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DOCTOR

JULIO CÉSAR ESCOLAR ESCOBAR


JUEZ PROMISCUO MUNICIPAL DE TOCANCIPÁ
SU DESPACHO

Asunto: ACCION DE TUTELA


ACCIONANTE: FLOR ESMINDA SERRATO PACHÓN
ACCIONADA: REPRESENTANTE LEGAL DE LA EMPRESA
CONSTRUASEO RODRÍGUEZ S.A.S.
NIT 900.784.876-3
____________________________________________________

Atento saludo.

FLOR ESMINDA SERRATO PACHÓN, identificada con c.c. # 52’602.550, de Pacho


(Cundinamarca), ACTUANDO EN NOMBRE PROPIO Y EN EL DE MI HIJO POR
NACER, invocando el artículo 86 de la Constitución Política, el Decreto Reglamentario
2591 de 1991 y demás normas concordantes, muy respetuosamente interpongo ante
usted ACCION DE TUTELA en contra del Representante legal o Gerente de la empresa
CONSTRUASEO RODRÍGUEZ S.A.S., identificada con NIT 900.784.876-3, a fin de
que se protejan nuestros derechos fundamentales al MÍNIMO VITAL, ESTABILIDAD
LABORAL REFORZADA, DEL NASCITURUS, IGUALDAD, SALUD, DIGNIDAD
y TRABAJO, flagrantemente vulnerados por aquel, al DESPEDIRME DE MI
TRABAJO ESTANDO EN ESTADO DE EMBARAZO Y CON INCAPACIDAD POR
EMBARAZO DE ALTO RIESGO, conforme a los hechos que en adelante enunciaré.

SOLICITUD DE MEDIDA PROVISIONAL


En virtud de lo dispuesto en el artículo 7° del Decreto 2591 de 1991, ruego al señor juez
disponga, como medida provisional, MI REINTEGRO INMEDIATO al cargo que
ocupaba en la empresa CONSTRUASEO RODRÍGUEZ S.A.S., para proteger mis
derechos fundamentales y los de mi hijo por nacer, a fin de que cese su vulneración.
Como fundamentos, expreso mi condición actual:
- Mujer soltera, jefe de hogar, con 3 meses de embarazo, diagnosticado como de “alto
riesgo”
- Despedida de la Empresa tutelada. Mi ingreso como trabajadora allí es mi única
fuente de ingresos.
- Soy desplazada de la violencia, declarada oficialmente como víctima de
desplazamiento forzado e incluida en la Unidad de víctimas, en Bogotá.

HECHOS:
PRIMERO: El 17 de mayo del 2019 ingresé a la Empresa CONSTRUASEO
RODRÍGUEZ S.A.S., ubicada en el municipio de Tocancipá (Cundinamarca), a laborar
en el área de ASEOS GENERALES, como ASEADORA, con una remuneración de
$ 37.000= diarios, en un horario de 7:00 a.m. a 5:00 p.m., de lunes a viernes, y sábados
de 7:00 a.m. a 12 m.
SEGUNDO: Mi jefe inmediato era el señor RIGOBERTO MARTÍNEZ, encargado de
todos los trabajadores de la obra. Él nos impartía órdenes, nos daba permisos y se
encargaba de las incapacidades laborales.
TERCERO: El 9 de marzo del año en curso, me enteré que estaba embarazada. En el
Hospital de Sopó, donde fui atendida, me dieron de inmediato incapacidad por 3 días,
por embarazo de alto riesgo. Fue algo inesperado porque el 9 de febrero del año 2013
me hicieron POMEROY (Ligadura de trompas). Esta situación genera amenaza
constante de aborto.
CUARTO: Ese mismo 9 de marzo le avisé de mi embarazo a la SISO ERIKA. El 12 de
marzo, al vencimiento de la primera incapacidad, regresé al trabajo, en el apartamento
501 de la Torre 6 del Conjunto Morelli, Urbanización “Urbanza”, Hacienda Tocancipá,
Vereda Verganzo, sector Tocancipá. Allá llegó el señor RIGOBERTO MARTÍNEZ y le
entregué la incapacidad por embarazo de alto riesgo. Él dijo que iba a revisar el asunto
porque las políticas de la Empresa no aceptaban mujeres embarazadas. Estaba presente
la señora YENIFER NAVA, compañera de trabajo.
QUINTO: Trabajé 3 días en esa semana. El lunes siguiente volví al trabajo; ese mismo
día pedí permiso para acudir a cita médica aquí en Tocancipá, en el Puesto de Salud, y el
médico me dio otra incapacidad de 3 días. Esta incapacidad se la envié a la SISO
ERIKA, vía Whatsapp, y le informé por teléfono al señor RIGOBERTO MARTÍNEZ.
Con permiso del señor RIGOBERTO MARTÍNEZ acudí el 19 de marzo a cita en Sopó
para la práctica de una ecografía. Salí a medio día de Sopó. y conversé telefónicamente
con la SISO ERIKA, quien me dijo que no regresara al trabajo, porque no me iban a
dejar entrar a esa hora.
SEXTO: El 20 de marzo decretaron la cuarentena por el COVID-19, y ese día la SISO
ERIKA me dijo que no fuera al trabajo, hasta nueva orden.
SÉPTIMO: Permanecí en la casa recluida, tanto por la cuarentena como por amenaza de
aborto; el 26 de marzo me hospitalizaron en el Puesto de salud de Tocancipá, y a las 3 de
la mañana del 27 de marzo me trasladaron al Hospital Infantil Universitario “San José”,
de Bogotá, en donde permanecí hasta las 11 de la mañana. Me tomaron una radiografía
y me dieron incapacidad de 2 días, que se la envié por Whatsapp al señor RIGOBERTO
MARTÍNEZ.
OCTAVO: El 8 de abril tuve nueva cita médica en el Puesto de salud de Tocancipá; me
ordenaron exámenes y ecografías, y me dieron un certificado médico con
recomendaciones para el área de trabajo. Ese mismo día conversé telefónicamente con el
señor RIGOBERTO MARTÍNEZ; me preguntó por mi situación y le dije que mi
embarazo continuaba, pero con alto riesgo, informándole del certificado médico. Le
envié todos los documentos pertinentes a su Whatsapp.
NOVENO: El 10 de abril (viernes santo), el señor RIGOBERTO MARTÍNEZ le envió
a mi hija YEIMY XIMENA TORRES SERRATO a su Whatsapp una comunicación en
la que me informaba que había sido despedida por políticas de la Empresa relacionadas
con el CORONAVIRUS. No me informó a mí porque mi teléfono se dañó.
DÉCIMO: Yo le dije a mi hija YEIMY XIMENA TORRES SERRATO que le
informara al señor RIGOBERTO MARTÍNEZ que no estaba de acuerdo y que no le iba
a firmar ningún documento. Él le dijo que a todos los empleados les había liquidado el
contrato.

