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LO QUE LE FALTA A LA DEMOCRACIA

Por: Federico Krutwig Sagredo

Al hilo de la actualidad de las elecciones de 1987, Federico Krutwig recordó una vieja
institución griega, el tribunal de la Euthyna, por el que, al concluir su mandato, tenían que
pasar, para ser juzgados o declarados justos, todos los ciudadanos que habían ejercido algún
cargo público. Y sugiere, si es posible, que en Euzkadi se instituya una institución similar.

Escribió así:

Cada vez que se acercan tiempos de elecciones de las llamadas democráticas me vienen a la
memoria una serie de consideraciones, que no tienen nada que ver con las elecciones en
particular del momento, sino de algo más básico. Como es sabido, también en esto los
griegos fueron los inventores, no sólo de la palabra democratia, que es algo griego, sino
también del sistema. Pero no en vano se ha considerado que los griegos han sido la nación
más culta e inteligente de cuantas han pasado por la Historia, sin que ni antes ni después
hayamos aún alcanzado tales cumbres ni en profundidad en el pensamiento, de belleza en
las artes, ni exactitud en la expresión.

Algunos le atribuyen a Periklés la paternidad de la Démokratia al haber introducido el pago


de los cargos... Pero esto tiene una corta historia que vamos a darla resumida, para entrar
en lo que los griegos ya introdujeron en el sistema democrático, y que tanta falta haría re-
introducirlo.

Esta historia comienza cuando Solón, encargado de una reforma de la ley básica ateniense,
empieza por la llamada seisákhtheia, que equivalía a una abolición de las deudas, por la que
liberaba a los ciudadanos más pobres de una carga que los reducía casi a una situación de
esclavos. Como los griegos, por su propia naturaleza, eran ya en aquella época partidarios
del Médén Agan (nada en demasía), compensan a los acreedores confirmándoles y dándoles
un poder público. Solón divide a los athenienses en cuatro grupos: los pentakosioimedimnoi
(los que tenían más de 500 dracmas de plata de renta o su equivalente), los hippeis
(caballeros, más de 300 dracmas de plata), los zeugítai (más de 200) y en el resto de los
ciudadanos los thétes (proletarios) y les concede diferentes derechos según su condición. A
Solón le seguirá en el Gobierno Peisistratos, quien no cambió la constitución, y aunque a
veces se lo presenta como un monarca, rey o tirano, fue él quien puso la base del desarrollo
cultural de Athenas. La próxima reforma la introduce Kleisthénés en el año 510 a. Xp., quien
divide a los ciudadanos en démoi, palabra de la que se deriva justamente el término
democracia. En el sistema de ordenación según los démoi, éstos se dividen en phylai, etc.,
tuvo importancia para la elección de los cargos públicos y la división de los poderes.

La reforma constitucional llevada a cabo por Aristeides por el año 479 a. Xp. Está
relacionada con la forma de la elección de los cargos, bien sea por kleros (echándolos a la
suerte) o por kheiroktonia (elección levantando la mano), cuando dichos cargos exigían
conocimientos especiales. Tal era por ejemplo la elección del cargo del estratega. Pero el
gran cambio, aunque aparentemente no era muy grande, fue el que introdujo Perikles,
cuando dispuso que también en adelante los zeugitai pudieran ser elegidos arkhontes, y que
además, y esto fue lo principal, que los cargos públicos fuesen retribuidos, de suerte que todo
ciudadano pudiese llegar a ser juez y ser pagado por el ejercido de las funciones públicas, así
como por asistir a ciertas fiestas públicas. Pero no en vano fueron los griegos el pueblo más
inteligente que ha pasado por nuestra Tierra, y así también tenían el llamado Tribunal de la
Euthyna, por el que tenían que pasar, para ser juzgados o declarados justos, todos los
ciudadanos que habían ejercido algún cargo púbico.

Este tribunal de la Euthyna, compuesto por ciudadanos de irreprochable conducta, no


corruptibles, es lo que nos falta en nuestra tan cacareada democracia moderna. Todo cargo
público local o provincial, estatal o lo que se quiera, debería pasar por un tal tribunal para
ser juzgado... y pobrecito aquel que se hubiese aprovechado de su cargo para enriquecerse,
para favorecer a algún nepotei. En Athenas, para que la justicia se cumpliese, les estaba
prohibido abandonar la andada todo ciudadano que hubiese ejecutado un cargo público, o
enajenar bienes antes de haber recibido la sentencia absolutoria del tribunal de la Euthyna.

Por suerte o por desgracia he conocido en bastantes de los países en que he peregrinado a
bastantes parlamentarios... y cada vez más me quedaba asustado de la cantidad de imbéciles
que eran designados para estos cargos, no sólo en nuestra tierra, sino en todo lugar En cada
partido tan sólo existían tres o cuatro personas que pensaban y valía la pena dialogar con
ellos..., el resto eran podencos, que sólo votaban lo que les decían que tenían que votar. Es
lógico que si estos podencos vienen luego al Gobierno..., lo primero que intentan es
enriquecerse, y hoy lo pueden hacer impunemente, puesto que no hay un tribunal que luego
les juzgue. Por eso sería tan interesante que en Euskalherria, dando un paso adelante, que
pudiera y debiera ser seguido por otros países, instaurase también un Tribunal de la Euthyna.
por el que deberían pasar, una vez cumplido su cargo, no más de dos años todas aquellas
personas que ejercieron cargos públicos, tanto en el Gobierno vasco como en las
diputaciones, y dar cuenta de su actuación... y demostrar que el sueldo que recibieron se lo
ganaron dignamente, y que no se trata de un caso de descarado nepotismo.
Hablamos en nuestra tierra de “democracia” mucho, y me parece que en algún punto
tenemos razón. No es nada que nosotros a finales del siglo XX, nos lo inventemos, por eso
citaré al teniente coronel Steinmetz, de la artillería holandesa, que llegó a España con la
ocupación bonapartina, quien en diciembre de 1808, escribía “Deze soort van van
volksregeering by vertegenwoordiging heeft in de tyden der Fransche omwentellign het
Fransch Gouverenement destyds doen denken, dat Biscaye by den vyandlyken inval der
Franschen in ddit land dadelyk de grondbeginselen der Fr. Revolutie aannemen en de
Fransche troupes met oepene armen ontvangen zouden." (Este tipo de Gobierno popular
por medio de representantes hízole creer al Gobierno Francés de la época, durante la
Revolución Francesa, que Vizcaya (nota: En aquella época llamaba el teniente coronel
Steinmetz, a todo el País Vasco occidental con el nombre de Vizcaya, región la más
representativa y de mayor personalidad) iba a aceptar los principios básicos de la Revolución
Francesa, e iban a recibir a las tropas francesas con los brazos abiertos.)

Así pues, después de las elecciones al Parlamento de Vitoria, hago votos y pido a todos los
dioses que todos los candidatos elegidos, especialmente los de aquéllos partidos que están
más cerca de mi corazón, sean capaces de soportar una euthyna. Y si entra en las
competencias de dicho Parlamento, se instituya el Tribunal de la Euthyna para que todos los
diputados, todos los consejeros vascos, todos los miembros electos en las diputaciones,
tengan que pasar por el mismo y rendir cuentas de su gestión, honorabilidad y valía, y que
en caso dado, al igual que en Athenas, si fallan, vayan a parar con sus huesos en una
mazmorra. ¡¡Esto sí que sería una gran contribución a la democracia vasca..., al progreso de
una auténtica democracia!!

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