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“Consultes hoy la palabra de Jehová”.


1 Reyes 22:5

La ira
Cómo actuar en vez de reaccionar
por June Hunt

Ese día comenzó como cualquier otro, pero terminó como ninguno, pues le dio rienda suelta a su ira y…
como resultado, tuvo que huir para salvar su vida.

Él formaba parte de una minoría maltratad y perseguida, pero no por haber hecho algo malo, sino porque se
les consideraba una amenaza. Pero él fue criado con muchos privilegios en el palacio del rey, lejos de la
cruda realidad y del trato inhumano que recibían sus paisanos. Pero cuando presenció la injusticia, día tras
día y año tras año, no pudo soportarlo más. Al ver cómo uno de su propio pueblo sufría bajo los golpes
inhumanos de un egipcio, Moisés se llenó de ira y lo atacó. En un instante mató al egipcio y trató de ocultar
su cuerpo enterrándolo en la arena. Pero esa acción llena de impetuosa ira no quedó impune. Cuando la
noticia del asesinato llegó a oídos del Faraón, Moisés temió por su vida y huyó. (Véase Éxodo capítulo 2).

Al estudiar la vida de Moisés podemos observar que en él residían tanto el poder como los problemas
potenciales inherentes a su carácter. ¿Alguna vez la ira ha nublado su buen juicio al punto de haber actuado
de manera irracional… y sigue lamentándolo? En última instancia, usted tiene la decisión de actuar con
sabiduría o reaccionar neciamente. Moisés hizo ambas cosas en el transcurso de su vida. (Y así como él,
podemos aprender a controlar nuestra ira; podemos aprender a actuar ¡en vez de reaccionar!.

“El necio da rienda suelta a toda su ira, mas el sabio al fin la sosiega”.
(Proverbios 29:11)

I. DEFINICIONES
Es comprensible que Moisés haya sentido ira por causa del trato injusto que recibía uno
de sus hermanos, pero lo que hizo como consecuencia le acarreó problemas. Moisés
permitió que sus emociones lo controlaran. Cometió un crimen pasional y asesinó a un
hombre. El tenía razón en cuanto a la injusticia, pero su reacción estuvo equivocada. La
volatilidad de su carácter reveló que todavía no estaba preparado para la obra que Dios
había planificado para su vida. Como resultado, Dios envió a Moisés a vagar por el
desierto por cuarenta años para que aprendiera que fracasaría si quería rescatar a su
pueblo a su manera. Moisés necesitaba asimilar muy bien esa lección para que el Señor
lo convirtiera en el líder piadoso que él necesitaba para hacer su voluntad usando su
manera sobrenatural. Moisés había tratado de ganarse el respeto de los israelitas
tratando de salvarlos. Pero en lugar de ello, su ira descontrolada hizo que lo
despreciaran.

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“ “Pero él pensaba que sus hermanos comprendían que Dios les daría libertad por mano
suya; mas ellos no lo habían entendido así”.
(Hechos 7:25)

A. ¿Qué es la ira?
Lo que comenzó como una chispa por la rabia que sintió Moisés en su corazón,
pronto se convirtió en un fuego mortal. Quizás nadie notó las centellas de ira que
había en sus ojos, pero su espíritu se consumió por el calor del enojo. ¿Qué hace
usted cuando sus pensamientos y sentimientos están llenos de enojo? Los bomberos
saben el peligro que representa permitir que una llama se salga de control. Están
entrenados para reaccionar rápidamente. Usted también debe aprender a responder
prontamente para tomar el control de la llama de la ira antes de que consuma su vida
y destruya sus relaciones interpersonales.
“El que fácilmente se enoja hará locuras”.
(Proverbios 14:17)
• La ira es una fuerte emoción de enojo que surge cuando no se cumple una
necesidad o expectativa.
“El hombre iracundo levanta contiendas, y el furioso muchas veces peca”.
(Proverbios 29:22)
• La ira es el combustible de lo que la Biblia describe como una persona con un
temperamento ardiente o impetuoso.
“El hombre iracundo promueve contiendas; mas el que tarda en airarse
apacigua la rencilla”. (Proverbios 15:18)
• La palabra hebrea que se usa en el Antiguo Testamento con mayor frecuencia
para hablar de la ira es aph, que literalmente significa “nariz o fosas nasales”.
En forma figurada describe la forma en que las fosas nasales se distienden
cuando se expresa el furor. Con el tiempo, aph llegó a representar todo el rostro
del iracundo como se observa en dos antiguas expresiones hebraicas:
—“De cara (o nariz) larga” significaba… lento para la ira.
“Clemente y misericordioso es Jehová, lento para la ira, y grande en
misericordia”. (Salmos 145:8)
—“De cara (o nariz) corta” significaba… rápido para airarse.
“No te entremetas con el iracundo, ni te acompañes con el hombre de
enojos”. (Proverbios 22:24)
• La palabra ira en el Nuevo Testamento proviene del griego orge que significaba
en su forma original “cualquier impulso o deseo natural,” pero después vino a
representar “el enojo, la más fuerte de las pasiones”. A menudo se traduce “ira”
para indicar su naturaleza poderosa y duradera.

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“Pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino
que obedecen a la injusticia”. (Romanos 2:8)

B. ¿Cuál es la magnitud de la ira?


Del mismo modo que el calor, la ira tiene muchos grados. Va desde una irritación
leve y controlada hasta las ardientes explosiones descontroladas. Por ello, la ira es
un término muy amplio que abarca muchas emociones.
“Simeón y Leví son hermanos; armas de iniquidad sus armas. En su consejo no entre mi
alma, ni mi espíritu se junte en su compañía. Porque en su furor mataron hombres, y en su
temeridad desjarretaron toros. Maldito su furor, que fue fiero; y su ira, que fue dura. Yo
los apartaré en Jacob, y los esparciré en Israel”.
(Génesis 49:5–7)
• Indignación es la cólera provocada por una injusticia evidente que se considera
justificada. Jesús se “indignó” cuando sus discípulos querían prohibir a unos
padres traer a sus hijos para que los tocara y los bendijera.
“Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo
impidáis; porque de los tales es el reino de Dios” (Marcos 10:14).
• Ira es el enojo ardiente que inspira deseos de venganza. Muy seguido pasa de
ser un sentimiento para convertirse en una expresión externa de enojo. En
Romanos 1:18 Dios expresa su ira al hablar del castigo divino que merecen los
que pecan deliberadamente.
“Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e
injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad”. (Romanos
1:18)
• Furia es la cólera arrebatada y terrible que hace que la persona pierda el
sentido común. La palabra furia sugiere que la fuerza del estallido la mueve a
dañar o destruir. Algunos miembros del Sanedrín estaban tan enfurecidos contra
Pedro y los demás apóstoles por proclamar que Jesús era Dios que “querían
matarlos” (Hechos 5:33). Por eso la Biblia declara que:
“Cruel es la ira, e impetuoso el furor”. (Proverbios 27:4)
• Rabia es la furia violenta que provoca la pérdida del dominio propio, un
estallido de violencia y locura temporal. Después de una explosión de ira,
cuántas veces hemos oído la expresión de remordimiento: ¡No puedo creer que
haya hecho eso!”. Sin embargo, todo aquel que continúa ventilando su ira hacia
los demás, incluyendo a Dios, se dan cuenta de que están derrotados por sus
propias decisiones destructivas y sus relaciones interpersonales destruidas.
“La insensatez del hombre tuerce su camino, y luego contra Jehová se irrita su
corazón”. (Proverbios 19:3).

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C. ¿Cuáles son los malos entendidos acerca de la ira?
¿Considera usted que la ira es siempre negativa y pecaminosa? ¿Intenta esconder su
ira de los demás y aun de sí mismo? Los malos entendidos acerca de este tema le
dan a esta emoción una reputación ¡bastante negativa! Si negamos el propósito de
Dios para la ira y tratamos de esconder nuestros verdaderos sentimientos, tal vez
lleguemos a ser esclavos de la culpabilidad falsa indefinidamente. La Biblia dice:
“He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender
sabiduría”
(Salmos 51:6).

PREGUNTAS ACERCA DE LA IRA


PREGUNTA: “¿Es pecado enojarme?”
RESPUESTA: No. La emoción inicial de enojo nos fue dada por Dios. Pero la forma
en que usted responde o expresa la ira determina si ésta se convierte en pecado o
no. La Biblia dice:
“Airaos, pero no pequéis”. (Efesios 4:26).

PREGUNTA: “¿Cómo puedo evitar sentirme culpable cuando me enojo?”


RESPUESTA: Su enojo es señal de que algo no está bien, así como la luz roja que se
enciende en el tablero de su automóvil le avisa de que algo anda mal. Su
propósito es alertarlo para que tome un curso de acción… para que haga un alto,
evalúe el mal que está sucediendo y luego tome la acción adecuada. Jesús se
enojó con los líderes religiosos hipócritas que interpretaban el “día de descanso
del sábado” en forma extremosa al grado de querer castigar un acto de sanidad
en ese día con la pena de muerte. Como resultado de ello, él restauró a un
hombre que tenía una mano seca en el día de reposo.
“Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus
corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue
restaurada sana”. (Marcos 3:5)

PREGUNTA: “¿Cómo es posible que un Dios de amor también sea un Dios de


ira?”

RESPUESTA: Por el gran amor que Dios nos tiene, él se aíra contra cualquier
persona o cosa que se interponga en su plan perfecto para nuestra vida. La ira de
Dios nunca se separa de su amor. Él expresa su ira para nuestro propio bien.
“Porque un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida”. (Salmos
30:5)

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PREGUNTA: “¿Puede enojarse una persona, aunque no lo parezca?”
RESPUESTA: Sí. Mucha gente tiene problemas para expresar o siquiera reconocer
sus emociones. Han aprendido a negar, ignorar o reprimir su enojo
escondiéndolo o enterrándolo en el fondo de su corazón. Sin embargo, no
pueden ocultarlo de Dios, porque él ve y entiende todo.
“Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su
estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre;
pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el
corazón”. (1 Samuel 16:7)

D. ¿Cuál es el mal uso de la ira?


Todos sentimos el ardor de la ira de vez en cuando, pero la forma en que la
manejamos determina si estamos haciendo mal uso de ella o no. La llama pequeña
que alumbra una hoguera confortable puede encenderse de un momento a otro si no
tenemos cuidado y puede llegara convertirse en un espantoso incendio forestal. De
la misma manera, la chispa inicial de la ira puede usarse para bien, pero si la
sofocamos podríamos impedir que cumpliera su propósito. Evalúe si está
manejando bien la ira.
“Los hombres escarnecedores ponen la ciudad en llamas; mas los sabios apartan la ira”
(Proverbios 29:8)
• Enojo prolongado… “la olla hirviente”
…es la ira prolongada que se mantiene por mucho tiempo. Por lo regular es
resultado de un corazón incapaz de perdonar una ofensa pasada o a su ofensor.
La falta de perdón en última instancia produce resentimiento y profunda
amargura que afecta todas las relaciones interpersonales.
EJEMPLO:
“Nunca perdonaré la manera en que esa persona me trató hace muchos
años”.
“Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna
raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados”.
(Hebreos 12:15)
• Ira reprimida… la “olla de presión”
…es la que pretendemos esconder o ignorar. Generalmente surge del miedo a
enfrentar las emociones negativas. Esta clase de enojo produce un corazón
engañoso que muestra falta de confianza en los demás. Cuando no se enfrentan
y resuelven las emociones negativas con honestidad, surge la auto-compasión, el
auto-desprecio y las dudas en cuanto a sí mismo. Finalmente, todas las
relaciones interpersonales están destinadas al fracaso.
EJEMPLO:
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“Yo nunca me enojo, quizás solamente me irrito en ocasiones”.
“El que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no
hablen engaño”.
(1 Pedro 3:10)
• Ira provocada… la “mecha corta”
…es la ira rápida e impaciente que se enciende o irrita instantáneamente. Un
temperamento explosivo a veces se expresa en críticas o sarcasmo disfrazado de
palabras provocadoras.
EJEMPLO:
“¡No puedo creer que hayas dicho eso! ¡Te comportas como un niño!”
“No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los
necios”.
(Eclesiastés 7:9)
• Ira explosiva… el “volcán amenazador”
…es la ira poderosa, destructiva y difícil de controlar. Esta manera de
expresar la furia se caracteriza por el pleito, la violencia y el abuso verbal
contra los demás.
EJEMPLO:
“¡Estúpido, idiota! Si vuelves a hacerlo, ¡desearás no haber nacido!”
Jesús nos da una advertencia contra los que suelen insultar a los demás:
“Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y
cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que
le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego”.
(Mateo 5:22)

II. CARACTERÍSTICAS DE LA IRA


Si un extraño nos traiciona, podemos sentirnos mal, pero cuando un amigo lo hace, es
algo que nos hiere hasta lo más profundo de nuestra alma. Todo mundo espera tener
oposición de sus enemigos, pero ¿qué sucede cuando ésta proviene de un amigo, de
alguien que considera muy cercano, alguien como un “confidente”, o uno de los que
forman su círculo íntimo de amigos?
Un líder nacional supo lo que era la dureza de una traición así. Había actuado con
sabiduría, había demostrado mucho valor y se ganó la confianza de su pueblo. Siempre
estaba disponible para ellos y ellos lo sabían. Sin embargo, otro líder socavó su
autoridad y creó tal disensión entre ellos, que robó la lealtad de 250 de sus subalternos.
Eran hombres en quienes había confiado por muchos años, eran los que habían llegado
a conocerlo mejor, le habían sido fieles a través del tiempo, pero ahora le daban la
espalda. Sin embargo, Moisés no buscó la venganza personal, sino que llevó el asunto
al Señor.

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“Entonces Moisés se enojó en gran manera, y dijo a Jehová: No mires a su ofrenda… a
ninguno de ellos he hecho mal”.
(Números 16:15)
Podríamos justificar el enojo de Moisés porque él había aprendido a actuar en vez de
reaccionar. Contuvo su ira, derramó su corazón a Dios y le rogó que tratara con sus
ofensores. Por su lado, Dios aceptó su causa, destruyó a los traidores y defendió el
honor de su siervo. Moisés se rehusó a vengarse por sí mismo y permitió que el Señor
fuera su vengador porque él había prometido diciendo:
“Mía es la venganza y la retribución”.
(Deuteronomio 32:35)

A. ¿Cuáles son las señales de su enojo?


El cuerpo humano tiene reacciones físicas cuando sentimos enojo. Esas “señales de
la ira” lo pueden alertar cuando comience a sentirse enojado. Cuando aprenda a
discernir cuáles son esos avisos podrá evitarse problemas. De la misma manera, si
puede detectar las señales del enojo en los demás podrá defenderse, si fuera
necesario. Un ejemplo bíblico de una señal de enojo es la pérdida de apetito de
Jonatán cuando se sintió herido y lloró por el trato injusto y vergonzoso que dieron
a su gran amigo David:
“Y se levantó Jonatán de la mesa con exaltada ira, y no comió pan el segundo día de la
nueva luna; porque tenía dolor a causa de David, porque su padre le había afrentado”.
(1 Samuel 20:34)

SEÑALES DE LA IRA
Para identificar las señales de su enojo responda las siguientes preguntas:
• ¿Se le va el hambre?
• ¿Tiene frío o calor inusual?
• ¿Está respirando más rápido y más fuerte?
• ¿Se siente sonrojado?
• ¿Sus puños están tensos?
• ¿Siente agitación en su corazón?
• ¿Usa palabras inapropiadas, duras o maldice (sarcasmo o chisme)?
• ¿Se le seca la boca?
• ¿Ha optado por guardar silencio (se ha cerrado al diálogo)?
• ¿Sus músculos están tensos?
• ¿Está respirando con agitación?
• ¿Está hablando fuerte, rápido o con un tono de voz elevado?
• ¿Siente dolor de estómago o que está revuelto?
• ¿Rechina los dientes?
• ¿Siente sobresaltos o su comportamiento está ansioso (agitando un lápiz,
sacudiendo el pie, etc.)?
• ¿Camina fuerte y rápido o va de un lado a otro?
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Una vez que logre identificar las señales de su enojo, rápidamente podrá saber
que está enojado y luego puede invertir su energía para producir un resultado
positivo.
“Porque he aquí, esto mismo de que hayáis sido contristados según Dios, ¡qué solicitud
produjo en vosotros, qué defensa, qué indignación, qué temor, qué ardiente afecto, qué
celo, y qué vindicación! En todo os habéis mostrado limpios en el asunto”.
(2 Corintios 7:11)

B. ¿Actúa o reacciona cuando está enojado?


Cuando se enoja, ¿la razón controla la situación o son las emociones las que toman
el control? ¿Permite usted que la mente de Cristo determine la mejor manera de
actuar, lo cual conduce a una acción apropiada, o tiene una reacción impulsiva que
le lleva a una reacción inapropiada? Si nunca antes ha evaluado lo que sucede
cuando siente ira o si no sabe cómo lo perciben los demás cuando está enojado,
entonces debe buscar la sabiduría y entendimiento de Dios.
“Si clamares a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz; Si como a la plata la
buscares, y la escudriñares como a tesoros, Entonces entenderás el temor de Jehová, y
hallarás el conocimiento de Dios. Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el
conocimiento y la inteligencia”.
(Proverbios 2:3–6)
• Una reacción apropiada a la ira consiste en expresar nuestros pensamientos y
sentimientos con confianza, consideración y preocupación por el bienestar de la
otra persona.
“El que ahorra sus palabras tiene sabiduría; de espíritu prudente es el hombre
entendido”. (Proverbios 17:27)
• Una reacción inapropiada a la ira es dar rienda suelta a los pensamientos y
sentimientos de tal manera, que provoca ira en los demás y comienza una pelea.
El libro de Proverbios es un libro de sabiduría que describe un cuadro muy
gráfico:
“Ciertamente el que bate la leche sacará mantequilla, y el que recio se suena
las narices sacará sangre; y el que provoca la ira causará contienda”.
(Proverbios 30:33)
Para ayudarle a entender si actúa o reacciona, tome tiempo para responder las
siguientes preguntas:

ANALICE
ACCIONES APROPIADAS REACCIONES INAPROPIADAS

• ¿Usa palabras diplomáticas y • ¿Usa palabras sin tacto y

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compasivas? condenatorias?

• ¿Toma en cuenta la opinión del • ¿Sólo le interesa su propio punto


otro? de vista?

• ¿Quiere ayudar al que lo hace • ¿Quiere castigar al que lo hace


enojar? enojar?

• ¿Se fija primero en sus propias • ¿Se fija solamente en las faltas de
faltas? los demás?

• ¿Sus expectativas de los demás • ¿Sus expectativas son irreales?


son realistas?

• ¿Su actitud es flexible y de • ¿Su actitud es inflexible y no


cooperación? coopera?

• ¿Olvida pronto las injusticias? • ¿Le cuesta trabajo perdonar las


injusticias?

Aunque una situación puede provocar ira, quienes permiten que el Señor sea su
fortaleza podrán responder de manera apropiada.
“Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de
benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia”.
(Colosenses 3:12)

C. ¿Cuáles son los síntomas de la ira no resuelta?


El sentimiento del enojo no es un problema en sí mismo, pero puede convertirse en
uno si no se resuelve. La ira prolongada aviva la llama de la amargura y es el
combustible para la falta de perdón. Una manera en que podemos albergar ira es
rehusándonos a enfrentar nuestras emociones de manera saludable. La ira no
resuelta provoca un abismo entre nosotros y Dios y también afecta nuestro cuerpo,
destruye nuestras emociones y acaba con nuestras relaciones interpersonales. Sea
que lo reconozcamos o no, la ira no resuelta provoca daño físico, emocional y
espiritual. Jesús dijo:
“Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio”.
(Mateo 5:22)
La ira no resuelta puede producir algunos de los síntomas físicos, emocionales y
espirituales siguientes:
• Síntomas físicos
—Alta presión arterial
—Enfermedades cardíacas
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—Desórdenes estomacales
—Problemas intestinales
—Dolores de cabeza
—Visión empañada
—Insomnio
—Hambre compulsiva
• Síntomas emocionales
—Ansiedad
—Amargura
—Compulsiones
—Depresión
—Temor
—Inseguridad
—Fobias
—Preocupación
• Síntomas espirituales
—Pérdida de la perspectiva
Hace que las emociones distorsionen los pensamientos
—Pérdida de visión
Pierde el sentido de propósito en la vida
—Pérdida de sensibilidad
No puede escuchar la voz del Espíritu de Dios que habla a su corazón
—Pérdida de energía
Pierde la fuerza para servir a Dios y a los demás
—Pérdida de libertad
Se convierte en esclavo de las circunstancias
—Pérdida de confianza
Se siente inseguro de cómo actuar cuando se presentan las dificultades
—Pérdida de fe
Carece de confianza en que Dios está obrando en su vida
—Pérdida de identidad
Se hace igual a la persona por quien está amargado
La ira no resuelta provoca amargura. Y la Biblia relaciona la amargura con estar
esclavizados al pecado.
“Porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás”.
(Hechos 8:23)

D. ¿Está albergando ira?


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Mucha gente vive sin darse cuenta de que ha estado escondiendo su ira, un enojo
que han suprimido y que en ocasiones sale a la luz. Usualmente la ira escondida
proviene de heridas recibidas en la niñez, pero sus efectos siempre están listos para
salir a flote. Por ejemplo, cuando alguien dice o hace algo malo, quien ha estado
reprimiendo su ira reacciona de manera desmedida. Cuando alguien comete un error
inofensivo, la magnitud de la ira es desproporcionada.
Si ha estado tratando de esconder su enojo, puede encontrarse en uno de dos
extremos, sentirse desesperanzado u hostil por no saber por qué está
experimentando esos sentimientos. La Biblia dice que algunas de nuestras
motivaciones y emociones permanecen escondidas a nosotros mismos.
“¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos”.
(Salmos 19:12)

CLAVES PARA RECONOCER LA IRA ESCONDIDA


• ¿Se irrita por nimiedades?

• ¿Sonríe por fuera cuando se duele por dentro?

• ¿Trata de encontrar su identidad y valor en el trabajo excesivo?

• ¿Niega que en ocasiones se impacienta?

• ¿Siempre tiene que decir la última palabra?

• ¿La gente más cercana a usted diría que siempre culpa a los demás?

• ¿Se siente desmotivado?

• ¿Se fatiga con facilidad?

• ¿Ha perdido interés en la vida?

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• ¿Se frustra con facilidad?

Si reconoce que hay ira no resuelta en su vida, trate de seguir las instrucciones que
Dios dio a los cristianos de Colosas:
“Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia,
palabras deshonestas de vuestra boca”.
(Colosenses 3:8)

III. CAUSAS DE LA IRA


Imagine tener que dirigir a miles de personas a través del desierto. Todos ellos acuden a
usted para que supla sus necesidades físicas y espirituales. Cuando están estableciendo
el campamento al pie de la montaña, Dios le dice que escale hasta la cima para
encontrarse con él porque le va a entregar los Diez Mandamientos y otros preceptos que
serán de beneficio para todos.
Mientras está delante del Altísimo usted no sabe lo que está sucediendo, pero el pueblo
que él le encomendó a usted le da la espalda al Señor, funden oro, hacen un becerro y
¡comienzan a adorarlo! El Creador interrumpe la reunión para informarle que el pueblo
se ha rebelado. Sonrojado por la ira, usted desciende de la montaña para intervenir en
esa situación.
Éxodo 32:19 dice: “Y aconteció que cuando él llegó al campamento, y vio el becerro y
las danzas, ardió la ira de Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie
del monte”.
Moisés reaccionó porque estaba lleno de temor. Tenía miedo de que la ira justa de Dios
contra su pueblo desobediente les acarreara la destrucción. El sabía que ellos tenían que
servir:
“… a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego
consumidor”.
(Hebreos 12:28–29)

A. ¿Cuáles son los cuatro orígenes de la ira?


En cualquier parte del mundo los incendios inesperados pueden iniciar y
alimentarse por medio de alguna de estas cuatro fuentes: petróleo, gas, lava
abrasadora o metano (un gas muy inflamable que puede causar explosiones
intensas). De manera similar, la ira puede comenzar y avivarse por alguna de las
siguientes cuatro fuentes: dolor, injusticia, temor o frustración. Con esas raíces, la
ira es un efecto a una o más de ellas. Es muy doloroso tratar de analizar y
desenterrar los sentimientos pasados. Por lo tanto, parece más fácil seguir enojados
que encontrar la verdadera causa del enojo, después renunciar a nuestros “derechos”
y por último, crecer hasta llegar a la madurez cristiana. Debemos ser pacientes
porque:

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“Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os
falte cosa alguna”.
(Santiago 1:4)
1. Dolor
El corazón ha sido herido.
Todos tenemos la necesidad íntima dada por Dios de recibir amor
incondicional. Cuando se nos rechaza o se nos hiere, estallamos en ira, la cual es
como un muro protector que impide el paso a las personas y evita más heridas.
EJEMPLO BÍBLICO: Los doce hijos de Jacob
José era el hijo preferido de los doce hijos de Jacob. Debido a que su padre los
hirió y rechazó, los hijos mayores se enojaron y ¡buscaron la manera de
vengarse de su hermano menor!
“Y amaba Israel[Jacob] a José más que a todos sus hijos, porque lo había
tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores. Y viendo sus
hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían,
y no podían hablarle pacíficamente”. (Génesis 37:3–4)
2. Injusticia
Cuando se viola uno de sus derechos.
Todos tenemos un código moral interno que establece el sentido de lo que es
correcto y justo y lo que no. Cuando percibimos que se ha cometido una
injusticia en nuestra contra o contra los demás, nos enojamos (especialmente
cuando se trata de alguien a quien amamos). Si nos aferramos a la ofensa, la ira
sin resolver crecerá y se anidará en nuestro corazón.
EJEMPLO BÍBLICO: el Rey Saúl
El trato injusto que dio el Rey Saúl a David provocó la ira de Jonatán. Cuándo el
hijo de Saúl escuchó que su propio padre pronunciaba una sentencia de muerte
contra su amado amigo David, él preguntó:
¿Por qué morirá? ¿Qué ha hecho? Entonces Saúl le arrojó una lanza para
herirlo [a Jonatán]; de donde entendió Jonatán que su padre estaba resuelto a
matar a David. Y se levantó Jonatán de la mesa con exaltada ira, y no comió
pan el segundo día de la nueva luna; porque tenía dolor a causa de David,
porque su padre le había afrentado”. (1 Samuel 20:32–34)
3. Temor
Amenaza sobre su futuro.
Todos fuimos creados por Dios con la necesidad íntima de vivir en seguridad.
Cuando nos preocupamos, nos vemos amenazados o nos enojamos por el
cambio de circunstancias, estamos respondiendo al temor. Un corazón

1433
amedrentando desconfía del plan perfecto de Dios para su vida.
EJEMPLO BÍBLICO: el Rey Saúl
Saúl se enojó por los éxitos que David tuvo en el campo de batalla. Se sintió
amenazado por su popularidad y temía perder su reino. (Lea 1 Samuel 18:5–15,
28–29)
“Y se enojó Saúl en gran manera… A David dieron diez miles, y a mí miles…
Mas Saúl estaba temeroso de David, por cuanto Jehová estaba con él, y se
había apartado de Saúl”. (1 Samuel 18:8, 12)
4. Frustración
Nuestro desempeño no recibe aprobación.
Todos tenemos la necesidad dada por Dios de ser reconocidos. Cuando nuestros
esfuerzos personales no cumplen con nuestras expectativas o de los demás, se ve
amenazada nuestra necesidad de sentirnos importantes. La frustración resultante
por fallar al cumplir nuestras expectativas es una de las principales razones para
sentir enojo.
EJEMPLO BÍBLICO: Caín
Caín y Abel trajeron a Dios distintas ofrendas, pero la de Caín obviamente fue
inaceptable. Él decidió ofrecer lo que quiso sin importar lo que Dios hubiera
indicado que era correcto y aceptable. Cuando sus esfuerzos personales fueron
rechazados, se frustró tanto, que se llenó de ira lo que provocó que asesinara a
su propio hermano.
“Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una
ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo
más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no
miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera,
y decayó su semblante… Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y
aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano
Abel, y lo mató”. (Génesis 4:3–5, 8)

PREGUNTA: “¿Qué espera Dios de mí en cuanto a la ira inapropiada?”


RESPUESTA: Dios quiere que examinemos la verdadera fuente de nuestra ira. ¿Se
trata de una herida, injusticia, temor o frustración, o una combinación de dos o
más? Luego debemos evaluar si estamos utilizando la ira para tratar de llenar
alguna de nuestras necesidades íntimas de amor, reconocimiento o seguridad.
—Herida: ¿Ha sido herido por el rechazo de alguien o por sus palabras
hirientes? Si ése es el caso, evalúe si…
Está usando la ira para intimidar o coaccionar a alguien para retenerlo en la
relación con usted

1434
—Injusticia: ¿Ha sufrido una injusticia real o percibida? Si así fuera, evalúe
si…
Está usando palabras llenas de ira y condenatorias para provocar que alguien
se sienta culpable y obligado con usted de alguna manera
—Temor: ¿Ha sucedido algo que le produjo temor? Si es así, evalúe si…
Está utilizando la ira para dominar y controlar a alguien para salirse con la
suya
—Frustración: ¿Siente frustración por causa de alguna expectativa no
realizada? Si ese es el caso, evalúe si…
Está utilizando amenazas airadas y palabras vergonzosas para manipular a
alguien para que cumpla sus demandas
Cuando examine su corazón decida no usar la ira para tratar de suplir sus
necesidades. Más bien, arrepiéntase y dependa más profundamente del Señor,
quien es el único que puede suplir nuestras necesidades.
“Jehová te pastoreará siempre, y en las sequíassaciará tu alma, y dará vigor a tus huesos;
y seráscomo huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan”.
(Isaías 58:11)

B. ¿Qué puede provocar un cambio abrupto en la intensidad de la ira?


La manera de expresar la ira de una persona podría cambiar ligeramente en el
transcurso del tiempo, pero pocas veces cambia abruptamente. Un cambio
dramático sería atípico (es decir, inusual). Cuando un cambio mayor ocurre es por
una causa mayor. Si no es normal que alguien se muestre impaciente, irritable o
irascible, sepa que los cambios en el estado de ánimo y comportamiento pueden
deberse a…
• Uso de drogas (esteroides, cocaína)
• Herida en la cabeza (en el deporte, caídas o accidente automovilístico)
• Medicinas (algunos antidepresivos)
• Deficiencias químicas (desequilibrio hormonal)
• Algunas enfermedades (tumor cerebral, cáncer cerebral)
• Trauma físico o emocional, o estrés (desorden de estrés post-traumático)
• Los cambios repentinos de comportamiento son un llamado urgente a un
examen minucioso para determinar cuál es la causa física, especialmente en el
cerebro.
“Todo hombre prudente procede con sabiduría, mas el necio manifestará necedad”.
(Proverbios 13:16)

C. ¿De qué manera pueden provocar ira nuestras expectativas?


Es muy fácil vivir bajo la impresión de que podemos determinar lo que los demás
1435
deben hacer o cómo deben solucionarse algunas situaciones: “Mi destino debería ser
así; por lo tanto, la gente debería hacer aquello”. Muchas veces oramos y
esperamos que Dios haga todo lo que le pedimos. El problema principal de esas
expectativas es una sola palabra simple: el orgullo. Pregúntele al Señor: “¿Estoy
actuando como si yo fuera el centro del mundo?”
“¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones,
las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de
envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no
pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites… Dios resiste
a los soberbios, y da gracia a los humildes”.
(Santiago 4:1–3, 6)

EXPECTATIVAS IRREALES
• Ira por las circunstancias
“Espero que en mi vida sólo haya cosas buenas… pero realmente no es lo que
yo esperaba”.
• Ira contra los demás
“Siempre pensé que estarías disponible para mí, para apoyarme y amarme…
pero ahora me encuentro solo”.
• Ira contra usted mismo
“Siempre pensé que iba a triunfar… pero siempre estoy en la lucha y me siento
un fracasado”.
Cuanto más esperamos que la gente haga lo que nosotros queremos, más
enojados estaremos cuando nos fallen. Cuanto más tratemos de controlar a los
demás, les estaremos entregando más control de nosotros mismos. Cuantas más
demandas hagamos de los demás, más poder les entregamos para hacernos
enojar. Lo que hemos de hacer, por el contrario, es humillarnos y someternos al
control soberano de Dios sobre nuestras vidas y de los demás. Necesitamos
depositar nuestro destino en sus manos, donde siempre debería estar.
La Biblia dice que debemos dejar nuestras expectativas delante del Señor y
permitir que él determine lo que nosotros debemos recibir.
“Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi esperanza”.
(Salmos 62:5)

PREGUNTA: “¿Cómo puedo manejar la ira por las pérdidas que he sufrido?”
RESPUESTA: Cuando sufra una pérdida significativa en su vida, pasará por un
tiempo de dolor.
—Reconozca sus sentimientos, su dolor o sensación de injusticia, su temor o
frustración.

1436
—Entregue a Dios el dolor que está sintiendo, junto con las circunstancias que
están fuera de su control.
—Confíe en que el Señor le dará gracia y sabiduría para enfrentar de manera
positiva cada pérdida.
—Abandone las expectativas de que la vida debe ser como usted quiere.
Ore así: “Señor, gracias porque tú eres el soberano de mi vida. Quiero responder
ante ti con un corazón agradecido y aceptar estas circunstancias inmutables en
mi vida, sin importar el costo que tenga que pagar. Decido dejar de sentirme
miserable y hacer a los demás infelices por algo que ninguno de nosotros puede
cambiar. Te agradezco por la manera en que vas a usar lo que sucede en mi vida
para mi bien y para la gloria de Cristo. En su nombre. Amén”.
“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo
Jesús”.
(1 Tesalonicenses 5:18)

D. La raíz del problema


Cuando sentimos que se ha violado algún “derecho” real o percibido, fácilmente
podemos responder con enojo. Pero, ¿cuáles son nuestros derechos legítimos?
Alguien podría responder: “La felicidad”. Alguien más podría decir: “La libertad de
vivir como yo quiero”. Sin embargo, eso no era lo que Jesús tenía en mente. El
sometió sus derechos al Padre celestial. Con base en la Biblia, tenemos el derecho
de vivir a la luz de la voluntad de Dios tal como él la ha revelado en su palabra.
Aparte de ello, debemos someter nuestros derechos al Señor y permitir que él
cumpla su voluntad en nuestros corazones.
“Fate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en
todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”.
(Proverbios 3:5–6)
CREENCIA FALSA:
“Basado en lo que creo que es lo correcto, tengo el derecho a seguir enojado
todo el tiempo que quiera por las decepciones de la vida. Tengo el derecho a
expresar mi enojo en la forma en que a mí más me plazca”.
CREENCIA CORRECTA:
“Puesto que Dios es Soberano de mi vida y le he confiado mi vida, someto mis
derechos a él. Las decepciones humanas que sufra son oportunidades que él
usará para hacer que mi fe crezca y para desarrollar su carácter en mí. Decido no
ser controlado por el enojo, sino usarlo como un aliciente para hacer todo lo que
Dios quiere que yo haga”.
“En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es
necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a
prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se

1437
prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea
manifestado Jesucristo”. (1 Pedro 1:6–7)

IV. PASOS PARA ENCONTRAR LA SOLUCIÓN


En aquel día caluroso y seco, la frustración de Moisés alcanzó el punto máximo de
ebullición. Había guiado a más de un millón de gente a través del gran desierto,
Pero a pesar de sus esfuerzos, ellos siempre se quejaban, cuestionaban su liderazgo
y lo culpaban por lo que les pasaba: “¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron
nuestros hermanos…! ¿Y por qué nos has hecho subir de Egipto, para traernos a
este mal lugar?” (Números 20:3–5)
Una vez más, no había agua. Dios les había provisto de agua con anterioridad
cuando le dijo a Moisés que golpeara una roca con su vara. Cuando Moisés
obedeció, salió de la roca una fuente de agua para dar de beber a todo el pueblo de
Israel. (Véase Éxodo 17:1–6)
En esa nueva situación, Dios quería llevar a cabo un milagro similar, pero esta vez
le dijo a Moisés que hablara a la roca, no que la golpeara. Sin embargo, Moisés se
encontraba tan frustrado que su enojo llegó al grado máximo. En vez de hablar a la
roca, la golpeó… dos veces. Dios quería una explosión de agua, no una explosión
de ira. El resultado fue que el Señor tuvo que disciplinar a su líder escogido y no le
permitió introducir a su pueblo a la Tierra Prometida. (Véase Números 20:1–12)
¿Es usted como Moisés en algunas ocasiones? ¿Permite que su frustración lo ponga
furioso? ¿Ha sufrido las dolorosas repercusiones por ello? ¿Qué debe hacer cuando
se enoja y está lleno de dolor, o de un sentido de injusticia, temor, o frustración? La
Biblia dice:
“Deja la ira, y desecha el enojo; no te excites en manera alguna a hacer lo malo”.
(Salmos 37:8)

A. Versículo clave para memorizar


“Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar,
tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios”.
(Santiago 1:19–20)

B. Pasaje clave para leer y meditar


Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo…
Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la
necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo
de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda
amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con
otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a
vosotros en Cristo”.
(Efesios 4:26–27, 29–32)
1438
ANÁLISIS DIVINO DE LA IRA
• La ira es aceptable a veces. v. 26

• La ira debe controlarse para que v. 26


no sea pecaminosa.

• La ira no debe permanecer v. 26


mucho tiempo.

• La ira, cuando se prolonga, da v. 27


lugar al diablo

• La ira puede provocar palabras v. 29


corrompidas y pecaminosas.

• La ira puede contristar al v. 30


Espíritu Santo.

• La ira puede controlarse y v. 31


sofocarse.

• La ira se convierte en pecado v. 31


cuando provoca amargura.

• La ira debe controlarse antes de v. 31


convertirse en furia.

• La ira debe apagarse antes de v. 31


provocar pleitos.

• La ira debe detenerse antes de v. 31


dar lugar a las maldiciones.

• La ira debe someterse antes de v. 31


convertirse en malicia

• La ira puede dominarse a través v. 32


de la compasión.

• La ira puede ser vencida con el v. 32


perdón.

C. Analice la cantidad de ira que experimenta


¿Ha pensado seriamente acerca de cuánta ira está albergando en su corazón y

1439
contra quién está airado? A continuación encontrará una gráfica en forma de pastel.
Divídala en varios segmentos y nombre cada uno de ellos representando la cantidad
de enojo que usted tiene contra diferentes personas (sea del pasado o presente).
Hemos hecho un ejemplo.
Al pensar en su ira, considere lo que la Biblia dice:
“Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios”.
(Santiago 1:20)

D. ¿Está albergando ira contra Dios?


¡No podemos escapar de los problemas, dolor y preocupaciones! Pero, ¿culpa usted
a Dios por el dolor y sufrimientos de la vida? ¿Ha levantado un dedo acusador y
pronunciado un juicio en contra del Señor por no haber impedido el mal o el
sufrimiento? En la Biblia encontramos a un hombre llamado Job que tenía grandes
preguntas para el Creador. De hecho, podemos apreciar su amargura y enojo en la
queja:
“Hoy también hablaré con amargura; porque es más grave mi llaga que mi gemido.
¡Quién me diera el saber dónde hallar a Dios! Yo iría hasta su silla. Expondría mi causa
delante de él, y llenaría mi boca de argumentos”. (Job 23:2–4)
¿Podemos justificar la ira contra Dios? El Señor mismo respondió a Job con estas
palabras:

1440
“¿Quién es ése que oscurece el consejo con palabras sin sabiduría? … ¿Es sabiduría
contender con el Omnipotente? El que disputa con Dios, responda a esto… ¿Invalidarás tú
también mi juicio? ¿Me condenarás a mí, para justificarte tú?”
(Job 38:2; 40:2, 8)
¿Cuál es la respuesta a la ira contra Dios? ¿Se puede resolver? Y si ese fuera el
caso, ¿cómo?

CÓMO RESOLVER LA IRA CONTRA DIOS


• Conozca el carácter de Dios.
—Él es justo.
“Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son
rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; es justo y recto”.
(Deuteronomio 32:4)
—Sus caminos son justos.
“Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos”. (Apocalipsis
15:3)
—Es amor.
“Dios es amor”. (1 Juan 4:8)
—El ama a todo el mundo.
“De tal manera amó Dios al mundo”. (Juan 3:16)
• Entienda los propósitos de Dios.
—Él torna lo malo en bueno.
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien”.
(Romanos 8:28)
—Él cambia el llanto en baile y la tristeza en gozo.
“Has cambiado mi lamento en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de
alegría”. (Salmos 30:11)
—Él utiliza el sufrimiento para producir paciencia, carácter y esperanza.
“Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones,
sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la
prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios
ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue
dado”. (Romanos 5:3–5)
—Él usa los problemas para enseñarnos su compasión.

1441
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de
misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas
nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los
que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que
nosotros somos consolados por Dios”. (2 Corintios 1:3–4)
• Reconozca el plan de Dios.
—Él ofrece salvación a todo el mundo.
“Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino
para que el mundo sea salvo por él”. (Juan 3:17)
—Bendecirá a quienes perseveren en las pruebas.
“Bienaventurado el varón que soporta la tentación”. (Santiago 1:12)
—Castigará con justo juicio a los que hacen el mal.
“Pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad,
sino que obedecen a la injusticia; tribulación y angustia sobre todo ser
humano que hace lo malo”. (Romanos 2:8–9)
—Un día hará nuevas todas las cosas para los verdaderos creyentes.
“Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con
los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo
estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de
ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor;
porque las primeras cosas pasaron”. (Apocalipsis 21:3–4)
Job sintió amargura contra Dios en un momento de su vida, pero finalmente se
dio cuenta de que se había enojado con la persona equivocada. Admitió su error
con profundo remordimiento:
“Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti… De
oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven. Por tanto me aborrezco, y me arrepiento en
polvo y ceniza”.
(Job 42:2, 5–6)

¿QUIERE SABER CÓMO CONTROLAR SU IRA… Y CONOCER EL


PLAN DE DIOS PARA SU VIDA?
Nadie quiere que la gente lo considere una persona “fuera de control”. Nadie quiere
vivir con ira descontrolada. Pero alguien podría decir: “He tratado de resolver mi
ira, pero no lo he logrado”.
Si ese es su caso, podría ser que el Señor le esté diciendo: “Sé que no puedes, pero
yo sí puedo. Puedo darte el control que necesitas y mi poder sobrenatural, pero antes
debes entregarme el control de tu vida. Así podré hacer un cambio radical en ti”.

1442
¿Necesita un cambio real en su vida? Si ese es el caso, hay cuatro verdades que
necesita saber para lograrlo.
1. El propósito de Dios para usted… es la salvación.
—¿Qué motivó a Dios a enviar a su Hijo a la tierra? ¿Para condenarnos? ¡No!
¡Lo envió para demostrarnos su amor por medio de la salvación!
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo,
sino para que el mundo sea salvo por él”. (Juan 3:16–17)
—¿Cuál fue el propósito de Jesús para venir a la tierra? ¿Hacerlo todo perfecto y
quitar todo el pecado? No, ¡vino a perdonar nuestros pecados, darnos el
poder para obtener la victoria sobre el pecado y ayudarnos a vivir una vida
plena! “Yo [Jesús] he venido para que tengan vida, y para que la tengan en
abundancia”. (Juan 10:10)
2. Nuestro problema… es el pecado.
—¿Qué es el pecado? El pecado es vivir de manera independiente de las normas
de Dios, sabiendo lo que es correcto, pero decidiendo hacer lo malo.
“Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”. (Santiago 4:17)
—¿Cuál es la consecuencia del pecado? La muerte espiritual, la separación
espiritual de Dios.
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna
en Cristo Jesús Señor nuestro”. (Romanos 6:23)
3. La provisión divina para nosotros… es el Salvador.
—¿Hay algo que pueda quitar la paga del pecado? Sí. Jesús murió en la cruz
para pagar personalmente por nuestros pecados.
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros”. (Romanos 5:8)
—¿Cuál es la solución para ya no estar separados de Dios? Creer en Jesucristo
como el único camino a Dios el Padre.
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al
Padre, sino por mí”. (Juan 14:6)
4. Su decisión… es someterse.
—Deposite su fe en (descanse en) Jesucristo como su Señor y Salvador personal
y deje de confiar en las “buenas obras” como medio para ganar el favor de
Dios.
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros,
pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. (Efesios 2:8–
9)
—Entregue a Cristo el control de su vida, confiando su vida en sus manos.

1443
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera
salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la
hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y
perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”
(Mateo 16:24–26)
Si desea ser completamente perdonado por Dios, tener un cambio de mente, de
corazón y de vida, puede pedirle a Jesucristo en este momento que entre a su vida
para que le dé su paz y su poder.

ORACIÓN PARA LA SALVACIÓN


“Dios, reconozco que he dirigido mi ira hacia ti. He pecado al enorgullecerme y aferrarme a mis
“derechos”. Me arrepiento y someto mis derechos a ti. Jesús, gracias por morir en la cruz por mis pecados y
por sufrir el castigo que yo merecía. Te pido que entres a mi vida y seas mi Señor y Salvador y que perdones
todos mis pecados. Te doy el control de mi vida. Hazme la persona que quieres que sea. Gracias por tu
misericordia y gracia. En tu santo nombre. Amén.”

Si hizo esta oración con toda sinceridad, ¡escuche lo que Dios tiene que decir!
“Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino
poder”.
(2 Pedro 1:3)

E. Resuelva la ira del pasado


La ira que no se ha resuelto es como el rescoldo de carbones escondidos que arden
provocando profundas heridas en su relación con Dios y con los demás. Esta
poderosa emoción le roba la paz de su corazón y el contentamiento de su espíritu.
“Se llenó de amargura mi alma, y en mi corazón sentía punzadas, tan torpe era yo, que no
entendía; era como una bestia delante de ti”.
(Salmos 73:21–22)

CÓMO RESOLVER LA IRA DEL PASADO


• Reconozca su ira descontrolada.
—Acepte que tal vez tiene ira que no ha resuelto.
—Pida a Dios que le revele la causa de la ira escondida en su corazón.
—Determine la causa principal de su ira pasada.
—Hable de su ira con Dios y con un amigo o consejero.
“Por tanto, confesaré mi maldad, y me contristaré por mi pecado”.
(Salmos 38:18)
• Repase sus sentimientos básicos.

1444
—¿Alguna vez fue herido (rechazado, traicionado, no amado o ignorado)?
—¿Alguna vez fue tratado injustamente (engañado, afectado, objeto de malicia,
o atacado)?
—¿Alguna vez tuvo miedo (se sintió amenazado, inseguro, fuera de control o
indefenso)?
—¿Alguna vez ha estado frustrado (sintiéndose fuera de lugar, inferior,
obstaculizado, manipulado)?
“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si
hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno”.
(Salmos 139:23–24)
• Reciba el amor de Dios.
—Medite y memorice versículos que hablen del amor de Dios por usted:
Jeremías 31:3 Salmos 32:10

Lamentaciones 3:22–23 Salmos 89:1

Salmos 13:5–6 Salmos 103:17

—Lea cinco Salmos diariamente por un mes.


—Descanse en la aceptación de Dios por usted y deje de buscarla de los demás.
—Confíe en el Señor para que llene sus necesidades íntimas de amor,
reconocimiento y seguridad.
“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamosllamados hijos de Dios; por esto
el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él”.
(1 Juan 3:1)
• Renuncie a sus derechos.
—Confiese que es pecado la ira acumulada en su corazón.
—Entregue al Señor sus deseos de venganza.
—Renuncie a su derecho de seguir aferrándose a las heridas del pasado y
entrégueselas a Dios.
—Pida al Señor que obre en la vida de quienes lo han herido y que cambie sus
sentimientos hacia ellos.
—Deposite a quien lo hirió en las manos del Todopoderoso, y ¡perdónelo como
él lo hizo con usted!
“Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra
otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”.
(Colosenses 3:13)
• Regocíjese en el propósito de Dios.
—Agradezca a Dios por la manera en qué él usará esta prueba en su vida.
—Acepte que el Señor usará para bien esta prueba en su vida y en la de los

1445
demás, cuando usted resuelva la ira pasada.
—Alabe al Altísimo porque él quiere usar todas las circunstancias de su vida
para desarrollar en usted el carácter de Cristo y para hacerlo más fuerte,
firme y perseverante.
“Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que
hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y
establezca”.
(1 Pedro 5:10)
• Restaure la relación… cuando sea conveniente.
Aun si la reconciliación no es recomendable (después de un adulterio o si se
trata de alguien que no se ha arrepentido de un abuso cometido contra usted) o
que no sea posible (por causa de la muerte), usted siempre debe confesar su
propio pecado.
—Reconozca que cuando alguien peca en su contra y usted se aferra a la ira o se
niega a reconciliarse con esa persona, usted también está pecando contra
Dios y contra esa persona.
—Confiese al Padre celestial la ira que alberga en su corazón y pídale perdón al
ofensor por haberse negado a buscar la reconciliación.
—Escriba primero su confesión para utilizar las palabras correctas:
“Me he dado cuenta de que me equivoqué al seguir enojado contigo y no
permitir que Dios restaure nuestra relación. Lo siento mucho. ¿Me
perdonas?”
—Asegúrese de no hacer la confesión con enojo o recriminaciones.
“Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable
de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de
juicio… Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene
algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu
hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda”.
(Mateo 5:21–24)
• Refleje el amor de Cristo.
Procure reflejar conscientemente el amor de Dios hacia la persona que lo hizo
enojar.
—Ore de todo corazón:
“Dios, ayúdame a someterme a tu control”.
“Señor, deseo que tú me dirijas”.
“Dios, refleja tus actitudes en mis acciones”.
“Señor, guía mis palabras para que expresen amor genuino”.
“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que
también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis
amor los unos con los otros”.
(Juan 13:34–35)

1446
F. Erradique la ira que tiene desde la niñez
Mucha gente piensa que al llegar a la edad adulta, el dolor de la niñez desaparecerá
y no le afectará más. Pero eso no sucede a menos que identifiquemos las heridas del
pasado que sufrimos en la niñez y las resolvamos. No somos la suma de nuestras
experiencias pasadas, pero sí estamos conformados por las reacciones que hayamos
dado a esas experiencias. Dios no quiere que almacenemos las cosas malas que nos
pasaron en un arsenal de ira. Más bien él quiere que seamos como una bodega en la
cual no haya frutos malos, sino buen fruto.
“El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del
mal tesoro saca malas cosas”.
(Mateo 12:35)

CÓMO RESOLVER LA IRA ARRAIGADA POR LAS HERIDAS QUE


SUFRIMOS EN LA NIÑEZ
La próxima vez que la ira invada su corazón o que estalle en un llanto incontrolable,
hágase las siguientes preguntas:
• ¿Me siento herido?
Ejemplo: Nadie acepta mis ideas.
• ¿Alguna vez sentí esto cuando era niño?
Ejemplo: Cuando mi padre no se sentía orgulloso de mí porque yo no era un
buen atleta, me sentía herido.
• ¿Cómo me sentí cuando mi padre dijo que quería que su hijo fuera buen atleta?
Ejemplo: Me sentí profundamente rechazado.
Enfrente la ira que alberga en su corazón por causa del dolor que sintió cuando fue
rechazado por su padre.
• Pida a Dios que le revele cualquier herida oculta de su niñez.
• Pida a los miembros de su familia y amigos cercanos que estén atentos a
cualquier situación que le haga sentirse herido y que lo haga enojar.
• Reconozca que su ira prolongada y no resuelta es pecado, aunque piense que
está justificada.
• Asuma la responsabilidad de enfrentar las heridas que haya sufrido en su niñez.
• Someta las experiencias de dolor en su niñez a Dios, así como sus sentimientos.
• Pida perdón a quienes haya ofendido.
• Perdone y ore por aquellos que lo rechazaron.
• Ore y pida a Dios que lo llene de amor incondicional hacia los demás.
Si en su corazón hay un anhelo de amor y aceptación, recuerde:
“Bendito sea Dios, que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia”.

1447
(Salmos 66:20)
“Muchos dolores habrá para el impío; mas al que espera en Jehová, le rodea la
misericordia”. (Salmos 32:10) “¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia!
Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas”.
(Salmos 36:7)
“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su
Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no
en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y
envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”. (1 Juan 4:9–10)

CÓMO RESOLVER LA IRA ARRAIGADA POR LAS INJUSTICIAS


SUFRIDAS EN LA NIÑEZ
La próxima vez que sienta que la ira lo invade, hágase las siguientes preguntas:
• ¿Estoy sintiendo que esto es una injusticia?
Ejemplo: A mi mejor amigo lo maltrataron y lo ignoraron.
• ¿Alguna vez sentí esto mismo en mi niñez?
Ejemplo: Sí, mis padres preferían a mi hermano y a mí me ignoraban.
• ¿Cómo me sentí cuando mis padres me trataron de esa manera?
Ejemplo: Sentí ira contra mis padres y llegué a la conclusión de que la vida es
injusta.
• Enfrente su ira pasada y comience a ver cómo su ira presente está relacionada
con la ira no resuelta de su niñez.
• Pídale a Dios que le revele cualquier sentimiento no resuelto por las injusticias
que usted vivió cuando era niño.
• Pida a los miembros de su familia y amigos que le digan cómo saben que usted
está enojado.
• Reconozca que puede dirigir sus sentimientos de injusticia al Señor.
• Asuma su responsabilidad por su enojo.
• Entregue su ira a Dios y reemplácela con la paz divina.
• Pida perdón a quien usted haya ofendido con su ira.
• Perdone y ore por los que han actuado injustamente con usted.
• Medite en cómo el Altísimo puede usar su sensibilidad a las injusticias
cometidas en su contra para su propio bien.
Si su ira está arraigada a un trato injusto, recuerde:
“Jehová se ha hecho conocer en el juicio que ejecutó”. (Salmos 9:16)
“¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche?
¿Se tardará en responderles?” (Lucas 18:7)

1448
“Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, y
a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se
manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder”. (2
Tesalonicenses 1:6–7)
“Exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía”. (Salmos
37:6)

CÓMO RESOLVER LA IRA ARRAIGADA EN EL TEMOR QUE


EXPERIMENTÓ EN SU NIÑEZ
La próxima vez que se sienta amenazado o se enoje por un cambio en las
circunstancias de su vida, pregúntese:
• ¿Estoy temiendo por mi futuro?
Ejemplo: He perdido mi trabajo, y no sé cómo voy a sostener a mi familia.
• ¿Alguna vez sentí esto mismo durante mi niñez?
Ejemplo: Cuando mis padres murieron y me enviaron a vivir con mi abuela,
sentí temor.
• ¿Cómo me sentí al quedar huérfano de padres?
Ejemplo: Me sentí muy enojado porque todos los demás niños tenían padre y
madre que los protegieran y proveyeran para asegurar su futuro.
Enfrente su ira contra Dios por haberse llevado a sus padres y haberlo dejado con el
temor de un futuro incierto.
• Si tiene dificultad para recordar sus sentimientos de temor en la niñez, pídale a
Dios que traiga a su memoria lo que sucedió.
• Pregunte a su familia actual y a sus amigos si han notado momentos en los que
haya usted expresado contrariedad o sentimientos de inseguridad.
• Sea totalmente honesto consigo mismo y pida a Dios que le revele en qué áreas
tiende a depositar su confianza:
—¿Es en la riqueza económica?

