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Los AINES
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Sumario:
Acción farmacológica......................................................2
Mecanismo de acción......................................................2
Indicaciones comunes para AINEs clásicos y COXIBs. 3
COXIB y efectos adversos gastrointestinales..................3
Otros efectos adversos....................................................4
Elección de un AINE......................................................4
Recomendaciones generales en el uso de un AINE.........5
Recomendaciones de uso de AINE en pacientes
con otras patologías asociadas.......................................6
Lugar en la terapéutica de los COXIBs...........................7
Conclusiones...................................................................7
Bibliografía.....................................................................7
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AINEs “clásicos” e inhibidores selectivos de la COX-2
ACCION FARMACOLÓGICA.
Este grupo de fármacos presenta una serie de acciones farmacológicas bien establecidas hasta la fecha:
* Analgésica y antipirética, que se relaciona con el uso clínico a dosis bajas, generalmente únicas o durante
cortos periodos de tiempo.
* Antiinflamatoria, que se manifiesta a dosis mayores y de forma pautada y continuada.
* Antiagregante plaquetario, acción no compartida en la misma medida por todos los AINES,
consecuencia de la inhibición de la COX-1.
* Uricosúrica, sólo apreciable con algunos AINES (fenilbutazona, sulfinpirazona, y dosis altas de
salicilatos).
MECANISMO DE ACCIÓN.
El mecanismo de acción de los AINES clásicos consiste en la inhibición de la COX de manera que impiden
la síntesis de distintos eicosanoides a partir de ácido araquidónico. Estos eicosanoides son los responsables en
diversos grados de los mecanismos patogénicos de la inflamación, del dolor y de la fiebre, pero también de otros
muchos procesos fisiológicos, y su inhibición, la responsable de los principales efectos tanto terapéuticos como
adversos de estos fármacos.
Relevancia clínica de la COX-1 y COX-2
Existen dos isoformas de esta enzima: la COX-1 y la COX-2. La COX-1 se expresa en la mayoría de los
tejidos (mucosa gástrica, plaquetas y riñones) y es responsable de la síntesis de prostaglandinas (PG) con función
Protectora de la mucosa gástrica (citoprotectoras), y que regulan la función renal y la actividad plaquetaria (2).
La COX-2 (principal isoenzima asociada a la inflamación) se expresa en menos tejidos en
condiciones normales (sistema nervioso central, riñón y aparato reproductor), pero es inducida en
respuesta a estímulos inflamatorios en macrófagos, monocitos y células endoteliales, donde se generan
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PG que median en el dolor y la inflamación (2,3), estas PG probablemente juegan un papel en riñón,
cerebro, fisiología de la reproducción, desarrollo del embrión y reparación de tejidos (3).
Se postula que la inhibición de la COX-1 sería la responsable de los efectos adversos de los
AINEs clásicos sobre la mucosa gastrointestinal, mientras que sus beneficios terapéuticos dependerían
de la inhibición de la COX-2 (4).
La principal consecuencia de los fármacos que actúen selectivamente inhibiendo la COX-2 sería
que, consiguiendo la misma eficacia antiinflamatoria se reducirían los efectos secundarios derivados de
inhibir la COX-1. No obstante la COX-2 juega un papel importante en diversos órganos, por lo que su
inhibición podría producir efectos secundarios típicos de AINEs clásicos como alteraciones de la
función renal y del metabolismo hidroelectrolítico.
Los AINEs clásicos inhiben tanto la COX-1 como la COX-2, motivo por el que la investigación
en AINES va encaminada hacia la obtención de fármacos con mayor selectividad por la inhibición de
la COX-2 intentando que sea mínima o nula sobre la COX-1, así por ejemplo etodolac y meloxicam
inhiben la COX-2, 50 veces más que la COX-1 a dosis terapéuticas (5). Rofecoxib y celecoxib inhiben
selectivamente la COX-2 (6,7).
ELECCIÓN DE UN AINE
La elección del AINE adecuado se puede realizar en función a distintos criterios:
1. Seguridad:
Efectos adversos gastrointestinales u otros como nefrotoxicidad, hepatoxicidad, reacciones
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hematológicas, reacciones de hipersensibilidad y alteraciones del SNC.