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UNDÉCIMO: Hasta la fecha no me han pagado la liquidación de mis prestaciones
sociales, derivadas del despido. El señor RIGOBERTO MARTÍNEZ envió una
liquidación completamente desajustada, por 77 días, desconociendo que yo ingresé a la
empresa en mayo del 2019.
DUODÉCIMO: El 21 de abril del presente año yo envié una carta al señor
RIGOBERTO MARTÍNEZ, manifestándole mi inconformidad por el despido, porque va
contra la ley despedir a una mujer embarazada, cuando no hay causa justificada. Esa
carta no tuvo respuesta alguna.
DÉCIMO TERCERO: El 25 de abril ingresé por urgencias al Puesto de salud de
Tocancipá, por amenaza de aborto; permanecí allí hasta cuando llegó la Ambulancia a la
una de la madrugada, y me remitieron al Hospital Universitario Mayor Méredi, en donde
estuve recluida hasta las 3 de la mañana del 26 de abril. Me dieron 10 días de
incapacidad, que terminaron el 11 de mayo, y de lo cual le envié foto vía Whatsapp al
señor RIGOBERTO MARTÍNEZ.
DÉCIMO CUARTO: El 7 de mayo me tomaron una ecografía en Sopó, y al día
siguiente tuve control prenatal en el Puesto de salud de Tocancipá. Me dieron otro
certificado médico indicándome que debo guardar reposo absoluto durante todo el
embarazo, porque la amenaza de aborto persiste. Actualmente tengo 3 meses de
embarazo.
DÉCIMO QUINTO: La última vez que recibí sueldo de la Empresa fue para la primera
quincena de marzo. La NUEVA EPS, a la que estoy afilada como cotizante en el
régimen contributivo, no me ha pagado las incapacidades.
DÉCIMO SEXTO: Soy soltera, ya que me separé hace muchos años del padre de mis 4
hijos mayores. Y el padre del hijo que estoy esperando me abandonó tan pronto supo de
mi gravidez, lo que me ubica como MADRE CABEZA DE HOGAR.
DÉCIMO SÉPTIMO: Soy desplazada, víctima del conflicto armado, por hechos
sucedidos en el año 2007. Tengo certificación de la Unidad de víctimas en Bogotá.
DÉCIMO OCTAVO: Dependo únicamente de mis ingresos como aseadora, y en estos
tiempos de cuarentena he vivido de la caridad de mis vecinos. Tuve que pedir prestado
para el transporte a Sopó y para comprar los medicamentos que requiero para que el
bebé se sostenga en el útero.
DÉCIMO NOVENO: Durante todo el tiempo que permanecí en la empresa, y luego de
saber de mi embarazo, mantuve una comunicación directa con la SISO ERIKA, quien
me dijo que el señor RIGOBERTO MARTÍNEZ le pidió que mantuviera mi embarazo
en secreto, para que la constructora “Urbanza” no se enterara de esa situación; me dijo
que eso no le parecía justo, además que le acarrearía un problema grave, entonces me
pidió que le diera copia de todos los documentos médicos para pasarlo a la constructora
“Urbanza” y a la jefe de ella, para notificar la novedad de mi embarazo, porque no se iba
a meter en problemas. No le pude entregar nada por la cuarentena. Y aunque he
intentado comunicarme con ella todos los días, no me contesta el teléfono.