—¿Es en los lazos estrechos con su familia?

—¿Es en una buena instrucción académica?

—¿Es en sus logros?

—¿Es en lo que los demás opinan de usted?

1449
• Reconozca que depositar su confianza en cualquier otra cosa que no sea Dios,
provoca ira contra él cuando sus ídolos de “seguridad” fallan.
• Pida a Dios que lo perdone por no haber confiado en él.
• Aprenda a colocar su confianza y seguridad solamente en el Señor.
• Memorice versículos que le afirmen la fidelidad divina.
• Comience a cultivar un corazón agradecido por todas las cosas que el Padre
celestial provee y déle gracias todos los días por su provisión generosa.
Si su corazón anhela tener seguridad, recuerde:
“No tendrá temor de malas noticias; su corazón está firme, confiado en Jehová.
Asegurado está su corazón; no temerá, hasta que vea en sus enemigos su
deseo”. (Salmos 112:7–8)
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te
esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi
justicia”. (Isaías 41:10)
“Porque Jehová será tu confianza, y él preservará tu pie de quedar preso”.
(Proverbios 3:26)
“Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor,
sino que habéis recibido el espíritu de adopción”. (Romanos 8:15)

CÓMO RESOLVER LA IRA ARRAIGADA EN LA FRUSTRACIÓN QUE


SINTIÓ EN SU NIÑEZ
La próxima vez que sienta enojo cuando rechazan su esfuerzo personal, hágase las
siguientes preguntas:
• ¿Me siento frustrado?
Ejemplo: Mi socio dijo algo negativo acerca del discurso que di en una reunión
de negocios.
• ¿Sentí esto mismo cuando era niño?
Ejemplo: Cuando mis padres querían que me comportara perfectamente y que
no expresara mis verdaderos sentimientos, me sentía frustrado.
• ¿Cómo me sentía cuando mis padres tenían esas expectativas de mí?
Ejemplo: Sentía que no me aceptaban porque mi conducta no siempre era
aceptable.
Enfrente su frustración y reconozca que el hecho de no conformarse a sus propios
estándares o los de los demás indica que su aceptación está basada en las obras y
ésta puede ser una fuente de mucha ira.

1450
• Pida a Dios que le revele cualquier ira enterrada que haya guardado contra sus
padres u otras personas del pasado que lo aceptaban dependiendo de su
conducta.
• Hágase las preguntas:
—“¿Me he impuesto metas irreales?”
—“¿Tiendo a enterrar mi enojo?”
—“¿Tengo la necesidad de controlar a la gente y las circunstancias?”
—“¿Me constituyo en guarda de los demás?”
—“¿Soy perfeccionista?”
—“¿Postergo mis deberes?”
—“¿Soy alguien que siempre busca agradar a los demás?”
—“¿Soy adicto al trabajo?”
• Pida a su familia y amigos cercanos que le digan cómo saben cuándo usted está
frustrado.
• Entienda que la frustración es una palabra benévola para referirse a la ira que
daña profundamente la auto-estima y el anhelo de recibir reconocimiento.
• Acepte que se requiere de un compromiso serio y un gran esfuerzo para sacar a
luz las frustraciones enterradas profundamente en nuestro corazón.
• Entienda que usted nunca puede hacer nada para ganarse el amor de Dios, pues
él lo ama sin condiciones.
• Permítase estar enojado y pida al Señor que le dé el valor de expresar su ira en
maneras aceptables.
• Entregue su ira al Omnipotente y apóyese en la suficiencia de su amor para
afirmar su propio valor.
Si se siente frustrado con la vida, recuerde:
“Hacer justicia y juicio es a Jehová más agradable que sacrificio”.
(Proverbios 21:3)
“Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de
agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería
siervo de Cristo”. (Gálatas 1:10)
“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis
pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el
camino eterno”. (Salmos 139:23–24)
“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca
decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu
fidelidad”. (Lamentaciones 3:22–23)

G. Resuelva la ira presente


Siempre existe la posibilidad de enojarse. Una persona mal intencionada puede
encender una chispa de irritación en usted, o alguien que lo ama sinceramente puede

1451
hacerlo sin intención de molestarlo. Dios quiere que resolvamos la ira de inmediato
antes de que consuma nuestro corazón y destruya los puentes que nos unen con las
personas con quienes tenemos relaciones interpersonales.
“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda
alrededor buscando a quien devorar”.
(1 Pedro 5:8)

UNA RESPUESTA RÁPIDA PARA LA IRA


• Pregúntese: “¿Puedo cambiar esta situación?” (Si la puerta rechina, ¡acéitela!)
Si puede, cámbiela.
Si no puede, déjela pasar.

ORE ASÍ:
“Señor, tú eres el soberano de mi vida. Puesto que tú sabes todas las cosas, sabes que tengo un fuerte enojo
con (nombre la persona o circunstancia) por (la injusticia, o insulto, temor o frustración). Quiero poner esta
situación en tus manos. Te entrego mi futuro y mi vida. Te lo pido en el nombre de Cristo Jesús. Amén.”

“Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado; hazme saber el


camino por donde ande, porque a ti he elevado mi alma”.
(Salmos 143:8)
“La ira puede convertirse en un verdadero peligro”. Este dicho refleja una dolorosa
realidad. Y ya que tantas veces nuestra lengua no ha sido domada, algunas
conversaciones se pueden salir de control.
• Admita su enojo.
—Esté dispuesto a reconocer que está enojado.
—Observe cuándo siente el enojo.
—Observe si reprime o controla su ira por causa del temor.
—Esté dispuesto a asumir su responsabilidad por la expresión inapropiada de la
ira.
“El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se
aparta alcanzará misericordia”. (Proverbios 28:13)
• Analice su forma de ser.
—¿Con qué frecuencia se enoja? (¿Muy seguido? ¿A veces? ¿Nunca?)

—¿Cómo sabe cuando está enojado?

—¿Cómo saben los demás que usted está enojado?

1452
—¿Cómo da rienda suelta a su ira?

—¿Explota? ¿Se le llenan los ojos de lágrimas? ¿Hace bromas o molesta a los
demás? ¿Habla con sarcasmo?

—¿Critica al otro? ¿Se torna agresivo?

“Escudríñame, oh Jehová, y pruébame; examina mis íntimos pensamientos y


mi corazón”. (Salmos 26:2)
• Analice el origen.
—Dolor:
¿Es el origen de su ira los sentimientos heridos por las palabras o acciones
de los demás?
—Injusticia:
¿Es el origen de su ira una respuesta emocional a la injusticia de alguien
contra otra persona?
—Temor:
¿Está enojado porque sufrió una pérdida o porque tiene miedo?
—Frustración:
¿Es el origen de su enojo la frustración porque algo no salió como usted
esperaba?
“Yo sé, Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te
agrada”. (1 Crónicas 29:17)
• Considere sus pensamientos.
—¿Espera que los demás se comporten como usted quiere?
“Ella debería cuidar mejor a los niños”.
“Él debería agradecer lo que hago por él”.
“Él debe estar aquí antes de las 7:00 p.m.”
“¡Más le vale no llamar durante la cena!”
—¿Es usted culpable de pensar distorsionadamente?
¿Exagera la situación?
¿Piensa lo peor?
¿Califica una acción con base en otras?
¿Generaliza las cosas diciendo: “tú nunca” o “tú siempre”?

1453
“El hombre impío endurece su rostro; mas el recto ordena sus caminos”.
(Proverbios 21:29)
• Acepte sus necesidades.
A menudo se usa la ira como una táctica para llenar las necesidades íntimas.
—¿Usa el enojo para manipular a los demás a que hagan lo que “deben” para
sentirse amado?

—¿Utiliza la ira explosiva para salirse con la suya, tratando de recibir


reconocimiento?

—¿Utiliza la ira manipuladora esperando que se den las circunstancias


necesarias para sentirse seguro?

—¿Sabía usted que solo Cristo puede llenar todas esas necesidades?

“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en
gloria en Cristo Jesús”. (Filipenses 4:19)
• Abandone sus exigencias.
En lugar de exigir que los demás llenen sus necesidades de amor,
reconocimiento y seguridad, aprenda a depender del Señor para que él las llene.
—“Señor, aunque me gustaría ser amado por los demás, yo sé que tú me amas
incondicionalmente”.
“Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”.
(Jeremías 31:3)
—“Señor, aunque me gustaría ser reconocido por los que me rodean, sé que soy
importante para ti”.
“ ‘Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice
Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”.
(Jeremías 29:11)
—“Señor, aunque me gustaría sentirme más seguro en mis relaciones con los
demás, yo sé que estoy seguro en mi relación contigo”.
“Jehová está conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre”.
(Salmos 118:6)
—“Señor, me gustaría que los demás estuvieran pendientes de mis necesidades,
pero sé que tú has prometido llenarlas todas”.

1454
“Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas
por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por
su gloria y excelencia”. (2 Pedro 1:3)
• Cambie sus actitudes.
Dé los siguientes pasos que Filipenses 2:2–8 recomienda:
“Completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes,
sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes
bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él
mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo
de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo
Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa
a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo,
hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se
humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”.
(Filipenses 2:2–8)
v. 2
• Tenga como meta pensar lo
mismo que Cristo.

• No piense en sí mismo primero. v. 3

• Dé preferencia a otra persona. v. 3

• Primero considere los intereses v. 4


del otro.

• Tenga la misma actitud de v. 5


Jesucristo.

• No se aferre a su posición o a sus v. 6


derechos

• Busque maneras de servir de v. 7


corazón.

v. 8
• Hable y actúe con humildad.

• Esté dispuesto a morir a sus v. 8


deseos.

• Resuelva su enojo.
—Determine si su ira es justificada.

1455
“El hombre impío endurece su rostro; mas el recto ordena sus caminos”.
(Proverbios 21:29)
—Decida cuál es la reacción apropiada.
“[Hay] tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de
hablar”. (Eclesiastés 3:7)
1. ¿Qué tan importante es este asunto?

2. ¿Se logrará algo bueno si lo menciono?

3. ¿Debo aceptar mi enojo sólo ante el Señor?

—Dependa del Espíritu Santo para que lo guíe.


“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad;
porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que
oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”. (Juan 16:13)
—Desarrolle un diálogo constructivo cuando se enfrente a alguien.
“Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis
cómo debéis responder a cada uno”. (Colosenses 4:6)
No hable sin haber perdonado.
Sí… piense antes de hablar.
No use frases como: “¿Cómo pudiste?” o “¿Por qué no puedes?”
Sí… use declaraciones personales como: “Yo siento…”
No traiga al caso las ofensas pasadas.
Sí… apéguese al asunto a tratar en ese momento.
No asuma que la otra persona está equivocada.
Sí… escuche el otro punto de vista.
No espere que lo entiendan automáticamente.
Sí… sea paciente y siga reaccionando con amabilidad.
“Con larga paciencia se aplaca el príncipe, y la lengua blanda quebranta los
huesos”. (Proverbios 25:15)
—Demuestre la gracia de Dios diciendo para sus adentros:
“He puesto mi enojo sobre la cruz de Cristo”.
“Ya no estoy controlado por la ira”.
“Estoy vivo porque Cristo vive en mí”.
“Permitiré que Cristo perdone a través de mí”.
“Permitiré que Cristo ame a través de mí”.
“Permitiré que Cristo revele su verdad a través de mí”.

1456
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y
lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se
entregó a sí mismo por mí”. (Gálatas 2:20)

H. ¿Cómo debo comunicar mi ira?


Antes de expresar su ira hacia los demás, tome tiempo para evaluar si realmente es
necesario, apropiado y si cree que hacerlo logrará algo de provecho. Algunas
personas simplemente no saben cómo manejar la ira y se vuelven hostiles y
agresivos o débiles y pasivos. De cualquier manera, no se resuelve nada. Si lo único
que desea es externar sus sentimientos, entonces hágalo delante de Dios o con otra
persona, pero no con la que está enojado. Si se va a encontrar con esa persona, hay
varias cosas que usted necesita hacer de antemano.
• Examine sus motivaciones.
• Sea realista en cuanto a sus expectativas.
• Sepa de antemano lo que quiere lograr.
• Evalúe lo válido de su petición.
• Ensaye la manera en que va a tratar el tema.
• Anticipe las posibles reacciones de la otra persona.
• Piense bien cómo podría responder a tales reacciones.
• Decida si está dispuesto a asumir cualquier consecuencia negativa.
Si no está seguro en cuanto a lo que quiere hacer, hable con alguien sabio y
confiable.
Para elegir el lugar y la hora para platicar:
• Seleccione el día y la hora que sea factible para ambos y que provea el ambiente
adecuado para hablar y escuchar.
• Reúnase en un lugar “neutral” para que ambos sientan equidad en importancia y
oportunidad.

I. Responda preguntas prácticas para resolver su ira actual


Será de mucho beneficio hacer un alto y hacer algunas preguntas que estimulen sus
pensamientos cada vez que sienta enojo. Cuando analice lo que está sucediendo
“tras bambalinas” dejará de ser subjetivo y se hará más objetivo, dejará de estar
controlado por su enojo y sacará el mayor provecho de él. Conforme vaya
practicando la paciencia y adquiera más sabiduría, estará en mejor condición para
someter su ira a los propósitos de Dios y le ayudará a no cometer pecado.
“El que tarda en airarse es grande de entendimiento; mas el que es impaciente de espíritu
enaltece la necedad”.
(Proverbios 14:29)
¿Qué me provoca enojo?
¿Cómo lo expreso?

1457
¿Cuáles son las motivaciones que encendieron mi ira?
¿Qué pienso de Dios en medio de este enojo?
¿Cómo debo reaccionar ante el Señor y los demás en esta circunstancia?
¿Qué puedo aprender de esta experiencia que en el futuro me ayudará a manejar
mejor mi enojo?
“Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el
que toma una ciudad”.
(Proverbios 16:32)

J. Preguntas y respuestas sobre la ira


Conforme aprenda a actuar en vez de reaccionar y le permita a Dios usar su ira para
lograr sus propósitos divinos, estará mejor preparado para ofrecer esperanza de
cambio para los demás. Las preguntas que siguen le ayudarán a prepararse para dar
respuestas bíblicas a quienes viven en la esclavitud del enojo y que acuden a usted
buscando ayuda y esperanza.
“Santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para
presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la
esperanza que hay en vosotros”.
(1 Pedro 3:15)

PREGUNTA: “¿Qué debo hacer cuando siento que mi enojo se está saliendo de
control?”

RESPUESTA: Cuando sienta que la razón y el dominio propio están dando paso a un
comportamiento irracional y descontrolado, meta freno y pida tregua. Es posible
que no cambie el rumbo de la conversación, pero ésta continuará su escalada a
menos que usted haga algo para evitar que empeore.
—Deténgase y respire profundamente.
—Levante las manos en señal de que se “rinde” en ese momento y que quiere
poner un alto a la situación que se ha desencadenado.
—Confiese que se está enojando más y más y que así no puede pensar con
claridad porque la conversación no llevará a nada positivo y parece que no
se está resolviendo nada.
—Explique que quiere calmarse y esperar a que se enfríen las cosas dando una
caminata alrededor de la cuadra, escuchando música, bañándose o haciendo
cualquier cosa que le ayude a recuperar el control.
—Si fuera posible, llegue a un acuerdo de reunirse después para seguir la
conversación.
—Si llega el momento en que parece imposible un acuerdo:
—Pónganse de acuerdo en que pueden tener opiniones diferentes acerca de ese
tema en particular, pero que no debe ser obstáculo para seguir teniendo una
buena relación.
—Recuerde que si dos personas siempre están de acuerdo en todo, su relación

1458
corre el riesgo de estancarse y no crecer.
—Decida entablar conversaciones estimulantes en las que se puedan expresar
las opiniones diversas para desarrollar la habilidad de escuchar, aprender de
los demás, cuestionar sus propias opiniones y expresar su opinión ante los
demás de manera clara y concisa.
“No toma placer el necio en la inteligencia, sino en que su corazón se descubra… Recibid
al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones”.
(Proverbios 18:2; Romanos 14:1)
PREGUNTA: “¿Cómo puedo evitar enojarme cuando conduzco? ¡Me enojo tanto
cuando voy al volante!”
RESPUESTA: En ocasiones experimentamos que al ir manejando alguien se nos
atraviesa imprudentemente, nos insulta, nos hace señales groseras o nos da un
golpe por detrás del carro con mala intención. Cualquiera que sea la situación,
en el momento en que sienta molestia, ensaye las siguientes verdades:
—“No tengo que enojarme”.
—“Me rehúso a que alguien más controle mis emociones”.
—“Decido estar calmado y sin irritarme”.
“Señor, no sé que está pasando con (el nombre de la persona), pero te pido
que me hagas sentir tu presencia en esta situación.
“Señor, (nombre de la persona) tiene un problema. No voy a permitir que su
problema se haga mío”.
—“Voy a mantener la calma en las fuerzas de Cristo”.
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
(Filipenses 4:13)

PREGUNTA: “Uno de mis compañeros de trabajo ha amenazado con hacerme


daño. ¿Qué debo hacer?”
RESPUESTA: La gente airada puede perder el control y causar daño en sus
posesiones o su persona. En casos extremos algunos han llegado a asesinar a sus
compañeros de trabajo. Por ello usted debe:
—Tomar en serio las amenazas.
Asuma que si alguien lo amenaza lo va a cumplir.
Mucha gente que hace violencia en el trabajo ha dado claro indicio de que
era su intención hacerlo.
—Siempre reporte la amenaza.
Repórtela a su supervisor.
Repórtela a un oficial de seguridad.
Si es demasiado grave, repórtela a la policía.
—Cuando se vea amenazado, proceda sabia y cautelosamente.

1459
Consulte el manual de procedimientos de su empresa respecto al código de
conducta.
Informe a la persona airada las consecuencias de sus amenazas.
“El avisado ve el mal y se esconde; mas los simples pasan y reciben el
daño”. (Proverbios 22:3)

PREGUNTA: “Alguien en quien confiaba plenamente me hizo daño. La gente


quiere que lo perdone, pero ¿cómo puedo ignorar mi enojo y simplemente
perdonarlo?”
RESPUESTA: Imagínese un gancho colgado a su cuello. Luego imagine que pegado
al gancho está su ofensor y el dolor que éste le provocó. ¿Realmente quisiera
llevar a esa persona y todo ese dolor atados a usted por el resto de su vida? El
Señor quiere que suelte el enojo y el dolor que éste le causó en el pasado y que
lo deje en sus manos. Luego libere al que lo ofendió del gancho emocional y
colóquelo en el de Dios. Usted puede perdonarlo, sin estar obligado a confiar en
él otra vez. Otorgarle perdón es su decisión de ser obediente a Dios y de soltar
su ira y dejársela a él. Confiar en él otra vez está condicionado a la habilidad de
la otra persona de ganarse su confianza nuevamente. Perdone a todos, pero sólo
confíe en los que son confiables. El Señor sabe cómo tratar de manera justa y
efectiva con todos aquellos que lo han lastimado en su vida. El dice:
“Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor”. (Romanos 12:19)

Si damos rienda suelta a la ira, puede transformarnos en un feroz dragón que lanza fuego por la boca
causando miedo e hiriendo a quienes más amamos. La única fuerza suficientemente fuerte para dominar a
ese terrible dragón es la presencia de Cristo morando en nosotros. Cuando los creyentes le permitimos
conformarnos a su carácter, inundará nuestra vida con su paz.

—June Hunt

ACEPTE EL PROPÓSITO DE DIOS PARA LA IRA


Los bomberos forestales que cuidan y protegen los bosques dicen que
ocasionalmente deben “iniciar un fuego para apagar otro”. A veces Dios obra para
nuestro bien en forma parecida. Efesios 4:26 dice: “Airaos, pero no pequéis”. Por
tanto, el Señor puede usar la ira para hacerle entender que él puede usarla con
propósitos positivos. Por ejemplo, él podría usar el enojo para llamar su atención a
un problema espiritual que necesita ser sofocado. El Creador permite que nos
vengan problemas frustrantes para probar nuestra fe y desarrollar la paciencia que se
necesita para mantener esa fe.
“Hermanos, míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en divisad pruebas, sabiendo que
la prueba de vuestra fe produce paciencia.
(Santiago 1:2–3)
Cuando permite a Dios que dirija su ira y la use para lograr sus propósitos, recuerde
que:

1460
• La ira puede ser usada para hacer cambios positivos en su vida.
• La ira le permite analizar sus heridas del pasado.
• La ira saca a flote sus verdaderos sentimientos.
• La ira es una forma incorrecta de satisfacer sus necesidades.
• La ira le ayuda a darse cuenta de que necesita al Señor.
• La ira pone de manifiesto su necesidad de poner límites saludables.
• La ira, cuando se expresa correctamente, puede producir más intimidad en sus
relaciones.
• La ira es la base sobre la cual se construye el perdón.
• La ira que se manifiesta correctamente es usada por el Señor para convencer a
otros de sus pecados.
• La ira, cuando se maneja correctamente, puede ser un instrumento en manos de
Dios.
Cuando permite al Padre celestial usar la ira para su bien, usted será testimonio
positivo para los demás y glorificará a Dios.
“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y
glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”.
(Mateo 5:16)

1461
BIBLIOGRAFÍA

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Business. 2nd ed. n.p.: Pathfinder, 2001.
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Wright, H. Norman. Anger. Waco, TX: Word, 1980. audiocassette.

1462
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“Consultes hoy la palabra de Jehová”.


1 Reyes 22:5

Anorexia y Bulimia
Control que se sale de control
por June Hunt

30 de Agosto de 1997… La joven y bella princesa de Gales llegó al final de sus días a
causa de un mortal accidente a bordo de un auto que quedó deshecho. El mundo entero
se estremeció junto con el palacio real de Inglaterra para hacer un luto conmovedor. Un
mar de flores y un océano de lágrimas inundaron a la estoica realeza británica. ¿A qué
se debió tal diluvio de emociones de tantas personas que ni siquiera conocían
personalmente a Diana? ¿Por qué se detendría el mundo entero para llorar la muerte de
tan adorable y fotogénica personalidad? Ciertamente, Diana fue mucho más que un
simple objeto de popularidad o un tema de controversia pública. Ella comunicaba
vulnerabilidad y a la vez la profunda tristeza de alguien que ha perdido el control de su
vida. ¿Quién no ha experimentado alguna vez esa pérdida de control? No obstante, la
princesa Diana, en vez de sentir auto compasión y concentrarse en sí misma, se
preocupó por los demás. A pesar de su propia lucha, extendió su mano y ayudó a los
enfermos, a los leprosos y a los que estaban al borde de la muerte… se interesó
genuinamente por ellos.
“No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal”. (Romanos 12:21)

I. DEFINICIONES
Los ojos del mundo entero estaban puestos en Inglaterra. La muerte de la princesa
Diana despertó un profundo interés por conocer los detalles de su vida. En particular,
llamó la atención el padecimiento alimenticio que sufría. Los reportajes indicaban que
la princesa tenía un apetito voraz. Sin embargo, las fotografías mostraban al prototipo
de la mujer hermosa y delgada que está de “moda”. Finalmente, en algunas entrevistas
públicas, admitió que estaba luchando por vencer sus problemas de bulimia. Tanto la
anorexia como la bulimia son conductas adictivas, pero tienen curación. Ninguna de
ellas escapa al toque de la mano sanadora de Dios.
“Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza”.
(Jeremías 17:14)

309
A. ¿Qué es la anorexia?
• La anorexia es un desorden psicológico de la alimentación. Se caracteriza
porque el enfermo busca en forma compulsiva y crónica morirse de hambre.
• La palabra griega que se traduce anorexia significa “sin apetito”. Cuando no
alimentamos nuestro cuerpo por un cierto período de tiempo, desaparece el
deseo instintivo de comer.
— La anorexia es psicológica porque la mente crea una imagen distorsionada de
cómo se ve nuestro cuerpo y produce un miedo anormal a engordar.
— La anorexia es un desorden que manifiesta un trastorno en el funcionamiento
normal de la mente y/o del cuerpo. Los anoréxicos están por debajo del peso
ideal recomendado, el cual es diferente para cada persona (basado en la
estructura de los huesos y la cantidad de músculo). La persona cuyo peso
corporal está 15% por debajo de los estándares normales tiene serios
peligros de salud.

“¿Qué papel tienen el ego y la vanidad en la anorexia?”


Ninguno. El problema de los anoréxicos no es el ego. Ellos comen cada vez
menos tratando de verse más delgados. Simplemente quieren desaparecer.
Existe un sentimiento de profunda inseguridad y esa es la raíz de la anorexia.

“¿Por qué los anoréxicos quieren auto destruirse?”


Su patrones negativos de pensamiento los han llevado a creer que no
merecen vivir… que su anhelo de ser amados no es válido –que han
cometido demasiados errores. En la etapa más grave de esa enfermedad,
muchos tratan de quitarse la vida metiéndose a la bañera con agua hirviendo,
saltando desde lo alto de un edificio o cortándose para desangrarse. Otros,
simplemente se cansan de luchar con sus ideas negativas y en lugar de
intentar recuperarse, pierden la esperanza y se dan por vencidos.
“La esperanza que se demora es tormento del corazón”. (Proverbios 13:12)

B. ¿Qué es bulimia?
La era greco-romana se caracterizó por la opulencia y los excesos. Los ricos se
deleitaban en fiestas, banquetes y orgías. La gente comía hasta que ya no podía más
y después iba a un lugar llamado el “vomitorio”, donde se provocaban el vómito
para eliminar toda la comida que habían ingerido. Después, regresaban a comer de
nuevo. Si una persona no lograba vomitar, se le asignaba un esclavo para que le
ayudara a purgarse. Hoy en día, no tenemos vomitorios, pero sí comemos en exceso
y luego buscamos la manera de eliminar lo que hemos ingerido. Ese es el patrón
característico de la bulimia.
• La palabra en griego boulimia significa “gran hambre”. El apetito constante y
anormal de la persona que padece bulimia más bien es hambre emocional que
ninguna cantidad de comida puede saciar. El hambre que sienten los bulímicos
no es necesariamente una necesidad fisiológica. En un intento por satisfacer su

310
necesidad interior, comen excesivamente. Sin embargo la culpa que sienten
después de hacerlo, los conduce a provocarse el vómito para deshacerse de la
comida que han ingerido y así evitar subir de peso o propiciar la pérdida del
mismo.
• La bulimia es un desorden psicológico de la alimentación caracterizado por
episodios frecuentes o esporádicos de “comer en exceso y luego provocar el
vómito”.
—Comer en exceso es consumir grandes cantidades de comida, cualquiera que
sea la circunstancia.
—Vomitar es provocarse intencionalmente la expulsión de la comida.

“¿Cuál es la diferencia entre comer mucho y la bulimia?”


Una persona que come mucho no se preocupa del sobrepeso que tiene, mientras
que el que padece bulimia vive aterrado por el pensamiento de no tener una
figura agradable porque detesta su apariencia.
“¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? (Romanos
7:24)
¿Siente que ha perdido el control?
“El fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su
vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal”. (Filipenses 3:19)
Si es así, acuda a Jesús.
“Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al
Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación
nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el
cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas”. (Filipenses 3:20–21)

C. ¿Qué es compulsión?
• La compulsión es un deseo desenfrenado o impulso incontrolable de
comportarse de cierta manera que puede definirse como irracional.
• Una persona con un desorden alimenticio siente la compulsión de eliminar grasa
o comida usando diferentes métodos. Se somete a dietas muy estrictas o ayuna,
se provoca el vómito por sí misma o con vomitivos, consume laxantes o
diuréticos o practica rutinas exageradas de ejercicio.
—Un diurético es una medicina que provoca un aumento en la cantidad de
orina.
—Un laxante es una medicina que estimula el desecho de las heces fecales.
—Un vomitivo es una medicina que provoca el vómito.

“¿Cómo puedo saber si padezco algún desorden alimenticio?”


Pregúntese lo siguiente: ¿Siento compulsión por dejar de comer o por eliminar
comida y grasa? ¿Me está controlando esa compulsión? Las personas que
batallan con la anorexia y la bulimia se sienten esclavizadas, saben que no son
libres.
“Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de corrupción. Porque el
que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció”. (2 Pedro 2:19)
311
II. CARACTERISTICAS
“Cuando llenas tu estómago de comida cuatro o cinco veces al día… te hace sentir muy
bien. Es como si alguien te estuviera abrazando. Pero… es temporal. Detestas el tamaño
de tu estómago y… entonces tratas de sacar todo (lo que has comido) y eliminarlo a
como dé lugar…” Con sus propias palabras, Diana describió así la angustia que sufren
las víctimas de anorexia y bulimia cuando quedan atrapadas en este ciclo.
“Las angustias de mi corazón se han aumentado; sácame de mis congojas”.
(Salmos 25:17)

A. Hambre de amor
“Los trastornos alimenticios no constituyen el problema real, son simplemente
síntomas del verdadero problema”.
Los que padecen desórdenes alimenticios experimentan…
• Confusión acerca de los valores. Pero, ¿qué es más importante?
—¿La capacidad mental o la belleza?
—¿La inteligencia o la esbeltez?
—¿Los logros o la apariencia?
• Se defraudan a sí mismos y a los demás
— Robando comida o laxantes.
— Cortando lo comida en pedazos muy pequeños o siguiendo rituales secretos
para comer
— Mintiendo o pretender que comen cuando en realidad lo escupen a
escondidas.
• Depresión por sentirse “obesos” aun cuando su peso es el adecuado según su
altura o cuando ya están “flacos hasta los huesos”.
—Procesar la información resulta extremadamente doloroso.
—Parece imposible pensar de manera lógica.
—Pasan al nivel inconsciente—o consciente y deliberado—de querer suicidarse.
• Compulsión por tener aunque sea un área bajo su control
—“La comida es la única cosa en mi vida que puedo controlar”.
—“Puedo comer todo lo que desee sin subir de peso”.
—“Es la única manera en la que puedo aliviar mi dolor”.
• Soledad al aislarse de los demás para no ser descubierto
—“Soy cristiano, pero no puedo hablar con nadie acerca de mi problema”.
—“Siento claustrofobia si la gente se me acerca demasiado”.
—“Anhelo profundamente acercarme a las personas, pero me da miedo
hacerlo”.
• Baja auto estima porque buscan su valor personal en su apariencia.
—“Soy un gordo horrible”.

312
—“No merezco que me ayuden. Soy una mala persona”.
—“No merezco vivir”.
• Querer agradar a todo mundo buscando la aprobación general
—“Si yo hubiera sido mejor, mis padres no se habrían divorciado”.
—“Si hubiera sido mejor, no me habrían abandonado”.
—“Si hubiera estado mas delgado, me habrían querido”.
• Perfeccionismo pensando que todo debe lucir perfecto. De lo contrario, se ve
horrible
—“Debo tener el cuerpo perfecto que tienen las modelos de revista”.
—“Debo sacar las mejores calificaciones de la clase, si no, estaré deprimida
durante meses”.
—“Debo hacer todo perfecto, o nadie me amará”.
“Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los
hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo”.
(Gálatas 1:10)

B. Síntomas físicos
No se engañe. No todos los anoréxicos o bulímicos están por debajo del peso
normal. Por eso, también es importante estar al pendiente de otras señales de
advertencia que aparecen en los trastornos alimenticios. No se confunda en cuanto
al peligro de esos desórdenes, ambos pueden ser mortales.
• Anormalidad en las células sanguíneas
—La anemia y la falta de glóbulos blancos ocasionan deficiencias en el sistema
inmunológico.
• Problemas de huesos
—La deficiencia en los niveles de calcio es causa del deterioro de los huesos,
fracturas y osteoporosis.
• Mal funcionamiento del intestino
— El uso excesivo de laxantes ocasiona dependencia y el intestino pierde su
capacidad de funcionar sin ellos. Esto puede resultar en problemas
estomacales severos a largo plazo.
• Problemas dentales
— Provocar el vómito hace que el ácido hidroclórico del estómago suba y al
pasar por los dientes, los deteriore. Los jugos gástricos erosionan el esmalte
dental, y producen caries, dolor, decoloración y pérdida de los dientes.
• Problemas digestivos
—El vómito provocado hace que el esófago sangre, que el estómago se inflame,
ocasionando cólicos, estreñimiento y otras complicaciones de la digestión.
• Problemas glandulares
—Las irregularidades de la tiroides ocasionan pérdida de energía, disminución
313
de reflejos y letargo
—La retención de líquidos es causa de hinchazón en pies, manos y glándulas.
— Otros síntomas de que las glándulas no funcionan adecuadamente son una
baja temperatura corporal, piel reseca y uñas quebradizas.
• Pérdida de cabello
— La falta de una alimentación adecuada y de proteínas provocan el
adelgazamiento del cabello, resultando en calvicie. Cuando el cabello se cae,
aparece una pelusa blanca en el cuero cabelludo.
• Problemas cardíacos
—Una mala alimentación provoca un desequilibrio en el nivel de los minerales
que el corazón necesita (calcio, fósforo, magnesio, cloruro, sodio y potasio),
y esto produce que el corazón no lata de manera regular (arritmia). Existe la
probabilidad de muerte. Estas complicaciones cardiovasculares representan
el 5.15% del índice de mortalidad entre los bulímicos que sufren un ataque
cardíaco.
• Hipoglucemia
— La falta de glucosa en la sangre produce fatiga, ansiedad, mareo y dolor de
cabeza.
• Insuficiencia renal
— La deshidratación crónica ocasiona la insuficiencia renal.
• Problemas menstruales
—La falta de grasa (un componente esencial para la buena salud) ocasiona que
el ciclo de la menstruación se detenga dos o tres meses. Cuando los niveles
de grasa descienden por debajo del 22% del peso normal, la menstruación se
detiene por completo. A la ausencia de ciclo de menstruación normal se le
llama amenorrea. Las mujeres que padecen bulimia presentan ciclos
irregulares, mientras que las anoréxicas dejan de menstruar por completo.
• Dificultades mentales
—La mala nutrición (deficiencia de vitaminas, minerales, proteínas y grasas)
provoca que el pensamiento sea más lento, que la persona sea olvidadiza en
extremo y hasta puede ocasionar bloqueos. Los transmisores neurológicos se
ven alterados, afectando el juicio.
• Problemas musculares y del esqueleto
—La deficiencia de potasio ocasiona espasmos musculares, dolor, atrofia y
vejez prematura.
• Problemas de visión
—La deficiencia de vitamina A ocasiona que la vista se deteriore.
• Subir y bajar de peso constantemente
—Esta es la señal más evidente. Comer en exceso y provocarse el vómito
resultan en la fluctuación de peso en cortos períodos de tiempo. Los
anoréxicos se matan de hambre provocando que el cuerpo pierda tanto peso

314
que los riñones y otros órganos dejan de funcionar, ocasionando así la
muerte.
“Porque mi vida se va gastando de dolor, y mis años de suspirar; se agotan mis fuerzas a
causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido”. (Salmos 31:10)
Nota: Si usted está experimentando alguno de estos problemas físicos o emocionales,
asegúrese de consultar a un profesional de la salud.

III. CAUSAS
La gente en muchas ocasiones piensa que la realeza está en un lecho de rosas. Sin
embargo, la princesa de Gales era una mujer que experimentaba un profundo dolor. Se
sentía desprotegida por el adulterio de su esposo y fuera de lugar dentro de la familia
real. “Nadie decía una sola palabra. Nadie me decía, bien hecho. Nadie reconocía las
cosas buenas que hacía” comentó. “Ah, pero si me equivocaba, que sin duda lo hacía,
pues era nueva en ese juego, me caía encima una tonelada de ladrillos”. Ella misma
reconoció que la soledad y el rechazo la empujaron a iniciar una relación prohibida y su
baja auto estima la orilló a provocarse un desorden en la alimentación.

A. Causas EXTERNAS producidas por nuestro entorno


“Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá”.
(Salmos 27:10)
• Sentir poco valor debido a algún abuso sufrido en el hogar
—abuso verbal o negligencia en satisfacer el área emocional
—abuso físico o sexual
—alcoholismo o uso de drogas
• Sentir que lo que se hace es insuficiente para satisfacer las demandas irreales
de los demás
—padres perfeccionistas
—aceptación basada en los logros
—amor condicional
• Sentirse presionado(a) en un ambiente de altas exigencias
—modelos y bailarinas de ballet (el sesenta por ciento padecen algún desorden
alimenticio)
—bailarines, actores, actrices
— atletas, particularmente los luchadores y gimnastas
• Sentir que no hay esperanza como resultado de una depresión después de un
aborto
—negación de la realidad
—tristeza profunda sin explicación aparente
—culpa por llevar una vida fracasada

315
• Sentirse impotente debido al trasfondo de obesidad en la familia
—uno o ambos padres
—tendencia a subir de peso
—temor a estar obeso

¿POR QUÉ PADEZCO UN DESORDEN ALIMENTICIO? ¿ESTÁ CONFUNDIDO(A)?


Un rompecabezas se arma embonando cuidadosamente cada una de sus piezas. Es
entonces cuando podemos ver la imagen completa. Cuando unimos las piezas del
rompecabezas de nuestra vida emocional, lo que podemos apreciar es una imagen
de una persona que sufre… carente de amor, que ha caído en un ciclo que amenaza
con destruirla. Sin embargo, para comenzar el proceso liberador y vencer ese
padecimiento, debemos buscar la verdad y vivir en ella en la preciosa verdad que
nos asegura que el amor de Dios por nosotros nunca falla. Esta es la pieza clave
para comenzar a resolver el problema.
“Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi
misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia
de ti”.
(Isaías 54:10)

B. LISTA DE COMPROBACIÓN PARA LA ANOREXIA/BULIMIA


• Detesto como me veo.
• Odio la forma en que me siento.
• Me siento impotente.
• Si tan solo pudiera controlar mi apariencia, me sentiría feliz.
• Me peso de manera obsesiva, varias veces al día.
• Pienso de manera obsesiva en la comida.
• Como aunque no tenga hambre.
• Miento acerca de lo que como.
• Mantengo en secreto que me provoco vómitos.
• Mantengo en secreto lo mucho que me ejercito.
• Mantengo en secreto que tomo laxantes y diuréticos.
• Escondo mis verdaderos sentimientos.
• Evito el conflicto a cualquier costo.
• Evito relacionarme con la gente porque me siento gordo(a).
• Me siento incómodo comiendo frente a otras personas.
• Me cuesta trabajo pedir ayuda.
• Evito que las personas me conozcan como realmente soy.
• Siento mucha culpa por mi pasado.
• Siento vergüenza de lo que soy.
• Siento que no valgo nada.
• Me siento bien siendo perfeccionista.
• Quisiera desaparecer.
• Desearía aliviar mi dolor.

316
C. La raíz del problema
Un desorden alimenticio es consecuencia de un esfuerzo por lograr el “cuerpo
perfecto” con objeto de ser aceptado(a) y así satisfacer la necesidad que tenemos de
sentirnos amados de manera incondicional.
• Tanto los que padecen anorexia como los que sufren bulimia tienen un deseo
obsesivo de ser delgados.
El bulímico no disfruta la comida así como el anoréxico no disfruta matarse de
hambre. De hecho, el bulímico llega a detestar la comida tanto como el
anoréxico. El que padece bulimia utiliza la comida como un medio para
anestesiar el dolor y bajar de peso. La comida se convierte en la materia prima
para realizar las purgas y eliminar las calorías que ingirió, obteniendo así una
reducción de peso.
CREENCIA EQUIVOCADA:
“Estoy tan obeso que nadie podría amarme. Me detesto. La única manera en que
puedo ser amado es controlando mi cuerpo hasta que llegue a la talla perfecta”.
“Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de
muerte”. (Proverbios 14:12)
CREENCIA CORRECTA:
La vida no consiste en tallas, sino en verme como Dios me ve. El Señor me ama
tal y como soy. En vez de sentirme obsesionado(a) por tener el control, elijo
entregar el control de mi vida a él y confiar en Jesús con todo mi corazón.
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”. (Proverbios
3:5–6)

IV. PASOS PARA ENCONTRAR LA SOLUCIÓN


Una de las claves para emprender el camino hacia la recuperación de la anorexia y la
bulimia es tener contacto físico con otra persona. Esta es una manera significativa de
comunicar amor en forma no verbal. A través de él, enviamos mensajes de un amor
incondicional que validan a la persona y la hacen sentirse aceptada. La princesa Diana
dijo que la fortalecía el contacto que tenía con otras personas. Siempre estaba tratando
de alcanzar a los desprotegidos… a los niños.… a los enfermos.…a los que sufrían
enfermedades fatales. De la misma manera en la que Diana necesitaba extender su
mano para ayudar a otros, también necesitaba que otros extendieran su mano para
tocarla. Sin embargo, algunas personas que carecen de amor, rechazan cualquier
demostración del mismo. Esto no significa que no tengan una profunda necesidad de
experimentarlo. Toda persona que tiene su tanque emocional vacío necesita conocer y
recibir el amor de Dios para encontrar la satisfacción a esta necesidad profunda de
sentirse amado.
Nuestro Dios de amor nos dice,
“Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”.
(Jeremías 31:3)

317
A. Versículo clave para memorizar
“Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración”.
(Romanos 12:12)

B. Pasajes claves para leer y meditar


¿Está batallando con la apariencia de su cuerpo? Para vencer la anorexia y la
bulimia es muy importante que acepte el cuerpo que Dios le ha dado. Aunque tenga
dificultad para aceptar su apariencia, debe saber que Dios la ve y ama como parte de
su hermosa creación. Usted es completamente perfecta delante de sus ojos. Cuanto
más acepte que Dios está con usted desde el momento que fue concebida hasta el
día de su muerte, mejor podrá entender el valor de su vida y de su cuerpo. ¿Sabía
que Dios la hizo en forma única en toda la creación? ¿Sabía que Dios la considera
tan especial que tiene un plan específico para su vida? ¿Sabía que Dios tejió su
cuerpo mientras estaba dentro del vientre de su madre? El simple hecho de
reconocer que Dios conoce todo acerca de usted (el la llama maravillosa) y que su
pensamiento esta siempre a su lado, le ayudará a seguir adelante y recibir
consuelo… pues usted siempre está en su mente. Lea Salmos 139 y repita en voz
alta las verdades que encierran esos versículos. Entonces podrá comenzar a ver cuán
preciosa es ante los ojos de Dios.

Salmo 139:1–18, 23–24


Salmo 139:1–4. Dios me conoce.

Él conoce mi sentarme y mi v. 2
levantarme.

Él conoce mis pensamientos. v. 2

Él conoce mis andar. v. 3

Él conoce mi reposo v. 3

Él conoce todos mis caminos. v. 3

Él conoce mis palabras antes v. 4


de hablar.

Salmo 139:5–6. Dios me protege. (Pone un cerco alrededor mío.)

Su presencia está detrás y v. 5


delante.

318
Su mano esta sobre mí. v. 5

Su presencia está a mi v. 5, 6
derredor.

Salmo 139:7–12. El Espíritu de Dios está dondequiera que vaya.

Dios está en todas partes. v. 7

Dios está en los cielos. v. 8

Dios está en el Seol. v. 8

Dios está en las alas del alba. v. 9

Dios está en el extremo del v. 9


mar.

Dios me guiará a donde vaya. v. 10

Dios me asirá con su mano. v. 10

Dios me ve claramente en v. 11, 12


tinieblas o en luz.

Salmo 139:13–16. Dios me creó.

Él me hizo en el vientre de v. 13
mi madre.

Él me hizo de manera v. 14
maravillosa.

Él me creó de tal manera que v. 14


estoy maravillada.

Él vio mi cuerpo oculto en el v. 15


vientre de mi madre.

Él vio mi embrión. v. 16

Él escribió en su libro mis v. 16


días.

319
Salmo 139:17–18. Dios piensa en mí.

Sus pensamientos acerca de v. 17


mí son preciosos.

La suma de sus pensamientos v. 17


es grande.

Sus pensamientos se v. 18
multiplican más que la arena.

Salmo 139:23 Dios me examina y me prueba.

Él conoce y examina mi v. 23
corazón.

Él prueba y conoce mis v. 23


pensamientos.

Salmo 139:24 Dios me ve y me guía.

Él ve si hay camino de v. 24
perversidad en mí.

Él me conducirá al camino v. 24
eterno.

“Sólo necesitas comer más”. Este es el consejo más sencillo que la gente da a los
que se están matando de hambre. Aparentemente, ingerir más comida es la
necesidad obvia, pero el consumo de alimento no es realmente su necesidad
principal. Para poder comenzar una recuperación y lograr patrones alimenticios
saludables, es necesario señalar los problemas que hay debajo de la superficie,
aplicar los siguientes pasos y permitir que el Señor satisfaga sus necesidades más
profundas.
“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme
a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”.

(Filipenses 4:19)

320
C. Acepte el regalo de vida que Dios le ofrece
UN NUEVO COMIENZO
Los caminos de Dios son misteriosos. A veces nos permite sufrir las consecuencias
de las decisiones que tomamos con nuestra propia “sabiduría” para mostrarnos la
sabiduría verdadera. Si nunca ha tenido una relación personal con el Señor
Jesucristo, la lección más importante que puede aprender es que Jesús murió para
pagar el castigo que merecía por sus pecados y que le ofrece perdonar todos ellos
juntamente con una oportunidad de comenzar de nuevo. Si rinde su voluntad a él y
le entrega el control de su vida, él vendrá a morar en su corazón y le hará sentirse
completa. Él mismo vendrá a vivir en usted y le dará el poder de ser y hacer lo que
es mejor. Esto no significa que no habrá tormentas en su vida, sino que cuenta con
la firme promesa de que él estará a su lado en medio de ellas. ¿Le parece que este
nuevo comienzo suena demasiado bueno para ser verdad? Pues le tengo una buena
noticia, ¡es verdad! ¿Le gustaría comenzar una nueva relación de amor con Jesús en
este mismo momento y confiar en él como su Salvador? ¿Por qué no invita a Jesús a
entrar en su vida y recibe su perdón completo? La siguiente oración le ayudará a
hacerlo.
“Querido Dios, te necesito en mi vida. Me siento vacío y necesito que me hagas sentir
completo. Muchas veces hago lo que de antemano sé que está mal. Jesús, gracias por
amarme lo suficiente como para morir en la cruz por mis pecados. Por favor, perdona
cada uno de ellos. Te pido que vengas a mi vida y que seas mi Señor y Salvador. Te
entrego el control de mi vida. Cámbiame por dentro y por fuera. Pon en mí el deseo de
hacer lo que es bueno y hazme la persona que quieres que sea. Gracias por tu
misericordia, tu gracia y tu perdón. Gracias por el regalo de la vida eterna. Amén”.

D. Reconozca su necesidad
• Acepte realizarse un estudio médico completo. ¡Su vida corre peligro!
“El avisado ve el mal y se esconde; mas los simples pasan y llevan el daño”.
(Proverbios 27:12)
• Asista semanalmente (o de manera regular) a un consejero sabio y profesional.
“Aplica tu corazón a la enseñanza, y tus oídos a las palabras de sabiduría”.
(Proverbios 23:12)
• Adquiera tanta información como sea posible acerca de los desórdenes
alimenticios, tanto para usted como para los que están a su alrededor.
“Así será a tu alma el conocimiento de la sabiduría; si la hallares tendrás
recompensa, y al fin tu esperanza no será cortada”. (Proverbios 24:14)
• Admita su incapacidad de controlar sus patrones de alimentación.
“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis
sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”. (Santiago 5:16)
• Abandone la idea de que sólo se necesita fuerza de voluntad. Este nos es un
problema de dieta.
321
“Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios
para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se
levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a
la obediencia a Cristo”. (2 Corintios 10:4–5) (También lea 2 Corintios 12:9–
10.)
• Decida perdonar a aquellos que lo han lastimado… pero por sobre todas las
cosas, perdónese usted mismo.
“Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere
queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo
vosotros”. (Colosenses 3:13)
• Actúe por fe, creyendo en el poder que Dios tiene para salvarle.
“En ti, oh Jehová, me he refugiado; no sea yo avergonzado jamás. Socórreme y
líbrame en tu justicia; inclina tu oído y sálvame. Sé para mí una roca de
refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para
salvarme, Porque tú eres mi roca y mi fortaleza”. (Salmo 71:1–3)

E. Conozca su verdadera identidad


• Recuerde que si tiene una relación personal con el Señor Jesús, su identidad
verdadera se encuentra en Cristo mismo.
Ahora es usted una nueva creación de Cristo. Ya no es la persona que era antes.
Si permite que Jesús sea el centro de su vida, no la comida, ni la compulsión,
sino Cristo, descubrirá la verdadera libertad.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. (2 Corintios 5:17)
• Recuerde que el viejo “yo” ha muerto.
Cuando confió en Cristo y sólo en él como su único Salvador, él le dio una
nueva naturaleza, una nueva vida y una nueva identidad, en él. Pudiera ser que
su manera de pensar y patrones de comportamiento sigan enfocados hacia la
obsesión de comer compulsivamente o de ser más delgado(a). Sin embargo, esos
patrones ya no necesitan controlarle, pues Cristo ha vencido el poder que tenían
sus pecados. A medida que aprende a renovar su mente con su verdad, él seguirá
rompiendo las cadenas que le atan a esa conducta compulsiva y le dará libertad.
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en
mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me
amó y se entregó a sí mismo por mí”. (Gálatas 2:20)
• Recuerde que aún en medio de las pruebas, el Padre le acepta por completo.
Sin importar cómo lo hayan tratado sus amigos o miembros de su familia, Dios
nuestro padre celestial, nos ama con amor incondicional y nos acepta de manera
incondicional. Él nos ama tal y como somos y precisamente porque nos ama,
nos cambiará. Nos toma de la mano, como si fuera la de un pequeñito, y nos
conduce hacia la libertad.
“Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel:
No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por

322
las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases
por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”. (Isaías 43:1–2)
• Recuerde que el Espíritu de Cristo producirá su control en usted.
No se trata de dominio propio. Más bien es dejar que el control del Espíritu
entre en acción en su vida. Si está cimentado en Cristo, se producirá de manera
natural el fruto del dominio propio.
“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad,
fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”. (Gálatas 5:22–23)
• Recuerde que la libertad viene a través de Cristo.
Dios usará a su familia y amigos. Sin embargo, solamente puede encontrar su
libertad de la esclavitud a través de Cristo.
“Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del
pecado y de la muerte”. (Romanos 8:2)

¿Cuál es la verdad acerca de usted?


• El mundo miente diciendo:
“Tienes que estar delgado para ser aceptado”.
• La carne sugiere que vivamos una mentira:
“Necesitas hacer las cosas a tu manera”.
• Satanás, el padre de la mentira dice:
“No morirás”. (Génesis 3:4)
PERO…
Jesús, quien es la verdad, te dice: “La verdad te hará libre”.
(Juan 8:32)
Jesús vino a dar descanso a su corazón y aligerar su carga. Crea en él, descanse en
él, confíe en que él le mostrará el camino a la libertad. Aférrese a él y encontrará
descanso para su alma.
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi
yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis
descanso para vuestras almas”.
(Mateo 11:28–29)

QUÉ HACER Y QUE NO HACER


RECOMENDACIONES PARA FAMILIARES Y AMIGOS
Sí… Aprenda todo lo que pueda acerca del tema.
El conocimiento es su amigo, la ignorancia
su enemiga. Busque información completa
en alguna biblioteca, en el Internet o
directamente de profesionales competentes.
“Escucha el consejo, y recibe la corrección,

323
para que seas sabio en tu vejez”.
(Proverbios 19:20)

Confronte con amor.


Sí… ¡La confrontación no es fácil! Sin embargo,
quedarse con los brazos cruzados va en
contra de amar genuinamente a alguien.
“Hay hombres cuyas palabras son como
golpes de espada; mas la lengua de los
sabios es medicina”.
(Proverbios 12:18)

Sí… Busque ayuda profesional para el que está


en necesidad.
Una evidencia de sabiduría es reconocer que
necesita ayuda. Para encontrar a un
especialista, quizá sea necesario preguntar a
un pastor, médico o consejero escolar.
“Los pensamientos son frustrados donde no
hay consejo; mas en la multitud de
consejeros se afirman”.
(Proverbios 15:22)

Sí… Hable acerca de sus emociones, y busque


llegar a niveles más profundos de
comunicación.
Puede utilizar las siguientes preguntas,
“¿Por qué te sientes así?” Procure
profundizar y hallar las causas ocultas de la
crisis
“Como aguas profundas es el consejo en el
corazón del hombre; mas el hombre
entendido lo alcanzará”.
(Proverbios 20:5)

Sí… Escuche, escuche, escuche con su corazón.


El mejor conversador es el que sabe
escuchar. A la gente le encanta escuchar que
repites sus palabras “Así que lo que me estás
diciendo es.…” Escuchar y repetir lo que se
ha dicho edifica la confianza y mejora la
comunicación, algo esencial en el proceso
de recuperación.
“Tiempo de callar, y tiempo de hablar”.
(Eclesiastés 3:7)

Sí… Verbalice su amor genuino utilizando


324
palabras tiernas y cariñosas.
Existe una profunda necesidad de
motivación positiva. Las palabras tiernas
como “querido”, o “amigo”, o decir su
nombre cariñosamente ayudará a que la
persona se sienta alimentada
emocionalmente. (Evite escucharse
exagerado)
“Manzana de oro con figuras de plata es la
palabra dicha como conviene”. (Proverbios
25:11)

Sí… Exprese su amor por medio del contacto


físico.
La mirada directa, tomar a la persona de la
mano o una palmadita en el hombro pueden
ayudar mucho. En algunos casos, como en el
de los padres, hermanos o cónyuge, los
abrazos y los besos pueden resultar muy
positivos.
“En todo tiempo ama el amigo, y es como
un hermano en tiempo de angustia”.
(Proverbios 17:17)

Sí… Sea honesto en cuanto a los peligros.


