Mapa de reflexología podal

Puntos de reflexoterapia en los pies

La reflexoterapia es una de las técnicas más utilizadas de las Terapias Naturales. Pero ¿qué es
y en qué se basa exactamente? ¿Qué sentimos al recibir una sesión de reflexoterapia? En qué
partes del cuerpo la podemos recibir? Todas estas cuestiones son las que nos realizamos
cuando nos hablan de una terapia o técnica que desconocemos.

La reflexoterapia es una técnica antigua, de la cual ya se tiene constancia en el periodo egipcio e

hindú.

A principios del siglo XX, la Reflexología fue sintetizada y estructurada por el Dr. William
Fitzgerald, quien basándose en los conocimientos aportados tanto por la medicina científica como
por la medicina tradicional, creó esta terapia manual, a la que denominó Terapia Zonal.

A lo largo del siglo pasado, Eunice Ingham, el Dr. Joe Reilly y Hanne Marquardt, entre otros,
siguieron practicando y desarrollando los principios de la Terapia Zonal, aplicándola
exclusivamente en los pies.

En las últimas décadas, se han ido descubriendo nuevos campos de proyección holográficos del
organismo en áreas localizadas del cuerpo humano, como la oreja, el cráneo, la nariz, la mano y
la cavidad bucal. Pero el tratamiento aplicado en el microsistema que representa el pie puede
considerarse como el más antiguo, el de mayor difusión y el más efectivo en la experiencia
terapéutica de la Reflexología.

Pintura de la tumba de Ankmahor conocida como la tumba de los médicos, fechada del 2330 a.C.

La reflexoterapia consiste en la conexión entre el sistema nervioso y los órganos internos. Se

localizan en determinados puntos o zonas reflejas, que se encuentran en los pies, mapa reflejo de
las estructuras orgánicas. La estimulación de las mismas produce una respuesta sobre distintos
órganos, consiguiendo mejoras importantes sobre los sistemas y estructuras del cuerpo humano.
El diagnóstico reflexoterápico se realiza con presiones sobre las zonas reflejas, detectando el
órgano que esta bloqueado mediante alteraciones en la sensibilidad en la zona presionada. Una vez
conocido el diagnóstico se trata por medio de técnicas de presión sobre las zonas microreflejas
produciendo un aumento o liberación de energía, dependiendo del tipo de bloqueo. Esto va a
conseguir el equilibrio necesario para el correcto funcionamiento de los órganos, tanto desde el
punto preventivo como terapéutico, activando el sistema inmunológico y resolviendo el bloqueo.

Para los tratamientos reflexológicos la primera sesión suele ser la más larga, ya que se hace un
recorrido por todos los puntos buscando los posibles desequilibrios para en las próximas sesiones
poder tratar.

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