DERECHOS FUNDAMENTALES INVOCADOS:

 MÍNIMO VITAL
 ESTABILIDAD LABORAL REFORZADA

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 DEL NASCITURUS
 IGUALDAD
 SALUD
 DIGNIDAD HUMANA
 TRABAJO
PRETENSIONES
1) Se avoque el conocimiento de esta acción, otorgando la medida provisional
solicitada.
2) Se amparen los derechos fundamentales invocados, tanto los que me asisten como
los de mi hijo por nacer, derivados de la ESTABILIDAD LABORAL
REFORZADA POR EMBARAZO.
3) Se ordene a la empresa tutelada a que, en el término improrrogable de 24 horas,
contados a partir de la notificación del fallo que ponga fin a esta instancia, disponga
mi reintegro inmediato a la Empresa “CONSTRUASEO RODRÍGUEZ S.A.S.”, en
iguales o mejores condiciones que las que ostentaba antes de mi despido
injustificado.
4) Se ordene a la empresa tutelada a que, en el término improrrogable de 8 días,
contados a partir de la notificación del fallo que ponga fin a esta instancia, me
pague:
a) La totalidad de los salarios derivados del contrato de trabajo dejados de percibir
desde la fecha del despido.
b) La indemnización por despido injusto, que deberá incluir salarios caídos,
intereses moratorios, y las prestaciones sociales a que tengo derecho, en tanto
que mi empleador sabía de mi condición de embarazo desde el principio, lo cual
es fácilmente demostrable, ya que he estado incapacitada prácticamente desde el
inicio de la gestación.

DE LA PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN DE TUTELA


CONTRA PARTICULARES
El artículo 42 del Decreto 2591 de 1991 enlista dentro de los casos en que procede la
acción de tutela contra particulares, la situación de indefensión o subordinación del
actor, y cuando, a pesar de existir otro medio de defensa judicial, éste no sea idóneo o
eficaz para evitar un perjuicio irremediable, en especial cuando, como en mi caso, el
tutelante goza de una especial protección constitucional.
“Construaseo Rodríguez S.A.S.” es una empresa privada, de naturaleza anónima
simplificada por acciones, cuyo objeto social es la “limpieza general del interior de los
edificios”, de modo que se trata de una empresa privada dirigida por particulares.
En la Sentencia T-030 del 2017, la Corte Constitucional ratifica su jurisprudencia en
torno a que, si bien, en principio, la acción de tutela no procede para ventilar asuntos de
índole laboral, como el despido injusto de que fui objeto, en situaciones excepcionales
como mi condición de jefe de hogar y gestante, procede para la protección de derechos
fundamentales.

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Concretamente imploro la intervención inmediata del Juez Constitucional en este evento,
a fin de que conceda el amparo, porque no cuento con los recursos para seguir
sosteniendo mi hogar ni puedo preparar la llegada de mi hijo, derivados única y
exclusivamente de mi relación laboral con la empresa tutelada.

En el fallo citado, la Corte Constitucional expresa que “los conceptos de subordinación


e indefensión son relacionales y constituyen la fuente de la responsabilidad del
particular contra quien se dirige la acción de tutela. En cada caso concreto deberá
verificarse si la asimetría en la relación entre agentes privados se deriva de
interacciones jurídicas, legales o contractuales (subordinación), o si por el contrario, la
misma es consecuencia de una situación fáctica en la que una persona se encuentra en
ausencia total o de insuficiencia de medios físicos y jurídicos de defensa para resistir o
repeler la agresión, amenaza o vulneración de sus derechos fundamentales frente a otro
particular (indefensión)” la tutelante tenía derecho a  la protección especial
constitucional consistente en el cubrimiento de la licencia de maternidad, con todo lo
que le es inherente.
“La protección especial de las mujeres gestantes y lactantes en
materia laboral se fundamenta en los siguientes mandatos
constitucionales: (i) el derecho de las mujeres a recibir una
especial protección durante la maternidad; (ii) la protección de la
mujer embarazada o lactante de la discriminación en el ámbito del
trabajo; (iii) la protección del derecho fundamental al mínimo
vital y a la vida; y (iv) la relevancia de la familia en el orden
constitucional.
 
No obstante, es indispensable resaltar que dicha salvaguarda se ha
estructurado históricamente a partir de la protección del derecho
a la igualdad de las mujeres en el ámbito del trabajo. Por tal
motivo, el fuero de maternidad se erige en una medida destinada a
garantizar que las mujeres no sean discriminadas en el ámbito
laboral con fundamento en su rol reproductivo. Luego, es claro
que el sustento principal de esta protección  se relaciona con estos
dos aspectos, a saber: la condición de mujer y su acceso y
permanencia en el trabajo, más allá de la protección a la vida y la
relevancia de la familia en el orden constitucional”1  
 
En mi caso, la asimetría de mi relación entre la Empresa citada y yo, se deriva de una
relación contractual de trabajo, que tiene en la subordinación del trabajador frente al
patrono, uno de sus elementos esenciales2
De otro lado, al quedar cesante, me ubico en una situación de DEBILIDAD
MANIFIESTA, porque estoy en embarazo, que es de altísimo riesgo, y a consecuencia
del despido dejé de percibir los recursos que requiero para mi subsistencia en
condiciones dignas. Así lo ha expresado la Corte Constitucional al señalar que la
protección de la estabilidad laboral reforzada no se limita a los eventos enlistados en la

1 Sentencia SU 075 del 2018


2 Artículos 22 a 75 Código Sustantivo del Trabajo

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ley 361 de 1997, sino que procede por aplicación directa de la Carta Política, para
personas que se encuentren en circunstancias de debilidad manifiesta, para lograr una
estabilidad laboral que les garantice ingresos económicos, atención médica y seguridad
social, así como a su núcleo familiar:

“… el amparo constitucional de las personas en circunstancia


de debilidad manifiesta permite al juez de tutela identificar y
ponderar un conjunto más o menos amplio y variado de
elementos fácticos para deducir la ocurrencia de tal
circunstancia y le da un amplio margen de decisión para
proteger el derecho fundamental amenazado o restablecerlo
cuando hubiera sido vulnerado”3

LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA

POR ACTIVA:
Con los documentos adjuntos acredito que estoy en estado de embarazo, que tuve una
relación laboral de casi un año con la empresa tutelada, y que fui despedida sin justa
causa. Soy la afectada directa con la vulneración de los derechos fundamentales
invocados y, de contera, mi hijo en gestación.
POR PASIVA:
La Empresa “Construaseo Rodríguez S.A.S.”, a través de su gerente o representante
legal, tiene capacidad legal para ser demandada, en tanto que fue ella mi empleadora y
fue ella quien me despidió en estado de embarazo.  
PROCEDENCIA DE LA TUTELA
SUBSIDIARIEDAD:
Existe la vía laboral ordinaria para demandar a la Empresa tutelada por despido injusto
en estado de embarazo. Sin embargo, de manera excepcional, la tutela es procedente
porque me encuentro en “circunstancias de debilidad manifiesta”4 tanto por mi
embarazo de alto riesgo como por mi carencia de recursos económicos, mi condición de
madre jefe de hogar y de desplazada por la violencia.
INMEDIATEZ: Fui despedida el 10 de abril, en plena cuarentena y a través de un
mensaje de Whatsapp, no dirigido a mí sino a mi hija, YEIMY XIMENA TORRES
SERRATO. Estoy incapacitada. Espero que se tengan en cuenta estas especiales y
particulares circunstancias, para considerar que interpuse la tutela en un tiempo
razonable.
DERECHO

La Carta Política consagra a favor de la mujer gestante una especial protección durante
el embarazo y luego del parto.

En primer lugar, su artículo 13 consagra: “las personas nacen libres e iguales ante la


ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos

3 Sentencia T-198 del 2006


4 Sentencia T-663 del 2011

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derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de
sexo…”, agregando que el Estado “protegerá especialmente a aquellas personas que
por su condición económica, física o mental se encuentren en circunstancia de
debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan”.

A su turno, el artículo 43 dispone: “La mujer y el hombre tienen iguales derechos y


oportunidades. La mujer no podrá ser sometida a ninguna clase de discriminación.
Durante el embarazo y después del parto gozará de especial asistencia y protección del
Estado, y recibirá de éste subsidio alimentario si entonces estuviere desempleada o
desamparada. El estado apoyará de manera especial a la mujer cabeza de familia.”

En el mismo sentido, el artículo 53 de la Carta Política consagra los principios mínimos


fundamentales del estatuto del trabajo, implementando dentro de los mismos
la “protección especial a la mujer” y “a la maternidad”.

La Sentencia SU-070 de 2013 unificó la jurisprudencia en relación con la protección


del embarazo y la maternidad derivada de la estabilidad laboral reforzada. En dicha
providencia, la Corte Constitucional estableció dos reglas principales:
1) La protección reforzada a la maternidad y la lactancia en el ámbito del
trabajo procede cuando se demuestre, sin ninguna otra exigencia adicional:
(a) La existencia de una relación laboral o de prestación. 
(b) Que la mujer se encuentra en estado de embarazo o dentro de los tres meses
siguientes al parto, en vigencia de dicha relación laboral o de prestación.
        
2) Y para determinar el alcance de la protección constitucional, es necesario
establecer: 
(a) El conocimiento del embarazo por parte del empleador. 
(b) La naturaleza de la relación laboral de la mujer embarazada y su empleador. 

En mi situación, señor juez, y tal como lo demuestran los documentos que adjunto y que
solicito se tengan como pruebas, mi relación laboral data de mayo del año 2019, como
aseadora de la Empresa “Construaseo Rodríguez S.A.S.”, bajo cuyas órdenes hacía aseo
en apartamentos de la “Constructora Urbanza”, en Tocancipá. Estaba en situación de
subordinación y dependencia.

Cuando supe de mi embarazo, la primera sorprendida fui yo, porque hace 7 años me
hicieron ligadura de trompas en el Hospital de Zipaquirá. De inmediato informé a mi
jefe, RIGOBERTO MARTÍNEZ, y le entregué la incapacidad inicial, por 3 días. Allí se
comprueba que la Empresa tuvo conocimiento de mi condición de embarazo –y de alto
riesgo- desde el principio, porque, de lo contrario, me hubiesen despedido hace tres
meses por abandono del puesto de trabajo.

El señor RIGOBERTO MARTÍNEZ comunicó de mi embarazo a la dueña de la


Empresa, pero dio instrucciones de que esa situación no se conociera en la
“Constructora Urbanza”. Cuando se presentó la situación de la cuarentena, a él se le
hizo fácil liquidarle el contrato a todos sus trabajadores, incluyéndome, porque está

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convencido de que las acciones de tutela están suspendidas y que puede vulnerar los
derechos de los trabajadores porque los juzgados están cerrados.

Afortunadamente, y eso se sabe por las noticias diarias, las tutelas no están suspendidas,
por lo que yo acudo ante el juez constitucional para que nos proteja a mi hijo y a mí,
porque la empresa tutelada ha sido muy desconsiderada conmigo, al punto que me
despidió vía Whatsapp, y ni siquiera a mí teléfono sino al de una de mis hijas, me
presentaron una liquidación de un par de meses, cuando la realidad es que me vinculé a
la empresa desde hace un año, y ni siquiera me han pagado esa liquidación.
En la sentencia SU- 075 del 2018, la Corte Constitucional enfatizó la protección
laboral reforzada a las mujeres durante la gestación y la lactancia, con base en los
siguientes postulados constitucionales:
a) Las mujeres embarazadas y en período de lactancia tenemos derechos a recibir
una especial protección del Estado, tal como se desprende del artículo 43 de la
Carta Política. Inclusive se habla del derecho a recibir un subsidio cuando se esté
desempleada o desamparada.
b) Las mujeres embarazadas y en período de lactancia tenemos derecho a la
protección constitucional frente a la discriminación en el ámbito laboral,
específicamente cuando se produzca el despido sin justa causa, como en mi
situación, que se presume entonces, que fue por causa del embarazo. El señor
RIGOBERTO MARTÍNEZ fue muy claro al decirme que las políticas de la
empresa iban en contra de las mujeres embarazadas, y hasta me dijo que qué iba
a hacer al respecto, y yo le contesté que, naturalmente, tendría a mi hijo.  Es
más: Apenas supo de mi maternidad, mi jefe me quitó la bonificación que venía
devengando como estímulo a mi labor y rendimiento.