Los efectos debilitadores de los desórdenes
alimenticios afectan gravemente al cuerpo.
Los que están en necesidad deben conoce
los peligros que acarrean esos trastornos a
corto y largo plazo.
“También os rogamos, hermanos, que
amonestéis a los ociosos, que alentéis a los
de poco ánimo, que sostengáis a los débiles,
que seáis pacientes para con todos”. (1
Tesalonicenses 5:14)

Sí… Permanezca a lado de su ser amado e


involucre a otros que puedan ayudar
emocionalmente el mayor tiempo posible.
Es necesario hacer un compromiso con la
persona y pagar el costo de estar junto a ella
todo el tiempo. Recuerde que vale la pena
salvar la vida de alguien.
“El hombre que tiene amigos ha de
mostrarse amigo; y amigo hay más unido
que un hermano”. (Proverbios 18:24)

325
Sí… Ore fielmente.
Diga a la persona que la ama y está orando
específicamente por ella. Ore con ella para
animarla a salir adelante y recuperarse.
“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y
orad unos por otros, para que seáis sanados.
La oración eficaz del justo puede mucho”.
(Santiago 5:16)

No trate de forzarla a comer

Una madre tuvo éxito para darle de comer a


su hija distrayéndola de sus pensamientos
negativos con felicitaciones y demostrándole
amor incondicional todo el tiempo.
“Hay hombres cuyas palabras son como
golpes de espada; mas la lengua de los
sabios es medicina”.
(Proverbios 12:18)

No ponga expectativas irreales de un cambio


rápido.
Ha pasado toda una vida pensando de
manera negativa para llegar a este punto.
Tomará meses o más tiempo para que se
lleve a cabo una sanidad completa
“La cordura del hombre detiene su furor, y
su honra es pasar por alto la ofensa”.
(Proverbios 19:11)

No piense ingenuamente que todos los doctores


que tratan a los anoréxicos y bulímicos son
igualmente capaces. Busque un especialista
competente, que ministre a las necesidades
internas y con quien el paciente pueda
identificarse y confiarse. Si es necesario,
busque una segunda opinión.
“Los pensamientos son frustrados donde no
hay consejo; mas en la multitud de
consejeros se afirman”.
(Proverbios 15:22)

No permita que el anoréxico vea su peso en la

326
báscula.
Dígale que usted se hará cargo de llevar el
registro del peso. Debido a su patrón
negativo de pensamiento, cualquiera que sea
su peso, será demasiado. Si no ve el número
en la báscula, se evita una pelea cada vez
que se pesa.
“El sabio de corazón es llamado prudente, la
dulzura de labios aumenta el saber”.
(Proverbios 16:21)

No dude en pedir ayuda de un ex anoréxico.


Los que han padecido anorexia conocen
todos los trucos, tales como contaminar la
comida, hacer ejercicios bajo las sábanas y
esconder la comida en la manga para
después tirarla. No hay nada más
reconfortante para alguien que padece un
trastorno alimenticio que contar con la
ayuda de otro que ha pasado por lo mismo, y
que ha salido adelante.
“Hierro con hierro se aguza; y así el hombre
aguza el rostro de su amigo”.
(Proverbios 27:17)

No se dé por vencido si el anoréxico no quiere


comer. Ofrezca alimentarlo en la boca.
Debido a que su mente les dicta que no
coman, si alguien más le acerca la comida,
quitará la presión y la culpa de comer
“demasiado”.
“Sobrellevad los unos las cargas de los
otros, y cumplid así la ley de Cristo”.
(Gálatas 6:2)

No se dé por vencido.
Es muy importante tener paciencia,
persistencia y perseverancia para ayudar a la
recuperación de su ser querido.
“El amor es sufrido, es benigno; el amor no
tiene envidia, el amor no es jactancioso, no
se envanece; todo lo sufre, todo lo cree, todo
lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser; pero las profecías
se acabarán, y cesarán las lenguas, y la
327
ciencia acabará”. (1 Corintios 13:4, 7–8)

Las personas que padecen desórdenes alimenticios están sedientas de amor.


Exprese su amor manteniendo la mirada en sus ojos y pasando tiempo con
ellos, mucho tiempo. Así se escribe el A-M-O-R. Los anoréxicos y
bulímicos no se sienten valiosos. Pero si nos acercamos a ellos, comenzarán
a ver que sí valen mucho. Aunque parezca que no responden
al amor, están buscando desesperadamente su amor y aceptación. Necesitan
sentir el amor incondicional, el amor del Señor… y el de usted.

Las porciones son tomadas de la versión Reina-Valera 1960 Copyright © 1960 Sociedades Bíblicas
en
América Latina; Copyright © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Usado con permiso.
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Traducción: Elizabeth Cantú de Márquez
Todos los derechos reservados. Este material no puede reproducirse
en ninguna forma sin la autorización de
Hope For The Heart/Esperanza Para El Corazón

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BIBLIOGRAFÍA

Claude-Pierre, Peggy. The Secret Language of Eating Disorders: The Revolutionary New
Approach to Understanding and Curing Anorexia and Bulimia., “El lenguaje secreto de
los desórdenes alimenticios: Un enfoque nuevo y revolucionario para entender y curar
la anorexia y la bulimia”, New York: Times, 1997.
Jantz, Gregory L. Hope, Help & Healing for Eating Disorders: A New Approach to
Treating Anorexia, Bulimia, & Overeating. “Esperanza, Ayuda y Sanidad para los que
padecen Trastornos Alimenticios: Un nuevo enfoque para tratar la anorexia, bulimia y
obesidad”, Wheaton, Ill.: Harold Shaw, 1995.
Minirth, Frank, Paul Meier, Robert Hemfelt, y Sharon Sneed. Love Hunger. “Hambre de
amor” Nashville: Thomas Nelson, 1990.
A Princess in Pain. “Una princesa con dolor” Noticieros ABC 20/20, septiembre 18, 1997.
Disponible en
http://www.eatingdisorderresources.com/2020aprincessinpain091897dianaandpcp.html.
Vath, Raymond E. Counseling Those with Eating Disorders. “Consejería para los que
padecen trastornos alimenticios” vol. 4, Resources for Christian Counseling,
“Materiales para Consejería Cristiana, ed. Gary R. Collins, vol. 4. Waco, Tex.: Word,
1986.
Vredevelt, Pam W., Deborah Newman, Harry Beverly, and Frank Minirth. The Thin
Disguise: Understanding and Overcoming Anorexia and Bulimia., “El engaño de estar
delgado: Entendiendo y Venciendo la Anorexia y Bulimia”, Nashville: Thomas Nelson,
1992.
Vredevelt, Pam W., and Joyce Whitman. Walking a Thin Line: Anorexia and Bulimia, the
Battle Can Be Won, “Caminando en la cuerda floja: La anorexia y la bulimia se pueden
curar”. Portland, Ore.: Multnomah, 1985.

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“Consultes hoy la palabra de Jehová”.


1 Reyes 22:5

La depresión
Cómo salir del abismo de la desesperación
por June Hunt

¿Se han desencadenado dentro de su alma los furiosos y tormentosos nubarrones de la depresión? ¿Se siente
atrapado por las circunstancias, confuso y controlado por sus emociones? ¿Se siente aislado, solitario y
temeroso porque nadie lo comprende? Si es así, usted no está solo. Sin importar su estilo de vida o condición
social, hay muchas personas que sufren por las oscuras nubes de la depresión.

¿Habrá algo que traiga a su vida nuevamente la claridad del cielo azul del contentamiento? David, el rey de
Israel, expresó la verdadera solución cuando se encontraba presa de la depresión. Aprendió a cambiar la
oscuridad de la desesperanza por la luz de la esperanza. Una y otra vez, cuando su alma estaba deprimida,
cambiaba deliberadamente su enfoque, a menudo dirigía su mirada a la fidelidad de su Salvador, su
Redentor, su Dios. Tres veces, en tres versículos diferentes, David se hizo la misma pregunta y tres veces
respondió de la misma manera.

“¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios;
porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío”. (Salmos 42:5–6, 11; 43:5)

I. DEFINICIONES DE LA DEPRESIÓN
El 20 de junio del 2001, toda la ciudad, el país y el mundo se conmocionaron por la
noticia de que Andrea Yates había ahogado a sus cinco hijos, uno por uno, en una tina
de baño. Las edades de los niños iban desde seis meses hasta siete años. La primera
reacción de todo el mundo fue preguntarse: “¿Cómo pudo una madre hacer lo
impensable, matar a sus propios hijos? ¿Qué podría haber orillado a una madre a
cometer un crimen tan aberrante, no una, sino cinco veces? En una palabra, la respuesta
fue la depresión. No se trataba de una depresión normal, sino de una depresión sicótica,
una depresión mayor, que provocó que Andrea se evadiera la realidad.
¿Podría alguien haber salvado a esa madre y a sus cinco inocentes hijos de tal
devastación? La respuesta es simplemente: sí. Esa es la razón por la que necesitamos
entender a profundidad lo que significa la depresión. El Señor nos exhorta a todos:
“Libra a los que son llevados a la muerte; salva a los que están en peligro de muerte.
Porque si dijeres: Ciertamente no lo supimos, ¿acaso no lo entenderá el que pesa los
corazones? El que mira por tu alma, él lo conocerá, y dará al hombre según sus obras”
(Proverbios 24:11–12)

742
A. ¿Qué es la depresión?
Si se coloca una plancha pesada sobre una almohada rellena de esponja en forma de
corazón, ésta se deformará, estará deprimida por el peso de la plancha. Pero si al
siguiente día se quita la plancha, volverá a su forma original. Sin embargo, si deja la
plancha sobre la almohada durante seis meses, la almohada no volverá a su forma
original. Más bien quedará plana y deprimida. Una almohada puede aguantar la
presión por un tiempo, pero no está hecha para mantener su forma original si está
bajo demasiada presión por un tiempo muy prolongado.
Lo mismo sucede con el corazón humano. Cuando “lo presionan” las circunstancias
normales de la vida (depresión situacional), el corazón vuelve a su forma original al
momento en que se quita la presión, esto sucede por diseño divino. No obstante, si
continúa bajo una presión mayor durante largos períodos de tiempo, el corazón
puede entrar en un “estado” de depresión. El Señor Jesús se interesa por nuestro
corazón y sabe que somos vulnerables, específicamente cuando nuestro corazón está
sufriendo bajo presión. Por eso nos da una advertencia al respecto:
“Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería
y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día”.
(Lucas 21:34)
• Depresión significa literalmente sentirse forzado a ocupar una posición inferior
(como la huella que queda después de pisar la arena).
• Depresión es una declinación o reducción de actividad (“depresión
económica”).
• Depresión describe una pesadez emocional que abate el corazón. El apóstol
Pablo utilizó el vocablo griego bareo, para referirse a algo que está “presionado
o pesado” y describe una presión emocional muy grande, como las tribulaciones
que él y Timoteo sufrieron por causa de los opositores de Cristo.
“Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos
sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de
tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida. Pero tuvimos en nosotros
mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios
que resucita a los muertos”.
(2 Corintios 1:8–9)

B. ¿Según la sicología, qué es la depresión?


En escritos antiguos, la referencia más antigua que se encuentra a lo que significa
depresión es la palabra melancolía (que significa literalmente “bilis negra”). Se
asumía en aquel entonces que una persona melancólica tenía exceso de bilis negra,
que le producía depresión. En el segundo siglo d. C., el médico Aretaeus describía a
sus pacientes melancólicos como personas “tristes, desanimadas, sin poder
dormir… Adelgazan por causa de su preocupación y pérdida del sueño… En estado
avanzado, se queja de miles de insignificancias y desea la muerte”.

743
Aun en la actualidad la melancolía se define como la “condición mental que se
caracteriza por una depresión extrema, quejas físicas y a menudo por alucinaciones
y desilusiones”. Se puede describir a quienes están sufriendo durante la noche
oscura del alma así:
“Porque la mañana es para todos ellos como sombra de muerte; si son conocidos, terrores
de sombra de muerte los toman”. (Job 24:17)
• Depresión es el término sicológico que se refiere a las características mentales,
emocionales y conductuales de una persona deprimida. (Esa rama de estudio
analiza a la mente en relación con los pensamientos, sentimientos y
comportamientos enfocándose en las razones por las que la gente piensa, siente
y actúa como lo hace). Por ejemplo, las personas que están atrapadas en las
ondas negras de la depresión se sienten desesperadamente solas y a menudo
culpan a Dios por su situación.
“Has alejado de mí al amigo y al compañero, y a mis conocidos has puesto en
tinieblas”. (Salmos 88:18)
• Depresión es el estado sicológico en el cual la persona se siente presionada
hacia abajo y es incapaz de experimentar gozo. Los que sufren de depresión se
sienten atrapados en un manto de tristeza oscuro y total, de dolor, culpa y
desesperanza.
“De día tropiezan con tinieblas, y a mediodía andan a tientas como de noche”.
(Job 5:14)
• Depresión es una condición que involucra a la persona total: cuerpo (física),
alma (la mente, voluntad y emociones) y el espíritu (donde residen nuestras
necesidades internas más profundas). Muchas personas deprimidas sienten que
este versículo describe su condición:
“Además de esto, todos los días de su vida comerá en tinieblas, con mucho afán
y dolor y miseria”. (Eclesiastés 5:17)
• Depresión es un término que abarca los sentimientos que van desde un
desánimo moderado hasta una intensa desesperación. Sin importar el grado de
oscuridad, el Señor quiere que confiemos en él pues él proveerá la luz que
necesitamos.
“Tú encenderás mi lámpara; Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas”. (Salmos
18:28)

C. ¿Cuáles son los cuatro tipos de depresión?


Aunque son independientes entre sí, estas cuatro categorías demuestran el aumento
en intensidad de la depresión. En general, se puede dividir la depresión en dos tipos:
situacional y química. La depresión situacional toma lugar cuando una
circunstancia dolorosa oprime el corazón de una persona por un período de tiempo.
La depresión química se da cuando hay un desequilibrio químico en el cuerpo. Una
744
persona puede presentar ambos tipos de depresión al mismo tiempo. Las emociones
están afectadas durante esos tiempos con pesadez emocional, parece no haber
esperanza y además, se siente enferma. El sabio autor del libro de Proverbios fue
Salomón y explica que:
“La esperanza que se demora es tormento del corazón; pero árbol de vida es el deseo
cumplido”.
(Proverbios 13:12)
(Los cuatro tipos que se describen a continuación no están en el mismo orden en
que los encontraríamos en un manual de diagnóstico. Se han colocado así para
mostrar cómo incrementa en la persona el impacto negativo de la depresión).
#1 Depresión normal…
• En ocasiones se le llama depresión situacional o reactiva
• Es una tristeza involuntaria basada en una reacción a las situaciones
dolorosas de la vida
— Problemas normales de la vida que oprimen el corazón por un período
corto de tiempo (por ejemplo, el rechazo, el fracaso y la enfermedad).
— Etapas de transición de la vida que afectan el corazón (por ejemplo, la
adolescencia, el nido vacío, las crisis de la media vida, cambios de
residencia, la menopausia, la jubilación).
Cuando los problemas graves llegaron a la vida del siervo de Dios Job (la
muerte de todos sus hijos, la destrucción de todo lo que poseía), uno de sus
amigos notó la depresión comprensible por la que estaba pasando Job:
“Mas ahora que el mal ha venido sobre ti, te desalientas; y cuando ha llegado hasta ti, te
turbas”.
(Job 4:5)
#2 Depresión encubierta…
• Es la depresión que escondemos (por ejemplo, los recuerdos reprimidos por
abuso físico, sexual, verbal o emocional).
• Es un estado de tristeza permanente por un conflicto no resuelto que hemos
enterrado
—Los sentimientos verdaderos se cubren o se niegan de tal modo que la
recuperación lleva más tiempo porque no se ha procesado el dolor.
— Inconcientemente se busca alivio al dolor emocional por medio de
muchas ocupaciones, adicciones, u otras alternativas.
La Biblia dice que las heridas escondidas resultarán en dolor en el corazón:
“Aun en la risa tendrá dolor el corazón; y el término de la alegría es congoja”.
(Proverbios 14:13)
#3 Depresión neurótica…

745
• Es un desorden depresivo mental y emocional menor que se conoce como
desorden de ajuste en modo depresivo, que quiere decir que la depresión es
el resultado de no ajustarse a una situación estresante
—La persona que padece neurosis tiene un desorden emocional, cuyos
síntomas interfieren con las actividades normales de la vida.
— La persona que presenta un desorden depresivo tiene una “depresión
clínica” y necesita un diagnóstico y tratamiento con base en la
observación directa y continua.
• Es un estado de depresión prolongada que se extiende por un período de
tiempo fuera de lo normal cuya recuperación es más lenta porque se basa en
efectos “estresantes” (por ejemplo, perder una relación querida, pasar por
una crisis económica, por pérdida del trabajo o la jubilación)
—Los síntomas interfieren con el trabajo normal y las relaciones sociales.
—La causa generalmente reside en un acontecimiento precipitante y
fácilmente identificable.
Los salmos reflejan el dolor que provoca una tristeza prolongada:
“¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma, con tristezas en mi corazón cada día?
¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?”
(Salmos 13:2)
#4 Depresión sicótica…
• Es el tipo de depresión más grave y se clasifica bajo el título desorden
depresivo mayor (MDD, por sus siglas en inglés)
• Está basado en una disociación o pérdida del contacto con la realidad
—Es un estado emocional depresivo muy severo.
—Una sicosis puede provocar alucinaciones e imaginaciones que provocan
que las víctimas se hagan daño a sí mismas o a los demás.
Los que padecen una depresión sicótica se identifican con el temor, terror,
desesperanza y falta de perspectiva saludable que se describe en este salmo:
“Porque mis días se han consumido como humo… Mi corazón está herido, y seco como la
hierba, por lo cual me olvido de comer mi pan… Velo, y soy como el pájaro solitario sobre
el tejado… Por lo cual yo como ceniza a manera de pan, y mi bebida mezclo con
lágrimas.… Y me he secado como la hierba”.
(Salmos 102:3–4, 7, 9, 11)

D. ¿Cuáles son las tres divisiones de los desórdenes del carácter?


Cada año aparecen nuevos males así como nuevos medicamentos. Así que, ¿qué tan
“reciente” es la depresión? Desde el siglo cuarto antes de Cristo, el famoso médico
Hipócrates dio su primera descripción clínica de la “melancolía”, la cual incluía
altibajos erráticos de carácter que en la actualidad se llama desorden bipolar. Sin

746
embargo, 500 años antes, el salmista y rey David, dio una vívida descripción de sus
emociones durante una de las más terribles tormentas emocionales de su vida:
“Clamo en mi oración, y me conmuevo.… Mi corazón está dolorido dentro de mí, y
terrores de muerte sobre mí han caído. Temor y temblor vinieron sobre mí, y terror me ha
cubierto. Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría.
Ciertamente huiría lejos; moraría en el desierto. Me apresuraría a escapar del viento
borrascoso, de la tempestad”
(Salmos 55:2, 4–8)
#1 Desórdenes depresivos, también llamada depresión unipolar
• La depresión unipolar se caracteriza principalmente por un estado
emocional de depresión extrema.
• La depresión unipolar (uni = uno, polar = polo) se refiere a un “extremo”.
• La depresión unipolar es el tipo más común de desórdenes del carácter.
• La depresión unipolar en la comunidad sicológica se divide en tres tipos:
Desorden depresivo mayor (MDD), desorden distémico y desorden
depresivo no específico.
Cuando alguien está continuamente deprimido, puede orar así:
“Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy en angustia; se han consumido de
tristeza mis ojos, mi alma también y mi cuerpo”.
(Salmos 31:9)
#2 Desórdenes bipolares, antes se llamaba depresión maníaca
• Los desórdenes bipolares se caracterizan por patrones que oscilan entre altos
y bajos emocionales, entre la manía y la depresión.
• Bipolar (bi = dos, polar = polo) se refiere a “dos polos opuestos”.
• Los episodios bipolares de manía (un estado de ánimo excesivamente
elevado) puede parecer ante los extraños como algo positivo y productivo;
sin embargo, la verdadera manía es negativa porque por lo general, lleva a
una forma destructiva de tomar decisiones, tal como compras compulsivas,
decisiones impulsivas, conducir el auto con imprudencia, hacer inversiones
insensatas y mostrar un comportamiento inmoral.
• El comportamiento bipolar se subdivide en cuatro tipos: Desorden bipolar I,
desorden bipolar II, Ciclotimia, y desorden bipolar no específico.
Cuando el corazón desfallece por causa de un trastorno bipolar, es útil clamar a
Dios para que nos ayude como lo expresó el salmista:
“Con mi voz clamé a Dios, a Dios clamé, y él me escuchará. Al Señor busqué en el día de
mi angustia; alzaba a él mis manos de noche, sin descanso; mi alma rehusaba consuelo.
Me acordaba de Dios, y me conmovía; me quejaba, y desmayaba mi espíritu. No me
dejabas pegar los ojos; estaba yo quebrantado, y no hablaba”.
(Salmos 77:1–4)
#3 Desórdenes del carácter basado en la etiología

747
• La palabra etiología significa “causa” u “origen”.
• El primer tipo de depresión etiológica es:
—Desorden del carácter provocado por una mala salud Esto significa que
hay cambios no saludables en el cuerpo provocados por una enfermedad
que provoca depresión sicológica causal. Por ejemplo, del 20 al 40 por
ciento de las personas que padecen un trastorno neurológico (mal de
Parkinson, enfermedad de Huntington y de Alzheimer, esclerosis
múltiple, y/o infarto) desarrollan una profunda depresión durante su
enfermedad.
• El segundo tipo de depresión etiológica es:
—Desorden del carácter inducido por una sustancia Eso significa que se ha
introducido algo en el cuerpo que provoca la depresión. La sustancia
podría ser un medicamento, drogas o exposición a una toxina (Por
ejemplo, al alcohol, los sedantes, píldoras de control de la natalidad,
medicamentos para ciertas enfermedades, como la de Parkinson).
Sin importar la causa, la persona deprimida se siente así:
“Estoy debilitado y molido en gran manera; gimo a causa de la conmoción de mi
corazón”.
(Salmos 38:8)

E. ¿Es la depresión resultado del pecado?


Esta pregunta no puede responderse con un simple sí o no. Aunque algunas
personas creen que la respuesta siempre es sí, la respuesta correcta es que a veces sí
y otras no.
• La depresión no es resultado del pecado cuando…
—Se sufre una pérdida normal. La Biblia dice que hay:
“Tiempo de llorar… tiempo de endechar”. (Eclesiastés 3:4)
—Su cuerpo experimenta el deterioro por el paso de los años. La química de su
cuerpo puede cambiar y resentirse. La Biblia también dice que:
“Nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se
renueva de día en día”. (2 Corintios 4:16)
• La depresión sí puede ser el resultado del pecado cuando…
—Está deprimido por las consecuencias de su conducta pecaminosa y no hace
nada por cambiar.
—No da pasos para curarse (no busca consejería bíblica, ni memoriza versículos
bíblicos, ni lee libros cristianos, ni acude al médico cuando es necesario).
—Se aferra a la auto-compasión, la ira y la amargura cuando lo han lastimado,
en vez de decidir perdonar.
748
“Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”. (Santiago 4:17)
—Usa la depresión para manipular a los demás.
—Una y otra vez decide culpar a Dios y a los demás por su infelicidad.
—Se deprime porque ha permitido que otros lo controlen en vez de obedecer a
Cristo y dejar que él tome el control de su vida.
Cuando tomamos la cena del Señor indignamente, la Biblia sentencia: “Por
lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros” (1 Corintios
11:30).

DESCRIPCIÓN DE LA DEPRESIÓN DE JONÁS


Libro de Jonás
El tiempo que Jonás estuvo en depresión ejemplifica la depresión situacional que es
resultado directo del pecado. Jonás fue un hombre llamado por Dios que terminó su
vida enfurecido, amargado, y en las profundidades de la depresión. ¿Cómo llegó
Jonás a estar tan profundamente deprimido?
• Capítulo 1: Desobediencia
El Señor llamó a Jonás para predicar su palabra a la gente impía de Nínive. Pero
Jonás se rebeló y se embarcó para ir en dirección contraria. Cuando la
desobediencia del profeta atrajo repercusiones negativas sobre la tripulación de
la nave en que viajaba, los marineros lo rechazaron y tiraron literalmente por la
borda.
• Capítulo 2: Desasosiego
Jonás reconoció que el juicio de Dios había caído sobre él y que quizá perdería
la vida (porque se encontraba dentro del vientre de un gran pez), así que imploró
la misericordia de Dios: “Y dijo: Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó;
desde el seno del Seol clamé, y mi voz oíste” (Jonás 2:2). El Señor le extendió
su misericordia y le salvó la vida.
• Capítulo 3: Declaración
Jonás se resignó a obedecer el llamado de Dios. Él proclamó la verdad divina y
los impíos de Nínive se arrepintieron.
• Capítulo 4: Depresión
Jonás se enojó con Dios por haber mostrado misericordia a quienes él creía
indignos de recibirla. En última instancia, cayó en una depresión severa que lo
consumió por la amargura y desesperanza, al punto de que quería morir. Jonás
expresó su queja diciendo: “Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la
vida; porque mejor me es la muerte que la vida” (Jonás 4:3).
Luego, en su ira y auto-conmiseración, hizo esta declaración triste, pero
reveladora: “Mucho me enojo, hasta la muerte” (Jonás 4:9).

749
II. CARACTERÍSTICAS DE LA DEPRESIÓN
¿Había alguna pista en cuanto a la gravedad de la depresión mental de Andrea Yates?
Después de ahogar a sus cinco hijitos, los medios de comunicación supieron que esa
familia tan estrictamente religiosa había estado varios años en tratamiento por la
depresión de Andrea. En dos ocasiones en el año 1999 había tratado de suicidarse. Y
por causa de una grave depresión posparto luego del nacimiento de su cuarto hijo, se le
advirtió a la pareja que no debían tener más hijos… Sin embargo, nació un quinto hijo.
La tragedia de la familia Yates es una excepción. Aunque mucha gente se desilusiona
gravemente, la mayoría de quienes atraviesan por una depresión grave jamás cometerán
actos que lleven a la muerte. Sin embargo, Andrea siguió en una espiral descendente
hasta el grado de tener pensamientos frecuentes de auto-destrucción. En ese punto de su
depresión paralizante no pudo aceptar la verdad de que:
“Aún hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos”.
(Eclesiastés 9:4)

A. ¿Cuál es el diálogo del deprimido?


Los que luchan en las tinieblas de la depresión no pueden ver las cosas positivas que
hay en su vida… especialmente en sí mismos. Por lo general ven la vida a través de
“lentes oscuros”. El fotógrafo que usa un lente negro para tomar una fotografía
durante el día hace que parezca que fue tomada durante la noche. Cuando una
persona deprimida ve la vida a través de un filtro negro, se siente indefensa en su
situación, se odia a sí misma y está desesperanzada en cuanto al futuro. Si usted
anda en la oscuridad de la depresión, necesita centrar su atención en la luz del Señor
y saber que a él usted le importa personalmente. En los salmos puede leer acerca de
un cambio de perspectiva:
“Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer; no tengo refugio, ni
hay quien cuide de mi vida. Clamé a ti, oh Jehová; dije: Tú eres mi esperanza, y mi porción
en la tierra de los vivientes”.
(Salmos 142:4–5)
• ¿Qué dice usted acerca de sí mismo?
—“¡No puedo hacer nada bien!”
—“¿Para qué lo intento?”
—“¡No sirvo para nada!”
—“¡Me odio!”
—“Mira a fulano o mengano (haciendo comparaciones)”.
—“¡Seguro hice algo malo!”
—“¡Nadie me ama!”
¿Cuál es la luz de la verdad?
La palabra de Dios dice: “Porque los montes se moverán, y los collados
temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz

750
se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti”. (Isaías 54:10)
• ¿Qué dice usted acerca de su situación?
—“¡No veo la salida a esta situación!”
—“¡Nada importa!”
—“¡Esto no lo puedo resistir!”
—“¡No es justo!”
—“¡No puedo hacer nada para cambiarlo!”
—“¡No puedo hacer nada al respecto!”
—“¡No lo puedo soportar!”
¿Cuál es la luz de la verdad?
Puedo decir con el apóstol Pablo: “Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece”. (Filipenses 4:13)
• ¿Qué dice usted acerca de su futuro?
—“¿Y qué?”
—“Nada cambiará…”
—“¡Nadie me amará!”
—“Seré demasiado viejo…”
—“¡Esa era mi última oportunidad de ser feliz!”
—“No tengo nada por lo cual vivir”.
—“¡No servirá de nada!”
¿Cuál es la luz de la verdad?
La palabra de Dios dice: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca
de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el
fin que esperáis”. (Jeremías 29:11)
Si anda en tinieblas, atesore estas palabras del Señor:
“Y guiaré a los ciegos por camino que no sabían, les haré andar por sendas que no habían
conocido; delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz, y lo escabroso en llanura. Estas
cosas les haré, y no los desampararé”.
(Isaías 42:16)

B. ¿Cuáles son los síntomas depresivos y maniáticos?


• Las personas deprimidas muestran tristeza, desánimo y falta de gozo. Los
episodios depresivos mayores involucran cinco o más de los siguientes
síntomas típicos que se manifiestan casi todos los días por al menos dos
semanas:
—Estado de ánimo depresivo permanente
—Poco agrado en las actividades normales
—Cambio significativo en el apetito o peso corporal

751
—Fatiga o pérdida de energía
—Disminuye la capacidad de pensar con claridad, de evaluar o concentrarse
—Movimientos más lentos o más agitados
—Muy poco o demasiado tiempo de dormir
—Sentimientos de falta de valor personal o culpa excesiva
—Pensamientos o intentos de suicidio
• Las personas maniáticas demuestran emociones eufóricas inexplicables
aunadas a varios actos de insensatez anormal. Los episodios maniáticos suceden
cuando tres o más de los siguientes síntomas típicos toman lugar, porque no son
normales en la persona y que duran por lo menos una semana:
—Ego elevado
—Pensamientos vertiginosos
—Se distrae fácilmente
—Habla demasiado
—Distracción repentina
—Disminuye su necesidad de dormir
—Aumenta obsesión por una meta
—Involucrarse excesivamente en placeres que pueden provocar consecuencias
negativas.
• Las personas bipolares manifiestan episodios tanto maníacos como depresivos.

CARACTERÍSTICAS DEL REY SAÚL


Los altibajos emocionales y de comportamiento extremosos del rey Saúl son
similares a muchos de los síntomas de quienes padecen el trastorno bipolar. En
ocasiones, Saúl alternaba entre episodios de manía y de depresión.
Él ilustra la tragedia de un hombre con un inmenso poder y potencial, pero que
carecía de sabiduría y auto-control. En el mejor de sus días, Saúl era un hombre
confiado, que mandaba bien y carismático. Pero en los peores, Saúl era un hombre
vano, vil y vengativo. Se ganó el respeto de toda la nación de Israel por haber
vencido a tres naciones enemigas. Pero también se ganó el rechazo de Dios como su
rey escogido porque lo desobedeció. El profeta Samuel habló de esta gravedad en la
vida de Saúl:
“Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se
obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y
el prestar atención que la grosura de los carneros. Porque como pecado de adivinación es
la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra
de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey”.
(1 Samuel 15:22–23)

752
CARACTERÍSTICAS DE LA EL COMPORTAMIENTO
MANÍA MANÍACO DEL REY SAÚL

• Irritabilidad • Desobedeció a Dios por su


impaciencia

Estaba enojado porque el profeta Samuel no llegó a tiempo para ofrecer el


sacrificio necesario antes de la batalla, así que Saúl se impacientó y ofreció el
sacrificio él mismo. Después de que llegó Samuel, Saúl se justificó diciendo:
“Porque vi que el pueblo se me desertaba, y que tú no venías dentro del plazo
señalado… Ahora descenderán los filisteos contra mí.… Me esforcé, pues, y
ofrecí holocausto” (1 Samuel 13:11–12). La decisión de Saúl fue desobedecer
un mandato claro de Dios.

• Malas decisiones • Prohibió a su ejército que


comiera durante la batalla

El ejército de Saúl estaba desmayando porque él “había juramentado al


pueblo, diciendo: Cualquiera que coma pan antes de caer la noche, antes que
haya tomado venganza de mis enemigos, sea maldito. Y todo el pueblo no
había probado pan” (1 Samuel 14:24). Y todos ellos se debilitaron.

• Demasiados placeres • Retuvo del botín prohibido

Dios le dijo a Saúl que destruyera por completo al enemigo así como todas sus
posesiones. Sin embargo, Saúl guardó parte del botín prohibido: “lo mejor de
las ovejas y del ganado mayor, de los animales engordados, de los carneros y
de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir… Y vino palabra de Jehová a
Samuel, diciendo: Me pesa haber puesto por rey a Saúl, porque se ha vuelto
de en pos de mí, y no ha cumplido mis palabras. Y se apesadumbró Samuel, y
clamó a Jehová toda aquella noche”. (1 Samuel 15:7–11)

• Auto estima elevada • Se mandó erigir una estatua

Aunque Samuel había llegado a tiempo para reunirse con Saúl, le dijeron al

753
profeta, “Saúl ha venido a Carmel, y he aquí se levantó un monumento” (1
Samuel 15:12), lo cual era una clara demostración del alto concepto de sí que
tenía.

• Fácilmente se distraía • Se distrajo por una canción de


las mujeres israelitas

Cuando sus soldados volvían de la batalla, en vez de centrarse en la victoria,


Saúl se distrajo fácilmente por lo que cantaban las mujeres. Aunque el refrán
era una manera de honrar a las tropas, “se enojó Saúl en gran manera, y le
desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le
falta más que el reino. Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a
David” (1 Samuel 18:8–9).

• Demasiada obsesión en su meta • Se volvió obsesivo con la meta


de querer matar a David

Cuando David comenzó a servir al rey Saúl, éste “le amó mucho [a David]”.
Sin embargo, “Saúl, viendo y considerando que Jehová estaba con David, y
que su hija Mical lo amaba, tuvo más temor de David; y fue Saúl enemigo de
David todos los días”. Jonatán apeló a su padre, diciendo: “… sus obras han
sido muy buenas para contigo”. Así que Saúl hizo un juramento: “Vive
Jehová, que no morirá”. Sin embargo, un poco más tarde: “Saúl envió luego
mensajeros a casa de David para que lo vigilasen, y lo matasen”. Saúl hizo
varios intentos de matar a David (1 Samuel 16:21; 18:28–29; 19:4, 6, 11).

• Pensamientos vertiginosos • Pensó incluso en matar al hijo


que tanto amaba

Para determinar si su padre estaba planeando matar a David, Jonatán justificó


a David por no estar en la presencia del rey, lo cual enfureció a Saúl. Él
demandó: “tráemelo, porque ha de morir” Jonatán preguntó, “¿Por qué
morirá? ¿Qué ha hecho? … Entonces Saúl le arrojó una lanza para herirlo [a
Jonatán, su hijo amado]” (1 Samuel 20:31–33).

• Estado de ánimo • Estaba seguro que gozaba del


inexplicablemente eufórico favor del Señor

754
En medio de su estado de ánimo exaltado, Saúl dijo: “Dios lo ha entregado [a
David] en mi mano… convocó Saúl a todo el pueblo a la batalla… y poner
sitio a David y a sus hombres” (1 Samuel 23:7–8). Pero su presunción estaba
muy equivocada.

• Desánimo, desmayo, • Perdió toda esperanza por el


desesperanza temor

Dios había librado a Saúl de muchas batallas, pero cuando su ejército se


enfrentó al gigante filisteo Goliat: “Saúl y todo Israel…, se turbaron y
tuvieron gran miedo”. Era claro que Dios había ungido a Saúl como rey, pero
él continuaba luchando contra su temor y desesperanza. Cuando en otra
ocasión tuvo que enfrentar a los filisteos también “tuvo miedo, y se turbó su
corazón en gran manera”. (1 Samuel 17:11; 28:5)

• Incremento en su irritabilidad • Tuvo exabruptos de ira

“Un espíritu malo de parte de Dios tomó a Saúl, y él desvariaba en medio de


la casa. David tocaba con su mano como los otros días”. Sin ser provocado
“tenía Saúl la lanza en la mano. Y arrojó Saúl la lanza, diciendo: Enclavaré a
David a la pared. Pero David lo evadió dos veces” (1 Samuel 18:10–11).

• Evaluaciones negativas e • Acusó a sus colaboradores de


irreales traición

En su afán por encontrar y matar a David, Saúl acusó injustamente a su hijo y


sus súbditos inocentes: “¿Os dará también a todos vosotros el hijo de Isaí
[David] tierras y viñas, y os hará a todos vosotros jefes de millares y jefes de
centenas, para que todos vosotros hayáis conspirado contra mí, y no haya
quien me descubra al oído cómo mi hijo ha hecho alianza con el hijo de Isaí,
ni alguno de vosotros que se duela de mí y me descubra cómo mi hijo ha
levantado a mi siervo contra mí para que me aceche, tal como lo hace hoy?”
(1 Samuel 22:7–8).

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• Frustración exagerada • Mandó matar al que lo había
confrontado

Cuando Saúl acusó falsamente al sacerdote que ayudó a David ingenuamente,


el sacerdote quiso hacer entrar en razón a Saúl: “¿Y quién entre todos tus
siervos es tan fiel como David, yerno también del rey, que sirve a tus órdenes
y es ilustre en tu casa?” Pero Saúl estaba en negación y le contestó: “Sin
duda morirás… tú y toda la casa de tu padre” (1 Samuel 22:14, 16).

• Triste, desanimado, pesimista • Lamentó su destino y temió a


David

Saúl supo que David le había salvado la vida. Con un dejo de profunda
tristeza, Saúl expresó en varias ocasiones su incierto futuro con las palabras:
“Y ahora, como yo entiendo que tú has de reinar, y que el reino de Israel ha
de ser en tu mano firme y estable, júrame, pues, ahora por Jehová, que no
destruirás mi descendencia después de mí, ni borrarás mi nombre de la casa
de mi padre” (1 Samuel 24:20–21).

• Pérdida del apetito • Se rehusó a comer

Saúl estaba tan deprimido que: “…rehusó diciendo: No comeré” (1 Samuel


28:23).

• Pensamientos o intentos • Se quitó la vida


suicidas

Cuando recibió una herida grave en la batalla y puesto que no pudo convencer
a su paje de armas de que lo matara, “tomó Saúl su propia espada y se echó
sobre ella” (1 Samuel 31:4).

PREGUNTA: “¿Es falta de fe en Dios tomar medicamentos para la depresión?”


RESPUESTA: No. Hay varias condiciones físicas que contribuyen a que una persona
experimente la depresión. Por ejemplo, en la depresión bipolar y posparto, existe
un desequilibrio bioquímico que puede ser tratado con medicamentos y obtener
756
buenos resultados. Infortunadamente, muchos cristianos temen que se les
considere faltos de espiritualidad si buscan ayuda profesional para su depresión,
pero si no hacen nada, sufrirán innecesariamente.
En ocasiones se necesita el tratamiento por un tiempo más prolongado para
equilibrar los altibajos emocionales. Esto es para que los que sufren depresión
puedan ver la verdad y comiencen a andar con los pies en la tierra. Ezequiel
47:12 dice que Dios hizo la “hoja para medicina”. Por lo tanto, es bíblico tomar
medicamentos. Sin embargo, la medicina debería utilizarse para beneficio del
paciente, no para adormecer el dolor o escapar de él. Más bien, debe ser para
ayudar a la persona a pasar el proceso del dolor. Además, los medicamentos
deben ser el último recurso, después de haber seguido los pasos indicados y
siempre acompañados de un proceso de consejería.

C. ¿Cuáles son los síntomas de la depresión posparto?


Por lo general todas las mujeres que tienen un bebé deben sentirse felices y
emocionadas por su nuevo hijo. Pero cuando eso no sucede, la madre comienza a
sentir una gran culpa y confusión. Puede entonces desarrollar muchos síntomas
inesperados.
• La tristeza del parto—Desde los tres a cinco días después del parto hasta dos
semanas después, el 70 por ciento de las madres experimentan los siguientes
síntomas:
—Cambios repentinos de ánimo
—Llanto frecuente e inexplicable
—Un sentido de pérdida
—Culpabilidad por no sentirse ligada a su bebé
—Irritabilidad, enojo
—Cambios en los hábitos de dormir y comer
—Falta de concentración
—Aletargamiento
• Depresión posparto—Casi un 20 por ciento de las madres que recién han tenido
un bebé experimentan la depresión posparto y se diferencia de la anterior en su
duración y en la indiferencia debilitante que la madre siente hacia sí misma y
sus hijos.
—Demasiada preocupación por el bebé porque ella percibe que está mal en
cuanto a sus sentimientos de ser madre
—Falta de interés en el hijo y sensación de estar atrapada
—Indiferencia emocional, tristeza, fatiga
—Se retrae de su familia y amigos
—Muestra poco o nada de amor por el niño o el resto de su familia
—Cambios en su apetito
—Pierde o gana peso significativamente
—Ansiedad o ataques de pánico

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• Sicosis posparto—Una depresión que puede ser de vida o muerte que afecta
sólo a una de cada 1,000 madres que dan a luz.
—Tienen pensamientos o hacen declaraciones extrañas
—Se sienten molestas o enojadas con el bebé y la familia
—Demasiado crítica de su habilidad de ser una buena mamá
—Tiene pensamientos de hacerse daño a sí misma o al bebé
—Paranoia, confusión, desorientación
—Oye voces o tiene visiones de Satanás o los demonios que atacan su
capacidad para ser una buena mamá
—Alucinaciones de que el bebé esta poseído por un demonio
—Alucinaciones que le ordenan que mate al bebé (infanticidio)
Una madre que está luchando con la sicosis posparto podría sentir que estas
palabras son suyas:
“Me rodearon ligaduras de muerte, me encontraron las angustias del Seol; angustia y
dolor había yo hallado”.
(Salmos 116:3)

III. CAUSAS DE LA DEPRESIÓN


Andrea Yates se desequilibró espiritualmente como resultado de haberse enfocado más
en Satanás y su pecado que en Dios y su gracia. Ella escuchaba voces que le decían que
era mala… que Satanás estaba dentro de ella, y que la única manera de deshacerse de él
era ¡su muerte! Un escritor de la revista Time informó que Andrea llegó a la conclusión
de que “Tenía que matar a los niños, tal como Satanás se lo ordenaba, para que la
sentenciaran a la pena de muerte y recibiera su merecido”. Andrea dijo al referirse a sus
hijos: “Tropezaban porque yo era malévola. Jamás podrían salvarse por la manera en
que los estaba educando… estaban destinados a morir y perecer en el fuego del
infierno”: Finalmente, después de las cinco muertes, esperaba que sus hijos hubieran
llegado al cielo. No hay otra parte de la Biblia que defina mejor su manera torcida de
pensar que este proverbio:
“Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte”.
(Proverbios 14:12)

A. ¿Cuáles son las causas físicas de la depresión?


Andrea Yates había sido una mujer suicida, la habían hospitalizado y recientemente
le habían quitado todos los medicamentos que le habían ayudado. Los graves
cambios hormonales de su cuerpo después del parto provocaron una deficiencia que
le produjo sicosis posparto (se evadió de la realidad).
Trágicamente, muchas madres que padecen la sicosis posparto tienen pensamientos
terribles de muerte de sus bebés y la destrucción de sí mismas. Podrían hacer suyas
estas palabras:

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“Me rodearon ligaduras de muerte, y torrentes de perversidad me atemorizaron. Ligaduras
del Seol me rodearon, me tendieron lazos de muerte”.
(Salmos 18:4–5)

SEIS AGRAVANTES FÍSICOS DE LA DEPRESIÓN


#1 Desequilibrio hormonal
“¿Puede un desequilibrio químico en el cerebro provocar depresión?” Esta
pregunta frecuente se puede contestar con un rotundo ¡sí! Por ejemplo, los
cambios hormonales durante la pubertad, el posparto (después de dar a luz), y la
peri-menopausia (alrededor de la menopausia) pueden provocar depresión.
#2 Medicamentos y drogas
Algunas drogas legales o ilegales pueden provocar una depresión, tales como
analgésicos, antidepresivos, esteroides, anticonceptivos y medicinas cardíacas.
#3 Enfermedades crónicas
Algunas enfermedades como la deficiencia tiroidea y un período de gripe
pueden provocar desequilibrio en el cerebro, que a su vez puede desencadenar
una depresión.
#4 Temperamento melancólico
La persona de temperamento melancólico es ordenada, talentosa y creativa, pero
al mismo tiempo puede ser temperamental y demasiado auto-crítica. Los que
tienen este temperamento son analíticos, críticos y difíciles de complacer; toman
todo con demasiada seriedad o muy personal, lo que provoca que se depriman
más fácilmente por las circunstancias a su alrededor o a la menor imperfección
en sí mismos o los demás.
#5 Comida, descanso o ejercicio inadecuados
Si hay una deficiencia en las rutinas básicas de la vida eso puede contribuir a un
sentido crónico de fatiga, falta de energía y aislamiento social.
#6 Predisposición genética
Con base en las estadísticas, quienes se han formado en el seno de una familia
depresiva son doblemente propensos a sufrir de depresión que quienes no tienen
un historial de depresión en su familia. Asimismo, “el 50% de quienes padecen
trastorno bipolar al menos tuvieron uno de sus padres con ese mismo
padecimiento”.
Si le preocupa la depresión, aprenda todo lo que pueda acerca de su historia
familiar y las opciones de tratamiento disponibles. Es muy importante investigar
todo lo que pueda acerca de su salud.
“El simple todo lo cree; mas el avisado mira bien sus pasos”.

759
(Proverbios 14:15)

PREGUNTA: “¿POR qué las mujeres son dos veces más propensas a la depresión
que los hombres?”

RESPUESTA: El cuerpo de las mujeres produce sólo la mitad de la serotonina que


producen los hombres, sin embargo, el estrógeno de las mujeres multiplica la
cantidad de serotonina para igualar el nivel de los hombres. El reto ocurre en
tres momentos específicos—antes de que la mujer comience su menstruación,
después de dar a luz y en la menopausia, cuando el nivel de estrógeno desciende
drásticamente en algunos casos. Si el nivel de estrógeno en la mujer no es
suficiente para multiplicar la serotonina, experimentará una reducción de la
hormona que le producirá depresión. Esa es una de las razones por las que
muchas mujeres tienen que tomar un tratamiento de estrógenos (ERT, por sus
siglas en inglés) y por las que otras mujeres consultan al médico para sentirse
“sanas” otra vez. Jesús dijo:
“Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos”. (Mateo 9:12)

B. ¿Qué papel juegan los medicamentos en el tratamiento de la


depresión?
Todo ser humano cuenta con billones de células cerebrales. Estas neuronas (o
células nerviosas) mandan y reciben “mensajeros químicos” llamados
neurotransmisores, y sin ellos no podríamos ¡pensar ni sentir! Los
neurotransmisores son químicos poderosos que tienen un impacto importante sobre
nuestras emociones como la felicidad, tristeza, preocupación, ira, lógica, el sueño la
memoria, la ansiedad, el pensamiento y aun en la expresión facial. Cuando sufrimos
una depresión, muchas veces se debe a una deficiencia en los neurotransmisores
vitales. Por ejemplo, cuando los niveles de serotonina, norepinefrina, dopamina, o
GABA (acido gamma-aminobutirico) están por debajo de lo normal.
“Las angustias de mi corazón se han aumentado; sácame de mis congojas”.
(Salmos 25:17)

¿CÓMO AYUDAN LOS ANTIDEPRESIVOS A ALIVIAR LA DEPRESIÓN?


• Cuando un impulso eléctrico llega al lugar de la neurona donde se encuentran
los neurotransmisores (llamado el lugar pre-receptor), expiden estos químicos
de la célula nerviosa y entran en el vacío entre neuronas (llamados sinapsis).
Estos neurotransmisores viajan a través de la sinapsis y se adhieren al post-
receptor de la otra neurona.
• Los antidepresivos son medicamentos no adictivos que bloquean el regreso del
impulso eléctrico a la misma neurona de donde salió (reuptake) y disminuye (la
degradación) la neurotransmisión depresiva entre las sinapsis. Así que se
incrementa la cantidad de neurotransmisores y en última instancia, alteran otros
químicos dentro de la célula nerviosa y de todo el sistema nervioso. El resultado

760
es una cadena de reacciones químicas en el cerebro lo cual a su vez levanta el
estado de ánimo depresivo y modifica el comportamiento.

SINAPSIS

PREGUNTA: “¿Existe alguna prueba médica objetiva que respalde la necesidad


de medicamentos en algunos casos de depresión?”

RESPUESTA: Sí. Con la ayuda de las pruebas llamadas PET (por sus siglas en
inglés: tomografía de emisión de positrón), los médicos pueden ver las
diferencias entre la función de un cerebro normal y uno deprimido. Las pruebas
del PET proporcionan un mapa de las funciones cerebrales y también muestran
los cambios en el cerebro después de que se han tomado medicamentos
antidepresivos. Las medicinas antidepresivas ayudan a producir una absorción
química normal, lo cual incrementa el buen funcionamiento del cerebro y
disminuye la depresión. Qué maravilloso es que el Dios de la creación hizo el
cerebro con la capacidad de responder a la medicina apropiada para aliviar la
depresión.
La Biblia dice que somos una “obra formidable y maravillosa”.
“Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy
maravillado, y mi alma lo sabe muy bien” (Salmos 139:14)

C. ¿Cuáles son los agravantes emocionales de la depresión?


Alguna gente dice que la “depresión es la ira vuelta al interior del ser humano”.
Esta declaración no siempre es verdad, pero lo es cuando se ha reprimido el enojo.
La represión ocurre cuando se bloquean los deseos y emociones de la conciencia de
la persona y se les deja en el inconciente. Esta ira reprimida o ira interior provoca
una depresión oculta y no permite que la amargura salga a luz. La amargura es una
de las causas principales de la depresión, porque nos sentimos totalmente
abandonados en nuestra amargura.
“El corazón conoce la amargura de su alma; y extraño no se entremeterá en su alegría”.
(Proverbios 14:10)
• ¿Tiene usted ira reprimida por…?
—Pérdida de un ser querido
—Pérdida de la autoestima
—Pérdida del control
—Pérdida de sus posesiones
— Pérdida de algunas expectativas
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— Pérdida del respeto de otros
— Pérdida de la salud o las capacidades
— Pérdida de las metas personales
Si esto es así, la Biblia dice:
“Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia”.
(Efesios 4:31)
• ¿Tiene usted un temor reprimido por…?
—Perder su trabajo
—La muerte
—El nido vacío
—El fracaso
—Abandono
—Envejecer
—La soledad
—El rechazo
Si esto es así, la Biblia dice:
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo;
siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”.
(Isaías 41:10)
• ¿Ha usted reprimido el estrés por…?
—Problemas en el trabajo
—Cambio de residencia
—Problemas matrimoniales
—Carga de trabajo
—Responsabilidades económicas
—Responsabilidades familiares
—Un hijo con problemas
—Cónyuge alcohólico
Si esto es así, la Biblia dice:
“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”.
(1 Pedro 5:7)
Aun las más profundas decepciones en nuestra vida deben resolverse o tendremos
problemas con la amargura; y la ira no resuelta y la amargura dañarán a nuestros
seres queridos.
“Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna
raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados”.
(Hebreos 12:15)

D. ¿Cuáles son las causas espirituales de la depresión?


Así como hay causas físicas, emocionales y mentales para la depresión, también las
762
hay espirituales. La desobediencia y la culpa son semillas fértiles que pueden
convertir cualquier sensación de bienestar en una oscura tormenta. No se puede
albergar la culpabilidad de desagradar a Dios y seguir experimentando el gozo
completo de la salvación, ni se pueden enfrentar las artimañas y ataques que el
enemigo usa en nuestra contra si no conocemos y aplicamos la palabra de Dios a
nuestra vida. La desobediencia y la culpabilidad son inseparables. Y a menos que
apliquemos el remedio de la confesión y el arrepentimiento (que es un cambio de
mente y de dirección) podríamos encontrarnos frente a una depresión que invade el
alma y espíritu, como el ejemplo de los israelitas desobedientes:
“Y ni aun entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo; pues allí
te dará Jehová corazón temeroso, y desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma”.
(Deuteronomio 28:65)

¿QUÉ SUCEDE SI NUNCA HA CONFESADO SU PECADO Y NO SE HA


ARREPENTIDO?
Cuando usted le pide a Dios que perdone sus pecados a través del poder de la
muerte y resurrección de Jesús, él se convierte en su eterno Salvador. Y nunca
perderá su relación con él, sin importar lo que usted haga, piense o sienta. Dios
asegura su salvación, y no hay nada ni nadie (ni usted) que pueda destruir lo que
Dios tiene en sus manos. Después, cuando desobedece a Dios, tiene que confesar
sus pecados y arrepentirse de ellos. Eso no significa que renueva su salvación, sino
que mantiene una relación correcta con el Señor. Por otro lado, si nunca ha
confesado sus pecados ni le ha pedido a Jesús que sea su Salvador, no puede tener la
seguridad de que irá a pasar la eternidad en el cielo; tampoco conocerá el verdadero
gozo en esta vida.
El verdadero gozo, el que proviene de Dios, es mayor que una vida sin problemas.
Es la paz que permanece cuando todo parece venirse abajo. Es la seguridad
profunda que hay en su ser que le ayuda a encontrar la satisfacción en él y a confiar
en su soberanía aun en medio de la más terrible tormenta. Esto es posible gracias a
Dios y no hay nada ni nadie que pueda proporcionarle mayor plenitud. Y ahora
mismo él quiere compartir este gozo con usted.

CÓMO TENER EL GOZO QUE DURA POR SIEMPRE


Tener una relación personal con Jesús es el primer paso en el largo camino para
vencer la depresión. Cuando confía en él, le dará su poder para soportar cualquier
cosa que tenga que enfrentar. Jamás tendrá que volver a vivir un día oscuro en su
vida con él. Hoy mismo, puede confesar lo que hay en su corazón a Dios… y
experimentar el primer momento de gozo verdadero y duradero.
1. El propósito de Dios para usted… es la salvación.
—¿Qué movió a Dios a enviar a su Hijo al mundo? ¿Para condenarlo? No, ¡lo
envió para demostrarle su amor por medio de la Salvación!

763
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo,
sino para que el mundo sea salvo por él”. (Juan 3:16–17)
—¿Cuál fue el propósito de Jesús para venir a la tierra? ¿Hacerlo todo perfecto y
quitar todo el pecado? No, ¡sino a perdonar sus pecados, darle el poder para
obtener la victoria sobre el pecado y ayudarle a vivir una vida plena!
“Yo [Jesús] he venido para que tengan vida, y para que la tengan en
abundancia”. (Juan 10:10)
2. Su problema… es el pecado.
—¿Qué es el pecado? El pecado es vivir de manera independiente de las normas
de Dios, sabiendo lo que es correcto, pero decidiendo hacer lo malo.
“Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”. (Santiago 4:17)
—¿Cuál es la consecuencia del pecado? La muerte espiritual, la separación
espiritual de Dios.
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna
en Cristo Jesús Señor nuestro”. (Romanos 6:23)
3. La provisión divina para usted… es el Salvador.
—¿Hay algo que pueda quitar la paga del pecado? Sí. Jesús murió en la cruz
para pagar personalmente por nuestros pecados.
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros”. (Romanos 5:8)
—¿Cuál es la solución para ya no estar separados de Dios? Creer en Jesucristo
como el único camino que nos lleva a Dios el Padre.
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al
Padre, sino por mí”. (Juan 14:6)
4. Su decisión… es someterse.
—Deposite su fe en (descanse en) Jesucristo como su Señor y Salvador personal
y deje de confiar en las “buenas obras” como medio para ganar el favor de
Dios.
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros,
pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. (Efesios 2:8–
9)
—Entregue a Cristo el control de su vida y confíe su vida en sus manos.
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera

764
salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la
hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y
perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”
(Mateo 16:24–26)
Al momento de decidir creer en él y confiar su vida a Cristo, él le da su Espíritu Santo
para vivir dentro de usted. Así, el Espíritu de Cristo le da su poder para vivir la vida
plena que Dios tiene en mente para usted. Si quiere que Dios lo perdone por completo y
quiere ser la persona que Dios quiso que fuera cuando lo creó, puede decírselo en una
oración simple, pero sincera como la siguiente:

ORACIÓN PARA LA SALVACIÓN


“Dios, quiero tener una relación verdadera contigo. Reconozco que muchas veces he decidido seguir mis
propios caminos y no los tuyos. Por favor, perdona mis pecados. Jesús, gracias por morir en la cruz y pagar
por la pena de mi pecado. Ven a mi vida como mi Señor y Salvador. Comienza a sanar mi corazón por tu
poder. Enséñame a encontrar el gozo en ti solamente. Hazme la persona que quieres que yo sea. En tu santo
nombre hago esta oración. Amén”.

