En vista del panorama actual que se está viviendo en nuestro país, es difícil ser indiferente a

los sucesos que han sentenciado al año 2021, el cual pasará a ser recordado como un
fenómeno social donde el pueblo, entorno al inconformismo por las decisiones de sus
mandatarios, se apegó a su derecho constitucional, descrito en la carta magna de 1991 en la
que se consagra lo siguiente, cito:

Artículo 37, el cual dice que "toda parte del pueblo puede reunirse y manifestarse pública y
pacíficamente"

Teniendo como sustento jurídico las siguientes disposiciones normativas:

“ARTÍCULO 20. Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y

opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios
masivos de comunicación.”

“ARTÍCULO 38. Se garantiza el derecho de libre asociación para el desarrollo de las distintas
actividades que las personas realizan en sociedad.”

“ARTÍCULO 56. Se garantiza el derecho de huelga, salvo en los servicios públicos esenciales
definidos por el legislador. (…).”

“ARTÍCULO 107. Se garantiza a todos los ciudadanos el derecho a fundar, organizar y

desarrollar partidos y movimientos políticos, y la libertad de afiliarse a ellos o de retirarse. (…)
También se garantiza a las organizaciones sociales el derecho a manifestarse y a participar en
eventos políticos.”

Entorno a lo anterior, hasta el día de hoy, Colombia cumple 16 días de paro, acompañado de
distintas manifestaciones, desde un enfoque cultural, artístico y pedagógico, entre otros. Éstos
diferentes movimientos sociales han surgido con la necesidad de ser escuchados y acabar con
el yugo que ha azotado a Colombia durante años, pero, aunque lo anterior tiene respaldo
constitucional y suena bastante alentador, la represión por parte de mandos superiores hasta
el día de hoy han cobrado la vida de 47 compatriotas.

En este momento nos seguimos cuestionando el ¿por qué seguir marchando?, ¿por qué seguir
apoyando el paro?, ¿somos masoquistas? o ¿no hemos aprendido la lección?

Antes de hallarle respuesta a los interrogantes ya mencionados, cabe resaltar que este
momento se ha dado a conocer como “el punto de no retorno.”

Algunas de las razones, se exponen en los siguientes puntos:

1. La reforma tributaria, que venía en proceso y fue retirada, sigue causando

preocupación debido a que el mandatario insiste en que se necesita rehacer el
documento que contempla llenar los agujeros de las arcas públicas, los cuales han
aumentado por la emergencia sanitaria. Además, que con esta pretende garantizar la
extensión de programas sociales que creó para hacerle frente a la pandemia. Lo más
preocupante es la desigualdad social que se acrecienta, si los impuestos tienen que ser
pagados en su mayoría por las clases sociales con un menor rango de ingresos.

2. La no impunidad para los que arrebataron vidas de manifestante, donde se evidencia

el mal uso de la fuerza policial y el papel que tienen en la sociedad. Por lo tanto, se ve
la necesidad de una reestructuración de estas fuerzas que han demostrado que no
cumplen con su principal objetivo que es el de proteger a la ciudadanía.
 3. Rechazo ante la reforma a la salud 010, que, aun siendo presentada como una mejora
en pro a la “sostenibilidad del sistema de salud”, se demuestra de manera concisa, que
la salud sería un monopolio en el cual, la persona que requiera el servicio contara con
él y con dichas mejoras, ¿pero los ciudadanos que no puedan acceder al servicio?, No
se tienen claras las garantías para los mismos y el gobierno en lugar de solucionar
dudas y sentar mejores bases de dicha propuesta, tomó la decisión de aplazar el trato
de la misma a el mes de Julio del presente año.

4. Devolviéndonos a reflexionar con respecto al punto 2 sobre el abuso de la fuerza y de

las muertes que se llevan en dos semanas de protestas, se tiene claro que Colombia es
un país en donde se ha hecho evidente la violencia por pensar diferente y querer
desatar un cambio que hasta nos lleva a la muerte, y más, en todos aquellos líderes
sociales, ambientalistas y excombatientes que mes a mes desaparecen o asesinan, por
ende, se requieren garantías para estas personas.

5. Y por último la razón eterna de Colombia, la problemática diaria que afecta a todos los
sectores, la pobreza y desigualdad, un malestar generalizado.

Así que, todo lo anterior nos afecta a todos, quizás una de estas razones o todas pueda estar
vinculada con usted o con algún problema familiar de cada uno de los ciudadanos, así que la
pregunta ya no es ¿por qué salir a marchar?, ¿porque entrar a Paro?, sino, ¿por qué no
hacerlo?

Yo y en nombre de todos los estudiantes de la carrera de Biología de la Universidad de

Pamplona quiero apegarme a mi derecho constitucional y no lo hago porque me guste el
“vandalismo”, sino por el contrario, lo hago por mi futuro y el de los míos, lo hago porque no
puedo ser indiferente a la situación solo porque hoy en mi mesa sobran los alimentos,
mientras compañeros de mi alma máter pasan su día con café y esperanzas de un mejor
mañana, mientras exponen su pellejo día a día frente a las confrontaciones, no puedo dormir
de pensar que sentiría mi madre si un día ya no estoy y fue por mano de la fuerza pública, no
puedo sentirme tranquila de seguir en clases, recibir un título y llegar a ser profesional,
cuando sé que en un futuro las oportunidades laborales son nulas y que si llegara a tenerlas,
en el momento de entrar al campo laboral y desempeñar con rectitud los conocimientos que
adquirí de mis docentes, deba silenciarme por temer que mi vocación termine cobrando mi
vida, como pasa hoy con muchos colegas que por amar a este país y sus riquezas ambientales y
querer preservarlas, han sido asesinados por obstaculizar procesos de corrupción para el
beneficio de unos pocos.

Sé que muchos no son activos en este movimiento social que acontece en Colombia, sé que
muchos han tomado esto como vacaciones, pero yo no puedo cambiarlos a ellos y tampoco
esperar que otros despierten de su letargo para unirme y actuar; Es por ello que quiero, en
nombre de todos mis compañeros, alzar mi voz y rendirles la más cordial invitación para que
ustedes, líderes en nuestro proceso académico, sea partícipes de todo éste movimiento, que
sientan ésta lucha como propia y que aunque para algunos sea difícil salir a marchar, desde
donde sea que se ubiquen, encuentren la manera de ayudar y apoyar ésta causa que es mía,
suya y de todos. Esperamos que después de escuchar éstas palabras que tienen tanto
sentimiento, ustedes puedan comprender el mensaje que queremos hacerles llegar y que,
junto a nosotros, sigamos llevando a cabo todas las actividades en cara al Paro Nacional,
esperando con mucha fe y fervor, que pronto la situación pueda mejorar y consigo, podamos
retornar a nuestras labores de la mejor manera.
Sean ustedes cordialmente invitados a unirse al Paro Nacional y al cese de actividades junto al
estudiantado de la Universidad de Pamplona, todos luchando por una misma razón.

Universidad de Pamplona en pie de lucha, muchas gracias.