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Las Cortes de Cadiz y Su Influencia en Centroamerica
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España
Las Cortes de Cádiz
y su influencia en
Centroamérica
Presentaciones para el “Diálogo sobre
Integración Centroamericana”
1. Presentación 5
Juan Daniel Alemán Gurdián, Secretario General del SICA
El Diálogo de Cádiz, será concurrido por excelsos pensadores, quienes confiamos recibirán
el contenido de esta publicación, como un aporte importante y quizás inclusive, como
un punto de partida para el debate enriquecedor. Debate que esperamos, genere mucho
pensamiento capaz de plasmarse en los programas educativos formales e informales en
Centroamérica, por la vía de la Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana
(CECC), responsable en su ramo del SICA. De esa forma, haremos una contribución que
nos ha de ayudar a desarrollar esa nacionalidad centroamericana, cuya esencia sin duda
existe, implícita en tanto que nos une a los centroamericanos y que al florecer, sin duda
opacaría los incidentes y accidentes de la historia que nos ha separado.
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Agradezco al Ayuntamiento de Cádiz, a sus distinguidos concejales y su alcaldesa la
Honorable doña Teófila Martínez Sáiz el que haya desde un principio y en forma entusiasta
y visionaria, aceptado la propuesta que conjuntamente con el Círculo de Copán, instancia
libre y voluntaria que apoya y contribuye con valiosas ideas a enriquecer el proceso de la
integración centroamericana, de realizar el evento en Cádiz. Así también, hago lo propio
con la Secretaría General Iberoamericana, cuyo Secretario General el Dr. Enrique Iglesias,
vio el valor de la propuesta. A los ponentes les reconozco sin reservas su esfuerzo y a la
Unión Europea su aporte por medio del Segundo Programa de Apoyo a la Integración
Regional Centroamericana (PAIRCA II), que facilitó esta publicación y hace lo propio, con
la participación de la delegación centroamericana al Diálogo de Cádiz.
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2. La Constitución Política de la Monarquía Española de 1812 y la
Constitución de la República Federal de Centroamérica de 1824
Florentín Meléndez
2.1 Introducción
Se hará un breve análisis comparativo de los aspectos relevantes que en derechos humanos
contienen ambas constituciones, así como de los principios fundamentales que reconocen.
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2.2 La Constitución de Cádiz
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de América de 1787 y la Constitución francesa de 1791, pero no adopta su estructura ni
sigue el formato de las declaraciones de derechos de ese Siglo, entre ellas, la Declaración
de Independencia de los Estados Unidos de América de 1776, la Declaración de Derechos
de Virginia de ese año, y la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de
1789 y 1793, aun cuando incorpora algunos de sus más importantes derechos, libertades y
garantías individuales.
La Constitución de Cádiz es una Constitución rígida ya que sólo permite su reforma hasta
transcurridos 8 años de vigencia.
Reconoce la inviolabilidad del Rey y su autoridad, pero lo limita por primera vez a través
de la tradicional división de poderes: Poder Legislativo; Poder Judicial (El Tribunal
Supremo de Justicia y los Tribunales civiles y criminales); y Poder Ejecutivo (El Rey con
limitaciones constitucionales).
Entre los derechos civiles que reconoce la Constitución se pueden mencionar los siguientes:
El Parlamento y el Rey son, según la Constitución, los que deberán proteger la propiedad
de los individuos y garantizar el bienestar, la prosperidad y la felicidad en la Nación. El
derecho de propiedad y su conservación, están vinculados precisamente al logro de tales
fines y valores supremos.
Se prohíbe por primera vez la confiscación de bienes, con lo cual se garantiza la propiedad
privada. (art.304)
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La Constitución establece que el Rey tiene la prohibición de tomar la propiedad de los
particulares y perturbarles su uso o posesión, y prevé que debe prestar juramento de no
tomar jamás a nadie su propiedad. (arts.172 No.10 y 173)
Se reconoce, pues, la libertad civil, la propiedad y “los demás derechos legítimos de todos
los individuos que la componen”, por medio de leyes sabias y justas, reconociéndose con
ello una especie de “cláusula abierta” para otros derechos fundamentales, contemplándose
así la reserva de ley para su desarrollo legislativo posterior.
La Constitución reconoce la libertad de escribir, imprimir y publicar las ideas políticas, sin
necesidad de licencia, revisión o aprobación previa, pero determina responsabilidades por
disposición de la ley, con lo cual se reconocen las bases de la libertad de expresión y la
libertad de imprenta reconocidas en la actualidad en el derecho comparado.
La Constitución prohíbe el allanamiento delas casas de los españoles, el cual solo procederá
por mandato de la ley y con el objeto de mantener el orden y la seguridad.
El derecho a elegir o derecho al voto. (arts. 27, 34, 45, 51, 75, 313 y 314)
No es explícita la Constitución respecto a excluir a las mujeres del derecho al voto, aun
cuando en algunos sectores de la doctrina se sostiene lo contrario.
El derecho a ser electo en cargos públicos. (arts.27, 34, 67, 314 y 328)
Los cargos públicos que según la Constitución están sujetos a elección son los siguientes:
Diputados de las Cortes; Diputados provinciales; Juntas Electorales de parroquia, de
partido y de provincia; Alcaldes, Regidores y Procuradores Síndicos.
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Se regulan las causales de pérdida y suspensión de derechos de los ciudadanos.(arts. 24,
25 y 26)
Se establecen ciertas exigencias y requisitos para los cargos de elección pública. Para ser
Diputado de las Cortes se exige, por ejemplo, estar en el pleno goce de sus derechos y tener
una renta anual proporcionada, procedente de bienes propios. (arts. 91 y 92)
Para ser elector de partido se requiere ser ciudadano y estar en el goce y ejercicio de sus
derechos, ser mayor de 25 años de edad, ya sea del estado seglar o eclesiástico. (art.75)
Se prevé también que el Rey prestará juramento de respetar la libertad política de la Nación.
(art.173)
La Constitución de 1812, por otra parte, reconoce un catálogo de principios del debido
proceso y derechos de las personas en prisión o acusadas de delitos. Entre tales derechos
se pueden mencionar los siguientes:
El derecho a ser juzgado por tribunales competentes previamente establecidos por la ley.
(arts.17 y 247)
Con este reconocimiento expreso se sientan las bases del derecho a un juez competente y
al juez natural -en causas criminales y civiles-, a diferencia de la Constitución de 1808 que
disponía, que era el Rey el encargado de nombrar a dichos jueces.
Según la Constitución, las formalidades en los procesos judiciales serán uniformes en todos
los tribunales, y ni las Cortes ni el Rey podrán dispensarlos.
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El derecho a ser informado de los hechos y notificado del mandamiento judicial.(art. 287)
El derecho a ser llevado ante un juez y rendir declaración sin juramento. (arts.290 y 291)
Se establece, en tal sentido, la facultad del Rey de cuidar de que se administre “pronta y
cumplidamente la justicia (art.171 No.2); y la obligación del Tribunal Supremo de Justicia
de promover “la más pronta administración de justicia.”(art.267)
Este derecho se ejerce, según la Constitución, a través de los recursos de nulidad, apelación
y recurso de fuerza.
Se reconoce la facultad del Rey de indultar a los delincuentes (art.171 No.13), y se establecen
ciertas restricciones al Rey, quien no puede privar a nadie de su libertad ni imputarle pena
alguna, salvo en caso de que la seguridad del Estado lo exija. (art.172 No.11)
Con lo anterior, se están sentando las bases para el posterior desarrollo del derecho a la
educación, como derecho social fundamental, y del derecho al comercio y la industria.
Su vigencia inició el 6 de febrero de 1825, luego de ser sancionada por el primer Congreso
de la Federación, y se mantuvo hasta la disolución de la Federación en 1838-1839, salvo
algunas etapas en las que perdió vigor. (1826-1829)
En sus 15 Títulos y 211 artículos aprobados, desarrolla una serie de disposiciones relativas
a: la organización interna de los Estados y de la Federación; la Nación y el territorio; las
relaciones del Gobierno y la religión, y de ésta con los ciudadanos; ; las elecciones, las
juntas electorales y los derechos de los ciudadanos; el establecimiento de las supremas
autoridades federales; los tres Poderes del Estado; el Poder Legislativo y las atribuciones
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del Congreso y el Senado; el proceso de formación de las leyes; el Poder Ejecutivo y
las atribuciones de sus autoridades; la Suprema Corte de Justicia y sus atribuciones; las
garantías de la libertad individual; las prohibiciones a los funcionarios públicos; y las
reformas a la Constitución, entre otros temas.
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Se establece el derecho a la inviolabilidad del domicilio, excepto en los casos de registro
por orden escrita de autoridad competente, durante la persecución de delincuentes, en casos
de escándalo domiciliar, y por pedido de auxilio (art.168). Se prohíbe, por lo tanto, el
allanamiento de domicilios sin las formalidades legales. (art.176 No.3)
Además, se regulan las elecciones generales (art. 23 ss.); el deber de los ciudadanos de
elegir o sufragar (art.30); el derecho a elegir y ser electo, reconociéndose expresamente el
derecho al voto activo y al voto pasivo (art.34); y el ejercicio del sufragio para los cargos
de Presidente y Vicepresidente, individuos de la Suprema Corte de Justicia y Senadores del
Estado. (arts.42 y 132)
Se reconocen otros derechos, libertades y garantías, entre las cuales se mencionan las
siguientes:
Entre las garantías delas personas detenidas o acusadas de cometer delitos, se mencionan
las siguientes: el derecho de igualdad ante la ley y los tribunales de justicia(el art. 153
establece que todos los ciudadanos o habitantes de la República, sin distinción alguna,
“estarán sometidos al mismo orden de procedimientos y de juicios que determinan las
leyes”); el derecho a no ser privadas de libertad sino por orden escrita de autoridad
competente (arts. 155 y 158); el derecho a que la orden de captura proceda únicamente
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cuando el delito de que se trata tenga pena mayor a la correccional (art. 156); el derecho a
que se registre oficialmente la detención en las prisiones (art. 159); el derecho a que un juez
intervenga necesariamente para decretar la detención u ordenar la libertad de las personas
imputadas de delitos (art. 160); el derecho a estar comunicadas con el mundo exterior,
salvo que hubiere orden de un juez (art. 164); y el derecho a gozar de libertad bajo fianza,
en los casos que la ley expresamente no lo prohíba. (art. 166)
Se prohíbe tomar la propiedad y perturbar el libre uso de los bienes, salvo en favor del
público o en caso de grave urgencia, pero siempre con una justa y previa indemnización
(art. 175 No.4).
Se prohíben también las leyes de proscripción retroactiva y las leyes infamantes. (art.175
No.8)
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históricos con la positivación de los derechos, libertades y garantías individuales de la
persona humana.
En materia de derechos políticos, por ejemplo, se establecen las Juntas Populares, las Juntas
de Distrito, las Juntas de Departamento y la forma de verificar la elección de las Supremas
Autoridades Federales (arts. 33, 36, 38 y 45);se adopta la regla de la mayoría absoluta en
las decisiones parlamentariasy para el nombramiento de funcionarios de elección popular
(arts. 47 y 68); y se establece el derecho a recurrir a través del recurso de nulidad en materia
electoral. (art.27)
Entre las atribuciones del Congreso se contemplan la de dirigir la educación, promover las
ciencias y las artes, y asegurar a los inventores el derecho exclusivo de sus descubrimientos,
con lo cual se reconocen implícitamente los derechos de autor. (art.69 No.14)
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Finalmente, se establece en la Constitución, que ninguna ley puede contrariar las garantías
constitucionales, pero sí ampliarlas y reconocer nuevas garantías. (art.174)
Las reformas a la Constitución Federal aprobadas en 1935, desarrollaron aun más los
procesos electorales y los derechos políticos de los ciudadanos (arts.23 ss.), e introdujeron
algunas limitaciones a los poder públicos frente a los ciudadanos.(art.181)
Esta disposición constitucional contribuye, sin duda, al desarrollo posterior del régimen de
suspensión de derechos en el ámbito del derecho constitucional comparado de España y
Centro América, y que posteriormente fue objeto de regulación en el derecho internacional
convencional de los derechos humanos.(Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
art.4; Convención Americana sobre Derechos Humanos, art.27; y Convenio Europeo para
la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales, art. 15)
No obstante, se puede notar que entre las dos constituciones existen importantes diferencias
en cuanto al reconocimiento de derechos y libertades individuales, ya que algunos derechos
y garantías de la Constitución de Cádiz -el derecho a recurrir, por ejemplo- no fueron
incorporados en la Constitución Federal.
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Puede observarse, entonces, que la Constitución de 1824 tiene un mayor desarrollo y
“positivación” de los derechos individuales que la Constitución de 1812. Ello denota,
precisamente, la influencia de la Constitución de Cádiz en el desarrollo progresivo de los
derechos constitucionales en el derecho comparado.
Es importante hacer notar también que la Constitución Federal incorpora derechos que no
fueron reconocidos previamente en la Constitución de Cádiz, entre ellos, por ejemplo los
siguientes: el derecho de igualdad, el derecho de asilo, la libertad de pensamiento, el derecho
de petición, la libertad de tránsito y el derecho a la inviolabilidad de la correspondencia.
La libertad personal (art.2); los derechos de las personas detenidas (arts.6,7, 8); la publicidad
de actos de Gobierno (art.30); la libertad de expresión (art. 35); la libertad religiosa (art.
36); el derecho de propiedad (arts. 39 y 41); la prohibición de la confiscación de bienes
(art. 41); la libertad de comercio e industria (art.43); el derecho a la educación y derecho
de acceso a las universidades(arts. 71 y 82); y los derechos políticos: el derecho a elegir y
a ser electo. (art.136)
Las constituciones históricas de Guatemala fueron adoptadas en:1825, 1851, 1879, 1921,
1945, 1956 y 1965.
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Constitución de la República de El Salvador (1983)
Las constituciones históricas de El Salvador fueron adoptadas en: 1824, 1841, 1864, 1871,
1872, 1880, 1883, 1885, 1886, 1936, 1944, 1945, 1950 y 1962.
La libertad personal (arts.1 y 61);el derecho a la nacionalidad y los derechos del ciudadano
(arts. 22 ss. y36 ss.);el derecho a elegir y a ser electo (arts. 37 y 44);el derecho a ser juzgado
por un juez competente establecido por la ley (art. 84);el derecho a ser informado de la
acusación (art. 84);la libertad de expresión (arts. 72 ss.);la prohibición de la confiscación
de bienes (arts. 97 y105);la prohibición de las penas infamantes o proscriptivas (art. 97);el
derecho a la inviolabilidad del domicilio (art. 99);y el derecho a la propiedad privada. (arts.
103 y 104)
Las constituciones históricas de Honduras fueron adoptadas en: 1825, 1848, 1865, 1873,
1889, 1894, 1898, 1904, 1906, 1908, 1921, 1924, 1936, 1939, 1957 y 1965.
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Constitución Política de la República de Nicaragua (1987)
Las constituciones históricas de Nicaragua fueron adoptadas en: 1826, 1838, 1848, 1854,
1858, 1893, 1896, 1911, 1939, 1948, 1950, 1974 y 1979.
Las constituciones históricas de Costa Rica fueron adoptadas en: 1844(Ley Fundamental
del Estado Libre de Costa Rica), y 1847, 1859, 1869, 1871 y 1917.
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determinante en el desarrollo del Derecho constitucional de la región centroamericana, e
incluso, en los demás países de América Latina.
Entre las primeras constituciones que fueron receptivas del espíritu y texto de la Constitución
de Cádiz de 1812, se pueden mencionar las siguientes: la Constitución Venezuela de 1819;
la Constitución chilena de 1822; la Constitución peruana de 1823;la Constitución de El
Salvador de 1824;la Constitución de Jalisco de 1824;la Constitución Federal de México de
1824;la Constitución de Yucatán de 1825;y la Constitución de Guatemala de 1825.
