Origen de la Racionalidad Academicista o Bancaria

El modelo academicista o también conocido como “bancario” propio de la enseñanza

tradicional del siglo XIX, se encuentra centrado en los contenidos como formas del saber
y se organizan en asignaturas, cuya interiorización es el objeto nuclear del aprendizaje y
el prototipo de hombre culto para la sociedad. Esta racionalidad nace en la tradición
medieval con el trivium y el cuadrivium; estas son dos secciones en las que se dividieron
las 7 artes liberales de la Edad Media. El trívium era la rama del lenguaje, compuesta por;
gramática, dialéctica y retórica, y el quadrivium la de matemáticas, compuesta por;
aritmética, geometría, astronomía y música. Ambas secciones se centraban en lo que el
doctor Pavlos Papadopoulos llama la “reina de las artes liberales”: la filosofía
[ CITATION Mun17 \l 13322 ]. Es en esta dirección, que esta forma de concebir el
curriculum presenta una fuerte impronta administrativa en donde los contenidos son lo
esencial y básico de la enseñanza.

El término de educación bancaría aparece por primera vez en la obra “Pedagogía del
Oprimido” del pedagogo brasileño Paulo Freire, quien analiza críticamente esta visión de
la educación, la cual denuncia como un instrumento fundamental de opresión, en
oposición a una educación popular. Es importante relevar que si bien la expresión como
tal se origina con la obra de Freire, la idea en sí se encuentra un paralelismo con las ideas
del pedagogo suizo Johann Heinrich Pestalozzi, quien ya había rechazado dichas
técnicas en el siglo XVII. Lo que Freire llamó educación bancaria nos aleja de
la comprensión de nuestras circunstancias sociales y genera pasividad y fatalismo en los
sujetos. No en vano decidió utilizar un término procedente del ámbito económico, pues la
educación bancaria percibe al alumno como una inversión la cual en algún momento
deberá entregar retribuciones, ya sea como mano de obra barata o como sujetos
productores y poco pensadores. Además de eso, el proceso educativo es reducido al
grado de pensar en los estudiantes como cajas de depósito, dejando de lado todos los
procesos cognitivos y reflexivos que suceden en el proceso de enseñanza-
aprendizaje. Este tipo de educación es la que se lleva a cabo por los intereses privados
de los grupos sociales poderosos, que logran percibir en el debate, el pensamiento
inventivo y crítico, una amenaza a sus estilos de vida [ CITATION Pau68 \l 13322 ].

En cuanto a nuestro país, el racionalismo académico se instaló en Chile durante la

segunda mitad del siglo XIX, tomando un rol fundacional la Universidad de Chile. Valentín
Letelier es quien busca crear un sistema de educación con el fin de crear nación y
progreso, y entre 1870 y 1880 viajan a Alemania educadores chilenos en busca de
referentes que pudieran hacer posible el desarrollo de la educación en nuestro país.
Asimismo, Letelier en su discurso señala que debe ser la Facultad de Filosofía y
Humanidades la encargada de ser el lazo entre el instituto superior que crea la ciencia y
los institutos secundarios que la difunden. Aquí ya se puede visualizar cierta idea de
“transmisión” de saber, en este caso, de las ciencias, como modelo de educación para el
progreso. De este modo se inaugura en Chile el modelo transmisivo de cultura, es decir,
la racionalidad academicista, expresado a través de cátedras. De igual manera, no
pasaría mucho tiempo para que este academicismo fundador fuera combinado con
nuevas teorías de la educación [ CITATION Cep10 \l 2058 ].