se eleva entre 20 y 80 grados centígrados. En cambio, en un electrodo de retorno (placa)
con un área de 100 cm2 la temperatura se eleva sólo 0.001 grados centígrados.
Paso de corriente eléctrica de alta frecuencia:
Los efectos electroquirúrgicos son posibles a cualquier frecuencia, aún con corriente
directa. La frecuencia alta (por encima de 100 KHz) se prefiere especialmente para evitar
efectos sobre los electrolitos y efectos farádicos.
Por encima de 300 kHz, los cambios iónicos netos son estabilizados por la reversión
periódica rápida de la corriente.14
El sinónimo de corriente eléctrica de alta frecuencia es RADIOFRECUENCIA.
Comprende frecuencias desde los 250.000 Hertz hasta los 400 millones de Hertz. Su uso
se justifica por cuanto el miocardio no es sensible a este rango de frecuencias;
frecuencias por debajo de 100 Khz o frecuencias como la de la red eléctrica (línea de
corriente alterna), de 50 y 60 Hz, pueden electrocutar al paciente o producirle fibrilación
ventricular, ver cuadro 1.

EFECTOS DE CORRIENTES DE 60 HZ APLICADAS A LA SUPERFICIE DEL CUERPO,


QUE PASAN A TRAVÉS DEL TRONCO.

Corriente (mA) Efecto


(1 segundo de contacto)
1 Umbral de percepción
5 Máxima corriente inocua
20-20 Valor de «escape». Contracción musc. mantenida
100-100 Dolor. Lesión mecánica. Corazón normal
2500-2500 Fibrilación ventricular. C. Respiratorio normal
6000 o más Contracción miocárdica sostenida. Paro respiratorio.
Quemaduras (dc>100mA/cm2)
Cuadro 16
Hasta aquí podemos decir que el arte de la electrocirugía radica en establecer un
balance entre la necesidad de corte y hemostasia con la menor producción de necrosis
por coagulación.14
Electrodo Monopolar:
El término monopolar o bipolar es incorrecto cuando se habla de corriente de alta
frecuencia, ya que ésta no tiene polaridad; la mejor definición sería de electrodos
monoterminales y biterminales, pero los términos anteriores están tan arraigados en la
literatura médica que lo mejor es no corregirlos para no caer en confusiones.
Desde un electrodo activo, el cual tiene forma de lápiz, y en su punta una superficie
pequeña, se introduce corriente de alta frecuencia a través del cuerpo del paciente hacia
un electrodo neutro o placa, de superficie grande, que disipa la corriente y la devuelve al
generador electroquirúrgico. La alta densidad de corriente en el sitio del electrodo activo
produce calor debido al contacto y a la resistencia específica del tejido.
Para poder reducir el tiempo de evaporación del líquido celular, se producen descargas
individuales. El tamaño de la punta del electrodo se elige pequeño para tener una
concentración de corriente alta, no para realizar una acción mecánica.
Cuando la placa de tierra está seca (sin sustancia conductora) o no hace un
adecuado contacto con el paciente, se pueden producir quemaduras. Cuando no hay
suficiente gel, o el área de contacto de la piel con la placa es pequeña, se aumentará la
resistencia de ésta a la corriente de retorno, lo que a su vez aumentará el poder de
disipación en la piel (que como ya se mencionó, es proporcional al cuadrado de la
corriente por la resistencia).
Electrodo Bipolar:
Este sistema no conduce corriente de alta frecuencia de un electrodo activo de
superficie pequeña a un electrodo neutro de superficie grande, sino que ésta fluye entre
un par de electrodos activos del instrumento bipolar a través del tejido biológico. Rioux,
en 1972, introdujo el primer forceps bipolar para esterilización4, desde esta fecha se
estableció, que para coagular una estructura con el electrodo bipolar, el operador debe
asegurarla con las puntas del electrodo y aplicar la energía de manera directa, sin que
ocurra chispa ni arco eléctrico, generándose corriente eléctrica que progresa sólo unos
pocos milímetros en los tejidos.
