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Semana 1 Resolución de Ejercicios: Tecnológico Nacional Iplacex
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RESOLUCIÓN DE EJERCICIOS
I. GLOSARIO
ÉTICA: Concepto que refiere al estudio filosófico sobre la moral. Su principal tarea es
analizar y evaluar las normas y los códigos morales, precisamente aquellos que, impuestos
por convenciones, nos obligan a realizar ciertas conductas y evitar otras. Es un concepto que
se mueve en el nivel teórico, instándonos a responder a la pregunta ¿Por qué debo obedecer
las normas morales? En cuanto a su etimología, el término ética deriva del griego êthos, que
significaba, originalmente, estancia o lugar donde se habita. Aristóteles, con posterioridad,
desarrolló este sentido y, desde ahí, pasó a significar “manera de ser o carácter”.
MORAL: Concepto que corresponde al conjunto de principios, criterios, normas y valores que
dirigen nuestro comportamiento, y que nos hace actuar de una determinada manera. La
moral tiene que ver con el nivel práctico de la acción y trata de responder a la pregunta ¿qué
debo hacer? El término moral proviene de la expresión latina moralis, que, a su vez, derivaba
del término mos, -o mores en plural- y significa costumbre.
DEONTOLOGÍA: Aquella parte de la ética que trata de los deberes y principios que afectan a
una profesión, es decir, el estudio de las obligaciones morales. La deontología se encuentra
vinculada al aspecto normativo, en el sentido en que hace mención a criterios extrínsecos al
sujeto, establecidos desde planos institucionales –por ejemplo, los distintos gremios de
profesionales. Etimológicamente, el concepto Deontología se construye del griego deon, es
decir, "lo debido", y de logía, que, por su parte, viene a significar "conocimiento" o "estudio".
Los fines internos se encuentran presentes cuando la actividad se orienta hacia un fin noble,
es decir, el servicio a los demás. En este caso, la columna demuestra que aquellos ideales
se han visto mancillados por la clase política y la propia justicia. El estamento representativo
ha olvidado la nobleza de su práctica, y el cómo, a través de esta, se posicionan al servicio
de la sociedad en su conjunto. Las virtudes que, supuestamente, debiesen ponerse en
práctica se encuentran en un segundo plano, en contraposición a la exaltación de los fines
externos, quienes, pese a ser legítimos, se obtienen de las prácticas, como el dinero, el
reconocimiento social o status, etc., pero no son el sentido de la actividad. El afán de
ganancia ha corrompido el espíritu del servicio público y generado un deterioro grave en la
imagen de la clase empresarial.
La corrupción de una actividad se produce cuando se reemplazan los fines internos por los
externos. Esto implica que los fines externos serán legítimos en tanto se encuentren
subordinados a los bienes internos; de lo contrario, la actividad profesional deja de tener
sentido y legitimidad social.
Tal como se cuenta de manera anecdótica en la columna, durante el juicio llevado a cabo
contra diez empresarios de las farmacias acusadas de colusión, la justicia chilena determinó
en primera instancia que esos ejecutivos deberían asistir a un curso de ética profesional. Con
esto, la justicia reconoce que contenidos e ideas, como las que se incluyen en la ética
profesional, pueden ejercer una importante influencia en el comportamiento de nuestros
representantes y empresarios, lo que puede concluir en la sistemática desaparición de
hechos como los mencionados y graficados a lo largo de la columna.