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SIGLAS
SC Sacrosanctum Concilium
MR Mutuae Relationes
LG Lumen Gentium
PC Perfectae Caritatis
ET Evangélica Testificatio
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CAPÍTULO I
IDENTIDAD Y CARISMA
1. Los Hermanos Pobres de san Francisco son una ramita que ha brotado
del gran árbol franciscano. Asumimos como norma de vida la regla de
san Francisco aprobada por el Papa Honorio III.
La minoridad
La dimensión mística contemplativa
La pobreza
El cuidado amoroso a los más necesitados
El amor a lo creado
La evangelización itinerante
5. Dentro de este árbol fecundo del ser franciscano los Hermanos Pobres
de san Francisco también queremos explorar, cultivar y vivir la
espiritualidad de la filiación divina. Es decir, la autopercepción
profunda de que somos hijos de Dios. Francisco tuvo esta experiencia
en el proceso de su conversión cuando fue sometido a un juicio
público por su padre en la plaza de Asís: “…Además, ebrio de un
maravilloso fervor de espíritu, se quita hasta los calzones y se presenta
ante todos totalmente desnudo, diciendo al mismo tiempo a su padre:
‘Hasta el presente te he llamado padre en la tierra, pero de aquí en
adelante puedo decir con absoluta confianza: Padre nuestro, que estás
en los cielos, en quien he depositado todo mi tesoro y toda la
seguridad de mi esperanza” (LM 2, 4).
CAPÍTULO II
10. Nuestra fraternidad está abierta para los candidatos que han recibido
la vocación al sacerdocio y para aquellos que sólo se sienten llamados
a ser hermanos religiosos.
17. Para formar a los novicios en el espíritu de oración, al cual todas las
demás cosas deben estar subordinadas, según el deseo de san
Francisco, tengan todos los novicios tres horas diarias de oración en
silencio delante del Santísimo, y doce horas de meditación todos los
viernes acompañadas de un ayuno. El maestro de novicio organice
con los mismos hermanos la distribución de estas horas. También se
han de rezar las sietes horas canónicas de la Liturgia de las Horas.
Trate el maestro de jamás dispensarse de estas horas de oración, más
bien ha de ser un estímulo y un ejemplo para los formandos.
23. La profesión simple se hará por tres años. Después de los tres años, el
post-novicio, si es admitido a la profesión perpetua por los hermanos
de votos solemnes que viven en fraternidad con él, puede redactar una
carta al Ministro General pidiendo la admisión a la profesión
perpetua. El hermano también puede renovar sus votos simples con tal
de no exceder el tiempo reglamentado, ligado por votos temporales,
según lo exigido por el derecho canónico. CIC 657,2
CAPÍTULO III
31. Jesús, nuestro paradigma absoluto, fue el orante del Reino, toda su
vida está marcada por el espíritu orante. Su conciencia filial llega a su
máxima densidad cuando se recoge para la oración de Dios. Según la
describen los Evangelios su oración era prolongada, frecuente y en
lugares apartados. (Lc 5, 16; 6, 12; 9, 18. 28-29; 11, 1; Mc 1,35; Mt
14, 23).
34. Procuren los hermanos, donde quieran que estén, reservarse como
míninum dos horas diarias de oración mental.
35. Los hermanos hagan vigilia todos los domingos desde la dos de la
mañana hasta la hora de la misa, y el domingo último de cada mes,
pasar la noche entera en la oración de Dios. También los hermanos
harán vigilias: Las vísperas de la solemnidad de san Francisco, las
vísperas del 21 enero, la noche del 24 de diciembre, la noche del 31 de
diciembre, las vísperas de Pentecostés.
36. Durante la oración eviten los hermanos tomar posturas cómodas que
estimulen el sueño. Los hermanos oren normalmente de píe o de
rodillas.
39. Los hermanos estén obligados a rezar las siete horas canónicas de la
Liturgia de las Horas. Si por algún motivo no se pueden rezar las
horas siguiendo el ritmo del día, puede cada hermano recitar todo el
oficio, a excepción de completas que siempre se hará al final de la
jornada, en una hora específica del día. Lo importante es nutrirse del
contenido de cada hora canónica: himnos, salmos, cánticos, lecturas
bíblicas y oraciones.
