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,
¿Pueden niños y jóvenes comprender un pasado remoto? (Quiénes son
los protagonistas de la Historia y cómo se los puede estudiar en el aula?
¿Podemos enseñar a nuestros alumnos a pensar críticamente? ¿Por qué
es tan difícil cambiar la hiC:oria escolar? Este libro plantea una discusión
:sO ;
,
sobre estas y otras pregt. l' 1S, proponiendo una reflexión que tenga en
N
Esquizohistoria
cuenta las formas en qü: e ha estudiado el pasado en la escuela, la ~
eficacia con la que esa visión se instaló en alumnos, profesores y en toda,
la sociedad, y los aportes que pueden realizar hoy los historiadores para
modificar ese estado de cosas.
La Historia que se enseña en la escL.:.;la,
Gonzalo de Amézola es profesar en la Universidad la que preocupa a los historiadores y una
Nacional de La Plata y en la Universidad Nacional ni
de General Sarmiento, instituc;ion~s donde dirige 'C
.s renovación posible de la historia escolar
investigaciones sobre problemas de enseñanza de .!!!
la Historia. Ha publicado libros, capítulos de libros ..c
o,
y numerosos artículos en el país y el exterior sobre .~
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temas de historia argentina reciente y didáctica de C"
la historia. Durante más de dos décadas ha dictado
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GONZALO DE AMÉZOLA i
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clases en distintas escuelas me,dias. En los últimos 1,
años ha sido Director de Actualización Docente de la UNLP, universidad
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donde también se desempeñó como secretario académico y director del
departamento de Historia.
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PRIMERA PARTE
I
Una breve historia de la enseñanza de
1 la historia
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18 GONZALO DE AMÉZOLA 19
ESQUIZOHISTORlA
noplia de ag 'n" ~ssociales intervinientes que filtran y dan nue- un lugar destacado la escuela y los manuales: "Las consec~en-
vo significad! ~ "recontextualizan" las materias de enseñanza. La cias de esta evidente relación entre hist(¡!.::l investigada e hIsto-
din~mica de tnmsmutación de significado cultural y social de las
ria enseñada son [...] mucho más ampli,ls que la sola intención
disciplinas no podría buscarse exclusivamente en los programas
de servir de vía nacionalizadora, aunque sea precis~lmente esa
de estudio o, siendo muy importantes, en los libros de texto, o
en la evolución de las ideas pedagógicas, sino en el ámbito más intención la que facilitará la producción de consecuencias de
inaccesible e invisible de las prácticas de enseJianza.2 más largo alcance",4 . .
Para Maestro, las historias generales tuvieron una gran 11l-
Un concepto clave en el análisis de CUesta cs el de código fluencia en la configuración de la enseñnnZa escolar en España
disciplinar, al que define como "el conjunto de ideas, valores, en tres aspectos centrales:
suposiciones, reglamentaciones y rutinas prácticas (de carácter
En primer lugar, contribuyeron a estructurar y fijar Ul1,.1 for~na,
expreso y tácito) q~:~'a menudo se traducen en discursos legi-
un modelo de currículum de Historia en los diversos ámbItos
timadores y lenguajes públicos sobre el valor educativo de la
educativos, de larga vida y tenaz resistencia al cambio. [oo.] Que-
Historia, y que orientan la práctica profesional de los docentes, remos decir con ello que no sólo ejerce su influencia en la redac-
En suma, el elenco de ideas, discursos y prácticas dominantes ción de programas, en la selección y determinación.de los conte-
en la enseñanza de la Historia dentro del marco escolar".3 nidos, sirio que afecta también y de fonna sustancial al resto de
Pilar Maestro también ha realizado aportes relevantes a es~ elementos clave de la docencia, como son la distrihución elelos
tos temas, analizándolos desde una posición más vinculada a la contenidos en los diferentes cursos y la secuencia dentro de cada
teoría de la historiografía y a su relación con los aspectos psi- programa, la metodología didáctica, es decir, lo que se espe;'a
co-cognitivos. Para Maestro, la historia escolar tuvo su punto que ocurra en una clase de Historia y el papel que en ella J ug,:ran
de partida en las grandes Historias Generales, que se iniciaban el profesor y el alumno, el tipo de capacidades que se estuna
necesario estimular para su estudio, los materiales escolares a
con los orígenes remotos que se atribuían a la pación, narra-
emplear, el tipo de exámenes, o la utilidad y el valor social que
ban su evolución a través del tiempo y desembocaban en una
se atribuye a su estudio, entre otros muchos aspectos.5
justificación de las características que se otorgaban al país en .'r
la actualidad. En estas obras clave del nacionalismo historio- En segundo término, la autora considera que la visión im~1eral:-
gráfico se definió, entonces, qué eran los "españoles" a partir te en estas obras contribuyó a establecer una imagen de la hlstona
de la invención y difusión de una conciencia nacional antes y de la nación tan fuerte que a" :1 persiste, en el "i.maginario
inexistente. Estas historias son características del siglo XIX, colectivo", a pesar de los cambios que presento en el SIglo XX la
aunque se registran algunas que las anteceden y otras que re- investigación histórica. .
sultan sus sucesoras en el siglo Xx. La perspectiva definida por Por último, plantea que estas historias generales prodUjeron
estas obras se difundió desde la Academia y las universidades una influencia de máxima importancia al fijar y mantener una
pero también a través de otros medios, entre los que ocuparon
4 Maestro, P. (2003), "El modelo de las Historias Generales y la ensel'ianza de
~ Cuesta Femández, t:~, :997), Sociogénesis de una disciplina escolar: la histo- la historia: límites y altenlativas", en Carreras Ares, J, J. Y Forcadcl1 Álvarez, C.
:.Ia. Barcelona, Pomal ~s Corredor, p. 19. Usos públicos de la historia. Madrid, Marcial Pon~, o. 175.
, Ibídem, P. 86. 5 Ibídem, pp. 175-176.
20 GONZALO DE AMÉZOLA
EsQUIZOHISTORlA 21
concepción a;~ :ca de qué es la Historia corno forma de co- 2.1 La enseñanza de la historia er:Argentina hafi~a
nocimiento y ,.;uáles son sus categorías fundamentales. De esa
1930: la organización del panteó', de los héroes
fOlma se instaló una confusa teoría de la Historia tan resistente
como acrítica que todavía se mantiene vigente en el sentido Una condición necesaria en todos .lus países en que r,e or-
común de la mayoría de la gente y que, sobre todo, contribuyó ganizaron sistemas educativos modernos fue que con anterIori-
a aumentar la fuerza del modelo escolar. dad se consolidaran en ellos formas capitalistas. Por otra parte,
La autora no desconoce que otras variables favorecieron la para la definición de una asignatura escolar dedicada al estudio
consolidación de eSf1"',..,na de interpretar el pasado en la escuela del pasado resultaba necesario que la historia se hubiera esta-
pero atribuye a esa Jü:;tOliografia, que resultó en ese momento blecido previamente como una ciencia institucionalizada. En
tan conveniente y oportuna, el papel central en su constitución. el caso argentino ambos procesos son simultáneos y reconocen
En términos muy generales, para Cuesta, el análisis del pa- un mismo protagonista clave ..
sado en las aulas resulta independiente de la historia académica Bartolomé Mitre fue el responsable de la unificación del
por la imposición de criterios ad hoc instalados por los sectores país con el predominio de Buenos Aires sobre el interior, al que
dominantes con el propósito de reproducir un orden social in- sus fuerzas vencieron en el campo de batalla en 1861. Sobre
justo; en cambio, para Maestro, una histolia académica de fácil esta base fue elegido presidente y ejerció la primera magistra-
transmisión y que coincidía en muchos sentidos con los intere- tura entre 1862 y 1868, período en el que comenzaron a esta-
ses de esos mismos sectores dominantes se instala en la escuela blecerse las bases de la organización del Estado y el modelo
en el siglo XIX y persiste en ella todavía hoy, aún después de económico agroexpOltador. El polifacético presidente, además
dejar de ser directamente funcional a esos intereses. de político .Y militar, fue periodista, escritor y traductor del
En las páginas que siguen, buscaremos pistas para el caso Dante.
argentino a paltir de la misma pregunta que se plantearon estos En 1859, Mitre fundó también nuestra historia científica con
dos autores: ¿Cómo fue que se instaló el estudio de la historia la publicación de la Historia de Belgrano y la independencia
en la escuclél para que cambiarla hoy resulte tan dificil? Argentina. En 1861, Juana Manso, una educadora, le envió el
Compendio de la Historia de las Provincias Unidas del Rio de
la Plata que ella había escrito inspirada en la Historia de Bel-
2. Los primeros cien años de historia escolar grano para que en su carácter de amigo, protector e historiador
diera el visto bueno al manual y dispusiera su adopción en las
La imagen que tenemos de otros pueblos, y hasta de escuelas "si 10 consideraba digno de llenar tan alta misión".
