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DINÁMICA DE GRUPO:
FRASES INCOMPLETA (PRESENTACIÓN)
Las respuestas pueden compartirse con todo el grupo, con un compañero
o con un pequeño grupo. Deben completar las siguientes frases:
• Me gusta…
• No puedo…
• Necesito saber…
• Lamento…
• Mi objetivo…
• Tengo miedo…
El sacerdote subió al tejado y, cuando el agua llegó hasta allí, pasó otra
lancha que volvió a insistirle en que subiera, pero él volvió a negarse.
Entonces se subió a lo alto del campanario, y cuando el agua le llegaba ya
a las rodillas, llegó un helicóptero y ofreció llevarlo. “Muchas gracias”,
contestó el sacerdote sonriendo tranquilamente, “pero yo confío en que
Dios, en su infinita providencia, me salvará.”
~*~*~*~
Moraleja… el Señor está continuamente obrando en nuestra vida… de
muchas maneras y a través de muchas personas… pero si no somos dóciles
y pretendemos que se nos manifieste con signos portentosos… corremos el
riesgo de rechazar la gracia que en su Providencia nos envía…
Más tarde, comenzó a preparar la comida. Tenía que ser una cena de lujo.
En eso estaba cuando otra vez volvió a sonar el timbre. Esta vez era un
niño con cara de hambre que le pedía algo para comer.
“Hoy no puedo darte nada porque estoy cocinando para el mismo Dios que
viene a visitarme. Ven otro día”, le dijo cerrando la puerta con apuro.
Así pasó rápidamente el día, hasta que por fin llegó la hora de la cena. La
mujer, muy nerviosa, vio como pasaban los minutos… las horas…, y el
invitado no llegaba. Pronto se hizo tarde, el pollo se enfrió, el vestido se
volvió a arrugar, pero Dios ni se dignó aparecer, así que la mujer, frustrada
y decepcionada, se fue a dormir. Tanta era su desilusión que ni siquiera
quiso rezar antes de acostarse.
~*~*~
Cuántas veces nos pasará como a la mujer de nuestra historia, que nos
tropezamos con Dios en nuestro camino sin reconocerle… o más aún,
diciéndole que no tenemos tiempo para Él… la ironía mayor es cuando
hacemos tantas cosas para el Señor, que nos olvidamos estar
verdaderamente con Él…
— “Hijo mío, has trabajado duro, pero mira todos esos hoyos que han
quedado en la puerta…. ¿Ves?, nunca mas será nueva otra vez, nunca será
la misma y siempre guardará las señales de los clavos que una vez recibió.
Cada vez que pierdes la paciencia y descargas tu ira en los demás, les dejas
cicatrices exactamente como las que ves aquí.
Un buen amigo es tan fuerte como esta puerta. Como ella, guardará
nuestros secretos y nos abrirá el corazón. Pero tenemos que cuidarlo como
un tesoro porque, si recibe la injusticia de nuestros golpes, sufrirá en
silencio… y la herida siempre dejará una cicatriz en su corazón.”
LECTURA DE ORACIONES
Llamada a la puerta (Ap. 3, 20)
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi
voz y abre la puerta, entraré a
él, y cenaré con él, y él conmigo.”
Posibles dibujos para el puzle que deben entregar y/o para las
cartas de prueba superada (pistas).
¡Ave, Hermanos!
Mi nombre es Tarsicio y soy un niño romano como cualquier otro
niño de 11 años, me gusta jugar e ir a la escuela con mis amigos,
pero yo no soy como los demás romanos, porque yo Soy Cristiano
y el emperador Valeriano ha ordenado que encarcelen a todos los
cristianos que haya en el Imperio y hay muchos en la cárcel e
incluso los matan arrojándolos a las fieras del circo.
Pero yo no tengo miedo, porque Dios me da valor, así cada
semana acudo a las Catacumbas, que son unas Iglesias ocultas
bajo tierra, para oír Misa. Y además ayudo en la Eucaristía porque
soy monaguillo, la verdad es que me gusta mucho oír la Palabra de
Dios y ayudar a los demás como dijo Jesús sean o no cristianos
porque todos somos hermanos. Sin embargo, todo el mundo no
piensa como nosotros porque a mí me pegaron y mataron sólo por
creer en Dios.
¿Qué cómo me pasó?