CAPÍTULO IV
44.“Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros.
Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a
los otros. En esto conocerán todos que soy discípulos míos: si os
tenéis amor los unos a los otros” (Jn 13, 34-35).
45. La vida fraterna hunde sus raíces más profundas en la vida trinitaria,
fundamento y culmen de toda fraternidad (Vida Fraterna en
Comunidad 8).
48. Cultiven los hermanos un trato cálido y cordial entre ellos con un
amor sin fingimiento y considerando a los demás como superiores a
uno mismo (Rom 12, 9; Flp. 2,3).
52. Obedeciendo las palabras del Maestro eviten los hermanos enojarse
(Mt. 5, 22), pues el enojo es un sentimiento contrario a la caridad y
nos impulsa a hacer el mal a los hermanos como hizo Caín con su
hermano Abel (Gn. 4, 1-16). El apóstol Pablo también nos exhorta en
esta misma dirección: “Si os airáis, no pequéis; no se ponga el sol
mientras estéis airado, ni deis ocasión al diablo” (Ef. 4, 26-27).
55. Dado el daño sistemático que los seres humanos infligimos hoy a la
creación, comprométanse los hermanos en una defensa activa por el
cuidado del medio ambiente y sellen este compromiso con un cuarto
voto ecológico que consiste en orar y trabajar para que la madre tierra
no sea maltratada y se le respete en su ser de criatura amada por Dios
y en no hacer daño a ninguna criatura viviente.
CAPÍTULO V
mis señores. Y lo hago por este motivo: porque en este siglo nada veo
corporalmente del mismo altísimo Hijo de Dios sino su santísimo
cuerpo y su santísima sangre, que ello reciben y solo ellos administran
a otros” (Test. 6-11).
69. Lleven a cabo los hermanos las visitas a los hogares como una forma
de crear vínculos familiares y educar pastoralmente. En la visita
téngase un diálogo personal y confesión con cada miembro de la
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72. El trabajo en los barrios ha de ser coronado con una capilla para la
Adoración Perpetua, de tal manera que Cristo esté y sea adorado
permanentemente en el corazón del barrio como fuente de paz, amor y
reconciliación.
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CAPITULO VI
76. Los votos jamás pueden verse como una carga pesada, como el precio
que hay que pagar para ser religioso; todo lo contrario, los votos han
de ser vividos con alegría, gozo y paz. Hay que asumirlos como un
estilo de vida, como un don que el Padre nos ha dado para que la vida
de su Hijo amado casto, pobre y obediente se perpetúe hasta la
consumación de la historia.
77. Los votos constituyen una vocación particular que el Padre Amado
dona a sus hijos e hijas. Puesto que la vocación viene de Dios
debemos considerar que el ser casto, pobre y obediente es lo que más
nos conviene, es el modo de vida más adecuado para mi realización
humana como hombre. Pues el Padre Amado siempre da a sus hijos
lo más conveniente para su propio desarrollo y crecimiento que
desemboca en la divinización.
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LA POBREZA
81. Una de las virtudes de Jesús que más marcó a san Francisco fue su
pobreza. Francisco asumió la pobreza y quiso ser siempre pobre
porque se sintió cautivado por la pobreza de Jesús y de su madre
María Santísima.
83.Como hijos del pobre de Asís y seguidores del Hijo eterno de Dios
amemos la pobreza y jamás nos separemos de ella. “Esta es la
excelencia de la altísima pobreza, la que a vosotros, mis queridísimos
hermanos, os ha constituido en herederos y reyes del reino de los
cielos, os ha hecho pobres en cosas y os ha sublimado en virtud. Sea
esta vuestra porción, la que conduce a la tierra de los vivientes.
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84. Los pobres de este mundo han de ser para nosotros un punto de
referencia obligado, debemos asumir su misma pobreza compartiendo
sus precariedades y necesidades y buscando junto con ellos una vida
digna de los hijos de Dios.