Él sistema de electrocirugía bipolar usa dos pequeños polos de igual tamaño que
están muy cerca el uno del otro; uno es el electrodo activo y el otro, el electrodo de
retorno; sin embargo como la corriente es alterna, los dos terminales cambian de papel
cada mitad del ciclo. La proximidad de los electrodos sustancialmente reduce los
requerimientos de fuerza eléctrica. De esta forma se libera una salida de energía menor, a
menores resistencias, usando una onda no modulada con un voltaje pico más bajo. La
proximidad de los electrodos hace también posible la desecación de tejidos inmersos en
líquido. Es el mejor medio para limitar los efectos tisulares de desecación y coagulación y
el más seguro, siempre y cuando tenga una unidad aislada, en utilizar ajustes de control
de coagulación o corte por electricidad en: Neurocirugía, cirugía de tubas uterinas,
ovario, ojos, oído, cirugía torácica, cardiocirugía, cirugía de manos, así como en la cirugía
endoscópica.5. También es la técnica de elección en pacientes que tienen marcapasos
implantados.10
Polo a tierra y monitor de aislamiento de línea:
La utilización del polo a tierra y del monitor de aislamiento de línea (MAL) han
permitido el aislamiento de las líneas de corriente y precisan de alarmas que se disparan
cuando la impedancia baja de 25.000 ohmios, o cuando la corriente máxima de un
cortocircuito accidental excede los 2 miliamperios.6
Normalmente cualquier aparato eléctrico de un hospital va provisto de su
correspondiente cable de 3 hilos y enchufe. Los hilos que corren por el cable responden a
un código de color. El hilo negro es el terminal que suministra energía al aparato, el
blanco es la vía neutra de retorno, y el verde representa la conexión a tierra. El enchufe
está concebido de modo tal que estos hilos se correspondan debidamente con los
terminales del aparato. El hilo verde de tierra se conecta dentro del aparato al chasís y a
cualquier pieza metálica expuesta. En un medio altamente conductor como un quirófano,
este sistema se refuerza con el MAL.
Colocación del paciente en salas de cirugía:
El paciente debe de ser aislado de partes metálicas de la mesa de cirugía y sus
revestimientos que tengan contacto a tierra, por medio de una tela absorbente. La tela o
sábana que se coloque debe permitir el paso de líquidos entre las demás telas que cubren
al paciente y el revestimiento de la mesa de cirugía.
El aislante de la potencia de alta frecuencia debe ser impermeable a los líquidos y
demás fluidos. Los gases anestésicos y los vapores de soluciones desinfectantes, son más
pesados que el aire y por esta razón descienden al piso; De ahí que se considere la zona
que queda debajo de la mesa quirúrgica, zona de riesgo de explosión.5
Colocación del electrodo neutro:
Se hace necesario el uso de un electrodo neutro cuando se va a emplear un electrodo
monopolar de cirugía de alta frecuencia, para hacer un contacto atérmico en superficies
grandes del paciente, y evitar que la corriente eléctrica produzca irritaciones o
quemaduras en la piel del paciente. El principio es que la corriente se devuelve al
generador electroquirúrgico por medio de la placa, que es un electrodo dispersor, y que
representa una amplia superficie de contacto y, por consiguiente, una baja densidad de
corriente. Por seguridad, la superficie de contacto de los electrodos neutros (placa) debe
ser lo más grande posible, de modo que se establezca una resistencia de contacto muy
pequeña entre la superficie de la piel y la del electrodo neutro.
Deben ser colocados con su superficie completa lo más cercanamente posible al
campo quirúrgico, de preferencia en las extremidades, y quedar bien asegurados.
No se deben aplicar en zonas de cicatrices, en protuberancias óseas, en prótesis o en
capas gruesas de tejido adiposo o en zonas donde se vayan a coleccionar líquidos.
La zona donde va a ir colocada la placa debe estar seca (jamás debe usarse alcohol
para la limpieza) y libre de cabello o vellos. En el comercio se dispone de varios tipos de
placas: de resistencia, de metal con gel frío, palas con gel, adhesivos-conductivos, de
contacto capacitadores; los cuales a pesar de sus diferencias, la mayoría son aceptables,
en términos de desempeño térmico.
La línea de alimentación a la placa debe ser lo más corta posible y sin curvaturas
innecesarias. No debe tener contacto con el paciente ni con otros cables de alimentación.
Cuando el aparato quirúrgico de alta frecuencia proporciona poca potencia, o no
trabaja a la regulación de la potencia indicada, la causa de ésto puede ser la mala
colocación de la placa o falsos contactos en la línea de alimentación; esto suele ocurrir
cuando se cambia de posición al paciente.