Las constituciones antes citadas incorporaron en sus textos los principios, valores y derechos
de la Constitución de Cádiz, fundamentalmente conceptos y principios como la soberanía
nacional y la división de poderes; la consagración de Estados independientes y libres; y
un catálogo progresivamente más amplio de derechos, libertades y garantías individuales.
2.7 Conclusiones
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Como Carta Fundamental, la Constitución de 1812 se caracteriza por otorgar prioridad
al reconocimiento de ciertos derechos y libertades individuales, como el derecho de
propiedad, la libertad de expresión, el derecho a profesar la religión católica, apostólica y
romana, y los derechos políticos de los ciudadanos, tales como el derecho a elegir y a ser
electo en determinados cargos públicos.
Se reconocen en la Constitución de Cádiz importantes derechos y libertades de corte
liberal, propios de la sociedad democrática actual, que fueron desarrollados no solo
en las constituciones históricas de España, sino en la misma Constitución Federal de
Centroamérica de 1824 y en las constituciones históricas de la región.
Cabe destacar el reconocimiento de los principios de la división de poderes, el de la
soberanía nacional y el de la representación popular, que se desarrollan posteriormente en
el marco del Estado republicano. Se establecen con rango constitucional los tres Poderes
fundamentales tradicionales del Estado liberal: Poder Legislativo, Poder Ejecutivo y Poder
Judicial, a los cuales se les otorgan amplias atribuciones constitucionales. Estos principios
fundamentales, propios de la doctrina liberal, son incorporados en la Constitución Federal
de Centroamérica y en las constituciones históricas de la región, y sirven de base en la
actualidad para el establecimiento del Estado republicano y democrático en nuestros países.
Por lo tanto, el gran logro histórico que habría que reconocer de la Constitución de Cádiz,
es que constituye el punto de partida del constitucionalismo en Hispanoamérica y del
proceso de reconocimiento y positivación de los derechos individuales y de las libertades
democráticas en la Constitución Federal de 1824 y en las constituciones históricas de
Centro América.
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30
3. Las Cortes de Cádiz y las libertades en Centroamérica: la
Libertad de Expresión
3.1 Introducción
Se plantea en estas reflexiones, a grandes rasgos, como la época colonial careció de un sistema
de libertades y derechos por el resultado de la dominación española, desde la conquista y durante
la colonia, del mismo modo que España impuso un sistema de dominación, que por su esencia
y estructuras fue violento y modeló la sociedad colonial desde esa perspectiva, modelo que no
pudo evitar los procesos de resistencia que rompieron los lazos de dominación y condujeron a la
Independencia de las colonias españolas.
Igualmente, como al final de este proceso, por una situación similar que sufre España respecto a la
avanza napoleónica sobre Europa, se producen condiciones particulares que se gestan en España
y por ende en sus territorios, movimientos solidarios y de resistencia con la monarquía depuesta y
por la Independencia de la España ocupada, situación que en paralelismo contribuía a fortalecer los
movimientos antiespañolistas por la ocupación colonial de España en América.
Y, dentro de esta situación, como se producen algunas situaciones al interior de España que
provocan un aire de liberalismo y libertades, que llevan a las colonias a tener sus representantes en
las Cortes de Cádiz, convocadas por esta circunstancia, donde aprovechan para plantear, a modo de
demandas sentidas y necesitadas, una serie de derechos y libertades, que discutidas y peleadas no
todas resultaron en interés de los americanos, pero contribuyeron a afirmar la resistencia interna en
el continente que ya avanzaba por las distintas geografías.
Y, de cómo, también, el movimiento que se reúne en Cádiz, tan solo se convierte en un oasis
momentáneo, pues lo logrado se suspende con el restablecimiento de la monarquía, a partir de
1814. Aun así, las raíces quedaron pero empezaron a reverdecer luego de la Independencia más que
todo en el proceso constitucionalista que recién surgió.
Por otra parte como se plasman derechos y libertades, entre ellas la libertad de expresión, que ya
era ejercida desde la práctica política y militar por los grupos insurgentes americanos, y se valora
en este sentido su significado en esta coyuntura proyectado en la situación actual.
31
Los planteamientos audaces y progresistas de muchos diputados en las Cortes, entre ellos los
centroamericanos, no fueron suficiente para sostener la monarquía constitucional, con régimen de
libertades, puesto que los sectores conservadores y monárquicos finalmente conspiraron contra lo
logrado en Cádiz.
La monarquía moderada constitucionalista que surge de las Cortes sigue siendo monarquía. Los
diputados que en la Cortes mantuvieron posiciones liberales, ilustradas, se quedaron en este molde,
por más importante que fuera, en muchos casos, reflejando parte de lo que sucedía en las regiones
de donde eran oriundos, como en el caso de diputados americanos.
Este proceso de apropiación simultáneamente impuso una expropiación de las mismas tierras a
quienes naturalmente las habitaban y las disfrutaban y tenían como suyas.
Con ello se impuso, igualmente, un modelo de trabajo con el cual poco a poco se fue organizando a
los grupos de habitantes dominados a trabajar, ya no para sí mismos, para la cultura y organización
social a la que pertenecían, sino, desde entonces, para otros, para los españoles, en este caso, quienes
al poseer como propias las tierras, también habían establecido una posesión violenta de sus riquezas
naturales y de quienes las habitaban.
Se organizó de esa manera un modelo de trabajo y disposición de las tierras, y se organizó la
explotación de las riquezas naturales, sus hombres y su producción.
Al mismo tiempo, la violencia jurídica, la expresión legal por la cual actuaban los conquistadores
y colonizadores justificó las acciones ejecutadas por los nuevos dominadores.
32
La religión católica, profesada por los Reyes de España, y en España, se impone como la razón
moral de la conquista, como la justificación de la dominación, en tanto contribuyó a justificar
no solo la conquista material de las tierras y de sus riquezas, junto a sus hombres, sino también
la salvación de sus almas para el cristianismo, razón especial de la conquista y de la expansión
del cristianismo en América. Del mismo modo, la evangelización, la destrucción de los templos
indígenas, la construcción sobre ellos de los nuevos templos católicos, la liquidación de sus líderes
religiosos, fue parte de este modelo de violencia religioso impuesto desde entonces, como religión
justificadora del poder y de la dominación que se llevaba a cabo, sino también como esperanza de
salvación en la muerte a cambio de la resignación y el sometimiento.
De paso, el establecimiento del Tribunal del Santo Oficio, que actuó en el continente, fue uno de
los instrumentos que también sirvieron para desarrollar el régimen de terror, represión y opresión
española en las tierras americanas.
Del mismo modo, las milicias y los cuerpos militares desarrollados en América, como parte de un
modelo de violencia militar, por parte de los conquistadores y colonizadores, que desde su origen
se impusieron de una manera desigual con caballos, pólvora y el hierro en sus armaduras, contra
las armas rudimentarias indígenas, y la experiencia que en Europa les había permitido acumular, de
las guerras, con ventaja táctico estratégica para la dominación.
El idioma castellano, costumbres, vestidos y comidas impuestos fueron parte de este modelo de
violencia en lo social y cultural, de conquista y colonia que permitieron moldear en el transcurso
de los años a quienes sobrevivían en el régimen colonial, e iban naciendo con aceptación natural
de lo que resultaba de la imposición y del control político militar ejercido. Mediante estos últimos
identificaron en idioma, vestido y comidas al dominado con el dominador.
La dominación española impuso las ideas y el pensamiento español dominante. Restringió el
pensamiento propio, lo persiguió aunque no lo pudo eliminar del todo.
Pero, impuso estructuralmente, también una situación de carácter monopólico, que trascendió a la
misma etapa de la conquista y de la colonia.
Así España monopolizó las tierras y sus riquezas. Con ello facilitó desde España el control total,
ejerciendo dominio por sus puertos autorizados para viajar al continente y desde América para
comunicarse con España. Estableció el monopolio de lo político y de la política, como ejercicio
de poder, mediante el cual solo la autoridad española en ejercicio, principalmente a manos de
peninsulares en sus más altos puestos podía disponerlo.
Poco a poco, a medida que conocía y penetraba el continente, necesitaba más control regional
y de la población, y fue desarrollando estructuras administrativas que reproducían el poder y la
dominación, el control de tierras y de población, multiplicaba así los mecanismos de la violencia
en áreas cada vez más pequeñas asegurando de esa manera su mayor control y disposición de las
tierras, de sus riquezas y del trabajo organizado de las comunidades indígenas, y de la población
negra que introdujo como resultado de esta situación de explotación económica y de la catástrofe
demográfica que significó, a la vez la presencia española en las tierras americanas.
Monopolio de tierras, de comercio, de poder, de religión, de idioma configuraron las nuevas tierras y
a sus pobladores. El trazado sobre todo esto de las políticas productivas principales también terminó
configurando a estas tierras como monoproductoras, de un producto principal vinculado al comercio,
e hizo surgir así a los países, después de la Independencia, como naciones monoproductoras durante
mucho tiempo, dependiendo de un producto principal y de un mercado específico.
33
Obviamente, a medida que España fue conociendo el continente lo fragmentó para su mejor
administración, dominio y explotación. Así hizo surgir regiones con sus respectivos límites, y al
interior de ellas, de la misma manera, reprodujo sus estructuras e instituciones de poder. Así, los
surgieron los Virreinatos y a su interior, entre otras dependencias, las Capitanías Generales.
Para el caso que nos ocupa, el Virreinato de Nueva España, y como parte de sus territorios, el
Reino de Guatemala o la Capitanía General de Centroamérica, y a su interior las Provincias,
Gobernaciones. Intendencias, Partidos etc.
3.3 Universidades
La Universidad fue creada con autonomía del Capitán General y de la propia Audiencia, atendida
a sus Estatutos, con ejercicio libre de la docencia, libertad que permitió tempranamente introducir
conocimientos científicos, llegar a tener una gran Biblioteca y formar en ella, al finalizar la
colonia, una gran cantidad de jóvenes que destacaron, desde sus aulas, en el proceso final de la
Independencia, convirtiéndose muchos de ellos en los principales líderes, en esos días y los que
siguieron a la Proclamación de la Independencia.
Más tarde se creó la Universidad de León de Nicaragua, con ella las únicas dos universidades en la
Centroamérica colonial, donde tuvieron oportunidad de formarse jóvenes en estudios universitarios
y en nutrirse de las ideas de la Independencia.
La primera que entró a Centroamérica fue a Guatemala en 1660, a solicitud en este caso, del propio
Obispo. Con la imprenta iniciaron las publicaciones asociadas principalmente a libros de interés
eclesiástico, pero también de las tesis y trabajos que se iban realizando en la Universidad, en las
distintas disciplinas.
Permitió después la imprenta, y las que les siguieron, hasta Costa Rica, la parte más alejada de
la Capitanía, en 1830, impulsar publicaciones, hojas sueltas, boletines, edictos y periódicos, que
sirvieron también para agitar ideas en torno a la Independencia, y para crear una sentimiento
colectivo de pensamiento y de unidad centroamericana.
34
En el siglo XVIII, a principios, circularon los primeros ejemplares de una Gaceta de Guatemala,
pero hasta 1793 se regularizó mejor su edición hasta principios del siglo XIX, época en que también
van a aparecer periódicos con mayor orientación política, en respuesta a la necesidad de cambios
y del proceso mismo de la Independencia, como fueron El Editor Constitucional y el Amigo de la
Patria, en 1820. La Gazeta de Guatemala (sic) de 1729 se considera el segundo periódico editado
en América.
En algunas regiones de América, como fue el caso de Caracas, los sucesos de Cádiz fueron
conocidos desde la prensa.
La imprenta permitió a sectores alejarse de las posiciones oficiales, y contribuyó a crear nuevos
espacios públicos de opinión, y cuando la guerra de independencia cobró bríos la imprenta
también se vinculó como parte de los pertrechos, en palabras de Bolívar, en la lucha por derrotar el
colonialismo español.
Empezaron a circular periódicos con control oficial y eclesiástico, y poco a poco, desarrollaron
espacios nuevos de opinión pública. Y, fueron de igual modo apareciendo periódicos ligados a las
distintas Asociaciones y Sociedades Patrióticas que iban surgiendo.
Las reformas que impulsa el Rey Carlos III producen nuevos cambios en el continente. Al
crear las Intendencias debilitó el poder de los Virreyes y de los Capitanes Generales. En el caso
centroamericano creó cuatro Intendencias, la de Nicaragua, la de Chiapas y Soconusco, la de
Honduras o Comayagua, y la de San Salvador, todas en el Reino de Guatemala que se extendían
desde Chiapas hasta Costa Rica.
Carlos III estimuló la libertad de comercio, por medio de los Consulados, y el mayor contacto
naviero con Europa, así como ordenó la expulsión de la Orden de los Jesuitas de España y sus
territorios.
También Carlos III vio la caída del dominio colonial inglés, 1776, en las 13 colonias que tenían
al norte del continente, y toca con la manos la caída de la monarquía francesa y el triunfo de la
Revolución Francesa de 1789 y su “Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano” del
26 de agosto de 1789.
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Ambos eventos, la Independencia de las colonias inglesas y el nacimiento de los Estados Unidos,
y la Revolución Francesa, van a sacudir al mundo. Sus ideas de Libertad, Igualdad, Fraternidad y
Soberanía, y el derecho de rebelión que proclaman, van a ser fundamentales y van a encontrar en
el continente americano abono y terreno fértil a los sentimientos antiespañolistas que se venían
incubando.
Este mismo año la IV Enmienda garantizaba la inviolabilidad del domicilio y de papeles, así como
de detenciones arbitrarias.
Junto a estos se había ido estableciendo la estructuración de un orden político basado en poderes
públicos.
Del mismo modo, particularmente, en Francia, se había cuestionado el peso del poder monárquico,
y surgían con fuerza los principios de la soberanía popular.
Mientras la ilustración francesa confrontaba la monarquía, la española no cuestionaba la monarquía
absoluta.
Se constituía con la población que se había venido desarrollando bajo la dominación española, los
indígenas, los negros, los mestizos, los mulatos, los zambos, los pardos, en fin toda la población
criolla mestiza que se sentía más americana que española, población que adquiría cada vez más la
idea de un territorio, que le era propio y de estructuras políticas de gobierno que le eran ajenas, así
como de las cargas tributarias y políticas económicas que cada vez más eran rechazadas.
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La flexibilidad comercial que se había desarrollado igualmente había permitido mayor contacto con
Europa, y por medio de éste la penetración de libros y materiales asociados a los pensadores del
Enciclopedismo y del liberalismo políticos, del pensamiento antimonárquico y pro republicano, de
las tesis del contrato social, de la soberanía, del constitucionalismo y del gobierno civil.
Los líderes y pensadores de la Independencia de los Estados Unidos y los de la Revolución Francesa
se empezaron a conocer y a divulgar, con las limitaciones del caso, en Centroamérica. No es casual
que la primera Constitución en período independiente de Costa Rica, evocando a Rousseau y
los contractualistas, se denomine en 1821, “Pacto Social Fundamental Interino de Costa Rica o
Pacto de Concordia”, aprobada el 1 de diciembre de 1821, es quizá de todas las constituciones de
Centroamérica, la que mejor expresa en su título el conocimiento de los pensadores políticos del
contractualismo.
Así, en 1808, los jóvenes patriotas guatemaltecos, Simón Bergaño y Villegas, y Mateo Antonio
Marure, y el costarricense, estudiante de medicina en Guatemala, Pablo Alvarado, son quienes
incitan desde entonces a la Independencia, siendo Alvarado el primer detenido por esta causa en la
región, quien pasó más tiempo en prisión que en libertad, desde ese año hasta la proclamación de
la Independencia en Guatemala el 15 de setiembre de 1821.
Ya Emperador sus objetivos se ampliaron sobre Europa hasta Rusia, y de paso España, cuando
entre 1807 y 1808 llegó a España, impuso a su hermano como gobernante.
Si las estructuras del dominio español empezaban a socavarse, desde finales del siglo XVIII y
a principios del siglo XIX, con motivo de los movimientos insurreccionales que se iniciaban en
América, el avance de la Revolución Francesa sobre Europa, y España, especialmente con la
ocupación francesa en España, a partir de 1808, se crearon las condiciones para desestabilizar y
debilitar más las estructuras del poder monárquico español, en América, y el de sus autoridades, e
impulsar el ideario de libertades y derechos que emanaban de las revoluciones antimonárquicas y
del republicanismo.