Pues un día, después de Misa el Papa Sixto pidió un voluntario
para llevar la Eucaristía a nuestros hermanos encarcelados y yo
además de presentarme voluntario lo convencí diciéndole que
quién iba a sospechar de un niño, así que me dio un relicario lleno
de Sagradas Formas y me dijo que tuviera mucho cuidado porque
era el cuerpo de nuestro Señor. Yo iba muy contento con mi
relicario cogido muy fuerte y muy bien guardado bajo mi capa
cuando me encontré con algunos niños que conocía, ellos me
dijeron que si quería jugar y yo les dije que no, que tenía prisa;
entonces se dieron cuenta de que llevaba algo escondido y me
dijeron que si no se lo daba me pegarían ¿Cómo iba yo a dejarles
el Cuerpo de Cristo a aquellos niños que lo que querían era
romperlo y reírse de Él? Como me negué empezaron a pegarme
golpes y patadas e incluso me tiraron piedras, cuando me desmayé
quisieron arrancarme de las manos las Sagradas Formas, pero Dios
impidió que lo hicieran y además mandó a un soldado enorme, que
también era cristiano y que me conocía de Misa, que los hizo huir
y pudo llevarme a las catacumbas de nuevo, allí pude abrir los
ojos y dárselas al sacerdote antes de morir y subir al Cielo con mi
Creador.
Y ahora que nos conocemos ¿queréis jugar conmigo? ¿Seréis
capaces de adivinar cuál es mi Tesoro? ¿Podréis encontrar el
Tesoro que he dejado escondido para vosotros?
La primera pista que os daré es que prestéis atención y en silencio
busquéis la luz que ha de guiar vuestro corazón.
PISTAS:
2o Pista: ICHTYS
3a Pista: Agnus Dei (Cordero de Dios)
4a Pista: Monograma.
5a Pista: Pelícano.
6a Pista: JHS.
7a Pista: Si el tesoro queréis hallar bajo los pies del Primer
Sagrario debéis buscar.
Dinámicas de Juegos (Juegos Tradicionales).
Carreras de Cangrejos: Se hacen grupos de tres personas, el del
medio se pondrá de
espaldas y se atarán las piernas, la pierna derecha del de la
izquierda con la pierna derecha
del que está en el centro y la pierna izquierda del que está en el
centro con la pierna
izquierda del de la derecha.
Poner la cola al burro: En el centro se coloca un cartón grande
con un burro pintado, se
elige un voluntario al que se le da una cola de cartón con una
chincheta, se le tapan los
ojos y se le dan vueltas, con la ayuda de sus compañeros debe
colocar la cola al burro.
Encestando latas: Se colocan latas de tomate vacías y limpias a
una distancia de 2 metros
y los participantes deben encestar al menos 5 pelotas dentro para
ganar.
Carreras a la Sillita de la Reina: Se hacen grupos de tres, los dos
más grandes se cogen
de las manos haciendo una silla en la que transportarán sentado al
más pequeño del grupo.
Cebollitas: Varios niños sentados en el suelo se cogen de la
cintura, son las cebollitas,
mientras que otro niño, el agricultor, coge de las manos al primero
e intenta arrancarlo de
la tierra.
El pañuelo: Formamos dos equipos con el mismo número de
jugadores y se les da un
número para cada jugador de cada equipo. Si tenemos 10
jugadores, habrá 5 en cada
equipo y la numeración irá del 1 hasta el 5. Un jugador hace de
juez y coge el pañuelo
colocándose en la línea central del terreno de juego, alza el
pañuelo y grita un número en
este ejemplo del 1 al 5. Los dos que tienen ese número corren para
coger el pañuelo el
primero y llevárselo a su campo sin que les toque el rival. Cada
vez que gana alguien,
suma un punto a su equipo y sigue el juego sin eliminarse nadie.
El castro: Para este juego se necesita dibujar con tiza en la acera o
con un palo en tierra
un dibujo de un rectángulo dividido en 6 cuadrados, los
numeramos del 1 al 6 y tenemos
que ir arrojando una piedra desde el 1 hasta el 6. Comenzamos en
el 1 y saltando este
cuadrado debemos ir a la pata coja por el resto llevando la piedra
por todos hasta finalizar
el circuito y así con todos los números saltando siempre donde
este la piedra lanzada.
La cruceta: Juego similar al anterior sólo cambia la forma.
La zapatilla por detrás: Nos ponemos todos en corro sentados en
el suelo y uno se la
queda, el juego consiste en cantar una canción mientras el que se
la queda se quita un
zapato y va dando vueltas por detrás de los demás del corro, antes
de que termine la
canción los del corro deben de cerrar los ojos y el que se la queda
debe de dejar el zapato
detrás de quien quiera. Cuando se mira quien tiene el zapato, aquel
que lo tenga debe
coger el zapato y perseguir al que se lo ha dejado si le atrapa gana
el juego o si consigue
sentarse en el hueco libre el perseguido sería el que ganase.
A la zapatilla
por detrás,
tris, tras.
Ni la ves,
ni la verás,
tris, tras.
Mirar para arriba,
que caen judías.
Mirar para abajo,
que caen garbanzos.
A callar, a callar,
que el diablo va a pasar.
Los demás deben de correr hacía la pared para llegar hasta ella
antes de que termine la
frase y se gire, porque cuando lo haga se tienen que quedar todos
quietos sin moverse
porque si no los elimina. Ganará aquel que llegue antes a la pared,
quedándosela él.