nosotros mismos, está asociada a la historia tal como M)Jre le respondió en una carta que se incluye en la publica-
se 110S contó cuando éramos nii'1os.Ella deja su huella ción del Compendio en 1862, donde dice que es "una obra cuya
en nosotros para toda la existencia. necesidad se hace sentir".6 Así, la visión de los vencedores de
MARC FERRO, Cómo se cuenta la historia a los nií'1osdel
mundo entero
6 Cfr. Narvaja de Amoux, E. (1992), "Refonnulécion del modelo pcdaf~'l5ico
en el 'Compendio de la Historia de las Provincias '.!n das del Río de la Pla¡.l' de
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GONZALO DE AMEZOLA ESQUIZOHISTORIA
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Caseros comienza a transponerse tempranamente a la escuela en la llamada "conquista del desierto" ]l." 'll sido repartidas
primaria.
rápidamente en beneficio de los terratenicd.ks. . ,
Durante s'.! ;Jfc'sidencia, en 1863, Mitre creó el Colegio Na~ Sin poder absorberlos mediante anclajes ,matenales, S?~o
cional de Buenos Aires, que fue la base de nuestra educación quedaba asimilar a los recié~ lleg~do~ a trave~ de la creac~~n
secundaria al ser tomado como modelo para la creación de otros de una representación en el Imagmano co1.ectlvo, una naCIOn
similares en el interior del país. La organización del Estado re- mítica por todos compartida. En ello cumplIeron un papel fun-
quería la formación de cuadros para la burocracia que se encar- damental1a Ley 1.420 aprobada en 1884 -que, hiz~ a la es~uela
garía de su administración y los colegies nacionales serían los primaria obligatoria, laica y grat~i~a-"y la hl~tona, medIante
formadores (l~ ~se personal. El sucesor de Mitre, Domingo F. los rituales patrióticos y la exaltaclOn de los h~roes. ,
Sarmiento, in.p llsó la educación primaria (de 30.000 niíl0s que Una buena síntesis de este propósito la bnnda en la epoca
cursaban
, ese L,: vel cuando comenzó su presidencia en 1868, se el presidente del Consejo Nacional de t:i' icación, J. M. Ramos
paso a 100.000 cuando terminó su gestión seis años después) y
Mejía, cuando dice: . . . .".
creó en 1871 la Escuela Normal de Paraná, otro modelo que se "En nuestro país en plena activIdad fOlmatlva, la pllm~la
difundió. En estas escuelas se formaron los maestros argenti- generación del inmigrante, la más genuin~ ~ija de su medIo,
nos hasta la segunda mitad del siglo Xx. comienza a ser [... }la depositaria del sentulllento futuro (k la
En la década de 1880, la inserción plena del país en el mer- nacionalidad [...]. .
cado mundial produjo un notable crecimiento económico y re- [A los niños inmigrantes] sistemáticamente, Y con oblIgada
quirió un aumento de la mano de obra que se logró mediante insistencia, se les habla de la patria, de la bander~, de .las glo-
una inmigración que, comparada con la cantidad de pobladores rias nacionales y de los episodios heroicos de la lllstona;. aY,en
ya residentes en el país, fue proporcionalmente la mayor del el himno y lo cantan y lo recitan con ceño ~ ardo~'esde ~0l111ca
mundo. Este impacto demográfico produjo una gran compleji- epopeya, lo comentan a su mor '~n hechIcera l11~e~Uldad,y
dad en la sociedad y la cultura. Mientras esto ocul1'ía, el orden en su verba accionada demuestru, cómo es de propIcia la edad
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político. era controlado por la llamada "Generación del 80" , para echar la semilla de tan noble sentulllento., .,"
una elIte que se había redefinido con una alianza de sectores Si bien se las conmemoraba desde poco despues de que se
oligárquicos de Buenos Aires y del interior que se consolidó ?
produjeran, el 25 de Mayo y e~ dc Juli~ ,s~ afianzaro~: en.es~s
como
. clase gobernante. Para estos sectores tradicionales , la años como las grandes efemendes patnotlcas. La pI1111Clase
ll1corporación del aluvión inmigratorio, aunque era necesaria planteó muy pronto como el día en el que se encontraba el .punto
para su proyecto económico, resultaba inquietante porque en- de partida de nuestra nacionalidad y, a pe~ar de los cambIOSde
tendían que ese fenómeno perturbaría el "carácter nacional". sentido que tuvo la ceremonia a través del tiempo, e175 de Mayo
A partir de entonces, la "argentinización" de los extranjeros se consolidó en la memoria popular como la que celebraba la
fue una preocupación que no podía solucionarse haciéndolos "cu~a de la patria".
propietarios, ya que las tierras expropiadas a los aborígenes
Juana Manso", en Signo & Seña, N°I, Facultad de Filosofia y Letras de la Uni- 7 R
versidad de Buenos Aires. amos M"eJIa,. J M ., A martillo limpio ' citada por Clementi, H. (1984), Las
fiestas patrias. Leviatán, Buenos Aires, pp. 123-124,
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24 ESQulZOHlsTORIA
25
También en 1884 se incorporó la historia argenti~.laa los legi~lad~~y antes protagonista de la lucha contra Rosas, aunque
planes de estudio 'de la enseñanza media., Casi al mismo tiem- habIa mIlItado en un bando enfrentado al del ex presidente. En
po, Mitre completaba el "relato fundador" con la publicación 1.886,Mitre publicó la versión definitiva ~e su Historia de Bel-
en 1887 de Historia de San Martín y la independencia ame- grano, mientras que López había concluido los tomos iniciales
ricana, donde aparecen dos argumentos centrales para lo que de su historia de la República Argentina, obra que completó
luego se dará en llamar la "historia oficial". En primer lugar, entre 1883 y 1893. Ambos autores confrontaron públicamente
la equiparación de la independencia hispanoamericana con las sus perspectivas acerca de cómo debía estudiarse el pasado:
grandes revoluciones de la época como la norteamericana y la mientras el primero defendía una historia erudita basada en el
fl"ancesa. Luego, la contraposición del modelo de Simón Bolí- escrutinio riguroso de los documentos, el segundo argumenta-
var al de José de San Martín, considerados -en el criterio del ba a favor de las tradiciones orales y la consciente aplicación
autor- monocrático el primero y democrático (por lo tanto, éti- de recursos literarios para dar fuerza al relato históric~.' Esta
camente superior) el segundo.8 querella alcanzó directamente el plano de la enseñanza, cuando
En los planes de instrucción media anteriores -los de 1863, López dio a conocer su Manual de historia argentina -que era
1867, 1870, 1873', 1874, 1876 Y 1879- la historia nacional no una síntesis de su obra mayor- y entró en disputa con Clemen-
estaba incluida en el CUlTículo,que establecía cinco cursos dedi- te Fregeiro, autor de Lecciones de historia argentina, un texto
cados a historia sagrada e historia antigua; historia de Grecia y dirigido a la enseñanza secundaria que contaba con el avai del
Roma; historia medieval y moderna; historia americana colonial ex-:presidente.'o
". finalmente, uno que sintetizaba los tres primeros. !Además de A pesar de estas polémicas, la preeminencia de Mitre se
jncorporar el estudio del pasado né;lciona1,la refonna de 1884 consolidó por diversas vías. En primer lugar por el reco'noci-
introdujo en los programas la historia .~ontemporánea desde la miento de ser el fundador local de la historia científica, basada
Revolu'ción Francesa. Luego de estos cambios, los contenidos se en documentos -especialmente en fuentes públicas- cuya argu-
mantuvieron casi iguales por más de cien años.9 mentación se realizaba desde los hechos mismos. Junto a esto
,.., En síntesis, la visión mitrista de la Argentina moderna se no ~e despreciable su influencia desde los organismos que
transmitió a la escuela; su concepto de Nación quedó fijado en contnbuyera a crear como la Junta de Historia y Numismática
la enseñanza.y se organizó el panteón de los héroes, que tenía -que se instituyó en 1892- o del diario La Nación que fúndó
como figura máxima al General San Martín y como excluido, en 1?70, apoco de terminar su presideEcia. Pero, como señala
al "tirano" Rosas. F. Devoto, otros dos elementos son todavía más poderosos para
Esto no quiere decir que la perspectiva de Mitre se haya explicar su hegemonía. El primero fue su estilo, que aun2..ba
incorporado a las aulas sin polemizar con otras visiones del pa- una redacción historiográfica erudita con la creación de efectos
sado, especialmente con la de Vicente Fidel López, quien fuera d~~máticos que facilitaban su utilización escolar. El segundo,
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¡
B Devoto, E (2002), Nacionalismo, fascismo y tradicionalismo en la Argentina 10 Cfr. Maristany, l, Saab, J., Sánehez, L. y Suárez, C. (2005), "Argentina: los
Moderna. Una historia, Buenos Aires, Siglo XXI, p. 8. manuales ~ue cuentan la historia", en Guercña, J.L., Osscnbaeh, G. y Pozo, M. del
9 Cfr. Finocchio, S. (1991), "¿Qué llega dc nucstra investigaci6n a la escuela M. del. (dlr.), Manuales escolares en España, Portugal y América Latina (Siglos
media?", en Entrepasados, N°). XIXyXX), Madrid, lJNED.
