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CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA

MOVIMIENTOS SOCIALES Y VIOENCIA EN COLOMBIA

DOCENTE:

BISMARCK PALACIOS CONTRERAS

ESTUDIANTE:

JOAN SEBASTIAN MOSQUERA BENITEZ

FACULTAD DE EDUCACION

PROGRAMA DE CIENCIAS SOCIALES


NIVEL VIII

UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DEL CHOCÓ


“Diego Luis Córdoba”

2021
CONFLICTO EN COLOMBIA

La historia de Colombia en los últimos sesenta años ha estado marcada por el conflicto
armado. En sus inicios, la desigual repartición de la tierra y la falta de espacios para
participación política dieron cabida al uso de la violencia y la lucha armada. Un método que
en los años siguientes se fue reforzando con la irrupción del narcotráfico, el
narcoterrorismo, la presencia de nuevos actores políticos y armados en un contexto de lucha
revolucionaria, Guerra Fría y guerra contra el terrorismo que han ido transformando el
conflicto en su razón de ser y métodos de subsistencia.  
En este contexto, los grupos armados han justificado el uso de la violencia por considerarla
el único método para poder transformar la sociedad y con la intención de no permitir
cambios considerados como ilegítimos. Así pues, la fractura creada por las desigualdades,
el uso de la violencia y la lucha por el poder han marcado las dinámicas sociales y políticas
que han tenido lugar en Colombia desde que se instauró la República (S.XIX) hasta el día
de hoy, cuando Colombia abre un nuevo capítulo en su historia con los actuales procesos de
paz.

EL ORIGEN DEL CONFLICTO EN COLOMBIA.


El estudio identifica al menos seis razones como desencadenantes del conflicto armado en
el país: en las zonas de colonización hubo espacio para ejércitos no estatales; el Frente
Nacional acabó con la violencia, pero dejó remanentes de guerrilla social campesina; las
organizaciones guerrilleras y los paramilitares acabaron en la periferia; en Colombia no se
dieron las condiciones clásicas para el triunfo de la insurgencia; el Estado fracasó en
prevenir y resolver el conflicto; y la clase dirigente no articuló una respuesta desde el
centro de la política.
Se establece además que algunas razones topográficas y el modo como se pobló el territorio
establecieron una estructura de tenencia de la tierra que produjo excedentes de población
rural. Una parte migró a las ciudades y otra se constituyó en ejército de reserva para
colonizar nuevas fronteras.
La colonización fue una válvula de escape a la presión demográfica y a las reformas
sociales en el centro. Al principio la colonización permitió la conexión del Caribe con los
Andes, pero después, los excedentes demográficos, el desplazamiento forzado por la
violencia y las bonanzas locales (lícitas e ilícitas) se encontraron en zonas que, desde el sur,
envolvieron el centro del país. En esas regiones, el conflicto encontró nuevas y poderosas
fuentes de alimentación.
Los investigadores plantean que en una colonización espontánea y sin dirección estatal, el
colono tiene pocas probabilidades de éxito y por eso cada territorio de colonización es un
cementerio de ilusiones. Sólo el paso del tiempo muestra quiénes son los dueños y de qué
son dueños. Los derechos de propiedad, que son precarios, constituyen la base del orden
social, pero generan incertidumbre, inestabilidad y conflictos.
Agregan que, en esos territorios coexisten el esfuerzo, la creatividad, la apertura y la
movilidad social con la vulnerabilidad, el engaño y la indefensión frente al más rico, el más
poderoso o el mejor armado. Existe un orden jurídico difuso -no son claros los derechos y
obligaciones- y el Estado no garantiza el respeto imparcial y efectivo de los tratos o
contratos. El vacío de Estado consiste en que no ejerce coerción o autoridad para interpretar
y hacer los acuerdos.
Por eso, prosperan los conflictos, los abusos y la justicia por mano propia o por mano de
obra contratada. Si el Estado fuera el garante legítimo de los derechos de propiedad y los
contratos en esas regiones no habría ni justicia privada ni ejércitos irregulares.

ACTUALIDAD
Las circunstancias particulares del conflicto colombiano, donde el narcotráfico ha servido
para financiar a varios actores armados, ha hecho que la guerra se haya extendido hasta
la actualidad. El acuerdo de paz y desarme firmado en 2016 entre el Gobierno y la principal
guerrilla activa en el país, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC),
supuso un importante paso hacia la consolidación de la paz, si bien no ha resuelto de
manera definitiva el conflicto.  
Actualmente, varios actores armados siguen operando en distintos puntos del territorio
colombiano. Entre ellos la guerrilla del ELN, la última activa de un país donde llegó a
haber hasta cinco operandos de manera independiente, que se encuentra en
negociaciones con el actual Gobierno.
Por otro lado, una miríada de pequeños grupos criminales vinculados al narcotráfico ha
ocupado el espacio dejado por la desmovilización de las FARC, haciendo muy compleja
cualquier solución al conflicto.
La violencia se ha centrado especialmente en la población civil por parte de todos los
actores armados del conflicto. El 81% de los muertos son civiles, según datos del Centro
Nacional de Memoria Histórica de Colombia. La violencia fue particularmente
acentuada en las zonas rurales y más pobres del país, habitadas mayoritariamente por
población afrodescendiente, indígena o campesina.
ACNUR ha trabajado junto al Gobierno en la coordinación de acciones para facilitar
la reintegración de los colombianos retornados. ACNUR también ha facilitado misiones de
los gobiernos de El Salvador y Honduras para compartir la experiencia de Colombia y
aprender del trabajo de la Unidad de Restitución de Tierras. La agencia ofreció asistencia
técnica a la Unidad de Víctimas, particularmente en lo referente al regreso y reubicación de
comunidades étnicas desplazadas.
PROBLEMAS SOCIALES EN COLOMBIA
El país se acostumbró a atacar los síntomas y no las causas. Se volvió light. Un ejemplo: se
otorga mayor importancia a la discusión coyuntural sobre la reactivación económica, que a
la forma de distribución de la riqueza y del ingreso.
Algunos de los problemas sociales en Colombia son la corrupción, la pobreza, desempleo,
discriminación, adicción a las drogas o desigualdad de clases.
Colombia es un Estado de América del Sur, cuya historia ha estado llena de problemas
políticos, sociales y económicos, incluyendo la corrupción, la violación de los derechos
humanos, el narcotráfico, entre otros.

