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Artículo de Joaquín Díaz incluido en el primero de los tres tomos de "Municipalismo. El patrimonio inmaterial de Castilla y León" (El Norte de Castilla, 2021).
Artículo de Joaquín Díaz incluido en el primero de los tres tomos de "Municipalismo. El patrimonio inmaterial de Castilla y León" (El Norte de Castilla, 2021).
Artículo de Joaquín Díaz incluido en el primero de los tres tomos de "Municipalismo. El patrimonio inmaterial de Castilla y León" (El Norte de Castilla, 2021).
Misico, folcionsta
investigador y
divulgador dela cultura
tradicional ye folklore
Patrimonio inmaterial
«Recobremas, en estos tiempos en que parece que el misma tejido social
estden cuestidn, en que se desmoronan los mundos artificales
de una economia sobrevalorada, la capacidad de observacién para volver
a descubnir un patrimonio que debe sequir perteneciendo a todos»
vuando empecé a inte-
resarme por la tradi-
ion, hace casi sesen=
ta ahos, la sociedad
estaba de espaldas a todo lo
preténito y el eslabon que de-
beria habernos unido aun pa
sad rico y diverso estaba roto.
Rotas también las amarras del
bbaroo que iba a transportarnos
al futuro, inieiado va el viaje al
progreso y todas las miradas
puestas en una terra que pro-
metia no defraudar. Entonces
casi nadie identificaba las co"
‘sas de viejos» eon el patrimo-
nioy mucho menos se atrevia
adenominar «inmaterialy a
todo aquello no tangible que
provenia de épocas remotas
pero que, aunque fuese a tran-
fas y harrancas, estaba ain pre-
‘GELNORTE DE CASTILA 2021| Puen cee de Costa Ls}
senteen nuestra manera de ser
‘yexpresarnos. Més de una vez
recibi una reprimenda de De-
bes por denominar «cultura
tradicional» alo que, segiin su
criterio, era simplemente cul-
Hay que buscar
olapasidad
lapasi atgje
el a alidod
‘ya aceptacién de lo vulgar
‘como medida de todo»
tura, sin adjetivos de ninguna
clase.
‘Durante muchos aos dedi-
qué todo elesfuerze que pude
ayalorar y hacer valorarlo pa-
trimonial, y pude comprobar
‘que ~pese a ser lo inmaterial
un tesoro al que la oralidad
suele conferir las caracteris-
ticas mas destacadas~ el pa-
trimonio es uno, y no puede
separarse lo intangible de
aquello que es objeto de su
descripcién. Los griegos la-
‘maban idea ala apariencia de
las cosas, es decira la percep-
cidn particular que podian te-
ner de los objetos, cuya sen-
scion encerraban en Un cam-
po menial al que despues re
currian cada vez que necesi-
aban relacionarlo con otras
representaciones de esos mis-
‘mos objetos.La idea de una si-
lla, por ejemplo, se formaba
‘en su mente al pensar en un‘objeto funcional sabre el que
ppodian sentarse y al que po-
dian sacar algtin partido, pero
no tenfa que ver con la ima-
gen conereta de una silla sino
que se manifestaba de forma
abstracta, La silla existia 0
‘coexistia, como diria el filbso-
foy escritor Gustavo Bueno—
desde el momentoen que la
pensaban: idea equivalia a
pensamiento e imagen a re-
ppresentacion, aungue muchas,
Veces se confundieran 0 se
usaran indistintamente am-
bos conceptes.
el mismo modo, lo inmate-
‘ial no se podria explicar sin la
existencia de fo material, ast
‘que las palabras can que nos
‘expresamos definirin con mi
‘o menos exactitud los objetos
aque se refieren, La memoria
ayuda al campanero a recor
dat los toques eon que trast
{irda sus vecinos os acanteci-
‘mientos del dia, del mes o del
ano, Pero necesita la cuerda,
Dadajo y el vaso de la campa-
nna para que ésta se mueva y
tranismta los sones que se ex
ppresan en un lenguaje peculiar
familiar Sin la memoria que
‘coordina recuerdos y acclones,
‘sin as cancioneillas con que se
‘ayuda a repicar, sin los movi-
Imientos precisos de sus mu-
Becas que sujetan las sogas, sin
la téeniea de los antiguos fun
didares y los metales que se
‘mezelan para obtener un soni
do limpio, sin los toques que
hablan la lengua comin, no.
existiria lo inmaterial ylo ma-
terial estaria plagado de caren
Estamos atades a nuestra
historia. Unidos ala sangre de
quienes nos precedieron y nos
{ransmitieron las costumbres,
Ia forma de comportarnos, el
alma de las cosas, Todo eso se
nos entrego para que cuidase~
mos de ello y no para despre-
ciarlo o dilapidario. Palabras,
sentimientos, conocimientos
tiles y practicos,
‘Las conocimientos alos que
denominamos inmateriales,
pbues, son expresiones verba
Ies (relatos, canciones, retra
nes, oraciones, chos, compa~
raciones, ete), complementa-
ras de una cultura almacena-
a por el individuo alo largo
{de periodos de tiempo dilata-
dos; esa complementariedad
viene dada precisamente por
{a posibilidad de que tales ex-
presiones le ayuden @ eompren-
der mejor 0 contextualizar
aquellos conoeimientos que
son la base de la mentalidad.