¿QUÉ PUEDE ESPERAR AHORA?


Si hizo esta oración con toda sinceridad, sepa esta verdad que David escribió en los
Salmos:
“En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma.
¿Se juntará contigo el trono de iniquidades que hace agravio bajo forma de ley?”
(Salmos 94:18–19)

ELÍAS CAE EN LA DEPRESIÓN

Una o varias de las necesidades básicas se ven amenazadas


-Amor -Significancia -Seguridad

La seguridad de Elías se vio amenazada


“Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que
está en Judá, y dejó alli a su criado”.
(1 Reyes 19:3)

-Auto-compasión -Auto-condena -Temor -Desesperanza

765
Elias pensó para sus adentros: “Ya tuve bastante,” y después le pidió a Dios que le
quitara la vida
“Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y
deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quitame la vida, pues no soy yo mejor que
mis padres”.
(1 Reyes 19:4)

- Resentimiento enterrado debido a las circunstancias


Elías estaba frustrado porque sus esfuerzos parecían vanos
“El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos
de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus
profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida”
(1 Reyes 19:10)

La adaptación de parte de esta gráfica están usados con permiso de Larry Crabb
766
E. Causa de raíz para seguir en la depresión
CREENCIA ERRÓNEA:
“Estoy deprimido por las desilusiones profundas que he tenido a lo largo de mi
vida. Me han robado todo el gozo. No hay esperanza para mí en el futuro, y no
puedo hacer nada al respecto”.
CREENCIA CORRECTA:
Reconozco que estoy deprimido por las circunstancias actuales de mi vida, pero
Cristo vive en mí y él es mi esperanza. Confiaré en él para que renueve mi
mente con la verdad de su palabra y renueve mi corazón con la esperanza que
sólo él puede dar.
“Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no
confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos… en
quien esperamos que aún nos librará, de tan gran muerte” (2 Corintios 1:9–
10).

IV. PASOS PARA ENCONTRAR LA SOLUCIÓN


¿Sabían los familiares y amigos de Andrea Yates de la gravedad de su depresión?
Mucha gente se preguntó: “¿Hizo el esposo de Andrea lo suficiente para proteger la
vida de su esposa y de sus hijos?” En el juicio salió a la luz que Andrea había estado
hospitalizada varias veces por causa de graves depresiones. En dos ocasiones se le dio
de alta de manera prematura. Su esposo Rusty abordó al último médico pidiéndole los
medicamentos que le habían hecho tanto bien en el pasado, pero no le hicieron caso. En
su hogar habían hecho los arreglos para que Rusty pudiera entrar a su trabajo después
de las 9:00 a.m. Después llegaba su mamá a las 10:00 a.m. para ayudar a Andrea con
los niños. Ella seguía con el sistema de escuela en su hogar y le ayudaba también con
los quehaceres domésticos. Andrea se quedaba con los niños sólo una hora cada día.
Pero fue durante esos minutos, que el 20 de junio del 2001 Andrea ahogó a sus hijos.
¿Cómo pudo haberse evitado tal tragedia? ¿Qué pasos podrían haber dado sus
familiares para ayudar a Andrea a dejar la oscuridad de la desesperación hacia la luz de
la esperanza? Si hubiesen estado mejor advertidos del peligro que corría, podrían
haberse informado más acerca del mal que padecía y habrían sabido mejor qué hacer.
“Oirá el sabio, y aumentará el saber, y el entendido adquirirá consejo”.
(Proverbios 1:5)

A. Versículo clave para memorizar


Cuando está pasando por el valle de la sombra de la depresión, recuerde lo que Dios
dice en su palabra y repítase esta verdad todos los días:
“Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los
vivientes”.
(Salmos 27:13)

767
B. Pasaje clave para leer y meditar
No podemos elegir lo que heredamos genéticamente, pero sí podemos decidir las
cosas en las que vamos a pensar cognoscitivamente. En el mundo de la medicina,
las pruebas cerebrales de quienes sufren de depresión a menudo muestran mejoría
cuando se les refuerza con palabras de esperanza, afirmación y propósito. Con
respecto a esto, la vida es una serie de decisiones que tomamos. Usted puede decidir
el día de hoy empezar a poner en práctica la palabra de Dios.
1 Tesalonicenses 5:16–24
• “Estad siempre gozosos”.

—Decida continuar enfocándosev. 16


en las cosas positivas de su
vida.

• “Orad sin cesar”.

—Decida hablar con Dios sobrev. 17


cualquier tema.

• “Dad gracias en todo”.

—Decida agradecer a Dios por lov. 18


que está aprendiendo ahora
mismo.

• “No apaguéis al Espíritu”.

—Decida hacer los cambiosv. 19


necesarios cuando el Espíritu
de Dios se los señale.

• “No menospreciéis las


profecías”.

—Decida tomar en serio lav. 20


palabra de Dios.

• “Examinadlo todo”.

768
—Decida preguntarse en todo:v. 21
“¿Es correcto esto delante de
Dios?”

• “Retened lo bueno”.

—Decida hacer lo correcto, aunv. 21


cuando sea tentado a hacer lo
malo.

• “Absteneos de toda especie de


mal”.

—Decida huir inmediatamentev. 22


de la tentación.

• “Que el mismo Dios de paz os


santifique por completo”.

—Decida ver cómo Dios lo hav. 23


“apartado” (santificado) para
ser lo que él quiere que usted
sea.

• “Y todo vuestro ser—espíritu,


alma y cuerpo—sea guardado
irreprochable”.

—Decida comprometer todo suv. 23


ser a hacer lo que Dios quiere
que usted haga.

• “Fiel es el que os llama, el cual


también lo hará”.

—Decida confiar en el poder dev. 24


Dios para hacer lo que él lo
ha llamado a hacer.

769
C. Quítese las máscaras
Cuando atravesamos circunstancias dolorosas en nuestra vida podemos “barrerlas
bajo la alfombra” e ignorarlas. Sin embargo, al hacerlo, fallamos en procesar y
hacer luto por nuestras heridas y pérdidas. Si “enmascaramos” la depresión, estamos
tratando de proteger nuestro corazón y esconder quiénes somos en realidad y las
cosas que no queremos enfrentar. Pero ese tipo de mascarada bloquea nuestra
madurez y nuestra capacidad de tener una relación íntima con Dios y con los demás.
Jamás tema admitir la verdad de su vida directamente con Dios. Permítale que él le
ayude a ver la realidad de su dolor. Él le mostrará cómo él ha estado trabajando a
través de su dolor para darle sabiduría y para que entienda las profundidades reales
de la verdad. David le dijo a Dios:
“He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender
sabiduría”.
(Salmos 51:6)

LA LÍNEA DEL TIEMPO DE MI VIDA


• Dibuje una línea horizontal que represente su vida.
• Divida la línea en tres partes niñez, juventud, edad adulta.
• Anote en la línea los principales cambios y eventos que ha habido en su vida.
Dibuje líneas cortas a partir de la línea del tiempo y escriba frases cortas que
describan los eventos mayores tales como:

• Determine si ha habido pérdidas significativas y heridas que no ha procesado,


tales como:

770
—Abandono
—Divorcio de sus padres
—Rechazo
—Fracasos
—Acusaciones falsas
—Crítica injusta
—Metas truncadas
—Sueños no realizados
• Descubra el origen del dolor encubierto a través de la oración ferviente.

ORACIÓN DE DESCUBRIMIENTO
“Querido Padre, vengo ante ti como hijo para que me ayudes. Tranquiliza mi corazón. Permíteme ver lo que
tengo que ver. Hazme consciente de mi necesidad de sanidad y muéstrame tu verdad. Trae a mi mente
cualquier herida escondida de mi corazón y la circunstancia exacta que la provocó. En tu santo nombre.
Amén”.

• Defina el impacto emocional que cada acontecimiento tuvo en usted con palabra
específicas como:
—“Esto me hizo sentir así…”
—“Me duele que…”
—“Me sentí tan avergonzado cuando…”
—“Me sentí abandonado por…”
—“Me sentí muy herido cuando…”
—“Estaba decidido a que esto ( ) jamás volviera a suceder”.
• Decida hoy mismo permitirse llorar profunda y genuinamente por las pérdidas
sufridas.
“Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi
alabanza”. (Jeremías 17:14)
• Elimine el poder que ese evento tiene sobre sus emociones compartiéndolo con
una persona confiable y con Dios.
“Todo tiene su tiempo… tiempo de callar, y tiempo de hablar”. (Eclesiastés
3:1, 7)
• Profundice su dependencia del Señor para que lo libere emocionalmente.
“Desde la angustia invoqué a JAH, y me respondió JAH, poniéndome en
lugar espacioso”. (Salmos 118:5)

ORACIÓN DE SANIDAD
“Querido Señor Jesucristo, fortaléceme para que tú puedas ministrar a mi corazón herido. Sé que tú
entiendes mi dolor. Y sé que tienes el poder de sanarme. Gracias por amarme. Gracias porque puedo tener
confianza en que tú puedes hacerme libre. En tu santo nombre. Amén”.

771
D. Depresión y la persona sana
Todo ser humano tiene un cuerpo tangible, un alma intangible y un espíritu
inmaterial, lo cual nos hace seres “tripartitos”. Siendo que somos personas
tripartitas, lo siguiente es una realidad:
• Su cuerpo es la constitución física (carne, huesos y sangre).
• Su alma es la personalidad (su mente, voluntad y emociones).
• Su espíritu es la parte más interna de su ser que necesita salvación, anhela la
satisfacción de sus más profundas necesidades (de amor, significancia y
seguridad), y si es usted creyente, es donde reside el Espíritu Santo.
Los médicos han establecido históricamente que la manera en que respondemos a
las desilusiones de la vida tiene un impacto directo sobre el cuerpo. De la misma
manera, la depresión puede tener un efecto devastador en su alma y espíritu. Dios
nos anima a acudir a él para que restaure nuestra salud en las tres áreas de nuestra
vida… cuerpo, alma y espíritu.
“Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y
cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”. (1
Tesalonicenses 5:23)
Véase también W. Ian Thomas, The Mystery of Godliness, “El misterio de la
piedad”, Grand Rapids: Zondervan, 1964), 54–69.
Centrado en sí mismo Controlado por el Espíritu Santo

EL CUERPO
Si está sufriendo de una depresión prolongada…

772
• Primero, hágase un examen médico completo. (Dígale al doctor que se siente
inusualmente deprimido. Sea específico).
• Pida al doctor que revise los medicamentos que está ingiriendo y elimine los
que sean innecesarios. (Pregunte a su doctor si alguna de sus medicinas le está
provocando la depresión.)
• Desarrolle el hábito de dormir regularmente—dormir es terapéutico.
(Solamente durante el sueño el cerebro produce la serotonina que alivia la
depresión. Ponga una hora específica para dormir y para levantarse).
• Tenga un horario regular de actividades. (Involúcrese de manera activa en
actividades fuera de casa, tal como un ministerio en la iglesia, lo cual ayuda a
las funciones del cerebro. Acepte invitaciones para estar con otras personas
(aunque no tenga ganas de hacerlo).
• Elimine el estrés, evite la fatiga excesiva. (Aparte un tiempo de quietud para
relajarse).
• Coma alimentos balanceados y nutritivos regularmente. (Evite la cafeína, el
alcohol, la sal, la comida chatarra. Tome menos azúcar para evitar el deseo
inmoderado de comerla).
• Ejercítese con regularidad, camine, trote o nade al menos cuatro veces por
semana. (Una caminata rápida de veinte minutos produce endorfinas, que es una
sustancia que eleva de manera natural el estado de ánimo).
• Pase tiempo bajo los rayos del sol disfrutando de la bella creación de Dios. (Un
estudio revela que al estar bajo el sol por 30 minutos puede ayudar a disminuir
la depresión. Si obtenemos pocos rayos de sol, produciremos melatonina, que a
su vez produce aletargamiento).
La siguiente oración tomada de la Biblia debería animarnos a cuidar de nuestra
salud y asumir la responsabilidad de nuestro cuerpo físico.
“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como
prospera tu alma”.
(3 Juan 2)

¿QUÉ ES EL DESORDEN AFECTIVO TEMPORAL?


PREGUNTA: “Me acabo de mudar a una ciudad que tiene un clima muy lluvioso
y me siento triste. Todo lo demás está muy bien. ¿Qué hago? Es como si la
niebla de afuera de mi ventana hubiera invadido mi mente y afectado mi
forma de pensar”.

RESPUESTA: El SAD, por sus siglas en inglés, es el desorden afectivo temporal y es


una forma de depresión que se asocia con la falta de rayos del sol. También se le
llama la tristeza de invierno, porque comienza a menudo en el otoño, con sus
días más cortos y con menos luz solar y continúa hasta la primavera cuando los
días se hacen más largos. Cuando al ojo le entra tan pocos rayos solares hace
que el cerebro produzca una hormona llamada melatonina, que se produce
cuando llega la oscuridad. Cuando hay demasiado melatonina en el cuerpo,
provoca un desequilibrio bioquímico en la región del hipotálamo en el cerebro.

773
Para los animales la melatonina controla la hibernación y provoca la
disminución de la actividad. En los seres humanos, la SAD provoca síntomas
como sueño excesivo, aletargamiento, comer demasiado y depresión.
El mejor tratamiento para el SAD es la luz, la luz es terapéutica.
• Primero, busque cualquier oportunidad de obtener la luz natural del sol (lea
afuera o ejercítese al aire libre, camine en la mañana o en la tarde).
• Segundo, puede comprar una caja de luz que produzca luz artificial y
exponga sus ojos a la luz entre 30 minutos a dos horas cada día.
• Tome sus vacaciones a lugares donde pueda obtener tanta luz de sol como
sea posible.
“Suave ciertamente es la luz, y agradable a los ojos ver el sol”. (Eclesiastés
11:7)

EL ALMA
Cuando haya perdido una relación significativa para usted, ya sea por el rechazo, el
divorcio o la muerte, es normal que su corazón se sienta deprimido. Sin embargo,
después de un período de tiempo, es normal que sienta cierto grado de sanidad. Si
su corazón no ha vuelto a su forma habitual, entonces podría estar en un estado de
depresión. Ya que toda el alma (mente, voluntad y emociones) se ve afectada por la
depresión, hay varios pasos que necesita dar para recuperarse y tratar la depresión
en las tres áreas mencionadas. Cada parte que ha sido tocada por la depresión debe
ser sanada.
#1 La mente
Una de las claves para vencer la depresión crónica es cuidar las cosas en las que
pensamos. Los estudios e investigaciones verifican que lo que una ¡persona
decide pensar literalmente cambia la química de su cerebro! Así que usted
necesita llenar su mente con la mente de Dios, saturarla con la perspectiva de
Dios y sus promesas. Romanos 12:2 dice que somos transformados “por medio
de la renovación de vuestra mente”.
• Escriba algunos versículos bíblicos en tarjetas y léalas varias veces al día.
• Haga una lista, “Mi lista de acciones de gracias” con siete aspectos
positivos de su vida e invierta un tiempo todos los días para agradecerle a
Dios por esas cosas de manera específica.
—En la siguiente semana, haga una lista de otras siete cosas específicas por
las que puede agradecer a Dios.
—Continúe aumentando acciones de gracias a su lista cada semana.
Al leer la palabra de Dios, descubrirá su propósito al permitir las pérdidas
dolorosas en su vida. Dios es su Redentor y él tiene un propósito para permitir
todo lo que sucede en su vida… incluyendo las tormentas difíciles.

774
“Envió su palabra, y los sanó”.
(Salmos 107:20)
Cómo encender la luz en la oscuridad
Para combatir la depresión, lo primero que debe hacer es escribir lo que está
pasando por su mente. Luego, refute con la palabra de Dios sus pensamientos
negativos. Pida a Dios y a un amigo suyo que le ayuden a describirlos
correctamente. Y luego, cuando le vengan los pensamientos negativos utilice
una terapia de “conocimiento” para refutarlos y simplemente reemplace sus
pensamientos de tinieblas con la lámpara y la luz de la verdad.
“Tú eres mi lámpara, oh Jehová; mi Dios alumbrará mis tinieblas”.
(2 Samuel 22:29)
• Tinieblas: “No puedo salir de estas tinieblas”.
Luz: “El Señor traerá la luz en medio de las tinieblas”.
“Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas”. (Salmos 18:28)
• Tinieblas: “Siento que no tengo un refugio… ni un lugar seguro”.
Luz: “El Señor será mi refugio”.
“Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado”. (Salmos 16:1)
• Tinieblas: “Siento que estoy en medio de muchos problemas”.
Luz: “El Señor es mi ayuda en medio de los problemas”.
“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las
tribulaciones”. (Salmos 46:1)
• Tinieblas: “No puedo dejar de sentirme inquieto”.
Luz: “Mi Dios me da la tranquilidad que mi alma necesita”.
“En Dios solamente está acallada mi alma; de él viene mi salvación”.
(Salmos 62:1)
• Tinieblas: “No puedo ver el camino por donde debo andar”.
Luz: “El Señor dirigirá mi camino”.
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia
prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus
veredas”. (Proverbios 3:5–6)
• Tinieblas: “Mi carga es demasiado pesada”.
Luz: “El Señor llevará mis cargas”.
“Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios El Dios de nuestra
salvación”. (Salmos 68:19)
• Tinieblas: “Tengo miedo de estar entre la gente”.
Luz: “El Señor me dará la fortaleza para estar con la gente”.

775
“Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la
fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?” (Salmos 27:1)
• Tinieblas: “Mi confianza está por los suelos”.
Luz: “El Señor me ayudará a levantarme”.
“A Jehová he puesto siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no
seré conmovido”. (Salmos 16:8)
#2 La voluntad
La voluntad de la gente que ha sufrido una depresión prolongada se ve
paralizada y siente que la vida le ha quitado toda capacidad de elección. Se
siente atada en medio de una tormenta sin poder tomar decisiones. Pero eso está
lejos de la verdad. Ciertamente la vida está llena de desánimo inevitable, pero sí
puede evitar que su mente se inunde de desánimo. Esa es una decisión que usted
debe tomar, es un acto de la voluntad.
Después de una tormenta inicial, puede decidir quedarse en la cama, postergar
sus actividades y confiar en usted mismo para sentirse mejor, o puede decidir
colocarse bajo el paraguas de Dios para su protección y confiar en él. Jesús dijo:
“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí” (Juan
14:1). Usted puede decidir confiar al Señor su vida, él es digno de toda nuestra
confianza.
Aunque no tenga ganas de hacerlo…
• Escuche música que lo eleve e inspire.
• Procure vivir en un ambiente radiante y lleno de gozo.
• Mantenga un ambiente limpio y ordenado.
• Limpie su casa de objetos que se asocien con actividades demoníacas o de
ocultismo.
• Resista la tentación de pasar mucho tiempo en el teléfono, lo cual le impide
lograr lo que tiene que hacer.
• Evite pasar mucho tiempo viendo la televisión.
• Escriba notas de gratitud y ánimo para los demás.
• Propóngase metas pequeñas y alcanzables todos los días.
• Busque algo qué hacer por alguien cada día y experimentará la verdad de
Dios que dice: “Más bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20:35).
“Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; guarda la ley y el consejo, y serán vida a
tu alma, y gracia a tu cuello”.
(Proverbios 3:21–22)
Ejemplo bíblico:
Cuando el Rey Saúl necesitaba alivio de su atribulado corazón, David tocaba
su arpa.
“Y cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David tomaba el arpa y
tocaba con su mano; y Saúl tenía alivio y estaba mejor, y el espíritu malo se apartaba de

776
él”.
(1 Samuel 16:23)
#3 Las emociones
A menudo la gente que se deprime tiene dificultades al expresar sus
sentimientos de manera saludable. Una causa común de la depresión son los
sentimientos que se han albergado como resultado de una pérdida o de los
dolores del pasado. Los sentimientos que se ignoran o se niegan no se resuelven.
Están enterrados vivos dentro de su alma, donde se fermentan y crean una
infección que envenena todo el cuerpo. Es por ello que es vital enfrentar sus
sentimientos.
Lleve su dolor y heridas, su ansiedad e ira, su temor y frustración a los pies de
Jesús. Derrame su corazón delante de él y reciba su consuelo. Solamente él
entiende la profundidad de su dolor. La Biblia dice:
“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras
debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y
hallar gracia para el oportuno socorro”.
(Hebreos 4:15–16)

PREGUNTA:“¿Qué es la depresión por aniversario?”


RESPUESTA: La depresión por aniversario es una depresión anual que es recurrente
y se relaciona con el aniversario de un evento traumático. Esa reacción
involuntaria y emocional se dispara por los recuerdos dolorosos y dura un
tiempo corto.
• Ejemplos:
—Muchas mujeres caen en depresión cada año en el aniversario de un
aborto que hayan tenido o en el aniversario de la fecha cuando dieron a
su hijo en adopción.
—Algunas viudas y viudos pueden experimentar la depresión por
aniversario cerca de la fecha de la muerte de su cónyuge.
La Biblia dice que en ocasiones nos enredamos en el dolor del pasado, pero
también ofrece esperanza para salir de sus redes. Podemos decidir cambiar de
enfoque.
“Acuérdate de mi aflicción y de mi abatimiento, del ajenjo y de la hiel; lo
tendré aún en memoria, porque mi alma está abatida dentro de mí; esto
recapacitaré en mi corazón, por lo tanto esperaré. Por la misericordia de
Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.
Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad” (Lamentaciones 3:19–23).

CÓMO ENFRENTAR LA DEPRESIÓN POR ANIVERSARIO


777
• Entienda que la causa de la depresión es la pérdida que experimentó en el
pasado y que no es inusual que la sienta.
• Reconozca sus emociones. Escriba todos los recuerdos dolorosos y procéselos
con alguien que le pueda ayudar y en quién pueda confiar.
• Entregue su dolor al Señor y reciba su consuelo y sanidad.

“Señor, tú conoces el dolor que he sufrido por causa de (haga una lista de sus heridas, fracasos y las
personas que lo provocaron; sea muy específico). Entrego este dolor en tus manos. Libra mi alma y espíritu.
Gracias por querer sanarme y hacerme una persona sana. En tu santo nombre. Amén”.

“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu”
(Salmos 34:18)
• Anticípese a cualquier aniversario que se acerque y planifique de antemano qué
hacer para contrarrestar la posible depresión. Por ejemplo, planifique un viaje
con alguien más u organice un evento social para que no tenga que estar solo y
su mente se enfoque en otra cosa que no sea el evento doloroso del pasado.
• Convierta esa fecha de aniversario en una ocasión que produzca recuerdos
nuevos y positivos al servir a otras personas en maneras significativas.
“Más bienaventurado es dar que recibir”
(Hechos 20:35).

EL ESPÍRITU
La seguridad y fortaleza de todo creyente es la presencia constante y diaria del
Espíritu Santo. Zacarías 4:6 dice que Dios planea que seamos más que
vencedores… “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu”. Puesto que
Dios mora literalmente en usted, usted puede vivir en dependencia de él para todo.
Aun en medio de las profundidades de su tristeza y en las tinieblas de la depresión,
Dios está a favor suyo, pues su Espíritu mora dentro de usted. Cuando usted llora
por las noches, él ve toda lágrima y abraza su alma como una madre abraza a su
hijito cerca de su corazón. Aunque no lo vea con sus ojos físicos, ni lo sienta con su
sentido del tacto, puede verlo con los ojos espirituales y puede experimentar su gozo
y la “paz que sobrepasa todo entendimiento”. Él promete darle esperanza para el
corazón. Para vencer la depresión, vea hacia adentro, no a sí mismo, sino a él, quien
es el Dios de toda esperanza.
“Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en
esperanza por el poder del Espíritu Santo”.
(Romanos 15:13)

E. Aprenda a vencer la depresión


Cuando las tinieblas llegan a nuestra vida, podemos sentirnos consumidos por la
situación que provoca la oscuridad. Durante esos tiempos nos es difícil ver todo lo
que Dios quiere veamos. Durante esos días estamos cegados por las tinieblas y no

778
debemos confiar en nuestra perspectiva de las cosas. En vez de ello debemos ver la
vida desde la perspectiva divina. Y la única manera de tener ese punto de vista es
confrontando nuestras pérdidas, ofreciendo nuestros corazones a Dios y
permitiéndole alumbrar nuestras vidas con su luz.
“¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que anda en
tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios”.
(Isaías 50:10)
Confronte cualquier pérdida en su vida y permítase llorar y ser sanado.
La Biblia dice:
“[Hay] tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de
bailar” (Eclesiastés 3:4).
Ofrezca su corazón a Dios para que lo limpie después de confesar sus pecados.
La Biblia dice:
“Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la
verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo
para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:8–9)
Alimente los pensamientos que se centran en el gran amor de Dios por usted.
El Señor dice:
“Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”.
(Jeremías 31:3)
Deje de pensar y hablar negativamente.
La Biblia dice:
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo
justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud
alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. (Filipenses 4:8)
Entienda los propósitos eternos de Dios al permitir las pérdidas y el dolor.
La Biblia dice:
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto
es, a los que conforme a su propósito son llamados”. (Romanos 8:28)
Cambie su dolor e ira por la acción de gracias. (Decida dar gracias, aunque no
tenga ganas de hacerlo).
La Biblia dice:
“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en
Cristo Jesús”. (1 Tesalonicenses 5:18)
Recuerde que Dios es soberano sobre su vida y promete darle esperanza para
el futuro.
La Biblia dice:

779
“Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza, seguridad mía desde mi
juventud”. (Salmos 71:5)

PREGUNTA: “¿Es siempre correcto perdonar? Alguien de mi entera confianza


me lastimó. Ahora estoy siempre de “mal humor” por tanto daño que me
hicieron. “¡No puedo soltar a esa persona del gancho emocional!”

RESPUESTA: Puesto que nuestra manera de pensar afecta nuestros sentimientos, si


está albergando falta de perdón en su corazón hacia alguien, quizá esté
experimentando cierta depresión como resultado de no perdonar y no soltar los
pensamientos y sentimientos negativos. Ciertamente no es fácil perdonar a
alguien que nos ha lastimado, pero es lo correcto y lo que debemos hacer. Es lo
que abre la puerta que Dios ha hecho para llevarnos hacia la libertad emocional
y espiritual. La Biblia dice:
“soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere
queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo
vosotros”. (Colosenses 3:13)
Imagínese un gancho colgado a su cuello. Luego imagine que pegado al gancho
está su ofensor y el dolor que éste le provocó. ¿Realmente quisiera llevar a esa
persona y todo ese dolor atados a usted por el resto de su vida?
El Señor quiere que suelte el enojo y el dolor que éste le causó en el pasado y
que lo deje en sus manos. El quiere que lo libere de su gancho emocional y lo
coloque en el de él. Él sabe cómo tratar con la gente que lo ha lastimado. El
dice:
“Mía es la venganza, yo pagaré”. (Romanos 12:19)

ORACIÓN DE PERDÓN AL OFENSOR


“Señor Jesús, gracias porque te interesas en las heridas que he recibido. Tú conoces el dolor que he sentido
por causa de (haga una lista de todas las ofensas). En este momento dejo todo ese dolor en tus manos.
Gracias, Señor, porque moriste por mí en la cruz y porque me extendiste tu perdón. Como un acto de mi
voluntad, decido perdonar a (escriba el nombre). En este momento lo libero de mi gancho emocional y lo
coloco en el tuyo. Rechazo cualquier idea de venganza. Confío que en tu tiempo y según tus planes tratarás
con esa persona como consideres conveniente. Y Señor, gracias por darme tu poder para perdonar para que
yo pueda ser libre. En tu precioso nombre. Amén”.

F. Descubra el propósito de Dios para la depresión


Dios tiene un propósito para todas las cosas que suceden en su vida. Aún los
momentos de dolor son útiles en las manos de Dios. La depresión puede aumentar
su reconocimiento de Dios y profundizar su dependencia de él. Puede así entender
su singular diseño para su vida antes, durante y después de las pruebas. Recuerde,
así como una tormenta refresca la tierra seca y árida para dar paso a flores hermosas
y nueva vida durante la primavera, así las tormentas que vienen a su vida pueden
revitalizar su relación con Dios y producir mayor fruto del Espíritu en su vida.

780
“Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo
limpiará, para que lleve más fruto… En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho
fruto, y seáis así mis discípulos”.
(Juan 15:2, 8)
• Fue diseñada por Dios para avisarle de que algo anda mal
“Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; mas ahora guardo tu
palabra”. (Salmos 119:67)
• Fue diseñada por Dios para hacer que usted se detenga y reflexione en su
interior
“Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va
desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día”. (2 Corintios
4:16)
• Fue diseñada por Dios para revelarle sus debilidades
“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la
debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades,
para que repose sobre mí el poder de Cristo”. (2 Corintios 12:9)
• Fue diseñada por Dios para atraerlo hacia sí mismo
“Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados
los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura”.
(Hebreos 10:22)
• Fue diseñada por Dios para que usted confíe en él
“¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en
Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío”. (Salmos 43:5)
• Fue diseñada por Dios como proceso sanador de las emociones heridas.
“Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi
alabanza”. (Jeremías 17:14)
• Fue diseñada por Dios para madurar y ser perseverantes
“Tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la
prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra
completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna”.
(Santiago 1:2–4)
• Diseñada por Dios para hacer que su vida tenga más valor.
“¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Con todo, ni uno de ellos está
olvidado delante de Dios”. (Lucas 12:6–7)
• Diseñada por Dios para que usted confíe en los recursos que él tiene

781
“Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido
dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó
por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y
grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la
naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a
causa de la concupiscencia”. (2 Pedro 1:3–4)
• Diseñada por Dios para aumentar su compasión y comprensión por otros
“Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en
todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a
los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que
nosotros somos consolados por Dios”. (2 Corintios 1:3–4)

G. Qué hacer y qué no hacer con la familia y los amigos


Reconozca que hay poder en lo que dice. Si expresa bondad, puede ser un
instrumento de esperanza para ayudar a cambiar el ánimo de aquel que está
deprimido.
“La congoja en el corazón del hombre lo abate; mas la buena palabra lo alegra”.
(Proverbios 12:25)
• No diga: “No deberías sentirte así”.

Diga: “Estoy interesado en lo que estás


atravesando”.

—Pregunte: “¿Quieres compartir tus


sentimientos conmigo?”

—Diga: “Si quieres hablar, aquí estoy”.

“Como aguas profundas es el consejo en el


corazón del hombre; Mas el hombre
entendido lo alcanzará”. (Proverbios 20:5)

“¡Deberías comer! Piensa en todos los niños


• No diga: de África que se mueren de hambre”.

Diga: “Aunque no tengas hambre, necesitamos


comer. Un carro necesita gasolina para
circular, así que ambos necesitamos de
comida para tener energía”.

—Llévele comida nutritiva a su casa.

—Invítelo a comer o quizás a hacer un día

782
de campo.

—Anímele a tener hábitos saludables de


alimentación. (No a la comida chatarra, no
tomar demasiada azúcar, el azúcar eleva el
ánimo temporalmente, luego el azúcar en la
sangre desciende y crea adicción). La Biblia
dice que debemos tener:

“Las viandas para el vientre”. (1 Corintios


6:13)

“Debes dejar de tomar esa medicina”.


• No diga:

Diga: “No todas las medicinas tienen el mismo


efecto en todas las personas. Te voy a
acompañar a una consulta con el doctor para
que él confirme que esta medicina te está
haciendo bien”.

—Hable con un buen doctor que se


especialice en la depresión.

—No tenga temor de pedir una segunda


opinión.

“Los pensamientos son frustrados donde no


hay consejo; mas en la multitud de
consejeros se afirman”. (Proverbios 15:22)

“Necesitas orar más”.


• No diga:

Diga: “Estoy orando por ti, y lo seguiré haciendo”.

—Ore con él, y dígale que está orando por


él.

—Pregunte específicamente: “¿Cómo puedo


orar por ti hoy?”

“Así que, lejos sea de mí que peque yo


contra Jehová cesando de rogar por
vosotros”. (1 Samuel 12:23)

783
“¡Necesitas leer más la Biblia!”
• No diga:

Diga: “Hay muchos pasajes en la Biblia que me


han ayudado a tener esperanza y los escribí
para compartírtelos. ¿Te los puedo leer
ahora?”

—Déle pasajes bíblicos llenos de esperanza


para que lea tres veces al día: al levantarse,
al medio día y a la hora de irse a acostar.
(Jeremías 29:11; Salmos 130:5)

—Ayúdele a memorizar textos bíblicos


(Filipenses 4:6–8; 4:13, 19)

“Pero clamaron a Jehová en su angustia, y


los libró de sus aflicciones. Envió su
palabra, y los sanó, y los libró de su ruina”.
(Salmos 107:19–20)

“Deberías involucrarte en una iglesia”.


• No diga:

Diga: “He estado asistiendo a una iglesia donde he


aprendido cuán significativa puede ser la
vida. Me gustaría que me acompañaras el
próximo domingo y después podríamos ir a
comer juntos”.

—Invítelo a asistir a la iglesia con usted.

—Involúcrelo en un estudio bíblico


pequeño.

“No dejando de congregarnos, como


algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos”. (Hebreos 10:25)

“¡Sal de esto! ¡Ya recupérate!”


• No diga:

Diga: “Voy a estar a tu lado y vamos a atravesar


esto juntos”.

—Admita que: “No sé todo lo que quisiera,

784
pero quiero ser de ayuda para ti”.

—Diga: “Si no puedes aferrarte a Dios,


aférrate a mí porque yo estoy aferrado a él”.

“El hombre que tiene amigos ha de


mostrarse amigo; y amigo hay más unido
que un hermano”. (Proverbios 18:24)

H. ¿Cómo puede ayudar?


Si tiene seres queridos que están deprimidos usted querrá hacer algo a su favor que
haga la diferencia, pero la pregunta es ¿qué puede hacer? Lo más importante es no
los evite. Halle maneras de mostrar su interés, algo como planificar una actividad
divertida con ellos, leerles, ejercitar con ellos (caminar, trotar, nadar). Invítelos a
actividades al aire libre o a salir a hacer mandados con usted. La tendencia es a
retraerse y aislarse, así que ayúdeles a involucrarse en diversas actividades, que no
sea tan sólo un espectador… Quizás le pueda ayudar a encontrar un pasatiempo.
Reconozca que quizá usted sea su única esperanza—y necesitan seguir
“conectados” con alguien. Haga con los demás lo que a usted le gustaría que
hicieran con usted si estuviera luchando con la depresión.
“Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con
ellos”.
(Lucas 6:31)
• Aprenda todo lo que pueda acerca de la depresión—lea libros, vea videos, asista
a seminarios.
“Aplica tu corazón a la enseñanza, y tus oídos a las palabras de sabiduría”.
(Proverbios 23:12)
• Si le preocupa que alguien tenga pensamientos suicidas, pregúntele: “¿Has
pensado hacerte daño o quitarte la vida?” Quizá se enoje, pero es mejor tener un
amigo enojado que uno muerto
“La muerte y la vida están en poder de la lengua”. (Proverbios 18:21)
• Tome con seriedad toda amenaza de suicidio o de lastimarse a sí mismo—el 15
por ciento de los que padecen depresión se suicidarán.
“Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre”. (Proverbios 18:4)
• Sea un compañero responsable: Te acompaño en esta situación, no te
abandonaré”.
“Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo”.
(Eclesiastés 4:9)

785
• Busque el diálogo periódicamente, haga llamadas telefónicas frecuentes y tenga
contacto deliberado en ellos.
“El sabio de corazón es llamado prudente, y la dulzura de labios aumenta el
saber”. (Proverbios 16:21)
• Escúchelo cuando habla de su dolor, escucharlo le afirma que es importante.
“Todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse”.
(Santiago 1:19)
• Hable acerca de la depresión, hablar de ella puede ayudar a quitar el estigma de
la depresión.
“Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene”.
(Proverbios 25:11)
• Anímelo con palabras sinceras y de manera frecuente.
“Animaos unos a otros, y edificaos unos a otros”. (1 Tesalonicenses 5:11)
• Reconozca el poder del contacto físico, una mano en el hombro y un abrazo o
beso oportuno.
“Saludaos unos a otros con ósculo de amor”. (1 Pedro 5:14)
• Escuche música de alabanza que inspire y eleve su espíritu, la música es
terapéutica.
“Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales”.
(Efesios 5:19)
• Contagie una sonrisa, envíe tarjetas divertidas, videos, películas y comparta con
otras personas.
“El corazón alegre constituye buen remedio”. (Proverbios 17:22)
• Provea “terapia nutricional”. Por ejemplo, las vitaminas B-6 y E, el calcio,
magnesio, y ácido fólico ayudan a combatir la depresión. Consulte a su médico.
“[Dios hizo la] hoja para medicina”. (Ezequiel 47:12)
• Ayúdele a trazarse metas diarias que requieren un esfuerzo mínimo y supervise
sus logros de manera regular.
“El alma de los diligentes será prosperada”. (Proverbios 13:4)
• Pida ayuda a otros familiares y amistades y sea específico en cuanto a su
preocupación.
“Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo”.
(Gálatas 6:2)
Puede preguntarse: “¿Cómo puede un Dios bueno y amoroso permitir una tragedia
786
como la que sobrevino a los cinco hijos de la familia Yates?” Nunca lo
entenderemos, pero sí podemos saber que…
“Antes si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordias; porque no
aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres”.
(Lamentaciones 3:32–33)

I. Cómo encontrar esperanza en medio de la desesperanza


Cuando estamos atribulados… cuando no vale la pena vivir… cuando la esperanza
nos evade, ¿qué necesitamos saber? Necesitamos saber quién es el que puede llevar
sus cargas, es decir, al Señor Jesús. Él quiere ser el pastor de su alma. Su consuelo
compasivo está al alcance de quienes han perdido toda esperanza. Él dice:
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”.
(Mateo 11:28)
Cuando está cansado, ¿cómo puede recibir ese descanso en su alma? Conozca estas
cuatro verdades que lo liberarán.

ESPERANZA #1
Dios ofrece una solución real para sus problemas.
Cuando no sabe cómo solucionar un problema, puede sentirse frustrado porque no
sabe qué rumbo seguir. Por ejemplo, si su reloj deja de funcionar, podría tener una
sensación de incertidumbre porque no sabe cómo arreglarlo. Pero un maestro
relojero sabrá cómo hacerlo. El Creador del universo y de todo lo que existe, el que
lo creó a usted y todo su cuerpo, sabe cómo arreglar lo que no funciona, aunque
usted no lo sepa. Él le guiará en el camino por el que debe andar.
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en
todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”.
(Proverbios 3:5–6)

ESPERANZA #2
Dios lo ama con amor incondicional.
Dios lo ama con amor ágape. Agape es la palabra griega que significa que Dios
tiene “un compromiso de buscar su mayor bien independientemente de lo que usted
haga o deje de hacer”. El Señor dice:
“Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”.
(Jeremías 31:3)

ESPERANZA #3

787
Dios ofrece la solución para sus pecados.
La Biblia dice que el pecado nos separa de Dios. Pero Jesús no quiere que estemos
alejados de él. Él desea tener una relación significativa con usted. Jesús es Dios que
tomó forma humana y vino a la tierra, vivió sin pecado y decidió pagar la pena de
nuestros pecados. Fue crucificado en la cruz y su sangre fue el pago para saldar
nuestra deuda por nuestros pecados. Hoy puede recibir su perdón cuando con
humildad de corazón confiesa sus pecados y confía en Jesucristo como su Señor y
Salvador personal.
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y
limpiarnos de toda maldad”.
(1 Juan 1:9)

ESPERANZA #4
Dios le ofrece la paz permanente a través de una relación con Jesús que le
cambiará la vida.
La palabra Señor significa “maestro, regidor, dueño”. ¿Está dispuesto a confiar su
vida en las manos del Señor Jesucristo, sabiendo que él es totalmente confiable para
hacer siempre lo que es mejor para usted? Jesús demostró un amor incondicional
por usted. Murió en la cruz y pagó por la deuda que usted debía. Ese es amor real…
¡amor sacrificial!
Puede creer y confiar en que Jesús le dé sentido a su vida, y que él le enseñará su
verdad y le mostrará el camino. Él dijo:
“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”.
(Juan 14:6)
Usted puede entablar una relación personal con Cristo ahora mismo si hace una
oración como esta:
“Dios, quiero tener paz en mi vida. Por eso te necesito. Gracias Jesús por morir en la cruz para pagar por
mis pecados. Reconozco que he pecado. Por favor, perdona mis pecados y ven a mi vida y sé mi Señor y
Salvador. Te doy el control de mi vida. Hazme la persona que tú quieres que yo sea. En tu precioso nombre.
Amén”.

UNA PERSPECTIVA POSITIVA DE LA DEPRESIÓN


El famoso pastor inglés Charles Haddon Spurgeon (a quien se le conoció como el
gran predicador del siglo diecinueve) hizo una reflexión sincera de su propia
depresión. De esa descripción podemos tener una mejor perspectiva de la depresión.
Los tiempos que más favorecen la depresión, según mi propia experiencia,
pueden resumirse en una breve lista. Primeramente se debe mencionar la hora
de gran éxito. Cuando finalmente un deseo que se ha tenido por mucho tiempo
se cumple, cuando Dios ha sido glorificado en gran manera en nuestras vidas y

788
obtenemos un gran logro, ahí es cuando estamos susceptibles a desmayar…
Antes de un gran logro, también es común cierto grado de la misma depresión.
Cuando enfrentamos las dificultades que se nos presentan, nuestros corazones se
hunden.… Esta depresión me sobreviene cuando el Señor está preparando una
gran bendición para mi ministerio…
En medio de una larga e ininterrumpida jornada de trabajo, la misma
aflicción puede aparecer. Un arco no siempre puede doblarse sin el temor de
que se rompa. Es necesario descansar la mente de la misma manera que dormir
es vital para el cuerpo…
Este mal también nos sobrecogerá sin saber por qué, y es mucho más difícil
deshacerse de ella. No debemos tratar de razonar ante una depresión sin causa…
Si los que se burlan de tal melancolía pudieran sentir el dolor tan sólo por una
hora, su risa se convertiría en compasión. Si preguntáramos por qué los siervos
del rey Jesús deben atravesar tan frecuentemente por el valle de la sombra de la
muerte, no sería difícil encontrar la respuesta. Todo esto es parte de la forma en
que el Señor trabaja para hacernos mejores, lo que se puede resumir en las
siguientes palabras: “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu”… El
cielo estará lleno de mayor gozo porque hemos sido ejercitados en la angustia en
la tierra, y la tierra será mejor por nuestro entrenamiento en la escuela de la
adversidad.
Cuando su corazón está presionado hasta el suelo y se deprime por el sólo hecho de
estar vivo, permita que su depresión lo presione más hacia el Señor… Deje que él lo
lleve hacia la luz.
“Que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;
perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos”.
(2 Corintios 4:8–9)

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“Consultes hoy la palabra de Jehová”.


1 Reyes 22:5

La envidia y los celos


Domando a los indomables
por June Hunt

“La envidia es la más grave de las enfermedades de los hombres”.


—Eurípides

I. DEFINICIONES
A. ¿Qué es la envidia?
• La envidia consiste en resentir que otra persona tenga más ventajas y desear
poseerlas.
• La envidia es codiciar lo que otro tiene.
• La palabra latina que se traduce como envidia es invidere, que significa
“mira con enemistad”.
“No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo,
ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu
prójimo”. (Éxodo 20:17)
PREGUNTA:
“¿Es la envidia siempre incorrecta?”
RESPUESTA:
Sí. La Biblia nunca habla de la envidia en forma positiva. Dios nunca se describe como
envidioso.
“Ahora bien, en el día de la fiesta acostumbraba el gobernador soltar al pueblo un preso,
el que quisiesen. Y tenían entonces un preso famoso llamado Barrabás. Reunidos, pues,
ellos, les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el
Cristo? Porque sabía que por envidia le habían entregado”.
(Mateo 27:15–18)

B. ¿Qué son los celos?


929
• Los celos son provocados por la infidelidad o cuando se experimenta la
rivalidad con otra persona porque se desea conservar o mantener lo que uno
posee.
• Los celos son posesivos.
• La palabra griega que se traduce “celos” es zeloo, que significa “celoso o
ardiendo en celos”.
“Aconteció que cuando volvían ellos, cuando David volvió de matar al
filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel cantando y
danzando, para recibir al rey Saúl, con panderos, con cánticos de
alegría y con instrumentos de música. Y cantaban las mujeres que
danzaban, y decían: Saúl hirió a sus miles, y David a sus diez miles. Y se
enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David
dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino. Y desde
aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David”. (1 Samuel 18:6–9)
PREGUNTA:
“¿Por qué dice la Biblia que Dios es celoso?
RESPUESTA:
Jehová Dios hizo un pacto con los israelitas. Debido a su amor por Israel, Dios sintió
dolor y celos cuando el pueblo amenazó con romper la relación de pacto haciéndose
infiel.
“Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso,
Dios celoso es”.
(Éxodo 34:14)
PREGUNTA:
“¿Son los celos siempre incorrectos?”
RESPUESTA:
No. Es natural y normal sentir celos cuando una relación significativa sellada con un
pacto se ve amenazada por la infidelidad.
“Esta es la ley de los celos, cuando la mujer cometiere infidelidad contra su marido, y se
amancillare; o del marido sobre el cual pasare espíritu de celos, y tuviere celos de su
mujer; la presentará entonces delante de Jehová, y el sacerdote ejecutará en ella toda esta
ley. El hombre será libre de iniquidad, y la mujer llevará su pecado”.
(Números 5:29–31)
“Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para
presentaros como una virgen pura a Cristo. Pero temo que como la serpiente con su
astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera
fidelidad a Cristo”. (2 Corintios 11:2–3)

930
C. Diferencia entre envidia y celos
Envidia Celos

• deseo ardiente de poseer • deseo ardiente de conservar

• codiciar lo que otro tiene • aferrarse a lo que uno tiene

• manos vacías que ansían llenarse • manos llenas que temen ser
despojadas

• normalmente involucra a dos personas • normalmente involucra a tres


personas

II. SÍNTOMAS
A. Síntomas externos
ENVIDIA
“El corazón apacible es vida de la carne; mas la envidia es carcoma de los huesos”.
(Proverbios 14:30)
Enciende la envidia en otros
—jactancioso
Necesita derribar a otros
—crítico
Vengativo con los demás
—resentido
Incita a la crítica injusta
— acusador
Dolor por el éxito de otros
— amargado
Insatisfecho de deseos o apetitos
— ambicioso
Ambición de logros
—competitivo
CELOS

931
“Cruel es la ira, e impetuoso el furor; mas ¿quién podrá sostenerse delante de la
envidia?”
(Proverbios 27:4)
Crítico de otros
— basa su aceptación en el desempeño
Exclusividad en las relaciones
—no permite relaciones con otros
Le teme a una pérdida potencial
— amenaza de perder la relación
Obra posesivamente con otros
— espíritu controlador
Sospecha de la conducta normal de otros
— desconfiado

B. Disfraces para ocultar la envidia o los celos


• Discutir sobre las injusticias de la vida
• Simular apatía o indiferencia hacia las personas o situaciones
• Sentir autocompasión
• Evitar problemas o personas que pudieran producir envidia o provocar celos
• Hacer ídolos de ciertas personas colocándolas en un pedestal inalcanzable
• Ofrecer reconocimiento y felicitaciones falsos
• Dar a conocer información negativa acerca de otra persona
• Proyectar celos o envidia hacia otro
• Desarrollar una actitud de superioridad hacia otro
• Convertirse en mártir
“Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa”.
(Santiago 3:16)

III. CAUSAS
A. Causas externas
Envidia Celos

• deseo de ganancias egoístas • falta de confianza

• compararse con otros • auto-imagen pobre

932
• énfasis en derechos personales • culpabilidad

• expectativas irreales • temor de pérdida

“El corazón apacible es vida de la carne; mas la envidia es carcoma de los huesos”.
(Proverbios 14:30)

B. Circunstancias diversas
Envidia Celos

• riqueza (dinero) • rivalidad entre hermanos

• logros (honores, • amistades


reconocimientos)

• apariencia (físico, ropa, etc.) • relaciones matrimoniales

• habilidades (talentos) • relaciones adultas padre/hijo

• avance (ascensos) • ambiente de trabajo competitivo

• actividades (viajes, invitaciones • ambiente legalista en la iglesia


sociales)

He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del
hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu”.
(Eclesiastés 4:4)

C. La raíz del problema


CREENCIA EQUIVOCADA:
Para la envidia:
“Tengo derecho a tener lo que otros tienen porque yo soy más importante”.
Para los celos:
“Tengo derecho a retener cualquier cosa que tenga para llenar mi necesidad
de sentirme importante”.
CREENCIA CORRECTA:
Confiaré en Dios y elegiré estar contento sin importar lo que tenga o me falte. Él
llenará mi necesidad de sentirme importante por medio de la vida que él vive en
mí.
933
“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea
mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy
enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia
como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
(Filipenses 4:11–13)

IV. PASOS PARA ENCONTRAR LA SOLUCIÓN


A. VERSÍCULO CLAVE para memorizar
“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea
mi situación”.
(Filipenses 4:11)

B. PASAJE CLAVE para leer y meditar


Gálatas 5:13–26
“Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la
libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. Porque
toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Pero si
os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros.
Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y
éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el
Espíritu, no estáis bajo la ley. Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio,
fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras,
contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas
semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los
que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Mas el fruto del Espíritu es amor,
gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas
no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. No nos hagamos
vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros”.
(Gálatas 5:13–26)

C. ¿Cómo responder a los celos?


HABLANDO LA VERDAD EN AMOR
• Confronte con amor, hable con amor.
• Intente determinar el origen de los celos, si son celos egoístas o piadosos.
• Determine si los celos son justificados o producto de la imaginación.
• Invite a la persona a que exprese su dolor sin culpar al otro.
• Pida perdón por cualquier ofensa posible, pero no se ponga a la defensiva.
• Anime a los celosos hablando del valor que tienen, déles reconocimiento y
ánimo.

934
• Trabajen juntos en un plan.
• Aléjese de alguien que demuestra odio abierto o manipulación destructiva.
“Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto
es, Cristo”.
(Efesios 4:15)

D. Sustituyendo las emociones destructivas


• Enfrente sus sentimientos y úselos como indicadores de cambio.
“Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no
os jactéis, ni mintáis contra la verdad”. (Santiago 3:14)
• Reconozca el origen de esas emociones.
“Porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino
terrenal, animal, diabólica. Porque donde hay celos y contención,
allí hay perturbación y toda obra perversa”. (Santiago 3:15–16)
—La envidia nace de un deseo y es resultado de patrones pecaminosos.
“Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del
hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee”.
(Lucas 12:15)
—Los celos nacen del amor y son una emoción natural, pero, ¿son egoístas
o piadosos?
“Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo
esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo”. (2
Corintios 11:2)
• El amor ágape dice que usted puede dominar sus celos y envidia
naturales.
“Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente
que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por
amor los unos a los otros. Porque toda la ley en esta sola palabra se
cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. (Gálatas 5:13–14)
— Ágape es un compromiso de buscar el sumo bien de otro.
“Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he
amado”. (Juan 15:12)
—Ágape nos evita esperar demasiado de otra persona.
“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor
no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca
lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;” (1 Corintios 13:4–5)
—Ágape nos impide desear todas las cosas de esta vida.
“No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven;
935
pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son
eternas”. (2 Corintios 4:18)
— Ágape nos evita idolatrar a otra persona.
“Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y
con todas tus fuerzas”. (Deuteronomio 6:5)
—Ágape disminuye el dolor de esas emociones.
“El corazón apacible es vida de la carne; mas la envidia es carcoma
de los huesos”. (Proverbios 14:30)
—Ágape nos da el poder para admitir que no podemos satisfacer todas las
necesidades de otra persona, ni aun las propias.
“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas
en gloria en Cristo Jesús”. (Filipenses 4:19)
• Ore, ore, ore.
—Con contentamiento
“Gracias, Señor, porque puedo tener contentamiento en cada
circunstancia”.
“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a
contentarme, cualquiera que sea mi situación”. (Filipenses
4:11)
—Sin temor
“Gracias, Señor, porque no tengo nada qué temer”.
“Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es
la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?” (Salmos
27:1)
—Con amor
“Gracias, Señor, por tu amor incondicional. Que pueda amar a otros
como tú los amas… con tu amor”.
“Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que
os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los
que os ultrajan y os persiguen”. (Mateo 5:44)
—Sin interrupción
“Gracias, Señor, porque has prometido satisfacer mis necesidades y
las de otros. Te pido que ellos puedan buscarte para que seas tú quien
satisfagas sus necesidades”.

936
“Orad sin cesar”. (1 Tesalonicenses 5:17)
—Con cuidado
“Cuida lo que digo, Señor, para que edifique y no destruya a otros”.
“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que
sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los
oyentes”. (Efesios 4:29)
“Pon guarda a mi boca, oh Jehová; guarda la puerta de mis labios”.
(Salmos 141:3)
• Cambie su enfoque y procure agradar primero a Cristo antes que a las
personas.
— Valor propio
“Gracias, Señor, porque mi importancia como persona viene de ti”.
“Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la
Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de
todo principado y potestad”. (Colosenses 2:9–10)
—Fortaleza
“Gracias, Señor, porque tú me capacitas para hacer lo que tú quieres
que yo haga”.
“Fiel es el que os llama, el cual también lo hará”.
(1 Tesalonicenses 5:24)
Orar por la que me provoca celos o envidia es la llave que abre la puerta de la prisión.
Cuando me he encontrado atrapada en la cárcel de los celos, mi única esperanza de
liberación ha sido la oración —orar por aquél que es la causa de mis celos. Cuando
“oré por mi enemigo”, Cristo liberó a la prisionera, y ¡esa prisionera era yo!
—June Hunt

Las porciones son tomadas de la versión Reina-Valera 1960 Copyright © 1960 Sociedades Bíblicas
en
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Traducción: Elizabeth Cantú de Márquez
Todos los derechos reservados. Este material no puede reproducirse

937
en ninguna forma sin la autorización de
Hope For The Heart/Esperanza Para El Corazón

BIBLIOGRAFÍA

Cohen, Betsy. The Snow White Syndrome: All About Envy, “El síndrome de Blanca
Nieves: Todo lo que necesita saber acerca de la envidia” (New York: Macmillan, 1986).
Fryling, Alice. Reshaping a Jealous Heart: How to Turn Dissatisfaction into Contentment.
“Dando nueva forma al corazón envidioso: Cómo salir de la insatisfacción al
contentamiento” Downers Grove, Ill.: InterVarsity, 1994
Swindoll, Charles R. Killing Giants, Pulling Thorns “Matando a los gigantes, sacando las
espinas” (Portland, Ore.: Multnomah, 1978).