. , ": .
26
.1
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ESQUlZOHISTORJA
11 Cfr. Lavisse, E., "De la enseñanza de la historia", en Lavisse, E., Monod, G.,
dujo en 1930. . ..
Hinsdale, Altamira, R. y Cossio, M. B. (s/f) La enseñanza de la historia. Madrid, Desde hacía varios años.los nacionallstas cnttcaban el mo-
Ediciones de la Lectura, p. 49 Y ss. delo vigente y abominaban del cosmopolitismo d~ los liberales,
12 D~llepianc, A. "La cnsefianza de la historia", citado por Finocchio, S. (1991) proponían la afirmación de la nacionalidad a parttr de rasgos de
op, CIt. P 94.
28 GONZALO DE AMÉZOLA ESQUIZOHISTORJA
29
lallerencia hispánica que consideraban exclusivos (religión c¡¡,- tados por el Ministerio de Educación en los asuntos que reque-
tólica, unidad étnica y lingüística), despreciaban la democracia rían asesoramiento especializado. Sus miembros se abroque-
"formal" rcspetuosa del parlamentarismo y la división de po- laban en la Junta de Historia y Numismática creada por Mitre,
deres, y exaltaban una democracia "sustancial" que entendía la que Ricardo Levene presidió de 1927 a 1931 y de 1934 hasta
nación como unidad homogénea y monolítica. 13 su muerte en 1959. En 1934, Levene anunció el proyecto de
La polémica política se.convirtió en un combate por la his- editar una obra monumental, la Historia de la Nación Argen-
toria. Si la ilusión que había instalado 1v!itreacerca de la gran- tina, para 10 que consiguió enseguida financiamiento oficial.
deza de la Argentina no se había concretado en un país asolado Este apoyo se coronó en 1938 cuando un decreto del presiden-
por la crisis económica, sus enemigos forjaron un mito simé- te, Gral. Agustín P. Justo, transformó a la Junta en Academia
trico: había que buscar en el pasado a los culpables de que e~e Nacional de la Historia.
destino no se realizara y simultáneamente reivindicar a los in- Por su parte, los revisionistas fundaron ese mismo arlo el
justamente condenados. Los nacionalistas, entonces, se definie- Instituto de Investigaciones Históricas "Juan Marmel de Rosas".
ron como partidarios del "revisionismo histórico" y criticaron Desde esta "antiacademia", se dedicaron a investigar y reivin-
agriamente las convenciones acerca de quiénes habían sido los dicar"su actuación. La resistencia en la Vuelta de Obligado para
próceres y los réprobos de la historia argentina. En esta lucha, impedir el paso de la flota anglo-francesa, que reclamaba por
una de sus banderas más importantes fue incorporar a Rosas al la fuerza la libre navegación de los ríos interiores, se convdió
sitial de los héroes e impulsar el desalojo del panteón de quie- en central en la reivindicación de la fig1mt del Restaurador de
nes -como Mariano Moreno, Bernardino Rivadavia, Domingo las Leyes. Mediante este acto, Rosas se convertía para ellos en
F. Sarmiento o el mismo Bartolomé Mitre- consideraban im- el campeón de la defensa de la soberanía nacional y con' esta
postores.14 Los revisionistas se preocuparon también por la es- maniobra buscaban encubrir un operativo de mayor alcance: rei-
cuela, ya que pensaban que la enseñanza era una pieza clave en vindicar su gobiemo autoritario para contraponerlo al modelo
su lucha contra lo que calificaban como "historia falsificada" y liberal-conservador que defendía la "historia oficial". Este gru-
en la formación de la nueva memoria histórica que promovían po, al que le agradaba presentarse como }TIarginadodel favor ofi-
en su reemplazo. En esta puja bregaron por incorporar nuevas cial -lo que estaba lejos de ser cierto-, contaba con numerosos
efemérides escolares y exaltaron especialmente el combate de descendientes de familias tradicionales como Emesto Palacio . ,
la Vuelta de Obligado como un hito en la defensa de la sobera- Carlos Ibarguren, José María Rosay los he~1anos Irazusta.
nía nacional que debía honrarse en las escuelas. Desde él golpe de Estado de 1930, el avance de la influen-
Al revisionismo no le costó demasiado construir a su ene- cia de la Iglesia (que los liberales habían reducido drástica-
migo, la "historia oficial". Los integrantes de la Nueva Escuela mente en la década de 1880) y el protagonismo político de las
estaban instalados en las cátedras universitarias y eran consul- Fuerzas Armadas favorecieron la presencia de una perspectiva
autoritaria cn la interpretación del pasado. Así, se promovió la
13 Bertoni, L. A (1998), "Acerca de Patriotas y cosmopolitas en el cambio de instal.ación en la sociedad de la idea de que la salvaguarda de
siglo" en En/repasados, N° 15, Buenos Aires, pp. 185-192.
los valores patrióticos estaba. depositada en una fuelte voluntad
14 Cfr. Quatrocci-Woisson, D. (1995) Los males de la memoria. Buenos Aires,
Emccé . p.olíÚcadel Ejército, al servicio de U11apaliicular interpretación
30
GONZALO DE AMÉZOLA
ESQUJZOHISTORIA
3]
pode: s.ee?uncia tnmbién sin adjetivos -"Rosas y Urquiza"- y dispuso que el Día de la Escarapela s::ría re~,o:dado todos, lo~
se reIv111dlcae .'S planes de estudio la ganancia de tienas 18 de mayo. Simultáneamente, este afan patnotlco se CO,m?leto
a costa de los incilgenas en su campaña de 1833 en una aso-
• • I ,
con diversas acciones: se ordenaron estudios para deÍ1l1lrlas
CIaClOTI. que hoy suena políticamente incolTecta: "La conquista
características originales de la bandera, el escudo y el himno;
del desIerto. La acción civilizadora del ejército de línea: Rosas
se erigieron monumentos a próceres aún no honrad.os de este
y Roca". Finalmente, en 1974, conmemorando el combate de
modo, y se extendió la sugestiva costumbre de reahzar en las
la Vuelta de Obligado se declaró por ley el 20 de noviembre
efemérides masivos desfiles con soldados y escolares marchan- .•
como Día de la Soberanía y se incorporó la fecha al calendario
do en forma conjunta. .
escolar. COJ~O~dvierte M. Plotkin, este itinerario sugiere ante
Una ley consagra también en 1939 e,l 10 de novlel;1bre,
todo. la c.ont11111~r:lad
de "una tendencia a incorporar a Rosas a
aniversario del nacimiento de José Hernandez, como DIa de
la.Hlst.ona a~c.utada como legítima más que en reemplazar una
la Tradición. Luego de variadas controversias, el gaucho fue
HIstona ofiCIal t:)r otra como intentaban los revisionistas". 17
adoptado como arquetipo de la argel1tinit1ad, para. lo q~e e~re-
conocimiento del Martín Fierro como 1O.ma naclOnal Jugo un
15 ~~. Romero, L. A. (coord.) (2004), La Argentina en' la Escuela. La idea de papel decisivo. lB • • • ,
Naclon en los textos escolares. Buenos Airtls, Siglo XXI, p. 23. En este ambiente , el Ministerio de JustIcJa e InstrucclOn
. .
16 Cfr. ~att~ruzza~ A. ~~003), "Descifrando pasados: debates y representaciones Pública propuso en 1940 la redacción de un texto de hlstona
de la hlst.ona ~aclOnal , en Cattaruzza, A. (dir.) Crisis eConómica, avance del
Estado e incertIdumbre política (1930-1943), Sudamericana, Buenos Aires.
