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Escritura y Pensamiento

AÑO VII, N" 15,2004, PP. 135- 194

MANUEL V ALDIVIA RODRÍGUEZ

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EL MEJORAMIENTO DE LA LECTURA
~'V;" Y SUS DIMENSIONES
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El mejoramiento de la calidad de la lectura de nuestros estudiantes
1 svr.Y
'..!.J¡ es sin duda una preocupación imperiosa en el país, sobre todo des-
. 1¡:¡\ pués que se conocieron los resultados nada favorables de las evalua-
ciones relativamente recientes. Por ello justamente se han puesto en
marcha algunas iniciativas para fomentar la lectura, algunas de ellas
convertidas en programas de emergencia. Pero mucho me temo que
las esperanzas fundadas en esos esfuerzos terminen siendo frustra-
das, porque pretenden una solución inmediata cuando, en realidad,
el problema es tan profundo que para resolverlo no bastan campa-
ñas de avivamiento ni programas de plazo breve.
Debemos convencemos de que el fortalecimiento de la lectu-
ra en los niños y adolescentes es tarea de varios años. Siempre se ha
11
dicho que una vez que los alumnos aprenden a leer necesitan, por lo
menos, tres o cuatro años de trabajo para consolidar esta adquisi-
ción y hallarse en condiciones de aprovechar de la lectura para el
aprendizaje, la reflexión y el disfrute, que son los niveles más altos
de esta actividad intelectual. Si el plazo es tan amplio con los niños
y niñas que comienzan su aprendizaje, también es así para quienes,
sin importar el grado de escolaridad en que se 'encuentran, presen-
tan deficiencias muy grandes.
Para enfrentar el problema y superarlo, lo primero que se
debe hacer -y nosotros no lo hemos hecho- es delimitar los campos
de trabajo. Las direcciones que tomemos en la marcha serán distin-
tas según los propósitos que queramos lograr. Por ahora, en este
momento de urgencia, lo que nos interesa es que nuestros estudian-
tes lean mejor; otra cosa será cuando intentemos que lean más o
cuando busquemos que se aficionen por la literatura. Si lo primero
no se da, no se dará lo segundo.
136 MANUEL V ALDIVIA RODRÍGUEZ

1
Si nos mantenemos con la primera pretensión y buscamos que los '1
1
niños y adolescentes lean mejor, tenemos que ser conscientes de 11
1,OSI 1
que la calidad de la lectura depende de por lo menos tres compo- 1 11

nentes: el dominio del idioma, el conocimiento temático y el mane- sólo 1 1 1,,


derl 1 /'¡
jo de las estrategias de lectura. Los tres componentes se favorecen 1'1¡

mutuamente, pero por desgracia también se perjudican entre sí hact 1


cuando alguno de ellos es feble. den ! 1'
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El dominio del id-Joma El ti


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111
Todo texto es una estructura verbal. Quien lo escribió expuso su Bxc 1 11'
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pensamiento valiéndose de palabras y combinaciones sintácticas trab
1,
que le convenían para traducir de modo inteligible lo que formulaba sobi
en su mente; usó, inevitablemente, el idioma que les sirve como a que

todos para pensar y comunicarse. Por su lado, quien se dispone a acti


cue1
leerlo debe dominar la lengua en que quedaron plasmadas las ideas
del autor. Esto es lo elemental en el mecanismo de la comunicación, cOTII

pero detrás de ello hay un mundo. oca


Por lo general, los textos que llegan a la forma impresa -en li- con1
¡110~
bros, revistas, periódicos, folletos- están escritos en el nivel estándar
de la lengua, que no suele estar al alcance de todos. La lengua en que que,
se lee no es la misma del coloquio familiar o amical, ni es la que se dio
escucha en las esquinas del barrio. Ni mejor ni peor, es sin embargo ¡1eq
¡lec¡
distinta. Y no es compartida por todos; sólo la poseen aquellos que la
han cultivado, insensiblemente, en años de lectura y educación. res11
El uso estándar de la lengua se caracteriza por la riqueza y la lo~ k
precisión del léxico y por la familiaridad con estructuras sintácticas
y textuales complejas. No es frecuente encontrarlo en la comunica-
ción oral, pero sí es característico del material escrito que se precia ;~:, l
de rigor y calidad intelectual. No es, en modo alguno, un adorno tos,
superficial; es justamente el instrumento que permite la comunica- y 3\1~.
ción entre gentes distantes en el espacio y en el tiempo, y que para Potlijl

ello se valen de documentos escritos. Esa es precisamente la nota se uf


que lo hace valioso. LaH1 1
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NoTAS 137