El que las tropas francesas hubieran capturado al Rey Carlos IV, así como al que le siguió, Fernando
VII, creó un vacío de poder que estimuló estos sentimientos independentistas, lo que provocó, como
el caso de Venezuela, que el 19 de abril de 1810, se redactara el Acta con la cual se consignaba un
nuevo gobierno, autónomo, pero fiel al Rey, y el 5 de julio de 1811 se hacía formal la Declaración
de Independencia de Venezuela, rompiendo definitivamente los lazos con España. Esta situación
de Venezuela se había visto favorecida por el establecimiento de la imprenta y el surgimiento de
periódicos y los espacios de opinión pública que fueron ganando terreno frente al oficialismo.
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La reacción frente a la detención de Fernando VII fue el desarrollo del movimiento Juntista, por el
cual se impulsaron los movimientos solidarios y de fidelidad a la monarquía española en España y
en el continente americano, bajo la bandera de la defensa de la Independencia de España.
El movimiento independentista frente a Napoleón en España sirvió para desatar movimientos
de solidaridad con la monarquía española depuesta, pero también para impulsar los propios
movimientos independentistas americanos frente a la España misma. El juntismo español y el
americano fueron en su esencia movimientos promonárquicos, pero contribuyeron a fortalecer los
movimientos autonomistas que marchaban hacia la independencia americana. Y si Napoleón había
logrado derrotar al monarca, quedaba claro a los ojos americanos que eso también era posible en
América.
Bayona impuso libertades que emanaban de los postulados de la Revolución francesa, como fueron
entre otras la libertad personal, la inviolabilidad del domicilio, los derechos de los privados de
libertad, la indicación de que las detenciones de las personas solo eran mediante flagrante delito
o por orden de juez, la abolición de las torturas, la inviolabilidad del domicilio, y se regularon
aspectos relacionados con la libertad de imprenta vinculadas con impresión, publicación y venta
de obras, dejando fuera de esta regulación los periódicos, siempre y cuando estas publicaciones no
perjudiquen al Estado.
Se estableció la libertad absoluta de imprenta sujeta a transcurrir dos años desde la vigencia de la
Constitución.
De todas estas libertades, en orden político, las más importantes fueron la personal y la de imprenta.
Bayona, igualmente, señaló en su integración de las Cortes o Juntas de la Nación que el estamento
del pueblo que la integraban, se compondría de diputados que debían venir nombrados desde las
Provincias de España y de las Indias.
Bayona mantenía la indivisibilidad del Reino español, es decir no liberó las colonias, puesto que la
misma Francia tampoco las había liberado, pero además las consideró como un objetivo estratégico.
Se mantenía el concepto de las “posesiones españolas” referido a las colonias.
No se estableció libertad religiosa, en tanto Bayona, y luego Cádiz, proclaman la religión Católica,
Apostólica y Romana en España y en todas sus posesiones, como la del Rey y de la Nación, sin
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permitir ninguna otra, situación que durante todo el siglo XIX dominó de modo perverso en un
régimen de intolerancia de pensamiento religioso en los países americanos recién independientes,
y asegurando la mayoría de ellos en su desarrollo constitucional igual precepto confesional de los
Estados recién emergentes, algunos de ellos, como Costa Rica, hasta la actualidad.
En la historia constitucional americana poco se rescata del texto constitucional de Bayona, y más
se enfatiza en las repercusiones hacia la estructuración del ordenamiento judicial, y los poderes
judiciales en América, el texto de la Constitución de Cádiz, así como del propio ordenamiento
jurídico francés.
Los representantes americanos en la reunión de Bayona, que los hubo, hicieron planteamientos
liberales, entre ellos libertad económica, asegurar la representación americana en las Asambleas y
la entrada de los diputados a las Cortes, con voz y voto, la igualdad de derechos y de intervención
en las Cortes, la abolición del estanco de Tabaco, la libertad de tránsito a España, la suspensión
de pagos de tributos a indígenas y castas, la amnistía general, el remplazo de los funcionarios
corruptos, la igualdad de derechos de las colonias con la metrópoli, la libertad para la agricultura,
la eliminación de restricciones a la industria, la supresión de la palabra “colonias” por “provincias
americanas”.
Los sucesos de Bayona habían evidenciado la posibilidad de la derrota del monarquismo español
y del régimen colonial.
Lo que había sucedido en España, con motivo de la ocupación napoleónica, había contribuido a
esta situación en Venezuela, que resultó de la determinación en Caracas de constituir una Junta en
apoyo a Fernando VII el 19 de abril de 1810, lo que siguieron otras ciudades, que desembocó en
una guerra interna.
La ocupación francesa gestó un movimiento en contra de la misma, y del mismo modo, condujo,
a un movimiento político jurídico alterno a lo que se había dispuesto en Bayona. Si Bayona había
resultado en una Constitución, había igualmente que procurar la gestación de un texto alterno, que
tuviera una representación política diferente y conforme a esta reacción antinapoleónica.
Con los alzamientos de Aranjuez en marzo de 1808, la constitución de Juntas Provinciales, que
llegaron a 13, con amplia base popular, hasta la Junta Suprema Central, y los propios movimientos
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juntistas en el continente americano, y los movimientos solidarios a favor de la monarquía y de
Fernando VII, se manifestó la resistencia a la ocupación napoleónica. No casualmente muchas
ciudades del continente después fueron reconocidas en su lealtad al régimen monárquico, como lo
fue la misma ciudad de Cartago, capital de la Provincia de Costa Rica.
Durante la ocupación napoleónica el poder alterno del juntismo se mantuvo, y fue más fuerte
su repercusión en las colonias americanas que la influencia propia de Bayona y de Napoleón en
América, situación natural por el control españolista que había en el continente.
La Junta Suprema Central en vísperas de su disolución, a favor de la Regencia constituida por cinco
miembros, convocó el 29 de enero de 1810 a la Constitución de las Cortes Generales.
El poder napoleónico en España fue débil y más cuando la expansión napoleónica sobre Europa
también se debilitó, y el propio José Napoleón tuvo que abandonar España en 1913, así como sus
últimas tropas que en junio de 1814 dejaron España, permitiendo de nuevo restituir a Fernando VII
en el trono.
El 22 de enero de 1809 fueron invitadas las colonias españolas a nombrar sus diputados para
las Cortes, cuya convocatoria se hizo el 18 de junio de 1810 para empezar a funcionar el 24 de
setiembre, para que finalmente el 19 de marzo de 1812 se promulgara la Constitución de Cádiz.
Durante el período de sesiones de las Cortes, fue cuando se produjo el mayor espacio y tiempo de
ejercicio de libertades y derechos, en este caso de los representantes ante las Cortes, y con ellos de
sus representados.
Del mismo modo que muchas de sus demandas y libertades expresadas durante las sesiones, no se
vivieron antes de las mismas en la vida iberoamericana, tampoco después de restituido Fernando
VII, y suspendida la Constitución de Cádiz, en 1814, se siguieron viviendo.
Por otra parte, muchas de las demandas políticas de las libertades se seguían agitando por parte de
los movimientos políticos que en América ya habían surgido, y que estaban luchando abiertamente
contra el orden colonial español. Así, el establecimiento definitivo de muchos derechos y libertades
resultará, justamente, del triunfo político revolucionario de estos movimientos y de la derrota de la
monarquía española y sus autoridades en América.
Políticamente, Cádiz introdujo la representación nacional e hizo surgir el ciudadano en tanto los
diputados representantes lo eran por la Nación, como unidad nacional, reconociendo el derecho de
voto a los mayores de 25 años.
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Los delegados centroamericanos a Cádiz conocían los sucesos europeos y revolucionarios que
sacudían el viejo continente, pero también habían vivido sucesos antiespañolistas insurreccionales
en Centroamérica. Desde los sucesos de Bayona ya se habían producido manifestaciones importantes
orientadas a declarar la Independencia de Centroamérica.
Cádiz declara el origen del Estado confesional haciendo de la religión católica, apostólica y romana
la única verdadera, y de la nación española, prohibiendo el ejercicio de cualquier otra. Consideró
igualmente al Tribunal del Santo Oficio, a la Inquisición, contrario a lo que se estaba disponiendo.
Establece el gobierno monárquico moderado hereditario, y al establecer la Cortes reconoce el
derecho de sufragio, prohíbe los tormentos, la confiscación de bienes, la inviolabilidad del domicilio,
establece escuelas de primeras letras en todos los pueblos de la Monarquía.
De esta manera en Cádiz se reconoce esta libertad de expresión que, obviamente, en el continente,
ya se ejercía desde los campos de batalla por la Independencia, especialmente por aquellos que
enfrentaban el régimen monárquico y colonialista español, y debían usar estas libertades estratégica
y tácticamente para agitar y divulgar las ideas emancipadoras, y para movilizar y organizar alrededor
de ellas, pero también para desinformar al enemigo político en el continente y a sus ejércitos, como
bien señalaba Bolívar respecto al papel de la imprenta y las ideas en la guerra revolucionaria, que
eran tan importantes como los pertrechos.
Cuando en Cádiz se igualan americanos y españoles, cuando se dividen los poderes públicos,
cuando los diputados asumen la representación de la nación española, de ambos hemisferios, con
su nueva estructuración provincial y sus instituciones de justicia y de educación proyectadas, tan
solo se le está dando unidad formal a lo que antes de Cádiz también estaba unido pero desintegrado
socialmente en lo que a los intereses de España correspondía.
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Cádiz era una respuesta tardía a los movimientos independentistas e insurgentes americanos, y
una respuesta inmediata a la ocupación francesa en nombre de la libertad y de la independencia de
España, porque después de Cádiz se aceleró el proceso de independencia de las colonias americanas.
La lucha contra la ocupación francesa en España obligó a ejercer espacios de agitación pública a
favor de la Independencia de España y en contra de la ocupación extranjera, que fueron espacios
reales de agitación política, movilización y organización, de libre expresión, desde la resistencia,
contra la dominación francesa.
El corto plazo de la Constitución de Cádiz, hasta 1814, y luego durante un breve plazo en 1820,
hizo que lo logrado en Cádiz no solo desapareciera del imaginario político colectivo inmediato
americano, sino que cuando se quiso volver a instaurar era demasiado tardío.
Ninguno de los procesos independentistas americanos tiene por bandera las Cortes de Cádiz ni
su Constitución, ni su progresismo, ni sus planteamientos reformistas comparados con el antiguo
régimen. Cuando en América se analiza el juntismo americano se ve en función del sostenimiento
del régimen monárquico.
Y estas palabras no por desconocimiento de lo que fueron las Cortes, hoy más ampliamente
estudiadas, sino porque en el fondo el expresidente hacía una valoración política de lo que sucedía
en España, para los españoles de ambos hemisferios, sabiendo que simultáneamente que en esos
mismo años ya se lucha por romper las relaciones coloniales, de poder y presión española en
América.
Por eso la lucha antiespañolista y anticolonial es contra las autoridades españolas, es por romper
con España, pero también para derrocar las autoridades locales que las representan.
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Después de Cádiz, una vez restaurada la monarquía, se restauró la represión y la persecución
contra los liberales americanos, contra los revolucionarios, contra los anticolonialistas, y sus ideas
perseguidas y prohibidas de divulgar.
Los seis diputados centroamericanos y los dos suplentes en las Cortés cumplieron su papel.
Especialmente destacaron los Doctores Antonio Larrazábal y Arrivillaga y Florencio Castillo (2).
Antes que Cádiz, en América, estos se ejercían desde la oposición política en términos de la
agitación político revolucionaria antiespañolista y antimonárquica, y de las sociedades secretas
como la Masonería, en la divulgación clandestina, secreta y discreta de panfletos y literatura clásica
de los grandes pensadores liberales y de la ilustración europea que se hacían circular.
Florencio Castillo buscaría “el bien general de la monarquía española” y en lo especial los intereses
referidos a la provincia de Costa Rica y de cada una de las provincias de Centroamérica. También
planteó el problema de concepto Patria, como un concepto más allá de la Provincia, referido a la
nacionalidad que había en todo el reino. Se preocupó por la situación de los indígenas.
Castillo y Larrazábal eran de paso abolicionistas, estaban contra la esclavitud, y estaban por la libertad
de los indios, de sus derechos a la propiedad, e igualmente defendieron a los afrodescendientes y
a las castas.
Antonio López de la Plata, el Diputado de León defendió los derechos de ciudadanía para las castas
americanas, abogó por la protección de los indígenas en sus derechos socioeconómicos y luchó por
la libertad de comercio.
Después de 1814 la reacción monárquica de nuevo restringió los espacios de divulgación de ideas,
reprimió con fuerza a quienes ya se levantaban en armas y en resistencia política movilizada, sin
poder impedir que las ideas de la revolución y del anticolonialismo calaran cada vez más fuerte.
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Si de alguna manera Cádiz pretendió impulsar un nuevo proyecto social para España, las diferencias
que permanecieron especialmente con las colonias se hicieron inviables, además por la restauración
monárquica conservadora que le siguió, sobretodo con las discriminaciones mantenidas para
obtener la ciudadanía, así como por los mecanismos de administración colonial que consolidaron
la dominación existente y reprimieron más la insurgencia independentista.
Lo que hoy son derechos en Cádiz se lucharon como libertades en su forma de Derechos del
Hombre, la libertad de las personas, de opinión, de expresión, de imprenta, de comercio, y los
derechos políticos más como derechos de participación.
Cádiz no produjo una Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano español, menos
universal, ni estableció la Constitución un apartado o capítulo especialmente dedicado a ellos.
En la Constitución de Cádiz son los hombres libres los que pueden disfrutar de los derechos de
libertad, seguridad, igualdad y propiedad, los ciudadanos. En Cádiz, se trató de introducir en la
Constitución el concepto de súbditos para los no españoles en franca referencia a los sometidos
en autoridad al monarca, aspecto que combatieron los representantes centroamericanos y otros
americanos.
La libertad y la igualdad son claves en Cádiz. La libertad en tanto refiere a la relación con el poder,
con la dominación, con la participación, con la toma de decisiones, como base del ejercicio de las
otras libertades y derechos.
Por ello la importancia también de la integridad física, la abolición de las torturas, el derecho de
Hábeas Corpus, el derecho a la vida misma es esencial y correlacionado, junto con la libertad
de pensamiento, de ideas, de expresión, ésta en lo que ella contiene, libertad de imprenta, de
publicación, de divulgación, y por ello también la prohibición del Santo Oficio, máximo tribunal de
censura y de represión en este orden de temas.
Esta libertad civil se debe asegurar para poderse ejercitar, de ahí la seguridad de las personas
como una obligación del Estado o de la sociedad para que así los ciudadanos puedan realizarse en
sus libertades y derechos, y se asegure el ejercicio de las libertades de los hombres libres, de allí
también el principio del Hábeas Corpus.
44
características de la esclavitud, especialmente en las instituciones de la mita y de la encomienda,
y que aunque desaparecida la esclavitud seguía funcionando de hecho de esa forma. Pero, también
para los negros.
El problema de la esclavitud, que tiene que ver con la libertad humana, fue parcialmente atendido
por las Cortes al discutirse la prohibición del comercio de esclavos, aunque fue hasta 1817 que
la monarquía española abolió la esclavitud, cuando también el régimen colonial en América se
desmoronaba, y muchos de los esclavos habían sido atraídos a la causa de la Independencia.
Florencio Castillo reconoció que los esfuerzos abolicionistas anteriores a Cádiz quedaban nulos
ante la realidad de los propietarios y amos americanos.
La libertad de comercio fue importante como tema de la Constituyente, por los diputados
centroamericanos, en tanto se pedía la supresión de las estructuras monopólicas existentes, como
los estancos, contra los cuales había habido, como el fue caso también de Costa Rica, protestas
organizadas de carácter antiespañolista. Si en otros aspectos la libertad de comercio había sido dada
desde finales del siglo XVIII, lo que facilitó el intercambio mercantil y la competencia, y también
permitió la penetración de nuevas ideas al continente, el control de puertos seguía siendo severo en
algunas regiones. La libertad de comercio se veía como un elemento indispensable para el progreso
de América.
