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¿Qué es

la espiritualidad
bíblica?
Fuentes de la mística cristiana
Colección «EL POZO DE SIQUEM» Klaus Berger
127

¿Qué es
la espiritualidad
bíblica?
Fuentes de la mística cristiana

Editorial SAL TERRAE


Santander
S

índice

Prólogo 7
Introducción 9
La sonrisa del ángel mutilado 9
¿Qué es espiritualidad? 10
¿Por qué una espiritualidad bíblica para hoy? . . . . 12

PRIMERA PARTE
LA OFERTA DE LA BIBLIA
Título del original alemán:
Was ist biblische Spiritualitüt?
1. Las grandes imágenes bíblicas 21
© 2000 by Quell/Gütersloher Verlaghaus El fuego 21
Gütersloh (Alemania) El desierto 28
El camino 35
Edición en español realizada con la mediación La luz 42
de la Agencia Literaria Eulama El tesoro 57
El hijo/niño 65
Traducción: La novia 72
José Pedro Tosaus Abadía
© 2001 by Editorial Sal Terrae 2. Accesos a la espiritualidad bíblica 79
Polígono de Raos, Parcela 14-1 Asombro 79
39600 Maliaño (Cantabria) Temor y temblor 82
Fax: 942 369 201
Sufrimiento 86
E-mail: salterrae@salterrae.es
www.salterrae.es
Paciencia 89
Crecimiento 94
Con las debidas licencias Anhelo 96
Impreso en España. Printed in Spain Amor 101
ISBN: 84-293-1416-4 Alegría 112
Depósito Eegal: B1-2Í 14-01 Arrogancia 126

Fotocomposieión: 3. Pasajes clásicos de la Escritura 131


Sal Terrae - Santander Tomar la forma de Cristo 131
Impresión y encuademación: «¿No ardía nuestro corazón?» 136
(¡ralo. S.A. - Bilbao Arrebatar el reino de Dios con violencia 139
6 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA?

Acostumbrarse a una gloria cada vez mayor 144


Los cristianos están ya glorificados 155 Prólogo
Los himnos en los relatos de la Infancia según Lucas 156
Ser uno con Dios 161
Estar libre de preocupaciones 164
Dios, todo en todo 167
Explicación tipológica de la Escritura 169

4. Modo santo de proceder 173 El presente libro tiene su origen en la situación especial en que
Estar solo 173 actualmente se encuentran en Alemania las grandes Iglesias
Callar 175 mayoritarias, y pretende aventurar una respuesta a ella. Tras
Velar 177 largos años de intensa ocupación con muchos temas que no
Contemplar imágenes (estética) 178 estaban precisamente en el centro de la fe, vuelve a descubrir-
Mirar al «medio» 179 se a ojos vista la necesidad de ocuparse de los «deberes» fun-
Orar 181 damentales, los temas religiosos. Muchos han señalado que
Dar gracias 186 ese núcleo espiritual no basta para debatir a voluntad y de for-
Cantar 186 ma competente muchos temas, y que probablemente tampoco
Celebrar 187 esté destinado a ello. Por otro lado, ocuparse de los temas cen-
Luchar 189 trales no supone la voluntad de hacerse fundamentalista ni de
persistir en la superficialidad habitual.
Se observa que las Iglesias mayoritarias a menudo han
SEGUNDA PARTE perdido el corazón de los hombres, bien desde hace ya varias
TEOLOGÍA DE LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA generaciones, bien desde hace algunas décadas. Surge así la
omnipresente cuestión de «una nueva espiritualidad». Los es-
Jesucristo como centro de la espiritualidad 193 tudiantes de la Universidad de Heidelberg, donde doy clase,
Espiritualidad cristológica en el tercer milenio 196 antes viajaban a menudo por esa razón a Taizé, para participar
El bien se conoce por su irradiación 198 en la piedad monástica de aquella comunidad. Los problemas
Dios hace justo al hombre 200 surgían a menudo luego, con la cuestión de cómo transmitir
Espiritualidad y Espíritu Santo 204 esas formas de vida espiritual a las comunidades de la Baja
Un texto infravalorado de la mística cristiana primitiva. 207 Sajonia, por ejemplo. Desde principios de los años ochenta
Teología monástica y no (sólo) académica 209 me puse a buscar el modelo original. Lo que me proponía
La relación entre espiritualidad y mística 213 explícitamente conseguir con ello era redescubrir el cristianis-
¿Une la mística a las religiones? 215 mo como religión.
Este libro ciertamente no habría podido ver la luz si desde
hace años no hubiera mantenido yo vínculos estrechos con
Bibliografía 227 «mi» monasterio cisterciense de Bochum/Stiepel (y con el
índice de textos bíblicos 228 monasterio que lo fundó, el de Heiligenkreuz, en el Wiener-
wald). A los padres Dominicus y Johannes María, y especial-
mente al padre prior Beda, les debo mi agradecimiento por lo
mucho que me han ayudado. Estos contactos han hecho posi-
ES L
8 ¿QUÉ A ESPIRITUALIDAD BÍBLICA?

ble, ante todo, mi observación de la vida cisterciense en su


fuente. Introducción
Me creo capaz, cuando menos, de distinguir perfectamen-
te entre el Nuevo Testamento y esta forma de espiritualidad
monástica, a fin de que ni uno ni otra se «perjudiquen» mutua-
mente. Sin embargo, esta inquietud resulta insignificante en
comparación con los esfuerzos por aprovechar en toda su
fecundidad la diferencia existente entre ambos. En efecto, esto
bien podría suponer una riqueza enorme si se ponen en rela- La sonrisa del ángel mutilado
ción los conocimientos de veinticinco años de docencia en el
campo del Nuevo Testamento con la vida austera que los mon- En 1990, el obispo de Essen, el cardenal Franz Hengsbach,
jes (y monjas) blanquinegros han llevado hasta hoy desde hace escribió en un semanario:
novecientos años.
KLAUS BERGER «En una de mis visitas a Francia me detuve en Reims.
Heidelberg, febrero de 2000 Visitar su famosa catedral era un deseo que abrigaba desde
hacía mucho tiempo. En la fachada oeste, di pronto con lo
que siempre había querido contemplar: el ángel de Reims.
Un ángel realmente singular: despedazado, destruido,
surcado por cicatrices y heridas. Ha perdido la mano dere-
cha, y los dedos de la otra están mutilados. Con el paso del
tiempo, se ha quedado sin una de las alas, su rostro está
lleno de heridas y cicatrices. ¡Un ángel moribundo! Mar-
cado por las devastaciones, destrucciones y erosiones de
los siglos. ¿Un símbolo de nuestro tiempo?
Pero lo sorprendente de este ángel es que, pese a todas
las heridas y lesiones, sonríe. Sonríe al que lo mira, a
nosotros, hombres de hoy. Sonríe dentro del tiempo, en
presente y en futuro. ¡Qué signo de la confianza absoluta,
el consuelo y el estímulo!
Solemos decir que la sonrisa es contagiosa. En ningún
lugar he podido experimentar esto de modo tan inmediato
como en Reims, ante la fachada oeste de la catedral, justo
debajo del ángel sonriente, pues quienes contemplaban
con atención a este ángel empezaban de repente también
ellos a sonreír. Y se sonreían unos a otros, creándose un
ambiente relajado y jovial.
La gente se marchaba con el corazón visiblemente ale-
gre. Me vino de forma espontánea e inevitable a la mente
un versículo del libro de los Proverbios: "Corazón conten-
to mejora el semblante; corazón triste deprime el ánimo"
(Pr 15,13).
10 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? INTRODUCCIÓN 11

A menudo, basta una pequeña sonrisa para que el hielo ¿De qué es distintivo, en el fondo, una espiritualidad de-
de la aparente indiferencia se rompa a nuestro alrededor. terminada? ¿Es un distintivo de personas, de grupos religio-
El ángel sonriente de Reims lo demuestra... cada día de sos, organizaciones o confesiones? Evidentemente, se trata de
nuevo». la característica de una piedad particular y, por tanto, del
modo de obrar religioso y conjunto de unas personas determi-
nadas. Como todas las manifestaciones humanas, son al mis-
¿Qué es espiritualidad? mo tiempo expresión y troquel. Si esto es exacto, «espirituali-
dad» significa:
Un primer inventario lingüístico muestra un aspecto más bien
extraño del término «espiritual» o «espiritualidad»: en la pu- - Un tipo de estilo de vida. Se trata de una piedad que toma
blicidad que en una revista ilustrada se hacía de viajes turísti- forma también en lo cotidiano. Una espiritualidad, por
cos a Roma con motivo del milenio, se decía: «Para vivir la tanto, no es sólo una orientación interior, sino que se hace
experiencia espiritual del jubileo es importante... que haga su visible. Mientras que el Sermón de la montaña exhorta
reserva con la debida antelación» (Stern, n. 51, 1999, p. 16). más bien a no hacer la oración a la vista de todos, san
Nos preguntamos qué significa eso de «vivir una experiencia Benito ve al monje como aquel que pone visiblemente de
espiritual». En un periódico eclesiástico se hablaba de una manifiesto su devotio (piedad humilde).
«vivencia de culto realmente espiritual» (KirchenZeitung, 19- - Como en la piedad en general, también en la espiritualidad
12-1999, p. 1). En ambos casos, el adjetivo «espiritual» va prima el amor a lo invisible. Hemos de tropezar a menudo
unido a «vivencia». De ahí deriva la suposición de que se trata con la palabra clave «amor».
de cultos extraordinarios, a saber, de events, de «aconteci- - Puesto que la vida se vive de acuerdo con unos deter-
mientos vivenciales» de carácter especial. Además, la insis- minados ritmos, cada piedad que acompaña la vida tam-
tencia en «vivencia» y «experimentar» va acompañada por la bién está organizada rítmicamente. En las cosas cotidia-
consideración de la vida entera (y especialmente de la pasto- nas y pequeñas se decide, por tanto, el carácter de una
ral) desde el punto de vista psicológico. espiritualidad.
Seguramente el auge de la palabra «espiritualidad» tiene
algo que ver con el hecho de que las grandes Iglesias hayan - Puesto que el lenguaje en su conjunto constituye nuestra
perdido el contacto con la piedad popular. Pues, desde tiem- patria, también el lenguaje religioso puede «producir» al
pos inmemoriales, ésta estuvo siempre vinculada a la vivencia hombre. En este hecho radica la significación de las ora-
o a la experiencia religiosa. Esto se puede decir tanto de la ciones formuladas de antemano.
piedad de las peregrinaciones como de los rituales que rodea- - Puesto que las formas religiosas marcan a los hombres, la
ban la muerte; tanto de los usos populares en las doce noches espiritualidad es también una forma de identidad histórica.
santas que median entre Nochebuena y la Epifanía como de la - Además, hoy en día una espiritualidad también tiene algo
preparación espiritual de la Cena protestante en Frisia Orien- que ver con una experiencia espiritual situada entre la ale-
tal; tanto de la jovial piedad mariana de las devociones de gría y la visión interior, en el sentido más amplio de la
mayo como de las costumbres en torno al día de los difuntos palabra. Mucho antes que Martín Lutero, ya Bernardo de
y las campanas. Claraval hablaba de la experiencia personal del individuo.
Ahora bien, los tiempos cambian. Quien habla hoy en día En sus Sermones sobre el Cantar de los Cantares, dice:
de espiritualidad no pretende, sin más (al menos no principal- «Hoy abrimos el libro de la experiencia. Volveos a voso-
mente), el resurgimiento de esas formas, aun cuando en parte tros mismos, y que cada cual escuche en su interior lo que
también se trate de eso. «Espiritualidad» significa ciertamen- vamos a decir» (3,1). «De hecho, la razón sólo comprende
te experiencia religiosa, sobre todo en el contexto del culto. lo que antes se ha experimentado» (22,2). Y en su Carta
12 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? INTRODUCCION 13

228 escribe: «Quiero sentarme y guardar silencio. Así po- tación de las Iglesias mayoritarias a la religión ha sido la ra-
dré experimentar lo que el santo profeta declara sobre la zón. Esto se puede decir especialmente ahora que la Ilustra-
plenitud de cercanía interior, pues dice que es bueno ción ha entrado también en la Iglesia católica postconciliar.
aguardar al Señor en silencio». En el entorno de Bernardo Pero la razón no deja de ser siempre, en lo tocante a la reli-
es corriente la frase, basada en un juego de palabras: gión, un ingrediente meramente secundario. Quien se concen-
Experto credite! Experto crede Roberto! («Cree sólo lo tra en ella, por tanto, se convierte en fenómeno marginal.
experimentado». «Cree a Roberto, el experto»). Pues la Por este motivo se busca en otro lugar sensualidad religio-
experiencia propia ha de encenderse en la ajena. Ya sa (oler, sentir, paladear) y también ritos religiosos como los
Ruperto de Deutz ( t i 135) era de la opinión de que sólo sacrificios, puesto que las Iglesias mayoritarias apenas se atre-
vale el saber derivado de una íntima experiencia personal. ven ya a hablar de esas cosas.
En un manuscrito de Auxerre de los siglos xii-xm se dice: Ciertamente resulta embarazoso partir de «necesidades» y
«Creo, hermanos, que el tener un conocimiento suficiente suponer que hay que satisfacerlas. Sin embargo, en las necesi-
más lo debéis agradecer al libro de la propia experiencia y dades se manifiesta una indigencia religiosa. Y de nada sirve
al corazón que a lectura alguna de manuscritos». elevarse altivamente sobre ellas en plena posesión de una ra-
- El sello espiritual caracteriza la acción cristiana. Ésta es la zón ilustrada, cuando el país es víctima del neopaganismo. En
verdad permanente de todo debate sobre la justificación. general, se puede decir que todos los fenómenos neopaganos
señalan con gran certeza los déficits y negligencias de las
grandes Iglesias; déficits y negligencias que en cada caso
corresponden exactamente a dichos fenómenos. Por eso tam-
¿Por qué una espiritualidad bíblica para hoy?
poco sirve de nada cambiar la función de la propia Iglesia,
transformándola en el centro del esoterismo. Lo que cabe
Necesidad de una espiritualidad decir más bien es esto: «No satisfacemos necesidades, sino
Indudablemente, el panorama alemán actual muestra un alto que celebramos misterios». De ahí que en el presente trabajo
grado de anhelo de formas de vida espiritual. Esta espirituali- se anuncie de manera muy diferente la búsqueda del modelo
dad es, por regla general, «pagana» en el antiguo sentido de la original.
palabra, es decir, no es ni cristiana ni judía ni musulmana, sino En la actual situación eclesial debiéramos dejar de ocu-
que se orienta en la mayoría de los casos a las religiones de parnos (sólo) de nosotros mismos y romper este angosto
Asia o a lo que se tiene por tal. Las expresiones clave «ilumi- ámbito de la introspección en dos direcciones: en la misione-
nación esotérica», «cultos indios», «Dalai Lama» o «budismo ra, hacia fuera, y en la contemplativa, hacia dentro. Por ambos
zen» pueden testimoniar la gran disposición existente en este caminos se podría conseguir quebrantar la autocomplacencia.
punto. El comercio de libros lleva ya mucho tiempo orientado Pues la espiritualidad tiene un altísimo grado de relación con
totalmente en esa dirección. Para todos los que buscan, el la identidad.
Dalai Lama es considerado como el gran portador de esperan-
za. De vez en cuando se encuentran también hombres que ¿ Una espiritualidad bíblica?
«creen» en la «evolución» (casi personificada). Además, la
oleada budista evita el tema de Dios. La imperante búsqueda de espiritualidad es por regla general
Al mismo tiempo, las grandes Iglesias mayoritarias tienen cualquier cosa menos de cuño bíblico. La causa más impor-
fama de situarse de manera francamente hostil frente a toda tante de ello es que, desde la Ilustración, la Biblia se ha con-
espiritualidad. En la mayoría de los casos se pone en duda que vertido casi exclusivamente en objeto de la razón ilustrada.
en ellas haya (aún) en absoluto algo semejante a una espiri- Esto mismo se puede decir también -desde luego sin que sea
tualidad. Al mismo tiempo, se considera que la principal apor- de lamentar radicalmente- del carácter de las tradicionales
14 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? INTRODUCCIÓN 15

«horas bíblicas» o «círculos bíblicos», por lo general la única No quiero decir con ello que se deba renunciar a las pre-
forma de piedad protestante cotidiana creada fuera del culto guntas curiosas o a las hipótesis científicas. ¡Todo lo contra-
eclesial. En el mejor de los casos, una oración sintética al final rio! Demasiado poco se examinan críticamente las premisas
de la hora bíblica (pronunciada por el teólogo) se alza todavía de las teorías de consenso que se han hecho habituales. De-
por encima del carácter de seminario exegético laico. No obs- masiado imprudentemente se manejan teorías como la del se-
tante, antiguamente el objetivo de los fariseos (y, por tanto, de pulcro pascual (por un lado, el Jesús histórico; por otro, el
aquella corriente judía de la que procedían Jesús y Pablo) era Cristo resucitado), aunque dichas teorías en general causen el
imbuir lo cotidiano de piedad y poner en la vida profana múl- mismo efecto que una granada de mano en una tienda de por-
tiples signos de la pertenencia a Dios. Toda crítica a la piedad celanas. Demasiado rápido se acudió a prestar ayuda con la
farisaica en el Nuevo Testamento descansa sobre el plantea- crítica de los hechos; demasiado rara fue la capacidad de
miento fundamental de «hacerlo» mejor, pero sin pretender exponerse a la extrañeza del texto; demasiado poco se han
suprimir el objetivo. Desde luego, un análisis de la explicación entendido los textos, ni se quieren entender -todavía- desde
que se ha dado de los textos antifarisaicos del Nuevo Testa- las tradiciones judías. Y con todo ese deshilachar se privó a los
mento desde el tiempo de la Ilustración indica que precisa- textos de su encanto, en el sentido más profundo de la palabra.
mente en ellos se encontró un portal de entrada para la «reli- Una de las cosas que pretende mostrar este libro es que el
gión racional» de Jesús. Dejamos constancia de que precisa- modo de acceder a la Biblia podría ser distinto. A modo de
mente la espiritualidad es también un objetivo básico del principio lo enseña Bernardo de Claraval cuando escribe, a
Nuevo Testamento. propósito de la curación del joven por parte de Eliseo (2 Re
Así, por ahora queda en pie el juicio de que cuanto se 4,32-35): «Si meditamos sobre este milagro, reconocemos en
denomina con el término «espiritualidad» tiene normalmente él lo que cada uno de nosotros experimenta cotidianamente:
muy poco que ver con la Biblia. Esto se debe en especial al por Jesús se vuelve nuestro corazón capaz del conocimiento;
hecho de que la intervención exegética que se ha vuelto habi- nuestra boca, del discurso útil; nuestras manos, del justo
tual en la Biblia la ha deshilachado, desgarrado e «inmovili- obrar» (Sermones sobre el Cantar de los Cantares 16,2).
zado» religiosamente por completo. Si se procede así con el
corazón espiritual del cristianismo, no puede sorprendernos Lo que en concreto debería cambiar
que se saque edificación (en el sentido que sea) de otra parte.
Para evitar cualquier malentendido, he de decir que desde Cuando Pablo dice que Jesucristo se ha apoderado de él (Flp
hace un cuarto de siglo imparto clases de Nuevo Testamento 3,12), esto seguramente se ha de entender en el sentido de una
en una de las Facultades alemanas más famosas siguiendo los toma de posesión que abarca al hombre entero. Por eso no
métodos de la ciencia histórica y crítica ilustrada; que, por puedo establecer separación alguna entre espiritualidad y ob-
tanto, puedo juzgar de sus ventajas bastante bien. Y que qui- servancia. Pues la espiritualidad no es algo proyectado por el
siera también seguir enseñando de la manera que, desde luego, hombre, sino que, según el Nuevo Testamento, significa dejar-
ha constituido siempre mi estilo de docencia, ofreciendo al se conducir e impulsar por el Espíritu Santo. En este sentido,
final, en clases de doble duración, un acceso meditativo al la obediencia (observancia) es también escucha.
texto. Sólo desde que los estudiantes manifestaron que debía Por «observancia» entiendo una forma obligatoria de vida
dejar de hacerlo, puesto que no era relevante para el examen, austera, ciertamente en el sentido de que por medio de ella la
ofrezco algo así de forma más esporádica en clase, prefirien- vida cristiana se facilita y se alegra. La observancia, pues,
do hacerlo en mis libros. No obstante, quisiera formular mi nada tiene que ver con la escrupulosidad, sino que significa
pensamiento aún más claramente: el modo en que se practica radicalidad.
de manera casi exclusiva la exégesis no está exento de res- El concepto de observancia connota superficialmente ór-
ponsabilidad en lo que respecta a la situación de las Iglesias. denes «radicales» (los trapenses en cuanto cistercienses de
16 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? INTRODUCCIÓN 17

más estricta observancia; los carmelitas descalzos en cuanto Este libro quisiera al menos encauzar la reflexión, urgen-
carmelitas observantes); pero, desde el punto de vista de la temente necesaria, sobre afirmaciones y dimensiones bíblicas
historia de las religiones, se remonta a las raíces del cristia- fundamentales de una espiritualidad cristiana. Desea insertar
nismo. Pues en este punto existía dentro del judaismo la ob- en la teología, junto al modelo de la teología «escolástica» de
servancia farisaica, es decir, una obediencia a la ley que, como la ortodoxia católica y protestante, la «teología monástica».
ya se ha indicado, resultaba muy importante para la entera En este punto, el presente libro quisiera hacer una aporta-
vida cotidiana. Ahora bien, según Mt 5,20, Jesús dice: Sólo si ción a la renovación de la exégesis, para desde ahí renovar
os atenéis a las exigencias divinas de justicia de modo mucho también la espiritualidad. A dicha renovación pertenece, a mi
más estricto que los peritos de la Escritura y los fariseos, ten- modo de entender, una visión nueva de las tradiciones místi-
dréis parte en el señorío de Dios (traducción según cas, plásticas y religiosas, en sentido amplio, del Nuevo
Berger/Nord). Esto significa, como explica Jesús a continua- Testamento.
ción, que las leyes de la tora siguen en todo caso vigentes.
Pero Jesús exige más, y a esa exigencia va unido el reino de
los cielos. Cómo nació este libro
Si consideramos que éste es el contenido de «espirituali-
dad», lo vemos casi contrapuesto al contenido con que habi- El presente libro surgió a partir de mi historia de la teología
tualmente se asocia este término, pues suele entenderse por (1995, 2a ed.) y mi traducción de la Biblia (Das Neue Testa-
espiritualidad un relleno semirreligioso en el que todo es con- ment und frühchristliche Schriften, 2000, 4a ed.)1. Leí para ello
fuso, fofo, sin bordes fijos ni líneas rectas. Esto se aplica espe- a los primeros cistercienses (Bernardo de Claraval [| 1153],
cialmente al «vasto campo» del ecumenismo y del llamado Werke 1-IX, 1990-1999 [versión cast.: Obras completas, BAC,
diálogo interreligioso. «Espiritualidad» equivale con bastante Madrid 1983-1993]; Guerric d'Igny [f 1157], Ansprachen I
frecuencia a intelectualidad en flotación libre, a pura convic- und II, 1996 y 1998; Guillermo de Saint-Thierry [t 1148],
ción de algún modo edificante pero indeterminable; significa Der Spiegel des Glaubens, 1981, y otros de sus escritos) y al-
predilección por unos temas u otros, simpatías lo mismo que gunas cosas sobre ellos; de los cistercienses modernos, a
antipatías. Pero no se busca una discrecionalidad estética, sino Thomas Merton (t 1968) y M. Assumpta Schenkl.
un apoyo que incluya también un «¡alto!» con signos de admi- Después me ceñí totalmente a las imágenes de la Escritura
ración. Por el contrario, «espiritualidad» en el sentido en que que predominan en ellos, intentando en cada caso entender
nosotros la entendemos tiene que ver con «verdad». Entiendo desde dentro su reveladora relación con la Escritura. De ahí
por tal una comunión de vida sobre todo con Jesucristo que el libro tenga constantemente estos dos centros de grave-
mismo. dad: los planteamientos bíblicos y su asimilación a través de
A este tipo de troquelado de la vida pertenece también, la espiritualidad de los primeros cistercienses. En todo ello, la
desde los comienzos judíos del Nuevo Testamento, la oración cuestión fundamental para mí es, de manera absolutamente
a las distintas horas del día (Hch 3,1; 10,9.30). decidida, nuestro «hoy».

Qué pretende este libro

El presente libro no discute temas bíblicos cualesquiera selec-


cionados con un criterio piadoso, sino precisamente aquellos
aspectos que resultan significativos en el campo que se extien-
1. En lo sucesivo -salvo que se diga otra cosa- todos los escritos neotesta-
de entre el troquelado en la fe y la observancia radical. mentarios y del cristianismo primitivo se citan según esta traducción.
PRIMERA PARTE
LA OFERTA DE LA BIBLIA
1
Las grandes imágenes bíblicas

El fuego

El amor es como fuego


«Tú eres fuego desbordante.
Tú eres agua refrescante.
Tú consumes
y, sin embargo, rebosas de alegría
y liberas de la perdición.
Tú conviertes a los hombres en dioses,
tú transformas la tíniebla en luz,
tú guías el regreso desde el mundo inferior
y obsequias a los muertos con la inmortalidad.
Tú conduces de las tinieblas a la luz.
Tú cierras la puerta de la noche con tu mano.
Tú rodeas el corazón con el resplandor de la luz.
Tú me transformas completamente.
Tú te asocias con los hombres y los conviertes en dioses.
Tú los inflamas con tu amor,
con tu filiación, con tu gracia, por medio de tu Espíritu.
Tú, como Dios, unes de manera maravillosa, lo separado
por ti»
(SIMEÓN EL TEÓLOGO [| 1022], Himno 7).

Si prescindimos del reproche recogido en Ap 3,16, porque


eres tibio, el texto cristiano más antiguo que habla del fuego
del amor procede más o menos del año 140 d.C. y circula bajo
el engañoso título de Odas de Salomón (Oda 3,4-6). El oran-
te cristiano, un místico primitivo de gran categoría, dice:
«¿Quién puede comprender el amor,
a no ser el que es amado?
Yo ardo en amor por el amado, lo amo,
y donde está su descanso, allí estoy yo también.
22 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? LAS GRANDES IMÁGENES BÍBLICAS 23

No seré allí un extraño, Pese a todo realismo, el amor es cosa del hombre entero;
porque no hay envidia lo que exige y promete es demasiado grande para que al
en el Señor Altísimo y Misericordioso». mismo tiempo pueda hacerlo un hombre.
Preguntamos: ¿qué es exactamente lo cristiano del amor
Este valioso documento, que afortunadamente no se puede cristiano? Todo parece indicar que lo cristiano es esto:
estigmatizar ya como «gnosis», es al mismo tiempo una pri-
- Se interpreta como amor el hecho de que Dios sale de sí
mera referencia escueta a una interpretación del Cantar de los
como Hijo y como Espíritu Santo y se acerca al hombre.
Cantares aplicada a la relación cristiana con Dios.
Así, Dios está «cerca de», en el amor mismo.
En el Nuevo Testamento no aparece la conexión entre
- Se puede pedir algo a Dios, y él puede otorgarlo. Esta soli-
amor y fuego. Sólo conocemos la conexión entre Espíritu San-
daridad experimentada se llama amor.
to y fuego y entre Espíritu Santo y amor. Pero el lenguaje neo-
- Dios ama su mundo, a toda criatura, porque es el Creador.
testamentario no llega a dar el paso siguiente, o sea, el de
A ello corresponde, como «universalidad cristiana», la
conectar también amor y fuego.
supresión de todo lo que separa.
Mucho más ricas son las pruebas procedentes de la litur-
- El don de Dios al hombre es todavía más incomprensible
gia (romana) posterior, donde la conexión entre Espíritu San-
que su grandeza.
to, fuego y amor es casi normal: «Envía, Señor, tu Espíritu y
enciende en ellos el fuego de tu amor», dice una conocida ora- Véase como explicación de Jn 10,11-23: «Sucede como con un
ción antigua. En el himno de Tercia se dice bajo el encabeza- pastor que tenía un rebaño de ovejas amenazado por los lobos.
miento «Ojalá se nos conceda ahora el Espíritu Santo»: «Ojalá Cuando llegan los lobos, él va, se pone delante de las puertas del
el amor arda fogoso y contagie también a los más cercanos». aprisco y atrae a los lobos hacia sí, lejos de las ovejas, y éstos lo
despedazan». - «¡Ningún pastor hace eso! Pues un hombre vale
En el himno de Vísperas del sábado, se dice: «Enciende nues- más que las ovejas». - «Salvo cuando ama tanto a las ovejas, las
tro cuerpo (literalmente, lomos) con el fuego del amor», «a fin ama tan loca y desaforadamente, que se olvida de sí mismo y
de que -con esta vestidura- estemos siempre preparados para se sacrifica. La cuestión es el amor que tiene quien hace algo
tu venida». En la oración de Sexta del sábado se dice: así». - «Pero ése es un amor disparatado que no conoce propor-
«Otórganos, Señor, fuego ardiente de amor eterno, para que ción, un amor injusto, sin prudencia ni medida». - «¿Conoces
siempre ardamos en tu amor y te amemos sobre todas las un amor que sea de otro modo? ¿No es esta locura mía mi últi-
cosas, y a los hermanos por ti con uno y el mismo amor». mo y más profundo misterio, no es lo que yo soy? No sacar nada
Finalmente, el himno Ven, Espíritu creador, recoge la invoca- de ello salvo la alegría de que las ovejas vivan, y con esta ale-
ción «Fuente de la vida, fuego, amor». gría ser feliz: ¿no es eso lo que yo soy?» (De K. BERGER, Wie
ein Vogel ist das Wort, Stuttgart 1987, p. 27).

El fuego del amor - Así, lo santo ya no se formula sólo por delimitación, sino
por un apasionado deseo de conquista.
El amor es como fuego, pues es radical y a menudo exige todo - El don de Dios no se experimenta sencillamente como
lo que un hombre tiene. En esto el amor es como el Dios bíbli- fuerza, sino como amor, porque la cuestión es la perma-
co, que, según Dt 6,4-5, exige amarlo con todo el corazón y nencia que nace de la fidelidad. Tendría validez aquí la
con todas las fuerzas. Pero el amor también hace feliz. El anticuada firma con que se remataban las cartas dirigidas
modo en que la Biblia entiende el amor es muy sobrio. Pues a los hijos: «Tu fiel padre».
amor significa hacer algo solidariamente por el otro. De ahí - El fuego extiende su señorío de manera rápida y vehe-
que el amor se acerque a la justicia. Por eso puede Tomás de mente. De ahí que sea una imagen del reino de Dios.
Aquino exigir de los cristianos que sean apasionadamente Purifica y transforma, aun cuando ello pueda ser un pro-
justos. ceso doloroso.
24 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? LAS GRANDES IMÁGENES BÍBLICAS 25

«En la fe en ti busco apoyo, bases del amor. La felicidad consiste a menudo en una alegría
en la esperanza, mi camino, exultante. Así se dice en el prefacio de Pentecostés: «Por eso
pero en el amor a ti soy un pobre mendigo. todo el orbe de la tierra exulta con infinita alegría».
¡Amor, fuego, entrega, venid a nosotros! Quizá la felicidad de quien ama consista en no tener
Guíame e ilumíname, miedo.
fuego ardiente y devorador, Precisamente porque el amor hace feliz, se dan una y otra
pues a causa de mis pecados busco conversión. vez entre los jóvenes movimientos «radicales». La felicidad a
Sé intercesor y consolador, patrono y auxiliador, la que se aspira probablemente sea una igualación, un equili-
en todo lo que pedimos. brio entre dar y tomar, entre expectativa y cumplimiento.
Muéstranos lo que creemos, Quien es radical ambiciona la felicidad.
haz que nos llenemos de lo que esperamos, Preguntamos: ¿por qué para encontrar este equilibrio son
haz nuestro rostro semejante al tuyo, necesarias tantas cosas comparativamente tan dificultosas?
para que podamos decir: "A ti te dice mi corazón: Respuesta: porque son muchas las que se oponen a la felici-
'Mi rostro te busca'"» dad, y sólo por el ardor del fuego han de quedar fundidas.
(Guillermo de SAINT-THIERRY, Seguimos preguntando: ¿no existe desproporción entre el
Oraisons méditatives 9,17). despliegue (el fuego) y la meta alcanzada (encontrarse a sí
mismo)? Respuesta: en realidad, tal despliegue sólo sería des-
proporcionado para una «larga vida en la tierra» (en el senti-
El amor hace feliz. do del cuarto mandamiento). Pero la meta del Sermón de la
montaña es más que eso: el reino de los cielos, la invisible rea-
Desde Immanuel Kant distinguimos rigurosamente entre de- lidad de Dios, de la que no separa muerte alguna. Para que la
ber e inclinación. El «deber» está prescrito por la ley, y sobre muerte sea vencida se precisa algo más que la previsión bur-
él se construye nuestra reciprocidad. La «inclinación», por el guesa. Se debe confiar en el gran impulso con que el Espíritu
contrario, es algo asocial, es amor propio y complacencia en Santo quiere cambiar y transformar el mundo entero. Pues la
uno mismo, dicha individual únicamente. La ética antigua, por mayor parte de la realidad debe devenir otra.
ejemplo la de Aristóteles y la de Séneca, tiende a la «felici- El hecho de que esto tenga que ver con el reino de los cie-
dad», y lo mismo ocurre con la Biblia. Toda idea de retribu- los es ya ahora de gran importancia para la acción. La impli-
ción o felicidad ha quedado eliminada por el hecho de que la cación de la teología cristiana en el nacionalismo entre 1800 y
Reforma (con su renuncia al mérito y a la retribución) y Kant 1950 permite mostrar fácilmente lo que esto significa: a quien
se han potenciado mutuamente. En cierta teología actual, da la anhela el reino de Dios no puede bastarle ninguna clase de
impresión de que Kant se ha impuesto radicalmente. El puro nacionalismo, sino que requiere un universalismo de base
altruismo aparece a menudo como quintaesencia de la ética de cristiana. Así surgen los puentes.
Jesús. Toda diversión, toda alegría, resulta sospechosa.
Sin embargo, según las bienaventuranzas del Nuevo Testa- Dios es fuego devorador
mento, el que ama es ya feliz ahora, no sólo después. Esto
Hb 12,28-29: «Esperamos que este culto sea grato a Dios,
aparece de forma especialmente clara en 1 Pe 4,14: «Dichosos
y queremos realizarlo con respeto y reverencia, pues nues-
vosotros si sois injuriados por ser cristianos, pues el Espíritu
tro Dios es fuego devorador».
de gloria, que es el Espíritu de Dios, reposa ya ahora sobre
vosotros». La cita del Antiguo Testamento en el versículo 29 (véase
Pues donde actúa el Espíritu Santo -como en Pentecos- Dt 4,24; 9,3; Is 33,14) es una de las afirmaciones más impor-
tés-, derriba ya los postes fronterizos y sienta, por tanto, las tantes hechas sobre Dios en la Biblia. También en la «zarza
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ardiente» aparece Dios como fuego (Ex 3,2), y de igual mane- Concreción
ra se interpreta la teofanía del juicio. El fuego sólo se conoce a sí mismo y devora todo lo que no
Junto al fuego que es Dios no «existe» aparte ningún otro puede hacerle frente. Así, Dios es celoso, sólo se conoce a sí
fuego de juicio, infierno, purgatorio o conflagración cósmica. mismo, porque no tolera otros dioses junto a sí. Y nada puede
El fuego es una modalidad aniquiladora del encuentro con hacerle frente, por lo cual todo se consume.
Dios, aniquiladora para todos los que no son ya antes oro puri- Al final, también la muerte es un encuentro con Dios, que
ficado en el fuego. es fuego devorador. Debemos morir, porque no somos Dios,
Las antiguas liturgias desarrollan esta imagen. Así, en la no podemos hacerle frente. Todo devenir y consumirse es un
conclusión de las oraciones latinas de Occidente se dice con lento o rápido arder ante él, por él, por el despiadado ardor del
frecuencia: «...por Jesucristo nuestro Señor, que vendrá a juz- fuego que es él.
gar a vivos y muertos y al mundo por el fuego. Amén». La Lo que llamamos mal, el camino escarpado, no es nada
liturgia exequial etiópica (Becker/Ühlein II, p. 1.000) se diri- especial que haya de explicarse sin Dios. Sólo con Dios se
ge así a Dios: «Señor soberano de las potencias y Dios de to- puede comprender, como fracaso ante su gloria. Es como mo-
da misericordia, revestido de fuego, cuyo semblante de fuego rir quemado. Así sobre todo se hace visible Dios; es lamentar-
llamea, chispeante espada de fuego, jinete sobre fogosos se y quejarse en el mundo porque no somos Dios.
corceles». También Auschwitz tiene que ver con este reverso de Dios.
«Mucho me consoló No sólo muestra adonde llega el hombre sin Dios. El campo
el no haberme consumido ni haber sido devorado de exterminio organizado desde una perspectiva pequeñobur-
como la cera ante el fuego..., guesa señala también la diferencia en toda su profundidad. La
pues de esa luz me separaban mundos. culpa surge siempre allí donde sacamos conclusiones falsas
Del todo la encontré en verdad del hecho de que no somos Dios, donde queremos disimular
lo mismo que un fuego en medio de mi corazón... esto, donde queremos levantar una presa con material frágil e
Tembloroso e incapaz de contemplar su resplandor, imaginario -nuestras disculpas y justificaciones, nuestras ten-
creí más conveniente tativas- para culpar a otros.
esconderme... y vivir en la tumba... Pero precisamente en el lugar donde los hombres preten-
que perecer totalmente devorado por ese fuego» den levantar el dique de la desdicha ha actuado también Dios.
Precisamente allí ha levantado un muro de protección a prue-
(SIMEÓN EL TEÓLOGO, Himno 11). ba de fuego, tras del cual podemos refugiarnos. Precisamente
en ese lugar. Se dice que Adán, el primer hombre, fue enterra-
do en el Gólgota, y por eso vemos a menudo al pie de la cruz
«Realmente Dios es un fuego. Así lo dijo el Señor. Él vino
la calavera y los huesos de Adán. En el lugar de la muerte es
para traerlo a la tierra. Pero ¿a qué tierra? Házmelo saber.
vencida la muerte por un muerto.
A todos los hombres cuyas reflexiones son terrenas.
Quería él que en todos ardiera. Dios mismo, movido por una misericordia inconmensura-
ble, ha construido el único muro que puede proteger contra el
Sin duda sabes que este fuego es inaprehensible, que
fuego que es él mismo. Quien esté a su abrigo no se quemará.
es increado y se hurta a toda mirada. Se une con las almas
Así nos protege Dios de sí mismo, del ardor de su gloria, que
donde fluye con caudalosa corriente el aceite del amor. Así
todo lo abrasa. Sólo él podía brindar esta protección. En el
como la lámpara y la lumbrera que vemos se enciende
lugar que pedía a gritos acción, en el lugar donde nos hicimos
cuando se pone fuego cerca de ella, así toca las almas un
culpables actuando en Adán y donde volvimos a hacernos cul-
fuego divino que las hace inflamarse»
pables en relación con Jesús, justamente allí, Dios ha actuado
(SIMEÓN EL TEÓLOGO, Himno 21), protegiéndonos de sí mismo.
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Detrás de este muro cortafuegos, que es Jesús, el Hijo quienes, con nuestros intentos de agradar, la hemos hecho
único, estamos seguros. Así, mediante su Hijo, Dios ha limi- derivar de él.
tado el poder de ese fuego que es él mismo. Precisamente lo ¿Puede ser que las Iglesias adolezcan de que nadie hable
que era ilimitado, la muerte, que afecta a todos, a lo ilimita- más positivamente sobre la soledad? ¡Pues en ella se encuen-
damente poderoso, lo ha limitado mediante este singular y da la fuente de la fuerza!
sólido muro fronterizo. La autolimitación de Dios es como la En un himno, la poetisa Gertrud von Le Fort hace decir a
victoria de Dios sobre su propia gloria. Pues, por amor, ha la Iglesia de sí misma: «Llevo todavía en mi seno los secretos
como olvidado su gloria y, con ello, una parte importante de del desierto..., del desierto vengo de nuevo como la fortaleci-
sí. En ese momento se hizo visible algo nuevo. Así quiso él da y bendecida. Todavía tengo flores silvestres en el brazo...».
finalmente, no aniquilar a los otros como exigían necesaria- Todas las grandes experiencias de Israel tuvieron lugar en
mente su grandeza y las proporciones, sino divinizarlos. el desierto: junto a la zarza ardiente, en el Sinaí, cuando llovía
El cristianismo es el barrunto de que la fuerza de succión maná o mirando a la serpiente levantada. Así también Jesús:
que debía conducir a la pura aniquilación se ha desviado a sólo tras cuarenta días de penosa lucha con el adversario en el
mitad de camino en la dirección opuesta. Este cambio de desierto, puede anunciar el Evangelio. Allí, Jesús ayunó y
dirección es el único verdadero milagro. venció al adversario.
A menudo, durante las vacaciones buscamos los rincones
solitarios de las montañas o de la playa, donde no hay más que
El desierto paisaje, rocas o arena, viento, pájaros, sol o mar. Son paisajes
como los bíblicos, y en ellos se pueden tener experiencias lite-
Jesús sólo pudo ir entre la gente y comenzar su difícil camino ralmente bíblicas.
después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches en Tomemos sencillamente la palabra al paisaje del desierto.
el desierto y haber vencido al diablo. «Desierto» significa Quien empieza a sentirse en casa dentro de esa vastedad no es
resistir a la soledad. Israel, a su vez, tuvo todas sus grandes ex- ya el mismo que se puso en marcha. Me vienen a la mente un
periencias en el desierto, desde la zarza ardiente hasta la pre- par de jirones de experiencias de desierto realizadas en
dicación de Juan el Bautista, pasando por el Sinaí y el maná Oriente Próximo. Por un lado, en el desierto sólo sobrevive
en el desierto. En él obtiene la fuerza para vivir. quien conoce sus secretos.
Por otro, la arena roja y fina se mete en cada poro. Sólo el
Concreción largo lienzo de algodón que uno se enrolla en torno a la cabe-
za impide que el cerebro se derrita. El silencio resuena en los
Según una sentencia árabe atribuida a Jesús, éste dijo: «La oídos acostumbrados al ruido. Matorrales abrasados por el Sol
busca de Dios consta de diez partes: nueve de silencio y una constituyen ornamentos negros afiligranados sobre la arena
de soledad». Hay momentos en la vida en que se aprende lo luminosa. Sus raíces, del grosor de un brazo, se ocultan a los
que esto significa. En nuestras predicaciones hablamos siem- ojos de los extraños.
pre de comunión y comunicación, de relaciones, comunidades El ritmo del desierto es siempre el mismo. Levantarse
y contactos personales. Pero, por pura correctness, nadie tiene antes de que claree el día, café y pan blanco junto al fuego.
el valor de decir cómo fueron realmente las cosas: que Jesús Hacer paquetes y atarlos cuidadosamente sobre los camellos
nunca oró junto con sus discípulos, sino siempre solo; que de carga. Cabalgar. La pálida luz todavía arranca a las dunas
para orar se retiraba al desierto o a la montaña -ambas cosas brillos gris sal, naranja intenso, amarillo ocre y rosa pastel.
significaban más o menos lo mismo-. Jesús no era precisa- Pero el Sol rápidamente colorea todo de blanco resplande-
mente un compañero, el Nuevo Testamento desconoce la ciente. Lo más tardar a las once, el descanso de mediodía: bus-
expresión «hermano Jesús». En realidad, somos nosotros car leña, cocinar, beber té, esconderse bajo un tamarisco o
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bajo el saliente de una roca. Así dejaban pasar el tórrido tiem- ¿Qué dice Dios en el desierto? ¿Por qué Jesús sale de él
po los nómadas hace ya miles de años. Hacia las cinco, la luz fortalecido y no debilitado? ¿Por qué la Iglesia sale de la sole-
se hace dorada, y el viento, más suave. Entonces se prosigue. dad y no de la masa? Porque ahí se produce una concentración
Las piedras están colocadas como si unos gigantes hubieran en lo esencial: reconocemos con agradecimiento que existe la
estado jugando con ellas a construcciones y de pronto se vida y no sólo la muerte. Los colores puros del desierto de la
hubieran cansado de su juego. Las rocas reinan como castillos playa influyen sobre nosotros y nos transforman. El orante
en la rocalla. El calor ralentiza todo movimiento hasta con- solitario comprende en su experiencia de desierto que Dios no
vertirlo en un transcurrir fluido. Se habla menos, pero se ve es una cosa, no es ninguna de las cosas del mundo. Y tras la
más. Nada más que viento, arena y piedras. Si la mirada se soledad del desierto también la comunidad de los hombres se
aparta de la arena y vaga sobre la cumbre de las montañas comprende una y otra vez como un regalo, y no simplemente
hasta el cielo abovedado, también el alma se aparta y se ensan- como algo dado ni como gris uniformidad.
cha. Los dibujos del viento trazados nítidamente en la arena se Ya el filósofo Overbeck, amigo de Nietzsche, observó que
hacen más claros; los pensamientos, menos importantes. El los Padres del desierto, nuestros Padres monacales de los si-
desierto le quita al hombre prisa y vanidad. Lo que queda es glos ni, iv y v, se enfrentaron al menos a la exigencia bíblica
dignidad -perfectamente visible en las mujeres nómadas. de pureza radical. A diferencia de nosotros, tan acomodados,
El desierto tiene algo que ver con Dios, porque en él sólo «al menos ellos intentaron lo imposible». Entre ellos se trans-
queda la vastedad y nosotros mismos. Y esta pregunta: ¿qué miten palabras de Jesús como la que, traducida más tarde al
grado de silencio debe alcanzar el hombre para oír realmente árabe, he citado antes: «La busca de Dios consta de diez par-
la voz de Dios? Por Jesús sabemos que, allí donde comienza les: nueve de silencio y una de soledad».
el silencio, no sólo se encuentra Dios, sino también el diablo, Quien viene del desierto sabe lo que significa estar, des-
y que éste equivale a la pura desesperación y a la sórdida falta nudo e indefenso, a merced de la gran tormenta de arena y la
de sentido. No, Jesús no era ningún romántico. sed mortal. Que toda vida vive sólo por gracia. Quien viene
Pero ambas cosas, luz y sombras nítidas, calor y frío, tor- del desierto ha tenido la oportunidad de comprender que todo
mentas de arena y absoluto silencio, siempre tomadas juntas, lo esencial es sencillo. Quien viene del desierto ha compren-
señalan lo único que es esencial. Así pues, en el desierto la dido que todo lo esencial es don. Que nada tenemos, salvo
cuestión es la vida y la muerte. Y la primera pregunta de toda nuestro corazón y nuestros ojos.
filosofía: ¿cómo es posible el gran milagro de que, en medio
de tanta muerte, haya, sin embargo, de vez en cuando, una Al número de estas cosas simples pertenece también la
planta, vida y agua potable? Hay que mirar con asombro el experiencia fundamental de que Dios es santo y nosotros no.
milagro de la vida. Una de mis estudiantes perdió de manera horrible a su hijo de
Y antes aún luz y arena, luz y figuras con sombras, una y seis años. Tras un choque frontal con un vehículo cuyo con-
otra vez luz. El desierto gira en torno a ritmos que duran mu- ductor estaba ebrio, su coche empezó a arder. Tuvo que pre-
cho más tiempo que nosotros, como el del día y la noche. senciar cómo su propio hijo, que había quedado aprisionado,
Lo mismo se puede decir del desierto de la playa, con su rit- moría quemado vivo. Me decía con lágrimas en los ojos:
mo de flujo y reflujo. Los salmistas ven en ello un cántico «Nunca he sentido más radicalmente la santidad de Dios. Que
construido como el ritmo de nuestros cánticos: espiración y nosotros no somos Dios y que Dios es santo y excelso, antes
aspiración. que nada».
En la vastedad del desierto llegamos a sentir lo pequeños Quien viene del desierto puede comprender el regalo que
que somos y lo que el salmista quiere decir cuando afirma: supone, en la vastedad del espacio cósmico y de nuestro mun-
«Como dista la aurora del ocaso, así has alejado mi culpa de do, el hecho de que dos personas permanezcan fieles una a
mí». otra, a menudo en silencio la una junto a la otra.
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Quien viene del desierto sabe de la maravillosa luz, su oración en el desierto. Puesto que todo tiene consecuencia
clara y brillante, de la presencia de Dios, como en la zarza corporal directa, impregna hasta la última fibra de su cuerpo.
ardiente. Como cuando la gloria de Dios hace liviano todo lo oneroso,
En la soledad del desierto, Dios sigue siendo el rico. Allí acaba con todo lo triste. Como cuando, no obstante, todo pro-
y sólo allí nos regala con sobreabundancia, cuando hemos lle- cede de él solo: «Hemos visto su gloria». La transmitimos
gado a ser completamente pobres. como amor. En el silencio percibimos lo que es necesario, y
Y la Iglesia viene del desierto. Nos figuramos que viene de entonces amamos radical e inequívocamente.
una agradable reunión; en el mejor de los casos, de cenas fes- Cuando recordamos que hemos visto su gloria con los pas-
tivas en las que una comunidad, como se dice tan bellamente, lorcs en el pesebre y con las mujeres en la tumba vacía, que
se celebra a sí misma. Vemos todo eso de manera demasiado con corazón palpitante hicimos bautizar a nuestros hijos, y
superficial. Una Iglesia no es una asociación basada en intere- recordamos el comienzo de nuestra fe junto a la zarza ardien-
ses ni una asamblea de propietarios. Una Iglesia son personas (e, nos resulta más fácil ser justos con pasión, porque el
que se encontraron en el desierto y que soportaron juntas el desierto es radical y sólo admite la vida que es fuerte y de raí-
silencio de Dios. Por eso era tan digna de crédito la unidad de ces muy hondas.
confesiones que surgió en los campos de prisioneros del Este
hasta 1954. Y por eso es tan poco sostenible un ecumenismo
nacido, de manera generalmente superficial, en torno a un café La gracia del desierto
con pastas.
Un desierto es siempre una emergencia, como la cautivi- La imagen del desierto es ambivalente. Por un lado, significa
dad bajo Stalin, como los encuentros en el hospital. También la lejanía de Dios:
puede llegar a ser una emergencia tener que pasar juntos e «Lejos de ti huí, Dios de bondad,
inmovilizados un par de días lluviosos en un espacio reduci- el desierto fue mi morada.
do. O cuando, por vez primera en nuestra vida, debemos qui- Me escondí de ti, amable Señor.
tarnos los zapatos, por decirlo con esta imagen, porque nos Rodeado por la noche de los cuidados de esta vida,
vemos cerca de Dios. cargué con muchos dolores y heridas...»
La Iglesia viene del desierto porque nació en una situación
extrema, en medio de la persecución y al pie de la cruz. Por (SIMEÓN EL TEÓLOGO, Himno 33).
eso sobre todo, tiene razón Agustín cuando dice que la Iglesia
es la comunión de los que aman lo mismo. Se refería en reali- Pero, por otro, es el lugar de la preparación radical para el
dad a la fuerza con que estamos apegados a la vida misma. encuentro con Dios.
Pues la Iglesia tiene algo que ver con Dios, con la vida en En un sermón de Adviento (el 4), Guerric d'Igny recuerda
situaciones límite, con la vida y la muerte, el nacer y el morir, la voz del que clama en el desierto: «Preparad el camino del
el júbilo y la liberación. Señor» (Is 40,3) e invita a considerar la «gracia del desierto»,
El Dios que aparece en la zarza ardiente nos dice que sólo a saber, la «bendición de la soledad, que ya desde el comien-
él es santo; nadie más, ni hombre ni mujer, ni tabú alguno, zo del tiempo de gracia sirvió para consagrarse al retiro de ios
sino únicamente él. Por eso mujeres y niños son tan impor- santos». Sin embargo, ya antes de Juan el Bautista, «los más
tantes en el mensaje de Jesús. Por eso la corporalidad es tan santos de entre los profetas | habían | intimado con el desierto,
significativa cuando las mujeres lo tocan o ungen, o cuando de el ayudante del Espíritu» (I Re 17,2-6; 19,3-14). Sin embar-
sus manos reciben revividos a sus muertos. co, Jesús otorgó al desierto una gracia aún mayor, pues en los
Esta luz y claridad, en la que interior y exterior se han cuarenta días de su estancia en él «lo purificó y consagró
convertido enteramente en uno, la ha traído consigo Jesús de como lugar nuevo para la vida nueva». Venció al diablo en
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favor de aquellos que «más tarde habían de ser moradores del a la muerte y la necesidad de autoafirmación son cosas iluso-
desierto». Así, hay que perseverar en la soledad y dejarse ali- rias». Cada cual es un desierto: pobre, solo y necesitado1. En
mentar con el pan de los ángeles. Guerric recuerda también las este desierto hay que encontrar a Cristo.
multiplicaciones milagrosas de alimentos para quienes habían
seguido a Jesús al desierto, y cita las promesas de la Escritura: VA camino
«Fructificarán hermosos parajes en el desierto» (Sal 65,13) y
«Extranjeros encuentran su alimento en el desierto, converti- El llamamiento «Preparad el camino del Señor», de Is 40,3,
do en tierra fecunda» (Is 5,17). Y, puesto que las palabras de se oyó muchas veces en tiempos del Nuevo Testamento. Se-
los sabios se oyen mejor en el silencio (Qo 9,17), la palabra de gún uno de los textos de Qumrán, un grupo entero se entendió
Dios puede infiltrarse misteriosamente en el hombre cuando en este sentido como «voz del que clama en el desierto». En
éste mantiene un profundo silencio en su interior (Sb 18,1- Me 1,3 se dice lo mismo de Juan el Bautista, el que predica en
15). El «desierto», por tanto, equivale a la soledad y oculta- el desierto. Así, no resulta sorprendente que «el camino» lle-
miento del corazón callado. Y quien prepara el camino en el gara a ser la denominación más antigua que la comunidad
desierto «orienta su vida hacia una austeridad mayor». cristiana se dio a sí misma.
Cristo es para Guerric el cordero procedente de la roca del
desierto (tradición rabínica acerca de Ex 17,6; Nra 20,7-11; /:'/ camino que conduce a la salvación
véase 1 Co 10,4); él interpreta dicha roca como María, lo
mismo que los rabinos la interpretaban como la Sabiduría. En este punto hay que preguntar: ¿dónde es «camino» la ima-
Así, Jesús es roca de la roca. Junto a la interpretación cristo- gen del camino «interior» del hombre? En Mt 21,32 se puede
lógica de 1 Co 10,4, Guerric recurre, por tanto, a la tradición traducir: «Juan el Bautista os mostró el camino recto, tal co-
judía e interpreta tipológicamente la salvación de la época del mo Dios lo quiere...». También en las demás expresiones -el
desierto. «camino de la paz», «de la vida», «de Dios», «de la salva-
ción», o bien, por el contrario, «de la perdición»- se pone
siempre ante los ojos una meta lejana que, desde la perspecti-
El desierto que debemos atravesar va del que habla en cada caso, por regla general todavía no se
ha alcanzado. La apropiación activa del camino significa
Bernardo de Claraval distingue tres clases de desiertos espiri- seguirlo, «caminar por él». En la mística posterior se habla de
tuales, de los que cada vez debemos «subir» y que hemos de los diferentes grados de la perfección, una imagen que se pres-
«atravesar». El primer desierto es la desconsoladora transito- ta muy fácilmente a confusión si se utiliza para hablar de una
riedad del ahora. El segundo es la humildad de la pureza cris- realidad simple y evidente.
tiana; se llama desierto a este lugar, porque en la mayoría de Pues en la condición cristiana no existe simplemente el sí
los casos se está solo en él, casi nadie imita a Cristo. El tercer o no, ni la disyuntiva o... o; la condición cristiana es siempre
desierto es la integridad e inocencia, «ser santo en cuerpo y un camino. En las cartas del apóstol Pablo se le llama «imi-
alma». Tarea de los cristianos es «subir del desierto de la tran- tar»; en los evangelios y el Apocalipsis de Juan, «seguir»; y
sitoriedad presente, por el desierto de la simplicidad humilde, estos escritos están insertos en una Biblia que no se limita
hasta el desierto de la pureza totalmente íntegra». simplemente a la «doctrina verdadera», sino que se centra
Guillermo de Saint-Thierry habla de la «inmensidad de mi siempre, desde el primero hasta el último libro, en historias.
desierto, del dilatado vacío de mi corazón». Muy poco es lo Son historias de salvación y redención, también de la huma-
que puede encontrar en él (El espejo de la fe, 121). nación de Dios. Todo requiere períodos de tiempo. Sólo el
Según Thomas Merton, sigue siendo válido esto: «En el
I. Th. MURTÓN, Rain and the Rhinoceros. citado según ID., Zeiten der
desierto de la soledad y del vacío queda patente que el miedo Stille, ed. por B. Schellenberger, Freiburg 1992, p. 18.
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final es como el relámpago, pero eso constituye precisamente mal». La comunidad todavía no está tan avanzada; de ahí que
su distinción con respecto a todo lo precedente. el autor deba dosificar cuidadosamente la doctrina de la justi-
En este camino, el hombre está necesitado de guía; por eso cia (obtenida por Jesús, el sumo sacerdote) que, no obstante,
los ciegos no sirven como guías de ciegos. Por eso el Salmo expone a continuación.
23 pertenece al repertorio básico de las oraciones de judíos y Estas explicaciones se deben entender también como una
cristianos. En la Iglesia antigua se llamaba a la introducción crítica del modo ordinario de comprender la «espiritualidad».
en los misterios de la fe «mistagogía», y estaba claro que tal Kn ellas, efectivamente, el problema de la vida espiritual no
guía requería mucho tiempo. En este camino se trataba de queda reducido a «vivencias». Se trata más bien, lo mismo
mostrar, por tanto, «que Dios es esencialmente el inconcebi- que en la instrucción bautismal (catecumenado) y en el curso
ble; que su inconcebibilidad crece, y no mengua, cuanto más para principiantes (noviciado), de una fase de aprendizaje y de
correctamente se entiende a Dios, cuanto más cerca de noso- avance comprobable. Dejarse convencer y formarse convic-
tros... llega su amor; ...que él llega a ser nuestra "dicha" sólo ciones es un proceso que desborda lo simplemente irracional.
cuando se le adora incondicionalmente» (K. Rahner). En lugar
de los «grados de conocimiento» o los «grados de perfección» En esto radica un punto esencial de la crítica a la concepción
actual de la tolerancia. En dicha concepción se presupone siem-
se ponen, por tanto, diferentes estadios de acercamiento. Pero pre que el interlocutor correspondiente está «preparado» y es
la realidad es la misma. También la imagen paulina de los fru- «plenamente adulto». El origen de sus convicciones es tan tabú
tos, por ejemplo los del Espíritu Santo según Gal 5,22, presu- como su modificación. Ambas cosas quedan relegadas al ámbi-
pone -como sucede con todo fruto- un crecimiento lento. to de lo irracional y se identifican con Ja «esfera privada». Esto
El año litúrgico y la liturgia de las horas están referidos al afecta ya a la educación escolar: un aprendizaje gradual posee
ritmo de la vida. En virtud de dicho ritmo, y a través de él, claras ventajas con respecto a la defensa de posiciones tomadas.
llega uno a ser, en el transcurso de su vida, cristiano. Precisa- En esto radica también la verdad de los «grados de perfección»
mente porque ese llegar a ser es lo decisivo, Pablo habla repe- monásticos. Esta expresión se echó a perder por una errónea
comprensión mecánica.
tidamente de las fases (etapas, grados) para llegar a ser cris-
tiano. Así, por ejemplo, en 1 Co 3,1-3: «Queridos hermanos y
hermanas, desgraciadamente no pude hablaros como a per- El hombre en camino
sonas que habían recibido el don del Espíritu de Dios. Por
desgracia, seguíais siendo personas débiles, susceptibles, El hombre moderno es muy sensible a la imagen bíblica del
muy mediocres, en cuanto cristianos más bien niños de pecho camino, pues se pasa gran parte del día «en camino».
v todavía inmaduros. Así. sólo pude daros leche, y no alimen- La imagen del camino tiene hoy el significado especial de
to sólido alguno, pues todavía no lo podíais soportar ni aún ser una negación de todo perfeccionismo en la fe; significa
lo soportáis al presente. Pues todavía sois personas demasia- lijar la atención en que vamos por un camino lleno de incerti-
do mediocres». Parecido es lo que dice en 1 Tes 2,7 (la nodri- dumbre y riesgo (P. Wust)
za todavía alimenta a los niños). Según eso, para Pablo el lle- A la incertidumbre se añade la inquietud, que caracteriza
gar a ser cristiano es un proceso largo con diferentes estadios. el camino entero del hombre. Se puede de nuevo alcanzar a
Hb 5,12-14 está formulado de manera llamativamente entender la equiparación bíblica de descanso y patria, también
semejante: «Pues debiendo ser ya maestros en razón del tiem- en el sentido de patria eterna junto a Dios como final del cami-
po ...estáis necesitados de leche en lugar de manjar sólido. Lo no terreno. Por esa razón, el antiguo género de la bendición
mismo que un lactante, todavía no podéis digerir los bocados- para el viaje (especialmente cultivado en Irlanda) revive con
sólidos de la «doctrina de la justicia. Esta es cosa de aventa- intensidad:
jados que, en virtud de su capacidad de discernimiento apren- «Cristo conmigo, Cristo delante de mí, Cristo en mí,
dida mediante la experiencia, pueden ya juzgar del bien y el Cristo debajo de mí, Cristo sobre mí».
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«Que yo encuentre la vía que conduce hasta la puerta de tu La imagen del camino implica que uno cambia a lo largo
gloria». de él y anhela la meta. Cuando la meta es lo principal, hasta el
«Que Dios se apresure a venir a tu encuentro en el camino hambre y la sed de la marcha pierden importancia. La palabra
por donde vas». de Jesús, «Yo soy el camino» (Jn 14,6), enseña que el buen
«Ligera descanse la tierra sobre ti al final de la vida, camino es un don.
de manera que puedas sacudírtela rápidamente
y huir por tu camino hasta Dios...».
«Que tu vía corra a tu encuentro. Camino y vía crucis
Que el viento esté siempre a tu espalda.
Que el Sol te caliente el rostro Cuanto mayores se hacen los seres humanos, tanto más inten-
y la lluvia caiga mansa en tus campos. samente perciben los sufrimientos que pueden determinar la
Y, hasta que nos veamos de nuevo, vida humana, de manera especial a partir de los 65 años. Se
que Dios te tenga en la paz de su mano». redescubre la vieja imagen del vía crucis. Las catorce estacio-
nes del camino de sufrimiento de Jesús (desde la traición de
Judas hasta el entierro) -desarrolladas a menudo en el barro-
¿ Es el camino la meta ? co con inclusión del paisaje- representan el camino de Jesús y
de cada vida individual. Con frecuencia, el camino nos hace
Por otro lado, hoy es frecuente la opinión de que el camino es ascender lentamente por una montaña empinada. Los sufri-
ya la meta. La búsqueda sustituye, por consiguiente, todo mientos se entienden físicamente, pero los acompaña también
esclarecimiento de las ideas sobre la meta. la catarsis (purificación). Esto significa que con la apropiación
Considero esta opinión pastoralmente irresponsable, por- del sufrimiento ajeno se esclarece, supera e integra también el
que un día u otro resulta muy necesario hablar (también entre propio. Cada vida individual es así un camino. Si uno no ha de
cristianos) de las ideas sobre la meta. ¿Acaso es realmente ser el primero en recorrer el camino del sufrimiento y, por
deseable, por ejemplo, una existencia en torno sin dolor? ¿No tanto, no ha de recorrerlo solo, el sufrimiento es vencido por
están las ideas sobre el cielo excesivamente determinadas por el sufrimiento. Precisamente porque la meta de este camino es
lo clerical? ¿Se debe orientar al hombre hacia una vida cada la cruz, se encuentra al final el perdón. La cruz se convierte en
vez más larga? ¿Debe llegar a realizarse? ¿Es la meta que los la puerta de entrada al cielo.
derechos humanos se cumplan plenamente? ¿Es la conciencia Esta afirmación fundamental de la curación de lo seme-
subjetiva la última instancia normativa en lo que a las ideas jante por lo semejante es válida (no sólo en la homeopatía pos-
sobre la meta respecta? Hay que preguntar, en suma: ¿nos ele- terior, sino también) en Bernardo de Claraval: las heridas de la
gimos la meta o estamos sólo en la búsqueda? ¿Cuántos hom- conciencia se curan mediante la consideración (meditación)
bres hay aún que pueden decir: «Con 66 años, de hecho me he de las heridas de Cristo.
acercado más al comienzo de la verdadera vida» (Hermann
Kiefer)? Contrariamente a la opinión habitual de que el cami-
no es la meta, se debería destacar con claridad que el camino Guiar por el camino que conduce a la luz
entero sólo se emprende en razón de la meta, De ahí que sea
muy necesario reflexionar sobre la dirección. Por eso en el La imagen de la luz, importante en este libro, conecta con la
Nuevo Testamento la expresión «camino» aparece normal- imagen del camino y del acompañamiento en el camino en
mente explicada con un sustantivo que la precisa más, que una oración de John Henry Newman que acompañaba diaria-
indica hasta dónde conduce en cada caso el camino (paz, sal- mente al estudioso del Nuevo Testamento, Josef Blank, muer-
vación, justicia, Dios). to hace unos años:
40 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? LAS GRANDES IMÁGENES BÍBLICAS 41