Con el despido injusto del que fui víctima, se afecta mi vida, mi salud, mi dignidad, el
mínimo vital, y los derechos de mi hijo, todo lo cual es objeto de especial protección por
parte del Estado. Ello cobra aún más importancia teniendo en cuenta las valoraciones
médicas y ecografías, que señalan que mi embarazo es de muy alto riesgo, porque se
produjo 7 años después de la ligadura de trompas; añadámosle también mi condición de
madre jefe de hogar y de desplazada por la violencia.
Pido la protección de tutela también para mi hijo, porque la Carta Política otorga una
especial protección a la vida en gestación, entendiendo la vida como “una valor
fundante del ordenamiento constitucional, especialmente el Preámbulo y los artículos
11 y 44 de la Carta Política. La vida, como se ha señalado en reiterada jurisprudencia
de esta Corporación, es un bien jurídico de máxima relevancia. Por ello la mujer en
estado de embarazo es también protegida en forma preferencial por el ordenamiento
como gestadora de la vida que es”5
Por tal razón considera la Corte Constitucional que la prohibición de despedir a la
trabajadora embarazada no estaría completa si, además de proteger su derecho al trabajo
y al mínimo vital, no se protegiera su maternidad y lactancia, con lo cual se armoniza la
protección de otros derechos fundamentales como los de los niños y la familia.
Por ende, me favorecen la Constitución y la ley, porque, además de tener que afrontar
un embarazo imprevisto y peligroso, tanto para mí como para mi hijo en formación, he

5 Sentencia SU-070 del 2013 

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tenido que lidiar con la discriminación de la Empresa y con un despido totalmente
injusto. Fuera de eso, tendré que asumir sola los costos de la maternidad y crianza.
La Empresa tutelada ha ignorado por completo tales preceptos constitucionales, y todos
los legales que prohíben despedir a una mujer embarazada, salvo justa causa, y
mediante autorización del Inspector del Trabajo 6. Hasta el momento no he conocido una
disposición del Gobierno Nacional autorizando a las empresas a despedir trabajadores
por la cuarentena derivada del COVID-19, y mucho menos conozco normas que les
permitan despedir mujeres embarazadas.
Porque aún en tiempos de emergencia económica y social, como la que estamos
enfrentando, hay derechos fundamentales que no pueden vulnerarse, y los que he
invocado a nombre mío y del nasciturus, tienen esa categoría, y, por tanto, procede la
protección constitucional que imploro, por vía de tutela.
Aquí es pertinente traer a colación la Sentencia C-470 de 1997, mediante la cual la
Corte Constitucional declaró la exequibilidad del artículo 239 del código sustantivo del
trabajo en el entendido de que carece de todo efecto el despido de una trabajadora
durante el embarazo, o en los tres meses posteriores al parto, sin la correspondiente
autorización previa del funcionario del trabajo competente, quien debe verificar si existe
justa causa probada para el despido.
Esta protección, denominada “fuero de maternidad”, está regulada en los artículos 239,
240 y 241 del Código Sustantivo del Trabajo, que la empresa tutelada pisoteó en mi
caso, en un verdadero acto de discriminación, completamente inconstitucional, como
bien admitió el señor RIGOBERTO MARTÍNEZ cuando me dijo, lamentando mi
condición, que no era política de la empresa tener trabajadoras embarazadas para, acto
seguido, reducirme el salario. Como no existía ninguna justa causa para dar por
terminado el contrato de trabajo, es evidente que el despido obedeció a mi condición de
gestante.
Importante resaltar que mi trabajo es de aseadora en apartamentos, labor que desempeñé
de manera permanente e ininterrumpida desde mayo del 2019 hasta cuando fui
injustamente despedida. Cumplía horario y obedecía órdenes. No era un contrato de
prestación de servicios ni de obra o labor contratada, en tanto que la actividad de aseo es
permanente, siempre hay que realizarla; además, sólo firmé el contrato inicial.