Cuando se discutieron las condiciones para ser diputados, Florencio Castillo se distinguió
defendiendo la participación de los americanos sin discriminación censal. La libertad de expresión
fue la manifestación de la participación de los constituyentes gaditanos con sus diversas posiciones.
Esta libertad de expresión lo fue de pensamiento y de ideas, de las corrientes que inspiraron a
los diputados y de las tesis que sostuvieron en sus discusiones, de los recursos de análisis que
realizaron sobre las situaciones que justificaban sus posiciones.
45
3.17 ¿La Libertad de expresión la más importante de las Libertades?
La libertad de expresión se considera hoy como un elemento consustancial al régimen democrático,
en tanto facilita la participación ciudadana, la formación de consensos y la toma de decisiones
políticas de la mayorías, y de lo que hoy también se llama la opinión pública.
Si bien es cierto que la libertad de expresión cada vez se considera mas un derecho humano, de
carácter universal, inherente al ser humano por su condición, también es cierto que sigue siendo
objeto de regulaciones, limitaciones y censuras como parte de considerarlo una libertad ciudadana
sujeta a lo que disponga cada ordenamiento político de cada país o realidad político institucional.
Así como se asocia a la propia estructura del Estado de Derecho también se hace inherente a la
condición del Estado Social de Derecho y del Estado Social y Democrático de Derecho.
En América es difícil ver un solo país que pueda preciarse de tener un régimen de absoluta libertad
de expresión, porque una de las esferas más intervenidas y más dañadas en este sentido, por
los gobiernos, como aparatos u órganos de administración estatal, es el campo de la libertad de
expresión en medios de comunicación o de los medios de comunicación, al punto que en muchos
de ellos se impone casi de manera natural la autocensura de los productores y periodistas en sus
notas, o la advertencias a gestores de opinión sobre expresiones, párrafos o artículos completos que
pueden no ser aceptados para su publicación, por las implicaciones legales que les puede acarrear,
o la presión política que desde gobiernos también puede ejercerse, mediante el terror reverencial
del Estado y del gobierno de turno, el miedo judicial, militar o económico que puede producirse, y
también por el asesinato directo que sufren decenas de periodistas y comunicadores de opinión hoy
en todo el continente. Esto acompañado que América apenas hace 20 años ha venido saliendo de
una larga noche de dictaduras y tiranías, y gobiernos autocráticos, que han permeado y debilitado
de esas formas el ejercicio de esta libertad de expresión.
Hoy también la libertad de expresión incluye el concepto libertad de información, tanto en posibilidad
de accesar la información como de ser informado pública o privadamente por los distintos medios
en capacidad de brindar esta información, y más aún cuando las sociedades modernas se inscriben
en distintas corrientes políticas, filosóficas, religiosas, científicas o artísticas culturales, y por la
diversidad de actores que en este campo participan.
Pero, por la misma razón, y por el gran peso que hoy tiene la mayor participación ciudadana, la
libertad de expresión va adquiriendo sobre el ejercicio de otras libertades y derechos una supremacía
doctrinal y jurisprudencial en su jerarquía.
46
El panorama de la libertad de expresión en el continente sin lugar a dudas es mejor que en 1812,
pero también mejor que 1990 cuando todavía había una buena mayoría de países que sufrían
institucionalmente limitaciones políticas severas.
Hoy prácticamente no hay dictaduras ni tiranías en el continente. Haciendo excepción del golpe de
estado de Honduras y la forma como fue depuesto el Presidente de Paraguay, en términos generales
todos los países del continente tienen su propio Estado de Derecho, su sistema constitucional,
su sistema electoral de representación política, y en todos los países hay gobiernos elegidos y
surgidos de procesos electorales, que descansan en un sistema de libertades y derechos, que incluye
la libertad de expresión.
Los tratados y convenios internacionales, las legislaciones interiores, aún con sus amenazas
restrictivas, que hay hoy en esta materia, potencian un mundo mejor, una ciudadanía mejor, más
informada, más formada, más responsable políticamente ante los retos y desafíos que enfrentan las
sociedades americanas y más libre por el conocimiento que disponemos.
Hoy la Libertad de Expresión es el resultado de un gran debate internacional, ¿por qué no mundial?,
que se da en el escenario de la participación ciudadana global y globalizada, entre amenazas,
restricciones, cierre de medios y asesinatos de comunicadores, que sigue tocando la misma fibra
que atendieron los diputados en Cádiz, la naturaleza de la Igualdad y la Libertad de los hombres
por el pensamiento, el conocimiento, el acceso a la información, para una mejor formación y
participación ciudadana en las grandes responsabilidades políticas para lograr la mayor felicidad
posible para los pueblos, los hombres las mujeres, la ciudadanía del siglo XXI.
3.18 Notas
1.- Ricardo Jiménez Oreamuno, Abogado y Notario, Presidente de la República 1910-24, 1924-
28 y 1932-36. También fue Presidente del Congreso y de la Corte Suprema de Justicia. Hijo del
expresidente Jesús Jiménez Zamora 1869. Uno de los hombres públicos más distinguidos dentro del
movimiento liberal costarricense. Las palabras de Jiménez las cita el historiador Ricardo Fernández
Guardia, en su libro “Don Florencio del Castillo en las Cortes de Cádiz”.
2.- El Presbítero Florencio Castillo ha sido tradicionalmente conocido como Florencio del Castillo,
y hasta ahora generalmente así se le ha tratado. Una investigación, las más seria que sobre él se ha
realizado, por el historiador costarricense Manuel Benavides, en 2010, argumenta documentalmente
que el nombre correcto es Florencio Castillo, que el “del Castillo” solo lo usó una vez en toda su
vida, cuando tenía quince años, y que no pertenecía a familia aristócrata alguna que le mereciera
usar esa distinción.
47
3.19 Bibliografía de apoyo
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1950. Editorial Porvenir. Costa Rica 1991, p. 214
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51
4. Las Cortes de Cádiz y las Municipalidades de Centroamérica
Rolando Castillo
4.1 Introducción
En este ensayo iremos dibujando las grandes líneas de gestación de nuestros tiempos.
“El congreso de sabios” de las Cortes de Cádiz (ese gran debate que abre los tiempos
modernos, esa anticipación de la historia) nos permitirá adentrarnos en las ideas básicas de
construcción del Estado-Nación, subrayando la parte histórica del mismo, como lo fueron,
y lo son, las municipalidades. Consideraremos que las municipalidades fueron el pivote
central para la reestructuración del espacio y del poder en América Latina, sentaron las bases
de la independencia y, posteriormente, contribuyeron a la fragmentación de Centroamérica
jugando así, indudablemente, un papel protagónico en la construcción del Estado.
Agradezco el apoyo de las historiadoras Mónica Quijada, a quien dedico este ensayo, y
Marta Elena Casaús Arzú por su apoyo, críticas y comentarios.
53
4.2 Los ayuntamientos en Centroamérica
En 1532 el influyente dominico Francisco de Vitoria escribía en Relectio de indis, una de las
obras más notables de la época: “una república se llama a una comunidad perfecta. Perfecto
es mismo que todo. De donde se llama imperfecto a lo que le falta algo y, perfecto, a lo
que nada falta. Es por consiguiente, república o comunidad perfecta aquella que es por sí
misma todo, o sea, que no es parte de otra república, sino que tiene leyes propias, consejo
propio, magistrados propios y no es ningún inconveniente que haya muchos principados o
repúblicas perfectas bajo un mismo príncipe. La república debe de bastarse a sí misma”.1
Una de las lógicas más importantes del régimen colonial será hacer compatible la
permanente doble pulsión entre lo local y lo general, que tendrá expresión constante en
la configuración institucional del régimen. Es decir, el régimen consigue dar respuesta a
la siguiente pregunta: ¿cómo resolver una organización social corporativa (Monarquía)
con niveles de autonomía? En palabras de Baltasar Gracián en 1640: “en la Monarquía
española, donde las provincias son muchas, las naciones diferentes, las lenguas varias, las
inclinaciones opuestas, los climas encontrados, así como es menester gran capacidad para
conservar, así mucha para unir”.2
¿Cómo resolver una organización derivada de la Monarquía Absoluta con vastos territorios
y la heterogeneidad general en América?
Una de las células más importantes de la organización del poder colonial fueron los pueblos
de indios. La reducción de éstos, iniciada en el Reino de Guatemala por el Obispo Francisco
Marroquín y el Presidente Alonso López de Cerrato, comienza en el año de 1547, asociada
a la abolición de la esclavitud y a las llamadas leyes nuevas. Más tarde, en el año 1602,
1 Citado en Alda, Sonia. “La participación indígena en la construcción de la República de Guatemala”. XIX UAM Ediciones. Madrid
2002, página 46.
2 Citado en Quijada, Mónica “¿Que Nación? Dinámicas y dicotomías de la Nación en el imaginario hispanoamericano del siglo
XIX”, en Cuadernos de Historia Latinoamericana. François Xavier Guerra y Mónica Quijada, Coordinadores. AHILA 1994, página
28
3 En las Siete Partidas de Alfonso X El Sabio (1221-1284) se define el pueblo como ayuntamiento y éste como toda la comunidad
residente en el mismo. La relación entre la ciudad y la soberanía fue reforzada por la conquista. Durante Carlos III, cuando se
establecieron cuatro intendencias en el Reino de Guatemala, las ciudades se convirtieron en capitales de distrito que dependían
directamente de la Audiencia y del Capitán General residente en Guatemala. Citado en Dym, Jordana “Our pueblos, fractionswith
no central unity: Municipal sovereignty in Central America, 1808-1821” Hispanic American Review No. 86, DukeUniversityPress
2006 página 437
4 Haring C.H. “El imperio hispánico en América”. Ediciones Peuser, Buenos Aires, primera edición, 1958, página 191
54
por medio de una Cédula Real, se autoriza el repartimiento de indios5 y se ordena crear
pueblos cercanos a las haciendas, consagrando el trabajo forzado en el Reino.
5 Ver Martínez, Severo “La patria del Criollo”. Ediciones en marcha. XIII edición. México 1994 pagina 453.
7 Los españoles transfieren a América el principio de la soberanía municipal y el término de pueblo en su manera de una específica
municipalidad, se refiere solo a las agrupaciones de indios. “Los pueblos de indios formaban unidades políticas y territoriales. Algu-
nas jurisdicciones dentro del Reino cuyas cabeceras como Quezaltenango (Guatemala) y Matagalpa (Nicaragua) fueron requeridas
para formar gobiernos de la ciudad y municipalidades como la de los españoles, sirviendo de centros administrativos y judiciales.
En la América Hispana, la idea genérica de pueblo adquirió un significado étnico y territorial, así como municipal,..” Dym HAHR
pagina 440-
55
ha demostrado ampliamente cómo esta institución de origen europeo fue manejada por los
indígenas para redefinir su identidad a raíz de la Conquista, estas comunidades gozaban de
personalidad jurídica y ejercían importantes funciones jurisdiccionales sobre el territorio y
no es por casualidad si, aún al final del siglo XVIII, en Hispanoamérica se seguía utilizando
el término ‘res pública’ no tanto para indicar una entidad política superior, sino más bien
como atributo de las ‘communitas’, correspondientes a los cabildos (república de españoles
y república de indios)”.8
8 Morelli, Federica, “Los orígenes y valores del municipalismo iberoamericano” en ARAUCARIA, numero 18. “007 Pagina 117
9 El cabildo de Guatemala desempeñó hasta 1754 la función de Corregidor de más de 70 pueblos de indios (Corregimiento del valle
de Guatemala).
10 Palma Murga, Gustavo. “Núcleos de poder y relaciones familiares en la ciudad de Guatemala a finales del siglo XVIII” en MES-
OAMERICA año 7, cuaderno 12, diciembre de 1986. Guatemala, página 245.
56
interés de los borbones en los gobiernos, implicó la resurrección de las élites locales
quienes encontraron nuevas oportunidades para el ejercicio del poder y mejores formas
para proteger sus intereses.
Mientras que el siglo XVII se caracteriza por un proceso mayor de ruralización en donde
tanto españoles como no españoles se movían de las ciudades al campo, en un marco de
declive económico, el siglo XVIII, por su parte, estuvo marcado por el signo contrario,
con énfasis en un proceso de urbanización creciente y en el marco de un nuevo cultivo de
exportación boyante en Centroamérica: el añil11.
La “resurrección “de los viejos cabildos, abandonados por muchos años, y la instalación de
nuevos, aglutinando territorios y poblaciones dispersas, que incluía la organización urbana
tanto de indígenas como de “castas”, será el signo de esos tiempos.
Las intendencias en el Reino de Guatemala se implantan a partir del año 1785. Siendo la
primera la de San Salvador, seguida de la de Ciudad Real Chiapas, posteriormente la de León
en Nicaragua y la de Comayagua en Honduras. En Guatemala no se implantó el régimen de
intendencia, en parte por la experiencia de México y la rivalidad existente entre el Virrey
y el nuevo funcionario. Y se siguieron nombrando Capitanes Generales, lo que permitió la
prevalencia de las acciones provinciales más que las centrales. El régimen de Intendencias
fortaleció lo regional en detrimento de lo central, fin principal de las reformas borbónicas y su
“despotismo ilustrado”. Los Cabildos vieron disminuidas sus funciones dado que tanto la
policía como la justicia y determinadas funciones fiscales pasaron a las intendencias y a un
mayor control por parte de funcionarios peninsulares en detrimento de los criollos.
Desde la conquista, el Reino de Guatemala operó como una serie de distritos municipales
conectados libremente entre sí. La consolidación de muchos y pequeños distritos en cuatro
intendencias a partir de 1780, permitió promover la equivalencia de status entre ellos y la
antigua capital del Reino: la ciudad de Guatemala. La crisis política desencadenada en 1808
a partir de la invasión Napoleónica a España revivió la doctrina de la soberanía municipal
o soberanía de los pueblos, incrementando, en esa forma, el número y los poderes de los
ayuntamientos aglutinados y expandiendo poderes que incluían, no solo a los representantes
institucionales, sino, también, a indígenas y las llamadas “castas” residentes en la ciudad.
11 VerDym,Jordana “From Sovereign villages to national states”. University of New Mexico Press, Albuquerque, U.S.A 2006 paginas
33 – 35-
57
4.4 Los grandes debates de los tiempos modernos
El municipio desempeñó el papel de pivote central para la reestructuración del espacio y del
poder en América Latina, sentó las bases de la independencia, posteriormente la estructura
de la fragmentación de Centroamérica e, indudablemente, jugó un papel protagónico en la
construcción del Estado.
13 En 1808, el Reino De Guatemala, una capitanía general pretoriana gobernada por un Capitán General y una Audiencia, ejercía una
jurisdicción amplia sobre el gobierno de Costa Rica, cuatro intendencias —Chiapas. Honduras, Nicaragua y El Salvador— y una
docena de alcaldías mayores y corregimientos en el área alrededor de Guatemala, la ciudad capital. A pesar de que contaba con
un territorio que era mucho más extenso que el de la madre patria, era la jurisdicción más pequeña del continente americano. Con
aproximadamente un millón de habitantes—alrededor de 40,000 peninsulares y criollos ( “blancos”), 313,334 castas “ pardos y
algunos negros”), 646,6666 indios viviendo juntos en quince ciudades y villas de españoles, y más de 800 pueblos de indios y ladi-
nos— fue la parte más densamente poblada de la América española”. Dym, Jordana “Soberanía transitiva y adhesión condicional:
lealtad e insurrección en el Reino de Guatemala, 1808-1811” en Revista Araucaria, año 9. Numero 18, 2007, página 2
14 En palabras de Guerra: “Todo remite de hecho a una revolución única que comienza con la gran crisis de la Monarquía provocada
por las abdicaciones regias de 1808 y acaba con la consumación de las independencias americanas. Estamos ante una crisis global
que, como la crisis del imperio soviético a la que acabamos de asistir, afecta primero al centro del imperio, replantea después su es-
tructura política global y acaba por provocar su desintegración “”El ocaso de la Monarquía hispánica: revolución y desintegración.