«¡Guíame, luz amorosa, en medio del cerco de tinieblas, de la ambigüedad de la palabra exitus, que puede significar
guíame! «salida» y «muerte». El salmo 114, utilizado en el ritual de
Es noche cerrada, la patria todavía está lejos, ¡guíame! exequias, empieza adecuadamente con las palabras: «Cuando
¡Protege mi pie! No ansio ver un desfile de imágenes Israel salió de Egipto...». Con ello, el entero proceso de morir
lejanas: se convierte en el camino desde Egipto hasta la Tierra
un paso me basta. Prometida. Morir pasa a ser una peregrinación desde la tierra
(Egipto) hasta el descanso (o la patria) que ya está dispuesto.
No fui siempre así, no he sabido pedir: ¡guíame tú!
Donde el morir se entiende como camino, se precisa una
Mirar el camino, elegirlo, me encantaba. Pero ahora
especial bendición para el viaje; un ejemplo de ello se encuen-
¡guíame tú!
tra en la liturgia copta de difuntos (Becker/Ühlein II, p. 850):
He amado el día deslumbrante, y algún año, pese al miedo,
el orgullo rigió mi corazón.
«Dígnate enviar desde lo alto por delante de él un ángel de
Olvida lo que fui.
justicia, un ángel de paz,
Por largo tiempo me ha bendecido tu poder. Ciertamente que lo conduzca hasta ti sin temor.
me sigues guiando. Que la rabia del dragón se demuestre vana,
Por ciénagas y pantanos, por rocas y torrentes, hasta que la que las fauces de los leones estén cenadas.
noche pase, Que los malos espíritus sean dispersados.
y con la mañana el ángel haga resplandecer junto a la Que la gehenna del fuego sea extinguida.
puerta las sonrisas Que el gusano incansable encuentre el descanso.
que siempre he amado y que en ocasiones perdí». Que el difunto se agregue al coro celestial
en el seno de Abrahán, Isaac y Jacob en tu reino».
El acontecimiento de la Pascua como camino
En dos lugares recuerda la liturgia de la Iglesia la salida de El principio del camino corto
Egipto: en la noche pascual y cuando muere un cristiano.
En la liturgia de la noche de Pascua, el cirio pascual se Encontramos también en el ámbito de la mística: «No has de
compara con la columna de nube que precedió a los israelitas atravesar los mares, no has de traspasar nube alguna, ni has de
en su camino desde Egipto hasta Palestina pasando por el mar cruzar los Alpes. El camino que te fue indicado no está lejos.
Rojo. Dicha columna de nube o cirio pascual es imagen de Sólo has de ir hasta ti mismo al encuentro de tu Dios»
Cristo, que nos precedió en el camino que lleva hasta la sal- (BERNARDO DE CLARAVAL, Sermón 1 de Adviento, 10).
vación. Cirio, columna de nube y Cristo quedan, por tanto, Bernardo recoge la imagen veterotestamentaria: no has de
tipológicamente «conectados». viajar lejos, lo bueno y necesario se encuentra muy cerca (Dt
«Esta es la noche en que la columna de fuego esclareció 30,12-14). En el Antiguo Testamento se trata de la ley; en
las tinieblas del pecado. Esta es la noche en la que, por toda la Pablo pasa a ser la confesión de Jesús con el corazón y la boca
tierra, los que confiesan su fe en Cristo son arrancados de los (Rin 10,6-9). Ya en el Evangelio de Tomás (logion 3) se saca
vicios del mundo y de la oscuridad del pecado, son restituidos de ahí el conocimiento de sí:
a la gracia y son agregados a los santos. Ésta es la noche en «Dijo Jesús: "Si aquellos que os guían os dijeren: "Ved, el
que, rotas las cadenas de la muerte...» (del Exsultet, el cántico Reino está en el cielo', entonces las aves del cielo os toma-
de alabanza al cirio pascual en la liturgia latina). rán la delantera. Y si os dicen: 'Está en la mar'; entonces
La muerte del cristiano se compara con la salida de Egipto los peces os tomarán la delantera. Mas el Reino está [por
de una manera totalmente distinta. La liturgia saca provecho doquier en este mundo] dentro de vosotros y fuera de
42 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? LAS GRANDES IMÁGENES BÍBLICAS 43

vosotros. Cuando lleguéis a conoceros a vosotros mismos, Así -en analogía con la noción egipcia de rey- se aguarda a
entonces Dios os conocerá y elegirá, y caeréis en la cuen- Dios como «Sol de justicia» (Malaquías). La gloria de Dios se
ta de que sois hijos del Padre Viviente. Pero si no os cono- concibe como resplandor luminoso.
céis a vosotros mismos, estáis sumidos en la pobreza y sois En consecuencia, mediante la luz Dios realiza transforma-
la pobreza misma"». ciones en forma de transfiguraciones. Así, el rostro de Moisés
brillaba «como el Sol», y del mismo modo precisamente bri-
Bernardo conoce esta idea. Pero no la aisla, y la formula llarán también al final los justos transfigurados por Dios. Algo
con suma audacia: has de ir al encuentro de Dios, o sea, hasta parecido sucede cuando el rostro de Esteban brilla como el de
ti mismo. Pues al conocimiento de sí corresponde el conoci- un ángel (Hch 6,15). De ahí que el brillo del rostro (de los
miento de Dios. Pues Dios ya ha actuado en mí. En este ojos) pueda también representar en general una corporalidad
mismo sentido dice Guerric d'Igny: «Con cada avance, el modificada. Pues quien tan fundamentalmente se ha converti-
Señor para cuya llegada está preparado el camino viene a do en otro puede también caminar sobre el mar -no sólo des-
nuestro encuentro siempre de nuevo y cada vez mayor» pués de la resurrección- y entrar atravesando puertas cerradas.
(Sermón 5 de Adviento). Lo mismo que la luz penetra rápidamente e ilumina sin
violencia, lo mismo que da claridad y fomenta la vida, así pre-
cisamente actúa también el Dios de la Biblia.
La luz Casi todos los ámbitos a los que se dedican afirmaciones
religiosas se pueden comprender mediante la imagen de la
La imagen de la luz es para la religión de la Biblia de la mayor luz:
importancia. Esto se debe probablemente a la estrecha rela-
ción existente entre luz y vida. Esta conexión es patente: en la - Puesto que la luz implica la posibilidad de conocer y per-
tiniebla -pese a algunas excepciones- nada puede prosperar cibir algo, la imagen de la luz representa que el Evangelio
realmente. Puesto que el Dios de la Biblia es el Dios de la se puede percibir y comprender («elementos cognitivos»).
vida, resulta fácil de entender también la realidad simbólica de - También es importante la luz que se precisa para el cono-
la luz. En las catacumbas paleocristianas se encontraban las cimiento de sí.
palabras FOS (luz) y ZOE (vida) dispuestas en forma de cruz. - Quien vive sin Dios está en la tiniebla; quien es capaz de
Surgió así un signo secreto de Jesús: creer en él, en la luz.
- Bien y mal se oponen entre sí como luz y tiniebla.
F - Lo mismo que la luz no conoce límites, también el profe-
ZOE ta, o el pueblo de Dios, es designado, según el Segundo
S Isaías, «luz de las naciones» (Is 42,6; 49,6). El Nuevo
Testamento aplica esta afirmación a Jesús y sus mensaje-
ros. Y si los magos paganos vienen a adorar a Jesús, es que
Qué puede significar la luz para los pueblos paganos ha amanecido una luz.

La luz penetra sin violencia; por eso puede representar de Debido a la significación litúrgica del cántico de Simeón,
manera especial el modo en que Dios actúa en el mundo. Y «Ahora, Señor, puedes dejar a tu siervo irse en paz...» (Le 2),
esta afirmación sobre la luz de las naciones adquiere especial
por eso, cuando Dios «irrumpe» en el mundo, tal hecho se significación en la liturgia. Según Guerric d'Igny, Simeón
describe una y otra vez como una visión luminosa. Tales visio- mismo se convierte en el portador de la luz (porque tomó en bra-
nes se producen desde el cielo, porque de allí procede la luz. zos a Jesús; los monjes son portadores de luz): «Tú no lo llevas
Por eso se puede comparar a Dios una y otra vez con el Sol. sólo en las manos, también en los pensamientos... La tiniebla
44 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? LAS GRANDES IMÁGENES BÍBLICAS 45

del mundo ha quedado disipada. Los pueblos caminan a tu luz, La nueva luz
y la tierra entera está llena de tu gloria» (Plática 1 en la fiesta
de la Purificación). Para los primeros cristianos la imagen de la «luz» representa
siempre lo nuevo que ahora, con el fin de los tiempos, des-
punta. Pues el día judío comienza en la tarde de (lo que noso-
Cuando Jesús trae el Evangelio a los hombres, equivale a
tros llamamos) la «víspera». Así, la luz nace cada día de la
la luz.
noche. Así, la luz de cada nuevo día se convierte en imagen de
Cuando Dios se hace hombre en Jesús, se manifiesta la luz
la luz nueva que Dios ha enviado al mundo con el Evangelio.
en la tiniebla.
Cuando el señorío de Dios se revela al fin, ha amanecido Típico del doble uso que los primeros cristianos hacían de la
la luz del último día. metáfora «luz» es el razonamiento de 1 Tes 5,1-8. Pablo equi-
También el juicio depende de la luz, que brillará en él ilu- para tiniebla y noche, y asocia con ellas «dormir» y «estar
minándolo todo. Precisamente por eso se habla del «día» borracho», así como «ladrón». Por otro lado, conecta el día del
del juicio. Señor con cada «día», con «luz», y vincula con todo ello «estar
despierto (en vela)» y «estar sobrio». Así consigue llegar al si-
Las intimaciones bíblicas a «velar y orar» tienen proba- guiente razonamiento: los cristianos son «hijos de la luz» y evi-
blemente su origen en la costumbre bíblica de ir ya por la tan la tiniebla y la embriaguez. «Velan», y por eso no caen en la
mañana temprano al templo para orar -costumbre posible- indiferencia general. Así, están moralmente cualificados y,
mente motivada por la convicción de que también Dios como hijos de la luz (del día), pertenecen también a la luz del
tiene entonces fuerzas renovadas. día del Señor, del día del juicio, que a ellos no les supondrá per-
Ivas exhortaciones a la vigilancia son luego trasladadas, de juicio alguno. Desde luego, Pablo relativiza la enorme exigencia
la visita matutina al templo al comienzo del día, a la espe- ética de su uso metafórico de la luz, al decir en 1 Tes 5,9-10:
ra del día del Señor. «Dios... nos ha destinado... para obtener la salvación por nues-
tro Señor Jesucristo, que murió por nosotros. Si somos salva-
El uso teológico de la metáfora de la luz puede partir de dos, esto significa que vivimos junto al Señor, y entonces da
las curaciones de ciegos y considerar éstas, en sentido absolutamente igual que velemos o durmamos...».
simbólico real, como parte efectiva del todo.
La luz es una imagen de la llama de la vida. Por eso la vida La antítesis luz-tiniebla se ha de entender, ante todo, mo-
eterna se concibe metafóricamente como una luz que no se ralmente, en el sentido de bien-mal, pero después equivale
apaga. La luz tiene mucho en común con la vida: es una también a salvación-desgracia. Toda conversión al judaismo
llama amenazada, es finita, puede ser -piénsese en una (antes, por tanto, del cristianismo) se entendía ya como un
lamparilla de aceite- silenciosa y «sin violencia». paso de la tiniebla a la luz, y esto es un acontecimiento
En las estaciones más oscuras del año cabe conectar con el pre moral.
mensaje de la espera de la luz.
Existe un vínculo indisoluble entre los momentos del día
en que se celebra el culto divino (noche, mañana, tarde) y «Luz» en las plegarias eucarísticas
el simbolismo de la luz empleado en cada caso. Esto se
puede decir aún con mayor razón de la cotidiana liturgia En los «prefacios», al comienzo de la parte principal de la
de las horas. liturgia de la Cena, se habla a menudo, de manera impresio-
nante, de la luz:
De la misma manera, existe una estrecha reciprocidad
entre la respectiva iluminación litúrgica (velas, lámparas «Tú nos has sacado del dominio de las tinieblas y nos has
colgantes; ventana) y el lenguaje teológico figurado de los llevado a la luz, al reino de tu Hijo amado. Por él han ama-
textos. En este ámbito, textos y signos luminosos llegan necido para ¡os rectos de corazón la luz en las tinieblas y
con frecuencia a convertirse realmente en una sola cosa. la alegría por la salvación eterna. Cristo es la luz y la sal-
46 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? LAS GRANDES IMÁGENES BÍBLICAS 47

vación del mundo entero. Llénanos tú con la luz de tu cla- Sin embargo, el don de la luz al mundo significa, ante
ridad y aparta de nosotros toda sombra de infidelidad. Haz lodo, que Dios quiere hacerle partícipe de su gloria. Por eso lo
que, traspasados por los rayos de la verdadera luz, el día reviste con su propia gloria radiante. Dicha gloria consiste
del juicio justo podamos mirar con los coros de los ánge- siempre en que las fronteras quedan eliminadas. Pues «luz de
les al Sol que no declina» (Corpus Praef., n. 423). los naciones» significa liberación de las fronteras que separan.
«Tú eres el resplandor maravilloso de todos los santos. Tú La «luz de la vida eterna» consiste en que la frontera de la
iluminas a todo hombre que viene a este mundo. Ilumina, muerte ya no separa. El conocimiento visible de Dios en Na-
te rogamos, nuestra conciencia y nuestro corazón. vidad implica la eliminación de la frontera de separación entre
Destierra la sombra de cuanto es contrario a nosotros, de Dios y hombre. El lenguaje sobre la luz y la gloria de Dios
manera que podamos llegar a Cristo, la luz verdadera, y llena, por consiguiente, una parte importante de la función que
exultemos con su alabanza» (Corpus Praef., n. 936). en el Nuevo Testamento, especialmente en Pablo, desempeña
el Espíritu Santo. Las ventajas de ello son que este uso sim-
«Por ti ha empezado a brillar la verdadera luz, pues tú has bólico de la luz está, por fortuna, exento de la discusión sobre
remediado para los enfermos la ceguedad del mundo. el carácter personal del Espíritu Santo, y que se puede con-
Pues, entre los muchos milagros que obraste con tu fuer- templar sensorialmente.
za, también diste la vista al ciego de nacimiento. Con ello
quedó expresada para todos los hombres una parte del
futuro. Pues éste todavía está cubierto por tinieblas injus- Si el ojo no fuera de condición solar...
tas. Pues aquel estanque de Siloé, al que enviaste al ciego,
no significa otra cosa que la sagrada fuente del bautismo. La famosa frase del neoplatónico Plotino (t 270), «Si el ojo
Allí se purifican, no sólo los ojos corporales, sino el hom- no fuera de condición solar, nunca podría ver el Sol» (versión
bre entero» (Corpus Praef, n. 627). de J.W. von Goethe), es, entendida cristianamente, una frase
«El se hizo hombre y nació. Esto celebramos hoy. importante y reiterada a menudo en las predicaciones de los
Mediante esta celebración anual damos testimonio de que primeros cistercienses. Significa que sólo un hombre al que
ha nacido la luz de las naciones» (Navidad). Dios ha regalado previamente su luz y su gracia puede perci-
«Gracias al misterio de la Palabra hecha carne, la luz de tu bir a Dios.
gloria brilló ante nuestros ojos con nuevo resplandor, para Según Bernardo de Claraval, se puede decir: «No podrías
que, conociendo a Dios visiblemente, él nos lleve al amor ver en modo alguno eso (que diariamente ves) si el ojo mismo
de lo invisible» (Navidad). no fuera semejante en su claridad y transparencia innatas a la
luz celeste (del Sol)... Si el ojo fuera completamente puro
«Tu Unigénito se ha manifestado en nuestra carne mortal. como el Sol, contemplaría de verdad el Sol sin detrimento
De ese modo nos ha restaurado con la nueva luz de su vida alguno de su potencia visual. Del mismo modo, el iluminado
eterna» (Epifanía). puede contemplar ya en este mundo cómo brilla ese Sol de
Esto significa que la luz es el modo en que Dios se mues- justicia que ilumina a todo hombre que viene a este mundo,
tra activo en el mundo. Las epifanías de luz de la Biblia son pues en cierto sentido es semejante a él. Sin embargo, no
sólo una pequeña parte del modo completo en que Dios se puede ver en ningún caso cómo es, pues todavía no es perfec-
hace presente entre los hombres. Desde este planteamiento lamente semejante a él. Por eso se dice: «Los que lo miran
cabe entender también Ap 21,23: «La ciudad puede renunciar quedarán radiantes, no habrá sonrojo en sus semblantes» (Sal
a la luminosidad del Sol y a la claridad de la Luna, porque la 34,6). Así será, en efecto; pero sólo cuando estemos sufi-
gloria de Dios la llena con su resplandor, y el Cordero le rega- cientemente iluminados para poder contemplar la gloria del
la su luz». Señor con el rostro descubierto y ser transformados a su
4K ¿yin; i;s LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? LAS GRANDES IMÁGENES BÍBLICAS 49

misma imagen, «de claridad en claridad como por el Espíritu las Escrituras o para el conocimiento de los misterios -lo uno,
del Señor» (2 Co 3,18)» (Sermón 57 sobre el Cantar de los creo yo, para la propia alegría, lo otro para la edificación del
Cantares). Por eso pide Bernardo: «Purifica el ojo, para que prójimo-, entonces, sin duda, el ojo del novio descansa sobre
puedas contemplar la luz más pura...» (Sermón 4 de las víspe- ti. El hace subir tu justicia como el día, y tu rectitud como
ras de Navidad). Precisamente porque el ojo sólo ve cuando el sol de mediodía. Por eso se dice en el profeta: "Como un
es puro, se puede decir: «A Dios sólo se le puede comprender sol amanece tu luz" (Is 58,10). Pero, desde luego, este rayo
cuando se vive según el Espíritu Santo. Pues Dios es Espíritu de luz no penetra a través de puertas abiertas, sino sólo a tra-
Santo» (Sermones sobre el Cantar de los Cantares, 35,1). vés de resquicios... Pues ahora vemos como en un espejo...
Esto significa que la espiritualidad tiene algo que ver con (I Co 13,12)».
el principio elemental de que sólo se puede entender (y tam- El «fuego devorador» que es Dios consume, según
bién transmitir y comunicar) realmente la verdad religiosa Bernardo, sólo las faltas (Sermón 57 sobre el Cantar de los
cuando ésta se vive. No pensamos aquí en la teología científi- ('a nía res).
ca en el sentido de ciencia moderna del campo de las humani- Y según su escrito Sobre el amor de Dios, «un hierro
dades tal como se enseña en las universidades. Pensamos en la calentado al rojo vivo en el fuego [se hace] semejante al
verdad en el sentido bíblico de la palabra, que sólo podemos fuego. El aire atravesado por la luz del Sol se transforma en la
testimoniar íntegramente. Quien confunda ambas cosas no claridad misma de la luz. Así pasa también cuando uno se deja
podrá «exponer» ninguna de las dos. transformar dentro de la voluntad de Dios», y así Dios podrá
ser todo en todo.
El espejo de la luz
Luz y anhelo
Pablo escribió en 1 Co 13,12: «Todo lo que ahora vemos, lo
vemos sólo borroso y como distorsionado a través de un espe- En Guerric d'Igny encuentro un buen ejemplo de la teología
jo, pero un día veremos cara a cara. Ahora mi teología es sólo cisterciense de la luz:
una obra imperfecta, pero entonces todo será claro y patente,
igual que Dios me ha conocido de forma clara y patente». A «Di, por tanto, lo mismo que María Magdalena, si lo bus-
partir de esta formulación, el modo plástico de hablar sobre la cas con parecido deseo: "Mi alma te ansia de noche, y
luz va a estar ligado al del espejo. Así, según Matilde de también mi espíritu en mi interior. Desde por la mañana
Magdeburgo (ti282 ó 1294), se puede decir: «Tú eres mi Sol, temprano te busco con la mirada" (Is 26,9). "Dios, tú eres
y yo soy tu espejo» (Fluida luz, de la divinidad, 1,6). mi Dios, por ti madrugo, mi alma tiene sed de ti" (Sal
63,2)... La mañana del día sin ocaso ya nos ha enviado sus
rayos. La mañana ya ha dado la bienvenida al nuevo So!...
Luz. y fi'ego Velad para que os amanezca la aurora que es Cristo.
Del fuego, que es luz e ilumina a los hombres, habla Bernardo Entonces te regalará el Señor un rayo de la luz que tiene
de Claraval en el Sermón 57 sobre el Cantar de los Cantares escondida en sus manos» (Pláticas, 11,146).
(los elementos de la típica teología de la luz se destacan en
cursiva): «...el Juego se encendió en mí, y las ascuas se infla- Según Guillermo de Saint-Thierry, para los «hijos de la
maron debido a mi pensamiento (Sal 39.4). Ahora bien, si este luz» hay una consolación profunda «en el repentino relampa-
fuego ha consumido toda mancha de pecado, toda herrumbre gueo de una gracia iluminada, cuando los ojos iluminados del
de falta; si la conciencia así se ha purificado y sosegado, y e! corazón ven al que se revela, sienten al que promete, contem-
espíritu de repente se ha dilatado extraordinariamente, y la luz plan algo, qué edificación y copiosa redención hay en él...
afhive e ilumina el entendimiento, sea para la comprensión de Pues así empezará a resplandecer para el creyente un nuevo
50 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? LAS GRANDES IMÁGENES BÍBLICAS 51

rostro de la fe en el conocimiento de Dios, conocimiento que la repentina intervención de la diestra del Altísimo... Pues
en esta vida sólo se promete, pero que en el futuro se regalará como Dios separó la luz de la tiniebla (Gn 1,4), al amane-
plenamente» (Espejo de la fe § 67). cer el Sol de justicia el pecador se sacude las obras de la
tiniebla y se ciñe las armas de la luz..., de manera que él
respira con la primera irradiación del Sol, y entonces
Resurrección y contemplación empieza a gloriarse de la esperanza contra toda esperanza
en la gloria de los hijos de Dios, gloria que él contempla
En Guerric d'Igny {Pláticas II 149) se encuentra un pasaje ahora de muy cerca y con rostro descubierto con una luz
notable sobre la relación entre resurrección y contemplación: nueva, y dice exultante: "La luz de tu rostro, Señor, está
esbozada sobre nosotros; has puesto en nuestro corazón el
«Todo nuestro espíritu, por tanto, ha de resucitar y revivir, don de la alegría"».
sea a la vigilancia en la oración, sea a la perseverancia en
el trabajo, de manera que, con un celo vivo y hasta cierto
punto renovado, cada cual pueda demostrar de nuevo que Luz secularizada en la Ilustración
ha recibido parte en la resurrección de Cristo ... Su per- El uso cisterciense de las metáforas de la luz hubo de experi-
fecta resurrección -mientras permanece en este cuerpo mentar con la Ilustración una secularización importante y car-
mortal- es la apertura de los ojos para la contemplación. gada de consecuencias: Joaquín de Fiore (t 1202) habla de la
El entendimiento no alcanzará ésta, sin embargo, hasta edad de la luz y del Espíritu Santo, que empezará en breve y
que la facultad de amar no se abra de par en par con que no será introducida por el Papa ni los obispos, sino por
muchos suspiros y vehementes deseos, para ser capaz de una élite intelectual y ascética. G.E. Lessing, en su escrito
dar cabida en sí a tan gran majestad» (Sermón 3 de la fies- Sobre la educación del género humano, secularizó de forma
ta de Pascua). consecuente este planteamiento histórico-teológico -en refe-
Este modo de entender la resurrección se encuentra de rencia explícita a Joaquín-: en lugar de la teofanía de Dios,
manera muy semejante en el siglo n d.C, en la Carta a Regi- pone la luz de la Ilustración; en lugar del Espíritu Santo, la
no, un tratado que discute con la incipiente gnosis a propósito conciencia y el pensamiento ilustrado; en lugar de los manda-
de la resurrección (trad. Berger/Nord, pp. 1.043-1.047). mientos, se ponen a partir de entonces los valores; en lugar de
Además, en el tercer sermón de Guerric en la fiesta de san la esperanza escatológica cristiana, la expectativa de la ilus-
Pedro y san Pablo, «el día» llega «diariamente, cuando él (el tración universal. Ya la palabra «Ilustración» es una traduc-
día, es decir, Dios) se manifiesta cada vez más e ilumina a tra- ción de «apocalipsis». El tiempo de la Ilustración es para
vés de la verdad». Lessing el luminoso final de la oscuridad. En esa época la teo-
logía cristiana de la historia quedó secularizada, y a mí me
interesa volver al punto inmediatamente anterior a esa secula-
Luz y alegría rización. Pues la sustitución del tema «Dios» por el de la
«conciencia», con sus nuevas apreciaciones, no se llevó a cabo
En su carta al preboste Tomás, Bernardo vincula también luz de manera totalmente impune.
y alegría:
«Puesto que Dios... atrae el corazón del hombre con su
Concreción
increíble bondad y poder a su maravillosa luz... [el hom-
bre] debía llegar al verdadero conocimiento de que ya no Quizá también el lector se haya percatado de que, en la habi-
es hijo de la ira, sino de la benevolencia, en virtud de la tación decorada con motivos navideños, no sólo resulta her-
misericordiosa visitación mediante la luz divina, mediante moso el momento en que se encienden todas las luces, sino
52 ¿QUÉ LiS LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? LAS GRANDES IMÁGENES BÍBLICAS 53

también y especialmente aquel en el que aún son muy pocas Por eso la presencia de Cristo en la Eucaristía es tan
las velas que arden en el árbol, o quizás una tan sólo, la luz del importante para nuestra fe, porque en este mundo difuso cons-
pesebre. Nosotros tenemos un viejo pesebre de barro sin tituye el polo fijo de una presencia segura. «Uno debe velar»,
cocer, y cuando, en medio de las figuras, aún arde sólo una rezaba el título de un libro de Manfred Hausmann publicado
vela, las sombras de las figuras se alzan por las oscuras ramas en los años cincuenta. Lo que yo quisiera decir es que uno
del árbol o resultan visibles en las cortinas y los rincones de la vela, uno está ciertamente ahí. Éste es el modelo fundamental
habitación. En las tardes y noches de las trece noches santas de la espiritualidad apocalíptica de Jesús y Pablo: por tene-
que van desde Navidad hasta Reyes suele haber casi siempre broso que sea y pueda llegar a ser el mundo, hay en él una
un completo silencio, un silencio que no inquieta y, además, chispa de la luz del nuevo día. Sólo una chispa hace soporta-
en la habitación, una oscuridad que más bien sosiega. bles ambas cosas: por supuesto, la tiniebla, pero también la
Porque está ahí esa sola luz. Si en otros momentos tene- luz. Porque la chispa está amenazada como nosotros mismos.
mos miedo en la oscuridad, ahora no. Si en otros momentos Lo consolador sobre toda medida está en un punto, y por
ansiamos claridad y luz, ahora basta esa única velita. dicho punto se mantiene todo en equilibrio. Un tipo singular y
La multiplicidad de luces pone más bien nervioso; su uni- maravilloso de equilibrio. Tanta oscuridad y tan poca luz. Pero
cidad, no. Por eso, el hecho de que judíos y cristianos crean así es en el mejor de los casos.
sólo en el Dios uno y único más bien podría y debería produ-
cir sosiego. No nos vemos traídos y llevados en medio de la
competencia de diferentes dioses, sino que podemos apoyar- La teología en la que acabamos de entrar tiene mucho que ver
nos tranquilamente en el único. En nuestra imagen de la luz en con la Navidad, con la Epifanía (pues «epifanía» significa que
la oscuridad también se puede ver que este Dios uno y único lo portentoso se hace visible), con la manera rusa de celebrar
nada tiene que ver con la intolerancia y la violencia, sino con la Navidad. Tiene mucho que ver con el evangelio de Juan y
el hecho de que el señorío de este Dios sólo tiene una moda- con estas palabras de Jesús: «Bienaventurados los puros de
lidad: la de difundirse realmente, como una suave luz en la corazón, porque ellos verán a Dios».
tiniebla. Ver a Dios... Semejante cosa ha desaparecido de nuestras
Nuestra tiniebla está ahí, e indudablemente hay en ella una ideas sobre la meta; de manera absolutamente injusta, pasa
luz. Quizá por eso resulte tan tranquilizador, porque todo, por ser un elemento «griego» y, por tanto, con toda la apa-
oscuridad y luz, coexiste de forma tan natural. Pues la luz rea- riencia de ser falso. ¡Resulta difícil creer lo que hemos llega-
liza su obra en la tiniebla, de manera que actúa hasta en el últi- do a imaginar también a propósito de eso! Nosotros, con nues-
mo rincón del espacio; nada se sustrae a ella, salvo la pared. tra teología occidental llena de abstracciones y nuestra menta-
Al mismo tiempo nos fascina también la desproporción: lidad de hombres de acción. Eso de «corazón puro» y «ver a
tanta oscuridad y tan poca luz. Precisamente esa realidad des- Dios» no encaja con ninguna de las dos cosas.
proporcionada, de la que vivimos siempre, es, además, trasun- Sin embargo, cuando miramos la luz del pesebre, no hace-
to de nuestra alma, de ese misterio singular e insondable pre- mos ningún acto de confesión, ni, por decirlo así, sucede nada
sente en nosotros. ¡Qué contentos nos ponemos siempre que en absoluto. Es como cuando alguien se toma tiempo o, por
en el desierto de nuestras dudas y deficiencias está presente al ejemplo, se sienta en la iglesia sólo para poner «su alma al
menos esa sola luz...! Con ella nos reconocemos, por tanto, sol». Lo único que se produce es una modificación por obser-
perfectamente. Precisamente por eso la luz del pesebre puede vación. Pablo lo dice así: los cristianos podemos ver libre y
penetrar, se nos mete dentro, como suele decirse. En uno de abiertamente la gloria del Señor que se refleja en nuestro ros-
los libros de mi reserva bibliográfica, alguien escribió a modo tro. Y precisamente porque miramos al Señor mismo, que nos
de lema: «No soy todo eso que ellos elogian, no soy más que regala el Espíritu, somos transformados cada vez más en la
oscuridad baldía, tú eres la luz». gloria del Señor.
54 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? LAS GRANDES IMÁGENES BÍBLICAS 55

Desde luego, esto sólo significa que me dejo colmar sin de Dios, visible en la imagen, efectúa un esclarecimiento en
reparo alguno por la realidad de que tú eres el único, la única nosotros mismos. Así, un corazón puro y ver a Dios bien
luz. Con frecuencia admiramos la fuerza de atracción del podrían ser dos aspectos de la misma realidad.
islam, porque las cosas no son tan difíciles como en el cristia- Esta presencia de Dios podría tener como consecuencia la
nismo, sino fáciles. Pero el cristianismo se vuelve también serenidad y la sonrisa. Esto queda perfectamente expresado en
fácil cuando ponemos este elemento común con el islam, el la tradición árabe sobre Jesús, según la cual Juan el
Dios único, por encima de todo. Evangelista tenía una risa contagiosa, y Simón Pedro un llan-
Esa transformación puede adoptar también forma de to contagioso. Entonces dijo Simón a Juan: «Te ríes tanto
arquitectura. De camino de la oscuridad a la luz, sencillo y como si ya hubieras llevado a cabo la obra de tu salvación».
austero, como en el primer gótico cisterciense: un ansia auste- Le contestó Juan: «Tú lloras tanto como si ya hubieras deses-
ra del Sol de la gracia. En la liturgia de las Horas de esos mon- perado de tu Señor». Entonces reveló Dios al Mesías: «De
jes, esto aparece expresado siete veces cada día: Señor, trans- esos dos modos de vivir, el de Juan me agrada más».
fórmanos en la luz que tú nos has revelado. Esta fue, es y posi-
blemente será la fraterna respuesta cristiana al islam. Por La luz del pesebre no se ha de confundir con la luz de la
ejemplo: «Señor, que el resplandor de tu gloria ilumine nues- Ilustración, a la que tan ligados estamos en la universidad,
tro corazón. Haznos capaces de atravesar con ese resplandor especialmente dentro del campo de la teología y de la exége-
las tinieblas de este mundo y llegar a la claridad eterna de la sis bíblica. Ante la luz del pesebre, la luz de la Ilustración de
patria celestial». la ciencia moderna es como una carga concentrada de luz de
neón, fría y justa, que cubre la superficie. Los ilustrados insis-
Desde mis primeros tiempos de estudiante poseo un libro
tían, de hecho, en que ahora ha despuntado el tiempo final, en
con los himnos de Simeón el Teólogo, traducidos por uno de
que la única luz de un Mesías iba a quedar sustituida por el
los teólogos ejecutados por los nazis. El primer himno es
verdadero tiempo final en el que todos nosotros estaríamos
como un hondo suspiro ante la luz del pesebre, y comienza
iluminados. Pero todo lo que ha sucedido desde la Ilustración,
así:
incluidos la disuasión nuclear y el hombre clonado, debiera
«¡Ven, luz verdadera! ¡Ven, vida eterna! ¡Ven, misterio hacernos escépticos con respecto a la capacidad de la luz de
escondido! ¡Ven, inefabilidad! ¡Ven, luz sin ocaso! ¡Ven, neón para hacer feliz. Nadie quiere apagar la luz de neón, pero
resurrección de los muertos! ¡Ven, tú que permaneces tomar ésta por la salvación escatológica fue y será un gigan-
siempre, pero que atraviesas las horas! ¡Ven, nombre tesco engaño. La controversia dentro de la teología de las pró-
sumamente anhelado y sumamente celebrado! Exponer lo ximas décadas se centrará en la cuestión de cómo se relacio-
que eres y cómo eres, conocer eso y cómo es tu existencia, nan la luz del pesebre y la luz de neón. En este punto, no cabrá
nos seguirá siendo eternamente rehusado. ¡Ven, alegría sin pensar en exclusividades. Pero la luz del pesebre ha recupera-
final! ¡Ven, púrpura real! ¡Ven, solitario, al solitario!, pues do terreno. La gente menospreciada a la que se suele llamar
solo estoy, como ves. ¡Ven! Te has convertido en mi anhe- «sencilla», que inexplicablemente sólo iba a la iglesia en Na-
lo, me has dado el ansia de ti». vidad, esos supuestos maniáticos de lo cursi, lo sabían desde
siempre, sin embargo, mejor que la teología erudita.
Ahí se desvanecen todas las preguntas, como, por ejemplo, A diferencia de lo que ocurre con la luz de la Ilustración,
la de por qué el cristianismo es luz -pues no se trata de una la del pesebre no se difunde homogéneamente por todas par-
teoría-, o la de dónde radica la diferencia ideológica respecto tes, de manera que se pueda olvidar su origen. Por el contra-
a la devoción de algunos nazis por la luz -no se pretende esta- rio, su luz está concentrada en un lugar. Ahí está lo santo, ahí
blecer una delimitación ideológica, ponerse a cubierto de está el niño en el pesebre. El proceder adecuado ante ello no
malentendidos-. Por el contrario, se trata de que la presencia es el análisis, sino dejarse envolver y cautivar por la clara rea-
56 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? LAS GRANDES IMÁGENES BÍBLICAS 57

lidad de lo único. ¿Cómo se dice en las antífonas del Magní- sión le sirve, unas páginas más adelante, para introducir una
ficat de la última semana de Adviento? «Oh Sol que naces de segunda sección donde se tratan los hechos de Jesús, los lla-
lo alto, Resplandor de la luz eterna, Sol de justicia, ven ahora mados milagros: él cargó con nuestras flaquezas y enferme-
a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muer- dades, «para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías»
te». Ahí tampoco debemos preguntar enseguida por las otras (Mt 8,17). Desde el punto de vista de la composición, ambas
religiones, pues de nuevo iría directamente contra las reglas cosas van juntas. El siervo de Dios es el Maestro, y con ello la
del juego. Pensamiento competitivo, comportamiento del luz; él es también quien cura con plenos poderes.
mercado, el cliente como rey. Fuego de bloqueo. Duda y Agustín describe cómo ambas cosas van juntas:
desasosiego.
«Que se refleja en nuestro rostro», había dicho Pablo. «Tú llamaste a gritos, y así venciste mi sordera.
Junto a la luz del pesebre, casi no podemos ver otra cosa que Tú resplandeciste como antorcha y ascua, y así ahuyentas-
la luz y su reflejo en las figuras, en tanto que están vueltas a te mi ceguera.
la luz, y en las ramas oscuras. Cuando Pablo habla del reflejo Tú me soplaste como viviente llama de vida, y yo empecé
de la luz de Dios en el rostro de Jesucristo, uno casi piensa en a tomar aliento y a respirar ante ti.
las figuras de un belén. Paladeé un poco, y ahora tengo hambre y sed.
Pablo tiene razón: la luz se hace perceptible por su reflejo Tú me tocaste, y yo me encendí en anhelo de tu paz».
en el rostro de los demás. Esto no es aún una reconciliación.
De nuevo se abre paso a empujones, allí en medio, un con- El tesoro
cepto abstracto perfeccionista; la realidad es mucho más sim-
ple y más compleja a la vez. Con la palabra clave «tesoro» asociamos: valioso, oculto o es-
Bonhoeffer lo dice así: «Haz que ardan hoy cálidas y lumi- condido, buscar, encontrar, desenterrar, enterrar, guardar; algo
nosas las velas / que trajiste a nuestra oscuridad, / reúnenos, si que no es de todos, sino que pertenece a propietarios determi-
es posible. / Sabemos que tu luz brilla en la noche». nados... Una realidad de cuento de hadas con la que uno se
De manera que esa sola luz reúne porque todos callan, hace «fabulosamente» rico.
porque los rostros individuales sólo son perceptibles por el La palabra «tesoro» está vinculada en tan gran medida al
reflejo de esa sola luz. «Reúnenos, si es posible». Si es posi- sueño de la riqueza colosal (como cuando se gana un gran pre-
ble... No es un simple optimismo aleluyático, flor retórica mio en la lotería), responde tan inequívocamente al instinto de
cristiana sobre la unidad. No, a veces no es posible. Queda en- propiedad, que no resulta fácil imaginar cómo tal palabra
tonces la luz, a la que podemos mirar juntos. Quizás a menu- pudo pertenecer a la espiritualidad del cristianismo primitivo.
do predicamos de modo demasiado perfeccionista sobre la Por otro lado, normalmente uno no puede darse un tesoro
reconciliación o la entrega. A lo mejor debiéramos decir con a sí mismo. Tiene suerte y lo encuentra. Lo maravilloso, lo
más frecuencia: «si es posible». Entonces sabríamos que no que brilla resplandeciente, lo misterioso ligado a menudo con
depende sólo de nosotros, que debe darlo Dios. personas muertas hace mucho («el tesoro de los nibelungos»,
Pensemos dónde se producen los verdaderos cambios y «el tesoro de los templarios»), hace que la palabra «tesoro» se
hasta qué punto hemos de creer a la luz misma capaz de en- convierta en imagen del carácter inescrutable de las promesas.
cauzar sin violencia los corazones en otra dirección. Y que,
ante el silencio de la luz, todos somos hermanos. El tesoro en el campo ¡
Con el texto que hemos citado sobre la luz en las tinieblas,
el evangelista Mateo prepara la vocación de los discípulos y el Evangelio de Tomás, 109: «Dijo Jesús: "El Reino se pare-
Sermón de la montaña con la fórmula «para que se cumpliera ce a un hombre que tenía escondido un tesoro en su campo
lo dicho por el profeta Isaías» (Mt 4,14). Esta misma expre- sin saberlo. Al morir dejó el terreno en herencia a su hijo,
58 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? LAS GRANDES IMÁGENES BÍBLICAS 59

que tampoco sabía nada de ello. Éste tomó el campo y lo Pero este hombre es también bastante insensato. Vende
vendió. Vino, pues, el comprador y, al arar, dio con el teso- literalmente todo lo que tiene. Un remate de su casa que inclu-
ro; y empezó a prestar dinero con interés a quienes le ye el cese del negocio, con liquidación total y subasta de su
plugo"». vivienda. Por eso lo da todo, lo vende todo, todo lo heredado
y lo familiar, la mesa de los padres, la vajilla de la cocina. Sólo
En este texto se describe muy sobriamente cómo se llega así llega a tener lo suficiente. Más barato no puede ser, pues
hasta un tesoro: no por poseer (sin saber), ni por comprar (sin los bienes inmuebles son siempre caros. El hombre se desha-
saber), sino sólo por arar, es decir, por cultivar el campo donde ce de todo, pues posee algo así como una mentalidad de bus-
se encuentra escondido el tesoro. Actuar y conocer están rela- cador de oro. Por eso se ha dejado encontrar ya el tesoro.
cionados. A ambos se contraponen la pereza y la ignorancia. Como los buscadores de oro, se juega todo a una carta. ¿Debe
El hallazgo del tesoro sigue siendo, aun en esas circunstan-
uno arriesgarse a todo o nada?
cias, una gran cosa completamente inmerecida. Los cristianos
pueden y deben llegar a ser inconmensurablemente ricos Ciertamente, en las circunstancias descritas es sensato re-
desde el punto de vista espiritual. Pero esto no sobreviene de nunciar a todo. Pues entonces se hace por cálculo, por astucia,
manera exclusivamente espontánea. Este texto es una bue- y con perseverancia y gran fuerza para llevarlo adelante. Este
na ilustración de la doctrina de la gracia en el cristianismo elemento del cálculo, de la sabiduría del hombre de negocios,
primitivo. de la preocupación por el día de mañana, pertenece a la men-
talidad de los primeros discípulos de Jesús, y no se debiera
abandonar nunca debido a nociones dudosamente religiosas
El tesoro en el campo II sobre el deseo -sólo aparentemente idealistas.
Mt 13,44: «El Reino de los Cielos es semejante a un teso- Y todavía hay algo más. En un grupo grande hicimos una
ro escondido en un campo. Un hombre lo encontró, pero vez el ejercicio de contar de nuevo esta parábola. Todos olvi-
volvió a esconderlo enseguida. Lleno de alegría, vendió damos un rasgo del relato: Lleno de alegría, vendió... En la
todo lo que tenía y compró el campo aquel». mayoría de los casos, ponemos nuestra alegría sólo en ganan-
cias que se añaden a las que ya poseemos.
Este hombre es a la vez astuto e insensato. Es astuto y La alegría de poder dar en un gran trueque lleno de auda-
hasta listo de manera casi sospechosa. Encuentra un tesoro, cia, por decirlo así, sólo la conocemos realmente en el amor.
pero no le dice nada al legítimo y actual dueño. En vez de eso, Para unirse a una mujer, uno abandona al padre y a la madre,
adquiere el terreno al precio habitual en el mercado. Un espe- y lo hace de buen grado. Además, en caso de necesidad lo
culador, por tanto. Y una persona de cuidado, amiga de obrar arriesgamos todo para ganar eso solo.
en secreto. No actúa de manera abierta, sino que pone sus mi- Hay muchos ejemplos de esto entre la multitud de los cris-
ras sólo y directamente en su provecho. ¿Un «héroe inmoral»? tianos más antiguos. Para Jesús y para Pablo, sólo son cristia-
Aun así, desde el punto de vista del puro derecho formal, nos quienes, como ellos, se han despedido radicalmente. Jesús
todo sigue siendo correcto. Pues él no tiene por qué decir lo espera como algo lógico la despedida de la familia, la profe-
que sabe. Simplemente, hace como si no hubiera tesoro algu- sión y las posesiones. Pablo es precisamente un modelo de
no en el campo. «¿Qué quieren ustedes, pues?», podría decir, esto y ve a los cristianos como hombres situados bajo el signo
«He comprado el campo normalmente. Lo demás es cosa de la cruz. Hombres, por tanto, que no están bien considera-
mía». Se trata de la misma astucia en asuntos de dinero que dos, que son empujados a la marginación, despreciados como
Jesús describe a menudo y que debió de fascinarle. Así hace los judíos, hombres marcados por las cicatrices de la despedi-
la gente lista. Piensan sin escrúpulos en su provecho, proceden da y de los dolores de los malos tratos físicos y psíquicos.
de modo absolutamente consecuente, pero sin consideracio- De Sóren Kierkegaard procede la imagen de los gansos
nes morales. salvajes y los domésticos: cuando los gansos salvajes pasan
60 ¿yin; i:s LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? LAS GRANDES IMÁGENES BÍBLICAS 61

volando en formación sobre el cercado que alberga gansos Se trata, por tanto, de un acto de liberación; más exacta-
domésticos, puede suceder que el aleteo de aquéllos sobre las mente, no de un acto que debamos realizar nosotros desemba-
cabezas de éstos, que son de su misma especie y arrastran su razándonos de algo de manera más o menos dificultosa. Más
vida en seguridad, mueva sin querer a éstos a batir las alas, y bien, «ahí» se encuentra sencillamente presente una realidad.
este aleteo de los gansos domésticos denota tanto temor como I ,a realidad del señorío de Dios se da a conocer y resplandece
atracción. sólo como hallazgo. Esta nueva realidad hace posible y fácil
La imagen que Jesús propone del hombre no va dirigida al renunciar a todo lo demás. Pues, cuando ella nos llena com-
joven equilibrado en todos los aspectos, estimado en todas pletamente como un dulce afán, lo consideramos una ganan-
partes, preocupado por la salud y la reputación, sino al que cia. Poder existir ya sólo para ella es una especie de libertad
corre el riesgo de la unilateralidad, al que tiene el valor de dichosa.
jugarse todo a una carta. En efecto, sólo éstos son peligrosos, Recordemos la situación del «primer amor». ¡Cuánto
sólo éstos consiguen algo, los que no miran al reloj para saber anhela el así enamorado poder pensar tan sólo en ese amor...!
si ya han dormido o no lo suficiente. Todos los demás pensamientos quedan absorbidos por este
Bien puede ser que la abnegación sea represión. Pero, único anhelo.
como decía a menudo el teólogo moral R. Egenter, «el cristia- Pero, precisamente porque existe antes y sólo ha de ser
nismo bien vale un par de neurosis». Jesús tiene sentido para encontrado, su realidad implica también seguridad. Esto, sin
un tipo «ligeramente extravagante» de persona. Para alguien embargo, significa libertad de muchas pequeñas y grandes
que puede soñar con su tesoro, está empeñado en su adquisi- dependencias.
ción y quizás, en este sentido, es obstinado y «codicioso». Por eso puede vencer la totalidad y radicalidad, pues este
Que no pretende ante todo ser poco llamativo ni normal. Que señorío fascina y obra de ese modo con gran poder. Así, el
al menos acepta pasar por ligeramente loco. «con todo el corazón» del mandamiento principal del amor a
El cristianismo no es una moral aburrida en la que nadie Dios y al prójimo no es sobre todo mandamiento y necesidad
debe trabajar demasiado. Uno sólo encuentra a Dios y a sí imperiosa, sino más bien consecuencia de lo que sucede cuan-
mismo cuando prescinde de toda medida. Sólo nos encontra- do uno se dedica a esta realidad. Pues entonces ya sólo cuen-
mos cuando, en virtud de la alegría, llegamos a ser libres para ta el amor y la medida en que lo hemos paladeado y repartido,
la despedida. Pero la alegría pura sólo se da al precio de decir enteramente y de buena gana, según la situación de nuestra
adiós. La esencia de la Bolsa moderna, escribe Nikolaus Piper vida.
en la edición de Navidad del Süddeutsche Zeitung de 1999
(«Especulación y esperanza», p. 25), está marcada fundamen- Mt 13,44 no es el primer lugar del Nuevo Testamento donde
talmente por el pensamiento judío y cristiano, valiente para se habla del tesoro. Jesús también puede hablar de manera
especular de acuerdo con algo que todavía es invisible. ¿No totalmente distinta, por ejemplo en Mt 6,19-21: «No amonto-
hizo precisamente algo así el hombre de la parábola de Mt néis tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que
13,44? O, por formular la pregunta al revés: si Jesús se lo ima- corroen, y ladrones que socavan y roban. Amontonad más
ginó así, ¿qué hay de cristiano en ello? Dentro del marco de la
bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre
espiritualidad cristiana, interesa en este caso el acto de des-
que corroan, ni ladrones que socaven y roben. Pues donde
prendimiento por el que se abandona la seguridad última y se
esté tu tesoro, allí estará también tu corazón». Parecido es el
alcanza la inmensa libertad consistente en depender ya sólo de
lo último y uno. ¿Acaso no ansiamos también la libertad de las modo de entender el tesoro en Me 10,21. Jesús dice al joven
vacaciones porque entonces existe «tan sólo paisaje», tan sólo rico: «Una cosa te falta: anda, vende cuanto tienes y dáselo a
lo esencial? ¿Acaso no hemos nacido, en lo más hondo de los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígne-
nuestro corazón, para esa vida «simple»? me». Vamos a imaginar a dos discípulos que han escuchado a
Jesús en esos momentos diferentes y ahora conversan sobre
62 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? LAS GRANDES IMÁGENES BÍBLICAS 63

ello. El discípulo A ha escuchado Mt 6,19-21 y Me 10,21; el un «de una vez por todas» radical. Ambas cosas se com-
discípulo B, Mt 13,44. plementan, vistas desde fuera.
Discípulo A: ¿Qué sentido de la existencia, qué experiencia
Discípulo A: Jesús nos señaló un tesoro que no es terreno y no de vida cristiana se desprende para vosotros de vuestra
pasa. Ese tesoro es mejor que cualquier tesoro terreno. praxis?
Discípulo B: Eso mismo nos dijo también a nosotros. Discípulo B: Somos discípulos en peregrinación. Por consi-
Entonces estamos de acuerdo en el fondo. Hay algo que es guiente, no tenemos ya patria alguna en la tierra. Por eso
más precioso que toda posesión terrena. nuestros nombres están sólo inscritos en el padrón de la
Discípulo A: Pero en nuestro caso Jesús habló más de la inver- ciudad celestial, como nos aseguró Jesús. También las car-
sión de un tesoro, como la que hace quien abre una cuen- tas a los Filipenses y a los Efesios y Colosenses afirman
ta en un lugar seguro, por ejemplo en Suiza. que nuestra patria está en el cielo, que en realidad vivimos
Discípulo B: En nuestro caso, Jesús habló de que ese tesoro se ya arriba. Aquí en la tierra nada tenemos que perder.
encuentra fácilmente, ya está ahí, llega por casualidad. Discípulo A: En nuestro caso, Jesús pensó más bien en cris-
Como dicen los judíos, tres cosas sobrevienen de manera tianos sedentarios. Damos limosna una y otra vez, pero no
completamente casual: un escorpión, un hallazgo y el practicamos ningún seguimiento itinerante radical. Tener
Mesías. nuestro tesoro en el cielo significa ver cimentada nuestra
Discípulo A: Pero ese tesoro no podéis guardároslo sin más, esperanza allí donde no hay ya ninguna seguridad terrena,
sino que debéis adquirirlo, comprar caro y con astucia el aguardar seguridad y salvación para el futuro de allí don-
campo donde se encuentra. de, en realidad, sólo resulta palpable el silencio de Dios.
Discípulo B: Tienes razón; lo mismo que vosotros, no recibi- Apoyarse en algo que a nuestro parecer no es real, aguar-
mos el tesoro simplemente como un don gratuito. Resulta dar recompensa de allí de donde nadie ha recibido aún
hasta muy caro. Cuesta todo. recompensa.
Discípulo A: Por tanto, otra característica común consiste en Discípulo B: Para ambos es válida la sentencia de Jesús sobre
que el tesoro no se nos regala sin más. Está más bien rela- la correspondencia existente entre tesoro y corazón. Pues
cionado con un trabajo, si la palabra «trabajo» se puede la espiritualidad siempre tiene por objeto el corazón. Pen-
usar por una vez de manera tan compendiosa. En ambos samos y actuamos desde aquello que amamos. Si nuestro
casos, dicho trabajo consiste en dejar algo de los bienes corazón está anclado en el cielo, ello implica también que
que tenemos. vivimos según el reglamento interno y la jerarquía de valo-
Discípulo B: En nuestro caso, se trata de invertir lentamente el res del cielo. Entonces amamos el cielo por encima de
tesoro mediante una repetida actividad en la misma direc- todo lo demás.
ción. Quizá sea sólo una imagen. Ciertamente se piensa en
un proceso en el que siempre entregamos y damos lo que Concreción
tenemos de sobra.
Discípulo A: Entre nosotros, se trata de un acontecimiento El tesoro del que podemos alegrarnos es el Sol de justicia. Es
único. No de dar algo una y otra vez, sino de darlo todo de oro puro. Es vida sin fin. Es puro amor. Es el resplandor matu-
golpe. Quien ha encontrado el reino de Dios reorienta su tino tras todas las noches del mundo.
existencia entera. Lleva a cabo una conversión profunda Dicho tesoro es como un padre, una madre, como un cora-
que vuelve del revés todo lo que hasta entonces era valio- zón lleno de amor. Una oración medieval dice sobre él:
so para él. Se desprende de todo. «Oh tesoro profundo, ¿cómo desenterrarte?
Discípulo B: En nuestro caso, se trata de un «una y otra vez» Oh elevada nobleza, ¿quién puede alcanzarte?
que dura la vida entera; en el vuestro, por el contrario, de Oh fuente que mana, ¿quién puede agotarte?
64 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA?
LAS GRANDES IMÁGENES BÍBLICAS 65
Oh luminoso resplandor, fuerza que se abre paso hacia el tra un tesoro reconocido como incontable e infinito es infi-
exterior, nitamente mayor que la de quien encuentra uno contable y
Retiro manifiesto y seguridad oculta, finito. Por eso el santo "no saber" acerca de tu grandeza es
segura confianza, uniforme silencio en todas las cosas, el alimento más anhelado de mi razón; ante todo, porque
múltiple bien en silencio uniforme, encuentro este tesoro en mi campo, de manera que es mío
a ti, grito silencioso, nadie puede encontrarte
propio. ¡Oh fuente de la riqueza! Quieres ser comprendido
que no sepa dejarte. Amén»
como propiedad mía y, al mismo tiempo, permanecer in-
(Oración manuscrita del siglo xv). comprensible e infinito, pues eres un tesoro lleno de deli-
cias tales, que nadie puede desear su final» (cap. 16).
Tesoros de los hombres La inconmensurabilidad del tesoro corresponde a la igno-
rancia del hombre, y ello entraña a la vez una paz inimagina-
Dice Bernardo de Claraval (Sentencias, 11,114): «Los tesoros ble, pues cualquier realidad finita no podría sino inquietar. Sin
con los que debemos hacernos ricos son tres en número: el embargo, a la vez se habla absolutamente de «mi tesoro». Con
anhelo como piedad en el corazón, oculta en el campo para ser la posesión individual se aborda el lado personal de la piedad.
comprada; la doctrina de la verdad en la boca, que es el teso-
ro de la nieve y el granizo (Jb 38,22); y, por último, la pacien-
cia perseverante en el hombre, poseedora de trigo y cebada, El hijo/niño
aceite y miel. Éstos son los tesoros de los Magos, que ofre-
cieron oro, incienso y mirra al Señor recién nacido». La comparación con la mística respectiva de otras religiones
A diferencia de lo que sucede en los textos del cristianis- (véase el capítulo final) dará este resultado: la peculiaridad del
mo primitivo, lo que centra la atención de este pasaje no son cristianismo estriba en la espiritualidad de la condición de
promesas «celestiales» que aguardamos como «ciudadanos hijo. Pues la perspectiva del cristianismo paulino es que Dios
del cielo». Por eso en él no se libra ninguna letra contra el quiere hacer a todos los hombres hijos suyos, hacer que el
cielo, sino que la riqueza consiste en la irradiación concreta mundo entero se asemeje a sí según el plan que ha presentado
del individuo. Tampoco se trata del tesoro que nosotros adqui- en Jesucristo.
rimos, sino de los tesoros que podemos ofrecer al Señor.