Corrupción:
La corrupción es uno de los problemas sociales más acuciantes que enfrenta Colombia. Esta
se evidencia no sólo en el gobierno sino también en la praxis de muchas empresas
multinacionales. Uno de los casos más recordados de corrupción fue la financiación de
grupos paramilitares por parte de empresas bananeras (principalmente la empresa
estadounidense Chiquita Banana Brands), que se dio entre 1996 y 2004.
Desempleo:
A inicios del año 2017, la tasa de desempleo se ubica en el 11, 7 %, de acuerdo con los
datos suministrados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística de
Colombia.
Pobreza:
De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Colombia, en
el año 2014, la línea de pobreza monetaria por hogar era de 894922 $. Esto quiere decir que
una familia con ingresos inferiores a los 894922 pesos está incluida en la facción pobre de
la población. Para el año 2015, el porcentaje de pobreza monetaria era de 27, 8 %. Esta
cifra ha disminuido en los dos últimos años. Sin embargo, el índice de pobreza monetaria
continúa siendo alarmante.
Discriminación:
En el año 2011, el Estado colombiano promulgó una ley en contra la discriminación racial,
de género, de religión, de orientación sexual, entre otros. Incluso se creó una ley contra el
feminicidio, cuya condena es de 21 a 50 años, sin posibilidad de apelar a la reducción de la
condena. Sin embargo, aún se presentan casos de discriminación, siendo los más frecuentes
aquello que involucran un trato desigual hacia las mujeres. Por otra parte, se presentan
casos aislados de discriminación en cuanto a la religión, siendo la comunidad judía una de
las más afectadas.
Drogadicción:
La drogadicción es un problema que afecta principalmente a la juventud colombiana. El
incremento en el índice de drogadicción en Colombia se debe en gran medida a que el
Estado ha controlado el tráfico de drogas hacia el exterior, lo que hace que los productores
de estas sustancias alucinógenas busquen alternativas en el mercado interno del país.
Delincuencia juvenil:
Entre el año 2011 y el año 2014, diariamente se detenían entre 60 y 70 menores de edad por
haber cometido crímenes varios, que incluían pero no se limitaban al consumo de
estupefacientes, daño a infraestructuras públicas, hurto y asaltos. De hecho, los crímenes
cometidos por jóvenes constituyen cerca del 12 % de los actos criminales cometidos por la
población colombiana en general.
Situación de los derechos humanos:
La situación de los derechos humanos en Colombia es la peor de todo el hemisferio
occidental. A pesar de que la constitución de este Estado garantiza los derechos básicos del
ciudadano (derecho a la vida, a la libertad, a la privacidad, a la justicia), los reportes de los
derechos humanos en Colombia llevados a cabo por la Organización de las Naciones
Unidas demuestran que el país presenta problemáticas en las siguientes áreas:
– Integridad de los seres humanos. En cuanto a la violación de la integridad de la persona,
destacan casos de privación de la vida, desapariciones forzosas de individuos y torturas y
otros castigos dentro de las prisiones e instalaciones militares.
– Corrupción. Con respecto a la corrupción, este es un problema grave en el país. Los casos
de corrupción más críticos incluyen tráfico de drogas y empleo de fuerzas paramilitares.
– Discriminación.

MOVIMIENTOS SOCIALES.
Los Movimientos Sociales es la puesta en escena de las dos formas en que la teoría ha
concebido el trasfondo que moviliza a los colectivos, este se explica a partir de la acción
colectiva que es la capacidad de organización, movilización de consensos y estructura de
oportunidades, para acceder al poder; lo que podría explicar algunas dimensiones de
Movimientos Sociales más parecidos a partidos políticos en pugna por el poder. Los
segundos, son interpretados como identitarias dado que, para ellos, los Movimientos
Sociales forman canales de solidaridad con gran contenido cultural, pero además se
movilizan para defender sus intereses identitarios. En el fondo, creemos que los autores no
permiten reposar la teoría de los Movimientos Sociales en esta simple dicotomía, sino que
muestran diversos lados de este fenómeno social.
Los Movimientos Sociales, como construcciones sociales que son, "fundan" la acción
colectiva gracias a un deseo organizativo de la sociedad civil. De esta manera, el sentido de
identidad cobra fuerza e importancia en la medida en que será uno de los elementos
principales que aglutinaran a los individuas dentro de una movilización social. Asimismo,
se encuentra en el documento de Hernández la mirada de nuevos Movimientos Sociales
como iniciativas y dinámicas de movilización, identidad y orientación híbrida, tanto porque
buscan un cambio en los valores como en la parte normativa. En este caso, nos referimos al
Movimiento anti taurino. (Hernández: 2003).

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