RAZONABILIDAD, NECESIDAD Y PROPORCIONALIDAD:

De acuerdo a lo normado en el artículo 3 del C.P. y 295 del C.P.P., la imposición de

una medida de aseguramiento – y de las penas para el caso del artículo 3-
Responde a los principios de NECESIDAD, PROPORCIONALIDAD Y
RAZONABILIDAD.

Las conductas aquí analizadas y que realizaron los indiciados es de gran reproche
social, de suma gravedad para la Eficaz y Recta IMPARTICIÓN de justicia y, para
el caso concreto del FALSO TESTIMONIO, necesario es proteger o blindar la
integridad de la Prueba.

Señor Juez es Necesaria, la medida porque la necesidad se entiende desde el

marco de la prevención y protección de un bien jurídico, y para el cumplimiento de
los fines esenciales de la pena o medida de aseguramiento.
Esta Necesidad se determina por su correlación con todos los mecanismos de
control y contención de que se dispone en el ordenamiento jurídico.

La NECESIDAD es un principio rector que debemos desarrollar en todo proceso de

individualización y concreción, que no solo debe comprender la fase de aplicación
o imposición sino también la propia ejecución de la pena, sino también la
prevención especial positiva que relaciona el fin resocializador y la evitación de la
comisión de futuras conductas punibles por parte del iniciado.

Finalmente ha de indicarse que este PRINCIPIO DE NECESIDAD, CONCLUYE que

cuando un juez tenga a la mano una o varias medidas que imponer, en todo caso
se debe escoger la menos gravosa para el imputado, en el sentido de que no
existe un medio menos oneroso en términos de sacrificio de otros principios
constitucionales para obtener el fin buscado, cual es la administración de justicia.

Proporcional, Este principio o imperativo normativo exige la adecuación de la

sanción a la real gravedad de la conducta realizada y a la responsabilidad del
autor.

Esto, exige para su análisis la jerarquización constitucional entre los bienes

jurídicos penalmente protegidos que han de estudiarse lo que significa que debe
guardar proporcionalidad con la importancia y trascendencia de la lesión al orden
jurídico, por ello la pena debe o imposición de medida se debe basar en la en el
criterio de daño social o nocividad social, fundamentado en la prevención general,
que afirme los contenidos de la prohibición en la conciencia colectiva; por eso el un
proceso penal Democrático se debe hacer ese ajuste de las sanciones a la
trascendencia social de los hechos a que se asignan según el grado de nocividad
social de ese ataque al bien jurídico.
Es decir; Porque si bien hay varios derechos fundamentales en juego, de una parte
el derecho fundamental de la liberta individual de los indiciados, frente a los bienes
jurídicos colectivos o comunitarios por ellos vulnerados , como lo es DECIR BIENES
JURIDICOS PROTEGIDOS, al sopesarlos ellos tienen mayor relevancia, están por
encima de la libertad de los indiciados.

Y finalmente es Razonable; Nuestro ordenamiento prescribe parámetros

objetivos que determinan la supremacía de la Razón sobre la pasión y la decisión
subjetiva. Siendo necesario que se haga el análisis de la necesidad social de la
pena.

Adecuada pues dada la gravedad de los delitos, el comportamiento de los

indiciados, así nos permiten considerarlo.