Para la mayoría de nosotros, cuando pensamos en deportes, pensamos en unirnos a una liga de

voleibol, jugar baloncesto en una cancha del vecindario o tomar clases de tenis en un gimnasio local.
Pero para algunos, los deportes significan algo diferente: saltar en paracaídas desde un avión a miles
de pies sobre el suelo, escalar una pared alta de hielo o hacer snowboard en las colinas más
empinadas. Tales deportes se llaman "deportes extremos". Los deportes extremos son actividades,
practicadas principalmente por jóvenes que implican gran velocidad o altura, presentan un cierto
elemento de peligro y requieren equipo especializado, como una tabla de surf, avión o equipo para
escalar rocas. Generalmente no son deportes de equipo. Son practicadas por individuos que, en lugar
de ayudar a un equipo a la victoria, se esfuerzan por sus propios límites físicos, desafiando los
obstáculos personales y ambientales para lograr un objetivo personal.

Los deportes extremos siempre se han considerado parte de la contracultura. Los jóvenes privados
de sus derechos estaban hartos del statu quo. El deporte tradicional presentaba un marco estrecho,
con reglas y regulaciones que parecían opresivas. Los deportes extremos les dieron a las personas la
oportunidad de hacer lo que quisieran, cómo quisieran. Por ejemplo, en lugar de bucear, lo que pone
énfasis en la seguridad y el uso adecuado de los equipos, ¿por qué no intentar alcanzar grandes
profundidades submarinas sin la ayuda de un aparato de respiración, un deporte conocido como
"buceo libre"? En lugar de saltar sobre obstáculos en una carrera de atletismo, ¿por qué no intentar
"correr libremente", un deporte en el que los participantes incorporan obstáculos naturales, como
una pared o un acantilado, en su carrera, lo que resulta en acrobacias elegantes junto con la
velocidad y agilidad?

Aquellos que no son propensos a asumir riesgos podrían preguntarse qué atractivo tienen estos
deportes. Los psicólogos dicen que algunas personas realmente anhelan la adrenalina que proviene
de los esfuerzos de toma de riesgos. La adrenalina es una sustancia que el cuerpo produce cuando
una persona se encuentra en una situación estresante, peligrosa o aterradora. Resulta en un
aumento de la frecuencia cardíaca y el metabolismo, y la sudoración. Psicológicamente, una descarga
de adrenalina puede producir una sensación de euforia que en realidad puede ser adictiva, como una
droga. Los psicólogos creen que estos deportes les dan a las personas la sensación de que son
imparables y capaces de desafiar las probabilidades. Como resultado, hay una increíble sensación de
logro cuando se logra una hazaña aparentemente insuperable.

Los deportes extremos han experimentado un gran aumento en popularidad. Los X Games, que se
celebran cada verano e invierno, son los Juegos Olímpicos de los deportes extremos. Son vistos por
millones en todo el mundo, y algunas de las caras de los atletas son las mismas caras que se pueden
ver en los eventos olímpicos, como el snowboard o el salto en esquí. Menos jóvenes practican
béisbol, fútbol o fútbol americano en favor de deportes como el buceo en cuevas, el kite surf o el
puenting.

Debido a que se han vuelto tan populares, los deportes extremos son un gran negocio, que muchos
atletas lamentan. Lo que antes se consideraban actividades "marginales" ahora se han convertido en
actividades convencionales. Las empresas se han dado cuenta de que pueden ganar mucho dinero
comprando tiempo publicitario costoso durante los X Games o contratando a un atleta conocido para
respaldar un producto. La moda deportiva extrema también se ha convertido en un gran generador
de dinero para las corporaciones. Aunque no hay uniformes regulados en los deportes extremos, el
mundo de la moda ha influido en lo que usan los atletas. La ropa holgada y holgada de los
diseñadores de renombre, junto con los accesorios como gafas de sol, sombreros y guantes, son
caros y dan peso al argumento de que los deportes extremos se han "vendido" a la codicia
corporativa.

Aunque los deportes extremos aún pueden ser desconocidos para muchos, pronto serán parte de
todas nuestras vidas. Es probable que pronto veamos estos eventos deportivos transmitidos tanto
como los juegos de baloncesto o béisbol. Los atletas continuarán empujando los límites de lo que
alguna vez creímos humanamente posible, y el mundo se sentará y observará con admiración,
asombro o posiblemente horror.