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“Año de la Diversificación Productiva y del Fortalecimiento de la

Educación”

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL


SANTA
FACULTAD DE INGENIERIA

ESCUELA ACADEMICA PROFESIONAL DE


INGENIERIA AGRONOMA

ALUMNO:

LECCA GONZALES RUBEN.

CURSO :

EDAFOLOGÍA.

DOCENTE:

JUAN CAPA ROBLES.

2015
LA FERTILIZACIÓN DEL SUELO.

I. INTRODUCCIÓN.
Los suelos contienen todos los elementos esenciales que la planta requiere
para su desarrollo y reproducción; sin embargo, en la mayoría de los casos, no
en las cantidades suficientes para obtener rendimientos altos y de buena
calidad, por lo que es indispensable agregar los nutrimentos por medio de los
fertilizantes.

Sin el uso de fertilizantes, los rendimientos serán cada vez más bajos debido al
empobrecimiento paulatino del suelo por la extracción de los nutrimentos en las
cosechas. Un suelo infértil produce menos, tiene menor cubierta vegetal y está
más expuesta a la erosión. El uso adecuado de un fertilizante requiere conocer
sus características, su efecto en las plantas y el suelo, las formas de aplicación
y como se deriva y se prepara una dosis de fertilización con base en los
fertilizantes disponibles.

I. OBJETIVOS.

 Analizar los procesos que afectan la fertilidad de los suelos como limitantes
de la producción agropecuaria.
 Evaluar el comportamiento de los fertilizantes en el suelo y los procesos
que afectan al suministro de nutrientes.
 Desarrollar criterios en el diagnóstico de la fertilidad, utilizando información
de laboratorio y campo.
 Identificar parámetros que permitan monitorear la calidad del suelo y los
efectos de la fertilización en la producción agropecuaria.
LA MATERIA ORGÁNICA DEL SUELO.

I. INTRODUCCIÓN.
La materia orgánica de los suelos juega un rol trascendental en la mantención
de la fertilidad integral del suelo, la que debe considerar la fertilidad química,
física y biológica del suelo.

El desgaste del carbono de los suelos se ha producido principalmente por efecto


de la erosión, oxidación del carbono por efecto del laboreo del suelo, quema
de rastrojos y ausencia de incorporación de enmiendas orgánicas y/o uso de
abonos verdes.

En los últimos 30 años la fertilización inorgánica se ha privilegiado, induciéndose


un desgaste de la materia orgánica nativa del suelo. Esto ha provocado un
deterioro de la condición física afectando principalmente la porosidad, retención
de humedad velocidad de infiltración estructura y aireación del suelo. Todo esto
afecta significativamente el crecimiento de raíces, lo que a su vez deteriora el
crecimiento aéreo y la calidad de los frutos cosechados.

La ausencia de programas definidos de mantención de la materia orgánica de los


suelos obedece al hecho de que la mayoría de los especialistas en fertilidad
de suelos han considerado la fertilidad solamente fundada en principios
químicos. Es decir, que la productividad agrícola sería posible de mantenerla a
partir de una exclusiva fertilización inorgánica. Este planteamiento ha ignorado la
importancia de las condiciones físicas y biológicas del suelo que tienen una
enorme trascendencia sobre la disponibilidad del agua, patógenos del suelo y
biodisponibilidad de los nutrientes.

I. OBJETIVOS.
 Relevar el conocimiento de la materia orgánica del suelo y su efecto como
mejorador de la productividad de los cultivos.
 Determinar si los niveles de materia orgánica en el suelo están altos, medios o
bajos.
 Mejorar la estructura del suelo, capacidad de retención de los nutrientes y agua.
EL pH EN EL SUELO.

I. INTRODUCCIÓN.
El pH del suelo aporta una información de suma importancia en diversos ámbitos de la
edafología. Uno de la más importante deriva del hecho de que las plantas tan solo
puede absorber los minerales disueltos en el agua, mientras que la variación del pH
modifica el grado de solubilidad de los minerales. El pH es una medida de la
concentración la actividad en la solución de un suelo del logaritmo negativo de la
concentración de hidrogeno expresado en términos logarítmicos el cual representa una
evaluación para el soporte y la actividad biológica.

Los valores de pH se reducen a medida que la concentración de los iones de


hidrogeno incrementan, variando entre un rango de 0 a 14. Los valores por debajo de
7.0 son ácidos, valores superiores a 7.0 son alcalinos o básicos, mientras que los que
rondan 7.0 son neutrales. El pH del suelo generalmente es considerado adecuado en
agricultura si se encuentra entre 6 y 7. En algunos suelos, incluso con un pH natural
de 8, pueden obtenerse buenos rendimientos agropecuarios. En la mayoría de los
casos, los pH altos son indicadores de sales solubles, por lo que se requeriría acudir al
uso de cultivos adaptados a los ambientes salinos. Del mismo modo, un pH muy acido,
resulta ser otro factor limitante para el desarrollo de los cultivos, el cual puede
corregirse mediante el uso de enmiendas como la cal.

El pH de un suelo proporciona condiciones favorables a ciertos tipos de


microorganismos, mientras que para uno puede ser conveniente para otras especies
se convierte en factor limitante.

I. OBJETIVOS.
 Identificar cuando un suelo está en condiciones favorables de su pH para buen uso
agrícola.
 Comprender la importancia de la medición del pH de los diferentes tipos de suelo.
 Conocer los valores que tienen un suelo ácido y un suelo alcalino; y como
podríamos mejorarlos para obtener buenos suelos agrícolas.

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