Sobra decir que todos aquellos aparatos conectados al paciente (Por ejemplo electrodos
para EKG o EEG), deben estar aislados con sus electrodos, del potencial de tierra.
Cuando una placa funciona mal, los electrodos del EKG pueden asumir esta función, y
como tienen un área de superficie menor, la densidad de la corriente será mayor y el
riesgo de quemadura será inminente.12
Los aparatos de cirugía de alta frecuencia no tienen alarmas que especifiquen la
calidad de contacto de la placa con la piel del paciente, sólo se puede controlar la
conexión de la placa al aparato o los eventuales defectos del cable.
Cuando el paciente tiene un marcapaso, la causa más frecuente de disfunción de éste,
es el electrobisturí, entonces se debe pasar el marcapaso al modo V00 con un magneto, o
reprogramarlo para que inicie un ritmo ( por «ausencia» ) en presencia de interferencia
electromagnética contínua. Sin embargo, los marcapasos multiprogramables pueden
reprogramarse en cualquiera de los diversos modos durante la aplicación del
electrobisturí; la colocación de un magneto a estos instrumentos en realidad puede
empeorar su respuesta al electrobisturí.13. De igual manera, deberá utilizarse un sistema
bipolar, mantener el nivel de energía lo más bajo posible y de ser posible, no utilizarlo, o
hacerlo por períodos cortos e intermitentes. 10.
Cuando se van a realizar intervenciones cardíacas, se debe realizar un control visual
de la conexión correcta de los catéteres y electrodos. Los riesgos de microshock aquí son
frecuentes, debido a que la totalidad de la «corriente eléctrica de riesgo» fluye por el
sistema de cateterización o el electrodo endocardíaco (catéter venoso central lleno de
solución salina), disipándose con una alta densidad de corriente desde el extremo del
conductor, pasando por los grandes vasos, la sangre y el miocardio. Las corrientes con
riesgo de microshock se sitúan en la esfera de los microamperios.
Como precaución, se debe tener en primer lugar un desfibrilador listo para el servicio y
conocer las instrucciones necesarias para su uso rápido y correcto 9. El aparato de alta
frecuencia está protegido contra la corriente de alta tensión del desfibrilador. Como
segunda medida de prevención, debe existir un marcapaso transcutáneo listo para su
uso.
Cuando se esté monitorizando al paciente, se debe tener cuidado de no establecer
contactos entre conductos eléctricos que le hayamos puesto y piezas de metal con
contacto a tierra.
Quemaduras 8:
Las quemaduras ocurren cuando la cantidad de calor depositado en el tejido debido al
paso de corriente eléctrica, excede la capacidad de la circulación sanguínea local de
disiparlo. Pueden ser debidas a:
• Circuito de alarma defectuoso en la unidad electroquirúrgica.
• Defecto en los cables de la placa dispersora
• Posición del electrodo indiferente del EKG cercano a la placa dispersora. Becker7 ha
deducido de sus estudios, que la cantidad de corriente disipada por el electrodo
indiferente del EKG es directamente proporcional a la proximidad a que se sitúen el
bisturí del electrobisturí y el electrodo. De tal manera que la corriente de
radiofrecuencia se disipa siguiendo las vías de mínima impedancia a través del
cuerpo.
• La interconexión de aparatos
Las quemaduras electroquirúrgicas pueden ser clasificadas en tres tipos principales:
1. Quemaduras por defectos en el electrodo neutro: Obedecen a excesiva densidad de
corriente en el sitio de aplicación del electrodo de dispersión, y corresponden al 70%
de las quemaduras por electrocirugía
2. Quemaduras por el electrodo activo: Su principal causa son fugas de corriente a
través del revestimiento de aislamiento, o cuando inadvertidamente se activa el
electrodo.
3. Quemaduras en sitios alternativos: Ocurren en sitios remotos de los electrodos
activo y de dispersión. Pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo del paciente
(interno o externo) o del operador.
Cómo se deben prevenir estos accidentes? De la siguiente manera:8,15
1. Inspeccionar todos los sistemas de alarma para cerciorarse de que cumplen las
especificaciones del fabricante.
2. Hacer una revisión sistemática de los circuitos de alarma de los aparatos
electroquirúrgicos.
3. Mantener el electrodo indiferente del ECG tan alejado como sea posible del campo
quirúrgico, con objeto de minimizar la división de la corriente entre él y la placa
dispersora.