938
“Consultes hoy la palabra de Jehová”.
1 Reyes 22:5

El temor
Del pánico a la paz
por June Hunt

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo;
siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”.
(Isaías 41:10)

I. DEFINICIONES
A. ¿Qué es el temor?
El temor puede ser su amigo o su enemigo. Cuando se encuentra en medio de una
feroz tormenta, literal o figurada, el temor puede convertirse en una fuerza
paralizante que lo conducirá a las profundidades de la oscuridad… o un catalizador
que lo impulse a alcanzar alturas insospechadas. Cuando una tormenta se aproxima,
el temor puede ser el candado que cierre su mente… o una ruidosa alarma que lo
induzca a buscar un lugar seguro. ¿Qué papel juega el temor en su vida? Es un
inmovilizador o un energizante,… ¿es su amigo o enemigo? La reacción que tenga
al enfrentar el temor es lo que identifica el papel que éste juega en su vida. En vez
de paralizarse por el miedo, use el temor como un medio para confiar su vida al
Señor. Acuda a Dios como el único que le provee seguridad. Él promete estar con
usted, y no sólo eso, sino que también lo guiará a través del proceso de su temor.
“No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas,
yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te
quemarás, ni la llama arderá en ti”.
(Isaías 43:1–2)
• El temor es un a fuerte reacción emocional a un peligro percibido e inminente
que se caracteriza por una reacción de pleito, huida o parálisis.
• El temor puede ser real o imaginario, racional o irracional, normal o anormal.
• El temor actúa como mecanismo protector que nuestro Creador colocó en cada
uno de nosotros para activar todos nuestros sistemas físicos cuando enfrentamos
un peligro real. El temor produce secreción de adrenalina en el cuerpo, la cual
nos impulsa a la acción y que a menudo se llama la reacción de “ataca o huye”.
• El temor es una emoción natural diseñada por Dios. Sin embargo, no fue diseño
divino que cayéramos presas del pánico, pues eso es vivir en un estado de

2303
temor. La palabra griega de la cual se traduce el “temor” es deilia, que denota
cobardía y timidez y en la Biblia jamás se usa en forma positiva. Vivir con una
mentalidad basada en el temor o con un espíritu de temor no proviene de Dios.
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio
propio”
(2 Timoteo 1:7)

B. ¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es prima hermana del temor. En el mundo de la psiquiatría y sicología,
la ansiedad es como un paraguas que cubre diversos grados de ansiedad y temor,
desde el más leve hasta el más extremo. ¡Periódicamente sentimos ansiedad! Pero
mientras la ansiedad se pueda controlar y no se vuelva extrema o excesiva, no
interferirá con nuestras actividades normales diarias. La palabra en español
“ansiedad” se deriva del vocablo latín angere que significa “ahorcar o ahogar”. Los
que viven en continua ansiedad experimentarán que las preocupaciones e
inquietudes de la vida ahogan el deseo de aplicar en forma personal la palabra de
Dios a su vida.
“Pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas,
entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa”.
(Marcos 4:19)
• La ansiedad es la intranquilidad o preocupación por una amenaza o de algo
desconocido y se caracteriza por preocupación extrema o temor interminable.
• La ansiedad señala un resultado incierto, la premonición de que algo va a pasar,
pero no hay seguridad de ello; o el temor de que algo pasará, pero no se sabe si
pasará o no.
• La ansiedad excesiva involucra una sobrestimación de la probabilidad de un
peligro y una exageración de su grado de “algo horripilante”.
• La ansiedad evoluciona en desorden cuando se vuelve tan intensa, que ocupa la
totalidad de los pensamientos, sentimientos y acciones impidiendo que la
persona viva normalmente. Cualquiera que padece desorden de ansiedad se
siente aislado, solo y diferente, como si fuera la única persona en todo el mundo
que ha sido atacada por “esta cosa tan terrible”.

DESÓRDENES DE ANSIEDAD
• Fobias
• Desórdenes de pánico
• Desórdenes obsesivo-compulsivos
• Ansiedad por enfermedad
• Desórdenes de estrés postraumático
• Desorden agudo de estrés
• Desorden de ansiedad generalizado
• Ansiedad producida por ingerir sustancias

2304
Dios no desea que estemos ansiosos en exceso, inquietos, aprensivos y
preocupados. Él quiere que estos síntomas nos sirvan de señal y advertencia de que
estamos permitiendo que las preocupaciones del mundo nos agobien.
“Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería
y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día”.
(Lucas 21:34)

C. ¿Qué es un ataque de pánico?


“¡Temor,… palpitaciones cardíacas… mareo… temblores… terror! ¿Cómo que no
tengo nada malo? Doctor, sé lo que sentí, ¡sentí que me moría!”
Y así continúa la conversación del paciente con el doctor porque sufrió un ataque de
pánico. Además, el paciente acude a otros médicos con la esperanza de que le den
un diagnóstico correcto para saber cómo se llama la temible enfermedad que
padece. Sin embargo, después de varias visitas a los médicos y de practicarse una
serie de análisis, no obtiene respuesta satisfactoria. “Quizá son sus nervios” es el
comentario. No, es un ataque de pánico escalofriante… y se siente horrible.
“Temor y temblor vinieron sobre mí, y terror me ha cubierto”.
(Salmos 55:5)
• Un ataque de pánico es un episodio breve y repentino de temor intenso con una
variedad de síntomas físicos (tales como palpitaciones cardíacas y mareo) que
ocurre sin la intervención de amenaza externa alguna.
• La primera vez que se sufre un ataque de pánico, a menudo es una experiencia
salida de la nada que sucede al estar realizando cualquier actividad normal,
como una caminata al aire libre. De pronto le viene una racha de sensaciones de
temor, pero duran por unos cuantos segundos o pocos minutos.
• Un ataque de pánico no necesita del estímulo inicial para que vuelva a suceder
y provoque otro ataque de pánico. El ataque de pánico suele suceder por sí
mismo porque se alimenta del temor de volver a padecerlo.
• Un ataque de pánico es temor fuera de control.
“Porque el temor que me espantaba me ha venido, y me ha acontecido lo que yo temía”.
(Job 3:25)

D. ¿Que es una fobia?


La fobia es la forma más extrema del temor. Los que sufren fobias tienen un temor
irracional por un objeto o una situación que no representa una amenaza real. Su
cuerpo está en continuo estado de alerta. A menudo presenta comportamientos para
evitar y evadir el objeto de su temor. Por tanto, sus actividades están controladas
por el temor, las experiencias de su vida están excesivamente limitadas por el temor
y disminuye su calidad de vida en gran manera por causa de su miedo.
“Me sobrevino un espanto y un temblor, que estremeció todos mis huesos”.

2305
(Job 4:14)
• La fobia es un constante temor irracional a ciertos objetos o situaciones.
• La palabra fobia viene de la palabra griega phobos, que quiere decir “temor,
huir, terror”.En el Nuevo Testamento la palabra que se traduce “temor”
generalmente es phobos, que en el idioma griego primero tuvo el significado de
“huir” y luego se usó para referirse a “aquello que provoca que alguien salga
huyendo”.
• Una fobia difiere del temor en que…
—La fobia es claramente excesiva e irracional (fuera de proporción comparada
con el grado real de la amenaza).
—La fobia se asocia con comportamientos diseñados para evitar algo (haciendo
cosas diferentes deliberadas para evitar el temor).
—La fobia se asocia con una menor calidad de vida (reduce el gozo en la vida).
• Un desorden fóbico es un temor irracional constante que inhibe la capacidad
de desempeñarse en forma normal. Si la fobia no produce efectos negativos
considerables en su estilo de vida, entonces no es un desorden. El desorden
fóbico puede tener tanto poder sobre la vida de una persona que lo lleva al punto
de que sus pensamientos, percepciones y acciones de toda su vida se ven
afectados.
“De todas partes lo asombrarán temores, y le harán huir desconcertado”.
(Job 18:11)

E. ¿Cuántas clases de fobias existen?


El tipo de fobia que experimenta una persona está determinado por el objeto o
enfoque de su temor. Existen tres tipos principales de fobias que son dolorosas y
atemorizantes para el que las padece. Típicamente la persona tratará de evitar
cualquier pensamiento u objeto de estímulo que provoque el ataque de pánico.
“Aun yo mismo, cuando me acuerdo, me asombro, y el temblor estremece mi carne”.
(Job 21:6)
• Fobias específicas (que anteriormente se llamaban fobias simples)
Temor de un objeto o situación específica
—Este tipo de fobia es experimentar un temor persistente en la presencia de o en
el encuentro anticipado del objeto o situación que provoca temor.
—Algunos ejemplos de objetos a los que se les teme son: elevadores, arañas,
cuchillos, serpientes, gatos, fuego, insectos
—La zoofobia es el temor a los animales y se caracteriza por un sentido de
peligro aun cuando está en presencia de animales inofensivos.
—Algunos ejemplos de situaciones temibles: volar, las alturas, la oscuridad,
conducir por puentes o a través de los túneles
—La acrofobia es el temor a las alturas y se caracteriza por sentir inseguridad
extrema y de caer aunque no haya peligro de que eso suceda.
—La claustrofobia es el temor a los espacios cerrados y se caracteriza por un

2306
sentido de asfixia en un ambiente cerrado.
• Fobias sociales (comúnmente se llama desorden de ansiedad social)
Temor a hacer el ridículo
—Ese tipo de fobia se caracteriza por un temor paralizante de que se le
considere tonto o de que se le juzgue por ser torpe en una situación social.
—Ejemplos: Temor persistente a situaciones sociales tales como iniciar o
mantener una conversación, comer en público, ir a una fiesta; también un
temor constante de aparecer en público como el pánico escénico o temor a
hablar en público.
• Agorafobia (literalmente, “Temor de espacios abiertos”)
Temor del temor (En espacios abiertos)
—Esa fobia es el temor a sufrir un ataque de pánico en un lugar abierto del cual
sería difícil o vergonzoso escapar. Se produce como resultado de varios
ataques de pánico y es el temor de volver a sufrirlo. Por lo tanto, la persona
evita cualquier situación que pudiera provocarlo.…
—Ejemplo: Tener tanto temor de sufrir un ataque de pánico en un lugar público
o en un lugar desconocido que se vuelve un ermitaño y no quiere salir ni de
su propio cuarto.
“Porque tuve temor de la gran multitud, y el menosprecio de las familias me atemorizó, y
callé, y no salí de mi puerta”
(Job 31:34)

II. CARACTERÍSTICAS
A. ¿Cuáles son los síntomas de un temor normal vs. uno anormal?
En la Biblia encontramos que durante su vida, David corrió mucho peligro. Sus
éxitos militares le ganaron la feroz envidia y los celos temibles del Rey Saúl. Por lo
tanto, Saúl invirtió toda su energía en matar a su adversario… para eliminar la
amenaza de su trono. David tenía temor normal y justificado, pero la persona que
padece un temor anormal puede identificarse con la angustia que David padeció.
“Mi corazón está dolorido dentro de mí, y terrores de muerte sobre mí han caído. Temor y
temblor vinieron sobre mí, y terror me ha cubierto. Y dije: ¡Quién me diese alas como de
paloma! Volaría yo, y descansaría. ciertamente huiría lejos; moraría en el desierto”.
(Salmos 55:4–7)

DIFERENCIAS ENTRE…
• Temor normal
¿Por qué nos daría Dios la emoción del temor si sería perjudicial para nosotros?
La respuesta se encuentra en la pregunta: ¿Si en este momento me sorprendiera
un malhechor con cuchillo en mano, querría contar con los beneficios del
temor? Entre sus beneficios se incluyen…

2307
—Aprensión (proceder con precaución)
—Respiración agitada (para llevar más oxígeno a todo el cuerpo)
—Mayor energía (para tener fuerza y reaccionar de inmediato)
—Incremento en el ritmo cardíaco (para que la sangre dé energía a los
músculos)
—Estar más alertas (para estar prestos ante el peligro)
—Pensamientos rápidos (para tener opciones a tomar en cuenta)
—Contracción de músculos (para prepararnos y reaccionar con “atacar o
huir”)
—Incremento de la transpiración (para enfriar el cuerpo y evitar el
sobrecalentamiento)
—Pupilas dilatadas (para incrementar la visión, especialmente de noche)
—Agudeza de los sentidos (para prepararnos a enfrentar el objeto que nos
produce temor)
—Menor sensación de sueño (para ayudarnos a tener más tiempo de estar
alertas ante el temor)
—Aumenta el habla (para ayudarnos a comunicar el problema)
• Temor anormal
En el caso del temor anormal, el nivel de temor es desproporcionado con la
situación real, es más, podrían no estar relacionadas. El temor anormal puede
provocar un ataque de pánico. La persona experimenta ataque de pánico cuando
padece cuatro o más de los siguientes síntomas y alcanzan un máximo dentro de
los siguientes 10 minutos o menos. (El cuerpo no puede mantener la reacción de
“ataca o huir” por más de ese período de tiempo).
—Dolor o molestia en el pecho (sentir que está padeciendo un ataque cardíaco)
—Escalofríos o bochornos (sentir que debe ir al hospital)
—Sensación de ahogo, dificultad al tragar (sentir que la garganta se le cierra)
—Manos frías, sensación de hormigueo (siente entumecimiento)
—Sensación de retraimiento (siente que está perdiendo contacto con la realidad
o consigo mismo)
—Mareo, dolor de cabeza (siente que se va a desmayar)
—Temor de perder el control (siente que se va a volver loco)
—Hiperventilación, dificultad para respirar (sentir que se desvanece)
—Nauseas, diarrea, dolor abdominal y calambres (sentir que tiene una
enfermedad que amenaza su vida)
—Ritmo cardíaco acelerado, presión alta (siente que se le va a salir el corazón)
—Sudor, transpiración excesiva (siente que es una vergüenza para todos los que
están cerca)
—Terror de morir (siente que va a morir)
—Temblores y estremecimientos (siente que no hay salida)
La gente que experimenta temor anormal no teme tanto al objeto de su temor,
sino a los síntomas del mismo. Y en realidad su temor aumenta. Experimenta el
mismo temor que tuvo Job.

2308
“Se han revuelto turbaciones sobre mí; combatieron como viento mi honor, y mi
prosperidad pasó como nube”.
(Job 30:15)

B. ¿Cuáles son algunas de las características de la ansiedad?


Todos experimentamos ansiedad, pero no todos la experimentamos de la misma
manera, por la misma razón, o al mismo grado. ¡Por lo regular queremos evitar la
ansiedad como si fuera una plaga! Sin embargo, no debemos temer a la ansiedad,
sino entenderla y usarla para motivarnos a confiar más y más en Dios.
“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí”.
(Juan 14:1)
• Ansiedad moderada—preocupación normal que puede ser saludable y de
ayuda.
—Nos motiva y nos conduce a mayor eficiencia.
—Nos fuerza a salir de nuestra zona de comodidad.
—Nos ayuda a evitar situaciones peligrosas.
—Nos puede ayudar a aprender a vivir en dependencia del Señor.
—Observe cómo el salmista le puso música a estas palabras cuando se volvió al
Señor …
“En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones
alegraban mi alma”. (Salmos 94:19)
• Ansiedad intensa—obsesión anormal que es más profunda y problemática.
—Hace que disminuya nuestra concentración.
—Nos hace olvidadizos.
—Obstaculiza nuestras actividades diarias.
—Bloquea nuestra comunicación con los demás.
—Observe cómo Salomón, siendo el hombre más sabio de toda la tierra dijo:
“Quita, pues, de tu corazón el enojo”. (Eclesiastés 11:10)

III. CAUSAS
A. ¿Cuáles son las causas comunes del temor?
Algunas situaciones que no provocan temor en la mayoría de la gente, pero sí
provocan gran temor en ciertas personas. ¿Qué hace la diferencia? La percepción.
La percepción de la persona que siente el temor. Su percepción de una situación
afecta tanto el grado de su temor (cuánto miedo va a sentir), como su respuesta ante
el temor (qué hará por causa de ese temor). Note las emociones cambiantes de los
discípulos de Jesús cuando vieron algo que nunca antes habían visto (Mateo 14:26–
33).
• Temor: “Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo:
¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo. Pero en seguida Jesús les habló,
2309
diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! Entonces le respondió Pedro, y
dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Y él dijo: Ven”.
Fe: “Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a
Jesús”.
• Temor: “Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio
voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió
de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Y cuando ellos subieron
en la barca, se calmó el viento”.
Fe: “Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo:
Verdaderamente eres Hijo de Dios”.
• Amenaza percibida contra la seguridad
—Seguridad económica: “Si no me va bien en esta presentación, podría perder
mi trabajo; y no podré mantenerme a mí mismo ni a mi familia”.
—Seguridad física: “Si me voy muy lejos de la casa podría verme involucrado
en un accidente y lastimarme, quedar paralítico o incluso morir”.
—Salud física: “Si no soy cuidadoso con lo que toco, como o bebo, puedo
enfermarme y no podré trabajar, entonces perderé mi trabajo”.
—Posesiones: “Si pierdo mi casa, no tendré donde vivir y no podré sobrevivir
en las calles”.
La solución: Aprenda que su seguridad se encuentra en su relación personal con
el Señor.
“En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?” (Salmos
56:11)
• Amenaza percibida contra mi significancia
—Identidad: “Si pierdo mi puesto en el trabajo, voy a perder todo por lo que he
trabajado y entonces, ¿qué razón tendré para vivir?”
—Auto-estima: “Si paso esa vergüenza frente a todos mis compañeros, jamás
podré volver a trabajar porque estaré demasiado apenado”.
—Reputación: “Si alguien se entera de mi manera compulsiva de lavar, no
podré volver a ver a nadie a la cara”.
—Auto-realización: “Si no logro graduarme y alcanzar todas las metas de mi
vida, seré un fracaso”.
La solución: Sepa que su vida significa tanto para Dios que él decidió salvarlo.
“He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza
y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí”. (Isaías 12:2)
• Amenaza percibida contra el amor
—Relaciones más cercanas: “Si pierdo a mi esposo(a), no sé que voy a hacer o
cómo podré seguir viviendo”.
—Talentos y habilidades: “Si no puedo actuar en el escenario, perderé a todos
mis admiradores y a mis amigos y entonces estaré completamente solo(a)”.
—Atractivo físico: “Si me pongo más vieja y gorda, mi esposo dejará de
amarme”.
—Posición en una relación: “Si no hago un mejor papel que los nuevos
empleados, perderé el respeto de mis colegas”.

2310
La solución: Sepa que Dios lo ama más allá de cualquier comparación.
“Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los
que le temen”. (Salmos 103:11)

B. ¿Cuáles son los factores que contribuyen al temor irracional?


El temor no surge en un vacío. Algo ha hecho que usted se deje controlar por el
temor y algo que dispara el temor. Esa experiencia sucedió en el pasado y lo que
detona el temor sucede en el presente. Para actuar con sabiduría y saber por qué el
temor lo controla en el presente, es importante hallar la verdad acerca del pasado de
ese temor.
“He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender
sabiduría”.
(Salmos 51:6)
• Experiencias previas
—Experiencias traumáticas:
Abuso o violación sexual infantil
Accidente automovilístico
Muerte de un ser querido o de una mascota amada
—Formas en que otras personas asustan a los demás:
Un padre que profería amenazas de violencia
Hermanos que lo amenazaron con violencia
Otras personas que lo amenazaron con violencia
—El sentido de auto-estima que no se ha desarrollado:
Rechazo, crítica o ridiculizarlo
Bajo rendimiento académico
Falta de habilidades atléticas
—Padres que mostraban excesivo temor:
“Mi tía tenía un trastorno de pánico”.
“Mi padre se mostraba constantemente preocupado”.
“Mi madre era temerosa y sobreprotectora”.
Reconozca la razón de su temor y dígase a sí mismo la verdad acerca de su
pasado y su presente.
“Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas
cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño”.
(1 Corintios 13:11)
• Carga emocional excesiva
—Negación de los propios sentimientos:
“Debo ocultar mi dolor”.
“Debo negar mis desilusiones”.
“Debo rechazar la ira”.
—Mentalidad que busca complacer a los demás:
“Debo evitar que alguien se enoje”.

2311
“Debo hacer que todos estén felices”.
“Debo hacer que todos estén en paz conmigo”.
—Estrés interno:
“Tengo mucha ansiedad oculta”.
“No puedo reconocer las situaciones estresantes”.
“No tengo manera de ventilar mis emociones”.
—Ambiente estricto o perfeccionista en el hogar o de parte de otras autoridades:
“Nunca agradé a mis padres”.
“Nunca fui lo suficientemente bueno”.
“Fui objeto de castigos severos”.
Reconozca la razón de su temor y permita que el Señor le ayude a sanar sus
heridas.
“Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere
tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”.
(1 Pedro 5:6–7)
• Tratar de evitar una situación amenazadora
—Rehusándose a enfrentar sus temores:
“Tiendo a minimizar mi temor”.
“Creo que en algún momento dejaré de sentir temor”.
“Creo que puedo evitar situaciones atemorizantes”.
—No dando oportunidad para el cambio:
“No busco ayuda o alguien con quien hablar”.
“No estoy tratando de entender por qué tengo tanto temor”.
“No trato de aprender a confrontar mi temor”.
—Seguir reforzando los temores:
“Me ajusto a mis temores en lugar de confrontarlos”.
“Todo lo que hago se alinea con mi temor”.
“No voy a ningún lugar donde se eleve mi nivel de ansiedad”.
—Robusteciendo los modelos de pensamiento negativos:
“El temor domina mis decisiones”.
“Tiendo a evaluarlo todo a través de la lente del temor”.
“El temor domina todos mis pensamientos”.
Reconozca la causa de su temor y deje que el Señor le ayude a enfrentar sus
temores.
“Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas,
yo te ayudo”.
(Isaías 41:13)
• El pesimismo
—Suponer que la vida es una amenaza:
“Siempre espero hostilidad y odio contra mí”.
“Siempre espero que habrá resistencia y obstáculos en mi camino”.
“Siempre espero que habrá peligro y desastre”.
—Da por hecho que pasará lo peor:
“Asumo que siempre habrá rechazo y me ridiculizarán”.

2312
“Asumo que siempre me lastimarán y tendré dolor”.
“Asumo que siempre habrá frustración y fracaso”.
—Creer que nunca podrá cambiar:
“He dejado de pensar que la vida podría ser normal”.
“Pienso que el temor siempre me controlará”.
“Asumo que Dios no puede ayudarme”.
—Pensar que no se puede controlar la situación:
“Cuando tengo temor me siento impotente”.
“Cuando tengo temor me siento incapaz”.
“Cuando tengo temor no puedo pensar con claridad”.
Reconozca la razón de su temor y repítase a sí mismo la verdad de que …
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo
puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de
alabanza, en esto pensad”.
(Filipenses 4:8)

C. ¿Cuáles son las causas físicas del temor y la ansiedad?


Mucha gente se frustra consigo misma cuando siente temor. Trata de convencerse a
sí misma de que no tiene ansiedad, pero no lo consigue. Mientras tanto, no sabe que
sus sentimientos son el resultado y la respuesta a algo físico que está sucediendo,
como una enfermedad o un medicamento. Sin importar cuál sea la aflicción que está
padeciendo, recuerde que el Padre celestial lo ama, lo escucha y le ayudará.
“Porque no menospreció ni abominó la aflicción del afligido, ni de él escondió su rostro;
sino que cuando clamó a él, le oyó”.
(Salmos 22:24)
• Evalúe su condición médica
—En el mundo de la medicina hay una clasificación llamada desorden de
ansiedad debido a una condición médica general e indica claramente que la
falta de salud física de una persona contribuye a la ansiedad, temor y aun a
ataques de pánico.
—Las áreas de mayor preocupación que necesita evaluar son el corazón, los
sistemas endocrino y respiratorio y su condición metabólica y neurológica.
(Debe identificar cualquier deficiencia de vitamina B, niacina, pirodoxina
calcio, o magnesio).
• Evalúe si ha estado expuesto a sustancias tóxicas
—Los profesionales denominan una de las causas de la ansiedad como
“desorden de ansiedad inducido por alguna sustancia”.
—Cualquier exposición a toxinas, todas las drogas, medicamentos, vitaminas y
minerales, sean legales o ilegales con o sin receta médica debe evaluarse,
tanto como las sustancias que se encuentran en los alimentos (como la
cafeína y el azúcar).
Si está sufriendo cierto grado de ansiedad que interfiere con su vida normal…
—Primero, hágase un examen médico completo. (Dígale al doctor que se siente

2313
inusualmente ansioso. Sea específico). Reconozca que la gente puede estar
predispuesta genéticamente a sufrir ataques de pánico.
—Si no recibe la ayuda adecuada, busque una segunda opinión de otra
especialidad médica como un siquiatra que se especialice en desórdenes de
ansiedad.
“El corazón del entendido adquiere sabiduría; Y el oído de los sabios busca la ciencia”.
(Proverbios 18:15)

D. ¿Cuáles son las causas del temor excesivo?


El antídoto para el temor es el amor de Dios. La presencia de un temor
sobrecogedor es la ausencia de confianza en el carácter del Dios de la Biblia y en la
seguridad de su amor por usted. Si su percepción de Dios es que él no es “para
usted,” estará a merced de sus propios recursos en los cuales apoyarse y en su
propia filosofía de la vida para confortarlo y sostenerlo. La manera en que responde
ante el temor a menudo está directamente relacionada con lo que usted cree acerca
de Dios y lo que cree de sus promesas respecto a usted y su vida.
“¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?”
(Romanos 8:31)
“Tu reino es reino de todos los siglos, y tu señorío en todas las generaciones”.
(Salmos 145:13)
• El temor nos domina cuando olvidamos lo que Dios ha hecho por nosotros y
que tenemos a nuestra disposición su poder.
—Ejemplo bíblico: (Lea 1 Samuel 17:1–51)
El ejército israelita estaba paralizado por el temor y huyeron de la presencia
de Goliat, el gigante filisteo que retó a la nación de Israel. Sin embargo, un
joven pastor llamado David corrió a enfrentarlo en la batalla. Con una
pequeña piedra mató al gigante y el ejército filisteo estaba devastado. ¿Qué
era lo que David sabía acerca de Dios que le permitió enfrentarse a Goliat
cuando todos los demás soldados huyeron? David lo explica así:
“Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él
también me librará de la mano de este filisteo”. (1 Samuel 17:37)
“Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el
nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a
quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te
venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las
aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios
en Israel”.
(1 Samuel 17:45–46)
• El temor nos domina cuando olvidamos que Dios nos ha comprado y que le
pertenecemos.
—Ejemplo bíblico: (Lea Gálatas 2:1–21)
Mientras Pablo y Pedro estuvieron en Antioquía comían con los gentiles

2314
hasta que algunos miembros del concilio de Jerusalén llegaron. Entonces
Pedro se apartó de los gentiles. Tenía temor de que los judíos circuncisos se
enojaran con él por relacionarse con los gentiles incircuncisos. Sin embargo,
Pablo no sólo siguió comiendo con ellos, sino que reprendió a Pedro por su
hipocresía. ¿Qué sabía Pablo acerca de su relación con Dios que le dio valor
ante esos hombres de tanto prestigio? El dio su razón cuando escribió que:
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo
en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el
cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”. (Gálatas 2:20)
“Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres”. (1
Corintios 7:23)
• El temor nos domina cuando olvidamos que Dios es nuestro ayudador.
—Ejemplo bíblico: (Lea 1 Samuel 13:5–7 y 1 Samuel 13:15–14:23)
El ejército de Israel era mucho menor que el del enemigo y se encontraba
esparcido y escondido por el temor de la llegada de los filisteos. Sin
embargo, Jonatán el hijo del rey de Israel y su paje de armas atacaron a un
destacamento filisteo. Esa acción provocó que Dios hiciera que todo el
ejército entrara en pánico y huyera del ejército israelí. ¿Qué convicción tenía
Jonatán acerca de Dios, que le dio valor para atacar al enemigo mientras que
al mismo tiempo los demás huían presas del temor? Las palabras de labios
de Jonatán nos explican esa confianza.
“Dijo, pues, Jonatán a su paje de armas: Ven, pasemos a la guarnición de
estos incircuncisos; quizá haga algo Jehová por nosotros, pues no es difícil
para Jehová salvar con muchos o con pocos” (1 Samuel 14:6)
“De manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador;
no temeré lo que me pueda hacer el hombre’ ” (Hebreos 13:6)
• El temor nos domina cuando olvidamos que Dios es nuestro Consolador.
—Ejemplo bíblico: (Lea Juan 12:1–43)
Muchos de los judíos que seguían a Jesús habían puesto su fe en él. Y
muchos de los líderes judíos también creían en él pero no abiertamente.
Cedieron ante el temor de perder el favor de los fariseos y que se les
denegara la entrada a la sinagoga. ¿Qué era lo que los que confesaban a
Jesús abiertamente sabían acerca de Dios que les impulsaba a actuar con
base en su fe y no en el temor? Las palabras de Isaías nos dan la respuesta.
“Oídme, los que conocéis justicia, pueblo en cuyo corazón está mi ley. No
temáis afrenta de hombre, ni desmayéis por sus ultrajes”. (Isaías 51:7)
“Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del
hombre, que es mortal, y del hijo de hombre, que es como heno?” (Isaías
51:12)
• El temor nos domina cuando olvidamos que Dios es soberano sobre
nuestras vidas y que él nos protege.
—Ejemplo bíblico: (Lea Hechos 27:1–44)
Pablo y todos los que iban con él en el barco perdieron toda esperanza de
sobrevivir cuando se vieron sorprendidos por el vendaval de un fuerte
huracán. Sin embargo, después de 14 días de luchar contra los vientos y la
2315
lluvia, Pablo animó a los hombres y les aseguró que el ángel de Dios le
había dicho que el barco se perdería, pero que todos sobrevivirían. ¿Qué era
lo que Pablo sabía acerca de Dios que le dio tanto valor y confianza en
medio de circunstancias de vida o muerte? Pablo conocía los salmos del Rey
David.
“Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los
montes al corazón del mar”. (Salmos 46:2)
“No tendrá temor de malas noticias; su corazón está firme, confiado en
Jehová”. (Salmos 112:7)

E. ¿Qué nos dice Dios acerca de un temor saludable?


A través de toda la Biblia, Dios repite una frase una y otra vez: “No temáis… no
temáis… no temáis”. Él nos dice que no debemos temer a la gente o las cosas. Pero
sí dice: “A Jehová tu Dios temerás, y a él solo servirás” (Deuteronomio 6:13). Este
temor no se refiere al “miedo” ni sugiere que debamos tener temor de Dios. El
significado de este tipo de temor es de reverencia y admiración. Debemos temerle,
reverenciarle, porque él es el único y todopoderoso Dios, que tiene el poder de
cambiarnos de adentro hacia fuera y hacernos la persona que él quiso que fuéramos
cuando nos creó.

CUATRO PUNTOS DEL PLAN DE DIOS


El primer paso para experimentar libertad del temor en nuestra vida es reconocer
que Dios es digno de nuestra reverencia. El segundo paso es someter nuestra vida…
y nuestros temores… a su autoridad al recibir a su Hijo Jesús como Salvador y
Señor.
#1 El propósito de Dios para usted… es la salvación.
—¿Qué movió a Dios a enviar a su Hijo a la tierra? ¿Condenarla? No, ¡lo envió
para demostrarnos su amor por medio de la salvación!
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo,
sino para que el mundo sea salvo por él”. (Juan 3:16–17)
—¿Cuál fue el propósito de Jesús al venir al mundo? ¿Hacerlo todo perfecto y
quitar todo el pecado? No, ¡vino a perdonar nuestros pecados, darnos el
poder para obtener la victoria sobre éste y ayudarnos a vivir una vida plena!
“Yo [Jesús] he venido para que tengan vida, y para que la tengan en
abundancia”. (Juan 10:10)
#2 Su problema… es el pecado.
—¿Qué es el pecado? El pecado es vivir de manera independiente de las normas
de Dios, sabiendo lo que es correcto, pero decidiendo hacer lo malo.
“Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”. (Santiago 4:17)
—¿Cuál es la consecuencia del pecado? La muerte espiritual; es decir, la
separación espiritual de Dios.

2316
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna
en Cristo Jesús Señor nuestro”. (Romanos 6:23)
#3 La provisión divina para usted… es el Salvador.
—¿Hay algo que pueda quitar la paga del pecado? Sí. Jesús murió en la cruz
para pagar personalmente por nuestros pecados.
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros”. (Romanos 5:8)
—¿Cuál es la solución para ya no estar separados de Dios? Creer en Jesucristo
como el único camino a Dios el Padre.
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al
Padre, sino por mí”. (Juan 14:6)
#4 Su decisión… es someterse.
—Deposite su fe en (descanse en) Jesucristo como su Señor y Salvador personal
y deje de confiar en las “buenas obras” como medio para ganar el favor de
Dios.
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros,
pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. (Efesios 2:8–
9)
—Entregue a Cristo el control de su vida, y confíe su vida en sus manos.
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera
salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la
hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y
perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”
(Mateo 16:24–26)
En el mismo momento en que decida creer en él y depositar su vida a Cristo, él
le dará su Espíritu para que resida dentro de usted. El Espíritu de Cristo le dará
su poder para vivir la vida plena y libre de temor que Dios quiere para usted, así
que puede decirle una oración simple pero de corazón sincero como la que
sigue:

ORACIÓN PARA LA SALVACIÓN


“Dios, quiero entablar una relación personal contigo. Reconozco que muchas veces he decidido seguir mi
propio camino y no el tuyo. Por favor, perdona mis pecados. Jesús, gracias por morir en la cruz por mis
pecados. Entra a mi vida y sé mi Señor y Salvador. En vez de ser controlado por el temor, te doy el control de
mi vida a ti para vivir por fe. En tu santo nombre hago esta oración. Amén”.

¿QUÉ PUEDE ESPERAR AHORA?


Si hizo esta oración con toda sinceridad, ¡escuche lo que Dios tiene que decirle!
“Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni
te intimides”.
(Deuteronomio 31:8)

2317
F. La raíz del problema de ser controlado por el temor
CREENCIA INCORRECTA:
“Como no puedo controlar mis temores, la mejor solución es tratar de evitar
cualquier situación de temor”.
CREENCIA CORRECTA:
Puedo enfrentar mi temor en la fortaleza del Señor y de esa manera no me dejaré
dominar por el temor. Cristo vive en mí y al centrar mi atención en su perfecto
amor y perfecta verdad, experimentaré su perfecta paz en medio de cualquier
situación que me atemorice.
“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor;
porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido
perfeccionado en el amor”. (1 Juan 4:18)

IV. PASOS PARA ENCONTRAR LA SOLUCIÓN


A. Versículo clave para Memorizar
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo;
siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”.
(Isaías 41:10)

B. Pasaje clave para leer y meditar


Salmos 23
“Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará
descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por
sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte,
no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán
aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi
cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me
seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días”.
(Salmos 23)
Cuando empeore su temor, puede intercambiar el pánico por la paz recordando
Salmos 23.
• Versículo 1: “Jehová es mi pastor; nada me faltará”.
Imagine una escena pastoral en el campo con el Señor a su lado. Repítase cinco
veces: “Jehová es mi pastor”.
En cada repetición ponga énfasis en una palabra diferente:
JEHOVÁ es mi pastor.
Jehová ES mi pastor.
Jehová es MI pastor.
Jehová es mi PASTOR.
JEHOVÁ ES MI PASTOR.

2318
• Versículo 2: “En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas
de reposo me pastoreará”.
Imagine que se encuentra al lado de un río tranquilo.
• Versículo 3: “Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor
de su nombre”.
Inhale profundamente en repetidas ocasiones y diga cinco veces: “Mi pastor
restaura mi alma”.
En cada repetición ponga énfasis en una palabra diferente:

MI pastor restaura mi alma.


Mi PASTOR restaura mi alma.
Mi pastor RESTAURA mi alma.
Mi pastor restaura MI alma.
Mi pastor restaura mi ALMA.
• Versículo 4: “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal
alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento”.
Reconozca que usted no está esclavizado. Diga lentamente: “No tendré temor
porque el Señor está conmigo”. Repítalo cinco veces.
• Versículo 5: “Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando”.
Inhale profundamente varias veces y repita despacio: “El Señor es mi protector”.
Repítalo cinco veces.

En cada repetición ponga énfasis en una palabra diferente:


EL Señor es mi protector.
El SEÑOR es mi protector.
El Señor ES mi protector.
El Señor es MI protector.
El Señor es mi PROTECTOR.
• Versículo 6: “Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días
de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días”.
Agradezca al Señor por la manera en que él usará cada situación que le
atemoriza para su bien.

“Querido Dios, gracias por ser mi pastor. Tú me guías, tú me proteges y me


das tu paz. Eres el que restaura mi alma. Conoces mis debilidades y las
ocasiones en las que he sido presa del temor. Ahora, en mis debilidades
decido confiar en tu fortaleza. Tú eres mi Pastor. Decido confiar en tu poder
para dejar de temer y ejercer fe. Entrego mi temor a ti y te pido que lo uses
para mi bien y recuérdame de mi necesidad perenne de ti. En tu santo
nombre. Amén”.
Si se enfoca en su temor, el pánico lo asaltará.
Si se enfoca en su pastor, su corazón estará en paz.

2319
C. Del temor a la fe
La infidelidad y el temor van de la mano porque el pecado sabotea nuestra relación
con Dios. Tan pronto como Adán y Eva fueron infieles a Dios, cambiaron su fe en
temor. Su comunión con Dios se vio quebrantada, se volvieron temerosos y se
escondieron. Sabían que habían pecado y que merecían el desagrado y disciplina de
Dios. Como resultado de ello, la muerte pasó a toda la humanidad. Todos hemos
nacido con el estigma de la muerte y todos estamos destinados a ella.
Afortunadamente, por la gracia de Dios no tenemos que morir espiritualmente (estar
separados de Dios por toda la eternidad).
“El temor de Jehová es manantial de vida para apartarse de los lazos de la muerte”.
(Proverbios 14:27)
• Empiece con un temor (reverencia y respeto) saludable de Dios.
—Crea que Dios lo creó. (Génesis 1:26)
—Crea que Dios tiene un plan maravilloso para su vida. (Jeremías 29:11)
—Crea que Dios tiene autoridad sobre usted. (1 Corintios 6:19–20)
—Crea que Dios le dará las recompensas o consecuencias con base en su
decisión de obedecerle o no. (Gálatas 6:7–8)
“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría
y la enseñanza”.
(Proverbios 1:7)
• Acepte que el temor no es parte del plan de Dios para su vida.
—El temor le impide confiar en Dios.
—El temor impide que se apropie de la gracia de Dios
—El temor lo tiene bajo la esclavitud del temor.
—El temor lo daña física, emocional y espiritualmente.
“En Dios he confiado; no temeré; ¿qué puede hacerme el hombre?”
(Salmos 56:4)
• Sinceramente analice su temor para descubrir el origen real de su fobia.
—Temor al rechazo… ¿Necesita usted ser amado y aceptado?
—Temor al fracaso… ¿Necesita usted conocer el significado de su vida?
—Temor a la pérdida económica… ¿Necesita usted sentirse seguro?
“El temor del hombre pondrá lazo; mas el que confía en Jehová será exaltado”.
(Proverbios 29:25)
• Esté consciente del poder que tiene el amor de Dios por usted.
—El amor de Dios incluye aceptación completa.
—El amor de Dios nos proporciona el conocimiento de su autoestima.
—El amor de Dios nos proporciona poder para superar todo temor. (1 Juan 4:18)
—El amor de Dios nos da seguridad eterna. (Deuteronomio 31:8)
“Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”.
(Jeremías 31:3)

2320
• Comprométase a desarrollar su fe en Dios.

—Ingrese a un grupo de estudio de la Biblia. (2 Timoteo 2:15)


—Dedique tiempo a la meditación diaria y a la oración. (Filipenses 4:6)
—Sea activo en una iglesia local que enseñe la palabra de Dios. (Hebreos 10:25)
—Comprométase a memorizar y meditar en la palabra de Dios. (Salmos 119:97)
—Sea obediente a la dirección de Dios en su espíritu. (1 Tesalonicenses 5:19)
“Sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche”.
(Salmos 1:2)
• Involúcrese con otros creyentes.
—Tenga comunión con otros cristianos.
—Esté dispuesto a testificar de la fidelidad de Dios en su vida.
—Enfóquese en servir a los demás. (Filipenses 4:10)
—Reconozca que la responsabilidad en todo es de dos vías (la de Cristo y la
suya). (Filipenses 4:13)
“Hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el rostro de su amigo”.
(Proverbios 27:17)
• Utilice la Palabra de Dios para controlar su imaginación cuando comience a
salirse de la voluntad de Dios.
—“Cuando tenga temor, confiaré en ti”. (Salmos 56:3)
—“Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de
mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?” (Salmos 27:1)
—“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las
tribulaciones”. (Salmos 46:1)
• Enfrente las situaciones de temor a través de la fe en el poder de Cristo.
—Cristo siempre está listo para ayudar.
—Reconozca su presencia real y pídale ayuda. (Filipenses 4:23)
—Entregue a él su temor y reciba su gran amor.
—Muestre amor hacia los demás enfocándose en sus necesidades.
“Fiel es el que os llama, el cual también lo hará”.
(1 Tesalonicenses 5:24)
• Libérese de su temor y fortalezca su fe.
—Confíe en Dios cada vez más.
—Sea pacífico.
—Sea agradecido.
—Sea más como Cristo.
“Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados
y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados,
abundando en acciones de gracias”.
(Colosenses 2:6–7)

2321
D. La verdad os hará libres
Cuando conocemos la verdad y actuamos con base a ella, podemos vencer el temor.
La fuente de la verdad es Aquel que dijo ser el Camino, la Verdad y la Vida: “Jesús
le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”
(Juan 14:6). La fuente donde encontramos la verdad de Dios es su palabra, la Biblia.
El primer paso para identificar las mentiras que subyacen tras sus temores es aplicar
la verdad y comenzar a reemplazarlas con la verdad.
“Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.
(Juan 8:32).
• Temor: “¡No puedo evitar este sentimiento de intenso temor!”
Verdad: Ese sentimiento es una ilusión de mi mente y cuerpo. No se ajusta a la
verdad.
“Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra
mí se levante guerra, yo estaré confiado”. (Salmos 27:3)
• Temor: “Soy un fracaso. Siento que me voy a morir”.
Verdad: El tiempo de muerte está en las manos de Dios. Confiaré en Dios.
“Ciertamente sus días están determinados, y el número de sus meses está cerca
de ti; le pusiste límites, de los cuales no pasará”. (Job 14:5)
• Temor: “Yo temo lo que otros piensen de mí”.
Verdad: Mi paz viene de agradar a Dios, no de agradar al hombre.
“Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables”. (2
Corintios 5:9)
• Temor: “Estoy desesperado; nunca cambiaré”.
Verdad: En Cristo, soy una nueva criatura. Dios da esperanza a todos.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17)
• Temor: “Estoy tan nervioso, que no puedo pensar claramente”.
Verdad: Dios guardará mi mente y me dará paz.
“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros
corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. (Filipenses 4:7)
• Temor: “Debo estar en control de las cosas para estar seguro”.
Verdad: Dios está en control de mi vida, él está conmigo paso a paso.
“Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará;
no temas ni te intimides”. (Deuteronomio 31:8)
• Temor: “Me siento atrapado y no veo la forma de salir”.
Verdad: Dios siempre provee un avía de escape.
“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios,
que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará
también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”. (1
Corintios 10:13)

2322
E. Examínese en cuanto al temor
Cuando examina su temor y el origen de él, su legitimidad y su patrón, podrá
entender su temor y desarrollar una estrategia para resolverlo. Primero, acuda a Dios
quien es la fuente de toda sabiduría y haga esta oración desde lo profundo de su
corazón…
“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si
hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno”.
(Salmos 139:23–24)
Identifique de manera específica su temor, ¿qué es exactamente a lo que le teme?
Luego hágase estas preguntas:
• ¿Está relacionado mi temor con sucesos recientes o se originó en alguna
situación específica del pasado?
• ¿Es el objeto o la circunstancia de mi temor una amenaza real o percibida?
• ¿Está mi temor asociado equivocadamente con un evento u objeto que no tengo
por qué temer?
• ¿Proviene mi temor de ciertos lugares, gente o cosas que me recuerdan posibles
consecuencias que me atemorizan?
• ¿Está mi temor presente y persistente arraigado en relaciones interpersonales
que ya no frecuento o en un estilo de vida que ya no practico?
• ¿Es el temor que siento resultado de antiguos hábitos de responder con temor
con tal de manipular a la gente que me rodea?
“La ciencia del prudente está en entender su camino; mas la indiscreción de los necios es
engaño”.
(Proverbios 14:8)

F. Venza la mentalidad de temor


Si usted nació y creció en un hogar donde reinaba el temor, fácilmente pudo haber
desarrollado una mentalidad basada en el temor y desde pequeño y haberse
convertido en un adulto controlado por el temor de hacer enojar a alguna persona.
En ocasiones, se siente impotente y sin poder confrontar o igualar a alguien de tú a
tú. Seguirá a merced de los que lo rodean porque son “maestros de la manipulación”
que usan tácticas de temor a menos que usted pueda reconocer la esclavitud en la
que se encuentra y acepte el hecho de que Cristo vino al mundo para liberar a los
cautivos. Sí, ¡Cristo vino para liberarlo!
“El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a
los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a
los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos”.
(Lucas 4:18)
Cuando sienta temor de una persona o situación:
• Pregúntese si lo que usted teme va a suceder en realidad.

2323
• Afirme si lo que teme es algo que realmente es factible que suceda.
• Reconozca que su fijación en el temor garantizará que vuelva a suceder.
• Entienda que la mayoría de los temores no tienen nada que ver con lo que está
sucediendo en ese momento.
• Identifique sus traumas pasados que le provocaron temor.
• Determine qué tan frecuente es el temor que está sintiendo. Pregúntese a sí
mismo:
—¿Qué temor del pasado estoy trayendo al presente?
—¿Cuándo comencé a tener este temor?
—¿Qué edad emocional tengo cuando siento este temor?
—¿Dónde estoy cuando siento este temor?
—¿Qué está sucediendo cuando tengo este temor?
—¿Cómo me afecta este temor ahora? ¿A qué costo estoy sintiendo este temor?
• Dígase a sí mismo: “No voy a dejar que este temor me controle. No permitiré
que los temores del pasado me dominen”.
• Repita esta frase una y otra vez: “Eso sucedió entonces, ahora es diferente…
Eso sucedió entonces, ahora es diferente”.
• Decídase a soltarse de las garras del temor.
• Haga lo que tenga que hacer para controlar su temor y para dejar de ser
temeroso.
• Decida vivir aquí y ahora, y actúe de forma que no esté basado en su temor.
• Comparta con alguien de su entera confianza sus temores y sus planes de
cambiar.
“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados.
La oración eficaz del justo puede mucho”. (Santiago 5:16)

G. Domine su temor por medio de la desensibilización


Si aprende a identificar lo que dispara su temor, podrá controlar esas situaciones y
arrebatarles el poder que ejercen sobre usted. Si se expone regular y continuamente
a aquello que incita su temor (algo que activa o detona su sentido de temor o
peligro) puede desensibilizarse para ya no temerlo. Si su temor es provocado por
alguna situación o si está bajo cuidado médico por causa de sus ataques de pánico,
puede tener victoria si sigue el siguiente proceso…
“Ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios”.
(1 Pedro 1:13)

DEL PÁNICO A LA PAZ


Si usted es demasiado sensible a un objeto o situación, la desensibilización puede
ser la clave para la libertad. Repita los siguientes pasos de manera sistemática, uno a
la vez. Después de repetir cada uno por un período de una o dos semanas (o hasta
que ya no tenga una reacción emocional fuerte), siga con el siguiente paso. Una
reacción ligera es posible y podrá pasar al siguiente paso.

2324
• Aumente gradualmente su exposición al temor.
Fobia específica—Ejemplo: temor a los aviones
—Mire fotografías de aviones.
—Vaya a un aeropuerto para ver cómo despegan y aterrizan los aviones.
—Tome un vuelo corto con un amigo.
• Practique cómo afrontar su temor.
Fobia social—Ejemplo: temor a iniciar una conversación
—Practique hacer las preguntas de un vendedor.
—Tome la iniciativa de saludar con una sonrisa.
—Escuche cuidadosamente lo que dicen las personas.
—Haga preguntas sencillas acerca de los demás.
—Haga comentarios breves acerca de usted.
—Desarrolle interés genuino en otros.
• Repita cada paso de nuevo hasta que note reacciones positivas.
Agorafobia—Ejemplo: temor de un ataque de pánico (temor a espacios
abiertos)
—Abra la puerta principal de su casa y déjela abierta.
—Permanezca parado a un lado de la puerta abierta el mayor tiempo posible.
—Salga, permanezca en el patio delantero y respire profundamente.
—Camine dentro de los límites de su propiedad.
—Dé una vuelta al exterior de la casa.
—Siéntese en el automóvil dentro de su cochera.
—Pida a alguien que lo lleve a dar una vuelta en el auto.
—Maneje el auto alrededor de la cuadra.
—Vaya a un centro comercial y siéntese en su automóvil en el estacionamiento.
—Vaya al centro comercial cuando no haya tanta gente y camine por él.
—Entre a una tienda y salude a un empleado de ventas.
—Haga una compra pequeña.
—Cada paso que dé, dígase a sí mismo:
“El Señor está conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre”. (Salmos
118:6)
“Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es
el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará”.
(Deuteronomio 31:6)
Nota: En caso de reacciones fóbicas severas, el proceso de desensibilización se usa
casi siempre con apoyo médico.

H. Sugerencias de sentido común para vencer el temor y la ansiedad


En ocasiones las sugerencias generales para enfrentar el temor se omiten porque son
demasiado simples y muy “obvias” para considerarlas. Es como ver un bosque sin
apreciar los árboles. Estos consejos podrían ser tan simples que no se les dan
importancia, pero pueden ser el fundamento sobre el cual se puede edificar un plan
efectivo para vencer el temor y la ansiedad.

2325
“Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento
sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa,
pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca”.
(Lucas 6:48)
• Duerma lo suficiente.
• Ejercítese con regularidad.
• Diviértase y descanse lo suficiente.
• Anímese de continuo.
• Coma saludablemente y evite el consumo de alcohol y drogas.
• Viva un día a la vez.
• Escuche música cristiana.
• Imagínese lo peor y considere por qué no sería tan malo después de todo.
“Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo
que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros”.
(Efesios 3:20)

I. Qué hacer y qué no hacer para apoyar a otros


Las personas que se atormentan por sus temores necesitan el ánimo e instrucción de
aquellos que se han liberado de las garras del temor a través de su relación con
Jesús. La gente miedosa necesita amigos que no temen a nada y que puedan
ayudarles y acompañarlos a encontrar el camino a la libertad.
“El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo”.
(Proverbios 18:24)
No se impaciente cuando no entienda el temor.
Sí… Entienda que lo que los temerosos sienten es real.
“El que tarda en airarse es grande de entendimiento; mas el que es
impaciente de espíritu enaltece la necedad”. (Proverbios 14:29)
No piense que lo está haciendo para llamar la atención.
Sí… Comprenda que la persona tiene vergüenza y quiere cambiar.
“Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo
que aborrezco, eso hago”. (Romanos 7:15)
No critique o subestime las declaraciones que se hacen.
Sí… Sea amable y apoye para reconstruir la confianza en sí mismo.
“Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo
hacéis”. (1 Tesalonicenses 5:11)
No suponga que usted sabe lo que es mejor.
Sí… pregunte cómo puede ayudar.
“También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis
a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para
con todos”. (1 Tesalonicenses 5:14)

2326
No obligue a la persona a enfrentar una situación peligrosa sin planificarla.
Sí… Dé instrucciones positivas para el auto-análisis y para realizar ejercicios de
relajación.
“Retén el consejo, no lo dejes; guárdalo, porque eso es tu vida”.
(Proverbios 4:13)
No deje que la persona enfrente la situación fóbica a solas.
Sí… permanezca cerca y déle seguridad y apoyo.
“Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque
si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando
cayere, no habrá segundo que lo levante”. (Eclesiastés 4:9–10)
No empiece con situaciones difíciles.
Sí… anime a la persona a enfrentar sus temores poco a poco.
“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas
pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia”.
(Santiago 1:2–3)
No pregunte a cada rato: “¿Cómo te sientes?”
Sí… ayude a ver el valor de centrarse en otros intereses.
“No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de
los otros”. (Filipenses 2:4)
No se muestre decepcionado o enojado si la persona falla.
Sí… anímela y felicítela por el esfuerzo que está haciendo por vencer su temor.
“No te niegues a hacer el bien a quien es debido, cuando tuvieres poder
para hacerlo”. (Proverbios 3:27)
No diga, “No seas absurdo, ¡No hay nada que temer!”
Sí diga… “No importa cómo te sientas, repite esta verdad: ‘Tomaré un paso a la
vez’ ”.
“El sabio de corazón es llamado prudente, y la dulzura de labios aumenta el
saber”. (Proverbios 16:21)
No diga, “Eres un cobarde. ¡Tienes que hacer esto!”
Sí diga… “Sé que esto es difícil para ti, pero no es peligroso. Tienes el valor de
hacer esto”.
“El corazón del sabio hace prudente su boca, y añade gracia a sus labios”.
(Proverbios 16:23)
No diga, “Deja de vivir en el pasado. Esto no es tan malo”.
Sí diga… “Recuerda permanecer en el presente y repite: ‘Eso era entonces, y
esto es ahora’ ”.
“Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina para los
huesos”. (Proverbios 16:24)

2327
Todas las citas bíblicas están tomadas de la Versión la versión Reina-Valera 1960
Copyright © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina;
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autorización de © 2008 Hope For The Heart/Esperanza Para El Corazón
Traducción: Elizabeth Cantú de Márquez
Puebla, México
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Wright, H. Norman. Afraid No More! Wheaton, IL: Tyndale House, 1992.

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“Consultes hoy la palabra de Jehová”.


1 Reyes 22:5

La Culpa
Cómo vivir libre de remordimiento
por June Hunt

¿Se encuentra usted en una batalla emocional debido a la culpa? ¿Es ésta un
instrumento amoroso de Dios que él está usando para convencerlo, corregirlo, y
conformar su carácter cuando se descarría? ¿O más bien esta usted luchando contra la
vergüenza y la culpabilidad cuando ésta se hace presente es su corazón? La culpabilidad
puede ser una compañera enviada por Dios que le habla al oído con la verdad y lo
motiva a arrepentirse y a ser libre. Pero la falsa culpa es un enemigo cruel que se
encuentran dentro de nosotros y que no nos hace más piadosos, sino que nos hace sentir
una tristeza superficial que ¡en verdad mata el alma!
“Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no
hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte”.
(2 Corintios 7:10)

I. DEFINICIONES
El conocido diálogo de la antigua obra Julio César de Shakespeare dice: “¡Et tu,
Brute!” Este es un ejemplo de cómo un enemigo puede envolverse en el manto de la
amistad. Esa frase significa “¡Y tú también, Bruto!” y con el último suspiro, el
emperador Julio César denunció a su falso amigo traicionero que le dio el golpe de
gracia. Con mucha frecuencia la culpa es como ese enemigo invisible… un adversario
que quiere destruir el valor que Dios nos ha dado. Cuando se sienta esclavizado por la
culpa. pregúntese: ¿se está enfrentando a un amigo o a un enemigo?
“¿Está sintiendo la convicción de pecado que viene de Dios, o las emociones negativas
de los enemigos que tiene dentro?”