único para emplear en las escuelas secundarias de todo el país,
17 Plotkin, M. (1994), Maí1anG es Son Perón, Buenos Aires, Ariel, p. 97
IN Cfr. Cattaruzza, A. (2003), "Descifrando ..." op. cito
32 GONZALO DE AMÉZOLA ESQUIZOHISTORIA
33
propósit6que fue desalentado por la Academia. Aún cuando Para completar las fechas clave del calendario escolar, es
ese proyecto fue dejado de lado, en 1941, el Consejo Nacional necesario referirse al 12 de octubre. Esta celebración, que con
de Educación amplió el control que tenía sobre los manuales el tiempo se tranSf0TI11óen polémica, se instauró por decreto en
y estableció que sólo podrían emplearse en las escuelas aque- 1917, durante el primer gobiemo de Yrigoyen. En el momento
llos que fueran aprobados por ese organismo. La Inspección de su creación, el Día de la Raza tenía un propósito político
General de Enseñanza sería la encargada de nombrar a los in- distinto al que décadas después se le atribuyó de festejar el
tegrantes de las comisiones responsables de su aprobación y exterminio de los pueblos originarios. El líder radical decidió
las academias nacionales podrían objetar aquellos tratamientos conmemorado para oponerse a la política panamericanista que
que juzgaran incorrectos. Los considerando s del decreto eran alentaba en la época EE. UD. La guerra de 1898 por Cuba y
claros acerca de lo que se proponía el Estado con el estudio la invasión de Panamá en 1903 10 habían alertado sobre: los
del pasado: "[oo.] en particular los [libros] de historia argen- propósitos estadounidenses de intervención en América Lati-
tina deberán inculcar los ideales patrióticos que guiaron a los na. Con un día que resaltara la hermandad en el idioma y la
creadores y organizadores de nuestra nacionalidad, exaltando cultura de las naciones hispanoamericanas, Yrigoyen pretendía
sus virtudes y evitando toda información que se aparte de tales promover una política que sirviera como resguardo de aquellas
propósitos, como asimismo toda posición tendenciosa o polé~ intenciones hegemónicas.
mica que pueda originar confusión en los alumnos". 19 Desde el
revisionismo, Emesto Palacio coincidía en la necesidad edu- Peronismo e historia escolar
cativa de un relato apologético que no contuviera elementos
polémicos. . El estallido de la Segunda Guena Mundial polarizó la
1,
Los propósitos que debía cumplir la educación fueron re- confrontación política local en torno a la posición que debía
sumidos en un discurso en 1940 por Juan Carlos Astolfi, por asumirse frente al conflicto. Desde 1939 el gobiemo mantuvo
entonces inspector de escuelas: "La mística de la enseñan~a se una neutralidad que resultaba favorable a las potencias del Eje,
conjuga con la mística del nacionalismo, sentimiento que no es pero las discw:;Íonesacerca de la conveniencia de mantener esa
nuevo ni exótico entre nosotros [oo.). Esta mística del naciona- posición o de declarar la guerra fue determinante en el nuevo
lismo debe encenderse en la escuela".20 golpe de Estado que se produjo en 1943, promovido por el na-
En 1943 se instituyó el 11 de septiembre como Día del cionalismo católico. El sector de los militares neutralistas tomó
Maestro, pero esta conmemoración tuvo un origen distinto de el poder aunque finalmente debió acceder a declarar la guena
las anteriores. En ese año fue acordado por un grupo de docen- a Alemania, unos pocos días antes de la caída de Berlín. Rápi-
tes reunidos en Panamá que el día en que murió Domingo F. damente Juan Domingo Perón se transfonnó en la figura más
Sarmiento en 1888 se recordaría a los maestros en toda Amé- influyente del gobiemo de Jacto y luego, en 1946, fue electo
presidente por el voto popular.
rica Latina.
La llegada del peronismo al poder no alteró la visión oficial
19 Citado por Cattaruzza, A. (2003), op. cito pp. 459-460. de la tradición histórica. Como bien 10.sintetiza L. A. Romero:
20 Citado por Escudé, C. (1990), El fracaso del proyecto argentino. Educación e "curiosamente, para este movimiento alguna vez surgido del
ideología, Buenos Aires, Instimto Di Tella / Tesis, p. 119.
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cO.1l10también había ocurrido cuando Perón no reemplazó los escuela de los Annales (que procura lograr una síntesis global
textos aparecidos antes de su gobierno. promoviendo el cOlltacto de la Historia con las otras ciencias
sociales) y los métodos c1iométricos norteamericanos (que sólo
La historia fuera de la escuela consideran científico lo que se estudia mediante su propia meto-
Pero si hasta ese entonces, más allá de la diferente valora- dología cuantitativa, preocupada especialmente por la construc-
ción de los próceres, habían existido preocupaciones similares ción de series estadísticas sobre el pasado). Como dice L. Stonc,
cntre la historia clUdita y la escolar, desde esos años comenzó a en estos tres grupos de historiadorcs existía la convicción de que
había respuestas para las grandes preguntas de la historia -como
ensancharse la b'recha entre ambas. A partir de la segunda mitad
las revoluciones o el desanollo económico- y que la ciencia his-
de la década de 1950, el estudio del pasado en nuestras univer-
tórica acabaría por resolverlas.25
sidades aceleró su acercamiento a lo que ocurría en los centros
La complcjización de los contenidos propios del saber históri-
. ~.
académicos del mundo. Por una parte, la historia: se apropió de
co y la consiguiente especialización, junto con el fin de la ilusión
otros campos de conocimiento afines como la economía, la ~l~-
de la "historia objetiva" y la necesaria consideración del punto
tropología y la sociología. Esta asimilación de elementos .teon-
de vista del que parte el análisis de los historiadores, se convütie-
co-metodológicos la convirtió en una actividad especiahzada,
ron en una nueva dificultad para renovar la historia escolar.
a la vez que la situó en una comunidad científica más ~mp.liaen
Paralelamente a estos cambios en los estudios más especia-
la cual los límites entre las ciencias sociales se desdIbUJaron.
lizados, la polémica entre la "historia oficial" y el revisionismo
Por esta razón Michel Vovelle afinnó que la historia se había
se agravó, al imbricarr-:ela querella con el apasionado escenario
convertido en una "disciplina bulímica"24, ya que una especie
político. En 1955, los partidarios del golpe que depuso a Perón
de apetito voraz la impulsaba a anexar sin pausa nuevos cam-
calificaron su gobierno de "segunda tiranía", tral1sformándo~
pos de conocimiento, vocabulario y problemáticas. . .
10 así en una llueva versión del rosismo. Como dice Halperin
Por otro lado, el contacto de la Historia con las CIenCIas
Donghi, "[ ...] la identificación entre el peronismo y la tradición
sociales y su participación junto a éstas en los grandes debates
resista, si no era aún clara para los adictos al movimiento ven-
teóricos del siglo XX provocó que como los sociólogos, los
antropólogos o los economistas, también lo~ historiad.ores .se
I cido en 1955, parecía evidente para sus vencedores [...). Gra-
cias a la auto definición de los adversarios del peronisl110, la
volvieran marxistas, weberianos, estructurahstas, funclOnahs-
t: interpretación revisionista halla más fácil transfonnarse en la
tas o neoma1thusianos.
única de la historia argentina que hace suya ese movimiento".26
A paItir de mediados del siglo XX tres perspectivas ~re~o-
minaron en los ambientes académicos: el modelo economICO
I Así, concluye el autor, los peronistas se hicieron revisionistas,
marxista (que sostiene que la historia se mueve en un proceso
di él 1éctico de tesis y antítesis como consecuencia de conflictos
25 Un buen panorama de la historiografia en el siglo pasado puede eneontrarR'1 en:
de clases, producto de cambios obrados en la dominación de los Iggers, G. G. (1998), La cienda histórica en el sigl{i XX: las tendencias actuales.
medios de producción); el modelo ecológico-demográfico de la Barcelona, leea Books.
26 Halperín Donghi, T. (1970). El revisionismo histórico argentino. México, Siglo
24 Vovelle, M. (1985), Ideologfas y mentalidades, Barcelona, Ariel, p. 13. XXI, pp. 40-41.
i i.
'. ,
38
GONZALO DE AMEZOLA r ESQUIZOHISTORJA 39
izquierdista, el Dr. Cámpora debió renunciar a instancias de espontáneamente en coordinación con las Fuerzas Annadas,
Perón, cada vez más inclinado hacia los sectores conservadores aceptando sus sugerencias y cooperando con ellas para des-
de su partido, en un ambiente de creciente convulsión política. enmascarar y señalar a las personas culpables de subversión,
Enseguida se llamó a una nueva votación con el Caudillo como o que desarrollan su propaganda bajo el disfraz de profesor o
candidato, quien logró así su tercera presidencia. de alumno.
