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Imagen de Dios en La Situacion Actual-Torres-queiruga
Imagen de Dios en La Situacion Actual-Torres-queiruga
LA IMAGEN DE DIOS
EN LA NUEVA SITUACIÓN CULTURAL
En este artículo presenta el autor las condiciones que en nuestra
condición cultural hacen creíble cualquier lenguaje sobre Dios. Se tra-
ta de un buen resumen de las posturas que Torres Queiruga ha venido
defendiendo en los actuales foros teológicos. Resumen que tiene la
ventaja de ser hecho por él mismo y, además, la de no olvidar las
derivaciones pastorales de su pensamiento
A imaxe de Deus na nova situación cultural, Encrucillada 27 (2003)
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te alegación:“No podemos limpiar recedor. En él deberá entrar la
la palabra Dios y no podemos visión de Dios en las distintas re-
devolverle su integridad; sin em- ligiones y también participar la
bargo, profanada y mutilada como historia y la fenomenología de la
está, podemos levantarla del pol- religión, así como la larga lista de
vo y sacarla de una hora de gran las tradiciones filosóficas que, con
desánimo” los nombres de “Teología Natu-
La tarea no es fácil y la ambi- ral”, “Filosofía Teológica”, “Filoso-
güedad se adhiere a esa palabra fía de la Religión”, se enfrentaron
como una lapa, suscitando inquie- y enfrentan con este formidable
tud y discusión, adhesión y rece- problema.
lo; promoviendo las iniciativas más Es mejor centrarse en la visión
generosas y siendo utilizada para cristiana de Dios, presente en
los crímenes más abyectos. Des- nuestra cultura y configurando
de la entrada de la modernidad, nuestra arte y nuestro paisaje.
las pruebas con que se intenta fun- Frente a esta visión se toman dis-
dar intelectualmente la existencia tintas opciones y se adoptan dife-
de Aquel a quien remiten fueron rentes posturas. Intentar una re-
cuestionadas y los conceptos con visión crítica que, manteniéndose
los que se busca expresar la pro- fiel a la tradición originaria, no
fundidad de su misterio resultan esquive ni las objeciones reales ni
muchas veces obsoletos. Con el las irrenunciables preguntas de
proceso secularizador se llegó a nuestro tiempo, puede constituir
hablar desde el interior de la teo- un buen servicio, tanto para el
logía y de las iglesias de la “muer- creyente como para el no creyen-
te de Dios”, recogiendo así una te. Para el primero, porque puede
expresión a su vez ambigua, de calibrar mejor el sentido y la tras-
origen profundamente cristiano cendencia de su apuesta. Para el
en Lutero, con ambigua profundi- segundo, porque tiene ocasión de
dad conceptual en Hegel y con medirse no con tópicos obsole-
furia anticristiana en Nietzsche. tos de un fantasma (pre)medieval,
En estas circunstancias, de la sino con la visión actual de sus
discusión teórica cabe esperar contemporáneos, que, unidos en
poco, y tal vez sea preciso espe- una idéntica búsqueda de una
rar a que las aguas de la historia mejor interpretación de lo huma-
cultural se vayan reposando, para no, creen hallarla por un camino
empezar a establecer un diálogo distinto.
verdaderamente sereno y escla-