A. ¿Qué es la culpa verdadera?


Nadie escapa de la culpa. Desde la primera infancia la experimentamos cuando
robamos una galleta o decimos una mentira. La palabra hebrea del Antiguo
Testamento es asham, que tiene muchos derivados. Según esa palabra, existen tres

652
dimensiones de la verdadera culpa.
• Culpa significa haber fallado, merece un castigo y demanda un sacrificio.
• La culpa verdadera es un pecado cometido contra Dios.
• Cuando pecamos nos sentimos culpables, y debemos pagar una penalidad
por nuestra falta con objeto de restaurar nuestro compañerismo con Dios.
Después que David adulteró con Betsabé, clamó a Dios diciendo: “Contra ti,
contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos”. (Salmos 51:4)
Perspectiva del antiguo testamento en cuanto a la culpa verdadera

La culpabilidad verdadera es resultado del pecado


En el principio, Dios creó al hombre y la mujer a su imagen. Esto significa que
fuimos diseñados para reflejar el carácter divino en todo lo que hacemos. Por tanto,
la culpa resulta de “cualquier acto que cometemos contra lo que es Dios”. Esos
actos son una afrenta para el Señor y él los considera pecados.
“Después que David hubo censado al pueblo, le pesó en su corazón; y dijo David a
Jehová: Yo he pecado gravemente por haber hecho esto; mas ahora, oh Jehová, te ruego
que quites el pecado de tu siervo, porque yo he hecho muy neciamente”.
(2 Samuel 24:10)
La culpabilidad es la condición en que estamos cuando pecamos
La culpa es un hecho, no un sentimiento. Todos somos culpables porque hemos
fallado. La Biblia hace hincapié en que todos somos responsables de nuestro
comportamiento y en última instancia, daremos cuentas a Dios. Esto se aplica a la
vida cotidiana. Si deliberadamente usted decide no reducir la velocidad de su auto y
pasa por una zona de velocidad restringida, recibirá una multa por parte de un
policía que probablemente le diga: “Aunque ignore la ley, usted no está exento de
ella”.
“Y para expiación de su culpa traerá a Jehová un carnero sin defecto de los rebaños,
conforme a tu estimación, y lo dará al sacerdote para la expiación. Y el sacerdote hará
expiación por él delante de Jehová, y obtendrá perdón de cualquiera de todas las cosas en
que suele ofender”.
(Levítico 6:6–7)
La culpa verdadera exigía un pago sacrificial por violar la voluntad escrita de Dios
En el Antiguo Testamento, Dios estableció que se presentara una ofrenda especial
de “expiación” por violar las leyes divinas o los derechos de otras personas.
Después de hacer restitución a la parte ofendida o afectada, se rociaba la sangre de
un carnero sin defecto en el altar del templo. Ese carnero sacrificial se convirtió en
la “ofrenda de expiación”, que aseguraba el perdón y la reconciliación con Dios.
“Y para expiación de su culpa traerá a Jehová un carnero sin defecto de los rebaños,
conforme a tu estimación, y lo dará al sacerdote para la expiación.

653
Y el sacerdote hará expiación por él delante de Jehová, y obtendrá perdón de cualquiera
de todas las cosas en que suele ofender”.
(Levítico 6:6–7)
Perspectiva del nuevo testamento en cuanto a la culpa verdadera

En el Nuevo Testamento, el sentido que se da a la culpa verdadera es judicial.


Muchas palabras griegas que se traducen como “culpa” o “culpable” tienen una
implicación legal y sugieren que hay responsabilidad personal. Por ejemplo, la
palabra griega enochos significa “culpable de un pecado que merece castigo”. Cada
uno de nosotros será llamado a cuentas y responsabilizado de sus faltas, ya sea en
una corte judicial o bien en el tribunal divino en el cielo. Así como el Antiguo, el
Nuevo Testamento señala que la verdadera culpa consta de los tres aspectos citados
arriba.
“De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí”.
(Romanos 14:12)
La verdadera culpa es resultado del pecado
“De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor
indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor”.
1 Corintios 11:27
La culpabilidad es la condición en que estamos cuando pecamos
“Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable
de todos”.
(Santiago 2:10)
La culpa verdadera exige un pago sacrificial por violar la voluntad revelada de Dios
“En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha
una vez para siempre”.
(Hebreos 10:10)
El Cordero inmolado de Dios
(el único pago aceptable por nuestras culpas)

El cordero sin defecto del Antiguo Testamento que se ofrecía como ofrenda por la
expiación del pecado sólo fue un anticipo de Jesucristo, el Cordero sacrificial de
Dios. Así como se derramaba la sangre en el altar del templo para asegurar el
perdón de Dios, la sangre derramada por Cristo cubre nuestros pecados personales y
hace posible la reconciliación con el Padre celestial. ¿Ve usted su pecado como
Dios lo ve? ¿Alguna vez ha aceptado el sacrificio que hizo Cristo a favor de usted y
confiado en él para que sea su ofrenda personal para expiar su pecado?
Pasajes de Isaías 53:6–10
“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas
Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros… como cordero fue llevado al matadero…

654
Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento.
Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días,
y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada”.
PREGUNTA: “¿CÓMO DEBO RESPONDER A LA
VERDADERA CULPA?”

RESPUESTA: Usted experimenta culpa verdadera


cuando reconoce que ha pecado.
Observe la sinceridad de David en
Salmos 32:5 donde dice: “Mi pecado te
declaré, y no encubrí mi iniquidad… Y
tú perdonaste la maldad de mi pecado”.
¿Cómo respondió Dios? Perdonándolo.
Usted recibe la misma respuesta. 1 Juan
1:9 dice: “Si confesamos nuestros
pecados, él es fiel y justo para perdonar
nuestros pecados, y limpiarnos de toda
maldad”. Dios es fiel y él siempre nos
da lo que promete. No sólo nos perdona,
también elimina nuestro pecado.
“Cuanto está lejos el oriente del occidente,
hizo alejar de nosotros nuestras
rebeliones”.
(Salmos 103:12)

B. ¿Qué es culpa falsa?


La culpa falsa se basa en sentimientos que nos condenan porque no hemos cumplido
con las expectativas que teníamos o que otros tenían de nosotros.
• La culpa falsa surge cuando usted se condena a sí mismo aunque no haya hecho
nada malo o cuando se sigue culpando aun después de haber confesado y
abandonado su pecado.
• La culpa falsa lo mantiene esclavizado bajo tres armas poderosas la
VERGÜENZA, el TEMOR y el ENOJO.
• Es irónico que la confesión no resuelva la culpa falsa. Apocalipsis 12:10 dice
que Satanás es “el acusador de nuestros hermanos”. A él le encanta poner sobre
los creyentes el peso de la culpa falsa y la auto condena. Algunas de sus
estrategias favoritas son: Traer a la memoria el pasado, recordarnos nuestros
fracasos, y convencernos de que Dios no puede perdonarnos ni aceptarnos.
“el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y
noche.
(Apocalipsis 12:10)
PREGUNTA: “¿Cómo puedo dominar la culpa y la
vergüenza que siento porque mi

655
esposo me acusa de ser la culpable del
maltrato que me da? ¿En verdad
merezco sus malos tratos? ¿En verdad
es mi culpa?”

RESPUESTA: Una de las características de las personas


violentas es que acusan de sus propias
acciones a las personas a quienes
maltratan. Culpar a otros es una forma
de controlarlos y evitar cualquier
resistencia. Nadie merece ser maltratado.
Y nadie puede hacer que otro peque.
Sólo su esposo es culpable de sus
acciones. Usted no es culpable de lo que
él decide hacer. La culpa es de él y no de
usted.
“Ciertamente ninguno de cuantos esperan
en ti será confundido; Serán avergonzados
los que se rebelan sin causa”. (Salmos 25:3)

Vergüenza

Muchas personas piensan que la culpa y la vergüenza son lo mismo pero esto no es
cierto.
• La vergüenza es una emoción dolorosa provocada por un sentido de
culpabilidad muy fuerte.
• Usted experimenta vergüenza cuando su culpabilidad pasa de reconocer que
ha hecho algo malo a la convicción de que usted es malo.
• La vergüenza no se basa en lo que usted ha hecho, sino en que se avergüenza
de lo que usted es.
Aceptar que se es defectuoso ocasiona un profundo sentimiento de devaluación y un
constante temor a ser abandonado y rechazado. A menudo, las cicatrices
emocionales provocadas por la vergüenza son devastadoras y pueden durar toda la
vida.
“Si fuere malo, ¡ay de mí!
Y si fuere justo, no levantaré mi cabeza”.
(Job 10:15)

Efectos secundarios de la vergüenza


• La vergüenza provoca un intenso deseo de mantener un control rígido de las
emociones y el comportamiento.
• La vergüenza produce una soledad interna que provoca una dependencia
enfermiza.

656
• La vergüenza hace que pierda usted el gozo de su salvación.
• La vergüenza le impide meditar en la palabra de Dios.
“Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; mas con los
humildes está la sabiduría”. (Proverbios 11:2)
Miedo

La vergüenza y el temor son parientes cercanos. Se originan en un hogar donde los


padres ejercieron una disciplina muy rígida y mostraban actitudes degradantes. El
miedo surge sin ser notado como subproducto de la culpa falsa. Siempre que la
vergüenza nos atenaza también experimentamos:
MIEDO DE NO SER DIGNO
Si es un niño: “A nadie le importo. Soy malo”
Si es adulto: “¿Para qué pido ese trabajo? No me lo darán de todos
modos”.
MIEDO AL RECHAZO
Si es un niño: “Si les muestro interés, no querrán jugar conmigo”.
Si es adulto: “Nadie que valga la pena querrá casarse conmigo”.
MIEDO AL CASTIGO
Si es un niño: “Si no le doy gusto a mami, dejará de hablarme”.
Si es adulto: “Dios está enojado y quiere castigarme”.
MIEDO A LA SOLEDAD
Si es niño: “No soy bueno ni atractivo como otros”.
Si es adulto: “Si en realidad supieran cómo soy, no les gustaría”.
“Dios es amor… En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor;
porque el temor lleva en sí castigo.
De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
(1 Juan 4:16, 18)

Resutados Del Temor


Si usted vive temiendo el rechazo, solitario, o con la sensación de que es indigno,
desarrollará una personalidad basada en el temor. Esa personalidad, profundamente
arraigada en la vergüenza que experimentó en su infancia, puede acompañarlo por
el resto de su vida. Tal vez usted use la ropa de un adulto exitoso, pero muy dentro
de su corazón anidará el temor a que se descubra que es una persona necesitada, lo
cual le impulsa a esconder lo que realmente es. Esa deshonestidad le impide
encontrar amor e intimidad en sus relaciones más cercanas.
“Y él [Adán] respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me
escondí”.
(Génesis 3:10)

657
Esto se manifiesta en:
DIFICULTAD para expresar sus sentimientos
DIFICULTAD para arrostrar los fracasos
DIFICULTAD para aceptar las criticas
DIFICULTAD para enfrentar el conflicto
DIFICULTAD para aceptar responsabilidades
DIFICULTAD para estar solo
DIFICULTAD para sentir empatía
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo;
siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”.
(Isaías 41:10)
Enojo

Tal vez usted pregunte: “¿Qué tiene que ver el enojo con la culpa?” El enojo es la
forma normal en que combatimos los sentimientos te culpa. Ésta última se pone en
contacto con nuestra antena emocional y nos envía mensajes de vergüenza. Cuando
usted se avergüenza por algo malo que hizo, aflora la temida amenaza de rechazo, y
el enojo se convierte en el arma más cercana para atacar a:
La persona que se enfrenta a usted y descubre sus faltas.
“Ella me critica y me hace parecer un tonto frente a mis amigos”.
La persona que es importante para usted que descubre sus fallas y puede
rechazarlo.
“Mi papá quiere a mi hermano más que a mi porque él hace todo mejor que
yo”.
La persona que sufre (usted), y que desea ser aceptada.
“Me odio por ser inferior y no estar a la altura de los demás”.
“Temblad, y no pequéis; Meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad”.
(Salmos 4:4)
Dando rienda suelta al enojo

La mayoría de las personas no reconoce el poder destructivo de la culpa falsa sobre


las relaciones. Pero el papel que juega el enojo para desbaratar las relaciones es aún
menos evidente. Puesto que la ira es una emoción amenazante y peligrosa, a
menudo tratamos de esconderla manteniendo el control de las cosas. La necesidad
de controlar lo que nos rodea provocada por el enojo escondido es donde la culpa
falsa surge como el enemigo más manipulador y engañoso.
• Queremos controlar siendo rebeldes
“Si no te gusta cómo soy, ni modo”.
• Queremos controlar atacando al otro
“Tú dijiste que soy deshonesto, y es que ¡siempre me criticas!

658
• Queremos controlar culpando a otros
“No pude terminar mi tarea porque tuve que ayudar a otro”
• Queremos controlar escondiendo nuestras emociones verdaderas
“Yo nunca me enojo. La gente no puede evitar ser como es”.
• Queremos controlar aceptando toda la culpa
“Lo siento, fue mi culpa. ¿Me perdonas?”
(La motivación es aliviar nuestra culpabilidad en vez de cambiar nuestro
comportamiento.)
“porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios”.
(Santiago 1:20)
PREGUNTA: “¿Cómo puedo resolver la culpa
falsa?”

RESPUESTA: La próxima vez que la pantalla de su


mente empiece a recordarle sus pecados
pasados, reconozca que esa tentación
viene de Satanás, el acusador, que quiere
desanimarlo. Pregúntese: “¿Qué es lo
que estoy escuchando?” (Acusación.)
“¿Qué estoy sintiendo?” (Culpa.)
“¿Cuáles son los hechos?” (He sido
totalmente perdonado.) Utilice la Biblia
como el estándar para determinar lo que
es verdadero y lo que es falso. Puesto
que usted ha recibido a Jesucristo como
su Salvador personal y puesto que el
Salvador murió para pagar por sus
pecados, decida centrarse en la verdad
de Dios. Busque Romanos 8:1 y
conviértalo en su oración: “Te doy
gracias Padre, que tú no me condenas y
no quieres que yo me condene a mí
mismo. Estos sentimientos de culpa falsa
no son válidos porque he aceptado el
sacrificio de Cristo y he abandonado mis
pecados”.
“Ahora, pues, ninguna condenación hay
para los que están en Cristo Jesús, los que
no andan conforme a la carne, sino
conforme al Espíritu”. (Romanos 8:1)

659
II. CARACTERÍSTICAS Y SÍNTOMAS
En contraste con las acusaciones condenatorias de Satanás, el Espíritu Santo nunca
condena a los verdaderos cristianos. Romanos 8: 1 dice: “Ahora, pues, ninguna
condenación hay para los que están en Cristo Jesús”. Debido a que Dios es un padre
justo, algunas veces permite que usted cargue con las consecuencias de su pecado. Con
esto quiere animarlo a que cambie. (Lea Hebreos 12: 4–11.) Pero al mismo tiempo
pondrá en su corazón el deseo de hacer su voluntad.
“porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena
voluntad”.
(Filipenses 2:13)

A. El enemigo es desenmascarado
Conozca las dos clases de culpa: La primera es una amiga que dice la verdad y lo
dirige con gentileza a arrepentirse y buscar perdón. La otra, es una conspiradora
secreta que lo tienta y lo condena produciéndole deshonra y vergüenza interior. La
culpa falsa aflora cuando usted se culpa a sí mismo aunque no haya hecho nada
malo, o cuando continúa culpándose aun después de haber confesado su pecado y de
haberlo abandonado.
“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda
alrededor aún buscando a quien devorar”.
(1 Pedro 5:8)
Culpa verdadera Culpa falsa

“Pero cuando venga el Espíritu de “…porque ha sido lanzado fuera el


verdad, él os guiará a toda la acusador de nuestros hermanos
verdad”. (Juan 16:13) (Satanás), el que los acusaba delante
de nuestro Dios día y noche”.
(Apocalipsis 12:10)

SE BASA EN HECHOS SE BASA EN SENTIMIENTOS


“Hice mal al llevarme a casa los “Me siento horrible. Y es porque soy
artículos de oficina para mi uso horrible por desear lo que no es mío
personal. A eso se llama robar”. y lo que es peor, por tomarlo. ¿Cómo
pude caer tan bajo, que me llevé a
casa los artículos de la oficina?”

PRODUCE DOLOR POR EL PECADO PRODUCE TEMOR A LAS


“Mi falta de honestidad me hace CONSECUENCIAS
consciente de cuánto me falta para “Debí trabajar el fin de semana para
reflejar el carácter de Cristo. Querido reponer mi tortuguismo. Ahora mi
Dios: Quiero cambiar, estoy muy jefe tal vez me despida. Si hubiera

660
triste de haber avergonzado a mi logrado más, no estaría en esta
Salvador”. situación”. ¿Cómo voy a pagar las
cuentas, qué le diré a mi esposa?

PRODUCE LA CONVICCIÓN DEL PRODUCE LA CONDENA DE SATANÁS


ESPÍRITU SANTO “Soy una persona horrible por estar
“Ahora veo que mi actitud estaba enojado con mi jefe”.
equivocada al suponer que la
empresa me debe lo que tomé”.

RESULTA EN ARREPENTIMIENTO PROVOCA DEPRESIÓN


“Quiero ser íntegro. Restituiré lo que “¡Quizá debo darme por vencido!
tomé de la oficina y pediré a Dios Nunca seré lo que debo ser. No soy
que me dé la fuerza para cambiar mis bueno, y nunca cambiaré, no tengo
hábitos deshonestos”. remedio”.

ACEPTA EL PERDÓN SE SOLAZA EN LA AUTO COMPASIÓN


“Estoy agradecido porque tengo un “Siempre quiero hacer lo mejor, pero
Padre celestial que siempre me no tengo las ventajas de otros. Si
perdona, sin importar lo que haya tuviera mejor empleo, no tendría que
hecho”. robar cosas”.

SE APROPIA DE LA OBRA LOGRA HACER “BUENAS OBRAS”


CONSUMADA POR CRISTO “Cuanto más hago por la iglesia y
“Sólo confiando en Jesucristo para por otros, me siento mejor conmigo
que supla mis necesidades y por su mismo y los demás me respetan
obra redentora en mí, podré ser la más”.
persona que debo ser”.

LLEVA A LA RECONCILIACIÓN CON ALEJA DE DIOS Y DE OTROS


DIOS Y CON OTROS “Dios nunca me amará. Si dejo que
“Sabiendo que Dios siempre me ama otros se me acerquen demasiado y
me permite amar y perdonar a otros”. vean lo que soy, me rechazarán. No
cuento con nadie”.

“y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. (Juan 8:32)


PREGUNTA: “SI SE SUPONE QUE DEBO SENTIRME
CULPABLE CUANDO PECO, ¿POR QUÉ ME
SIENTO BIEN CUANDO ESTOY
PECANDO?”

RESPUESTA: La Biblia no dice que el pecado no


produce placer. El atractivo y la

661
seducción el pecado es que promete
darnos felicidad. Pero la Biblia sí nos
advierte diciendo que aunque hay placer
en el pecado, este placer es temporal.
“¿…Que la alegría de los malos es
breve, y el gozo del impío por un
momento?” (Job 20:5)

B. El enemigo encubierto
Es raro que los enemigos se dejen ver como realmente son hasta que la verdad
empieza a revelar sus características y tendencias sospechosas. Debido a que la
culpa falsa puede sobrevivir toda la vida sin ser notada, pocas personas sospechan
que es la verdadera culpable que sabotea sus relaciones y destruye su intimidad.
Algunas personas, aunque no están conscientes de ello, en la parte más profunda de
su ser actúan con base en ciertas convicciones que ni reconocen ni saben que
existen.
Considere los siguientes comportamientos, que pueden darle la pista para descubrir los
sentimientos de culpa que han quedado sin resolver.

EL SOLITARIO
“Temo que seré rechazado si la gente me conoce como soy”.
EL CRÍTICO
“Me concentro en las faltas de los demás para no verme como soy”.
EL PERFECCIONISTA
“Para poder recibir aprobación y aceptación de los demás, no debo cometer
errores”.
EL ADICTO AL TRABAJO
“Si me mantengo ocupado y soy productivo, evitaré analizar mis verdaderos
sentimientos”.
EL BENEFACTOR
“Dar muchos regalos y hacer cosas por otros es la única manera de mostrar
amor”.
EL TACAÑO
“Nunca gastaré en cosas superfluas como vacaciones, ropa nueva, o buenos
restaurantes”.
EL MÁRTIR
“¿Cómo puedo aceptar un cumplido? Los demás pensarán que soy orgulloso”.
EL PREOCUPÓN
“Evito resolver el pecado verdadero de mi vida preocupándome por cosas

662
menos importantes”.
EL TÉMPANO
“Me parece imposible responder a la intimidad sexual porque dentro de mí creo
que el sexo es sucio”.
EL QUE PIDE DISCULPAS
“Si me disculpo continuamente, la gente no se enojará conmigo”.
EL DEFENSOR
“Mi mejor defensa (o protección) es el ataque”.
EL CONFESOR
“Si acepto la culpa de todo, sutilmente puedo negar la culpa de cualquier cosa”.
EL LEGALISTA
“Con seguridad Dios perdonará todas mis faltas si me entrego a su servicio”.
EL MELANCÓLICO
“En vez de resolver mis sentimientos de culpa, prefiero la depresión”.
A la mayoría de nosotros se nos dificulta reconocer nuestros puntos ciegos o vernos
reflejados en alguna de estas “personalidades”. Pero si realmente quiere conocer la
verdad acerca de usted mismo, enfrente a sus enemigos internos y líbrese de ellos.
Pregunte a sus amigos si ven en usted alguna de estas características. Acalle sus
defensas y permita que Dios le diga la verdad. Su voz es amorosa y amable, y le
dará esperanza y ánimo.

“Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la


verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo
para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”.
(1 Juan 1:8–9)

PREGUNTA: “¿Cómo puedo saber qué pecados


están profundamente arraigados en
mí si ni siquiera conozco la verdad?”

RESPUESTA: Confíe en que Dios conoce las


profundidades de su corazón y se los
revelará si usted busca sinceramente la
verdad.
“Si nos hubiésemos olvidado del nombre
de nuestro Dios, o alzado nuestras
manos a dios ajeno, ¿no demandaría
Dios esto? Porque él conoce los secretos
del corazón. (Salmos 44:20–21)

663
C. El enemigo diagnosticado
Tanto la culpa falsa como la verdadera deben resolverse correctamente Si usted
tiene problemas para reconocer el poder de la culpa subyacente en su
comportamiento personal, considere algunos síntomas físicos que también pueden
ser provocados por la culpa oculta que ha quedado sin resolver.
• Tensión muscular • Ansiedad

• Fatiga constante • Incapacidad de relajarse

• Sobrepeso • Úlceras

• Insomnio • Impotencia sexual

• Dolores de cabeza • Fobias

• Hipertensión • Depresión

“¿Por qué gritas a causa de tu quebrantamiento? Incurable es tu dolor, porque por la


grandeza de tu iniquidad y por tus muchos pecados te he hecho esto”.
(Jeremías 30:15)
PREGUNTA: “¿Cómo puedo saber si mis problemas
de salud son fisiológicos o causados
por mis pecados espirituales?”

RESPUESTA: Sométase a un examen médico


completo. Si el doctor no encuentra una
causa fisiológica, considere la
posibilidad de que sea algo espiritual.
Después sométase a un examen
espiritual. Pregúntese: “¿Hay en mi vida
algún pecado que no he confesado?” Si
es así, resuélvalo y abandónelo.
Recuerde que Dios puede usar la culpa
de su vida —la culpa real—para guiarlo
a la luz de su verdad.
“En la multitud de tus caminos te
cansaste, pero no dijiste: No hay
remedio; hallaste nuevo vigor en tu
mano, por tanto, no te desalentaste”.
(Isaías 57:10)

664
III. CAUSAS DE LA CULPA
Más que cualquiera otra emoción, la culpa puede sujetar su corazón con una fuerza
mortal. Sentimos culpa verdadera cuando nos analizamos frente a un espejo para
descubrir los pecados y fallas enterradas en el pasado de los que daremos cuentas a
Dios. Pero es interesante que a veces nos sentimos culpables cuando no lo somos. Este
sentimientos se llama culpa falsa. Sólo porque usted se siente culpable no significa que
haya desobedecido a Dios o transgredido alguna de sus leyes morales. Las siguientes
preguntas acerca de la culpa provienen de los escuchas de nuestro programa radial y mi
deseo es que las respuestas le ayuden a discernir correctamente la culpa verdadera de la
falsa.
“¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos. Preserva
también a tu siervo de las soberbias; que no se enseñoreen de mí; entonces seré íntegro, y
estaré limpio de gran rebelión”.
Salmos 19:12–13

A. Conciencia de culpa verdadera


La culpa verdadera es valiosa porque Dios la usa para convencernos de cambiar lo
negativo en positivo. La culpa es una incómoda conciencia interna que nos advierte:
“Haz hecho algo malo”. Esta convicción puede venir de dos fuentes, de la
conciencia natural que Dios nos dio, o bien, del Espíritu Santo.
PREGUNTA: “Vi a un amigo robando algo, y al
siguiente día lo reporté. ¿Cómo evitar
sentirme culpable por traicionar a mi
amigo?”

RESPUESTA: Piense en esto: ¿Quién es el verdadero


culpable? Su amigo es el que necesita
sentir la culpa. Reconozca que usted está
sintiendo una culpa falsa. Cualquier
persona débil puede mantenerse callada
después de ver que alguien comete un
robo, pero se requiere de una persona
fuerte —un buen amigo con
conciencia—para señalar la falta.
Aunque usted no pueda verlo ahora, si su
amigo sufre una repercusión dolorosa,
tal vez usted ha librado a su amigo de
seguir el camino equivocado.
“El testigo verdadero libra las almas”.
(Proverbios 14:25)

665
Fuente #1
La conciencia que Dios da a todos para que sepan discernir entre el bien y el mal.
“Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles
desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo
que no tienen excusa”.
(Romanos 1:20)
Conciencia cognoscitiva
Una conciencia entrenada adecuadamente que conoce la voluntad de Dios
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la
buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. (Romanos 12:2)
Una conciencia que nos acusa
Es una conciencia confiable que aprueba lo bueno y condena lo malo.
“mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio
su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos”.
(Romanos 2:15)
Una conciencia purificada
Es la conciencia purificada que sirve a Dios libremente.
“¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se
ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de
obras muertas para que sirváis al Dios vivo?” (Hebreos 9:14)
Una buena conciencia
Es una conciencia confiable que soporta los ataques del enemigo.
“Teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros
como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra
buena conducta en Cristo”. (1 Pedro 3:16)
Conciencia corrompida
Es una conciencia impura que no ha sido entrenada correctamente o que ha sido
alterada por los dictados de las opiniones de la sociedad.
“Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e
incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están
corrompidas”. (Tito 1:15)
Conciencia cauterizada
Es una conciencia marchita que se ha hecho insensible al Espíritu Santo por la
práctica continua del pecado.
“Por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la
conciencia”.
(1 Timoteo 4:2)
PREGUNTA: “¿ QUÉ ES UNA CONCIENCIA
CAUTERIZADA?”

666
RESPUESTA: Es una conciencia muerta, insensible a la
voz del Espíritu Santo, debido a
transgresiones repetidas y voluntarias
contra la voluntad expresa de Dios.
“Profesan conocer a Dios, pero con los
hechos lo niegan, siendo abominables y
rebeldes, reprobados en cuanto a toda
buena obra”.
(Tito 1:16)

FUENTE #2
El Espíritu Santo al que Dios ha puesto en el mundo para convencer de pecado a los
que violan las leyes morales
“Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio”.
(Juan 16:8)
El Espíritu Santo es un regalo de Dios
“Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de
Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”.
(Hechos 2:38)
El Espíritu Santo mora en el corazón del creyente
“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en
vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” (1 Corintios 6:19)
El Espíritu Santo nos comunica el amor de Dios
“Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en
nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”. (Romanos 5:5)
El Espíritu Santo escribe la ley de Dios en nuestros corazones
“Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho:
Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor:
pondré mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré”. (Hebreos
10:15–16)
El Espíritu Santo nos ayuda entender la mente de Dios
“Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del
hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el
Espíritu de Dios”. (1 Corintios 2:11)
El Espíritu Santo nos enseñará y recordará todas las cosas
“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre,
él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho”.
(Juan 14:26)
El Espíritu Santo confirma nuestra conciencia

667
“Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el
Espíritu Santo”. (Romanos 9:1)
El Espíritu Santo trae convicción a nuestro corazón
“Pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino
también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis
cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros”. (1 Tesalonicenses 1:5)
El Espíritu Santo ¡nos llena de esperanza!
“Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que
abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo”. (Romanos 15:13)
El Espíritu Santo nos da poder para obedecer a Dios
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y
me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de
la tierra”. (Hechos 1:8)
PREGUNTA: “¿QUÉ SUCEDE CUANDO DESOBEDEZCO
LA EXHORTACIÓN DEL ESPÍRITU
SANTO?”

RESPUESTA: Desobedecer la amonestación del


Espíritu Santo equivale a rechazar al
mismo Espíritu. Y rechazar al Espíritu
Santo es rechazar a Dios.
“Así que, el que desecha esto, no
desecha a hombre, sino a Dios, que
también nos dio su Espíritu Santo”. (1
Tesalonicenses 4:8)

B. Desarrollo de la culpa falsa


El principio de la culpa falsa se remonta hasta la primera infancia. Si usted escuchó
mensajes repetidos que le decían que usted era malo, o malicioso, su corazón
empezó a murmurarle: “¡Qué vergüenza!” entonces sus sentimientos lo llevaron a
creer que…
“El amor se basa en mi comportamiento”
“Mi comportamiento no se ajusta a las expectativas de los demás”.
“Estoy en peligro de ser rechazado y abandonado”.
Cuando crecemos escuchando esa voz interior que nos dice “¡qué vergüenza!”
tendemos a establecer actitudes internas negativas en cuanto nosotros. Sin ser
conscientes de ello, desarrollamos patrones enfermizos para relacionarnos con los
demás que permanecen con nosotros hasta la edad adulta. A medida que esos patrones
se desarrollan, la culpa verdadera por alguna acción que cometimos y que lastimó a otra
persona (dolor verdadero por haber pecado) de inmediato se convierte en culpa falsa
(temor a ser rechazado por otros).

668
“…me avergoncé y me confundí, porque llevé la afrenta de mi juventud”.
(Jeremías 31:19)

Fuente #1
El esfuerzo personal
Dios nos ha dado tres necesidades internas básicas, las cuales él utiliza para
guiarnos a la convicción de que en última instancia, él es el único que puede llenar
todas nuestras necesidades. Todos nosotros salimos de la infancia con diferentes
defectos, pero cuando el corazón está controlado sin misericordia por la vergüenza,
llenamos continuamente esas necesidades íntimas dadas por Dios con nuestro
esfuerzo personal.
• La necesidad de amor se llena complaciendo otros.
• La necesidad de sentirnos importantes la obtenemos con un
comportamiento perfecto.
• La necesidad de seguridad se obtiene dependiendo emocionalmente de
otros.
“Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios?
¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería
siervo de Cristo”. (Gálatas 1:10)

Fuente #2
Desarrollo de creencias erróneas
La raíz de la culpa falsa está en los sentimientos inexactos que han tomado el
control de nuestros procesos de pensamiento. Esos patrones de pensamiento y en
última instancia nuestro sistema principal de convicciones, dañan nuestro concepto
de Dios y oscurecen nuestra necesidad de un Salvador.
“… no levantaré mi cabeza, estando hastiado de deshonra, y de verme afligido”. (Job
10:15)
CREENCIA FALSA: No siento que Dios me ame, y la única
forma en que puedo sentir que valgo
algo es saber que soy amado, aceptado y
admirado por otra persona”.

CREENCIA CORRECTA: “La única forma de recibir el amor pleno


de Dios es reconociendo mis
necesidades íntimas y buscando en él el
amor, la aceptación, y el significado de
la vida”.
“Pues la Escritura dice: Todo aquel que
en él creyere, no será avergonzado”.
(Romanos 10:11)

669
IV. PASOS PARA ENCONTRAR LA SOLUCIÓN
El quebrantamiento espiritual no destruye nuestro valor, sino que lo aumenta. Un
caballo salvaje sin domar no tiene ningún valor real. El caballo domado se hace más y
más valioso a
medida que es entrenado y aprende a obedecer aun el toque más leve de las riendas.
Dios se agrada de un corazón contrito por el pecado y una voluntad quebrantada y
sometida al Salvador.
“Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no
despreciarás tú, oh Dios”.
(Salmos 51:17)

A. VERSÍCULO CLAVE para memorizar


“Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú
perdonaste la maldad de mi pecado.
(Salmos 32:5)

B. Pasaje clave para leer y meditar


Hebreos 10:1–23

Cristo,
“LA OFRENDA POR LA CULPA”
Los sacrificios que se hacían en el Antiguo Testamento sólo fueron un tipo del perfecto sacrificio
que estaba por venir (vv. 1–4).
La muerte de Cristo fue el sacrificio más perfecto y completo que reemplazó las formas antiguas y
estableció un nuevo orden de obediencia a la voluntad de Dios. (vv. 5–18)
Sólo identificándonos con Cristo y con su muerte y resurrección, podemos estar delante de Dios
confiadamente, purificados y lavados de la culpa de todos nuestros pecados. (vv. 19–23)

C. Responda a la voz del Espíritu Santo


PREGUNTA: “¿Cómo puedo saber si la voz interior
que escucho es la convicción de pecado
amorosa de Dios o las acusaciones
falsas de Satanás?”

RESPUESTA: Esté dispuesto analizar las motivaciones


del comportamiento que produjo la
culpa, y después aprenda a reconocer lo
que verdaderamente viene del Espíritu
Santo.

670
“Entonces tus oídos oirán a tus espaldas
palabra que diga: Este es el camino,
andad por él; y no echéis a la mano
derecha, ni tampoco torzáis a la mano
izquierda”. (Isaías 30:21)

La voz de la CULPA VERDADERA nos habla con convicción, recordándonos que


en verdad, todos somos culpables de haber pecado.
“¿Se siente fracasado y que no vale tanto como otros?”
La voz de la CULPA VERDADERA se centra en desarrollar su carácter interno.
“¿Se preocupa de cómo lo ven los demás?”
La voz de la CULPA VERDADERA le comunica el amor y ánimo de Dios.
“¿Se siente humillado y avergonzado cuando hace algo mal?”
La voz de la CULPA VERDADERA no se justifica sí misma.
“¿Siente que no tiene usted remedio… o que es una víctima de su pasado?”
La voz de la CULPA VERDADERA nos permite fallar.
“¿Siente que nunca triunfará debido a sus repetidos fracasos?”
La voz de la CULPA VERDADERA hace que salgan a la superficie los verdaderos
sentimientos.
“¿Siente que nunca debe enojarse?”
La voz de la CULPA VERDADERA le muestra con amor sus sentimientos por
otros.
“¿Es usted insensible al dolor de los demás?”
La voz de la CULPA VERDADERA va acompañada del deseo de cambiar.
“¿Cree que no hay esperanzas?”
La voz de la CULPA VERDADERA eleva su espíritu y le da gozo cuando tiene
comunión con Dios.
“¿Casi nunca dedica tiempo para escuchar la voz de Dios?”
La voz de la CULPA VERDADERA es optimista en cuanto al futuro.
“¿Cree que algo malo le va suceder en el futuro?”
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos
de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”.
(Jeremías 29:11)

D. Reconozca la voz de su enemigo


La Biblia dice que a Satanás le gusta disfrazarse como vocero de Dios. Él acusa y
condena a los que tienen una conciencia sensible, y utiliza la culpa falsa como su
arma más poderosa. Tenazmente, Satanás incrimina a los cristianos consagrados,

671
utilizando la culpa y el temor para infligirles un desánimo espiritual muy severo.
Aprenda a reconocer las mentiras de Satanás. A menudo, él se comunica con
nosotros utilizando sutilmente los “deberías”.
“Deberías ser más listo y eficiente”.
“Deberías superar esa pérdida con más rapidez”.
“Deberías ser más cuidadoso y concienzudo”.
“Deberías hacer más por los pobres que te rodean”.
“Deberías soportar las pruebas y el dolor con más dignidad”.
“Deberías evitar mostrar todo enojo y desilusión”.
“Deberías impedir que se conocieran tus verdaderos sentimientos”.
“No deberías llorar o mostrar debilidad”.
“Nunca debes decir que no al pastor”.
“Deberías ser el amigo, cónyuge, padre o empleado perfecto”.
“…porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba
delante de nuestro Dios día y noche”.
(Apocalipsis 12:10)

E. Decida perdonarse a sí mismo


Aunque algunos pecados producen peores consecuencias que otros, desde la
perspectiva de Dios, el pecado siempre es pecado. Su perdón cubre todos ellos, pero
algunos nos ponemos por encima del Señor y no estamos dispuestos a perdonarnos
a nosotros mismos. En ningún lugar de la Biblia dice que Dios perdona todos
nuestros pecados sin excepción. Si usted decide endurecer su corazón para no
perdonar, tendrá que luchar con:
• Incertidumbre en cuanto a qué posición tiene delante de Dios
• Un comportamiento compulsivo indeseable
• Falsa humildad, no espiritual
• Auto negación exagerada
• Desconocimiento de las prioridades de Dios para usted
• Subestimar su utilidad en la obra de Dios
“Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios”.
(1 Juan 3:21)
Muchos cristianos que saben que Dios los ha perdonado todavía se sienten
abrumados con su auto condenación. Esos corazones atormentados deben
reprender las mentiras de Satanás y decirle: “¡Yo estoy cubierto con la sangre de
Cristo!”
“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque
muchos falsos profetas han salido por el mundo”.
(1 Juan 4:1)
Si está usted luchando con la auto condenación, memorice los siguientes pasajes
de la Biblia:

672
El Espíritu de Dios puede triunfar donde usted ha fallado
1 Juan 1:9 “Si confesamos nuestros
pecados, él es fiel y justo para
perdonar nuestros pecados, y
limpiarnos de toda maldad”.

Hebreos 8:12 “Porque seré propicio a sus


injusticias, y nunca más me
acordaré de sus pecados y de sus
iniquidades”.

Isaías 1:18 “Venid luego, dice Jehová, y


estemos a cuenta: si vuestros
pecados fueren como la grana,
como la nieve serán
emblanquecidos; si fueren rojos
como el carmesí, vendrán a ser
como blanca lana.

Romanos 8:1 “Ahora, pues, ninguna


condenación hay para los que
están en Cristo Jesús, los que no
andan conforme a la carne, sino
conforme al Espíritu”.

1 Juan 1:7 “pero si andamos en luz, como él


está en luz, tenemos comunión
unos con otros, y la sangre de
Jesucristo su Hijo nos limpia de
todo pecado”.

Romanos 5:1 “Justificados, pues, por la fe,


tenemos paz para con Dios por
medio de nuestro Señor
Jesucristo”.

Romanos 8:33–34 “¿Quién acusará a los escogidos


de Dios? Dios es el que justifica.
¿Quién es el que condenará?
Cristo es el que murió; más aun,
el que también resucitó, el que
además está a la diestra de Dios,
el que también intercede por
nosotros”.

Mateo 6:14–15 “Porque si perdonáis a los

673
hombres sus ofensas, os
perdonará también a vosotros
vuestro Padre celestial; mas si
no perdonáis a los hombres sus
ofensas, tampoco vuestro Padre
os perdonará vuestras ofensas”.

Filipenses 3:13–14 “Hermanos, yo mismo no


pretendo haberlo ya alcanzado;
pero una cosa hago: olvidando
ciertamente lo que queda atrás, y
extendiéndome a lo que está
delante, prosigo a la meta, al
premio del supremo llamamiento
de Dios en Cristo Jesús”.

F. Compañerismo con su amigo


¿Recuerda que cuando era niño alguna vez se cayó y se raspó la rodilla? ¿Corrió
con su mamá para que ella lo cargara y besara hasta que desaparecía el dolor? En
forma milagrosa, siempre lo lograba. Usted volvía a sentirse bien y corría a jugar
nuevamente. Lo mismo se aplica cuando usted lleva a Dios su vida lastimada y rota.
¡Él lo perdona y olvida! ¡Siempre funciona! Y cuando confiamos en él… ¡él nos
quita la culpabilidad!
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no
andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”.
(Romanos 8:1)

El Perdón
“Al ver él la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados”.
(Lucas 5:20)

E Encuentre la fuente verdadera de su culpa.


• Examine por qué se siente culpable.
• Decida si su culpa es falsa o verdadera.
• Use la Biblia como el único estándar para determinar su culpa verdadera.
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para
redargüir, para corregir, para instruir en justicia”. (2 Timoteo 3:16)

L Localice cuál es la verdad cuando lo ataque Satanás


• Aprenda a discernir la diferencia entre la voz del Espíritu Santo y la de
Satanás.

674
• Responda a Satanás usando las verdades de la Biblia.
• Repita en voz alta una oración para recibir el perdón de Dios.
“Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda
lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los
siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová”. (Isaías
54:17)

P Pase tiempo renovando su mente


• Memorice los pasajes que hablan del perdón de Dios
• Recuerde que en Cristo es “una nueva criatura”.
• Reconozca que ante Dios usted es un hijo valioso
“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo
hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y
renovaos en el espíritu de vuestra mente”. (Efesios 4:22–23)

E Entienda que Dios cumple lo que dice


• Déle gracias a Dios por la dádiva de su Hijo que pagó para que usted
recibiera el perdón.
• Déle gracias a Dios por su perdón eterno, aunque no lo sienta.
• Decida creer lo que Dios dice
“en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados
según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con
nosotros en toda sabiduría e inteligencia”. (Efesios 1:7–8)

R Reconozca la responsabilidad de su pecado


• Acepte delante de Dios que usted es culpable de haber pecado
• Descubra sus patrones personales de conducta que le hacen pecar
• Restituya a quienes haya usted afectado con su pecado
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar
nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. (1 Juan 1:9)

D Deje de vivir en el pasado


• Deje de aferrarse al dolor pasado
• Deje de condenarse a sí mismo
• No se siga negando a perdonar a otros
“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las
cosas antiguas”.
(Isaías 43:18)

O Observe que Dios alinea sus sentimientos con los hechos cuando usted
obedece
• Reconozca que Dios siempre nos da una segunda oportunidad
• Acepte que sus sentimientos no van a cambiar de la noche a la mañana

675
• Aprenda que los sentimientos siempre siguen a los pensamientos.
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive
Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del
Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”.
(Gálatas 2:20)

N No trate de vivir sin Cristo


• Entienda que no puede vivir la vida cristiana con su esfuerzo personal.
• Permita que Cristo lo transforme y viva su carácter a través de usted.
• Siga nutriéndose con la presencia del Espíritu Santo por medio de la
oración y el estudio de la Biblia.
“porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la
voluntad de Dios, obtengáis la promesa”. (Hebreos 10:36)
“Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.
Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay
engaño”.
(Salmos 32:1–2)

Oración Personal
“Amantísimo Padre celestial, ayúdame a hacer a un lado mis sentimientos
de auto condenación y culpa falsa.
Por favor, dame discernimiento para saber cuándo estoy reaccionando a las
mentiras de Satanás en vez de descansar en las verdades de tu palabra.
También te pido que me permitas ser sensible A la voz de tu Espíritu Santo
cuando me convenza de pecado Y sea sensible a las necesidades de otros.
Gracias, Padre.
Acepto tu amor completo y tu perdón eterno.
En el nombre de tu maravilloso Hijo lo pido todo.
Amén

¿REGLAS O RELACIONES?
¿Vive usted con una lista maestra de cosas prohibidas en su mente? ¿Qué incluye
esa lista? Muchos tenemos una percepción falsa de Dios. Lo vemos como un Dios
de ira que espera castigarnos cuando nos salimos del buen camino ¡o
transgredimos las reglas! Si consideramos a Dios como el “gran castigador,
nuestra relación con él se hace temerosa o culpable en vez de ser una relación de
amor y confianza. Si su fe aumenta su culpabilidad en vez de reducirla, entonces
lo que tiene es una relación legalista con Dios. Cuanto más usted conozca el
verdadero carácter de Dios, menos culpabilidad experimentará en relación con su
propio pecado. El amor, la gracia, la misericordia y el perdón son algunas
características de Dios. Él nos limpia de toda nuestra culpabilidad a través de la

676
sangre de nuestro Señor Jesucristo.
“Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son
cubiertos.
Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado”.
(Romanos 4:7–8)

CULPA FALSA RELACIONADA CON LAS REGLAS


Me siento culpable cuando:
No aprovecho las oportunidades de testificar
Paso mucho tiempo en la computadora
No puedo dejar un mal hábito
Vienen a mi mente imágenes sexuales
Gasto dinero en cosas personales
Pierdo el control y me enojo
Me dedico a recordar mis errores pasados
Quiero hacer las cosas a mi modo en vez de hacerlas como Dios quiere
Pido permisos innecesarios en el trabajo
Me niego a colaborar cuando me piden hacer algo en la iglesia
“Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira”.
(Romanos 5:9)
Este material ha sido adaptado de Good Guilt, Bad Guilt:And What to Do with Each, “Culpa
buena, culpa mala: Qué hacer con cada una” de Becca Cowan Johnson. InterVarsity Press, 1996,
págs. 68–75.

Las porciones son tomadas de la versión Reina-Valera 1960 Copyright © 1960 Sociedades Bíblicas
en
América Latina; Copyright © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Usado con permiso.
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Traducción: Elizabeth Cantú de Márquez
Todos los derechos reservados. Este material no puede reproducirse
en ninguna forma sin la autorización de
Hope For The Heart/Esperanza Para El Corazón

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BIBLIOGRAFÍA

Adams, Jay Edward. The Christian Counselor’s Manual. Grand Rapids: Baker, 1973.
Collins, Gary R. Christian Counseling: A Comprehensive Guide. Rev. ed. Dallas: Word,
1988.
Curtis, Brent. Guilt. Institute for Biblical Counseling Discussion Guide, ed. Tom Varney.
Colorado Springs, Col.: NavPress, 1992.
Hansel, Tim. When I Relax I Feel Guilty. Elgin, Ill.: David C. Cook, 1979.
Jeffress, Robert. Guilt-Free Living: How to Know When You’ve Done Enough. Wheaton,
Ill.: Tyndale House, 1995.
Johnson, Becca Cowan. Good Guilt, Bad Guilt: And What to Do with Each. Downers
Grove, Ill.: InterVarsity, 1996.
Lutzer, Erwin W. How to Say No to a Stubborn Habit, Even When You Feel Like Saying
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McGee, Robert S. The Search for Significance: Book & Workbook. 2d ed. Houston, Tex.:
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Narramore, Bruce, and Bill Counts. Freedom from Guilt. Irvine, Calif.: Harvest House,
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Parrott, Les, III. Love’s Unseen Enemy: How to Overcome Guilt to Build Healthy
Relationships. Grand Rapids: Zondervan, 1994.
Pentecost, J. Dwight. Man’s Problems—God’s Answers. Chicago: Moody Press, 1971.
Richards, Larry. Expository Dictionary of Bible Words. Regency Reference Library. Grand
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Splinter, John P. The Complete Divorce Recovery Handbook. 2d ed. Grand Rapids:
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Stanley, Charles F. Forgiveness. Nashville: Oliver-Nelson, 1987.
Strong, James. Strong’s Exhaustive Concordance of the Bible. Nashville: Abingdon, 1986.

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“Consultes hoy la palabra de Jahová”


1 Reyes 22:5

La soledad
Cómo estar solo sin sentir soledad
por June Hunt

Después de recoger los listones y papel de envoltura navideña arrugado, la joven


madre sacó la basura al callejón trasero. La mañana de aquella Navidad
transcurría como de costumbre, cuando se vio interrumpida por los gritos de sus
tres pequeños hijos que decían, “¡Apúrate mamá, debemos estar en casa de papá
a las diez en punto!” Cuando escucharon la bocina del automóvil, los tres
salieron corriendo y se repitió una vez más la escena de los regalos, ahora con su
padre, su nueva esposa y sus dos hijos. Se quedarían con él todo el día y después
saldrían de vacaciones. A solas en la casa y con un vacío en el corazón, se sintió
desolada. Se sentó frente al fuego y dejó que sus lágrimas corrieran libremente.
Inundada por un sentimiento de profunda soledad, clamó a Dios:
“Oye mi oración, oh Jehová, y escucha mi clamor. No calles ante mis lágrimas”.
(Salmos 39:12)

I. DEFINICIONES
Es interesante que la palabra solo aparece 118 veces en las Escrituras, pero en pocas
ocasiones es sinónimo de la palabra soledad. De hecho, “el sustantivo ‘soledad’ no
adquirió su significado actual sino hasta el presente siglo y no apareció en ningún
diccionario importante hasta después de la Segunda Guerra Mundial. En otras palabras,
sólo recientemente se ha definido a la soledad como un estado mental”. No se requiere
estar mucho tiempo en la escuela de la vida para aprender que uno puede experimentar
soledad aún estando rodeados de una multitud. Pero, estar a solas es muy diferente. Si
lo vemos de manera apropiada, estar a solas puede ser una puerta para llegar a Dios.
Jesús marcó una diferencia entre los dos conceptos cuando dijo:
“He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y
me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo”.
(Juan 16:32)

2238
A. ¿Qué es la soledad?
• En el Antiguo Testamento la palabra hebrea que más se utiliza para “solitario”
es shamem, que significa “desolado”.
• En el Nuevo Testamento la palabra griega eremos significa “lugares desiertos”.
• La soledad es el estado emocional de tristeza causado por sentirse solo, aislado o
alejado de los demás.
• Una persona puede sentir la falta de cercanía con otros aún cuando estén en su
presencia.
• David exclamó al Señor en tiempo de soledad:
“Mírame, y ten misericordia de mí, porque estoy solo y afligido”.
(Salmos 25:16)

B. ¿Qué significa estar solo?


• En el Antiguo Testamento, la palabra hebrea que se traduce solo es badad, que
significa “estar con uno mismo”.
• En el Nuevo Testamento, la palabra griega monos denota “sin compañía, solo,
solitario”.
• Estar solo es la condición de estar sin compañía, separado de otros.
• Con frecuencia, Jesús buscó estar a solas. Se apartaba de los demás para poder
tener comunión con el Padre.
“Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí
solo”.
(Mateo 14:23)

C. ¿Cuál es la diferencia entre estar a solas y sentir soledad?


• La soledad se refiere al estado emocional (por sentirse rechazado y desolado).
• Estar a solas se refiere al estado físico (el estado de estar separado de los
demás).
• La soledad generalmente es una experiencia negativa (que va acompañada de un
sentimiento de desesperanza).
• Estar a solas puede ser una experiencia positiva (convirtiéndola en un momento
de creatividad y comunión con el Señor).

D. Ejemplos bíblicos de soledad


DAVID EXPERIMENTÓ SOLEDAD POR EL RECHAZO.
“Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer;
No tengo refugio, ni hay quien cuide de mi vida”.
(Salmos 142:4)

2239
JOB EXPERIMENTÓ SOLEDAD POR SUS AMIGOS DESLEALES.
“El atribulado es consolado por su compañero; aun aquel que abandona el temor del
Omnipotente. Pero mis hermanos me traicionaron como un torrente; pasan como
corrientes impetuosas”.
(Job 6:14–15)

ELÍAS EXPERIMENTÓ SOLEDAD PORQUE TEMIÓ LA IRA DE DIOS.


“Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que
está en Judá, y dejó allí a su criado. Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se
sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida,
pues no soy yo mejor que mis padres”.
(1 Reyes 19:3–4)

E. Ejemplos bíblicos de estar solo


PABLO ESTUVO SOLO CUANDO SUS AMIGOS LO ABANDONARON.
“En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les
sea tomado en cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí
fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca
del león”.
(2 Timoteo 4:16–17)

JOB ESTUVO SOLO CUANDO LO SEPARARON DE SU FAMILIA Y AMIGOS.


“Hizo alejar de mí a mis hermanos,
Y mis conocidos como extraños se apartaron de mí”.
(Job 19:13)

JONÁS ESTUVO SOLO CUANDO HUYÓ DE DIOS.


“y dijo: Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; desde el seno del Seol clamé, y mi
voz oíste. Me echaste a lo profundo, en medio de los mares, y me rodeó la corriente; todas
tus ondas y tus olas pasaron sobre mí. Entonces dije: Desechado soy de delante de tus
ojos; mas aún veré tu santo templo. Las aguas me rodearon hasta el alma, rodeóme el
abismo; el alga se enredó a mi cabeza. Descendí a los cimientos de los montes; la tierra
echó sus cerrojos sobre mí para siempre; mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová
Dios mío”. (Jonás 2:2–6)

JACOB ESTUVO SOLO CUANDO LUCHÓ CON DIOS.


“Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba”. (Génesis
32:24)

F. ¿Quiénes experimentan soledad?


Cualquier persona en cualquier situación puede experimentar la soledad. Fuimos

2240
creados para tener una relación con Dios y los demás. Por tanto, nos hacemos
vulnerables especialmente cuando enfrentamos el rechazo o una pérdida
significativa. Nadie está exento de experimentar los sentimientos de soledad. Sin
embargo, Dios permite que esos sentimientos lleguen a nuestras vidas para que él se
manifieste a nosotros. Desea que dirijamos nuestro corazón hacia él.
Experimentamos soledad como resultado de…
• muerte del cónyuge
• la muerte de un miembro de la familia
• una enfermedad incurable
• la soltería
• la vejez
• desempleo
• un cambio significativo
• divorcio
• separación
• alguna discapacidad
• la adolescencia
• ingresar a la universidad
• nido vacío
• el fracaso
“Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi esperanza”. (Salmos 62:5)

II. CARACTERÍSTICAS Y SÍNTOMAS DE LA SOLEDAD


La soledad se puede describir más fácilmente de lo que se puede definir. Es una
sensación de vacío en el fondo del vientre que experimentamos cuando alguien a quien
amamos nos abandona o cuando creemos que no le importamos a nadie. Nos sentimos
rechazados y pensamos que nadie nos necesita. Estamos completamente solos a pesar
de estar rodeados de una multitud. Puede ser que experimentemos soledad y nos
sintamos aislados en medio de una muchedumbre. Comenzamos a sentir que no
tenemos nada ni nadie por quién vivir. Nuestro ser interior desfallece y comenzamos a
debilitarnos. Perdemos toda esperanza. La soledad levanta un muro a nuestro alrededor
sin importar cuán libres seamos. El salmo 31:9–12 describe la forma en que David
buscaba el rostro del Señor en medio de su soledad profunda.
“Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy en angustia; se han consumido de
tristeza mis ojos, mi alma también y mi cuerpo. Porque mi vida se va gastando de dolor, y
mis años de suspirar; se agotan mis fuerzas a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han
consumido. De todos mis enemigos soy objeto de oprobio, y de mis vecinos mucho más, y el
horror de mis conocidos; los que me ven fuera huyen de mí. He sido olvidado de su
corazón como un muerto; he venido a ser como un vaso quebrado”. (Salmos 31:9–12)

2241
SÍNTOMAS FÍSICOS
Dolor de cabeza
Problemas gastrointestinales
Hipertensión
Irregularidad en los hábitos del sueño
Hábitos alimenticios irregulares

III. CAUSAS DE LA SOLEDAD


Soledad… Esta palabra comunica dolor, trayendo a la mente recuerdos tristes del
pasado. ¿Se burlaban de usted cuando era pequeño o fue el único que no consiguió que
una chica lo acompañara al baile de graduación? Quizá su mejor amigo se mudó de
ciudad o su padre abandonó el hogar cuando era joven. Todas las personas batallan con
sentimientos de soledad. Nadie está exento de sufrir separaciones, muertes, duelo,
aislamiento y tampoco estamos exentos de la necesidad que tenemos de relacionarnos
con los demás. “Fuimos creados para vivir en compañerismo los unos con los otros y
con Dios. La historia de Adán y Eva nos indica que eran compañeros y tenían una
relación entre sí, con la creación y con su Creador… Pablo escribió: ‘Ninguno de
nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí’. En vida o muerte, anhelamos el
compañerismo humano”.
“Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí”. (Romanos 14:7)

A. Causas circunstanciales

“¿Cuándo es más probable que experimentemos la soledad?”