Su gobierno fue breve, ya que murió ello de julio de 1974,
Y fue reemplazado por su viuda, a quien Perón había impuesto Para los alumnos: comprender que deben estudiar y obedecer,
como vicepresidente. El poder de Isabel se debilitó con rapidez para madurar moral e intelectualmente; creer y tener absoluta
a causa de la crisis económica y una creciente espiral de vio- confianza en las Fuerzas Annadas, triunfadoras invencibles de
todos los enemigos pasados y presentes de la Patria.40
lencia, aumentada por la aparición de una siniestra banda de
ultraderecha protegida desde el Estado. La participación militar fue más allá de las declaraciones y
En marzo de 1976, una dictadura militar -que por sus san- se nombró a oficiales en actividad como rectores de universida-
grientas políticas de represión e intimidación produjo una frac- des, en el CONET y el Consejo Federal de Educación. El pri-
tura en la so'ciedad como nunca antes habían conocido los ar- mer objetivo de esta política era la persecución ideológica pero
gentinos- derrocó a Isabel Perón y se hizo del poder hasta fines también una militarización de la educe.CÍón en la que prc-vale-
de 1983. Este gobierno ilegítimo tenía ideas claras acerca de ciera la obcdiencia, el orden, el control, las jerarquías, los actos
la educación y no las ocultaba. El Gral. Acdel Vilas, al mando escolares pautados, los uniformes y el pdo corto. Esta militari-
del 50 Cuerpo del Ejército, decía en agosto de 1976: "Hasta zación abarcó desde la escuela primar'ia hasta la universid::~d.
el presente, en nuestra guerra contra la subversión, no hemos Pcro los militares no estaban solos. Contaban también con
tocado más que la parte alta del Iceberg [...] Ahora es necesario un grupo de pedagogos que daban sustento teórico a su política
destruir las fuell' "ue forman y adoctrinan a los delincuentes educativa, demro de los cuales ocupó un lugar destacado Ricardo
subversivos, y l ..• fuente se sitúa en las universidades y las Pedro Bruera, el primer ministro de Educación del gobierno mi-
escuelas secundarias".39 litar. Bruera, que había sido anteriormente ministro en Santa Fe
Por la misma época, el Gral. Luciano Benjamín Menéndez y profesor de la Universidad Nacional de Rosario, era partidario
-quien comandaba e13er. Cuerpo y alcanzara notoriedad por la de la "educación personalizada" sustentada en las ideas del es-
prohibición en esa zona de la enseñanza de la matemática mo- pañol Víctor García Hoz. Como dicen C. Kaufmann y D. Doval:
derna, a la que consideraba promotora del comunismo- definía
las obligaciones de los profesores y los alumnos: Tras este discurso pedagógico "personalizador" que promueve
la trascendencia espiritual como fin primordial de la educa-
Para los educadores; inculcar respeto de las normas estable- ción, se ocultaron los elementos oscurantistas que con tanta
cidas; inculcar una fe profunda en la grandeza del destino del fuerza florecieron en nuestras adaptaciones vemáculas de
país; consagrarse por entero a la causa de la Patria, actuando García Hoz. Los estilos que a la sombra de la teoría pedagó-
gica garciahoceana se gestaron ofrecían los elementos nece-
39 Citado en Garcla, P. (1995), El drama de la autonomía militar, Madrid, Alian-
za, p. 471. 40 Ibldem, p. 473.
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46
GONZALO DE AMÉZOLA 47
ESQUIZOHlSTORlA
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48 GONZALO DE AMÉZOLA
ESQUIZOH1STORIA
49
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GONZALO DE AMÉZOLA
1
,
1
ESQUlZOHISTORIA
51
principios, tal como ocurrió en Santa Fe y Río Negro. Esta España se define por tres características: elitismo, nacionalismo
atomización obstaculizó los cambios de alcance nacional y se ~ -y memorismo. En la Argentina, el elitism~ no puede s.o~~enerse
acentuaron las contradicciones entre las diferentes propuestas. ¡,
por la expansión de la matticula ~'ldana que pen~ltlO el ~c-
En ellas se ')(' :Han distinguir dos paradigmas curriculares en- ¡, ceso a esta enseñanza de sectores sociales cada vez mas ampl10s
frentados. PI): una parte uno tecnocrático, que podríamos con- a 10largo del siglo XX47; el memorismo E": ilJd~scutible-a pesar
siderar en alb'..l11amedida continuador del modelo de la dicta- de los cambios iniciados en la década ( ,; ,)0, esa forma de
dura, y por otro elmodelo crítico que representaba a Jos nuevos estudio era considerada la que conespon(l: a a la asignatura por
tiempos.46
la mayor parte de profesores y alumnos-,y hemo~ vis~o cómo
En la época se introdujeron también innovaciones en los el nacionalismo fue el objetivo primordial de la Hlstona desde.
manuales escolares. Desde mediados de los años setenta y en su instalación en la escuela. Un nacionalismo que fue mutaL:~o
los primeros ochenta, aparecieron libros que dedicaban un ma- de su interés inicial por cohesionar ideológicamente a la naClon
yor número de páginas a las fuentes y a las ilustraciones. Estas frente a la llegada de los inmigrantes a un particular ~~lto a la pa-
obras eran producto de un grupo de docentes y egresados del tria para justificar el protagonismo político de los ml.htares, y,fi-
Instituto Nacional Superior del Profesorado, que desde la Edi- nalmente, a un nacionalismo desprolijo y poco convmcente pero
torial Kapelusz ~un equipo liderado por la profesora Miretzky- que extremaba una dyfensa del autoritarismo que estaba presente
y desde A-Z EdItora -otro encabezado por Juan Bustinza- in- en la sociedad. Pero más importante aún fue que durante ese lap-
trodujeron esas novedades. Pero fue en la segunda mitad de los so se instaló en el sentido común una idea persistente de lo que
aí'í?s ochenta cuando los cambios cobraron mayor significación es la Historia y cuáles debían ser sus preocupaciones.
al 111stalarseen el país la editorial Santillana. Los libros de este
s~l1op~'esentab~n un n~evo fonnato que incluía un espacio sig-
l11ficatIvopara l1ustraclOnes, fuentes y actividades para trabajar 3. La reforma de 1993 y el intento de acercar
en el aula. A la vez, los textos presentaban algunas aperturas a ambas historias
nuevas temáticas aunque todavía superpuestas con los conteni-
dos tradicionales. Este modelo se impuso y estableció un nuevo
canon para el conjunto dC'las editoriales.
I Se ha corrompido, entre el profesorado, la idea de una
escuela renovadora y, con ella. durante muchos aFlos,de
.Al cabo de estos cien afios, se hahía constituido lo que ¡ una reforma profunda de la enseñanza que moti\~e a los
Ratmundo Cuesta llama el "código disciplinar", "el elenco dc r profesores. y todo, en elfondo, por lo mismo de szel11p:'e,
ideas, discursos y prácticas dominantes en la enseñanza de la por haber optado por una macrorreforma desde arriba
historia en el marco escolar". Una "tradición social" que no que implicaba mutaciones estructurales, plante~da como
es estática pero sí duradera; que actúa en forma manifiesta y si se partiera de cero y no existiera nada antenormente.
también inconsciente. Para Cuesta, el "código disciplinar" en • ANTONIO VIÑAO, (hablando de la refonna española) en
Con Ciencia Social, N° 6, 2002.
46 Para este tema, cfr. Carbone, G, y Rodríguez, L. M, (1997), El libro de texto
en la escuela, tomo J: El texto y los actores socia/es de /a educación, UNLu 47 Cfr. Tedesco, J. C. (1983), El problema de la enseiianza media en América
, Departamento de Educación, p. 41. '
Latina. Caracas, CINTERPLAN.
.'
52 GONZALO DE AMÉZOLA r ESQUIZOHISTORJA
53
El contexto y las influencias otras como "Rosas es un vecino mío", "El Éxodo Jujeilo fue
una exp.edición que se hizo en 1930 para fundaJ.' Jujuy" o "Los
A principios de los años no~enta, cobró impulso la idea ?e
inmigrantes llegaron cuando vino Colón".50 Tales respuestas
que en la eSl:uela no se enseñaba nada y que si algo se aprendIa,
trascendieron las páginas de la r~vista y se reprodujeron con
lo mejor era olvidarlo por vetusto e inútil. La se~sac~ón de qu.c; ribetes de escándalo en televisión y radio.
se estaba ante una "escuela vaCÍa" adquirió una cIerta populan-
Cuando la reforma comenzó con la sanción de.la Ley Fe-
dad y la necesidad de que se transmitieran en ella conocimientos
deral de Educación en 1993, durante la presidencia de Carlos
significativos se transfonnó en un reclamo. . . Menem, existia un relativo consenso acerca de necesidad de
Historia era una de las asignaturas más desactuaIIzadas y cambios profundos eI1la escuela. Esta norma redefinió el ciclo
continuaba con su tradicional cxaltación patriótica, que a fines ~.,'. de enseñanza obligatoria -que hasta entonces continuaba regi-
del siglo XX careCÍa de toda significación. En un estudio com-
da por la Ley 1.420 aprobada en 1884- extendiéndola a nueve
parativo de varias materias escolares, S. Finocchio llegaba a años, la Escuela General Básica, que se continuaba con un ciclo
conclusiones poco alentadoras: "Dentro de los cuatro n:odelos optativo de tres con una íJresunta salida laboral, la Educación
pI:opuestos, el de esta asignatura [Historia] se caractenza por Polimodal, que reemplazó a la vieja escuela secundaria.
un prolongado retraso en relación con la disciplina científica, Enseguida se dijo que la refon11a local era una copia de la
y por su escasa respuesta actual a 10 que demanda la socied~d española, pero si bien a grandes trazos esto era cierto, en rea-
(especialmente cada alumno) de este saber".48 En un trabajO lidad se trataba sobre todo de una simplificación del modelo.