4. Evitar pinzar o acodar los cables tanto del EKG como de los aparatos
electroquirúrgicos.
5. A manera de prevención deben calibrarse y hacerse mantenimiento permanente de
estos aparatos.
6. Todo el personal del área quirúrgica debe tener educación continuada en las
normas de seguridad relacionadas con el electrobisturí y demás aparatos eléctricos.
7. Evitar los electrodos de aguja (en la monitoría electrocardiográfica) de los pacientes
sometidos a electrocirugía.
8. Debido a casos de morbimortalidad descritos desde 1970, no se debe usar el
electrodo monopolar en cirugía laparoscópica, no sólo por el mayor riesgo de
quemaduras (1 por cada 2000 casos de electrocoagulación monopolar) de diversa
índole en el paciente, sino también por quemaduras en el operador. Con el uso de
aparatos bipolares se ha descrito un solo caso de quemadura intestinal.
9. Los mangos portaelectrodos con interruptor digital que no son impermeables,
pueden provocar fugas de corriente de alta frecuencia, debido a la entrada de
líquidos como sangre, solución salina etc.
10. Para evitar quemaduras debido a la corriente de alta frecuencia, se deben colocar
los mangos portaelectrodos en la mesa de instrumentos mientras no esté en uso.5
11. Al colocar el mango portaelectrodo sobre alguna cubierta húmeda del paciente, se
pueden producir quemaduras en las partes que se encuentran bajo ella.
12. Se deben usar electrodos originales
13. Se debe evitar el contacto del electrodo activo con las derivaciones electrocardio-
gráficas y sensores de temperatura cuando el paciente esté monitorizado.
14. Se debe evitar el contacto de las mangueras de los sistemas anestésicos con el
electrodo activo, ya que son conductoras de electricidad.
15. El electrodo de retorno debe tener una zona de fijación amplia y segura y al
retirarlo no se debe tirar del cable.
16. Recuerde que una de las causas de pérdida de potencia, es un mal contacto
paciente-placa.
17. En procedimientos del colon, recuerde que los gases de éste al ponerse en contacto
con una chispa eléctrica, dan lugar a explosiones
18. En procedimientos laparoscópicos se debe insuflar con gases no inflamables, el
CO2 es el más usado por estas características. Los gases poseen una capacidad
calorífica muy baja, por lo que durante la electrocauterización pueden generarse
temperaturas locales elevadísimas.
19. De igual manera, cuando se utilice el electrobisturí en el sistema monopolar y se
requiera irrigación contínua, para disminuir la temperatura que produce el
electrodo activo, no se deben utilizar soluciones que contengan electrolitos.
20. Las unidades electroquirúrgicas deben tener filtros de protección capaces de filtrar
frecuencias por encima de 20 KHz, insertadas entre el alambre del electrodo y el
cable del monitor.12
21. Cualquier objeto metálico que haga contacto con el paciente (incluyendo joyas)
debe ser retirado antes del uso de electrocirugía
22. No se deben usar mantas eléctricas
23. No se debe usar electrocirugía en circuncisión, especialmente en neonatos.
24. Debe evitarse la electrocirugía en pacientes que tengan prótesis metálicas,
especialmente cuando éstas quedan muy cerca al campo quirúrgico (prótesis de
cadera en procedimientos intrauterinos)
25. La electrocirugía puede producir humo, de tal forma que la destrucción de un
gramo de tejido puede ser equivalente al daño producido por 12 cigarrillos, en
términos de mutagenicidad. La inhalación de humo puede producir neumonitis
reactiva o ser la vía de transporte de partículas virales infecciosas. Se debe contar
con máscaras protectoras o sistemas de evacuación de humo en tales casos.
Definitivamente la mejor medida de control es el conocimiento previo del
funcionamiento del generador electroquirúrgico, la verificación de que el electrodo neutro
está adecuadamente colocado en el paciente y la disposición permanente a descartar
errores latentes.
A pesar de disponerse hoy día de sistemas bipolares con equipos altamente
calificados, electrónicos y supuestamente seguros, el concepto de riesgos impredecibles
subsiste, lo que ha originado la introducción de nuevas modalidades de energía como la
endocoagulación, la cirugía láser y el escalpelo ultrasónico14.

BIBLIOGRAFÍA

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