Ser hijos de Dios


El tesoro en el campo 111
Una comparación -algo anacrónica- con el islam indica ya
Nicolás de Cusa (f 1464) escribe en su tratado Sobre la visión una peculiaridad relevante de la autocomprensión cristiana
primitiva: el islam rechaza la aplicación del campo simbólico
de Dios:
padre-hijo(s) a la relación entre Dios y hombre. El islam cono-
«El fuego no se desliga del ardor, ni el amor, del anhelo ce sólo al «esclavo de Dios». En todos los autores neotesta-
que lleva a ti, oh Dios, figura de todo lo digno de anhelo y mentarios se habla, por el contrario, de Dios como «Padre».
verdad que se ansia en cada anhelo... Me doy cuenta de Esto tiene fundamentos reconocibles en la historia de los gru-
que por esa razón eres desconocido a todas las criaturas, pos cristianos primitivos: en favor de la comunidad se aban-
oh Dios, para que con esa santa ignorancia encuentren dona cualquier otro tipo de seguridad familiar. Precisamente
una paz. tan grande como con un tesoro incontable e ina- porque los primeros cristianos pueden llamar Padre a Dios,
gotable. En efecto, la alegría que embarga a quien encuen- encuentran una realidad que sustituye a la familia extensa per-
dida. Con ello, la comunidad primitiva asume una gran res-
66 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? LAS GRANDES IMÁGENES BÍBLICAS 67

ponsubilidad. Pues debe ofrecer una nueva «casa», en el sen- hombres», el «presidente» dentro de la mitología oficial desde
tido social de la palabra, a quienes se han apartado de sus Homero. Por el contrario, el «Abba, Padre» seguía siendo el
familias. Pablo ofrece un ejemplo de las consecuencias que Dios de la familia extensa cristiana. En dicha familia extensa
esto tenía también en la práctica del culto. Iodos eran -como indica el término «familia»- hermanas y
El tratamiento de «Padre» es habitual en oraciones judías de hermanos, y ninguno tenía derechos sobre los demás. Pues
esa época. El tratamiento arameo abinu («Padre nuestro») donde sólo hay un padre, de este hecho se sigue una estricta
aparece documentado con frecuencia, y precisamente al igualdad para los demás.
comienzo de las oraciones. La diferencia con respecto al modo en que el hombre pia-
- Evidentemente, la primitiva comunidad cristiana de origen doso veterotestamentario (y musulmán) se entiende a sí mis-
pagano adopta la invocación ¡Abba! («Padre»), y lo hace mo como «esclavo» de Dios se discute también en varios tex-
como llamada orante, como invocación a Dios (Gal 4,6; tos cristianos primitivos donde el «hijo» se contrapone al
Rm 8,15). «esclavo». Es decir, la filiación significa una insuperable cer-
- La comunidad no dice abinu, sino abba; esta expresión, en canía respecto de Dios. Dicha cercanía es personal (hijo/
efecto, rara vez se encuentra aislada así. padres), espacial (Dios está físicamente cerca «de» la comu-
Esta llamada orante de la comunidad resulta explicable por
el hecho de que en los cultos paganos era habitual procla- nidad; los cristianos viven «en el cielo»), temporal (Jesús va a
mar el nombre del dios y también «invocar» al dios. En todo regresar pronto) y corporal (Jesús cura; uno queda sano por
caso, el nombre era lo más importante. El Dios judío, sin contacto). Esto significa que Dios se ha metido en el hombre
embargo, no tenía nombre alguno. El tetragrámaton no se de manera tan profunda y consecuente a través de Jesús, y
podía ni debía pronunciar. La parte oracional del culto de la especialmente a través del envío del Espíritu, que ya no puede
comunidad (u oración comunitaria) se puede imaginar, por volverse atrás. Esto último se significa con la expresión
tanto, como algo muy semejante al grito repetido del «Kyrie «nueva alianza».
eleison» en la liturgia copta, por ejemplo. Es verdad que la expresión «hijo de Dios» se conoce como
- Así, se lleva a cabo una sustitución: en analogía con el tal en el Antiguo Testamento (no la formulación exacta «hijo
modo griego de invocar a Zeus («Zeus, Padre»), entre los [varón] de Dios»), pero se refiere a Israel y a los ángeles o al
primitivos cristianos de origen pagano «Abba, Padre» pasó
a ser en ese momento la llamada orante por antonomasia. rey, y sólo una vez a un judío destacado (José, según el escri-
En ella se entendía abba como nombre de Dios, y su tra- to apócrifo José y Asenet). Por eso se puede decir que el An-
ducción «Padre» se daba junto con él. Por lo demás, la tra- tiguo Testamento hebreo está ciertamente muy lejos de aplicar
ducción de palabras arameas también se transmitía a menu- a cada creyente individual la designación de «hijo de Dios» o
do junto con dichas palabras (por ejemplo, Me 7,11). Pero «hija de Dios». Las cosas son diferentes en la Sabiduría de
en este caso la invocación de Zeus (nombre propio y título Salomón, libro judío conservado únicamente en griego, donde
de padre) ofrecía el trasfondo ideal. Además, Zeus compar- se denomina de ese modo al justo típico.
te a menudo con el Dios judío el título ilustrativo de «el Al convertir Dios a los hombres en sus hijos al modo neo-
Altísimo». testamentario, crea una intimidad y un estrecho parentesco
A diferencia de «Zeus, Padre», el «Abba, Padre» de los cris- que tiene como modelo la íntima relación entre padres e hijos.
tianos primitivos carece de todo aspecto sexual. El elemen- Ninguna vinculación puede ser más estrecha, ningún ser
to metafórico de comparación con un padre es la solicitud y
responsabilidad por todos y por todo. humano puede llegar a ser más semejante a Dios que al ser
escogido, nombrado, hecho o llamado hijo suyo.
También cuando la comunidad se hizo mayor, se distin- Quien se aferra al modelo de la relación entre esclavo
guió cuidadosamente entre la realidad a la que se dirigía la lla- y señor evita el peligro de que, debido a la insistencia en la
mada «Abba, Padre» y las conexiones ligadas con la llamada filiación por la gracia, ésta se llegue a considerar una «gracia
«Zeus, Padre». Pues Zeus era el «Padre de los dioses y los barata».
68 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? LAS GRANDES IMÁGENES BÍBLICAS 69

En la práctica de la vida cristiana, esto se manifiesta en Esta perspectiva, y el comportamiento que de ella se deri-
una relación completamente nueva con Dios del modo va, se llama cristianamente «humildad». Consiste en que cada
siguiente: cual acepte su mezquina y vil condición ante Dios y se com-
porte de acuerdo con ella al hablar con Dios. En las oraciones
- Cuando Dios se hace llamar Padre, se presenta realmente se habla de abajamiento de sí. Este consiste en que la orante o
como aquel a quien incumbe muy concretamente la cues- el orante dice: «No se haga mi voluntad, sino la tuya». Así lo
tión del pan cotidiano. Así se dice en el Padrenuestro dice Jesús en Getsemaní, según Me 14,36b, y de modo pare-
(Mt6,13). cido lo dice María: «He aquí la esclava del Señor» (Le 1,38,
- Entonces es, además, el interlocutor para todas las preo- versión de Lutero revisada; Berger/Nord: «Asípues, estoy dis-
cupaciones grandes y pequeñas de la vida. Así llega a con- puesta a obedecer al Señor»). María aborda el mismo tema en
vertirse realmente en «compañero», sin perder necesaria- el Magníficat con estas palabras: «Me ha mirado con miseri-
mente nada de excelsitud. cordia, a mí, mujer indigna» (Le 1,48; texto de Lutero revisa-
- Entonces su amor y su solidaridad son ilimitados. Pues do: «Ha mirado la humillación de su esclava»). A decir ver-
hasta para la demostración de lo contrario se puede partir dad, los niños por lo general muy rara vez son humildes; pero
de que actúa dentro de la lógica de la relación padre-hijo al llamar a los padres y esperarlo todo de ellos, confiesan su
para sostener a la «familia». dependencia. Tal vez Jesús se refiriera a esto.
- Si realmente es Dios quien ahora quiere ser llamado padre
y ser utilizado, todas las demás preocupaciones, relaciones Llegar a ser hijo de Dios
y deberes, e incluso límites, resultan insignificantes ante
tan buenas relaciones con la grandeza más importante del Para Bernardo y los cistercienses de la primera generación, el
mundo. conocimiento de sí es prácticamente idéntico al conocimiento
- En este amor del Padre se puede «dormir tranquilo», en el de Dios. Esto coincide totalmente con el enfoque del Evan-
mejor sentido de la expresión. gelio de Tomás. «El hombre perdió su condición de imagen
divina: en ello radica su miseria. Conserva la semejanza divi-
na: en ello radica su grandeza. Puesto que el pecado ha tapa-
Hacerse como niños do esta semejanza con una semejanza extraña, ahora hay que
desprenderse de ésta: esto es lo primero que aprende el novi-
«Hijo de Dios» se debe distinguir del metafórico imperativo cio en Citeaux. Sin embargo, para poder desprenderse de ella
«Haceos como niños...», utilizado con frecuencia por Jesús. debe reconocerla como extraña; debe conocerse, por consi-
Mientras que en «hijo de Dios» lo más importante es la pro- guiente, como el que ha llegado a ser» (St. GILSON, Die Mystik
clamación del amor de Dios al hombre, en «hacerse niño» se des Hl. Bernhard, 1936, pp. 111-112). El hombre vive en el
trata de determinadas propiedades típicas de los niños, que los ámbito de la «desemejanza» (regio dissimilitudinis) mientras
oyentes adultos de Jesús deben copiar para tener parte en el no se conoce a sí mismo ni a Dios y permanece extraño a
señorío de Dios. A la pregunta de qué fascinaba a Jesús de los ambos.
niños, hasta el punto de convertirlos en la medida para el reino Este planteamiento aparece ya de manera abierta y ejem-
de Dios, se ha intentado dar diferentes respuestas. ¿Era la plar en el Evangelio de Tomás, logion 3: «Cuando lleguéis a
«inocencia» de los niños? ¿Era su pobreza, sus gritos insis- conoceros a vosotros mismos, entonces seréis conocidos y
tentes? ¿Era su desvalimiento o su confianza ciega? Quizá caeréis en la cuenta de que sois hijos del Padre Viviente. Pero
fuera la absoluta dependencia de los niños respecto de los si no os conocéis a vosotros mismos, estáis sumidos en la
adultos y la necesidad, de ahí derivada, de aguardarlo todo, pobreza y sois la pobreza misma». La «pobreza» no es otra
absolutamente todo, de los padres. cosa que el ámbito de la «desemejanza».
70 ¿(.Hli; 1.S LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? LAS GRANDES IMÁGENES BÍBLICAS 71

Este dicho del Evangelio de Tomás es, en cierto modo, el La humildad del niño
puente que une el hacerse «como los niños» y el ser hijo de
Dios. Pues, ante todo, se trata de un conocimiento humilde de Bernardo de Claraval dice en su tercera homilía en alabanza
sí mismo. Esto se ha de entender en el sentido de hacerse de la Madre de Dios: «Nos ha nacido..., no a los ángeles, que
«como los niños». Pues quien se conoce a sí mismo se da no precisaban del pequeño niño, pues tenían al gran Dios. A
cuenta de que no es bueno; de que, por tanto, nada puede espe- nosotros, por tanto, nos ha nacido, pues nosotros necesitamos
rar de sí mismo, sino que necesita recibirlo todo de otro. En de él... He aquí que un niño pequeño es puesto en medio de
este punto se ha de comparar con los niños, que, por ejemplo, nosotros. Oh niño, deseado por los pequeños... ¡Esforcémonos
se hacen una larga lista de deseos cuando se trata de deseos en llegar a ser ese niñito, aprendamos de él, pues es manso y
dirigidos a los adultos. humilde de corazón, para que el gran Dios no se haya hecho
A quien ha llegado tan lejos, Dios puede escogerlo, pues en balde pequeño ser humano, para que no haya muerto en
tal persona ha desechado toda falsa oscuridad y puede valorar vano ni haya sido crucificado inútilmente! Aprendamos su
debidamente a Dios y a sí misma; no se hace ilusiones sobre humildad, imitemos su mansedumbre, abracemos su amor...».
las proporciones. Si Dios lo escoge y «conoce», esto significa Por eso Bernardo considera el empequeñecimiento de
que Dios establece contacto con él (como en la época en que Dios como prototipo de nuestra propia humildad (véase la
Adán «conoció» a Eva), y este conocimiento de Dios hace del línea parecida de pensamiento de Flp 2,5-11). Toda redención
hombre algo nuevo, a saber, elegido de Dios o, lo que es lo procede del empequeñecimiento de Dios y nos la apropiamos
mismo, hijo amado. con nuestra propia humildad.
Según los primeros cistercienses, el conocimiento de sí
sólo puede referirse a que el hombre fue imagen de Dios. En
el conocimiento de sí descubre la diferencia entre lo que fue y Nuestro recorrido por los textos ha puesto al descubierto la
lo que es. La filiación divina, por tanto, tiene algo que ver con conexión entre humildad y filiación divina como un elemento
la condición de imagen: imagen es siempre quien está más importante de la espiritualidad cristiana primitiva y posterior.
próximo a otro y, por tanto, el hijo a los padres. Por eso se dice En dicha conexión se encuentra también el puente que une el
también en Gn 5,3 que Adán (creado a imagen de Dios; véase uso de «hijo» en la Anunciación de Jesús y el de «Hijo de
5,1) engendró a Set a su imagen. Es decir, Set es el hijo, el que Dios» como título cristológico en los evangelios y en Pablo.
más se asemeja a él. Nuestras observaciones sobre la vinculación de humildad
Cuando se yerra en esto, es decir, cuando no se llega a la y condición de hijo/niño quizás arrojen luz sobre ambas y
correcta valoración de sí, cuando uno no se da cuenta de lo también sobre una serie de textos bíblicos.
pobre que es, permanece pobre. Esto es lo que dice la última La humildad queda iluminada por una luz nueva: quien es
frase. Queda claro con ello que el conocimiento de sí, de que humilde no se hace malo o insignificante de manera postiza,
hablaba el v. 4, equivale a la acertada percepción de la propia sino que une la paz con la verdad. Pero tampoco lo soporta
pobreza. Pero el conocimiento, y con ello la confesión, de la todo en silencio, sino que lo aguarda todo de Dios, a quien
propia pobreza lleva más allá de ésta. No de manera automá- eleva sus voces y gritos.
tica, sino porque hay un Dios que responde a esa humildad La condición de hijo/niño no significa inocencia ni cir-
con la elección. La palabra de Jesús recogida en el Evangelio cunstancias atenuantes, sino indigencia. Los cristianos se re-
de Tomás 3,4-5 viene a decir, por tanto, que los humildes se conocen en la imagen de los hijos/niños porque éstos están
convierten en hijos de Dios. muy necesitados, especialmente en lo que respecta al amor. El
También los demás pasajes del Evangelio de Tomás donde hijo de Dios permanece en muchos aspectos en la indigencia,
se habla de hijos de Dios hacen siempre hincapié en el nuevo pero se sabe amado.
comienzo; el hombre que se hace hijo de Dios es por ello (co- La conexión existente entre humildad y condición de hijo/
mo) una nueva criatura (Evangelio de Tomás 22,1-7; 37,1-3). niño es importante, por ejemplo, para la comprensión de
72 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? LAS GRANDES IMÁGENES BÍBLICAS 73

Mt 3,13-17: «Entonces se presenta Jesús... donde estaba La comunidad se ve, según eso, en una situación interme-
Juan, para ser bautizado por él. Pero Juan trataba de impe- dia, en la cual espera la venida del Novio. El regreso del Señor
dírselo diciendo: "Soy yo el que necesita ser bautizado por ti, se aguarda de manera inminente.
¿y tú vienes a mí?". Jesús le respondió: "Déjame, ambos A nosotros, los hombres de hoy, nos resulta problemático
debemos hacer sólo lo que Dios exige a cada uno y que él que el Señor pueda ser considerado como Novio. Pues enton-
tiene a bien considerar justo". Entonces lo dejó. Una vez bau- ces la novia vendría a ser algo así como su pareja. Y muchos
tizado Jesús, salió luego del agua; y en esto se abrieron los preguntan: ¿puede ser realmente tal cosa, el hombre como
cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba como una paloma «pareja» de Dios? En efecto, cabe observar que, en el Nuevo
y venía sobre él. Y una voz que salía de los cielos decía: "Éste Testamento, tanto la carta a los Efesios como el Apocalipsis
es mi Hijo amado, en quien me complazco"». de Juan ven al menos un problema secundario de tal condición
La interpretación tradicional del v. 15, centrada en la de pareja en el hecho de que la novia no sea pura, sino que pri-
humildad de Jesús, es sin duda acertada. Conforme a nuestras mero debe ser purificada y liberada de sus anteriores críme-
observaciones precedentes, la humildad de Jesús es en este nes. Sin embargo, en el centro del campo simbólico está sin
pasaje el requisito para su proclamación como Hijo de Dios. duda el amor que elige del Novio. Según nuestro texto, la
De ahí que, a la luz de lo expuesto anteriormente, el relato sea novia está en un tiempo intermedio, en el cual llama anhelan-
teológicamente consecuente. Es probable que también las te. ¿Dónde es posible que aparezca hoy ese anhelo? Donde
palabras «los que trabajan por la paz», en Mt 5,9, se deban más fácilmente se encuentra es en los cantos de adviento de la
entender en el sentido de actividad humilde, pues les corres- Iglesia, ya empiecen por «Que los cielos lluevan al Justo...»,
ponde la promesa «serán llamados hijos de Dios». «Ven, Señor, no tardes», «Esperamos tu venida» o «Un pue-
Pero también el relato sobre el origen de Jesús confirma la blo que camina por el mundo». Todos estos cantos son, en el
conexión existente entre humildad y filiación divina, median- fondo, sumamente difíciles de entender, y lo mismo se puede
te la correlación entre la humildad de María (Le 1,38.48) y su decir también de «Hija de Sión, alégrate». Pero, además, tie-
concepción del Hijo de Dios. Sólo que lo que en otros casos nen en común que se cantan con alegre expectativa. Esto es
afecta a uno solo (el humilde es elegido Hijo de Dios) apare- igualmente aplicable a la melodía gregoriana del comienzo de
ce aquí repartido entre madre e hijo: la humildad de la madre Rorate caeli desuper... (Oh cielos, dadnos vuestro rocío desde
es -en cierto sentido- el requisito para el nacimiento del Hijo lo alto). En el cántico «Hija de Sión, alégrate» se aborda inclu-
de Dios. so la clásica mística nupcial cristiana; pues en la edad Media
la Hija de Sión de Dios no es sólo una imagen del pueblo
(judío) de Dios, sino también una imagen de María y la Igle-
La novia sia, especialmente en la utilización litúrgica de los textos vete-
rotestamentarios relativos a Sión.
La llamada de la novia Por tanto, la espiritualidad de la espera anhelante a que
aquí se hace referencia ciertamente ha existido siempre en la
Según Ap 22,16-17, la Novia (la comunidad) y el Espíritu se cristiandad, aun cuando limitada a un tiempo concreto del año
confirman mutuamente en su llamada, y la comunidad ora litúrgico.
según lo que se le encargó transmitir: «Jesús dice: "Yo he en-
viado a mi ángel para daros testimonio de lo referente a las El Cantar de los Cantares
Iglesias. Yo soy el retoño y el descendiente de David, el Lucero
radiante del cuba". El Espíritu y la Novia dicen: "¡Ven!". Y el Ante toda pregunta acerca de una espiritualidad del futuro, se
que oiga diga: "¡Ven!". El que tenga sed que se acerque, y el debiera prestar de nuevo atención al hecho de que entre el año
que quiera beber reciba gratis agua fresca». 240 y el 1240, por tanto durante un milenio entero, los comen-
74 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? LAS GRANDES IMÁGENES BÍBLICAS 75

tarios (sermones, etc.) sobre el Cantar de los Cantares fueron verdaderamente, aquí y ahora, porque es un Alguien que nos
un género muy frecuente entre los autores. Este sorprendente amó primero» (L. BOUJER, La spiritualité de Citeaux, Paris
estado de cosas fue olvidado con frecuencia, y con ello se 1955, pp. 245-248).
incurrió también en un peculiar olvido: que el principal man-
¿Dónde se encuentran oportunidades para hacer una relec-
damiento bíblico, que abarca el Antiguo y el Nuevo Testa-
tura fecunda de los sermones de la alta edad Media sobre el
mento, habla de un amor muy concreto. No cabe percibir que
Cantar?
se espiritualizara en modo alguno.
El Cantar de los Cantares habla de sexualidad. Desde las
- El amor cristiano no es precisamente «elevado». El amor
«ideas» de Sigmund Freud, a la hora de juzgar la relación en-
es más bien indivisible; esto es así no sólo entre personas,
tre sexualidad y religión nos sentimos al menos cohibidos,
sino también en el caso de una y la misma persona, «den-
cuando no más pobres en ella que nunca antes. Pues nuestra
tro de sí misma». En primer lugar, una pregunta honrada
recepción queda ahora determinada por una especial herme-
es cómo se puede hablar de «amar a Dios con todo el cora-
néutica de la sospecha (la «represión»).
zón...». ¿Cómo se ha de entender un amor así, que la
En un artículo reciente, Maria Assumpta Schenkl, oc, ha
Biblia interpreta explícitamente de manera abarcadora?...
intentado romper una lanza en favor del modo cisterciense de
En segundo lugar, una cuestión relativa a la integración de
hablar del amor. Señala ella que los numerosos textos relati-
la persona en sí misma es también, ciertamente, la de hasta
vos a este tema (por ejemplo, los sermones de Bernardo sobre
qué punto lo que se puede llamar amor no se «vive» sólo
el Cantar) muestran gran naturalidad al respecto, que los auto-
en planos completamente distintos de la persona.
res tenían una relación completamente normal con el cuerpo y
la sexualidad, lejos de todo el recelo y mojigatería que, por El Nuevo Testamento deja entrever que entre religión y amor
desgracia, llegaron a ser tan característicos de la actitud cris- sexual existe una competencia al menos parcial que se debe
tiana con respecto a la sexualidad en el siglo xix. Imágenes tomar en serio, aun cuando probablemente hoy en día nadie
muy ingenuas, sin nociones eróticas. quiera oír tal cosa. Esto no sólo queda claro en Pablo en 1 Co
En efecto, si el amor constituye lo «principal» de la reli- 7,1-4.34-38; también se puede decir, por supuesto, de Mt 19,13
gión cristiana, resulta incomprensible la idea de que el libro (la palabra sobre los eunucos por el reino de los cielos), e igual-
bíblico que versa sobre el amor no tuviera nada que decir al mente de las precisiones sobre lo de casarse una sola vez.
respecto. También 1 Co 6,17 dice algo sobre la relación entre religión y
Según una observación mística que encontró múltiples sexualidad: «Si un hombre es uno con el Señor (literalmente:
plasmaciones en el arte, el Crucificado desclava las manos de «está unido al Señor»), se hace un solo espíritu con él». La ex-
la cruz y extiende los brazos a los hombres. Algo parecido se presión «unirse a» está tomada del ámbito de la relación hom-
bre-mujer (véase Gn 2,24).
vuelve a encontrar también hoy, por ejemplo en un poema de
Hilde Domin: «Sólo el Crucificado, ambos brazos abiertos, el Sólo en las conocidas religiones monoteístas tiene la rela-
"aquí estoy"...». El amor de Dios es como el del Cantar: de- ción con Dios efectos sobre el matrimonio y la sexualidad; por
sordenado, apasionado y sin medida. Dios anda con dispara- ejemplo, la prohibición del matrimonio mixto. El politeísmo y
tado amor tras el hombre. la arbitrariedad moral son combatidos conjuntamente (los ado-
Se trata de «un cristianismo radicalmente teocéntrico y radores de Dios son de su exclusiva propiedad). La fidelidad
religiosa y sexual es expresión de una identidad estable. El rigor
contemplativo que no cae ni por un momento en la tentación del vínculo con Dios tiene con frecuencia una analogía mani-
de ver en Dios sólo una fuente de energía que se explota para fiesta en el vínculo de la esposa con su propietario, el varón.
bien de la humanidad, un cristianismo que sabe y cree que Ahora bien, esta reciprocidad también puede convertirse en
Dios es realmente un Alguien, alguien al que se debe amar y competencia directa. Así, según Pablo, la pertenencia a una
buscar y por el que se debe sacrificar todo lo demás, real y prostituta no se puede simultanear con la pertenencia a Jesús.
76 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? LAS GRANDES IMÁGENES BÍBLICAS 77

- Mientras que en la sociedad actual a veces da la impresión Pues la situación de persecución deja patente que en el
de que la religión es una cuestión de razón y moral, las judaismo y en el cristianismo la religión se relaciona muy ra-
explicaciones sobre el Cantar nos indican otra dirección. dicalmente con la libertad última y suprema del hombre de
Cabe preguntar si en realidad no se hace más justicia al adorar sin condiciones. Donde se toca esta libertad con ame-
fenómeno de la religión -en todo caso, en cuanto lo cono- nazas, despierta la resistencia con toda su fuerza; los hombres
cemos como religión judeocristiana- con la palabra están dispuestos, hoy como ayer, a dejarlo y a darlo «todo»
«amor», con un término, por tanto, que describe un com- por conservar su libertad de adorar. Prohibir la religión provo-
portamiento afectivo. E inmediatamente se debe pregun- ca el mismo efecto que prohibir el amor. Los mártires garan-
tar: ¿dónde se puede llegar a ver y a saber que es así? tizan la suprema e inviolable dignidad del hombre.
¿Dónde queda realmente claro que la religión judeocris- No es del todo casual que el monacato sea la prolongación
tiana significa para los hombres, llegado el caso, más histórica de la situación de persecución, y que la conversio
incluso que la propia vida? ¿Sucede todavía en algún lugar monástica, vinculada con la disposición a abandonarlo todo,
que los hombres -como dice Ap 12,11- «por su confesión sólo sea posible con un gran amor. Para imaginarse el fervor
den testimonio, menosprecien su vida terrena y desprecien de dicho amor, permítasenos la referencia a los brillantes colo-
la muerte»! res de las vidrieras góticas que Lutero veía ante sí cada día en
- La respuesta puede sorprender a primera vista, pero es la iglesia de los agustinos de Erfurt (como casi única edifica-
demostrable: También hoy una parte muy grande de los ción para los sentidos).
cristianos está dispuesta, en una situación dada, a defen-
Pero si se trata, en suma, de un caso de amor, quizás una
der su fe como el bien supremo. Esta disposición sólo se
penosa argumentación no sirva hoy para hacerlo convincente;
puede llamar amor.
muy probablemente, lo mejor sería el amor a primera vista.
Como ejemplos se pueden mencionar: la resistencia es-
pontánea de muchos cristianos en el llamado conflicto del cru-
cifijo y la resistencia contra la supresión estatal de la religión La esperanza de las futuras bodas
en Estados totalitarios del siglo xx. Tan pronto como una
autoridad estatal sucumbe a la tentación de proceder restricti- En el cristianismo, el uso metafórico de lo nupcial se ha enten-
vamente contra la religión, despierta una resistencia de fuerza dido siempre escatológicamente. Esto mismo se puede decir
insospechada. Los cristianos se comportan entonces como si también de la tradición fundamentalmente monástica mencio-
se les quisiera arrebatar lo que más quieren. Se manifiestan a nada antes. El hecho de que desde el siglo xix dicha tradición
millares en favor de su religión y practican la desobediencia cayera en el olvido se debe también a que el cristianismo
civil activa. La resistencia anticomunista presente en los Es- entregó la pregunta relativa a las esperanzas para el futuro a
tados del bloque del Este a lo largo del siglo xx demuestra la personas que la secularizaron.
insospechada vitalidad de la fe cristiana. Los clérigos encar- Precisamente las liturgias de difuntos de las antiguas Igle-
celados, a menudo durante largo tiempo, fueron los verdade- sias orientales están llenas de imágenes nupciales (las indica-
ros héroes populares de esos años. Esto se puede decir espe- ciones de página que siguen remiten a Becker/Ühlein II):
cialmente de los impresionantes dirigentes de la Iglesia de «...que no tengamos que abandonar las bodas del Novio» (p.
Polonia, Hungría y Checoslovaquia, pero también de China. 898). «Que con los ejércitos celestiales se alcen los justos a lo
La situación de persecución produce un efecto catalizador. El alto para encontrarse con nuestro Señor cuando vuelva. Que
hecho de que unos hombres estuvieran dispuestos a responder entren con él al aposento nupcial para recibir lo que les pro-
de manera inquebrantable de su fe con su vida (o con largos metiste...« (p. 1.044). «Alabado sea Cristo, Novio excelso y
decenios de prisión) sólo se puede comparar con la conmove- Luz de los justos, a cuya llegada se regocijan y exultan las vír-
dora fidelidad de las grandes parejas clásicas de enamorados. genes prudentes» (p. 1.053). «...que nuestro Señor te alegre en
78 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA?

el aposento nupcial de su Reino» (p. 1.061). «...para que sea 2


alegrada en el aposento de las bodas de tu reino», «...renuéva-
me en tu aposento nupcial» (p. 1.122). «...todos los difuntos se Accesos a la espiritualidad bíblica
alzarán con lámparas encendidas para poder entrar con el
Novio en el aposento nupcial» (p. 1.166). «...al reino celestial
para tus bodas de luz» (p. 1.405). «...del número de los invi-
tados a tus bodas..., no excluyas a nuestro hermano. Que
no sea como el necio que no se vistió el vestido de boda, que Asombro
no se siente en las tinieblas como las cinco vírgenes necias»
(p. 1.402). Asombro como liberación
Antes de nada, conviene llamar la atención sobre un problema
Imagen de la Iglesia lingüístico (que, por lo demás, no es el único en la relación
entre Nuevo Testamento y mística; véase en el apartado «Ser
Para la liturgia, la Iglesia es la novia de Cristo. Este modo de uno»): en la mística posterior (especialmente desde el Maestro
hablar de la novia es en este caso un camino antiguo y trilla- Eckhart), «vaciarse» significa algo positivo, una experiencia
do para hacer afirmaciones sobre la Iglesia. espiritual fundamental; por el contrario, en el Nuevo Testa-
En la dedicación de San Juan de Letrán (Roma): «Ella es, mento y en escritos afines el «vacío» está lleno de connota-
Señor, la madre de todos los vivientes, vida y salvación de ciones negativas. Significa lejanía de Dios y carencia de valor.
todos cuantos creen en ti. Ella es la novia de tu Cordero, abso- Un espíritu vacío es, según el Pastor de Hermas, un espíritu
lutamente límpida en el resplandor de la gloria de éste. Por sin valor, diabólico.
ella, Padre de bondad, soportó tu Unigénito la cruz y venció al Por el contrario, al significado positivo del vaciamiento en
enemigo...». - (Texto paralelo:) «Ella es la verdadera casa de la mística posterior corresponde en la literatura cristiana pri-
oración..., aquí habita tu gloria, la sede de la verdad inmuta- mitiva una palabra totalmente diferente: «poder asombrarse»
ble, el santuario del amor eterno. Ella es la Novia amada y y «asombrarse».
única que Cristo adquirió con su sangre y vivificó con el En el cristianismo primitivo, «asombrarse» es siempre la
Espíritu Santo» (Corpus Praef., nn. 983 y 984). reacción ante una sorpresa y, por consiguiente, significa verse
«...santificas continuamente a la Novia de Cristo, la libre de expectativas. Las expectativas que se vinculan con
Iglesia, para que, como madre, se alegre por su innumerable Jesús no son elevadas. Pues ¿qué se puede esperar del hijo de
prole y entre en tu gloria celestial» (Corpus Praef., n. 896). un carpintero de Nazaret? Pero luego los hombres se asom-
«Así, hay dones imperecederos de amor espléndido. Así bran de sus hechos. Se ven ante algo absolutamente inédito.
dio el Novio a la Novia regalos espléndidos, a saber, agua Preguntan: «¿Quién es éste?», porque sus conceptos y catego-
viva. En un solo y único baño se lava la Novia para agradar al rías resultan insuficientes. Sin embargo, también donde se
Novio. Éste le dio el aceite de la alegría. La llamó a su mesa habla de ello con detenimiento, la pluralidad de los «nombres
y la sació de trigo, la llenó de vino suave. Le otorgó la justicia de Jesús», es decir, de títulos y nombres con que se intentaba
como ornamento. Le regaló un vestido guarnecido con el oro describir el misterio de su individualidad, aparece como signo
de muchas dotes. Expuso su vida por ella...» (Corpus Praef., de esa falta de recursos. No obstante, dicha falta de recursos
n. 592). tiene también su lado positivo; supone reconocer que no se
sabe, abandonar prejuicios, eliminación de posiciones cerra-
das en beneficio de una ignorancia fructífera. Pues reconocer
que no se sabe, o -formulado a la manera neotestamentaria-
80 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? ACCESOS A LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 81

el desconcierto, siempre puede ser el principio de un camino na se encuentran en un hecho nuevo. Dios se hace hombre. Lo
nuevo y positivo. Precisamente esta crisis es lo que más tarde que era desde siempre ha seguido siendo la naturaleza divina,
se llamará vaciamiento (de nociones anteriores a las que se que ha elevado hasta sí lo que sólo en el tiempo ha llegado a
ha tomado cariño, pero que en el momento actual no son ya ser. Pero con ello ni se mezcló ni se dividió».
adecuadas). Los misterios asombrosos se consideran especialmente en
El logion 2 del Evangelio de Tomás reza así: «Dijo Jesús: los prefacios:
"El que busca no debe dejar de buscar hasta que encuentre. Y
cuando encuentre se estremecerá, y tras su estremecimiento se «Es éste un maravilloso misterio de la fe: ser muerto entra-
llenará de admiración y reinará sobre el universo invisible"». ña alabanza; haber matado entraña condena. Es ésta una
Esta palabra de Jesús nos pone ante los ojos un camino: guerra santa en la que unos mueren realmente, y los otros
buscar, encontrar, estremecerse, admirarse, reinar. En el mar- sólo en apariencia. Es ésta una lucha singular: el que hiere
co del lenguaje habitual del cristianismo primitivo, esta de forma aniquiladora a los otros se somete a la muerte, al
secuencia se ha de resolver así: vencedor lo persigue el diablo con cólera ardiente, pero a
los que son asesinados viene en lo sucesivo a socorrerles
Buscar: ser curioso, estar en camino hacia el saber, preguntar, Cristo con la fuerza de la paciencia. El diablo es castigado
admitir que se busca y todavía no se tiene. con el asesino, con los asesinados triunfa Cristo, el diablo
Encontrar: llegar a una comprensión teológica, por ejemplo precipita a sus siervos consigo al infierno, Cristo conduce
sobre un pasaje de la Escritura (Antiguo Testamento). a sus mártires al reino celestial» (Corpus Praef, n. 223).
Estremecerse: darse cuenta de que las posibilidades humanas «Para conducirnos al excelso reino celestial, Jesucristo no
tocan a su fin, porque con Dios no cabe hacer otra cosa rehuyó morir despreciado y recorrer el infierno. Así quiso
que estremecerse ante su grandeza. él... regalar y derramar la maravillosa y dulce vida eterna
Admirarse: dejarse sorprender (especialmente, por la fascina- sobre aquellos por los que había tomado el amargo trago
ción de Dios), constatar que ninguno de los cajones de la hiél. Así quiso llevar al cielo, coronados con esplén-
corrientes basta ya para meter lo nuevo. dida corona, a aquellos por quienes portó en la cabeza
Reinar: «ser rey» no es, como en nuestro lenguaje, la descrip- la corona de espinas. Pues pueden ascender al cielo en
ción de un señorío que se ejercita contra otros y a su costa, maravillosa carrera aquellos por quienes él, atormentado
sino que significa una libertad radical con respecto a todos con látigos, subió al patíbulo de la cruz» (Corpus Praef.,
los límites y a todo lo que coarta y abruma, incluso con n. 497).
respecto a la muerte, por ejemplo.
«Él es el Cordero de Dios que quita los pecados del mun-
do. Sacrificado, no muere nunca, sino que vive para siem-
Tanto por la descripción que hace de un camino (véase
pre, aunque fue muerto» (Corpus Praef., n. 865).
antes en «Camino»), como debido también a su intensa acen-
tuación de la liberación, el logion 2 del Evangelio de Tomás es «Tú no quisiste que la despedida del hombre de su cuerpo
un testimonio muy importante y representativo de la primitiva terreno significara su final, sino sólo un sueño. Así, en esa
espiritualidad cristiana. despedida para el sueño le diste fuerza con la confianza en
la resurrección. Pues la condición viviente de los que
Misterios maravillosos creen en ti no es suprimida, sino trasladada al cielo. La
vida de tus elegidos no termina, sólo se transforma. Pues
En la antífona del Benedictus de las Laudes del día 1 de enero, ni las distintas muertes ni los diferentes modos de perecer
se dice en la liturgia cisterciense de las horas: «Hoy se pro- resisten a tu fuerza para restaurar al hombre... La tierra lo
clama un asombroso misterio: la naturaleza divina y la huma- devolverá vivo de nuevo, y al que reviva se le restituirá
82 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? ACCESOS A LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 83

todo lo que se le arrebató. Así se revestirá de inmortalidad, Dios entre los hombres, ante su presencia santa, poderosa y
cuando se haya despojado de la mortalidad» (Corpus auxiliadora.
Praef., n. 225). Evidentemente, éste es un rasgo de la espiritualidad cris-
tiana primitiva que nos resulta tanto más extraño cuanto que
Estos textos viven de las antítesis entre muerte y vida, en nuestros días teólogos de prestigio proclaman que en el
mortal e inmortal, Dios y hombre. ¿Y dónde pueden dichas cristianismo se da la definitiva liberación de todo miedo. Pero
antítesis ser más intensas y chocar entre sí de forma más mara- frente a esto sigue estando la palabra de Jesús, según la cual
villosa que allí donde se trata del Dios creador? El orante los hombres no han de tener miedo al diablo, sino a Dios. Así,
agrupa en antítesis los datos de la historia de salvación a él Mt 10,28: «Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no
confiada. De ese modo surgen afirmaciones que por su densi- pueden matar lo más íntimo de vosotros; temed más bien a
Dios, que puede llevaros a la perdición tanto exterior como
dad son únicas y constituyen una meditación «cumplida».
interiormente en el infierno». Cabe preguntarse si en un libro
Esto significa que con los textos litúrgicos del primer
que pretende acercar la espiritualidad bíblica a los hombres
milenio se debe poner explícitamente en primer plano el dra-
conviene incluir, después de todo, estos pasajes sobre el temor
matismo del obsequio de Dios al hombre, la asunción del
y el temblor. ¿No es la espiritualidad precisamente esa viven-
hombre en Dios, la «aparición», el «trueque», la «transforma-
cia capaz de hacernos sentir a gusto con un grupo y su culto?
ción», la «participación» o como quiera que se haya denomi-
En ese contexto, ¿no resulta demasiado perturbador hablar de
nado. O, lo que es lo mismo, que con el tema «Dios» se ha de
temor, miedo y temblor?
recuperar también el tema «Dios y hombre».

Temor y temblor Concreción

Cuando Pablo se presenta ante un auditorio desconocido para Flp 2,12-15: «Asípues, queridos míos, de la misma mane-
él, al que quiere ganar para el Evangelio, le invade el temor y ra que habéis obedecido siempre, no sólo cuando estaba
temblor. Por tanto, no un afán misionero de conquista ni una presente, sino mucho más ahora que estoy ausente,
victoriosa conciencia de sí, sino miedo. No miedo a los hom- emprended con temor y temblor el camino hacia vuestra
bres, sino un miedo motivado por el hecho de que lo que debe salvación, pues tenéis que hacerlo con Dios. Sólo él
transmitir es la presencia santa de Dios. Porque con sus pala- puede, según su beneplácito, daros la fuerza para el que-
bras y entre sus manos sucede lo más decisivo que puede rer y el obrar. Hacedlo todo sin murmuraciones ni discu-
suceder: el Espíritu Santo alcanza definitivamente a los hom- siones para que seáis irreprochables y sencillos hijos de
bres. Dios mismo viene a los corazones en los que quiere Dios sin tacha, en medio de una generación perversa y
habitar. La palabra que Pablo transmite pretende encontrar eco depravada. Entonces seréis como la luz del mundo».
y respuesta en los hombres. Éste es el acontecimiento decisi-
vo y arriesgado. De modo parecido se lo dice también Pablo a En éste, como en otros lugares, a Pablo le gusta la alter-
los cristianos: trabajad con temor y temblor por vuestra salva- nancia de elementos contrastantes: por un lado, miedo con
ción (Flp 2,12b). Por tanto, cuando luego los cristianos den temor y temblor; por otro, confianza sin límites. Pues Dios da
respuesta a su fe con sus obras, también deben dejar espacio, la fuerza para el querer y el obrar. ¿Qué más necesitamos?
a su vez, tímida y respetuosamente, a la actividad del Espíritu La Biblia no distingue, como nosotros, entre temor y
en sí mismos. Pues ahí actúa Dios. miedo. Cuando Jesús habla del miedo a Dios, quiere signifi-
En la historia de la religión judía, el temor y el temblor son car aquel al que la Biblia puede denominar «Terror de Jacob».
siempre la reacción ante la teofanía, ante la manifestación de A nuestra época no hay que enseñarle el miedo, precisamen-
84 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA?
ACCESOS A LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 85
te. Todavía tenemos metidos en los huesos las guerras mun-
estremecimiento te recorre el cuerpo, se diluye la confusión de
diales y el terrorismo, la Gestapo y la Stasi.
voces y, de forma unánimemente clara y rotunda, se escucha:
Pero ¿miedo a Dios? ¿No es eso una recaída en la edad i{ados, qados, gados, elohim Adorna ebaot maleu hasamayim
Media? Muchas personas dicen que en su juventud fueron wahaare kebodo ("Santo, santo, santo es Dios, el Señor de los
educadas religiosamente con el miedo al infierno. Si se some- ejércitos. El cielo y la tierra están llenos de su gloria"). He
te tal afirmación a control, normalmente no queda mucho de oído», sigue escribiendo, «el sanctus, sanctus, sanctus de los
ella, sólo un papel absolutamente determinado de la Iglesia. cardenales en San Pedro, el swiat, swiat, swiat en la catedral
Ésta ha de seguir respondiendo de todos los miedos que los del Kremlin y el hagios, hagios, hagios del patriarca de Jeru-
hombres han tenido siempre y que supuestamente ella les ha salén. Sea cual sea la lengua en que resuenen estas palabras,
infundido. la más sublimes que han brotado nunca de labios humanos, se
Pero precisamente en este punto conviene distinguir con meten siempre en los cimientos más hondos del alma, pertur-
ayuda de la palabra de Jesús. El miedo a Dios no es difuso ni bando y agitando con poderoso estremecimiento el misterio
desesperanzado, como lo es, por lo demás, el miedo a los po- de lo ultramundano que ahí abajo duerme». Santo, santo, san-
derosos imprevisibles. Pienso en Moisés ante la zarza ardien- to. Pero Dios como tal susurra... ¡Qué contraste con el Zeus
te. Dios le dice: «Quítate los zapatos, pues ésta es tierra san- tonante de los griegos!
ta». Santo es Dios mismo, como un tabú, pues él es a la vez
origen de la vida y de la muerte, amenaza y origen. No lo olvi- La primera diferencia con respecto al espanto corriente es
demos: precisamente porque Dios se nos ha acercado en ésta: este miedo no paraliza, pues este Dios cercano es un
Jesucristo, está también cerca como juez. E incluso los iconos Dios que nos impulsa. Es, en efecto, el Creador. Por eso dice
de Cristo de la Iglesia oriental dicen algo de la santidad inac- Pablo que el amor de Cristo lo impulsa, lo empuja y le mueve
cesible de Dios. Por eso advierten los monjes que uno puede a la acción. Así, el Dios creador, que sigue siendo, pese a todo,
volverse loco si los contempla mucho tiempo a solas. el Dios inconcebiblemente grande, es con nosotros como
La primera regla de toda teología reza así: Dios es santo e quien dirige nuestra mano. Antes se hacía eso al aprender a
inconcebiblemente grande. Y la segunda regla dice: todavía escribir: se le llevaba al niño la mano. Para ello el niño se sen-
más inconcebible que su grandeza es su amor. Pero ambas taba en el regazo de su madre. Así ocurre con Dios. Lo que
afirmaciones van juntas, y precisamente en ese orden. Sólo espera de nosotros lo hace llevándonos la mano. Un Dios
porque es el Dios grande y santo, puede también llevarnos de maternal, tierno, tan cercano a nosotros que oímos latir su
la mano. Sólo porque está más cerca de nosotros que nosotros corazón. Hondo respeto, pues, no tanto ante el cielo estrellado
que se extiende sobre nosotros, cuanto ante la obra de Dios
mismos, podemos abandonarnos a él. Sólo porque es tan
por nosotros, en nosotros. Él nos lleva la mano, pero nosotros
inconcebiblemente grande, puede protegernos de todo, inclu-
debemos escribir. Nos da el dinero, pero nosotros hemos de
so de las consecuencias de nuestro obrar incorrecto. En el
gastarlo. Debiéramos escuchar con mayor esmero el corazón
texto de Flp 2,12-13 se combinan de manera única ambas de Dios; entonces sabríamos también lo que Dios quiere. Sólo
cosas: la grandeza de Dios y su ternura. Pero su ternura es una se puede oír crecer la hierba cuando uno se inclina muy pro-
maravilla entre las maravillas, que nos deja casi atónitos, pre- fundamente. Pero cuando intentamos escuchar así a Dios, no
cisamente porque quien tan bueno se muestra con nosotros es necesitamos buscar por mucho tiempo. Siempre y cuando no
verdadera y realmente Dios. nos precipitemos a cubrir de excusas el lenguaje del corazón.
En el Apocalipsis, el vidente Juan escucha el «Santo,
santo, santo» cantado junto al trono de Dios. En el siglo xx, Y ésta es la segunda diferencia con respecto al miedo
este cántico se convirtió para el filósofo de la religión Rudolf corriente. En el miedo ordinario, uno ha de preocuparse de su
Otto en la vivencia central. Así describe él su experiencia en vida y ver cómo escapa al miedo. En el miedo ante el Justo,
una mísera sinagoga de Marruecos: «De repente, mientras un apartamos la vista de nosotros. No queda entonces tiempo
86 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? ACCESOS A LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 87

para fijar la mirada en nosotros mismos. El miedo corriente 2 Co 4,6-11: «Este servicio lo estableció Dios al decir:
nos paraliza, pues tenemos miedo al fracaso. "Donde había tinieblas brille la luz". Dios mismo se ha
Pero Pablo nos dice: precisamente cuando estáis con te- convertido en la luz de nuestros corazones y nos ha hecho
mor y temblor ante él, no tenéis que temer al fracaso, pues percibir su gloria radiante que brilla reflejada en la faz de
Dios lleva vuestra mano. Sólo ahí se encuentra el mayor Jesucristo. Dicha gloria es un tesoro inconmensurable que
miedo con el mayor consuelo, el temor y temblor con la con- guardo en mi cuerpo como en una vasija de barro. Con
fianza en que este Dios está, después de todo, tan cerca de esto queda perfectamente claro que el copioso poder que
nosotros como una madre. poseo procede de Dios y no de mí mismo. Esto se mani-
Pablo dice: no debéis tener miedo de vosotros mismos. fiesta también en mi destino: continuamente me veo en
Eso ocurre cuando uno fija la mirada únicamente en sí mismo. aprietos, pero nunca desesperado, constantemente me veo
Sólo cuando miráis a Dios quedáis liberados de la torre de en mil apuros, pero nunca desesperanzado. Soy persegui-
marfil del miedo al fracaso. Pues cuando miráis a Dios tenéis do, pero no abandonado por Dios; soy difamado, pero no
la capacidad, el derecho y el deber de dejaros regalar algo. Así me hundo. Diariamente llevo el sufrimiento y la muerte de
nos lo exige de manera terminante Pablo: ¡arrojad vuestras Jesús en mi propio cuerpo. Pero siempre me salva visible
preocupaciones en el Señor! y manifiestamente la fuerza de vida procedente de Jesús.
Pues mientras vivo me veo expuesto continuamente a la
muerte por causa de Jesús. Así ha de hacerse visible tam-
Sufrimiento bién en mi cuerpo mortal la fuerza de vida procedente de
Jesús. Por eso se puede decir que de mi lado actúa la
Son muchos los seres humanos y animales que sufren en el muerte; del vuestro, por el contrario, la vida».
mundo entero. ¿No queda el sufrimiento minimizado cuando
se sitúa bajo el epígrafe de la «espiritualidad»? ¿Qué significa esto para el cristiano concreto? Los sufri-
mientos y menoscabos que menciona Pablo no son infeccio-
Parte del sufrimiento de Cristo nes de cualquier tipo, sino perjuicios que llegan hasta la tortu-
ra física y que el cristiano debe aceptar a causa de su fe y por
A juicio de Pablo, los malos tratos y fatigas que él tiene que defender ésta valientemente. Esto queda patente en el conoci-
soportar son idénticos al sufrimiento que padeció Jesús, son do pasaje de Hechos de los Apóstoles (9,4) donde a Pablo,
una parte de él. No van del todo desencaminados quienes en perseguidor de los cristianos, se le aparece Jesús resucitado y
esta concepción de su ministerio ven también la clave para le pregunta con tono de reproche: «Saulo, Saulo, ¿por qué me
comprender la teología de Pablo. El apóstol está inserto, junto persigues?». Esto significa, sin duda, que cuando Pablo persi-
con toda su actividad, en el hacer del Mesías Jesús. Ésta es la gue a los cristianos, persigue a Jesucristo mismo. Esto es así
diferencia con respecto a los no cristianos y a los animales: precisamente porque, según Pablo, la Iglesia es el cuerpo de
Pablo experimenta su sufrimiento de otra manera. Así, éste no Cristo. Cuando en un cuerpo un miembro sufre, los demás
permanece mudo y sin sentido, sino que adquiere su sentido sufren con él. Pablo llama a esto «sim-patía». Pues en el cuer-
porque está inserto en el apostolado de Pablo. Así, Pablo no se po de Cristo se puede decir aquello de «...juntos en la cárcel,
lamenta en tono quejumbroso de todo cuanto le causa dolor, juntos en el castigo». O, formulado de manera más agradable:
ni culpa a los demás, sino que ve su camino de sufrimiento donde quiera que un cristiano sufre a causa de su fe o como
como parte de la lucha de Dios por el mundo. Ve su vida y su cristiano, los demás sufren con él. Un sufrimiento compartido
misión como una unidad indivisible. En su sufrimiento se pro- se convierte de este modo en medio sufrimiento; no se trata,
longa el servicio de Jesús, y en sus persecuciones ve la per- sin embargo, de un proceso psíquico, sino que está funda-
manente resistencia del mundo a Dios. mentado en la concepción paulina (y probablemente también
88 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? ACCESOS A LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 89

ya jesuánica) de la Iglesia. Ya en Jesús se pueden descubrir Así, la experiencia de sufrimiento y persecución es cual-
indicios de la concepción según la cual el Hijo del hombre quier cosa menos agradable; pero se trata de una percepción y
-ese «nombre» de Jesús- posee una dimensión eclesial, «co- ratificación indudable de la afirmación de fe que se anuncia ya
lectiva», desde su origen en Dn 7, dimensión que nunca per- en las palabras de Jesús según el evangelio de Juan: «Si me
dió tampoco en el Nuevo Testamento. Así, por ejemplo, según lian perseguido a mí, también a vosotros os perseguirán» (Jn
Mt 19,28, los doce discípulos gobernarán como discípulos 15,20). Si los discípulos y discípulas han de experimentar
ejemplares cuando gobierne el Hijo del hombre. Y en el ahora de manera punzante lo anunciado por el Maestro, con
Apocalipsis del vidente Juan, los cristianos reinarán juntos ello se ratifica dolorosamente la afirmación fundamental de
como reyes (por ejemplo, según 20,6). Por tanto, existen real- Jesús sobre la incompatibilidad de Dios e injusticia.
mente indicaciones de que desde el comienzo, o al menos En este punto estriba el misterio oculto del sufrimiento de
desde muy pronto. Jesús por principio no está solo, sino siem- todos los perseguidos y mártires: con ellos, en ellos y para
pre con sus discípulos. Ahí se encuentra la razón por la que ellos es ya real el mundo nuevo e invisible de Dios. Si el dolor
tampoco el sufrimiento del cristiano concreto es su desgracia tiene un misterio y un futuro, si no es infinito ni carece de
particular, sino, en realidad, parte del sufrimiento de esperanza, y hasta se sufre por dicha esperanza, la evidencia
Jesucristo. del dolor es mejor que nada.
Esto significa que cada cristiano forma parte de la prime-
ra línea de frente en la lucha entre Dios y el mundo. Lo cual
supone sufrimientos que pueden llegar hasta los tormentos
físicos. Si el cristiano es un puesto avanzado de Dios, tampo- Paciencia
co puede ser de otro modo. Pues cuando la marea es muy alta,
cada metro de declive cuenta. La paciencia, descalificada
Ya el Antiguo Testamento ve el sufrimiento de todos los
justos «reunido» en la imagen del siervo de Dios. En nuestro Como es bien sabido, Karl Marx y Friedrich Engels estudia-
tiempo, el cristianismo se ha convertido de nuevo en una reli- ron teología (evangélica) durante los años 1839-1841 en la
gión de los mártires (16.000 al año). Universidad de Bonn, principalmente con Bruno Bauer, y ya
La concepción que cada uno tiene de su sufrimiento es en ese tiempo desarrollaron, a propósito de los gemidos de la
decisiva, y eso es lo que le permite también soportarlo. Lo que criatura según Rm 8,22, la concepción de que el cristianismo
sufre no es un infortunio casual, sino que lo vincula con hace visibles, ciertamente, los sufrimientos, pero se limita a
Cristo. Y lo que a otros podría parecerles castigo por la propia dar a los hombres buenas palabras (K. MARX, Frühschriften,
conducta errada forma en realidad parte del orden futuro, es 1953, pp. 207, 224). Lo que ahora importa, según dicha con-
en verdad honor y gloria escondida del mundo venidero. Pues cepción, es tomar finalmente en las manos los destinos del
el sufrimiento que uno soporta por causa de Cristo participa mundo y poner «remedio». El cristianismo no es más que
del total contraste de valores existente entre el mundo futuro «opio del pueblo» (éstos son sus términos exactos).
y éste. Dicho contraste significa para él dolor y tormento, que También el capitalismo tiene su propia modalidad de im-
puede llegar hasta el martirio. Se trata, por consiguiente, de paciencia. Así, la desvalorización de la paciencia es en gene-
una experiencia de cómo de lo viejo sale lo nuevo, pero tam- ral un derivado de la secularizada idea de progreso de la
bién de que la «jerarquía de valores» de Dios está en total opo- Ilustración.
sición a la que normalmente cuenta algo. Desde esa época se acostumbró a descalificar la paciencia
Por consiguiente, el sufrimiento del cristiano significa en y se puso en su lugar la palabra «cambio». Pues «paciencia»
realidad distinción y elección. Lo que habitualmente parece equivale a una infinita y absurda promesa vana para el arreglo
ser oprobio, es en realidad gloria de Dios. con los poderosos.
90 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? ACCESOS A LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 91

