Está en la página 1de 16

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
PROGRAMA DE FORMACION DE ESTUDIOS JURIDICOS
CATEDRA: PROPIEDAD Y DERECHO
PROFESOR: MSC. RENNY JOSE RINCON SINUCO

ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL DERECHO A LA PROPIEDAD

Autor:
Cesar Madriz Escalona
C.I N° V-11.805.712

Santa Ana de Coro, Edo. Falcón, Mayo 2021


CONTENIDO

INTRODUCCIÓN
TEMA: ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL DERECHO A LA PROPIEDAD
1. Derecho a la Propiedad.
1.1. Características.
1.2. Atributos del Derecho de la Propiedad.
1.3. Referencia al Registro de Propiedad.
1.4. Pérdida del Derecho a la Propiedad.
1.5. Antecedentes Históricos del Derecho a la Propiedad.
2. Propiedad Individual y Colectiva.
3. Declaración Universal de los Derechos Humanos.
4. Pacto de San José.
CONCLUSIÓN.
FUENTE DE INFORMACIÓN.
INTRODUCCIÓN

El derecho a la propiedad es uno de los más estudiados en el derecho civil y


por demás uno de los que más se aplica en los procedimientos judiciales en los
tribunales civiles, por ello es ello es indispensable conocer de dónde nace este
derecho en nuestra legislación venezolana; en este sentido, se conocerá el
concepto del derecho a la propiedad de acuerdo a la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela y el Código Civil Venezolano vigente, sus
características, atributos, la importancia de Registro de Propiedad, la forma en la
que este derecho puede perderse y sobre todo un breve y conciso análisis de los
antecedentes históricos del derecho de la propiedad desde la Constitución del año
1811 hasta la actualidad.
Por otra parte se dará a conocer la diferencia el derecho a la propiedad
individual y colectiva, se explicará el concepto del derecho a la propiedad en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos y el “Pacto de San José”,
considerando además el derecho a la propiedad de los pueblos indígenas.
1. DERECHO A LA PROPIEDAD
Es el derecho real más amplio y perfecto, el artículo 545 del Código Civil
(C.C) señala que, “la propiedad es el derecho de usar, gozar y disponer de una
cosa de manera exclusiva, con las restricciones y obligaciones establecidas por la
Ley”. La propiedad es un derecho exclusivo o excluyente en el sentido que el
propietario se beneficia él solo de todos los provechos de la cosa sin tener para
ello necesidad jurídica de exigir la colaboración de otra persona; y también en el
sentido que el titular puede impedir a los terceros que concursan al uso, goce y
disposición de la cosa.
De acuerdo a Calvo Baca (2008), en sentido objetivo el derecho a la
propiedad es el conjunto de disposiciones legales que regula la potestad del
hombre sobre los bienes; en sentido subjetivo, es la facultad o poder legítimo de
ejercer las diferentes facultades que reconoce la norma objetiva en los bienes
sobre que recae este derecho.
Otro concepto que señala que la propiedad es toda relación jurídica de
apropiación es el señorío o la más amplia potestad de dominación que una
persona puede ejercer sobre una cosa, ya sea corpórea o incorpórea. En efecto, el
sentirse propietario de algo conlleva la posibilidad de que el titular de las
relaciones pueda hacer con lo que le pertenece cuanto le plazca siempre y cuando
en el ejercicio del derecho no lesione los intereses que le sean ajenos. Sin
embargo, hoy día el derecho de propiedad está limitado, restringido por razones
principalmente de interés social, tanto por la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (artículo 115), como por el Código Civil y diferentes y
numerosas leyes.