2. Semivida plasmática:
- Corta (<4-5 horas) precisará tomas frecuentes 3 a 4 al día, son útiles en tratamientos cortos,
procesos agudos y síntomas agudos predecibles, anticipando la toma del AINE a la aparición de los
síntomas:
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RECOMENDACIONES GENERALES EN EL USO DE AINES
Es preciso recordar que antes de utilizar un AINE, siempre se debe considerar el empleo de otras
alternativas no farmacológicas como dieta, pérdida de peso, ejercicio isométrico, etc..
En los procesos sin componente inflamatorio donde el síntoma predominante es el dolor, debería
iniciarse el tratamiento con un analgésico (por ej.: paracetamol).
Si no se consigue mejoría, debería iniciarse el tratamiento con un AINE, eligiendo el que menos efectos
secundarios produzca al paciente (la respuesta de cada paciente a un mismo AINE es muy variable, pudiendo haber
respuesta a un segundo AINE cuando falla el primero) y más eficiente sea.
Se debe comenzar con la dosis más baja posible e irla incrementando, si se ve necesario, en función de la
respuesta terapéutica y efectos adversos.
Usar preferentemente un AINE conocido por su experiencia de uso antes de utilizar otros nuevos que no han
demostrado suficientemente su eficacia y seguramente sean menos eficientes y preferiblemente los de vida media
corta para evitar problemas con los efectos adversos.
Se debe esperar un mínimo de 2 semanas a la respuesta terapéutica, que si no se obtiene conduce a replantear el
diagnóstico y reintentar tratamiento cambiando de AINE.
No usar más de un AINE al mis mo tiempo para evitar el riesgo de efectos adversos, no existiendo evidencia de
mayor eficacia (uso simultáneo de paracetamol + AINE puede aumentar riesgo de efectos adversos renales y/o
hepáticos).
La ingesta del AINE debe hacerse con un vaso de agua permaneciendo unos 15 minutos de pie para evitar
posible irritación esofágica.
Pacientes con hipertensión alterial: Los AINEs interaccionan con todos los antihipertensivos cuyo mecanismo
de acción se base en el incremento de la síntesis de PG vasodilatadoras como diuréticos de asa, tiazidas,
betabloqueantes, alfabloqueantes, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECAs). Naproxeno,
piroxicam e indometacina parecen tener efectos hipertensivos moderados a corto plazo, mientras que ibuprofeno,
sulindaco y AAS no parecen afectarla sustancialmente. Parece que antagonistas del calcio pueden asociarse a
AINEs sin que varíe la presión arterial. Si durante el tratamiento con un AINE se descontrola la tensión arterial de
un paciente previamente controlado, de debe considerar sustituirlo por paracetamol ya que no inhibe la síntesis de
PG.
CONCLUSIONES.
1. Antes de comenzar un tratamiento con AINEs se debe considerar el empleo de alternativas no
farmacológicas.
2. Los inhibidores selectivos de la COX-2, son tan eficaces como otros AINEs en el alivio sintomático
en el tratamiento de la artrosis (rofecoxib y celecoxib ) y de la artritis reumatoide (celecoxib ).
3. La incidencia de efectos adversos graves gastrointestinales es significativamente menor que con los
AINEs clásicos, sin embargo son necesarios más estudios que clarifiquen esta reducción respecto a la
asociación de AINEs con un gastroprotector y que permitan valorar el balance coste/eficacia.
4. Es necesario evaluar otros efectos adversos que pudieran derivarse de la inhibición prolongada de la
COX-2 sobre otros órganos.
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BIBLIOGRAFIA.
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11. Hawkey L, Laine L, Simon T, Beaulie A, Maldonado - occo J, Acevedo E, Shahane A, Quan H, Bolognese J, Mortensen E. Comparation of the
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16. Problemas de uso de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) en pacientes con patología crónica asociada. Inf Ter Sist Nac
Salud 2000; vol 24:85-91.
