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Estimar la inteligencia emocional como herramienta para superar debilidades y fracasos en el

ámbito de las relaciones personales y laborales.

Ante la necesidad de responder al interrogante ¿Por qué existen personas que se adaptan mejor
que otras a diferentes situaciones de la vida diaria?, las emociones han adquirido cada vez mayor
importancia en términos de una posible respuesta, cuyo impacto puede resultar positivo o
negativo, ante una situación determinada. Desde la perspectiva de la inteligencia emocional,
diversos estudios han concluido que no necesariamente las personas más destacadas
intelectualmente, resultan ser las que más triunfos logran tanto en el ámbito laboral, como en su
vida personal. Para lograr el éxito, adicionalmente a la capacidad intelectual, se enlaza la
capacidad de control de las emociones propias y el poder de influencia en los demás, a través de
comprender sus emociones.

DESARROLLO

Cabe destacar que existe poca producción científica de la inteligencia emocional sobre el campo
administrativo con algunas posibles aplicaciones a nivel gerencial, la gran mayoría de la literatura e
investigaciones publicadas se encuentran en el ámbito de la educación, ya que el rubro de las
organizaciones aun es un área de oportunidad que espera ser mayormente explorada, situación
que permite realizar un breve análisis de la relación e influencia de la IE en el trabajo.

RELACIONES INTERPERSONALES

En una sociedad tan compleja e interdependiente, la ejecución del trabajo implica un sutil juego
de interrelaciones cooperativas y competitivas, que requiere una adecuada conducción con la
finalidad de regular dichas relaciones para lograr que cada persona contribuya con lo mejor con lo
mejor de sí misma.

Las relaciones interpersonales son un aspecto central del ejercicio profesional y laboral en el
ámbito organizacional, ya que gran parte del tiempo que se dedica a cada jornada de trabajo, se
tiene que interactuar e interrelacionarse con otras personas de nuestra unidad o área de trabajo
como superiores, compañeros, colaboradores, clientes y proveedores. Dichas interacciones
constituyen el eje central en el cumplimiento de las responsabilidades y en el logro de las metas y
objetivos. De hecho, las interacciones personales manifiestan entre otras cosas las ideas,
capacidades, competencias, valores y características personales de los que intervienen, definiendo
una forma particular de comportamiento que demuestre su competencia laboral, adaptando su
conducta a las normas y políticas organizacionales.

La empatía es la capacidad para ponerse en el lugar de otra persona, saber lo que siente o incluso
lo que puede estar pensando y de esa manera escuchar y responder, al sentir de la misma.

La empatía se encuentra relacionada con la inteligencia emocional y conduce a las personas a ser
más exitosas en todas las facetas de su vida, y por supuesto en el ámbito laboral. La socialización
de las emociones es un aspecto de suma importancia para la adecuada expresión emocional y la
empatía. Las personas con capacidad empática son las que saben entender y comprender a los
demás, logrando captar información a partir de las palabras, la modulación de la voz, las
gesticulaciones, la postura y toda forma de lenguaje no verbal, para saber lo que están sintiendo o
incluso lo que puedan estar pensando. La empatía requiere reconocer que las demás personas
pueden sentir y pensar de forma similar a nosotros, pero también de modo diferente. Al identificar
y entender de forma similar a nosotros, pero también de modo diferente. Al identificar y entender
de forma adecuada las emociones, desarrollan la capacidad de relacionarse de mejor manera con
los demás gracias a la empatía, lo que permite incrementar el éxito en el trabajo y lograr una
satisfacción más integral. En otras palabras, las personas empáticas se distinguen por ser más
sociables, tienen mayor capacidad de aceptación y liderazgo, obteniendo más logros en el campo
laboral.

La falta de empatía limita la capacidad de ser conscientes de entender y comprender el sentir de


los demás, sobre todo cuando piensan o actúan de forma diferente a nosotros, situación que
genera conflictos, malentendidos, problemas de comunicación, conductas y actitudes negativas
hacia otros, generando un ambiente laboral tenso en la organización, impactando de forma
negativa la productividad y la eficiencia.

Toda organización necesita de un ambiente laboral adecuado, en donde los integrantes de la


misma sientan a gusto al desempeñar sus tareas, coadyuvando al logro de las metas y objetivos
empresariales, promoviendo relaciones laborales integras, de tal forma que entre más empatía
exista en la organización, el personal tendrá más capacidad para relacionarse adecuadamente con
quienes lo rodean, reduciendo problemas y conflictos, incrementar la estabilidad operativa y
fomentar la adecuada interacción personal, a través de la capacidad de entender y comprender a
los demás, controlar las emociones, reconocer y valorar el esfuerzo y superar los retos y
dificultades con apertura y optimismo.

TRABAJO EN EQUIPO

El trabajo en equipo es una característica fundamental de las organizaciones y una estrategia el


desarrollar como pueden ser altamente eficaces, cuya respuesta se puede encontrar en los que
son emocionalmente inteligentes y que toman las decisiones adecuadas, aun bajo presión.

La inteligencia emocional beneficia significativamente el trabajo en equipo, haciendo que sus


integrantes tengan una mayor preferencia para trabajar con otras personas en metas y objetivos
comunes, distinguiéndose por sus significativos rangos de excelencia, resultado de la influencia y
control del factor emocional, reconociendo y razonando con los sentimientos y facilitando la
interacción social.

El adecuado manejo de las emociones identifica a los colaboradores con una mayor capacidad de
influencia interpersonal y habilidad para crear y mantener buenas relaciones laborales y vínculos
de interacción francos y abiertos, demostrando ser mas cooperativos, considerados y con
conductas de ayuda y apoyo hacia sus compañeros, promoviendo mejores interacciones sociales
con un enfoque de conjunto hacia los objetivos comunes. Bajo esta perspectiva, las pautas de
conducta que adopte el equipo ante las diversas situaciones, incluidos los escenarios de depresión,
serán el resultado de su inteligencia emocional colectiva.