posterior se recogió el juicio de sesenta historiadores sobre los El proceso español tuvo una larga evolución y 'reconoció di-
programas de estudios vigentes y los libros de texto en us~. El ferentes momentos a 10 largo del tiempo. De esa experiencia,
resultado confirmó que para los Íllvestigadores no se ensenaba el nuevo trayecto obligatorio está tomado de la Ley General
nada de intcrés.49 de Educación española que entró en vigencia en 1970, en :
Esta percepción influyó también en la opinión pública. La postrimerías de la dictadura de Franco. Con ella se consagró la
revista La Maga registró en 1994 una serie de respuestas de escolari~ación masiva de todos los niI10s hasta los catorce años
alumnos a quienes se les preguntaba por los próceres de la en un periodo obligatorio también llamado EGB y, en la prácti-
indepcndencia y acontecimientos de la historia reciente. Afir- ca, se llegó a extender ese tramo hasta cubrir un alto porcentaje
maciones como "La Triple A es una vacuna", "Las Madres de de los jóvelles españoles, lo que fue también un propósito de-
Plaza de Mayo son las madres dc los chicos muert?s en Mal- clarado y logrado en parte por nuestros refonnadores.
vinas", "El Cordobazo fue un terremoto", se combmaban con Pero además
_. ~. existió
. un antecedente argentino de caracterís-
ticas similares, que se comenzó a implementar gradualmente
4~ Finocchio, S. (1989), "Programas y textos en la hjstori~,de ~u~tro as~~a~ras
durante el gobiemo militar de la llamada Revolución Argentina
de la escuela media: historia, Lengua y Literatura, EducaclOn clvlca y Flslca ,en
Propuesta Educativa, N° 1, p. 52. . " . . (1966-1973). Este proyecto reestructuraba el sistema escolar
40 Braslavsky, C., Frigerio, G., Lanza, H. y Llendro, E. (1991), Los investi- en cuatro ciclos. Los tres primeros, que en conjunto tenían una
gadores frente a la propuesta oficial y editorial para la enseñanza: los casos de
Biología e Historia", en Curriculum presente, ciencia ausente, tomo I. Buenos
Aires, Milio y Dávila. so Cfr. La Maga, afio 4 N° 147, 1994, pp. 44.l!5.
54
GONZALO DE AMÉZOLA ~ES~Q~UJ~ZO?!:H~JS~TO~R~IA:...- --
duración de nueve años, conformaban la instrucción obligat.9- 'b' 1 ismo tratamIento, . par lo que debían. ser
na y un ciclo posterior que duraba tres y era optativo constituía tenían que recl Ir e m . d'dos La reforma msta-
entemente, apten 1. .
, .la educación media. Formulado en 1967 durante la presidencia enseñados y, consecu d" t 1de la asimi1nción e 111CorpO-
del Gral. OnganÍa, tenía como uno de sus promotores más diná- ló, entonces, un modelo lStl~~o .a d curricu. ..:11 las aulas se
., d tos como puon da 1 'b'
micos al por entonces asesor ministerial Alfredo Van Gelderen, raClOn e concep '1 explícito conceptos, 13 1-
arte del curncu um .
()l'icll veinticinco (l' . después sería uno de los númenes de aprenden como p . t d lo que ello Importa.
. 1 1 Y actItudes con o o . "
;, rcfonna de lo~ f jvcnta. También uno de sus eríticos de la lidades mte ectua es da por la transmlSlOn
.' 1 siempre preocupa , 1
é!)ocafue una de la; escasas voces que se ulzó en el Congreso ,. En la hlstona esco ar, .
1 s se l11corporr
n
n
1-., a ahora con 19ua
Cfmira la Ley: Alfredo Bravo.51 t de conocimientos y va ore '., 1 C • a'_' '111de los alu111nos
I upacl0n' a 101m .,.
Contráriamcl1te a 10 que oeurrió en los noventa, la eferves- fuerza una nueva ,preoc . desarrolla el historiador. '
cencia política de los primeros años de la década del setenta en habilidades analogas a las riu~ 1 Contenidos Básicos Co-
terminó con este intento, Poco después de una huelga general El primer objetivo era de 1,m1'os 1 fin de superar la frag-
CBC) -a todo el paIS con e ' .
de los establecimientos primarios, secundarios y tócnicos, el munes ( pat , . d en los ochenta. Las partlcu-
Gral. Lanussc -que una semana antes había ocupado la presi- mentaci6n que se habl~ a~ravadeola localidad en ]a que estaba
dencia....:.éIecidióarchivar el proyecto, I laridades de cada prOVmCIa?
d la quedanan resguat
"dadas por la reserva de
mínimo de otros diez académicos, lo que formaría parte de sus escena, el presidente convirtió a la repatriación en un símbo-
informes.53 lo de "reconciliación nacional", mediante el cual anunciaba el
En Historia fueron elegidos Fernando Devoto (Universidad primero de los dos indultos que otorgaría en beneficio de los
de Buenos Aires y Universidad Nacional de Mar del Plata),54 militares de la dictadura que habían sido condenados por la
Luis Alberto Romero (Universidad de Buenos Aires)55 y C<~.rlos justicia. 57
Segreti (Universidad Nacional de Córdoba y Academia Nacio- Sin embargo, la que se había vuelto compleja era la posibi-
nal de la Historia).56 lidad de acercamiento con la historia investigada. Desde fines
de la década de 1970, la historia había comenzado a descreer en
3.3 La "historia en migajas" que podía brindar una visión totalizadora. Desde entonces, la
característica más destacada del desarrollo de la investigación
A principios de los noventa, algo se había simplificado en
fue la crisis de las corrientes historiográficas que predominaron
la difícÜ tarea de sintonizar la historia que se enseñaba en la
desde mediados de los cincuenta. A partir de la segunda mitad
escuela con la que cOlTía fuera de ella: la disputa entre revi-
de los setenta, el problema que los historiadores no pueden ig-
sionismo e "historia oficial", que aún en los setenta producía
nora~ es el de la fragmentación, lo que Frans;ois Dosse calificó
controversias apasionadas, había perdido toda vigencia en los
como "la historia en migajas".58
últimos años. Fue Carlos Menem quien le asestó el tiro de
La ciencia histórica se vio de pronto desafiada por lo que L.
gracia a Rosas como símbolo contestatario cuan?~ ,en una .de
Stone llama "un. brote de interés absolutamente repentino, por
sus primeras medidas de gobierno en 1989, decldlO repatnar l. los sentimientos, las emociones, los modelos de comportamien-
de Inglaterra los restos del Restaurador, donde habían estado i to, los valores, los estados de ánimo". 59Este abandono de la bús-
enterrados desde su muerte en el exilio ..Este viejo anhelo de
quedá de grandes explicaciones era consecuencia del clima de
los revisionistas se transformó en :una espectacular maniobra ideas relativista que se instaló en la sociedad desde fines de los
de manipulación del pasado. Mediante una colosal pu~sta en aliOSsetenta y que se ha resumido con la etiqueta de posmoderni-
53 Ibídem. dad. Los tres modelos explicativos de la "historia científica" pre-
54 Los colegas consultados por. el Prof. Devoto fu~ron: Maria Inés Barbero, José sentaron una inesperada crisis y surgieron nuevas tendencias. En
Carlos Chiaramonte, Ezequiel Gallo, Juan ~arlos Grosso, Eduardo Hourcad~, contraposición a las perspectivas totalizadoras surgieron áreas
Eduardo Miguez, Ricardo Rivas, Víctor Tau Anzoátegui y Osear Terán. Cfr. ~I- de estudio que eran -en parte- el resultado del "desmigajamien-
Ill<;(erio de Cultura y Educación (MCE) (1997) Fuentes para la transforll1aclOn
clIJ'ri('/tlm: CiCilcias Sociales 1. Buenos Aires, pp. 104-105.
to" de los campos mayores. Para tomar el caso de la historia
ss El Prof. Romero consultó a Carlos Astarita, Lilia Ana Bertoni, Marta Bonaudo,
.José Emilio Burueúa, Carlos Herrán, Adrián Gorelik, Raúl 1. Mandrini, Hilc~a I 57 Para ampliar el tema, cfr. Amézola, Gonz,"!o de y Barletta, A. M. ([992), "Re-
S{¡h"l('. Enrique Tandcter y Gregario Weinberg. Cfr:, MCE ~1997) Fuentes para lo t, patriaeión: modelo para annar", en Mitos, al1cres y/anfaSmQS. Aspectos ideoló-
fmlls(orllloción cll17'icI/101:Ciencias Sociales 11. Buenos AIres P. 221. gicos del nacionalismo argenfil7o. Esfudios -Investigaciones, N° 12, Lo Plata.
56 Los colegas consultados por el Prof. Segrcti fueron: Isabel Las Hcr~s~ Beatriz Facultad de Humanidades y Ciencias de la Eclucación.UNLP.
Murcyra de Alba, Ana Inés Ferreira, Miguel Ángel De r¿a~eo, M. ~l1st1l1a Se.g- 5~Dosse, F. (1988), La historia en migajas. De "Anno/es" a /a "nueva hislOl'ia ",
hcsso de López Aragón, Hemán A. Silva, Ramón LeoJ1¡ Pmto, LeIla J. de VIe, Valencia, Editions Alfons el i'vlagnanim.