FUNDAMENTOS CONSTITUCIONALES
a. DIGNIDAD HUMANA. ARTICULO 1º: Colombia es un Estado social de derecho
organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus
entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de
la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en
la prevalencia del interés general.
b. PROTECCIÓN DE LA FAMILIA.
- ARTICULO 5º: El Estado reconoce, sin discriminación alguna, la primacía de los
derechos inalienables de la persona y ampara a la familia como institución básica de
la sociedad.
- ARTÍCULO 42: La familia es el núcleo fundamental de la sociedad. Se constituye
por vínculos naturales o jurídicos, por la decisión libre de un hombre y una mujer de

6 Código sustantivo del trabajo, Leyes 1468 del 2011 y 1822 del 2017.

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contraer matrimonio o por la voluntad responsable de conformarla. El Estado y la
sociedad garantizan la protección integral de la familia. La ley podrá determinar el
patrimonio familiar inalienable e inembargable. La honra, la dignidad y la intimidad
de la familia son inviolables. Las relaciones familiares se basan en la igualdad de
derechos y deberes de la pareja y en el respeto recíproco entre todos sus integrantes.
Cualquier forma de violencia en la familia se considera destructiva de su armonía y
unidad, y será sancionada conforme a la ley. Los hijos habidos en el matrimonio o
fuera de él, adoptados o procreados naturalmente o con asistencia científica, tienen
iguales derechos y deberes. La ley reglamentará la progenitura responsable. La
pareja tiene derecho a decidir libre y responsablemente el número de sus hijos, y
deberá sostenerlos y educarlos mientras sean menores o impedidos. Las formas del
matrimonio, la edad y capacidad para contraerlo, los deberes y derechos de los
cónyuges, su separación y la disolución del vínculo, se rigen por la ley civil. Los
matrimonios religiosos tendrán efectos civiles en los términos que establezca la ley.
Los efectos civiles de todo matrimonio cesarán por divorcio con arreglo a la ley
civil. También tendrán efectos civiles las sentencias de nulidad de los matrimonios
religiosos dictadas por las autoridades de la respectiva religión, en los términos que
establezca la ley. La ley determinará lo relativo al estado civil de las personas y los
consiguientes derechos y deberes.
c. IGUALDAD. ARTICULO 13º: Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley,
recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos
derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo,
raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica. El
Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará
medidas en favor de grupos discriminados o marginados. El Estado protegerá
especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física o mental,
se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o
maltratos que contra ellas se cometan.
d. TRABAJO.
- ARTICULO 25º: El trabajo es un derecho y una obligación social y goza, en
todas sus modalidades, de la especial protección del Estado. Toda persona tiene
derecho a un trabajo en condiciones dignas y justas.
- ARTICULO 53: El Congreso expedirá el estatuto del trabajo. La ley
correspondiente tendrá en cuenta por lo menos los siguientes principios mínimos
fundamentales: Igualdad de oportunidades para los trabajadores; remuneración mínima
vital y móvil, proporcional a la cantidad y calidad de trabajo; estabilidad en el empleo;
irrenunciabilidad a los beneficios mínimos establecidos en normas laborales; facultades
para transigir y conciliar sobre derechos inciertos y discutibles; situación más favorable
al trabajador en caso de duda en la aplicación e interpretación de las fuentes formales de
derecho; primacía de la realidad sobre formalidades establecidas por los sujetos de las
relaciones laborales; garantía a la seguridad social, la capacitación, el adiestramiento y el
descanso necesario; protección especial a la mujer, a la maternidad y al trabajador menor
de edad. El Estado garantiza el derecho al pago oportuno y al reajuste periódico de las
pensiones legales. Los convenios internacionales del trabajo debidamente ratificados,
hacen parte de la legislación interna. La ley, los contratos, los acuerdos y convenios de
trabajo, no pueden menoscabar la libertad, la dignidad humana ni los derechos de los
trabajadores.

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e. DEBIDO PROCESO. ARTICULO 29: El debido proceso se aplicará a toda clase de
actuaciones judiciales y administrativas. Nadie podrá ser juzgado sino conforme a
leyes preexistentes al acto que se le imputa, ante juez o tribunal competente y con
observancia de la plenitud de las formas propias de cada juicio. En materia penal, la
ley permisiva o favorable, aun cuando sea posterior, se aplicará de preferencia a la
restrictiva o desfavorable. Toda persona se presume inocente mientras no se la haya
declarado judicialmente culpable. Quien sea sindicado tiene derecho a la defensa y a
la asistencia de un abogado escogido por él, o de oficio, durante la investigación y el
juzgamiento; a un debido proceso público sin dilaciones injustificadas; a presentar
pruebas y a controvertir las que se alleguen en su contra; a impugnar la sentencia
condenatoria, y a no ser juzgado dos veces por el mismo hecho. Es nula, de pleno
derecho, la prueba obtenida con violación del debido proceso.

f. MUJER CABEZA DE FAMILIA. ARTICULO 43: La mujer y el hombre tienen


iguales derechos y oportunidades. La mujer no podrá ser sometida a ninguna clase de
discriminación. Durante el embarazo y después del parto gozará de especial asistencia
y protección del Estado, y recibirá de éste subsidio alimentario si entonces estuviere
desempleada o desamparada. El Estado apoyará de manera especial a la mujer cabeza
de familia.

g. DERECHOS DE LOS NIÑOS. Artículo 44: Son derechos fundamentales de los


niños: la vida, la integridad física, la salud y la seguridad social, la alimentación
equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una familia y no ser separados de ella, el
cuidado y amor, la educación y la cultura, la recreación y la libre expresión de su
opinión. Serán protegidos contra toda forma de abandono, violencia física o moral,
secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o económica y trabajos riesgosos.
Gozarán también de los demás derechos consagrados en la Constitución, en las leyes
y en los tratados internacionales ratificados por Colombia. La familia, la sociedad y
el Estado tienen la obligación de asistir y proteger al niño para garantizar su
desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos. Cualquier persona
puede exigir de la autoridad competente su cumplimiento y la sanción de los
infractores. Los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás.
h. SALUD. ARTICULO 49: La atención de la salud y el saneamiento ambiental son
servicios públicos a cargo del Estado. Se garantiza a todas las personas el acceso a los
servicios de promoción, protección y recuperación de la salud. Corresponde al Estado
organizar, dirigir y reglamentar la prestación de servicios de salud a los habitantes y
de saneamiento ambiental conforme a los principios de eficiencia, universalidad y
solidaridad. También, establecer las políticas para la prestación de servicios de salud
por entidades privadas, y ejercer su vigilancia y control. Así mismo, establecer las
competencias de la Nación, las entidades territoriales y los particulares, y determinar
los aportes a su cargo en los términos y condiciones señalados en la ley. Los servicios
de salud se organizarán en forma descentralizada, por niveles de atención y con
participación de la comunidad. La ley señalará los términos en los cuales la atención
básica para todos los habitantes será gratuita y obligatoria. Toda persona tiene el
deber de procurar el cuidado integral de su salud y la de su comunidad.

