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Tema 1 Nueva Ciudadania
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Tema 1
Pnf: Turismo
El instrumento legal dotará al Estado venezolano de las capacidades institucionales, jurídicas y de
herramientas para enfrentar y superar la agresión imperialista más despiadada de su historia.
Lógicamente, si el bloqueo estadounidense resulta una política de Estado debe responderse con
acciones de Estado, con el concurso de todo el pueblo, con una acción estratégica flexible, de
defensa y contraataque.
«Necesitamos buscar fórmulas para poder comerciar libre y legalmente con el mundo, sin temor a
las represalias de EE. UU. Necesitamos recuperar los ingresos del país apoyándonos en nuestras
fortalezas y capacidades para poder defender a nuestro pueblo de los terribles efectos del
bloqueo», expresó Nicolás Maduro.
Persigue, además, estimular la actividad económica interna y alianzas productivas externas que
favorezcan el desarrollo nacional.
A su vez, la potenciación del uso del Petro y otras criptomonedas en el comercio interno y externo,
y «pone como prioridad la obtención de los recursos que el país necesita y que le han sido robados
por el gobierno de Estados Unidos», entre otros aspectos.
En la sesión de este jueves fue aprobada por los miembros de la ANC la Ley antibloqueo, calificada
por el Presidente venezolano como «un instrumento para avanzar en el Plan de la Patria que nos
legó el Comandante Chávez, como guía suprema para la construcción de la Venezuela potencia, de
la Patria nueva».
¿Cuánto tiempo estará vigente?
«La principal tarea de Venezuela en los próximos años será superar y vencer el bloqueo y las
sanciones; derrotar esta guerra híbrida que se libra a través de la economía», destacó Maduro
Moros.
La Ley Constitucional Antibloqueo, es un marco normativo especial y temporal que estará vigente
mientras dure el bloqueo y medidas coercitivas unilaterales impuestas por la Casa Blanca contra el
pueblo de Venezuela. Es decir, este instrumento legal, de carácter constitucional, dotará al Estado
de herramientas jurídicas para contrarrestar, mitigar y reducir los efectos e impactos de la políticas
criminal de sanciones por parte de Estados Unidos.
Esta ley de mayor rango para hacer frente a la gravedad de las agresiones contra Venezuela busca:
1) Proteger al pueblo venezolano, mitigar los impactos, compensar los daños causados por el
bloqueo y garantizar la vigencia de los Derechos Humanos;
2) Generar recursos a la nación, impulsar la economía productiva, proteger los activos y recursos
del país y blindar la economía frente los ataques y amenazas de derivadas de la aplicación de
sanciones y otras amenazas;
3) Afirmar la soberanía y la libre autodeterminación del pueblo venezolano, del Estado y la patria
venezolana frente al intento de avasallarla y destruirla.
La ley presentada por el primer mandatario responde a una necesidad estratégica ya que estamos
en el segundo táctico enmarcado en un minuto estratégico y en la hora histórica de buscar la
fórmula jurídica contra las medidas coercitivas y criminales que afectan a todos los venezolanos; y
es la ANC, electa mediante votación libre, universal, directa y secreta, la convocada a debatir con
los ciudadanos la producción de anticuerpos contra la agresión internacional. Esto en virtud de sus
facultades creadoras de ordenamientos jurídicos, previstas en el Artículo 347 de la Constitución, y
por ser la instancia plenipotenciaria por mandato del Artículo 349 de la Carta Magna.
En cinco años el bloqueo cortó el financiamiento al país, impidiendo que el Estado disponga de las
divisas, del oxígeno que requiere para adquirir alimentos, medicinas, insumos, repuestos y materia
prima esencial para la actividad económica.
A partir del 2015 se acelera la caída de ingresos externos de Venezuela, cuando comienza la
persecución financiera contra PDVSA, que culmina en 2019 con el robo de CITGO, la operación de
despojo más grande que se haya cometido en la historia reciente contra alguna nación el mundo.