Hoy, después de que el marxismo ha fracasado por el Puede que los tiempos del concepto tomista de verdad
momento en variantes diferentes y ha costado un número des- (que, dicho sea de paso, es también el de la ortodoxia protes-
proporcionadamente alto de víctimas mortales en sus formas tante) en cierto sentido hayan pasado y que -como en la época
de leninismo y maoísmo, quizás haya llegado el momento de del Nuevo Testamento- de nuevo cuenten mucho más el testi-
rehabilitar la paciencia. La espiritualidad del cristianismo pri- monio y la credibilidad personales. ¿Acaso la verdad cristiana
mitivo es en múltiples aspectos una espiritualidad de la no se transmite hoy más bien así? ¿Y acaso eso no guarda
paciencia. muchísima más relación que un concepto aristotélico con el
modo en que se produjo la revelación? No por ello se han de
negar, sin embargo, los elementos cognitivos del cristianismo
La paciencia no es pasividad (encaminados a conocer), ni se han de poner en tela de juicio
los dogmas, nine serias consecuencias cuyo significado en
Ya en la naturaleza se puede observar que toda vida, en espe-
nuestro contexto pasamos a explicitar...
cial la vida de un ser humano, necesita mucho tiempo para
desarrollarse. Lo mismo reza también para la educación. Ésta La paciencia es perseverancia fiel, imperturbable verifica-
no se alcanza con acciones aisladas, sino que dura años. En ción de la fe en lo cotidiano, no abandonar la fe en medio del
ambos casos, como bien sabemos, no se trata de un aguardar apuro y la persecución. Así entendida, la paciencia es el equi-
valente especular de la fidelidad de Dios. Tiene la misma
pasivo; cada evolución es un proceso complejo que requiere
«estructura» dilatada temporalmente. La paciencia es, por tan-
dar y tomar, actividad y pasividad, exactamente igual que la lo, la manera en que los cristianos dan testimonio de la solici-
vida, por lo demás, sólo que esencialmente menos visible para tud de Dios y, en cierto modo, la reproducen.
el ojo, con «pequeños» procesos inadvertidos e importantes al
Con esta descripción de la paciencia concuerda también
fin y al cabo sólo por su duración. exactamente su meta. Ésta consiste en que «esperamos ver tu
La paciencia es el peculiar puente tendido entre el sufri- rostro» («vultus tui visionem»: primeras vísperas del primer
miento y la gloria. Se podría objetar que el puente entre el domingo de Adviento en la Liturgia de las Horas cisterciense).
ahora y el después es la inquebrantable verdad de la fe; la Al mismo tiempo, resulta evidente que la paciencia es, ya en
paciencia sería demasiado subjetiva. Resulta interesante, sin virtud de su origen, algo así como la impronta de un sello divi-
embargo, que en el Nuevo Testamento no exista ninguna pala- no en la criatura.
bra que designe eso que nosotros llamamos «verdad de la fe». Por eso la paciencia entra en el campo de la «espirituali-
Distinto es el caso de Tomás de Aquino, por ejemplo, que en dad», y no sólo dentro de la ética, porque se trata de una expe-
su Summa Theologica construye una verdad universal, válida riencia cotidiana que se mantiene firme. Los cristianos no
para siempre. experimentan sólo sufrimiento (véase arriba), sino también, y
Lo que la mayoría de las veces traducimos por «verdad» ante todo, que las promesas de Dios se demoran; que durante
en el Nuevo Testamento (por ejemplo, Jn 8,32: «La verdad os mucho tiempo, demasiado, todo sigue como antes y, sin em-
hará libres...») no se refiere a un esclarecimiento de hechos, bargo, tienen la fuerza para continuar esperando. Entra dentro
sino a la fidelidad y constancia de Dios; la verdad es Dios del campo de la espiritualidad, porque este tipo de fidelidad
mismo y también Jesús mismo («Yo soy la verdad...»). Im- y de capacidad de resistencia es también siempre una gran
posible, sin embargo, que esto sea una opinión sobre un esta- "racia.
do de cosas; por el contrario, se encuentra en un plano total-
mente diferente. Si Dios es la verdad misma, el modo de exis-
tencia de dicha verdad consiste en que Dios es fiel. No son los 1.a paciencia y la cuestión del mal en el mundo
científicos con sus pruebas y argumentos, sino los testigos,
quienes con su existencia entera deben responder de esta Ahora bien, está claro que lo que los hombres perciben hoy
verdad. tic Dios no es precisamente su fidelidad. Se podría decir que
92 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? ACCESOS A LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 93

la fidelidad se ha visto reemplazada por la infidelidad y la paciencia (véase Me 14,38 y contexto; se trata directamente
ausencia. de la capacidad de sufrimiento de Jesús y de su paciencia).
Desde luego, tampoco en los tiempos en que nació la A veces Dios también parece negar algo al hombre ahora,
Biblia eran las cosas muy diferentes. Los Salmos hacen un lla- porque quiere regalarle en el futuro otra cosa que es mucho
mamiento a la fidelidad de Dios incluso cuando la alaban. Por más excelente. También esto exige mucha paciencia. Un
el contrario, el grito del Salmo 22, repetido por Jesús («Dios ejemplo: según Jn 11,3-4, Jesús niega a Lázaro la curación.
mío, ¿por qué me has abandonado?»), es también un llama- Más bien, éste ha de morir primero. Sólo después será resuci-
miento en forma de queja y de pregunta. tado. En interés de la gloria de Dios (11,4), el aguardar y el
La paciencia presupone fundamentalmente que Dios no morir de Lázaro eran convenientes, pues aquélla podía mos-
interviene de manera permanente en el mundo. La paciencia trarse más poderosa con su eficacia sobre él cuando ya estaba
se adapta, en cierto modo, a esta situación. En este punto, por muerto.
consiguiente, se manifiesta una relación muy estrecha entre
espiritualidad y dogmática. Pues la pregunta surge espontá-
nea: ¿de dónde sacamos el derecho a decir que la paciencia Espiritualidad y resistencia
tiene una meta?
Este derecho lo deducimos de las afirmaciones paulinas. A la forma en que se manifiesta la paciencia se le puede lla-
Según Pablo, Dios no ha completado todavía su creación; sólo mar también -con expresión menos piadosa- «cultura de la
podrá rematar verdaderamente su obra creadora conforme a su resistencia». En este punto se hace entonces perceptible la
voluntad cuando la muerte sea vencida. Esta segunda fase de relación existente entre espiritualidad y cultura. Por «cultura»
la creación da comienzo con la resurrección de Jesucristo. se pueden entender los comportamientos de un grupo que se
Sólo cuando la muerte sea vencida, podrá Dios ser todo en diferencia de otros grupos. Ello requiere a menudo una tradi-
todo. Hasta entonces nos hace falta la paciencia. Pero, según ción determinada, algo que se mantiene común y, por eso, o
Pablo, también es absolutamente seguro que Dios no deseó ni fundamenta especialmente la estabilidad de un grupo o la
quiso la muerte del hombre. Así, la paciencia también va enca- pone especialmente en tela de juicio. Considerada desde el
minada a que al final Dios se evidencie como el que en nin- punto de vista cultural, la «paciencia» puede ser una actitud
guna circunstancia quiso el sufrimiento ni el mal. Por eso tam- conservadora. Pues no sólo se habla del desarrollo paciente de
bién el sufrimiento está limitado, y con ello el tiempo de la algo nuevo, sino también de la paciencia y tesón con que uno
paciencia. se opone a que le arrebaten algo. Esta lucha va dirigida a
Se podría decir que el pecado es en el fondo impaciencia. menudo contra adversarios muy poderosos que pretenden - a
Pues el pecador «no tiene tiempo» y abrevia el proceso allí menudo inútilmente- arrebatar a un determinado grupo «lo
donde debería apropiarse pacientemente de algo (por ejemplo, más propio» de éste. Una espiritualidad de la paciencia es
dinero/atraco a un banco), de algo que en el fondo Dios que- entonces aferrarse a aquello que, como cultura recordada,
ría darle a su tiempo. Por eso, según el Nuevo Testamento, puede cimentar y mantener esencialmente la cohesión de un
Dios regala por propia iniciativa lo que, según el relato del grupo.
paraíso, tuvo que prohibir al impaciente (comer del árbol de la La «resistencia» es una forma de paciencia, especialmen-
vida/la vida eterna). Esto significa que Dios quiere dar al te en relación con la cultura de un grupo. Así, uno se asombra
hombre todo cuanto éste necesita, sólo que a su tiempo. al oír que los monasterios femeninos de Alemania oriental han
Como vía para superar la propia impaciencia, se mencio- aguantado, desde hace 750 años, todas las posibles formas de
na una y otra vez la oración (por ejemplo, Ap 6.9-10). Por esta dominio, desde las invasiones mongolas hasta E. Honecker.
razón, la oración ayuda también contra las tentaciones de En este apartado, sin embargo, hay que mencionar espe-
pecado, pues éstas tenían que ver precisamente con la falta de cialmente a los grupos judíos y apocalípticos. Sin duda, es
94 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? ACCESOS A LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 95

verdad que, desde los monasterios femeninos hasta los judíos filiar por el Espíritu Santo puede amar, alegrarse, mantener
oprimidos de la Europa del Este, la espiritualidad de la re- la paz, tiene una respiración larga, es amable y bondadoso,
sistencia se manifiesta con frecuencia como una mística fiel, con suave paciencia y dominio de sí».
determinada. Pastor de Hermas, Visiones 3,8: «"La primera, que tiene
En la mística de los perseguidos y oprimidos, la realidad las manos juntas, es la Fe. Por ella se salvan los elegidos de
celestial a la que se confían se llega a palpar con las manos en Dios. La segunda lleva un cinturón y parece audaz. Es la Con-
la misma medida en que se hace palpable, a su vez, la tiranía linencia. Es hija de la Fe. Quien la sigue tiene una vida feliz,
terrena de los perseguidores. Ambas cosas se provocan (se pues se abstendrá de toda mala acción. Puede confiar en here-
podría decir que se potencian) mutuamente. La mística es el dar la vida eterna si evita todo mal deseo". "¿Y las otras cinco,
espacio que la fe regala a los oprimidos para levantar ya aquí señora?". "Son hijas las unas de las otras. Se llaman: Sen-
y ahora la cabeza (Le 21,28), porque con el final físico está cillez, Ciencia, Inocencia, Santidad y Amor. Si haces todas las
también cerca la liberación. No es casual el que grandes már- obras que la Fe, madre de todas ellas, exige, podrás alcanzar
tires del siglo xx se convirtieran en la cárcel en grandes mís- la vida". "Querría saber, señora", dije yo, "el efecto que tiene
ticos (Dietrich Bonhoeffer, Alfred Delp...). cada una de ellas". "Te lo voy a decir", repuso ella. "Sus efec-
A la mística de la resistencia pertenece la no violencia, en tos se apoyan mutuamente, se siguen uno del otro, dependien-
cuanto que es en todo una imagen especular negativa de los do de quién sea la madre y quién la hija"».
opresores. Con ello hemos captado un último y definitivo Del nacimiento habla también St 1,15-16; de la aparición
aspecto de la espiritualidad de la paciencia. de otros comportamientos a partir de la fe, 2 Pe 1,5-7.
Muy a menudo, la fe está al principio. Tiene en sí tanta
fuerza, que todo lo demás son sus frutos o sus hijos y nietos.
Crecimiento El conjunto es en cada caso un proceso orgánico de genera-
ción. En él se hace visible la coherencia interior del ethos cris-
El Nuevo Testamento utiliza una y otra vez la imagen del cre- tiano. No se agrega nada extraño, el conjunto adquiere forma
cimiento, no sólo aplicada a las plantas, sino también a las definitiva.
personas. Las cuestiones a las que se busca una respuesta con Los filósofos no cristianos del entorno del Nuevo Tes-
imágenes de crecimiento abarcan desde el reino de Dios hasta tamento dicen, en lo que a esto respecta, que un comporta-
los frutos del Espíritu, desde el desarrollo de la levadura en la miento es la causa de otro, o que uno conduce al florecimien-,
masa del pan hasta el desarrollo «a la medida de Jesucristo». to de otro.
Si se comparan desde este punto de vista textos bíblicos Si uno es fruto de otro, para invitar a algo a los hombres
con explicaciones y sermones modernos, el resultado es tre- se deben utilizar menos los imperativos «a palo seco» y se
mendamente aleccionador. Pues, salvo citas, la utilización in- puede partir, por el contrario, de la melodía fundamental de su
dependiente de imágenes de crecimiento es nula, y al mismo camino cristiano. Se trata de consecuencias y de nuevas etapas
tiempo se prescinde del mero verbo «crecer». También se del camino. Es importante que el enérgico comienzo se des-
comprende a simple vista por qué es así. Aparte del distancia- pliegue en una comunidad que abarque cielo y tierra.
miento del hombre con respecto a la naturaleza, nadie tiene Cabe preguntar: ¿qué relación guarda este devenir orgáni-
paciencia ni tiempo para seguir, aguardar, observar o conside- co con el hecho de que el hombre siga siendo pecador?
rar en general las fases del crecimiento. Respuesta: la meta del camino no es la perfección, sino encon-
Por eso existe una espiritualidad bíblica del crecimiento trar un sentido.
que se ha perdido. Se manifiesta claramente, por ejemplo, en La importancia de esta imagen para el concepto de justifi-
la llamada «filiación de las virtudes», que se encuentra en tex- cación estriba en que el amor y otros «comportamientos» son
tos como los siguientes: Gal 5,22-23: «Pero quien se deja el despliegue del hecho de que Dios ha acogido y «aceptado»
96 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? ACCESOS A LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 97

fundamentalmente al hombre. Concuerda con ello el hecho de Ahora bien, «espiritualidad» tiene que ver con la vida coti-
que Pablo pueda considerar también la resurrección como diana. Y si ésta se halla marcada por nociones de metas que se
consecuencia última de la justificación del hombre. pueden anhelar realmente, será un buen ejemplo de espiritua-
Esto tiene gran importancia para la cuestión de la espiri- lidad viva y oportuna.
tualidad. En ésta, según la entendemos en el presente libro, lo Es muy fácil de retener, por ejemplo, el gran lucernario de
realmente fundamental es el amor. Precisamente porque el los cimborrios de las catedrales románicas, que siempre repre-
amor es indivisible entre quienes de él participan, toda valora- sentan la Jerusalén celestial (pienso en la catedral de Hildes-
ción según lo que se da o se recibe es ociosa y, en el fondo, lieim, o en GroB St. Martin en Colonia). En cierto modo, con
inadecuada. Por otro lado, tomar en consideración el creci- el lucernario se pone literalmente ante los ojos de la comuni-
miento y el devenir no supone una glorificación del progreso dad, en forma de obra de arte, la imagen ideal de la unión
humano, sino un reconocimiento agradecido de que en él hay venidera. Me parece muy significativo que, además, se trate
evoluciones y procesos, como los propios de toda vida mere- de una ciudad para hombres, una ciudad de puertas abiertas y
cedora de este nombre. con agua de vida y árboles de vida en medio de ella, de una
Esta adquisición de la propia historia -y con ella de la gran ciudad agradable para el hombre, que no despierte sólo
identidad frente al amor de Dios- constituye una importante las emociones de arquitectos y urbanistas.
diferencia con respecto al budismo, que tan de moda está en En la tradición monástica, el anhelo también se vincula a
nuestros días. Tanto el esquema de «promesa y cumplimien- menudo con el de la ciudad celestial, Jerusalén, pues, según
to» como el amor y el agradecimiento son muy especialmen- Bernardo, todo monje es monachus et Ierosolymita, monje y
te cristianos, porque todos ellos atañen a dos dimensiones habitante de Jerusalén (aunque quizás en un sentido algo dis-
esenciales para nuestra cultura: la personalidad y la historia. tinto de aquel en el que Kennedy era «berlinés»).
Quien opta por el budismo se despide de estas condiciones El monasterio se manifiesta como representación de la Jerusalén
básicas de nuestro pensamiento. celestial (como S. Stefano in Rotondo en Roma); ya ahora se
contempla la Jerusalén celestial «desde el anhelo». Y en la bio-
Anhelo grafía del beato David von Himmerod se dice: «Su rostro bri-
llaba de alegría como el de un santo; tenía el rostro de un hom-
El anhelo, ¿una categoría teológica? bre que se encamina a Jerusalén».

El anhelo tiene que ver, en principio, con la orientación del Esto significa que, si la utopía por la que se dejan guiar los
hombre hacia el futuro y, por tanto, con lo que los teólogos lla- cristianos es realmente una unión concreta en convivencia,
man «escatología». El anhelo se contrapone rigurosamente a tampoco una espiritualidad cristiana será algo que se baste a
la nostalgia. Mientras que la nostalgia transfigura falsamente sí mismo o que sólo le sirva al alma, sino que su aspiración se
lo pasado, el anhelo es un impulso del corazón con vistas al extenderá hasta los límites del mundo y del tiempo.
futuro, y mucho más fructífero que el miedo. Que el anhelo
sea o no religiosamente «oportuno», depende de la lejanía de
lo anhelado con respecto a la realidad. Pablo y el lenguaje del anhelo
El anhelo, por tanto, tiene algo que ver con las utopías;
dentro de éstas cabe distinguir entre las que están totalmente Cuando Pablo toca el tema de su propia esperanza, habla de
fuera de nuestro alcance, que más bien pueden impedir cual- aflicción y de dolores, de los gemidos y la condición expa-
quier avance y mejoramiento, y las que son capaces de inspi- triada del exiliado. Entonces desearía liberarse de la molesta
rar y acompañar como metas orientadoras la actividad coti- pesadez terrena de su cuerpo y estar en la patria celestial.
diana del ser humano. Pablo habla en esas ocasiones de manera muy personal y apa-
ACCESOS A LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 99
98 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA?

Salta a la vista: Pablo habla de anhelo y patria, del exilio


sionada. A ese modo de hablar se le podría denominar «len-
y el gemir actuales. Tanto en 2 Co 5 como en Rm 8, Pablo
guaje del anhelo». No lo mueve el miedo del no reconciliado;
conecta este pensamiento con la imagen de la prenda que Dios
él mismo quisiera ir a Jesús. La perspectiva inversa tendría un
ha dejado ya a través del Espíritu Santo.
anhelo expresable así: «¡Debería venir alguien como Jesús!».
Pablo se expresa con el lenguaje del anhelo sobre todo en
sus cartas más tardías:
2 Co 5,2-9: «Ahora seguimos gimiendo aquí en la tierra El anhelo en el lenguaje de la liturgia
[bajo el peso de la transitoriedadj y deseamos tomar
posesión de nuestra casa celestial, revestirnos del cuerpo La llamada «¡Ven!» determina muchas oraciones de la Iglesia
nuevo como de un vestido... Pues deseamos intensamente del primer milenio. Una y otra vez se dice «Ven, Espíritu
que todo lo que puede morir y lo que está muerto sea eli- Santo» o «Ven, Santificador». Ya hemos hablado de la llama-
minado y como tragado por la vida de Dios... Por eso da de la Novia y del Espíritu, «¡Ven!», en el Apocalipsis de
miramos siempre a lo venidero con gran alegría anticipa- Juan.
da. Vivimos en nuestro cuerpo terreno como en el exilio, La tradición de la llamada que suplica la venida se hace
lejos del Señor... Deseamos de corazón pasar del exilio de muy clara en las antífonas «Oh» de las vísperas que van del 17
este cuerpo terreno a nuestra patria junto al Señor y poder al 23 de diciembre en el tiempo de Adviento:
habitar allí, y lo esperamos con ilusión. Por eso ponemos
todo de nuestra parte para alegrar a nuestro Señor, ahora «Oh Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísimo,
en el exilio y después en la patria». abarcando del uno al otro confín y ordenándolo todo con
firmeza y suavidad, ven y muéstranos el camino de la sal-
Flp l,22b-25: «No sé qué escoger, las dos posibilidades vación» (día 17).
tiran de mí. Por un lado, mi deseo es morir para estar con
Cristo. Esto es con mucho lo mejor. Por otro lado, para «Oh Adonai, Pastor de la casa de Israel, que te apareciste
vosotros es mucho más necesario que yo siga viviendo. a Moisés en la zarza ardiente y en el Sinaí le diste tu ley,
Ahora bien, estoy convencido de que me quedaré y segui- ven a librarnos con el poder de tu brazo» (día 18).
ré con vosotros para que obtengáis algún provecho como «Oh Renuevo del tronco de Jesé, que te alzas como un
cristianos, sobre todo alegría». signo para los pueblos, ante quien los reyes enmudecen y
cuyo auxilio imploran las naciones, ven a librarnos, no tar-
Rm 8,22-25: «Hasta ahora la creación entera, todas las des más» (día 19).
criaturas, está gimiendo con dolores de parto, también
nosotros los cristianos. Pero, puesto que Dios nos regaló «Oh Llave de David y Cetro de la casa de Israel, que abres
-como señal, por decirlo así- el Espíritu Santo, podemos y nadie puede cerrar, cierras y nadie puede abrir, ven y
también esperar la totalidad, pues gemimos con mayor libra a los cautivos que viven en tinieblas y en sombra de
razón porque nuestro cuerpo todavía no está liberado de muerte» (día 20).
la muerte y, sin embargo, anhelamos de medio a medio ser «Oh Sol que naces de lo alto, Resplandor de la luz eterna,
hijos de Dios. Pues la porción mayor -lo que nosotros Sol de justicia, ven ahora a iluminar a los que viven en
esperamos sobre todo- todavía está por llegar. Lo que se tinieblas y en sombra de muerte» (día 21).
espera aún no se puede ver, pues lo que ya se puede ver no «Oh Rey de las naciones y Deseado de los pueblos. Piedra
es preciso esperarlo. Por tanto, puesto que esperamos angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo,
algo invisible, necesitamos mucha paciencia si no quere- ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra»
mos renunciar a nuestro anhelo». (día 22).
100 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? ACCESOS A LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 101

«Oh Emmanuel, rey y legislador nuestro, esperanza de las aparece una y otra vez la frase: «El anhelo, no la razón, es mi
naciones y salvador de los pueblos, ven a salvarnos, Señor consejero» (desiderio feror, non ratione); y puede añadir: «el
Dios nuestro» (día 23). sentimiento rne apremia» (affectio urget). Aún más radical-
mente dice Guillermo de Saint-Thierry que la principal esen-
Las dos últimas antífonas mencionan explícitamente el
cia del hombre es únicamente el anhelo de Dios, y que la ver-
anhelo de los pueblos. Y, lo mismo que en el erotismo, tam-
dadera capacidad de conocer a Dios consiste sólo en el amor:
bién en la apocalíptica el anhelo produce belleza; precisamen-
«Sea tu pregunta oración; tu amor y piedad, anhelo humilde».
te por ello, el llamado Cuarto libro de Esdras desborda de
«Si me considero a mí mismo, mi propio yo se me vuelve un
poesía pura. Así, estas antífonas pertenecen a las perlas de la
enigma molesto y enojoso. Pero al menos, Señor, por tu gra-
liturgia.
cia estoy ciertamente cierto de tener anhelo de tu anhelo y
Aun cuando no se trate del reino venidero, sino de los amor a tu amor. Anhelo anhelarte».
colores otoñales de la despedida, los textos litúrgicos pueden
«El amor anhelante no está contento hasta que no descan-
ser de una enorme y conmovedora belleza, como el siguiente
sa en lo que El es».
texto procedente de la liturgia copta de difuntos:
En su escrito De contemplando Deo, Guillermo de Saint-
«Cuando el cántaro se quiebra en la fuente, se rompe el Thierry llama al discípulo Tomás de Jn 20 el «hombre de los
hilo de plata y la apariencia del oro se apaga; cuando el anhelos», que «ansiaba mirarlo y palparlo por entero, y no
cantar de las hijas se interrumpe y en el callejón rondan los simplemente eso, sino que quiere llegar hasta la sacratísima
que antes se escondían, y las criadas que muelen quedan herida del costado, hasta la puerta del arca...».
ociosas, también el polvo vuelve al polvo y el espíritu se Preguntamos: ¿pueden los hombres modernos imaginarse
pone en camino hacia ti, Creador y Dios nuestro, algo cuando oyen hablar de este tipo de anhelo? Quizá poda-
Consolador nuestro en toda la tristeza que tan hondamen- mos entender la frase de Agustín sobre la inquietud del cora-
te nos ha conmovido. zón (Inquietum est cor nostrum, doñee requiescat in te).
Nuestra carne está seca, y nuestra fuerza motriz agota- Quizá, también, que dicha inquietud del corazón apunta a la
da. Nuestra lengua está reducida al silencio, vacío ha que- «flor azul», la perfección y la luz.
dado nuestro pensamiento; sellados están nuestros oídos,
turbios y hasta extinguidos nuestros ojos, que antes mira-
ban con brillo. Se ha entenebrecido la pupila del ojo, que Amor
antes resplandecía como un relámpago. El aliento de boca
y nariz ha quedado interrumpido, la lengua rígida, y la La marcada insistencia en el amor dentro de los importantes
dulce voz reducida al silencio, lejos de la conversación. escritos del Nuevo Testamento guarda ciertamente relación
Impedidas están las manos para hacer nada, detenidos los con el hecho de que lo fundamental en ellos no es precisa-
pies para caminar; escondido al atisbo de los ojos está en mente el descubrimiento del «individualismo religioso» (A.
su lugar lo que mira de lejos. Pero el alma espiritual viene VON HARNACK, Ea esencia del cristianismo, 1900), sino más
a ti. Dígnate perdonarla y que reciba su paga» (Becker/ bien unas estructuras comunitarias y eclesiales familiares. La
Ühlein II, p. 1.474). razón última de ello estriba en que Dios, según lo entiende el
Nuevo Testamento, se revela en una persona, en Jesucristo co-
El anhelo como fuente de la mística mo tal. Así, sólo se puede participar de esta revelación
mediante la «amistad» o «familiaridad» con esta persona.
Según Bernardo de Claraval (Sobre el amor de Dios), tiene El ahab hebreo («amar»), lo mismo que su equivalente en
plena validez esta afirmación: «Si no aguardáis anhelantes, no la Biblia griega, el agapan («amar»), de sonido semejante, es
podréis amar perfectamente». Y en medio de sus sermones ante todo una palabra procedente de la intimidad de estructu-
1 02 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? ACCESOS A LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 103

ras de parentesco. Por eso también en Lv 19,18 el prójimo, Por eso el amor llega a ser teológicamente tan importante
que ha de ser «amado», está en el mismo contexto, inmedia- en un campo de tensión absolutamente especial. En un judais-
tamente paralelo al «hermano» (v. 17). mo que debe enfrentarse con el paganismo circundante, apa-
En el Nuevo Testamento, con la reavivación del uso meta- rece un grupo que se deslinda también dentro del judaismo.
fórico de «padre» e «hijo», encontramos una comunidad en la Pero el amor, en este caso, no es sólo una determinada forma
que los hombres se entienden como hermanos (Me 10,29-30). de comportamiento, sino también una concepción religiosa y
Algo parecido observaremos también en los monjes del teológica de la vida. De esta conexión vamos a ocuparnos
siglo xn: el amor es tan importante para Bernardo de Claraval aquí.
porque éste descubre las dimensiones de la personalidad cris-
tiana juntamente con un amor familiar, y hasta nupcial. El per-
sonalismo cristiano que se descubre en ello es cualquier cosa El amor en la mística judía primitiva
menos individualismo.
Ahora bien, el significado del amor en el cristianismo primiti-
Amor en el dualismo vo no guarda sólo correspondencia con la concepción de
comunidad/Iglesia. Existen, además, importantes razones teo-
En ambos casos, la estructura familiar se conecta con un fuer- lógicas que van unidas a un cambio en la relación con Dios.
te dualismo. En el Nuevo Testamento, esto se puede llegar a Para decirlo brevemente: al modelo de la comunidad en el
percibir de manera ejemplar en el evangelio de Juan. La fron- plano horizontal (familia) corresponde el modelo de la reden-
tera con respecto a los que están fuera es la línea de separa- ción en el plano vertical. Lo mismo que los cristianos son her-
ción entre luz y tiniebla, y Jesús es la luz del mundo. El juicio manos entre sí, son también hijos con respecto a Dios. Ambas
«está» ya pronunciado sobre quienes pertenecen a la tiniebla. cosas se complementan sin ruptura.
A este intenso dualismo corresponde el hecho de que en nin- En este punto es fundamental la concepción del trono
gún otro sitio se encarezca de manera tan insistente ni tan celestial y de la admisión de los hombres a este ámbito. Con
monótona el amor como mandamiento nuevo. ello, a diferencia de lo que ocurría en la época anterior del
Algo parecido se puede decir también en el caso de Pablo: judaismo, queda abierta para los hombres la dimensión verti-
allí donde las fronteras hacia fuera se ponen marcadamente de cal. Los hombres son ahora admitidos por Dios al ámbito de
relieve, como en la carta a los Gálatas, también es importante su «familia» -siempre y cuando cumplan la condición de una
el amor (Gal 5-6). La comunidad de los santos (así entiende auténtica pureza-. Pablo entiende esta admisión como amor
Pablo la comunidad de Corinto) también debe actuar misione- gratuito y maravilloso de Dios. En este punto vemos que el
ramente en su culto (1 Co 14,23), y con 1 Co 13 el amor queda tema de la familia no tiene sólo una extensión «horizontal» en
plasmado ante los ojos. la índole de las comunidades (extensión que llega hasta el sig-
Algo semejante es también aplicable en Qumrán a la nificado de la «casa» para las estructuras de la Iglesia primiti-
intensa vida comunitaria del grupo de 1QS, cuyos miembros va), sino también un significado vertical.
se entienden como hijos de la luz.
Textos paulinos. En Rm 8,33-34 se describe el tribunal (foro)
Podemos resumir, por tanto: la insistencia sobre el amor celestial. Pablo pregunta por el acusador y el juez que condena.
en el ámbito de la convivencia está en relación directa con la La respuesta es que no existe ninguno de los dos, pues Cristo es
intensidad de la comunión y con su delimitación hacia fuera. nuestro abogado defensor. Frente a todo lo que podría separar-
Sin duda esto se puede aplicar también al amor de Dios, nos de Dios, está sólo y sobre todo el amor de Dios que nos fue
pues en Dt 6,4-5 éste se encarece, por decirlo así, mediante el dispensado en Jesucristo.
contraste con los demás dioses que justamente no son el uno De manera parecida en Rm 5,2. En este caso se bosqueja el
y único. escenario del trono de Dios. Dios nos admite, tenemos acceso.
104 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? ACCESOS A LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 1 05

Y, en consecuencia, derrama el Espíritu en forma de amor en ron «forzosas» estructuras de tipo familiar (tiempos de
nuestros corazones. persecución).
Si es así, encontramos aquí el modelo que muy posible-
Para Pablo, el Espíritu Santo es esencialmente prueba del mente será el más adecuado de todos los de la Reforma. Desde
amor de Dios, pues es también este Espíritu el que clama en hace mucho, se pide que las Iglesias se reorganicen a partir de
los hijos «Abba» («Padre») (véase antes) y con ello prueba células menores. Y en las actuaciones públicas de tipo espiri-
que son hijos. A la vez, es el mismo Espíritu Santo que elimi- lual todavía transmitidas realmente con éxito, la comunidad
na las fronteras entre judíos y paganos el que, por tanto, en la parcial reunida encuentra precisamente las fronteras de la
dimensión horizontal pone la pertenencia a la familia por antigua «casa». Digamos, para disipar cualquier malentendi-
encima de todo. Más tarde aún, en el marco del judaismo mís- do, que no se trata aquí de ninguna clase de política familiar,
tico, la autorización para que también los hombres puedan lle- sino más bien de la idea determinante de que el círculo de la
gar al ámbito de los ángeles (de los clásicos «hijos de Dios») familia extensa y sus amigos es ya, por razones biológicas,
y del trono de Dios también se llamó siempre «elección» y una forma estable en la que cabe fundarse. Al mismo tiempo,
«amor». El pintor judío Marc Chagall fue uno de los últimos una familia no tiene por qué estar formada por «padre, madre
representantes del judaismo europeo oriental de orientación c hijos»; la «casa» se ha de comprender de manera debida-
mística. En numerosos aspectos, sus imágenes se acercan mente amplia, y entonces es un elemento muy vivaz y ligera-
mucho al judaismo primitivo del movimiento de Jesús. Esto mente variable en su base. Así, yo abogo desde hace años
también se puede aplicar precisamente al significado del tema por una renovación de la hospitalidad como base del trabajo
«amor» en su pintura. Si en los cuadros de Chagall aparecen eclesial.
una y otra vez parejas de enamorados (con frecuencia flotan- Esto tiene mucho que ver con la espiritualidad, dado que
do), ello recuerda, y no por casualidad, el significado de la tanto menos existirá ésta cuanto más tiempo se dé «en sus-
mística nupcial y de la explicación del Cantar de los Cantares pensión libre».
en la «mística» cristiana del primer milenio. Podría ser que a
través de los cuadros de Chagall los cristianos encontraran de
nuevo un acceso a este olvidado tema de la religión cristiana. ¿Qué amó realmente Pablo?

En lo señalado hasta ahora hemos preguntado de qué modo


Consecuencias acogió Pablo el amor. Ahora damos un paso más: si queremos
comprender la teología paulina desde su espiritualidad, hare-
Desde mi punto de vista resulta indudable que el modelo de la mos bien en preguntar qué o a quién amó realmente Pablo. A
familia es, tanto vertical como horizontalmente, el modelo esto se puede responder que ama a su pueblo y ama el cielo.
teológico y sociológico fundamental del Nuevo Testamento. A diferencia de los estadounidenses modernos, Pablo no se
De Dios como «Padre» y de Jesús o los cristianos como «hi- atreve a decir que «ama a Jesús». Cuando Pablo habla del cie-
jos» también se habla, pues, en todas las teologías canónicas. lo, lo hace con el lenguaje del anhelo (sobre esto, véase más
El hecho de que el modo de hablar del pueblo de Dios se deri- arriba). Y cuando habla de su pueblo, incluso querría estar
ve del ámbito familiar se entiende objetivamente por sí solo, apartado de Cristo por él (Rm 9,3).
pero hoy debe ser dicho explícitamente. ¿Cómo se compagina el amor que Pablo experimenta y el
También resulta evidente que el cristianismo supo llegar a amor que él mismo deja ver? También aquí se vuelven a en-
ser más ligero y convincente cuando tuvo estructura de fami- contrar las dos dimensiones, la horizontal y la vertical. Cuan-
lia (la antigua «casa» o el «padre abad») o cuando se vio tan do Pablo da a entender que ama «el cielo», indica la dimen-
acosado, al menos desde fuera, que en el interior resulta- sión vertical. También en este caso puede ayudarnos la meta-
106 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? ACCESOS A LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 107

fora de la casa, pues Pablo habla de que en el cielo estará en /•.'/ ósculo santo
casa, liberado del exilio en la tierra. El anhelo paulino de la
patria celestial sólo se puede entender en el marco de la mís- I MI el cristianismo primitivo, el ósculo santo llega a ser un
tica judía primitiva. Pues en ese contexto -y sólo en él- se signo especial de reconocimiento de las comunidades. Pablo
puede decir que el verdadero hogar está junto al trono del Dios invita siempre a ello al final de sus cartas, y ello significa:
invisible. Y el pueblo de Dios, la dimensión horizontal, Pablo
lo concibe enteramente mediante el uso de metáforas familia- Un signo familiar de ternura y unión se convierte en el
res, pues habla en particular de su parentesco («carne» en Rm signo de la comunidad. Esto confirma nuestro plantea-
9,3; 11,14), de los hermanos (y hermanas) y de los «padres» miento acerca de la índole familiar de las comunidades del
comunes (Rm 9,3-5). siglo i.
Preguntamos: ¿qué significa amor en el marco de una Evidentemente, el ósculo significa también algo así como
espiritualidad cristiana primitiva? una mutua comunicación del santo Espíritu vital de Dios.
Esto sería muy importante para la expresión clave «don
mutuo». Si no se considera al Espíritu Santo de manera
Sólo lo esencial cuenta
cuantitativa, sino más bien dinámica, el ósculo santo no
La discusión sobre el amor llevada a cabo en los antiguos ban- efectúa una multiplicación cuantitativa del Espíritu, sino
quetes (estén o no fijados y estilizados literariamente) y tam- que es un signo de que el Espíritu Santo «emplea para la
bién en el Nuevo Testamento (1 Co 13) indica lo siguiente: vida» la convivencia de los cristianos. «Requiere ser exha-
lado», pues no cabe imaginarlo como algo muerto puesto
- El amor se considera siempre como lo supremo y más en conserva.
noble que un hombre ha de dar.
- Esta orientación es tan radical que reiteradamente se le Sólo más tarde hace su entrada en este ámbito cierta mojigate-
atribuyó carácter de exclusividad -ejemplo de ello son el ría, como se puede observar en una palabra apócrifa de Jesús:
amor de Dios (Dt 6,4-5) y, en la época neotestamentaria, «Pero si alguien a quien le ha agradado el fraternal ósculo cris-
la relación hombre-mujer-, pero en todo caso se conside- tiano afirma que sería mejor darlo dos veces, más le convendría
ra desde una perspectiva familiar («Nada es preferible a la arrodillarse dos veces, pues, aun cuando en nuestros sentimien-
solidaridad con la familia»). El hecho de que Jesús ponga tos falte sólo un poco, aún no estamos en la vida eterna» (agrap-
parcialmente en tela de juicio la solidaridad familiar (por hon n. 72 Berger/Nord).
ejemplo, Le 14,26: «Quien no odie...») no es más que la
excepción que confirma la regla. - La idea de la comunicación del Espíritu Santo mediante el
- El descubrimiento del amor en su valor religioso y social ósculo santo se puede encontrar en los primeros cister-
fundamental supone, por tanto, una orientación útil y cienses (véase, por ejemplo, Guerric d'lgny, Pláticas II
clara. El amor convierte en insignificante todo lo que no 25). Ellos hicieron suya esta opinión como hipótesis y la
sea la historia que compartimos mi interlocutor y yo. La llevaron al Nuevo Testamento. A mi modo de ver, esta
orientación dada por el amor ha querido ilustrarla, por hipótesis es más adecuada que todas las demás para expli-
ejemplo, el filósofo Max Scheler con un esbozo de ordo car el fenómeno del ósculo santo.
amoris, de una «jerarquía de valores del amor». - El ósculo santo desempeña un papel importante en los
- La conocida conexión entre amor y corazón (véase Dt 6,4- comentarios al Cantar de los Cantares, y de dichos comen-
5) supone ciertamente una primacía de lo afectivo, pero la tarios nace, después de todo, la mencionada interpretación
formulación de Dt 6,5 indica que, en todo caso, se trata de de este uso, quizá la más acertada desde el punto de vista
un proceso integral. exegético. En todo caso, el ósculo es sin discusión un ele-
1 08 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? ACCESOS A LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 109

mentó de correspondencia familiar. Así, el ósculo santo, ciencias naturales; y, siendo como somos simplistas, tenemos
junto con el uso de un lenguaje que habla de novia y estas por las más importantes. Por el contrario, resulta fácil
novio, conecta el cristianismo primitivo con los sermones entender la resurrección cuando se parte, con la Biblia, de que
posteriores sobre el Cantar de los Cantares y con los cua- la realidad social es la más importante de todas y marca total-
dros de Chagall. mente la pauta.
Prescindamos por un momento del tema de la resurrec-
ción. Lo que podemos y debemos aprender del pensamiento
¿Nuevos accesos a la mística del amor? bíblico es lo siguiente: ¿acaso es verdad que sólo lo mensura-
ble es real y que todo lo demás es subjetivo, poético, irreal o
Ciertamente, no se trata de refrescar o revivir artificialmente una fantasía privada? ¿No cabría que el ámbito del anhelo y el
algo que nos resulta sumamente lejano. Sólo cabe preguntar a amor, de la religión y la visión, guardara relación con algo
qué se debe el que nos resulte tan extraño el mundo mencio- igual de real, sólo que distinto y que se ha de comprender de
nado con este encabezamiento y si podemos o no, quizá, ver manera distinta? En este punto uno estrechamente lo social y
algo a partir de él -los planteamientos neotestamentarios así lo religioso en el sentido bíblico, como he hecho hasta el
lo sugieren. momento en el presente capítulo. ¿Qué ocurriría si la realidad
Al hablar del «anhelo» hemos hecho ya referencia a creada mediante el amor fuera, a su manera, más fuerte que la
importantes supuestos (véase más arriba). El más importante muerte, si el vínculo de un amor fuera una realidad que se ha
era que todos los déspotas pretenden arrebatar a los cristianos de tomar en serio, y no poesía vacía?
aquello que les envidian; y no sólo se lo envidian ellos, sino Por eso quisiera volver en este momento sobre un texto
también otros enemigos del cristianismo para los que es difí- que escribí en el verano de 1980 y que publiqué en el libro
cil de soportar que los cristianos se sepan sostenidos y apoya- (actualmente agotado) Wie ein Vogel ist das Wort (Stuttgart
dos por algo que guarda relación a la vez con el amor y el libre 1987. pp. 167-169). Se trata de una carta de amor auténtica,
asentimiento. pero que fue entretejida con un sermón sobre la resurrección,
Además, cuando se ha recobrado la vida como un rega- de manera que al final se deduce que la resurrección quizá se
lo completamente inesperado, cabe amar a Dios por dicho pueda comprender desde la experiencia cumbre de la vida,
regalo. que es la de estar enamorado. «La resurrección será como seas
Vamos a completar lo dicho aquí con el apartado Tú, como te vaya a Ti. La resurrección es una palabra miste-
siguiente... riosa, pero su misterio es amor. Amor es el secreto que los
muchos, muchísimos muertos que nos precedieron se llevaron
a la tumba. Pues sólo encontraron el sentido de la vida en
La resurrección como caso de amor poder amar y en ser amados. Pues cada uno tiene un nombre;
sólo la humanidad genérica, el anonimato y el hundirse en él,
Las dificultades relacionadas con la fe en la resurrección se es la muerte. Por eso no queremos vida en general; la resu-
deben en su mayoría a que ponemos esas afirmaciones en rrección, por el contrario, es cuando nos amamos, cuando
competencia con la biología y la física y luego tenemos por cada día nos vemos como nuevos. Con "resurrección" se alude
inconcebibles -y, por tanto, rechazamos- las correspondientes a un nombre, al nombre de aquel que en eso nos precede, y al
proposiciones dogmáticas. Resulta francamente inquietante el hecho de que bajo su nombre conservamos el nuestro, pero
alto grado de materialismo y el bajo grado de sentido social juntos. Ya es un poco resurrección cuando nos vemos... La
comunitario que presenta nuestro pensamiento en compara- vida eterna será como la supresión del tiempo que se produce
ción con el pensamiento bíblico. Pues en la cuestión de la al estar juntos. Pues cuando estamos juntos no miramos el
resurrección no se avanza en absoluto con categorías de las reloj. El tiempo no existe. Así será el cielo... La resurrección
1 10 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? ACCESOS A LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 11 1

es un cántico solar, la resurrección consiste en que Dios no nuestro amor. Pues el amor no te es extraño. Y nuestro
relevará a la creación de su función de alabarlo... Llegará un amor tiene la misma dirección y la misma meta que tu
momento en que el Sol baile. Será cuando Tú estés ahí. Todas amor, del cual estamos completamente seguros.
sus criaturas, alabad al Señor». Tú no quieres la muerte del pecador. Sólo por eso te
suplicamos por este hijo problemático. Amén».

El amor y el «purgatorio»
Relectura de textos bíblicos con monjes del siglo xn
En la discusión actualmente en curso en Alemania, recurrir al
purgatorio equivale casi a un suicidio en lo que al propio pres- Puede suceder también que los monjes del siglo xn hagan apa-
tigio se refiere. Pues casi todos ven esa noción como la causa recer los textos bíblicos con una nueva luz y que los hagan
principal de la Reforma, y muchos son de la opinión de que resultar de nuevo especialmente interesantes mediante sutiles
«ya no [deben] creer en algo así». Pero si nuestra fe versa observaciones.
sobre el amor, y no sobre mecanismo alguno de los infiernos Esto vale, por ejemplo, de la parábola del hijo pródigo (Le
ni sobre una cuenta corriente celestial, cabe emprender el 15,11-32). De esa parábola deduce Guerric d'Igny (II 24 -
intento de hablar de las inquietudes que pueden tener los hom- Plática 2 de Cuaresma, § 2) la frase «Dios nos ama más de lo
bres cuando piensan en los difuntos; y cabe hacerlo, no con el que nosotros mismos nos amamos»: el padre tenía más prisa
lenguaje de furor clasificatorio racionalista de la dogmática en otorgar el perdón al hijo que éste en recibirlo.
anterior, sino con el lenguaje de la oración. Siempre he creído Guillermo de Saint-Thierry (Oraisons méditatives, 12,29-
que a Dios podemos contarle con franqueza todas nuestras 30) esclarece la conexión existente entre amor y Espíritu San-
inquietudes -sin miedo a la dogmática, sea ésta del estilo que to, tema de 1 Co 12-13: «Te encuentro, por tanto, Señor, en mi
sea. amor. Ojalá te encuentre siempre. Pues el amor sólo es cuan-
do ama. Pero si en mí arde siempre el deseo de ti, el amor que
«Señor Dios, este difunto ciertamente fue un hombre a ti me impulsa, ¿por qué no soy arrebatado continuamente
imperfecto y un cristiano del montón -como todos noso- por ti? El amor es, como sabemos, don de la naturaleza, pero
tros-. Ciertamente, como cristiano no aceptó toda la gra- amarte a ti es don de la gracia. Estar arrebatado de amor es una
cia que tú quisiste regalarle. Tenemos mucho miedo de gracia patente sobre la que el apóstol Pablo dice: "A cada uno
que no pueda resistir ante tu gloria. Es su miedo el que se le concede que el Espíritu Santo se manifieste visiblemen-
compartimos. Sólo podemos imaginarnos que la muerte te para bien de todos"... El amor a ti, Señor, está siempre, por
casi lo asfixia. Su salvación será difícil y dolorosa, como tanto, en el alma de este mendigo que se encuentra ante ti.
imaginamos que lo sería en el caso de una operación enca- Pero arde sin llama, como ascua bajo la ceniza, hasta que el
minada a salvarle la vida, en la cual se debieran sustituir Espíritu Santo, que sopla donde quiere, se decida a atizarla
muchas cosas, porque con las viejas no podría seguir como y cuando quiera, y a hacer que su fuerza benéfica se
viviendo. vuelva eficaz. Ven, pues, amor santo, ven fuego santo. Quema
Señor, sólo podemos hablar con imágenes. Así, deci- las alegrías de la voluptuosidad nacidas de mi cuerpo».
mos que hemos de resistir ante tu gloria o ser asfixiados La teología paulina del corazón también se puede recono-
por la muerte. cer en estas frases de Bernardo: «Entre todos los impulsos,
Sólo sabemos una cosa: que tu gracia vencerá. Perdó- sentimientos e instintos, el amor es lo único con que la criatu-
nanos por inmiscuirnos en ello. Pero podemos contarte, ra puede corresponder al Creador, si no igual con igual, sí, no
sin embargo, todo lo que nos causa preocupación. Noso- obstante, semejante con semejante. Si, por ejemplo, Dios está
tros queríamos al muerto. Por ti sabemos que entiendes enojado, ¿acaso puedo yo enojarme igualmente con él?... Si él
1 12 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? ACCESOS A LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 1 13

me acusa, no reconvendré, sino que él tendrá razón contra mí» la pregunta por el sentido de todo ser y de la creación entera:
(Sermón 83 § 4). O en esta frase: «Me atrevo porque pienso en la alegría.
tu misericordia, no en tu majestad» {Sermón 9 § 4). Por eso, donde quiera que el hombre se encuentra o se
Algo se encuentra en Gilberto sobre el tema de la espiri- reencuentra con el Creador, tiene parte en la alegría de éste
tualidad, a saber, que el amor ejerce un dominio: «Otros tie- por la existencia. Este es el criterio de la verdad.
nen otros quehaceres: vuestra particular tarea es el amor. Ese Por otro lado, según la imagen bíblica y monástica del
amor que es un provocador vehemente en causa propia y ejer- hombre, la alegría es indivisible, es decir, afecta siempre a
ce una deliciosa tiranía...» (Gilberto de Hoyland, f 1172, cuerpo y alma juntos. Precisamente en los sermones de
amigo de Aelredo). Bernardo de Claraval sobre el Cantar de los Cantares queda
Lo que Pablo diría más bien de la resurrección y de la te, también claro -no sin apoyo en los textos explicados- que el
lo dice Bernardo de la encarnación y del amor: «Dios se hizo cuerpo es permanente mediador de la felicidad.
hombre para ser amado» (Sobre el amor de Dios, § 22). Sobre
la relación entre amor y conocimiento se expresa con un esti- La alegría como reacción ante el encuentro con Dios
lo casi joánico: «Nunca podrá conocer al Padre quien no lo
ama perfectamente» {Sermones sobre el Cantar de los Can- Por eso el hombre sale de sí con alegre regocijo, lo mismo que
tares, 8,9). Luego, en el siglo xx, Max Scheler convirtió la salió Dios de sí con su amor. Cuando ambos salen de sí, puede
relación entre conocimiento y amor en el tema de uno de sus ciarse una nueva comunión. El lugar de encuentro entre Dios y
famosos ensayos (véase M. SCHELER, Liebe und Erkenntnis, el hombre es la alegría. Ésta es la tienda del encuentro de la
Bern 1955). Nueva Alianza.
Guillermo de Saint-Thierry ora totalmente en la línea de la Dicho encuentro se produjo a través del Evangelio o a tra-
teología paulina de la gracia (Oraisons méditatives, 13): «De vés de un ángel o visión. En todo caso, supone el contacto con
la nada que soy toma cuanto quieras, concédeme sólo el amor la ligereza celestial de la alegría. Es significativo que al
pleno y total». comienzo de las apariciones angélicas se prohiba a menudo
En relación con el conjunto de las afirmaciones sobre el afligirse o llorar. «¿Por qué lloras?», «¿Por qué te afliges?».
tema del amor se puede decir que, allí donde se acentúa el Esto significa que la tristeza y el llanto no son un camino en
amor afectivo, se esclarece considerablemente la imagen glo- el que se pueda encontrar a Dios; incluso la tristeza útil (en la
bal del cristianismo. Precisamente porque el amor es una rela- conversión) es sólo provisional. Donde Dios se vuelve al hom-
ción intensa y cordial con un interlocutor, la alegría desempe- bre, es alegría. Por eso la alegría se menciona a menudo al
ña un papel mucho mayor que el que nunca antes tuvo. En este comienzo de una historia «con Dios» o «ante Dios». Por esa
punto, los cristianos del siglo xn parten frecuentemente del razón acogen los hombres la «buena nueva», o incluso al men-
Nuevo Testamento, pero desarrollan en muy alto grado, no sajero mismo, con alegría (Me 4,16; 1 Tes 1,6; Le 8,13; 19,6),
obstante, todo lo que se funda juntamente en el amor y la ale- y por eso van a menudo juntas la «fe», entendida como activi-
gría mutua. Muy rara vez se volverá a alcanzar posteriormen- dad por la que se llega a ser creyente, y la alegría (por ejem-
te el acierto de estas audaces afirmaciones. plo en Flp 1,25; Jn 11,15).
A esto corresponde el hecho de que tampoco el orar huma-
Alegría no puede ser triste. Pues tan pronto como lo es, se carga de
lágrimas y ya no puede subir al cielo. (En este caso, la oración
Si ya el origen de un ser humano está ligado a tanta alegría en se considera, por lo demás, como una especie de sacrificio
su generación, ¿cuánta alegría no sentiría Dios al principio según el modelo del holocausto: la leña mojada no arde). La
con la creación del mundo entero? Así podría sonar, o suena oración debe ser alegre. Si, por tanto, alegría y oración están
de hecho, una sabiduría rabínica. La frase es una respuesta a estrechamente relacionadas (1 Tes 5,16-17; Flp 1,4 [interce-
1 14 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? ACCESOS A LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 1 15

sión con alegría]; 4,4-6), ello significa que el contacto del transitorio estado interior del hombre, ni tampoco simple
hombre con el cielo está determinado de manera absoluta- jovialidad. Y si decimos que Dios es esencialmente alegría,
mente preponderante por la risa y no por las lágrimas. ello tampoco significa que esté «quieto y complacido consigo
A esto corresponde, por último, el hecho de que el hombre mismo», como el abuelo que se fuma su pipa en el sillón. Más
que está realmente dominado por la revelación y presencia de bien, la alegría es esencialmente el modo en que Dios hace
Dios se asocia con la alegría y el júbilo. Esta asociación de partícipe(s) de sí mismo -lo cual es ciertamente una noción
alegría y júbilo es muy frecuente. muy «antropomórfica», orientada a la conciencia humana-. El
Por eso se dice, cuando un hombre puede acercarse a Dios, otro modo en que Dios hace partícipe(s) de sí mismo lo lla-
que «entra en la alegría de su Señor» (véase Mt 25,21.23), es mamos «Espíritu Santo». Esta formulación no se orienta a la
decir, se acerca a Dios, participa de su condición. De manera conciencia, sino al fundamento de la vida. A causa de la pro-
parecida, según Hb 12,2, la alegría es el modo de ser de Dios ximidad de la alegría al Espíritu Santo, en el Nuevo Testa-
y corresponde a la acción de sentarse a la derecha («En su mento ambos se mencionan juntos de forma reiterada (Hch
calidad de elegido, Jesús ciertamente habría podido decidir- 13,52; Rm 14,17; Gal 5,22).
se por la alegría y la libertad respecto al sufrimiento, pero en El hecho de que la alegría quiere hacer partícipe(s) de sí
lugar de eso soportó pacientemente la cruz. Pese a su igno- («alegría compartida es alegría doblada») llega a expresarse
minioso final, se sentó a la derecha del trono de Dios»). de modo especialmente bello en el giro epistolar «alegraos
También de manera muy semejante lo dice Lutero, el ermita- con los que se alegran» (Rm 12,15) y en la exhortación de
ño de san Agustín: nuestra vida está en el cíelo, abajo triste, Jesús a alegrarse con otros, reiterada tres veces en Le 15.
arriba gozosa, los pies hacia abajo, la cabeza hacia arriba,
«como cerveza de Torgau» (WA 40/2, 296,11).
Precisamente porque todo esto es verdad, la alegría recibe La alegría es característica de la imagen cristiana de Dios
también con especial frecuencia el nombre de don del Espíritu
Santo. Y cuando la alegría es «perfecta» o resulta «completa», Desde el punto de vista de la historia de las religiones, en la
ha llegado a su auténtico ser. Pues es celosa como Dios alegría radica una peculiaridad cierta del Nuevo Testamento
mismo. De ahí que sólo esté realmente allí donde es perfecta. con respecto al Antiguo, pero también con respecto a la ima-
Resultado: la alegría es la sustancia íntima, el interior de gen helenística de Dios. En el Nuevo Testamento se habla con
las cosas y personas celestiales. Cuando ya no existe nada mucha frecuencia de la alegría en el contexto del encuentro
débil ni perecedero, es la alegría. Por eso se puede decir que, con Dios, cosa que ciertamente no se puede decir en el caso
en su intimidad, Dios está constituido por alegría. del Antiguo Testamento1. Basta un rápido vistazo al inventario
Si Dios es «sustancialmente» la alegría pura, la salvación de expresiones griegas del Antiguo Testamento griego («Se-
consiste en que dicha alegría produzca su efecto en virtud de tenta») para observar que el Nuevo Testamento habla de la
su carácter contagioso. alegría en un contexto de encuentro con Dios mucho más a
La alegría equivale al cristianismo mismo, cuando Pablo menudo que el Antiguo Testamento. Con respecto al resultado
dice en 2 Co 1,24: «No pretendo dominar vuestro cristianis- en el entorno contemporáneo griego, se puede decir algo pare-
mo, sino contribuir a vuestra alegría. Pues, en efecto, ya os cido. Los «dioses» son ante todo «imperecederos»; la deno-
mantenéis muy firmes en la fe cristiana». minación «bienaventurados» que se les aplica muestra cierta