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i. BUENA FE. ARTICULO 83: Las actuaciones de los particulares y de las autoridades
públicas deberán ceñirse a los postulados de la buena fe, la cual se presumirá en todas
las gestiones que aquéllos adelanten ante éstas.
j. PREVALENCIA DE DERECHOS. ARTICULO 85: Son de aplicación inmediata los
derechos consagrados en los artículos 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 23,
24, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 33, 34, 37 y 40.
k. ACCIÓN DE TUTELA. ARTICULO 86: Toda persona tendrá acción de tutela para
reclamar ante los jueces, en todo momento y lugar, mediante un procedimiento
preferente y sumario, por sí misma o por quien actúe a su nombre, la protección
inmediata de sus derechos constitucionales fundamentales, cuando quiera que éstos
resulten vulnerados o amenazados por la acción o la omisión de cualquier autoridad
pública. La protección consistirá en una orden para que aquél respecto de quien se
solicita la tutela, actúe o se abstenga de hacerlo. El fallo, que será de inmediato
cumplimiento, podrá impugnarse ante el juez competente y, en todo caso, éste lo
remitirá a la Corte Constitucional para su eventual revisión. Esta acción sólo
procederá cuando el afectado no disponga de otro medio de defensa judicial, salvo
que aquélla se utilice como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio
irremediable. En ningún caso podrán transcurrir más de diez días entre la solicitud de
tutela y su resolución. La ley establecerá los casos en los que la acción de tutela
procede contra particulares encargados de la prestación de un servicio público o cuya
conducta afecte grave y directamente el interés colectivo, o respecto de quienes el
solicitante se halle en estado de subordinación o indefensión.
l. BLOQUE DE CONSTITUCIONALIDAD. ARTICULO 93: Los tratados y convenios
internacionales ratificados por el Congreso, que reconocen los derechos humanos y
que prohíben su limitación en los estados de excepción, prevalecen en el orden
interno. Los derechos y deberes consagrados en esta Carta, se interpretarán de
conformidad con los tratados internacionales sobre derechos humanos ratificados por
Colombia.  El Estado colombiano puede reconocer la jurisdicción de la Corte Penal
Internacional en los términos previstos en el Estatuto de Roma adoptado el 17 de julio
de 1998 por la Conferencia de plenipotenciarios de la Naciones Unidas y,
consecuentemente, ratificar este tratado de conformidad con el procedimiento
establecido en esta Constitución. La admisión de un tratamiento diferente en materias
sustanciales por parte del Estatuto de Roma con respecto a las garantías contenidas en
la Constitución tendrá efectos exclusivamente dentro del ámbito de la materia
regulada en él.
m. RECONOCIMIENTO DE OTROS DERECHOS. ARTICULO 94: La enunciación de
los derechos y garantías contenidos en la Constitución y en los convenios
internacionales vigentes, no debe entenderse como negación de otros que, siendo
inherentes a la persona humana, no figuren expresamente en ellos.

BLOQUE DE CONSTITUCIONALIDAD
La prohibición de discriminar a las mujeres trabajadoras en estado de embarazo y de
lactancia se ha establecido en diversos tratados internacionales ratificados por
Colombia y que, por tanto, forman parte del llamado “Bloque de constitucionalidad”, lo
que significa que son fuente de derecho y de obligatorio cumplimiento.
Así, por ejemplo, se destacan:

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- Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDESC)
- Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH)
- Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales (PIDESC)
- Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra
la Mujer –Convención de Belém do Pará–
- Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer (CEDAW)
- Convenios y Recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
en materia de igualdad y no discriminación de las mujeres en el ámbito laboral. 

FUNDAMENTOS LEGALES

Decreto 2591 de 1991, Leyes 82 de 1993, 790 del 2002, 1232 del 2008, 1437 del 2011,
1468 del 2011 y 1822 del 2017, y demás normas concordantes.