90. Esmérense los hermanos por cultivar la pobreza interior, que consiste
en renunciar a todo orgullo, soberbia y arrogancia, en desapropiarse
de la propia imagen, en aceptar con humildad las correcciones e
improperios, y en poner toda nuestra confianza y seguridad en el
Señor. (Adm 14).
91. El voto de pobreza nos vincula con la ecología, esto así porque la
pobreza nos capacita para valorar y usar correctamente las cosas
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LA CASTIDAD
95. Por el voto de castidad nos unimos más íntimamente a Cristo esposo
y abrimos el corazón para el perfecto amor a Dios y a los hermanos.
La virginidad consagrada por el Reino de Dios hace que el corazón
despliegue todas sus potencialidades para amar y servir.
96. La vivencia fiel de este voto nos permite recuperar ese estado de
inocencia primordial que vivieron nuestros primeros padres antes del
pecado original, donde no había nada de lujuria y deseos impuros en
materia de sexualidad.
LA OBEDIENCIA
105. Procuren los hermanos una obediencia pronta y solícita a sus pastores,
muy especialmente al Romano Pontífice, pastor universal de la Santa Madre
Iglesia, al Ordinario del lugar y a su superior religioso, sabiendo que ellos
hacen las veces de Dios (CIC 601).
CAPÍTULO VII:
PRINCIPIOS GENERALES
110. Muéstrense los hermanos superiores como una madre para sus
hermanos (2Re 6), sean para ellos guardianes, animadores y servidores,
enseñando con el ejemplo el camino de la perfección evangélica.
116. El Ministro General será asistido por cuatro consejeros que tendrán la
responsabilidad del gobierno y la animación del Instituto. Además de los
consejeros habrá un secretario general y un ecónomo general bajo la
dependencia inmediata del Ministro General. Todos estos cargos serán
elegidos en el Capítulo General.
EL CAPÍTULO GENERAL
119. El Capítulo General ordinario sea celebrado cada seis años durante la
solemnidad de Pentecostés, a no ser que el Ministro General, con su consejo,
disponga de otra fecha. Es convocado por el Ministro General con un año de
anticipación, previa comunicación al obispo diocesano de la casa general y
de la diócesis donde se celebra el mismo capítulo.
120. Además del Capítulo ordinario, puede ser convocado por el Ministro
general, con el consentimiento de su consejo, un Capítulo extraordinario
para tratar asuntos de suma importancia para la vida y actividad del Instituto.
Son miembros por elección: Los delegados elegidos por cada comunidad
local. En una comunidad de tres hermanos, será elegido un delegado, en una
comunidad de seis hermanos, dos delegados y así sucesivamente. La
elección se hará por votos consultivos.
123. Para modificar algún punto de las Constituciones se necesita las dos
terceras partes de los votos de los capitulares y la autorización del Ordinario
de lugar donde nació el Instituto.
124. Todos los hermanos han de ser consultados sobre los temas que se han
de proponer al Capítulo (CIC 631,3) y remítanse sus propuestas al Ministro
General en la fecha establecida por éste.
SESIONES CAPITULARES
125. La apertura del Capítulo la hará el Ordinario del lugar donde nació el
Instituto o por un delegado de éste, también presidirá la elección del
gobierno general. El Capítulo se inicia con la Eucaristía Votiva del Espíritu
Santo.
129. La noche antes de la elección habrá una vigilia con exposición del
Santísimo para que el Padre Bueno nos dé, por intercesión de seráfico padre
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Requisitos
137. Efectuada la elección del Ministro General, el Capítulo debe elegir a los
Consejeros Generales en escrutinios separados y secretos, por mayoría
absoluta de votos en los dos primeros escrutinios. Para ser elegido Consejero
General un hermano, debe ser profeso de votos perpetuos y estar dotado de
cualidades humanas y espirituales, así como de suficiente experiencia, que lo
capaciten para cumplir la misión que se le confía. El primer Consejero será
el Vicario General
138. Los Consejeros Generales son elegidos por seis años. Solamente dos
Consejeros pueden ser reelectos. No puede ser elegido para el Gobierno
General en el Capítulo en el que cesa, el Ministro General no reelegido.
