Capitulo 3

¿Prisioneros del sistema, o prisioneros de nuestro propio pensamiento?

En este capitulo usando un ejemplo aplicado a un sistema real se busca explicar las consecuencias
de decisiones tomadas con respecto al aprendizaje organizacional. El cual llama "el juego de la
cerveza".

Visto desde afuera, es bastante simple, el juego consiste en 3 partes dentro del negocio de la
venta de cerveza: y participan en el: minorista, el mayorista y la fábrica.

Se da entender que en base a los comportamientos cualitativamente similares de todas las partes,
y a pesar que se quiere hacer parecer que exista un culpable, realmente no lo hay, puesto que
durante el desarrollo de este juego existe una marca única de cerveza, que en un punto comienza
a venderse en mayor cantidad con la solía venderse cotidianamente, esto provoca un aumento en
su demanda, y por lo tanto, un aumento en pedidos, lo que desemboca llevando a las 3 partes a
actuar de manera precipitada, y estos terminan conservando un inventario demasiado alto y muy
poco beneficioso para el negocio, y al entrar en contacto unos con otros entre ellos buscan
culpables donde no los hay.

Lecciones del juego de la cerveza

Después de plantear el juego anterior se abordan las posibilidades de mejoramiento, dando a

conocer la razón verdadera del problema:

Los jugadores se preocupan más por administrar su posición de manera aislada, en lugar de
tomarlo como parte de un sistema. Así fue necesario re definir la esfera de influencia que estos
poseen, y tomar en cuenta las decisiones que se toman a pesar de que estas no tengan resultados
inmediatos, es por ello que hasta cierto punto la actitud pro activa es una de las razones por la
cual las decisiones tomadas llevaron las cosas a no funcionar como debían, y a diferencia de
reparar crearon más dificultades.

La estructura influye sobre la conducta

La visión sistémica demuestra que hay varios niveles para explicar y llegar a solucionar casos como
el que se presentó en el juego, llevándonos a un pensamiento estructural para descubrir las causas
de la misma en cuanto a conductas.

Al final, nos dejan con una frase un tanto cierta que denota que a veces en el peor de los casos, en
un problema uno mismo es la causa la razón de muchos problemas que nos afectan. Y es necesario
darse cuenta antes de que sea tarde.