Desde 2015 en adelante, el ritmo de caída de los ingresos externos de Venezuela se eleva a 30 mil
millones de dólares al año, una cantidad inaudita que ninguna nación desarrollada hubiera
soportado durante 5 años como lo soporta Venezuela pese a las consecuencias.
Las sanciones económicas contra Venezuela han sido ampliadas y endurecidas desde 2015, con la
primera orden ejecutiva de EE.UU. El objetivo: crear una crisis social para justificar un cambio
forzado de Gobierno. La consecuencia: el sufrimiento de niños, hombres, mujeres y ancianos.
Venezuela ha resistido desde la llegada de Hugo Chávez a la presidencia las agresiones de Estados
Unidos (EE.UU.) y sus aliados. Golpes de Estado, violencia opositora, inflación inducida, ataques a
la moneda nacional y amenazas de intervención militar. Pero, el más grave de todos es el bloqueo
financiero para asfixiar la economía del país suramericano y causar una crisis social, que justifique
un cambio arbitrario de Gobierno.
La realidad es que el bloqueo de EE.UU. ha causado graves daños a la población venezolana, pero
para entender cómo y por qué debemos hacer un repaso por algunos conceptos e historia.
Un bloqueo financiero consiste en evitar que una persona (natural o jurídica) pueda comerciar,
comprar, vender, canjear e incluso recibir ayuda de terceros, porque serían sancionados.
De forma específica, cuando nos referimos al caso de Venezuela, el bloqueo consiste en expulsar
al país de los mercados financieros internacionales. Esto impide que pueda renovar o adquirir
nuevos títulos de deuda pública en los mercados de valores mundiales.
La Carta de Naciones Unidas no reconoce las sanciones. En el artículo 41 indica que "el Consejo de
Seguridad puede invitar a los Estados Miembros a aplicar medidas que no impliquen el empleo de
la fuerza armada para mantener o restaurar la paz y la seguridad internacionales". Medidas, no
sanciones económicas.
En este sentido, señala que "las sanciones económicas mundiales y los embargos comerciales
integrales aparecen hoy en día como medidas coercitivas obsoletas". Agrega que "la experiencia
muestra que las sanciones pueden tener consecuencias muy negativas para los civiles,
especialmente para los grupos vulnerables".
Los objetivos que se persiguen a la hora de imponer sanciones internacionales contra un país son
varios, pero el principal es "modificar un determinado comportamiento por parte de un Estado,
entidad no estatal o un grupo de individuos", como explica la Cancillería española en su web. Es
decir, forzar un cambio de Gobierno como consecuencia del daño económico ocasionado a la
población.
El bloqueo financiero contra Venezuela inició con la orden ejecutiva del 9 de mayo de 2015,
firmada por el entonces presidente de EE.UU., Barack Obama. Se trató de la ampliación de las
sanciones económicas emitidas por el Congreso de Estados Unidos del 10 de diciembre de 2014
contra el gobierno y el conjunto del país.
La orden ejecutiva fue prorrogada en los siguientes años por Obama y su sucesor republicano,
Donald Trump, hasta acumular un conjunto de prohibiciones al sistema financiero y económico
venezolano. Estas fueron detalladas por el canciller Jorge Arreaza, en una rueda de prensa de las
Naciones Unidas, en abril de este año.
Arreaza resaltó que las pérdidas financieras de Venezuela, producto de la calificación de riesgo y la
imposibilidad de mover los títulos del país, asciende a 1.4 billones de dólares.
3. Se prohíbe la venta, transferencia, cesión, u otorgamiento como garantía por parte del gobierno
de Venezuela de cualquier participación en el capital de cualquier entidad en la cual el Gobierno
de Venezuela tenga el cincuenta por ciento o más de propiedad.