111
¡nos~ue
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los Los niños, jóvenes y adultos dueños de un código restringido, que
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1scte~tes de sólo manejan el sociolecto de su medio, difícilmente pueden acce-
l!lres ~ompo- der a los textos que están escritos en la forma estándar. Para ello
111
)y elmane- hace falta el trabajo de enriquecimiento de su lengua, que requiere
llf'p favorecen de muchos años.
1':r,an
' ~ntre sí
V)
El conocimiento del asunto
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Excepto en algunos juegos verbales -como en las jitanjáforas o los
trabalenguas- en cualquier texto, por elemental que sea, se habla
Sfr¡Jf\; .fi expuso su
11 sobre un tema, y sobre dicho tema se dicen cosas. Para entender lo
?() )¡ l~
. sintkticas que allí se dice, el lector debe tener un conocimiento previo, que se
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~~'r l or~c..ulaba
'U activa de inmediato apenas entra en contacto con las ideas que en-
¡, . ~o m o a
·¡[Ve cuentra. Por eso, el conocimiento previo sirve como soporte para la
~((dispone a comprensión de lo nuevo. Todos podemos dar testimonio de las
¡,l,as las
. ideas ocasiones en que la ignorancia sobre un asunto nos ha impedido
1
fUllltación, comprender el texto que teníamos entre manos aun cuando podía-
mos traducirlo fácilmente a voz. Cuántas veces, por ejemplo, hemos
lf)res(( -en li- querido entender los textos que acompañan al resultado de una ra-
ivel e~tándar diografía o un examen de laboratorio; a pesar del interés y de la
,.n.tgua en que necesidad que nos embargaban, el contenido de esos textos perma-
¡¡s laque se necía incógnito para nosotros; sin embargo, el médico que recibía el
5¡in el\bargo resultado sonreía tranquilo o se preocupaba porque él sí comprendía
Ulellos
• , que la lo escrito; y sucedía así porque él era conocedor del asunto
li¿acion. Aun más: el conocimiento que poseemos está organizado en
11
¿iqueza y la la mente, en estructuras o esquemas bastante complejos, en los que
1115 sintkticas se va agregando o no lo que se encuentra como novedoso en los tex-
la comunica- tos que se lee. Así, el conocimiento previo a la lectura se enriquece
l]de se precia y aun se reorganiza en función de lo que se encuentra en los textos.
10 un ildorno Por eso mientras más sabe una persona más gana con la lectura. Así
1 ~ comunica- se cumple, pues, aquello de que "la lectura enriquece a los ricos".
o y q~e para Las dos esferas de que hemos hablado hasta ahora no están separa-
1 1~nte la nota das: la adquisición de contenidos siempre viene aparejada con un
enriquecimiento lingüístico. Cada cosa que conocemos ingresa a la
1
,.
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mente con un nombre; cada idea que aprehendemos toma forma de


un enunciado estructurado con palabras. Y, al revés, un nombre o un
enunciado conocidos a medias cobran sentido y se iluminan cuando
se amplía nuestro conocimiento directo del mundo.