141. Deben reunir las cualidades requeridas para estos cargos: prudencia,
fidelidad, diligencia, rectitud y competencia, de manera que sean una ayuda
eficaz al Ministro General y su Consejo.
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MINISTRO GENERAL
142. El Ministro General es el hermano, que haciendo las veces del humilde
de Asís, debe caracterizarse por su sed de santidad, por su amor a la dama
pobreza, por su ardiente vida de oración, por su fidelidad a la Iglesia, por su
humildad y minoridad, por su celo apostólico y por su lectura atenta de los
signos de los tiempos. Su vida ha de ser un espejo resplandeciente del
carisma fundacional para todos sus hermanos.
145. Si, por motivos graves, el Ministro General creyera necesario dimitir un
Consejero General de su cargo, después de haber informado al Consejo
General, expondrá por escrito los motivos al Obispo diocesano donde nació
el Instituto a cuyos mandatos habrá que sujetarse.
VICARIO GENERAL
149. El Vicario General, al hacer las veces del Ministro General, resuelva los
asuntos según el espíritu de la Regla y de los Estatutos y consulte a los
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SECRETARIO GENERAL
151. Competencias:
ECÓNOMO GENERAL
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154. Competencias:
155. El Ecónomo General tendrá las Tablas y Registros de todos los bienes y
derechos de propiedad pertenecientes al instituto, y los correspondientes
inventarios.
LA COMUNIDAD LOCAL
156. La fraternidad local estará constituida por tres o más hermanos. Uno de
ellos será el guardián y otro el ecónomo. El guardián es nombrado por el
Ministro General y su Consejo y el ecónomo es elegido por los hermanos de
la fraternidad.
157. Los hermanos denle una importancia vital a la fraternidad local, pues en
ella se vive nuestra consagración a Dios. Es el lugar donde los hermanos
realizan su propia vocación. Esta fraternidad constituida por la obediencia
para vivir la perfección evangélica debe resplandecer por el amor cordial
entre los hermanos, por la vida de oración y piedad, por el amor a los
estudios y por el cumplimiento de la misión.
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159. Nuestra fraternidad local esté abierta a los pobres y menesterosos, a los
hermanos ladrones y bandidos, hermanas prostitutas y a todos los pecadores
(1Re 7) para llevarlos al amor salvador de Jesucristo Nuestro Señor.
Cuídense los hermanos de estigmatizar a los pecadores, éstos sean acogidos
con amor y paciencia, sabiendo que una palabra con amor vale más que un
millón de improperios.
160. En cada fraternidad local donde viven los hermanos sean acogidos dos
o más niños que su ambiente familiar sea completamente disfuncional;
presenten problemas de riesgos, es decir, sean vulnerables para ser atrapados
por el vicio de la droga, alcohol o juego de azar, o bien que el ambiente del
barrio pueda llevarlos a actos delictivos.
161. Estos niños, con el debido permiso de los padres, sean acogidos,
educados en la fe católica y llevados a la escuela, con tal de formar hombres
honestos para la sociedad, la Iglesia y el mundo. Habrá un hermano que
velará por la disciplina y educación de estos niños.
163. Brille la fraternidad local por el amor cordial entre los hermanos, la
pobreza, la alegría, sin quejas por la austeridad de nuestra vida, por la
intensidad orante y por la entrega desinteresada a los pobres.
168. Si un religioso de votos perpetuos por causas muy graves cree que debe
dejar definitivamente el instituto, presentará su petición al Ministro General,
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EPÍLOGO
171. Estos estatutos tienen carácter vinculante para todos los Hermanos
Pobres de san Francisco. Su fin es ayudarnos a vivir con la máxima
radicalidad posible nuestra profesión evangélica de pobreza, obediencia y
castidad siguiendo las huellas que nos marcó el seráfico Padre Francisco de
Asís.
Cristo, ser más fieles a la Iglesia Madre y responder con fidelidad creativa a
los signos de los tiempos.