FUNDAMENTOS JURISPRUDENCIALES.
Además de las sentencias de la Corte Constitucional ya citadas, es prolífica
jurisprudencia de la Corte Constitucional en torno al tema de la protección de los
derechos de la mujer jefe de hogar, y la garantía de la estabilidad laboral reforzada, así
como la vulnerabilidad de los menores de edad, cuyos derechos prevalecen sobre los
demás. Se citan, por tanto, tan sólo algunas sentencias y sus apartes esenciales:
“La estabilidad laboral reforzada ha sido desarrollada como
una garantía de raigambre constitucional a favor de ciertos
sujetos, como son las personas con discapacidad, los
trabajadores que padecen alguna enfermedad, así como las
mujeres embarazadas y en licencia de maternidad, que se
proyecta a partir de los artículos 13 y 53 de la Carta, los
cuales contemplan los principios de igualdad y de estabilidad
en el empleo. A través de esta figura se pretende proveer a
este conjunto de personas cierto grado de certidumbre en
relación con su ocupación, así como resguardarlas de los
actos discriminatorios por parte de sus patronos.
 Nótese que el aspecto determinante para establecer qué
individuos son titulares del derecho a la estabilidad laboral
reforzada es la situación de vulnerabilidad en que se
encuentran, a causa de determinadas condiciones de salud que
pueden comprometer su normal estado físico, mental o
fisiológico”7
Conforme al artículo 2° de la ley 82 de 1993 y la sentencia de la Corte Constitucional C-
964 del 2003, se entiende que es cabeza de familia la persona que, siendo soltera o
casada, ejerce la jefatura del hogar y tiene bajo su cargo, afectiva, económica o
socialmente, en forma permanente, hijos menores propios u otras personas incapaces o

7 Sentencia T-368 del 2016

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incapacitadas para trabajar, ya sea por ausencia permanente o incapacidad física,
sensorial, psíquica o moral del cónyuge o compañero permanente, o deficiencia
sustancial de ayuda de los demás miembros del núcleo familiar.

Ahora bien, el artículo 53 de la Constitución señala el principio de “estabilidad en el


empleo”, respecto al cual la judicatura colombiana ha señalado que solo puede finalizar
por causas legales; entre ellas, no existe ninguna relacionada con la pandemia que se
presenta actualmente con el COVID-19.

Entre otros, los fallos de la Corte Constitucional, cito, por su relevancia, los de tutela T-
002-92; T-008-92; T-224-92; T-402-92; T-409-92; T-411-92; T-421-92; T-427-92; T-
439-92; T-440-92; T-450-92; T-466-92; T-471-92; T-502-92; T-509-92; T-519-92; T-
523-92; T-527-92; T-531-92; T-533-92; T-539-92; T-571-92; T-593-92; T-609-92; T-
209-2002; T-215-2002; T-249-2002; T-356-2002; T-189-03 ; T-324-04; T-397-04 y T-
963-04.

FUNDAMENTOS PROBATORIOS
A. Sírvase, señor juez, tener como pruebas los siguientes documentos:
1. Mi Cédula de Ciudadanía
2. Pantallazo Web de mi inclusión en la Unidad de víctimas, por hechos ocurridos
el 1° de octubre del 2007 en el municipio de Pacho (Cundinamarca).
3. Carnet de aseadora contratada por “CONSTRUASEO RODRÍGUEZ S.A.S.”
para trabajar en “Hacienda Tocancipá”. Allí se destaca que ingresé a la empresa
el 20 de mayo del 2019.
4. Certificado de afiliación al Sistema General de Seguridad Social en servicios de
salud, a través de NUEVA EPS S.A., como cotizante dependiente, en el régimen
contributivo.
5. Carta de despido de fecha 1° de abril, que me fuera comunicada a través de
mensaje de Whatsapp al teléfono de mi hija.
6. Carta de liquidación de mis prestaciones sociales –aún impagas-, con ocasión de
la terminación del contrato de trabajo por despido. Allí se consignan
inconsistencias, dado que figura mi ingreso a la empresa el 1° de enero del 2020,
cuando estuve vinculada desde el 20 de mayo del 2019; también se dice que la
terminación del contrato obedece a que se acabó la labor contratada, lo que
también es falso, porque yo estaba trabajando en forma continua desde mayo del
2019, sin haber firmado más que el contrato de trabajo inicial. Además, el aseo
es una labor permanente, por lo que no procede un contrato de obra o labor
contratada para este tipo de actividades.
7. Historia clínica e incapacidades por EMBARAZO DE ALTO RIESGO.
8. Contrato de arrendamiento de vivienda.
B. Estoy dispuesta a ampliar esta tutela, cuando el señor juez así lo requiera.
C. Si es del caso, solicito se escuche en declaración al Gerente o Representante legal de
CONSTRUASEO RODRÍGUEZ S.A.S., del señor RIGOBERTO MARTÍNEZ, Jefe
de personal, teléfono 3223832560, de las funcionarias SISO, ADRIANA, teléfono
3115598182 y ERIKA, teléfono 3142111064, cuyos datos personales desconozco.

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Bajo la gravedad de juramento manifiesto que desconozco sus direcciones de
residencia y correos electrónicos.
COMPETENCIA
De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 1° del Decreto 1983 del 2017, la competencia
para el conocimiento de acciones de tutela que se promuevan contra particulares
corresponde a los jueces municipales.

JURAMENTO

De manera expresa manifiesto a su Despacho que ante ninguna autoridad judicial he


promovido acción de tutela sobre los mismos hechos y derechos invocados y ante la
misma accionada, el Amparo de Tutela.
ANEXOS
Los documentos aducidos como pruebas.

NOTIFICACIONES
Las recibiré en la Secretaria de su Despacho o en la Vereda Verganzo, sector
Casteblanco, teléfono 3214741223, E-mail: steram917@gmail.com
La empresa accionada en la calle 139 BIS # 103 F 20, teléfono (1)4605532, Bogotá.
Bajo la gravedad de juramento manifiesto que desconozco la dirección de correo
electrónico de la empresa y del que era mi jefe inmediato, RIGOBERTO MARTÍNEZ,
teléfono 3223832560.

Del Señor Juez,

Atentamente,

____________________________________
FLOR ESMINDA SERRATO PACHÓN
# 52’602.550, de Pacho (Cundinamarca)

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