En Annino, Antonio, Guerra, François Xavier (coordinadores) “Inventando la Nación” Primera edición 2003, Fondo de cultura
económica, México, pagina 117.
15 Quijada, Mónica “El pueblo como actor histórico. Algunas reflexiones sobre municipalismo y soberanía de los procesos históricos
hispánicos”. En CasausArzú, Marta Elena (coordinadora) “El lenguaje de los ismos: Algunos conceptos de la modernidad en Amé-
rica Latina” F & G Editores Primera edición Guatemala. 2010, pagina 18.
58
La ausencia de asambleas representativas y el papel jugado por las ciudades en la
estructuración y organización del espacio permite considerar a los ayuntamientos como los
cuerpos intermedios hispanoamericanos. Por varias razones:
• a los municipios del Nuevo Mundo se les reconocieron amplios poderes
jurisdiccionales sobre el territorio y la facultad de elegir a sus propios jueces
(alcaldes). La extensión de este territorio se modificó en el curso de la época
colonial.
• Por la naturaleza hereditaria y electiva de sus cargos.
• Por la representación virtual del territorio: las ciudades americanas constituían los
únicos sujetos del territorio americano que gozaban del derecho de representación
frente al rey. Los municipios de las ciudades americanas eran los representantes de
un territorio que desbordaba los límites del espacio urbano, incluyendo una serie de
pueblos y villas.16
A partir del proceso gaditano, el concepto de nación sufrirá una mutación, asociada a las ideas
de la ilustración y la revolución francesa y ligándose patria a un concepto más tradicional,
estas controversias sobre nación y / o patria y /o pueblo serán frecuentes en los debates
que tuvieron lugar en Las Cortes de Cádiz. Conviene a propósito recordar el planteamiento
del delegado por Cartago, Florencio Castillo, quien ya en una de sus homilías en 1809,
afirmaba lo siguiente: “¿ ignoráis por ventura las obligaciones que habéis contraído con
la patria desde vuestro nacimiento? Apenas vemos la luz, cuando esta madre amorosa nos
recibe en sus brazos, vela por nuestra conservación, nos suministra los alimentos, cuida de
nuestra educación, nos pone al abrigo de los insultos de los malvados, y nos conserva en
16 Morelli, Federica. “Orígenes y valores del municipalismo iberoamericano” En Revista Araucaria. No 18 2007, página 118
17 “La teoría política española a partir de Alfonso el Sabio (Las Siete partidas) no solo señala que la soberanía proviene de las comu-
nidades sino que también se pueden revertir. El filósofo Jesuita Francisco Suarez (1548-1617) propuso la idea de que el Monarca
soberano derivaba de un Pactumtranslationis , un pacto de transferencia por la cual las comunidades políticas cedían su soberanía
natural al Rey. Bajo circunstancias normales, esa cesión era permanente e irrevocable; solamente en casos de vacancia del Monarca
o una elección impropia podría la soberanía ( en teoría) revertirse a las comunidades” Dym Jordana HAHR p 438
59
la posesión de nuestros haberes y derechos. A vista de esto a decir: ¿qué tengo yo que ver
con la Patria, ni que bienes me resultan del bien público? Hijos desnaturalizados!”18Esta
homilía dedicada a los leoneses, en Nicaragua, evoluciona posteriormente con la asociación
Patria-Costa Rica en 1810, con conciencia local, alejándose de las otras provincias del
Reino de Guatemala, de América y de España. Esta conciencia de territorialidad, de
singularidad, será criticada duramente durante las sesiones de las Cortes, tildándola de
egoísta y provincialista y algunos diputados considerándola federalista19.
El texto aprobado por las Cortes en su tercer artículo señala que “la soberanía reside
esencialmente en la nación y que por lo mismo pertenece a ésta exclusivamente el derecho
de establecer sus leyes fundamentales.” El primer artículo definía que “la nación española
es la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios” y, en el quinto, apunta que eran
españoles “todos los hombres libres nacidos y avecindados en los dominios de las Españas”.
La Constitución, por lo tanto, consagraba a la Nación como un principio abstracto que
englobaba poblaciones y territorios extensos y diversos. 21
20 J.C. del Valle “Sabios, capitalista y obreros: Discurso pronunciado en el acto de la instalación de la Sociedad Económica del País.
El amigo de la Patria, 29 de noviembre de 1829. Citado por García Giraldez, Teresa “El Debate sobre la Nación y sus formas en el
pensamiento político centroamericano del siglo XIX. En CasausMarta, García Teresa “Redes intelectuales centroamericanas: un
siglo de imaginarios nacionales (1820-1920)” .F &G editores. Guatemala 2005. Página 23.
22 Excluía al igual que todas las Constituciones el voto para las mujeres, además a la población de origen africano.
23 Ver Rodríguez Jaime. Los ciudadanos y la Constitución de Cádiz. ( Fragmentos) Consejo Nacional de ciencias y tecnología. Uni-
versidad de Zacatecas. México. página 3
60
De acuerdo a Quijada, la Constitución de 1812 proponía la forma de gobierno de una
Monarquía atemperada, entre otras razones, debido al contexto histórico que sufrió España
durante la celebración de las Cortes en Cádiz. Es decir, una invasión de una potencia
extranjera que defendía, en la forma encorsetada y autoritaria del Imperio, los valores
republicanos de la soberanía popular. Sin embargo, la Constitución de Cádiz es poco
monárquica, antes bien otorga al poder legislativo la capacidad última por encima de la
del rey. Y es, además, anti-aristocrática por definición. “No solo desconoció o eliminó la
mayor parte de los privilegios de nacimiento —tanto en el texto constitucional como en
la diversidad de decretos que se fueron promulgando al calor de sus debates— sino que,
al imponer un sistema unicameral, despojó a la nobleza de todo poder político sustentado
en la hegemonía territorial. Disposición ésta que la alejaba drásticamente del modelo
británico—el más admirado por los contemporáneos—, que mantuvo una cámara senatorial
por privilegio de nacimiento hasta los finales del siglo XX”.24
La idea del municipio moderno, como contrapeso al poder del rey, planteada por los
fisiócratas y plasmada en la Constitución francesa de 1791, influyó en forma importante en
los debates en las Cortes. “La contradicción latente entre el principio de soberanía nacional
y las concesiones a favor de la autonomía local emergió dramáticamente durante los debates
en el seno de las Cortes. Dos posiciones diferentes se contrapusieron: una defendida por
los liberales peninsulares, que las consideraban como órganos territoriales de gobierno,
subordinadas al ejecutivo; la otra, sostenida especialmente por los diputados americanos,
que las consideraban como órganos representativos de los pueblos, como lo eran las Cortes
para la Nación.”27 A la idea abstracta y totalizante se oponía una concepción concreta de
Nación, en otras palabras, como un conjunto de cuerpos políticos naturales.
24 Quijada, Mónica. “Una Constitución singular. La carta gaditana en perspectiva comparada” Revista de Indias, 2008. Vol lxviii
numero 242. Página 19.
26 Iruzozqui, Marta “El espejismo de la exclusión “Ayer, 70. 2008 pagina 63, citado en Pérez Ledesma. Manuel, Sierra María “Cul-
turas políticas: teoría e historia” “Casaus, Marta, Arroyo Patricia “El tiempo de la cultura política en América Latina: una revisión
historiográfica” pagina 177. Institución “Fernando El Católico” (CSIC). Zaragoza 2010.
27 Morelli, Federica. Pueblos, alcaldes y municipios: la justicia local en el mundo hispánico entre antiguo régimen y liberalismo.
Historia Critica Numero 37, Bogotá, Julio –diciembre 2008, pagina 49.
61
A contrario sensu del caso francés, donde la reforma del poder local es precedida por
una transformación del territorio, en el caso iberoamericano no es así. Los llamados
ayuntamientos constitucionales se implantaron en correspondencia con las ciudades, villas
y pueblos de indios. En cuerpos territoriales naturales, pre estatales.
Una de las novedades más importantes introducidas por la Carta Gaditana fue, para muchos
pueblos, la posibilidad de constituir sus propios ayuntamientos: el artículo 310 establecía
que los pueblos con más de mil habitantes podían elegir sus municipios. La idea de los
constituyentes era promover una amplia participación de los ciudadanos en la vida de los
poderes públicos a nivel local para, en primer lugar, limitar la esfera de acción del poder
ejecutivo. Al constituirse millares de ayuntamientos por toda América, los que incluían a
comunidades indígenas implicaron una verdadera revolución en el poder. Los diputados
americanos reivindicaban una constitución propia que nunca fue aceptada. A la nueva idea
de nación abstracta y totalizante, los americanos siguieron contraponiendo una concepción
concreta y tradicional de la nación, es decir, la de un conjunto de cuerpos políticos naturales
(cabildos, provincias, etcétera). La idea de los municipios como cuerpos naturales de la
sociedad no se encuentra sólo en los debates gaditanos sino que sigue manteniéndose
por buena parte del siglo XIX. “La concepción de los constituyentes gaditanos sobre los
municipios, produjo otra grave consecuencia. Dado que para ellos el poder municipal no
formaba parte del aparato estatal, el cúmulo de funciones administrativas y judiciales en
manos de los alcaldes municipales no se consideraba como una violación del principio de
separación de poderes. De consecuencia, el régimen liberal español no privó a los jueces
locales, y sobre todo a los alcaldes municipales, de la jurisdicción contenciosa, razón por
la cual estos últimos continuaron gozando de un poder discrecional importante en el juicio
en primera instancia sobre cuestiones concernientes a la totalidad de los asuntos de la
vida social. Todo esto implica que en Iberoamérica no se asistió al proceso de separación
entre justicia y administración que en algunos países europeos condujo al fuerte desarrollo
simultáneo de la estructura y los poderes del Estado durante el siglo XIX”28.
“El segundo factor que favoreció la autonomización de los ayuntamientos con respecto al
poder estatal fue el hecho de que, como ya se ha anticipado, en la América hispánica no
se asistió al proceso de separación entre justicia y administración. El tema de la justicia
tiene una importancia estratégica en la transformación del municipio iberoamericano en un
poder autónomo y soberano respecto al Estado. En efecto, en los territorios americanos,
además de la no distinción entre justicia y administración a nivel municipal, la cuestión fue
agravada por el hecho de que no llegó a aplicarse la reforma del aparato judicial, ni bajo el
régimen gaditano ni bajo los regímenes independientes.29”
28 IBID página 34
29 IBID página 36
62
Si por un lado la expansión de los municipios en el área rural provocó una fragmentación
del territorio colonial, por el otro, favoreció la articulación de la sociedad local con el
nuevo régimen liberal, uno de cuyos resultados fue una amplia movilización política de los
grupos locales. La ciudadanía no se definió a partir de la propiedad o de la fiscalidad, sino
del concepto de “vecindad”, que fue la antigua categoría de la tradición hispánica y que no
excluyó ni a los indígenas, ni a los analfabetos.
“Hay que señalar el origen popular del levantamiento, pues una buena parte de las élites
gobernantes españolas, resignadas o cómplices, ya habían aceptado al nuevo monarca (…)
sorprende la identidad de reacciones tanto en España como en América. Las proclamas y
manifiestos publicados entonces a ambos lados del Atlántico son absolutamente semejantes
entre sí en su lenguaje, en sus temas, en los valores de referencia. A pesar de las tensiones de
toda clase que existían en el seno de la Monarquía, ésta reacciona ante el enemigo exterior
como una comunidad extraordinariamente homogénea”.31 Es sorprendente el conocimiento
de la población a ambos lados del Atlántico sobre el desarrollo de los acontecimientos,
conocimiento que llega hasta los pueblos indígenas y que, posteriormente, trataremos su
participación política.
“Considerando que los vastos y precisos dominios que España poseen las Indias no son
propiamente colonias y factorías como las de otras naciones, sino una parte esencial e
integrante de la monarquía española y deseando estrechar de un modo indisoluble los
sagrados vínculos que unen unos y otros dominios(...) se ha servido Su Majestad declarar
(...) que los reinos, provincias e islas que forman los referidos dominios, deben tener
representación inmediata a su real Persona por medio de sus correspondientes diputados.”32
30 “En 1808, la pureza de dos pueblos era una obvia ficción en el Reino de Guatemala: de un millón de residentes, 40,000 eran eti-
quetados “españoles” alrededor de 646,000 eran “indios” y el restante 314,000 eran considerados mezclas de españoles. indios y
africanos. Igualmente ficticia era su separación física en dos tipos de asentamientos: al final del siglo XVIII y de acuerdo al Censo,
unos pocos asentamientos registraban un solo grupo residente. ..A pesar de la realidad la ley colonial española continuaba regulando
la separación de gobiernos de las ciudades que administraban 15 municipalidades españolas y más de 800 pueblos de indios o de
administración mestiza “Dym Jordana HAHR 440
31 Guerra, François Xavier. Modernidad e Independencias. Ensayos sobre las revoluciones hispánicas. Editorial MAPFRE Primera
Edición, Madrid, 1992, página 119.
63
bases de la política moderna, caracterizada ésta por la complejidad y conflictividad en la
construcción de nuevas comunidades políticas, la definición de soberanías, la constitución
de poderes y regímenes políticos nuevos —durante todo este proceso, los cabildos tendrán
un papel fundamental—.
Mientras tanto, los ayuntamientos principales de la región usaron como principal argumento
“los derechos del pueblo” para reclamar su soberanía y aumentar su poder político. Es de
33 Guerra “El Ocaso de la Monarquía Hispánica “en Inventado la Nación pagina 133.
34 Guerra, François Xavier “ La metamorfosis de la representación en el siglo xix” en Couffignal , George “Democracias posibles :el
desafío latinoamericano” F.C.E. México 1994 p 63
35 Ver Arenas Grisales Sandra Patricia “Representación y sociabilidades políticas, Medellín, 1856-1885.
36 Citado en Benavides Barquero, Manuel “El Presbítero Florencio Castillo. El diputado por Costa Rica en las Cortes de Cádiz. San
José de Costa Rica, 2012. Página 156.
64
subrayar el hecho de que el apoyo a las autoridades interinas no fue automático. “Los
cabildos de al menos dos capitales —Guatemala y Comayagua— demostraron que ellos
creían que su institución poseía el derecho a determinar con quién se podrían realizar futuras
alianzas y el porqué de las mismas.”37 El Cabildo de Guatemala, después de reunirse con
otras instituciones y hacer toda una serie de consultas, en sesión ordinaria y con total
independencia, decide jurar lealtad a la Corona. De forma voluntaria, no obligatoria, dado
que poseía, luego de la abdicación de Fernando VII, partes sustanciales de la “soberanía”
del Reino. De acuerdo con los argumentos expuestos, la Capitanía de Guatemala no
aceptó la nueva potestad: Fernando VII no podía enajenar ni en parte ni en su totalidad sus
derechos. Y sólo el pueblo, según la tradición hispánica, podía trasmitir la autoridad a un
nuevo monarca.
La falta de legitimidad del nuevo monarca, expresada por los universitarios guatemaltecos y
el gran jurista hispánico Martínez Marina nos remontan a un mismo origen: el pensamiento
político clásico español. La Junta Central reasumía la representación de la nación. Se
agregaba que “no sólo la ley natural, también las leyes positivas españolas justifican
plenamente la Constitución y las actuaciones de la Junta Suprema”. En un primer momento
de la crisis política, la respuesta de Centroamérica fue la de unidad, al considerar que era
justificada la necesidad de un gobierno interino.