1.1 Características:
Si bien el derecho a la propiedad es la facultad legítima de gozar y disponer
de una cosa con exclusión del ajeno arbitrio, y de reclamar su devolución cuando
se encuentra indebidamente en poder de otro; o bien como Sánchez Brito (2012)
lo defina como “cosa que es objeto de dominio, especialmente tratándose de
bienes inmuebles”. En Derecho Romano, la propiedad constituía una suma de
derechos, el de usar la cosa (ius utendi), el de percibir frutos (fruendi), el de
abusar (abutendi), el de poseer (posidendi), el de enajenar (alienandi), el de
disponer (disponendi), y el de reivindicar (vindicandi); a partir de estos elementos
se parte de las siguientes características:
1. Es un derecho exclusivo o excluyente: en el sentido de que el propietario
se beneficia él solo de los provechos de la cosa pudiendo impedir a terceros que
concurran al uso, goce y disposición de la cosa. Es decir concede un derecho
exclusivo sólo en favor del propietario y no se concibe que un bien pueda tener
dos propietarios. Así se establece la facultad del propietario de reivindicar la cosa
(artículo 548 del C.C), obligar al vecino al deslinde (artículo 550 del C.C) y el
derecho de cerrar su fundo (artículo 551 C.C). Sin embargo el carácter de
exclusividad no implica que la cosa deba pertenecer a una sola persona ya que
tanto la figura de la copropiedad como la coexistencia del derecho de propiedad
con otros derechos (usufructo, servidumbre, etc.) resulten posibles.
2. Es un derecho pleno o absoluto: esto es que la propiedad otorga un poder
en el cual no resulta procedente establecer límites en ausencia de una disposición
expresa que las establezca. Es el carácter que más se ja debilitado y
menoscabado; mediante él se daba al titular el máximo de poderes de disposición
sobre las cosas; permitía hacer de la cosa el uso que más conviniera a su
propietario, sin limitaciones; pero como hoy la propiedad es considerada en su
función social, este carácter absoluto ha pasado a ser relativo.
3. Es un derecho clásico: aun cuando en su situación normal es un derecho
pleno al coexistir derechos reales en cosa ajena, se reduce el volumen de los
poderes del propietario, pero una vez extinguida, por ejemplo de servidumbre,
recobra el propietario (concedente) la plenitud de sus poderes.
4. Es un derecho perpetuo: esto es, la propiedad no se extingue por el simple
uso. Es un derecho perpetuo en el sentido de que no lleva en sí una causa de
extinción por razón del tiempo. Así mismo, la propiedad no se extingue por la
muerte de su titular, sino que se transmite por sucesión.
5. Es un derecho autónomo: en el sentido de que no presupone la existencia
de un derecho de mayor alcance sobre la cosa.
6. Es un derecho inviolable: es decir invulnerable, como consecuencia de ser
absoluto.

1.2 Atributos del Derecho de la Propiedad:


 Facultades de libre disposición:
 Transmitir a otro su derecho de dominio a título oneroso o gratuito
por acto intervivos o mortis causa.
 Ceder temporalmente la posesión a otros (arrendamiento, usufructo,
comodato) o gravarla (prenda, anticresis, hipoteca)
 Darle otro destino económico al bien, incluso abandonarlo; pero ya
no puede destruirlo o mantenerlo improductivo.
2. Facultades de libre aprovechamiento: puede exportarlo, usarlo o percibir
sus frutos.
3. Accesión: se le accede al bien material del derecho de propiedad sus
frutos.

1.3 Referencia al Registro de Propiedad:


Los principios fundamentales de la institución del Registro Público aparecen
consagrados en el artículo 1920 del C.C y desarrollados en la Ley de Registro
Público. Se establece que deben registrarse todo acto entre vivos, son a título
gratuito o a título oneroso traslativo de inmuebles u otros bienes o derechos
susceptibles de hipoteca, lo que constituyan o modifiquen servidumbres prediales,
derechos de uso, habitación o usufructo, los actos de renuncia de los derechos
enunciados y los actos de adjudicación judicial de inmuebles o de otros derechos
susceptibles de hipotecas. Desde el punto de vista práctico, el registro consiste en
la firma del respectivo documento ante el funcionario autorizado por el Estado para
darle fe pública. El efecto del registro puede variar de un acto a otro; así por la
venta, aún la no registrada surte efectos entre las partes que la suscriben pero no
así la hipoteca, cuya falta de registro se tiene por inexistente.

1.4 Pérdida del Derecho a la Propiedad:


 Por abandonar el bien.
 Mediante la figura de la accesión en su diversidad de casos.
 Por vía de prescripción.
 Mediante la utilización de cualquier contrato traslativo.
 Por actos mortis causa a título particular o universal.
 Por la utilización de las transferencias forzosas.

