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¿ Cómo elegir una referencia ROBUSTA ¿

Aunque hay todo un conjunto de posibles fuentes impresas y electrónicas que un estudiante de
Postgrado puede utilizar para fundamentar las ideas y argumentos presentados en un trabajo
escrito,(…. y más en una tesis o en una disertación ¡ ) , sí debe quedarle claro al estudiante
que hay diferencias importantes en cuanto a la calidad y al valor académico de diferentes
fuentes. Y que debe tratar de fundamentar sus trabajos con fuentes de alto valor académico, ya
que esto repercutirá en que sus trabajos escritos (incluyendo su tesis o disertación) tengan, en
principio, mejores evaluaciones. Usar fuentes de alto valor académico no lleva necesariamente
a la buena evaluación de un trabajo, ya que influyen otros factores como el valor y originalidad
de las ideas presentadas y la habilidad del estudiante de redactar trabajos académicos. Pero
un trabajo que no esté basado en fuentes de alto valor académico, independientemente de la
posible originalidad de las ideas y buena redacción, jamás tendrá una evaluación buena o
sobresaliente.

El valor de una fuente impresa o electrónica depende de varios factores:

1. Del reconocimiento que tiene el autor o autores en la comunidad académica, que se


determina por la frecuencia con la que se citan los trabajos de estos autores en publicaciones
académicas.

2. Del medio en el que se publica el trabajo. Los trabajos publicados en libros especializados
de editoriales reconocidas, o en publicaciones periódicas arbitradas, y en menor medida
trabajos presentados en congresos arbitrados, o disertaciones doctorales y tesis de maestría
de instituciones académicas reconocidas, ofrecen mayores garantías de que el trabajo ha sido
revisado por especialistas del área que conocen del tema y que el contenido es verídico y de
calidad.

3. De qué tan reciente es la publicación. Entre más reciente, mejor.

Se recomienda al estudiante que seleccione con cuidado, basándose en estos criterios, el


material que lea para apoyar sus trabajos, y lo que cite en su trabajo para apoyar sus
argumentos e ideas. Lo importante es la calidad de las fuentes, no la cantidad. Es mejor
utilizar una menor cantidad de fuentes, pero cuidosamente seleccionadas por el valor
académico que tienen, a citar muchas fuentes de escaso o nulo valor académico. En igualdad
de circunstancias, es mejor fundamentar su trabajo en:

- publicaciones periódicas arbitradas,


- libros especializados de editoriales reconocidas,
- disertaciones doctorales,
- tesis de maestría,
- ponencias en congresos arbitrados importantes a nivel nacional e internacional.

Asimismo, fuentes de bajo valor académico que no deben de usarse, o que sólo se usan para
apoyar de manera secundaria una idea o argumento, serían, entre otras:

- libros de texto,
- libros de editoriales no especializadas,
- enciclopedias, diccionarios y manuales,
- artículos de revistas no arbitradas y de periódicos,
- páginas de Internet que publican información sin indicar la fuente,
- blogs,
- programas de radio o de televisión,
- boletines internos de organizaciones o instituciones donde NO se cita la fuene de los
planteamientos realizados.
Si no hay mucho tiempo para leer es mejor invertirlo en fuentes de alto valor
académico.
Documento basado en : Manual de presentación de trabajos escritos de la
Escuela de Graduados en Educación del Tecnológico de Monterrey.

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