Según Avendaño, en Guatemala, entre julio y octubre de 1810, los principales cabildos
acusaron recibo de la instalación del Soberano Consejo de Regencia y el nombramiento de
diputados a las Cortes. La noticia ocasionó acalorados debates al interior del cabildo de la
ciudad de Guatemala. Algunos de sus miembros expresaron que la transferencia del poder
de la Junta a la Regencia no era válida, los pueblos eran los únicos que podían otorgar la
soberanía a los miembros del Consejo. Finalmente, el cabildo capitalino y los del reino
hicieron el juramento para reconocer al Consejo. En el Reino de Guatemala se acogió
la formación de la Regencia y el llamado a las Cortes, considerando que “la Monarquía
tiene un gobierno mixto o templado. La idea del gobierno mixto templado remite a la
jurisprudencia medieval. De acuerdo al Derecho Natural, en la composición de la soberanía
—del poder— existen dos partes: la comunidad y el soberano. El concepto de nación que
38 Avendaño, Xiomara.“Poderes Locales y Provincias Estados en Centroamérica 1808- 1823”. Escuela De Historia de la Universidad
de El Salvador. Página 51.
65
prevalece es, obviamente, la concepción de antiguo régimen, la reunión de los reinos, la
suma de habitantes y territorios39.
40 Aunque Nicaragua introduce algunas nociones totalmente distintas, ver Benavides Barquero, Manuel.“El presbítero Florencio
Castillo”p. 166.
41 Atraído por las interesantes posibilidades del comercio del añil, don Simón de Larrazábal, junto con otros emigrantes de origen
vasco y navarro, llegó al Reino de Guatemala desde la ciudad de Oaxaca y contrajo matrimonio con María Ana Arrivillaga. Los
nexos sociales de su esposa que pertenecía a la oligarquía, facilitaron una rápida integración, haciendo del grupo Larrazábal uno
de la más influyente de la Guatemala del siglo XVIII y de la primera mitad del siglo XIX. Antonio recibió una rigurosa y clásica
educación religiosa y universitaria: subdiácono en 1789, graduado de bachiller en teología en 1789, diácono en 1791, licenciado en
teología y sagrados cánones (1792 y 1793), y recibió el 9 de febrero de 1794 el presbiteriado del obispo Villegas en la ciudad León
con cartas dimisorias. Obtuvo en 1797 por oposición el curato rectoral de la parroquia de los Remedios y más tarde la rectoría del
Sagrario de la Catedral. Este prelado Villegas supo apreciar sus cualidades y una vez nombrado arzobispo de Guatemala hizo de
Larrazábal su secretario de cámara. Antonio Larrazábal tomó colación de la canonjía penitenciaria el 23 de julio de 1810, ingreso
muy joven al cabildo catedralicio.
42 Sus estudios sacerdotales los realizo en el Colegio Tridentino y posteriormente en la Universidad de San Carlos de Guatemala. Se
incorporo a las Cortes en la misma fecha que sus colegas de Honduras, Nicaragua y Costa Rica, el 11 de julio de 1811 hasta el 10
de mayo de 1814, al decretársela clausura de las Cortes y el cese de la vigencia de la Constitución.
43 Se ordenó de sacerdote en el Seminario San Ramón Nonato, en León de Nicaragua, Seminario que luego terminaría convertido en
universidad. En ese centro fue luego profesor de las cátedras de Teología, Derecho Canónico, Teología Mística, Retórica y Filosofía,
y estuvo en el pequeño grupo que fundó la Universidad de León.
Su inteligencia y su cultura fueron reconocidas en las Cortes. Se destacó en su defensa de los derechos de los indios y de los descen-
dientes de los africanos y hasta bien se puede afirmar que pidió abolir la esclavitud.
Participó en 17 comisiones y fue elegido tres veces en la Comisión de Honor. También perteneció a las comisiones de Ultramar,
Justicia, Legislativa, de Cumplimiento de Decretos, y Especial para organizar la Junta Suprema de Sanidad. De la misma manera
desempeñó todos los cargos de la directiva de las Cortes. Fue Secretario, Vicepresidente, y, finalmente, el 24 de mayo de 1813 fue
electo Presidente.
44 Destinos diferentes para dos Presbíteros Presidentes de las Cortes, por una parte Larrazábal fue encarcelado durante 6 años por
subversivo, por Instrucciones del Capitán General Bustamante y Guerra y por otra parte del Castillo, quien después de terminar las
Cortes y sus suspensión por parte de Femando VII, radico en Oaxaca donde el Rey a propuesta del Cabildo de Oaxaca lo nombro
canónigo de la Catedral de Antequera. Nunca regreso a su tierra natal
66
Fuente: www.hispanidad.info
45 García Laguardia, Jorge Mario. “Centroamérica en Cádiz. Orígenes del primer proyecto constitucional y la primera Declaración de
Derechos del Hombre de Guatemala” en Aranguren, Asdrúbal (Editor) “La Constitución de Cádiz de 1812. Hacia los orígenes del
constitucionalismo”
67
• Libertad de comercio.
• Supresión de los puestos públicos vendibles.
• Apertura de posibilidades de trabajo para la mujer.
Las Cortes abrieron sus puertas el 24 de septiembre de 1810 en el teatro de la Isla de León
para, posteriormente, trasladarse al oratorio de San Felipe Neri, en la ciudad de Cádiz. Allí
se reunían los diputados electos por el decreto de febrero de 1810, que había convocado
elecciones tanto en la península como en los territorios americanos y asiáticos. A estos
se les unieron los suplentes elegidos en el mismo Cádiz para cubrir la representación de
aquellas provincias de la monarquía ocupadas por las tropas francesas o por los movimientos
insurgentes americanos. Las Cortes, por tanto, estuvieron compuestas por algo más de
trescientos diputados, de los cuales cerca de sesenta fueron americanos.
En los primeros meses de sesiones del año 1811, los diputados americanos criticaron el
sistema electoral discriminatorio establecido para América. Los problemas eran varios,
pero el más grave era la inferior representación numérica de las provincias americanas. Al
principio exigieron que la representación se calculara sobre la base de toda la población
americana, pero, ante la oposición de los peninsulares, accedieron a considerar como
representables sólo a los naturales y originarios, es decir, españoles e indios con exclusión
de las castas pardas.
“En los primeros días de sesiones, la Cámara aprobó importantes decretos como la libertad
de imprenta, la soberanía nacional o la inviolabilidad de los diputados y, el 15 de octubre de
1810, la igualdad de representación y de derechos entre los americanos y los peninsulares.
Comenzaban una serie de propuestas y reivindicaciones americanas que se traducirían en
varios decretos que transformarían la realidad colonial. La pretensión de los diputados
americanos era conseguir una autonomía para las provincias dentro de la Monarquía
española. Así, se aprueban la abolición del tributo indígena, de la encomienda de reparto,
de la mita, de la matrícula de mar, de los mayorazgos americanos y también de la libertad
de cultivo, de comercio, de pesca, de industria, de desestanco del tabaco, la habilitación
46 Los autores de las “ Instrucciones” son los primeros en usar la terminología política de la revolución francesa, y no se referían a las
ciudades por su jerarquía: pueblos, Villas , sino utilizaban un concepto uniformador : municipalidades.DYM SOVEREIGN 109
68
de puertos para el comercio, etc. Propuestas americanas encaminadas a abolir el sustento
colonial y poner las bases de un mercado nacional con dimensiones hispánicas”47.
Una de las discusiones más importantes fue sobre la “menoridad de los indios” y es
destacable la posición de avanzada del representante de Cartago – Costa Rica, Florencio
del Castillo, al defender las capacidades de los indígenas como iguales a los demás seres
humanos: “su ignorancia proviene del abandono con que se les ha mirado, y de la falta
de escuelas de los indios por nuestras leyes”49. Con ello, iniciaba del Castillo toda una
estrategia en defensa de los indígenas que duró todo el tiempo de su estancia en las Cortes.
Es clara su oposición a la exclusión de la ciudadanía a los africanos y a sus descendientes
y a la exclusión de las castas. Sus planteamientos para la abolición de la esclavitud, del
tribunal de la inquisición y de la mita son memorables. Aportes que fueron recogidos por
el texto Constitucional. Las propuestas en favor de los indígenas por la abolición de las
mitas, encomiendas y repartimientos fueron entregadas por escrito a la junta directiva
del Congreso el 4 de abril de 1812, defendiendo en el pleno de las Cortes cada una de
47 Chust, Manuel. Los Territorios americanos en las Cortes de Cádiz. (1810-1814) Revista “La aventura de la Historia” 44. Junio del
2002, pagina 2.
48 IBID pagina 4.
69
sus posiciones, en vehementes discursos50. Interesante es también que el Presidente de
Comisiones y posteriormente Presidente de las Cortes51, manejase un coherente triple
discurso: por un lado, sus propuestas para el mejoramiento de Costa Rica52, su planteamiento
centroamericano53 y su concepción ultramarina, global y Constitucional. Del Castillo es el
más centroamericano de los representantes. Y conjuntamente, entre otras propuestas, con
Larrazábal (Guatemala) y Ávila (San Salvador), proponen un fortalecimiento del régimen
municipal, basado en la eficacia de sus acciones liberándolas de la intervención política de
los jefes políticos.
Fernando VII se opone a los decretos y a la Constitución de las Cortes de Cádiz, porque
significan el paso de un Estado absoluto a uno constitucional. De esa forma la Corona
perdía no sólo su privilegio absoluto, sino ¡las rentas de todo el continente americano!, al
establecer el nuevo Estado nacional una sustancial diferencia entre la hacienda de la nación
y la hacienda real.
Hasta la década de los veinte, la mayor parte del criollismo era autonomista, no
independentista. Podía asumir una condición nacional española, pero a cambio de un
autonomismo en América. Para lograr sus pretensiones, los americanos planteaban una
división de la soberanía a tres niveles: la nacional, representada en las Cortes; la provincial,
depositada en las diputaciones; y la municipal, que residía en los ayuntamientos, legitimada
en los procesos electorales.
De acuerdo con Chust, el autonomismo americano planteaba un Estado nacional no sólo con
caracteres hispanos, sino también desde concepciones federales. La representatividad de
los diputados elegidos por los Ayuntamientos estaba reducida a la franja de población que
podía acceder a las cargas municipales. Era una representación limitada: la Constitución
no hacía diferencia alguna entre la Península y las provincias americanas en cuanto al
sistema electoral. Establecía elecciones populares indirectas (juntas electorales sucesivas
de parroquia, de partido y de provincia); los diputados recibían poderes muy amplios “para
que con los demás diputados de Cortes como representantes de la Nación española, puedan
acordar y resolver cuanto entendiesen conducente al bien general de ella”.54
52 Apertura del puerto de Matina y del puerto de Puntarenas. Libre comercio con Filipinas, descentralización del comercio y lucha
contra los monopolios, creación de un obispado, títulos honoríficos para los principales pueblos de Costa Rica.
53 Canonjías para las Catedrales de Centroamérica, Fundación de la Universidad de León, Nicaragua, y propuestas de proyectos
económicos para Honduras,
70
El problema, más bien el dilema, era: ¿cómo fusionar dos cuerpos heterogéneos como
España y América, sin subordinar uno de ellos al otro?
Las llamadas Instrucciones del Cabildo de Guatemala, proponían a las Cortes una especie
de “Reino de Republicas”, innovando y reformando el reino sin expandir el cuerpo político,
es decir, excluyendo a los pueblos de indios. Es la Constitución de Cádiz quien borra la
distinción entre los pueblos de españoles y pueblos de indios, en nombre de la igualdad de
derechos y oportunidades, constituyendo consejos municipales en cada lugar que mantuviese
una población de al menos 1000 personas. Al mismo tiempo, las Cortes establecieron
concejos de provincia que reducían la gestión municipal a asuntos más administrativos,
disminuyendo la representación del Cabildo y aumentando la representación de la Nación.
De acuerdo con Jordana Dym, la idea de la ciudad ya no derivaba de la idea medieval
o del modelo clásico de una ciudad como un espacio político, centro de gobierno y del
comercio con un centro urbano rodeado de un territorio importante a su alrededor. Desde el
punto de vista de la Ilustración, la municipalidad era considerada como un lugar político,
55 La sublevación fue apoyada por los pueblos de Usulutan, Metapan, Chalatanengo, Sensuntepeque y Zacatecoluca. La Consigna del
Regidor y posteriormente primer presidente de la Federación de Republicas de Centroamérica fue seguida popularmente “Ya no
hay mas Rey, no Intendente, no Capitán General: solo obedecemos a nuestros alcaldes“. Es de señalar que para pacificar la rebelión,
dado que ponía en peligro la zona de producción de añil. La corona, en contra de la práctica de proteger a las provincias de los
intereses de las grandes familias asentadas en la ciudad de Guatemala, envía a al Coronel José de Aycinena y José María Peynado
a sofocar la rebelión, a cambio de la Intendencia de San Salvador. Ver Sánchez Evelyn Las elites de Nueva Guatemala 1770-1821
Mesoamérica #31 pagina 151, Guatemala junio de 1996.
56 Es interesante la reacción del Capitán General Bustamante y Guerra, es Magnánimo con León y aplasta la rebelión de Granada
militarmente y los conspiradores apresados y llevados violentamente a la ciudad de Guatemala (cabezas 57)
57 La rebelión permitió que los Granadinos obedecieran solo a las ordenanzas emitidas por el Cabildo, que entre ellas señalaban: La
abolición de la esclavitud negra, rebaja de impuestos y tributos, supresión del repartimiento de indios, despojo a todos los europeos
de cargos públicos. (Cabezaspág. 58).
58 Grandin Greg The blood of Guatemala A History of Race and nation. Durham. Dukeuniversitypress 2000.
71
gubernamental y de comercio sin ninguna particular jurisdicción territorial, en donde los
ciudadanos, iguales frente a la ley, compartían una institución común que representaba una
agenda compartida entre todos.60
La Constitución llegó al Reino de Guatemala a fines de 1812 y tuvo vigencia hasta 1814,
cuando fue abrogada por Fernando VII y luego reinstalada en 1820. La carta magna fue
recibida con evidente entusiasmo por la mayoría de los líderes centroamericanos aunque
bloqueada su implementación de forma intermitente y lógicamente total, después, durante
los años de su abrogación, por el Capitán General Bustamante y Guerra62, así como otros
peninsulares, encabezados por el Arzobispo Ramón Casaus y Torres. Sin embargo, la más
importante, profunda y sustantiva reforma empezó a implementarse en todo el istmo
centroamericano.
63 La Municipalidad de Comayagua , Honduras fue el primer Municipio Constitucional, establecido en noviembre de 1812.
72
blanco: el sambo, ó hijo de Indio y negro, son españoles en la tercera acepción, la misma
en que se tomará ésta voz siempre que se use de ella”.”65
El bloqueo de las grandes familias y la falta de recursos económicos para comprar asientos en
el Cabildo, no proveer de suficientes pruebas de pureza de sangre, como la falta de conexiones
reales, impedían el acceso de nuevas élites al poder. La abolición de los requerimientos de
acceso a puestos de representación, permitió el arribo de toda una generación de políticos
en toda Centroamérica, generación que formará parte, posteriormente, de los procesos de
independencia, la Unificación Centroamericana y su separación y la construcción de los
estados nacionales67.
65 Avendaño Xiomara “Elecciones, ciudadanía y representación política en el Reino de Guatemala, 1810-1812” Asociación para el
fomento de los estudios históricos en Centroamérica. Boletín # 12. Guatemala, septiembre 2005. Página 3.
66 IBID pagina 5.
73
población en los hechos, no modificó las estructuras de poder, basadas en el parentesco.
La integración tanto de los llamados ladinos como de los mulatos, no causó excesiva
“fricción” entre las municipalidades no indígenas, pero sí las hubo en algunas partes
de las poblaciones indígenas que prefirieron, en la práctica, tener dos municipalidades,
como fue el caso de Quezaltenango. Conviene subrayar el papel desempeñado por las
Diputaciones como intermediarios y asesores en la resolución de conflictos69. En otras
palabras, la Diputación asumió en términos generales, la inexistencia del origen africano
de la población70, salvo pruebas que lo refuten. Al eliminar de esa forma la existencia de las
castas, no había castas que excluir.