Dios es alegría 1. Sólo en pasajes proféticos tardíos se da Ja alegría «al final» del tiempo
y del mundo: Is 25,9; 35,10; 51,3; 61,10; 66,10; Sof 3,14-17; Zac 9,9-
Para el cristianismo primitivo, por tanto, la alegría no es hila- 10. Quizá sea la que resuena igualmente en la alegría de Juan el Bautista
ridad, y mucho menos alegría por el mal ajeno, ni un mero y en Jn 3,29.
116 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? ACCESOS A LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 1 17

cercanía respecto del Nuevo Testamento; pero esa bienaventu- sa donde el hombre ha de gustar el pan de los ángeles. «En
ranza no es comunicable en el acontecimiento de la revela- este jardín no se entra con los pies, sino con el corazón»... «Es
ción. En el modo de hablar de la alegría tropezamos, por tanto, el jardín cerrado, la fuente sellada» (Ct 4,12) (Sobre la con-
con una peculiaridad relevante y hasta ahora pasada comple- versión, caps. 12 y 13).
tamente por alto por la investigación. Ciertamente existen
conexiones con el Antiguo Testamento (la expresión «evange-
lio» se acuñó a partir de éste) y con el entorno, pero lo decisi- La alegría como la parte más importante
vo es la preponderancia de las afirmaciones sobre la alegría. de la historia con Dios
¿Cuáles son las causas de tan llamativo resultado? Dios se
confía a los hombres en una medida desconocida hasta ahora. La alegría acompaña siempre el dramatismo de una porción de
Además, algunas escenas determinadas permiten percibir aún la historia. Es la reacción que se produce en el momento cul-
muy concretamente la orientación «salvífica» del encuentro minante del drama. O -en cuanto actitud de los elegidos-
con Dios, por ejemplo cuando en Mt 28,8 se dice que, ante la acompañamiento continuo como elemento de contraste. En
visión del ángel y el mensaje pascual, las mujeres reacciona- ambos casos, la reacción alegre muestra lo que vale la historia
ron con miedo y gran alegría. El miedo era la reacción hasta o dónde se encuentra el auténtico valor. Por eso se alegran los
entonces habitual en las teofanías, pero la alegría se añade ángeles cuando un pecador se convierte o cuando Roma es
ahora como novedad, a causa del contenido del mensaje... «El destruida -punto dramático de inflexión o meta de una histo-
asombro es propio de la alegría cuando aún no se puede creer ria-. Se trata de un elemento de contraste cuando se habla de
debido a la alegría (Le 24,41), como la criada que, al oír la voz la alegría en el sufrimiento o cuando la comunidad es exhor-
de Pedro recién liberado de la cárcel, olvida abrirle la puerta tada en tiempos difíciles a alegrarse siempre.
(Hch 12,14)» (L. STEIGER, TRE 11, p. 589). Además, la alegría es también siempre el eco que se pro-
Por otro lado, sin embargo, según la concepción cristiana, duce cuando Dios ha alcanzado su meta. Según el Sirácida
Jesús es el Mesías, y al menos en algunos ámbitos ya ha des- (1,11; 6,31; 15,6), la «corona de júbilo» indica que cabe ale-
puntado la proverbial «plenitud mesiánica». Los bienes grarse por tal éxito.
mesiánicos que se dan ya en plenitud son, en particular, todo «A la vista de la basileia venidera, Jesús considera biena-
lo que «se desborda» y, por tanto, alegría. En este sentido, la venturados ahora a los que tienen hambre, a los que lloran (Le
semejanza verbal existente en griego entre gracia (charis) y 6,21), al tiempo que les da hoy el anticipo de la alegría, o sea,
alegría (chara) se redescubre en el Nuevo Testamento (Hch de comer y de reír» (L. STEIGER, TRE 11, 588).
11,23; Le 1,28).
La alegría es una realidad premoral, y nuestro descubri-
miento del interior de Dios como alegría nada tiene que ver Alegría en el sufrimiento
con esa tendencia tan en boga a suprimir el juicio o a definir a
Dios sólo por el «amor». La alegría es más bien un intento de La conexión entre sufrimiento y alegría es uno de los rasgos
comprender a Dios desde el lado psíquico con una imagen más característicos del cristianismo primitivo.
humana. Esto lo expresa oportunamente Bernardo de Clara-
val: a la admirable serenidad que esperamos {mira serenitas) Col 1,11-12.24: «Que Dios os fortalezca con su fuerza
corresponde la facilidad {facilitas) con que fuimos creados admirable y gloriosa. Entonces podréis soportarlo v
(Werke 5: Sermones sobre el Cantar de los Cantares, 165). aguantarlo todo y dar con alegría gracias al Padre, por-
El ámbito del presente de Dios, Bernardo de Claraval lo que por él os hizo capaces de ingresar en el círculo de los
llama una y otra vez el «paraíso», inspirándose en Gn 2,8, lo santos... Por eso me alegro yo ahora de poder sufrir en
llama «huerto florido y ameno», lugar de la tienda maravillo- provecho vuestro. Asi puedo con mi cuerpo mortal aportar
1 18 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? ACCESOS A LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 1 19

lo que todavía falta en tormentos al cuerpo de Cristo, la Quien quiera que sufra en su condición de mensajero de
Iglesia». Jesucristo puede alegrarse porque de nuevo se hace efecti-
1 Tes 1,6b: «Habéis demostrado que el mensaje ha llega- va una porción de la liberación alcanzada por Jesús.
do realmente a vosotros, pues por un lado habéis sufrido - Muy conmovedor resulta 1 Pe 4,14: los que sufren son
por él, pero por otro también habéis sacado fuerza de la declarados dichosos (como en Mt 5,10-11), y lo son tam-
alegría que regala el Espíritu de Dios». bién en cierto modo, pues el Espíritu de Dios está ya sobre
ellos.
1 Pe 1,6-7: «Tenéis motivos sobrados para la alegría.
Pues el tiempo de vuestra aflicción, en el que una y otra Concreción sobre 1 Pe 4,14
vez. os veis expuestos a pruebas, pasará pronto. Porque la
secuencia de dolor y gloria es irreversible, podéis estar Quizá se pueda estar de acuerdo con esta visión: la Sekiná de
seguros: si habéis resistido fielmente el tiempo de la prue- Dios sobre una apiñada multitud de mártires judíos camino de
ba, haced cuenta que es como cuando el oro se purifica en un campo de exterminio. Pues la Sekiná es la presencia de
el fuego. No obstante, el oro pertenece sólo a las cosas Dios.
perecederas. Vosotros, sin embargo, cuando Jesucristo ¿No es su camino, pues, puro abandono de Dios? ¿Contri-
se manifieste, seréis alabados, honrados y coronados de buye su muerte a la redención del mundo, se incorpora a la
gloria». muerte del Mesías?
Relatos de mártires judíos de tiempos anteriores dicen que
1 Pe 4,13-14: «Vosotros tenéis parte en los sufrimientos de
el profeta Isaías, según se cuenta, no gritó ni lloró mientras era
Jesucristo. Podéis alegraros de ello. Pues también os lle-
aserrado, sino que su boca habló con el Espíritu Santo hasta
naréis de alegría y júbilo cuando su gloria se manifieste
que quedó aserrado en dos partes (Ascensión de Isaías, 5,14).
ante todo ojo. Y si ahora os insultan por ser cristianos, se
El mártir cristiano Ignacio escribirá poco después, con res-
cumple lo de "Dichosos vosotros", porque el Espíritu
pecto a su inminente martirio en Roma: «Cuanto más se acer-
Santo de Dios, el Espíritu de la gloria, descansa ya sobre
ca la espada, tanto más cerca estoy de Dios. En medio de las
vosotros».
ñeras estaré en medio de Dios» (Carta a los Esmirniotas, 4,2).
St 1,2-3: «¡Queridos hermanos y hermanas! Cuando con Otros textos de mártires hablan de que los ojos de Dios des-
vuestra fe pasáis por pruebas numerosas y duras, podéis cansaron en el mártir, de que ya en vida llevaba éste la invisi-
considerarlo un motivo absolutamente especial para la ble corona de los mártires.
alegría. Pues cuanto más se acredita vuestra fe, tanto más E incluso de los muertos cristianos dice una antigua litur-
fuerte se hace vuestra capacidad para aguantar el sufri- gia cristiana (la maronita): «Como el águila se cierne alrede-
miento y el dolor». dor de su nido y extiende sus alas sobre sus polluelos, así el
Espíritu Santo se cernirá sobre tu cuerpo; tú te revestiste de él
Las ideas fundamentales de estos textos son las siguientes:
en el bautismo y le serviste con magnificencia».
- El sufrimiento de los cristianos se entiende fundamental- Puede ser, en efecto, que esta certeza no engañe; que junto
mente como prueba. Sólo cabe alegrarse por cada uno que a la experiencia de abandono de Dios del justo en su muerte
supera la prueba. inocente (Sal 22) crezca, en todo caso después de Cristo, la
- Ser perseguido ahora es, a la vista del estado del mundo, certeza de que Dios nunca abandona a los suyos, sino que
signo seguro de estar del lado de Dios. Es expectativa del siempre está junto a ellos, incluso en la muerte, como Espíritu
glorioso futuro que ha de llegar pronto. Santo precisamente.
- Pablo, en especial, conoce el axioma según el cual el sufri- Esto significa que, allí donde el mártir está más próximo a
miento fue y es el instrumento de la redención del mundo. la muerte, también Dios está más próximo a él. Donde parece
1 20 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? ACCESOS A LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 121

estar abandonado por todos, junto a él está, sin embargo, el peculiar que demuestra que el cristianismo primitivo sólo en
Espíritu de Dios. Pues el Espíritu habla en el mártir cuando una mínima medida recurrió a instituciones permanentes ya
éste confiesa valientemente en calidad de testigo. Como una existentes.
invisible columna de fuego va por delante en las horas de La insistencia en la alegría común refleja a menudo graves
mayor tribulación. problemas comunitarios y se encuentra con sorprendente fre-
Ésta es la espiritualidad de los perseguidos, de los confe- cuencia en las parábolas; así, en Le 15,5.6.9.32 y en Jn 3,29
sores valerosos que a menudo supieron hacer una confesión de (el novio y su amigo) y 4,36 (el sembrador y el segador) -en
la que nadie les habría creído capaces. el evangelio de Juan, referidos en ambos casos a Jesús y Juan
Pues si Jesús dice: «Dichosos los perseguidos», ya ahora el Bautista-. La comunidad es exhortada en Rm 12,15 a com-
está con ellos un ápice de bienaventuranza, está sobre ellos la partir la alegría; en Flp 2,17-18 se trata de la comunión entre
promesa de Dios, lo mismo que el rostro de Dios brilla sobre apóstol y comunidad.
los hombres. Así, las bienaventuranzas no se refieren ni a una La alegría encuentra expresión en el júbilo cultual ya
hostilidad platónica al cuerpo ni a la inmovilidad del ánimo según Hch 2,46 (fracción del pan con júbilo), 11,28 (en una
estoico, sino a la significación de lo invisible para lo visible. variante textual [D]: llegan profetas a Antioquía, se produce
un gran júbilo, los cristianos se reúnen) y Martirio de Poli-
carpo 18,3 («Entonces nos reuniremos con júbilo y alegría, y
La comunidad vive de la alegría Dios hará posible que celebremos el aniversario del martirio
de Policarpo...»).
En Gal 5,22-23, la alegría aparece entre los frutos del Espíritu
Santo: «Pero quien se deja guiar por el Espíritu Santo puede
amar, alegrarse, mantener la paz, tiene una respiración larga, La alegría como acción y la acción como alegría
es amable y bondadoso, fiel, con suave paciencia y dominio Ya nos habíamos asombrado de ello: Pablo no se recata en
de sí...». La alegría aparece en este texto junto a comporta- pedir a los cristianos: «Estad siempre alegres» (1 Tes 5,16). Y,
mientos sociales. Normalmente nosotros no la valoramos así, curiosamente, a renglón seguido añade: «Orad sin cesar»
pues por «alegría» entendemos ante todo la propia diversión. (5,17). Nos preguntamos cómo se puede prescribir la alegría,
La Biblia, en cambio, parece entender por «alegría» el hecho y cómo es posible que eso sea lo más importante de todo. La
de repartir y provocar alegría, quizá también alegrarse por los respuesta es que «alegría» tampoco aquí significa «estar con-
demás, pues así puede surgir una comunidad. tento», sino que quiere decir: buscad lo que proporciona ale-
iNo sin razón, el llamamiento a alegrarse en todo momen- gría incesante, orientaos al verdadero tesoro del que podéis
to está en relación directa con la exhortación a orar incesante- alegraros; buscad el valor que puede alegraros realmente y
mente (1 Tes 5,6). Ninguna de las dos cosas puede hacerlas para siempre. Con ello se alude a Dios y su reino, de manera
«en realidad» el hombre como tal en la tierra. Pero también en parecida a Mt 13,44.
otro lugar observamos algo análogo. La expresión «comuni- Si la búsqueda de la alegría auténtica y duradera es la bús-
dad» (en griego, ekklesía) en realidad significa sólo «asam- queda de Dios, cabe entender dos cosas que hasta este
blea». Ahora bien, cuando se llama así a una «comunidad», momento nos han parecido enigmáticas. Por un lado, enten-
ésta se ha convertido, de hecho, en asamblea permanente. demos por qué se dice: «Orad sin cesar» precisamente en
Sucede, por tanto, como en la oración y en la alegría. Algo segundo lugar. Pues sólo es posible hacer tal cosa cuando se
que, ante todo y por naturaleza, está estrictamente limitado ha encontrado la verdadera alegría.
desde el punto de vista cronológico, se manifiesta en la insti-
tución permanente. Se hace estable y se convierte en la carac- Este planteamiento paulino se debiera considerar mucho más
terística permanente de los cristianos. Es éste un proceso detenidamente, sin pasar enseguida al orden del día: la oración,
1 22 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? ACCESOS A LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 1 23

por tanto, es hermana del júbilo. No porque haya siempre un En este caso, en lo que atañe a Dios el autor recuerda el
motivo para la risa, sino porque un ser humano ha encontrado la doble significado que cosmos puede tener en griego. Significa
realidad decisiva, la fuente auténtica, la orientación más valio- a la vez «adorno/ornato» y «mundo». Y a la pregunta por el
sa, la posibilidad de confiar. Quizá no vea más luz, pero puede sentido de todo ser creado responde así: igual que uno se ador-
adentrarse en la oscuridad poniendo su mano en la mano de na para alegrarse en la vida, también Dios creó el mundo para
Dios... Alegría, pues, por una riqueza inconmensurable que ni poder alegrarse. Y en el hombre pasa lo mismo con sus obras.
siquiera en la oscuridad deja de ser riqueza.
Cuando lo que hace es hermoso, puede alegrarse de todo ello
Por otro lado, cabe entender cómo, según Mt 25,21.23, precisamente por eso.
Jesús puede repetir aquellas palabras del señor al esclavo que
salió airoso de la prueba: «Entra en la alegría de tu señor» / Clemente 33,2-8: «Pues Dios mismo, Creador y Señor
(así reza la traducción habitual, bastante incomprensible; de todas las cosas, se alegra por sus obras... Todos los justos
Berger/Nord: «Ahora puedes alegrarte por lo que tu señor ha podían exhibir igualmente muchas obras buenas como ornato,
dispuesto para ti»). Esta alegría del Señor es Dios mismo en y también el Señor Jesucristo podía alegrarse por haber reali-
su señorío; con respecto a la traducción, véase Mt 25,34 zado tantas obras buenas y hermosas. Nosotros tenemos ahora
(«Aquí está vuestro reino, que os aguarda desde la creación este modelo y debemos guiarnos decididamente por su volun-
del mundo...»). La alegría está «precisamente con el Señor». tad. Deseamos con todas nuestras fuerzas hacer lo que exige
Y ésta es la lógica de 1 Tes 5,16: cuando uno ha encontra- la justicia».
do justamente aquello de lo que puede alegrarse siempre,
puede también orar y dar gracias y hacer todo lo demás que se Probablemente, quien mejor puede apreciar lo que es esta
espera de un cristiano. La alegría es el fundamento de toda alegría, y cómo le afecta a uno, es un artista. Puede estar orgu-
acción. Por tanto, nada de miedo al juicio ni de simple amor lloso, puede alegrarse de lo que le ha salido bien.
como conducta recibida que ahora se puede y se debe trans-
mitir. La alegría es más: es amor captado, entendido, saluda- Para quien -como yo- no es artista, un ejemplo: en mis vaca-
do, aceptado. Cuando el hombre debe hacer cualquier cosa, ciones junto al mar suelo construir ciudades de arena -aun cuan-
basta con que se alegre enteramente. do sean destruidas por la siguiente marea alta o por algún des-
La palabra alemana Gebefreudigkeit [«dadivosidad»; lite- mañado visitante de la playa-. Pero la alegría por la obra es en
esas ocasiones muy marcada.
ralmente, «gozo de dar»] ha conservado un recuerdo de este
origen de toda acción cristiana en la alegría.
En otro lugar Pablo puede decir que las obras del hombre Ahora bien, quien desde que tenía dieciséis años ha pasa-
se producen por «sobreabundancia». Se trata de una idea muy do por la severa escuela de la dogmática sabe que tal alegría y
parecida. Quien puede dar en abundancia da fácilmente y sin tal orgullo -aun en su forma más inocente- se consideran a
esfuerzo. menudo ilícitos desde la perspectiva cristiana. Mi deseo más
También la Primera Carta de Clemente pone esto de relie- íntimo es que precisamente en este punto la alegría humana y
ve de manera impresionante en su capítulo 34. Después de que un orgullo como ése no se dejen amargar por un agrio cristia-
el autor ha afirmado que los cristianos son justificados sólo nismo dogmático. Pues el cristianismo no empieza allí donde
por la fe y no por las obras, pregunta (con razón) si entonces ya no se siente alegría por el propio hacer y por el propio tra-
toda acción resulta ya indiferente o incluso se puede omitir. Su bajo realizado. ¡Precisamente es una cuestión de alegría, no de
sorprendente respuesta es que, como en el caso de Dios mis- cálculo o miedo! Y un orgullo legítimo no es codicia de otra
mo, que creó el mundo para la alegría, también la acción del cosa ajena al asunto, sino que pertenece al hacer. No se debie-
cristiano se produce para la alegría. Es la alegría que experi- ra permitir que teorías globalizadas del pecado echaran a per-
menta quien actúa ante la obra acabada. der la alegría propia.
124 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? ACCESOS A LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 125

Práctica de la alegría icpentino relampaguear de la gracia de que «tal alegría» des-


i anse sobre una fe firme. Así se realizan la vida eterna y la ale-
Dios es, según Guillermo de Saint-Thierry, «la alegría de los gría «que nadie arrebatará a quien las posee» (Ibid., § 70).
verdaderamente contentos y la bienaventuranza de los biena- Según Guillermo de Saint-Thierry, la Sabiduría sale al
venturados» {Sobre la naturaleza y dignidad del amor, § 53). encuentro de los que la buscan para mostrarse a ellos «con
Por tanto, la meta de la vida monacal es percibir lo más posi- alborozo jovial» (Sobre la naturaleza y dignidad del amor, §
ble de esta alegría. 34). Guillermo explica Sal 4,7 así: «el alma acoge en sí la ale-
Acerca del canto monacal en el coro dice Bernardo que no gría de la salvación divina y, mediante el espíritu regio de la
es un sonido de la boca, sino júbilo del corazón; no una infle- Sabiduría, eleva fortalecido y gozoso su canto a Dios: "Tu ros-
xión de los labios, sino movimiento alegre, armonía resultan- iro luminoso está puesto en nosotros como sello, oh Dios"...».
te de las voluntades -no sólo de las voces- de todos
(Sermones sobre el Cantar de los Cantares, 1,11). Se puede
mencionar también a propósito de esto el famoso jubilus de (alebrar con alegría la Cena
comienzos de la Edad Media al salmo 34,9 («Gustad y ved
qué bueno es el Señor»): «Hermoso es, Jesús, pensar en ti. / En lo referente a la Cena cristiana, todavía está por descubrir
Alegra de verdad el corazón. / Su mera presencia es más dulce de nuevo la dimensión de la alegría. La frase «El vino alegra
que la miel y que todo. / Nada se puede loar más tiernamente, el corazón del hombre» es ciertamente bíblica (Sal 104,15), y
/ nada es más agradable de oír, I nada es más hermoso de pen- en ningún lugar de la Biblia se vincula el placer del vino con
sar / que tú, Jesús, Hijo de Dios». la muerte. Sin embargo, nosotros solemos asociar con el cáliz
Como suma de la recomendación que hace a sus herma- de la Cena la idea de que contiene la sangre de Cristo.
nos, Bernardo ofrece el siguiente compendio: «Mi deseo es «Esto es mi cuerpo» o «por vosotros» no significa: esto
que experimentéis lo que el santo profeta nos aconseja cuan- soy yo, el crucificado, el muerto, esto es mi cadáver, esto es
do dice: "Alegraos cuando penséis en el Señor"» (Sermones mi muerte. Por el contrario, significa: yo soy para vosotros la
sobre el Cantar de los Cantares, 11,2). En la biografía del vida, lo mismo que el pan es signo de vida, y en ninguna parte
bienaventurado David von Himmerod se dice de él: «Su ros- signo de muerte.
tro resplandecía de alegría como el de un santo; tenía el rostro Algo parecido sucede con la copa: no es la sangre lo que
de un hombre que se encamina hacia Jerusalén». está en primer plano, sino la alianza. El vino representa la
Según Guillermo de Saint-Thierry (El espejo de la fe, § alianza. El vino no es en ninguna parte signo de muerte. La
66), la alegría es ya una porción de transformación sensible. A alianza se rocía con vino. No ha de olvidarse que dicha alian-
ello se orienta probablemente el proceso de transformación za fue establecida en la cruz; pero ¡cuidado con identificar
mencionado en 2 Co 3,18: «Cuando el alma que ama a Dios y directamente vino y sangre! Ni siquiera la Edad Media pensó
lo siente en el amor se transforma repentina y totalmente, no tal cosa; su enseñanza es, por el contrario, que bajo las dos
en la esencia de la divinidad, sino en una bienaventuranza especies (pan y vino) está presente el Cristo total.
sobrehumana e infradivina, en la alegría de la gracia ilumina- En consecuencia, la Cena no tiene que ver ante todo con
da y en la experiencia de una conciencia iluminada... también pecado y muerte, sino que es fundamentalmente el banquete
la carne siente las arras de la prometida incorruptibilidad y de la vida y la alegría. En lugar de «La sangre de Cristo derra-
transfiguración. [El hombre] renuncia alegre a sí mismo y se mada por ti», en la distribución del cáliz se debería decir: «La
apresura ardiente hacia su espíritu, lo mismo que éste corre Nueva Alianza sellada con nosotros».
hacia Dios». Éste es, pues, «el júbilo del bienaventurado pue- En este punto, la Cena es también perspectiva del banque-
blo de Dios que conoce el júbilo, que vive en la luz de la faz te venidero, cuando Jesús esté de nuevo con nosotros. Pablo
de Dios». En el § 67 del mismo escrito habla Guillermo del dice: «cuando celebráis el banquete, anunciáis la muerte del
126 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? ACCESOS A LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 127

Señor». ¿Se puede deducir de ahí el carácter de viernes santo apóstol Juan se retira a descansar. «Ahora bien, cuando se
de la Cena que con tanta frecuencia se pone en escena? No, hubo acostado, se vio incomodado por innumerables chin-
porque el acento se pone en lo que la mayoría de las veces se ches; y como éstos se hacían cada vez más molestos y la no-
omite: «...hasta que el Señor vuelva». Un banquete del Señor che andaba ya mediada, les dijo...: "¡A vosotros os digo, chin-
sin el Señor es absurdo. Sólo con el Señor tiene verdadera- ches, sed considerados, abandonad al instante vuestro hogar,
mente sentido. El sitio del Señor permanece ahora, en el tiem- quedaos quietos en un lugar y permaneced lejos del siervo de
po intermedio, vacío, como adornado con flores. En la medi- Dios!"... Pero cuando despuntó el día..., vimos a la puerta
da en que es un banquete del Señor sin el Señor, también es multitud de chinches... Entonces Juan habló a los chinches:
un recordatorio de que el Señor está ausente. El sitio vacío del "Puesto que habéis sido muy considerados y os habéis guar-
Señor recuerda su muerte. Pero sabemos que esto no es defi- dado de mi castigo, volved ahora de nuevo a vuestro lugar".
nitivo. Pues el banquete sólo es defectuoso en cierto modo Entonces... se apresuraron los chinches rápidamente de la
«hasta que venga». Quien celebra el banquete del Señor sin el puerta a la cama, subieron por sus piernas y se deslizaron en
Señor pone claramente de manifiesto lo que aguarda: al Señor las junturas».
que ha de volver, arrebatado por la muerte. De acuerdo con el Evangelio de la Infancia según Tomás
Éste, entre tanto, está sólo veladamente presente en y por (caps. 3-5; Berger/Nord 1.296-1.297), Jesús realiza en su
aquello en lo cual y por lo cual el banquete se convierte en infancia algunos milagros de tipo especial. A un compañero
banquete. de juego que le irrita lo transforma, sin más ni más, en un leño.
A otro muchacho que lo empuja lo hace caer muerto. A la
Espiritualidad de la alegría gente que cuenta luego estas historias la deja ciega. Sólo en el
capítulo 8 quedan todos restablecidos; pero en lo sucesivo
Muy pocas cosas caracterizan tan bien la espiritualidad cris- nadie se atreve a enojar a Jesús.
tiana primitiva y monástica como la «alegría». Esto se debe, Según la tradición judía (Talmud de Babilonia, Berakot V
por un lado, a que la alegría pertenece de manera absoluta- 1,33a), Rabí Hanina oraba con tanto encarecimiento que una
mente fundamental a la imagen de Dios y, por otro, a que la serpiente de agua que le mordió mientras oraba cayó muerta
alegría es la meta celestial del hombre. En el tiempo interme- al instante. En vista de lo cual, la gente decía: «¡Ay del hom-
dio la alegría se celebra en el culto divino, y la alegría es tam- bre al que muerda una serpiente de agua!, pero ¡ay de la ser-
bién el modo en que los cristianos ofrecen continuamente piente de agua que muerda al rabí!».
resistencia en un mundo de dolor y de injusticia. Precisamente Esto, que nosotros podríamos interpretar hoy como «arro-
porque la alegría es premoral y «vecina» del Espíritu Santo, es gancia», guarda relación con historias de milagros. Pero ana-
un don el poder orientarse a ella; y, sin embargo, es también lizar el fenómeno de la arrogancia en la mística bíblica y post-
una cuestión de silencio y soledad que pueda o no presentarse bíblica es una empresa arriesgada. No existe una palabra en
realmente como una reina (del mismo modo que los judíos se griego bíblico que la denote. El problema gnoseológico es evi-
imaginan el Sábado la tarde-noche del viernes). Según una dente: ¿interpretamos como arrogancia algo que no lo era de
palabra de las Sentencias de Bernardo de Claraval, los cristia- ningún modo para el hombre de aquel entonces?
nos son hombres con flores en las manos. ¿Qué decir en el caso de las bodas de Cana según Juan 2,1-
11 ? ¿No fue la cantidad de vino bueno proporcionada por el
Arrogancia milagro mucho más de lo que realmente se necesitaba? ¿No
fue Jesús en este caso -lo mismo que el taumaturgo respecti-
Algunos ejemplos de lo que se quiere decir... vo de cada uno de los demás relatos- mucho más allá del obje-
En Acta Iohannis, 60-61 (obra compuesta en la primera tivo? Y eso por no hablar de las historias de leones bautizados
mitad del siglo ni) se habla de un albergue de Éfeso adonde el que se arrodillan en la arena, etc.
128 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? ACCESOS A LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 129

Aceptemos provisionalmente que lo relatado en estas his- la orden de Juan «ríen» sus compañeros. Además, el apóstol
torias eran casos de arrogancia. ¿Qué clase de fenómeno sería hace una aplicación: «Estos animales oyeron la voz de un
éste? Seguramente se trataba de profusión incontenida, del hombre y se quedaron quietos sin desobedecer la orden.
exceso mesiánico según el cual la fuerza de bendición desbor- Nosotros, en cambio, oímos la voz de Dios y somos desobe-
da en mucho lo realmente necesario. Con estas historias no dientes y livianos, ¡ y cómo!, con respecto a sus mandamien-
quedaba suspendido sólo el ámbito de las leyes naturales, sino tos». La historia se considera divertida, pero, precisamente
también toda necesidad, y hasta seriedad, cotidiana. Además, por ello, también instructiva. De hecho, es difícil olvidarla.
resulta perceptible que nuestras nociones habituales no son En el Evangelio de Tomás (griego), el caso es otro: las his-
santas, sino hechas por hombres. Frente a esas categorías de torias son «grotescas» para nuestro gusto; conocemos cosas
orden, lo santo se manifiesta también de un modo absoluta- de tono parecido, aunque distintas, por dichos de Jesús (la
mente extraño. Cuando la distancia de lo santo es muy gran- paja y la viga; el camello y el ojo de la aguja; las perlas arro-
de, la libertad y el grado de fuerza que en ello actúa sin trabas jadas a los cerdos...). El relato grotesco de milagro mantiene
es, asimismo, especialmente grande. un rasgo importante: la vulnerabilidad de lo santo. Algo seme-
La fórmula «arrogancia» la he tomado en este caso de la jante sucede también en el relato sobre Ananías y Safira en
interpretación de tradiciones hecha por Martín Lutero. Cuenta Hch 5. En este pasaje se producen precisamente -a causa de
éste en sus diálogos de sobremesa (!) que por las mañanas, al un motivo relativamente nimio desde nuestro punto de vista-
levantarse, su primera ventosidad se la dedicaba al diablo, y dos víctimas mortales, en este caso definitivas. El objetivo de
que lo hacía con estas palabras: «Ahí tienes, tómalo como bas- los relatos de este tipo es intimidar, objetivo que ciertamente
tón y marcha con él a Roma...». Lutero se comporta de mane- no está por encima de toda duda.
ra arrogante. La victoria de la gracia es para él tan cierta que En el relato talmúdico sobre Rabí Hanina se plantea otro
puede ridiculizar con sus ventosidades al archienemigo. La aspecto totalmente diferente, a saber, el tema de la inmunidad
arrogancia de Lutero tiene su causa concreta en el mensaje de del piadoso, tema transmitido también en el Nuevo Testa-
la justificación. El diablo es, por principio, un vencido; de ahí mento (Me 16,18) y por numerosas leyendas hagiográficas. A
que se le pueda «hacer comparecer». diferencia de lo que sucede en el Evangelio de Tomás, en este
Estas historias, por tanto, no son simples ocurrencias, sino texto no se trata de la vulnerabilidad de lo santo, sino precisa-
historias que ayudan a aclarar la sobreabundancia de la victo- mente de su invulnerabilidad.
ria. El exceso absolutamente irrefrenable de la fuerza prodi- Finalmente, Jn 2,1-11, un «milagro [mesiánico] de abun-
giosa dispara mucho más allá del objetivo, y con ello no ridi- dancia» del tipo más puro. La necesidad no guarda proporción
culiza a las figuras que actúan (en especial al taumaturgo), con la gran cantidad del don. Sería divertido, en todo caso,
sino las fronteras habituales de nuestro ordenamiento. El ene- imaginar que los invitados a la boda hubieran tenido que De-
migo de lo santo es la seriedad absoluta de lo cotidiano. bérselo todo. Pero, naturalmente, nada de eso dice la historia.
También resulta perfectamente comparable con esto el modo Convendría seguir reflexionando sobre el fenómeno de lo
en que Marc Chagall, el último representante del judaismo grotesco en las palabras y obras de Jesús. Lo grotesco no es
místico, maneja las leyes de la gravitación y de la supuesta simplemente «falso» o «irreal». Desde luego, no aparece en lo
necedad de los animales. Con respecto a la fuerza mística del cotidiano, sino en textos de ficción. Frente a la función que
amor, que él quiere representar, el resto del mundo pasa a tiene, por ejemplo, en la caricatura, recibe un papel especial
situación de disponible; todas las demás cosas se convierten en la predicación de Jesús. Lo representado (por ejemplo, las
en una especie de masa fácilmente moldeable. perlas arrojadas a los cerdos) es risible, pero de manera que a
Repasemos nuestros ejemplos una vez más... uno se le atraganta la risa. Tanto en las palabras de Jesús como
En las Acta ¡ohannis, el relato del capítulo 60 se califica en las leyendas del Evangelio de lomas, o bien en leyendas
explícitamente de paignion (historia divertida), y en vista de hagiográficas posteriores, iiene siempre la función de llamar
130 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA?

la atención mediante algo totalmente inusitado, y de iniciar 3


luego un juego entre risa y miedo que precisamente ha de ser
hábil. En lugar de ese «entre risa y miedo», también puede Pasajes clásicos de la Escritura
darse el juego entre risa y verdadera oferta de salvación.
El tema de la «arrogancia», por consiguiente, manifiesta
aspectos apenas conocidos de la retórica cristiana primitiva.
Algunos de los textos mencionados tienen algo que ver con la
espiritualidad, precisamente porque con esas grotescas des-
cripciones se hace cognoscible algo de la refracción de lo Algunos pasajes neotestamentarios se han convertido en clási-
santo con lo cotidiano que, de otro modo, no conoceríamos. cos para el tema de la espiritualidad, porque en casi todos los
Aplicado a Jesús, el taumaturgo de Jn 2,1-11, esto signifi- tiempos han inspirado a maestros espirituales y místicos, y ya
ca que Jesús, el discípulo del ascético y abstemio Juan el en el Nuevo Testamento desempeñaron también un papel de
Bautista, realiza su primer acto en forma de gran aluvión de incalculable importancia.
vino que hace saltar toda medida. Con ello se muestra como
Mesías. Pues el signo de éste es (o, mejor, puede ser, según la
concepción judía) la abundancia de vino. En este sentido, Tomar la forma de Cristo
Jesús celebra su mesianidad más a menudo con comensales, y
por eso se gana los títulos -grotescos a su vez- de «comilón» Gal 4,19-20: «Vosotros, pues, sois mis hijos, y como una
y «borracho». El hecho de celebrar así con los hombres en madre sufro todavía grandes dolores hasta que Cristo
torno al vino constituye sin duda una parte importante de la tome forma en vosotros. Desearía poder estar entre voso-
espiritualidad de Jesús. tros y hablaros según lo necesitáis precisamente ahora.
Pero la celebración hace saltar lo cotidiano por los aires, y, Pues no sé qué hacer con vosotros».
en este punto, a la alegría de la fiesta pertenece también una
parte de arrogancia. Una parturienta tiene dolores hasta el parto. Da a luz (eso
es lo normal y lo que desea) cuando el hijo ha tomado forma.
Por tanto, para los gálatas todavía no ha llegado la hora en que
puedan nacer como comunidad. La causa de este «todavía no»
es que la comunidad no ha adoptado precisamente perfil algu-
no; más bien, no está lista. Pues Cristo todavía no ha tomado
forma en ella. En efecto, la comunidad no había de tomar un
perfil propio, sino que en ella ha de tomar forma Jesús. En este
punto, por tanto, Pablo quiebra el uso de la metáfora, infringe
sus reglas.
Cristo ha de estar en la comunidad de tal manera que se le
pueda reconocer. No a la comunidad, sino a él. Pues él quiere
y debe ponerse de relieve en la comunidad. Pero esto no suce-
de en virtud de pareceres, sino en virtud de la forma que reci-
be y se deja regalar una comunidad en el conjunto de su acti-
vidad práctica. Así ha de ponerse de manifiesto lo que está
oculto en los cristianos, lo que Pablo puso en ellos como
fundamento.
132 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? PASAJES CLASICOS DE LA ESCRITURA 133

Gal 4,19 en los primeros cistercienses En el Sermón 6 en la vigilia de Navidad (7,223), Bernardo
cita Gal 4,19 y dice en relación con este texto: «Pues si Cristo,
Para los primeros cistercienses es importante hablar de la for- cada vez que tomó forma en ellos, pareció haber nacido en
mación de Cristo en los cristianos, porque el cristiano experi- ellos, ¿cómo no había también alguien de atreverse a decir que
menta que no alcanza la perfección de golpe, sino que llegar a
nació del mismo modo en aquel que en ellos se encontraba,
ser cristiano es un proceso largo. Además, es importante pre-
por decirlo así, en dolores de parto con él?».
guntar qué o quién es la meta de dicho proceso. No puede ser
nada abstracto, sino sólo Cristo mismo, hecho por los cristia- En el Sermón 85 (6,645) § 13 Bernardo llama a Pablo
nos carne propia. Además, en el siglo xn -en marcado con- «madre amante y fiel esposa», a causa de Gal 4,19. Después
traste con lo que sucede entre nosotros- el embarazo era en menciona dos tipos de madres espirituales: unas dan a luz me-
realidad para la mujer adulta el estado normal. Debido a su diante la proclamación; las otras, mediante la contemplación
patente ocultamiento, el embarazo es también perfectamente de los conocimientos del Espíritu.
adecuado para describir la existencia del cristiano en el mun- En el Sermón 12 § 2 cuenta Bernardo que Pablo sufrió
do, si se ve en la mujer en general la imagen de la situación por la comunidad dolores de parto continuamente renovados,
del cristiano en el mundo. Finalmente, la orientación hacia la «hasta que Cristo tomara forma en ellos y los miembros que-
forma (forma) deja traslucir una sensualidad especial, es con- daran configurados con su Cabeza» (5,171).
centración en el único tipo de sensualidad que está permitido En el Sermón 29 (5,463) dice Bernardo a sus oyentes que
en medio de toda la austeridad monástica: precisamente Cristo tiene ante sí el fruto de su dolor, «al ver que Cristo ha tomado
se hace tangible en cada cristiano individual como en una forma en mis hijos». Según la Carta 341, Cristo debe tomar
escultura. primero forma en los hermanos, hasta que éstos estén aleccio-
El modo de hablar de la forma deja entrever, por consi- nados en todo para sostener las luchas del Señor (3,591).
guiente, un interés especial (¡escindido!) por la contemporá- Guerric d'Igny habla del nacimiento de Cristo en el hom-
nea escultura románica, que por lo demás no fue comprendi- bre. La meta de la vida del monje es que Cristo tome forma en
da desde dentro por los cistercienses (de la segunda genera- él. La comunidad es la madre de Cristo que ha de imprimir en
ción), pero que encuentra en el modo en que éstos hablan de sí la forma de Cristo.
la forma de Cristo su equivalente, por decirlo así. Compárese, Cristo «nos regaló una forma» (mediante su nacimiento,
a propósito de esto, la obra de Bernardo Apología al abad vida y muerte) «según la cual hemos de ser formados» (Plá-
Guillermo, § 28ss (De pictuhs et sculpturis... 2,192ss). El tica 3 de Navidad, I, 126). En la Plática 2 de Navidad (II, 84)
abad Guillermo era cluniacense (benedictino), y Bernardo se exhorta: «También vosotras, bienaventuradas madres de un
distancia de él en el marco de la llamada estricta observan- hijo tan glorioso, cuidad de vosotras mismas hasta que Cristo
cia... Esto significa que la única «estatua» permitida es la tome forma en vosotras». Como hombre, Cristo nace en nues-
forma que Cristo toma en cada cristiano individual. La auda- tro cuerpo. En la Plática 3 en la Anunciación del Señor (II,
cia de esta espiritualización todavía hoy no ha perdido nada de 94) dice que la Iglesia los lleva en su seno hasta que Cristo
su grandiosidad. tome forma (formetur) en ellos. En la Plática 2 en el domingo
Desde estos supuestos básicos resultan comprensibles los de Ramos (II, 207) dice Guerric sobre Gal 5,24 que la crucifi-
ricos textos que se citan a continuación. xión de los impulsos desmedidos se remite al modelo (forma)
En el Sermón 51 dice Bernardo (9,567): «Podemos decir de Cristo crucificado mismo. Nos sujeta a la cruz nuestro
que el evangelizador lleva a Jesús en su seno para engendrar- temor de Dios.
lo en los otros, o más bien para engendrar a los otros para Pueden verse también otros textos... Plática 1 en la Asun-
Cristo (ut eum aliis, vel potius alios ei pariat). Eso hacía ción de la Virgen María (II, 240): Pablo quiere dar a luz una y
Pablo: Gal 4,19. Quien interviene a favor de Cristo, podemos otra vez a sus hijos con inquietud y amoroso anhelo, hasta que
decir que lo lleva en los hombros». Cristo tome forma en ellos. Plática 2 en la Natividad de la
134 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? PASAJES CLÁSICOS DE LA ESCRITURA 135

Virgen María (II, 278): María desea formar a su hijo en todos fluye procedente de la claridad del Dios omnipotente. Nada
sus hijos adoptivos, hasta que alcancen el estado del hombre impuro se le pega. Es reflejo de la luz eterna, espejo nítido de la
perfecto, la medida de la edad plena de su Hijo. «Pues Cristo majestad de Dios, imagen de su bondad". Por eso no podemos
estará perfectamente formado (formatus), en la medida en que tomarla simplemente cuando queramos. Más bien ha de ser ella
es posible en esta vida, cuando conozcas la verdad que es él quien venga a nosotros; primero debe venir ella benévolamente
a nuestro encuentro. De lo contrario, cualquier esfuerzo de
mismo y hayas honrado la verdad conocida con temor de Dios nuestro entendimiento apenas nos permitirá avanzar un paso».
y con esperanza» (II, 279).
Para Guerric, un concepto clave es «que Cristo tome for-
ma», y formula esto con los términos forma, formare e infor-
Antropología cristocéntrica
mare. Es interesante el cambio de sujeto: en lugar de Pablo,
también pueden ser la Iglesia o María quienes dan a sus hijos Bajo este pretencioso título hay que hacer, por medio del con-
la forma de Jesús. cepto paulino de forma, algunas afirmaciones sobre la imagen
La vida de Jesús tuvo la forma según la cual se debe for- cristiana del hombre en lo tocante a esta tendencia de la espi-
mar Cristo en los monjes. Esa forma Christi es causa y meta ritualidad. Quien pone Gal 4,19 en el centro de su atención, y
de la actividad divina de la gracia en el hombre. Mientras que desde ahí esboza una imagen del hombre, llega a los siguien-
Dios es forma de sí mismo, la actividad de Dios consiste en tes puntos de vista:
formar y en actuar con su gracia. Así, Jesús tiene una triple
forma: como Palabra eterna en Dios {forma verbi), como - En contraste con nuestra cosmovisión individualista, no se
hombre {forma carnis) y como el nacido en los cristianos trata aquí de una autorrealización, ni de la cuestión de
{forma spiritualis). Esto significa que Jesús expresa su imagen cómo me gano a mí mismo o cómo puedo llegar a mí
en los discípulos. mismo, sino que en realidad se trata de Cristo.
A nuestro modo de entender, espiritualidad significa que - Cuando Cristo toma forma, este hecho atañe al indivi-
los hombres están marcados por lo que les ha sucedido repe- duo, no a una multitud de personas que, como clonadas,
tidas veces y por lo que de ahí «se trasluce» una y otra vez. tienen el mismo aspecto. Aquí se trata de la unidad en la
Esta concepción de la marca conecta decisivamente con el diversidad.
concepto altomedieval deforma. - Cuando Cristo toma forma, este hecho atañe igualmente y
sin reservas a la comunidad o respectiva comunión. Como
Además de lo dicho antes sobre Gal 4,19, la «forma» es impor-
tante para Bernardo en su doctrina general de la salvación. Así, cuerpo de Cristo (1 Co 12), reproduce en conjunto a Cris-
dice él que la forma interior originaria del hombre se perdió y to, y lo hace hacia dentro, mediante la justicia mesiánica,
hubo de ser restaurada. Esto sucedió mediante una transforma- y hacia fuera, como grupo misionero («luz del mundo»).
ción (transforman). Debido al acontecimiento de esta transfor- Así, «justicia mesiánica» es lo que está ligado a la perso-
mación, el «alma» se puede vincular con la palabra. Así, el na del Mesías según la expectativa judía y lo que Pablo
hombre se hace semejante a Dios por configuración (unión por explica concretamente para la comunidad en 1 Co 11-14:
cambio). (Véanse especialmente los tratados sobre la gracia y que ninguno se vea perjudicado. Esto queda garantizado y
sobre el amor de Dios). transformado por la persona del Mesías. Y la función
Sobre todo este tema también merece la pena escuchar a misionera como «luz del mundo» es compartida en conse-
Guillermo de Saint-Thierry (Oraisons méditatives, 12,17): cuencia por la comunidad con Jesús mismo (cf. Mt 5,14-
«Pero tú diste forma sin tener propiamente forma. Pues, dado 16 con Jn 8,12).
que tú no eres ni una forma ni algo que posea forma, tampoco
puedes dar forma alguna a tu amor, que quedaría entonces for- - De ahí se sigue que la forma cristomórfica de cada uno y
mado según algo de algún modo formado. Pues se dice de la de todos en conjunto no consiste en principios, sino en la
Sabiduría: "Ella es el aliento del poder de Dios, clara y pura representación de una persona. Así, la comunidad no reci-
136 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? PASAJES CLASICOS DE LA ESCRITURA 137

be su misión independientemente del Mesías, sino sólo otro: «¿No ardía nuestro corazón cuando nos hablaba por
junto con él. el camino y nos explicaba la Escritura?».
- De los dos aspectos mencionados se derivan consecuen-
cias importantes para el culto como centro de la comuni- Si a alguien le arde el corazón, no es sólo a causa de unas
dad. Pues el culto pone de relieve hacia dentro y hacia palabras bellas; la deducción retórica se queda corta en este
fuera la presencia oculta del Mesías para los participantes. caso. Más aún: si el corazón arde, se anda cerca de exteriori-
Este «poner de relieve» se da mediante la forma. Pablo, lo zarlo mediante la palabra decisiva y liberadora. Así lo dice Sal
mismo que los primeros cistercienses, considera dicha 39,4 sobre el dolor. El dolor se encrespaba, el corazón ardía,
forma absolutamente sensible y experimentable. Todo lo quemaba como fuego en el interior. Y entonces se dice: «Hasta
demás sólo induce a andarse por las ramas sin ir a lo esen- que solté la lengua». Algo parecido aparece en Jr 20,9: si el
cial. Conseguir una relación con este tipo de forma es una profeta no quería pensar más en Dios, ni hablar ya de él, éste
tarea ecuménica de primer orden. era en su interior como fuego ardiente. Esto significa que no
podía soportar la prohibición de pensar ni el propio silencio.
Espiritualidad y forma Así mismo, en la obra apócrifa Testamentos de los doce
patriarcas, en Testamento de Neftalí, 7,4, el patriarca Neftalí
Manfred Seitz discute también en su artículo «Frómmigkeit dice sobre la venta de José: «Yo ardía en mi interior por decir
["piedad"]» (TRE 11, 676) el problema de la forma: las cosas abiertamente a Jacob que José había sido vendido, pero temía
tienen poder porque poseen forma y son tangibles. De ellas a mis hermanos». Finalmente, conocemos un papiro mágico
sale fuerza porque regresan, se ejercitan y tienen en sí la facul- según el cual una mujer deseada ha de ser atraída «ardiendo
tad de estar siempre ahí. No son pura palabra. Tienen peso y en su alma y en su corazón», es decir, ardiendo de un deseo o
marcan nuestro rostro y hasta nuestra vida entera. Por eso sólo apetencia que luego deberá ser satisfecho.
la forma puede competir con ellas, no la pura palabra. Una fe En ninguno de los casos mencionados se trata en absoluto
que no esté formada, y exista simplemente en cuanto pensada de palabras engañosas, sino que la situación es siempre la
y en el pensamiento, se la lleva el viento. ¿Guarda relación misma: hay alguien que quiere a todo trance decir o hacer
con esto el encaminamiento hacia elementos de forma de la fe
algo, pero (aún) no puede. En nuestra lengua existen expre-
y la búsqueda de una «personificación creíble»? Así, según M.
siones afines: «Lo tengo en la punta de la lengua» (falta, no
Seitz, en la teología evangélica la piedad se ha vuelto a con-
obstante, el impulso interior); «despegar los labios» (pero en
vertir en el tema, y ha surgido el problema de la forma.
este caso se trata de la ruptura del silencio en general); «Man-
Cabe añadir algo más: puesto que el culto es el símbolo
teneos junto al fuego y mordeos los labios» (esto se entendía
real y auténtico (público) con que la comunidad se represen-
en el siglo xix); en Goethe se dice: «Mordí el labio ardiente
ta, todas las significaciones se han de ordenar y subordinar a
esa única forma, de manera que el culto represente y procla- hasta herirme» (cuando menos, el tenor y el sentido se acerca
me a Cristo, y lo haga en el doble papel expuesto antes. Par- en este caso al bíblico).
tiendo de ahí, se hunden por su propio peso muchas puestas en Por tanto, Le 24,32 significa que a los discípulos les ardía
escena de tipo circense de servicios litúrgicos modernos, pues la lengua, pero que existía aún una barrera, un obstáculo, para
con frecuencia no satisfacen esta exigencia ni remotamente. que dijeran también en voz alta lo que ardía en su corazón...
En todo caso, por un lado está el corazón lleno de barruntos,
«¿No ardía nuestro corazón?» deseos, conclusiones forzosas, anhelos satisfechos... y, por
otro, la boca todavía muda, que aún no se atreve a hablar, a la
En Le 24,31-32 se dice sobre los discípulos de Emaús: que los miedos siguen atenazándola. Los discípulos todavía
Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero no habían «pasado por la lengua» lo que, sin embargo, en
en ese mismo instante él desapareció. Y se decían uno a el corazón sabían con total seguridad y habrían querido decir.
138 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? PASAJES CLASICOS DE LA ESCRITURA 139

Y lo que habrían querido decir no era sino esto: «Tú eres el lo de la palabra de la Escritura de Le 24,32 es una «espiritua-
Mesías en persona». lidad de lo no dicho». Ésta no se debiera menospreciar a la
«¿No ardía nuestro corazón?». Eso que se insinúa desde vista de la inundación resultante también de declaraciones
hace tiempo, que se sabe ya con todo el corazón... y sobre lo eclesiásticas.
cual pronuncia otro luego la palabra liberadora, redentora,
clarificadora.
¿Se da eso también hoy en nuestra religión, quizás en rela- Arrebatar el reino de Dios con violencia
ción con Jesús? ¿Sucede eso de que los hombres tengan el Mt 11,12: «Desde que apareció Juan el Bautista hasta
barrunto de que deben ser auténticamente cristianos y no haya ahora, se lucha por el señorío de Dios, y sólo quien lucha
nadie que pronuncie la palabra liberadora? No me refiero a los consigue dicho señorío».
«cristianos anónimos», sino a todos los que interiormente
están perfectamente preparados para poder ser cristianos. «En Esta enigmática palabra de Jesús es uno de los temas favo-
el fondo, se me puede considerar cristiano», pero a menudo ritos de la explicación monástica de la Biblia. Si se intenta
las circunstancias sociales impiden que se dé abiertamente descubrir el sentido de dicha palabra, se puede llegar al
el paso. siguiente resultado: a nadie le cae del cielo señorío ni «reino»
Pero existe el «anhelo del anhelo» como dice Guillermo alguno. En esto, tampoco el señorío de Dios es una excepción.
de Saint-Thierry: «Tanto adelanté en virtud de tu obra, que Es verdad que de algún modo está «presente», pero se encuen-
anhelo anhelarte y amo amarte. Pero al amar así no sé lo que tra en el ámbito de aquello a lo que se puede y se debe echar
amo. Pues ¿qué significa eso de amar el amor y anhelar el mano.
anhelo? ... Del anhelo, sin embargo, ¿qué hemos de decir? Sólo que la violencia de la que aquí se trata es de un tipo
Cuando digo: anhelo ser anhelante, ya tengo anhelo» (De con- absolutamente especial. Su medida es otra palabra de Jesús
templando De o, § 4). transmitida únicamente por Mateo («Pues quien empuña la
Orígenes (f 254), en sus Homilías sobre Jeremías (20,8), espada, a espada morirá»: Mt 26,52) y, en conjunto, la ima-
pone el corazón ardiente de Le 24,32 en conexión con el fuego gen que da de Jesús el evangelio de Mateo, un Jesús que insta
que, según se dice en Le 12,49 por boca de Jesús, éste ha veni- al abandono de la violencia. Por decirlo «paradójicamente»: lo
do a encender («He venido para encender un fuego en la tie- que Jesús proclama en el Sermón de la Montaña es un «vio-
rra, ¡y cómo desearía que ya estuviese ardiendo!»). La expli- lento esfuerzo de no violencia». Sólo dicho esfuerzo no ter-
cación es razonable si por ese fuego se entiende a Dios mis- mina en violencia, dice Jesús.
mo, a semejanza de esta palabra no escrita de Jesús (agraphon Para la exégesis moderna, especialmente la que se halla en
n. 80 Berger/Nord): «Quien está cerca de mí está cerca del la estela de la doctrina reformada de la justificación, este pasa-
fuego. Y quien está lejos de mí está lejos de la salvación de je ha permanecido cerrado desde el punto de vista del conte-
Dios». Con Orígenes, podríamos decir que el fuego en el cora- nido. Pues, en efecto, en el programa de los Reformadores,
zón de los discípulos, su anhelo y certidumbre, era Dios con su insistencia en la sola gratia (sólo por gracia), no enca-
mismo. (Exegéticamente, es probable que en Le 24,32 no se jaba eso del «violento esfuerzo». En cambio, los monjes del
pretenda decir eso directamente; teológicamente, en el sentido siglo XII, con su modo de entender este texto, podrían dar una
de Orígenes, no es imposible, quizá sea sugerente y, por tanto, clave para su interpretación.
legítimo).
Si se junta lo expuesto en estos dos párrafos, se puede per- Bernardo de Claraval, Sermón 25 §§ 1-2: «Es como si un
fectamente decir que el corazón arde a menudo en los poetas ladrón hubiera sido detenido y estuviera a punto de ser
modernos y en el arte plástico. «Dios sólo pide anhelo santo» ajusticiado; al verse totalmente desesperado y no encon-
(J. Leclercq). Pues lo que hemos considerado aquí a propósi- trar en sí mismo recurso alguno de misericordia, extiende
140 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? PASAJES CLÁSICOS DE LA ESCRITURA 141

sus brazos diciendo que así sufrió Cristo, para ver si de que primero invitó a la Palabra de Dios, sentada en su
este modo se compadecen los que le tienen prisionero. A trono excelso, a descender hasta nosotros; la verdad con la
éstos, creo yo, se aplica Mt 11,12. El publicano hizo esa cual había prometido su venida fue la que la obligó a ello
violencia al reino de los cielos: no se atrevió a levantar los (compulit)».
ojos al cielo, y con ello consiguió que el cielo descendie- Carta 77 § 5: «Mt 11,12 sólo puede valer si en tiempos
se hasta él. Lo mismo aquella mujer que sufría flujos de de Jesús el reino de los cielos no estaba violentamente
sangre: temía acercarse a Cristo y logró que brotara de él cerrado».
una fuerza especial».
Carta 98 § 5: «Precisamente porque Juan el Bautista sabía
Sermón 27 § 1: «Pero si tú... haces violencia en todo tiem- que desde sus días en adelante el reino de los cielos sufre
po al reino del amor, de manera que eres capaz de apode- violencia, gritó: "Haced penitencia, el reino de los cielos
rarte de sus fronteras, hasta las más lejanas, como con- está cerca"».
quistador piadoso, si crees que ni siquiera puedes cerrar tu
corazón amoroso a los enemigos...». Vida de san Malaquías, V i l : «¿Ves... lo que puede la ora-
ción perseverante del justo? Verdaderamente: [cita Mt
Sermón 73 § 2: «...arrebatar y llevarse consigo el botín 11,12]. ¿No te parece que la oración de Malaquías forzó,
sobremanera precioso de la verdad de manera totalmente por así decirlo, las puertas del cielo...?».
ávida. Dice ella a Dios con el profeta: "Yo me alegro de tu
promesa como el que encuentra rico botín" (Sal 119 [ 118j, Los textos de Bernardo arrojan el siguiente balance:
162). Así, pues, se hace violencia al reino de la verdad, y
las violencias lo arrebatan». - La violencia respecto al reino de los cielos es no violenta.
- Consiste en orar (¡la oración es una lucha!) o en coaccio-
Sermón 2 en la Septuagésima § 3: «Ni puedo sin dolor nar al cielo mediante la humildad (pues Dios no puede
liberarme luchando, ni sin gemir alzar el vuelo, pues [cita sino llegar hasta humanarse). Cuando la hemorroísa tocó a
Mt 11,12] (por tanto, ¿sólo cabe la violencia contra mí Jesús, eso fue también una especie de coacción.
mismo?)». - Consiste en amar, especialmente en amar a los enemigos.
Sermón 7 sobre el salmo 90: «"¡Haced penitencia!"... - Consiste en convertirse/hacer penitencia. Pues el reino de
Pero: [cita Mt 11,12]. No hay para mí ningún otro acceso Dios se vincula con la conversión.
a él salvo a través de las líneas enemigas. En medio del -- Consiste en obtener la verdad como botín (referencia a Sal
camino acampan gigantes, vuelan por el aire, tienen toma- 119 [118],162).
do el paso y aguardan con impaciencia a cuantos preten-
den atravesarlo. Sin embargo, ¡ten plena confianza, no ten- Sobre todo la oración y la coacción mediante la humildad
gas miedo!». se entienden en Bernardo como una especie de terrorismo psi-
cológico con respecto a Dios. Estos psicoterroristas coaccio-
Sermón en la natividad de la Virgen María § 16: «Lucha nan a Dios.
con el ángel para no ser vencido, pues el reino de los cie- Especialmente interesantes son las explicaciones sobre Mt
los sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. ¿O no es 11,12 referidas a la oración.
esto lucha: "Mi amado es mío y yo soy suya" (Ct 2,16)?».
En la Plática 2 en la natividad de san Juan Bautista, dice
Carta 551: «La humildad sola es la que otorga a las virtu- Guerric d'lgny (§ 1):
des bienaventuranza y continuidad. Ella hace violencia al
reino de los cielos, ella abajó al Señor de la majestad hasta «[Desde el nacimiento de Juan el Bautista] podemos arre-
la muerte, y una muerte de cruz. Pues la humildad fue la batar el reino de Dios que en justicia no pudimos merecer.
142 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? PASAJES CLASICOS DE LA ESCRITURA 143

¿O acaso aquel valiente luchador, el patriarca Jacob, no hace violencia a su debilidad o a su edad. Más bien... hace vio-
fue realmente violento frente a Dios, él, que, como está lencia a su propia perdición quien no se tiene consideración
escrito, fue fuerte contra Dios y venció?... Afirmo que lu- ninguna... Pues con fatigas trabaja el hombre para sí, como
chó con Dios... Por tanto, fue una violencia buena que dice la Escritura, "y hace violencia a su ruina" (Pr 16,26
arrancó la bendición, una lucha dichosa en la que Dios [LXX])... Seguid... a Juan, a partir de cuyos días se hizo posi-
sucumbió al hombre y en la que el vencido obsequió al ble conquistar el cielo. Pues él es quien, como un segundo
vencedor con la gracia de la bendición y con la honra de David, se convirtió en comandante de una guerrilla, en jefe de
un nombre más santo... Pierda yo la fuerza del cuerpo bandidos piadosos, y condujo ese victorioso ejército de los
entero, no sólo de la cadera, si con ello merezco la bendi- publícanos y pecadores hasta el reino de los cielos mediante
ción del ángel... Por eso, hermanos que habéis empezado una violencia loable y santa consigo mismos. Pues ¿qué mal-
a arrebatar el cielo, que os habéis juntado para luchar con hechor o criminal no se disponía inmediatamente a la guerra
el ángel que vigila el camino del árbol de la vida (Gn cuando oía su tuba: "Haced penitencia, pues está cerca el
3,24), os decimos: es absolutamente necesario luchar fir- reino de Dios..."». En su Plática 3 sobre el Adviento, Guerric
me e incansablemente. No digo sólo hasta el debilitamien- cita Gn 19,2-3: Abrahán instó mucho a los ángeles a aceptar
to de la cadera, de la que sale la reproducción carnal, sino su hospitalidad. «Amorosa violencia con la que se arrebata el
incluso hasta la mortificación del cuerpo... Pero esto sólo reino de los cielos. ¡Loable desvergüenza que se gana como
es posible si estáis tocados por la fuerza de Dios... huésped a Cristo o a unos ángeles!».
¿O acaso no parece que luchas con el ángel, y hasta con En Guerric se resalta aún más intensamente que en Ber-
Dios mismo, cuando él diariamente opone resistencia a tus nardo el elemento de la lucha en la oración, y con ello Guerric
oraciones impacientes? ha logrado un texto de belleza clásica.
Te bañas en agua helada, por decirlo así, y él mismo te En el Nuevo Testamento me parece reconocer elementos de ese
sumerge en el fango. tipo en Le 18,1-8 (la viuda y el juez inicuo) y en Rm 15,30
Dices: "Quiero volverme blanco", y se aleja aún más (pelead o luchad a mi lado en la oración). La tradición rabínica
de ti. puede contar algo parecido de Moisés. En mi libro Wie kann
Lo llamas y no te atiende. Gott Leid und Katastrophen zulassen? (Stuttgart 1996) he con-
Quieres acercarte a él, y te rechaza. trapuesto tipológicamente (pp. 158-163) los textos Gn 32,23-32
Decides una cosa, y sucede lo contrario. y Le 18,1-8. Aunque yo no conocía el texto de Guerric antes
Y casi en todo se te opone con mano dura... citado, su explicación del siglo xn y la mía corren, sin embargo,
Le gusta sufrir de ti violencia. Desea ser vencido por exactamente hacia la misma meta. Entonces no establecí la
conexión con Mt 11,12.
ti...
Por tanto, tú, quien quiera que seas, tú, piadoso con-
Pese a todo, se destaca un aspecto importante de la piedad
quistador que quieres arrebatar el reino de Dios, debes
cristiana primitiva y, evidentemente, también de la monástica:
estar armado con el poder del amor. Y puedes estar segu-
ro de que incluso vencerás fácilmente al rey del cielo... Él - La oración puede ser una lucha espiritual con o contra
quiere espolear el valor mediante la resistencia». Dios. La experiencia de Dios que hace el orante indica que
aquél se nos opone, se muestra reacio, no está dispuesto a
En el § 4 exhorta Guerric d'Igny a ceñirse de magnanimi- dar. Para alcanzar la bendición hay que luchar.
dad y constancia. «El débil debe decir: "Soy fuerte". Y con - Esta experiencia de Dios tiene también dimensiones físi-
alegre esperanza no debe pensar en que es débil, pues pese a cas (véase en mi obra, Wie kann Gott Leid und Katas-
ello puede conquistar con tal facilidad el cielo en cualquier trophen zulassen?, p. 162: «Orar hasta que se siente físi-
momento. Desde luego, arrebata el cielo violentamente quien camente la oposición de Dios»).
144 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA?
PASAJES CLASICOS DE LA ESCRITURA 145
- La oposición de Dios es, al menos remotamente, compa-
tro. Y porque miramos al Señor mismo que nos regala el
rable, por ejemplo, con la oposición (provisional) de la
Espíritu, nos vamos transformando cada vez. más en la
parte femenina en el encuentro sexual. (Véase sobre esto gloria del Señor ...para el mensaje de la luz y de la gloria,
Ibid., p. 163: «Jacob dice que Dios quiere bendecir. Pero cuyo contenido es Jesucristo mismo, imagen de Dios. A él
sólo cuando sabe que él es realmente requerido. [¿No ocu- quisiera yo anunciar, no a mí mismo. Jesucristo es el
rre algo parecido con el amor entre los hombres?]»). Señor, y precisamente por eso soy vuestro esclavo. Así lo
anuncio. Este servicio lo estableció Dios al decir: "Donde
Se trata, en todo caso, de la experiencia, sin duda perma- era la tiniebla, brille la luz "• Dios mismo se ha converti-
nente, de que la dimensión de la oración queda sin sondear del do en la luz de nuestros corazones y nos ha permitido sen-
todo con unas oraciones para bendecir la mesa pronunciadas tir su gloria radiante que brilla reflejada en el rostro de
fácil y rápidamente. Jesucristo».

