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Autor:BBC

Cómo Alemania va a recuperar los pueblos fantasma que dejó la extracción del
carbón más contaminante del mundo
Desde finales de la década de 1940, alrededor de 50 pueblos como este fueron
desalojados para dar paso a las minas de carbón en Renania del Norte-Westfalia, el
estado más poblado de Alemania.
Manheimse encuentra en el borde de Hambach, una de las tres minas a cielo
abierto en la región donde se extrae el lignito, un tipo de carbón utilizado casi
exclusivamente en la generación de energía.
La empresa de energía RWE, que opera las minas, compró sus casas a la mayoría
de los residentes de Manheim, y estos se mudaron a la recién construida Manheim-
Neu (Nuevo Manheim) justo al lado. Incluso se han llevado los nombres de las
calles con ellos, y en las que estoy ahora fueron borradas del mapa.
Además de la destrucción y reconstrucción de pueblos, bosques y tierras de cultivo,
las minas han proporcionado un suministro constante de puestos de trabajo
calificados y manuales para miles de personas.
También han sido escenario de grandes protestas, en las que activistas luchan por
salvar partes del bosque vecino de Hambach, el 90% del cual fue tragado por la
mina. Las tensiones entre los ambientalistas, la policía y los empleados de RWE
han sido un telón de fondo en la vida cotidiana durante los últimos 15 años. El viejo
pueblo de Manheim incluso fue ocupado por activistas en un momento, y sus grafitis
de "Hambi se quedan" todavía se pueden ver en las paredes de algunas casas
abandonadas.
Pero todo esto está a punto de cambiar. La región ha recibido 15.000 millones de
euros (US$17.800 millones) del gobierno federal para que este proceso de cambio
sea un éxito.
Las minas eventualmente se rellenarán y algunas partes de la tierra que una vez
estuvieron destinadas a la destrucción ahora sobrevivirán, incluido el 10% del
bosque de Hambach que sigue en pie.
Ahora, la comunidad enfrenta un nuevo desafío: cómo crear un nuevo futuro para la
región después del carbón.
Rudolf Juchelka, un geógrafo económico de la Universidad de Duisburg-Essen que
estudia la historia y la cultura de la minería del carbón, dice que, a pesar de que la
destrucción de viviendas es molesta para los residentes mayores en particular, la
mayoría de la gente en esta región carbonífera estaba acostumbrada a ella.
"La gente sabe desde hace 30 o 40 años que su pueblo algún día sería destruido",
dice. "Y muchos también trabajaron en las minas, por lo que hay un conflicto ahí". Y
aunque los políticos hablaron sobre la posibilidad de una eliminación gradual del
carbón durante años, la repentina introducción de la fecha de 2038 fue un poco
sorprendente.
"La gente planeó sus vidas y ahora, de repente, todo está cambiando", dice
Juchelka.
Zukunftsagentur (Agentes del Futuro), una organización sin fines de lucro con sede
en la cercana ciudad de Jülich, tiene la tarea de idear una estrategia sobre la mejor
manera de utilizar los 15.000 millones de euros. Su director ejecutivo, Ralph Sterck,
me dice que se están preparando muchas grandes ideas.
"Queremos convertirnos en un modelo para el resto del mundo sobre cómo salir del
carbón".
RWE está cambiando su enfoque hacia las energías renovables, pero los parques
eólicos requieren muchos menos trabajadores que las minas, lo que significa que se
perderán miles de puestos de trabajo en la empresa.
Los parques de investigación de inteligencia artificial, los centros de producción de
hidrógeno y la computación cuántica se promocionan como nuevas industrias
potenciales, y Zukunftsagentur espera no solo reemplazar los trabajos que se están
perdiendo, sino también crear nuevos.
Dos minas, incluida Hambach, se llenarán con agua para crear lagos, un proceso
que llevará 100 años debido a su tamaño, mientras que otra, Garzweiler, se
rellenará potencialmente con tierra lista para construir nuevos asentamientos.

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