Con frecuencia, la soledad ocurre cuando enfrentamos un cambio grande en
nuestra vida. No queremos perder el apoyo y consuelo de nuestros seres
queridos o la seguridad de lo conocido.
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan
lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?” (Salmos 22:1)

CAMBIO
Circunstancial (soltería, divorcio, muerte de un ser querido, nido vacío, desempleo)
Actividades especiales (expectativas no cumplidas, no estar en compañía de la
familia y amigos, pérdida del cónyuge)
Melancolía (impedimento físico, enfermedad incurable o crónica, vejez)
Búsqueda de otras alternativas (temor a la intimidad, huir de la realidad a través
del trabajo)
Ingenuidad (ser expuesto a cosas que otra persona ya experimentó)
Ostracismo (ausencia de cercanía, sentir rechazo o rechazar a los demás, falta de
la rutina cotidiana)

2242
B. Causas espirituales

“¿Por qué parece como si Dios estuviera distante cuando experimento


soledad?”
Es normal experimentar una profunda soledad cuando pasa por una pérdida o
cambio en su estilo de vida. Sin embargo, si caemos en la auto compasión y nos
enojamos contra Dios por las circunstancias, comenzamos a sentirnos lejos de él
y no podemos recibir su consuelo amoroso.
“Mírame, y ten misericordia de mí, porque estoy solo y afligido”. (Salmos
25:16)
“Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir,
fruto de labios que confiesan su nombre”.
(Hebreos 13:5
Auto-estima falta de aceptación de que Dios le ha dado
un valor personal

Independencia pretender huir del dolor que provoca la


soledad con sus propias fuerzas en lugar de
buscar a Dios

Rechazo fracaso en cultivar su relación con Dios y


con otros

C. La raíz del problema


Su deseo de pertenecer a alguien o a un grupo es natural, pues Dios ha puesto en
cada uno de nosotros la necesidad básica de relacionarnos con él y con otros. No
intente mitigar el dolor de la soledad buscando sustitutos para llenar su vacío. En
lugar de centrarse en su necesidad personal, vuelva a enfocarse en su relación con
Cristo.
“Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi esperanza. El solamente es mi
roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré”.
(Salmos 62:5–6)
CREENCIA EQUIVOCADA:
“Debo gozar de la aceptación y amor de los demás para sentir que valgo y para
satisfacer mi necesidad de pertenencia”.
“Has alejado de mí mis conocidos; me has puesto por abominación a ellos;
encerrado estoy, y no puedo salir”. (Salmos 88:8)
CREENCIA CORRECTA:
Deseo tener relaciones significativas con los demás. A medida que desarrollo
una cercanía genuina con el Señor, recordaré que nunca estoy solo. Solamente
entonces, podré entablar relaciones saludables con los demás, sin importar su
reacción hacia mí.
2243
“¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a
los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.
Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará
tu mano, y me asirá tu diestra”. (Salmos 139:7–10)

IV. PASOS PARA ENCONTRAR LA SOLUCIÓN


Su jardín siempre había sido el más hermoso del vecindario; siempre verde y bien
cuidado. Uno se daba cuenta que ese hombre se mantenía activo y sus hijos se divertían,
pues tenía autos, lanchas, carritos de golf y remolques que entraban y salían de su
cochera. Normalmente, su esposa también estaba afuera, trabajando en el jardín o
cuidando a sus nietos mientras jugaban en el columpio que colgaba del viejo cedro.
Ahora, sólo se ve una camioneta pick up estacionada en la entrada de la casa. Se la pasa
sentado en su sillón favorito sintonizando el televisor día tras día para olvidar su
soledad. Sólo el tiempo pudo cambiar su vida. El viejo roble ya no está, y su esposa
tampoco, ¡la muerte lo ha dejado solo!
“Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él”.
(Génesis 2:18)

A. VERSÍCULO CLAVE para memorizar


“¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los
cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás”.
(Salmos 139:7–8)

B. PASAJE CLAVE para leer y meditar


“Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te
anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas, para ver tu poder y tu gloria, así como
te he mirado en el santuario. Porque mejor es tu misericordia que la vida; mis labios te
alabarán. Así te bendeciré en mi vida; en tu nombre alzaré mis manos. Como de meollo y
de grosura será saciada mi alma, y con labios de júbilo te alabará mi boca, Cuando me
acuerde de ti en mi lecho, cuando medite en ti en las vigilias de la noche. Porque has
sido mi socorro, y así en la sombra de tus alas me regocijaré. Está mi alma apegada a ti;
tu diestra me ha sostenido”.
(Salmos 63:1–8)

C. Preguntas y respuestas
Aunque usted ande con el Señor como su compañero fiel, habrá momentos de
soledad. Las respuestas a las siguientes preguntas le ayudarán cuando experimente
la soledad.
PREGUNTA:
“Mi vida está llena de actividades. ¿Por qué me siento solo a veces?”

2244
RESPUESTA:
La actividad no es una cura para la soledad. Involucrarse en diferentes
actividades puede ser un intento de ignorar el deseo que existe en nuestro
corazón de buscar a Dios.
“Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi esperanza. El
solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré”. (Salmos
62:5–6)
PREGUNTA:
“¿Cómo puedo manejar la culpa por sentirme solo aunque sé que tengo a Cristo
en mi corazón?”
RESPUESTA:
No es pecado experimentar el dolor de la soledad. Fuimos hechos para tener
relaciones significativas con Dios y con los demás. Cuando experimentamos una
pérdida importante, hay un gran dolor. Jesús mismo sintió dolor cuando su
amigo Lázaro murió. No es malo derramar lágrimas, Dios nos las dio.
“Jesús lloró”. (Juan 11:35)
PREGUNTA:
“Mi cónyuge se ha ido. ¿Qué fechas serán las más difíciles de soportar?”
RESPUESTA:
Los momentos emocionales más difíciles serán las fiestas, los cumpleaños y
aniversarios. Dése tiempo para llorar. Dolerse por la muerte de un ser querido es
parte saludable y natural de la vida.
“Tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar”
(Eclesiastés 3:4)
PREGUNTA:
“¿Cómo puedo sobreponerme a los momentos más difíciles?”
RESPUESTA:
Haga planes para estar con otras personas durante los días especiales que le
traen recuerdos.
• Busque la compañía de familiares y amigos.
• Ayude a alguien que esté en necesidad.
“Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si
cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando
cayere, no habrá segundo que lo levante”. (Eclesiastés 4:9–10)
PREGUNTA:
“¿Dura para siempre la soledad?”
RESPUESTA:
No. Un día, cuando estemos con el Señor, no habrá más soledad, ni muerte, ni
lamentos, ni lágrimas.

2245
“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni
habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”.
(Apocalipsis 21:4)

D. Conviértase en un constructor de puentes


Dios no nos ha creado para vivir aislados, sino para tener compañerismo con otros.
Si construye su relación con Dios, también estará construyendo puentes hacia los
demás.
“Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí”.
(Romanos 14:7)

Despójese de la amargura.
• Extienda a otros al misma gracia que Dios ha extendido a usted.
• Ore por sus enemigos y por aquellos que lo han lastimado.
• Concéntrese en las bendiciones de su vida.
• Confíe en Dios para tomar sus decisiones. Él es soberano.
• Permita que Dios sane sus heridas y desilusiones.
“Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que
brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean
contaminados”
(Hebreos 12:15)

Entienda el dolor de los demás.


• Imagine cómo se sentiría si estuviera en la misma situación.
• Busque maneras prácticas de ayudar.
• No juzgue a los demás.
• Recuerde que es por la gracia de Dios que usted no se encuentra en la misma
situación.
• Escuche a la persona con interés.
“Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de
que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones noche y día”. (2 Timoteo 1:3)

Inicie un plan de visitas (telefonemas, invitaciones).


• Escriba cartas a sus amigos y familiares que se encuentran en otras ciudades.
• Invite personas a comer o cenar.
• Invite personas a su casa.
• Ofrezca su hogar para tener reuniones y encuentros sociales.
• Únase al comité de bienvenida de su iglesia.
• Tenga la iniciativa de llamar a las personas para preguntarles cómo están.
“Dijo también al que le había convidado: Cuando hagas comida o cena, no
llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no
sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar, y seas recompensado. Mas cuando
hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; y serás

2246
bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será
recompensado en la resurrección de los justos”.
(Lucas 14:12–14)

Busque maneras de expresar su amor a los demás.


• Ofrezca ayuda al que está en necesidad (hacer las compras del mercado,
preparar comida, llevar a los vecinos en su auto, etc.)
• Envíe una tarjeta o nota de ánimo a alguien.
• Ayude a alguien a terminar una tarea.
• Regale un detalle (flores, galletas, separador de libros, etc.) que comunique
el amor de Dios
• Realice actos de bondad sin esperar nada a cambio.
“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos”.
(Juan 15:13)

No exija que los demás cambien.


• Sea flexible.
• Dé a otros la oportunidad de crecer. Ore por ellos.
• Desarrolle un corazón que reparta amor y aceptación a los demás.
• Intente hacer la paz con otros tanto como le sea posible.
• No demande perfección de usted ni de los demás.
“Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi esperanza”. (Salmos
62:5)

Comience a asistir a un grupo de estudio bíblico.


• Si usted no se siente seguro de hacerlo, pida a alguien que realice un estudio
de la Biblia en su hogar.
• Únase a un grupo pequeño de estudio bíblico.
• Comiencen un estudio semanal que sirva para animarse unos a otros en áreas
de necesidad comunes.
• Comparta el consejo de la Biblia para cada problema.
“No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”. (Hebreos
10:25)

Lea acerca de cristianos que son o han sido buenos ejemplos.


• Aprenda cómo otros cristianos (pastor, maestro, amigos) manejan las
situaciones adversas.
• Estudie al vida de Jesucristo (libro de Mateo).
• Lea acerca de otros ejemplos en la Escritura (por ejemplo, la historia de José
en Génesis capítulos 37–50 o el libro de Rut).
• Lea biografías de cristianos ejemplares (Corrie Ten Boom, Jonathan
Edwards).
“Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la
palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo, de tal

2247
manera que habéis sido ejemplo a todos los de Macedonia y de Acaya que han
creído”.
(1 Tesalonicenses 1:6–7)

Inspírese en buena música.


• Escuche una estación cristiana mientras va en su auto o cuando esté en casa.
• Evite escuchar música que lo bloquee espiritualmente.
• Escoja su música inspiracional favorita de entre los diferentes artistas y
estilos.
“Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto; cantaré, y trovaré
salmos”. (Salmos 57:7)

Decida diversificar sus actividades y metas.


• Dé a otros la oportunidad de conocerlo(a).
• Esté abierto a los cambios.
• Participe en actividades nuevas y diferentes.
• Esté dispuesto a dejar una actividad que ya no le es útil y que no le edifica.
• Ore pidiendo la dirección de Dios para escoger sus nuevas actividades.
“Cantadle cántico nuevo; hacedlo bien, tañendo con júbilo”. (Salmos 33:3)

Lea la palabra de Dios.


• Lea diariamente su Biblia.
• Comience a memorizar versículos bíblicos.
• Busque maneras de aplicar las Escrituras a su vida cotidiana.
“Pero clamaron a Jehová en su angustia, y los libró de sus aflicciones. Envió su
palabra, y los sanó, y los libró de su ruina”. (Salmos 107:19–20)

Espere que Dios haga cosas nuevas.


• Comience a ver la vida desde la perspectiva bíblica.
• Deje atrás el pasado.
• Haga una lista de las cosas nuevas que Dios está haciendo en su vida.
• Dése tiempo para adaptarse a las cosas nuevas.
• Comience un diario de oración.
“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas.
He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra
vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad”. (Isaías 43:18–19)

Ríndase al Salvador.
“Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi esperanza”. (Salmos
62:5)

2248
A SOLAS, PERO SIN SOLEDAD
¡Puede sentir soledad, pero nunca está solo!
Tome consuelo en la promesa de Dios
de que no importa cuál sea la circunstancia:
“Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni
te intimides”.
(Deuteronomio 31:8)

¿SE SIENTE SOLO?


Despójese de la amargura.
“Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que
brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean
contaminados”
(Hebreos 12:15)
Entienda el dolor de los demás.
“Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia
conciencia, de que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones noche y
día”. (2 Timoteo 1:3)
Inicie un plan de visitas.
“Dijo también al que le había convidado: Cuando hagas comida o cena,
no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a
vecinos ricos; no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar, y seas
recompensado. Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los
mancos, los cojos y los ciegos; y serás bienaventurado; porque ellos no
te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección
de los justos”.
(Lucas 14:12–14)
Busque maneras de mostrar amor a los demás.
“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus
amigos”. (Juan 15:13)
No exija que los demás cambien.
“Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi esperanza”.
(Salmos 62:5)

Construya puentes
Comience un estudio bíblico.
“No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”.
(Hebreos 10:25)

2249
Lea biografías cristianas.
“Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor,
recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del
Espíritu Santo, de tal manera que habéis sido ejemplo a todos los de
Macedonia y de Acaya que han creído”. (1 Tesalonicenses 1:6–7)
Inspírese en música de adoración.
“Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto; cantaré, y
trovaré salmos”. (Salmos 57:7)
Diversifique sus actividades.
“Cantadle cántico nuevo; hacedlo bien, tañendo con júbilo”. (Salmos
33:3)
Lea la palabra de Dios.
“Pero clamaron a Jehová en su angustia, y los libró de sus aflicciones.
Envió su palabra, y los sanó, y los libró de su ruina”. (Salmos 107:19–
20)
Espere cosas nuevas.
“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas
antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la
conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad”.
(Isaías 43:18–19)
Ríndase al Salvador.
“Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi esperanza”.
(Salmos 62:5)

BIBLIOGRAFÍA

Baker, Don. Lord, I’ve Got a Problem. “Señor, tengo un problema” Eugene, Ore.: Harvest
House, 1988.
Haggai, John. How to Win Over Loneliness. “Cómo sobreponerse a la soledad” Eugene,
Ore.: Harvest House, 1988.
Ivy, Steven S. The Promise and Pain of Loneliness. “La promesa y el dolor de la soledad”
Nashville: Broadman, 1989.
Sanders, J. Oswald. Facing Loneliness: The Starting Point of a New Journey. “Enfrentando
la soledad: El punto de partida para un nuevo camino” Grand Rapids: Discovery House,
1990.
Wiersbe, Warren W. Lonely People: Biblical Lessons on Understanding and Overcoming
Loneliness. Living Lessons from God’s Word. “Gente solitaria: Lecciones bíblicas para
entender y vencer la soledad, Lecciones de la Palabra de Dios”. Grand Rapids: Baker,
2002.
2250
“Consultes hoy la palabra de Jehová”.
1 Reyes 22:5

Exceso en el comer
Libertad de la obsesión de comer
por June Hunt

Los comerciales de televisión pueden ser muy entretenidos pero asimismo reflejan una verdad que no nos
gusta admitir. Una larga serie de comerciales anunciaba una marca de papas fritas con el lema: “A que no
puedes comer sólo una”. Esos anuncios mostraban a personas en distintas situaciones que probaban una
papa y por algún motivo se les impedía comer otra. ¡Ah! ¡Qué agonía! Se ponían nerviosos, sudaban,
saltaban grandes obstáculos e interceptaban a los empleados del establecimiento sólo para alcanzar la bolsa
de papas. Y después, mostraban el éxtasis cuando se daban gusto e invariablemente se terminaban ¡toda la
bolsa! Los anuncios comerciales reflejan un aspecto de la vida real, porque tratan una característica que
todos poseemos: cuando hallamos algo que nos gusta mucho, ¡queremos más! Pero cuando ese deseo normal
se convierte en un impulso irrefrenable, cuando el deseo de comer se convierte en nuestro amo, ya no es tan
gracioso.

“El que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció”.
(2 Pedro 2:19)

I. DEFINICIONES
Los anuncios de papas fritas fueron memorables por la forma tan inteligente en que
mostraban a la gente perdiendo la compostura y el dominio propio, ¡siempre se comían
toda la bolsa! Para quienes son comedores compulsivos, el problema no es la calidad,
sino la cantidad. Si un barquillo de nieve es bueno, dos son mejores, si dos son mejores,
entonces ¡tres son lo máximo! Lo mismo se aplica a las hamburguesas, rosquillas,
panecillos y chocolates.
“Comer mucha miel no es bueno”.
(Proverbios 25:27)

A. ¿Qué es comer compulsivamente?


• Es el impulso aparentemente irresistible de comer.
• Es un comportamiento descontrolado que se basa en la satisfacción del hambre
emocional y no en la necesidad física.
• Este acto repetitivo es una adicción que puede traer desórdenes físicos.
“Como ciudad derribada y sin muro es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda”.
(Proverbios 25:28)

1119
B. ¿Qué es la glotonería?
• Es el exceso en el comer y beber.
• Esta práctica generalmente provoca la obesidad, que se caracteriza por el exceso
de grasa en el cuerpo, la cual sube más del 20 por ciento del peso recomendado.
• En la Biblia, el término glotonería se refiere a la pérdida de control y a dejarse
dominar por los deseos de la carne en lugar de rendirse a Dios.
“No estés con los bebedores de vino, ni con los comedores de carne; porque el bebedor y el
comilón empobrecerán, y el sueño hará vestir vestidos rotos”.
(Proverbios 23:20–21)

C. ¿Qué es un exceso?
• Es un período de indulgencia sin control.
—exceso en el comer
—exceso en el beber
—exceso en hacer compras
• La repetición de esos excesos puede convertirse en un patrón de conducta
adictivo.
• La Biblia nos advierte contra la sobre indulgencia.
“¿Hallaste miel? Come lo que te basta, no sea que hastiado de ella la vomites”.
(Proverbios 25:16)
PREGUNTA: “¿Es pecado comer compulsivamente?”
RESPUESTA: Sí, porque muestra falta de sumisión a Dios.
“El fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su
vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal”. (Filipenses 3:19)
PREGUNTA: “¿Existe alguna diferencia entre comer compulsivamente y otras
adicciones como fumar y beber?”
RESPUESTAS: No, la Biblia las pone bajo la misma categoría.
“No estés con los bebedores de vino, ni con los comedores de carne; porque el
bebedor y el comilón empobrecerán, y el sueño hará vestir vestidos rotos”.
(Proverbios 23:20–21)

II. CARACTERÍSTICAS Y SÍNTOMAS DE LA COMPULSIÓN POR


COMER
Un aspecto humorístico de los comerciales es la forma en que se burlan de nuestras
obsesiones. Todos sabemos cuán ridículo sería para un jugador de fútbol profesional
intercambiar su posición en la cancha con un desconocido que está en las gradas a
cambio de una bolsa de frituras. Pero así es la naturaleza de la obsesión: nos hace actuar

1120
en formas irrazonables y hasta peligrosas. ¿Indican las siguientes características que
usted está obsesionado por la comida?
“El avisado ve el mal y se esconde; mas los simples pasan y llevan el daño”. (Proverbios
27:12)

A. Lista de comprobación para quienes comen compulsivamente


• ¿Pasa mucho tiempo pensando en la comida?

• ¿Le interesa asistir a algún evento por la comida que se va a servir?

• ¿Come cuando está triste, enojado o deprimido?

• ¿Come cuando está aburrido o bajo presión?

• ¿Come ciertas comidas como un premio personal?

• ¿Come aunque no tenga hambre?

• ¿Se siente avergonzado de lo mucho que come?

• ¿Tiene miedo a no poder parar de comer una vez que empieza?

• ¿Se siente avergonzado de su apariencia personal?

• ¿Come en secreto para evitar que otros sepan cuánto come?

• ¿Pierde peso cuando hace dieta, pero lo vuelve a ganar y aún más?

• ¿Piensa que debe comerse todo lo que está en su plato porque odia el
desperdicio?

1121
• ¿Cree que puede controlar su peso si en verdad se lo propone?

• ¿Le molesta que sus parientes y amigos muestren preocupación por su peso?

Si usted contestó que sí a tres o más preguntas, entonces usted está ¡comiendo
compulsivamente! Si se siente frustrado por su forma de comer, permita que las
Escrituras lo motiven:
“Bueno es que tomes esto, y también de aquello no apartes tu mano; porque aquel que a
Dios teme, saldrá bien en todo”.
(Eclesiastés 7:18)

B. Síntomas resultantes de comer compulsivamente


• Físicos
—Alterna entre la glotonería y dietas severas
—Dolores crónicos de cuello y coyunturas
—Alta presión arterial
—Diabetes
—Problemas renales
—Cardiopatía
—Poca actividad y movilidad
—Dificultad para respirar después de ejercicio ligero
—Anorexia/bulimia
—Enfermedad de la vesícula biliar
• Emocional
—Baja auto estima
—Ansiedad
—Vergüenza
—Irritabilidad
—Depresión
—Pasividad
—Culpa
—Indefensión
—Ira
—Desesperanza
“¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si
alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el
cual sois vosotros, santo es”. (1 Corintios 3:16–17)

1122
Nota: Si está experimentando alguno de estos problemas físicos, procure consultar a
un médico.

III. CAUSAS
La realidad es que ningún tentempié o aperitivo puede crear una obsesión. (Los
fabricantes sólo desean que así sea). Las causas de comer compulsivamente son mucho
más complejas y profundas. La adicción a la comida de muchas personas no se basa en
el hambre física, sino en la emocional, en el anhelo de recibir el amor y atención que no
tuvieron cuando eran pequeños. A medida que busca la verdad de su pasado y descubre
lo que está en su corazón, las respuestas honestas pueden ser el primer paso hacia la
salud.
“He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender
sabiduría”. (Salmos 51:6)

A. Causas diversas
• Padres excedidos de peso (establecieron malos patrones para comer)
• Dominar voluntariamente otros hábitos (sustituyendo un mal hábito por otro,
por ejemplo, recompensarse por sustituir el cigarro por la comida)
• Parto (ganar peso durante el embarazo)
• Depresión ligera (comer por consuelo emocional)
• Cambiar a un estilo de vida menos activo (cambio de empleo, jubilación)
• Uso de drogas (antidepresivos, esteroides, hormonas)
• Tiroides de baja actividad (disminuye la producción de las hormonas que
queman la grasa)
• Cambios hormonales por la edad (los cambios de metabolismo afectan el ritmo
al que el cuerpo quema la grasa)
• Patrón de alimentación de altas calorías (prefiere alimentos fritos, dulces y
almidones)
• Protección de la atracción sexual (por temor a llamar la atención o miedo a ser
atractiva)

B. La raíz del problema


El deseo de llenar una o más necesidades por medio de la comida
• Amor incondicional —comer para sentirse nutrido

• Reconocimiento —comer para sentirse en control

• Seguridad —comer y acumular comida por miedo a


sufrir carencias

1123
CÓMO EXPERIMENTAR LA ESPERANZA Y LIBERTAD DE DIOS EN SU
VIDA
#1 El propósito de Dios para usted es… la salvación.
― ¿Cuál fue el motivo por el cual Dios envió a Cristo a la tierra? ¿Para
condenarnos? No…, sino para expresar su amor y salvarnos.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo,
sino para que el mundo sea salvo por él”. (Juan 3:16–17)
—¿Cuál fue el propósito de Jesucristo al venir a la tierra? ¿Para hacer que todo
fuera perfecto y hacer desaparecer el pecado? No…, sino para perdonarle
todos sus pecados, y darle poder para que usted obtenga la victoria sobre el
pecado y permitirle a usted ¡vivir una vida plena!
“Yo [Jesús] he venido para que tengan vida, y para que la tengan en
abundancia”. (Juan 10:10)
#2 Su problema es… el pecado.
―¿Qué es específicamente el pecado? El pecado consiste en vivir
independientemente del stándar de Dios; es decir, saber lo que es bueno pero
decidir hacer lo malo.
“y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”. (Santiago 4:17)
―¿Cuál es la principal consecuencia del pecado? Es la muerte espiritual, o sea,
vivir separados de Dios.
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna
en Cristo Jesús Señor nuestro”. (Romanos 6:23)
#3 La provisión de Dios para usted es… un Salvador.
―¿Puede algo quitar la paga del pecado? Sí. Jesucristo murió en la cruz para
pagar personalmente por nuestros pecados.
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8)
―¿Cuál es la solución para no vivir separados de Dios? La única manera de
llegar al Padre es a través de su Hijo Jesucristo.
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad y la vida; nadie viene al padre,
sino por mí”. (Juan 14:6)
#4 Su responsabilidad es… rendirse a Cristo.
―Ponga su fe (confíe) en Cristo Jesús como su Salvador personal y haga a un

1124
lado todas sus “buenas obras” como medio de obtener la aprobación divina.
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros,
pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. (Efesios 2:8–
9)
―Entregue a Cristo el control de su vida y confíe su vida a él.
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera
salvar su vida, la perderá: y todo el que quiera salvar su vida, la perderá: y
todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque, qué
aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo y perdiere su alma?”
(Mateo 16:24–26)
En el momento en que usted decide creer en el Señor y confiar su vida a Cristo, él le
da de su Espíritu para que viva dentro de usted. Después, el Espíritu de Cristo le da
a usted su poder para llevar la vida plena que Dios ha planeado para usted. Si usted
quiere ser completamente perdonado por Dios y ser la persona que él quiere que
usted sea, usted puede decírselo en una sencilla pero sincera oración como la que
sigue:

ORACIÓN DE SALVACIÓN
“Dios, quiero tener una relación verdadera contigo.
Admito que muchas veces he decidido seguir mi camino en vez de seguir el tuyo. Por favor, perdona mis
pecados. Jesucristo, gracias porque moriste en la cruz para pagar por mis pecados. Ven a mi vida para ser
mi Señor y Salvador. Con el poder de tu Espíritu, permíteme obtener la victoria sobre mis hábitos
compulsivos.

Enséñame a encontrar mi satisfacción y plenitud sólo en ti. Hazme la persona que querías que fuera desde
que me creaste. En tu santo nombre lo pido. Amén”.

¿QUÉ PUEDE ESPERAR AHORA?


Si hizo esta oración sinceramente, mire lo que Dios dice que hará en su vida.
“Bástate mi gracia: porque mi poder se perfecciona en la debilidad”.
(2 Corintios 12:9)
Con el Espíritu Santo en su vida, usted puede confiar en que aunque se sienta débil,
tendrá el poder sobrenatural de Dios obrando en y a través de usted para su gloria.
CREENCIA FALSA: “No tengo suficiente fuerza de voluntad para resistir la tentación
de comer lo que me proporciona placer”.
CREENCIA CORRECTA: El problema no es mi voluntad, sino el poder de mi Dios. El
Espíritu de Cristo que mora en mí es capaz de cambiar mi interés en la comida
por la fe en que él llenará todas mis necesidades más íntimas.
“Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne [naturaleza
1125
pecaminosa]; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu”.
(Romanos 8:5)

IV. PASOS PARA ENCONTRAR LA SOLUCIÓN


A. Versículo clave para memorizar
“Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios”.
(1 Corintios 10:31)

B. Pasaje clave para leer y meditar


Daniel 1:8–21

LA OBEDIENCIA A DIOS NOS DA FUERZA FÍSICA Y ESPIRITUAL


• Daniel se comprometió a v. 8
obedecer a Dios.

• Dios respaldó la decisión de v. 9


Daniel dándole apoyo
sobrenatural.

• Daniel pidió comer sólo v. 12


legumbres y agua.

• Daniel se mostró más saludable y v. 15


mejor alimentado.

• Dios bendijo a Daniel con v. 17


sabiduría y conocimiento.

C. Engaños y modas que NO dan resultados duraderos


• Dietas de moda • Acupuntura

• Píldoras de dieta • Cirugía

• Laxantes • Hipnotismo

• Aparatos reductores • Inyecciones

1126
• Inanición • Vómito provocado

• Ayuno • Ropa especial para eliminar grasa

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro


entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y
perfecta”.
(Romanos 12:2)

D. Qué hacer y qué no hacer con las dietas


No diga: “Estoy a dieta”.
Sí diga: “Estoy aprendiendo a comer saludablemente”.
No… tenga comida prohibida alrededor de usted.
Sí… tenga comida saludable lista para comer como aperitivo.
No… verifique su peso todos los días.
Sí… registre su peso una vez por semana.
No… ¡coma de prisa!
Sí… mastique despacio.
No… se premie con comida.
Sí… disfrute los premios y bendiciones de Dios.
No… coma en restaurantes sin planificarlo de antemano.
Sí… prepare de antemano las mejores comidas que va a ordenar cuando salga.
No… mantenga en secreto su nuevo plan.
Sí… acuda a un amigo o a un grupo de apoyo.
No compre comida impulsivamente o cuando tenga hambre.
Sí… compre haciendo una lista previamente.
No… permita que la tentación lo tome por sorpresa.
Sí… prepare un plan opcional.
Sí… Reclame un pasaje bíblico
Sí… Llame a un amigo
Sí… Lea un libro
No… olvide ponerse metas.
Sí… Fije el peso deseado y metas realistas de corto plazo.
No… inicie su plan durante alguna crisis, enfermedad, vacaciones o cuando esté
bajo presión.
Sí… Consulte al doctor antes de empezar cualquier plan de alimentación.
No… siga un plan sólo porque le dio resultado a otra persona.
Sí… siga un plan personalizado que corresponda a su estilo de vida.
“El avisado ve el mal y se esconde; mas los simples pasan y reciben el daño”. (Proverbios
22:3)

1127
E. Piense como si fuera delgado
Piense de usted como la persona que Dios quiere que sea.
• Dios me dio una nueva naturaleza en Jesucristo.
• Dios me da todo lo que necesito para vivir una vida controlada.
“Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido
dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó
por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y
grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la
naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a
causa de la concupiscencia”. (2 Pedro 1:3–4)
Tenga el motivo correcto para perder peso.
• Deseo cuidar mi cuerpo físico porque es “templo del Espíritu Santo”.
• Quiero librarme de la esclavitud de la auto indulgencia.
• Quiero ser sano y vivir la vida que Dios planeó para mí.
“Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables”. (2
Corintios 5:9)
Identifique las causas reales de su compulsión para comer
• ¿Es una reacción a la falta de amor… debido a ?
• ¿Es una reacción a mis sentimiento de insignificancia… debido a ?
• ¿Soy inseguro y temeroso… debido a ?
“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis
pensamientos”. (Salmos 139:23)
Haga un compromiso con Dios.
• Reconozca que debe cambiar.
• Reconozca que no tiene poder para hacerlo.
• Reconozca que necesita el poder de Dios para cambiar.
• Reconozca que él está a su lado en todo momento.
“Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te
inclinares a dioses ajenos y les sirvieres, yo os protesto hoy que de cierto
pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando
el Jordán, para entrar en posesión de ella”. (Deuteronomio 30:17–18)
Aprenda a escuchar a Dios.
• Escúchelo a través de la Biblia.
• Esté atento a su dirección a través del Espíritu Santo.
• Aprenda a identificar las mentiras de Satanás.
“Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré
mis ojos”. (Salmos 32:8)
1128
Ponga su atención en las cosas que debe comer.
• Estudie en qué consiste la buena alimentación.
• Elija comer alimentos saludables.
• No se dé por vencido cuando falle.
“No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las cosas a la
verdad son limpias; pero es malo que el hombre haga tropezar a otros con lo
que come”. (Romanos 14:20)
Empiece un plan de ejercicios que acelere su metabolismo. Déle variedad.
• Camine 30 minutos al día cuatro o cinco veces a la semana.
• Ande en bicicleta 30 minutos al día.
• Haga ejercicios aeróbicos por 30 minutos, tres días a la semana.
• Suba las escaleras en vez de usar el elevador.
• Comprométase a hacer ejercicio con sus amigos.
“El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; mas el que escucha la
corrección tiene entendimiento”. (Proverbios 15:32)
Inicie un diario
• Lleve un cuaderno siempre con usted.
• Escoja un versículo de la Biblia para meditar y memorizar cada día o por
semana.
• Escriba cuándo y cuánto come junto con las calorías que representa.
• Registre sus pensamientos y sentimientos.
“El hombre impío endurece su rostro; mas el recto ordena sus caminos”.
(Proverbios 21:29)
Alimente su relación con Dios
• Ore todo el día para que sus decisiones reflejen el dominio propio de Cristo.
• Medite en pasajes específicos (en especial, los que tratan del dominio propio).
• Pida a Dios que le recuerde de su protección y poder sobre la tentación.
• Agradezca a Dios por su fidelidad hacia usted.
• Dios nunca se da por vencido con usted (si falló, empiece de nuevo). ¡Dios es
fiel!
“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo”. (Filipenses 1:6)

Hay un solo Dios. Por tanto, si la comida es su dios, entonces, Dios no puede ser su Dios.

—June Hunt

EL ÉXITO ESTÁ A UNA DECISIÓN DE DISTANCIA


“Escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; amando a Jehová tu Dios,
1129
atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus
días”
(Deuteronomio 30:19–20)
Yo decido…
… dar el control de mi vida al Señor Jesucristo.
…cambiar mi forma de alimentación por el poder de Cristo que mora en mí.
…vivir para agradar a Dios, no mi apetito.
…tomar decisiones sabias cuando me vea tentado a comer desordenadamente.
…tomar decisiones sabias cuando sea tentado a comer en exceso.
…glorificar a Dios y reflejar su imagen a través de mi cuerpo.
…centrarme en la fidelidad al Señor, no en la comida.
…que Dios sea mi Dios, y no permitir que la comida sea mi dios.
Aunque he fallado en pasado, con la ayuda de Dios no fallaré en el futuro.

Todas las citas bíblicas están tomadas de la Versión la versión Reina-Valera 1960
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Todos los derechos reservados. Este material no puede reproducirse en ninguna forma sin la
autorización de © 2008 Hope For The Heart/Esperanza Para El Corazón
Traducción: Elizabeth Cantú de Márquez
Puebla, México

1130
BIBLIOGRAFÍA

Bill Perkins, Fatal Attractions: Overcoming Our Secret Addictions “Atracciones fatales:
Cómo vencer nuestras adicciones secretas” (Eugene, Ore.: Harvest House, 1991).
Coyle, Neva, y Marie Chapian. The All-New Free to Be Thin. “Nueva edición de libre para
ser delgado” ed. rev. Minneapolis, Minn.: Bethany House, 1993.
Gregory L. Jantz, Hope, Help & Healing for Eating Disorders: A New Approach to
Treating Anorexia, Bulimia, & Overeating, “Esperanza, ayuda y sanidad para los
desórdenes de la alimentación. Un Nuevo enfoque para tratar la anorexia, bulimia y
exceso en el comer” (Wheaton, Ill.: Harold Shaw, 1995).
Hunt, June. Healing the Hurting Heart: Answers to Real Letters from Real People. Dallas:
Hope For The Heart, 1995.
Hunt, June. Seeing Yourself Through God’s Eyes. “Viendonos Como Dios Nos Ve” Dallas:
Hope For The Heart, 1989.
Minirth, Frank, Paul Meier, Robert Hemfelt, y Sharon Sneed. Love Hunger, “Hambre de
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Vath, Raymond E. Counseling Those with Eating Disorders, “Cómo aconsejar a los que
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Collins, vol. 4. Waco, Tex.: Word, 1986.

1131
“Consultes hoy la palabra de Jahová”.
1 Reyes 22:5

El suicidio
Cuando parece que no hay esperanza
por June Hunt
¿Le parece imposible la vida? ¿Ha estado batallando con la idea de
suicidarse? ¿Ha comenzado a creer una mentira? Esa mentira es que
“quitarse la vida es mejor que vivir la vida que Dios le ha dado”.
Pero el Señor tiene compasión de usted en cada preocupación y
quiere trabajar en su vida sólo con la verdad.
[Jesús dijo]: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. (Juan 8:32)

I. DEFINICIONES
A. ¿Cuáles son las formas de suicidio?
La palabra suicidio acarrea una miríada de sentimientos que van desde el asombro y
tristeza hasta la confusión y dolor. A menudo, la respuesta inicial al suicidio es:
“¡Oh, no! ¿Porqué alguien querría cometer un acto tan impulsivo e irreversible? ¡El
suicidio ha terminado con una vida preciosa para siempre!” En realidad, el suicido
tiene muchas caras, no siempre es instantáneo, intencional o auto provocado. Sin
embargo, es importante entender lo que Dios piensa en cuanto a la vida y la muerte;
es decir, en cuanto a su vida y su muerte.
“A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante
la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y
tu descendencia”. (Deuteronomio 30:19)
Suicidio
• El suicidio es el acto deliberado de quitarse la vida cuando el individuo se
encuentra en un estado de desesperación extrema.
Ejemplo bíblico:
Judas se ahorcó por el remordimiento que sintió después de traicionar a Jesús.
“Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado,
devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a
los ancianos… Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se
ahorcó”. (Mateo 27:3, 5)

2265
Suicidio progresivo
• El suicidio progresivo es el acto deliberado de quitarse la vida a través de una
conducta auto-destructiva prolongada (“Te estás matando con el vicio de la
bebida”.)
• Generalmente, el suicidio progresivo involucra una negación deliberada de las
consecuencias peligrosas que resultan de una conducta perniciosa llevada a los
extremos.
• Algunos ejemplos son el tabaquismo, alcoholismo, el mal uso de medicamentos
y otras sustancias. Las Escrituras describen al necio que provoca su propia
muerte siguiendo un comportamiento destructivo a pesar de las advertencias de
los demás diciendo:
“Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte”.
(Proverbios 14:12)
Suicidio asistido
• El suicidio asistido (también llamado suicidio con ayuda) es un plan deliberado
de quitarse la vida con el apoyo de otra persona para evitar un futuro doloroso e
indeseado.
• Aunque el suicidio asistido es premeditado, no se lleva a cabo por uno mismo,
sino que otro es el ejecutor.
Ejemplo bíblico:
El rey Saúl pidió a un soldado que lo matara con una espada para evitar las
consecuencias de su derrota militar.
“Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada, y traspásame con ella, para
que no vengan estos incircuncisos y me traspasen, y me escarnezcan. Mas su
escudero no quería, porque tenía gran temor. Entonces tomó Saúl su propia
espada y se echó sobre ella”. (1 Samuel 31:4)
Suicidio simbólico
• El suicidio simbólico es el acto deliberado de quitarse la vida al ser influido por
una tradición ritualista o un código de honor caracterizado por una
identificación excesiva con otra persona, familia o nación.
• Algunos ejemplos culturales son el hara-kiri, los pilotos kamikaze, o los
bombarderos suicidas.
Ejemplo bíblico:
Después de que el rey Saúl se suicidó, su escudero también se quitó la vida.
“Y viendo su escudero a Saúl muerto, él también se echó sobre su espada, y
murió con él”. (1 Samuel 31:5)
Suicidio espiritual
• El suicidio espiritual es el acto de quitarse la vida por una decisión deliberada
de desobedecer la voluntad revelada de Dios.
• El suicidio espiritual se produce cuando un individuo decide no creer lo que
Cristo ha dicho. (En Mateo 19, el joven rico no recibió la vida eterna por su

2266
incredulidad.)
Ejemplo bíblico:
Adán y Eva escogieron voluntariamente desobedecer el mandamiento de Dios y
comieron del árbol del conocimiento del bien y del mal. Ese acto resultó en su
muerte y la de sus descendientes.
“Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás
comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día
que de él comieres, ciertamente morirás”. (Génesis 2:16–17)

B. ¿Cuáles son las emociones relacionadas con el suicidio?


A pesar de que las Escrituras no utilizan específicamente la palabra suicidio, sí
describen el estado emocional y espiritual de los que se suicidaron, así como de
quienes desearon quitarse la vida
• Por temor a la tortura y a la muerte [REY SAÚL]
“Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada, y traspásame con ella, para
que no vengan estos incircuncisos y me traspasen, y me escarnezcan. Mas su
escudero no quería, porque tenía gran temor. Entonces tomó Saúl su propia
espada y se echó sobre ella”. (1 Samuel 31:4)
• Por miedo a quedarse atrás y ser asesinado, o sentirse como un traidor [EL
ESCUDERO DE SAÚL]
“Y viendo su escudero a Saúl muerto, él también se echó sobre su espada, y
murió con él”. (1 Samuel 31:5)
• Temor a la venganza por haber iniciado un levantamiento en contra de David
[AHITOFEL]
“Pero Ahitofel, viendo que no se había seguido su consejo, enalbardó su asno, y
se levantó y se fue a su casa a su ciudad; y después de poner su casa en orden,
se ahorcó, y así murió, y fue sepultado en el sepulcro de su padre”. (2 Samuel
17:23)
• Temor a la humillación [ABIMELEC (suicidio asistido)]
“Entonces llamó apresuradamente a su escudero, y le dijo: Saca tu espada y
mátame, para que no se diga de mí: Una mujer lo mató. Y su escudero le
atravesó, y murió”. (Jueces 9:54)
• Venganza de los opresores [SANSÓN]
“Asió luego Sansón las dos columnas de en medio, sobre las que descansaba la
casa, y echó todo su peso sobre ellas, su mano derecha sobre una y su mano
izquierda sobre la otra. Y dijo Sansón: Muera yo con los filisteos. Entonces se
inclinó con toda su fuerza, y cayó la casa sobre los principales, y sobre todo el
pueblo que estaba en ella. Y los que mató al morir fueron muchos más que los
que había matado durante su vida”. (Jueces 16:29–30)
• Temor a la venganza y a morir asesinado [ZIMRI]
“Mas viendo Zimri tomada la ciudad, se metió en el palacio de la casa real, y
prendió fuego a la casa consigo; y así murió, por los pecados que había
cometido, haciendo lo malo ante los ojos de Jehová, y andando en los caminos
de Jeroboam, y en su pecado que cometió, haciendo pecar a Israel”. (1 Reyes
16:18–19)

2267
• Culpa severa y remordimiento por traicionar a Jesús [JUDAS]
“Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado,
devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a
los ancianos, diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos
dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú! Y arrojando las piezas de plata
en el templo, salió, y fue y se ahorcó”. (Mateo 27:3–5)
• Temor al castigo severo [CARCELERO DE FILIPOS (intento suicida)]
“Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la
espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido. Mas Pablo
clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí”.
(Hechos 16:27–28)
El temor es un catalítico muy poderoso, así que en el momento en que empiece a
tener pensamientos de suicidio, aprópiese de este proverbio de todo corazón:
“El temor del hombre pondrá lazo;
mas el que confía en Jehová será exaltado”.
(Proverbios 29:25)

C. ¿Cuáles son algunos mitos en cuanto al suicidio?


Lo que usted crea en cuanto al suicidio es de vital importancia. Su manera de pensar
en cuanto a este tema determinará sus acciones en el momento en que batalle con
las emociones que conducen a él. Necesita sabiduría para discernir lo que es falso
en estos mitos. La sabiduría le ayudará a entender y aplicar la verdad de Dios.
“La ley del sabio es manantial de vida
para apartarse de los lazos de la muerte”.
(Proverbios 13:14)
MITO:
“El suicidio es el pecado imperdonable”
REALIDAD:
En ninguna parte de la Biblia se presenta al suicidio como el pecado
imperdonable. El pecado imperdonable es rechazar la obra de convencimiento
del Espíritu Santo, que conduce a la salvación en Cristo Jesús.
“Pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón,
sino que es reo de juicio eterno”. (Marcos 3:29)
MITO:
“La tendencia al suicidio es heredada”
REALIDAD:
No existe ninguna evidencia de una tendencia genética o biológica hacia el
suicidio. Sin embargo, sí puede ser una “conducta aprendida” que se observa en
el seno familiar.
MITO: “Todo aquél que se suicida está mentalmente enfermo”

2268
REALIDAD:
No, no es el caso de la mayoría. De los que cometen suicidio, solamente el 25%
está enfermo de sus facultades mentales.
MITO:
“La gente que habla de quitarse la vida, nunca lo lleva a cabo”.
REALIDAD:
Tome cualquier amenaza de suicidio con seriedad. El 80% de los que se han
quitado la vida, le avisaron a alguien.
“El corazón del entendido adquiere sabiduría; y el oído de los sabios busca la
ciencia”.
(Proverbios 18:15)
MITO:
“Nunca toque el tema del suicidio con personas que están atravesando por una
depresión profunda, podría darle ideas”.
REALIDAD:
Piense que la mayoría de las personas que padecen depresión o ansiedad
profunda han pensado quitarse la vida. Si alguien está considerando el suicidio
como alternativa, hablar con otra persona puede resultar de gran ayuda para
evitarlo.
“El sabio de corazón es llamado prudente, y la dulzura de labios aumenta el
saber”. (Proverbios 16:21)
MITO:
“Los cristianos que se suicidan pierden su salvación”
REALIDAD:
Según la palabra de Dios, una vez que recibimos a Cristo como nuestro
Salvador, tenemos garantizada la promesa de la vida eterna.
“En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de
vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu
Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de
la posesión adquirida, para alabanza de su gloria”. (Efesios 1:13–14)
MITO:
“Un cristiano comprometido nunca se suicidaría”
REALIDAD:
La pérdida de esperanza que acompaña el estado de ansiedad severa también
puede poner su fe bajo una gran presión. Al igual que Jeremías, el gran hombre
de Dios, el creyente más ferviente puede caer presa de la desesperación y desear
el suicidio. Cuando Jeremías estaba siendo atormentado y su vida corría peligro,
elevó a Dios su lamento:
“Maldito el día en que nací; el día en que mi madre me dio a luz no sea bendito.
Maldito el hombre que dio nuevas a mi padre, diciendo: Hijo varón te ha
nacido, haciéndole alegrarse así mucho. Y sea el tal hombre como las ciudades

2269
que asoló Jehová, y no se arrepintió; oiga gritos de mañana, y voces a
mediodía, porque no me mató en el vientre, y mi madre me hubiera sido mi
sepulcro, y su vientre embarazado para siempre. ¿Para qué salí del vientre?
¿Para ver trabajo y dolor, y que mis días se gastasen en afrenta?”. (Jeremías
20:14–18)
MITO:
“Una vez que una persona ha intentado suicidarse, se debilita para siempre y es
incapaz de enfrentar las dificultades de la vida”
REALIDAD:
Una crisis de suicidio es un período breve comparado con toda una vida. La
mayoría de las personas aprenden cuando experimentan momentos difíciles de
su vida. Los que se vuelven al Señor en busca de amor y aceptación, encuentran
salvación de la destrucción.
“He aquí, amargura grande me sobrevino en la paz, mas a ti agradó librar mi
vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis
pecados”. (Isaías 38:17)
Es un hecho que todos procedemos de la simiente de Adán. Por ello, estamos
condenados a seguir en pecado y destinados a la muerte. Sin embargo, no
tenemos por qué seguir siendo esclavos de esa tendencia auto destructiva. En
Cristo tenemos una nueva herencia y un nuevo legado. Él pagó el precio de
nuestro pecado y nos da el poder que necesitamos para vencerlo. (Vea las
Claves Bíblicas para Consejería acerca de Su identidad y el libro de Viéndonos
como Dios nos ve.)
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no
andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en
Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte”. (Romanos 8:1–2)

II. SÍNTOMAS
A. El camino a un suicidio potencial
Cada oveja necesita un pastor, es cuestión de vida o muerte. Cuando atraviesa por
un arroyo, si la lana de la oveja se moja, la pesada ovejita puede volcarse. Cuando
está con las patas para arriba, y no cuenta con la ayuda de su pastor, no puede
levantarse y finalmente, morirá.
Reconozca las tres etapas que lo pueden llevar a estar en la misma condición de la
ovejita. Si deja que el peso que lleva encima aumente demasiado, terminará por
tirarlo y volcarlo. Al igual que la ovejita, usted necesita a su pastor, su mano fuerte
para ayudarlo a ponerse nuevamente en pie. Es asunto de vida o muerte.
“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas
Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros”. (Isaías 53:6)

LA TRES ETAPAS DEL SUICIDIO POTENCIAL


PÉRDIDA DE INTERÉS

2270
ETAPA INICIAL
• Depresión
• Aislamiento de la familia
• Ansiedad
• Aburrimiento
• Cambio en los hábitos de sueño y alimentación
• Bajo rendimiento en el trabajo o escuela
• Incapacidad de concentrarse o tomar decisiones
• Falta de interés en el futuro
“¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios;
porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío”.
(Salmos 43:5)
ANGUSTIA
ETAPA AVANZADA
• Depresión
• Cambios repentinos de estado de ánimo
• Auto compasión
• Apatía
• Aislamiento de la familia y amigos
• Problemas físicos, provocarse heridas un mismo, anorexia
• Ausencias excesivas en el trabajo o escuela
• Descuido de la apariencia personal
“Mas él no extenderá la mano contra el sepulcro; ¿clamarán los sepultados cuando él los
quebrantare?”. (Job 30:24)
PÉRDIDA DE ESPERANZA
ETAPA DE PELIGRO
• Pérdida total de esperanza • Uso de drogas /alcohol

• Remordimiento profundo • Aislamiento o conducta morosa

• Intentos o amenazas previos de suicidio • Regalar objetos personales

• Organización de los asuntos personales;• Cambios repentinos de depresión o


hacer un testamento alegría (indican que está tranquilo con la
idea de suicidarse)

“¿Por qué, oh Jehová, desechas mi alma? ¿Por qué escondes de mí tu rostro? Yo estoy
afligido y menesteroso; desde la juventud he llevado tus terrores, he estado medroso”.
(Salmos 88:14–15)

2271
B. Esquema del pensamiento doloroso
Es raro que una persona se suicide por impulso. A menudo, los amigos y familiares
piensan que perdieron a su ser querido en un momento de desesperación. Sin
embargo, normalmente, el suicidio es un largo proceso en el cual se desarrolla un
esquema de pensamiento deductivo y destructivo.
“¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma, con tristezas en mi corazón cada día?
¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?”. (Salmos 13:2)
PENSAMIENTOS SUICIDAS
• “No me queda nada importante en la vida. No tiene sentido seguir viviendo”.
• “Es imposible enfrentar el futuro. Lo único que me queda es escapar”.
• “Las cosas nunca cambiarán. La muerte es mejor que seguir con esto”.
• “Mi vida esta completamente fuera de control. Necesito hacer algo de
inmediato”.
• “No lastimaré a nadie. Realmente, estaré haciéndoles un favor”.
• “Lo he intentado todo. Sólo me queda una salida”
• “Pronto pasará, y entonces, ¡tendré paz!”
Las personas que han perdido toda esperanza finalmente llegan a la conclusión de
que la muerte es la única solución lógica a sus problemas. Esta es una mentira.
Satanás es el padre de la mentira y autor de esos pensamientos negativos. De hecho,
el suicidio es producto de una decisión de creer en los maquiavélicos razonamientos
de Satanás que dice que quitándose la vida acabará con sus problemas.
“Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él
ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay
verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de
mentira”. (Juan 8:44)
Nota: Si usted está experimentando cualquiera de estos problemas, consulte a un
médico o profesional.

III. CAUSAS

A. El gran escape
El suicidio es el intento desesperado de salir de lo que parece una situación
intolerable. Se convierte en el escape del dolor de seguir viviendo.
Pérdidas excesivas
• Pérdida del cónyuge • Pérdida del empleo

• Pérdida de finanzas • Pérdida de las metas propuestas

2272
• Pérdida de un romance • Pérdida de la familia

• Pérdida de la reputación • Pérdida de un amigo que se suicidó

Aislamiento social
• Falta de participación en actividades• Falta de aceptación de parte de amigos y
sociales familiares

• Falta de relaciones interpersonales• Falta de una relación con Dios


profundas

• Falta de amor • Sentimiento de insignificancia

• Sentimiento de abandono

Enfermedad crónica
• Dolor crónico • Cirugía mayor

• Depresión crónica • Enfermedad incurable

Trasfondo de abuso
• Abuso sexual • Abuso físico

• Abuso mental y emocional • Participación en prácticas satánicas

Desorden psicológico
• Depresión clínica • Desorden de personalidad múltiple

• Desequilibrio químico • Obsesión de venganza

• Intento neurótico por llamar la atención

Exceso de culpa
• Remordimiento extremo acerca de algún• Religión legalista
pecado

• Desviaciones sexuales • Perfeccionismo

• Vergüenza por algún defecto • Incapacidad de satisfacer expectativas


irrealistas

Si usted se siente atrapado en ese tormento, debe negarse a pensar en el suicidio


como una alternativa. El verdadero escape es reconocer al Señor como su Salvador.