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Informe #02:
EL DOLOR
DEFINICIÓN:
Definir el dolor y hacerlo de tal manera que resulte una definición de aceptación
“unánime”, está claro que resulta un proceso complejo y, se podría decir, se trata
de “un imposible.
Sólo quien lo sufre sabe lo que siente y no existe medio humano ni científico por
el que se pueda transmitir a otros todos los detalles, matices y sensaciones que
acompañan a la experiencia del dolor.
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CLASIFICACIÓN:
En el estudio del dolor es habitual utilizar diferentes clasificaciones de los tipos de dolor,
clasificaciones que tienen un gran valor clínico, tanto de cara al enfoque diagnóstico como al
terapéutico.
Al dolor agudo se le ha atribuido una función “protectora”, su presencia actúa evitando que el
individuo desarrolle conductas que puedan incrementar la lesión o le lleva a adoptar aquellas
que minimizan o reducen su impacto. La respuesta emocional fundamental es la ansiedad, con
menor participación de otros componentes psicológicos. Sus características ofrecen una ayuda
importante para establecer el diagnóstico etiológico y seleccionar el tratamiento más adecuado.
Su presencia sigue un esquema clásico de tratamiento como Dolor-Síntoma.
El dolor crónico es percibido por quien lo sufre como “inútil”, pues no previene ni evita daño al
organismo. Tanto su naturaleza como su intensidad presentan una gran variabilidad en el
tiempo, en muchas ocasiones las quejas se perciben como desproporcionadas a la/s
enfermedades subyacentes. Las repercusiones más frecuentes en la esfera psicológica implican
ansiedad, ira, miedo, frustración o depresión que, a su vez, contribuyen a incrementar más la
percepción dolorosa. Las repercusiones socio-familiares, laborales y económicas son múltiples y
generan cambios importantes en la vida de las personas que lo padecen y sus familias: invalidez
y dependencia La necesidad de uso de fármacos con que aliviar el dolor, se convierte en un
factor de riesgo potencial de uso, abuso y autoprescripción, no sólo de analgésicos, sino también
tranquilizantes, antidepresivos y otros fármacos.
En su manejo, además de los aspectos físicos del dolor hay que tener en cuenta los otros
componentes, emocional, afectivo, conductual y social. El esquema de tratamiento se complica,
estamos ante el Dolor-Síndrome.
Otra característica exclusiva del dolor nociceptivo proveniente de estructuras más profundas es
el “dolor referido”. Este se percibido de manera segmentaria, es decir, el cerebro lo ubica en las
áreas de inervación de músculos o piel que corresponden al nivel espinal de la víscera que
origina los estímulos. Los síntomas aparecen al poco de iniciarse el dolor visceral y pueden
durar horas, incluso tras el cese del dolor de origen. Las manifestaciones de dolor referido
constituyen elementos de ayuda al diagnóstico clínico, por ejemplo, en el infarto agudo el dolor
referido a brazo izquierdo.
Para el dolor nociceptivo los descriptores resultan fáciles de entender por cuanto la experiencia
prolongada y compartida nos hace más comprensible la manifestación dolorosa, por ejemplo,
“me duelen las muelas”, “tengo dolor de tripa”.
Alodinia mecánica.
Alodinia térmica, al frío o al calor.
Hiperalgesia mecánica.
Hiperalgesia térmica, por fío o por calor.
Signo de Tinel, se trata de una respuesta mecánica aumentada del axón de un nervio que, al ser
percutido en un punto, genera impulsos ectópicos que son percibidos como sensación
disestésica en el área de inervación del nervio.
DOLOR CONTINUO, aún con ascensos y descensos de intensidad, persiste a lo largo del día.
DOLOR EPISÓDICO: existen periodos del día en el que no existe dolor. Se subdivide en:
Para completar la clasificación del dolor, vamos a incluir un tipo de dolor denominado DOLOR
NO SOMÁTICO que incluiría a los pacientes con síndrome dolorosos no susceptibles de
adscripción al otro gran grupo teórico, “ETIOLOGÍA SOMÁTICA PRIMARIA”, grupo para
el que sería aplicable la clasificación del dolor previamente recogida.