Bcmardino Calvo y Nélida B. Robledo. Cfr. MCE (1997), Fuentes para la tranS- 59 Stone, L. (1986), "El resurgimiento de la narrativa: reflexiones aceren de una
timnación c1trric1tlOl: Ciencias Sociales JI. Buenos Aires, 1997, p. 291. nueva y vieja historia", en Stone, L., El pasado y el presente, México, FCE.
58
GONZALO DE AMÉZOLA 59
ESQUIZOHISTORJA
1 1 b que sus aportes no pudieran llegar' , tado, poder, actores, conflicto, cultura, mercado, liberalismo,
as au as, la fonna en que resultaron adaptados para s;~~':~~a; socialismo [...]. Aquí la disciplina puede interactuar con otras
('O U disciplinas sistemáticas como la sociología, la antropología o
n panorama de los métodos de la "nueva historia" .
~n: Burke, P. (comp) (1993) F
. '.
..J I
, ormas Cofe1Qcer histor'
de Sumo mterés se encuentra
M d 'd .
la economía".63 Lo que proponía, entonces, el " documento,
<11 Nojricl
,.
G (1997) Sob
,re
I ...
a cn {.",de 1 h' ,
la. a n ,AlJ;;mza, 1993.
era exactamente lo contrario a 10 que promovió d ministerio: ¡
pp. 18- 19. '" a Istorza. Madrid, Frónesis-Cátedra.
e-o p , aprender bien historia en e13cr ciclo de 1:1 13GB para que lucgo,'¡
- ara amplIar el tema de las pro uc. d '.
zalo de (2005), "Los historiadore: r stas e lo~ Il1stonad~res, cfr. AmézoJa, Gon- en Polimodal, pudieran hacerse acerc,,_~..;ntos interdiscipl ina- i
¡
f0n11a educativa argentina en las ",P oponen como cambIar la enseñanza. La rc- rios en algunos temas.
. Fuentes para la trans.f.. .,
R. eVlsta de Teoría y didóctica de 1 C" 'jOlmaclOn curricular" En
A DeIt'S- Venezuela, 2005 > as lenClQS Sociale~ N° 10 U" .
." ,1lIverSldad de Los 63 MeE, Fuentes para la transformación curriculaz: Ciencias Sociales JI. Buenos
Aires, 1997, p. 206.
GONZALO DE AMÉzOLA ESQUIZOHISTORJA
60 61
En consecuencia, los especialistas hicieron pública sus dis- nia1, diciendo: "si se pretende que en el Polimodal se analicen
crepancias. Romero difundió sus opiIl~!1¥~..sohr.eJª_EGB en un los procesos 1a~inoa~eri~anos de emancipación y el desarrollo.
libro titulado Vo¡~~-'::a la 11istoriCi~'cfónde decía: "Desde el pun- de las eCOl101U1aS pnmanas de exportación, uno tiene derecho
to de vi;t~~--;t~i;~:-'.. -:;t-e'cie~Úfico, la historia no se disuelve en ~ dudar ~ a preguntarse por qué se ha considerado ocioso ana-
las ciencias sociail.:s ni debe hacerlo. [Las ciencias sociales] son hz~r el,SIstema eco~~mico colonial para entender este proceso.
'ciencias' en plural, y no una 'ciencia' que mezcle un poco de Mas aun, uno tamb,Ien puede preguntarse: ¿cómo comprenú~r
todo. Eso no existe, salvo quizá para quienes no tienen una re- l~ ~laturalcza espeCIfica de nuestra 'occidentalidad' sin c1 aná-
1lS1~del larg? p.eríodo colonial? O, ¿cómo entender América
lación directa con alguna de ellas. Consecuentemente, es dificil
Latm~ prescmdIendo del estudio de las formaciones sociales
que existan, nazcan y se desarrollen en la ensefíanza".64 Por otra colomales?".66
parte, la Academia Nacional de la Historia, llegó a afirmar que las
65
opiniones del Prof. Segreti no habían sido tenidas en cuenta.
3.5 Combates por los contenidos
Otra novedad fue que la historia contemporánea y ~~_ado
re0ente aQqui1.ial1.u. .na.imRortan..~i"~~~ºt.~¡ll,
contrariamente a lo Los. re~pon~ables d~ l.a reforma declararon que su trabajo
que- ü-¿ú"rriaantes de la reforma, cuando se le adjudicaba ese se realIzana baJO una 10gIca de cOl1ceIiación con diversos sec-
lugar a la primera mitad del siglo XIX, donde se concentraba tores, con el propósito de poner las innovaciones fuera de un
la impronta patriótica tradicional. Eh Polimodal se estudiaría debat~, partidario o de grupos de interés y asegurar así Sll per-
con exclusividad la historia de los siglos XIX y XX, Y se re- duraclOn. Pero los resultados no fueron tan aml0niosos como
servaba un amplio espacio al pasado inmediato, distorsionando
se esperaba y ese principio básico se resquebrajó en el mismo
también COIlla exclusión de otros períodos la propuesta que los
momento en que las novedades comenzaron a concretarse
consultores' .habían elevado en sus informes. El propó~ito de
En noviembre de 1994 los Contenidos Básicos Comun~s de
esta dccisióil era que una mayor dos!~ de histori~~_~;l~. per-
1~ ~g_B fue~onaprobados con el supuesto cons'eiltir:liento de
mitiera a los alumnos comprender mejor"eriiIui1ª(?_~!!.~}3~.eles
había tocado vivir. Lo co'ñtemporáneo y 10 reciente sería funda- d~stll1tos~ectOl~es)inch:!-y~ndo~os credos.religiosos' Jl~ás di fUl1-
mental, además, para atender la cuestión considerada clave en dld~s .en el país. Entre ellos, la Igl~sia Católic-a conservaba su'
los objetivos de la reforma: la formación del.ciuqªclano ..demo- tradlClOnal
1 ., . papel rector. Pero a pesar del aClierdo ' los secto"'" 1 .•.••.
~
crático. Sin embargo, semejante recorte generó críticas ya que ec eSlaStlc.QS}nás.~onser:vadorcs lanzaron una campañ;-c;~ltra
podía afectar los mismos objetivos que se declaraban porque los nuevos contemdos -a los que se acusaba de "marxistas"
no todos los problemas actuales tienen sus raíces en el pasado "a~2~~' Y "so~iocrítj.cos"- que encabezó el obispo d~ S'~~~' L~i~
inmediato. Algunas de las objeciones más agudas las expresó y acompañaron expresiones de sectores reaccionarios de ese
Raúl Fradkin, quien se oponía a la exclusión del período colo- cult?,. Entre ellas, se destacó un doc~men!o de la Univcrsidad
Catohcél:de La Plata, presentado directamente al ministro. Este
64 Romero, L.A. (1996), Volver a la historia. Su enselianza en el Tercer Ciclo de
la EGB. Buenos Aires, Aique, p.Sl 66 F.radkin,~: (1998) "Enseílanza de la historia y refomla educativa. Algunas rc-
6S crr. Academia Nacional de la Historia (2001), "lnfonne de la Comisión de En- f1~xlOnes:ntlc~s sobre 1.osContenidos Básicos Comunes", en Anuario dellEHS,
señanza de la historia de la Academia en respuesta a una consulta sobre la materia N 13, U11IverSldadNaCIOnal del Centro de la Provincia de Büenos Aires Ta d'¡
p,313. . ,n 1,
fOn11tlladapor el Ministerio de Educación de la Nación",
.
l.
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GONZALO DE AMÉZOLA 63
ESQVIZOHJSTORIA
de las jurisdicciones se impuso a una gradua1idad que estuvie- La paulatina disminución de las ventas -que cayó de 2 5 libros ....
ra precedida por un programa serio de actualización. Por otra, por alumno a principios de la década de 1980 a 0,70 ~n 2002.
porque los importantes recursos. destinad.os ~!~.!~~idades según la Cámara Argentina del Libro- llevó a que las cditoria~
de formación desde 1994 se aplicaron a políticas erráti~,as y les :enovaran sus textos con el propósito de reducir la venj':l
contradictorias que desilusionaron a los docentes. vo1umenes usados.