Este texto parece hecho a propósito para la tesis sobre


La aportación de la mística a la explicación de Mt 11,12 observaciones místicas cotidianas en Pablo. Pues, en efecto,
se habla de una transformación continuada. Esto podría guar-
En todo caso, la amplia atención que Mt 11,12 encontró entre dar correspondencia con el concepto de «hombre interior»,
los primeros cistercienses podría aportar algo útil -en cierto que, según 2 Co 4, nace de día en día en el cristiano.
modo a lo largo de los siglos, tanto hacia atrás (hasta el siglo Preguntamos: ¿qué experiencias concretas subyacen a 2 Co
i d.C.) como hacia delante (hasta el siglo xxi d.C.)- no sólo a 3,18? Se podría dar una respuesta con ayuda de 2 Co 4,6: tal
la explicación del pasaje, sino también a un aspecto importan- vez se trate simplemente de que el Evangelio del único Dios
te de la espiritualidad cristiana. echa raíces en los corazones de los hombres. Su contenido:
Digamos, ante todo, que Mt 11,12 (y otros textos del Dios es uno, los ídolos son nulos. Y uno es el mediador, Jesu-
Nuevo Testamento) se podría(n) leer, a modo de prueba, sobre cristo. La creación de la luz por parte del único Creador fun-
el trasfondo de una experiencia espiritual. Hasta la fecha, en damenta también la validez universal de este conocimiento.
ningún lugar de la exégesis neotestamentaria desempeña di- Pero con eso ¿está ya todo realmente claro?
cha experiencia un papel, ni siquiera en las afirmaciones sobre Evidentemente, en Pablo hay dos caminos posibles por los
el señorío de Dios. Pero podría ser, no obstante, que, según Mt que el cristiano va asumiendo progresivamente su condición
11,12, se ejerza una irresistible «coacción» sobre Dios y su de bautizado: uno se denomina con la palabra clave «cruz», el
señorío, de manera que por ese camino pueda uno conquistar- otro con la palabra «gloria». En ambos caminos lo decisivo es
los y apropiárselos o, al menos, abrir el acceso a ellos. Pues la oposición entre lo viejo y lo nuevo.
éste es, en efecto, el problema que se plantea en numerosos El camino de la cruz consiste en una despedida progresi-
textos que hablan de hasileia (textos relativos al reino de va. El mundo viejo corre en todo caso hacia su final. Quien se
Dios): ¿cómo puede el hombre entrar en él? Podría ser, en deja «crucificar para el mundo» anticipa este proceso para sí,
efecto, que la humildad, la conversión humilde y la oración no haciendo desaparecer el mundo, sino desprendiéndose de
sean lo único que «alcanza» a Dios, que llega a él en realidad. él. La diferencia temporal es importante: no se trata precisa-
mente de aguardar hasta que las cosas lleguen de todas formas
hasta ese extremo. La sabiduría es, en este caso, saber de ante-
Acostumbrarse a una gloria cada vez mayor mano, lo mismo que los pájaros listos toman precauciones
ante el invierno que se acerca. La co-crucifixión que se reali-
2 Co 3,18; 4,4-6: «Nosotros, los cristianos, no debemos zó ya fundamentalmente en el bautismo se convierte en un
taparnos la cara con un velo. Libre y abiertamente pode- proceso de despedida que dura toda la vida, en el cual el bau-
mos ver la gloria del Señor que se refleja en nuestro ros-
146 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? PASAJES CLÁSICOS DE LA ESCRITURA 147

tizado va comprendiendo desde dentro el hecho de que está La explicación más bella de 2 Co 3,18 la he encontrado en
«crucificado para el mundo». Esto supone aprender a decir la Plática 2 en la Epifanía del Señor de Guerric d'Igny:
«no». La cruz significa alejamiento respecto de todo «lo que «Guíanos de fe en fe, de claridad en claridad, tal como ésta
resplandece» y, por tanto, respecto del sistema de valores de procede de tu Espíritu, para que de día en día penetremos más
las personas normales. profundamente en los tesoros de la luz, para que nuestra fe se
El otro camino se recorre en 2 Co 4,4-6. Ser transformado haga más vasta, el conocimiento más rico, el amor más ardien-
significa, como reverso de la teología de la cruz, intimar con te y generoso, hasta que finalmente por la fe lleguemos ante tu
lo que verdaderamente resplandece. Desde luego, queda total- rostro». Luego cita también Pr 4,18 y comenta: «La senda de
mente en suspenso cómo imaginaba Pablo esto. ¿Cómo se los justos es como la luz por la mañana, se esclarece cada vez
mira a Cristo a la cara? ¿Cómo se ve lo invisible? ¿Se trata de más hasta llegar al pleno día».
comprender y tomar realmente en serio la verdad del Evan- Es digno de atención que en este pasaje Guerric vincula - a
gelio como luz, es decir, como algo que establece la conexión mi entender de manera exegéticamente oportuna- el giro «de
entre vida y muerte? ¿O se trata de leer el Antiguo Testamento claridad en claridad» de 2 Co 3,18 con el «de fe en fe» de Rm
como libro de imágenes del Nuevo? En Tertuliano, en su 1,17. Por lo demás, en el género literario de la oración la ten-
escrito contra Marción (5,11), se encuentra el pensamiento de sión entre presente y escatología queda eliminada.
que «el espíritu se renueva a partir de la contemplación de las
promesas bíblicas». ¿Se ha de reflexionar sobre los hechos de
los apóstoles? ¿Deben los cristianos reflexionar sobre el ¿ Qué significa ser transformado ?
hecho representativo de Jesús? ¿Deben tomar como punto de
referencia a Pablo? ¿Ve la comunidad a través del culto el ros- La transformación es un tema de la espiritualidad, porque se
tro de Jesucristo? ¿O acaso Pablo piensa de manera análoga a trata de un proceso palpable en relación con un camino, un
la palabra apócrifa de Jesús: «Cuando ves a tu hermano, des- crecimiento y un devenir.
cubres a tu Dios» (agraphon n. 75 Berger/Nord)? En la mística cisterciense, 2 Co 3,18 goza de enorme
Por otro lado, ¿cómo se ha de entender el crecimiento popularidad. Sólo Bernardo cita ese texto veinticuatro veces.
«hacia una gloria cada vez mayor»? ¿Se hace el Evangelio Sorprende, sin embargo, que sólo en un caso saque a colación
cada vez más claro? ¿O es que la realidad de Dios -de modo la experiencia mística, a saber, en el Sermón 41 § 11:
semejante a como sucede con los frutos del Espíritu Santo-
sólo puede abrirse paso entre los hombres progresivamente? «Es cierto que... estamos... lejos del rostro de Dios, de su
presencia gloriosa y de la contemplación de su majestad.
Los exegetas piensan, o bien en un desarrollo de la vida de la Pero el Señor, piadoso y clemente, nos suele mostrar con
resurrección que «se propaga», o bien en un creciente conoci- frecuencia su rostro radiante. Disipa la nube que impide el
miento de Dios y de sus mandamientos, por cuanto el amor se acceso de nuestra oración, y nos sentimos muy cercanos e
hace más ferviente; según Billroth, «lo infinito se hace» me- iluminados, pues "contemplamos a cara descubierta la
diante «la esperanza en la resurrección». Los protestantes del gloria del Señor". Pero no tomemos la expresión "a cara
siglo xx piensan en el «cada mañana de nuevo» («regeneración descubierta" en sentido literal, porque todavía lo vemos
diaria de las fuerzas gastadas» [Windisch]) para excluir la idea confusamente, en un espejo, y estamos encerrados en la
de progreso; pero justamente en sentido inverso aludía hace mil
años Bruno el Cartujano a continué, continuamente o «de virtud cárcel del cuerpo. "A cara descubierta" debe entenderse en
en virtud». En Tertuliano se trata del progreso diario en la fe y comparación con la oscuridad del cuerpo. El espíritu cre-
la disciplina (Sobre la resurrección, 4150); en Orígenes (Sobre ado se eleva alguna vez al Creador de los espíritus, y
los principios, 4,4,9), de la renovación producida mediante la uniéndose a él se hace un mismo espíritu con él. Esta con-
conversión. templación es muy fugaz, porque el espíritu está rodeado
PASAJES CLASICOS DE LA ESCRITURA 149
148 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA?
Dicha bienaventuranza, además, se entiende en parte como
de los muros del cuerpo, torna sin cesar a los cuidados de la boda espiritual celebrada en la cámara nupcial. Cristo es
la carne y, aunque posee el dominio de las criaturas, se el novio (Carta 113, 2; Sermón 8 § 9, con el añadido «en la
rebaja muy pronto al nivel de las más vulgares. Pero el medida de lo posible»).
Espíritu Creador... suele acercarse y alejarse de nosotros En general, como estado futuro de los cristianos, cuando
sin que lo percibamos... Y frecuentemente, cuanto más se éstos estén más maduros («suficientemente iluminados»)
le busca, tanto más se aleja... Sin embargo, el hecho de que ahora (Sermón 31, 2).
encontrar este rostro no significa contemplar el rostro glo- Como algo por lo que ya ahora se puede sentir gusto y deseo
rioso del Señor... A los coros angélicos se les revela en (Sermón en la fiesta de san Martín); pero también en este
toda su pureza y resplandor, mas a nosotros se nos mani- caso, en un sentido más bien futuro.
fiesta en imágenes mezcladas de luz y de sombra». Del progreso moral de los cristianos. Además, el paulino «de
gloria en gloria» se interpreta como «de virtud en virtud»
La relación con Jn 1,14 {«Hemos visto su gloria») da pie (aun cuando por gracia) (Libro sobre la gracia § 41).
a Bernardo en el Sermón 62 (§ 5) para hacer una interpreta- Referido a «hombres santos y perfectos», de los que Ber-
ción más bien actualizada del pasaje. Sin embargo, Bernardo nardo habla, sin embargo, como de otros (Sermón 17 sobre
ve lo decisivo en el amor: el Salmo 90). Asimismo, se trata de otros (en relación con la
«contemplativa María») en el Sermón 57 §11: meditan día
«Dulce es la gloria que sólo de la contemplación de su dul- y noche sobre la orden de Dios. «En ocasiones contemplan
zura nace, así como en la mirada a la riqueza de sus bie- incluso a cara descubierta la gloria del novio y son transfor-
nes y de su gran misericordia... Absolutamente bondadoso mados a su propia imagen de gloria en gloria por el Espíritu
y verdaderamente paternal es, pues, lo que en este frag- del Señor». También en el Sermón 67, 8 cita Bernar-do 2 Co
3,18 con el comentario siguiente: «¡Qué pocos hay que pue-
mento se puede ver de la gloria. En modo alguno me opri-
dan decir esto!». A María, la contemplativa, le aplica el pasa-
mirá (opprimet) esta gloria, por más que me vuelva a ella je en el Sermón 3 en la Asunción de la Virgen María. Según
con todas mis fuerzas; más bien se me hará entrar en ella el Sermón 25 § 5, es aplicable a los santos, pero sólo a su
(imprimar illi) (2 Co 3,18). Somos transformados (trans- interior.
formamur) cuando a ella somos conformados (conforma-
mur). Es reprobable, sin embargo, que el hombre quiera En el Sermón 24 § 5 Bernardo lo interpreta moralmente:
ser igual a Dios en la gloria de la majestad y no, más bien, puesto que Dios es espíritu, el espíritu debe ser renovado en
en la sencillez de la voluntad... Sed misericordiosos: ésta el corazón, y cita a continuación 2 Co 3,18.
es la forma del amor que el novio desea ver cuando dice a Cerca de la interpretación moral, Bernardo puede admitir
la Iglesia: "Déjame ver tu rostro"». también 2 Co 3,18 si los cristianos están «en vela». Pero de
esta condición depende la transformación (Carta 109, 2). En
el Sermón 45, 5 de nuevo 2 Co 3,18 resulta válido sólo para
Interesante es la interpretación del pasaje en el Sermón 36, el futuro; «por eso contempla ahora todo lo que puedas, y si
6: el conocimiento de sí será el paso decisivo al conocimiento puedes más, más contemplarás».
de Dios, «y en su imagen, que es restaurada en ti, se podrá ver En el Sermón 4 en la Ascensión del Señor, Bernardo vincula
a sí mismo, mientras que tú ahora a cara descubierta contem- 2 Co 3,18 en el § 9 con la montaña de la transfiguración
plas la gloria del Señor lleno de confianza (2 Co 3,18)...». («Cuando subáis esta montaña y a cara descubierta contem-
pléis la gloria del Señor...»); pero luego, en el § 10, llama la
Por lo demás, el texto de 2 Co 3,18 es interpretado: atención sobre el hecho de que también es necesario ascen-
- Referido a la futura bienaventuranza del cielo (Carta 393; der la montaña del Sermón de la montaña. Y está claro que
pero para el presente tiene ya validez Le 1,78), bienaventu- para él esto tiene mayor valor.
ranza que los santos poseen ya ahora (Sermón 69, 7). De la dedicación a la misericordia (Sermón 62, 5).
150 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? PASAJES CLASICOS DE LA ESCRITURA 151

Se puede decir, por tanto, que Bernardo maneja 2 Co 3,18 aguarda en ti a los pobres y débiles... Sale a la luz para con-
con gran cautela. La razón es que en la mayoría de los pasajes suelo del pobre el gran designio... Tu justificación presente es
entiende la visión mencionada en 2 Co 3,18 en el sentido de tanto una revelación del designio divino como cierta prepara-
la contemplación de los bienaventurados. Y, naturalmente, ción para la gloria futura...».
ésta no se puede dar aquí en la tierra, o sólo muy raramente y Sólo en la Carta 107, 6-7, donde Bernardo describe la
de modo fragmentario. Incluso en el Sermón 62, donde Ber- conversión, se aplica 2 Co 3,18 sin restricciones perceptibles.
nardo describe acontecimientos místicos, explica 2 Co 3,18 Quizás esta carta, precisamente con su función excepcional,
restrictivamente. Del mismo modo previene en el Sermón 41 nos permita ir más adelante. Pues sólo en ella habla Bernardo
contra una confusión con el estado final. E incluso allí donde en sentido típico ideal. También Pablo habla en 2 Co 3-4 de la
vuelve la mirada a Jn 1,14 limita la «pura mística» mediante situación de conversión. También la visión en que Pablo
la misericordia. mismo recibe la llamada es -en todo caso, según Hechos de
Este estado de cosas no resulta sorprendente para el cono- los Apóstoles- una visión de luz. A esta «situación típica» se
cedor de la mística medieval. Era demasiado intensa la expe- aplican otros criterios. Para Pablo, lo mismo que para Ber-
riencia de la existencia todavía actual (¡y amenazadora!) en el nardo, la conversión es tan importante que no hay ningún
cuerpo; y la doctrina de la perfección de los ángeles, del miedo a dotarla de los atributos y funciones de la consuma-
carácter todavía pendiente de la consumación celestial y la ción. En el caso de Pablo, esto se puede apreciar por el hecho
doctrina paulina de la «carne» y del amor necesario por enci- de que no muestra ningún temor ni siquiera a afirmar ya la
ma de todo se habían adoptado muy ampliamente. transformación en gloria de quienes acaban de convertirse.
Esta utilización restrictiva de 2 Co 3,18 en Bernardo per- Esto tiene su origen en Rm 8,30 (llamados - declarados justos
mite preguntar a Pablo cómo habría entendido él 2 Co 3,18 a - glorificados). En conformidad con ello, según Rm 6,11-13
la vista de estas consideraciones. también se puede obsequiar ya a los bautizados con la vida de
resurrección. Así la conversión adquiere rasgos de la consu-
mación final. Pues cada contacto intenso con Dios es igual al
La excepción: la Carta 107 de Bernardo otro.

La Carta 107, 6-7 es reveladora, pues al describir la conver-


sión (monástica) Bernardo entreteje en ese texto 2 Co 3,18 La claridad en la tierra no es en realidad más que sombras
-Bernardo lo llama ahí la «justificación presente»- con otros
elementos de la teología bíblica de la luz, tan cara a los cis- También Guerric d'Igny adopta ante 2 Co 3,18 una actitud
tercienses. más bien prudente -salvo en la oración citada antes.
Bernardo habla de la sombra de la muerte en contraste con En su Plática 3 en la Epifanía del Señor, Guerric compen-
la claridad radiante (§ 6). «Sólo entonces separa Dios, por así dia el uso metafórico que la Biblia hace de la luz. A propósi-
decirlo, la luz de las tinieblas (Gn 1,4), cuando el pecador ha to de 2 Co 4,3-4, dice de los incrédulos que la gloria de la
dejado las obras de las tinieblas y ha tomado las armas de la Iglesia no les irradia. «Pero a aquellos a los que no ilumina
luz (Rm 13,12), pues el sol de justicia (MI 3,2) empieza a bri- para ver los ilumina para envidiar: puesto que no quieren ser
llar... El sol de lo alto nace (Le 1,34), se trata de la esperanza alumbrados por la luz de la gracia, la gloria de la Iglesia se les
"de la gloria de los hijos de Dios" (Rm 5,2). Él la contempla convierte en tormento. Pero la Iglesia ora: "Haz, Señor, brillar
ya jubiloso con la nueva luz, sin duda muy de cerca y a cara mi luz, Dios mío, haz clara mi oscuridad"».
descubierta (2 Co 3,18), y dice: "La luz de tu rostro, Señor, ha En el mismo sermón (§ 7) refiere 2 Co 3,18 a todo aquel
brillado sobre nosotros; has puesto alegría en mi corazón" (Sal que mediante la fe, la justicia y el conocimiento progresa
4,7)... Ya se muestra en tu luz, oh Luz inaccesible, qué bondad hasta la sabiduría, es decir, «hasta el gusto y saboreo de las
1 52 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? PASAJES CLASICOS DE LA ESCRITURA 153

cosas eternas, de manera que puede estar tranquilo, contem- Ser transformado de día en día
plar y saborear cuan dulce es el Señor». Is 60,1-2 («...sobre ti
amanece el Señor») se aplica a un hombre así. Para Pablo -al menos en la época en que escribió la segunda
En el Sermón 5 en la Presentación del Señor (§ 6) dice carta a los Corintios- está absolutamente claro que lo divino
Guerric: «Pero finalmente superaréis los comienzos de la fe, sólo puede influir en lo terreno mediante un proceso más
como promete el novio a la novia, caminando de virtud en vir- largo, que en lo terreno necesita tiempo, o al menos posee este
tud (Sal 84,8), "de claridad en claridad, como guiados por el aspecto temporal, progresivo. Por eso guardan corresponden-
Espíritu del Señor" (2 Co 3,18). Avanzaréis, desde la visión cia los siguientes textos:
proporcionada por la fe, hasta aquella que acontece en espejo
e imagen». 2 Co 3,18 se entiende en este caso de modo total- 2 Co 3,18b: «Yporque miramos al Señor mismo que nos
mente escatológico. regala el Espíritu, nos vamos transformando cada vez más
En el Sermón 3 en la fiesta de san Pedro y san Pablo (§ 4), en la gloria del Señor».
Guerric insiste también en que esta claridad de la que habla
2 Co 4,16: «Es verdad que mi vida terrena se va arrui-
Pablo en 2 Co 3 no era más que sombras. «También David fue
nando y destruyendo. Pero al mismo tiempo lo que seré en
de claridad en claridad, de un día a otro, por así decirlo». En
el futuro se constituye ya ahora en mí de manera invisible
el § 2 del mismo sermón se dice: «Pero las sombras del error
y totalmente nueva, y crece con cada nuevo día».
declinan de día en día y menguan. Las sombras de los espíri-
tus tenebrosos, sin embargo, se inclinarán al final de los tiem- Rm 1,17b: «Y el hecho de que Dios actúe así genera a su
pos al infierno y a la muerte. Lo primero sucedió cuando apa- vez nueva fe. Así se dice también en la Escritura: "El justo
reció el día eterno, cuando se reveló en la carne. Lo segundo es justo porque cree"».
acontece cada día, al aparecer él cada vez más y brillar por
medio de la verdad. Lo tercero se manifestará en el día del jui- Pues el cada vez más guarda correspondencia con el con
cio, cuando él se manifieste con el resplandor de su gloria». cada nuevo día y con el genera a su vez nueva fe (en griego:
En el Sermón 2 sobre el Adviento (§ 4) dice: «La novia es «de fe en fe»). Por eso también el Espíritu Santo puede sólo
transformada en la imagen del novio al contemplar como en producir frutos (que maduran lentamente).
un espejo la gloria del Señor».
¿ Cómo acontece la transformación ?
Al ámbito místico de la realidad se le aplican reglas y condi-
Interpretación en relación con el amor ciones especiales. Así, en él no se da una observación neutral
y distanciada, sino que toda visión implica al mismo tiempo
En Guillermo de Saint- Thierry se dice (El espejo de la fe § 62) participación y transformación en lo visto. Por eso Pablo,
que 2 Co 3,18 se hace realidad, «pues el alma ama, y el amor mediante su visión vocacional, no sólo es «puesto en antece-
es su facultad de percepción, a través de la cual ella lo perci- dentes» teóricos de que Jesús resucitó y es el Hijo de Dios (y,
be, lo siente y de algún modo es transformada en lo que sien- como tal, está lleno de Espíritu Santo), sino que mediante
te, y de hecho no puede sentirlo en absoluto sin quedar trans- dicha visión recibe, en cuanto apóstol, parte en el Espíritu
formada en él, es decir, sin que él esté en ella y ella en él». En Santo (y por eso no tiene por qué invocar nunca su propio bau-
el § 65 Guillermo continúa: «Pero si el hombre vive y siente tismo). Por tanto, una visión puede convertirse en vocación y
lo que se ha de sentir a través del amor, se ve transformado en encargo.
ello... El hombre se hace un solo espíritu con el espíritu al que Según Guillermo de Saint-Thierry, la fuerza de la trans-
ama». formación es el amor («La voluntad se adhiere tan vivamente
134 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? PASAJES CLASICOS DE LA ESCRITURA 155

a lo experimentado, que incluso el cuerpo del que ama o desea tancial». Lo que acontece, sin embargo, ciertamente tampoco
queda marcado por ello»: El espejo de la fe § 65). Al decir eso, se ha de interpretar sólo en un plano personal, a modo de cre-
no anda en absoluto desencaminado, según la comprensión ciente intimidad. Ni, en un plano puramente moral, como pro-
bíblica. Pues el amor es el contacto más intenso que puede greso ético.
haber, y por eso se le aplica en mayor grado aún lo que se apli- ¿Qué es, pues, la «gloria creciente», la «fe creciente»?
ca a todo conocimiento según la Biblia: transforma. Cuando ¿Acaso el reino de Dios que crece entre nosotros -por decirlo
me meto en algo, o tal vez en alguien, ya no sigo siendo sen- en el lenguaje de los tres primeros evangelios- no es algo
cillamente el mismo, por lo que no importa en absoluto si veo escondido e indemostrable, pero experimentable pese a todo?
o no físicamente a alguien. Pablo puede llamarlo también «lo nuevo». No crece en cual-
Por eso continúa Guillermo (§ 70): «Lo contemplaremos o quier lugar, sino en nosotros. Pablo habla de manera suma-
(re)conoceremos en la medida en que nos asemejemos a él; y mente discreta y prudente de esa realidad nueva; sólo en Rm
nos asemejaremos a él en la medida en que lo contemplemos 8,30 dice sencillamente que estamos ya revestidos de gloria.
o (re)conozcamos». Así (§ 71) el Sol se cierne sobre el agua, Es consolador que ese algo no vaya menguando, no sea
la calienta e ilumina, y por su fuerza natural la levanta hacia rígido ni se estanque, sino que crezca. La esperanza entera del
sí. Según Guerric d'Igny, «la novia se transforma en la viva cristianismo se puede compendiar en esta sola palabra: crece,
imagen donde se contempla como en un espejo la gloria de aumenta, es irrevocable.
Dios» (Plática 2 sobre el Adviento).
Si se intenta trasladar esto prudentemente a Pablo, la
información relativa a nuestra pregunta reza así: según 2 Co Los cristianos están ya glorificados
3,18, la transformación se produce por el hecho de que ama-
mos al Señor, nos encaminamos hacia él e intentamos imitar- En Rm 8,30 Pablo hace una asombrosa declaración: «A los
lo, imitando también a Pablo. Ésta es la consecuencia positiva hijos que Dios deseó para sí los llamó, luego los aceptó como
del principio de que sólo se puede comprender por similitud. justos y después los obsequió magníficamente». En el texto
Este incremento paulatino de la gloria no contradice en griego dice -de manera más llamativa, pero menos compren-
modo alguno Rm 8,30, según el cual nosotros, en cuanto lla- sible- «glorificó», es decir, «revistió de gloria».
mados, estamos ya glorificados. Pues en este texto, lo mismo
«Gloria» significa en realidad «resplandor luminoso»,
que en otros, a la realidad concentrada en un punto en el plano
«irradiación», «gran reputación», «clara lumbrera». De todos
sacramental (bautismo) corresponde el modo progresivo, cro-
estos significados se puede decir que para los cristianos son
nológicamente dilatado, del crecimiento en la vida cotidiana.
invisibles, imposibles de mostrar, sólo ocultamente regalados.
Ambas cosas se complementan mutuamente.
Del mismo modo que también la gloria del Resucitado estaba
oculta y sólo se hacía visible (¡así y todo!) en visiones.
2 Co 3,18 y la espiritualidad cristiana Una gloria invisible es, por tanto, algo paradójico en el
fondo. Los cristianos viven en medio de contradicciones. Pese
Este pasaje de la Segunda Carta a los Corintios ha ocupado a todo, sigue siendo verdad el dicho de Hilde Domin: «Co-
una y otra vez a los cristianos con esta cuestión. La razón es memos pan, pero vivimos de resplandor». Es algo así como lo
que, según dicho pasaje, la fe no es sólo confianza que Dios que pasa en el libro infantil que cuenta la historia del Ratón
valora como fundamento de la aceptación del hombre por Federico. Mientras que en verano los demás ratones recogen
parte de Dios. Más bien, a través de la orientación creyente y grano, él recoge colores para poder contarles en invierno,
amorosa a Jesucristo acontece algo que no es precisamente cuando ya han devorado el grano, algo de los colores del vera-
poco. Ese algo no se debe calificar de «ontológico» o «sus- no. Siempre he concebido el oficio del teólogo como seme-
jante al de Federico -y, por tanto, como afín a lo que hacen los
156 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA?
PASAJES CLÁSICOS DE LA ESCRITURA 157

artistas-. También ellos hablan y dan forma a menudo a partir


Él hace proezas con su brazo:
de una mezcla de recuerdo y anhelo.
dispersa a los soberbios de corazón,
Que los cristianos están ya glorificados es una afirmación
derriba del trono a los poderosos
audaz. Pero, en lo que atañe a nuestro corazón, vivimos de
y enaltece a los humildes,
esta declaración de amor de Dios. Pues, de no ser así, queda
a los hambrientos los colma de bienes
sólo como última palabra un mísero materialismo. Lo que se
y a los ricos los despide vacíos.
explica con la palabra y ha comenzado misteriosamente en el
Auxilia a Israel, su siervo,
sacramento lo pone ante los ojos el anhelo de consumación.
acordándose de la misericordia
¿Cómo se puede experimentar en el presente el resplandor -como lo había prometido a nuestros padres-
de la gloria? La respuesta a esta pregunta es siempre, también en favor de Abrahán y su descendencia por siempre"».
en este caso, la misma: por la alegría. Ella es el modo en que
puede Dios estar presente entre nosotros, en que se «nota» al
Espíritu Santo. La alegría es también la respuesta a la pregun-
El Benedictus: Zacarías alaba al Señor
ta de si la espiritualidad sirve para algo. Jesús dice lo que es
la alegría en aquella parábola sobre el reino de los cielos: ir y
«Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
venderlo todo para adquirir el campo donde está el tesoro
escondido. Y Bernardo de Claraval añade: los cristianos son porque ha visitado y redimido a su pueblo,
hombres con flores en las manos. suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas.
Los himnos en los relatos de la Infancia según Lucas Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
Los tres himnos procedentes de las narraciones de la Infancia realizando la misericordia
según Lucas son el Magníficat (Le 1,46-55), el Benedictas (Le que tuvo con nuestros padres,
1,68-79) y el Nunc dímittis (Le 2,29-32). En el monacato occi- recordando su santa alianza
dental, pertenecen desde Benito al núcleo fijo de la liturgia de y el juramento que juró
las horas. Por regla general, se recitan a diario. Su contenido a nuestro padre Abrahán.
espiritual es inagotable. Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia
El Magníficat: María ensalza al Señor en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
«Entonces dijo María: porque irás delante del Señor
"Proclama mi alma la grandeza del Señor, a preparar sus caminos,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; anunciando a su pueblo la salvación,
porque ha mirado la humillación de su esclava. el perdón de sus pecados.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: nos visitará el sol que nace de lo alto,
su nombre es santo, para iluminar a los que viven en tinieblas
y su misericordia llega a sus fieles y en sombra de muerte,
de generación en generación. para guiar nuestros pasos por el camino de la paz».
158 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? PASAJES CLÁSICOS DE LA ESCRITURA 159

El Nunc dímittis: Simeón alaba al Señor aéreo en memoria del bloqueo de Berlín, esas viejas promesas
de Dios son el único y elevadísimo pilar del puente tendido
«Ahora, Señor, según tu promesa, hacia la redención.
puedes dejar a tu siervo irse en paz. Éste es el encanto adventual de los tres cánticos lucanos.
Porque mis ojos han visto a tu Salvador, Los tres hablan arrebatadoramente del anhelo de Israel. ¿Y
a quien has presentado quién podría concebir Israel sin su constante anhelo de la
ante todos los pueblos: aurora del tiempo mesiánico? ¿O sin el anhelo de libertad y
luz para alumbrar a las naciones liberación del miedo? Quizá porque no entendemos dicho
y gloria de tu pueblo Israel». anhelo, amamos tan poco a nuestro Mesías, nos avergonzamos
más bien del suyo. Por eso nos llega al alma la palabra de
san Bernardo: «Si no tenéis ningún anhelo, no podréis amar
Concreción realmente».
«Promesa»: esta hermosa palabra tiene resplandor de oro También por eso resultan fascinantes estos tres cánticos,
viejo. En ella, lo de menos es lo largo del tiempo de espera. pues irradian algo que a los alemanes no nos resulta menos
Cuando sólo existe la promesa, las palabras brillan por enci- extraño que el anhelo de Israel: reconciliación a través de la
ma de los tiempos. ¿Qué hay más hermoso que la esperanza historia.
de una bendición pendiente de ser impartida desde antiguo? Nosotros, sin embargo, somos los irreconciliados, los des-
Una promesa es salvación proclamada, anunciada de modo garrados, no podemos con nuestra culpa, estamos enfermos en
misteriosamente impreciso, a menudo en forma de enigma y nuestra identidad, como cristianos y como alemanes. Los crí-
mediante símiles; pero lo seguro es que promesa significa menes de nuestro pasado serían impensables sin nuestras pre-
bendición, a menudo fabulosa. Por tanto, Dios ha mantenido vias inseguridades y complejos. Pues el violento es normal-
su palabra, ha cumplido su juramento, se ha acordado de su mente inseguro también. Sobre la puerta del cementerio ale-
alianza, ha visitado a su pueblo con la redención. mán de Roma se encuentran estas palabras: «Teutones in pa-
Como primeros destinatarios de la palabra fiel de Dios se ce». Es decir, sólo aquí, en este estadio, hay alemanes en paz,
menciona en estos textos a Abrahán, a los padres, a David, a no antes. Sólo los alemanes muertos son alemanes pacíficos.
los profetas y, finalmente, al niño Juan, el último y más gran- ¿Una verdad parcial? No tenemos paz porque no sabemos
de de todos los profetas. A su tiempo se aplica como a ningún quiénes somos.
otro la palabra profética del Apocalipsis de Baruc: «La juven- En los cánticos de Lucas, por el contrario, encontramos
tud del mundo ha pasado, y la fuerza de la creación toca a su reconciliación a través de la historia. Pues Dios no puso sólo
fin, lo mismo que la sucesión de los tiempos: un poco más, y el primer pilar del puente, el de la promesa, sino también el
habrá pasado. Se ha acercado el cántaro a la fuente, el barco correspondiente al cumplimiento; en medio se extiende el
al puerto, la caravana a la ciudad, y la vida a su final». amplio y audazmente oscilante arco del anhelo. El tema no es
Pues en ese momento, con Juan, se ha llegado hasta ahí: en este caso la negativa humana, sino la fidelidad de Dios.
cerca está el cántaro de la fuente, el barco del puerto, la cara- Cuando sólo miramos a él, en él está el principio y el fin. Pro-
vana de la ciudad. Pues para los tres hay allí agua potable, en mete y cumple, libera de los enemigos.
la fuente, en el puerto y en la ciudad enclavada en el desierto. También éste era nuestro tema: nuestros enemigos; antes,
Juan está ya muy cerca del que dará agua viva. Nadie ha de todos nuestros vecinos; ahora, otros nuevos, por ejemplo los
morirse ya de sed en el desierto. fundamentalistas. Quizá los verdaderos enemigos estén en
Dios empezó a actuar con las palabras que dirigió a Abra- nosotros y sobre nosotros. Y contra ellos puedo repetir ínte-
hán, David y los profetas. Como en el monumento al puente gramente los salmos de la Biblia que hablan de los enemigos.
160 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? PASAJES CLASICOS DE LA ESCRITURA 161

Nuestros cánticos irradian una paz casi sobrenatural, la Yo deseo para nosotros una identidad que se defina funda-
salmodia sobre la promesa que viene desde muy antiguo. Esos mentalmente desde la forma de nuestro anhelo. Verdad es que
nombres lejanos salidos de la noche de los tiempos -Abrahán, preferimos hablar de religión a entender algo de ella. Si que-
David, los profetas- son como el comienzo de un arco iris en remos, pues, empezar a cobrar afecto a la propia fe y a practi-
la tierra, están como bañados en luz, y después el arco se car unos usos religiosos, quizá repitamos los textos judeocris-
extiende hasta nosotros. Los padres son aquellos en quienes tianos de Lucas. Ningún texto cristiano los sobrepuja en belle-
Dios puso ya su palabra pura, y al otro lado del arco estamos za. Y por belleza entiendo aquí, como de ordinario, algo que
nosotros, la generación mesiánica, de nuevo bañados en luz. llega profundamente al corazón, que puede modelar la forma
Dios quiere librarnos finalmente de nuestros enemigos, con tal de nuestro propio anhelo de manera austera, pero también con
de que estemos dispuestos a servirle luego con santidad y jus- las imágenes absolutamente grandiosas de la alianza santa, el
ticia. Una imagen sacerdotal: servir en su presencia. Creíamos servicio en la presencia de Dios, el camino de la paz, las som-
haber terminado hacía mucho con todo lo sacerdotal. Pero en bras de muerte y el sol de justicia. Quizás algunas manifesta-
estos textos se nos aplica: servir en su presencia, llamados a la ciones del anhelo cristiano puedan parecemos siempre cursis.
reciprocidad con Dios, vivir en la presencia de la realidad de Pero sólo son manifestaciones vacilantes, a menudo desmaña-
Dios. Vivir cara a cara con él. das, de un anhelo grande y dilatado. «Pues la juventud del
Muy rara vez caemos en la cuenta de que al comienzo del mundo ha pasado, y la fuerza de la creación toca a su fin, lo
cristianismo, según todos los evangelios, no se encuentra una mismo que la sucesión de los tiempos: un poco más, y habrá
figura, sino dos: Juan y Jesús. Y Juan se encuentra en el Evan- pasado. Se ha acercado el cántaro a la fuente, el barco al puer-
gelio porque es el mayor de todos los profetas, como dice por to, la caravana a la ciudad, y la vida a su final».
otra parte el Evangelio. ¿Lo tomamos, siquiera remotamente,
en serio? Juan, el hijo del sacerdote, no está sólo pasado y
anticuado; representa también todo lo que queda pendiente, lo Ser uno con Dios
que sólo el Mesías ha de realizar aún. Como un nuevo y pri-
mer pilar de puente proyectado hacia al futuro. Con la imagen Afirmaciones del evangelio de Juan
del sol, Zacarías no denota sino al sol de justicia, al soberano
que viene del sol, que aparece desde oriente. Así lo aguarda- La afirmación «Yo y el Padre somos uno» (Jn 10,30) ha dado
ron los egipcios, sirios, judíos y persas; así lo temieron los pie a diferentes interpretaciones en relación con la «mística»:
romanos. El sol de justicia por el camino de la paz representa
el anhelo de todos los pueblos. Desean la nueva jefatura como - De ese texto se deduce directamente la divinidad de Jesús,
ansia el centinela la aurora, como anhela la llegada del nuevo en el sentido de absoluta identidad con el Padre; y ello,
día el amenazado por terrores nocturnos. desde luego, sin preguntarse lo que «divinidad» pueda
Ésta sigue siendo aún nuestra propuesta: él, Jesús, es el significar para el evangelista.
nuevo soberano que viene de Oriente, de la salida del sol. Un - Se toma el pasaje como una afirmación mística y, al
desconcierto para todo poder terreno. Cada iglesia cristiana es mismo tiempo, se utiliza como objeción antimística contra
un salón del trono de este soberano, de este nuevo tipo de jefa- todos los que justamente no son Padre e Hijo. Esto signi-
tura sobre las naciones. fica que a la mística se le atribuye la voluntad de alcanzar
Por último, nuestros cánticos son cantados primeramente la unidad de hombre y Dios, y de hacerlo precisamente en
por judíos, judíos mesiánicos, si queremos llamarles así. Todo el sentido que sirve de base a Jn 10.30. Esta unidad se lla-
lo cristiano del Nuevo Testamento es también judío, y esos ma «fusión», «absorción en Dios» o «igualdad con Dios».
judíos consideran su fe como judaismo mesiánico, no como Sin embargo, al mismo tiempo se quiere conceder esto
destrucción, ni siquiera desvalorización, de su religión. sólo a Jesús (o ni siquiera a él, cuando la afirmación del
1 62 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? PASAJES CLASICOS DE LA ESCRITURA 163

evangelio de Juan se rechaza como herética, como hace E. rígidamente dogmática de Jn 10,30, todos los cristianos,
Kásemann). En cualquier caso, todo cristiano que cree pues, serían Dios de manera igualmente originaria.
poder entenderse así en su relación con Dios se «eleva» de - La unidad debida al amor tiene función misionera: en la
«manera entusiasta». unidad del amor pueden los de fuera (el «mundo») reco-
- El «proceso interpretativo» que se encuentra en el trasfon- nocer que ahí está actuando Dios. Pues él es el uno y
do de esto es sumamente sencillo: se parte del término único. El ensancha su unidad en forma de amor y «ser-
«ser-uno» y, puesto que se trata de Dios, se entiende de uno». Cada «ser-uno» realizado y reconocido en este sen-
forma maximalista; al mismo tiempo, se barrunta, por lo tido reproduce, por tanto, a Dios. Según Jn 13,34, esto
sabido desde la escuela, que la mística tiene algo que ver equivale a guardar el mandamiento nuevo de Jesús. Dicho
con eso de ser uno y de la fusión; ambas cosas se combi- mandamiento es nuevo, porque se funda en la unidad de
nan y sirven: una, como arma de una dogmática funda- Hijo y Padre, antes desconocida para los hombres. La uni-
mentalista; la otra, como argumentación en favor de una dad entre Padre e Hijo se funda en que el Hijo cumple fiel-
prohibición de la mística para «laicos». mente el mandamiento que el Padre le ha encomendado.
Éste consiste en ir a los hombres, haciendo realidad que el
Ahora bien, ciertamente puede ser que en esta interpreta- Padre ha enviado al Hijo. Éste es el acto de amor por anto-
ción de Jn 10,30 haya un malentendido. Así, puede ser que nomasia. Pues si Dios llega así a los hombres a través del
este pasaje no fundamente la «divinidad en pie de igualdad» hombre Jesús (que al mismo tiempo es el Logos de Dios
de Jesús ni pueda referirse a una fusión mística. En este punto aparecido entre los hombres) y a través de los hombres
debería ser determinante el uso lingüístico habitual del evan- que son cristianos, ello implica vida eterna.
gelio de Juan.
Pues salta a la vista que la locución «ser uno con», del
capítulo 17 del evangelio de Juan, no admite una interpreta- Espiritualidad de la unidad
ción fundamentalista ni pseudomística.
Queda patente que las afirmaciones del evangelio de Juan son
Jn 17,21-23 reza así: «Que todos sean uno, como tú, completamente inadecuadas para una mística (sea del tipo que
Padre, eres uno conmigo y yo contigo: que también ellos sea) de la fusión. No debemos permitir que su traducción,
sean uno con nosotros, para que el mundo crea que tú me enriquecida pseudomísticamente, nos induzca a error en lo
has enviado. Les he dado a ellos la gloria que tú me diste, sucesivo.
para que sean uno, como también nosotros somos uno. Yo El contenido de las afirmaciones joánicas sobre la unidad
soy uno con ellos, y tú eres uno conmigo; entonces será es, por tanto, mucho más modesto, mucho más sobrio y más
también perfecta su unidad. Así podrá reconocer el mundo intensamente práctico-misionero. La misión, tal como la
que tú me has enviado y los has amado como me has entiende el evangelio de Juan, no significa, en efecto, ir a los
amado a mí». hombres por todo el mundo -centrífugamente, podríamos
decir-, sino que se realiza en virtud de la capacidad de atrac-
De este pasaje se desprende: ción de la comunidad en cuanto unidad realizada.
Desde el punto de vista del Nuevo Testamento, por tanto,
- Que la unidad «absoluta» no es privilegio del ser uno con no hay escándalo mayor entre cristianos que las divisiones.
Dios, sino que se da también entre los hombres. Quien no ansia la unidad como lo más importante no es digno
- Que esta unidad se hace realidad claramente por el amor. de crédito. Esto se entiende enteramente como un juicio ani-
- De Jn 17,23 se deduce que la unidad entre Jesús y Dios se quilador sobre todo aquel que causa deliberadamente divisio-
hace extensiva a los cristianos. Según la interpretación nes o ha permitido negligentemente que se produzcan. Sin
164 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? PASAJES CLÁSICOS DE LA ESCRITURA 165

embargo, «unidad» no significa uniformidad, sino conviven- tentaros, o con qué vestido vais a cubrir vuestro cuerpo.
cia práctica, hacer posible que el otro viva conmigo. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el
Bernardo de Claraval no cita ni una sola vez Jn 17,21-23 vestido?... Ésas son las cosas por las que se preocupan
(!) y refiere Jn 10,30 a la naturaleza divina de Jesús; en su quienes no creen en Dios. Ya sabe vuestro Padre celestial
Sermón 8 (§ 7) refiere el pasaje al beso en la boca que comu- que las necesitáis. Buscad ante todo el reino de Dios y
nica el Espíritu y con el que Dios reveló también a Pablo (!) preguntad por lo que Dios requiere de vosotros, y Dios os
«lo que el ojo no vio». ¡En todo caso, la interpretación hecha dará vestido y alimento por añadidura. No andéis preocu-
ahí por Bernardo no es rígidamente dogmático-trinitaria! La pados por el día de mañana. Dios se preocupa nuevamen-
referencia al amor y la paz que Bernardo hace en el contexto te de cada día al que da el ser. A cada día le basta su pro-
se ajusta también a Jn 17. Luego, en el § 8 establece una dis- pio afán».
tinción: para Cristo, el beso es plenitud; para Pablo, participa-
ción. Una distinción acertada, sin duda. En el Sermón 5 en el Quien vivía así en el seguimiento literal del predicador iti-
domingo I de noviembre (§ 2) interpreta la unidad de Jn 10,30 nerante Jesús dependía, para su alimentación y sostenimiento,
como unidad de la voluntad y el espíritu. Cabe estar de acuer- de la hospitalidad de los hombres, sobre todo de los cristianos.
do con él. En su Sermón 71 (§ 6) junta Jn 10,30 y 1 Co 6,17. Expresión de esta libertad es la petición del pan en el Padre
Esto es, también en este caso se refiere Bernardo a la unidad nuestro. Pues tan sólo Dios puede garantizar que haya algo de
que todo hombre puede tener con Dios, unidad que puede comer para el día siguiente.
darse en el espíritu y sólo en él, y no en la esencia (natura). En perspectiva religiosa, tales reglas de vida implican lo
Con ello se rechaza todo tipo de fusión. Más adelante (en el § siguiente:
10) distingue claramente entre las afirmaciones de inmanencia
deJn 10,38 y de 1 Jn4,16. - Dios es tomado totalmente en serio en su realidad como
El resultado es que, pese a la intensa influencia de la dog- Padre que proporciona el sustento. Es el interlocutor inme-
mática trinitaria, Bernardo deja la puerta abierta a afirmacio- diato.
nes relativas a la experiencia monacal (amor, Espíritu Santo, - Dios es «competente» para lo más concreto. Se aprende a
paz, voluntad). El contraste entre teología escolástica y estar agradecido por cada pequenez que nos regala. El
monástica (sobre ello, véase más adelante) puede evidenciar- hecho de que lo más cotidiano y minúsculo sea así toma-
se perfectamente en sus textos. No cabe hablar en absoluto de do en serio es un aspecto de la actitud fundamental fari-
una fusión mística de hombre y Dios entendida como supre- saica.
sión de las fronteras de la criatura. - Muchas cosas apuntan a que este texto se basa en la forma
de vida de los predicadores ascéticos de conversión (Juan
el Bautista; los profetas, según Ascensión de Isaías 2;
Estar libre de preocupaciones Henoc y Elias en la tradición apocalíptica, por ejemplo en
Ap 11,4-6). Pues el predicador de conversión vive de lo
Ante todo, la libertad con respecto a las preocupaciones se que Dios le regala (saltamontes, miel silvestre...).
subraya reiteradamente en el material común de Mateo y Ciertamente, esta predicación de conversión queda en
Lucas (fuente de logia). ¿Qué significa para la espiritualidad Jesús transformada en la proclamación del reinado de
cristiana no andar preocupados por el alimento y el vestido, ni Dios. Pero precisamente la expresión clave «reinado de
siquiera por el término de la vida? Dios» significa, en efecto, que Dios, con su solicitud, se
preocupa de todos.
Mt 6,25.32-34 es típico: «Por eso os digo: No andéis pre- - Esto vale especialmente, una vez más, si en el caso de los
ocupados pensando qué vais a comer o a beber para sus- cristianos se trata realmente de «hijos» de este Rey. Lo
166 ¿OLJH KS LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA?
PASAJES CLASICOS DE LA ESCRITURA 167
cual encuentra su correspondencia al menos en la expre- ocupaciones cotidianas con calma. Hasta ahora era al revés:
sión «vuestro Padre» o «nuestro Padre», repetida en estos las preocupaciones lo han abrumado, de manera que el reino
textos. Al mismo tiempo, el Padre es para el hijo aquel a de Dios sólo tenía una importancia marginal.
quien se puede volver en cualquier necesidad, por minús-
cula que ésta sea.
- El modo en que Jesús entiende el tiempo según estos tex- Dios, todo en todo
tos no es apocalíptico. La naturaleza parece en orden y no
amenazada, las flores y los pájaros reciben todo lo nece- 1 Co 15,28 según la traducción Berger/Nord: «Cuando
sario con abundancia. No se habla de un cambio de seño- todo esté sometido, también el Hijo se someterá a aquel
río en el mundo. Esta comprensión «sapiencial» de la que le ha sometido todo, para que en todos los hombres y
Providencia concuerda también con la expresión «hijo de todas las cosas esté sólo Dios, de manera que nada le sea
Dios». Cabe preguntar: ¿es posible (!) que hubiera en la ajeno». (Una traducción atenta únicamente al tenor de las
actividad de Jesús toda una fase en la que el final venide- palabras debería decir: «...para que Dios sea todo en
ro desempeñara un papel tan reducido como aquí? todo». El precio de la traducción literal sería su incom-
- Se trata de la libertad (véase Bernardo de Claraval, Sobre prensibilidad).
la consideración 6,17: «¿Por qué te dejas enredar de
nuevo en cosas de las que Dios te ha liberado?» fcita a Este pasaje ha llegado a ser importante para la espiritua-
continuación Mt 6,33]). Sin duda, se debe decir que para lidad, porque tanto en uno como en otra se trata del tipo de
soportar esta libertad probablemente hace falta una cierta relación existente entre Dios y el mundo. Pues, habida cuenta
mentalidad de actor. de que no se establece de forma unilateral que Dios sea el
Dios alejado del mundo, surge la pregunta por su presencia
en las cosas y por el modo en que ésta es eventualmente
experimentable.
Significado religioso de la libertad El Evangelio de Tomás (77,2-3) hace clara referencia a
respecto de las preocupaciones esta cuestión: «Si partís un trozo de madera, ahí estoy yo. Si
levantáis una piedra, allí me encontraréis». Pero ésta es una
Que los cristianos arrojen totalmente en Dios sus preocupa- afirmación más bien dogmática. No se habla de la posibilidad
ciones no significa, sencillamente, que estén «libres de todas de que los cristianos observen este hecho.
las cosas». Pues el consejo del Evangelio no fundamenta ni Quizá permitan ir más allá algunos textos análogos y con-
una genérica separación del mundo ni un neoplatonismo ascé- temporáneos de 1 Co 15,28. Encontramos un fragmento de la
tico, sino otra relación con la vida cotidiana y con todo lo que gnosis hermética que afirma para el presente lo que 1 Co 15
en ella recibe el hombre de la bondad de Dios. La vida coti- ve cumplido sólo en el futuro: en un diálogo entre Tat (Tot) y
diana es el lugar del amor paterno y la solicitud de Dios, y en Hermes (que en este texto es el discípulo de la sabiduría) so-
ningún otro lugar, sino en la vida cotidiana, se hace presente bre el hombre que por el conocimiento ha «nacido de nuevo»,
tampoco el reinado de Dios y su reconocimiento. Así, en este pregunta Hermes: «¿Y de qué condición es el engendrado,
texto se trata de las verdaderas prioridades en la vida cotidia- Padre? ¿Acaso no tiene participación en la sustancia que está
na. Allí donde el hombre, hasta ahora, se ha preocupado de en mí?». Y responde Tat: «El engendrado será otro, hijo de
manera convulsiva e inquieta, puede pedir y recibir. Allí Dios y Dios, todo en todo, compuesto de todas las fuerzas»
donde, hasta ahora, ha visto tan sólo lo de importancia menor, (libro 13 § 2). Esto significa que quien nace de nuevo recibe
pasa desde ahora a centrarse en lo más importante. Debe ob- la condición de Dios. El ser íntimo de Dios se hace realidad
servar los mandatos de Dios con seriedad y atender a las pre- en todas las cosas por el hecho de que las fuerzas/poderes de
168 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? PASAJES CLÁSICOS DE LA ESCRITURA 169

aquél constituyen la sustancia de éstas. Según 1 Co 15, esto El 17 de noviembre de 1944 escribía Alfred Delp en una
aún no puede ser, porque dichos poderes y fuerzas todavía no carta: «Para mí, esto es tan claro y perceptible como extraño:
están sometidos (15,24), especialmente porque el último de el mundo está lleno de Dios. Esto fluye hacia nosotros por
estos poderes, la muerte, impera todavía. Sólo cuando ese últi- todos los poros de las cosas, por decirlo así. Nos quedamos
mo poder quede vencido y dejen de existir las fuerzas antidi- detenidos en las horas buenas y en las malas. No pasamos por
vinas, podrá Dios ser todo en todas las cosas. ellas hasta llegar al punto en que dimanan de Dios. Esto es
Orígenes describe claramente en su libro sobre los princi- aplicable a lo bello y a lo mísero. En todo quiere Dios celebrar
pios cómo se ha de entender esto: «Ahora bien, creo que la un encuentro, y pregunta, y quiere una respuesta adoradora y
frase según la cual Dios será "todo en todo" significa que Dios amorosa».
también es "todo" en cada individuo. Pero en cada individuo
será "todo" de la siguiente manera: cuando el espíritu racional
se haya purificado de toda hez de pecado, cuando toda ofus- Explicación tipológica de la Escritura
cación de la maldad se haya quitado totalmente de en medio,
todo lo que podrá percibir, conocer y pensar será Dios: pues Las contraposiciones tipológicas de escenas del Antiguo y el
ya no percibirá sino a Dios, no pensará sino a Dios, no verá Nuevo Testamento son una modalidad de proclamación plás-
sino a Dios, no tendrá sino a Dios. Dios será la medida de todo tica ya en el Nuevo Testamento, más tarde en la Iglesia anti-
su movimiento; y así Dios será todo para él. Pues ya no hay gua y, finalmente, en la época del arte románico.
diferencia entre bien y mal, dado que no hay nada malo en En el Nuevo Testamento hay que hacer referencia a los
lugar alguno...» (3,6,3). En la mística cristiana, este pasaje se milagros de Jesús configurados según modelos veterotesta-
entiende a menudo en sentido futuro, tal como lo comprendió mentarios hasta en su tenor literal, como las historias de mul-
Pablo. Pero hay excepciones... tiplicación de los panes o la resurrección de la hija de Jairo.
Bernardo de Claraval, Sermón 24: en lo tocante a nuestra
justificación, también ahora la palabra de Dios es ya «todo en Como renovación de este método he publicado hasta ahora:
todo». Lo mismo pasará también con nuestra glorificación. «Jakob ringt mit dem Engel (1. Mose 32,23-32) und Die Witwe
und der gottlose Richter (Lukas 18,1-8)», en Wie kann Gott Leid
Así, por ejemplo, la palabra viva sondea todo lo que está en el und Katastrophen zulassen?, Stuttgart 1996, pp. 158-163; «Die
corazón (Hb 4,12), y ya ahora la voz del Hijo da vida (Jn Heilung des Aussatzigen Syrers und die Heilung der 10
5,24). En el Sermón 41, Bernardo destaca que, ciertamente, Aussátzigen in Lukas 17», en: Gottinger Predigt-Meditationen
sólo más tarde se producirá el cumplimiento, pero ya aquí se 51 (1997), 376-384 [383-384]; «Das Kreuz ais Baum und der
da un anticipo, un pregusto. Ahora vemos, es verdad, pero no Paradiesesbaum», en Wozu ist Jesús am Kreuz gestorben?,
nos adentramos. «Cuando se saborea, es dulce; cuando se Stuttgart 1998, pp. 123-124.
cumple, maravilloso».
Según Bernardo en su Sermón 5 en la Asunción de la Sobre la metodología de esta explicación meditativa (con-
Virgen, tanto «pan» como «piedra» remiten simbólicamente a templativa) de la Escritura:
Dios, porque, tanto spiritualiter como ad intellectum mysti-
cum, 1 Co 15,28 es de todas formas realidad. Es decir, para - En cada caso se contraponen un relato o figura del Antiguo
quien considera las cosas enteramente desde la perspectiva de Testamento y otro del Nuevo.
la realidad de Dios, 1 Co 15,28 es ya totalmente presente. Este - La comparación se produce por correspondencia, oposi-
uso lingüístico de Bernardo procede de Ap 11,8 (donde a ción (contraste) o sobrepujamiento.
Jerusalén se le llama «pneumáticamente» Sodoma) y de 1 Co - La comparación se produce mediante un ir y venir. De ese
10,4: «en realidad» la roca es ya Cristo. Por eso el beber es en modo, los relatos se comentan en cada caso uno tras otro
realidad un beber de la Sabiduría. en sus diferentes rasgos.
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PASAJES CLÁSICOS DE LA ESCRITURA 171
- En la comparación se puede recomendar un realce especial
de los elementos simbólico-plásticos. Pero también los un sacrificio, pero el verdadero cordero y el sumo sacerdote
verbos pueden guardar correspondencia o ser antitéticos para siempre es nuestro Señor Jesucristo, él ha llevado la figura
desde el punto de vista del contenido. En las imágenes y a su perfección».
los verbos es donde cabe comparar mejor. Caída y redención: Corpus Praef., n. 535: «¡Qué admirable
- La comparación encuentra su interés en el hecho de que se designio de Dios! ¡De qué modo inestimable nos ayudó Dios en
pueden comparar entre sí diferentes fragmentos de ambos la redención! Por una Virgen se nos devuelve la gloria de la vida
contextos. que se creía perdida por la desobediencia junto al árbol del para-
íso. Por el agua (del bautismo) se lavaron los pecados del
_ Ni es recomendable explicar el pasaje veterotestamentario mundo, donde antes, sin embargo, el mundo sufrió por el agua
de un modo artificialmente cristológico, ni la correspon- el naufragio del diluvio...».
dencia neotestamentaria ha de inducir a polémica con res-
Eva-María: Corpus Praef., n. 626: «Lo que Eva se tragó en la
pecto a la antigua alianza. caída lo restauró María en la redención, al colmarnos con el pan
de los ángeles. Por la serpiente recibimos el veneno de la con-
El sentido teológico de este modo de proceder es, sin dena, de María salieron los misterios del redentor. Allí se mos-
hacer violencia a los textos concretos y sin desvalorizar los tró la maldad del seductor; aquí, la majestad del redentor».
pasajes veterotestamentarios, mostrar en el marco de la misma Adán-Cristo: Corpus Praef, n. 990: «Cristo en cuanto nuevo
tradición bíblica la siempre semejante escritura de Dios. Adán dio vida en el Espíritu a aquellos a quienes el primer Adán
Se trata, pues, de una manera de practicar la teología bíbli- había llevado a la muerte mediante un pecado condenado.
ca que no adopta un enfoque de historia de las tradiciones, ni Mediante la obediencia nos reconcilió con el eterno Dios y
histórico, ni de historia de las religiones. Todos estos caminos Padre a nosotros, a quienes la transgresión del padre terreno
de indagación de la Escritura son por lo demás indiscutidos había alejado del círculo de los bienaventurados...».
(!). En este planteamiento aparece sólo, junto a la considera- Corpus Praef, n. 980: (del ayuno de Jesús) Lo que Adán perdió
ción crítica, otra meditativa que se aplica al exterior, y desde comiendo, Cristo lo recuperó ayunando.
allí, a menudo mediante una interpretación simbólica, avanza Corpus Praef, n. 973: El diablo había vencido a Adán en su
hasta el contenido teológico. Los textos concretos se han de carne débil. El diablo fue vencido porque Dios elevó al hombre
comprender lo más a fondo posible, y depende del exegeta en en su carne manteniendo, no obstante, la justicia.
qué medida puede hacer obvios sus contenidos por medio de Corpus Praef, n. 883: Nos vimos alejados del paraíso porque
las imágenes. A menudo contribuyen también a ello compor- Adán, nuestro primer padre, fue desobediente y no se contuvo.
tamientos básicos del hombre como reír o llorar, correr o estar Volvemos al paraíso porque nuestro Señor Jesucristo ayuna
de pie, o símbolos básicos como cielo y tierra, agua y tierra ahora obediente. A aquellos cuya muerte vino por el alimento
firme. Cuanto más conocidos son los relatos, tanto más opor- del árbol se les devolvió mediante el árbol de la cruz la salva-
ción perdida.
tuna resulta la comparación (por ejemplo, Eva-María en
Guerric d'Igny: Eva pecó y se disculpó con descaro - María Corpus Praef, n. 883: Cristo nos ha mezclado el cáliz de la sal-
no pecó y efectuó humildemente una reparación; o diluvio-fin vación a partir del mismo elemento del que bebimos la copa de
del mundo: agua y fuego). la muerte.
Corpus Praef., n. 868: Adán estaba azuzado por el aguijón de la
concupiscencia, Cristo fue fijado a la cruz con los clavos de la
El lugar clásico de la explicación tipológica de la Escritura son obediencia. Aquél extendió incontinente sus manos hacia el
los textos litúrgicos del primer milenio: árbol. Éste fue obediente hasta la cruz. Adán fue tentado por el
Cristo el Cordero: Corpus Praef., n. 123: «Abel estableció su apetito y llevó a cabo su deseo; Cristo fue atormentado con el
arquetipo, el cordero pascual de la ley hacía referencia a él, suplicio de un dolor inmerecido.
Abrahán celebró el sacrificio del cordero, Melquisedec ofreció
172 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA?