El estudio del dolor implica conocer la naturaleza multidimensional que lo integra. Por un lado
es clara la implicación interdisciplinar que representan los síntomas relacionados con las
respuestas nociceptivas o la afectación del sistema nervioso. También la de los síntomas
derivados de la afectación de estructuras somáticas y viscerales, de los procedimientos de
diagnóstico y tratamiento, incluidos fármacos. Por otro, no son menos importantes los factores
psicológicos asociados, incluyendo depresión y alteraciones de conducta, ni los problemas y
consecuencias en la esfera socio-económica que los síndromes dolorosos generan.
La revisión del historial clínico implica conocer todos los detalles relacionados con el paciente,
desde los diagnósticos y tratamientos previos hasta los datos referidos a demandas legales o
procedimientos relacionados con accidentes laborales o de otra naturaleza.
La historia debe incluir el examen físico, la evaluación funcional, psicológica y social, con las
pruebas complementarias que sean precisas.
ETIOLOGÍA-MULTIDIMENSIONALIDAD
DIAGNÓSTICO- TRATAMIENTO-
MULTIDISCIPLINARIDAD INTERDISCIPLINARIDAD
Una valoración global del dolor debe incluir tres aspectos fundamentales:
1) La subjetividad, 2) La multidimensionalidad, y 3) La variabilidad del dolor.
1.2. AUTOINFORMES:
Son técnicas que permiten cuantificar con objetividad la impresión subjetiva del
paciente, y pueden ser unidimensionales o multidimensionales.
En estos procedimientos el paciente proporciona información sobre aspectos del dolor,
de forma oral (entrevista) o por escrito (escalas y cuestionarios), y lo hace en un momento y en
un contexto clínico distintos de cuándo y dónde se produjo aquello sobre lo cual informa.
En cuanto a los contenidos, no existen diferencias sustanciales entre los autoinformes y los
autorregistros. La diferencia más significativa depende de aspectos derivados del
procedimiento: En el autoinforme se proporciona información después de haberse producido los
hechos descritos, mientras que el autorregistro proporciona datos que se recogen en el momento
de ocurrir el fenómeno sobre el cual informa el sujeto. En el ámbito clínico, esta diferencia
puede influir en la cantidad, calidad y precisión de la información recogida, debido a los
mecanismos mnésicos y las variables situacionales (ambiente natural / contexto clínico).
Los instrumentos de autoinforme son muy adecuados para obtener información del
paciente de forma rápida y global, y para conocer de modo directo la forma en la que el paciente
interpreta su situación. A continuación se exponen algunas de las escalas más utilizadas en la
práctica clínica:
cada paciente. Los términos utilizados en esta escala pueden variar, pero deben ser
diferenciados y comprensibles, y siempre debe existir una categoría referida a la ausencia de
dolor. Es muy adecuada para una monitorización prolongada. En el contexto clínico, se han
introducido una serie de modificaciones en las escalas descriptivas, para adaptarlas como
instrumentos de valoración del alivio del dolor tras la administración de la terapia farmacológica
y no farmacológica. La terminología utilizada para valorar el alivio del dolor es similar a la
escala descriptiva (0= no alivio, 1= alivio ligero, 2= alivio moderado, 3= alivio completo).
línea continua, la intensidad de su sensación dolorosa en relación con los dos extremos de la
misma. Su mayor limitación es que solo mide la magnitud del dolor, y no valora la naturaleza
multidimensional del dolor.
-Escalas Gráficas: Son como una escala analógica visual, a lo largo de la cual se disponen
números o términos descriptivos para facilitar la comprensión. Es importante que tanto los
números como las palabras se distribuyan uniformemente de un extremo a otro del segmento.
- Escala de Caras de Wong-Baker: Se puede
utilizar en niños a partir de tres años de edad.
Muestra cinco caras diferentes: la primera que se
ríe indica “sin dolor” y la quinta que llora indica
“el peor dolor
posible”, de forma que se corresponden con la Escala Verbal para adultos. En pacientes con
discapacidades cognitivas se utiliza una escala similar, pero con dibujos de caras de adultos.
Informe #3:
LA INFLAMACION