‘Lamentelidad es la cultura
y modo de pensar que una per~
Sona adqulere al contacto eon
su familia y con el grupo hu-
smano que le rodea. Cuando esa
cultura le caracteriza frente a
otros, le confiere ademés una
‘dentidad, Hay un tipo de iden-
tidad enatural» procedente de
Ja acumulacin de valores éti
8 y estéticos, que se va for~
‘mando en una comunidad ato
largode su historia, y hay otra
especie en la que, can todas
esas cualidades, se construye
un modelo de comportamien-
to colectivo, algo asi como un
espejo en el que nos reconoce-
mos y nos reconocen los de-
més. Durante siglos, la ense-
‘lanza de ese comportamiento
se hacia a través de formulas
atractivas, convineentes, que
fenvolvian a quien las escucha-
bay le sedueian sin remision
por serle tan familiares como
Trostte dal ser amada oel pal.
saje.
Pocas ereaciones del ser hu
‘mano se pareceriin mas entre
si que su forma de hablar y el
ppaisaje que le radea. Del mis.
‘mo modo que el lenguaje es re-
flejo de las sensaciones'y emo-
clones que se producen en la
‘mente del indWiduo al eantac:
tocon el entorno en el que vive,
asi tambien el palsajees el re
sultado de su actividad y la me-
jormuestra de sus cualidades,
Jas funcioneles ylas artiticas
Enla modificacién del paisaje
ha intervenido desde siempre
la mano del hombre pero tam-
bien innumerables y sucesivns
tecnologias que han llegadoa
crearun medio euyos patrones
han eambindo con tanta cele-
ridad en los ultimos tiempos
{que ya no se pueden denomi-
nar con el termino habitual sin
rovocar equivocos.
Desde el momento en que el
paisoje es el resultade de una
serie de elementos relaciona-
dos entre siy abarcables para
Javista humana, cualquier in-
tervencién del individuo sobre
aquel deberia estar marcada
por el respeto al estilo resul-
{antedela evolucion historica,
alas caracteristicas medioam-
bientales o eealdgieas yal s0-
closistema. Observando elen-
tramado de este tltimo con-
vendria advertir ademas que
el paisaje no es sélo a repre-
senfacion de una realidad mas
‘o menos compleja, sino el con-
glomerado de sensaciones ~
Sentimlentos estéticas y emo-
lonales- que produce su vi-
sién en el ser humane, para
quien el paisaje viene a ser un
libro sobre el que puede leerel
pasado y el presente de aque
Ila misma sociedad en la que
hha nacido y vive. Las interven
clones que se realicen sobre el
palsaje urbane o rural-debe-
ran responder en consecuen-
cla a dos prineipios basicos,
‘que son elconocimiento histo-
Heo de la evolucién y altera-
cin sufridas por ese mismo
paisa y la seguridad de que
dichas intervenciones se rea-
lizardn en beneficio de un d
sarvollo sostenible e jateligen-
te del teritorio, ajustandose no
sélo a téenicas sino ala valora~
clon yal respeto ambiental.
‘Sélo asf podré decirse que la
relacién entre cultura y paisa~
Jetiene verdadero sentidoy se
1ajusta ala logica,
Ese ejercicio colectivo de
responsabilidad se hace cada
‘dia mas nevesario pues a ten-
deneia social acomoda al in-
dividuo en posiciones clara-
mente pasivas quele alejan de
sus compromisos como ci
ddadano ¢ Ineluso coma ser bit
mano y le apartan de una ac-
tividad para la que todos es-
tamos Iegitimados, siempre
{que conozeamos en la medi-
da dello posible, naturalmen-
te, esos asuntos patrimonia~
Teg, To eual implicant un int
rés por ellos asi como un es:
«1.0 inmaterial no se podria
explicarsin fo exstencia
de lo material, asi que
Jos palabras con que
1n0s expresamos definirén
con mds omenos exactitud
Jos abjetos a que se referer»
tudio y valoracin de todos sus
cextremos. Hay que buscar una
‘alternative ala pasividad que
ataje el progreso dela trivia
lidad y la aceptacidn de lo vul-
gar como medida de todo.
Come eseribia Fernando
Pessoa, «en la vida de hoy, el
‘mundo silo pertenece a lose
ttipidos, a los insensibles ya
Jos agitados».
La reflexion del gran poeta
ypensador portugués, escrita
Inace mas de un sigio, noha de-
Jado de tener actuaiidad. Las
fisis mas dafinas son las eri
sis del espirituy de a sensibi-
dad. Recobremos, en estos
tiempos en que parece que el
mismo tejido social esta en
‘cuestién, en que se desmoro-
nan los mundos artificiales de
luna economia sobrevalorada,
la capacidad de observacion
para volver a descubrir un pa~
irimonio que debe seguir per-
teneeienda a todos,
|etrerinano reer Casta yey 2021 EL NORTE DE CASTLLA|7