Un nuevo ejemplo: 4
Salmo 23 Juan 10,11-16 Modo santo de proceder
Dios es el buen pastor de Jesús es el buen pastor de
cada uno sus discípulos
Es una imagen de salvación Una imagen de vida eterna
de por vida mediante Jesús
Tú estás junto a mí Cada uno conoce la voz del
(intimidad) pastor
Estar solo
Permanecer en la casa Entrada en el redil a través
del Señor de Jesús Hb 11,38-40: «Otros, en quienes -dicho brevemente- el
No hay temor El pastor conoce a cada mundo no supo valorar que vivieran en él, andaban erran-
en el valle oscuro oveja (confianza) tes por desiertos y montañas, y vivían en cuevas y caver-
Se prepara un banquete El lobo arrebata y dispersa nas. De todos éstos testimonia la Escritura que, por la
delante de los enemigos las ovejas fuerza de su fe, pudieron renunciar a alcanzar sólo pro-
El pastor vive enteramente Bondad y misericordia mesas terrenas. Pues Dios tenía previsto para nosotros
para sus ovejas algo mejor».
Habrá un solo rebaño
Adam Struensee (Erklarung des Briefes an die Hebraer,
Los diferentes rasgos son comparables en general. Resulta claro
que la última afirmación de Jn 10 no tiene correspondencia en Flensburg 1763) observa a propósito de esto: «A los primeros
el salmo. Además, en la penúltima afirmación la corresponden- cristianos no les fue mejor. De su expulsión y ocultamiento
cia no deja de ser muy genérica. Peculiaridades de Jn 10: se surgieron posteriormente los eremitas y anacoretas» (p. 620).
subraya más fuertemente la vinculación personal, mientras que Sobre las cuevas y cavernas escribe: «En éstas se escondieron
en Sal 23 falta lo de que el pastor «da su vida», y también las de sus perseguidores, de noche buscaron en ellas su descanso,
demás ovejas. La orientación más intensamente teológica del buscaron protección y seguridad tanto frente al calor, el frío
Antiguo Testamento y la más intensamente cristológico-ecle- y la lluvia, como también frente a los animales salvajes...»
siológica del Nuevo resultan perfectamente reconocibles. (p. 619).
Por fuentes contemporáneas de comienzos del siglo l d.C.
{Ascensión de Isaías) conocemos la existencia de grupos pro-
féticos que se retiraron a la soledad, donde vivían de hierbas
y se vestían con pieles de animales. Eran predicadores ambu-
lantes que con su palabra y su estilo de vida protestaban con-
tra la cultura urbana helenística y que, además, chocaban polí-
ticamente (la austeridad se anuncia también ante los gober-
nantes), y por eso eran perseguidos. Juan el Bautista parece
haber sido un representante típico de este grupo -salvo en lo
tocante al bautismo, que sólo en su caso está documentado-.
La soledad de estas figuras proféticas era, por tanto, en parte
voluntaria (protesta), y en parte forzada (persecución). En
todo caso, es expresión de máxima distancia. Puesto que todas
1 74 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? MODO SANTO DE PROCEDER 175

las comodidades de la civilización estaban ausentes, y eran valor y rango], y de reducir a la unidad lo masculino y lo
además rechazadas de manera consciente, este tipo de soledad femenino, de manera que el macho deje de ser macho y la
tampoco era una existencia especialmente agradable. hembra hembra; cuando hagáis ojos de un solo ojo y una
Desde el punto de vista teológico, esta forma de existencia mano en lugar de una mano y un pie en lugar de un pie y
supone una mezcla explosiva de libertad con respecto al una imagen en lugar de una imagen [cuando, por tanto,
«mundo» y de desprecio por parte del mismo «mundo». El todo vuestro cuerpo se transforme gracias a vuestra mane-
inconformista compra su distancia al alto precio de ser menos- ra de vivir], entonces podréis entrar en el reino de Dios"».
preciado. También la existencia del apóstol Pablo se ha de
incluir en este apartado, pues con su solitario padecimiento Logion 23: «Dijo Jesús: "Yo os escogeré uno entre mil y
anuncia -no de manera completamente involuntaria- la total dos entre diez mil; y resulta que ellos quedarán como uno
contraposición de valores entre Dios y mundo (teología de la solo [sin diferencia separadora]"».
cruz). Logion 75: «Dijo Jesús: "Muchos están ante la puerta,
Aparte de eso, la solitaria figura profética representa a su pero son los solitarios los que entrarán en la cámara
manera a Dios: es una sola en su contraposición al mundo. nupcial"».
Representa las exigencias de Dios frente al mundo. En su con-
traposición crítica con respecto al mundo representa al Crea- Los cristianos, por tanto, son siempre los aislados que no
dor y Juez; y esto no sólo concierne a su distancia: el caris- mantienen los vínculos sociales anteriores. Al mismo tiempo,
mático solitario atrae también sobre sí la hostilidad del mun- no hay entre los cristianos diferencia alguna, de manera que
do, que en el fondo es hostilidad contra Dios. son siempre como un único ser. Se puede percibir claramente
Especialmente digno de atención es el hecho de que este que ambos aspectos concurren precisamente en la forma típi-
concepto del cristiano solitario ya esté totalmente acuñado en camente occidental del monacato (los cenobitas, es decir, los
el Evangelio de Tomás y, por tanto, en el último tercio del que hace vida común).
siglo i d.C. Las frases con que Jesús habla en esa obra del
«solo» y «único» significan a la vez dos cosas: por un lado, el
cristiano es siempre el solo que podía separarse de la masa. Callar
Pero, por otro, los cristianos como tales son siempre un único
ser, es decir, en su unidad mutua representan la unidad y uni- Callar es, según dice la Biblia, la actitud de quien aguarda y
cidad de Dios; este aspecto está también plenamente acuñado debe aguardar algo de otro, porque él no puede ayudarse ni
ya en Jn 17. Ejemplos: instruirse a sí mismo. Por eso puede llegar a expresar de modo
muy especial una piedad que mediante el silencio apunta sig-
Evangelio de Tomás, logion 16: «Dijo Jesús: "Quizá pien- nificativamente a Dios como interlocutor.
san los hombres que he venido a traer paz al mundo, y no
saben que he venido a traer disensiones sobre la tierra:
fuego, espada, guerra. Pues cinco habrá en casa: tres esta- Esperar a Dios en silencio
rán contra dos, y dos contra tres, el padre contra el hijo y
el hijo contra el padre. Y todos ellos se encontrarán en Los dos pasajes de la Escritura en los que, al menos según la
soledad^». versión latina, se estima en mucho el silencio los cita Ber-
nardo de Claraval en su Carta 228 (al abad de Cluny): «Bueno
Logion 22: «Jesús les dijo: "Cuando seáis capaces de es aguardar en silencio al Señor» (Lm 3,26; hebreo: «esperar
hacer de dos cosas una, y de configurar lo interior con lo en silencio la ayuda de Yahvé») e Is 30,15: «En el silencio y
exterior, y lo exterior con lo interior, y lo de arriba con lo en la esperanza estará vuestra fortaleza» (hebreo: «en quedar-
de abajo [de manera que no exista diferencia alguna en se quieto y confiar»).
176 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? MODO SANTO DE PROCEDER 177

Callar es también un signo de abajamiento y humildad. En Dios». Bernardo de Claraval escribe en su Carta 228, 2: «Quie-
Odas de Salomón 8,3-5 se dice: ro sentarme y callar para poder experimentar lo que el santo
profeta dice sobre la plenitud de íntima cordialidad. Es bueno,
«Levantaos y poneos en pie, dice el profeta, aguardar en silencio al Señor». Según el Apoca-
los que una vez estabais humillados. lipsis de Baruc latino (en Cipriano, Testimonios, 3,29; siglo m
Los que estabais en silencio, d.C), en el tiempo final la sabiduría desaparecerá de este
mundo. Sólo seguirá habiendo sabiduría en «unos pocos vigi-
hablad, porque vuestra boca ha sido abierta. lantes, silenciosos y quietos... que meditan en sus corazones».
Los que erais despreciados, sed exaltados,
porque ha sido exaltada vuestra justicia [Jesucristo]». Esto significa que, cuando se quiere llegar hasta Dios, el
silencio es a menudo la antesala, lo penúltimo. En este caso,
no se trata ciertamente de un elemento especialmente «paga-
El silencio y la palabra no», sino, por el contrario, más bien de algo que se desarrolla
a partir de la práctica de oración de los primeros cristianos.
Callando, uno se deja instruir por la sabiduría. Y cuando se
reflexiona sobre la palabra y la sabiduría (hablada) de Dios,
también el silencio se convierte en tema de la reflexión, pues,
El silencio de los mártires
en efecto, «precede a» toda palabra. Así pues, en conjunto se
trata de la cuestión de la mediación entre Dios y mundo. Con Finalmente, se trata del silencio de los mártires según la ima-
ello el silencio queda situado muy alto, y quien calla se ase- gen del justo en Is 53, que enmudece como la oveja ante el
meja en eso a Dios. Por un lado, pues, el silencio es la activi- esquilador. Por eso calla Jesús en su interrogatorio (véase Me
dad del discípulo ante el maestro (los primeros monasterios 15,5 par; Jn 19,9).
cistercienses se llaman a menudo schola = escuela). Por otro,
Según los relatos de la pasión y Odas de Salomón, 31, el
nos asemeja a aquel de quien procede primeramente toda
silencio pertenece al papel del mártir:
palabra.
Hay, por tanto, dos líneas: la del mediador (jerarquía silen- «Pero soporté, me callé y guardé silencio,
cio-palabra) y la línea del discípulo (quien es instruido calla). como si ellos no me afectaran.
Pero me puse en pie, inconmovible,
Sobre la línea del mediador. De manera consecuente se dice como una sólida roca
sobre Jesús en Ignacio de Antioquía, Carta a los Magnesios 8,2 que es golpeada por las olas y se mantiene.
(Berger/Nord, p. 789): «Éste es su Hijo, que procede del silen-
cio del Padre». En los textos de la gnosis primitiva, el silencio Soporté su amargura con humildad,
es un representante de Dios, de manera parecida a la Sabiduría para salvar a mi pueblo y adquirirlo en heredad».
y la Palabra. Por otro lado, quien calla se asemeja a Dios; así, en
la versión griega del Martirio de Pedro, capítulo 10 (Lipsius/ Evidentemente, son palabras puestas en boca de Jesús.
Bonnet I 96): «Te digo gracias con las palabras que se piensan
a través del silencio ... te doy gracias con la palabra silenciosa
con que intercede por mí ante ti el Espíritu, que está en mí y te
ama, que contigo habla y le ve». Velar
Sobre la línea del discípulo. En las Sentencias de Sexto
(colección griega de dichos con influencia judía y parcialmente El día judío empieza en la tarde-noche anterior. Por eso, cada
cristiana, siglo ni d.C.) la número 578 dice: «E\ honor más gran- día la luz nace de la tiniebla. La noche es lo primero, y sólo
de tributado a Dios es lanzarse en silencio a la reflexión sobre después llega el día. Quien vela es testigo del día que nace.
178 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? MODO SANTO DE PROCEDER 179

La importancia religiosa de la vela proviene, como ya se Una imagen tiene a menudo el papel de un intérprete/tra-
ha explicado antes, del templo judío: quien va al templo por la ductor y, por tanto, también toma parte en el recorrido de aris-
mañana es sin duda atendido en su oración. El cristianismo ta de montaña que cada traducción emprende entre emisor
primitivo traslada esto al día del Señor, que se debe aguardar y receptores del mensaje. Cuando Jesús es llamado «imagen
en vela. de Dios», participa de Dios y del hombre; la Iglesia lo expre-
só más tarde con las palabras «Dios verdadero y hombre
Concreción verdadero».
Es, por tanto, la idea de mediación la que -hondamente
-¿Qué puedo hacer para salvar al mundo? -Nada; tan poco arraigada en el judaismo primitivo anterior a la época cristia-
como para que salga el Sol. -¿Para qué, entonces, todas las na- marca muy claramente el cristianismo primitivo (hasta en
obras y oraciones? -Para estar en vela cuando el Sol salga. la oración de intercesión) y la que, con ello, fundamenta en
De esto habla también Guerric d'Igny (Plática 3 en la fies- principio una actitud favorable con respecto a las imágenes. Al
ta de Pascua): mismo tiempo, siempre ha estado claro que la imagen es más
desemejante que semejante a aquello que representa; sin
«No seáis igual que un muerto que sigue roncando cuan- embargo, la medida en que este juicio es modificable depen-
do el Sol ya ha salido... Si permaneces toda la noche en derá siempre de la posición social y cultural de las personas
vela con María Magdalena a la entrada de su tumba... Si lo respectivas.
buscas con parecido anhelo, di, por tanto: ...Mi alma te La importancia de la estética para la espiritualidad resulta
ansia de noche, y también mi espíritu en mi interior. Desde especialmente visible en las formas arquitectónicas (véase al
la madrugada te busco, mi alma tiene sed de ti... La maña- respecto la meditación sobre una cripta en K. BERGER, Wie
na del día sin ocaso ha proyectado ya sus rayos sobre kann Gott Leid und Katastrophen zulassen?, Stuttgart 1996,
nosotros. La mañana ya ha dado la bienvenida al nuevo pp. 50-53).
Sol. Velad para que os amanezca la aurora, es decir, Cristo. Sobre el modo en que la imagen es un punto de partida que
El está dispuesto a renovar una y otra vez el misterio de la en realidad también se deja luego atrás, Guerric d'Igny se
mañana de su resurrección para aquellos que lo aguardan manifiesta en la conclusión de la Plática 5 en la Presentación
en vela... Entonces dará el Señor un rayo de la luz que del Señor: «Vosotros avanzaréis, desde la visión que la fe
tiene escondida en sus manos». brinda, hasta aquella que acontece en espejo e imagen. Pero
finalmente seréis conducidos por la visión que acontece en la
imagen hasta aquella que está en la verdad del rostro mismo o
Contemplar imágenes (estética) en el rostro de la verdad».
«La indescriptible Palabra del Padre se describió a sí misma al
encarnarse en ti, Madre de Dios. Y al restaurar en su forma Mirar al «medio»
primitiva la imagen manchada la imbuyó de belleza»
(Kontakion de la liturgia ortodoxa). El «medio» es siempre en el cristianismo primitivo un símbo-
Las imágenes prestan importantes servicios de media- lo de lo santo y escogido. Así dice Jesucristo según Odas de
ción a la hora de comprender y pertenecen, junto con la expli- Salomón, 22,2: «Dios recoge a los hombres que están en el
cación que ofrecen, a la realidad representada: como imágenes medio y me los da en posesión». Y en 30,6 se dice de la fuen-
del sufrimiento (cruz, Pietá), como imágenes de la gloria te (sabiduría) del Señor: «Fluye infinita e invisible, y hasta
(Jerusalén celestial) o como imágenes de la paz (pesebre; que se encontró en el medio no la conocieron». El «lugar en
claustros). el medio» es, por tanto, el lugar sagrado del contacto entre
180 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? MODO SANTO DE PROCEDER 181

Dios y hombre. Así, en el judaismo primitivo no se dudaba en la perfección del círculo... Hay hombres que no aman la
denominar también a Jerusalén como el ombligo del mundo. ligazón con el punto inamoviblemente fijo, sino que quie-
En textos apocalípticos de visiones, al «medio» le corres- ren escaparse siempre. Son los impíos...».
ponde un papel fundamental que hasta ahora ha pasado inad-
vertido. Curiosamente, todo lo que es importante se encuentra La imagen empleada en el texto, el círculo y el punto
siempre en el medio de la respectiva imagen, nunca en los inmóvil en medio de éste, corresponde muy exactamente a un
márgenes. Por eso el Hijo del hombre está en medio de los cántico de danza del cristianismo primitivo (ahora en alemán
candeleras (Ap 1,13; 2,1), los cuatro vivientes están en medio en Berger/Nord, pp. 1.350-1.354). Jesús es, según este cánti-
ante el trono (4,6), de en medio de ellos resuena una voz, y en co litúrgico, el medio de los que se mueven alrededor de él, el
medio de toda la asamblea celestial está de pie el Cordero polo inmóvil y sufriente; véase especialmente Canción de
(5,6). Puesto que está de pie en medio ante el trono, pastorea danza 6,3-6: «Cuando dances, mira cómo danzo yo... Ves lo
a las naciones. Esta insistencia en el punto medio remite a la que sufro, me viste sufrir, y cuando lo viste no permaneciste
estructura de orden, al parecer absolutamente clara, de las inmóvil, sino que empezaste a moverte. Ese movimiento
imágenes apocalípticas. La claridad estética es al mismo tiem- debería enseñarte a entender. Pues tienes un lugar de descan-
po el camino para destacar lo más importante desde el punto so. Descansa en mí...». Esta concentración en el medio que es
de vista del contenido respectivo. Jesús encuentra su analogía arquitectónica directa en los rose-
Para la mística de comienzos de la edad Media, la mirada tones de las grandes iglesias. Lo decisivo es siempre el moti-
al medio es especialmente importante. En las Oraciones medi- vo figurativo situado en medio del rosetón.
tativas de Guillermo de Saint-Thierry se dice: También antropológicamente es el medio lo más impor-
tante: En su Plática 5 en la Presentación del Señor, Guerric
«"Yo soy el camino, la verdad y la vida". Vayamos a con- d'Igny cita Sal 48 (47), 10: «Hemos recibido tu misericordia,
sultar al medio de la verdad si el círculo en el que nos oh Dios, en medio de tu Templo». Él refiere el «medio» al
movemos está trazado desde él y está centrado en él. alma.
"Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Jn Para los monjes del siglo xn es importante la «venida
8,32). ¡Pongamos a prueba, por tanto, el amor y los intermedia» del Señor. Entre la «despreciable» primera veni-
hechos! El amor del hombre debe estar cimentado en el da (Is 53,2-3) y la terrible del juicio (MI 3,2) está la maravi-
medio de la verdad. Entonces le corresponde por comple- llosa y amable venida para quien se apresura con anhelo al
to a él el obrar exterior, y surge un círculo perfecto. encuentro del Señor (así, en Guerric d'Igny, Plática 2 para el
Cuando la circunferencia se describe correctamente, siem- Adviento). Esta venida es oculta y, sin embargo, maravillosa.
pre regresa por sus propias leyes al punto de partida; en
todos los puntos de la circunferencia, la distancia con res-
pecto al medio de la verdad es idéntica. Hay puntos sin cír-
culo, pero nadie puede dibujar bien un círculo sin fijar en Orar
el medio un punto; un punto que efectúa la unidad y que,
permaneciendo inmóvil, pone todo en movimiento. No son precisamente raros los pasajes de cartas paulinas que
Cuando estamos orientados al medio de la verdad, a la de pronto se entienden mejor (y que incluso sólo se pueden
verdad corresponde el amor ordenado a Dios y al prójimo. entender) cuando se retraducen a la oración de la que quizá
Tal obrar del amor queremos reservarnos para el amor a la nacieron. Por eso tomo al pie de la letra la afirmación de Pablo
verdad. Tomemos a menudo el camino corto y seguro y de que ora sin cesar. Al mismo tiempo, sigo señales del texto
consultemos con toda sinceridad al medio de la verdad. que podrían remitir a determinadas formas y géneros de ora-
Pues no estar ya ligado al punto medio significaría destruir ción como, por ejemplo, la lamentación.
182 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? MODO SANTO DE PROCEDER 183

Si se comparan con el texto siguiente (a modo de ejemplo) esto aún se podría entender. Mucho peor es que odies a otros
y su retraducción a oración los comentarios científicos al mis- igualmente sin motivo. Me parece injusto que, en relación con
mo fragmento, queda patente de manera característica la dife- ellos, a nosotros nos exijas una estricta igualdad de trato y de
rencia entre teología «escolástica« (académica de escuela) y estima con respecto a todos los hombres, mientras que tú, en
lectura «monástica» de la Escritura (sobre esta contraposi- cambio, te permites elegir a unos y endurecer a otros.
ción, véase más adelante). No sólo me parece injusto, sino también degradante para
El texto. Rm 9,14-23: «¿Es Dios injusto, por tanto? ¡De los afectados, el modo en que utilizas a los hombres sólo
ninguna manera! Dios mismo dijo a Moisés: "Tendré como instrumentos, como herramientas en tus manos. Los
misericordia de quien quiera, y me apiadaré de quien me tomas y los dejas sin preocuparte de su salvación o de su des-
plazca" [Ex 33,19]. La misericordia de Dios, por tanto, gracia. Al parecer, aquellos que por el momento has endureci-
depende sólo de su querer, no de deseos u obras de los do están inexorablemente destinados a la ruina. Nadie sabe lo
hombres. También al faraón dice Dios, según la Escritura: que será de aquellos que has dispuesto simplemente como
"Te he constituido rey sólo para mostrar en ti mi poder y recipientes de la ira. Y se nos informa de que tú los has hecho
para hacer famoso mi nombre en toda la tierra" [Ex precisamente así como recipientes de la ira. No tienen mayor
9.16]. Según su libre voluntad, Dios tendrá misericordia interés. Sirven a tus fines y luego quedan arrumbados como
de uno, pero al otro lo endurecerá y, por tanto, lo hará inútiles... A nosotros, por el contrario, el cristianismo nos
duro de oído y de corazón, y de ese modo lo llevará al enseña precisamente a no utilizar nunca a un ser humano
desastre. Ahora bien, cabe preguntar: "Entonces, ¿por "sólo como medio para un fin". Pero tú lo haces. Según la opi-
qué pide Dios cuentas al hombre, si nadie puede resistir a nión de Pablo, el Israel incrédulo queda correctamente "gasta-
su voluntad?". Y yo te pregunto a mi vez: "¿Quién eres tú, do" en el camino hacia la redención de todos.
pobre hombre, para exigir cuentas a Dios?". ¿Es que un Señor, ¿cómo puede ser que procedas con los hombres
vaso de barro puede decir al que lo ha modelado: "¿Por como con juguetes que sólo hayan de servir a tus fines? ¿Es
qué me has hecho así?". ¿O es que el alfarero no puede como dicen que ocurre en algunos países orientales, donde una
hacer del mismo barro tanto un vaso de lujo como uno vida humana no vale gran cosa? Pero ¿cómo puedo confiar en
corriente ? Así es Dios. Cuando quiere, manifiesta su ira y ti, entonces? Y a eso se añade otra cosa: que luego aún censu-
da a conocer su poder; pero puede soportar con gran ras y juzgas a los hombres, luego aún se les piden cuentas.
paciencia a los que se han hecho objeto de ira y se han ¿Debo pensar que eres duro y tiránico? ¿Que sólo utilizas
puesto en camino de perdición. De esta manera manifies- a los hombres? ¿Que los individuos no desempeñan papel
ta las riquezas de su gloria en los que hizo objeto de su alguno?... No, allí no hay derecho ni tribunal de apelación
amor y de antemano preparó para esa gloria». alguno; sólo existe tu voluntad... Pero ¿acaso nuestra expe-
riencia no nos dice también eso mismo, en realidad? ¿Que
La retraducción (de K. BERGER, Gottes einziger Ólbaum. estamos como arrojados... y que la fe o la incredulidad depen-
Betrachtungen zum Rómerbrief Stuttgart 19972, pp. 199-200) den con frecuencia del ambiente, la biografía y la educa-
reza así: «Señor, de nuevo debo decirlo: me parece injusto el ción?... Me parece que el único consuelo es que en esta grave-
modo en que procedes con los hombres. Pues no hay en él ni situación puedo quejarme ante ti...».
rastro de trato igualitario, ni siquiera de proporcionalidad.
Quizá, simplemente, nos figuramos que tú debieras ser tan En la oración se abre en el cielo un resquicio
justo como nosotros pensamos. Pero con ello no se resuelve el
problema. Pues, cuando menos, se plantea esta pregunta: ¿có- La oración es un acontecimiento de epifanía, un contacto con
mo pueden Pablo y la Escritura del Antiguo Testamento pensar el mundo celestial. Por eso la oración no es pura palabrería,
así sobre ti? No es sólo injusto que ames a unos sin motivo; sino que mediante la actividad orante se dispensa fuerza al
184 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? MODO SANTO DE PROCEDER 185

hombre. El relato de Getsemaní lo muestra con exactitud: al Cuestiones sobre la práctica actual
comienzo, Jesús cae de rodillas debido a su debilidad; al final,
después de orar, ha obtenido la fuerza para levantarse y ani- La práctica de la oración se ve aquejada por prejuicios de
mar a sus discípulos. En Lucas es precisamente un ángel quien mucho peso. A este respecto, y en la línea de la renovación
conforta a Jesús. Esta concepción del carácter confortador de aquí propuesta de la espiritualidad cristiana desde la Biblia,
la oración es de origen judío. Ya en los textos de Qumrán debemos decir lo siguiente:
domina la concepción de que Dios mismo o el Espíritu Santo
pone las oraciones en los labios de los hombres. Las oraciones - A la oración pertenece no sólo la alabanza glorificadora,
son, por tanto, palabras «inspiradas» con su correspondiente sino también el lamento por el abandono y la ausencia de
irradiación. Dios. Precisamente los monjes experimentan reiterada-
La oración es contacto con la esfera de Dios; es decir, la mente durante largos períodos el vacío y la ausencia de
oración forma parte de un vasto proceso global, dentro del Dios. Jesús confirma en la cruz con su propia oración
cual el orante penetra en el ámbito de actividad de Dios y sus {«¿Por qué me has abandonado?») la legitimidad de tal
ángeles. Por eso la oración puede preparar milagros, se en- oración. El hombre moderno pretende poder admitir su
cuentre antes o después de la epifanía (por ejemplo, Le 9,28). vacío espiritual. También Pablo dice, precisamente en
Pero también es, como tal, un medio de obtener fuerza para conexión con el Espíritu Santo, que «no sabemos orar
expulsar demonios (Me 9,29)... Precisamente porque la ora- como es debido» (Rm 8,26).
ción es el «lugar» donde se obtiene una participación en la
fuerza de Dios (o, al menos, unos nervios más templados), se - Existen manifestaciones verbales muy limitadas que se
puede hablar en el evangelio de Juan (4,23) de la oración «en podrían considerar enteramente como un primer grado de
el espíritu» (y «en la verdad», es decir, ante la realidad de oración. Entre ellas se encuentran soliloquios, exclama-
Dios). Cuando Pablo dice que ora «sin cesar», con ello se ciones espontáneas («¡Dios mío!»), intentos de alcanzar el
refiere sin duda a las horas judías del día (amanecer, hora ter- sosiego y no pensar en nada, de permanecer quieto hasta
cia, sexta, nona, anochecer), pero probablemente no sólo eso. que se oye crecer la hierba -sólo entonces cabe la posibi-
¿En qué medida piensa Pablo realmente desde la realidad del lidad de oír también algo sobre Dios-. Pero para oír crecer
resucitado Hijo de Dios? ¿En qué medida es ése su punto de la hierba hay que inclinarse profundamente.
referencia cotidiano? En todo caso, debemos partir de que esa
visión ya nunca lo abandonó y, en lo sucesivo, determinó lo - Orar no significa cabecear, sino que se concibe como
que para el apóstol era decisivo y realmente importante. De lucha con Dios (Gn 32,23-32; Le 18,1-8; Rm 15,30).
manera parecida, también otros elementos que antes sólo te-
nían validez esporádica se convierten ahora, de modo perma- - Aun cuando mediante la oración no se obtenga claridad ni
nente y conjunto, en una forma cristiana estable. La «asam- fuerza, el silencio de Dios así experimentado puede, no
blea» se convierte en la denominación grupal («Iglesia»); la obstante, señalarle a uno lo que se encuentra cerca y, en su
pureza y la alegría cultuales se convierten en atributos perma- cercanía, se ofrece como mensaje.
nentes de los bautizados; la vigilancia, transformada en fe,
esperanza y amor, se convierte en la actitud básica de los cris- - Si en buena medida es correcta la tesis de que la doctrina
tianos; pero ahora también se puede volver a dormir tranquilo de la Iglesia proviene de la alabanza, también se puede
(1 Tes 5,10). decir, al revés, que las doctrinas de la Iglesia vuelven a
resultar convincentes cuando se «refunden» en forma de
oración y de sus imágenes correspondientes (véase el
ejemplo que poníamos anteriormente, pp. 110-111).
186 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? MODO SANTO DE PROCEDER 187

Dar gracias Cuando en el Apocalipsis de Juan cantan los hombres,


cantan juntos algo así como el «himno nacional» del reino ve-
Según 2 Co 9,14-15, la conducta de Dios en su totalidad es el nidero al que pertenecen. La solidaridad unánime es, por tan-
camino que va desde la gracia (en griego: chatis) hasta la to, el símbolo más importante procedente de la música. Pues
acción de gracias (eucharistia). quien canta el mismo texto junto con otras personas en el coro
Los primeros cristianos llamaban a sus celebraciones cul- celestial es uno con ellas. Esa unidad rechaza también todo lo
tuales «acciones de gracias». La acción de gracias por el pan dañino. De ahí proviene la concepción del rechazo del mal
y el vino pronunciada en la mesa es el formulario más antiguo mediante la solidaridad y la justicia como coraza defensiva.
de la Cena. Pablo comienza casi todas sus cartas con una
extensa acción de gracias.
La palabra clave de ese agradecimiento es siempre la Celebrar
actuación de Dios. Se hace bien en vincular estrechamente
creación y redención. Tal agradecimiento, además, puede ser En el Nuevo Testamento se da un estado de cosas sumamente
quizás una respuesta alentadora a la cuestión, por lo demás llamativo para los lectores modernos. Las afirmaciones de la
insoluble, de la teodicea. exaltación de Jesús y del homenaje a él tributado se repiten sin
Por ejemplo, así: «Señor, te damos gracias porque con que los autores de esos textos se molesten lo más mínimo en
Jesucristo, el segundo Adán, quieres llevar tu creación a su hacer históricamente verosímil lo aseverado ni en confirmarlo
perfección. Te damos gracias por haberlo enviado y porque él siquiera con testigos. Así, Ef 1,20-22 dice que Cristo, exalta-
es el prometedor comienzo de un mundo renovado, tal como do sobre principados y potestades, poderes y señoríos, está
tú lo quieres. Pues Tú no abandonas tu creación, sino que la sentado a la derecha de Dios, y todo le está sometido. Algo
amas y la perfeccionarás en el octavo día, cuando no haya más parecido se afirma en 1 Pe 3,22: mediante su «exaltación»,
muerte. Te lo pedimos en comunión con Jesucristo nuestro Jesús ha sido ensalzado sobre ángeles, potestades y domina-
Mesías. Amén». ciones, éstos le están sometidos, y él está a la derecha de Dios.
Y, según Flp 2,10-11, todos los seres del cielo, de la tierra y
Cantar de debajo de la tierra aclaman al Exaltado gritando:
«¡Jesucristo es el Señor!».
Ciertamente, la concepción del canto sitúa a las comunidades Estos textos no están confirmados por ningún tipo de
cristianas primitivas, al menos parcialmente, cerca de aquellos recuerdo histórico. No hay siquiera una sola observación en
grupos a los que debemos los Salmos de Qumrán. El cántico forma de visión que corrobore lo dicho. ¿Acaso en cada uno
mismo es don del Espíritu de Dios y billete de entrada en la de ellos estas afirmaciones se «sacan de la manga»? ¿Quién
esfera celestial de Dios y de los ángeles. Con ello, cantar se hablaba así y creía esto?
convierte en el signo de la redención y es una especie de Nuestra actitud de espera, sin embargo, es otra: precisa-
«sacramento». mente en Pascua procuramos minuciosamente que todo cuan-
Ahora bien, las cuevas de Qumrán nos han proporcionado to celebramos esté también garantizado históricamente. Ahora
bastante más de cien textos hímnicos relativamente comple- bien, por el contrario, en los textos citados, muy primitivos, se
tos, aunque en el Nuevo Testamento como tal -condicionado encuentra precisamente una enorme libertad con respecto a la
por el género literario utilizado- sólo encontramos unos pocos «historia»; se encuentran contenidos que la investigación clá-
cánticos; en las llamadas Odas de Salomón, sin embargo, sica fácilmente podía relegar -y relegó de hecho-, como
hallamos de nuevo una espléndida colección de salmos cris- «míticos», al reino de la especulación.
tianos primitivos, al final de los cuales se gritaba siempre ¿Es que a estos textos les sirve de base algo que pasamos
«¡aleluya!». notoriamente por alto cuando celebramos y solemnizamos
1 88 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? MODO SANTO DE PROCEDER 189

misterios de la fe? ¿Es en realidad el camino «cicatero» de la mos misterios»: esta frase, formulada en el siglo xx, define,
prueba histórica el que conduce a la fiesta, o algo totalmente según eso, lo que ya era una certeza en el siglo i.
distinto? ¿Cuál es la relación entre (alegría de) fiesta y prueba La celebración de la comunidad cristiana entraña en cier-
y acercamiento históricos? to modo una supresión del tiempo. Pasado y futuro pierden su
Todos los textos mencionados se definen tradicionalmente independencia en beneficio de la presencia y la actualidad.
como cánticos, himnos o encomios (poemas de alabanza). Su Pues se trata de presencia del desaparecido y de los muertos;
Sitz im Leben, es decir, la ocasión típica en la que se citaban de presencia, también, de los ángeles. Por eso existe una ínti-
dichos textos era, por tanto, la celebración solemne de la ma relación entre el axioma sobre la irradiación de lo santo y
comunidad. En la carta a los Efesios se habla explícitamente la celebración cristiana.
de «cánticos inspirados» (5,19). Cuando la comunidad «cita» La celebración se relaciona siempre con la presencia de
estos gritos o proclamaciones {«¡Jesucristo es el Señor!») en Dios. El lema de la Biblia entera es siempre la presencia de
esa ocasión, se sabe a sí misma reunida en torno al trono de Dios, y lo es en diferentes lugares, con diferente densidad e
Dios e incluso en comunión con Dios (mística farisaica pri- intensidad.
mitiva). Al recitar estos textos sobre Jesús, la comunidad reco- Debido a la existencia del templo judío, la mística del
noce su propia condición, su propia redención en y por judaismo y el cristianismo es mística cultual. Está referida al
Jesucristo. Atribuye su salvación a Jesús y se sabe una con él. trono de Dios. También quien celebra en la tierra está ante el
Por eso lo fundamental en todo ello no son las pruebas trono de Dios. La alternativa sería una especie de mística de la
sacadas del recuerdo, sino el presente ante el trono de Dios y naturaleza que aceptara a Dios «en conjunto». La mística cul-
la concentración de la salvación propia en Jesucristo. Él es tual está ordenada en torno a un centro. La disposición espa-
prototipo y causa. En él canta la comunidad al que le preparó cial del culto cristiano ha conservado a lo largo de los siglos
el camino hasta el trono de Dios. Dicho trono es un presente esta orientación centrada en un punto medio. Los rituales de
cultual inmediato «a la vista» de los celebrantes. Por eso Jesús las celebraciones comunitarias transmiten mucho de recogi-
no es el héroe de esos textos de manera aislada, sino que en él miento cristiano.
se reconoce la comunidad. ¿En qué relación están la mística de orientación «cultual»
Esta intensa relación con la Iglesia se expresa en Ef 1,22, y la mística del amor?... La novia es siempre una imagen de la
donde, junto a la afirmación sobre la exaltación, está la de que Iglesia entera, en tanto que no hay ningún «novio del alma»
Dios ha hecho a Jesús cabeza de la Iglesia. En 1 Pe 3,21 totalmente individualista. La conclusión del Apocalipsis de
{«nuestra conciencia es declarada oficialmente pura ante Juan (22,17) lo deja claro: la comunidad reunida para el culto
Dios») se habla de la libertad de todos los bautizados. En Flp es la novia que grita anhelante: «¡Ven!».
2,11 se trata directamente de la confesión de la comunidad.
Esta hace coro, por decirlo así, a ese grito. Luchar
Así, por tanto, con la exaltación del Señor la comunidad
celebra el misterio central de su redención. Con la descripción Según 1 Tes 5,8 y Ef 6,10-20, el cristiano lleva la existencia
del escenario celestial hace patente lo invisiblemente presen- de un combatiente. Cada una de las piezas de su armamento
te. Este es el misterio absolutamente evidente de la fiesta. Se (yelmo, coraza, cinturón, escudo, espada, sandalias...) se in-
funda en Jesucristo, se formula por medio de él. La presencia terpreta alegóricamente como justicia, fe, amor o esperanza.
de Dios es manifiesta para él y para ella. Y precisamente por Considerados desde Is 11,1 -5 y Je 6, los dones mencionados
eso, ya desde antiguo, no se busca en este ámbito el arduo en estos pasajes se pueden entender como dones del Espíritu
camino que pasa por las pruebas históricas. .S> trata de la cele- Santo. En este sentido, es también el Espíritu Santo quien
bración de la presencia del Exaltado, pues con él están todos pone las palabras en la boca a aquellos que deben confesar su
ante Dios. «No satisfacemos necesidades, sino que celebra- fe ante las autoridades.
190 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA?

La carta a los Efesios dice quién es propiamente el adver- SEGUNDA PARTE


sario en esta lucha: el diablo, los principados y las potestades.
El autor del Apocalipsis de Juan promete al «vencedor»
una paga celestial en la conclusión de cada una de las cartas
TEOLOGÍA DE LA
dirigidas a las comunidades. Vencedor sólo puede ser quien ESPIRITUALIDAD BÍBLICA
lucha con tesón. Vencer consiste en mantenerse fiel a la fe, por
grandes que sean los inconvenientes.
El Nuevo Testamento desarrolla aquí de manera especial
la imagen del combatiente (E. Kásemann: del «partisano»). A
la vista de sus pertrechos, cabe predecir en qué consiste ante
todo su lucha y su victoria: en el martirio.
Jesucristo como centro de la espiritualidad
«Por la cortina de las nubes oculto estaba y por la Virgen
santa nació el Redentor. Fue encontrado el Señor, amane-
ció el verdadero Sol de justicia. Creemos que el Padre es
quien envía, creemos que el Hijo es el enviado y creemos
que el Espíritu Santo es el vivificador» (Anáfora etiópica
de Gregorio § 7 [Lófgren/Euringer]).
En dos puntos puede enriquecer este fragmento nuestra
«devoción a Cristo»: en él se considera la humanación trinita-
riamente, y la riqueza de las imágenes permite respirar, por-
que abre un espacio a la espiritualidad y la libera del histori-
cismo banal de la mayor parte de las meditaciones sobre el
pesebre.
Por lo que respecta al primer punto, es absolutamente
necesario tomar conciencia de una versión clara e inconfundi-
ble de la fe trinitaria. Pues el tercer milenio de la historia cris-
tiana obligará a los cristianos a poner en este apartado las car-
tas sobre la mesa, a la vista del ineludible conflicto con el
islam y el judaismo. El texto citado lo hace de forma ejemplar
(el que envía - el enviado - vivificador). Las metáforas de
«enviar» y «ser enviado» siguen resultando comprensibles
hoy y no están sobrecargadas desde el punto de vista del con-
tenido. A diferencia de la tendencia de cierta teología moder-
na, ponen el acento en la vida que da el Espíritu Santo. La
actividad de éste es la meta de la revelación entera.
En lo que atañe al segundo punto, ciertamente resulta
oportuno poner el texto arriba citado junto a otro afín, la aná-
fora etiópica de Jacobo de Sarug (§ 35 [Euringer]):
«Se franquea el portal de la luz y se han de abrir las puer-
tas de la gloria; se descorre el velo que está ante el rostro
del Padre, y hete aquí que desciende el Cordero de Dios y
ocupa su trono en este altar..., y Melos, la terrible espada
de fuego, es enviada para brillar sobre este pan y este cáliz
y llevar a cabo esta Eucaristía».
1 94 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? TEOLOGÍA DE LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 195

Ambos textos parten del velo celestial, que, como imagen, metafórico crea al mismo tiempo referencias al Antiguo Testa-
es bien conocido en la carta a los Hebreos (10,20) y, sobre mento y al Apocalipsis de Juan, pues el trono del Cordero es
todo, en la pintura bizantina y románica, pero que también en este libro una de las imágenes habituales. Que, según el
está testimoniado en numerosas manifestaciones rabínicas. El Apocalipsis de Juan, el trono esté en el cielo y, según la litur-
velo separa al antiguo soberano dentro del palacio y lo hace gia, en cada altar, no es ninguna contradicción, sino que
«invisible». El velo significa que Dios es inaccesible. En el corresponde a la lógica del culto, consistente en ser un trozo
Targum a Jb 26,9 esto se formula bellamente: Dios «mantiene de cielo y en ver en la comunión de los ángeles a los hombres
desplegada en torno a sí la oscuridad que rodea su trono. Para que celebran juntos (isanguelía).
que los ángeles no lo vean extiende sobre sí como un velo la Precisamente para un estudioso del Nuevo Testamento,
nube de su gloria». Para los rabinos, la entera historia univer- ese modo de hablar del ocultamiento del Mesías es especial-
sal figura en el lado interior del velo. Cuando el velo se abre, mente simpático, y lo es hasta en el ocultamiento eucarístico.
se produce el milagro sobre todos los milagros: amanece el Pues, pese a toda su condición manifiesta según los evange-
Sol de justicia, el Cordero desciende. Estas dos imágenes de lios, sigue faltando la definitiva claridad y revelación. Tanto
las dos liturgias afínes expresan, cada una a su modo, el mis- Pablo como la Primera Carta de Pedro hablan abiertamente de
terio de la humanación. la futura revelación de Jesucristo. Pues todo lo anterior seguía
La imagen del Sol de justicia hace suyo un símbolo inter- todavía velado, y la claridad definitiva y la evidencia convin-
nacional del anhelo apocalíptico de los pueblos. Pues el nuevo cente son sólo futuras. La teoría del secreto del evangelio de
soberano será ciertamente un Hijo del Sol (noción egipcia del Marcos (secreto mesiánico, de los milagros y las parábolas)
rey), amanecerá por oriente como el Sol cada nuevo día. Esta abarca sólo el ámbito más reducido de la fundamental convic-
esperanza nos la recuerda todavía hoy la orientación de toda ción cristiana del permanente (y relativamente grande) oculta-
iglesia hacia el este: de oriente -en sentido metafórico- aguar- miento de Dios.
damos juntos el Sol del día de la justicia, de la nueva convi-
El ángel con la espada de fuego que, según el texto citado,
vencia de Dios y hombre. Este nuevo Sol de justicia esperan
ha de llevar a cumplimiento el misterio de la eucaristía repre-
persas y egipcios, judíos y cristianos. Para nuestra devoción a
senta la quintaesencia de la santidad y la santificación. Por eso
Cristo, esto significa que, exactamente igual que en las igle-
se decía también en la epíclesis romana: «Ven, Santificador...»
sias bizantinas y románicas el culto tiene lugar ante los ojos
iyeni sanctificator).
del «Pantocrátor», seguimos celebrando el culto siempre «en
presencia» del Cristo que ha de volver. La arquitectura de los Para nuestra espiritualidad cristológica, lo dicho hasta
cistercienses concuerda, por tanto, muy exactamente con el ahora significa lo siguiente: yo quisiera proponer que en el ter-
tenor de su liturgia de las horas, en la que se habla continua- cer milenio nos interesáramos de nuevo, en cierto sentido, por
mente de Cristo como luz y sol, en la que la luz de cada nuevo el modo de pensar del primer milenio. Al mismo tiempo, me
día es saludada como vislumbre de la luz del día del Señor. doy perfecta cuenta de que cada consideración retrospectiva
La segunda imagen, la del Cordero que desciende, destaca entraña una nueva transformación. No cabe menospreciar los
que Jesús, en cuanto revelado, sigue estando velado. Puesto valores del segundo milenio (individualidad; descomposición
que el texto se refiere a la Eucaristía, el doble ocultamiento y análisis), pero en el primer milenio fascina la fuerza vincu-
queda formulado mediante la metáfora del Cordero. De mane- lante y pública de los símbolos, el acceso orientado a la Tri-
ra parecida lo dirá Tomás de Aquino (o quien fuera el que nidad y la suposición básica, nunca olvidada, de que ante todo
compusiera el himno Adoro te devote): en la cruz sólo la divi- y sobre todo es con Dios con quien tenemos que habérnoslas.
nidad de Jesús estaba escondida; en la Eucaristía también lo Hemos experimentado la cristología que acentuaba la huma-
está su humanidad. Así, el altar no es el trono de Jesús, sino, nidad de Jesús de manera consecuente hasta la total pérdida de
de manera más circunspecta, «el trono del Cordero». El uso la dimensión de Dios, hasta el hermano Jesús del movimiento
1 yt> ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA?
TEOLOGÍA DE LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 197

hippy. El otro Jesús, aquel en el que Dios nos encuentra, no


fue entendido; fue llevado o relegado ad absurdum con horri- que podría tener una espiritualidad cristológica orientada al
bles monumentos de mármol u hormigón. mensaje escatológico de Jesús mismo. Como se puede perci-
bir muy claramente, tal piedad no es reduccionista y privada,
sino de cuño litúrgico. Lo que el vidente Juan tiene que decir
Espiritualidad cristológica en el tercer milenio litúrgicamente lo presenta en el plano del cielo como home-
Pero ¿cómo sería una devoción a Cristo en el tercer milenio naje celestial a Dios por parte de ángeles, seres misteriosos y
con esta orientación? Precisamente, si Dios se ha revelado de hombres. Igual de claro es también que en este caso se trata de
manera fundamental en Jesús, se puede decir lo siguiente: una piedad orientada por salmos e «himnos», aclamaciones y
doxologías.
Primero. Con los textos litúrgicos del primer milenio con-
vendría poner en primer plano el dramatismo de la donación Sexto. Con ello, una piedad organizada cristológicamente
adquiere también una dimensión política. Pues, dado que la
de Dios al hombre, la acogida del hombre en Dios, el «mani-
política es litúrgica, también la liturgia debe ser política. Es
festarse», el «trueque», la «transformación», la «participa-
decir, lo mismo que los soberanos en el ámbito político tien-
ción» o como quiera que se le haya llamado. Esto significa
den constantemente a la puesta en escena de su propio poder,
que con el tema «Dios» se ha de recuperar también el tema
la liturgia tiene la tarea de presentar de manera comprensible
«Dios y hombre». el verdadero poder del único soberano de todos los señores.
Segundo. Lo mismo que el primer milenio, convendría Algo parecido se puede decir, por lo demás, de lo que lla-
orientarse constantemente siguiendo las metáforas y símbolos mamos jerarquía. Por su origen, ésta tiene carácter cultual. Ya
cristológicos que contiene ya el Nuevo Testamento (por ejem- en Ignacio de Antioquía el obispo representa al Padre, los diá-
plo, cordero, león, luz, novio, [hijo del] hombre, estrella de la conos a Jesucristo, los presbíteros al colegio de los apóstoles.
mañana) y ampliarlos con imágenes bíblicas en general (por Así, la jerarquía cultual con cabeza monárquica reproduce la
ejemplo, la raíz de Jesé). Cada iglesia románica ofrece gran invisible jerarquía del cielo. Pero con ello se establece una
cantidad de material ilustrativo. Marc Chagall ha expresado de alternativa crítica -hasta hoy, y especialmente agudizada en la
manera moderna la mayor parte de ellas, aunque sin ser enten- actual situación social- a toda jerarquía «intraempresarial» o
dido en ello, después de todo, por los cristianos. El olvido de interna de un partido. Pues desde la relación Padre-Hijo-após-
los símbolos por parte de los cristianos lo han denunciado rei- tol se puede criticar cualquier otra jerarquía (en ocasiones,
teradamente tanto Hugo Rahner como Hans Urs von también la eclesiástica). Esto resulta mucho más obvio cuan-
Balthasar. do se cae en la cuenta de que la pirámide de la representación
Tercero. A la explicación tipológica se le debe dar una celestial sirve para representar la distancia de Dios respecto
nueva oportunidad (véase sobre esto más arriba). de toda mediación y su intangibilidad. (Lo cual, por lo demás,
Cuarto. Con la orientación al Cristo que ha de volver, así tendría para el culto la consecuencia de destacar la unici-
como (con la prudencia necesaria) al Cristo prometido por el dad en la función del presidente, y no en igual medida la
Antiguo Testamento, se consigue que la dimensión de historia colegialidad).
y tiempo en general vuelva a la meditación, y que no se espi-
guen sólo textos neotestamentarios, por ejemplo, de la vida de
Jesús. Así, la historia de la salvación como tal se convierte en ¿ Cómo podrán creer en Jesús los hombres del tercer milenio ?
el objeto de contemplación. Precisamente la dimensión histó-
rica se redescubre de este modo con el interés por la espiri- Cabría pensar que la situación del hombre actual no tiene
tualidad del primer milenio. mucho que ver con lo expuesto hasta ahora. Nuestro problema
Quinto. Entre los textos neotestamentarios, sólo el colectivo es, según se dice reiteradamente, que juntos no
Apocalipsis de Juan ofrece referencias detalladas al aspecto podemos creer, que en ningún lugar del edificio de la fe nos
198 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? TEOLOGÍA DE LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 199

parece encontrar una puerta abierta. El camino consiste, en la nico Plotino (Tomás se la atribuye al Pseudo-Dionisio
mayoría de los casos, en construir penosamente puentes de Areopagita). Lo interesante es más bien su función para lo que
entendimiento, en asegurarlos hermenéuticamente y en inten- llamamos espiritualidad cristiana.
tar después ganar al menos algunas posiciones -una empresa Pues, si se toma esta frase al pie de la letra, choca con la
con abundantes pérdidas y que exige mucho tiempo-. En el filosofía eclesiástica habitual. Según ésta, el bien es una meta,
presente trabajo hemos intentado -no sin valentía- otro cami- algo a lo que se aspira, de lo que se tiene «apetito», hacia lo
no: he expuesto un proyecto que es antiquísimo, pero que que hay que moverse mediante un perfeccionamiento cada vez
enseña a ver de manera nueva el conjunto. Quizás, en efecto, más alto, algo de lo que entonces se puede llegar a ser digno.
la constancia ayude más que el construir puentes; quizá la El bien como meta lejana e ideal, por tanto.
referencia a innumerables tesoros sin desenterrar despierte
también la curiosidad de quienes de ordinario están hastiados; Según esta frase, por el contrario, es algo totalmente dis-
y quizás una conciencia más audaz de sí ayude más que la tinto: el bien no está lejos, sino presente. No hay que aspirar a
suma de todas las retiradas ante el espíritu de la época. él, sino que se comunica, irradia, brinda la participación. No
despierta sólo el apetito, sino que está desde siempre en los
La piedad eucarística atañe al aspecto de la corporalidad
demás. Está ahí para que los demás reciban algo de él. Se
de la salvación (presencia corporal de Jesús) tanto como a su
regala a los demás lo mismo que hace el Sol. En tanto que está
carácter de alianza (Dios habita en medio de su pueblo).
ahí para los demás, es bueno. Todo bien del mundo se debe a
Vincula ambas cosas en la dimensión de estricto ocultamien-
que hay algo así, pues así tienen lugar el ser y la vida. Por eso
to. De ahí que sea característica del tiempo intermedio que
Tomás refiere también a menudo esta frase al Creador.
se extiende hasta la revelación definitiva y visible de la
salvación. La imagen de la irradiación está orientada por la luz, el
Para mí, una piedad eucarística pone insuperablemente de calor y el fuego. Aplicada a la espiritualidad, debería hablarse
relieve, por decirlo así, el carácter consolador del Evangelio. de una espiritualidad del don de sí.
Dios está entre nosotros y junto a nosotros de manera inicial, Y al revés -si la frase admitiera una inversión lógica-: el
casi sólo simbólica, pero real. Y una veneración mariana mal se debería representar como lo que destruye, devora, no se
correctamente entendida, como M. Lutero la cultivó durante da a sí mismo, sino que consume. No es comunicativo, sino
toda su vida, procede de la alegría por la encarnación. Sólo que absorbe; no enriquece, sino que empobrece. La frase,
quien aisla estas afirmaciones de acuerdo con el individualis- fuera cual fuera su origen, pudo convertirse fácilmente en el
mo occidental de la época moderna puede dejar de entender- vehículo de afirmaciones cristianas que podían abarcar desde
las correctamente. Pienso en formulaciones de los himnos la creación hasta la gracia. Dios no es aquel al que se aspira y
Akathlstos como éstas: «Alégrate, país de la promesa; alégra- se alcanza como una meta última, sino que Dios se da como
te, criada del sagrado banquete; alégrate, tenue luz del día, una fuente viva (junto a la imagen de los rayos del Sol, la ima-
pues se revela el misterio; alégrate, pues eres el trono del gen de la fuente es el segundo medio importante para ejem-
rey...». plificar la frase).
Ambas imágenes se juntan cuando el Espíritu Santo pre-
sente en los corazones es denominado consecutivamente fons
El bien se conoce por su irradiación vivus, ignis, caritas («fuente viva», «fuego», «amor»).
Para ilustración de lo dicho, una imagen tomada de Ber-
Una de las frases más conocidas de la escolástica reza así: «El nardo, de los Sermones sobre el Cantar de los Cantares, 13,3:
bien se conoce por su irradiación» (bonum est diffusivum sui). «Mucho de la gloria de Dios no sale de ti, pero pasa por ti
Sólo en Tomás de Aquino aparece once veces, según mis cál- {transeúnte per te); no se adhiera nada a ti, como si fuera tu
culos. Lo decisivo no es si la frase procede o no del neoplató- obra».
200 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? TEOLOGÍA DE LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 201