Siguiendo el análisis de Jordana Dym, la división del Reino en dos Diputaciones, una
en Guatemala y la otra en León, Nicaragua, con divisiones internas irresueltas, provocó
consecuencias inevitables para la unidad de la región. Quizá la más importante de ellas fue
el aumento en la débil relación con la capital del Reino. Una audiencia, dos diputaciones
con dos jefes políticos separados, erosionó la autoridad del centro del poder de más de
doscientos años. Hechos que tendrán consecuencias fundamentales en los años por venir.
Posteriormente, dada las tensiones territoriales y de poder internas, en mayo de 1821 fueron
autorizadas por las Cortes, diputaciones provinciales para las intendencias de Comayagua,
Chiapas y San Salvador. Hechos que comprueban que las élites centroamericanas estaban
más ocupadas en concentrar su poder en cada una de sus zonas, que en fortalecer un centro
regional, en un contexto político que acompañó la proclamación de independencia de
España, el 15 de septiembre de 182171.
69 Por ejemplo en el caso de San Miguel en El Salvador, el Diputado José María Peynado consideró que “los ladinos españoles, pre-
viamente llamados mulatos, no eran necesariamente descendientes de africanos”.
70 A excepción de las Municipalidades de San Salvador y la Ciudad de Guatemala donde la exclusión de las castas fue practicada.
Y donde las grandes familias mostraron interés por los nuevos cargos e intentar monopolizarlos, particularmente en la ciudad de
Guatemala Ver Sánchez Evelyne pagina 151.
71 El Diputado provincial de Nicaragua puntualizó, el 31 de octubre de 1821, que la “emancipación” de las provincias de Nicaragua
y Costa Rica de la autoridad de Guatemala derivaba de los artículos 324 y 325 de la Constitución, que autorizaba al jefe político a
tener la misma figura política de Guatemala y a tener provincias separadas. Ver DymSovereign pagina 147, traducción del autor.
72 El control de los grandes comerciantes —familias asentadas en Guatemala sobre la producción del añil en El Salvador—, produjo
innumerables fricciones, estas familias fundaron y controlaron el Consulado de Comercio, cuyo primer prior fue el Marqués de
Aycinena. Tomando en cuenta las quejas de los añileros salvadoreños y de los ganaderos nicaragüenses y hondureños que alegaban
malas prácticas por parte del Consulado y amparados en el Derecho natural, la Diputación Provincial solicito a la Corona, la su-
presión del Consulado de Comercio, el 18 de diciembre de 1820, por no ser útil a la Nación y por sr contrario al espíritu y la letra
de la Constitución de Cádiz. Ver Cabezas, página 33.
74
4.8 El inicio de la época republicana
Coincido con François-Xavier Guerra en la afirmación de que “se ha dicho a veces que
en la América hispánica el Estado había precedido a la nación. Mejor sería decir que las
comunidades políticas antiguas —reinos y ciudades— precedieron tanto al Estado como
a la nación y que la gran tarea del siglo XIX para los triunfadores de las guerras de la
independencia será construir primero el Estado y luego, a partir de él, la nación-moderna”73.
Solamente añadiría a esta cita-resumen que, para el caso centroamericano, esta tarea sigue
inacabada y constituye uno de los principales retos para la región.
74 Agustín de Iturbide un oficial realista, cambio de bando y junto a Guerrero proclamaron el plan de Iguala. Las tropas realistas se
rindieron el 13 de septiembre de 1821, Agustín de Iturbide ingreso a la ciudad de México el 27 del mismo mes. “ El Plan de Iguala
le pareció muy atractivo a muchos centroamericanos porque proponía una Monarquía Constitucional, garantizaba la independencia,
respetaba la iglesia católica y promovía la unión de españoles y americanos”, Adolfo Bonilla “ Independencia y republica” en El
Salvador Historia mínima. Página 26.
75
económico, político y social que hasta entonces había imperado”76. Esta conspiración será
conocida como el Plan pacifico de la independencia77.
En poco tiempo, la familia Aycinena convence al recién llegado Capitán General, Gabino
Gaínza78 de las bondades de su plan, al mismo tiempo que envía un comisionado a Oaxaca
para pedir respaldo militar a Iturbide79. Las condiciones objetivas para la independencia
de España, están dadas en el sentido que señala la historiadora salvadoreña Xiomara
Avendaño: “la independencia emergió en el transcurso de la crisis del sistema político
hispánico: fue una medida práctica que se dio en cada uno de los territorios, teniendo en
cuenta las alianzas políticas, la preservación de los privilegios y la aceptación de buscar
otro camino, puesto que el Imperio español no estaba en condiciones de ofrecerles uno. Fue
también una medida preventiva para no caer en otra Francia y en otro Haití, en donde la
muchedumbre cortó muchas cabezas80.
76 Cabezas, Horacio “Independencia Centroamericana. Gestión y ocaso del plan pacífico”. Editorial universitaria. Universidad de San
Carlos de Guatemala. 2010. Página 71.
77 Estas Conspiraciones fueron denunciadas por José Cecilio del Calle, abogado, gran propietario ganadero y político hondureño en
su periódico “El amigo de la Patria” el 3 de noviembre de 1820
81 El artículo 18 de la proclama de la independencia, literalmente dice que “imprimiéndose esta acta, y el manifiesto expresado se
circule a las excelentísimas Diputaciones Provinciales, Ayuntamientos constitucionales y demás autoridades eclesiásticas, regulares,
seculares y militares para que siendo acordes en los mismos sentimientos que ha manifestado este pueblo, se sirvan obrar con ar-
reglo a todo lo expuesto”
82 Cabezas, señala que tres días después de la Declaración de independencia, 15 de septiembre de 1821, y siguiendo el “Plan Pacifico
de Independencia”, le escribe a Agustín Iturbide, llamándolo el “primer libertador de Nueva España”.
76
La oposición de San Salvador a la propuesta de declarar su anexión a México, derivó en la
adhesión al Plan de Iguala, como distritos independientes, de León, Comayagua, Cartago
y Quezaltenango, importantes ciudades de Nicaragua, Honduras, Costa Rica y Guatemala.
Mientras que sus vecinos de Tegucigalpa (Honduras), Granada, (Nicaragua) y Heredia
(Costa Rica) se inclinaron por la proclamación de independencia de la Nueva Guatemala
de la Asunción del 15 de septiembre de 1821.
84 “Logró unir las cinco provincias. En el momento de su clausura, el 23 de enero de 1825, dejo electos todos los gobiernos de los
77
la cual el 1 de julio de 1823 declaró la independencia absoluta de las Provincias Unidas
de América Central”85.
La organización federal y estatal que ordenaba la Constitución, consistía básicamente en
la adopción de la división de poderes. El poder ejecutivo fue ejercido por un ciudadano
electo. En el gobierno federal se llamó presidente y, en el estatal, jefe de estado. El poder
legislativo correspondía al Congreso y Senado Federal y a las asambleas de los estados.
El poder judicial lo ejercía la Corte Suprema de Justicia Federal y las cortes de justicia
estatales y un Consejo de Representación. En realidad, un cuarto poder, el Senado.
Interesante observar que en el lenguaje utilizado, no se escribe Guatemala como marco
geográfico- histórico y político; se utiliza Centroamérica y es ese el primer consenso de los
Constituyentes.
¿Pero qué va a ser la Federación Centroamericana: una república de estados o una
república de Municipalidades- ciudades?, como se pregunta Dym. Tomando como modelo
las constituciones francesas, de los Estados Unidos y la de Cádiz, los constituyentes
elaboraron un texto que permitiese equilibrar el evidente poder de las municipalidades
gravitando con instituciones estatales, permitiéndoles ser parte del Estado en construcción
y, a los miembros de sus Concejos, convirtiéndolos en actores estatales; es decir, militares,
congresistas y presidentes.
Salen así a la luz entonces los rasgos fundamentales para la construcción del Estado,
el territorio, la población y la legitimidad para la creación de instituciones acordes a la
realidad histórica, tanto económica como política; y de acuerdo a los intereses intactos
de las élites herederas del recién pasado colonial. ¿Como entonces organizar el territorio,
cuya característica principal es la dispersión geográfica, la poca densidad de la población
y los intereses encontrados?
Por el norte, Chiapas solidificaba su unión con México pero Sonsonate quería ser parte de la
Federación. Quezaltenango quería formar el Estado de los Altos en Guatemala. Tegucigalpa
y Sonsonate formaban distritos independientes y Costa Rica retenía una política de identidad
separada a pesar de sus vínculos con Nicaragua. Y así, múltiples expresiones locales de
diversa índole expresaban la heterogeneidad y diversidad centroamericana, a través de
la multitud de concejos municipales electos desde la implementación de la Constitución
de Cádiz. Todo lo cual formó las estructuras de acogimiento político republicanas y es
parte genérica de la historia política de la América Central: conforma una evolución, con
mutaciones históricas, durante periodos de tiempo determinados durante los cuales la
violencia juega un papel principal.86
A medida que se desarrollan las guerras, se acrecienta la individualización de las economías
locales en detrimento de la economía regional. El fortalecimiento de los poderes locales,
Estados. Abolió los privilegios hereditarios, permitió irrestricta libertad de expresión, estableció la tolerancia de la práctica privada
de cualquier religión, promulgo la ley para estimular la inmigración, organizó el sistema de tarifas, desarrollo un proyecto para hacer
un canal en Nicaragua y tomo la iniciativa para hacer un congreso americano en Panamá”. La expresión de un espíritu ilustrado,
marcado por el humanismo de la época. Citado por Bonilla las palabras de Manuel Montufar Coronado, pagina 29.
86 En el Anexo 1 aparece un listado de las principales guerras centroamericanas entre los años 1825-1842.
78
sin un verdadero poder central que le sirva de contrapeso, permite que las autoridades
sean consideradas cada vez más como molestas al desarrollo local, al extremo de negar la
necesidad de su existencia. El traslado del Distrito Federal de Guatemala a San Salvador, fue
una medida que trató desesperadamente de apaciguar los ánimos locales de desintegración.
Las guerras civiles se pueden interpretar como una serie de sucesos violentos entre los
Estados y la Federación, en el seno de las contradicciones surgidas y la necesidad de
forjar estados con identidad política y poderes propios y la práctica política de reforzar
la autonomía municipal dentro de cada Estado en construcción. Todo ello contribuyó a las
guerras civiles desde 1836 hasta el colapso de la Federación en 1839. Una de las disputas
que duró desde el inicio hasta el fin de la Federación era:¿dónde situar el centro del poder
estatal y federal? ¿En Guatemala o en San Salvador? ¿Donde lo estatal, en Comayagua
o Tegucigalpa? ¿En León o Granada? ¿En Cartago o San José? Por ejemplo, Costa Rica
experimentó en 1834 un gobierno “ambulatorio”, donde cada cuatro años las instituciones
estatales pasaban de San José a Cartago, de ahí a Heredia y después a Alajuela. Hasta
que el Jefe de Estado, Braulio Carrillo, acabó con la práctica y asumió como capital a
San José. Dada la crueldad de la disputa y los empates virtuales entre León y Granada
en Nicaragua, se optó por una salida viable para todos: que la capital fuese Managua. El
declive de Comayagua y el auge económico de Tegucigalpa, permitió que esta última se
convirtiera en el centro político.88
79
El escenario quedó preparado para uno de los disturbios más importantes de la época.
Las reformas liberales habían creado toda una serie de dificultades económicas, agravios
y amenazas a los campesinos rurales, enajenado propiedades y privilegios al clero rural.
La división de la élite criolla guatemalteca entre liberales y conservadores y las prácticas
políticas iniciadas por la aplicación de la Constitución de Cádiz, promovieron que sectores
medios superiores de la ciudad capital —como hijos ilegítimos de las viejas familias—
y masas rurales campesinas, accedieran a una participación política como no se había
producido antes. “Guatemala en 1837 era terreno fértil para el florecimiento de una
revolución popular dirigida por un carismático hombre del pueblo”90. De los pueblos saldrá
la primera construcción, por supuesto no terminada, del pueblo. Es decir, el primer esbozo
del Estado- Nación.
89 En la elaboración del decreto tuvo participación decisiva Juan José Aycinena, quien ya en 1834 proclamó abiertamente su postura:
“centroamericanos: cuando desaparezca el poder que hoy os oprime con nombre de gobierno federal, habréis dado el primer paso
para dejar de ser miserables: cuando hubiereis recobrado la soberanía que corresponde a cada Estado, seréis libres” citado en Pérez
Brignoli Héctor. Historia General de Centroamérica. Tomo III De la ilustración al liberalismo (1750- 1870). Ediciones Siruela
España 1993.
90 Woodward JR. Ralph Lee,“Rafael Carrera y la creación de la Republica de Guatemala. 1821- 1871”Plumsock Mesoamerican Stud-
ies . Serie Monográfica # 12 Guatemala, 2002. Página 74.
80
indígenas, significaba no solo la abolición del dualismo sino el primer paso hacia la
asimilación y la homogenización, concepción que perdura en el imaginario de la mayoría
de las elites dominantes centroamericanas de la actualidad. Estos prejuicios, basados en
la dominación económica y política, permiten afirmar, en el caso de Guatemala, que el
racismo constituye el fundamental hilo conductor histórico que determina la desigualdad y
la pobreza y que ilegitima al Estado91.
91 Ver Casaus, Marta. “Diagnostico del racismo en Guatemala. Investigación Interdisciplinaria y participativa para una política inte-
gral por la convivencia y la eliminación del Racismo”. IV Volúmenes. Dirigida por Rolando Castillo. “Génesis del racismo y de la
discriminación en Guatemala: siglos XIX y XX. Páginas 45 -50- Serviprensa, Guatemala , 2006.
92 Ver Alda Sonia La participación Indígena en la construcción de la Republica de Guatemala, S XIX. Páginas 201-203.
93 En algunos casos llegaron a negar la Constitución para impedir la llegada de los ladinos a cargos municipales, como fue el caso de
Momostenango.
81
del progreso de la patria. Y si hoy solo podemos cooperar al adelanto, cultivando tierra y
transformando en cosas útiles la materia bruta; así también cultivaremos la inteligencia de
nuestros hijos […] contribuiremos a la revolución social y política del país […] anhelamos
la regeneración de lo indio para obtener en lo posible la igualdad civil y política, que es
la base de las democracias[...]Como muy bien sabéis, Quetzaltenango es un municipio
cuyas dos terceras partes, por lo menos, están compuestas por indígenas, todos amantes
del trabajo, casi todos propietarios de bienes raíces, absolutamente respetuosos para con
las autoridades constituidas. Pues bien: a pesar de ello los indígenas carecen de verdadera
representación en el ayuntamiento”.
La anterior petición, expresa con claridad la sabiduría política indígena, tanto en la forma
como en su contenido político. Este documento extraordinario expresa la evolución y el
uso de los derechos de ciudadanía, como propietarios y vecinos que piden ciudadanía
política. Es este un documento central que cierra el siglo XIX y abre un siglo XX, con
características similares.
En la misma región K ‘iche en nota de prensa aparecida en el diario el Periódico, el día
domingo 6 de junio de 2012, se menciona lo siguiente: “allí las cosas funcionan, según sus
propias normas. ‘No necesitamos tocar las puertas de papá gobierno para ver cambios’, de
eso se ufanan sus pobladores. ¿Pruebas?, la gestión y construcción de 4 nuevos kilómetros
de carretera, 8 escuelas primarias, 2 secundarias, 2 academias de computación y carreteras
sin basura. Su organización es tan antigua como la época de la conquista, explica, y desde
entonces conservan el k’axk’ol o sacrificio en k’iche’, es decir el trabajo ad honórem
realizado durante un año. Los 24 miembros de la junta directiva y los 56 representantes de
los 12 cantones, se encargan del cuidado de los edificios educativos y la refacción escolar;
en tanto los representantes de la aldea en la cabecera municipal, laboran en el balneario de
agua azufrada, los alguaciles, guardabosques, del centro cultural, fontaneros y el hombre
del cementerio. Esa es la faena”.
Las diferentes formas cómo los Principales, ancianos y líderes comunales, desarrollaron
sus estrategias de poder como intermediarios con la mayoría de indígenas oprimidos y
explotados por el régimen colonial, posteriormente con los criollos y después con los
ladinos, utilizando, a veces, las fracturas nacionales, las crisis y transformaciones para
mantener autoridad y expandir su poder, no es el motivo de este corto ensayo, pero sí lo es
subrayar la permanente participación política de los indígenas por más de quinientos años,
en la formación política-económica guatemalteca y particularmente en las municipalidades
y desde las municipalidades.