1.5 Antecedentes Históricos del Derecho a la Propiedad


La evolución del derecho a la propiedad en el derecho venezolano puede ser
analizada en dos (02) etapas claramente influenciada por corrientes doctrinarias
que, en un principio, consideraron a la propiedad como un derecho absoluto e
ilimitado y que luego evolucionaron al punto de permitir su limitación por razón de
interés social. Se puede distinguir en su primera etapa que se extiende de 1811 a
1914 en la que los textos constitucionales consagraron la propiedad como un
derecho absoluto, sujeto solamente a concretas restricciones legales, y una
segunda atapa que se extiende de1914 a la actualidad se consagra la propiedad
como un derecho que, por virtud de su función social, está sujeto a las
restricciones y limitaciones impuestas por la ley con fines de utilidad pública o
interés social.
Primera Etapa (1811-1914): en la constitución de 1811 disponía en su
artículo 155 que la propiedad “es el derecho que cada uno tiene a gozar y
disponer de los bienes que haya adquirido con su trabajo e industria”. Por su parte
la Constitución de 1839 mantuvo esta regulación de la propiedad en su artículo 12,
reforzando aún más su carácter absoluto al disponer la facultad del propietario de
gozar y disponer de los bienes que hubiese adquirido con su trabajo e industria
pudiera ser ejercida libremente. Así mismo en su artículo 15 disponía “nadie
puede ser privado de su propiedad sino con su conocimiento, a menos que la
necesidad pública o la utilidad general probada legalmente lo exijan. En estos
casos la condición de una justa indemnización debe presuponerse”.
Sin embargo la Constitución de 1821 y 1823 establecían que nadie podía
ser privado de la menor porción de su propiedad ni ésta podía ser aplicada a
ningún uso público sin el consentimiento del propietario y del Congreso para esa
época y en caso de que el interés común legamente comprobado así lo exigiere,
debía presuponerse siempre una justa indemnización.
Esta regulación se mantuvo, salvo ligeras modificaciones en las
Constituciones de 1857 y 1858, con la particularidad de que la primera de ellas, se
destacó el carácter inviolable de la propiedad. Posteriormente, en la Constitución
de 1864 se consagró expresamente a la propiedad como una garantía
constitucional en los siguientes términos: “La propiedad con todos sus derechos:
sólo estaría sujeta a las contribuciones decretadas por la autoridad legislativa, a la
decisión judicial y a ser tomada para obras públicas, previa indemnización y juicio
contradictorio”.
A partir de este texto constitucional se previó por primera vez la propiedad
como garantía constitucional y se atenúa su carácter absoluto al, admitirse,
también por primera vez, que esta estaría sujeta a las contribuciones decretadas
oír la autoridad legislativa y las limitaciones establecidas en virtud de decisión
judicial. Era un derecho que no aceptaba limitaciones o restricciones, sino única y
exclusivamente aquellas derivadas de la expropiación con fines de utilidad pública
o para la ejecución de obras públicas previo juicio y pago justa indemnización, en
modo alguno aceptaba este derecho la imposición de limitaciones distintas.
Segunda Etapa (1914-1999): en esta etapa constitucional que se extiende de
1914 hasta nuestros días, a nivel constitucional, se abandona el carácter absoluto
de la propiedad y se prevé por primera vez, la posibilidad de someterlo a
limitaciones distintas a la ejecución de obras de utilidad pública. Es así, en la
Constitución de 1914 que se estableció por primera vez la posibilidad de limita la
propiedad por razones distintas a la expropiación con fines de utilidad pública al
señalarse que ésta podría estar sujeta a las medidas sanitarias que se dictasen
conforme a Ley.
En la Constitución de 1925, amplio aún más el ámbito de las limitaciones a la
propiedad a disponer que los propietarios estuvieran obligados a observar las
disposiciones que estableciera la ley en beneficio de la comunidad en materia de
conservación de los bosques, aguas y otras semejantes. Esta legislación mantuvo
prácticamente inalterado en las Constituciones en 1925, 1928, 1931, 1936 y 1945.
Fue en la Constitución de 1947 donde se reconoció por primera vez en nuestro
ordenamiento jurídico la función social de la propiedad, señalando
expresamente… “En virtud de la función social, la propiedad estará sometida, a
las contribuciones, restricciones y obligaciones que establezca la ley con fines de
utilidad pública o interés general”, (artículo 65 de la Constitución de 1947).
Pero la Constitución de 1961, consagró así un derecho a la propiedad
afectado a una función social. La propiedad deja de ser absoluta dado que ningún
derecho reconocido jurídicamente en el texto constitucional puede revestir tal
carácter. No puede por lo tanto concebirse el derechos de propiedad como
perpetuo, sino más bien como derecho potencialmente precario, ya que por causa
de utilidad pública o razones sociales, puede el Estado extinguirlo sin perjuicio de
la correspondiente indemnización pecuniaria.
La Constitución de 1999 mantiene la regulación del derecho de propiedad en
forma prácticamente idéntica a la prevista en la Constitución de 1961, únicamente
añadiendo que la garantía del derecho de propiedad se extiende a todos sus
elementos: uso, goce, disfrute y disposición. Sin embargo a diferencia del
constituyente del 61, del de 1999 no hizo referencia a la “Función Social”, pero la
eliminación de la expresión no desvirtúa el hecho de que la propiedad cumpla una
eminente función social.
Todo ello se traduce en la posibilidad de que la propiedad pueda ser afectada
por el Estado a la satisfacción de intereses colectivos y ello aparece implícito en la
propia norma, la cual establece que la propiedad estará sometida a las
contribuciones, restricciones y obligaciones establecidas en la ley con fines de
utilidad pública o de interés general y podrá ser objeto de expropiación. En este
sentido, se agregó la palabra contribuciones que es sinónimo de obligaciones,
pero se adecua más a la materia tributaria.
Además de las limitaciones a la que estaba sujeta el derecho de propiedad
en virtud de su función social, el constituyente estableció la expropiación por
causa de utilidad pública o social, hoy consagrado en el artículo 115 de la
Constitución cuyo tenor es el siguiente: “Solo por causa de utilidad pública o
interés social, mediante sentencia firme y pago oportuno de justa indemnización,
podrá ser declarada la expropiación de cualquier clase de bienes”, lo cual fue una
innovación agregar el pago oportuno de justa indemnización, por cuanto es
necesario que se cancele de inmediato el monto calculado según avalúo y se
adecue a un cálculo justo según el inmueble y su ubicación, de tal manera que
constituye realmente una verdadera innovación en beneficio de colectivo.