Ante estas falencias, los nuevos manuales escolares brin- ~as eI~presas responden a las lógicas del mercado y no ti e-
daron una solución de emergencia. -Con la reforma, los textos nen mtere~ por promover una tendencia histórico-interpretati-
existentes cayeron en desuso y todas las editoriales especiali- va determmada. La excepción a esta característica fue durante
zadas se abocaron a producir lib.!gJ>.qu~jncluyeran los ~uevos muchos años Stella, que mantuvo una línea católica antiliberal
contenidos. Alli encontrarían profesores y maestros las res- y ~~£i.~enta.lis~a,'IIya que su público predo~ñinante ~aunciuc no
puestas a los cambios y la elección de ese material determinaría exclusivo, porque los manuales de Drago y Fernández Arlaud
en buena medida el carácter de sus clases. tuvieron una gran difusión entre los S~Sc~ltay los ocllenta- cra'
Los nu6vos Ji.\?ros acentuaron la característica ya inicia- el de los colegios católicos. En loS'noventa no podía encontrar-
da de excedyJ 1:1 '''~ra,$í.lltesi~ ..ci~conocig!!~11~9JLeill.~91}Jorar se ninguna con una actitud comparable.
imágene~.y ac~' .,:adesenul),a proporción.crec!tmte. Para su T~mbién existió en esta década una transformación en la
redacción la mayoría de las editoriales incorporaron ~tores propIed~d de las ~~itoriales especializadas. Aigunas que eran
provenicntes del campo uniy.~r.si!a!i<?:Las empresas diseña- de propIedad famIlIar como K~pelusz y Estrada fueron com-
ban 'las 'series en las que se inscribían los distintos títulos y pradas por grupos internacionales. Por otra palie, SantillafÍa es
decidían qué redactores eran los convenientes. Así, la autQría la filial local de u~a gran compañía de capitales españoles (el
individual fue definitivamente 'reemplazada por equipos de Grupo ~~ISA) y Tll1~aFresca es parte del Multimedios Clarín.
reda'ctores convocados para un propósito que determinaba la I E.ntérminos generales, pu~de afiImarse que las empresas de ca-
editorial. Esta posición subordinada era explícita en el caso de \ pItales concentrados d0l11111an.la~ctivid~d ~ que el.éxito de un
la Editorial Santillana que, en todos los volúmenes de su sello, }manua! se,debe en buena medIda a la edItorIal que lo publica y
advcrtía que el texto que el lector tenía en sus manos era una t a sus teCl11casde marketing.
obra colectiva creada y diseñada por su departamento editorial. Sin duda, la actual generación de manuales es muy distinta
Esta circunstancia -que sólo difiere en mátices cn el resto de de la que se producía en la Argentina hasta hace unos veinte
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las emprcsas- marca la relativa responsabilidad de los autores años. Los textos incorporaron innovaciones y algunas se ad-
sobre el resultado finaL
Por otra parte, si bien hasta antes de la refOlma los manuales editores", entrevistas de J. Saab en Clío JI Asociados N°2, 1997, Pp. 1J 5 -122.
tenían una vigencia casi ilimitada, desde que ésta se inició las 71 Cfr ..Oss.an~, E. (1993). "Los libros de texto para la enseñanza de la historia: en.
viertCl, con claridad: 1 t .:1mpliación del concepto de fuente his- . . t los indicadores que 111. . f
-'.marían sobre
PIB, Por conslgUlen e" .. d' carácti..:l'económico y
tórica; el estudio de procesos sOcioccollómicos; la inclusión de la calidad de la educaCIón ten !la 11.Ul~ ten. el nivel de parti-
las condiciones materiales de vida como objeto de estudio y la ( es de apren d IzaJe,
no basado en cues 1O~ f a o en la compensación de
. formacian de clascs sociales. Además, se ha prestado atención cipación de la comunld.ad eduC~~:ativo pudiera impulsar. El
a presentar una interpretación del pasado más tolerante y equi- desigualdades que el SIstema e ., s estaba dirigido a re-
librada. Sin embargo, pese a estas innovaciones posLivas, la ge- b' etivo fundamental de estas deCISlOne . ,. 1 la
o 2.L. ,.... ... .: .dades básicas de aprendlzaJ e el
neralización dc la autoría múltiple tiene la desventaja de la falta fO~~~r}ll1.a~e~~e.de ~apacI ue así se a~eguraría la f0l111ación
dc una coherencia integral que se percibe en buena cantidad de . educaciól:l obhgatona, ya, q. base de conocimientos fiexi- .
las nuevas obras, mientras que la incorporación de imágenes y / de trabaj~~o~es que po~tara~a~l~ariaciones de la demanda. Por
actividades se debe muchas veces sólo al criterio de hacer más:, ble y pudIeran adecualse a ., " los de la superior
atractivo el producto por las exigencias del mercado. I _. 'ecursos de la cducaclOn leC11lCay ., ,
eso, los I . _.... . 1 b' . a para asegura. r que la ..poblaClOl1mas
se tran.sfinerol1 a.l:l aSIC, ,. S d(' , )I'imiento.
3.7 Las falencias de la reforma -- .. '.' esos m11111110, v
Y según la capaGidadde los distjntos sect?r~~ ..s.~rí~._e.1 tip9 .de nosotros vamos a pensar esas dificultades, y a ver si dentro
educación~privada o .pú~l~~~- al que pog.pan acceder. ~sta 1~- de dos meses o un año, o dos años, les podemos decir de qué
usitad; irrversión de valores fue acqtp.p~ada por un sllen~:o modo pueden ustedes mejorar es~ dificultad, pueden re'solver
ensordecedQ'r de los funcionari.c>.s<:I:~l.
:rviinisterio de Educacwn ese problema.75
que se percibían a sí mismos como "pr?g~~.~.istas". .
Más allá de las cuestiones de polítIca general, deben con- En 1992, el Ministerio de. :gqllcación rraIIs.~l'ió la educación
media a las proyj!1cjas en una medida similar a la que la dicta-
siderarse las de implementación, que irritaron a los docentes y
dura había implementado para deshacerse de la educación bási-
los lanzó a resistir los cambios. Nuestra reforma fue concretad~
ca; se tra}~<?!r.n..9
..en~1.'\nipisterio sin escuelas" y se convirtió
con una buena dosis de fundamentalismo. En ella se presento en el think tank de la "transformación educativa", a la manera
crudamente la relación descripta por Julio Mateas: de lo que describe García Hoz.
Entre los burócratas/académicos y los profesores se da u~a Con el transcurso del tiempo se com.enzó a percibir de ma-
relación forzosamente asimétrica y, frecuentemente, c.onflIc- nera confusa que la educación, en vez de mejorar, se d~!eriora-
tiva. Los primeros necesitan de los maestros como eJec~to- ba, y algunos sectores-dé'lá opinión pública responsabilizaron
res, prácticos y aplicadores de sus diseños, norma~ y onen- de' todo ese daño á la reforma. Este descrédito facilitó la -8an-
taciones. Es decir que las administraciones educatlvas y l~s ci.91Ldeuna nueva nOJma par~ reemplazar la de 1993, que co-
pedagogos 'expertos' precisan de los maestros com~ maten a menzó a prepararse en 2006 y se aprobó con llamativa rapidez
demostrativa de su saber-poder, como sujetos subordmados ~n en diciembre de ese mismo año. La Ley de Ed\lP.~ción Nacional
el marco de una conveniente diferencia jerárquica entre teona ex~n4jº.!a obligatoriedad de la enseñanza hasta eljin del ~icJ.o
y práctica perl'" .~icas.74 secundario y dirigió sus disposiciones a posibilitar la climim,-
ción déias innovaciones que se introdujeron en los noventa.
Es curioso cómo la refonna reprodujo una relación que se Aunque en el momento en que se escriben estas pá¡;, ,._::>
presentaba dcscarnadamente en la teor~a de los pe.dagogos ningún cambio concreto se produjo todavía, algo de la refOrr,l<1.
que fundamentaron las políticas edue~hvas de la ~lct~dura. perdurará. La n"y~~~~~y se pronuncia en el artículo 92 sobre
C. Kaufmann y D. Doval citan un pasaJe de un sem111ar~0~u.e algunos contenidos obligatorios que recaerán en las clases de
en los años setenta dictó Víctor GarcIa Hoz en la U111V~ISI- Historia. El inciso "q" establece para todas .las jurisdicciones
dad Nacional de Rosario, que bien podría haberse pronuncIado qué es tarea de la escuela tratar.:'la caus~ de la recuperación
veinte ailos después: de 11Ue~trasIslas Malvinas, Geqrgi.~$.<:id Sur y Sándwich del
Sur, de acuerdo con lo prescripto en la Disposición Transitoria
Un sistema escolar necesita que junto a esos cientos o ~iles de Primera de la Constitución Nacional", En el inc;iso '~c" dispo-
profesores que están dedicados al quehacer de cad~ dIa, haya ne que también es su deber prOlpover "el ejercicio y construc-
un núcleo de personas dedicadas sólo a pensar, solo a. ayu- ción de 1",. memoria colectiva sobre los procesos históricos y
dar a los profesores y les pregunten: ¿Qué dific~1tades~Ienen políticos que quebraron .el .or~l,ep..constitucional y terminaron
ustedes? Háganlas conocer. Como ustedes no tIenen tlempo instalando el tenorism0 de Estado, con el objeto de generar
7.1Mateas, J. (2003), Ponencia de presentación, del ~urso "Refonnas csco.lar:s, 75 Citado en Kaufinann, C. y Doval, D. (1997), Una pedagogía de la rel7l.1nr.io ...
innovaciones educativas y didáctica crítica", Ul1lversldad de Salamanca. M1Jn~o. op. cit., p.1 04.
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