Los ayuntamientos siguen siendo espacios públicos fundamentales para los indígenas, no
solo para los campesinos, sino también en las grandes ciudades, donde se expresan tanto
sus intelectuales, sus políticos y sus hombres de negocios, en convivencia con la pluralidad
del país. Y es la ciudad de Quezaltenango, región K ‘i che, la exponente más clara de la
luchas por el poder, no solo local sino, también, nacional.
82
de autonomía durante los años de independencia, anexión a México y la creación de la
Federación. Pero es el 26 de mayo de 1830, después de un año de experiencia separatista,
cuando la Asamblea Constituyente del Estado de los Altos divide su territorio en cuatro
departamentos: Quezaltenango, Totonicapán, Sololá, Suchitepéquez y considera la anexión
de Soconusco. Estos hechos enfrentaron a las élites indígenas en contra de los intereses de
los ladinos. La usurpación de tierras comunales como las vejaciones tanto políticas como
jurídicas por parte de las élites separatistas de Xelaju, dio paso a su oposición frontal y
sus alianzas con el líder Rafael Carrera permitieron una reconfiguración de la “Republica
de Indios”, decretada en noviembre de185195. El apoyo político militar ayudó a la victoria
de Rafael Carrera, quien desfiló por la ciudad de Guatemala victorioso, acompañado no
solo por los “montañeses” del oriente de la República sino por los indígenas de occidente.
La instauración de “una fuerte dictadura autoritaria” sirve como preludio a la explotación
masiva de los indígenas en una República unitaria, por medio de la implantación del cultivo
del café, una de las pesadillas más dolorosas para los indígenas, solo igualada a los años de
conquista y al genocidio de los años de 198096.
Los liberales en 1846, trataron de restablecer el plan municipal que disminuía el papel de
los Corregidores, restablecidos conjuntamente con los Gobernadores de indios. Ocasión
que permitió a Juan José Aycinena no solo oponerse al plan sino atacar el legado de la
Constitución de Cádiz, con estas palabras: “todas las constituciones de las nuevas repúblicas
hispanoamericanas que se formaron conforme a las ideas de 1812, han caído igualmente
que ella por sí mismas, después de haberse demostrado experimentalmente que lejos de
corresponder a los fines sociales, no han servido más que para fomentar el desorden y
desmoralizar a los pueblos”97. El Obispo de Trajanopolis y el hombre más influyente de
esos tiempos, consideraba que el peor legado de la Constitución gaditana lo constituía el
régimen municipal, porque rompía con los usos y las costumbres, sustituyéndolas por un
sistema que las masas no pueden entender, debido a su ignorancia.
El triunfo de los nuevos plantadores de café, llamados liberales en 1871, según Grandin,
puede considerarse como un triunfo de las élites ladinas separatistas del intento fallido
por construir el sexto Estado de Centroamérica, fundamentalmente porque a partir de su
triunfo, la mayoría de los presidentes y los cargos fundamentales de gobierno, provendrán
de occidente hasta el año 1930, así como una gran parte de la oligarquía cafetalera.
Las reformas de 1871 convertirán a los indígenas en mano de obra, masiva y barata,
reduciéndolos a mozos colonos, trabajadores forzados para obras de infraestructura y en
los productores de las ganancias provenientes del cultivo del café. Para la implantación del
sistema del lati-minifundio, todo el Estado de Guatemala se enfocará hacia ese fin.
95 Hasta el año de 1871 coexistieron pueblos con una sola municipalidad —solo ladina o solo indígena—pueblos con dos munici-
palidades y pueblos con municipalidad mixta: ladina en sus cargos principales e indígenas en los secundarios. Ver AVANCSO “Las
relaciones étnicas en la disputa por el poder local”. Guatemala 2008, pagina 8.
96 Ver Woodward, pagina 422-430. Y Taracena Arriola, Arturo. “Invención Criolla, sueño ladino, pesadilla indígena. Los altos de
Guatemala de región a Estado (1740-1871)”. Guatemala, CIRMA 1999. Página 400-401.
97 Woodward, 253.
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Estado. El número de habitantes para asignación de un territorio subió a dos mil, mil más
que en la Constitución de Cádiz, y se prosiguió con la política de impulsar y fortalecer
municipalidades mixtas, beneficiando, aun más, la penetración ladina en zonas indígenas y
reduciendo a cargos secundarios a los indígenas.
“Somos los nietos de Atanasio Tzul. Somos los nietos de Lucas Aguilar”, con estas palabras
un organizador k’iche’ iniciaba su discurso frente a miles de personas que protestaban en
su localidad contra la minería abierta en el año 200598. Haciendo eco de sus demandas
territoriales con repercusión nacional, la soberanía de los pueblos y el pueblo, la nación
étnica y la nación civilizada, ya no puede ser una polarización mayor del Estado. La
construcción de la ciudadanía intercultural para un Estado plural, es la reforma política
para el siglo XXI. Iguales y diferentes. Políticamente iguales, diferentes culturalmente.
Desde una lógica de proceso histórico, en pocos años, desde la Constitución de Bayona
en 1808 a la independencia de España en 1821, en un primer momento, y en el otro,
de la independencia al advenimiento del Café, la América Central pasará por cambios
revolucionarios que perdurarán hasta nuestros días.
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su Estado-Nación, tomarán diversos caminos que responderán, más como antaño a los
intereses de sus élites que a los intereses populares, resolviendo o no, las propuestas de
Cádiz, todos, sin embargo, dentro del formato común Constitucionalista.
Durante los últimos años, los Estados centroamericanos han sido sometidos a un proceso
de modernización. Una parte importante del mismo, lo constituye la descentralización y
la desconcentración del Estado. Cambios que pasan necesariamente por el fortalecimiento
institucional, estructuralmente dependiente de las finanzas nacionales.
El tópico común en todos los países es la asociación de municipios para el manejo de recursos
naturales. Esto último porque se reconoce que en materia ambiental, no existen límites, por
85
lo que deben gestionarse los recursos desde otra perspectiva, por ejemplo, desde el criterio
de cuencas. Le siguen en frecuencia de motivo de asociación, la prestación de servicios
y el fortalecimiento de la capacidad de gestión de los gobiernos locales. Otras tienen un
carácter más puntual, como aquellas de carácter cultural, que aunque se reúnen desde una
lógica específica, desarrollan diversas acciones (ejemplo, la Mancomunidad Garífuna en
Honduras).Es de mencionar el foro de Municipalidades indígenas a nivel centroamericano,
que considera que “las asociaciones, federaciones y mancomunidades son una forma de
rentabilizar mejor las prestaciones que se le dan a la ciudadanía; por tanto, no podemos
perder de vista la naturaleza política de las mismas, lo que significa que todo su objetivo no
puede ser otro que el procurar el bienestar general de ésta. El modelo de gestión debe ser
el propio de la actividad política, es decir, en beneficio de la polis, la ciudad, la comunidad.
No puede ser el de la empresa privada en cuanto esta tiene lógicamente la finalidad propia
del lucro personal”99. ¿Habrá un eco gaditano en esta declaración?
100 El artículo 207 de la Constitución de El Salvador establece que las municipalidades podrán asociarse o concertar convenios co-
operativos a fin de colaborar en la realización de obras o servicios que sean de interés común para dos o más municipios. Por otra
parte, en el Código Municipal se dispone que los municipios podrán asociarse, bajo las formas jurídicas de fundaciones, empresas
y sociedades, para mejorar, defender y proyectar sus intereses. Desde 1999, la Estrategia Nacional de Desarrollo Local (ENDL)
promueve el asociativismo voluntario entre municipios.
101 Entre AMUNSE (Asociación de municipios de Nueva Segovia), MANORPA (Mancomunidad del norte de El Paraíso), MAN-
SURPA (Mancomunidad del sur de El Paraíso).
102 El Lempa es un río con vertiente al Océano Pacífico. Es el más largo de Centroamérica, su cuenca abarca tres países: Guatemala,
Honduras y El Salvador. Nace entre las montañas volcánicas de las mesetas centrales de la región a una elevación aproximada de
un mil 500 metros sobre el nivel del mar en el Departamento de Chiquimula en Guatemala, ingresando a El Salvador al noreste del
Departamento de Chalatenango y desembocando en la planicie costera del Océano Pacífico, entre los Departamentos de San Vicente
y Usulután. La elevación máxima es de 2,805 msnm en las montañas de Honduras. La cuenca Trinacional del Río Lempa posee un
área total de 17 mil 790 km² de los cuales, 10,082 km² corresponden a El Salvador, 5,251 km² Honduras y 2,457 km² a Guatemala.
La longitud del cauce principal es de 422 Km de los cuales 360.2 Km corren dentro de territorio salvadoreño. El río es utilizado
para la pesca y el riesgo de cultivos; sin embargo, la principal utilidad es la generación de energía eléctrica, la cual está a cargo de
la Comisión Ejecutiva del Río Lempa.
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entidad de integración multinacional descentralizada, que surge de la propia iniciativa de
los gobiernos locales de la región, en convergencia con iniciativas de la autoridad del Plan
Trifinio103 y en el contexto de acciones de apoyo de la cooperación descentralizada en
Centroamérica. Ubicada en la región en la cual convergen tres países centroamericanos,
obteniendo su personería jurídica por parte del Ministerio de Gobernación de la República
de Guatemala en dos mil siete, como primer paso para convertirse en una entidad
Trinacional de integración. Las Mancocomunidades constituyen no solo una experiencia
singular sino provechosa para todos. Al final es la asociación voluntaria de los pueblos
siguiendo senderos diferentes a las luchas intestinas producidas entre ellos, en el marco de
la Federación Centroamericana.
103 TRIFINIO es el nombre que se le ha dado desde los años ochenta al punto de confluencia de las fronteras de las Repúblicas de
Guatemala, El Salvador y Honduras. En ese punto existe una zona ecológica de reconocido valor por sus especies de flora y fauna,
que se desarrolla en torno al Macizo de Montecristo, con alturas desde menos de 400 a 2,419 metros sobre el nivel del mar
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5. Sistema de la Integración Centroamericana – SICA
La Secretaría General es una instancia regional operativa del SICA, creada por decisión
de los presidentes Centroamericanos en el Protocolo de Tegucigalpa con el propósito de
prestar servicios y brindar sus capacidades técnicas y ejecutivas en apoyo a los esfuerzos de
integración regional, particularmente en la construcción gradual y progresiva de la Unión
Centroamericana.
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Desde la Secretaría General del SICA se busca apoyar a los órganos e instituciones de
Integración y sociedad civil, para hacer progresivamente de Centroamérica una “Región de
Paz, Libertad, Democracia y Desarrollo”, mediante la integración en lo político, económico,
social, cultural, y ecológico, procurando el fortalecimiento y ampliación de la participación
de la región, en su conjunto, en el ámbito internacional.
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6. Segundo Programa de Apoyo a la Integración Regional
Centroamericana – PAIRCA II
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de sostenibilidad ambiental, buena gobernanza y derechos humanos, así como igualdad de
oportunidades y lucha contra la exclusión social.
En este sentido, este Programa pone especial énfasis en definir medidas concretas
para garantizar la equidad de género en las acciones que se realicen y promover la
transversalización de este aspecto en sus espacios de actuación. Se toman también en
consideración a grupos especialmente vulnerables o en riesgo de exclusión como pueden ser
la juventud, los pueblos indígenas y afro-descendientes, las personas con discapacidad, etc.
Por último, se hace lo posible por priorizar los temas ligados a la programación plurianual
que se adopte para el SICA.
92
7. Sobre los autores
Florentín Meléndez
93
Consultor en derechos humanos de varias Agencias de las Naciones Unidas. (PNUD, IPEC-
OIT- UNICEF) (1990-1991)
Oficial de protección del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en
Nicaragua. (1981-1984)
Profesor universitario. (Universidad de El Salvador; Universidad Centroamericana, UCA;
Universidad Dr. José Matías Delgado) Tutor en derechos humanos de la Universidad Alcalá
de Henares, España.
Conferencista invitado en seminarios y varias universidades del continente.
Profesor de cursos de derechos humanos del Instituto Interamericano de Derechos Humanos
(IIDH) de Costa Rica. Capacitador en derechos humanos de las Fuerzas Armadas de
Colombia, Honduras, Nicaragua, El Salvador y Paraguay. Capacitador en derechos humanos
de funcionarios policiales de El Salvador y Colombia. Profesor del Curso Interdisciplinario
de Derechos Humanos del IIDH.
Miembro del Socorro Jurídico del Arzobispado de San Salvador. Abogado defensor de
presos políticos en El Salvador.
Autor de libros y estudios sobre derechos humanos, derecho internacional y derecho
constitucional comparado. Autor de las siguientes obras:
Instrumentos internacionales sobre derechos humanos aplicables a la administración de
justicia. Estudio constitucional comparado. (8ª. Edición) Publicado en México, El Salvador,
Honduras, Nicaragua, República Dominicana y Colombia)
La protección de los derechos fundamentales en los estados de excepción según el derecho
internacional de los derechos humanos. (Publicado en El Salvador y España)
El Pequeño Libro de los derechos, los deberes y las virtudes. (Libros para educación en
derechos humanos para niños. Publicados en inglés y español, en El Salvador y España)
Varias ediciones.
Los derechos y deberes de la persona humana. (Varias ediciones)
Manual de Educación popular en derechos humanos.
Los derechos económicos, sociales y culturales en El Salvador.
Premio Libertad (Washington D.C. 2007).
Premio derechos humanos (Universidad de El Salvador y Comisión no gubernamental de
derechos humanos de El Salvador)
Valor Nacional de El Salvador. Otorgado por la Comisión del Nuevo Milenio y por la
Comisión Nacional para la Cultura y el Arte. (2000)
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Vladimir de la Cruz
Nació en San José, Costa Rica 1946. Estudió Derecho e Historia, Universidad de Costa
Rica.
95
2006, Asesor Parlamentario, Miembro de la Junta Directiva de la Concertación Nacional,
1998-99, Embajador ante el gobierno Bolivariano de Venezuela, 2008-2010, Miembro de
la Junta de Notables integrada por el gobierno de la República, 2012, para analizar la
gobernabilidad del Estado
Ha sido galardonado con los Premios Nacionales Aquileo J. Echeverría y el Premio Cleto
González Víquez de la Academia de Geografía e Historia de Costa Rica.
96
Rolando Castillo
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para la integración, manejo y evaluación de proyectos regionales sobre temas de Estado,
desarrollo humano sostenible, democracia, gobernabilidad y administración pública. Cabe
destacar su participación como Miembro fundador e integrante del Círculo de Copán (para
la gobernabilidad en Centroamérica) realizando recientemente un estudio sobre “Apuntes
sobre la Economía Política de la violencia en Centroamérica. Se ha desempeñado en el ámbito
de la cooperación internacional en programas y proyectos relacionados a temas de derechos
de los Pueblos Indígenas, y otros temas como la multiculturalidad, la interculturalidad,
políticas públicas interculturales para el desarrollo humano y la transformación del Estado
monocultural. Se desempeñó como asesor político de la Vicepresidencia de la República
de Guatemala (2004-2007) con temas relevantes para la gobernabilidad democrática. A
través de sus oficios se introdujo al Gobierno de Guatemala al Sistema de Información para
la Gestión y Gobernabilidad, la creación de la Escuela de Gobierno y Gestión Pública, la
Política Pública para la Convivencia y la Eliminación de la Discriminación y el Racismo.
98
IMPRESO EN
EL SALVADOR, C.A.
por: Asociación Institución
Salesiana
I M P R E N TA Y O F F S E T R I C A L D O N E
F i n a l A v. H n o . J u l i o G a i t á n ,
S a n t a Te c l a Te l e f a x : 2 2 2 9 - 0 3 0 8
1000 Ejemplares
c.37569 / Septiembre 2012
www.sica.int