El manejo de las estrategias de lectura

Al conocimiento del tema y al .dominio del idioma se añade un ter-


cer componente: el manejo de las estrategias de lectura. Es evidente
que no se utilizan las mismas armas intelectuales cuando se lee una
receta de cocina que cuando se lee un editorial periodístico o un
artículo de ciencia; ni tampoco se aplica el mismo procedimiento
cuando se indaga por un dato preciso que cuando se analiza una
argumentación o cuando se siguen los pasos dictados por un ma-
nual. El proceso de la lectura es tan complejo que se pisa terreno
minado cuando se intenta construir una lista de técnicas y estrate-
gias para leer. El hecho es que existen, que deben ser aprendidas
explícitamente y que necesitan ser practicadas ..
Pero el aprendizaje y la consolidación de las estrategias de
lectura se producen mejor cuando entran en juego en actos verdade-
ros de lectura, cuando el sujeto -sea niño, adolescente o adulto-
entra en contacto con materiales que va a estudiar en profundidad,
sea porque son requeridos en la vida familiar (v.g: una carta que
explica una decisión); en la vida académica (v.g.: el proceso de la se pued~
emancipación americana); en la vida laboral (v.g.: el reglamento del estudian.¡
taller); en la vida ciudadana (v.g.: el plan de gobierno municipal que tas pens·-
ofrece un candidato). 1~
proceso c~s
menzal'l\¡\~i ,¡¡,•¡•¡••
La confluencia de los tres componentes sitivos s 1lle~\vl.i''~~~~~·~
talecimj 1\~,s r ·,lo¡hlll'
Es equivocado creer que se aprende a leer en los primeros grados de cultural t,, ~si(r·.,"'''', · 1
la escolaridad y que con eso basta. Se necesitan años de trabajo para no se dqhlnl b¡ll¡¡¡¡ll'
conseguir el dominio suficiente siquiera de las estrategias que po- E'l' l~J¡,,II¡;II ',,
drían ser consideradas fundamentales. Se podría afirmar que, en el so de to \1 ¡? ú'¡l•, di"''
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marco de un proceso educativo bien conducido, las bases de la lec-
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1 1 tura podrían quedar bien cimentadas al cabo de los seis años de la

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- t i¡. -l.~. ··?.{··1'_.1 '1 educación primaria, habida cuenta de que se necesitaron dos o tres
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1 años para la etapa de adquisición.
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Durante la etapa de consolidación y después, cuando ya se
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B::>1~u ¡ro.:~2!1 f¡1¡/1 emplea la lectura como instrumento de desarrollo personal, entran
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flt:ml 111 en juego las tres esferas o componentes de que hemos hablado, tra-
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\ bándose en una mecánica tal que las tres se necesitan mutuamente
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sol~p !.::>rl ·¡;, ¡:1 ">e'l11¡\~ y las tres se benefician también en forma recíproca.
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soJI8o . u:lp/11 i¡·l:l ' ([ ~ Los diálogos, las entrevistas, la búsqueda de información, la
!,'1 '·! t' ),1¡1 n· 1

Ofl'l¡dl';]! ¡i~[ fr.l'.lj, ;~ 1
¡11.1'11 '
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',¡j l'll \ redacción de informes, la solución de cuestionarios, la lectura indi-