En este punto mantenemos estas sugerencias. Si la frase «Nadie puede dudar de si es o no amado cuando ama. El
sobre la irradiación del bien es un principio de la creación, amor de Dios precede a nuestro amor y es, a su vez, res-
desde luego hay poco que objetar contra su validez universal. puesta a nuestro amor a Dios. ¿Cómo no iba Dios a amar
de nuevo a los que amó antes de que lo amaran? Nos amó,
y nos amó primero. Prenda de este amor es el Espíritu
Dios hace justo al hombre Santo, y el testigo fiel de este amor es Jesús, el
La espiritualidad como puente Crucificado. ¡Oh doble y fortísima prueba del amor de
Dios por nosotros! Cristo muere y nos obtiene ser amados;
Tal como la presentamos aquí, la espiritualidad es algo situa- el Espíritu Santo viene y hace que seamos amados. Aquél
do entre la «fe» y las «obras»; más bien una mediación afec- nos anuncia su abundante amor, éste lo regala. Aquél es
tiva, el puente decisivo. En el Nuevo Testamento, este puente objeto de nuestro amor, éste su fuerza. Aquél es, por tanto,
se llama normalmente siempre: dad siempre gracias, invocad causa, éste acicate del amor. ¡Qué necedad, ver a Cristo
día y noche a Dios, alegraos en todo momento, orad sin cesar Jesús morir en la cruz y no dar gracias! Desde luego, esto
(por ejemplo, 1 Tes 5,16). Con esta referencia a la continuidad puede suceder si el Espíritu Santo no está en nosotros.
se crea algo que, en general, dio mucho que hacer al cristia- Ahora bien, el amor de Dios ha sido derramado en nues-
nismo primitivo: continuidad e identidad. Pues los cristianos tros corazones mediante el Espíritu Santo que se nos ha
están marcados por esto. Tienen necesidad de ello para que la dado. Porque fuimos amados podemos amar, y porque
conversión no sea humo de pajas. amamos seremos aún más amados» (BERNARDO DE
La espiritualidad, por tanto, es reconocible una vez más CLARAVAL, Carta al preboste Tomás = 107 § 8).
como forma premoral de la fe que alcanza hasta nuestra vida
cotidiana. Se realiza en virtud de la radiante presencia del Por decirlo de manera categórica: insistir en el amor y la
santo nombre de Dios en medio de nosotros. Esto nos sostie- alegría no entraña para el hombre ninguna divinización ni glo-
ne en la vida cotidiana sin que tengamos que hacerlo nosotros. rificación, sea del tipo que sea. Entraña más bien que las «ma-
nos vacías» con que solemos presentarnos ante Dios no que-
dan erigidas en ideología, ni conducen después a un desánimo
Contra alternativas falsas general y dilatado. No hay que repetir sin cesar que no pode-
En la práctica eclesial -evangélica-, a menudo una doctrina mos hacer nada; existen también otras imágenes verdaderas
degenerada de la justificación es más bien un obstáculo para para describir la relación entre Dios y hombre.
la práctica de una espiritualidad de orientación bíblica. Des- Este comportamiento está marcado con demasiada fre-
graciadamente, con ello se produce como resultado la popular cuencia por el miedo omnipresente a atribuir al hombre un
bipartición, inadecuada para los textos bíblicos, entre activi- «mérito». Pues tan pronto como aflora aunque sólo sea un
dad y pasividad del cristiano en la cuestión de la «salvación». atisbo de mérito, se tiene la sensación de traicionar la identi-
Pues en una comunión sólo puedo distinguir entre actividad dad evangélica. El motivo de las manos vacías cuaja además
(mis obras, mi participación) y pasividad (obrar de Dios) en ideología cuando no se quiere tomar parte en el juego por
cuando la considero desde fuera o cuando se ve metida en dis- miedo a olvidarse en él. A esto se añade una corrección verbal
putas y crisis. Las participaciones sólo se analizan cuando se cuidadosamente defendida, según la cual cada palabra impro-
sigue mirando atrás, no cuando se mira hacia adelante. Por el pia podría perturbar la fe en la causalidad única de Dios. Pues
contrario, en este libro se ha insistido mucho en un modelo de éste sería el principal delito.
comunión entre Dios y hombre que está determinada por el La seriedad y la veracidad son propias, con toda certeza,
amor y la alegría. Naturalmente, en esta relación está claro de esta espiritualidad. Pero el inducido horror al mérito y al
quién ama primero. orgullo humano, a la sana conciencia de sí, y el fomento de un
202 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? TEOLOGÍA DE LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 203

altruismo radical supuestamente sólo cristiano, tienden en La explicación habitual, por el contrario, se dirige gene-
dicha espiritualidad a hacer del cristianismo una cuestión fría ralmente contra esa parte de la cristiandad que, en general,
y sin alegría. Los viejos miedos son simplemente sustituidos conoce oraciones más largas (las cuales, además, se conside-
por otros nuevos. ran como «mérito de la oración» y «ejercen presión sobre
Es probable que esta «espiritualidad», quizá no precisa- Dios»).
mente dichosa, requiera la ayuda que puede llegarle del mode- Sin embargo, nuestro problema no es la exteriorización de
lo del amor y la alegría. Pues probablemente por eso hablan la oración, sino que los cristianos (ya) no oran en absoluto. La
tanto los místicos del siglo xn de amor, de amistad, de abrazar prueba de que se desconoce completamente la situación se da
y besar, de alegría contagiosa y de la ternura del corazón: por- cuando se convierte Mt 6,7 en la autoconfirmación evangélica
que la seriedad de la vida austera siempre corre el peligro de frente a judíos, católicos y paganos, y cuando se hace pretex-
malograr el alegre mensaje del Evangelio. tando: «¡Eso no puede pasarnos a nosotros!». Que no pueda
Yo considero la justificación como el acto por el que Dios pasar resulta bastante grave.
acepta al hombre, lo adopta. Cuando, por tanto, el cristiano es Pues la oración (lo mismo que el ayuno y la limosna) se
adoptado como «justificado», esta nueva relación implica que considera peligrosa. Y uno se comporta en estas actividades,
aquél puede vivir en compañía de Dios (convivencia). Gracias si es que se lanza a ellas en absoluto, como si se siguiera el
a la resurrección, la muerte no tiene ningún poder sobre esta consejo de la abuela y se fuera a tomar lecciones de baile con
relación vital. La justicia no es en este caso la meta, sino el un casco protector en la cabeza.
comienzo. Una frecuente explicación evangélica respecto de todas las
Así, la distinción entre activo y pasivo se convierte a formas de piedad (incluso las que no aparecen en Mt 6) es que
menudo, de manera abusiva (!), en el pretexto para una cierta todo lo visible y referido al afecto (retórica) es ambivalente y
indolencia. peligroso, por lo que resulta preferible renunciar a ello. ¡Co-
mo si sólo la interioridad fuera pura y estuviera exenta del
peligro de la autocomplacencia! Pero, sea porque esto es váli-
Contra el miedo a la visibilidad do o porque se querría de buena gana que lo fuera («¡Sólo lo
invisible agrada a Dios!»), está de más tanto el ir a la iglesia
La exhortación de Mt 6,6-8 se ha traducido en Berger/Nord como el dar dinero. Una vez más, éstos son abusos y malen-
incluyendo comentarios para evitar el malentendido de inter- tendidos que no captan la sustancia.
pretar que no se puede orar por más tiempo o con reiteracio- No son sólo los miedos a la corporalidad y la visibilidad
nes: «Cuando ores, entra en tu habitación, cierra la puerta y (véase más arriba en «Forma»), sino también miedos evangé-
ora a tu Padre allí donde nadie lo vea. Tu Padre, que ve lo que licos relacionados con la identidad que conducen a una rela-
nadie salvo él ve, te lo recompensará. Cuando oréis, no digáis ción dividida respecto de la oración. A esto se añade la popu-
muchas palabras vacías y tontas, como las que dicen los laridad de la invitación de Dietrich Bonhoeffer a una interpre-
paganos a sus ídolos vacíos y tontos. Pues piensan que sólo tación no religiosa del cristianismo. Es de esperar que la sos-
se les atenderá diciendo muchas palabras a muchos ídolos. pecha global sobre la religión se reconozca pronto como un
¡No les imitéis en eso! Pues vuestro Padre es Dios, y él sabe camino errado.
lo que necesitáis antes incluso de que lo pidáis». La entera teoría de la piedad invisible sirve, en esta época
Esta traducción pretende dejar claro que el contraste de de los medios de comunicación, sólo como elemento correcti-
que se trata es el que se da entre los paganos y sus muchos vo, pero no como afirmación autoritativa y completa sobre el
dioses y el Dios de Jesús, el que se da entre palabras vacías asunto. También en el evangelio de Mateo preceden a Mt 6 los
(parloteo) y palabras llenas de confianza dirigidas al Padre de versículos 5.14-15, sobre las obras de los cristianos como luz
Jesús en el cielo. del mundo. Jesús prohibe el orgullo vacío y el sacrificio sin
204 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? TEOLOGÍA DE LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 205

amor, y con ello aborda críticamente la relación entre interio- que convierte a los hombres en hijos de Dios y libera al mun-
ridad y visibilidad que se plantea en cada piedad. Para mí es do de la muerte. Cuando el Espíritu de Dios actúa entre los
importante recuperar en este pasaje la tridimensionalidad de la hombres, hace desaparecer las distinciones separadoras, por
piedad cristiana. El cristianismo debería hacerse visible en ejemplo la de judíos y paganos y la de varón y mujer. ¿Qué
todo lugar imaginable de la vida pública; y si lo hace movido supone esta conocida fenomenología del Espíritu para la cues-
por la alegría, no se debe dejar carcomer por la autocrítica. tión de la espiritualidad?
Cuando actúa el Espíritu de Dios, Dios sale de sí. No per-
manece escondido tras el mundo, sino que entra de manera
Formas complementarias de piedad absolutamente radical en la contingencia. Al despojamiento
de sí que Dios realiza en el Hijo corresponde, de modo para-
Posiblemente son dos las expresiones fundamentales de pie- lelo, el realizado en el Espíritu Santo. Y de la misma manera
dad cristiana. Una de ellas está orientada al Viernes Santo, por (o, mejor, en vista de ello) el hombre lleno del Espíritu Santo
mencionar un lugar común, y pone en el centro el pecado, la sale de sí, olvida sus fronteras y exulta o ama. En todo caso,
culpa, el juicio vicario sobre Jesús y la sentencia absolutoria, la actividad del Espíritu es una comunión nueva entre Dios y
la misericordia. La otra está orientada a la Pascua y pone en el hombre, posible porque ambos han salido de sí por amor.
centro la alegría, la bienaventuranza, la transformación y la La frecuente queja de que el Espíritu Santo es muy poco
risa que tiene por objeto la muerte y el diablo. Ambas formas tangible se refiere en realidad sólo a Dios en su total incom-
son ya muy antiguas y no cabe aplicarlas inequívocamente a prensibilidad. O, dicho de otro modo: las dificultades con el
confesiones concretas. No cabe contraponerlas entre sí ni con- Espíritu Santo muestran que también nos tomamos a la ligera
vertirlas en el motivo de nuestra valoración. También en el el modo de hablar de Dios. Puede que la humanación del Hijo
presente libro debe hacerse justicia a cada una de ellas. El nos induzca a explicarnos también al Padre.
hecho de que la espiritualidad de tipo oriental tenga cierta pre-
ponderancia desempeña una función correctiva. Como ilustración, véase la theologia negativa practicada en el
prefacio n. 923 del Corpus Praef.: «Tú eres antes de todo tiem-
po y permaneces para siempre. Tu eternidad carece de principio,
Espiritualidad y Espíritu Santo tu divinidad de fronteras, tu vida de edad, tu sabiduría de medi-
da, tu amor de final, tu perdón no exige contrapartida alguna».
¿No tiene que ver la espiritualidad especialmente con el spiri-
tus, el Espíritu Santo? La moderna corriente del event se com-
place en llamar la atención sobre los carismas especiales El Dios trino como tema religioso
entendidos (con 1 Co 12) como dones del Espíritu Santo (don
de lenguas, dones de curación, de profecía...). En este punto La Trinidad es el Padre, la Palabra y la Respuesta. En conjun-
no vamos a extendernos sobre ellos, porque, según los entien- to, se trata de una cooperación; Dios es un acontecer. Se acen-
de la Biblia misma, se trata de fenómenos extraordinarios. En túan principio y final. El Padre es el comienzo y origen; el
cambio, lo que en este libro nos interesa es más bien la vía Hijo, la manifestación en la que el origen sale de sí hacia
general de acceso. fuera. En cuanto Respuesta, el Espíritu Santo está referido a la
Palabra. Es Dios precisamente en cuanto respuesta de la cria-
Paso de fronteras tura. Ésta alaba mediante su existencia, responde mediante su
cántico u oración y actúa según la voluntad de Dios con la
La actividad del Espíritu Santo es siempre un paso de fronte- fuerza del Espíritu Santo. Todo lo que de este modo es res-
ras. El Espíritu de Dios pasa la frontera existente entre Dios y puesta, lo efectúa Dios como Espíritu Santo «in situ» en la
hombre o incluso, al final, la existente entre Dios y mundo y criatura, inseparablemente entretejido con su sí.
206 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? TEOLOGÍA DE LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 207

Para nuestra devoción a Cristo, esto significa que estamos El papel revelador e iluminador del Espíritu Santo encua-
metidos con Jesús en un acontecer misterioso, en el que Dios dra estas afirmaciones de Guillermo. La parte central del
y hombre se ven cada vez más intensamente entrelazados el texto, por el contrario, la constituyen afirmaciones engarzadas
uno con el otro. Por eso ya las antiguas liturgias llaman a a modo de letanía, predominantemente nominales en su esti-
María el «telar de Dios», pues en ella se urde en un tejido lo lo. Describen la actividad del Espíritu de Dios como inaudita
que después sucede también en cada hijo de Dios: Dios se ternura y suavidad. Lo que el Espíritu Santo, según el Nuevo
compromete con nosotros hasta tal punto que él mismo pro- Testamento, depara a los demás hombres como solicitud amo-
voca en nosotros la respuesta (en cierto modo el eco) modela- rosa en el sentido de una ética de la suavidad -como frutos del
da individualmente caso por caso. Considero el asombro ante Espíritu- lo regala aquí a cada cristiano. La protección que el
este acontecimiento como uno de los caminos que llevan a una hombre no encuentra ni en la Iglesia nacional ni en el inquie-
espiritualidad. to y agitado ámbito público se le dispensa abundantemente a
quien pide el Espíritu Santo.
Himno al Espíritu Santo
«Que tu poder nos dé la luz de tu Espíritu, cuya sabiduría
«Apresúrate a obtener participación en el Espíritu Santo. nos crea, cuya fidelidad nos renueva, cuya providencia nos
Si se le invoca, está ahí, gobierna» {Corpus Praef, n. 410).
pues no sería invocado si no estuviera ya ahí.
Y cuando viene como invocado, viene con la plenitud de «Que el Espíritu, el Defensor, venga a nosotros. Que habi-
las bendiciones de Dios. te en nosotros y nos convierta en el Templo de su grande-
Él es una corriente impetuosa que recrea la ciudad de Dios. za. Visita, oh Dios, junto con tu Hijo unigénito, este Tem-
Si en su venida te encuentra en humildad y paz y reveren- plo siempre con benevolencia y danos luz mediante el res-
te para con las palabras del Señor, plandor celestial con que en nosotros habitas» (Corpus
permanecerá tranquilo sobre ti y te revelará lo que Dios ha Praef, n. 312).
ocultado a los sabios y entendidos de este mundo,
y te empezará a manifestar lo que la Sabiduría en la tierra La liturgia maronita de difuntos consuela con una hermo-
quería decir a los discípulos, pero que éstos no podían sa imagen sobre el Espíritu Santo: «Como el águila se cierne
sobrellevar antes de que viniera el Espíritu Santo, que alrededor de su nido y extiende sus alas sobre sus polluelos,
había de enseñarles la verdad completa... así se cernirá el Espíritu Santo sobre tu cuerpo; tú te revestis-
En las tinieblas y en el no saber de esta vida, sólo él es para te de él en el bautismo y le has servido con magnificencia».
los pobres en el espíritu la luz iluminadora,
él es el amor atrayente y seductor,
él es el toque suave. Un texto infravalorado de la mística cristiana primitiva
El es el acceso del hombre a Dios,
él es el amor del que ama, El escrito cristiano primitivo Odas de Salomón (en alemán
él es el recogimiento, ahora en Berger/Nord, pp. 935-971 [versión castellana en A.
él es la entrega. DÍEZ MACHO (dir.), Apócrifos del Antiguo Testamento, Tomo
Él revela a los creyentes "de fe en fe" la justicia de Dios, III, Cristiandad, Madrid 1982, pp. 61-100]) lleva un título ina-
pues él otorga "gracia por gracia" propiado; debería llamarse: «Himnos y oraciones de Jesús y
y por la fe del puro oír, la fe iluminada interiormente». de la comunidad». La obra, que no tiene absolutamente nada
que ver con Salomón, fue escrita por cristianos en torno al año
(GUILLERMO DE SAINT-THIERRY, El espejo de la fe § 46) 140 d.C.
208 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? TEOLOGÍA DE LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 209

Además, este escrito está mal clasificado desde el punto de Ejemplo: Oda 3
vista teológico. Manuales más antiguos lo califican de gnósti-
co, probablemente porque en él se habla con mucha frecuen- «Voy a revestirme (del amor del Señor).
cia de sabiduría, conocimiento y luz. Sin embargo, no contie- Dios es como un cuerpo con todos sus miembros.
ne nada específicamente gnóstico. Es más bien un tesoro sin Como un miembro vive gracias al cuerpo,
desenterrar de espiritualidad cristiana primitiva. Los 41 textos así vivo yo gracias a él.
más largos conservados se sitúan teológicamente en el nivel Y El me quiere.
más alto, son comparables en lenguaje y densidad teológica a Yo no habría sabido amar al Señor,
Pablo, al evangelio de Juan y a la primera carta de Juan, y si El no me hubiese amado.
constituyen desde el punto de vista del contenido el eslabón ¿Quién puede comprender el amor,
más importante entre el cristianismo primitivo y la himnodia a no ser el que es amado?
eclesiástica primitiva, que, en lo que respecta al siglo n, sólo Yo quiero al amado, y mi alma lo ama
ha sobrevivido en unos pocos ejemplares. En estos himnos, y donde está su descanso también estoy yo.
puestos en boca de Cristo mismo o de la comunidad de los No seré un extraño, porque no hay envidia'
redimidos, aparecen ya todos los temas importantes del fenó- en el Señor Altísimo y Misericordioso.
meno más tarde llamado «mística» (camino, luz, amor, ale- Estoy unido a Él, porque el amante ha encontrado al amado
gría, guía...). En esta obra, todo eso se aplica ya también al y, puesto que al Hijo amo, me convertiré en hijo.
amor nupcial como imagen de la relación del cristiano con Pues el que se une al que no muere,
Dios (por ejemplo, 3,5). también él será inmortal.
Y el que se complace en la vida,
viviente será.
Éste es el Espíritu del Señor, sin engaño, que instruye a los
hombres para que conozcan sus caminos:
Ejemplo: Oda 10 "Sed sabios, tened conocimiento y velad".
Aleluya».
«El Señor ha dirigido mi boca con su palabra
y ha abierto mi corazón con su luz.
Teología monástica y no (sólo) académica
Él ha hecho habitar en mí su vida inmortal
y me ha concedido proclamar el fruto de su paz, Las últimas décadas han llevado a la idea de que en la Edad
para convertir las almas de los que quieren venir a El Media, junto a la tradición escolástica de pensamiento, hubo
y capturarlos en un hermoso cautiverio hacia la libertad. también una modalidad monástica de teología que seguía sus
Me hice fuerte y robusto y he prendido cautivo al mundo, propias reglas. Verdad es que ambas se encuentran a veces en
y ha sido para mí para alabanza del Altísimo, de Dios mi uno y el mismo autor juntas o dispuestas sucesivamente; pero
Padre. tanto en su estilo como en sus resultados ambos caminos son
Se congregaron a una los pueblos que estaban dispersos, perceptiblemente distintos.
y yo no fui mancillado por mi amor (hacia ellos), El método escolástico, con sus formas estrictas, se orienta
porque me alabaron en las alturas. según la retórica de cuño jurídico. Los argumentos en favor y
Huellas de luz fueron puestas en su corazón,
caminaron en mi vida, fueron salvados
1. Literalmente: «No hay envidia en Dios». Quizá se trate del topos de la
y se convirtieron en mi pueblo para siempre. mitología griega, según el cual los dioses dan abundantemente sin des-
Aleluya». pués verse abocados a envidiar a los hombres.
21O ¿QUÉ BS LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? TEOLOGÍA DE LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 21 1

en contra de una tesis tienen siempre el carácter de una causa tud al Padre quien no lo ama perfectamente» (Sermones sobre
legal. Desde el punto de vista del contenido, Aristóteles sobre el Cantar de los Cantares, 8,9).
todo significó un gran enriquecimiento que hizo época, espe- Véase sobre esto, en el mismo lugar: «Dichoso beso que
cialmente en lo tocante a la mirada objetiva sobre el mundo. lleva al conocimiento de Dios y al amor del Padre, el cual
En el camino que pasa por la ortodoxia protestante, que a nunca será conocido en plenitud sino cuando sea amado
veces se orientó igualmente según Aristóteles (Helmstedt), perfectamente».
este modo de argumentar (incluidos los compendios) determi- La articulación de este libro sigue por lo general los pila-
na hasta hoy las vías y métodos de trabajo de la teología aca- res de esta teología. Si estoy en lo cierto, éstos todavía están
démica. Un vistazo a las notas a pie de página de cualquier por comprender. Se trata de los siguientes elementos básicos:
tesis demuestra que la autoridad y la razón se han convertido
en un tándem clásico. - los afectos (interiores): anhelo, amor, alegría, suavidad, ter-
Completamente distinto es lo que sucede en la teología nura («dulzura»)...;
monástica. Sus testimonios escritos no están claramente sub- - la forma: ser formado, ser conformado, ser transformado...;
divididos y articulados. Aristóteles y su cosmovisión profana - novia, novio, abrazar, besar, beso, unirse...;
desempeñan en ella un papel tan reducido como otros filóso- - comprender mediante lo igual, conocerse a sí mismo y a
fos antiguos. Por el contrario, el lenguaje está totalmente Dios;
impregnado por la Biblia, y a menudo las citas se enlazan unas - luz, iluminar, tiniebla.
con otras y con las palabras del exegeta (casi siempre las de
esos pasajes que todavía hoy nos sabemos de memoria, debi- Salta inmediatamente a la vista que no se trata de un
do a su utilización en la liturgia de las horas). El florido len- sistema.
guaje de impregnación bíblica está abierto a manifestaciones Durante largo tiempo, la cuestión de a qué tipo de pensa-
del corazón y también a himnos y oraciones. Los ejemplos miento pertenecía el futuro en la Iglesia pareció aclarada. La
probablemente más típicos de teología monástica son las escolástica se convirtió en la teología académica. Ésta es co-
Meditativae orationes («Discursos contemplativos») de municable y racional, estaba en principio abierta a la Ilustra-
Guillermo de Saint-Thierry y el escrito Sobre la visión de ción y no pudo menos de secularizarse a fondo.
Dios (De visione Dei) de Nicolás de Cusa. Pero las cosas ya no están tan claras en ese punto. Aunque
J. Leclercq (Wissenschaft und Gottverlangen, 1963) consi- la Ilustración sigue gozando de gran estima, hoy en día se
deraba típicas de la escolástica la quaestio (el «problema») y reconocen con mayor intensidad sus límites y se le invita a la
la disputatio (la discusión científica con pros y contras); de la autocrítica. Tampoco el uso de la razón en la teología queda
teología monástica, por el contrario, la secuencia de lectio exento de ello.
(lectura de un texto), meditatio (reflexión, ligada a la «rumia» La teología monástica querría hacer fecundos para la teo-
de textos bíblicos), oratio (discurso edificante, oración, logía dos planteamientos: la experiencia mística de Pascal del
himno) y contemplatio (implicación personal). La interpreta- Dios de Abrahán, Isaac y Jacob -y no de los filósofos-; y la
ción de la Escritura por la Escritura se ha de entender, además, importante exigencia de J.B. Metz a toda hermenéutica en el
como un principio monástico. La teología monástica vive del sentido de que la teología debe exponerse al choque con la
stupor (sorpresa) y la admiratio (admiración). realidad, porque el teólogo, debido al sufrimiento observado
Sobre el condicionamiento afectivo y religioso de este tipo en el mundo, difícilmente puede seguir hablando teológica-
de teología escribe Bernardo de Claraval: «El amor de Dios mente de manera abstracta y alejada de la historia.
por nosotros es fuente de todo el conocimiento que podemos La correlación fundamental existente en la teología mo-
alcanzar de Dios; para nosotros no es posible un conocimien- nástica (especialmente en Bernardo de Claraval) entre conoci-
to religioso de Dios sin amor. Nunca podrá conocer en pleni- miento de sí y conocimiento de Dios tiene mucho a su favor.
212 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? TEOLOGÍA DE LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 213

La significación de la «experiencia» (experientia) sale en A ellos pertenecen también la significación de los senti-
principio al encuentro hasta de una comprensión del mundo mientos y de la condición idílica en la transformación del
marcada por las ciencias naturales; en cambio, «autoridad» y mensaje (véase sobre la condición idílica de la historia de la
«razón» han perdido su atractivo. E. Drewermann no ha sido Navidad: K. BERGER, Hermeneutik des Neuen Testaments,
el único capaz de reunir a numerosos partidarios bajo la ban- 1999', pp. 183-190), la de la reconstrucción de las experien-
dera de la «experiencia». La significación de ésta queda plas- cias y también la de la vida religiosa cotidiana. ¿Hasta qué
mada, por ejemplo, en los artículos de la recopilación Reli- punto era real en eso el papel de la magia? Sobre Bernardo de
gióse Erfahrung (München 1992), de W. Haug y D. Mieth, y Claraval se ha dicho: «¡Con qué precisión conocía este monje
también ha llegado a ser importante en mis propios libros de metido en su celda el corazón humano! ¡Todo novelista podría
temática religiosa. Así, se puede decir perfectamente con U. aprender de él!». Pues la experiencia religiosa es para él un
Kopf que la teología monástica «señala permanentemente «proceso afectivo, no racional, cuyo órgano [son] los sentidos
hacia el futuro -como la teología de planteamiento verdadera- interiores». ¿Cómo decía el juego de palabras escolástico?
mente moderno-» (Religiose Erfahrung in der Theologie Experto ere de Roberto!
Bernhards von Clairvaux, 1980, p. 134). Con razón destaca
Kopf que la Biblia se valora también a ojos vistas como plas- Considero un ejemplo para la relación entre teología monástica
mación de experiencias pasadas -y en absoluto principalmen- y escolástica el intento realizado más arriba (p. 110) de enseñar
te como catecismo. la doctrina del purgatorio hoy. En él, evidentemente, el medio
modifica también el lenguaje, de manera que falta la precisión
Ahora bien, por un lado se ha de afirmar con energía que de los conceptos.
apenas habrá alguien (y, desde luego, no seré yo) que quiera
dejar de lado el método histórico de la crítica bíblica que le
debemos a la Ilustración. Al contrario, quienes manejan dicho La relación entre espiritualidad y mística
método han de ser cordialmente alentados a pedir nuevas acla-
raciones críticas, por ejemplo acerca de la dependencia de la Malentendidos corrientes
elaboración de hipótesis respecto de la filosofía (alemana) de
Al principio pensé dar a este libro el título «¿Qué es la místi-
turno.
ca cristiana?». Pero una encuesta entre lectores-tipo dio como
Por otro lado, sin embargo, también se puede decir que la resultado que, en su mayoría, éstos valoraban negativamente
exégesis, con su tipo de control sobre el corazón del cristia- la palabra «mística». Muchos opinaban que la mística es enga-
nismo, no es en modo alguno inocente de la situación actual ño y trampantojo; otros pensaban que la mística es típicamen-
de la(s) Iglesia(s). Esto se puede decir en particular porque a te pagana y que, en cuanto autodivinización, no tiene lugar
los ataques contra Jesús y los inicios del cristianismo que se alguno en el cristianismo. En la mayoría de los casos, con la
producen en los grandes medios de comunicación de este país palabra «mística» se asociaban: «enfermo», «exaltado»,
apenas se suelen dar, en cada caso, réplicas o alternativas cre- «mirada extraviada», «muy privado», «almibarado», «ampu-
íbles. Quien intenta darlas se ve rechazado con el argumento loso», «encantamiento», «irreal», «risible», «sexualidad per-
de que los lectores «no están interesados por la religión». vertida con Dios»...
Existen accesos a la Biblia que pueden poner de nuevo en
explotación la riqueza de ésta sin ser por ello aburridos ni fun- Mística y espiritualidad
damentalistas. El hecho de que a éstos pertenezcan sobre todo
la capacidad de dejarse sorprender, la capacidad de asombrar- Ahora bien, la palabra «mística» se puede llenar de un signi-
se y de amar, vuelve ya a convertir en plenamente actuales tres ficado distinto y recibir también una valoración en consonan-
importantes temas de la teología monástica. cia con dicho significado.
214 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? TEOLOGÍA DE LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 215

En el presente trabajo, la mística se valora positivamente y Puesto que Jesús vive según el principio «dejarlo todo
se entiende como encuentro consciente con «personas» del - poseerlo todo», practica la regla fundamental de toda místi-
mundo invisible de Dios. Dicho más sencilla y bellamente: la ca en general.
mística es conexión con el cielo, es una relación generalmen-
te verbal con aquello que trasciende toda palabra.
«Espiritualidad» es, evidentemente, el concepto más am- ¿Une la mística a las religiones?
plio de los dos, y en la presente obra se ha entendido como
impregnación del mundo cotidiano con experiencia religiosa. El problema
La mística es una forma de espiritualidad. Es más bien radical
que cotidiana. Por eso contiene experiencias que en este libro En un tratado místico budista {Milarepas gesammelte Vajra-
hemos omitido: la «noche oscura» y el éxtasis, las visiones y Lieder II, 1997, pp. 149-153) se describe la visión de un soli-
los milagros. Puede que cada forma de espiritualidad aboque tario (Milarepa) en la que éste ve una fila de muchachas jóve-
a una mística determinada. nes y atractivas que representan determinadas virtudes. Una
visión muy parecida conservó el Pastor de Hermas, obra pro-
Así, también la mística tiene sus aspectos técnicos. Según los cedente del cristianismo primitivo (hacia el 115 d.C): Hermas
textos de Hekhalot editados por P. Scháfer, uno se prepara para
la experiencia mística permaneciendo sentado durante veinte ve un grupo de muchachas jóvenes y atractivas que represen-
días en un cuarto alimentándose únicamente de agua y verduras tan virtudes concretas (Parábolas, 9,13-15 [Berger/Nord, pp.
y de una clase determinada de pan. No se deben contemplar 896ss]). En ambos casos se excluye el contacto sexual, se pre-
colores ni mujeres, y se deben repetir determinadas oraciones tende representar el atractivo de las virtudes... He aquí un
como «sello», es decir, como protección contra los espíritus que ejemplo de afinidad interreligiosa entre movimientos místicos
toman a mal una penetración del hombre en su esfera... Con la con finalidad ética.
correspondiente preparación, la experiencia mística resulta ac- La llamativa significación de la sexualidad nupcial se
cesible y en absoluto forzada. En la época de Jesús, el problema encuentra de manera parecida en una tradición común al juda-
para los hombres no se sitúa en el ámbito de la doctrina de la jus- ismo, el cristianismo y el islam. En las tres religiones el amor
tificación, que se ha transmitido a la experiencia espiritual (téc- nupcial se convierte reiteradamente en la imagen de la rela-
nica, posibilidad de forzar), sino en un lugar totalmente distinto.
El problema radica más bien en si el espíritu que tropieza con- ción entre Dios y hombre.
migo es bueno o malo. En la fiesta judia de la simjat thora (alegría en la tora), los
judíos toman entre sus brazos el rollo de la tora como a una
novia, y lo estrechan contra su pecho bailando y cantando. En
Características comunes los cánticos de bienvenida al comienzo del sábado, también el
La verdad de la espiritualidad y de la mística no es la del tener sábado es celebrado como una novia.
razón, sino la del amor; en ellas, falsa es la negación del amor. Citemos asimismo, como ejemplo, una poesía de Arabi,
En ambos casos se trata, no de la liberación del cuerpo, probablemente el mayor místico musulmán (muerto en 1240
sino de una liberación del pensamiento abrumador. La de- en Damasco), acompañada por las observaciones del mismo
ficiencia no consiste en que estemos ligados a un cuerpo; con- Arabi a modo de comentario.
siste en nuestras ideas.
Sea cual fuere el nombre que se le quiera dar, lo que hizo «¡Oh tú, templo antiguo! Ha amanecido para ti una luz que
Jesús no atañe a la edificación ni a la arbitrariedad estética, resplandece en nuestros corazones.
sino -de manera muy literal en su orientación respecto de la A ti me quejo de los desiertos que he atravesado y en los
vida o de la muerte- a la pregunta relativa a lo que es capaz de que he derramado ríos desbordados de lágrimas.
dar firmeza. Ni por la mañana ni por la tarde disfruté del descanso.
21 6 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? TEOLOGÍA DE LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 217

Desde la mañana hasta la tarde proseguí sin tregua mi pon luz a mi derecha,
camino. luz a mi izquierda,
Los camellos siguen su marcha por la noche aun cuando luz detrás de mí y luz delante de mí,
tengan desollados los pies, y hasta aligeran el paso luz sobre mí y luz debajo de mí,
todavía más. pon luz en mis nervios
Estos poderosos camellos de montar nos trajeron hasta vos y luz en mi carne,
(Dios) con vehemente deseo, aunque no esperaban luz en mi sangre,
poder alcanzar la meta. luz en mi cabello
Recorrieron aprisa, por la aspiración amorosa a ti (Dios), y luz en mi piel.
soledades y parajes donde no llueve, sin por ello que- Dame luz, fortalece mi luz,
jarse de su cansancio. hazme luz»
No se lamentaron por el dolor del amor vehemente; en (Mahoma).
cambio, yo sí me quejé de cansancio. Ciertamente
incurrí en contradicción». ¿Es la marcada mística de la luz del siglo xn en Occidente
una respuesta a su contemporánea del islam? Pese a la seme-
Según el comentario de Arabi, el tema de esta oda reza así: janza, en el texto musulmán llama la atención el significado
«Mediante ascesis, vehemente deseo de Dios y paciencia en el positivo de la sensualidad.
sufrimiento, el hombre se convierte en Dios, adopta la natura-
leza divina». El camello es el deseo humano de Dios. Los ca-
mellos están exhaustos: las fuerzas naturales están consumi- ¿Es todo expresión de lo mismo?
das, el hombre precisa, sencillamente, de la gracia. El templo
antiguo equivale al corazón del hombre. La luz quiere amane- En este punto, la opinión pública parece determinada en buena
cer en el corazón y llevar a los miembros del cuerpo las ilu- medida por una corriente alemana de las ciencias de la reli-
minaciones divinas. Son los principios de participación y de gión marcada por los nombres de Friedrich Heiler (1892-
difusión, conocidos en muchos tipos de mística. 1967) y Annemarie Schimmel, maestro y discípula.
Los temas del deseo, el amor y la paciencia son también
puntos esenciales de la mística bíblica, como se ha indicado En Alemania, el nombre de F. Heiler está inseparablemente
unido a la aparición del movimiento Una-Sancta. Ya en los años
anteriormente. Sobre todo, es común el modelo básico del cincuenta del siglo xx, éste fue asumido por los benedictinos
camino (también por el desierto). El problema reside en la (por ejemplo, por el P. Thomas Sartory, OSB). Lo cual tampoco
valoración de esta afinidad. ¿Qué significa desde el punto de es casual, pues en los años noventa de ese mismo siglo esa
vista histórico y teológico? misma orden será pionera en la aceptación occidental del budis-
Teniendo en cuenta el significado que tiene precisa- mo zen. También Thomas Merton, el trapense estadounidense
mente para los primeros cistercienses el contraste luz-tiniebla, fallecido en 1968, perteneció a una orden benedictina -por
la siguiente oración de Mahoma puede remitir a analogías tanto, a la corriente de órdenes de orientación más intensamen-
directas: te contemplativa, junto a los cartujos y los carmelitas-. Thomas
Merton abogó durante muchos años por el diálogo con la místi-
«Oh Dios, pon luz en mi corazón ca oriental. Puso especialmente de relieve la significación
común de la soledad, el silencio y el vacío.
y luz en mi alma,
luz en mi lengua, Según tal opinión, todas las religiones son únicamente
luz en mis ojos expresión de una sola, de «la» religión (véase la última gran
y luz en mis oídos. obra de F. HEILER, Erscheinungsformen und Wesen der
218 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? TEOLOGÍA DE LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 219

Religión). Precisamente así procede A. Schimmel en sus com- en todo caso) sus experiencias como si las religiones -espe-
pilaciones, que apenas resultan legibles para el historiador. cialmente las monoteístas- fueran las grandes agitadoras y
Pero en ellas se reúnen e identifican entre sí constantemente belicistas entre los hombres. Después se hace gustosamente
las peculiaridades más dispares. Por ejemplo, bajo el título referencia al conflicto de Irlanda del Norte o a la lucha por
«Vino y amor» habla Schimmel (Wie universal ist die Jerusalén. Las sangrientas guerras de religión en el seno del
Mystik?, 1996, p. 107) de los cánticos espirituales de taberne- budismo casi nunca se mencionan, por desconocimiento.
ro del siglo xv, del sufismo y, finalmente, de un místico egip- Por otro lado, la referencia al carácter bélico de algunas
cio del siglo xni. Se provoca así la impresión de que la cone- religiones en algunas épocas, permite eximirse sencilla y
xión con la borrachera es una característica esencial de la fácilmente de cualquier obligación con respecto a «las reli-
mística. giones» en general, y entresacar para uso privado lo mejor, por
Sin embargo, en el capítulo en cuestión A. Schimmel habría así decirlo.
debido hacer al menos una cosa: decir que la mística cristiana Una gran inclinación a la armonía religiosa se ha apodera-
primitiva de la vigilancia rechaza expresamente toda forma de do de los hombres, hartos del esfuerzo de discutir, aun cuan-
«embriaguez». Esto hizo que en el primer milenio, hasta do sólo sea para aclarar o iluminar la propia postura.
Guillermo de Saint-Thierry, se evitaran rigurosamente el vino y En la mística, la unidad de todas las religiones parece estar
la borrachera incluso como metáforas místicas. Desde luego, en especialmente al alcance de la mano. Esta impresión se debe,
la fiesta del nacimiento de Juan el discípulo amado, el 27 de sobre todo, a dos razones:
diciembre (y, más tarde, también en el natalicio del Bautista, el
24 de junio), hay vino para beber como Johannisminne [«amor - el individuo, por regla general, sabe especialmente poco de
de Juan»] (!), pero esto sólo está documentado desde el siglo xn. mística, pues ésta casi siempre atañe a un reducido núme-
El principal problema de este punto de vista estriba, co- ro de personas que viven en lugares apartados y que, ade-
mo se ha indicado ya, en la frase de A. Schimmel: «Todo es más, con frecuencia callan a propósito de ello; por eso, vis-
uno en su origen», o «El amor es la fuerza central». Para A. tas desde esa distancia excesivamente grande, las diferen-
Schimmel, la mística se reduce a este hecho: «El gran río cias parecen volverse muy pequeñas;
fluye a través de todas las religiones». Al decir que todo es lo - en ocasiones, la voluntad de suprimir las diferencias entre
mismo o, a lo sumo, expresión distinta de lo mismo, se da, a las religiones pertenece al programa de algunas tendencias
mi modo de ver, un paso indebido de la forma de aparición a místicas; luego, esta intención se traslada al fenómeno en
la sustancia. Pues, dado que no estamos situados al margen de su conjunto.
nuestras formas y ritos, no podemos determinar suficiente- Arabi dedica una de sus poesías a la equivalencia de todas las
mente aquello de lo que todo lo demás debe ser «emanación». religiones: «Mi corazón se ha hecho receptivo a toda forma (de
Lo que aquí se plantea es el problema de «lo» «religioso» que culto religioso). Por eso es un pastizal para gacelas (sabiduría
subyace tras las figuras, la cuestión de la desmitización. Pues mística india), un monasterio de monjes cristianos, / un templo
no es posible separar la forma del contenido, o la expresión para ídolos, una Kaaba para un peregrino musulmán, las tablas
condicionada por su época de la cosa en sí. Esta «cosa en sí», de la ley de la Tora y el rollo del libro del Corán. / Soy adepto a
o lo uno que aparece «tras» o «en» todas esas manifestacio- la religión del amor místico. Sea cual sea el camino que sigan
sus camellos, ésa es mi religión y mi fe».
nes, se sustrae tanto a nuestro conocimiento y a nuestra expe-
riencia como la «cosa en sí» de I. Kant. El modo de enjuiciar Tampoco en la mística cristiana occidental se puede negar
y valorar la comparación interreligiosa es, por tanto, una cues- una tensión entre mística y dogmática. Cuando el Maestro
tión de método. Eckhart declara que la Trinidad es el ropero de la divinidad,
La posición de Schimmel es hoy sumamente popular, por- cabe preguntar, sin más, en qué medida queda con ello relati-
que los hombres una y otra vez experimentan (o interpretan, vizada la Trinidad precisamente en favor de una divinidad.
220 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? TEOLOGÍA DE LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 221

Estas impresiones provisionales se han de aclarar ahora de desarrollan comportamientos en la mesa, desde el «¡buen pro-
manera cuidadosa y objetiva. vecho!» hasta la bendición de la mesa y el darse las manos
todos los comensales.
Los culturemas están en cierto sentido insertos en la cons-
Sobre la postura fundamental titución biológica del hombre; por ejemplo, los signos o seña-
con respecto a las demás religiones les (digamos del lenguaje corporal) determinan, al comienzo
de un contacto social, su rumbo posterior. Preguntamos: ¿qué
La tesis de que sólo hay una religión con distintas modalida- circunstancia u oportunidad repetida sirve, pues, de base a la
des debería ser rechazada por razones gnoseológicas. mística?
Por otro lado, se puede decir que todo cuanto conecta Evidentemente, en muchas religiones o culturas, a la mís-
entre sí las religiones es bueno y laudable. Esta tesis no resul- tica le sirve de base la aspiración de los hombres a ampliar
ta evidente, porque, en la mayoría de los casos, la reacción de sustancialmente su experiencia o su saber. Esta ampliación
las personas piadosas e inquietas ante toda coincidencia real- tiene su precio. Supone abandonar, cambiar o suspender mu-
mente importante con otras religiones es de desconcierto. Lo chas cosas del estilo de vida llevado hasta el momento. O sea,
que vincula es bueno, porque tales descubrimientos contribu- limitarse en el estilo de vida llevado hasta el momento, para
yen a la paz y porque también se llega a conocer mejor la pro- poder adquirir algo nuevo en el ámbito de experiencia. La
pia religión cuando se ha comparado críticamente con otras. drástica restricción del estilo de vida acostumbrado posibilita
Ahora bien, la condición comparable de las religiones es el aumento de experiencias realmente nuevas que, debido tam-
muy obvia, especialmente en dos ámbitos: el de la sabiduría y bién al peso y corpulencia de lo habitual, parecían estar lejos.
el de la mística. Esto se debe a razones especiales. Así, para quien toma el camino místico cambia casi todo
Por «sabiduría» entiendo aquí sabiduría proverbial, como en el ámbito del comer y el vestir, la sexualidad y el tiempo
la que encontramos en Lao-Tsé, en sentencias sueltas de Jesús libre, el dormir y el movimiento, el hablar y la profesión, los
o en dichos sueltos de los sabios de Grecia o Egipto. La sabi- contactos humanos y el tipo de arte (música), el uso de la vio-
duría es internacional, y lo mismo cabe suponer en todo caso lencia y la obtención de alimento. Cuanto más elementales
de los géneros del dicho sapiencial. ¿Se puede decir lo mismo son los modos de comportamiento, tanto más radical e impor-
de la mística? tante es la «ruptura» exigida. Por supuesto, ésta no es sólo
«interior», sino que afecta normalmente a la vida entera... En
el fondo, se trata de una especie de trueque: quien abandona o
La mística en la comparación interreligiosa restringe lo acostumbrado se abre a la percepción de nuevos
aspectos de la vida que hasta entonces no le eran familiares.
Es cierto. «La» mística como continuo interreligioso unitario Se trata, por tanto, de una mezcla de estilo de vida y teoría del
no existe. Pero hay fenómenos en este ámbito que se aseme- conocimiento.
jan entre sí, y ello requiere una explicación. Ahora bien, ese trueque es «natural» en el fondo, y en todo
La moderna ciencia de las culturas del hombre (antropo- movimiento juvenil del siglo xx se encuentra algo parecido.
logía cultural) conoce lo que se ha dado en llamar «culture- Así, con frecuencia se ha optado por él cuando los hombres
mas», es decir, puntos fijos en la vida humana que se perciben ansiaban caminos nuevos. Al mismo tiempo, la tarea de lo
una y otra vez como tales y sirven para desarrollar la cultura. visible y palpable significaba una preparación para ello, y lo
A ellos pertenece, por ejemplo, el saludo humano. Es un cul- nuevo viene siempre por gracia, no según ley... El hecho
túrenla, porque en él se han desarrollado rituales muy diferen- de que el trueque discurra según la regla «Menos de lo habi-
tes de saludo. A veces no es ése el caso (!). También empezar tual significa más de lo nuevo» es, asimismo, perfectamente
a comer a la vez es un culturema, pues en relación con él se lógico.
222 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? TEOLOGÍA DE LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 223

En este punto, la cuestión se centra en una teoría del cono- Con respecto a la mística islámica: aparte de la diferencia con
cimiento perfectamente clara: la percepción depende del esti- el judaismo, lo principal es que el islam rechaza la relación
lo de vida. Por tanto, quien quiera percibir algo nuevo debe Padre-hijo en el trato con Dios. De ahí que desaparezca el
modificar lo que determina su estilo de vida. aspecto de familia. Éste, sin embargo, es esencial para los
Ciertamente el trueque es sólo el modelo básico, no se comienzos neotestamentarios de la mística cristiana. Ahora
trata de un automatismo. La experiencia religiosa no es, cier- bien, se podría objetar que en la mística monástica posterior
tamente, algo de lo que se pueda disponer a voluntad. Sin se habla cada vez menos de la relación hijo-Padre y cada vez
embargo, los relatos muestran a menudo cierto carácter circu- más -siguiendo el Cantar de los Cantares- de la relación
lar. En este punto se ahonda la experiencia mística -con la varón-mujer. De hecho, también los textos islámicos hablan
inestimable ventaja de ser precisamente experiencia-. En el en todo caso, y con gran belleza, de este tipo de mística.
ámbito de la religión, la razón de que la sabiduría proverbial y Este cambio de metáfora se encuentra en todo caso en la
la mística inviten a la comparación y al intercambio interreli- mística cristiana. Está inspirado por el uso neotestamentario
gioso es que en ambos casos se trata de un aumento de expe- de las metáforas de Cristo como novio y la Iglesia o comuni-
riencia o de conocimiento que no se obtiene si no se escucha dad como novia. Tiene un significado eclesiológico.
al sabio o no se practica la mística. Pese a todo, cabe preguntar: ¿no se pierde demasiado con
la pérdida de la relación hijo-Padre? Ahora bien, se puede
señalar que la forma social predominante de la Iglesia no es
Las diferencias entre las religiones en el ámbito de la mística
precisamente la familia, sino la «asamblea popular» en el tem-
Allí donde son mayores las coincidencias, se pueden captar plo de la comunidad. Por eso está absolutamente claro que
también con mayor precisión las diferencias. desapareció de ella el uso de las metáforas familiares. Sólo en
No pienso que el hombre tenga una «predisposición mís- los monasterios gobernados por un abad se conservó la ima-
tica» -de ser así, se sabría ya sobradamente-. Pero se puede gen de la familia (reducida a padre-hermanos; en parte, «hijos
decir que intenta una y otra vez, con el fin de adquirir expe- de san Benito»).
riencia (por tanto, a partir de la curiosidad y con la meta de la Hay, por cierto, muchos cristianos que también se ofenden
sabiduría), acercarse al ámbito invisible de la realidad, y que por el uso neotestamentario de la metáfora del hijo/niño y no
lo consigue con mayor o menor fortuna. desean ser tratados como niños toda la vida. Sólo a algunos
De modo insoslayable, la mística cristiana pone claramen- grandes santos les estaría reservado representar de manera
te de manifiesto, en lugar preeminente, las diferencias con res- creíble el papel del niño (Francisco de Asís, ¿Teresa de
pecto a cada una de las demás religiones. Lisieux?).
Puede ser, no obstante, que en pequeñas comunidades en
ciernes las estructuras de casa y familia vuelvan a ser norma-
Con respecto a la mística judía: Jesucristo murió en la cruz les y corrientes. Entonces también para estas imágenes sonará
por nosotros y nos redimió de los pecados. Este aspecto es de nuevo la hora.
importante, porque, según los textos judíos, la principal ame-
naza para el hombre resulta de su propia falta de obediencia Con respecto a la mística budista: las religiones abrahámicas
anterior. Por eso existe acerca de la mística el siguiente ejem- parten del encuentro personal entre Dios y el hombre. Dicho
plo didáctico: de cuatro hombres que se lanzaron a ella, uno encuentro se manifiesta en el hecho de que el hombre puede
se volvió loco, otro se hizo ateo, otro murió, sólo rabí Aquiba orar. El budismo, por el contrario, no conoce Dios alguno que
sobrevivió sano, pues se agarró a la Tora. Quien se agarra a pueda presentarse como persona.
Jesucristo -así reza en este caso la respuesta- ve saldada la Ahora bien, cabría objetar que también el modo cristiano
deuda que había contraído con la Tora. de hablar de Dios como persona es sólo figurativo. Sin embar-
224 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? TEOLOGÍA DE LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA 225

go, está claro que con ello los cristianos no pretenden denotar Este libro quisiera animar a descubrir los tesoros escondi-
una cosa, ni tampoco un viento huracanado sin nombre, ni un dos en el propio sótano, antes de llegar a dedicar la casa a
gran océano, sino al menos a una especie de persona. Por eso fines enteramente mundanos por falta de visitantes.
en las religiones abrahámicas hay revelación (Dios habla),
profecía (las palabras de Dios se transmiten) y oración (Dios
puede oír). ¿ Todo uno en el amor?

¿ Une, pues, la mística a las religiones ? Tanto representantes de la teoría liberal sobre la religión como
representantes más o menos militantes de la doctrina de la
La mística es un campo que se presta especialmente al diálo- unidad de todas las religiones están de acuerdo en algo: en el
go interreligioso: fondo, todas las religiones son una sola cosa en el amor.
Esta frase no se puede aplicar a la Biblia. Pues «el amor»
- En ella, la convicción religiosa está ligada a una determi-
(sea lo que sea) no es la definición última de lo «divino». Por
nada forma de vida. Esto puede facilitar más la respuesta a
encima del amor, la Biblia ha hecho la pregunta acerca de la
una de las preguntas básicas del hombre moderno con res-
vida y la muerte. Pues el amor sólo es posible allí donde es
pecto a las religiones, y también aclararla en el diálogo
posible la vida. Pero vida y muerte son inconciliables. Y pre-
desde el principio: la pregunta relativa a la credibilidad.
cisamente porque el Dios bíblico es idéntico a la vida, y vice-
- Puesto que en el campo de la mística hay más semejanzas
versa, el Dios creador del primer mandamiento es «intoleran-
que desemejanzas, el diálogo continuado es en dicho
te». Pues entre vida y muerte no cabe arreglo alguno. El largo
campo especialmente importante para el mantenimiento o
camino de Israel hacia su Dios -especialmente de la mano de
la consecución de la paz.
los profetas- es el camino hacia el Dios creador que es la vida
- Puesto que en el ámbito de la mística, pese a todas sus se-
misma. El espacio en que es posible la vida es también el
mejanzas, destacan también de manera especialmente mar-
lugar del amor. Por eso la pregunta «intolerante» y «dualista»
cada las desemejanzas, éste es también el ámbito donde
por la vida y la muerte está por encima del amor.
mejor se puede llegar a conocer la alteridad del otro.
- No ha sido rara la adopción en una religión de formas y
figuras de otra (el rosario de los musulmanes). Naturaliza-
ciones de esa índole sólo pueden resultar cuando se aso-
cian con sustancia suficientemente autóctona.
En este punto cabe preguntar si la adopción en el siglo xx
de formas budistas por parte de cristianos europeos ha sido
esencialmente beneficiosa y ha aportado algo nuevo que no
se conociera antes. Un abad experimentado me contestó cuan-
do le hice esta pregunta: «Los monjes siempre sienten curio-
sidad por conocer una experiencia nueva; por eso necesitan
algo de indulgencia. Con el budismo se ha fomentado la ora-
ción silenciosa, pero, naturalmente, ésta ya existía antes en el
cristianismo».
Por lo demás, el parentesco es laudable, pero para el her-
manamiento (en este caso, con los budistas zen) falta el Padre
común.
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SIMEÓN EL TEÓLOGO, Licht vom Lichl. Hvmnen, trad. de Kilian
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ÍNDICE DE TEXTOS BÍBLICOS 229

índice de textos bíblicos 25,9 115 Mateo


26,9 49 3,13-17 72
30,15 175 4,14 56
33,14 25 5,9 72
35,10 115 5,10-11 119
40,3 33, 35 5,14-15 203
42,6 43 5,14-16 135
Génesis Job 49,6 43 5,20 15
1,4 51, 150 26,9 194 51,3 115 6,6-8 202
2,8 116 38,22 64 53 177 6,7 203
2,24 75 53,2-3 181 6,13 68
3,24 142 Salmos 58,10 49 6,19-21 61, 62
5,1.3 70 4,7 125, 150 60,1-2 152 6,25 164
19,2-3 143 22 92, 119 61,10 115 6,32-34 164
32,23-32 143, 169, 185 23 36, 172 66,10 115 6,33 166
34,6 47 8,17 57
Éxodo 34,9 124 Jeremías 10,28 83
3,2 26 39,4 48, 137 20,9 137 11,12 139ss
17,6 34 48,10 181 13,44 58, 60ss, 121
63,2 49 Lamentaciones 19,13 75
Levítico 65,13 34 3,26 775 19,28 88
19,17.18 102 84,8 152 21,32 35
104,15 125 Daniel 25,21.23 114, 122
Números 114 41 7 88 25,34 122
20,7-11 34 119,162 140, 141 26,52 139
Sofonías 28,8 116
Deuteronomio Proverbios 3,14-17 775
4,24 25 4,18 147 Marcos
6,4-5 22,102,106 15,13 9 Zacarías 4,16 113
9,3 25 16,26 143 9,9-10 775 7,11 66
30,12-14 41 9,29 184
Eclesiastés (Qohélet) Malaquías 10,21 61 ss
Jueces 9,17 34 3,2 750, 181 10,29-30 702
6 189 14,36 69
Cantar de los Cantares Sabiduría 14,38 93
1 Reyes 2,16 140 18,1-15 34 15,5 777
17,2-6 33 4,12 117 16,18 729
19,3-14 33 Sirácida (Eclesiástico)
Isaías 1,11 117 Lucas
2 Reyes 5,17 34 6,31 777 1,28 776
4,32-35 15 11,1-5 189 15,6 7/7 1,38 69, 72
230 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA? ÍNDICE DE TEXTOS BÍBLICOS 231

1,34 150 17,21-23 162ss 11-14 135 2,12 82


1,46-55 156 19,9 177 12 135, 204 2,12-13 84
1,48 69, 72 12-13 111 2,12-15 83
1,68-79 156 Hechos de los Apóstoles 13 102, 106 2,17-18 121
1,78 148 2,46 121 13,12 48, 49 3,12 15
2 43 3,1 16 14,23 102 4,4-6 114
2,29-32 156ss 6,15 43 15,24 168
6,21 117 9,4 87 15,28 167ss Colosenses
8,13 113 10,9.30 16 1,11-12 117
9,28 184 11,23 116 2 Corintios 1,24 117
12,49 138 11,28 121 1,24 114 1 Tesalonicenses
14,26 106 12,14 116 3,18 48, 124, 144ss 1,6 113, Ih
15 115 13,52 115 4 145 2,7 36
15,5.6.9.32 72/ 4,3-4 151 5,1-8 45
15,11-32 111 Romanos 4,4-6 144ss 5,6 120
17 169 1,17 147, 153 4,6-11 87 5,8 189
18,1-8 143, 169, 185 5,2 103, 150 4,16 153 5,9-10 45
19,6 113 6,11-13 151 5,2-9 98 5,10 i 84
21,28 94 8 99 9,14-15 186 5.16 121, 20
24,31-32 136ss 8,15 66 5,16-17 113
24,41 116 8,22 89 Gálatas
8,22-25 98 4,6 66 1 Pedro
Juan 8,26 185 4,19 132ss 1,6-7 118
1,14 148, 150 8,30 151, 154ss 4,19-20 131 3,21 188
2,1-11 129, 130 8,33-34 103 5-6 102 3,22 187
3,29 115, 121 9,3 105 5,22 36, 115 4,13-14 118
4,23 184 9,3-5 106 5,22-23 94, 120 4,14 24, 119
4,36 121 9,14-23 182 5.24 133
5,24 168 10,6-9 41 2 Pedro
8,12 135 11,14 106 Efesios 1,5-7 95
8,32 90, 180 12,15 115, 121 1,20-22 187
10 172 13,12 150 5,19 188 1 Juan
10,11-23 23 14,17 115 6,10-20 189 4,16 164
10,30 161ss 15,30 143, 183
10,38 164 Filipenses Hebreos
11,3-4 93 1 Corintios 1,4 113 4,12 168
11,15 113 3,1-3 36 1,22-25 98 5.12-14 36
13,34 163 6,17 75, 164 1,25 113 10.20 194
14,6 39 7,1-4 75 2,5-11 71 1 1,38-40 173
15,20 89 7,34-38 75 2,10-11 187 12,2 ¡14
17 162 10,4 34, 168 2,11 188 12,28-29 25
232 ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD BÍBLICA?

Santiago 5,6 180


1,2-3 118 6,9-10 92
1,15-16 95 11,4-6 165
11,8 168
Apocalipsis 12,11 76
1,13 180 20,6 88
2,1 180 21,23 46
3,16 21 22,16-17 72
4,6 180 22,17 189

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