4. Cada vez se limita más a las instituciones nacionales (públicas y privadas) para ejecutar pagos a
proveedores, beneficiarios, recibir pagos, ejecutar transacciones, administrar carteras de
inversión, cumplir obligaciones financieras como la cancelación de títulos y bonos de la deuda
pública, y/o acceder a fuentes de financiamientos internacionales.
9. También existen sanciones a funcionarios de alto nivel del Gobierno venezolano, pero estas
carecen de información. No detallan en cuál banco están las cuentas congeladas ni cuánto dinero
tenían. Tampoco dicen cuáles bienes fueron confiscados y en qué parte de EE.UU. (o el mundo) se
encuentran.
Como ya se expuso a lo largo del texto, las sanciones de EE.UU. contra Venezuela van dirigidas a
bloquear toda su economía. Un concepto que es importante explicar una y otra vez, puesto que la
oposición y la prensa alineada a la derecha han posicionado (exitosamente) la matriz de que las
sanciones no afectan a la población venezolana, sino que "congelan cuentas bancarias y bienes"
de funcionarios gubernamentales.
La realidad es más siniestra. Estados Unidos, como líder del sistema financiero internacional, ha
ordenado que las reservas que le pertenecen al pueblo venezolano (chavistas y opositores por
igual) sean retenidas por organismos financieros del mundo.
Las sanciones contra Venezuela tienen un grave efecto sobre los venezolanos, debido a que es un
país que depende de sus importaciones de alimentos, medicinas y maquinaria para su producción
interna.
A su vez, las importaciones dependen de los recursos por la venta de petróleo, que también es
restringido por el bloqueo de EE.UU. Venezuela no puede vender su petróleo porque los
compradores podrían ser sancionados. De hecho, las presiones del Gobierno estadounidense
contra la India inhibieron que se duplicara los despachos de crudo a la nación asiática.
Las sanciones impiden importar medicinas que no se hacen en el país ni la materia prima para
producirla. El 7 de septiembre de 2017, el presidente Nicolás Maduro denunció ante la Asamblea
Nacional Constituyente (ANC) el "congelamiento" en un puerto internacional de un cargamento
con más de 300 mil dosis de insulina.
También en noviembre de ese año el laboratorio BSN Medical bloqueó, por orden del Gobierno
colombiano, un paquete de Primaquina, medicina para el tratamiento con la malaria, que había
sido comprado por Venezuela.
Por otro lado, las sanciones han saboteado la transacción de 4.851.252 euros necesarios para
atender a 26 pacientes venezolanos que se encuentran en Italia, quienes esperan trasplantes de
médula ósea. Estas personas reciben tratamiento gracias a un convenio de PDVSA con una
fundación. Los recursos forman parte de los 1.543 millones de euros, retenidos por la entidad
financiera Novo Banco en Portugal.
Los bloqueos a las transacciones venezolanas para la compra de medicinas ocurren día a día, pero
la mayoría no salen a la luz pública.
El 19 de mayo de 2019, el secretario general de los CLAP, Freddy Bernal, informó que el Gobierno
de EE.UU. sancionó a 10 de las 12 empresas navieras que trasladaban alimentos a Venezuela, para
los CLAP. Aunado a esto, no se puede pagar directamente en dólares a México por los alimentos y
las transacciones deben hacerse a través de un tercer país. Como resultado, el intercambio
comercial pasó de tardar 20 días a 60.
Anteriormente, en 2016, Bernal había denunciado que bancos congelaron el pago en moneda
extranjera a proveedores internacionales para impedir el ingreso de barcos contenedores de
alimentos. Una táctica que se sigue repitiendo y amenaza con empeorar.
El Wall Street Journal reportó el 21 de mayo de 2019 que EE.UU. planea introducir en los próximos
tres meses un paquete de sanciones dirigidas a destruir el programa de alimentos CLAP.
Las sanciones afectan la educación e investigación del país, debido a que no es posible adquirir
equipos para las ciencias básicas o libros y otras bibliografías que se producen fuera de Venezuela.