LIDERAZGO

Tradicionalmente la inteligencia se enfocaba a considerar solamente los aspectos cognitivos, sin


embargo, posteriormente surgieron las habilidades no intelectuales como necesarias para
determinar la capacidad de una persona para encontrar alternativas de solución a los problemas y
comportarse ante estos de forma inteligente, reconociendo que los lideres con capacidad de
lograr confianza, respeto, reconocimiento y calidez hacia sus seguidores, eran los que lograban
mejores resultados. A mayor capacidad de inteligencia emocional los lideres, enfrentan y
resuelven constructivamente, se recuperan en menor tiempo de experiencias desagradables y son
capaces de adaptarse con mayor facilidad a entornos agresivos, turbulentos y cambiantes.

Reviste una importancia significativa en el ámbito laboral, el grado en que los lideres aplican las
emociones para dirigir las actividades y acciones técnico operativas, apoyándose en el potencial
que proporcionan las emociones como información valiosa para las demandas, exigencias y
solución de problemas.

MANEJO DE CONFLICTOS

De forma general podemos mencionar que el conflicto es simplemente una diferencia de opinión o
intereses y que se encuentra presente en cualquier área de trabajo, incluso su presencia en si ya
que representa alguna dificultad por la presencia del estrés, que influye en la forma en que se
genera la respuesta.

Los conflictos al caracterizarse con una fuerte carga emocional, la organización se identifica y se
reconocerá más inteligente, en la medida de su capacidad de solucionar adecuadamente los
problemas que enfrenta y manejarlos adecuadamente. Es importante reconocer que la
manifestación de los conflictos puede ser de forma abierta y expresa, pero también de forma
subyacente, lo que puede constituirse en un riesgo de desmotivación para el personal y que los
niveles jerárquicos superiores no lo perciban, bajo una aparente aceptación de las decisiones que
en realidad no comparten los colaboradores.

Una herramienta positiva para manejar el conflicto es haciendo uso de la inteligencia emocional,
que favorecerá la forma de gestionar el comportamiento, fortalecer las situaciones sociales y
tomar las decisiones adecuadas de una manera más sencilla y eficaz, mejorando la predisposición
y fortaleciendo las situaciones sociales y tomar la decisión adecuada de una manera más sencilla y
eficaz, mejorando la predisposición y fortaleciendo las capacidades emocionales. Un aspecto de
suma importancia es como se percibe y se enfrenta la situación conflictiva, es recomendable
abordar abiertamente las diferencias con el propósito de atender realmente lo importante y no
desgastarse en discusiones destructivas, falsas suposiciones, malentendidos o conductas agresivas.
Encontrar el equilibrio ideal de las emociones a efecto de que las partes involucradas obtengan
beneficios y satisfacción, reduciendo al mínimo posible los niveles de fricción.

CONCLUSIONES

Las organizaciones han comprendido que el éxito depende de varios factores adicionales a la
capacidad intelectual y destreza técnica, dichas habilidades permiten enfrentar y superar el
turbulento mercado laboral, caracterizado por ser más competitivo y complejo, que para lograr
convertirse en una empresa eficaz, el capital humano debe tener la capacidad de trabajar con
otras personas de manera óptima, por lo que se hace imprescindible invertir en mejorar la
inteligencia emocional, que se traduce en una estrategia que facilite adecuarse a las exigencias del
entorno en que se encuentra inmersa.
Las personas con mayor dominio emocional, enfrentan adecuadamente las demandas de sus roles
laborales, aminorando la presión psicológica, generan y mantienen relaciones interpersonales de
calidad, cuentan con un firme soporte social y capacidad constante para atender y resolver
problemas y retos de manera racional y objetiva.

Los trabajadores exitosos son capaces de observar sus emociones y las demás, utilizando
información valiosa ¿para manejar sus relaciones interpersonales y beneficiar colateralmente el
ambiente laboral. Presentan altos niveles de desarrollo de comportamiento de autorregulación,
motivación, empatía y habilidades sociales que influyen positivamente en su desarrollo personal,
social y laboral.

El directivo de éxito, se caracteriza por no perder el equilibrio ante situaciones tensas,


mantenimiento durante periodos de crisis de serenidad, confianza y templanza necesarias para
solucionar cualquier situación, problema o incidencia.

Apoyar a las personas a entender sus emociones y fortalecer sus habilidades de control emocional,
aporta positivamente a su calidad de vida y al éxito personal, profesional y empresarial.

Una organización emocionalmente inteligente, actúa con eficacia ante la adversidad, siendo
consciente de sus fortalezas y debilidades, con capacidad para enfrentar un entorno impredecible
y agitado por la velocidad de los cambios y procesos que afectan en lo individual, social y laboral,
con una marcada presión por lograr resultados eficientes.

La inteligencia emocional aporta a las organizaciones entre otros aspectos una comunicación
eficaz, un clima laboral adecuado, facilita los procesos de cambio y de mejora continua, se
favorecen las relaciones interpersonales y se fortalece el trabajo en equipo acrecentando la
motivación y el desempeño enfocado a la consecución de las metas y objetivos con eficacia y
eficiencia, promueve el involucramiento del personal con su trabajo, siendo más responsables y
autónomos, proporcionándoles mayores niveles de satisfacción, bienestar con el mismo
trabajador y con su entorno y una mejor calidad de vida, se mejoran las relaciones con ,os diversos
públicos tanto internos como externos, así como la rentabilidad de la empresa.

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