2273
Lleve todo su dolor a los pies del Redentor, cada herida, cada dolor, cada
preocupación, y él lo librará.
“Mis ojos están siempre hacia Jehová, porque
él sacará mis pies de la red”. (Salmos 25:15)

B. La raíz del problema


Dios creó a cada persona con el deseo profundo de ser reconocido. Sin embargo, el
deseo de vivir se va apagando en el corazón cuando no vemos las cosas con claridad
o cuando pensamos que ya no tenemos nada por qué vivir. Si la candela de la
esperanza se extingue, el anhelo de vivir con propósito es reemplazado por una
desesperación abrumadora.
CREENCIA EQUIVOCADA:
“No hay esperanza en esta vida. No veo la razón de seguir viviendo”
CREENCIA CORRECTA:
Decido caminar por fe, no por vista o basándome en mis sentimientos. Pongo mi
esperanza en el Señor, sabiendo que tiene un propósito y plan para mi vida.
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová,
pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”. (Jeremías
29:11)

IV. PASOS PARA ENCONTRAR LA SOLUCIÓN

A. VERSÍCULO CLAVE para memorizar


“Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi esperanza. Él solamente es mi
roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré”. (Salmos 62:5–6)

B. PASAJE CLAVE para leer y meditar


Cuando sienta que se ahoga en el mar de la angustia, recuerde que otras personas
que conocían a Dios han pasado por esa misma experiencia de desesperación. Por
ejemplo, el profeta Jeremías, “tocó fondo” en su vida espiritual y halló sabiduría
para levantar su mirada al Señor en busca de esperanza. Sus palabras describen con
honestidad sus sentimientos:
“Acuérdate de mi aflicción y de mi abatimiento, del ajenjo y de la hiel; lo tendré aún en
memoria, porque mi alma está abatida dentro de mí; esto recapacitaré en mi corazón, por
lo tanto esperaré. Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque
nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. Mi
porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré”. (Lamentaciones 3:19–24)

C. ¿Cómo puedo tener esperanza cuando la he perdido por completo?


Cuando esté fatigado, cuando parezca que no tiene sentido seguir viviendo, cuando
2274
haya perdido toda la esperanza, ¿qué necesita saber? Necesita conocer a aquél que
lleva las cargas, necesita conocer a Jesús. Él quiere ser el pastor de su alma. Su
consuelo y compasión están disponibles para todo el que haya perdido la esperanza.
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. (Mateo
11:28)
Cuando se sienta cansado y trabajado, ¿cómo puede hallar paz para su alma?
Permita que las siguientes cuatro verdades le den libertad:
Esperanza #1: Dios ofrece soluciones reales a sus problemas.
En ocasiones, cuando no hallamos la solución de un problema, nos sentimos
indefensos porque no tenemos dirección. Por ejemplo, si su reloj se detiene, quizá
usted no sepa cómo arreglarlo. No obstante, un relojero calificado puede hacerlo sin
problema. De la misma manera, Aquél que creó el universo con todas sus
complejidades y que lo creó a usted con todas sus complejidades, sabe cómo
arreglar cualquier cosa que no esté funcionando. Él le dará la dirección que necesita
para seguir el camino por el que tiene que andar.
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en
todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”. (Proverbios 3:5–6)
Esperanza #2: Dios le ama con amor incondicional.
Dios nos ama con amor ágape. Ágape es la palabra griega que significa que él se ha
comprometido a buscar nuestro máximo bienestar sin importar lo que hagamos o
dejemos de hacer. El Señor dice:
“Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado;
por tanto, te prolongué mi misericordia”. (Jeremías 31:3)
Esperanza #3: Dios ofrece solución a su pecado.
La Biblia dice que el pecado nos separa de Dios. Pero Jesús no desea que estemos
separados de él. Él desea tener una relación profunda con usted. Jesús, quien es
Dios mismo, tomó la forma de hombre, vino a la tierra, vivió una vida sin pecado y
decidió pagar el precio por nuestros pecados. Cuando fue crucificado, su sangre fue
el precio que pagó por el perdón de nuestros pecados. Hoy, usted puede recibir el
perdón si se humilla de corazón, confiesa sus pecados y confía en Jesucristo como
su Señor y Salvador personal.
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y
limpiarnos de toda maldad”. (1 Juan 1:9)
Esperanza #4: Dios le ofrece paz duradera a través de una relación con Jesús que
cambiará su vida.
La palabra Señor significa “amo, gobernador, dueño”. ¿Está dispuesto a entregar su
vida al Señor Jesucristo, sabiendo que él es el único digno de confiar y que hará lo
que es mejor para usted? Jesús demostró su amor incondicional hacia usted. Murió
en la cruz, pagando la deuda que usted debía. ¡Ése es el verdadero amor, el amor
sacrificial!
Usted puede confiar y descansar en que Jesús le dará sentido a su vida, que le guiará

2275
a la verdad y le enseñará el camino. Jesús dijo:

“JESÚS LE DIJO: YO SOY EL CAMINO, Y LA VERDAD, Y LA VIDA;


NADIE VIENE AL PADRE, SINO POR MÍ”. (JUAN 14:6)
USTED PUEDE TENER UNA RELACIÓN PERSONAL CON CRISTO EN ESTE MOMENTO SI HACE
UNA ORACIÓN COMO LA SIGUIENTE:

Dios, necesito ayuda. Necesito que tú estés presente en mi vida. Reconozco que he
pecado. Por favor perdona todos mis pecados. Gracias Jesús porque moriste en la cruz
para pagar la deuda por mi pecado. Por favor, ven a mi vida y sé mi Señor y Salvador.
Hazme la persona que tú quieres que sea. En tu precioso nombre, hago esta oración.
Amén.

D. Esperanza para el creyente suicida


¿Ha llegado a la conclusión que no vale la pena vivir? ¿Se subió al “carrusel” en
busca de respuestas, para encontrar que siente un gran vacío? Quizá ha perdido por
completo el deseo de esperar algo mejor. Su Padre celestial sabe exactamente lo que
está sintiendo. Él quiere escuchar su clamor. Dios está listo para dar una respuesta al
corazón sincero que no tiene nada que ofrecer, pero que todavía mantiene una
pequeña chispa de disposición.
“Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente”. (Salmos 51:12)
SIETE RAZONES BÍBLICAS PARA DECIR “NO” AL SUICIDIO
RAZÓN #1:
El suicidio niega la paz interior que Dios ofrece.
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de
Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que
sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús”.
(Filipenses 4:6–7)
RAZÓN #2:
El suicidio rechaza la soberanía de Dios acerca de la duración de la vida.
“Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre. Mi
embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que
fueron luego formadas, sin faltar una de ellas”. (Salmos 139:13, 16)
RAZÓN #3:
El suicidio rechaza la autoridad que Dios tiene sobre la vida.
“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en
vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”. (1 Corintios 6:19)
RAZÓN #4:

2276
El suicidio rechaza el mandamiento de Dios de no cometer homicidio.
“No matarás”. (Deuteronomio 5:17)
RAZÓN #5:
El suicidio rechaza la capacidad que Dios tiene de sanar sus heridas.
“Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi
alabanza”. (Jeremías 17:14)
RAZÓN #6:
El suicidio rechaza el plan que Dios tiene para darle esperanza.
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová,
pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”. (Jeremías
29:11)
RAZÓN #7:
El suicidio rechaza el poder que Dios ya le ha dado de ser una persona
espiritual.
“Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido
dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó
por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y
grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la
naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a
causa de la concupiscencia”. (2 Pedro 1:3–4)

E. Buena disposición
Aunque usted no quiera seguir viviendo, todo lo que necesita es estar dispuesto a
que Dios ponga en usted el deseo de intentarlo. Dios puede utilizar hasta el más
mínimo deseo de su corazón como punto de partida para iniciar su camino hacia el
deseo de vivir.
“Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente”. (Salmos 51:12)
DIOS, PON EN MÍ EL DESEO…
De ser quebrantado
“Oh, Dios, ya se me agotaron todos mis recursos. Siento en mi corazón una
desesperación abrumadora”.
LA RESPUESTA DE DIOS
“Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y
humillado no despreciarás tú, oh Dios”.
(Salmos 51:17)
ORACIÓN
“Gracias, por tu consuelo Señor, porque he llegado al límite de mis
fuerzas”.
De no oponer resistencia
“No veo ninguna esperanza para mí. He tomado la resolución de que la muerte
2277
es la única salida”
LA PROMESA DE DIOS
“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Acercaos a
Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros
los de doble ánimo, purificad vuestros corazones”. (Santiago 4:7–8)
ORACIÓN
“Gracias, Señor, porque el enemigo no tiene ningún poder delante de tu
presencia, y porque estoy seguro si pongo la mirada en ti”.
De estar dispuesto a vivir
“Ni siquiera estoy dispuesto a intentar de vivir. No tengo ganas de seguir
viviendo”
LA PROMESA DE DIOS
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios
que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de
mi justicia”. (Isaías 41:10)
ORACIÓN
“Gracias, Señor por tocar y cambiar mi corazón con tu poder
sobrenatural”.
De ser consolado
“Dios, mes siento completamente solo. ¿Hay algún remedio para esta terrible
soledad?”
LA RESPUESTA DE DIOS
“Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te
anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en
ti”. (Isaías 43:2)
ORACIÓN
“Gracias, Señor porque nunca estoy solo. Gracias por estar a mi lado
aunque no sienta que vas junto a mí”.
De librarme de la culpa
“Ya pasé la etapa de las lágrimas. Parece que no hay lugar en mi corazón para el
perdón para mí, para otros y aun para ti, Señor”
LA RESPUESTA DE DIOS
“El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se
aparta alcanzará misericordia”. (Proverbios 28:13)
ORACIÓN
“Gracias, Señor, porque al confesar mi enojo y amargura, recibo la
limpieza de ti. Entonces, puedo perdonar a aquellos que me han herido
profundamente”.
De aceptar la realidad

2278
“Aún cuando pueda perdonar, no puedo aceptar que me haya tocado vivir
circunstancias tan miserables que sé que nunca cambiarán”.
LA PROMESA DE DIOS
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. (Filipenses 4:13)
ORACIÓN
“Gracias, Dios por poner en mí el deseo y poder de aceptar la vida como
es, y dejar de preguntar ‘por qué’ ”.
De ser agradecido
“¿Cómo puedo estar agradecido? Nunca podré tener gratitud por lo que estoy
viviendo o lo que tengo que soportar todavía”
LA RESPUESTA DE DIOS
“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros
en Cristo Jesús”. (1 Tesalonicenses 5:18)
ORACIÓN
Gracias, Señor porque tú no esperas que sienta gratitud. Todo lo que
quieres es que confíe en ti y en los planes que tienes par mi vida”.
De tener esperanza
“En mi interior, tengo miedo de volver a abrigar esperanza. ¿Qué pasará si
comienzo a tenerla y nada cambia?”
LA PROMESA DE DIOS
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de
nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a
esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la
gloria de Dios. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las
tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la
paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza;
porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el
Espíritu Santo que nos fue dado”. (Romanos 5:1–5)
ORACIÓN
“Gracias, Señor. Decido creer en ti y poner mi esperanza en ti. No confiaré
en las apariencias sino que confiaré en el poder invisible de tu amor”.

F. Línea salvavidas a la esperanza


¿Cómo puede ser librado del mar de la angustia? Prepárese antes de que las oleadas
de desesperanza le abrumen. Con o sin la ayuda de otros, usted puede prepararse de
antemano elaborando una tarjeta salvavidas durante la crisis. De la siguiente lista,
escoja lo que se adapte a sus circunstancias en particular y escriba los pasos que
dará cuando se encuentre en medio de una crisis emocional. Reparta una copia a sus
familiares y amigos y tenga una siempre a la mano, en su billetera, auto, escritorio,
gabinete de medicinas y de cocina. Cuando comience a sentir que su corazón

2279
desmaya, ¡eche mano de su línea salvavidas!
“Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi esperanza”. (Salmos 62:5)

TARJETA DE CRISIS
Cuando esté en medio de una crisis, yo:
• Oraré:
“En ti, oh Jehová, he confiado; no sea yo confundido jamás; líbrame en tu
justicia. Inclina a mí tu oído, líbrame pronto; sé tú mi roca fuerte, y fortaleza
para salvarme. Porque tú eres mi roca y mi castillo; por tu nombre me guiarás
y me encaminarás”. (Salmos 31:1–3; ore utilizado los versículos 1–9, 14–24.)
• Repetiré en voz alta las Escrituras:
“Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; porque en ti ha
confiado mi alma, y en la sombra de tus alas me ampararé hasta que pasen los
quebrantos”. (Salmos 57:1; también lea el Salmo 27 y 28.)
• Reclamaré las promesas de Dios:
“Ella [la Biblia] es mi consuelo en mi aflicción, porque tu dicho me ha
vivificado”. (Salmos 119:50)
• Escucharé música cristiana de alabanza y adoración que mencione las
Escrituras:
“Cantad a Jehová, vosotros sus santos, y celebrad la memoria de su santidad.
Porque un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida. Por la noche
durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría”. (Salmos 30:4–5)
• Consideraré lo especial que soy por ser hijo de Dios
“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de
Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él”. (1 Juan
3:1)
• Me haré las siguientes preguntas
—“¿Por qué siento la necesidad de lastimarme?”
—“¿Qué pienso lograr si llevo esto a cabo?”
—“Según Dios, ¿es esto verdad o mentira?”
—“¿Estoy reflejando con mis acciones y deseos mi verdadera identidad en
Cristo, o sólo son resultado de mis experiencias del pasado?”
—“¿Qué efecto tendrá en los que me aman el hecho de que yo me lastime de tal
manera?”
“He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho
comprender sabiduría”. (Salmos 51:6)
• Repetiré las siguientes declaraciones positivas
—“Soy valioso y merezco ser tratado con amabilidad y bondad, soy hijo(a) de
Dios”
—“Dios me ama y tiene un propósito para mi vida. También hay muchas
personas que me aman”.
—“Dios tiene un plan para mí, trataré el cuerpo que él me ha dado con respeto y
cuidado”
—“Aunque no pueda ver el futuro, caminaré por fe, no por vista”
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo
justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay
2280
virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. (Filipenses 4:8)
• Recordaré palabras de ánimo
—Leeré en voz alta cartas y notas positivas de amigos y familiares.
—Recordaré los pensamientos positivos de por qué vale la pena recuperarse.
—Recordaré a quienes creen en mí y mi crecimiento.
—Recordaré las palabras que otras personas me han dicho para animarme.
—Repetiré la promesa de Dios:
“Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te
desamparará; no temas ni te intimides”. (Deuteronomio 31:8)
“Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene”.
(Proverbios 25:11)
• Lo que no haré cuando esté en medio de una crisis:
—NO actuaré impulsivamente.
—NO tomaré ninguna acción que sea dañina o que puede llegar a dañarme a mi
mismo, a otros, o a propiedad ajena.
—NO manejaré el automóvil si existe la posibilidad de manejar sin cuidado.
—NO actuaré bruscamente.
Si duda si una acción es peligrosa, hágase las siguientes preguntas:
– “¿Aprueba esto Dios?”
– “¿Aprueban esto las personas que amo?”
– “¿Aprueban esto las personas que me aman?”
Si la respuesta es “¡NO!” entonces, ¡no lo haga!
Si voy a lastimar a personas inocentes que amo, entonces,
¡No lo haré!
NO RACIONALICE, NI PONGA EXCUSAS, SIMPLEMENTE, ¡NO LO HAGA!
“Porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios,
obtengáis la promesa”.
(Hebreos 10:36)
• Cuando esté en medio de una crisis, llamaré:
Después de pasar por los pasos anteriores, si todavía se encuentra en crisis,
recurra y busque a aquellos que puedan ayudarle con la verdad y le ayuden a
recobrar la perspectiva. Continúe con su lista hasta que encuentre a alguien.
Exprese directamente, “Llamo porque estoy atravesando por una crisis
emocional”. Plantee de manera abierta y honesta sus sentimientos, los eventos
que lo llevaron hasta ese punto y las posibles soluciones que usted ve. Siga
haciendo llamadas, aunque vuelva a marcar los mismos números telefónicos,
hasta que la crisis esté resuelta, no importa la hora del día o de la noche.

• Amigo Tel.

• Familiar Tel.

• Amigo Tel.

• Familiar Tel.
2281
• Amigo Tel.

• Terapeuta Tel.

• Doctor Tel.

• Iglesia Tel.

• Pastor Tel.

• Línea de emergencia para crisis Tel.

• Prevención de suicidio Tel.

“Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando
cayere, no habrá segundo que lo levante”. (Eclesiastés 4:10)
“Si todavía se encuentra en crisis después de seguir los pasos anteriores,
PROTÉJASE FÍSICA Y EMOCIONALMENTE y diríjase a un LUGAR SEGURO
donde pueda estar ACOMPAÑADO(A).
• Haga planes para quedarse con un amigo o familiar que lo apoye.
• Salga a un lugar público donde sea difícil lastimarse.
• Si todo lo anterior falla, vaya a la sala de emergencias de un hospital y diga que
su vida esta en riesgo porque quiere lastimarse. Aclare que no quiere llenar una
solicitud de ingreso, que sólo quiere sentarse en la sala de espera por un
momento para garantizar que no actuará impulsivamente.
• Si ha seguido de manera honesta los pasos anteriores y todavía está en
problemas, entonces debe entender que su crisis es grave y requiere
hospitalización.
“Escucha el consejo, y recibe la corrección, para que seas sabio en tu vejez”. (Proverbios
19:20)
PUEDO SOBREVIVIR A LA CRISIS SIN SALIR LASTIMADO. ¡ANTE LOS OJOS DE DIOS, SOY MUY
VALIOSO(A)!

Mi vida e integridad física son muy importantes.

G. Dando esperanza al que no tiene ninguna


El salvavidas más importante que usted puede ofrecer a una persona que está
pensando en el suicidio es la ESPERANZA. Quizá se sienta incapaz o temeroso de
involucrarse con alguien que quiere suicidarse, pero Dios puede traerlo a su vida
para ayudarle a reflexionar acerca de su amor y dirección. Considere ese encuentro
como de Dios y piense que puede ser un faro de esperanza para aquella persona que
2282
vive en la oscuridad.
“Aún hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo
que león muerto”.
(Eclesiastés 9:4)
¡MIENTRAS HAY VIDA, HAY ESPERANZA!
“La cual [la esperanza] tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta
dentro del velo”. (Hebreos 6:19)
Confronte con honestidad
• Tome con seriedad cualquier conversación acerca de la muerte o suicidio.
• Pregunte de manera directa, “¿Estás pensando en el suicidio?”
• Exprese su preocupación.
• Busque llegar al problema que está ocasionando el dolor.
• Pregunte: “¿Cómo has estado sobrellevando el dolor?”
“Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre; mas el
hombre entendido lo alcanzará”. (Proverbios 20:5)
Ofrezca alternativas
• Reconozca que la vida es dura.
• Señale que en ocasiones, es difícil vivir cuando nos encontramos en
situaciones desagradables.
• Haga una lista de las posibles alternativas en una hoja de papel.
• Ordene las opciones por orden de importancia.
• Comunique los propósitos que Dios tiene para el sufrimiento. Por ejemplo,
uno de ellos es compasión: “Hay muchos que están sufriendo como tú. Se
sienten desesperados y solos. Piensan que nadie comprende su dolor. Tú
sabes lo que es el sufrimiento. Tu dolor te capacita para desarrollar un
ministerio de compasión. Estás siendo entrenado para ser un salvavidas de
esperanza para quienes están atravesando lo mismo que tú”.
“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es
Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que
dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis
soportar”. (1 Corintios 10:13)
Proponga un trato
• Edifique la relación mostrando interés genuino y disposición para ayudar.
• Pregunte si la persona está dispuesta a hacer un trato con usted:
“¿Prometes que si intentas lastimarte, me hablarás antes de hacerlo?”
• Asegúrese de obtener su firma.
• Comprométase a mantenerse en contacto.
“Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de
Cristo”. (Gálatas 6:2)

2283
Consiga ayuda
• Anime a la persona a hacerse un chequeo médico.
• Busque a un consejero capacitado o a un terapeuta.
• Llame a un pastor.
• Haga contacto con algún centro de ayuda para crisis y suicidios
• Ayude a hacer los trámites necesarios para la hospitalización.
“Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; mas en la multitud
de consejeros se afirman”. (Proverbios 15:22)
La vida con Cristo es una de esperanza sin fin. La vida sin Cristo es un fin sin esperanza.
¡ESCOJA VIVIR!

CONSUELO PARA LOS QUE ESTÁN PADECIENDO LAS


CONSECUENCIAS DE UN SUICIDIO
“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón;
y salva a los contritos de espíritu”.
(Salmos 34:18)
Las secuelas emocionales que deja un suicido son más devastadoras de lo que
podemos imaginar. Pocas personas son capaces de estar al lado de los que sufren las
consecuencias de un suicidio. Un torbellino de emociones hace que los
sobrevivientes queden atrapados en una espiral descendente de lamento y dolor. La
pregunta que los atormenta es: ¿por qué? Parece que nunca obtienen respuesta. Aun
cuando el suicidio haya sucedido dentro de nuestro círculo de conocidos, la mayoría
nos sentimos incapaces de sobrellevar la realidad de una tragedia de tal magnitud.

UN DOLOR INCOMPARABLE
“Él [Dios] sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas”.
(Salmos 147:3)
IMPACTO “Debe haber un error. Apenas la vi hace
unas horas”.

NEGACIÓN “¡Pensó que la muerte era mejor que seguir


viviendo a mi lado!”

CULPA “Debí haber hecho algo para evitarlo”.

ENOJO “¿Cómo pudo hacerme esto?”

VERGÜENZA “¿Qué le voy a decir a los demás?”

TEMOR “¿Qué pasará con nuestra familia?”

TRISTEZA “Sueño con frecuencia que vuelve a mi


lado”

2284
SEA UN AMIGO INCOMPARABLE
“El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo;
y amigo hay más unido que un hermano”.
(Proverbios 18:24)
SEA HONESTO Exprese sus sentimientos de confusión y
dolor. No esconda la verdad ni tenga miedo
de utilizar la palabra “suicidio”.

ESTÉ PRESENTE Esté dispuesto a estar con la persona. Su


presencia es suficiente.

ESCUCHE Escuche con atención lo que hay en su


corazón y anime al sobreviviente a expresar
sus emociones

ACEPTE Acepte todas las emociones, sin importar


que sean ofensivas.

NO EMITA JUICIOS Evite emitir juicios acerca del suicidio, mas


bien, anime al sobreviviente a confiar en la
compasión de Dios.

PROMUEVA

EL PERDÓN Permita que el sobreviviente vea la


sensibilidad y el perdón en su propia vida.
Quizá sienta el deseo de confesar y recibir el
perdón de Dios, especialmente si se siente
culpable.

DÉJESE GUIAR POR

EL ESPÍRITU Sea siervo del Espíritu Santo. Confíe que él


le dará las palabras adecuadas.

ORE

FERVIENTEMENTE Ofrezca orar por el sobreviviente si se muestra receptivo.


Comprométase a llevar en oración a toda la familia.

QUÉ HACER Y QUÉ NO HACER…


PARA FAMILIARES Y AMIGOS

2285
Las palabras pueden herir o sanar. Las personas cuyo corazón está apesadumbrado y
aloja pensamientos suicidas, necesitan una sanidad verdadera. Esté consciente del
poder de sus palabras.
“Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada;
mas la lengua de los sabios es medicina”.
(Proverbios 12:18)
No vea la plática acerca de la muerte como algo trivial. No diga, “Deja de hablar de
eso”.
Sí. Esté dispuesto a escuchar, realmente escuchar. “Quiero escuchar lo que estás
sintiendo en verdad”.
No minimice el dolor emocional diciendo: “No puede ser tan malo”.
Sí. Haga preguntas. “¿Cuándo comenzaste a sentirte así?”
No ignore los sentimientos. “No deberías sentirte así”.
Sí. Intente sacar los verdaderos sentimientos. “Dime cómo te sientes realmente”.
No contradiga las declaraciones de baja auto-estima: “No eres tan malo”.
Sí. Comunique: “Todos nos equivocamos. Sin embargo, cometer errores no
significa que somos un fracaso”.
No prometa: “Jamás le diré a nadie”.
Sí. Explique: “Te quiero y no puedo prometerte guardar el secreto. Te amo
demasiado para hacerlo”.
No desafíe a la persona: “Pues si eres tan valiente, ve y quítate la vida”.
Sí. Recoja todas las armas que tenga al alcance como pistolas, cuchillos o sustancias
venenosas.
No culpe a nadie o a nada: “Es su culpa que te sientas así”.
Sí. Reconozca que Dios conoce las injusticias, sin embargo, nosotros decidimos
cómo reaccionamos a ellas. ¿Asumiremos una actitud responsable o irresponsable?
No intente “alegrar” a la persona haciendo comparaciones: “Otros han pasado por
cosas peores”.
Sí. Apele al corazón: “¿Estás consciente de las consecuencias devastadoras del
suicidio para los que te rodean? Los que te aman y que amas se culparán”.
No ofrezca soluciones instantáneas: “Olvida el pasado”.
Sí. Ayude a iniciar una evaluación médica lo más pronto posible.
No le asegure: “Pronto acabarán los problemas”, porque podrían empeorar.
Sí. Admita el hecho de que la vida es difícil. Diga: “Aunque no comprendo lo
oscuro y largo del túnel que estás atravesando, soy tu amigo y estaré a tu lado en
cada paso del camino hasta que veas la luz”.
No se refiera a las personas deprimidas como que son poco espirituales.
Sí. Asegure que todas las personas han sufrido alguna vez de depresión, aún usted.
No se involucre en discusiones teológicas.
Sí. Ore fervientemente pidiendo sabiduría para cada persona involucrada en esta
crisis y asegure: “Dios nunca te dejará ni te abandonará”.
“El sabio de corazón es llamado prudente,
y la dulzura de labios aumenta el saber”.
(Proverbios 16:21)
MI PACTO DE ESPERANZA
2286
El siguiente es un contrato solemne de apoyo. No puede ser
anulado o invalidado sin la autorización escrita de ambas
partes.
Prometo que si llego a considerar el suicidio, hablaré
contigo antes de hacer algo que me destruya.
Firmo en señal de mi pacto contigo.
Firma Fecha

“Aún hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos”. (Eclesiastés 9:4)

De la desesperación a la salud

Si sólo piensa en su tristeza, desesperanza y rechazo, inevitablemente caerá en depresión y


posiblemente tendrá pensamientos suicidas. Reemplace esos pensamientos derrotistas con
buenas ideas, ocupando su mente en actividades que le levanten el ánimo. Por sobre todas
las cosas, si está pensando suicidarse, llame a su pastor, a un centro de emergencia, a un
consejero o a un amigo. Ellos quieren ayudarle.

ACTIVIDADES QUE LE AYUDARÁN A DESECHAR LA IDEA DE SUICIDARSE


• Camine, trote, haga bicicleta, o nade para liberar energía física
• Recuéstese, tome una siesta para renovar fuerzas físicas
• Tome un baño caliente o un baño de burbujas para relajarse
• Acuéstese con una almohadilla caliente para sentir calidez
• Juegue con una mascota o abrace un muñeco de peluche para experimentar
consuelo emocional
• Lleve un diario o trate de dibujar sus emociones para liberarse emocionalmente
• Vea una película inspiradora para su disfrute emocional
• Escuche música cristiana de alabanza para recibir inspiración espiritual
• Lea un libro cristiano o una biografía para deleitarse espiritualmente
• Memorice versículos de las Escrituras para tener una perspectiva espiritual
• Arme un rompecabezas o conteste un crucigrama para estimular la mente
• Realice quehaceres dentro y fuera de casa para escombrar el desorden
• Limpie el refrigerador, un gabinete, clóset o cajón para sentirse productivo
• Elabore una lista de supermercado, eligiendo comida saludable para satisfacer sus
necesidades físicas
• Organice cupones de descuento para ir de compras para satisfacer necesidades
prácticas
• Tome medicina según las indicaciones del doctor para satisfacer sus necesidades de
salud
• Vaya al parque y observe a la gente para disfrutar a los demás
• Saque del clóset la ropa que ya no utilice y regálela a los necesitados para pensar en
los demás
2287
• Ofrezca sus servicios como voluntario en algún ministerio, iglesia o institución de
caridad para compartir lo que tiene con otros
• Llame a un amigo y ofrézcale ayuda para extender su mano a otros

Las porciones son tomadas de la versión Reina-Valera 1960 Copyright © 1960 Sociedades Bíblicas
en
América Latina; Copyright © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Usado con permiso.
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Traducción: Elizabeth Cantú de Márquez
Todos los derechos reservados. Este material no puede reproducirse
en ninguna forma sin la autorización de
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BIBLIOGRAFÍA

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“¿Cuándo es el tiempo de morir? Suicidio, Eutanasia, Sufrimiento, Misericordia” Grand
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Wright, H. Norman. Crisis Counseling: What to Do and Say During the First 72 Hours.
“Consejería en medio de la crisis: Qué hacer y decir en las primeras 72 horas” Ed.
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Wright, H. Norman. Training Christians to Counsel. “Entrenando cristianos para aconsejar”
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“Consultes hoy la palabra de Jehová”.


1 Reyes 22:5

La preocupación
La ladrona del gozo
por June Hunt

“La preocupación es como una maraña de gruesos hilos que ejercen presión sobre nuestra mente —nos ata
como con un cordón entretejido de tres hebras— las penas del pasado, las angustias de hoy y las
preocupaciones de mañana. Trágicamente, el efecto de la preocupación ahoga el gozo, interfiere con nuestra
paz, y coarta la libertad. Sin embargo, ¡podemos vencer a esa asfixiante enemiga!”

— June Hunt

I. DEFINICIONES
A. ¿Qué es la preocupación?
• La palabra que en español se traduce como afán en el Nuevo Testamento es la
palabra griega merimnao, que significa “estar ansioso, estar distraído” o “tener
una mente dividida” (merizo, “dividir”—nous, “la mente”).
—La preocupación es dividir la mente entre lo que vale la pena y es útil y lo que
es dañino y destructivo.
—Preocuparse es detener el flujo natural de nuestra energía creativa.
“¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?”
(Mateo 6:27)
• El concepto de preocupación se expresa de diferentes maneras en las Escrituras:
—Ser impaciente
—Estar ansioso
—Estar preocupado
—Estar lleno de cargas
—Tener el corazón cargado
—No tener paz
—Estar distraído
—Estar lleno de problemas
—Estar angustiado
—Estar desesperado
1965
“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos”.
(Salmo 139:23)

B. ¿De dónde viene la preocupación?


La preocupación no es una debilidad heredada (“Mi mamá se preocupaba mucho”),
ni es un hábito gracioso (“¡Así soy, preocupón!”), o una excusa para justificar el
perfeccionismo vanidoso (“Alguien tiene que preocuparse para que las cosas
salgan bien”). Tampoco es una respuesta aceptable cuando hemos sido víctimas de
algo o de alguien. La preocupación es un pecado declarado que desagrada a Dios.
La preocupación:
• Demuestra falta de fe
La preocupación pone de manifiesto que realmente no le creemos a Dios, quien
nos dice que él proveerá lo que necesitamos para satisfacer todas nuestras
necesidades.
“Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a
tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas
aguas nunca faltan”. (Isaías 58:11)
• Es una desobediencia abierta
La preocupación pone de manifiesto que nos estamos atribuyendo la
responsabilidad y la carga de buscar aquello que Dios ya ha prometido darnos.
“Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué
habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más
que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no
siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las
alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros
podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido,
¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no
trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió
así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en
el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca
fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué
vestiremos?” (Mateo 6:25–31)
• Es destructiva
La preocupación destruye nuestro cuerpo, que es el templo del Espíritu Santo.
Puede acarrear enfermedades físicas, tales como hipertensión, problemas
cardiovasculares, dolor de cabeza, resfriados, úlceras y padecimientos
estomacales.
“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en
vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido
comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro
espíritu, los cuales son de Dios”. (1 Corintios 6:19–20)

1966
• Deshonra a Dios
La preocupación manifiesta nuestra inseguridad e incapacidad humana que
desconfía de la omnipotencia de Cristo. Definitivamente, la preocupación puede
destruir nuestro testimonio cristiano, haciendo que Dios parezca como un Dios
incapaz, indigno de ser alabado.
“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras
buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. (Mateo
5:16)
Puesto que Dios dice claramente:
“No os afanéis”, su deseo es que no nos preocupemos.

C. ¿En qué se enfoca la preocupación?


Una de las características específicas de la preocupación es el enfoque negativo
hacia el futuro. Cuando nos preocupamos demasiado, desperdiciamos el tiempo
especulando en lo que puede o no llegar a suceder y encima de esto, esperamos y
tememos lo peor.
• “¿Qué sucederá si pierdo mi trabajo?”
• “Ya soy demasiado viejo para conseguir otro empleo”.
• “No podría pagar mis deudas sin este trabajo”.
• “A mi edad, no sería justo perder mi empleo”.
• “¿Qué pasará si no encuentro trabajo?”
• “¿Qué pasaría si me dejara mi cónyuge?”
• “¿Cómo podré vivir solo?”
• “¿Qué dirá la gente?”
• “¿Qué pasará si mi hijo adolescente se mete en problemas?”
• “¿Cómo voy a enfrentar esa situación?”
• “¿Qué opciones tengo?”
• “¿Qué pasará si mis padres llegan a quedar discapacitados?”
• “¿Cómo voy a pagar si requieren atención médica prolongada?”
• “¿Qué querrán que haga por ellos?”
• “¿Qué sucederá si mi cónyuge tiene una aventura?”
• “¿Cómo podré perdonarle?”
• “¿Qué les diré a mis hijos?”
• “¿Qué pasará si me da cáncer?”
• “¿Cómo va a influir en mi vida?”
• “¿Qué posibilidades tendré de sobrevivir al tratamiento?”
“No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?”
(Mateo 6:31)

D. La otra cara de la moneda de la preocupación


Existe una línea muy delgada entre la preocupación destructiva y la preocupación
constructiva. Es posible que tratemos de defender nuestra tendencia a preocuparnos

1967
argumentando que es un comportamiento saludable. Sin embargo, debemos ser
honestos y analizarnos con más cuidado para conocer nuestro corazón y
motivaciones.
“He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender
sabiduría”.
(Salmo 51:6)

PREOCUPACIÓN DESTRUCTIVA PREOCUPACIÓN


CONSTRUCTIVA

• Paraliza • Motiva

• Disminuye la creatividad • Aumenta la creatividad

• Apaga la iniciativa • Promueve la iniciativa

• Produce impaciencia y ansiedad • Produce el análisis calmado de las cosas

• Pretende controlar el futuro • Pretende mejorar el futuro

• Teme lo peor • Espera lo mejor

• Se muestra negativo con otros • Se muestra positivo hacia con otros

• Aleja la mente de lo importante • Dirige la mente a hacia lo importante

“Me preocupa tanto que mi hijo se “Me preocupa que mi hijo no sepa
ahogue, jamás permitiré que se acerque nadar, así que lo inscribí en las clases
al agua” de natación”

“En quien (Jesús) están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del
conocimiento”.
(Colosenses 3:2)

E. Ejemplo bíblico de la preocupación


Tanto María como Marta, amaban a su amigo Jesús. Sin embargo, expresaron su
amor de manera diferente. Cuando Jesús visitó su hogar, María se sentó a sus pies
con gran devoción, deleitándose en el banquete de cada palabra que él decía,
mientras que Marta se dispuso con diligencia a preparar los alimentos de un gran
banquete para su Señor. Afanada por innumerables detalles, Marta, que se sentía la

1968
mártir, pidió a Jesús que reprendiera a María y le ordenara que se acomidiera. Jesús
miró a María y la vio tranquila y dispuesta a aprender de él, y a Marta, preocupada y
molesta. Marta se dejó atrapar por su propia red del afán. Jesús, en vez de
condenarla, dio la solución para todas las Martas del mundo que se dejan engañar
por los afanes.
“Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le
recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los
pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y
acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile,
pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás
con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte,
la cual no le será quitada”.
(Lucas 10:38–42)
La libertad no está en angustiarnos Por lo temporal, sino en Concentrarnos en lo
eterno.

II. SÍNTOMAS
La preocupación es como un ladrón que entra de noche a robarnos la paz espiritual.
Dios no desea que vivamos preocupados por el futuro ni que dejemos que nuestras
emociones sean presas del temor. Si a usted lo consume la preocupación, seguramente
está pasando por alguno de los siguientes síntomas físicos y emocionales que le roban
la posibilidad de madurar espiritualmente.
“El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo
y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa”.
(Mateo 13:22)

¿ESTÁ USTED ATRAPADO POR LA RED DE LA PREOCUPACIÓN?


“El temor del hombre pondrá lazo; mas el que confía en Jehová será exaltado”.
(Proverbios 29:25)

A. Emocionales
• ¿Tiene miedo de lo que otros piensen de usted?
• ¿Se siente abrumado por el temor al futuro?
• ¿Se siente desmayar cuando escucha malas noticias?
• ¿Siente temor cuando alguna persona injusta tiene éxito?
• ¿Experimenta ansiedad a causa de conflictos no resueltos?
• ¿Le aterroriza la muerte?
“Las angustias de mi corazón se han aumentado; sácame de mis congojas”.
(Salmos 25:17)

1969
B. Físicos
• ¿Tiene dificultad para dormir?
• ¿Está perdiendo el apetito?
• ¿Está comiendo demasiado?
• ¿Tiene dolores de cabeza?
• ¿Tiene dolores de estómago?
• ¿Tiene dificultad para mantenerse con buena salud?
“Porque todos sus días no son sino dolores, y sus trabajos molestias; aun de noche su
corazón no reposa. Esto también es vanidad”
(Eclesiastés 2:23)

III. CAUSAS DEL AFÁN Y LA ANSIEDAD


A. ¿Por qué se preocupa?
El objeto de la preocupación no es tan importante como la causa de que nos
preocupemos. Puede ser que conozcamos y amemos a Dios, pero nuestra
preocupación persistente demuestra falta de confianza en él. Cuando confiamos en
cualquier otra cosa que no sean las promesas y provisión de Dios para nuestra vida,
la preocupación hará que nos alejemos del Señor y que nuestra confianza se
convierta en desconfianza.
“Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su
brazo, y su corazón se aparta de Jehová”.
(Jeremías 17:5)

LA DESCONFIANZA DENOTA…
UNA TEOLOGÍA DISTORSIONADA
Confiamos en que Dios nos salva, pero no creemos que satisfará nuestras
necesidades cotidianas.
“¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?
¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos,
sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está
en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” (Mateo 7:9–11)
LA ILUSIÓN DE QUE TENEMOS EL CONTROL DE LAS COSAS
Creemos ilusamente que si ordenamos mentalmente los eventos futuros
podremos controlar sus resultados.
“¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos
allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será
mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece
por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais

1970
decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala;
y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”. (Santiago 4:13–17)
EL SÍNDROME DE LA RESPONSABILIDAD EXAGERADA
Tener un sentido exagerado de responsabilidad pretendiendo que todas las
áreas de nuestra vida sean perfectas.
“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera
que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y
por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así
para tener abundancia como para padecer necesidad”. (Filipenses 4:11–12)
UNA FALSA CULPABILIDAD
En lugar de resolver el pecado que hay en nuestra vida, permitimos que la
culpa falsa se manifieste como preocupación en otras áreas.
“Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día. Porque de
día y de noche se agravó sobre mí tu mano; se volvió mi verdor en sequedades
de verano. Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré
mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado”. (Salmo
32:3–5)
EMOCIONES DESCONTROLADAS
Dejamos que el temor nos controle por completo cuando enfrentamos
dificultades.
“Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores”. (Salmo 34:4)
QUE NECESITAMOS APROBACIÓN
Sentimos la imperiosa necesidad de ser aprobados por otros.
“Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar
a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de
Cristo”. (Gálatas 1:10)
HAMBRE ESPIRITUAL
Tratamos de vivir del alimento espiritual pasado, pero en el presente nos
debilitamos por la falta de intimidad espiritual fresca con Dios.
“Gustad, y ved que es bueno Jehová; dichoso el hombre que confía en él. Temed
a Jehová, vosotros sus santos, pues nada falta a los que le temen. Los leoncillos
necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de
ningún bien”. (Salmo 34:8–10)
QUE TENEMOS UNA IMAGEN PERSONAL DISTORSIONADA

1971
Nos falta el valor que Dios nos da, lo que nos causa un sentimiento de
impotencia para resolver los problemas.
“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de
espíritu”. (Salmo 34:18)

B. La raíz del problema


Sin pensar en las consecuencias, Pedro literalmente dio un paso de fe, salió de la
barca y comenzó a dar grandes pasos sobre el agua. Sin embargo, en cuanto quitó su
vista de Cristo y la puso en su propia fragilidad, la maravillosa caminata del apóstol
se convirtió en una experiencia traumática. Pedro perdió la fe en Jesús y en sus
palabras. De la misma manera, cuando perdemos la fe en Dios y su palabra, caemos
en la trampa y nos ahogamos en el mar de la preocupación. (Lea Mateo 14:25–33.)
CREENCIA FALSA: “Creo que Dios me cuida, pero no creo que se preocupe de los
detalles cotidianos de mi vida. No puedo evitar preocuparme”.
CREENCIA CORRECTA:“Dios ha prometido proveer todas mis necesidades a través
de Cristo. No tengo que preocuparme de cómo él cumplirá esa promesa. Yo
confió en que él lo hará”.
“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria
en Cristo Jesús”. (Filipenses 4:19)

IV. PASOS PARA ENCONTRAR LA SOLUCIÓN


La Biblia nos ordena echar todas nuestras preocupaciones sobre el Señor… entregarle y
confiarle todos nuestros deseos e incertidumbres completamente. Pero, ¿cómo se logra
esto? En la Biblia, a menudo Dios describe a su pueblo comparándolo con un rebaño de
ovejas. Cuando una de ellas cae y queda boca arriba, queda completamente indefensa;
carece de capacidad para remediar su situación. Cuando nosotros nos preocupamos,
somos como esas ovejas indefensas. No tenemos los recursos dentro de nosotros para
cambiar nuestras circunstancias. Pero de hecho, el Señor Jesús quiere que nos
abandonemos a él. Él quiere que lleguemos al fondo de nuestros recursos para que
aprendamos a depender de él aun para nuestra propia vida. Cuando nos entregamos a él,
con todo cuidado él nos levanta y nos lleva en sus brazos, como dice Isaías 40:11:
“Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los
llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas”.

A. Versículo clave para memorizar


“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”.
(1 Pedro 5:7)

B. Pasaje clave para leer y meditar

1972
¡LA PREOCUPACIÓN ES INÚTIL!
Lucas 12:22–34
No se preocupe:
la vida es más que la comida y la ropa.
• v. 22

• v. 23 perderá el significado de la vida.

• v. 24 Dios alimenta a las aves y seguramente le


alimentará a usted.

• v. 25 usted no puede alargar su vida.

• v. 26 es un esfuerzo inútil.

Si usted se preocupa:
desperdicia tiempo y energía.
• v. 27

• v. 28 muestra falta de fe.

• v. 29 pone su mirada en las cosas materiales.

• v. 30 será como los incrédulos que rehúsan


confiar en Dios.

• v. 31 no está poniendo su prioridad en el reino de


Dios.

• v. 32 desecha la herencia que Dios el Padre le ha


dado.

• v. 33 está pensando más en usted que en los


demás.

• v. 34 está atesorando lo temporal en lugar de lo


eterno.

C. El remedio para quien padece de ansiedad crónica


Las preocupaciones se convierten en cintas grabadas que se repiten una y otra vez
en nuestra mente. Sabemos que no debemos preocuparnos, pero parece que no
podemos detener la grabación… después, nos preocupamos por estar preocupados.

1973
Afortunadamente, Dios no sólo nos recomienda que dejemos de preocuparnos, sino
que nos dice cómo. Aunque no podemos dejar de escuchar en nuestra mente la
cintas grabadas de la preocupación, sí podemos cambiar el casete y Filipenses 4:6–9
nos dice cómo.

LA PALABRA DE DIOS DICE:


• ¿Qué dice Dios acerca de la
preocupación?

“Él dice que no debemos estar (v. 6)


afanosos”.

• ¿Qué dice Dios que debemos


hacer en vez de preocuparnos?

“Él dice que debemos expresar (v. 6)


nuestra ansiedad en oración”.

• ¿Qué cosas quiere Dios que le pidamos en oración?

“Él dice que pidamos todo”. (v. 6)

• ¿Qué actitud espera Dios que


tengamos?

“Él dice que expresemos acción (v. 6)


de gracias”.

• ¿Qué ha prometido Dios si le


entregamos nuestra
preocupación?

“Él dice que tendremos la paz de (v. 7)


Dios”.

• ¿En qué dice Dios que debemos


centrar nuestros pensamientos?

1974
“Él dice que debemos (v. 8)
reemplazar los pensamientos
negativos con todo aquello que
es honesto, justo, puro, amable,
todo lo que es de buen nombre y
digno de alabanza”.

• ¿Qué dice Dios acerca de cómo


debemos comportarnos?

“Él dice que debemos (v. 9)


conducirnos de tal manera que
reflejemos su carácter”.

EL PLAN DE DIOS
• Identifique el objeto de su preocupación.
—Lea Filipenses 4:8 cuidadosamente, reflexionando en cada cualidad.
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo
justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay
virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. (Filipenses 4:8)
• Evalúe toda preocupación a la luz de cada característica.
—(Pregúntese, “¿Son mis pensamientos verdaderos… honestos… justos…
puros… amables… de buen nombre… virtuosos… dignos de alabanza?”)
• Cambie su énfasis de preocuparse y aprenda a descansar en la soberanía de
Dios.
“Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová no
tendrán falta de ningún bien”. (Salmo 34:10)

D. Las ocho malas hierbas de la preocupación


SI DECIMOS:
“Temo que mi situación sea imposible”.
DIOS DICE:
Todas las cosas son posibles para mí.
“Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios”.
(Lucas 18:27)
SI DECIMOS:

1975
“Me preocupa mi falta de sabiduría”.
DIOS DICE:
Yo te daré mi sabiduría.
“Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios
sabiduría, justificación, santificación y redención”. (1 Corintios 1:30)
SI DECIMOS:
“Me preocupan los problemas del mundo”.
DIOS DICE:
Echa toda tu ansiedad sobre mí.
“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”.
(1 Pedro 5:7)
SI DECIMOS:
“Me siento abrumado por el miedo”.
DIOS DICE:
Yo te sostendré cuando sientas temor.
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te
esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi
justicia”. (Isaías 41:10)
SI DECIMOS:
“Estoy muy preocupado —No puedo perdonarme a mí mismo”.
DIOS DICE:
Yo puedo perdonarte.
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros
pecados, y limpiarnos de toda maldad”. (1 Juan 1:9)
SI DECIMOS:
“Tengo miedo que mis seres queridos me abandonen”.
DIOS DICE:
Una vez que te entregues a mí, nunca te abandonaré.
“Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará;
no temas ni te intimides”. (Deuteronomio 31:8)
SI DECIMOS:

1976
“Me preocupa la muerte”.
DIOS DICE:
Te daré mi paz en la muerte.
“Entrará en la paz; descansarán en sus lechos todos los que andan delante de
Dios”. (Isaías 57:2)
SI DECIMOS:
“Estoy tan preocupado que no puedo descansar”.
DIOS DICE:
Yo te daré descanso.
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de
corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y
ligera mi carga”. (Mateo 11:28–30)

E. Cómo deshacernos de la preocupación


ARRANQUE LAS HIERBAS DE LA PREOCUPACIÓN DE SU JARDÍN
“Doña María, ¿cómo está su jardín? Con todas esas espinas y malas hierbas allí, ¡no es
extraño que su preocupación sea así!”
• Decida liberarse de todo lo que le impide hacer la voluntad de Dios.
—Exprese el deseo de su corazón de hacer la voluntad de Dios.
“El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de
mi corazón”. (Salmo 40:8)
—Admita que ha pecado y ha hecho las cosas a su manera.
“Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos;
para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu
juicio”. (Salmo 51:4)
—Entregue a Cristo el control de su vida, permitiéndole ser su Señor.
“Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en
pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que
quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de
mí y del evangelio, la salvará. Porque ¿qué aprovechará al hombre si
ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” (Marcos 8:34–36)
—Dígale a Dios que usted desea que él haga su voluntad en y a través de usted.
“Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer,
por su buena voluntad”. (Filipenses 2:13)
“Pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas,
entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa”.
(Marcos 4:19)

1977
• Reconozca la presencia del Maestro jardinero en su vida.
—El Señor es nuestra vida.
“Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también
seréis manifestados con él en gloria”. (Colosenses 3:4)
—El Señor es nuestra seguridad.
“Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni
principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo
profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios,
que es en Cristo Jesús Señor nuestro”. (Romanos 8:38–39)
—El Señor es nuestro proveedor.
“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en
gloria en Cristo Jesús”. (Filipenses 4:19)
—El Señor es nuestro protector.
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios
que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de
mi justicia”. (Isaías 41:10)
“Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio”. (Salmo 18:2)
• Arranque de su jardín las palabras negativas de “no puedo”, “no debería”,
“tengo que” y “debo”, que sólo producen preocupación:
—“¡No puedo soportar ser rechazado!”
—“Debo llenar todas sus expectativas”
—“No puedo fallar”
—“Debo tener una excelente salud”.
“Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán.
Basta a cada día su propio mal”.
(Mateo 6:34)
• Vea las situaciones que le producen ansiedad como tierra fértil para
desarrollar el carácter.
—Inicie nuevas relaciones aun a riesgo de ser lastimado.
—Confíe en que el Señor está dirigiendo su vida aunque las cosas no salgan
como usted esperaba.
—Tenga la expectativa de que Dios producirá cambios positivos a pesar de que
usted fracase.
—Permita que su vida ejemplifique lo que significa envejecer con gracia.
“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo”.
(Filipenses 1:6)
• Cultive el contentamiento por medio de la oración.
—“Señor, quiero ser aceptado por los demás, pero si no lo soy, no permitiré que
eso me robe el gozo. Tú me aceptas incondicionalmente”.
—“Señor, en lugar de preocuparme por el estilo de vida pecaminoso de mi hijo,
lo encomiendo a tu cuidado soberano”.

1978
—“Señor, en vez de preocuparme por mi trabajo, decido poner mi futuro en tus
manos”.
—“Señor, quiero tener una excelente salud, pero si no, estoy dispuesto a
aprender a contentarme y a rechazar la preocupación”.
“También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no
desmayar”.
(Lucas 18:1)
—Siembre las promesas de Dios en su corazón. Para tener contentamiento:
“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme,
cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener
abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como
para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer
necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. (Filipenses 4:11–13)
—Para tener esperanza:
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová,
pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”.
(Jeremías 29:11)
—Para tener fortaleza:
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios
que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de
mi justicia”. (Isaías 41:10)
—Para tener confianza:
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor
y de dominio propio”. (2 Timoteo 1:7)
“Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por
ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción
que hay en el mundo a causa de la concupiscencia”.
(2 Pedro 1:4)
• Regocíjese tanto con la lluvia como con el sol, porque ambos hacen que su
jardín crezca.
Agradezca a Dios por…
—Su reconfortante presencia en medio del dolor.
“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los
contritos de espíritu”. (Salmo 34:18)
—Las cosas que él le enseñará a través de los problemas.
“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas
pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas
tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin
que os falte cosa alguna”. (Santiago 1:2–4)
—La compasión que ahora puede sentir por otros que tienen problemas
similares.
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de
misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas
nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los

1979
que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que
nosotros somos consolados por Dios”. (2 Corintios 1:3–4)
—Su soberanía en el pasado, en el presente y en el futuro.
“Que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que
aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que
quiero”. (Isaías 46:10)
“Para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre
malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos”.
(Mateo 5:45)
• Abone su tierra con los nutrientes físicos adecuados.
—Si no duerme lo suficiente, los problemas pequeños se vuelven insuperables.
—Si no ingiere alimentos saludables, puede sentirse cansado y decaído.
—Si no toma tiempo para ejercitarse, puede sentirse desanimado y deprimido.
—Si no sabe por dónde comenzar, hágase un chequeo médico completo.
“Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan
de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño”.
(Salmo 127:2)
• Alimente su mente con música espiritual.
—Escuche alabanzas que le animen.
—Medite en la letra de cada una.
—Entone cantos en los que Dios promete proveer lo que usted necesita.
—En el momento en que se presente la preocupación, contrarréstela con un
canto que hable de la fidelidad de Dios.
“Jehová es mi fortaleza y mi escudo; en él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se
gozó mi corazón, y con mi cántico le alabaré”.
(Salmo 28:7)
• Cultive su jardín un día a la vez
Cada día de las siguientes cuatro semanas:
—Procure vivir en el presente —no en el pasado ni en el futuro.
“¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y
estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo
que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que
se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual
deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello”.
(Santiago 4:13–15)
—Imite la conducta piadosa de las personas que conoce.
“El que anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será
quebrantado”. (Proverbios 13:20)
—Pida a Dios que le dirija a realizar una buena obra.
“Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros,
así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas”.
(Mateo 7:12)

1980
—Confíe en las promesas divinas —usted tiene la paz de Dios alrededor y
dentro de usted.
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se
turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”. (Juan 14:27)
“Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán.
Basta a cada día su propio mal”.
(Mateo 6:34)
“Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el
árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá
cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará,
ni dejará de dar fruto”.
(Jeremías 17:7–8)
Cuando brote la preocupación, arránquela de raíz.

La preocupación mata el gozo y estrangula el alma y el espíritu.

La preocupación ahoga las alegrías del día de hoy.

En lugar de temer al futuro, confíe a Dios el mañana; él ya nos espera ahí.

—June Hunt

Todas las citas bíblicas están tomadas de la Versión la versión Reina-Valera 1960
Copyright © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina;
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Todos los derechos reservados. Este material no puede reproducirse en ninguna forma sin la
autorización de © 2008 Hope For The Heart/Esperanza Para El Corazón
Traducción: Elizabeth Cantú de Márquez
Puebla, México

LA PALABRA DE DIOS PARA LOS CORAZONES PREOCUPADOS


“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí”.

1981
(Juan 14:1)
¿Necesita usted…?
• Consuelo
“Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará
descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me
guiará por sendas de justicia por amor de su nombre (Salmos 23:1–3).
• Confianza
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de
dominio propio” (2 Timoteo 1:7).
• Contentamiento
“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera
que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y
por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así
para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo
que me fortalece” (Filipenses 4:11–13).
• Gracia
“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar
misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (Hebreos 4:16).
• Esperanza
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová,
pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis” (Jeremías
29:11).
• Amor
“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de
Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él” (1 Juan
3:1).
• Paz
“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera;
porque en ti ha confiado” (Isaías 26:3).
• Descanso
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de
corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y
ligera mi carga” (Mateo 11:28–30).
• Restauración

1982
“Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo,
después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione,
afirme, fortalezca y establezca” (1 Pedro 5:10).
• Salvación
“que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón
que Dios le levantó de los muertos, serás salvo” (Romanos 10:9).
• Fortaleza
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te
esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi
justicia” (Isaías 41:10).
¿Necesita usted…?
• Comenzar de nuevo
“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas.
He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra
vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad” (Isaías 43:18–19).
• Consuelo en la edad avanzada
“Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo
llevaré, yo soportaré y guardaré” (Isaías 46:4).
• Valor para vivir solo
“¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?”
(Romanos 8:31)
• Libertad del temor
“Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel:
No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por
las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases
por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti” (Isaías 43:1–2)
• Libertad de las obras personales
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues
es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura
suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de
antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:8–10)
• La presencia de Dios
“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de
espíritu” (Salmos 34:18).
• La perspectiva correcta en la persecución

1983
“No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los
hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos
los hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a
la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el
Señor. Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale
de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.
No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal” (Romanos 12:17–21)
• La perspectiva correcta en medio de la aflicción
“¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en
Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío” (Salmos 42:11)
• La perspectiva correcta en cuanto a la preocupación
“Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué
habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más
que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no
siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las
alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros
podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido,
¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no
trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió
así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en
el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca
fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué
vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre
celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana
traerá su afán. Basta a cada día su propio mal” (Mateo 6:25–34).
• La provisión de Dios
“¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?
¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos,
sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está
en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” (Mateo 7:9–11)
• La voluntad de Dios
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas” (Proverbios
3:5–6)

1984
BIBLIOGRAFÍA

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1985

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