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'Ujlqyjp(¡/ ~j 1t:il .i,'
' . 1
2t 11 ) vidual y en grupo, las consultas por la Internet, la lectura de mapas
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S;::l1!]llJ H,i! ,~v1 ¡tl1),~11
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'.ill 111.( y de cuadros, la solución de problemas, la elaboración de carteles y
1.. io:Jhs !s/t' i¡,/.1~
1 er 11\
1 .r1 ·¡)'11'1·¡·· ¡¡ t:'Yl'l¡c murales y otras, muchísimas, actividades, van acrecentando la cul-
Btli¡¡sp . 10¡, A'•. ~! 1
:::rnt 1 tura personal de los lectores, enriqueciendo el empleo del idioma y
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-S~p gjfg /bt:r;t)(IJ; 1
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fortaleciendo el manejo de estrategias cognitivas, una de ellas la
·vt1gup. u hi l'l :1:/¡,· lectura. El trabajo educativo va reforzando la totalidad de las facetas
-U~d ~ ¡g¡¡l A. h1 1,1~
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· . so, .11
1111. 0,
que conforman la formación intelectual de los estudiantes: su capa-
-P\ylL.S di'tj,ll~:1'1(/ 'lltlll ~
1
#,¡ t , cidad para la comunicación, su espíritu crítico, su adhesión al valor
1 IJ~JI 11¡~\
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-;::J1hs ~"'1
..,l. '11•,.
·.9,/'.¡11 1 .. .1 de la verdad, su competencia para la investigación, sus actitudes de
:sci\Ul?Ul' 'd¡'¡tll 1
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¡1u1 ,;¡ \
{!111 perseverancia, de búsqueda de precisión y claridad. Esa es la única
0 . ! !1 . · ''11?1'/ 111 111¡ 11\
- 1.~o •o¡
·17 ' l'lal · 'fl posibilidad: es buen lector quien es bueno en todo lo demás.
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¡, ~, 1
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tl(j¡l' 1~ Si se reconoce la complejidaq que caracteriza a la lectura no
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.gltnJIOl 1 1 u,;¡ lllt
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1.,
d' se puede pensar que, frente a las deficiencias que muestran nuestros
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estudiantes, basta con tocar la alarma y ponerse a acciones inmedia-
-P~yJIO
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tas pensado que se va a conseguir una mejora en plazo breve. El
-1~poi1 ~ ~~i
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proceso de recuperación va a requerir de mucho tiempo, aun si co-


<JSgnl 11 ,
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menzamos el trabajo de inmediato. Pero sólo tendrá resultados po-
sitivos si se trabaja en los tres caminos que se entrecruzan: un for-

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1
ill~lk, talecimiento en el uso del idioma, un enriquecimiento del bagaje
11\_ 1:.,1
·11·s 11 1 1

\~fll\ cultural y una enseñanza sistemática de las estrategias de lectura. Si


vt¡:¡¡j 'll l,
. Jl'<l ,' no se dan los tres, sólo se avanzará unos pasos.
~~l'l En consecuencia, el compromiso de mejora es un compromi-
r'
so de todos. Para el asunto que ahora nos preocupa -el de la calidad
¡t.,-
140 MANUEL V ALDIVIA RODRÍGUEZ

de la lectura- no están convocados sólo los profesores del área de HUAYHUAPA¡


comunicación ni se le pueden dedicar sólo los momentos que se aimara (Aymar~
dedica en el aula a ese aspecto de la comunicación. Las sesiones L., 365 pp. \ 1,
¡~1
programadas para ciencias sociales y naturales, matemática, arte,
formación para el trabajo, para todas las áreas del currículo, si están La obra que res\
bien trabajadas terminarán por conseguir un mejoramiento en la publica en el Pe~ 1
calidad de la lectura, puesto que concluirán también desarrollando nos. El autor, e111li• 111

el uso de la lengua y enriqueciendo la cultura personal. El llamado camente todo el 1:.i 1 1 1


1

1
es pues para todos cuantos tienen que ver con el trabajo educativo, El trabaja:\ 11 1

1
en la escuela y fuera de ella. ro ("Semblanz9\1J
sociolingüístico\l,i l 1

gráficos ensayaq,1'11' 1

los diez capítula,11 11 '11


1¡1 1
1
mas y subsisten{!'!,
ca). La bibliogr~1 .1'
. 1es f uentes 11'¡·111
c1pa ..
1

El capítul1~ 1 1

1
criptiva propian 1!11
1
fonológico del \,¡l
consonánticos l;1~1
(alargamiento Q i1
11

entre otros aspe1\l~


III es "Morfofol'\¡JI
1
resultantes de Ia 1t0
sistemas fonolói¡~¡r
ción de vocal e{i;e'~l
t·l!
presente: el mo1) • 1 1

11
produciendo caí1 v 1f
1
phayta 'tú cocir\\1°:¡,,
genera pérdida \\~, 1
1
11
1

phayata 'cocinj'\í U'l


consonánticos d 1tl,1,1 1

1
lógicas tan cara1'i6 ,1 1
1

¡i~ 1
en un ejemplo C'•,) o~l,
.''·'t
t.,, 11

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