2. PROPIEDAD INDIVIDUAL Y COLECTIVA


La propiedad individual, la tiene siempre el individuo por patrimonio y se
identifica con ella para disponer libremente de la utilización de los bienes; es
el derecho humano que tiene toda persona para gozar, disponer y usar un
bien que forme parte de su patrimonio. Toda persona tiene derecho a la
propiedad, individual y colectivamente. Nadie será privado arbitrariamente de
su propiedad.
Por otra parte, se conoce como propiedad colectiva al enfoque de propiedad
de bienes desde un punto de vista más social, donde es el grupo el que es dueño
y responsable de los mismos y defiende de este modo sus intereses individuales
como miembros de un grupo, en este sentido, la propiedad colectiva difiere
significativamente del término de propiedad privada individual, haciendo hincapié
en que solamente a través de una propiedad compartida es posible el reparto o la
asignación más justa y eficiente de los bienes.
La propiedad colectiva venezolana es la perteneciente a grupos sociales o
personas para su aprovechamiento, uso o goce, pudiendo ser de origen social
o de origen privado, a menudo este tipo de propiedad se presupone para
determinados medios de producción o el uso y aprovechamientos de distintos
recursos naturales cuya propiedad es compartida por los miembros de una
comunidad o son ciudadanos de un determinado territorio.

3. DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS.


Después del Preámbulo, la Asamblea General de Naciones Unidas proclama
la Declaración Universal de Derechos Humanos, los Estados Miembros son todos
los países firmantes de la Carta de las Naciones Unidas, tanto aquellos que
originalmente la suscribieron en junio de 1945 como los que lo hicieron desde su
entrada en vigor en octubre de ese año. Dicha Declaración, fue En su aartículo 17
señala que “toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y
colectivamente. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad”. El cual va
concatenados con el antes mencionado artículo 115 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y el artículo 545 del Código Civil.
De acuerdo a la convención, la propiedad es el dominio que un individuo
tiene sobre una cosa determinada, con la que puede hacer lo que desee su
voluntad; es el poder directo e inmediato sobre un objeto o bien, por la que se
atribuye a su titular la capacidad de disponer de él, sin más limitaciones que las
que imponga la ley, prohibiendo la expropiación arbitraria (caprichosa e injusta) de
la propiedad.
La propiedad colectiva puede ser de dos tipos: el caso de que un grupo de
personas sean las propietarias (como en una cooperativa), o que sea el Estado el
propietario (el conjunto de los ciudadanos) y podría incluir desde vehículos hasta
bancos. Este derecho, como otros consagrados en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, no es un privilegio, es decir una ventaja o una prerrogativa
especial de que goza una persona o grupo de personas, sino un derecho
universal, es decir para todos y todas.
Sin embargo se debe considerar que, en diferentes oportunidades, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos ha tenido que pronunciarse sobre aspectos
relacionados con los derechos de las personas y los pueblos indígenas, y ha
reconocido la importancia de tener en cuenta determinados aspectos de sus
costumbres para la aplicación de la Convención Americana.
en cuanto al derecho de propiedad, previsto en el artículo 21 de la
Convención Americana y que, entre otras cosas, establece el derecho de toda
persona "al uso y goce de sus bienes", la Corte Interamericana de Derechos
Humanos recordó su criterio según el cual los "bienes" pueden ser definidos como
"aquellas cosas materiales apropiables, así como todo derecho que pueda formar
parte del patrimonio de una persona; dicho concepto comprende todos los
muebles e inmuebles, los elementos corporales e incorporales y cualquier otro
objeto inmaterial susceptible de tener un valor. La Corte Interamericana de
Derechos Humanos precisó el concepto de propiedad en las comunidades
indígenas, en los siguientes términos:

Entre los indígenas existe una tradición comunitaria sobre una forma
comunal de la propiedad colectiva de la tierra, en el sentido de que la
pertenencia de ésta no se centra en un individuo sino en el grupo y su
comunidad. Los indígenas por el hecho de su propia existencia tienen
derecho a vivir libremente en sus propios territorios; la estrecha
relación que los indígenas mantienen con la tierra debe de ser
reconocida y comprendida como la base fundamental de sus culturas,
su vida espiritual, su integridad y su supervivencia económica. Para
las comunidades indígenas la relación con la tierra no es meramente
una cuestión de posesión y producción sino un elemento material y
espiritual del que deben gozar plenamente, inclusive para preservar
su legado cultural y transmitirlo a las generaciones futuras.

El derecho consuetudinario de los pueblos indígenas debe ser tenido


especialmente en cuenta, para los efectos de que se trata. Como
producto de la costumbre, la posesión de la tierra debería bastar para
que las comunidades indígenas que carezcan de un título real sobre
la propiedad de la tierra obtengan el reconocimiento oficial de dicha
propiedad y el consiguiente registro.

Los criterios desarrollados por Corte, constituyen una valiosa aportación a la


configuración del derecho de propiedad de los pueblos indígenas sobre sus tierras
y territorios tradicionales, incluidos los recursos naturales localizados en ellos. Los
diferentes casos muestran contextos específicos y realidades comunes a muchas
comunidades y pueblos indígenas en todo el continente americano: falta de
delimitación y demarcación de tierras; desplazamientos forzados por conflictos
armados internos; abandono de tierras por condiciones infrahumanas de
existencia; falta de reconocimiento del derecho comunal de propiedad e incluso,
de la propia personalidad jurídica en cuanto comunidades y pueblos indígenas o
tribales; venta de tierras a particulares y conflictos entre derechos de propiedad
privada y comunal. Al otorgar respuestas jurídicas a tales cuestiones, los criterios
de la Corte representan una herramienta de gran utilidad no sólo para la defensa
de los intereses de los propios pueblos indígenas, sino también para el
esclarecimiento de las obligaciones que tienen los Estados en conformidad con la
Convención Americana y, stricto sensu, respecto del derecho de propiedad en
genera

PACTO DE SAN JOSÉ


La Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH) también
conocida como el Pacto de San José de Costa Rica, es un tratado internacional
base del Sistema Interamericano. La Convención, fue aprobada en noviembre de
1969 por los Estados miembros de la OEA con el propósito de “consolidar dentro
del cuadro de las instituciones democráticas un régimen de libertad personal y de
justicia social, fundado en el respeto de los derechos esenciales del hombre”.
Ha sido suscrita desde entonces por 25 de sus 35 países miembros.
Venezuela fue el tercer Estado miembro de la OEA en ratificar la Convención, en
junio de 1977 y también es el tercero que, luego de firmarla, la ha denunciado.
Antes lo hicieron: Trinidad y Tobago, en 1998, y Perú, en 1999, durante el
Gobierno de Alberto Fujimori.
En medio de las reuniones por los Estados partes, señalaron que la
propiedad es una de las instituciones jurídicas de mayor trascendencia en la
definición del modelo de sociedad; la forma como se han venido interpretando y
ejecutando este derecho en los Estados modernos dentro del sistema capitalista
neoliberal.
En el mundo y en especial en el continente Americano, la propiedad privada
(individual), la han convertido en la única propiedad que tiene validez y eficacia
jurídica, en menosprecio de la propiedad colectiva, la cual también es reconocida y
garantizada en la Declaración Universal De Los Derechos Humanos, adoptada y
proclamada por la asamblea de las naciones Unidas en su resolución 217 del 10
de diciembre 1948 y que al ser ratificada por Venezuela, adquiere rango
constitucional de acuerdo a lo establecido en el art 23 de nuestra constitución .
Así de esta forma la propiedad es un derecho humano, una garantía
constitucional y un derecho real de naturaleza civil, de esta manera, la propiedad
como derecho humano tiene regulación positiva en la Convención Americana
Sobre D3rchos Humanos ( Ley aprobatoria de la convención Americana sobre los
derechos humanos “Pacto de San José de Costa Rica”, cuyo artículo 21
establece:

1. Toda persona tiene derecho al uso y goce de sus bienes.  La ley


puede subordinar tal uso y goce al interés social.
2. Ninguna persona puede ser privada de sus bienes, excepto
mediante el pago de indemnización justa, por razones de utilidad
pública o de interés social y en los casos y según las formas
establecidas por la ley.
3. Tanto la usura como cualquier otra forma de explotación
del hombre por el hombre, deben ser prohibidas por la ley.

Por otra parte, la concepción Constitucional de la propiedad, la establece no


sólo como derecho sino como garantía, de esa manera el Estado garantiza
el respeto de la propiedad privada, sin que ello impida la materialización de las
limitaciones sociales de la propiedad. Así, la propiedad como garantía
constitucional está consagrada en el artículo 115 de la Constitución vigente.
Sin embargo ello no significa que el Estado, a través de su poder
legislativo o poder judicial no pueda restringir aquellas libertades convertidas en
derechos, en efecto si puede, por ejemplo al establecer la pena de prisión se
restringe la libertad personal, o la expropiación por acusa de utilidad pública o
social se restringe el derecho a la propiedad privada , lo importante de esto es el
reconocimiento de tales derechos, garantías constitucionales sino dentro del
marco establecido en la propia constitución nacional sin menoscabo de
determinados valores personalistas.
CONCLUSIONES

La propiedad es toda relación jurídica de apropiación es el señorío o la más


amplia potestad de dominación que una persona puede ejercer sobre una cosa, ya
sea corpórea o incorpórea. Sin embargo, hoy día el derecho de propiedad está
limitado, restringido por razones principalmente de interés social, tanto por la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (artículo 115), como por el
Código Civil y diferentes y numerosas leyes
Los actos que tengan con ver con la propiedad, deben registrarse todo acto
entre vivos, son a título gratuito o a título oneroso traslativo de inmuebles u otros
bienes o derechos susceptibles de hipoteca, lo que constituyan o modifiquen
servidumbres prediales, derechos de uso, habitación o usufructo, los actos de
renuncia de los derechos enunciados y los actos de adjudicación judicial de
inmuebles o de otros derechos susceptibles de hipotecas
En la República Bolivariana de Venezuela, el Derecho de Propiedad tiene
antecedentes constitucionales desde los inicios de la vida republicana en 1811, ha
sido consagrado en el artículo 115 de la Constitución Nacional de 1999 (CRBV), y
su protección estatal en el artículo 55 constitucional. En consecuencia, el Estado
Venezolano sólo de manera excepcional, y por causa de utilidad pública o social,
tradicionalmente procedía a expropiar bienes de particulares. Dicho mandato
constitucional se ha desarrollado mediante la Ley de Expropiación por Causa de
Utilidad Pública o Social, siendo su última versión la de 1958, reformada en 2002.
La propiedad individual, la tiene siempre el individuo por patrimonio y se
identifica con ella para disponer libremente de la utilización de los bienes, mientras
que la propiedad colectiva al enfoque de propiedad de bienes desde un punto de
vista más social, donde es el grupo el que es dueño y responsable de los mismos.

FUENTES DE INFORMACIÓN

Código Civil Venezolano. Gaceta Oficial N° 2.990 del 26 de julio de 1982. Caracas.

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999). Gaceta Oficial de la


República Bolivariana de Venezuela N° 5354 (Extraordinario).

Eloiza Sánchez Brito. (2012). Derecho Civil Bienes. Segunda edición actualizada y
ampliada. Universidad de Carabobo, Biblioteca Ciencias Jurídicas y Políticas.
Valencia – Venezuela.

Emilio Calvo Baca. (2000). Código Civil Venezolano Comentado. Ediciones Libra.
Caracas – Venezuela.

Osorio, Manuel. (2012). Diccionario de Terminología Jurídica. Único Tomo.


Caracas-Venezuela.

También podría gustarte