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NATURALEZA JURIDICA DEL DAÑO.

EL DAÑO.
PROCESAL PUBLICO.

INTRODUCCIÓN.
Al abordar una temática amplia como lo es el daño, realizaremos una conceptualización
inicial de su naturaleza civil, con la finalidad de entender muy bien este fenómeno que se
presenta en múltiples áreas del derecho. Para efectos del presente ensayo, nos
enmarcaremos a las disposiciones publico procesales respecto a su clasificación,
características, reparación y los mecanismos que otorga la ley para subsanar estas
coyunturas que trascienden de lo civil a lo público.

CONCEPTO.
Se puede definir como el deterioro o restricción injusta que recae sobre el dominio
patrimonial o extrapatrimonial de una persona, lo que puede traducirse como una
aminoración del patrimonio del sujeto, o afectación moral. La mera existencia de un daño
sobre entiende la coexistencia de una obligación, que consiste en la reparación del injusto,
con ocasión del bien, el actor y tipo de daño. Se debe tener presente primordialmente la
existencia del daño:

Como lo ha señalado la doctrina y la jurisprudencia, la licitud o ilicitud no se


predica de la conducta de sus agentes, sino sólo del daño. - C430-00

Es así como el derecho colombiano a contemplado las probabilidades del injusto que se
suelen surtir en campo civil. No obstante, al existir la intervención de un actor estatal, el
daño inmediatamente, adquiere connotaciones en el campo público. En ese orden de ideas,
para surtir una adecuada definición de nuestro marco practico, la sentencia C -430 del 2000,
habla de los alcances de la responsabilidad patrimonial del estado con ocasión al daño
antijuridico, que bien puede ser de carácter objetivo o subjetivo. En el presente acápite de la
sentencia, obtenemos una definición interesante sobre lo que es el daño, las obligaciones
del estado y lo que el actor de justicia describe como “Cargas obligatorias”, en los
siguientes términos:
En la responsabilidad del Estado el daño no es sólo el resultado de una
actividad irregular o ilícita, sino también del ejercicio de una actuación regular
o lícita, pues lo relevante es que se cause injustamente un daño a una persona.

Hasta aquí concurrimos con una razonable definición, aplicable y valida para el
derecho, pero nos abre una pequeña brecha de discusión con la expresión regular o
licita, ya que nos persuade la definición a dos escenarios en los que existe daño, pero se
discute un poco la asignación de la responsabilidad de responder por el injusto. La
misma sentencia, hace una senda aclaración respecto a este escenario y la restricción de
la responsabilidad patrimonial del estado en los siguientes términos:

Por consiguiente, cuando el daño no puede reputarse como antijurídico, en


razón de que es el resultado del ejercicio legítimo de los poderes del Estado, no
está obligado a indemnizarlo

Aunque esa línea de conocer hasta donde va esa delgada línea de lo necesario a ejecutar por
el estado y lo que se pretende hacer ver como necesario no es muy claro, la tesis que
plantea la corte para efectos de contravenir cualquier disceptación, es que si la el ejercicio
que llevo a la ocurrencia del daño, hace parte de las actividades legitimas del estado
colombiano, la persona o los afectados están llamados a soportar dicha carga. En tanto que
se puede definir que el daño ANTIJURIDICO, es esa carga que el afectado no está en el
deber jurídico de soportar dicha lesión injusta que perjudica su patrimonio.

EL DAÑO OBJETIVO Y SUBJETIVO.


Es importante precisar que el constituyente propone el daño objetivo como destinatario de
las acciones de reparación. Por otra parte, la responsabilidad subjetiva esta contemplada
partiendo del detonante de la culpa derivada de acciones u omisiones a costas del
comportamiento de servidores públicos que se pueden calificar de irregulares e ilícitos. En
este escenario, inmediatamente se configura el daño ANTIJURIDICO, que habilita al
afectado a pretender la indemnización. Cabe resaltar que en cualquier proceso en el que se
establece el daño subjetivo, a expensas de un agente, se debe comprobar la modalidad de
acción u omisión, después debe determinarse razonablemente si el injusto fue cometido a
titulo de Dolo o culpa grave.

Ante su ausencia resulta inoficiosa cualquier acción indemnizatoria. El daño es la


causa de la reparación y la reparación es la finalidad última de la responsabilidad
civil. Fernando Hinestroza.

Aunque estos son los principios generales de la indemnización para efectos de la reparación
del daño, debemos tener presentes que no necesariamente se debe hablar de las afectaciones
evidentes. En el campo civil se maneja el daño con ocasión a una oportunidad de participar
en un concurso o una competencia para ganar algo. Básicamente, el daño consiste en la
limitación. El ejemplo más claro seria la actuación negligente de un abogado que no
presenta las pruebas, que no radico el recurso, que dejo vencer los términos. Esta conducta
típica, puede verse en desmejora de los derechos de una persona, por tanto, es procedente
iniciar una acción de reparación que puede prosperar. Claramente tenemos otras tesis que
suponen argumentos contrarios, en el que se afirma que no necesariamente la persona
ganaría la competencia y que era algo incierto, pero este tipo de procesos se sustentan es
con el material probatorio que el afectado pueda aportar. (La definición se amplía para los
efectos civiles).

CLASIFICACION DEL DAÑO.


El daño lo podemos clasificar en dos grandes grupos, como el material o los inmateriales,
dentro de la categoría de los daños materiales, tenemos dos clasificaciones:
 Daño emergente.  Lucro cesante.
Y en los inmateriales encontramos:
 Daño moral.  Daño a la Vida de relación.
 Daño fisiológico.  Daño a la salud.
Uno de los ejemplos que podemos traer a colación, es la perdida de la capacidad laboral
que puede tener una persona. Hablemos como si de un funcionario oficial de una entidad
pública se accidenta.
Claramente existe un daño debido que lo podemos enmarcar dentro de la categoría del lucro
cesante. En este caso tenemos que hablar de dos eventualidades. La primera es que, si bien
es cierto que un funcionario no puede tener contrato, perfectamente este puede ser dueño de
su propio negocio y debido al accidente, este negocio quedo abandonado y cerró.
Aunque improbable que se desvincule, lo mas razonable es que el accidente cumple un
procedimiento para la asignación de una indemnización (Ruta de calificación de la perdida
de la capacidad laboral – FURAT), pero el reconocimiento del lucro cesante de sus
pequeñas PYME, si debe ser reconocido por mediante una acción de reparación.

Bibliografía
CORTE CONSTITUCIONAL. (1996). C- 333 /96. BOGOTÁ.

CORTE CONSTITUCIONAL. (2000). C433/2000. Bogotá.

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